07.05.2013 Views

Reforma Número 71 - Universidad Autónoma de Nuevo León

Reforma Número 71 - Universidad Autónoma de Nuevo León

Reforma Número 71 - Universidad Autónoma de Nuevo León

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La rutina <strong>de</strong> siempre. Tan lento el tiempo, tan<br />

tedioso estar haciendo un millón <strong>de</strong> veces la<br />

misma cosa, los mismos movimientos. Un<br />

robot no se aburriría, pero José no lo es. Horas<br />

y horas haciendo lo mismo y con el pensamiento<br />

bloqueado por completo. Es un trabajo<br />

estúpido, pero lo pagan mucho mejor que en<br />

México, así que no <strong>de</strong>bería quejarse. Repetición,<br />

aturdimiento, tedio. No, claro que no es robot,<br />

aunque en estos momentos le gustaría serlo.<br />

El trabajo tiene límite <strong>de</strong> tiempo y llega<br />

puntual la hora <strong>de</strong> salir. Camina sin rumbo para<br />

<strong>de</strong>sentumecerse. Se acomoda en una banca<br />

<strong>de</strong>l parque cercano a don<strong>de</strong> vive y ve a los niños<br />

en sus juegos, a las mamás en sus chismorreos,<br />

a la gente que pasa sin notar su presencia.<br />

Se fastidia <strong>de</strong> ser invisible, se pone <strong>de</strong> pie<br />

y se dirige al lugar en que vive. Apenas entra,<br />

encien<strong>de</strong> la computadora, abre la página <strong>de</strong><br />

costumbre y encuentra el siguiente mensaje:<br />

Para El Josesillo<br />

Enviado por May López el lunes 27<br />

<strong>de</strong> Junio 2005<br />

Mira, en primer lugar yo soy mujer y no<br />

hombre. Yo pensé que tú eras Josesillo<br />

Pérez, pero ya vi que no, porque yo a él<br />

lo conocía <strong>de</strong> allá. Y disculpa por haberme<br />

metido en tu plática, que yo no sé ni<br />

a quién le preguntaste lo <strong>de</strong> las taqueras<br />

y yo sólo hice una simple pregunta. Pero<br />

no sé ni a cuáles taqueras te refieres.<br />

Como hay muchas por allá, necesitas<br />

<strong>de</strong>cirme cuáles. Bye, espero contestación.<br />

Se queda atónito. ¿Cómo que no es el<br />

May sino la May? ¿Cómo le sale ahora con eso<br />

si siempre la trató como hombre? ¿Cómo se<br />

disculpa por haberse metido en la plática si<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio se ha dirigido a May y no a<br />

otra persona? ¿Todo para que no la i<strong>de</strong>ntifique<br />

como parienta <strong>de</strong> las taqueras chismosas? ¿Y<br />

93<br />

todavía se atreve a pedir contestación? Si en<br />

verdad quisiera seguir en comunicación con él<br />

le habría dado su dirección. Quién sabe si le dé<br />

miedo entablar amistad con él. Pero parece que<br />

no se le antoja mucho seguir ventilando cosas<br />

personales <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> otra gente. Pasa casi una<br />

semana y no vuelve a escribir. Entra a la página<br />

y sale al no ver más mensajes dirigidos a él.<br />

De alguna manera comienza a sentir que se<br />

acentúa la lejanía <strong>de</strong> su tierra. Así se la pasa<br />

por casi un mes. Hasta que un día, al entrar a<br />

la página por enésima vez, se topa con este<br />

mensaje:<br />

Hola<br />

Enviado por Omar el domingo 24 <strong>de</strong><br />

Julio <strong>de</strong> 2005<br />

Qué onda May. Si buscabas a alguien<br />

<strong>de</strong> las Palmitas ya lo encontraste. Bueno,<br />

en realidad soy <strong>de</strong> la colonia Linda Vista,<br />

ahí cerquita <strong>de</strong> las Palmitas, el barrio <strong>de</strong><br />

enseguida. Pero aquí tengo a alguien que<br />

sí es. Por favor escríbeme a mi e-mail<br />

para conocerte. Adiós.<br />

Cuando termina <strong>de</strong> leer el mensaje,<br />

siente como si lo acabaran <strong>de</strong> <strong>de</strong>spojar <strong>de</strong> algo<br />

muy suyo y querido. Apaga la computadora, se<br />

pone <strong>de</strong> pie y camina hacia la ventana <strong>de</strong> enfrente.<br />

Oye confusas conversaciones en otro<br />

idioma, observa personas <strong>de</strong> piel diferente a la<br />

suya, nota la prisa vana por doquier, percibe<br />

olores ajenos a los <strong>de</strong> su niñez. ¿Qué hace,<br />

gastando la vida en este país? Quisiera entregar<br />

esta misma noche la casa que ha rentado por<br />

años y empren<strong>de</strong>r el viaje <strong>de</strong> regreso a Nochistlán<br />

pero sabe que no pue<strong>de</strong> volver así, <strong>de</strong>rrotado,<br />

con menos dinero <strong>de</strong>l que trajo. Hasta las<br />

taqueras <strong>de</strong> las Palmitas se burlarían <strong>de</strong> él y lo<br />

incluirían en sus chismes.<br />

Para <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> pensar y no sentirse tan<br />

solo, encien<strong>de</strong> con <strong>de</strong>sgano el televisor. Poco<br />

a poco se queda dormido. Sueña con Nochistlán.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!