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mmmt ïiiifmí - Academia da Vinha e do Vinho

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Resumen de loa últimos adelantos de cuanto concierna<br />

cultivo de la vid y á la elaboración, curación y conservación<br />

de to<strong>da</strong> clase de vinos.<br />

por<br />

D. BLAS SALES Y SEGUÍ<br />

PRECIO: £» PESETAS EN MADRID<br />

PROVINCIAS,


MANUAL<br />

VITICULTURA Y VINIFICACIÓN


MANUAL<br />

DE<br />

MMM T ÏIIIFMÍ<br />

TEÓRICO PRACTICO<br />

V Al AICA5ÍCE DE TODOS<br />

Resumen de los últimos adelantos de cuanto concierna<br />

al cultivo de la vid y á la elaboración, curación y conservación<br />

de to<strong>da</strong> clase de vinos.<br />

D. BLAS SALES Y SEGUÍ<br />

MADEID<br />

ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DE RICARDO FE<br />

Calle del Olmo, número 4.<br />

1889<br />

it i<br />

.1' \


PROPIEDAD DE SU AUTOR<br />

DERECHOS RESERVADOS


DEDICATORIA<br />

£§. ir|i quefiáo l-\efmàr(0 JVÜ^tiel:<br />

Como el fron<strong>do</strong>so árbol cubre con su sombra y favorece el des­<br />

arrollo del pequeño arbusto, así un nombre ilustre coloca<strong>do</strong> al frente<br />

de un libro, presta protector apoyo á su autor.<br />

Yo, satisfacien<strong>do</strong> un deseo vehemente de mi alma y un deber de<br />

mi conciencia, pongo el mío bajo el amparo de tu nombre, ignora<strong>do</strong><br />

en ese mun<strong>do</strong> <strong>do</strong>nde tantos brillan con falsos 6 fugaces resplan<strong>do</strong>­<br />

res, pero graba<strong>do</strong> en el alma de muchos y rodea<strong>do</strong> por la aureola<br />

de las virtudes cristianas que constantemente practicas en el ejerci­<br />

cio penoso de tu eleva<strong>do</strong> ministerio.<br />

A tí, á quien debo cuanto soy, aun sien<strong>do</strong> poco, te dedico este<br />

humilde trabajo; á tí, modelo de hermanos, mi égi<strong>da</strong> protectora<br />

en las- situaciones angustiosas porque atravesó mi agita<strong>da</strong> vi<strong>da</strong>;<br />

á tí, que ocupas en mi corazón el lugar más preferente de los<br />

que reservo á las personas de mi mayor afecto.<br />

Acéptalo como emblema del más entrañable cariño fraternal<br />

que te profesa tu hermano,<br />

Blas Sales-


PRÓLOGO<br />

El ser útil á nuestros semejantes recopilan<strong>do</strong> cuan­<br />

to de resulta<strong>do</strong>s positivos se ha escrito respecto á vi­<br />

ticultura y vinificación, así como nuestros constantes<br />

ensayos lo hayan demostra<strong>do</strong>, ha si<strong>do</strong> el móvil que<br />

nos ha guia<strong>do</strong> á escribir este trata<strong>do</strong>, en el cual, como<br />

puede observarse, prescindimos de to<strong>do</strong>s los términos<br />

científicos que necesiten ciertos estudios previos, por­<br />

que creemos que escrito con un lenguaje sencillo y<br />

hasta vulgar al alcance de to<strong>da</strong>s las inteligencias será<br />

de más provechosos resulta<strong>do</strong>s.<br />

Nadie ignora que España es agrícola; y si hemos de<br />

contribuir á sacarla de la postración en que yace por<br />

la profun<strong>da</strong> crisis que atravesamos por causas que se­<br />

ría largo enumerar, acaso, y sin acaso, el áncora de<br />

salvación sea la viticultura y vinificación, no por los<br />

procedimientos rutinarios en que por desgracia hasta<br />

la actuali<strong>da</strong>d marchamos, sino por aquéllos que estén<br />

basa<strong>do</strong>s en la ciencia y que la práctica tenga sancio­<br />

na<strong>do</strong>s como mejores.<br />

Trabajan<strong>do</strong> bien las viñas y elaboran<strong>do</strong> los vinos<br />

como se debe, no debemos temer la competencia de


VIII PRÓLOGO<br />

nadie, puesto que nuestros cal<strong>do</strong>s están acredita<strong>do</strong>s<br />

como los mejores del mun<strong>do</strong>.<br />

Pretendien<strong>do</strong> hacer un trata<strong>do</strong> de vinificación, he­<br />

mos creí<strong>do</strong> que antes de tratar del vino debíamos ocu­<br />

parnos de la uva, y antes de ésta, de la vid, y esta es<br />

la principal causa de que seamos compendiosos, que<br />

si bien para las personas científicas que quieran efec­<br />

tuar estudios extensos no Íes satisfaga, en cambio para<br />

la generali<strong>da</strong>d y para quienes escribimos encontrarán<br />

en este Manual, sin violentarse su imaginación, cuan­<br />

to pue<strong>da</strong> convenirles saber respecto al mo<strong>do</strong> de traba­<br />

jar las viñas y elaborar los vinos con arreglo á los úl­<br />

timos adelantos.<br />

Quien nos consulte con el afán de encontrar secre­<br />

tos para convertir el agua en vino y sofisticaciones en<br />

provecho suyo y perjuicio del consumi<strong>do</strong>r, que no<br />

pier<strong>da</strong> el tiempo y cierre él libro, pues aunque no des­<br />

conozcamos los medios que por desgracia se emplean,<br />

algunos con malicia y muchos sin conciencia de lo<br />

que hacen, atendien<strong>do</strong> tan sólo al lucro que pueden<br />

obtener, no contribuiremos con nuestra pluma á di­<br />

vulgar conocimientos en perjuicio de la salud pública.<br />

Ahora bien; los cosecheros y negociantes que des­<br />

terran<strong>do</strong> procedimientos empíricos quieran ceñirse á<br />

los modernos y más adecua<strong>do</strong>s á las circunstancias<br />

para obtener buenos vinos y a<strong>da</strong>ptarlos á las exigen­<br />

cias de los merca<strong>do</strong>s, que nos consulten con atención<br />

y constancia; pero sin desmayar, porque en algunos<br />

de sus ensayos no les haya <strong>da</strong><strong>do</strong> el resulta<strong>do</strong> que se<br />

prometían, lo cual puede ser debi<strong>do</strong> á varias circuns-


PBÓLOGO IX<br />

tancias, que él mismo, y aunque fuera otro más in­<br />

teligente, no podría <strong>da</strong>rse razón, pero que persistien­<br />

<strong>do</strong> puede abrigar la seguri<strong>da</strong>d que serán recompensa­<br />

<strong>do</strong>s sus afanes.<br />

Si conseguimos inculcar en el ánimo de nuestros<br />

lectores la necesi<strong>da</strong>d de poner en práctica las reglas<br />

que aconseja la ciencia, de cuyos resulta<strong>do</strong>s saquen<br />

provecho, como no pueden menos de sacarlos, vere­<br />

mos colma<strong>do</strong>s nuestros deseos y tendremos la recom­<br />

pensa de la satisfacción de haber si<strong>do</strong> útiles á nuestra<br />

queri<strong>da</strong> patria, contribuyen<strong>do</strong> en la medi<strong>da</strong> de nues­<br />

tras fuerzas á su engrandecimiento material, que es<br />

tan sólo la noble y digna intención que nos ha guia<strong>do</strong><br />

la publicación de este MANUAL.<br />

EL AUTOR


PARTE PRIMERA<br />

DE LA VITICULTURA EN GENERAL


CAPÍTULO PRIMERO<br />

Terrenos más ;ij>i'J>Ï;KIOSÍ<br />

para la plantación, ele las viñas.<br />

La vid es una de las plantas menos exigente y de<br />

las más resistentes, si se la considera como planta tre­<br />

pa<strong>do</strong>ra, pues es tan poderosa en su vegetación que en<br />

to<strong>do</strong>s los climas lanza sus ramas á distancias asom­<br />

brosas. Por <strong>do</strong>quiera hemos visto cubrir con un solo<br />

pie espacios considerables y vivir centenares de años.<br />

Na<strong>da</strong> tiene de extraño consideran<strong>do</strong> que su transpira­<br />

ción es unas veinte veces más abun<strong>da</strong>nte que la del<br />

hombre, efectuán<strong>do</strong>se por los sarmientos, hojas, flores<br />

y frutos.<br />

Eespecto á los terrenos más á propósito para esta<br />

planta vegetal, tan sólo diremos que le convienen to<strong>do</strong>s<br />

aquellos que estén compuestos de una tierra ligera,-<br />

porosa y desmenuzable, <strong>do</strong>nde el agua no pue<strong>da</strong> es­<br />

tancarse; no solamente en la superficie, si que tampo­<br />

co en el fon<strong>do</strong>; y sin que las nieblas fijen temporal­<br />

mente su mora<strong>da</strong>.<br />

Si bien la hume<strong>da</strong>d y las nieblas la perjudican siempre,<br />

no sucede otro tanto con el frío.


XIV VINIFICACIÓN<br />

El excesivo calor y frío perjudica á los viñe<strong>do</strong>s, por­<br />

que con el calor les abrasa, y con el frío los hiela; esto<br />

no obstante, se cultivan vides en climas de bastante<br />

frío, las cuales producen un vino exquisito.<br />

Sabi<strong>do</strong> es que hay vides más resistentes al frío que<br />

otras, dependien<strong>do</strong> bastante de su aclimatación. Así,<br />

pues, cuan<strong>do</strong> se quiera verificar una plantación de vi­<br />

des en que se tenga la du<strong>da</strong> si <strong>da</strong>rán buenos resulta­<br />

<strong>do</strong>s por el excesivo frío que haga en los terrenos que<br />

se quiera instalar la viña, lo más práctico es valerse<br />

de sarmientos de vides planta<strong>da</strong>s en terrenos que haga<br />

igual frío ó aun más; y para ir más acerta<strong>do</strong>s, antes<br />

de hacer muchos gastos, verifiqúese la plantación de<br />

muchas vides en diferentes puntos del terreno que se<br />

quiera dedicar á viñe<strong>do</strong>.<br />

No basta el que las viñas adquieran poderío y se<br />

presenten lozanas, es necesario que den suficientes<br />

racimos y que éstos lleguen á su esta<strong>do</strong> de madurez,<br />

una de las condiciones principales para que los vinos<br />

estén suficientemente alcoholiza<strong>do</strong>s.<br />

Muchos son los viticultores que, parti<strong>da</strong>rios en ex­<br />

tremo de los viñe<strong>do</strong>s en parajes muy fríos, los abrigan<br />

para preservarlos de las hela<strong>da</strong>s, etc., etc.; pero esto,<br />

además de reportar muchos gastos, en España gene­<br />

ralmente no lo necesitamos, supuesto que el clima es<br />

benigno y con condiciones favorables á las viñas.<br />

Las precauciones, pues, que deberemos guar<strong>da</strong>r en<br />

los terrenos de más frío son: verificarlas plantaciones<br />

con exposición al Mediodía y en los puntos en que la<br />

configuración natural de los terrenos resguarde las vi-


des de los aires y demás meteoros que pue<strong>da</strong>n perju­<br />

dicar, á las plantas.<br />

En los parajes excesivamente calurosos, se verifica­<br />

rán las plantaciones con exposición á Levante y nun­<br />

ca al Oeste, que es la más desfavorable, por secar y<br />

abrasar las plantas.<br />

Respecto á si son preferibles los terrenos montañosos<br />

á las llanuras, na<strong>da</strong> diremos, respetan<strong>do</strong> las opiniones<br />

de muchos viticultores que de esto se ocupan, porque<br />

conocemos viñe<strong>do</strong>s en las llanuras que producen muy<br />

buenos vinos, así como montañosos, como en el Prio­<br />

rato de Cataluña, que producen unas ricas uvas entre<br />

las grietas de los peñascos y sobre rocas ári<strong>da</strong>s y te­<br />

rrenos pedregosos en que el trabajo del hombre es<br />

imposible. En general, en los terrenos calurosos con­<br />

vienen las plantaciones en las montañas y puntos ele­<br />

va<strong>do</strong>s <strong>do</strong>nde el aire favorece á las plantas y á los frutos.<br />

En los arenales, y aunque estén en las playas, debe<br />

tenerse la precaución de aislar los sarmientos de la<br />

arena, por cuanto en las horas de sol fuerte secarían<br />

las plantas.<br />

VITICULTURA<br />

Contrarios hasta la exageración son muchos viti­<br />

cultores de verificar las plantaciones en terrenos crasos<br />

y substanciosos, apoyán<strong>do</strong>se en la mala cali<strong>da</strong>d de los<br />

vinos; y si bien se fun<strong>da</strong>n porque generalmente la<br />

bon<strong>da</strong>d de los vinos está en contraposición con la fron­<br />

<strong>do</strong>si<strong>da</strong>d y poderío de las cepas, por poco que hayan<br />

recorri<strong>do</strong>, si han observa<strong>do</strong>, habrán visto cómo tierras<br />

crasas y substanciosas, como en An<strong>da</strong>lucía y otros<br />

puntos, producen un vino de superior cali<strong>da</strong>d. En la<br />

X V


XVI VINIFICACIÓN<br />

mano del hombre está que las vides en estos terrenos<br />

produzcan uvas que tengan el correspondiente dulce<br />

para que resulten buenos vinos, como más adelante<br />

expondremos.


CAPÍTULO SEGUNDO<br />

Como deben trabajarse<br />

los terrenos para Terificar la plantación<br />

«le las viñas.<br />

Muy poco podremos decir sobre este particular que<br />

no sea conoci<strong>do</strong> de la mayoría de los agricultores, ya<br />

que nuestro ánimo no es escribir un trata<strong>do</strong> extenso<br />

de viticultura, y mucho menos, no presentan<strong>do</strong> to<strong>do</strong>s<br />

los campos la misma configuración; difícil nos será<br />

<strong>da</strong>r una regla general, á no ser la de que se haga una<br />

cava cuanto más profun<strong>da</strong> mejor, á fin de que las raíces<br />

no encuentren obstáculos para extenderse, y pue<strong>da</strong> re­<br />

tener la tierra la necesaria hume<strong>da</strong>d para su vegetación.<br />

Es de tal importancia el que los campos en que se<br />

quieran plantar viñas, estén bien prepara<strong>do</strong>s y remo­<br />

vi<strong>da</strong> la tierra á la mayor profundi<strong>da</strong>d, que hace unos<br />

ocho años quisimos que la práctica corroborase nues­<br />

tros cálculos.<br />

Al objeto, en un mismo pe<strong>da</strong>zo de tierra plantamos<br />

el año 1880, 100 vides, cuyas tierras estaban tan solo<br />

labra<strong>da</strong>s. Para verificar la plantación de estos 100 sar­<br />

mientos, nos valimos de un barreno para hacerles el<br />

agujero. De iguales sarmientos, plantamos otros 100<br />

ii


XVIII VINIFICACIÓN<br />

lin<strong>da</strong>ntes á éstos, á cuya tierra se le había <strong>da</strong><strong>do</strong> una<br />

cava de <strong>do</strong>s palmos de profundi<strong>da</strong>d. Otros 100 plan­<br />

tamos en las inmediaciones y en tierra á la que se<br />

había <strong>da</strong><strong>do</strong> una cava de cuatro palmos., To<strong>do</strong>s los años<br />

practicábamos iguales trabajos en las tres secciones<br />

menciona<strong>da</strong>s, que consistían en la limpieza del terreno,<br />

de las yerbas. Apunta<strong>do</strong>s tenemos to<strong>do</strong>s los gastos que<br />

hemos hecho en ca<strong>da</strong> una de las tres secciones, y el<br />

peso de las uvas que hemos saca<strong>do</strong> de ca<strong>da</strong> sección; y<br />

sino temiéramos alargarnos estampan<strong>do</strong> los cálculos<br />

de ca<strong>da</strong> año, se convencerían nuestros lectores que el<br />

exceso de coste de las 100 vides planta<strong>da</strong>s en tierras<br />

removi<strong>da</strong>s á cuatro palmos nos lo hemos reintegra<strong>do</strong><br />

con el producto de sus frutos, tenien<strong>do</strong> á nuestro fa­<br />

vor en los años sucesivos, 100 vides lozanas que nos<br />

<strong>da</strong>rán un producto más que regular; mientras que las<br />

que nos costaron menos, tenemos una pérdi<strong>da</strong> de una<br />

mitad y tres cuartas partes, guar<strong>da</strong>n<strong>do</strong> la misma pro­<br />

porción en sus productos del precio de coste, con más<br />

las pérdi<strong>da</strong>s del capital que representa el terreno, con­<br />

tribución, etc., etc.<br />

Esto demostrará la conveniencia de preparar las<br />

tierras de la mejor manera posible, privilegian<strong>do</strong> el<br />

plantar mil cepas bien, que <strong>do</strong>s mil mal, pues con las<br />

vides sucede como en to<strong>da</strong>s las plantas, que al criarse<br />

raquíticas en los primeros años, nunca <strong>da</strong>n frutos en<br />

abun<strong>da</strong>ncia, con predisposición á adquirir to<strong>da</strong> clase<br />

de enferme<strong>da</strong>des que aquellas plantas suelen sufrir, y<br />

sucumbien<strong>do</strong> antes de tener vi<strong>da</strong>, como así puede de­<br />

cirse. ,


VITICULTURA XIX<br />

En corroboración de lo expuesto anteriormente, he­<br />

mos teni<strong>do</strong> el gusto de ver centenares de hectáreas de<br />

tierra, planta<strong>da</strong>s de viñas en la provincia de Huesca,<br />

cuyas tierras habían si<strong>do</strong> labra<strong>da</strong>s á un metro de pro­<br />

fundi<strong>da</strong>d por medio de máquinas de vapor, sorpren­<br />

dien<strong>do</strong> á to<strong>do</strong>s los visitantes el ver viñe<strong>do</strong> de <strong>do</strong>s, tres'<br />

y cuatro años carga<strong>do</strong> de racimos y con una fron<strong>do</strong>­<br />

si<strong>da</strong>d tal, que parecían tener <strong>do</strong>bles años.<br />

En los terrenos montañosos, debe prepararse la tie­<br />

rra de mo<strong>do</strong> que las lluvias no se la lleven y que el<br />

agua no se vaya á los torrentes; verificán<strong>do</strong>se las<br />

plantaciones en forma de zig-zag, por el cual recorran<br />

las aguas pluviales como por una acequia.<br />

Este procedimiento de que tan parti<strong>da</strong>rios se mues­<br />

tran los agricultores catalanes, por haberlo a<strong>do</strong>pta<strong>do</strong><br />

en to<strong>da</strong>s las plantaciones que verifican en terrenos<br />

que tienen pendiente, tiene la <strong>do</strong>ble ventaja de poder<br />

sacar los frutos en caballería, sirvién<strong>do</strong>les de cami­<br />

no suave la misma acequia que recorre el agua plu­<br />

vial.


CAPITULO TERCERO<br />

>r


XXII VINIFICACIÓN<br />

tajas de to<strong>do</strong>s los procedimientos que se emplean en las<br />

diferentes clases de cultivos de las viñas, y de esta ma­<br />

nera nuestros lectores sabrán á qué atenerse cuan<strong>do</strong><br />

quieran efectuar una plantación; sujetán<strong>do</strong>se á las con­<br />

diciones del terreno que quieran hacerla, a<strong>da</strong>ptan<strong>do</strong> en<br />

muchos casos sistemas mixtos, pues así como en me­<br />

dicina tenemos por una calami<strong>da</strong>d á los Médicos que<br />

quieren curar to<strong>da</strong> clase de enferme<strong>da</strong>des y en to<strong>do</strong>s los<br />

individuos por sus sistemas alopáticos, homeopáticos<br />

ó disimétricos, también tenemos por una ruina á los<br />

agricultores que querien<strong>do</strong> verificar una plantación en<br />

terrenos de mucha fuerza, algo húme<strong>do</strong>s y propensos<br />

al rocío, no quieren prescindir de su sistema de cepas<br />

bajas cuyo tronco lo forman á flor de tierra, consiguien­<br />

<strong>do</strong> de esta manera casi.siempre la podredumbre de sus,<br />

frutos antes de su madurez. .<br />

I<br />

Plantación de la vid á líneas bajas y sobre tronco.<br />

Principiaremos por reconocer como axiomático pa­<br />

ra no ser demasia<strong>do</strong> extensos, no tan solo la conserva­<br />

ción sino la necesi<strong>da</strong>d de que el sol hiera á las vides<br />

y sus frutos si éstos tienen que llegar al fin que el agri-,<br />

cultor se propone, y aun de más importancia el que ;<br />

la circulación del aire sea lo más libre y regular posi­<br />

ble en to<strong>da</strong>s las partes de la vid y suelo.<br />

Esto supuesto; las ventajas de las cepas bajas .á Jas.,<br />

altas, no pueden estar más de manifiesto, desde el mo-


V<br />

VITICULTURA XXIII<br />

mento que en las bajas hiere el sol constantemente to-'<br />

<strong>da</strong>s las cepas sin dejar de calentar la superficie de la<br />

tierra, por lo cual consigue activar de esta manera to­<br />

<strong>da</strong>s las fases de la vegetación, sin que imposibiliten la<br />

circulación del aire. La única desventaja que pueden<br />

tener, tan solo es de que están expuestas á las hela<strong>da</strong>s'<br />

de invierno y primavera y que la hume<strong>da</strong>d, rocíos y<br />

lluvias de cuan<strong>do</strong> van á madurar las uvas las perjudi­<br />

quen, hasta el extremo de pudrirse; en cuyo caso ya he­<br />

mos expuesto anteriormente debe a<strong>do</strong>ptarse un siste­<br />

ma mixto.<br />

Las vides de cepas bajas deben mantenerse sobre<br />

tronco sin amugronarlas, supuesto que la experiencia<br />

tiene demostra<strong>do</strong> que el vino de las cepas amugrona­<br />

<strong>da</strong>s, siempre es de inferior cali<strong>da</strong>d; sin que sea na<strong>da</strong><br />

ventajoso para las cepas madres.<br />

Esto no necesita demostración, desde el momento<br />

que está en la conciencia de to<strong>do</strong>s los viña<strong>do</strong>res, que<br />

las uvas de los majuelos jóvenes, <strong>da</strong>n unos vinos ma­<br />

los, y por lo tanto, que un sarmiento tendi<strong>do</strong>, por<br />

más que provenga de un tronco viejo, desde el momen­<br />

to que echa raíces en la tierra, sus frutos son iguales<br />

á los de los majuelos.<br />

Se pretende, y con algún fun<strong>da</strong>mento, que los tron­<br />

cos de las vides como más viejos son, <strong>da</strong>n mejor vino;<br />

por más que no abundemos en las mismas ideas, sí po­<br />

demos afirmar que un tronco hasta que no tenga sie­<br />

te años nunca ha <strong>da</strong><strong>do</strong> buen vino, por más que la na­<br />

turaleza de la cepa sea de la clase más superior.<br />

Entre el cultivo de la vid ala desban<strong>da</strong><strong>da</strong> ó en des-


XXIY VINIFICACIÓN<br />

orden, ó el de líneas ó hileras, fácil es comprender es<br />

mucho mejor el último.<br />

En hileras ó líneas permite efectuar la cavazón ó<br />

escar<strong>da</strong>dura sin <strong>da</strong>ñar el tronco. Se efectúa la labran­<br />

za sin inconvenientes, que no podría efectuarse sin<br />

una alineación rigurosa. Los emparra<strong>do</strong>s sobre per­<br />

chas son más fáciles, más sóli<strong>do</strong>s y más económicos.<br />

El sol calienta la tierra comprendi<strong>da</strong> entre las li­<br />

neas, cuyo calor es transmiti<strong>do</strong> á las cepas durante<br />

la noche. La circulación y renovación del aire se efec­<br />

túa con buenas condiciones. Y, finalmente, que la dis­<br />

tribución de abono y estiércol entre las cepas, así como<br />

la extracción de los sarmientos de las viñas y cuantos<br />

trabajos y operaciones tengan que hacerse, ofrecen<br />

muchas menos dificultades, consiguien<strong>do</strong> el propieta­<br />

rio á un solo golpe de vista observar los defectos ó<br />

incuria de sus viñe<strong>do</strong>s.<br />

II<br />

De la plantación ó cultivo de las cepas altas.<br />

El procedimiento que aun emplean algunos agricul­<br />

tores, y principalmente en la Italia alta y departamen­<br />

tos franceses del Isóre, Alpes y otros, cultivan<strong>do</strong> las<br />

viñas en cepas altas, bien sostenien<strong>do</strong> las ramas en los<br />

árboles ó valién<strong>do</strong>se de empaliza<strong>da</strong>s, para nosotros<br />

tiene muy poca aceptación, por cuanto la mayor parte<br />

de sus racimos se ven priva<strong>do</strong>s del sol por los grandes<br />

matorrales que se forman, sin conseguir nunca el que


VITICULTURA XXV<br />

las uvas maduren, <strong>da</strong>n<strong>do</strong> un vino áspero y sin fuerza<br />

alguna.<br />

Somos más parti<strong>da</strong>rios de sustituir los árboles por<br />

medio de palos ó rodrigones de <strong>do</strong>s metros de alto y<br />

á una distancia igual á su altura, que, aunque más<br />

costoso por los cui<strong>da</strong><strong>do</strong>s que requiere la conservación<br />

y ataduras de los sarmientos, en cambio están más<br />

expuestos al sol y las uvas maduran mejor.<br />

Na<strong>da</strong> diremos de las plantaciones en forma de pirá­<br />

mides y varios emparra<strong>do</strong>s de diferentes clases que se<br />

hacen, pues si bien pueden pasar como a<strong>do</strong>rno , no<br />

pueden aceptarse en cuanto á utili<strong>da</strong>d.<br />

III<br />

. Distancia de las cepas.<br />

No nos atrevemos á fijar las distancias que deben<br />

guar<strong>da</strong>rse en la plantación de las cepas, porque esto,<br />

como se comprenderá muy bien, depende de la ferti­<br />

li<strong>da</strong>d del suelo y de su profundi<strong>da</strong>d.<br />

To<strong>da</strong> cepa que tenga un espacio de terreno de un<br />

metro cuadra<strong>do</strong>, si la tierra es de primera, puede des­<br />

arrollarse con las condiciones debi<strong>da</strong>s echan<strong>do</strong> sóli<strong>da</strong>s<br />

raíces. Pero si el terreno es algo ári<strong>do</strong> necesita mucho<br />

más terreno.<br />

No seremos parti<strong>da</strong>rios nunca de las plantaciones<br />

á menos distancia de un metro, como algunos agricul­<br />

tores lo son, porque además de la poca consistencia de<br />

las plantas y su falta de flores y frutos, parece que


XXVI VINIFICACIÓN<br />

to<strong>do</strong>s los insectos <strong>da</strong>ñosos se <strong>da</strong>n cita allí y to<strong>da</strong>s las:<br />

enferme<strong>da</strong>des propias de las vides tengan su asiento,<br />

consiguién<strong>do</strong>se en último resulta<strong>do</strong> una viña endeble<br />

y raquítica, que por la codicia ó ignorancia del viña<strong>do</strong>r<br />

han que<strong>da</strong><strong>do</strong> defrau<strong>da</strong><strong>do</strong>s los cálculos del propietario<br />

en sus intereses,<br />

IV<br />

Plantación de los sarmientos.<br />

Por más que al ocuparnos de la propagación de la<br />

vid ampliemos los diferentes procedimientos que se<br />

usan para verificar las plantaciones de las viñas, no<br />

dejaremos de hacer mención en este capítulo del mejor<br />

méto<strong>do</strong> de colocar los sarmientos en las tierras ya pre­<br />

para<strong>da</strong>s para que nos resulte una buena viña..<br />

Es una costumbre bastante generaliza<strong>da</strong> el escoger<br />

sarmientos largos, de los cuales, como más nu<strong>do</strong>s ó<br />

yemas pueden cubrirlos de tierra, creen son mucho<br />

mejores. Esta mala costumbre debe desterrarse, pues<br />

si bien en la elección de los sarmientos se procurará<br />

escoger de los más robustos y procedentes de plantas<br />

sanas, éstos no deberán tener más de cuatro ó cinco<br />

nu<strong>do</strong>s cubiertos de tierra y <strong>do</strong>s fuera, sien<strong>do</strong> muchas<br />

las plantaciones que se hacen de <strong>do</strong>s nu<strong>do</strong>s cubiertos<br />

y uno fuera con muy buen resulta<strong>do</strong>.<br />

La experiencia nos tiene demostra<strong>do</strong> que cuanto<br />

menos profun<strong>do</strong>s se hayan planta<strong>do</strong> los sarmientos,<br />

mejor han arraiga<strong>do</strong>, y más pronto han <strong>da</strong><strong>do</strong> frutos.<br />

Así vemos que las estaquillas que tienen de <strong>do</strong>s á cin-


VITICULTURA XXVII.<br />

co yemas dentro de la tierra, suelen fructificar al, se­<br />

gun<strong>do</strong> año. Las que tienen de cinco á siete cubiertas,<br />

no <strong>da</strong>n sus frutos .antes del cuarto año. Y las que tie­<br />

nen de ocho á quince nu<strong>do</strong>s cubiertos, como en mu­<br />

chos sitios de España se acostumbra, no llegan á.<strong>da</strong>r<br />

medias cosechas antes de los seis ú ocho años.<br />

To<strong>do</strong>s hemos podi<strong>do</strong> observar que las semillas no<br />

germinan si no se siembran á flor de tierra, tanto si,<br />

los países son cáli<strong>do</strong>s como si son fríos; y que las raí­<br />

ces no se desarrollan á cierta profundi<strong>da</strong>d.<br />

Nadie pondrá en du<strong>da</strong> que la evolución del tallo y<br />

de la raíz, tiene lugar á poca profundi<strong>da</strong>d del suelo,<br />

por lo tanto el plantar los sarmientos á mucha profun­<br />

di<strong>da</strong>d, es querer contrariar las leyes de la naturaleza.<br />

Además; de ca<strong>da</strong> nu<strong>do</strong> ó yema cubiertos de tierra,<br />

nacen á su alrrede<strong>do</strong>r forman<strong>do</strong> un collar ó corona in­<br />

fini<strong>da</strong>d de raicillas, las cuales como es natural, se opo­<br />

nen al desarrollo de las raíces madres, perjudican<strong>do</strong><br />

su fertili<strong>da</strong>d, y contribuyen<strong>do</strong>;á que retoñe la fructi­<br />

ficación de la vid. Esto que no deja de ser una razón,<br />

de mucho peso, con más lo expuesto anteriormente,;<br />

nos obliga á recomen<strong>da</strong>r, el que las estacas tengan los<br />

menos nu<strong>do</strong>s posibles cubiertos en la tierra, ó que no<br />

estén á más profundi<strong>da</strong>d de 0 m,30.<br />

Respecto á la colocación de estas estacas, conviene<br />

más la posición vertical que no la oblicua; y de a<strong>do</strong>p­<br />

tarse la última posición, convendrá se cubra el sar­<br />

miento con una poca tierra y que se le imprima con<br />

el pie una poca presión para que quede más adheri<strong>do</strong><br />

á la tierra.


