circulares y bitácoras de orientación - Librosamerico.com

El no tiene dominio alguno de las circunstancias que le mueven y la felicidad que pueda tomar le
llega a través del placer a sus sentidos, haciendo contacto "con lo de afuera".
Todo esto tiene un costo, nada es gratis. Todo es endeudarse, todo es Karma. El humano es esclavo y
el pretender ser dueño de algo, le dura muy poco, siempre como una quimera o ilusión. Busca su
estabilidad en apegarse a lo concreto del mundo externo para poder llamar: "Mío" o "tuyo". Esto lo
sujeta a ciclos de inevitable y doloroso cambio donde todo lo que tiene finalmente se le esfuma, pero
puede ser feliz mientras lo tenga.
El ciclo básico es entonces: Nacer, crecer, madurar y morir. No hay "TRANSFORMACIÓN". Lo
muerto, muerto esta y lo vivo no es para siempre.
A través del dolor y el placer va acumulando sentimientos que no son propiamente una experiencia
que pueda controlarse para usarse, sino un conjunto de instintos moviéndolo. Estos son sentimientos
escurridizos y se olvidan con facilidad. De hecho, todo aquí ocurre y se olvida, y sólo es por el dolor
que se recuerda y aprende.
Buda se refería al escalón de La Inteligencia Activa cuando dice:
“El apego es la causa del dolor".
¿Cómo escapar de ese mundo?
¿Cómo hacer verdadero aquello de que disfrutemos lo de “afuera” reconociéndolo como “El
Gran Adentro de todo posible Afuera”?
En fin, ¿Cómo comprender aquella Ley Hermética? que dice:
"El Universo es Mental y donde pones tú mente en eso te conviertes".
Aún una emoción o el Espíritu es mental y también nos esta enseñando que la ATENCIÓN es el
poder fundamental para aspirar a tener el control en el Universo, ya que La Atención da la posibilidad
de hacernos Creadores y con ello, dueños y libres.
Pero ocurre que el humano está lejos de esta realidad cuando vive esclavo de su casa y los quehaceres
que esto implica; esclavo de su trabajo y las obligaciones que esto conlleva y esclavo de sus hijos y
familiares y las cargas de responsabilidad que todo esto provoca. Y así las cargas continúan para darle
la mayor estabilidad a lo que parece suyo en la apariencia.
El costo de darle duración a algo externo cuesta y lágrimas y sangre. Cuesta darle nuestro tiempo y
sobre todo el inconsciente pero persistente hábito de alimentar a La Inteligencia Activa con la mente
anclada al pasado. En eso se gasta toda "la atención", todo el LÍBIDO que encuentra su principal
centro de estabilidad en la base de la columna vertebral. El humano atado a este mundo agota aquí,
prácticamente todo libido, es decir, su vitalidad sexual y le queda poco para sí mismo, ni siquiera para
sus elementales necesidades sexuales (y no hablo de la relación de coito, sino de la vida misma). Las
disfruta con desorden al estilo animal. Esto es lo que da como resultado el cultivo de la pasión y los
placeres propios del animal humano, como es el caso de placeres como el contacto carnal entre
hembra y macho, cuyo placer es conducido no por el amor duradero, sino más bien por la urgencia del
ciclo biológico hormonal y el resultado es que conforme mas se práctica, en vez de llenar, vacía cada
vez más, hasta que la máquina humana se sobrecalienta en "El fuego de fricción". Ocurriendo lo que
moralmente llamamos "vicios", pues por lo menos el animal obedece a los ciclos que la naturaleza le
impone, pero el humano-animal debido a su facultad racional trata de controlar (como dueño), sus
instintos, sin dominarlos. Esto lo deforma en un extraño personaje, que utiliza la razón
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