circulares y bitácoras de orientación - Librosamerico.com

30 de Octubre de 1998.
En estas fechas donde el día de muertos se acerca es tiempo de muerte, al final de este ciclo (final de
Escorpión) lo será de Resurrección.
A los que luchan por amar al maestro, al amigo, al familiar, al conocido, dan lo que pueden por él; así
hace ELLA, la que vive junto a mí físicamente.
Sin embargo, son "los ciclos en caos de ciclos" los que hacen que la gente sea lo que es en este mundo
inestable. Y en los recovecos de la incertidumbre, la vida se les hace monótona asesinando todo lo
bueno, hasta que algún día nazca lo inmortal.
En el secreto de mi ser los dioses vibran y me consuelan con el mando de su Divino Silencio,
acariciándome y tocándome inmaculadamente el cuerpo desde el alma. Alma que todo lo abarca, amor
y éxtasis sereno y natural. Sin palabras me dice mi Maestro que debo ser lo que SOY realmente
¿porque me lo dice? Porque EL sin la Voluntad de Ser no puede vivir y quiere que yo sea voluntad de
ser, voluntad de amar.
Como los ciclos de la luna menstrual así es la gente y sus arrebatos de pasión sazonados con fracaso.
Para amar a la humanidad se vive necesariamente retirado de sus personas, si las personas son
indignas, distanciadas de sus Ser. Por eso para poder permanecer con ellas prefiero sobrevivir como su
dulce sueño, como un hombre entre los hombres. "Necesito a la gente" no a sus personas, sino porque
sin amor estoy muerto. Recuerdo que el Maestro de la Ferriere dijo: "No adoren al personaje". Así
también lo enseñó Jesucristo, Gahutama Buda y todos los Altos Iniciados. Pero ¿Cómo no amar al
personaje, si es lo único que puede percibir la gente encadenada a los "ciclos"?.
Y si para la naturaleza animal humana (con perdón de los animales) es mas fácil odiar que adorar, es
mejor que adoren, pero sin fanatismo.
Por esto el SHM no pudo prohibirle a la gente que lo amaran como personaje.
Que la gente ame lo incomprensible como mejor pueda con tal de que el amor no se les empañe con
sus monstruos, pequeños y grandes. Que siendo pobres, como lo son, no sean miserables, para que
quepan en el corazón de la verdad.
Y precisamente por ser pobres, sean dignamente humildes y llenos de fe en aquellos que representan al
Sendero Viviente.
Así como Sócrates practicaba el arte de La Mayéutica (o sea, ayudar a que los aspirantes nacieran al
Sendero de los inmortales) así me ocurre con el arte de "retirarme sin retirarme". Cuando ya no haya
demonios en el Planeta, la Jerarquía Blanca se exteriorizará y será entonces que todos los aspirantes
sin tener que retirarse lograrán la Iluminación, el Samhadí, el Nirvana, la Ascensión. Sin ser
Iluminados hasta el más humilde de los campesinos, será como Iluminado. Porque la humanidad
amará al Padre-Madre en Espíritu y Verdad.
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