XXVIII VINIFICACIÓN<br />

Nunca deberán plantarse los sarmientos horizonta­<br />

les, porque así como de las estacas verticales se hacen<br />

vides con raíces madres periféricas, las horizontales<br />

tan solo las producen irregulares y sin fuerza vegeta­<br />

tiva.<br />

Lo más conveniente y económico es, pues, verificar<br />

la plantación en agujeros verticales hechos en el plan­<br />

ta<strong>do</strong>r, de más ó menos diámetro, según se quiera; de­<br />

positan<strong>do</strong> abonos en los agujeros hora<strong>da</strong><strong>do</strong>s para la<br />

plantación; cuyo largo de las estacas esté entre los<br />

0 m,15 y 0 m,30.<br />

Hágase la plantación como se haga, siempre debe­<br />

rá procurarse que las estacas estén completamente<br />

adheri<strong>da</strong>s á la tierra; á cuyo objeto, se apretará ésta<br />

bien sobre el sarmiento.<br />

Muy conveniente será que la tierra que hagan ser­<br />

vir para rellenar los agujeros verifica<strong>do</strong>s para la planta­<br />

ción, esté mezcla<strong>da</strong> con estiércol, y <strong>do</strong>nde no sea muy<br />

costoso, regar la planta; no tan solo para que conser­<br />

ve la hume<strong>da</strong>d, sino que por medio del riego que<strong>da</strong><br />

la estaca más adheri<strong>da</strong> á la tierra.


CAPITULO CUARTO<br />

Como deben trabajarse las viñas<br />

y abonarlas.<br />

Los trabajos que deben ejecutarse en las tierras<br />

planta<strong>da</strong>s de viñas, se reducen á tenerlas siempre bien<br />

limpias de to<strong>da</strong> clase de yerbas; unas veces arrancán­<br />

<strong>do</strong>las con las manos ó con ayu<strong>da</strong> de un escardillo, por<br />

lo que recibe el nombre de escar<strong>da</strong>r las viñas; y otras<br />

veces harán<strong>do</strong>las ó caván<strong>do</strong>las con una aza<strong>da</strong>, ó lo que<br />

es igual, removien<strong>do</strong> las tierras á más ó menos profun­<br />

di<strong>da</strong>d; no solamente con el fin de refrescar el pie de<br />

las plantas, sino también al objeto de hacer penetrar<br />

el aire y el sol en el suelo para que contribuya á acti­<br />

var la vegetación.<br />

Difícil nos sería precisar el tiempo más apropósito<br />

para verificar las trabajos de escar<strong>da</strong>r, cavar y harar<br />

las viñas; no solamente por la diversi<strong>da</strong>d de climas,<br />

sino por las condiciones que pudieran encontrarse en<br />

aquel entonces los terrenos. Esto no obsta para que<br />

fijemos el que deben hacerse éstos, cuan<strong>do</strong> las tierras<br />

no estén húme<strong>da</strong>s; en atención á que la tierra se pega<br />

á los pies y á los instrumentos; y la tierra que se pisa,


XXX VINIFICACIÓN<br />

que<strong>da</strong> apreta<strong>da</strong>; por lo que deberá esperarse á que el<br />

sol la ponga en condiciones de podérsela trabajar con<br />

facili<strong>da</strong>d. Otro tanto debe hacerse cuan<strong>do</strong> haya escar­<br />

chas en la primavera y hela<strong>da</strong>s, ó después de copiosas<br />

lluvias.<br />

El remover la tierra á más profundi<strong>da</strong>d de medio<br />

palmo, no deberá nunca hacerse después que la viña<br />

principie á vegetar; en atención, á que arrancan<strong>do</strong> las<br />

raíces, perjudica á las plantas, así como cualquier tra­<br />

bajo que se haga cuan<strong>do</strong> las vides sacan los brotes,<br />

puede perjudicar por lafacili<strong>da</strong>d que hay de romperlos.<br />

La cava que se efectúe después de la po<strong>da</strong>, como<br />

más terrones se hagan, será mucho mejor por la faci­<br />

li<strong>da</strong>d de que el sol y él aire penetre en el suelo á ma­<br />

yor profundi<strong>da</strong>d.<br />

Abono de las tierras.<br />

Por más que haya terrenos tan privilegia<strong>do</strong>s por la<br />

naturaleza de sus tierras, en que las vides pueden pa­<br />

sar sin abono, y sin que se resientan si éstas se encuen­<br />

tran planta<strong>da</strong>s á cierta distancia, generalmente se abu­<br />

sa de estos terrenos plantán<strong>do</strong>las muy espesas; por lo<br />

que el abono se hace indispensable en to<strong>da</strong> clase de<br />

terrenos en unos más, yen otros menos, 'según las<br />

condiciones de la tierra.<br />

Los abonos que generalmente se emplean, son los<br />

estiércoles; y éstos por más" que algunos viña<strong>do</strong>res<br />

opinan que son perjudiciales á la buena cali<strong>da</strong>d de las<br />

uvas, no dejan de estar en un error siempre que no


VITICULTURA XXXI<br />

se emplee con exceso; supuesto que la absorción del<br />

estiércol por las raíces no afluye á las uvas; estan<strong>do</strong><br />

proba<strong>do</strong> que la pobreza del terreno no permite desar­<br />

rollarse las vides conforme, obtenien<strong>do</strong> frutos acer­<br />

bos sin aroma y demás cuali<strong>da</strong>des para que den unos<br />

buenos cal<strong>do</strong>s. Por lo tanto deberáse estercolar las<br />

viñas á fin de que las uvas den jugos azucara<strong>do</strong>s y en<br />

proporción á la cali<strong>da</strong>d del terreno.<br />

Las estercoladuras es más conveniente hacerlas ca<strong>da</strong><br />

tres ó cuatro años, que ca<strong>da</strong> año, con tal' que los es­<br />

tiércoles se coloquen á cierta profundi<strong>da</strong>d en un surco<br />

que se abra en el medio de las líneas; el cual deberá<br />

cubrirse en segui<strong>da</strong> de tierra.<br />

La conveniencia de colocarlos á cierta profundi<strong>da</strong>d<br />

salta á primera vista, puesto que como más cerca de<br />

la superficie esté, menos tiempo durará la acción be­<br />

neficiosa del estiércol, habrá más facili<strong>da</strong>d paraeldes-<br />

arrollo de yerbas, que además de perjudicar á las<br />

plantas, absorberán parte del abono; y lo que es más<br />

perjudicial aun, que sien<strong>do</strong> atraí<strong>da</strong>s las raíces fibrosas<br />

hacia la superficie abona<strong>da</strong>, éstas que<strong>da</strong>rán destroza­<br />

<strong>da</strong>s en to<strong>do</strong>s los trabajos que en las tierras se verifi­<br />

quen.<br />

Por más que creemos excusa<strong>do</strong> para la generali<strong>da</strong>d<br />

de los viticultores el recomen<strong>da</strong>rles, que los estiércoles<br />

no los tengan en montoncitos en las viñas algunos<br />

días antes de enterrarlos, á causa de que de esta manera<br />

desaparecen to<strong>do</strong>s los jugos que contribuyen á benefi­<br />

ciar las tierras, es lo cierto el que existen agricultores<br />

en algunas poblaciones, como hemos teni<strong>do</strong> ocasión


XXXII VINIFICACIÓN<br />

de ver, que sacan los estiércoles de <strong>do</strong>nde se han he­<br />

cho , en tiempos que les ha conveni<strong>do</strong>, bien por sus<br />

pocas ocupaciones ó por desembarazar dichos locales;<br />

lleván<strong>do</strong>los á las tierras <strong>do</strong>nde piensan estercolar, y<br />

colocán<strong>do</strong>lo en montoncitos de una carga, para que<br />

así les sea más fácil la distribución el día que ellos<br />

creen es la época más propicia de efectuar el esterco­<br />

la<strong>do</strong>. Con semejante mo<strong>do</strong> de proceder, á nadie se<br />

ocultará que los que así proceden han perdi<strong>do</strong> to<strong>do</strong> el<br />

trabajo, por la evaporación de to<strong>da</strong>s las sustancias<br />

que pue<strong>da</strong>n contribuir á nutrir las tierras. Así pues,<br />

los viña<strong>do</strong>res cuan<strong>do</strong> saquen los estiércoles de <strong>do</strong>nde<br />

se hayan hecho, deberán enterrarlos en las tierras que<br />

se proponen beneficiar y de la manera que deba efec­<br />

tuarse la estercoladura y <strong>da</strong><strong>do</strong> caso que necesitasen<br />

sacarlo de sus estercoleros, bien porque no se les aglo­<br />

mere el trabajo en el tiempo que deben echarlo en las<br />

tierras, ó por utilizar estos locales para hacer más, de­<br />

berán ponerlo en montones y como más grandes me­<br />

jor, procuran<strong>do</strong> el cubrirlos de una capa de tierra, la<br />

suficiente para que no pier<strong>da</strong> el calor ni que se eva­<br />

pore ninguno de sus jugos.<br />

Los abonos vegetales verdes, como matas silvestres,<br />

sarmientos y otras plantas que de propósito se siem­<br />

bran en las mismas tierras para enterrarlas en el tiem­<br />

po de su florescencia por medio de una labor en el<br />

ara<strong>do</strong> ó azadón, no deja de ser un abono muy benefi­<br />

cioso para las viñas, porque dejan<strong>do</strong> las sales en las<br />

tierras que se llevan consigo las plantas, se obtiene<br />

una hume<strong>da</strong>d y esponjosi<strong>da</strong>d en el suelo.


VITICULTURA XXXÍH<br />

¿Cuántos agricultores hay que al levantar los ras­<br />

trojos aprovechan el terreno para sembrarlo de altra­<br />

muces , habas, guisantes ú otras varie<strong>da</strong>des de plan­<br />

tas, y en el tiempo de su florescencia las entierran<br />

por medio de una cava, á fin de que les sirva de abono<br />

para la cosecha venidera?<br />

En los parajes que tengan proporción para la ex­<br />

tracción de las plantas marinas que sacan las aguas<br />

del mar á las orillas, no deben desperdiciarlas por ser<br />

un excelente abono.<br />

Cualquiera composición que se entierre en los te­<br />

rrenos en <strong>do</strong>nde haya viñas en que su descomposición<br />

sea lenta ó dure tres ó cuatro años, será siempre me­<br />

jor que los abonos descompuestos, que además de ha­<br />

ber perdi<strong>do</strong> parte de su virtud, duran muy poco.<br />

La vid no es como muchas plantas que necesitan<br />

de abonos descompuestos para favorecer la germina­<br />

ción anual, pues sien<strong>do</strong> un arbusto de muchos años<br />

de vi<strong>da</strong>, le sobra tiempo para sacar provecho de los<br />

componentes para descomponer.<br />

Hace ocho años probamos enterrar en un hoyo de<br />

medio metro de profundi<strong>da</strong>d, una arroba de huesos en<br />

el centro de cuatro vides, y hemos podi<strong>do</strong> observar<br />

desde el segun<strong>do</strong> año, una diferencia de las demás vi­<br />

des muy marca<strong>da</strong>; habien<strong>do</strong> llega<strong>do</strong> á su apogeo en<br />

el quinto año; y sin otra clase de abono hasta la ac­<br />

tuali<strong>da</strong>d , han permaneci<strong>do</strong> más fron<strong>do</strong>sas que to<strong>da</strong>s<br />

las demás plantas de su alrede<strong>do</strong>r; cuyas raíces de las<br />

cuatro, han si<strong>do</strong> atraí<strong>da</strong>s al hoyo que pusimos los hue­<br />

sos de <strong>do</strong>nde han esta<strong>do</strong> continuamente alimentán<strong>do</strong>-<br />

iii


XXXIV VINIFICACIÓN<br />

se. Otro tanto hubiéramos obteni<strong>do</strong> con astas, cueros,<br />

andrajos de lana, etc., etc.<br />

Otras mejoras pueden hacerse en las tierras sin ne­<br />

cesi<strong>da</strong>d de los estiércoles; pues si sabi<strong>do</strong> es, que to<strong>da</strong><br />

tierra está compuesta de arena, arcilla ó gre<strong>da</strong>, cal y<br />

estiércol, y que según la proporción de estos compo­<br />

nentes, así es la tierra de superior, mediana ó mala<br />

cali<strong>da</strong>d: por más que podríamos precisar lá proporción<br />

de ca<strong>da</strong> una de estas partes en las tres cali<strong>da</strong>des de<br />

tierra, <strong>da</strong>n<strong>do</strong> reglas sencillas para que su descompo­<br />

sición la verificasen los mismos agricultores sin apa­<br />

rato alguno, á los que sean prácticos les basta una<br />

ojea<strong>da</strong> para conocer si las tierras están faltas de are­<br />

na, arcilla ó cal; en cuyo caso el mejor abono, será<br />

trasportar el componente que falte (si éste se encuen­<br />

tra á corta distancia y no ocasiona muchos gastos) y<br />

mezclarlo con aquella tierra; obtenien<strong>do</strong> por este me­<br />

dio una tierra de superior cali<strong>da</strong>d. Como se compren­<br />

derá, to<strong>da</strong>s las plantas no requieren un terreno igual<br />

y por lo tanto las superiores, deberán tener la propor­<br />

ción de los componentes antes menciona<strong>do</strong>s según<br />

para las plantaciones á que se dediquen.


CAPÍTULO QUINTO<br />

Procedimientos


XXXYI VINIFICACIÓN<br />

I<br />

Propagación por medio de sarmientos.<br />

Hay quienes verifican la plantación por medio de<br />

estacas ó estaquillas, ó sea sarmientos, sin na<strong>da</strong> de<br />

madera vieja; y quienes privilegian el que éstos estén<br />

calza<strong>do</strong>s de madera vieja.<br />

Muchos viticultores franceses <strong>da</strong>n la preferencia á<br />

estos últimos sin ninguna razón científica que lo abo­<br />

ne, supuesto que al mostrarse parti<strong>da</strong>rios de este sis­<br />

tema, fundán<strong>do</strong>se que la madera vieja impide la podre­<br />

dumbre de la médula y la producción de las úlceras,<br />

no apoyan esta creencia en ninguna razón de peso; ni<br />

la experiencia lo ha demostra<strong>do</strong>. En cambio, además<br />

de existir dificultades para adquirir estos sarmientos<br />

en grandes canti<strong>da</strong>des, no cabe du<strong>da</strong> alguna que lle­<br />

van en sí los gérmenes de desorganización de la viña<br />

vieja, que más temprano ó más tarde, tiene que perju­<br />

dicar á la vid.<br />

En su vista, pues, entre las <strong>do</strong>s clases de sarmientos,<br />

deberá a<strong>do</strong>ptarse el primero, yaque hay más facili<strong>da</strong>des<br />

en adquirir éstos sin ninguna desventaja.<br />

Cuan<strong>do</strong> es practicable por ser buenos los terrenos,<br />

es preferible á los sarmientos que han echa<strong>do</strong> raíces<br />

en viveros, y á la plantación por medio de amugrona­<br />

mientos , porque además de economizar tiempo y la­<br />

bores, tiene demostra<strong>da</strong> la experiencia el que anticipa<br />

un año la cosecha; que las plantas son de más vigor


VITICULTURA XXXVII<br />

•y duración, y que constituye inmediatamente una<br />

planta perfecta sin que sus raíces sufran la menor mu­<br />

tilación por causa de su trasplante.<br />

No obstante to<strong>da</strong>s estas ventajas, en los terrenos<br />

algo pobres, no será conveniente por los retar<strong>do</strong>s que<br />

origina y las replantaciones que exige; lo cual no deja<br />

de ser un inconveniente, no sólo por la desigual<strong>da</strong>d<br />

de las líneas y diferencia de e<strong>da</strong>des, sino por el per­<br />

juicio que ocasiona en el retar<strong>do</strong> de uno ó más años<br />

en <strong>da</strong>r frutos.<br />

II<br />

Barba<strong>do</strong>s ó amugronamiento.<br />

La propagación por este sistema, consiste sencilla­<br />

mente en escoger de una cepa uno ó <strong>do</strong>s de sus sar­<br />

mientos más largos y enterrarlos á cierta profundi<strong>da</strong>d;<br />

dejan<strong>do</strong> <strong>do</strong>s ó tres yemas al descubierto; y pasa<strong>do</strong>s<br />

uno ó <strong>do</strong>s años en que el sarmiento habrá echa<strong>do</strong> raí­<br />

ces, se corta de la vid madre; que<strong>da</strong>n<strong>do</strong> plantas inde­<br />

pendientes, las cuales <strong>da</strong>n frutos desde el primer año.<br />

La época mejor para efectuar estos escar<strong>do</strong>s, es en<br />

Febrero ó Marzo según los climas, eligien<strong>do</strong> los sar­<br />

mientos más fructíferos y enterrán<strong>do</strong>los en tierra bien<br />

prepara<strong>da</strong>, y á una profundi<strong>da</strong>d que no pase de 15 cen­<br />

tímetros; dejan<strong>do</strong> un palmo del extremo del sarmien­<br />

to al descubierto y ata<strong>do</strong>s á una cañita ó palito, no<br />

solamente para que al verificar las labores se vean y<br />

no se perjudiquen los barba<strong>do</strong>s, sino para que las nue­<br />

vas plantas se formen bien derechas y no adquieran<br />

malas posiciones.


XXXIII VINIFICACIÓN<br />

Los barba<strong>do</strong>s siempre perjudican á las cepas madres,<br />

y muy pronto se echaría á perder una viña si se abusase<br />

de ello; y con mayor motivo, si no se separasen<br />

de las cepas hasta los <strong>do</strong>s años como lo verifican<br />

muchos viticultores. No obstante lo consideramos ventajoso<br />

para llenar los vacíos de sarmientos que no han<br />

prendi<strong>do</strong>.<br />

Cuan<strong>do</strong> se quieran sacar barba<strong>do</strong>s de una viña para<br />

hacer plantaciones en grande escala, el mejor procedimiento,<br />

consiste en tender uno ó <strong>do</strong>s de los mejores<br />

sarmientos en la superficie de la tierra y en las mismas<br />

lineas de las cepas para que no.pue<strong>da</strong>n estorbar en las<br />

labores que deban practicarse en las viñas, sujetan<strong>do</strong><br />

éstos al suelo por medio de horquillas de madera, y<br />

cubrién<strong>do</strong>los con tierra.<br />

En ca<strong>da</strong> yema se desarrollará un brote; los cuales<br />

se recalzarán con 6 á 12 centímetros de tierra cuan<strong>do</strong><br />

éstas tengan una altura de 20 ó 40 centímetros.<br />

Al año ya puede cortarse este sarmiento, tendi<strong>do</strong> por<br />

medio de sus respectivas yemas, en la seguri<strong>da</strong>d, que<br />

ca<strong>da</strong> una de éstas irá provista de raíces, obtenien<strong>do</strong><br />

tantos barba<strong>do</strong>s como yemas, á excepción de los brotes<br />

que se hayan despunta<strong>do</strong> por no elevarse á la parte<br />

superior.<br />

Pueden conseguirse las plantas con raíces, sin algunos<br />

de los inconvenientes de los barba<strong>do</strong>s, plantan<strong>do</strong><br />

estacas en un terreno bien prepara<strong>do</strong> y abona<strong>do</strong><br />

de antemano; en cuyo criadero, y durante los <strong>do</strong>s<br />

años necesarios para adquirir buenas plantas, se procurará<br />

tener el criadero bien limpio de hierbas, dejan-


VITICULTURA XXXIX<br />

<strong>do</strong> tan sólo en ca<strong>da</strong> sarmiento el brote más vigoroso,<br />

despuntan<strong>do</strong> los demás hasta conseguir que el suelo<br />

esté baña<strong>do</strong> por el sol.<br />

La mejor época para utilizar estas plantas es á los<br />

<strong>do</strong>s años, supuesto que el primero, las raíces tienen<br />

muy poca consistencia y que<strong>da</strong> perjudica<strong>da</strong> la planta<br />

al arrancarse; y al tercer año, las raíces son demasia­<br />

<strong>do</strong> vigorosas y extensas, perjudicán<strong>do</strong>se también las<br />

plantas al verificarse el trasplante.<br />

III<br />

Propagación por medio de nu<strong>do</strong>s ó yemas.<br />

Este procedimiento, bastante ventajoso, consiste en<br />

escoger los sarmientos más vigorosos que hayan fruc­<br />

tifica<strong>do</strong> en madera de <strong>do</strong>s años; cortar las yemas de<br />

los sarmientos de <strong>do</strong>s á cuatro centímetros por ca<strong>da</strong><br />

la<strong>do</strong>, y colocarlos en viveros cuya tierra esté perfecta­<br />

mente estercola<strong>da</strong> y húme<strong>da</strong>.<br />

Este sistema tiene varias ventajas, y las principales<br />

son adelantar el fruto en <strong>do</strong>s ó tres años por su des­<br />

arrollo más rápi<strong>do</strong>, además de facilitar la propagación<br />

de las buenas especies de los países más lejanos.<br />

IV<br />

Multiplicación de la vid por los ingertos.<br />

El ingerto de la vid se va generalizan<strong>do</strong> en España.<br />

En Francia ó Inglaterra se utiliza más el ingerto lla­<br />

ma<strong>do</strong> inglés, hasta el extremo de ingertar por medio


XL VINIFICACIÓN<br />

de unas maquinitas muy ingeniosas, que permiten re­<br />

novar las viñas con mucha prontitud.<br />

Este consiste, en cortar el plantón unos diez cen­<br />

tímetros bajo de flor de tierra en forma de cuña. A la<br />

estaquilla ingerta, se hace una hendidura para que<br />

empalme con la mayor precisión, con otra vertical que<br />

se habrá hecho al plantón, de tal manera, que la sol­<br />

<strong>da</strong>dura se verifique á la mayor breve<strong>da</strong>d.<br />

El ingerto más conoci<strong>do</strong> y usa<strong>do</strong> en España, es el<br />

de pua-estaca, que ya por lo generaliza<strong>do</strong> prescindi­<br />

remos de describirlo.<br />

Como quiera que hay opiniones encontra<strong>da</strong>s respec­<br />

to á las ventajas de la renovación de las viñas por me­<br />

dio de ingertos, fundán<strong>do</strong>se to<strong>da</strong>s en razones á prime­<br />

ra vista atendibles, tan sólo la experiencia por conti­<br />

nua<strong>do</strong>s ensayos, es la que puede resolver sobre el par­<br />

ticular.<br />

Para conseguirlo, conveniente sería el que el gobier­<br />

no, bien por el personal de las escuelas de agricultura,<br />

ó valién<strong>do</strong>se de una organización nueva, se dieran con­<br />

ferencias prácticas en to<strong>da</strong>s las poblaciones, á fin de<br />

que aprendieran con facili<strong>da</strong>d los trabaja<strong>do</strong>res, el mo­<br />

<strong>do</strong> de verificar to<strong>da</strong>s las operaciones correspondientes<br />

á la viticultura.


