circulares y bitácoras de orientación - Librosamerico.com

Leía la vida y doctrina de Buddha y ella apenas y me visitaba cada quince días y ponía
pretextos, por los que debía quedarse en el Centro que teníamos.
Yo la amada y entonces, tenía que meditar más para poder seguir adelante.
El 23 de enero de 1996 experimento la Iluminación. El 24 de enero se abre completamente la
cima de mi cabeza y el entrecejo. Es una sensación inconfundible.
Se despiertan facultades en mí y una lucha interior con fuerzas extrañas. Mi sexualidad entra a
otro nivel.
El 22 de febrero de 1996 habiendo concluido dentro de mí que se cumplían 40 meses y ya no
tenía manera de pagar la renta del lugar, decido regresar con mi familia materna y mis hijos.
Tenía casi tres meses sin dormir bien, mejor dicho prácticamente sin dormir, pues la lucha
interior con dichas fuerzas extrañas era despiadada y una angustia helada y telepatía insultante no
dejaba de molestarme.
Mi familia me recibió alegre pero me notaron extraño. Les digo que algo me molesta en el
corazón.
Mi madre dice que me acueste dentro del coche que trae mi hermana, justo frente al domicilio en
que vivía en el distrito federal cuando recién nacido. Allí mi hermana y madre, por instrucciones de la
1ª que es doctora, succionan en mi corazón con la boca. Dicen que es una "ventosa". Iban a escupir
bocanada de sangre negruzca a la orilla de la banqueta de la calle.
Me siento mucho mejor, trato de recuperar a mi compañera y descubro que me traicionó.
Ese día la luna se encontraba en escorpión y lo sabía porque revisé las efemérides. Fui al Centro
Ave Fénix, pero las mujeres del lugar me desconocieron e insultaron. Su amante me apretó por el
cuello en un punto especial y me caí inconsciente. Cuando desperté estaba sangrando de la cabeza
debido al golpe, yo venía de un lugar de mucha luz. Me sentía libre y feliz. La obsesión que unos
minutos antes tenía por recuperarla a ella se desvaneció. En su lugar estaba lleno de perdón y amor
por todos.
Me fui de allí y le dejé todo a ella y su madre que tenía cariño por mis libros. Dejé todo excepto
mis escritos personales y una computadora vieja. Así cuando entre en mi Retiro también dejé todo y
ahora volvía a dejarlo todo. Llegué sin nada a mi Retiro y salí sin nada de mi Retiro.
Pero cuando vi los mensajes secretos que recibí a lo largo de todo mi Retiro (alrededor de ocho
cuadernos escritos en manuscrito por mi propia mano) los rompí. Pensé que no era propicio dejárselos
a ella.
Sin dinero y sin nada fue que volví a mi casa.
Ya no tenía urgencias sexuales. Y aunque algunas simpatizantes me coqueteaban cuando daba
conferencias o cursos, yo realmente no las deseaba ni las necesitaba. Así dure un año.
Durante el cual tuve la ilusión de recuperar mi relación con el Maestro Marcelli. Lo visité y le
dije que había experimentado la Iluminación pero no me creyó. Comprendí que había mucho
charlatán y era lógica su indiferencia.
Yo quería apoyarme en la G. F. U. para solucionar mis necesidades materiales pero él me explicó
que la G. F. U. no es para eso sino para la conciencia. Le dejé mi número telefónico con la esperanza
de que me hablara y no lo hizo.
Pensé que si él no había experimentado la Iluminación era natural su actitud. Pedí a Dios por
conocer a uno que hubiera vivido como yo y lo conocí en el centro de un astrólogo famoso. Ese
hermano era médico y trato de animarme para que siguiera adelante.
Supe de otro que vivía en Magu, por Nicolás Romero. Fue el antiguo maestro de mi compañera
de Retiro.
Me convencí de que entre un millón de practicantes de yoga solamente uno se ilumina. Idea que
me transmitió el médico iluminado.
Pensé que la G. F. U. Línea Solar la diseñó el Maestro Estrada para que el Iniciado logre en los
grados superiores la Iluminación del séptimo chakra. Pero que la Iluminación no es el final del
Sendero sino que sigue luego, el Samhadí y finalmente la Ascensión, como el diseño dado por el
Sublime Maestre.
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