EL ESPÍRITU SANTO Y LA REALIDAD Watchman Nee - Centro de ...
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El amor a las tinieblas<br />
Una causa notable <strong>de</strong> la obsesión es que el hombre no ama la luz sino las<br />
tinieblas. Cuando alguien prefiere las tinieblas a la luz, su corazón es impuro, lo<br />
cual lo convierte en una presa fácil <strong>de</strong> la obsesión. Uno primero trata <strong>de</strong> evitar<br />
dificulta<strong>de</strong>s, problemas y la luz misma, argumentando que todo está bien; pero<br />
finalmente empieza a creer que está en lo correcto y que es bueno. Los israelitas<br />
rechazaron al Señor Jesús porque amaban más las tinieblas que la luz (Jn. 3:19).<br />
Ellos moraban en las tinieblas; por eso pensaron que era razonable rechazar y<br />
aborrecer al Señor Jesús. El Señor dijo: “Si Yo no hubiese hecho entre ellos<br />
obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han<br />
aborrecido a Mí y a Mi Padre” (15:24). Esto se <strong>de</strong>bía a que estaban<br />
obsesionados. Aborrecieron al Señor Jesús sin causa alguna (v. 25). Debemos<br />
enten<strong>de</strong>r que don<strong>de</strong> haya tinieblas y falte luz, allí la visión, la confianza y el<br />
juicio son incorrectos. Todo lo que está errado, posee el elemento <strong>de</strong> la obsesión.<br />
No amar la luz, resulta en obsesión.<br />
El orgullo<br />
El orgullo constituye otra <strong>de</strong> las principales causas <strong>de</strong> la obsesión. En Abdías 3<br />
dice: “La soberbia <strong>de</strong> tu corazón te ha engañado”. Aquí po<strong>de</strong>mos ver que el<br />
orgullo causa que nos engañemos hasta el grado <strong>de</strong> obsesionarnos. Cuando uno<br />
empren<strong>de</strong> algo con la intención <strong>de</strong> obtener una posición y jactarse <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los<br />
hombres, empieza por fingir y engañar a otros y, gradualmente, a sí mismo,<br />
hasta llegar a la obsesión. Una vez que uno se vuelve orgulloso, es fácil<br />
imaginarse que es alguien, que ha logrado algo, hasta que gradualmente<br />
empieza a creer que aquello es la realidad. El resultado <strong>de</strong> esto es la obsesión.<br />
Hermanos, no piensen que el orgullo es un pecado insignificante. El orgullo<br />
fácilmente nos conduce a la obsesión, por eso <strong>de</strong>bemos ser humil<strong>de</strong>s.<br />
El rechazo <strong>de</strong> la verdad<br />
Otra <strong>de</strong> las causas importantes <strong>de</strong> la obsesión es rechazar el amor <strong>de</strong> la verdad.<br />
En 2 Tesalonicenses 2:10-11 dice que Dios les envía a aquellos que “no<br />
recibieron el amor <strong>de</strong> la verdad ... una fuerza <strong>de</strong> error, para que crean la<br />
mentira”. Este es un final terrible; creer las mentiras conduce a la obsesión.<br />
Creer la mentira es creer que hay algo don<strong>de</strong> en realidad no hay nada. Si<br />
rechazamos el amor <strong>de</strong> la verdad, indudablemente creemos la mentira, y cuando<br />
esto suce<strong>de</strong>, estamos obsesionados.<br />
En proverbios 23:23 dice: “Compra la verdad, y no la vendas; la sabiduría, la<br />
enseñanza y la inteligencia”. La verdad se <strong>de</strong>be comprar, o sea que nos cuesta.<br />
Seríamos bienaventurados si nuestro corazón estuviera listo para amar y recibir<br />
sólo las verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Dios a toda costa. Pero muchos no tienen un corazón que