CAPITULO SEXTO<br />

ID ML f*ex'me ti a cl es tie lux vinas<br />

y mo<strong>do</strong> tie preservarlas y curarlas.<br />

Desgracia<strong>da</strong>mente, las plantaciones de vid están su­<br />

jetas á multitud de enferme<strong>da</strong>des, cuyas causas en su<br />

mayor parte, son desconoci<strong>da</strong>s del viticultor.<br />

Sin embargo, podría sentarse como regla general,<br />

que obedecen á un desconocimiento completo del la­<br />

boreo inteligente de las viñas, en conformi<strong>da</strong>d con la<br />

naturaleza de las cepas, naturaleza del terreno, condi­<br />

ciones climatológicas del país, etc., etc.<br />

No se ha llega<strong>do</strong> to<strong>da</strong>vía á una clasificación perfec­<br />

ta de dichas enferme<strong>da</strong>des, ni ha si<strong>do</strong> posible, consi­<br />

guientemente, la determinación del plan curativo en<br />

ca<strong>da</strong> caso.<br />

No obstante, nosotros á la vista de lo mucho que<br />

sobre el particular se ha escrito, y valién<strong>do</strong>nos de los<br />

escasos conocimientos que á nuestra propia experien­<br />

cia debemos, vamos á intentar <strong>da</strong>r algunas noticias<br />

sobre el particular, clasifican<strong>do</strong> las principales enfer­<br />

me<strong>da</strong>des y exponien<strong>do</strong> los medios que creemos más<br />

eficaces, para precaverse contra ellas ó combatirlas.


XLII VINIFICACIÓN<br />

I<br />

«<br />

El huelo.<br />

En reali<strong>da</strong>d las hela<strong>da</strong>s no son enferme<strong>da</strong>des que<br />

padece la viña, pero sí, causa de graves males que suelen<br />

inutilizar las cosechas enteras y hasta esterilizar<br />

la planta por completo en ciertos casos.<br />

La vid, como procedente de países cáli<strong>do</strong>s, es muy<br />

sensible á los fríos y padece mucho con los hielos.<br />

Las hela<strong>da</strong>s más temibles, son las anticipa<strong>da</strong>s de<br />

otoño y las tardías de primavera.<br />

En el primer caso, desorganizan los sarmientos que<br />

aún no se han marchita<strong>do</strong> del to<strong>do</strong>, y ocasionan con<br />

frecuencia la pérdi<strong>da</strong> de las cosechas subsiguientes.<br />

En el segun<strong>do</strong> caso, si las hela<strong>da</strong>s son muy tardías<br />

y de gran intensi<strong>da</strong>d, secan los brotes, máxime si el<br />

invierno ha si<strong>do</strong> dulce y templa<strong>do</strong>.<br />

Las hela<strong>da</strong>s del invierno, son las menos temibles y<br />

sólo causan estragos cuan<strong>do</strong> son grandes, en las viñas<br />

de los valles, llanuras y tierras frescas.<br />

Contra las hela<strong>da</strong>s en to<strong>do</strong> tiempo, conviene oponer<br />

nubes artificiales de humo que impi<strong>da</strong>n la refracción<br />

de los rayos solares, ó cubrir las cepas cuan<strong>do</strong><br />

son jóvenes.<br />

Cuan<strong>do</strong> las hela<strong>da</strong>s de otoño ó invierno hielan los<br />

sarmientos, lo mejor es cortarlos en segui<strong>da</strong> en el primer<br />

caso y en el segun<strong>do</strong> no se hace hasta que la planta<br />

revive y comienza á circular la savia.


VITICULTURA XLIII<br />

Contra las de primavera, cuan<strong>do</strong> se trabaja en pe­<br />

queño, lo mejor es laborar la viña, tender el sarmien­<br />

to y cubrirle de tierra hasta que pase el temor de las<br />

hela<strong>da</strong>s.<br />

Pero trabajan<strong>do</strong> en grande, lo más cómo<strong>do</strong> y pru­<br />

dente es preparar montones de hoja seca, yerba, heno<br />

podri<strong>do</strong>, etc., tendi<strong>do</strong>s á lo largo en to<strong>da</strong> la extensión<br />

de la viña y cubiertos con un poco de tierra para hu­<br />

medecerlos.<br />

Cuan<strong>do</strong> se conoce que ha de haber hela<strong>da</strong>, y lo in­<br />

dica casi siempre un airecillo fresco del Norte ó Nor­<br />

deste, se deben prender fuego á estos montones, al<br />

amanecer. La densa humare<strong>da</strong> que se produce, inter­<br />

cepta los rayos solares, que al herir los brotes cubier­<br />

tos de hielo los quemaría, calienta la atmósfera y con­<br />

vierte el hielo en rocío.<br />

Esto mismo puede conseguirse, hacien<strong>do</strong> que algu­<br />

nos obreros recorran to<strong>da</strong> la viña con antorchas en­<br />

cendi<strong>da</strong>s, cuyas antorchas han de ser de materias que<br />

humedeci<strong>da</strong>s produzcan mucho humo.<br />

II<br />

El granizo.<br />

Este meteoro produce casi tan funestos resulta<strong>do</strong>s<br />

como el hielo. En la primavera cuan<strong>do</strong> acaban de bro­<br />

tar las cepas, ó en el verano cuan<strong>do</strong> grana ya el fruto,<br />

una graniza<strong>da</strong> destruye en unos minutos to<strong>da</strong> una co­<br />

secha.


XLIV VINIFICACIÓN<br />

El granizo destruye las hojas, rompe los vastagos,<br />

magulla los sarmientos y llaga las cepas.<br />

Si no se acude prontamente á poner remedio, el sol<br />

y la hume<strong>da</strong>d, penetran<strong>do</strong> por estas llagas en el cora­<br />

zón de la cepa, ulceran su interior y ya no hay medio<br />

de curación.<br />

Para prevenirse contra los efectos destructores del<br />

granizo ó pedrisco, se han descubierto unos aparatos<br />

ya de bastante uso, llama<strong>do</strong>s para-granizos que con­<br />

vierten el pedrisco en aguacero.<br />

El mismo viticultor puede construírselos: consisten<br />

simplemente en una pértiga ó tronco de 8 á 10 varas<br />

de longitud, termina<strong>da</strong> en una tira de latón que -á su<br />

vez termina en punta. Se hace una cuer<strong>da</strong> de paja de<br />

trigo ó centeno bien seco, de tantos cabos como se<br />

quieran trenza<strong>do</strong>s, y por su centro se pasa un cordel<br />

de cáñamo de <strong>do</strong>ce ó quince cabos trenza<strong>do</strong>s. Esta<br />

cuer<strong>da</strong> se fija de uno á otro extremo de la pértiga su­<br />

jetán<strong>do</strong>la á lo largo con un hilo de cobre y lo mismo<br />

en sus extremos, procuran<strong>do</strong> que el superior esté en<br />

contacto con la tira de latón.<br />

Este aparato se fija en una altura cualquiera y tie­<br />

ne acción en un radio de más de cien varas, tan efi­<br />

caz que es bien seguro que <strong>do</strong>nde exista uno bien<br />

construi<strong>do</strong> no granizará jamás.<br />

Inmediatamente después de un pedrisco lo que pro­<br />

cede es po<strong>da</strong>r la viña, dejan<strong>do</strong> cortos los remeros y<br />

po<strong>da</strong>n<strong>do</strong> los troncos viejos to<strong>do</strong>s sus sarmientos supér-<br />

fluos, pues de este mo<strong>do</strong> retoñan de nuevo, <strong>da</strong>n uvas al<br />

año siguiente y pronto indemnizan el perjuicio sufri<strong>do</strong>.


VITICULTUKA XLV<br />

Si el granizo cayese en las proximi<strong>da</strong>des de la vendimia,<br />

deben escogerse y cortarse las uvas maduras,<br />

asi como las rotas ó magulla<strong>da</strong>s que al pudrirse <strong>da</strong>ñarían<br />

á las inmediatas. A su tiempo se po<strong>da</strong>n bien y se<br />

cavan las viñas varias veces, con lo cual recobran su<br />

vigor y vegetación y su brote es abun<strong>da</strong>nte, llega<strong>da</strong> la<br />

primavera.<br />

III<br />

Gupilrura.<br />

Esta enferme<strong>da</strong>d si se conoce á tiempo sólo tiene<br />

un remedio; mas si la viña tiene ya diez ó más años,<br />

es incurable.<br />

Su causa proviene de una mala elección de terreno<br />

cuya hermosa superficie engañó al viticultor, pero<br />

cuyo fon<strong>do</strong>, es únicamente, estéril arena.<br />

Las raíces de la cepa al avanzar hundién<strong>do</strong>se para<br />

buscar los jugos nutritivos de la tierra se encuentran<br />

con dicha capa arenisca, se hieren en ella, languidece<br />

la planta, los frutos son desmedra<strong>do</strong>s, y ca<strong>da</strong> año más<br />

pobres; las hojas afectan un tinte amarillento y marchito<br />

y el solo remedio, es arrancarlas de raíz.<br />

Por eso, para prevenirse de esta enferme<strong>da</strong>d, lo<br />

mejor es examinar bien el terreno antes de hacer la<br />

plantación; y si á pesar de ser de esta naturaleza, se<br />

quiere hacer viña, recomen<strong>da</strong>mos que se planten á solo<br />

un palmo de profundi<strong>da</strong>d y que á los cuatro ó cinco<br />

años se tien<strong>da</strong>n sus raíces con el objeto de que estendién<strong>do</strong>se<br />

por la capa superficial encuentren jugos nutritivos.


XLVI<br />

VINIFICACIÓN<br />

IV<br />

Crasitud.<br />

Así como la gupillura proviene de escasez ó falta de<br />

jugos nutritivos, la crasitud tiene su origen en la superabun<strong>da</strong>ncia<br />

de estos mismos jugos.<br />

También en este caso el viticultor ha si<strong>do</strong> engaña<strong>do</strong><br />

por la apariencia de la capa superficial del terreno<br />

que oculta un fon<strong>do</strong> rico en jugos.<br />

Las cepas que en ellos se crían brotan con exuberancia<br />

de vi<strong>da</strong> por to<strong>do</strong>s los nudillos, su tronco se<br />

torna rojizo, los vastagos son muy gruesos y se quiebran<br />

fácilmente y el fruto adquiere un tamaño desmesura<strong>do</strong><br />

que disminuye en años sucesivos hasta tener<br />

el de los guisantes.<br />

Esta enferme<strong>da</strong>d se remedia arrancan<strong>do</strong> la cepa,<br />

cavan<strong>do</strong> profun<strong>da</strong>mente su lecho y ponien<strong>do</strong> en el hoyo<br />

estiércol podri<strong>do</strong>, arena, malezas, etc., echan<strong>do</strong> encima<br />

tierra y plantan<strong>do</strong> un nuevo pie á una profundi<strong>da</strong>d<br />

que no exce<strong>da</strong> de un palmo.<br />

V<br />

Orín, ictericia y quemaduras.<br />

Estas enferme<strong>da</strong>des que atacan á las hojas, influyen,<br />

como es natural, en la salud de la cepa y en la cali<strong>da</strong>d<br />

de los frutos.


El orín es produci<strong>do</strong> por un vegetal parásito que se<br />

desarrolla en las hojas, mientras la ictericia se mues­<br />

tra por el aspecto triste de la planta, rezumo de los<br />

frutos y hasta caí<strong>da</strong> por desprendimiento, de los raci­<br />

mos enteros.<br />

La quemadura la sufren las vides en el verano<br />

después de una niebla cerra<strong>da</strong> y vientos calientes del<br />

Sur, que la producen, manifestán<strong>do</strong>se por el color ro­<br />

jizo que toman las hojas y por su desprendimiento<br />

después.<br />

El mal no es insignificante puesto que es sabi<strong>da</strong> la<br />

bienhechora acción de las hojas que nutren á la planta<br />

del oxígeno necesario para su existencia y la prestan<br />

otros servicios de importancia.<br />

VITICULTURA XLVII<br />

Cuan<strong>do</strong> las hojas se quemen y caigan, conviene<br />

cubrir la planta con una esterilla fina y muy clara; si<br />

padecen ictericia rodéase el tronco en su base y raíces<br />

superiores de lo<strong>do</strong>, ó cenizas empapa<strong>da</strong>s en agua de<br />

jabón, sangre, orines, etc., y si la enferme<strong>da</strong>d fuese el<br />

orín, tan pronto como se note en alguna hoja, obsér­<br />

vense con cui<strong>da</strong><strong>do</strong> las demás y se verá el criptógama,<br />

parásito ú hongo que empieza á desarrollarse.<br />

Córtense en segui<strong>da</strong> to<strong>da</strong>s las hojas que tengan se­<br />

mejante plaga y quémense para destruir los parási­<br />

tos que se propagan con suma facili<strong>da</strong>d.<br />

í


XLYIII<br />

VINIFICACIÓN<br />

VI<br />

El cáncer y la parálisis.<br />

La enferme<strong>da</strong>d llama<strong>da</strong> cáncer es to<strong>da</strong>vía un misterio<br />

para la ciencia.<br />

Se conocen sus manifestaciones, sus efectos, pero<br />

se ignoran sus causas.<br />

Hay quien cree que proviene de insolaciones, contusiones,<br />

etc.; pero es lo cierto que la causa es interior,<br />

trabaja sin cesar, avanza lentamente, destruye, y<br />

cuan<strong>do</strong> se revela al exterior es ya incurable.<br />

Sólo hay un medio de contenerla, que consiste en<br />

coronar las cepas por medio de una incisión circular<br />

que llegue al corazón.<br />

En cuanto á la parálisis, se manifiesta por una vegetación<br />

excesiva, los sarmientos se ponen negros, los<br />

renuevos se secan, carecien<strong>do</strong> de jugo hasta en el corazón.<br />

Su causa es un exceso de hume<strong>da</strong>d. Los jugos de la<br />

tierra dilui<strong>do</strong>s en un exceso de agua, pierden sus condiciones<br />

nutritivas y la savia circula por las plantas<br />

empobreci<strong>da</strong> y raquítica.<br />

El mejor remedio es elegir bien los terrenos, aleján<strong>do</strong>se<br />

de aquellos que pue<strong>da</strong>n algún día adquirir exceso<br />

de hume<strong>da</strong>d por la filtración de aguas vecinas.


VITICULTURA<br />

VII<br />

El oidium.<br />

XLIX<br />

Esta enferme<strong>da</strong>d, bien conoci<strong>da</strong> de to<strong>do</strong>s los viti­<br />

cultores, es, quizá, la más devasta<strong>do</strong>ra de las plagas<br />

que puede sufrir una viña.<br />

El oidium es un parásito ú bongo que se propaga<br />

con rapidez suma, se desarrolla en las vides y vive á<br />

costa de sus partes verdes, alteran<strong>do</strong> no sólo la parte<br />

leñosa en su superficie, sino que también la uva, cuya<br />

película altera, impiden su desarrollo y estorban en<br />

su tiempo, la madurez del fruto.<br />

Se han ensaya<strong>do</strong> multitud de remedios contra este<br />

gran azote de las viñas y alguno hemos de <strong>da</strong>r á co­<br />

nocer.<br />

El más generaliza<strong>do</strong> y acaso eficaz, es el azuframien-<br />

to de las viñas.<br />

Esta operación consiste en espolvorearlas de polvo<br />

muy fino de azufre, valién<strong>do</strong>se de un aparato consis­<br />

tente en un fuelle especial en cuyo tubo—antes de su<br />

extremi<strong>da</strong>d—va el depósito para el azufre.<br />

Esta operación se repite tres veces; la primera al<br />

florecer las viñas, la segun<strong>da</strong> al granar la uva, y la<br />

tercera al empezar á tomar color.<br />

Hay quien no practica el azufra<strong>do</strong> hasta que apare­<br />

ce la plaga, pero somos parti<strong>da</strong>rios de los medios pre­<br />

ventivos que pueden ahorrar los curativos, no siempre<br />

eficaces.<br />

IV


L VINIFICACIÓN<br />

El azufra<strong>do</strong> tiene los inconvenientes de su alza<strong>do</strong><br />

precio, de su fácil desprendimiento por el aire, si so­<br />

breviniera después de la operación y últimamente de<br />

comunicar luego al vino un sabor acre, causa<strong>do</strong> por<br />

el gas áci<strong>do</strong> sulfuroso.<br />

Otro medio consiste también en espolvorear las vi­<br />

ñas con hidrato de óxi<strong>do</strong> de calcio, ó sea cal recién<br />

apaga<strong>da</strong>.<br />

Se usa del mismo mo<strong>do</strong> y las mismas veces, pero<br />

la primera es después de termina<strong>da</strong> la floración, la se­<br />

gun<strong>da</strong> pasa<strong>do</strong>s treinta días, y la tercera al empezar<br />

los calores del verano.<br />

Es tanto ó más eficaz que el azufre y tiene sobre él<br />

las ventajas de costar muchísimo menos y no influir<br />

en las condiciones del vino.<br />

Se prepara, hidratan<strong>do</strong>, ó sea humedecien<strong>do</strong> la,cal<br />

viva y luego de termina<strong>da</strong> la efervescencia, reducién­<br />

<strong>do</strong>la en segui<strong>da</strong> á polvo.


CAPÍTULO SÉPTIMO<br />

De la po<strong>da</strong> y otra» operaciones<br />

que facilitan, vina, producción creciente<br />

y una buena vinificación. •><br />

La po<strong>da</strong> de las viñas no es una operación capricho­<br />

sa y sin razón de ser. La mayoría de los viticultores<br />

la practican rutinariamente é ignorantes de las razo­<br />

nes que la motivan. Conocen los efectos pero ignoran<br />

las causas y de aquí el que muchas po<strong>da</strong>s perjudiquen<br />

más que otra cosa, las viñas.<br />

Si las cepas se aban<strong>do</strong>naran á sí mismas, si no se<br />

cultivaran, si se las dejara crecer en esta<strong>do</strong> salvaje, es<br />

proba<strong>do</strong> que en los primeros años producirían excelen­<br />

tes frutos, pero pronto empezarían á decaer, hasta,<br />

llegar á ser casi estériles, convirtién<strong>do</strong>se en inútiles<br />

malezas.<br />

En las viñas, ca<strong>da</strong> cepa tiene un espacio determi­<br />

na<strong>do</strong> de terreno, el cual la proporciona los jugos vita­<br />

les necesarios á su existencia: si se les dejara to<strong>da</strong> su<br />

parte leñosa en los años sucesivos convertiríase la viña<br />

en un bosque inextricable y aquella porción de tierra<br />

no bastaría á alimentarla, ó por lo menos la parte le­<br />

ñosa crecería en detrimento del fruto.


LII VINIFICACIÓN<br />

De aquí la necesi<strong>da</strong>d de la po<strong>da</strong> destina<strong>da</strong> á coartar<br />

la extrema<strong>da</strong> expansibili<strong>da</strong>d de la cepa y limitar su<br />

fecundi<strong>da</strong>d á lo que su propio terreno puede proporcionarla.<br />

I<br />

Forma de po<strong>da</strong>r.<br />

Hemos recorri<strong>do</strong> muchos países vitícolas, hemosconsulta<strong>do</strong><br />

diversas obras de eminentes autores, y jamás<br />

hemos encontra<strong>do</strong> un punto sobre el que unos y<br />

otros estén completamente de acuer<strong>do</strong>.<br />

Unos opinan que los sarmientos deben dejarse bien<br />

largos, otros, que sólo con tres, cuatro ó más yemasjunto<br />

al tronco, y no falta quien defien<strong>da</strong> el sistemamixto.<br />

Sin meternos en divagaciones que na<strong>da</strong> enseñan,,<br />

expondremos sencillamente nuestra opinión sobre el<br />

particular.<br />

- Ca<strong>da</strong> cepa, según su e<strong>da</strong>d, puede producir cuatro ó<br />

seis sarmientos de alguna longitud. Nosotros creemos<br />

que excepto <strong>do</strong>s, to<strong>do</strong>s los demás deben po<strong>da</strong>rse muy<br />

cerca del tronco. De los <strong>do</strong>s que que<strong>da</strong>n, el uno debe<br />

po<strong>da</strong>rse deján<strong>do</strong>le <strong>do</strong>s, tres ó más yemas, y el Otro<br />

debe conservarse en to<strong>da</strong> su longitud.<br />

De este mo<strong>do</strong> se satisface la activi<strong>da</strong>d de la cepa<br />

deján<strong>do</strong>le un sarmiento, el corta<strong>do</strong>, para leña y el otro<br />

para fruto.<br />

Estos sarmientos deben renovarse to<strong>do</strong>s los años.<br />

Y el que prefiramos esta po<strong>da</strong>, obedece á.poderosas


VITICULTURA LITI<br />

razones. To<strong>do</strong> viticultor habrá observa<strong>do</strong> que las ye­<br />

mas extremas de un sarmiento, producen más abun­<br />

<strong>da</strong>nte y mejor fruto que las inmediatas al tronco. En<br />

esta observación nos fun<strong>da</strong>mos.<br />

Si la po<strong>da</strong> se hiciese de re<strong>do</strong>n<strong>do</strong>, ó sea sobre <strong>do</strong>s ó<br />

tres yemas, los rigores del invierno es seguro que des­<br />

truirán algunas, y á veces to<strong>da</strong>s las inmediatas al<br />

tronco, y entonces cosecha perdi<strong>da</strong>. Mas deján<strong>do</strong>le el<br />

sarmiento como hemos dicho, bien sea con to<strong>da</strong>s sus<br />

yemas ó sólo con las extremas, raspan<strong>do</strong> para ello de­<br />

lica<strong>da</strong>mente las inferiores, los hielos ni las hume<strong>da</strong>des<br />

no las destruirían por hallarse eleva<strong>da</strong>s sobre el suelo<br />

y bien ventila<strong>da</strong>s. .<br />

Además, este sarmiento satisface otra necesi<strong>da</strong>d de<br />

la cepa, cual es su tendencia á vagar libremente y ex­<br />

tenderse sin obstáculos, por la superficie de la tierra.<br />

Sin embargo de to<strong>do</strong> lo dicho, como la po<strong>da</strong> es ope­<br />

ración de tanta importancia y trascendencia, no se<br />

puede aceptar la responsabili<strong>da</strong>d de determinar reglas<br />

fijas.<br />

La experiencia, la observación, comparaciones in­<br />

teligentes entre cepas de diversas clases, po<strong>da</strong><strong>da</strong>s de<br />

mo<strong>do</strong>s distintos, <strong>da</strong>rán al viticultor conocimientos<br />

más exactos que ninguna regla, ni teoría alguna.


LIV<br />

VINIFICACIÓN<br />

II<br />

Mejor época de po<strong>da</strong>r.<br />

También en este punto hay discor<strong>da</strong>ncia no pequeña<br />

entre los viticultores, aun los de una misma locali<strong>da</strong>d.<br />

Nosotros no somos parti<strong>da</strong>rios en mo<strong>do</strong> alguno, de<br />

los procedimientos rutinarios cuyo solo fun<strong>da</strong>mento<br />

estriba en la absur<strong>da</strong> razón, de que así lo hicieron los<br />

padres y los abuelos y los antepasa<strong>do</strong>s. Pero sí queremos<br />

que independientemente de to<strong>da</strong> teoría exclusivista,<br />

haga el viticultor ensayos prácticos, pues la infinita<br />

varie<strong>da</strong>d de cepas, de climas, de terrenos, de labores,<br />

etc., dificulta é impide fijar una regla general,<br />

determinar un solo procedimiento.<br />

Ahora bien; si nos hemos de atener á nuestra propia<br />

experiencia, apoya<strong>da</strong> por multitud de casos presencia<strong>do</strong>s,<br />

y defendi<strong>da</strong> además por lo que dicta el senti<strong>do</strong><br />

común y la sana razón, entonces podremos <strong>da</strong>r<br />

un consejo á nuestros lectores.<br />

Si se quiere hacer la po<strong>da</strong> con perfecta conciencia<br />

de lo que se hace, déjese para lo más tarde posible,<br />

esto es, hágase en el momento que las plantas despiertan<br />

de su letargo invernal y empieza á circular la<br />

savia.<br />

En esta época, las hela<strong>da</strong>s fuertes y temibles han<br />

pasa<strong>do</strong>; esas hela<strong>da</strong>s que hubieran destrui<strong>do</strong> to<strong>da</strong>s las<br />

yemas deja<strong>da</strong>s por la po<strong>da</strong> hecha antes del invierno.


VITICULTURA LV<br />

Las yemas ya ofrecen á la vista los brotes ó renuevos,<br />

y se puede apreciar perfectamente cuáles son los esté­<br />

riles y cuáles no, qué sarmientos conviene dejar, y<br />

cuáles cortar, etc.<br />

Si el invierno hubiese si<strong>do</strong> muy riguroso se habrán<br />

hela<strong>do</strong> algunas yemas seguramente, pero conserva<strong>do</strong>s<br />

los sarmientos en to<strong>da</strong> su longitud, tendrán otras mu­<br />

chas, entre las cuales puede elegir el viña<strong>do</strong>r.<br />

Pódese, pues, en la época del brote, cuan<strong>do</strong> ya no<br />

sean temibles las hela<strong>da</strong>s; escójase el sarmiento en me­<br />

jores condiciones para <strong>da</strong>r fruto; déjense los renuevos<br />

necesarios para leña, y córtense to<strong>do</strong>s los demás sar­<br />

mientos viejos y vastagos estériles.<br />

Cuídese de cercenar perfectamente los que brotan<br />

del tronco por bajo de tierra.<br />

III<br />

Deslechuga<strong>do</strong>, despampana<strong>do</strong> y pellizcadura.<br />

El deslechuga<strong>do</strong> consiste en despojar á la vid de<br />

to<strong>da</strong> vegetación estéril, impedir el excesivo desarrollo<br />

de los vastagos secun<strong>da</strong>rios ó nietos en el sarmiento<br />

frutal, y detener la espansibili<strong>da</strong>d desmesura<strong>da</strong> de la<br />

rama destina<strong>da</strong> á producir madera.<br />

Esta operación se practica cortan<strong>do</strong> la extremi<strong>da</strong>d<br />

de ca<strong>da</strong> vastago á <strong>do</strong>s hojas y sobre el último racimo.<br />

El despampana<strong>do</strong> tiene por objeto suprimir los pám­<br />

panos inútiles y los chupones, agrupan<strong>do</strong> al mismo<br />

tiempo las ramas esparci<strong>da</strong>s para que el viento, el la-


LVI VINIFICACIÓN<br />

boreo, etc., no las destruya, facilitan<strong>do</strong> de paso la ven­<br />

tilación y el asoleo de la vid.<br />

Suele practicarse después de florecer las viñas.<br />

La pellizcadura es la más importante de estas tres<br />

operaciones.<br />

Hecha con inteligencia y discreción favorece muy<br />

mucho á la cosecha y reporta ventajas de considera­<br />

ción.<br />

Así como si se hace sin cui<strong>da</strong><strong>do</strong> ó exagerán<strong>do</strong>la per­<br />

judica tanto como podría favorecer.<br />

Sé practica cortan<strong>do</strong> suavemente con los de<strong>do</strong>s la<br />

última yema ó brote del vastago del año, á diferencia<br />

del despampana<strong>do</strong>, que las corta por encima del raci­<br />

mo más alto.<br />

Deben elegirse para la pellizcadura sólo las ramas<br />

más carga<strong>da</strong>s de fruto, y de ningún mo<strong>do</strong> to<strong>da</strong>s sin<br />

excepción.<br />

Con la pellizcadura se consigue que los jugos que<br />

habrían de alimentar vastagos inútiles ó leña sobrante<br />

afluyan á las yemas, hojas y frutos restantes, aumen­<br />

tan<strong>do</strong> su volumen y activan<strong>do</strong> su desarrollo y ma­<br />

durez.


VITICÜLTUBA LVII<br />

IV<br />

Kesguar<strong>do</strong> de las viñas, edificios y vendimia.<br />

To<strong>da</strong> viña debe estar perfectamente resguar<strong>da</strong><strong>da</strong><br />

contra el paso de personas y animales,, pues en to<strong>do</strong><br />

tiempo, y principalmente en la época del brote y ma­<br />

duración, causan mucho <strong>da</strong>ño.<br />

No aconsejamos los maros por lo caros que resultan;<br />

mas si fuese fácil hacerlos de piedras en seco, no debe<br />

despreciarse.<br />

En to<strong>do</strong> caso, practíquense zanjas ó ciérrense con<br />

brezos, abrojos ó plantas espinosas.<br />

*' *<br />

Un viticultor, sobre to<strong>do</strong> si practica por sí mismo<br />

la vinificación y su viña ó viñas son de alguna impor­<br />

tancia, debe construir dentro de su predio los edificios<br />

necesarios para el objeto.<br />

Estos pueden estar agrupa<strong>do</strong>s en uno solo y levan­<br />

ta<strong>do</strong>s en la parte más adecua<strong>da</strong>, que generalmente debe<br />

ser sobre una elevación.<br />

Pero lo más conveniente cuan<strong>do</strong> se tiene una gran<br />

cosecha es separar los edificios, según su destino.<br />

La vivien<strong>da</strong> para dueños, operarios, animales y de­<br />

pósito de útiles de labranza debe estar aisla<strong>da</strong>, consti­<br />

tuyen<strong>do</strong> por sí sola una especie de cortijo <strong>do</strong>nde:pue-


LVIII VINIFICACIÓN<br />

<strong>da</strong> además dedicarse á otras labores, cui<strong>da</strong><strong>do</strong>s de huerta,<br />

cría de animales <strong>do</strong>mésticos, etc.<br />

La bodega, compuesta de lagar, <strong>do</strong>nde deben estar<br />

to<strong>da</strong>s las prensas y demás útiles de la vinificación,<br />

cocedero ó local de fermentación, y cueva, que puede<br />

y en muchos casos debe ser subterránea, constituirá<br />

un edificio aparte, cuyo detalle <strong>da</strong>remos en el lugar<br />

correspondiente.<br />

Adelantaremos, sin embargo, que debe tener una<br />

ó varias ventanas de fácil acceso y que sirvan de buzón<br />

para verter por ellas el fruto al lagar ó lagares, que<br />

estarán inmediatamente debajo.<br />

*<br />

La vendimia es la última operación que hace el viticultor.<br />

La época en que debe hacerla dependerá única y<br />

exclusivamente del momento en que la uva esté madura<br />

y no de otro interés alguno, pues de esto depende<br />

principalmente el que el vino resulte en buenas ó<br />

malas condiciones.<br />

Se conoce que la uva está madura cuan<strong>do</strong> el racimo<br />

está como colgan<strong>do</strong> de su rabo ó pedúnculo, cuan<strong>do</strong><br />

éste se pone como moreno ó tosta<strong>do</strong> , cuan<strong>do</strong> los granos<br />

se desprenden con facili<strong>da</strong>d y cuan<strong>do</strong> proba<strong>da</strong> la<br />

uva se nota su jugo dulce y espeso.<br />

Cuan<strong>do</strong> se vea que lo está se prepara el suficiente<br />

número de vendimia<strong>do</strong>res, prefirien<strong>do</strong> las mujeres para


VITICULTURA LIX<br />

cortar los racimos, para lo cual se las arma de unas<br />

tijeras especiales, encargán<strong>do</strong>las que ca<strong>da</strong> racimo ten­<br />

ga el menor pedúnculo ó rabo posible.<br />

Cuan<strong>do</strong> la uva no está bien madura<strong>da</strong> conviene ha­<br />

cer la vendimia después que el sol haya enjuga<strong>do</strong> el<br />

rocío de la noche; mas si estuviese excesivamente<br />

madura se empezará á vendimiar al amanecer, pues el<br />

rocío se combina luego con el mosto y facilita la ope­<br />

ración de la pisa.<br />

Ca<strong>da</strong> vendimia<strong>do</strong>r debe ir provisto de un cesto de<br />

mimbre más ancho que hon<strong>do</strong>, con el objeto de que<br />

al amontonar la uva en él no se prensen por su peso<br />

y se mosteen.<br />

Una vez lleno el cesto irán á depositarlo á otro<br />

grande que en un carretón con rue<strong>da</strong>s conducirá un<br />

hombre á la ventana, por la cual arrojará el fruto al<br />

lagar.<br />

Si hubiese que conducir la uva lejos de la viña, lo<br />

mejor es transportarla en caballerías, cuyo movimien­<br />

to suave no provoca el mosteo del fruto, como sucede<br />

en los carros, en los cuales tiene que ir amontona<strong>da</strong><br />

en grandes cestos, prensán<strong>do</strong>se, apelmazán<strong>do</strong>se y per­<br />

dien<strong>do</strong> mucho cal<strong>do</strong>.


LX<br />

VINIFICACIÓN<br />

V<br />

Fabricación de vinos en to<strong>da</strong>s las épocas del año.<br />

Si fácil fuera á los cosecheros de uva el guar<strong>da</strong>r ésta<br />

conserva<strong>da</strong> para cuan<strong>do</strong> quisieran convertirla en vino<br />

poderlo hacer, se obtendrían muchas ventajas que resaltan<br />

á primera vista.<br />

Una de ellas, sería el permitirles á los cosecheros<br />

poder distribuir el trabajo aglomera<strong>do</strong> que se les presenta<br />

en la vendimia, pisa, encuba<strong>do</strong> del mosto y del<br />

vino; y con menos lagares, prensa.s y demás utensilios<br />

poder convertir en vino una grande cosecha de uva.<br />

Pero la ventaja principal, la obtendrían en los años<br />

lluviosos en que la uva hubiese llega<strong>do</strong> ó no, á su esta<strong>do</strong><br />

de madurez y que á causa de la persistente lluvia<br />

se echa á perder la cosecha, por podrirse la mayor<br />

parte de los racimos, vién<strong>do</strong>se obliga<strong>do</strong>s á vendimiar<br />

en desmerecimiento del vino que les resulta, no solamente<br />

por la mucha agua que á los lagares conducirán,<br />

sino por los muchos granos podri<strong>do</strong>s que á ellos<br />

van.<br />

Otro tanto sucede algunos años con los pedriscos,<br />

que á fin de no perder la cosecha por completo, se ven<br />

precisa<strong>do</strong>s á efectuar la vendimia precipita<strong>da</strong>mente y<br />

sin las condiciones para obtener buenos cal<strong>do</strong>s.<br />

Que se puede conservar y obtener estas ventajas,<br />

no cabe du<strong>da</strong> alguna; y basta el que los viticultores<br />

se fijen un poco en lo que á continuación exponemos.


VITICULTURA LXI<br />

VI<br />

Conversión de la uva en pasa.<br />

Nadie pondrá en du<strong>da</strong> las ventajas del asoleo de la<br />

uva así como el retorcer los rabos de los racimos en<br />

las mismas viñas, á-fin de que se evapore la parte<br />

acuosa y quede más reduci<strong>do</strong> el principio azucara<strong>do</strong>.<br />

Ahora bien, si el cosechero efectúa la vendimia, y en<br />

local á propósito coloca la uva en que por el calor y el<br />

aire consigue que se evapore esa parte acuosa y quede<br />

la uva pasifica<strong>da</strong>, no cabe du<strong>da</strong> alguna que ésta podrá<br />

conservarse to<strong>do</strong> el tiempo que se quiera, sin que ha­<br />

ya perdi<strong>do</strong> ninguno de los principios que entran en el<br />

buen vino, pues tan sólo habría necesi<strong>da</strong>d de devolver<br />

la parte de agua necesaria y que al pasificarse se ha­<br />

bía evapora<strong>do</strong>.<br />

Para convertir la uva en pasa, claro está que tene­<br />

mos que prescindir del mo<strong>do</strong> como hoy se verifica en<br />

las provincias de Málaga y Alicante; por necesitar en<br />

la de Málaga, mucho sol de que siempre no se puede<br />

disponer; y en la del Marquesa<strong>do</strong> deDenia, provincia<br />

de Alicante, si no tanto sol, porque pasan la uva por<br />

grandes calderas de legía hirvien<strong>do</strong>, la cual rompe las<br />

pieles de los granos en cortes casi imperceptibles,<br />

permitien<strong>do</strong> evaporarse con mayor prontitud, siempre<br />

resulta el que se necesita un buen tiempo, muchos<br />

locales y muchos gastos.<br />

• Para convenir la pasificación de la uva negra al ob-


LXII VINIFICACIÓN<br />

jeto de convertirla en vino en el tiempo que se quisie­<br />

ra, precisa la rapidez, reducción en el local y pocos<br />

gastos para conseguirlo.<br />

La posibili<strong>da</strong>d de esto, la tenemos ya resuelta des­<br />

de el momento que lo hemos proba<strong>do</strong> con buen re­<br />

sulta<strong>do</strong>.<br />

En vista de las grandes ventajas que á los coseche­<br />

ros de pasa les ha de reportar, no sien<strong>do</strong> menos las de<br />

los cosecheros de vino de muchas comarcas, hemos<br />

procedi<strong>do</strong> á pedir privilegip de un sistema de secadero,<br />

que en su día publicaremos detalla<strong>da</strong>mente para que<br />

los que quieran pue<strong>da</strong>n utilizarlo, abstenién<strong>do</strong>nos por<br />

ahora de <strong>da</strong>r más detalles.<br />

Tan sólo, sí, manifestaremos que en un local de 10<br />

metros cuadra<strong>do</strong>s, su coste mil pesetas, y con el jor­<br />

nal de <strong>do</strong>s hombres y <strong>do</strong>s pesetas de gasto para pro­<br />

ducir el calor, puede convertirse en pasa 300 arrobas<br />

de uva ca<strong>da</strong> veinticuatro horas; cuya pasa en to<strong>do</strong><br />

tiempo, y sin desmerecimiento alguno, puede conver­<br />

tirse en vino.<br />

En cuanto á la fabricación de vino de esta uva pa-<br />

sifica<strong>da</strong>, debería hacerse como en el de la uva en su<br />

esta<strong>do</strong> natural, á excepción de que debería ponerse á<br />

remojo en grandes depósitos hasta que los granos se<br />

hinchasen, para proceder después á la pisa conforme<br />

se detalla en el presente libro.; y como quiera que en<br />

el tiempo de la fabricación de este vino lo regular es<br />

que fuera en tiempos fríos, se debería tener la precau­<br />

ción de elevar la temperatura de los locales en <strong>do</strong>nde<br />

se'efectúe la fermentación, por medio de una estufa.


VITICÜT/T ÜR.k Lxxn<br />

Antes de verificar la pisa aeris, pasa en grandes can­<br />

ti<strong>da</strong>des, se debería pesiar una arroba de ésta, añadién­<br />

<strong>do</strong>le el agua? ríecésaria y también medi<strong>da</strong>, para que en<br />

el pesa-mosto nos marque los gra<strong>do</strong>s de azúcar que<br />

queremos tenga el mosto.<br />

Una vez que sepamos lo que hemos necesita<strong>do</strong> aña­<br />

dir para una arroba, fácil nos será deducir las que ten­<br />

dremos que añadir para un número determina<strong>do</strong> de<br />

arrobas.


PARTE SEGUNDA<br />

DE LA VINIFICACIÓN EN GENERAL


CAPITULO PRIMERO<br />

JDe las bodegas en general.<br />

Terminamos el capítulo anterior en el momento<br />

que dejamos el fruto á las puertas de la bodega. Pero<br />

para continuar, necesitamos bacer algunas adverten­<br />

cias y exponer varias consideraciones que el vinicul­<br />

tor debe tener muy en cuenta.<br />

Bien que el viticultor sea á la vez vinicultor, bien<br />

que pase la uva de las manos de aquél á las de éste,<br />

aquéllas no huelgan.<br />

La bodega es una palabra con la que generalmente<br />

se determina el edificio ó local <strong>do</strong>nde se verifican to­<br />

<strong>da</strong>s las operaciones previas, que han de <strong>da</strong>r por resul­<br />

ta<strong>do</strong> la perfecta elaboración de ese precioso líqui<strong>do</strong><br />

llama<strong>do</strong> vino.<br />

En muchos países, este edificio está en las inme­<br />

diaciones del pueblo <strong>do</strong>nde reside el vinicultor ó en el<br />

pueblo mismo; y pocos, muy pocos, son los que obran­<br />

<strong>do</strong> con un alto senti<strong>do</strong> práctico, le han eleva<strong>do</strong> en el<br />

mismo predio <strong>do</strong>nde radican las fincas productoras.<br />

El primer caso ofrece no pocos inconvenientes, por­<br />

que el trasla<strong>do</strong> de la uva, ya se haga en carros, caba-<br />

i»<br />

\v


4 VITICULTUEA<br />

Herías ó cualquier otro medio de transporte, además<br />

de poco económico, es origen de que la uva se dete­<br />

riore, se prense y pier<strong>da</strong> en el camino mucho mosto,<br />

aparte de lo que se ensucia, enlo<strong>da</strong>, etc.<br />

El segun<strong>do</strong> evita estos inconvenientes, por cuanto<br />

la uva en pequeñas cestas y sin trabajo ni mediación<br />

de tiempo apenas, pasa de la cepa al lagar.<br />

Además, si como es frecuente, el dueño habita en<br />

el mismo local, su inspección y vigilancia constante<br />

no es difícil, como lo es cuan<strong>do</strong> la bodega está aisla<strong>da</strong>.<br />

I<br />

Orientación de las bodegas.<br />

La posición que la bodega debe ocupar no es, como<br />

parece, asunto baladí. Sobre to<strong>do</strong> en países <strong>do</strong>nde los<br />

cambios atmosféricos son frecuentes y bruscos debe<br />

cui<strong>da</strong>rse mucho de su orientación. Tal vez en los más<br />

fríos pue<strong>da</strong> disculparse alguna vez que la bodega se<br />

levante miran<strong>do</strong> á Oriente, pero sien<strong>do</strong> imposible de­<br />

terminar para ca<strong>da</strong> país una posición, tenien<strong>do</strong> en<br />

cuenta sus condiciones climatológicas, lo más acerta­<br />

<strong>do</strong> como regla general, es que estén <strong>da</strong>n<strong>do</strong> frente al<br />

Norte, con ventanas en igual forma orienta<strong>da</strong>s.


VINIFICACIÓN 5<br />

II<br />

Construcción.<br />

Ya hemos dicho lo que se entiende generalmente<br />

por bodega. Pero su división interior con arreglo á lo<br />

que exigen los adelantos modernos debe estar en ar­<br />

monía con las diversas manipulaciones de la vinifica­<br />

ción y con las necesi<strong>da</strong>des de la conservación del vino.<br />

Se ha debati<strong>do</strong> mucho la cuestión de si las bodegas<br />

deben ser subterráneas ó superficiales, sin que los es­<br />

critores hayan llega<strong>do</strong> to<strong>da</strong>vía á un acuer<strong>do</strong>, mante­<br />

nien<strong>do</strong> ca<strong>da</strong> uno sus opiniones esclusivistas.<br />

Nosotros creemos que ésto, más que de teorías em­<br />

píricas depende del clima y de la naturaleza del vino.<br />

Según nuestra opinión, la bodega debe de constar<br />

de <strong>do</strong>s pisos; uno superior al nivel del suelo y otro por<br />

bajo de este nivel.<br />

En el superior debe estar instala<strong>do</strong> el lagar á un ex­<br />

tremo del mismo, con las prensas y demás artefactos<br />

accesorios, así como el lugar para la coción ó fermen­<br />

tación de los vinos.<br />

El inferior debe ser el destina<strong>do</strong> á su almacenaje y<br />

conservación.<br />

Y pensamos así, porque no somos en mo<strong>do</strong> alguno<br />

parti<strong>da</strong>rios de reunir en un solo local ambos destinos,<br />

puesto que la conservación de vino requiere otra tem­<br />

peratura, otra ventilación, otra luz que el mosto; por­<br />

que nos parece peligroso y perjudicial que ambos lo-


6 VITICULTURA<br />

cales estén aisla<strong>do</strong>s y á distancia y porque uni<strong>do</strong>s de<br />

este mo<strong>do</strong>, se facilita la operación de trasla<strong>da</strong>r el vino<br />

á los toneles ó recipientes en que se haya de con­<br />

servar.<br />

III<br />

Local de fermentación.<br />

Ya hemos dicho que en un extremo de éste ha de<br />

estar el lagar. En comunicación con él ha de haber<br />

una ventana ó puerta por <strong>do</strong>nde se arroje la uva que<br />

debe caer en aquél.<br />

El local debe ser de eleva<strong>do</strong>s techos para facilitar<br />

la ventilación y evitar que en los meses del estío, se<br />

eleve demasia<strong>do</strong> la temperatura.<br />

Las paredes, por esta misma razón, gruesas y de<br />

materiales secos, (areniscos, calizos, etc.). Cuan<strong>do</strong> esto<br />

no sea posible pueden construirse <strong>do</strong>bles paredes, de­<br />

jan<strong>do</strong> entre ellas un pequeño espacio.<br />

Estas deben estar bien limpias y blanquea<strong>da</strong>s de<br />

cal á fin de evitar la formación del moho que tanto<br />

perjudica á los vinos.<br />

Los teja<strong>do</strong>s bien cubiertos y el suelo firme, seco y<br />

embal<strong>do</strong>sa<strong>do</strong>, con una inclinación hacia el centro que<br />

á su vez haga una vertiente á un sitio determina<strong>do</strong>,<br />

<strong>do</strong>nde habrá una especie de pozo ó recipiente que<br />

como to<strong>da</strong> la bodega estará siempre muy limpio. Esta<br />

inclinación que pretendemos tenga el suelo, obedece á<br />

la precaución de que no se inutilice el vino que por


VINIFICACIÓN 7<br />

un accidente cualquiera pudiera derramarse de las botas<br />

ó pipas.<br />

En el lugar más cómo<strong>do</strong> de la bodega se abrirá un<br />

tragaluz con su trampa correspondiente, que sirva no<br />

sólo para <strong>da</strong>r paso á la luz y aire que ilumine y ventile<br />

el local coloca<strong>do</strong> en el subsuelo, sino también para subir<br />

y bajar pipas, toneles, aparatos y <strong>da</strong>r paso á los<br />

conductos por <strong>do</strong>nde hayan de pasar el vino de las pipas<br />

<strong>do</strong>nde fermentó, á las en que haya de conservarse.<br />

Finalmente, la bodega ha de estar lejos de to<strong>da</strong> vecin<strong>da</strong>d<br />

con charcos ó pantanos, depósitos de estiércol,<br />

fábricas de curti<strong>do</strong>s y análogas, y ha de estar á<br />

cubierto de to<strong>da</strong> trepi<strong>da</strong>ción que pue<strong>da</strong> ser produci<strong>da</strong><br />

por el tránsito de carruajes ó por retembli<strong>do</strong>s de cualquiera<br />

especie.<br />

La hume<strong>da</strong>d vecina, las emanaciones que se desprenden<br />

de charcas, estercoleros y fábricas de materias<br />

mal olientes, perjudican al vino en sus condiciones,<br />

así como la trepi<strong>da</strong>ción, provocan<strong>do</strong> el movimiento de<br />

las heces, le exponen á que se acetifique ó agrie.<br />

IV<br />

Local de conservación.<br />

Su profundi<strong>da</strong>d (ya se ha dicho que es subterráneo)<br />

depende de la naturaleza del suelo. Ha de ser la suficiente<br />

hasta encontrar una temperatura, cuya determinación<br />

haremos en otro lugar.<br />

Con la entra<strong>da</strong>, el tragaluz (también pueden ser <strong>do</strong>s


8 VITICULTURA<br />

ó más) y otro que comunique con el exterior, tiene<br />

suficiente luz y ventilación.<br />

El conducto que dé al exterior, será cubierto con<br />

una especie de torreón que tenga una ventana al Nor­<br />

te, la cual pue<strong>da</strong> abrirse y cerrarse según se desee,<br />

desde el interior.<br />

Su construcción será más ó menos costosa según el<br />

terreno, pues mientras los areniscos exigen un reves­<br />

timiento interior, los gre<strong>do</strong>sos sólo arcos, los calcáreos<br />

no necesitan na<strong>da</strong> de esto.<br />

Su disposición es una especie de nave central, á cu­<br />

yos costa<strong>do</strong>s hay pequeñas aaves ó cuevas suficien­<br />

tes á contener los barriles, pipas ó tinajas necesarias.<br />

La disposición del suelo igual á la que hemos des­<br />

crito para el local superior, por las mismas razones.<br />

No terminaremos sin hacer una advertencia.<br />

Las bodegas ó cuevas subterráneas son convenien­<br />

tes para la conservación de los vinos tintos, y no per­<br />

judican á los blancos cuan<strong>do</strong> éstos tienen por lo me­<br />

nos 11 ó 12 gra<strong>do</strong>s de fuerza alcohólica; pero no son<br />

indispensables. Cuan<strong>do</strong> el terreno ó el capital no per­<br />

mita la formación de estas cuevas, puede prescindirse<br />

de ellas sustituyén<strong>do</strong>las por las superficiales, pero han<br />

de estar bien ventila<strong>da</strong>s, á cubierto de las hela<strong>da</strong>s y<br />

en condiciones de poder modificar su temperatura,<br />

cuan<strong>do</strong> ésta sea demasia<strong>do</strong> eleva<strong>da</strong>.<br />

En Aragón, Zamora, León y algunos otros puntos,<br />

las bodegas son generalmente subterráneas. En el Me­<br />

diodía y provincias de Levante, son superficiales.<br />

Sólo en algunos pueblos de la Mancha, <strong>do</strong>nde me-


jor vino se produce y otros de la provincia de Madrid,<br />

se practica el sistema mixto que nosotros aconsejamos<br />

y que empieza afortuna<strong>da</strong>mente á generalizarse.<br />

V<br />

Ventilación y temperatura.<br />

El que nosotros aconsejemos la ventilación, no sig­<br />

nifica que seamos parti<strong>da</strong>rios de sostener en las bo­<br />

degas, grandes corrientes de aire. La ventilación ha<br />

de ser semejante á la que recomien<strong>da</strong> la higiene para<br />

las vivien<strong>da</strong>s.<br />

Si las bodegas tienen <strong>do</strong>bles paredes, la exterior<br />

tendrá las ventanas en la parte baja, que se abrirán,<br />

como es natural, desde fuera, y la interior las tendrá<br />

en la parte alta; de este mo<strong>do</strong> se <strong>da</strong> paso al aire que<br />

en los meses calurosos de verano hará que descien<strong>da</strong><br />

la temperatura del local, que si es muy eleva<strong>da</strong> perju­<br />

dica á los cal<strong>do</strong>s.<br />

VINIFICACIÓN 9<br />

En las bodegas en que haya pozo, (y es muy conve­<br />

niente para to<strong>da</strong>s) el aire se impregna de hume<strong>da</strong>d, lo<br />

cual si bien evita las evaporaciones del vino, favorece<br />

la formación del moho, por cuya razón conviene re­<br />

novar el aire con frecuencia, pero con precaución para<br />

evitar los cambios bruscos de temperatura.<br />

Esta ha de ser, tanto para el local de fermentación<br />

como para el de conservación, constante.<br />

El primero debe sostenerse de 12 á 13 gra<strong>do</strong>s cen-<br />

f


10 VITICULTURA<br />

tígra<strong>do</strong>s de temperatura, que es lo que exige el mosto<br />

para fermentar, y á fin de sostenerla deben hacer ju^<br />

gar convenientemente las ventanas al Norte y Medio­<br />

día, según el clima del país, para regularla.<br />

La cueva <strong>do</strong>nde el vino debe conservarse, tendrá<br />

una temperatura que no bajará de 9 gra<strong>do</strong>s centígra­<br />

<strong>do</strong>s ni pasará de 15 gra<strong>do</strong>s.<br />

Sin embargo de to<strong>do</strong> lo anteriormente dicho, cuan­<br />

<strong>do</strong> los vinos son muy espirituosos, no sólo se conser­<br />

van bien en las bodegas superficiales, sino que ganan<br />

en sabor, adquirien<strong>do</strong> el llama<strong>do</strong> rancio que tanto mé­<br />

rito <strong>da</strong> á los vinos.<br />

De to<strong>do</strong>s mo<strong>do</strong>s, cuan<strong>do</strong> éstos tengan de 12 gra<strong>do</strong>s<br />

de alcohol en adelante, se conservan bien en ambas<br />

clases de bodegas.<br />

VI<br />

Lagares y lagos.<br />

Entiéndese generalmente por lagar el lugar <strong>do</strong>nde<br />

se pisa la uva, ya por los medios ordinarios, ya mecá­<br />

nicamente, para obtener el líqui<strong>do</strong> que de ella escu­<br />

rre, y que toma el nombre de mosto.<br />

En distintas regiones de España se le conoce con<br />

nombres diversos, pero á pesar de eso, el más gene­<br />

ralmente admiti<strong>do</strong>, el técnico es el que dejamos es­<br />

crito.<br />

Hay lagares de mampostería y lagares de madera.<br />

En unas bodegas son varios, pequeños; en otras es


VINIFICACIÓN 11<br />

uno solo, de capaci<strong>da</strong>d suficiente á la canti<strong>da</strong>d que por<br />

término medio se cosecha.<br />

. Si se nos preguntara por cuál sistema nos decidi­<br />

ríamos y cuál preferiríamos, si el de manipostería ó e}<br />

de madera, vacilaríamos antes de contestar.<br />

En tesis general, nuestra opinión es que el lagar<br />

debe ser uno solo, en cuanto á lo primero; y en cuan­<br />

to á lo segun<strong>do</strong>, estan<strong>do</strong> bien construi<strong>do</strong>s, con buenos<br />

materiales y bien situa<strong>do</strong>s, nos parecen igualmente<br />

aceptables.<br />

Sin embargo, el de madera tiene la ventaja de ser<br />

transportable, según lo exijan las necesi<strong>da</strong>des del vi­<br />

nicultor.<br />

El lagar de mampostería ha de estar situa<strong>do</strong> en un<br />

extremo de la bodega. Sus paredes laterales han de te­<br />

ner casi un metro de elevación. Los materiales han de<br />

ser sóli<strong>do</strong>s, poco porosos (ladrillo, cantería ó mampos­<br />

tería), y to<strong>do</strong> él debe estar interiormente revesti<strong>do</strong> de<br />

cal hidráulica ú otro revestimento impermeable, para<br />

evitar la absorción del mosto.<br />

Tendrán una pequeña inclinación hacia un sitio,<br />

determina<strong>do</strong> por la mayor comodi<strong>da</strong>d de las manipu­<br />

laciones posteriores, con el objeto de que el mosto<br />

salga con facili<strong>da</strong>d por un conducto hecho á este pro­<br />

pósito.<br />

Este conducto puede estar enchufa<strong>do</strong> con tubos ó<br />

cañerías por las que se deslice el mosto naturalmente<br />

para ir á parar á las pipas, tinajas ó recipientes de fer­<br />

mentación.<br />

Puede también tener simplemente un grifo para


12 VITICULTURA<br />

arrimar á él los envases y llenarlos, pero no es tan cómo<strong>do</strong>.<br />

Sobre to<strong>do</strong>, debe proscribirse como perjudicial en<br />

•extremo la práctica de ir transportan<strong>do</strong> el mosto en<br />

cubos desde el lagar ó depósito á los envases, pues el<br />

sacudimiento del mosto y el aire que recibe, <strong>da</strong> lugar<br />

á que se evapore gran parte de su fuerza espirituosa.<br />

De esta disposición de los lagares se deduce naturalmente,<br />

que debe estar eleva<strong>do</strong> sobre el nivel del suelo<br />

de la bodega tanto, cuanto lo exija el sistema del<br />

trasla<strong>do</strong> del mosto.<br />

Los lagares de madera deben ser construi<strong>do</strong>s con<br />

fuertes tablones de encina ó roble bien sanea<strong>do</strong> y seco,<br />

sobre fuertes pies de la elevación que se deseen,<br />

un poco más cortos los del la<strong>do</strong> que se ponga el caño<br />

de sali<strong>da</strong>, con el objeto de <strong>da</strong>rle la necesaria inclinación.<br />

Se entiende por lagos, una especie de lagares cubiertos<br />

por tablones, encima de los cuales se pisa la uva,<br />

cayen<strong>do</strong> en ellos el mosto, <strong>do</strong>nde también se deposita<br />

después la uva pisa<strong>da</strong>, deján<strong>do</strong>le que fermente to<strong>do</strong><br />

junto.<br />

Hay varias clases de lagos, pero como sólo se usan<br />

en determina<strong>do</strong>s países y van cayen<strong>do</strong> en desuso porque<br />

no favorecen en na<strong>da</strong> la fermentación, y por el<br />

contrario suelen perjudicar el vino en sus condiciones,<br />

nos abstendremos de explicarlos.


VINIFICACIÓN IS<br />

VII<br />

Prensas diversas.<br />

Para extraer del orujo el mosto que le que<strong>da</strong> des­<br />

pués de bien pisa<strong>da</strong> la uva, hánse usa<strong>do</strong> varios me­<br />

dios, que ha i<strong>do</strong> modifican<strong>do</strong> la mecánica hasta inven­<br />

tar prensas de gran potencia.<br />

Éntrelas primitivas, la de mejores resulta<strong>do</strong>s ha<br />

si<strong>do</strong> la viga.<br />

Como to<strong>do</strong>s saben, ésta se compone de un gran ár­<br />

bol escuadra<strong>do</strong>, uno de cuyos extremos está hora<strong>da</strong><strong>do</strong><br />

en muesca, á la que se ajusta un eje ó tornillo de ma­<br />

dera, del que pende un gran pilón ó peso de cualquier<br />

clase.<br />

Se apila el orujo, y el peso que sobre él ejerce la<br />

gran viga, produce el resulta<strong>do</strong> apeteci<strong>do</strong>.<br />

Hay otras muy sencillas, que son las Wamaaaspren­<br />

sas de husillo. Bien sean de madera ó de maniposte­<br />

ría, las prensas así llama<strong>da</strong>s tienen un eje en el cen­<br />

tro, que puede ser de hierro, pero que generalmente<br />

es de madera, en forma de tornillo. A su alrede<strong>do</strong>r se<br />

amontona en capas el orujo, cuyo montón se sujeta<br />

con briagas ó cuer<strong>da</strong>s de esparto arrolla<strong>da</strong>s á él. Una<br />

especie de tablón cuadra<strong>do</strong> con un agujero en el cen­<br />

tro, por el cual pasa el tornillo, se coloca sobre la pila<br />

de orujo así forma<strong>da</strong>. Dicho tablón recibe el nombre<br />

de tarja.


14 VITICULTURA<br />

Una tuerca con grandes brazos ajusta al eje para<br />

hacer la presión.<br />

Esta prensa es cómo<strong>da</strong> y útil cuan<strong>do</strong> la cosecha no<br />

es grande, pero si lo fuera, en lugar de un eje se colo­<br />

can <strong>do</strong>s, y se procede del mismo mo<strong>do</strong> con una tarja<br />

larga que tenga <strong>do</strong>s agujeros correspondientes á los<br />

ejes y hacien<strong>do</strong> la presión con <strong>do</strong>s tuercas.<br />

En cuanto á las prensas de Mabbille y la de Lar-<br />

taud na<strong>da</strong> hemos de decir porque su uso es bien sencillo.<br />

Las prensas modernas tienen la ventaja de ocupar<br />

menos espacio, y aunque ejerzan menos presión que<br />

la viga, por ejemplo, son más económicas, y esta de­<br />

ficiencia está fácilmente supli<strong>da</strong> tenien<strong>do</strong> <strong>do</strong>s, tres ó<br />

más prensas, según la importancia de la cosecha.<br />

Nosotros no aconsejamos el uso de una determina­<br />

<strong>da</strong>'con preferencia á las demás.<br />

Creemos que el cosechero no debe cambiar el siste­<br />

ma que haya a<strong>do</strong>pta<strong>do</strong> para prensar, cuan<strong>do</strong> sea cual­<br />

quiera de estos tres; porque el hacerlo, le acarrearía<br />

grandes gastos y los resulta<strong>do</strong>s no le indemnizarían.<br />

Únicamente el que establezca esta industria debe<br />

procurarse prensas de engranaje; pero en nuestro sen^-<br />

tir, la única ventaja que tiene sobre las demás, ya lo<br />

hemos dicho, es la de ocupar menos espacio.


VINIFICACIÓN 15<br />

VIII.<br />

Limpieza de lagares y bodegas.<br />

Cuan<strong>do</strong> va á proceder se á la fabricación del vino,<br />

es de la mayor importancia cui<strong>da</strong>r que los lagares es­<br />

tén bien limpios. Antes y después de la pisa deben la­<br />

varse cui<strong>da</strong><strong>do</strong>samente, porque algunas materias ex­<br />

trañas que contuviera, mezcla<strong>da</strong>s con la uva y reco­<br />

gi<strong>da</strong>s con el mosto, <strong>da</strong>rían lugar á que el vino enfer­<br />

mase y se perdiera.<br />

El lava<strong>do</strong> es sencillo, pues basta arrojar en el suelo<br />

del lagar unas cuantas cubas de agua de cal, revol­<br />

verla bien y fregar las paredes y suelo, deján<strong>do</strong>la lue­<br />

go escurrir.<br />

En segui<strong>da</strong> se enjuagan con agua clara una ó <strong>do</strong>s<br />

veces, ó las que sean precisas, hasta dejarles perfecta­<br />

mente limpias.<br />

Las bodegas se barrerán bien, pero como su princi­<br />

pal enemigo es el moho, que si es un poco húme<strong>da</strong> se<br />

forma con tanta facili<strong>da</strong>d en perjuicio de los cal<strong>do</strong>s,<br />

vamos á <strong>da</strong>r un medio para hacerle desaparecer.<br />

Si está muy desarrolla<strong>do</strong>, se rascan bien las paredes<br />

con una rascadera de hierro hecha á propósito; se re­<br />

coge el moho y se saca fuera del local. Esto mismo se<br />

consigue con una escoba áspera, cuan<strong>do</strong> no están muy<br />

cubiertas las paredes.<br />

Después se cuece bien una buena canti<strong>da</strong>d de yeso


16 VITICULTURA<br />

con agua de cola, y de igual manera que se hace la<br />

operación de jarbegar ó blanquear, se impregnan las<br />

paredes con esta mezcla.<br />

Bueno sería repetir esta operación algunas veces<br />

más, por vía de precaución, en el transcurso del año.


CAPÍTULO SEGUNDO<br />

De los diversos envases-<br />

Trata<strong>do</strong> ya lo que se refiere á los locales en que se<br />

fabrica el vino, lo primero que se ofrece á nuestra ob­<br />

servación y estudio, es los diversos envases en que de­<br />

ben depositarse los cal<strong>do</strong>s.<br />

Los nombres conque se designan varían según su<br />

capaci<strong>da</strong>d y según la locali<strong>da</strong>d, pues mientras en Ali­<br />

cante, por ejemplo, se llaman barriles y pipas y en<br />

Castilla cubas, en Cataluña las llaman barricas, etc.<br />

Pero esto es indiferente para el objeto; lo que con­<br />

viene saber es que se construyen de madera, de barro<br />

vidria<strong>do</strong> y de mampostería.<br />

I<br />

Envases de madera.<br />

En la elección de las maderas que hayan de entrar<br />

en la construcción de los envases, conviene fijarse<br />

mucho y estudiar algo la naturaleza de aquéllas.<br />

Pártase del principio de que la madera en general<br />

2


18 VINIFICACIÓN<br />

se compone de sustancias, algunas de las cuales, tales<br />

como las resinosas, el tanino, el áci<strong>do</strong> gálico, el rnucí-<br />

lago, la materia amarilla, la extractiva, etc., se disuel­<br />

ven con facili<strong>da</strong>d en el alcohol, el éter, el agua, etc. del<br />

vino, al que en este caso comunican sus propie<strong>da</strong>des<br />

de olor, sabor, aspereza; le decoloran, le enturbian ó,<br />

en general, le alteran sien<strong>do</strong> muy pocas las veces que<br />

son favorables algunas de dichas sustancias.<br />

No podemos detenernos á hacer un estudio de las<br />

maderas, porque habría también que hacerlo de las in­<br />

finitas clases de vinos que fabrican los cosecheros es­<br />

pañoles; pero sí diremos, generalizan<strong>do</strong>, que para los<br />

recipientes en que haya de fermentar- el mosto, con­<br />

viene, y es la más usa<strong>da</strong> la madera de castaño.<br />

La razón de esta preferencia está en que el castaño<br />

contiene una gran canti<strong>da</strong>d de áci<strong>do</strong> tánico ó tanino,<br />

principio curtiente que facilita la conservación por<br />

mucho tiempo de estos envases. Por lo demás es muy<br />

porosa, y de aquí que no la recomendemos para con­<br />

servar el vino ya hecho.<br />

La más recomen<strong>da</strong>ble .para este uso, es el roble<br />

americano y en su defecto la encina del mismo país.<br />

En algunos puntos de España, usan el cerezo que<br />

es muj' bueno para los vinos generosos, pero no pava<br />

los demás y menos para los muy espirituosos, por su<br />

excesiva porosi<strong>da</strong>d.<br />

El tonel, es la forma de envase más cómo<strong>da</strong> para el<br />

que comercia con sus vinos, por lo manuable que es.<br />

Afecta la forma de <strong>do</strong>s conos trunca<strong>do</strong>s y uni<strong>do</strong>s por<br />

su base.


VITICULTURA 19<br />

Si las duelas están bien hechas, gruesas en el cen­<br />

tro, ó sea en la parte de la comba, y adelgazan<strong>do</strong> pro­<br />

gresivamente hacia los extremos, este envase ofrece<br />

una gran resistencia. Los fon<strong>do</strong>s deben tener duelas<br />

muy gruesas, porque su forma plana ofrece menos re­<br />

sistencia á la presión del líqui<strong>do</strong>, que la above<strong>da</strong><strong>da</strong>.<br />

Los aros pueden ser de madera (fresno, avellano, .cas­<br />

taño y sauce), pero si son de hierro para evitar las ro­<br />

turas, y están barniza<strong>do</strong>s para prevenirse contra la<br />

oxi<strong>da</strong>ción que los destruye, serán mejores.<br />

Las grandes cubas que existen en muchas bodegas<br />

se arman dentro de ellas.<br />

Nunca será excesivo el cui<strong>da</strong><strong>do</strong> que se ponga en ele­<br />

gir un tonelero hábil y práctico, ni en probar los en­<br />

vases, nuevos y viejos, antes de echar en ellos el vino.<br />

En lo posible evítese hacer aberturas en los fon<strong>do</strong>s<br />

porque les debilitan.<br />

TI<br />

Capaci<strong>da</strong>d de los envases.<br />

No puede <strong>da</strong>rse una regla fija, en cuanto á este par­<br />

ticular, pues obedece casi siempre la capaci<strong>da</strong>d que se<br />

<strong>da</strong> á los envases, á la tradición, la costumbre, el ca­<br />

pricho, la importancia de la cosecha, la holgura de las<br />

bodegas etc., etc.<br />

Hemos visto usar indistintamente para fermentar<br />

y conservar, envases de 30 arrobas, de 100, de 300,<br />

de 700 y aún de más.<br />

.". Si nosotros nos atreviéramos á fijar algún día una


20 VINIFICACIÓN<br />

regla, como resulta<strong>do</strong> de los estudios que estamos ha­<br />

cien<strong>do</strong>, partiríamos del principio de aconsejar que su<br />

capaci<strong>da</strong>d fuese decrecien<strong>do</strong> de Norte á Sur, porque<br />

en los países fríos la fermentación que desarrolla gran<br />

canti<strong>da</strong>d de calórico, reclama grandes envases <strong>do</strong>nde<br />

se acumule mucho mosto y se concentre aquel caló­<br />

rico.<br />

Lo contrarío sucederá en el Mediodía <strong>do</strong>nde los en­<br />

vases por ser pequeños y naturalmente las duelas más<br />

delga<strong>da</strong>s, facilitan más la evaporación y acción del oxi­<br />

geno, que como to<strong>do</strong>s saben contribuye á la más pron­<br />

ta fabricacióu del vino.<br />

III<br />

Cui<strong>da</strong><strong>do</strong>s que exigen los envases de madera.<br />

Cuan<strong>do</strong> los envases no han si<strong>do</strong> nunca utiliza<strong>do</strong>s,,<br />

comunican al vino, como ya hemos dicho al tratar de<br />

las maderas, propie<strong>da</strong>des que pueden perjudicarle. Por<br />

consiguiente es preciso practicar algunas operaciones<br />

previas que neutralicen aquellos efectos.<br />

Es general costumbre llenarlos de agua del mar en<br />

los puntos <strong>do</strong>nde esto es fácil, ó de pozo, cambian<strong>do</strong><br />

el agua con frecuencia, con lo cual no se consigue del<br />

to<strong>do</strong> el objeto. Otros los escal<strong>da</strong>n con salmueras hir­<br />

vien<strong>do</strong>, después de hecha aquella primera operación,,<br />

y después les azufran. Algunos les lavan repeti<strong>da</strong>s ve­<br />

ces con mosto hirvien<strong>do</strong>, pero otros prefieren el vino<br />

caliente. Hay quien luego de lavarlos con agua hir­<br />

vien<strong>do</strong>, y cuan<strong>do</strong> están bien secos, echan la canti<strong>da</strong>d


necesaria de alcohol para empapar las paredes, y no<br />

falta quien prefiere quemarlo por dentro, ó las duelas<br />

antes de formar el envase.<br />

Cualquiera de estos medios produce el resulta<strong>do</strong><br />

apeteci<strong>do</strong>, y sólo aconsejaremos que se usen los más<br />

enérgicos por ser más breves.<br />

El castaño americano tiene la ventaja de no nece­<br />

sitar na<strong>da</strong> de eso.<br />

Si los envases han servi<strong>do</strong> ya, siempre que se deso­<br />

cupen, debe procederse á lavarlos.<br />

No es mal medio el agua caliente y unas cadenas,<br />

no muy grandes, de hierro, que agita<strong>da</strong>s en to<strong>da</strong>s di­<br />

recciones despren<strong>da</strong>n de las paredes las costras adhe­<br />

ri<strong>da</strong>s á ellas. Esta operación se repite las veces nece­<br />

sarias, y luego se azufra el tonel tapán<strong>do</strong>le cui<strong>da</strong><strong>do</strong>sa­<br />

mente cual si tuviese vino, y colocán<strong>do</strong>le en sitio ni<br />

muy seco ni muy húme<strong>do</strong>.<br />

IV<br />

Agrio de los toneles.<br />

Uno de los peores defectos que pueden adquirir los<br />

envases de madera es la acidez ó agrio, que se comu­<br />

nica fácilmente á los cal<strong>do</strong>s y los inutiliza para el con­<br />

sumo como vinos.<br />

VITICULTURA 21<br />

El olfato suele bastar para comprobar la existencia<br />

de este defecto, pero para mayor seguri<strong>da</strong>d, échese<br />

dentro del tonel un papel encendi<strong>do</strong>: si la llama se<br />

conserva clara y viva, demuestra que la acidez existe,<br />

\


22 VINIFICACIÓN<br />

mayor ó menor, según sea aquélla más ó menos viva<br />

ó tarde más ó menos en apagarse.<br />

Para corregir esto, dense al tonel repeti<strong>da</strong>s locio­<br />

nes de agua fresca, repitien<strong>do</strong> después de bien enjuto<br />

la anterior prueba.<br />

En caso de no bastar este medio, es preciso recurrir<br />

al más enérgico de echar dentro del tonel una peque­<br />

ña canti<strong>da</strong>d de cal viva; se vierte encima poca agua y<br />

se deja apagar, cui<strong>da</strong>n<strong>do</strong> de abrir to<strong>da</strong>s sus comuni­<br />

caciones para evitar que los gases de la cal obren con<br />

presión contra las paredes, lo cual podría producir la<br />

explosión del envase.<br />

Luego se enciende una mecha de azufre, y si no<br />

quisiera arder dentro del barril, sería preciso acudir al<br />

extremo de lavarle con una disolución de áci<strong>do</strong> tártri­<br />

co en canti<strong>da</strong>d de un décimo para nueve de agua.<br />

V<br />

Enmoheeimiento de los toneles.<br />

La excesiva hume<strong>da</strong>d puede <strong>da</strong>r lugar á que los to­<br />

neles se enmohezcan luego de vacíos, y este vicio es<br />

en extremo perjudicial.<br />

El olfato y el color comprueban su existencia de<br />

mo<strong>do</strong> fácil.<br />

Cuan<strong>do</strong> el interior de los toneles enmoheci<strong>do</strong>s afec­<br />

tan un color negro, el vicio es peligroso.<br />

Si es gris es el menos perjudicial.<br />

El más rebelde es el blanco.


VITICULTURA 23<br />

El mo<strong>do</strong> de atacar el primero, es lavan<strong>do</strong> el tonel<br />

con una disolución compuesta de un litro de áci<strong>do</strong> sul­<br />

fúrico en diez de agua tibia.<br />

Para el segun<strong>do</strong>, la disolución se hará en-quince li­<br />

tros de agua, y en veinticinco para el tercero.<br />

Valién<strong>do</strong>se de una esponja ó trapo limpio y blanco,<br />

ata<strong>do</strong> á un palo ó alambre grueso, se frotan bien to­<br />

<strong>da</strong>s las paredes, y sobre to<strong>do</strong> los ángulos, empapán-<br />

<strong>do</strong>la en aquella disolución.<br />

Después se enjuaga con agua clara <strong>do</strong>s ó tres veces,<br />

y por último se azufra.<br />

A veces esto no basta, y entonces es preciso desfon­<br />

<strong>da</strong>r el tonel para obrar con más desembarazo. Se ras­<br />

can suavemente las paredes y después se carbonizan,<br />

valién<strong>do</strong>se al efecto del soplete de alcohol.<br />

Después se lavan con agua pura, que se agita bien,<br />

se azufran y se tapan herméticamente luego.<br />

El procedimiento del lava<strong>do</strong> con la disolución de<br />

áci<strong>do</strong> sulfúrico, ó sea aceite vitriolo, sirve también<br />

para cuan<strong>do</strong> se descubre el sabor á la madera.<br />

VI<br />

Azufra<strong>do</strong> de los envases.<br />

Hemos habla<strong>do</strong> repeti<strong>da</strong>s veces del azuframiento de<br />

los toneles, y antes de pasar adelante conviene expli­<br />

car esta operación.<br />

Hácese en los barriles acaba<strong>do</strong>s de vaciar para con­<br />

servarlos, en los que van á llenarse de vino y aun en


24 VINIFICACIÓN<br />

aquellos que contenien<strong>do</strong> cal<strong>do</strong> no están enteramente<br />

llenos.<br />

El azufre mata to<strong>do</strong>s los gérmenes nocivos que<br />

se desarrollan en los toneles, impide luego la altera­<br />

ción de los vinos y hasta contribuye á que los cal<strong>do</strong>s<br />

se aclaren y se desarrolle en ellos más tarde el aroma<br />

especial ó bouquet que dicen los franceses.<br />

Para verificar el azufra<strong>do</strong>, únanse unas pajuelas ó<br />

mechas que arden en el interior délos envases.<br />

Para prepararlas , se funde en una cazuela una can­<br />

ti<strong>da</strong>d de flor de azufre de cali<strong>da</strong>d superior, y cuan<strong>do</strong><br />

se halle en esta<strong>do</strong> líqui<strong>do</strong>, se sumerjen en él tiras de<br />

lienzo bien limpio de uno á <strong>do</strong>s de<strong>do</strong>s de anchas; se<br />

sacan y dejan secar.<br />

Este sistema tiene el inconveniente de que el humo<br />

del lienzo no es bueno. También podría sustituirse el<br />

lienzo por mazorcas de maíz después de desgrana<strong>da</strong>s.<br />

Su combustión es más regular y lenta y produce un<br />

carbón inofensivo y fácil de extraer, si cayese en el in­<br />

terior ó dentro del vino.<br />

Algunos recomien<strong>da</strong>n mezclar con el azufre algu­<br />

nas sustancias aromáticas, y otros se oponen. Nos­<br />

otros creemos que es inocente esta adición y no debe<br />

ni rechazarse porque no es perjudial, ni recomen<strong>da</strong>rse<br />

por que no contribuye en na<strong>da</strong> á mejorar ninguna de<br />

las condiciones del cal<strong>do</strong>.<br />

Para la combustión, se cortan tiras de cuarta y me-<br />

-dia de longitud, se enganchan en un alambre, y pren­<br />

dién<strong>do</strong>las fuego, se introducen en el envase; cui<strong>da</strong>n<strong>do</strong><br />

de que estén tapa<strong>da</strong>s to<strong>da</strong>s las aberturas, y tapan<strong>do</strong>


VITICULTURA . 25<br />

la que sirve para <strong>da</strong>r paso á la mecha con una manta<br />

ó bien un lienzo <strong>do</strong>ble, al objeto de que el gas del<br />

azufre, ó sea el áci<strong>do</strong> anhídrico sulfuroso, no se escape.<br />

Si la pajuela ó mecha no arde, es señal de que el aire<br />

está vicia<strong>do</strong> por alguno de los defectos ya señala<strong>do</strong>s<br />

en este capítulo, en cuyo caso se procede á su purifi­<br />

cación por alguno de los medios explica<strong>do</strong>s; y una vez<br />

consegui<strong>do</strong>, se repite el azuframiento hasta conse­<br />

guirlo.<br />

En el lugar oportuno explicaremos cómo se proce­<br />

de cuan<strong>do</strong> los envases tienen vino y el azuframiento<br />

se dirige á influir en éste más que en el envase.<br />

VII<br />

Envases de barro y de manipostería.<br />

Los envases de barro son antiquísimos y su uso se<br />

remonta á la época de los romanos.<br />

Es el más defectuoso de los sistemas practica<strong>do</strong>s y<br />

debemos influir para que se proscriban en absoluto,<br />

pues los elementos de que el barro se compone influ­<br />

yen más ó menos , pero siempre en detrimento de los<br />

vinos.<br />

Son muy sensibles á los cambios atmosféricos y<br />

cuan<strong>do</strong> , como en algunos puntos sucede , se emplean<br />

para la fermentación, ocurre que ésta sufre altera­<br />

ciones violentas lo cual es peligrosísimo.<br />

En algunos países los usan de una cabi<strong>da</strong> inmensa,<br />

cosa que también perjudica á la fermentación , pues


26 VINIFICACIÓN<br />

acumula<strong>da</strong> tan gran canti<strong>da</strong>d de mosto , desarrolla un<br />

calórico excesivo, que es causa de que aquélla se precipite<br />

y pier<strong>da</strong> la templanza y regulari<strong>da</strong>d con que, como<br />

se verá más adelante, debe verificarse.<br />

Además, son excesivamente porosas las tinajas y<br />

esto ocasiona grandes mermas y por consiguiente<br />

sensibles pérdi<strong>da</strong>s.<br />

Necesitan también estar revesti<strong>da</strong>s interiormente<br />

de una espesa capa de pez , cuyo mal gusto, que aborrecen<br />

principalmente los extranjeros, comunica al<br />

vino que en ellas se fabrique ó conserve.<br />

Desgracia<strong>da</strong>mente en el centro de España y en el<br />

Mediodía, principalmente en la provincia de Cór<strong>do</strong>ba,<br />

siguen usán<strong>do</strong>se , varian<strong>do</strong> su capaci<strong>da</strong>d entre 50 á<br />

350 arrobas.<br />

Aconsejamos sinceramente que á medi<strong>da</strong> que sea<br />

posible vayan sustituyén<strong>do</strong>se estos envases, y lo único<br />

que respecto á ellos añadiremos es, que á fin de que<br />

no sean tan sensibles á las variaciones atmosféricas se<br />

entierren en buen yeso hasta <strong>do</strong>s tercios de su altura,<br />

lo cual contribuye también á que sean menos porosas.<br />

Conviene que se tengan bien barniza<strong>da</strong>s de pez y<br />

herméticamente tapa<strong>da</strong>s, y á fin de que el gas áci<strong>do</strong><br />

carbónico desarrolla<strong>do</strong> por la fermentación y priva<strong>do</strong><br />

de sali<strong>da</strong> no las haga reventar , úsese un tubo de lata<br />

ó cauchú, que penetran<strong>do</strong> por la tapa hasta la mitad<br />

de su altura, dé sali<strong>da</strong> á aquel gas, el cual debe ir conduci<strong>do</strong><br />

por el tubo á un recipiente que contenga agua<br />

con la cual se asimila, pues de esparcirse por la atmósfera<br />

de la bodega, produciría graves accidentes.


VITICULTURA . 27<br />

En cuanto á los envases de manipostería, si bien es<br />

ver<strong>da</strong>d que son muy ventajosos, son en cambio muy<br />

caros, y sólo los grandes cosecheros encontrarán en su<br />

uso algunos provechos.<br />

Se construyen hacien<strong>do</strong> primero el molde que pue­<br />

de que<strong>da</strong>r arma<strong>do</strong> en pocas horas. Después se echa<br />

en el interior á cubas , las necesarias de cemento ro­<br />

mano recoci<strong>do</strong>, cuya solidificación lenta <strong>da</strong> tiempo<br />

para formar el to<strong>do</strong> , sóli<strong>do</strong> , compacto, uniforme y<br />

bien uni<strong>do</strong>.<br />

Luego de seco, con una brocha gor<strong>da</strong> se le <strong>da</strong> una<br />

mano de silicato de potasa disuelto en 75 por 100 de<br />

agua en volumen, y otra cuan<strong>do</strong> la primera esté seca.<br />

Dánse <strong>do</strong>s manos más de solución en que el silica­<br />

to entra en canti<strong>da</strong>d de 50 por 100, y una última con<br />

75 por 100 de silicato y 25 de agua.<br />

Estas capas logran una impermeabili<strong>da</strong>d absoluta,<br />

dejan<strong>do</strong> la superficie lisa como el cristal ó la porce­<br />

lana.<br />

Así se evitan las pérdi<strong>da</strong>s que ocasionan las mermas<br />

y la incomodi<strong>da</strong>d de tener que rellenar las cubas de<br />

madera de vez en cuan<strong>do</strong>; de mo<strong>do</strong>, que sien<strong>do</strong> aqué­<br />

llas de alguna consideración sólo para los cosecheros<br />

en grande, á ellos recomen<strong>da</strong>mos estos envases repro­<br />

ductivos á la larga. Requieren solo estar bien tapa<strong>do</strong>s.


CAPÍTULO TERCERO<br />

I >e la elaboración.<br />

Ya hemos examina<strong>do</strong> con el detenimiento que su<br />

importancia requiere, los medios de tener prepara<strong>do</strong>s<br />

buenos envases para la fermentación del mosto y con­<br />

servación del vino, y por consiguiente suponemos ya<br />

al vinicultor en condiciones de proceder á la fabrica­<br />

ción de sus cal<strong>do</strong>s.<br />

La bodega está perfectamente limpia, el lagar bien<br />

lava<strong>do</strong>, los envases en disposición de recibir el precio­<br />

so líqui<strong>do</strong>. La uva llega á la bodega, y las cestas car­<br />

ga<strong>da</strong>s de precioso fruto reclaman nuestra atención.<br />

I<br />

Asoleo de la uva.<br />

Homero, célebre poeta de los tiempos griegos, de­<br />

cía que «la uva debía estar diez días al sol y cinco á<br />

la sombra». La práctica, pues, de asolear la uva es an­<br />

tiquísima.<br />

Tiene por objeto reducir la parte acuosa que el fru­<br />

to contiene, y que podría perjudicar al mosto.


30 VINIFICACIÓN<br />

Hay tres medios para conseguirlo.<br />

Uno es el deshoja<strong>do</strong> de la cepa, que ya hemos explica<strong>do</strong><br />

en la parte correspondiente á la viticultura.<br />

Otro es el tender los racimos en cañizos al sol, aunque<br />

se avanza más colgán<strong>do</strong>les. Esta operación ofrece<br />

inconvenientes en la práctica, sobre to<strong>do</strong> en las regiones<br />

del Norte (que son precisamente las que más necesitan<br />

verificarla), porque la vendimia es en la época<br />

en que comienzan las lluvias y el frío. Por otra parte,<br />

cuan<strong>do</strong> la cosecha es muy grande, considérese si no<br />

será una operación por demás molesta y pesa<strong>da</strong>.<br />

El tercer medio lo es aún mucho más, pues consiste<br />

en atar varios racimos con bramante é irlos colgan<strong>do</strong><br />

en una habitación seca y ventila<strong>da</strong>, <strong>do</strong>nde el<br />

aire de una manera lenta, pero segura, va desecan<strong>do</strong><br />

la parte acuosa.<br />

La razón de esta práctica que hemos dicho es más<br />

necesaria en el Norte, estriba en que el exceso de agua<br />

disminuye la parte sacarosa, ó sea el azúcar, que la<br />

uva contiene, y esto malea el mosto y perjudica á la<br />

fermentación.<br />

Hay puntos en que se tiene colga<strong>da</strong> la uva hasta<br />

Diciembre ó Enero, y en esta época se arroja al lagar<br />

para hacer vinos especiales; pero esto sólo pueden hacerlo<br />

los cosecheros en pequeña escala.


VITICULTURA 31<br />

II<br />

Amontonamiento de la uva.<br />

En los países fríos-suele verificarse como operación<br />

previa la de amontonar la uva en el lagar antes de pi­<br />

sarla y tenerla así <strong>do</strong>s ó tres días. En estas condicio­<br />

nes la acción del oxígeno que obra como causa de fer­<br />

mentación al penetrar con el aire en el montón de<br />

fruto, determina el desarrollo del calórico, otra causa<br />

de fermentación, en-más ó menos gra<strong>do</strong>, según sea<br />

mayor ó menor el montón de uva.<br />

Al desarrollarse el calor, comienza la evaporación<br />

de la parte acuosa y adquirirá más fuerza la materia<br />

azucara<strong>da</strong>, de mo<strong>do</strong> que por una sola causa se obtie­<br />

nen <strong>do</strong>s efectos, necesarios á cuál más. Pero cuan<strong>do</strong><br />

se note ya el desarrollo del calórico, procé<strong>da</strong>se á la<br />

pisa, pues tenien<strong>do</strong> la uva mucho tiempo en tales con­<br />

diciones, se iniciaría la fermentación pútri<strong>da</strong> que de­<br />

termina la pérdi<strong>da</strong> total del fcuto.<br />

Esta práctica es conveniente cuan<strong>do</strong> la uva no ha<br />

llega<strong>do</strong> á su completa madurez, y lo es muy particu­<br />

larmente y casi siempre en los países fríos.<br />

Pero hay que tener en cuenta que el amontona­<br />

miento aumenta el color de los vinos, de <strong>do</strong>nde se de­<br />

duce que si es conveniente para los tintos, no así para<br />

los blancos, cuyo color natural oscurece.


32 VINIFICACIÓN<br />

HI<br />

Espurgo de racimos y despalilla<strong>do</strong>.<br />

Cuan<strong>do</strong> se trate de obtener vinos de mérito y pre­<br />

cio, Será conveniente espurgar los racimos, desechan­<br />

<strong>do</strong> los averia<strong>do</strong>s, las uvas pica<strong>da</strong>s, etc., operación pe­<br />

sadísima que raras veces se practica á conciencia en<br />

los lagares, sobre to<strong>do</strong> cuan<strong>do</strong> esta operación se en­<br />

carga á manos mercenarias.<br />

El despalilla<strong>do</strong>, tiene por objeto quitar á los raci­<br />

mos la parte leñosa, que comunica al mosto el princi­<br />

pio curtiente ó tanino, y suele hacerse cuan<strong>do</strong> los ra­<br />

cimos no hayan madura<strong>do</strong> bien, ó cuan<strong>do</strong> por la es­<br />

pecial naturaleza de la uva tenga demasia<strong>da</strong> materia<br />

curtiente, lo cual comunicaría al vino, con el exceso<br />

de la que contiene la raspa, un sabor áspero y astrin­<br />

gente.<br />

Principalmente suele practicarse esta operación<br />

cuan<strong>do</strong> el objeto es obtener vinos suaves y delica<strong>do</strong>s.<br />

Pero deben <strong>da</strong>rse en segui<strong>da</strong> al consumo, porque los<br />

vinos despalilla<strong>do</strong>s tienen una fermentación enfermi­<br />

za, son propensos al ahilamiento, se abocan con faci­<br />

li<strong>da</strong>d y, en fin, son de muy difícil conservación.<br />

La operación del despalilla<strong>do</strong>, se practica sacudien­<br />

<strong>do</strong> los racimos en el lagar con rastrillos ó valién<strong>do</strong>se<br />

al efecto de zaran<strong>da</strong>s ó mesas con tablero de enreja<strong>do</strong>.<br />

También hay despalilla<strong>do</strong>ras mecánicas y en algu­<br />

nos puntos se usan.


VITICULTURA 33<br />

Nosotros no recomen<strong>da</strong>mos esta fatigosa y muchas<br />

veces perjudicial operación, que sólo en Jerez y algún<br />

otro punto tiene razón de ser.<br />

IV<br />

Pisa de la uva.<br />

Hemos llega<strong>do</strong> al momento de pisar la uva.<br />

La pisa tiene por objeto romper y desgarrar la car­<br />

ne y piel de la uva para que se disuelvan y mezclen<br />

las partes componentes y airear el fruto al objeto de<br />

prepararle para una buena fermentación.<br />

Generalmente la pisa se efectúa en los lagares, aun­<br />

que hay quien la hace en los recipientes mismos (la­<br />

gos) <strong>do</strong>nde ha de fermentar el mosto, y otros sobre<br />

tableros que destilan el cal<strong>do</strong> en aquéllos.<br />

El pisa<strong>do</strong> suele hacerse con los pies desnu<strong>do</strong>s, y en<br />

este caso aconsejamos una exquisita limpieza, tanto<br />

para proceder á la operación, como ca<strong>da</strong> vez que los<br />

pisa<strong>do</strong>res salgan del lagar, pues las sustancias orgáni­<br />

cas que adheri<strong>da</strong>s á los pies introdujesen en el mosto,<br />

podrían ocasionar—como tiene sucedi<strong>do</strong>—enferme<strong>da</strong>­<br />

des en aquél.<br />

Cuan<strong>do</strong> se necesita un pisa<strong>do</strong> enérgico, entonces<br />

deben calzarse esparteñas, especie de alpargatas dé<br />

esparto, y si se desea romper las pepitillas ó granula<br />

de la uva, calza<strong>do</strong> herra<strong>do</strong>.<br />

- La trituración de la granula, que entre otras sus­<br />

tancias contiene el aceite empireuinático y particular-<br />

3


34 VINIFICACIÓN<br />

mente el tanino, podrá ser conveniente para algunos<br />

vinos despalilla<strong>do</strong>s, tales como los de Jerez, pero en<br />

términos generales no es provechosa y debe evitarse.<br />

Lo esencial es esprimir bien las celdillas de la uva,<br />

que contienen la glucosa y el principio colorante.<br />

La uva también suele estrujarse con máquinas in­<br />

venta<strong>da</strong>s á este propósito.<br />

Nosotros no las rechazaremos sistemáticamente,<br />

pero bueno será advertir que aún no se ha llega<strong>do</strong> á<br />

obtenerlas que produzcan una labor perfecta, y que,<br />

por otra parte, el trabajo que hacen no recompensa<br />

el gasto que originan, pues sien<strong>do</strong> su funcionamiento<br />

á brazo, exige hombres que se releven, acaso más de<br />

los necesarios para una pisa breve y buena.<br />

En algunos puntos usan dejar amontona<strong>da</strong> la uva<br />

ya pisa<strong>da</strong>, cuan<strong>do</strong> necesitan que el mosto tome calor<br />

y color.<br />

V<br />

Prensa<strong>do</strong>.<br />

, Lo que procede después de pisa<strong>da</strong> la uva una, <strong>do</strong>s<br />

ó tres veces, según lo requiera su naturaleza, es pren­<br />

sar la masa informe que resulta.<br />

Cuan<strong>do</strong> el mosto escurri<strong>do</strong> naturalmente pasa del<br />

lagar á los toneles de fermentación, es preciso repar­<br />

tir proporcionalmente entre to<strong>do</strong>s ellos el obteni<strong>do</strong><br />

por presión, pues tenien<strong>do</strong>, éste condiciones muy dis­<br />

tintas de las del primero, si se echase sólo en un en­<br />

vase ó reparti<strong>do</strong> desproporciona<strong>da</strong>mente entre los de r


VITICULTURA 35<br />

más, resultaría que de un mismo fruto se obtendrían<br />

•cal<strong>do</strong>s muy distintos en sus condiciones generales.<br />

Debemos advertir que si el mosto naturalmente ob­<br />

teni<strong>do</strong> por la pisa no está reforza<strong>do</strong> por el que se ob­<br />

tiene del prensa<strong>do</strong>, que<strong>da</strong> muy débil, sin energía, pro­<br />

penso á enferme<strong>da</strong>des y en disposición de perderse al<br />

menor descui<strong>do</strong>.<br />

VI<br />

Enyesa<strong>do</strong>.<br />

La práctica de <strong>da</strong>r yeso á los vinos es muy antigua,<br />

y los modernos experimentos han demostra<strong>do</strong> que si<br />

tiene sus ventajas en cuanto á mejorar la vista y el<br />

sabor á los mismos, no está desprovisto de inconve­<br />

nientes por lo que se refiere á la salud del consu­<br />

mi<strong>do</strong>r.<br />

• El vino en su esta<strong>do</strong> natural, y según análisis quí­<br />

micos repeti<strong>do</strong>s, no contiene nunca más de 500 á 600<br />

miligramos por litro de sulfato de potasa.<br />

Esta sustancia es la que se trata de aumentar en<br />

los cal<strong>do</strong>s por la adición del sulfato de cal (yeso), el<br />

cual transforma por reacción la potasa que contiene<br />

el vino, en sulfato de potasa.<br />

Las ventajas del uso del yeso consisten, en que <strong>da</strong><br />

color á los vinos, favorece su fermentación, previene<br />

la acidez y les <strong>da</strong> brillantez y transparencia.<br />

Sus inconvenientes en cuanto á la salud consisten<br />

en que obra en los que beben á diario vinos enyesa-


36 VINIFICACIÓN<br />

<strong>do</strong>s como un ligero purgante y en que disminuye la.<br />

alcalini<strong>da</strong>d de la sangre.<br />

• Y en cuanto al vino, cuan<strong>do</strong> se enyesan con exceso<br />

sucede, que transforma<strong>do</strong> el yeso en sulfato de potasa<br />

y carbonato de cal, el primero descompone el fermen-<br />

±o y el segun<strong>do</strong>.neutraliza la acción de los áci<strong>do</strong>s del<br />

vino y precipita el tanino, inutilizan<strong>do</strong> un elemento-<br />

de tanta importancia para la buena conservación del<br />

vino.<br />

Sin embargo de esto, nosotros no condenamos en<br />

absoluto el uso del yeso cuan<strong>do</strong> se emplea racional­<br />

mente y en <strong>do</strong>sis conoci<strong>da</strong>s, tales que no pue<strong>da</strong>n ata­<br />

car á la: salud.<br />

Unos acostumbran á enyesar el fruto espolvoreán-<br />

.dele antes.de pisarle.<br />

- Otros añaden el yeso directamente al vino, y nos­<br />

otros preferimos este medio, porque nos permite cal­<br />

cular exactamente la <strong>do</strong>sis que debemos emplear.<br />

Esta'es la de 5 gramos por hectolitro de vino cuan­<br />

<strong>do</strong> se emplea como medio preservativo, y no pasa de<br />

7 cuan<strong>do</strong> quiere detenerse un principio de fermentar<br />

.ción inicia<strong>do</strong> ya en el vino.<br />

i. Cuan<strong>do</strong> el vino ha si<strong>do</strong> enyesa<strong>do</strong> directamente, debe<br />

dejarse reposar unos quince días antes de entregarlo<br />

al consumo.<br />

. Cuan<strong>do</strong> quiera comprobarse la existencia del yeso<br />

,en los vinos, no hay más que hervir una porción de<br />

él, y después de frío y reposa<strong>do</strong> observar el fon<strong>do</strong> deí<br />

recipiente.<br />

-. Si se ve en él 'un precipita<strong>do</strong> ó sedimento de color


VITICULTURA 37<br />

rosa, páli<strong>do</strong> ó violeta, es indu<strong>da</strong>ble que el vino ha si<strong>do</strong><br />

enyesa<strong>do</strong>.<br />

También puede hacerse este ensayo ponien<strong>do</strong> el<br />

vino en una copa y echan<strong>do</strong> en ella una pequeña can­<br />

ti<strong>da</strong>d de una solución de cloruro de bario.<br />

Si el vino tiene yeso, éste formará un precipita<strong>do</strong><br />

de sulfato de bario, que podrá comprobarse en el fon­<br />

<strong>do</strong> de la copa.<br />

Pero para este segun<strong>do</strong> ensayo, se requieren cono­<br />

cimientos químicos que no to<strong>do</strong>s los vinicultores po­<br />

seen.<br />

Es de advertir, que los vinicultores que exportan ó<br />

traten de exportar vinos á Erancia, deben prescindir<br />

del enyesa<strong>do</strong>, ó limitarlo á menos de 176 gramos por<br />

hectolitro, límite de lo que el Gobierno de la nación<br />

vecina tolera á los cal<strong>do</strong>s que en ella se deban con­<br />

sumir.


CAPÍTULO CUARTO<br />

Do la fermentación.<br />

Hemos llega<strong>do</strong> al punto más importante de la vini­<br />

ficación, pues de la buena fermentación depende prin­<br />

cipalmente el buen vino.<br />

La fermentación es un misterio para la ciencia. La<br />

química trabaja sin descanso para descubrir por vir­<br />

tud de qué causas se verifica y cuál es la naturaleza<br />

especial del fermento, sin que hasta ahora haya fun­<br />

<strong>da</strong><strong>do</strong> más que teorías hipotéticas antitéticas entre sí<br />

muchas de ellas.<br />

Nosotros entendemos por fermentación vinosa, la<br />

descomposición que se verifica en las partes sacarosas<br />

ó azucara<strong>da</strong>s de la uva, y su transformación en otros<br />

compuestos de naturaleza distinta.<br />

La fermentación se manifiesta por un aumento de<br />

la temperatura del mosto, por unas burbujas que se<br />

presentan en su superficie y hasta por un silbi<strong>do</strong> es­<br />

pecial algo pareci<strong>do</strong> al que produce el hervor del agua.<br />

Proce<strong>da</strong>mos con el debi<strong>do</strong> orden para mejor inteli­<br />

gencia de nuestros lectores que deseen buscar en nues­<br />

tro modesto trata<strong>do</strong>, el medio de fabricar buenos vinos..


40<br />

VINIFICACIÓN<br />

I<br />

Examen del mosto.<br />

Lo primero que debe conocer el vinicultor antes de<br />

envasar los cal<strong>do</strong>s para que fermenten, es la naturaleza<br />

y condiciones del mosto, á fin de corregirle si lo<br />

necesita.<br />

Para ensayar el mosto, tómese una canti<strong>da</strong>d cualquiera<br />

y cuélese bien valién<strong>do</strong>se al efecto de un trapo<br />

limpio ó por cualquier otro medio.<br />

Después introdúzcase en él, el aparato llama<strong>do</strong> pesa-mosto<br />

y véase los gra<strong>do</strong>s que marca.<br />

Estos gra<strong>do</strong>s se refieren al azúcar que contiene, lo<br />

cual, como es sabi<strong>do</strong>, es uno de los elementos que producen<br />

la fermentación.<br />

Cuan<strong>do</strong> el aparato se sumerja en el mosto hasta<br />

marcar 16 gra<strong>do</strong>s, es prueba de que hay gran canti<strong>da</strong>d<br />

de azúcar y de que por consiguiente el vino resultará<br />

dulce.<br />

Si marca 10 gra<strong>do</strong>s, el azúcar entra en menos canti<strong>da</strong>d<br />

de lo que exige la conservación de un buen vino.<br />

Es decir, que bajan<strong>do</strong> de 10 el mosto, tiene falta<br />

de azúcar y si sube de 16 tiene exceso. En el primer<br />

caso el defecto es grave, porque puede <strong>da</strong>r lugar á una<br />

mala fermentación y á la pérdi<strong>da</strong> del vino. En el segun<strong>do</strong><br />

no lo es tanto porque aunque dulce, resulta<br />

buen vino dulce.


VITICULTURA 41<br />

1.°<br />

F A L T A D E AZÚCAR<br />

Este defecto es el más perjudicial, según hemos dicho,<br />

y por desgracia el que se presenta con más frecuencia.<br />

Para el debi<strong>do</strong>,equilibrio del azúcar con los demás<br />

elementos del vino, en este caso, se acostumbra añadirle<br />

arrope de mosto.<br />

Este se obtiene hacien<strong>do</strong> hervir una buena canti<strong>da</strong>d<br />

de mosto hasta condensarle lo suficiente, que suele ser<br />

cuan<strong>do</strong> el pesa-mosto marque 30 gra<strong>do</strong>s.<br />

Después se toma una porción de mosto conoci<strong>da</strong>,<br />

esto es, pesa<strong>da</strong> de antemano; otra igualmente conoci<strong>da</strong><br />

de arrope y se mezclan. Se ve los gra<strong>do</strong>s que marca,<br />

y se añade más arrope ó más mosto siempre en<br />

canti<strong>da</strong>des conoci<strong>da</strong>s, según resulte de menos ó más<br />

gra<strong>do</strong>s de los que se desean en aquella mezcla.<br />

Después se hace la operación en grande, proporcionalmente<br />

al ensayo hecho. Esto es, si para elevar á<br />

los gra<strong>do</strong>s que se quieran, 10 litros del mosto trata<strong>do</strong>,<br />

se ha necesita<strong>do</strong> un decilitro del arrope hecho, para<br />

100 litros de aquél, se. necesitará un litro de éste,<br />

para 1.000, 10, y así sucesivamente.<br />

Este es el mejor medio, aunque también se emplea<br />

la melaza, el azúcar de caña, de remolacha y de sorgo.<br />

En to<strong>do</strong> caso, la operación previa que acabamos dé<br />

indicar, se hace necesaria, sino es que se quiere obrar<br />

á ciegas.


42 VINIFICACIÓN<br />

También puede emplearse para corregir la falta de<br />

azúcar, el alcohol, porque precisamente éste es el que<br />

se desea desarrollar en el mosto, y sabi<strong>do</strong> de to<strong>do</strong>s que<br />

quien le produce es el azúcar.<br />

El alcohol debe ser lo menos de 30 gra<strong>do</strong>s Üartier<br />

y de buena cali<strong>da</strong>d.<br />

Para mezclarlo al mosto, hay un aparato que consis­<br />

te en un tubo de hoja de lata igual próximamente á la<br />

mitad de la altura que en la vasija tenga el cal<strong>do</strong>, re­<br />

mata<strong>do</strong> en un tubo agujerea<strong>do</strong>.<br />

Introduci<strong>do</strong> en el envase, se echa una porción de<br />

alcohol en el embu<strong>do</strong> y encima otra del mosto trata­<br />

<strong>do</strong>, luego otra de alcohol y en segui<strong>da</strong> más mosto y así<br />

sucesivamente.<br />

El mosto empuja al alcohol, que sale y se va exten­<br />

dien<strong>do</strong> por capas, mezclán<strong>do</strong>se íntimamente con el<br />

cal<strong>do</strong>.<br />

2."<br />

EXCESO D E AZÚCAE<br />

Cuan<strong>do</strong> la excesiva seque<strong>da</strong>d del año ú otras causas,<br />

ha concentra<strong>do</strong> el jugo de la uva y pre<strong>do</strong>mina en él<br />

la materia azucara<strong>da</strong>, se usan sencillos procedimien­<br />

tos para corregir este defecto.<br />

Uno de ellos es la adición de agua caliente hasta<br />

obtener el mosto de los gra<strong>do</strong>s que se desean, pero<br />

antes hágase la operación de ensayo que en el número<br />

anterior aconsejamos.<br />

• También se corrige el defecto de que tratamos con<br />

la adición proporciona<strong>da</strong> de escobajo, ó sea la parte le-


VITICULTURA 43<br />

ñosa del racimo, que por la gran canti<strong>da</strong>d de tanino<br />

que contiene, productor importante de la fermenta­<br />

ción, puede compensar en ésta el exceso de azúcar.<br />

Nosotros creemos que mezclan<strong>do</strong> mostos de condi­<br />

ciones opuestas, esto es, al que tenga exceso de azú­<br />

car con otro que tenga muy poca, y hacién<strong>do</strong>lo en pe­<br />

queñas porciones por vía de ensayo para obrar después<br />

con conocimiento de causa, en grandes canti<strong>da</strong>des,<br />

creemos, repetimos, que es el mejor medio y el más<br />

racional.<br />

II<br />

El mosto en los vasos.<br />

Dispuesto ya el mosto convenientemente para una<br />

fermentación buena, puede ésta <strong>da</strong>r principio.<br />

Al tratar de los lagares ya dijimos que podían estar<br />

convenientemente dispuestos para que el mosto se<br />

deslizase por sí solo en los envases, bien por medio de<br />

grifos coloca<strong>do</strong>s en los vertientes de aquéllos ó bien<br />

por medio de cañerías.<br />

Esto es lo más viable y cómo<strong>do</strong>; pero cuan<strong>do</strong> no<br />

pue<strong>da</strong> hacerse y la operación de llenar las pipas tenga<br />

que practicarse á brazo, aconsejamos que se dispongan<br />

las operaciones de mo<strong>do</strong> que jamás se suspen<strong>da</strong> el<br />

envase del líqui<strong>do</strong> para reanu<strong>da</strong>rlo al siguiente día.<br />

Los envases deben que<strong>da</strong>r dispuestos del to<strong>do</strong> dia­<br />

riamente, pues el añadir diversas porciones de mosto,<br />

ocasiona el que la fermentación no sea regular, pues el<br />

primero puesto en el envase puede estar ya fermen-


44 VINIFICACIÓN<br />

tari<strong>do</strong>, cuan<strong>do</strong> se pone el segun<strong>do</strong> y éste cuan<strong>do</strong> el ter­<br />

cero.<br />

Recomen<strong>da</strong>mos pues, que la operación de llenar los<br />

vasos quede termina<strong>da</strong> dentro del día.<br />

Es preciso tener en cuenta que los envases deben<br />

que<strong>da</strong>r vacíos en un cuarto ó quinto de su capaci<strong>da</strong>d,<br />

porque si se llenaran, los gases que desprende la fer­<br />

mentación, <strong>da</strong>rían lugar á que el mosto rebosase y se<br />

perdiese en gran parte la espuma, la casca, etc., y has­<br />

ta á que el envase estallase.<br />

III<br />

De la casca.<br />

La generali<strong>da</strong>d conocen que la casca ó madre que<br />

no es sino el hollejo de la uva ya pisa<strong>da</strong>, contiene la<br />

sustancia colorante, por consiguiente el color del vino<br />

será mayor ó menor según la canti<strong>da</strong>d de casca conque<br />

fermente el vino.<br />

Esta canti<strong>da</strong>d varía según el destino que se dé al vi­<br />

no, pues veremos más adelante que ciertas operacio­<br />

nes necesarias, contribuyen á su decoloración. Si se<br />

trata de venderlo en segui<strong>da</strong>, la canti<strong>da</strong>d de casca será<br />

menor; mas si ha de conservarse en las bodegas, co­<br />

mo ha de sufrir trasiegos, y por tanto decoloraciones,<br />

la canti<strong>da</strong>d ha de ser mayor.<br />

Tenien<strong>do</strong> en cuenta que un 10 por 100 produce vi­<br />

nos de color vivo y transparente, regúlese por esto la<br />

canti<strong>da</strong>d que debe echarse según sea el que se desee,


VITICULTURA á5<br />

En cuanto al tiempo que debe permanecer la casca<br />

con el vino suele ser, por regla general de tres me­<br />

ses, cuan<strong>do</strong> se destina á conservarle en la bodega.<br />

Este perío<strong>do</strong> será mayor ó menor según el color que<br />

deba tener el vino y según la aspereza que quiera co­<br />

municarse á su sabor, pues fermentan<strong>do</strong> con el esco­<br />

bajo y permanecien<strong>do</strong> con él, ba de ir asimilán<strong>do</strong>se<br />

más y más, el sabor y las propie<strong>da</strong>des astringentes de<br />

éste.<br />

Si el vino se viciase ó adquiriese algún resabio, con­<br />

viene separarle inmediatamente de la madre.<br />

IV<br />

Observaciones varias.<br />

Cuan<strong>do</strong> la bodega ó cocedero tiene una temperatu­<br />

ra regular (15 á 20 gran<strong>do</strong>s) se halla en buenas con­<br />

diciones para que la fermentación se desarrolle.<br />

Para determinar la hume<strong>da</strong>d de la bodega ó coce­<br />

dero; es preciso tener constantemente en ella un aparato<br />

llama<strong>do</strong> higrómetro, al cual debe ir uni<strong>do</strong> un ter­<br />

mómetro, para apreciar la temperatura. El primero<br />

sirve para determinar el esta<strong>do</strong> de hume<strong>da</strong>d del aire.<br />

A 50 gra<strong>do</strong>s marca aire seco, á 80 marca aire húme­<br />

<strong>do</strong>. Uno y otro extremo son perjudiciales. El primero<br />

se corrige regan<strong>do</strong> la bodega y los envases, y el segun­<br />

<strong>do</strong> encendien<strong>do</strong> fuego; ambos medios en proporción<br />

suficiente para que el higrómetro marque de 60 á 70<br />

gra<strong>do</strong>s de hume<strong>da</strong>d que son los que debe tener el am­<br />

biente del cocedero.


46 VINIFICACIÓN<br />

Cuan<strong>do</strong> la temperatura es menor ó mayor de los 15<br />

á 20 gra<strong>do</strong>s que ya hemos dicho debe tener, es preciso<br />

normalizarla ya ventilán<strong>do</strong>la convenientemente ó<br />

encendien<strong>do</strong> estufas ó por cualquier otro medio de los<br />

muchos que se practican.<br />

Prepara<strong>do</strong> to<strong>do</strong> con arreglo á nuestras instrucciones,<br />

la fermentación se presenta espontánea y franca<br />

dentro de las <strong>do</strong>ce horas. La temperatura del mosto<br />

•comienza á subir y llega hasta los 35 gra<strong>do</strong>s. Este exceso<br />

de calórico en la masa que fermenta tiene su origen<br />

en el gran desarrollo del áci<strong>do</strong> carbónico.<br />

Si se observa el mosto, cual debe hacerse durante<br />

el primer perío<strong>do</strong> de su fermentación, se verá que se<br />

presenta turbio; el volumen de la masa fermentante<br />

crece; en su centro aparecen, cual brotan<strong>do</strong> de su<br />

fon<strong>do</strong>, inmensi<strong>da</strong>d de burbujitas; la superficie va<br />

poco á poco cubrién<strong>do</strong>se de las heces que contiene<br />

el mosto, forman<strong>do</strong> así lo que se llama copete ó sombrero.<br />

To<strong>do</strong>s estos fenómenos se producen porque el azúcar<br />

de la uva, al descomponerse, origina el alcohol y<br />

el gas áci<strong>do</strong> carbónico. Este, impulsa<strong>do</strong> hacia la superficie<br />

subdividi<strong>do</strong> en multitud de burbujas, se adhiere<br />

á cuantos cuerpos halla á su paso que los arrastra<br />

consigo, é interponién<strong>do</strong>se entre las capas del mosto,<br />

resultan to<strong>do</strong>s los fenómenos cita<strong>do</strong>s.<br />

El olor vinoso que paulatinamente va desprendién<strong>do</strong>se<br />

del mosto en fermentación á medi<strong>da</strong> que sube su<br />

temperatura, es produci<strong>do</strong> por el alcohol.<br />

En este esta<strong>do</strong> el mosto, cuan<strong>do</strong> la fermentación


VITICULTURA . 47<br />

está en to<strong>do</strong> su apogeo, es cuan<strong>do</strong> se dice «que tiene<br />

lugar la fermentación tumultuosa».<br />

Su duración no pasa de diez ó <strong>do</strong>ce días, al cabo de<br />

los cuales las materias en suspensión comienzan á<br />

precipitarse y poco á poco se aclara el vino, aunque<br />

sigue el perío<strong>do</strong> de fermentación lenta hasta la com­<br />

pleta vinificación del mosto.<br />

Diversas formas de fermentación.<br />

Eetrocedien<strong>do</strong> al momento de empezar las opera­<br />

ciones para la fermentación, conviene decir algunas<br />

palabras acerca de las formas varias en que los cose­<br />

cheros disponen los envases ó recipientes de la fer­<br />

mentación.<br />

Hay quien defiende calorosamente la fermentación<br />

tapa<strong>da</strong>, y otros prefieren sistemáticamente la abierta.<br />

Los primeros suponen que el mosto para fermentar<br />

no necesita la acción del oxígeno ó sea el contacto con<br />

el aire, porque perjudica; como si desde el momento<br />

en que la uva se corta hasta que se deposita en los en­<br />

vases, no estuviese ya suficientemente oxigena<strong>da</strong>.<br />

En cambio los otros, parti<strong>da</strong>rios de tener las vasijas<br />

completamente abiertas, lo son fundán<strong>do</strong>se en que el<br />

mosto se hace vino más pronto, tiene más color y está<br />

antes en disposición de <strong>da</strong>rse al consumo, pero olvi<strong>da</strong>n<br />

los que así razonan que en cambio tiene el peligroso<br />

inconveniente de que el sombrero ó copete, se aceti­<br />

fica ó agria con facili<strong>da</strong>d y con él to<strong>do</strong> el mosto.


'48 VINIFICACIÓN<br />

Nosotros creemos que la fermentación tapa<strong>da</strong> es<br />

mejor que la abierta, porque evita las alternativas conque<br />

el aire seco ó húme<strong>do</strong> puede influir en la masa<br />

fermentante, y porque la fermentación actúa con más<br />

lentitud.y regulari<strong>da</strong>d.<br />

Las vasijas no pueden estar herméticamente cerra<strong>da</strong>s,<br />

porque los efectos del áci<strong>do</strong> carbónico, si no eran<br />

bastantes á forzar la vasija, se mezclarían con el cal<strong>do</strong>,<br />

y al destaparlo, produciría la detonación de los vinos<br />

espumosos y cervezas.<br />

Pero para evitar esto se ponen válvulas que permitan<br />

la sali<strong>da</strong> del gas, estorban<strong>do</strong> el paso al aire; pero<br />

como to<strong>do</strong>s saben lo perjudicial que para la salud es<br />

el áci<strong>do</strong> carbónico, lo mejor que puede aceptarse es el<br />

sistema que consiste en un tubo, uno de cuyos extremos<br />

entre en el envase y el exterior vaya á parar á un<br />

pequeño recipiente con agua. Dan<strong>do</strong> así sali<strong>da</strong> al gas,<br />

éste no se esparce por el ambiente, sino que se deposita<br />

en el agua.<br />

Sin embargo de lo dicho en pro de este sistema, nos<br />

parece aceptable el sistema mixto recomen<strong>da</strong><strong>do</strong> por<br />

algunos, que consiste en tapar los vasos con lienzos<br />

poco tupi<strong>do</strong>s ó en dejarles una pequeñísima abertura.<br />

VI<br />

Bazuqueo ó falsos fon<strong>do</strong>s.<br />

Poco después de inicia<strong>da</strong> la fermentación, las materias<br />

en suspensión que contiene el mosto, la casca,y<br />

el esoobajo, suben, como se ha dicho ya, impeli<strong>da</strong>s por


I<br />

VINIFICACIÓN 49<br />

el áci<strong>do</strong> carbónico á la superficie forman<strong>do</strong> el copete.<br />

La casca, escobajo y demás contienen la sustancia<br />

colorante y el tanino en gran proporción, y por este<br />

último, al estar en contacto el copete con el aire, sube<br />

su temperaturaá más gra<strong>do</strong>s que los que tiene el mosto.<br />

Para evitar que su prolonga<strong>do</strong> contacto con el aire<br />

le acetifique, y para <strong>da</strong>r mayor calor al mosto, para que<br />

las sustancias colorantes influyan en él, así como el<br />

tanino, es por lo que se practica la operación del ba­<br />

zuqueo , que consiste en sumergir el sombrero y agi­<br />

tarle, repitién<strong>do</strong>lo ca<strong>da</strong> <strong>do</strong>ce horas hasta que termine<br />

la fermentación tumultuosa.<br />

Como puede suponerse, la operación es incómo<strong>da</strong> y<br />

además sólo puede practicarse cuan<strong>do</strong> se usa la fermen­<br />

tación abierta que nosotros hemos rechaza<strong>do</strong>.<br />

Para sustituirla con ventaja y con aplicación para<br />

los envases de fermentación tapa<strong>da</strong>, se usan los falsos<br />

fon<strong>do</strong>s.<br />

Son éstos especie de basti<strong>do</strong>res hechos con listones<br />

de madera ó malla de bramante que, sujetos de trecho<br />

en trecho por otros listones perpendiculares, dividen<br />

el envase en secciones.<br />

Con esto se consigue que la casca ó el sombrero no<br />

se fije en la superficie, estan<strong>do</strong> por el contrario bien<br />

dividi<strong>da</strong> y mezcla<strong>da</strong>.<br />

Entre otras ventajas, á más de la dicha, tiene la de<br />

acelerar la fermentación, evitan<strong>do</strong> los perjuicios de la<br />

larga maceración, y la de que al sacar el vino del en­<br />

vase, los falsos fon<strong>do</strong>s obren como filtros, detenien<strong>do</strong><br />

to<strong>da</strong>s las heces y salien<strong>do</strong> aquél más limpio y puro<br />

4


50 VITICULTURA<br />

VII<br />

Vigilancia de los cocederos mientras dura<br />

la fermentación.<br />

Por mucha que se tenga nunca será excesiva. Estu­<br />

díese el mosto diariamente, extrayen<strong>do</strong> por una cani­<br />

lla al efecto una pequeña canti<strong>da</strong>d. To<strong>do</strong>s los días debe<br />

ensayarse con el pesa-mosto y el termómetro.<br />

Como quiera que la descomposición del azúcar in-,<br />

dica que la vinificación avanza, téngase en cuenta esto<br />

para que mientras el mosto aparezca sobre cero , es<br />

prueba que aun no tiene que fermentar, y si se detu­<br />

viera antes de llegar á cero, se hicieran las correcciones<br />

necesarias si no se quiere que el vino resulte aboca<strong>do</strong>.<br />

Si la fermentación fuese demasia<strong>do</strong> lenta, puede<br />

acelerarse por medio del airea<strong>do</strong>, que consiste en in­<br />

troducir en la masa fermentante una corriente de aire<br />

por medio de una bomba aspirante impelente.<br />

Si se interrumpiese, corríjase sin pérdi<strong>da</strong> de tiempo<br />

apelan<strong>do</strong> á calentar el cocedero, á mecer el conteni<strong>do</strong><br />

de los envases, á añadir mosto en plena fermentación<br />

ó calenta<strong>do</strong> á 75 gra<strong>do</strong>s, á calentar la masa fermentan­<br />

te por medio de calenta<strong>do</strong>res análogos á los emplea<strong>do</strong>s<br />

caseros, etc., etc.


VINIFICACIÓN 51<br />

VIII<br />

Belleno de los vasos.<br />

Se recor<strong>da</strong>rá que al tratar del envase de los mostos,<br />

hemos recomen<strong>da</strong><strong>do</strong> que sólo se echase cal<strong>do</strong> hasta<br />

ocupar las tres cuartas partes de la capaci<strong>da</strong>d de los<br />

recipientes, dejan<strong>do</strong> la otra parte para ser ocupa<strong>da</strong><br />

por el aumento de volumen de la masa fermentante y<br />

el desarrollo de los gases.<br />

Pues bien; ahora se presenta, cuan<strong>do</strong> la fermenta­<br />

ción está próxima á terminar, la cuestión de si se debe<br />

•ó no rellenar ese vacío.<br />

Ensayemos el cal<strong>do</strong> con el pesa-mosto.<br />

Puede marcar uno, <strong>do</strong>s ó más gra<strong>do</strong>s sobre cero.<br />

Si es sobre cero, indica que el cal<strong>do</strong> no ha fermen­<br />

ta<strong>do</strong> del to<strong>do</strong>.<br />

En este caso, si se desea que la fermentación ter­<br />

mine y el vino se haga pronto, no deben rellenarse los<br />

vasos.<br />

Pero si se quiere tener el vino sobre la madre para<br />

venderlo ó consumirlo más adelante, entonces sí deben<br />

rellenarse los vasos, por la razón antes indica<strong>da</strong>, y la<br />

fermentación continuará disminuyen<strong>do</strong> lentamente<br />

hasta ser completa.<br />

Si en el ensayo practica<strong>do</strong> el pesa-mosto marca<br />

cero, entonces deben rellenarse los envases antes de<br />

que el cal<strong>do</strong> se aclare.<br />

Para el relleno deben elegirse siempre los mejores<br />

cal<strong>do</strong>s de la bodega.


52 VITICULTURA<br />

IX<br />

Maeeración de los mostos.<br />

Entiéndese por maeeración el acto de estar mezcla­<br />

<strong>do</strong> el mosto con las heces.<br />

Cuan<strong>do</strong> se desea que éstas no permanezcan mucho<br />

tiempo en el cal<strong>do</strong>, porque posean excesiva canti<strong>da</strong>d<br />

de principios curtientes y se deseen vinos flojos y no<br />

muy colorea<strong>do</strong>s, lo mejor es extraer el cal<strong>do</strong> transcu­<br />

rri<strong>do</strong>s seis días, pasán<strong>do</strong>lo á otros envases <strong>do</strong>nde con­<br />

tinúe su fermentación lenta é insensible.<br />

A esto se llama maeeración rápi<strong>da</strong>.<br />

La maeeración lenta consiste en tener las heces con<br />

el cal<strong>do</strong> to<strong>do</strong> el tiempo que dure la fermentación,<br />

bazuqueán<strong>do</strong>lo á menu<strong>do</strong> ó mantenién<strong>do</strong>lo en la for­<br />

ma que hemos indica<strong>do</strong> al hablar de los falsos fon<strong>do</strong>s.<br />

Sin embargo, cuan<strong>do</strong> no se desea que la maeeración<br />

sea prolonga<strong>da</strong>, esto es, que el vino repose con la ma­<br />

dre, se <strong>da</strong>rá aquélla por termina<strong>da</strong> á los diez ó <strong>do</strong>ce<br />

días, ó antes si se nota que el cal<strong>do</strong> ha adquiri<strong>do</strong> olor<br />

y color vinoso y el pesa-mosto acusa cero gra<strong>do</strong>s de<br />

densi<strong>da</strong>d.<br />

Entonces se procede al descube, mu<strong>da</strong>n<strong>do</strong> los cal­<br />

<strong>do</strong>s de vasija, aireán<strong>do</strong>los lo menos posible. Esta ope­<br />

ración se efectúa por medio de grandes grifos ó por<br />

bombas de trasiego.


VINIFICACIÓN 53<br />

X<br />

Cuan<strong>do</strong> termina la fermentación tumultuosa.<br />

Puede decirse que ha termina<strong>do</strong>, cuan<strong>do</strong> el mosto<br />

llega á cero gra<strong>do</strong>s en el pesa-mostos.<br />

El desprendimiento del áci<strong>do</strong> carbónico cesa y cesa<br />

la ebullición por él produci<strong>da</strong>, así como el silbi<strong>do</strong> ca­<br />

racterístico de aquélla.<br />

La temperatura del cal<strong>do</strong> desciende hasta ser igual<br />

á la del cocedero y su sabor dulzón, que recuer<strong>da</strong> el<br />

del mosto puro, se transforma en sabor á vino y pi­<br />

cante.<br />

El líqui<strong>do</strong> se clarea poco á poco y el color sucio de<br />

antes aparece más limpio y adquiere viveza.<br />

Además, las materias en suspensión mientras fer­<br />

menta, se precipitan y descienden al fon<strong>do</strong>; primero<br />

el sombrero con to<strong>do</strong> lo que le constituye, y luego las<br />

que contribuyen al esta<strong>do</strong> turbioso del cal<strong>do</strong>.<br />

Para conocer si el mosto está bien fermenta<strong>do</strong> se<br />

hace una prueba bien fácil.<br />

Se llena un vaso de medio cuartillo y se tiene en<br />

reposo to<strong>da</strong> una noche. Al día siguiente se examina y<br />

si está claro es señal de que está bien, puesto que no<br />

se vuelve.<br />

Por el contrario, si se vuelve es señal de que no ha<br />

fermenta<strong>do</strong> bien , y más falta tendrá de fermentación<br />

cuanto más se enturbie el vino del vaso.<br />

Este defecto se corrige sostenien<strong>do</strong> la bodega á una<br />

temperatura conveniente y constante.


CAPÍTULO QUINTO<br />

De la conservación ele los vinos.<br />

Ha termina<strong>do</strong> la fermentación tumultuosa.<br />

Los cal<strong>do</strong>s entran ahora en ese perío<strong>do</strong> de calma<br />

que sigue á su anterior fiebre.<br />

Se inicia la fermentación lenta é insensible cuya<br />

duración es muy varia, según el clima y la clase del<br />

vino.<br />

Hasta ahora ha permaneci<strong>do</strong> sobre la madre, si el<br />

cal<strong>do</strong> es de naturaleza de los que deben tenerla ó ha<br />

esta<strong>do</strong> aclarán<strong>do</strong>se.<br />

Llega<strong>do</strong>s Enero y Febrero empiezan de nuevo las<br />

manipulaciones y cui<strong>da</strong><strong>do</strong>s que la conservación del<br />

mosto ya transforma<strong>do</strong> en vino, exige.<br />

Vamos á exponerlas por el orden que deben hacerse.<br />

I<br />

De los trasiegos en general.<br />

Sabi<strong>do</strong> es de to<strong>do</strong>s, que por trasegar se entiende el<br />

acto de cambiar al vino de unos á otros envases.<br />

Generalmente esta operación ha si<strong>do</strong> y es practica-


56 VITICULTURA<br />

<strong>da</strong> sistemáticamente sin conocimiento de causa, obe­<br />

decien<strong>do</strong> solamente á la costumbre estableci<strong>da</strong> de lar­<br />

gos años y enseña<strong>da</strong> rutinariamente de padres á hijos.<br />

Nosotros queremos que obedezca al estudio y ob­<br />

servación que de los vinos se haga, tenien<strong>do</strong> en cuen­<br />

ta su color y sabor, su fuerza alcohólica y otros ante­<br />

cedentes que vamos á exponer sucintamente.<br />

1.»<br />

Lo primero que debe hacer el vinicultor inteligen­<br />

te, es examinar deteni<strong>da</strong>mente el vino que trata de<br />

trasegar.<br />

Con los que se destinan al consumo de la población<br />

y al suyo propio, dicho está que no es preciso el esme­<br />

radísimo cui<strong>da</strong><strong>do</strong> que exigen los que han de ser des­<br />

tina<strong>do</strong>s al comercio.<br />

En éstos es necesario que el color sea vivo, acen­<br />

tua<strong>do</strong> y resistente. Para ésto es preciso tener en cuen­<br />

ta que el azufra<strong>do</strong> de los vasos, ya explica<strong>do</strong> en otro<br />

lugar, sea mayor .ó menor según la intensi<strong>da</strong>d de color<br />

que presente el vino, pues el azufre influye sobre él<br />

decolorán<strong>do</strong>lo.<br />

También puede haberse teni<strong>do</strong> la precaución de<br />

acentuar el color al echar la casca en el mosto, hacién­<br />

<strong>do</strong>lo en una canti<strong>da</strong>d mayor que la ordinaria, contan­<br />

<strong>do</strong> con la decoloración que habría de sufrir en esta<br />

operación.<br />

El sabor, es asimismo, cuestión de importancia, y<br />

cuan<strong>do</strong> es áspero desaparece ó se aminora por el tra­<br />

siego.


VINIFICACIÓN . 57<br />

Pero si además de éste, tuviera otro ú otros de los<br />

que se pue<strong>da</strong> deducir principio de vicio ó enferme<strong>da</strong>d,<br />

debe corregirse inmediatamente, conforme á lo que en<br />

otro capítulo expondremos.<br />

2.0<br />

Otra condición del vino, que debe apreciarse con<br />

exactitud antes de verificar el trasiego, es su fuerza.<br />

Aunque la química dispute acerca de qué elementos<br />

son los que <strong>da</strong>n al vino su fuerza, mientras no se lle­<br />

gue á un acuer<strong>do</strong>, nosotros tenemos derecho y razón<br />

para seguir creyen<strong>do</strong> que aquélla depende del alcohol.<br />

En esta inteligencia, en virtud de la importancia<br />

que tiene para la conservación del cal<strong>do</strong> en que se en­<br />

cuentra, recomen<strong>da</strong>mos que se gradúe el vino que se<br />

trata de trasegar.<br />

Para este objeto hay distintos aparatos llama<strong>do</strong>s<br />

alcoholómetros, que toman el nombre de sus invento­<br />

res, y que se difieren entre sí por su forma y procedi­<br />

miento; su objeto es el mismo.<br />

Determina<strong>do</strong>s los gra<strong>do</strong>s, puede el vinicultor deci­<br />

dir si debe ó no añadir alcohol, partien<strong>do</strong> del principio<br />

de que los vinos de 10 á 12 gra<strong>do</strong>s no sirven para con­<br />

servarse, pues apenas si llegan enteramente sanos de<br />

una á otra cosecha; y que la fuerza alcohólica mínima<br />

que necesita un vino para conservarse es de 13 á 14<br />

gra<strong>do</strong>s.<br />

Al efectuar el trasiego se añade la canti<strong>da</strong>d de al­<br />

cohol que se necesite.<br />

Daría mejores resulta<strong>do</strong>s la mezcla de los vinos de


58 VITICULTURA<br />

diferentes fuerzas alcohólicas, hasta obtener uno con<br />

la fuerza que se desee, pues el adicionar alcohol, hace<br />

perder á los vinos su finura.<br />

3.°<br />

En el lugar correspondiente tratamos del azufra<strong>do</strong><br />

de los envases, y entonces nos referíamos únicamente<br />

á cuan<strong>do</strong> éstos están vacíos y han de conservarse así<br />

algún tiempo.<br />

Cuan<strong>do</strong> conviene azufrar los vinos, al trasegarlos<br />

se procede del mismo mo<strong>do</strong> ya indica<strong>do</strong>, cui<strong>da</strong>n<strong>do</strong> que<br />

al depositar el vino en el envase <strong>do</strong>nde está ardien<strong>do</strong>-<br />

la mecha, no se escape el gas produci<strong>do</strong> por la com­<br />

bustión del azufre.<br />

Puede hacerse también en la forma que lo hacen<br />

en algunas regiones de Francia y que indu<strong>da</strong>blemente-<br />

es mejor que el indica<strong>do</strong> medio.<br />

Consiste en azufrar bien una canti<strong>da</strong>d de vino, que-<br />

mezcla<strong>da</strong> después con los trasega<strong>do</strong>s, en la debi<strong>da</strong> pro­<br />

porción, produzca los efectos que por el azufra<strong>do</strong> di­<br />

recto se desean.<br />

Aquel azufra<strong>do</strong> se efectúa queman<strong>do</strong> en un tonel de<br />

gran cabi<strong>da</strong>, una buena mecha (<strong>do</strong>s cuartas de larga)<br />

y echan<strong>do</strong> encima 25 ó 30 litros; se tapa bien y se<br />

agita hasta que el gas produci<strong>do</strong> se mezcle completa­<br />

mente con el líqui<strong>do</strong>. En segui<strong>da</strong> se quema otra me­<br />

cha, se vierte igual canti<strong>da</strong>d de vino, se tapa y se agi­<br />

ta, y así se repite la misma operación hasta llenar el<br />

tonel. Después se hace el cálculo de los gramos de azu­<br />

fre que corresponden á ca<strong>da</strong> litro, dividien<strong>do</strong> el total


VINIFICACIÓN 59'<br />

de gramos de azufre quema<strong>do</strong>, por el total de litros de<br />

vino verti<strong>do</strong> en el tonel.<br />

Hecha la cuenta, para usarlo, basta saber los gra­<br />

mos de azufre que hubiera si<strong>do</strong> preciso quemar por el<br />

otro procedimiento, y poner tanto vino azufra<strong>do</strong> en<br />

ca<strong>da</strong> pipa que haya de recibir el cal<strong>do</strong> trasega<strong>do</strong>, como<br />

sea preciso para que tenga aquellos gramos. Después<br />

se vierte encima el vino nuevo para que se mezcle bien<br />

con el azufra<strong>do</strong>.<br />

Puede suceder que se azufre el vino más de lo ne­<br />

cesario, y para quitarle el azufre vamos á <strong>da</strong>r un me­<br />

dio que debemos á un ilustra<strong>do</strong> autor.<br />

Se hacen previos ensayos, con pequeñas canti<strong>da</strong>des<br />

conoci<strong>da</strong>s del vino que se trata, añadién<strong>do</strong>le una can­<br />

ti<strong>da</strong>d también conoci<strong>da</strong> de cal apaga<strong>da</strong>. Estos ensayos<br />

tienen por objeto determinar la canti<strong>da</strong>d de cal que<br />

debe emplearse, para que sin decolorar el vino desapa­<br />

rezca el azufre, por la propie<strong>da</strong>d que tiene la cal apa­<br />

ga<strong>da</strong> de absorber el gas áci<strong>do</strong> sulfuroso.<br />

Después se añade á los toneles ó envases cuyo azu­<br />

fra<strong>do</strong> conviene desaparezca, la canti<strong>da</strong>d proporcional<br />

de cal apaga<strong>da</strong>.<br />

También para desazufrar los cal<strong>do</strong>s se usa una ca­<br />

nilla de regadera, por la que al salir el vino, lo hace<br />

dividi<strong>do</strong> en multitud de finísimos chorros, con lo cual<br />

se consigue la evaporación del áci<strong>do</strong> sulfuroso, al po­<br />

nerse en contacto del aire.<br />

Estas tres ó cuatro observaciones deben preceder á<br />

la operación del trasiego.<br />

El objeto que con él se propone el vinicultor es de-


60 VITICULTURA<br />

purarlo, por consiguiente deben repetirse para que el<br />

vino vaya separán<strong>do</strong>se de sus lias, hasta que aparez­<br />

ca bien claro y depura<strong>do</strong>.<br />

Con el trasiego se consigue también airear los cal­<br />

ilos ayudán<strong>do</strong>les de este mo<strong>do</strong> á adquirir sus buenas<br />

cuali<strong>da</strong>des, perfume y finura.<br />

La operación puede ejecutarse por medio de odres<br />

ó pellejos, cuan<strong>do</strong> se desea que los vinos se aireen, que<br />

suele ser con aquellos vinos robustos de pasto y pos­<br />

tre. Pero cuan<strong>do</strong> los vinos son endebles, el airea<strong>do</strong> les<br />

perjudica y es preciso recurrir entonces á las bombas<br />

especiales de trasiego, aunque éstas generalmente no<br />

<strong>da</strong>n buen resulta<strong>do</strong> por lo imperfectas.<br />

Si, como ya dijimos, la cueva de conservación estu­<br />

viese debajo del cocedero y no á distancia, ó los en­<br />

vases que han de recibir el vino se hallasen en el mis­<br />

mo cocedero, entonces lo mejor es valerse de mangas<br />

que enchufa<strong>da</strong>s la primera á la canilla de la cuba de<br />

fermentación y los demás trozos entre sí, lleven el<br />

vino á <strong>do</strong>nde se desee; es lo más cómo<strong>do</strong> y de mejores<br />

resulta<strong>do</strong>s.<br />

II<br />

Precauciones.<br />

El vino ya trasega<strong>do</strong>, necesita á veces nuevas adi­<br />

ciones de alcohol; y para añadírselo, es preciso proce­<br />

der como dijimos al tratar de la adición de alcohol á<br />

los mostos, es decir, de mo<strong>do</strong> que el espíritu quede


VINIFICACIÓN 61<br />

bien reparti<strong>do</strong>, porque por su escaso peso específico,<br />

tiende á elevarse á las capas superiores.<br />

Esto <strong>da</strong>ría lugar á que el vino del centro y fon<strong>do</strong> de<br />

la masa fuese de condiciones menos buenas que el de<br />

la capa superior, sucedien<strong>do</strong> que dentro de un mismo^<br />

vaso hubiese vinos de distintas clases.<br />

Sin embargo, bueno será que la superficie de la<br />

masa vinosa, esté ocupa<strong>da</strong> por una capa de alcohol<br />

superior, que ofrezca mayor resistencia á los agentes<br />

exteriores.<br />

Los vasos deben estar bien tapa<strong>do</strong>s; y á fin de que-<br />

lo estén en las mejores condiciones, puede usarse el<br />

tapón-filtro que perfectamente a<strong>da</strong>pta<strong>do</strong> á la boca del<br />

envase, permite la entra<strong>da</strong> del aire, que al pasar por<br />

él que<strong>da</strong> purifica<strong>do</strong> de to<strong>do</strong> germen nocivo.<br />

III<br />

Congelación de los vinos.<br />

Para depurar los vinos y mejorarlos dán<strong>do</strong>les ma­<br />

yor riqueza alcohólica, hay un medio, que aunque cos­<br />

toso, es eficaz, si bien en algunos países resulta im­<br />

practicable por lo caro. Nosotros lo exponemos coma<br />

una curiosi<strong>da</strong>d y cumplien<strong>do</strong> un deber, aunque reco­<br />

nozcamos de antemano que muy pocos le utilizarán<br />

por las dificultades que ofrece.<br />

Este medio es congelar los vinos.<br />

No hablaremos de la congelación artificial por me­<br />

dio de grandes máquinas, por lo carísimo que esto re-


•62 VITICULTURA<br />

sultaria, ni aconsejamos la que se consigue por medio<br />

de garrafas metálicas, porque suelen <strong>da</strong>r mal gusto al<br />

vino.<br />

La natural, solo es practicable en las regiones del<br />

Norte, <strong>do</strong>nde la temperatura desciende algunos días<br />

bastantes gra<strong>do</strong>s bajo cero.<br />

Se consigue trasegan<strong>do</strong> el cal<strong>do</strong> á barriles pequeños<br />

(4 ó 6 arrobas de cabi<strong>da</strong>) y exponién<strong>do</strong>los al aire li­<br />

bre del Norte, en los días y noches que el frío descien­<br />

<strong>da</strong> á 4 ó 6 gra<strong>do</strong>s bajo cero. En seis días se consigue<br />

la congelación.<br />

Entonces se trasiegan de nuevo, colocan<strong>do</strong> bajo las<br />

espitas pequeñas, cola<strong>do</strong>res ó ce<strong>da</strong>zos que detengan las<br />

cristalizaciones de la congelación, de tal mo<strong>do</strong>, que<br />

solo filtre la parte no congela<strong>da</strong>. Después se conservan<br />

en parajes frescos.<br />

Este procedimiento suele producir un diez por cien­<br />

to de mermas.<br />

Calefacción de los vinos.<br />

Algunas veces conviene <strong>da</strong>r condiciones de viejos ó<br />

rancios á los vinos nuevos, que si tienen gran fuerza<br />

alcohólica, se consigue fácilmente sometién<strong>do</strong>les por<br />

espacio de tres ó cuatro meses (según sea el gra<strong>do</strong> de<br />

aquélla) á una temperatura de 35 gra<strong>do</strong>s.<br />

Si por medio de los enotermos se eleva esta tempe­<br />

ratura durante ocho ó diez minutos á sesenta gra<strong>do</strong>s,


VINIFICACIÓN 63<br />

pocos más ó menos, entonces se consigue otro resul­<br />

ta<strong>do</strong> no menos ventajoso que aquél. .<br />

Esto es; matar to<strong>do</strong>s los gérmenes de fermentación<br />

y los restos que de aquélla conserva, ponien<strong>do</strong> así á<br />

los vinos, en condiciones de una conservación perfec­<br />

ta y prolonga<strong>da</strong>.<br />

Hay otro medio de calentar los vinos.<br />

Consiste en una caldera de cobre ancha más que<br />

profun<strong>da</strong>, con su tapadera que lleva un tubo que lle­<br />

ga al fon<strong>do</strong> del recipiente y termina en forma de em­<br />

bu<strong>do</strong> por la parte exterior.<br />

Por este tubo entra el vino directamente de los to­<br />

neles, á los cuales se aplica un grifo que regule la ve­<br />

loci<strong>da</strong>d del chorro y sale por otro grifo igual coloca<strong>do</strong><br />

en la parte superior de la caldera. Al la<strong>do</strong> de este gri­<br />

fo se coloca un termómetro, el cual marca la tempera­<br />

tura que en la caldera toma el vino, no debien<strong>do</strong> ser<br />

aquélla menor de 60 gra<strong>do</strong>s.<br />

Llena de vino la caldera y tapa<strong>da</strong>, se calienta con un<br />

hornillo de llama; y cuan<strong>do</strong> le haya eleva<strong>do</strong> á una tem­<br />

peratura entre 60 y 65 gra<strong>do</strong>s, se abren los <strong>do</strong>s grifos,<br />

regulán<strong>do</strong>los de mo<strong>do</strong> que el vino que del tonel entra<br />

en la caldera sea igual en canti<strong>da</strong>d al que sale ya ca­<br />

lenta<strong>do</strong>.<br />

En una caldera de 300 litros de cabi<strong>da</strong> se pueden<br />

calentar unos 18 litros de vino por minuto.<br />

. La calefacción por este medio, fortifica el vino po­<br />

nién<strong>do</strong>le en condiciones de resistir los calores del ve­<br />

rano sin detrimento en sus condiciones.


64 VITICULTURA<br />

V<br />

Otros medios de conservación y preservativos.<br />

Desde antiguo viene pregonán<strong>do</strong>se la excelencia de<br />

algunas sustancias que agrega<strong>da</strong>s al vino le preservan<br />

de sus enferme<strong>da</strong>des espontáneas, pero sucede gene­<br />

ralmente que la mayor parte de ellas son contrapro­<br />

ducentes por las reacciones á que <strong>da</strong>n lugar y destru­<br />

yen propie<strong>da</strong>des principalísimas del vino y porque<br />

además se usan rutinariamente, sin conciencia de lo<br />

que se hace y muchas veces hacien<strong>do</strong> de ellas un uso<br />

inmodera<strong>do</strong>.<br />

Lo qué seria más de desear es que los vinicultores<br />

perfeccionaran la elaboración de sus cal<strong>do</strong>s, para ha­<br />

cer innecesario el uso de sustancia alguna, pero ya<br />

que esto no es hoy factible, citaremos algunas, las<br />

principales.<br />

El alcohol, el áci<strong>do</strong> sulfuroso, el sulñto de cal, el áci­<br />

<strong>do</strong> bórico, el áci<strong>do</strong> cinámico, etc.<br />

Refirién<strong>do</strong>nos sólo á los más generaliza<strong>do</strong>s, debemos<br />

manifestar que el alcohol, considera<strong>do</strong> como el mejor<br />

antiséptico y conserva<strong>do</strong>r de las sustancias orgánicas,<br />

se usa mucho y nosotros no le rechazamos del to<strong>do</strong>,<br />

pero no se nos ocultan las dificultades que ofrece su<br />

uso, en lo que se refiere á la determinación de la <strong>do</strong>­<br />

sis que debe propinarse á ca<strong>da</strong> cal<strong>do</strong> en particular.<br />

El mo<strong>do</strong> de usarlo, explica<strong>do</strong> que<strong>da</strong> ya y no lo repe­<br />

tiremos.


VITICULTURA 65<br />

El áci<strong>do</strong> sulfuroso es muy emplea<strong>do</strong> para preservar<br />

á los cal<strong>do</strong>s de fermentaciones extemporáneas.<br />

Se usa como gas, por medio de la combustión de<br />

mechas azufra<strong>da</strong>s; como solución acuosa; y como so­<br />

lución alcohólica.<br />

El primer medio es el más conveniente para la des­<br />

infección y conservación de los envases; la solución<br />

alcohólica es la más enérgica, si de lo que se trata es<br />

de azufrar los cal<strong>do</strong>s.<br />

Pero ofrece también sus peligros por la dificultad<br />

misma del anterior; pero en este caso son más graves,<br />

porque un exceso de azufra<strong>do</strong>, es causa de que conver­<br />

ti<strong>do</strong> el áci<strong>do</strong> sulfuroso en áci<strong>do</strong> sulfhídrico, éste comu­<br />

nique al vino un olor corrompi<strong>do</strong> y repugnante muy<br />

difícil de quitar.<br />

No decimos más porque en otro lugar hemos habla­<br />

<strong>do</strong> ya del azufra<strong>do</strong> de envases y de cal<strong>do</strong>s.<br />

El sulfito de cal, el áci<strong>do</strong> bórico y el cinámico, que<br />

sólo les citamos porque algunos vinicultores les usan,<br />

ofrecen más peligros que ventajas; y sin detenernos á<br />

examinarlos, pasaremos á hablar del que consideramos<br />

el antiséptico, el conserva<strong>do</strong>r por excelencia.<br />

Este es el áci<strong>do</strong> salicílico.<br />

Es tan enérgico en su acción, que basta una peque­<br />

ñísima parte para una gran masa de vino.<br />

Debemos advertir lealmente para prevenir á los vi­<br />

nicultores, que esta sustancia, usa<strong>da</strong> con exceso é in­<br />

motiva<strong>da</strong>mente, es muy perjudicial á la salud; mas no<br />

lo es, ni puede serlo, si en las <strong>do</strong>sis que adicionen á<br />

los vinos, se rigen por las que luego marcaremos.<br />

5


66 VINIFICACIÓN<br />

Su manejo, por lo demás, no ofrece serias dificulta­<br />

des tenien<strong>do</strong> en cuenta lo dicho, y que además es muy<br />

poco soluble en el agua; pero en alcohol es fácil de<br />

disolver.<br />

Es sustancia que se adquiere en cualquier droguería.<br />

Un gramo de ella, ingeri<strong>do</strong> en el estómago de una<br />

persona con el vino que beba á diario, podría serle<br />

fatal á la larga después de algún tiempo. Una vez, ni<br />

varias, no perjudica, y prueba de ello es que los Médi­<br />

cos suelen recetarlo.<br />

Ahora bien; la que un vinicultor debe adicionar á<br />

sus cal<strong>do</strong>s como máximum, es de 10 á 15 gramos por<br />

hectolitro: lo cual viene á <strong>da</strong>r de uno á uno y medio<br />

decigramos de áci<strong>do</strong> salicílico por ca<strong>da</strong> litro. De mo<strong>do</strong><br />

que seria preciso que un individuo bebiera diariamen­<br />

te na<strong>da</strong> menos que 10 á 15 litros de vino (casi una<br />

arroba), para que el áci<strong>do</strong> salicílico perjudicara su salud<br />

á la larga.<br />

Demostra<strong>do</strong> así que el áci<strong>do</strong> salicílico usa<strong>do</strong> en la<br />

canti<strong>da</strong>d máxima que requiere ca<strong>da</strong> vino es inofensi­<br />

vo, digamos el mo<strong>do</strong> de usarlo.<br />

Póngase en una botella ó recipiente de cristal y de<br />

fácil manejo alcohol del de más graduación y échese<br />

luego tantas veces 10 gramos de áci<strong>do</strong> salicílico (ó<br />

más, hasta 15 si es necesario) como hectolitros se<br />

tengan del vino que se desea conservar.<br />

Agítese bien para que se disuelva; y cuan<strong>do</strong> esto<br />

haya sucedi<strong>do</strong>, viértase lentamente en el vino, movien­<br />

<strong>do</strong> éste para que la mezcla se efectúe bien.


VITICULTURA 67<br />

VI<br />

Electrización de los vinos como medio preservativo<br />

y de conservación.<br />

Sabemos perfectamente que el medio de conserva­<br />

ción que indica este epígrafe, presenta grandes dificul­<br />

tades para su ensayo; y no precisamente por las com­<br />

plicaciones de su manipulación, que es sencillísi­<br />

ma, sino por lo costoso de los aparatos y su insta­<br />

lación.<br />

Sin embargo, los cosecheros de alguna importancia<br />

verían recompensa<strong>do</strong>s sus esfuerzos y sus gastos al<br />

cabo de pocos años.<br />

Ensayos practica<strong>do</strong>s en España, y la práctica ya<br />

aclimata<strong>da</strong> y acepta<strong>da</strong> como buena, nos permite abogar<br />

por este sistema.<br />

Basta someter los vinos á una corriente eléctrica<br />

débil y constante durante muy poco tiempo, para con­<br />

seguir resulta<strong>do</strong>s realmente prodigiosos.<br />

Este medio, evita to<strong>da</strong>s las manipulaciones que para<br />

la conservación y mejora de sus vinos practican los<br />

vinicultores, tales como enyesa<strong>do</strong>s, trasiegos, clarifi­<br />

caciones, encabeza<strong>do</strong>s, etc.<br />

La acción de la electrici<strong>da</strong>d, clarifica totalmente y<br />

de una manera enérgica y rápi<strong>da</strong>; aumenta el aroma,<br />

el color, la fuerza alcohólica, y neutraliza la acción de<br />

los diversos gérmenes que viven en los cal<strong>do</strong>s y pro-


68 VINIFICACIÓN<br />

ducen sus enferme<strong>da</strong>des, dán<strong>do</strong>les caracteres de añejos<br />

y facilitan<strong>do</strong> su conservación indefini<strong>da</strong>.<br />

Quisiéramos saber qué experiencias practica<strong>da</strong>s por<br />

nuestros lectores confirmaban nuestras noticias.<br />

VII<br />

Mezclas ó coupages.<br />

La mezcla de diferentes cal<strong>do</strong>s, puede ser á veces<br />

útil y de benéficos resulta<strong>do</strong>s.<br />

Se tienen á veces vinos á los que faltan elementos<br />

ó condiciones que sobran á otros.<br />

Otras veces es preciso <strong>do</strong>tar á los cal<strong>do</strong>s de ciertos<br />

caracteres (sabor¿ olor, color, fuerza alcohólica, etc.),<br />

que son preferi<strong>do</strong>s en los merca<strong>do</strong>s á <strong>do</strong>nde se llevan,<br />

y que si carecen de ellos no tienen sali<strong>da</strong> ó no son<br />

admiti<strong>do</strong>s en ellos.<br />

Entonces la mezcla se impone como necesaria<br />

para satisfacer las exigencias del comercio, y el efec­<br />

tuarla, es perfectamente lícito.<br />

El vinicultor debe ante to<strong>do</strong> practicar ensayos en<br />

pequeño que le den la regla y medi<strong>da</strong> para efectuarlo<br />

en grande, de mo<strong>do</strong> tal, que pue<strong>da</strong> obtener el resulta­<br />

<strong>do</strong> apeteci<strong>do</strong>.<br />

Pero ha de tener en cuenta que en los ensayos, el<br />

ver<strong>da</strong>dero resulta<strong>do</strong> no puede obtenerlo hasta pasa<strong>do</strong>s<br />

ocho ó diez días.<br />

Los cal<strong>do</strong>s no deben mezclarse hasta que estén de­<br />

pura<strong>do</strong>s , brillantes y sin fermentación alguna, abste-


VITICULTURA 69<br />

nién<strong>do</strong>se de mezclar, ni siquiera en pequeña propor­<br />

ción, vino alguno que esté enfermo.<br />

Es inútil decir por qué á la inteligencia del vinicul­<br />

tor no se oculta, que deben mezclarse cal<strong>do</strong>s suaves<br />

con ásperos; áci<strong>do</strong>s con mates; claros, con cubiertos,<br />

etcétera, etc.


CAPÍTULO SEXTO<br />

De las clarificaciones.<br />

Conviene conocer los medios diversos y las sustan­<br />

cias en uso para hacer las clarificaciones de los vinos,<br />

porque á veces éstos se enturbian y sin demérito de<br />

sus demás condiciones, desmerece la importante del<br />

buen color; y la llamamos importante, porque el co­<br />

mercio «bebe más por los ojos que por la boca», como<br />

hemos oí<strong>do</strong> decir á un conoci<strong>do</strong> tratante en vinos,<br />

Diversas causas pueden concurrir á que el vino se<br />

enturbie, después de haber esta<strong>do</strong> algún tiempo claro,<br />

pero es casi seguro que to<strong>da</strong>s ellas tienen su origen<br />

en una fermentación incompleta, pues si bien se con­<br />

sidera el enturbiamiento, no es sino la fermentación<br />

mu<strong>da</strong> por algunas horas ó días reproduci<strong>da</strong>.<br />

Esta fermentación produce á veces una mejora en<br />

los vinos si éstos son de excelentes cuali<strong>da</strong>des, pero<br />

lo que regularmente ocurre es, que oxi<strong>da</strong><strong>do</strong> el alcohol<br />

á su contacto con el aire, se convierte en áci<strong>do</strong> acéti­<br />

co ó vinagre, lo cual origina el avinagramiento de to­<br />

<strong>do</strong> el vino, si las operaciones de clarificación no acu­<br />

den en el momento á remediarlo.


72 VINIFICACIÓN<br />

Como quiera que hay muchos medios de hacerlo,<br />

vamos á exponer los más eficaces y usuales.<br />

I<br />

Por las claras de huevo.<br />

Este es sin du<strong>da</strong> el medio más eficaz, el más senci­<br />

llo y acaso el menos costoso.<br />

De to<strong>do</strong>s mo<strong>do</strong>s es el que produce mejores resulta­<br />

<strong>do</strong>s en menos tiempo y esta sola condición bastaría á<br />

preferirle sobre to<strong>do</strong>s los demás.<br />

Sabi<strong>do</strong> es que la clara de huevo está compuesta de<br />

albúmina, sustancia soluble en parte y en parte no.<br />

La insoluble, se coagula forman<strong>do</strong> una especie de<br />

tupi<strong>da</strong> red que desciende al fon<strong>do</strong> por su propio peso<br />

y en su camino arrastra consigo to<strong>da</strong>s las sustancias<br />

en suspensión, verifican<strong>do</strong> así la clarificación.<br />

La parte soluble obra sobre el tanino y dán<strong>do</strong>le la<br />

cuali<strong>da</strong>d de insoluble, le obliga á precipitar.<br />

De aquí el que cuan<strong>do</strong> el vino a<strong>do</strong>lezca de floje<strong>da</strong>d,<br />

deba cui<strong>da</strong>rse mucho la canti<strong>da</strong>d de aclaro que se le<br />

echa.<br />

La regular, es la clara de un huevo por ca<strong>da</strong> 16 li­<br />

tros, y algunos tienen la costumbre de añadir un pu­<br />

ña<strong>do</strong> de sal condimental, ó sea común, que no debe ex­<br />

ceder de tres gramos por ca<strong>da</strong> huevo, para ayu<strong>da</strong>r á<br />

que se disuelva la albúmina.<br />

Se reúne to<strong>do</strong> en una vasija y se bate bien, con la<br />

particulari<strong>da</strong>d de hacerlo siempre á una mano. Des-


VITICULTURA 73<br />

pues se le echa vino cui<strong>da</strong>n<strong>do</strong> que éste sea toma­<br />

<strong>do</strong> de la pipa que se va á clarificar por la espita,<br />

pues el alcohol que en más ó menos canti<strong>da</strong>d flota en<br />

las capas superiores de la masa vinosa, produciría la<br />

coagulación de la clara antes de verterlo en el envase.<br />

Ya con este vino, se continúa batien<strong>do</strong>, siempre á<br />

la misma mano; se añade más vino y se bate, y así<br />

hasta que esté bien mezcla<strong>do</strong>.<br />

Entonces se vierte en el envase poco á poco, y con<br />

una caña se remueve el vino to<strong>do</strong> á igual mano que<br />

se verificó el bati<strong>do</strong>, durante 8 ó 10 minutos.<br />

Tapa<strong>do</strong> bien, á las 24 horas está el vino perfecta­<br />

mente claro, y puede dejarse en el mismo envase si<br />

trata de venderse en segui<strong>da</strong>, pues de lo contrario, de­<br />

be trasegarse antes de los ocho días, porque no con­<br />

viene que la albúmina permanezca con el vino.<br />

II<br />

Por la cola de pesca<strong>do</strong> y la cola ordinaria.<br />

Si alguna otra sustancia puede competir con la cla­<br />

ra de huevo para el objeto de clarificar los vinos, esta<br />

es la cola de pesca<strong>do</strong>, que los depura casi tan bien co­<br />

mo aquélla.<br />

Se toma la canti<strong>da</strong>d que se juzgue necesaria, y se<br />

parte en pequeños trozos que se ponen á reblandecer<br />

y disolverse en una porción del vino que trata de cla­<br />

rificarse.<br />

Cuan<strong>do</strong> ya esté disuelta, se hace pasar por un fil-


74 VINIFICACIÓN<br />

tro para separarla de sus impurezas y de la parte no<br />

disuelta, se agita y se emplea como hemos dicho pa­<br />

ra las claras de huevo, vertien<strong>do</strong> la disolución poco á<br />

poco sobre el vino trata<strong>do</strong>, removién<strong>do</strong>le en to<strong>da</strong>s di­<br />

recciones.<br />

La cola ordinaria se emplea del mismo mo<strong>do</strong> que<br />

la anterior, pero es preciso cui<strong>da</strong>r de que sea de la<br />

mejor cali<strong>da</strong>d, pues para fabricarla se emplean gene­<br />

ralmente residuos animales de las tenerías, en prin­<br />

cipio de putrefacción, y ésto pudiera <strong>da</strong>r al vino con<br />

que se mezcla, propie<strong>da</strong>des <strong>da</strong>ñosas y en especial, un<br />

gusto desagra<strong>da</strong>ble.<br />

Hay otro medio de emplear ambas sustancias que<br />

aunque nosotros no le hayamos emplea<strong>do</strong>, la razón<br />

natural nos dice que debe producir buenos resulta<strong>do</strong>s.<br />

Hele aquí:<br />

Póngase al fuego en un recipiente apropia<strong>do</strong> hasta<br />

conseguir la completa disolución.<br />

Vino 1 litro.<br />

Cola de pesca<strong>do</strong> 50 gramos.<br />

Cola de carpintero 50 »<br />

Magnesia calcina<strong>da</strong> 2 »<br />

Sal común 10 »<br />

Se vierte el to<strong>do</strong>, cuan<strong>do</strong> esté frío, en los envases<br />

removien<strong>do</strong> el vino para que se verifique bien la mezcla.<br />

Esta porción es eficaz para 160 litros de vino ó sean<br />

10 arrobas, y aumentan<strong>do</strong> las canti<strong>da</strong>des de los com­<br />

ponentes proporcionalmente, se tendrá lo que se de­<br />

see para mayor número de arrobas.<br />

Es de advertir que estas sustancias, como to<strong>da</strong>s las<br />

gelatinosas, no precipitan, esto es, no se depositan en


VITICULTURA 7¿><br />

el fon<strong>do</strong> tan fácilmente como la albúmina del huevo,<br />

y hasta suele salir á la superficie después de haberse<br />

precipita<strong>do</strong>.<br />

Por consiguiente, es preciso trasegar los vinos así<br />

trata<strong>do</strong>s, tan luego como se advierta que la clarifica­<br />

ción se ha verifica<strong>do</strong>.<br />

III<br />

Por la sangre deseca<strong>da</strong> y por la ictiocola.<br />

La sangre deseca<strong>da</strong> y hecha polvo, es también útil<br />

para los aclaros.<br />

La albúmina que contiene, hace que sus efectos<br />

sean pareci<strong>do</strong>s á los que produce la clara de huevo,<br />

pero es inferior á éste en cuanto á energía.<br />

Se usa disolvién<strong>do</strong>la previamente en una porción<br />

del vino enturbia<strong>do</strong>, al que se mezcla en esta forma<br />

removien<strong>do</strong> la masa vinosa, y trasegan<strong>do</strong> después.<br />

Se venden en el comercio á precios eleva<strong>do</strong>s, espe­<br />

cíficos clarifica<strong>do</strong>res, que no son sino polvo de sangre<br />

deseca<strong>da</strong>.<br />

Después de to<strong>do</strong> es más cara y menos eficaz que el<br />

huevo, por consiguiente, en igual<strong>da</strong>d de circunstan­<br />

cias debe preferirse éste sobre aquélla.<br />

La ictiocola ó cola de Busia, es para los vinos deli­<br />

ca<strong>do</strong>s y finos ver<strong>da</strong>deramente eficaz, acaso más—para<br />

esta sola clase de vinos—que la misma clara de huevo.<br />

Pero tiene el inconveniente de su precio excesiva­<br />

mente eleva<strong>do</strong>, lo cual, para el vinicultor, que debe


76 VINIFICACIÓN<br />

buscar á la vez que la eficacia la economía, es un gra­<br />

ve defecto.<br />

Para clarificar un hectolitro, suelen bastar de 50 á<br />

60 gramos.<br />

Por lo demás, se usa en forma análoga á la que he­<br />

mos expresa<strong>do</strong> para sus similares.<br />

Los demás ingredientes que se anuncian como cla­<br />

rifica<strong>do</strong>res, ya sean sustancias animales ó minerales,<br />

cuan<strong>do</strong> no tienen por objeto especular á costa de la<br />

candidez ó la buena fe de los vinicultores, son sustan­<br />

cias de muy poca energía.<br />

Contra ellas prevenimos á los cosecheros, que no<br />

deben necesitar recurrir á tales especiali<strong>da</strong>des, pu-<br />

dien<strong>do</strong> echar mano de uno de los medios que dejamos<br />

indica<strong>do</strong>.<br />

Sobre to<strong>do</strong>s la clara de huevo. Es el clarifica<strong>do</strong>r por<br />

excelencia.


CAPÍTULO SÉPTIMO<br />

Defectos y enferme<strong>da</strong>des<br />

de los vinos.<br />

Sentemos como regla general que los vinos que se<br />

vician ó enferman no vuelven nunca á su ser natural.<br />

Los medios con que la química hace desaparecer<br />

sus defectos ó enferme<strong>da</strong>des no hacen más que marcar<br />

un compás de espera, contener momentáneamente sus<br />

efectos para poder consumir los cal<strong>do</strong>s entretanto,<br />

pero si se les conserva, más tarde ó más temprano<br />

reaparecen aquéllos más pujantes y amenazan<strong>do</strong> con<br />

efectos más inmediatos y destructores.<br />

Las enferme<strong>da</strong>des de los vinos proceden sin excep­<br />

ción de la mala elaboración, y sus vicios ó defectos son<br />

resulta<strong>do</strong>, casi siempre, de una conservación en malas<br />

condiciones ó de descui<strong>do</strong>s habi<strong>do</strong>s en sus manipula­<br />

ciones anteriores.<br />

Si á su debi<strong>do</strong> tiempo se corrigen los mostos según<br />

dejamos dicho, el vino no enfermará nunca, ni se vi­<br />

ciará, tenien<strong>do</strong> en cuenta los preceptos indica<strong>do</strong>s y<br />

que to<strong>do</strong> vinicultor debe tener muy presentes, obser­<br />

van<strong>do</strong> , estudian<strong>do</strong>, analizan<strong>do</strong> y ensayan<strong>do</strong> constan­<br />

temente.


78 VINIFICACIÓN<br />

Varios son los defectos y diversas las enferme<strong>da</strong>des<br />

que como resulta<strong>do</strong> de aquellas causas se manifiestan<br />

en los vinos.<br />

Los trataremos separa<strong>da</strong>mente.<br />

I<br />

Vinos que se vuelven.<br />

El que los vinos se enturbien ó vuelvan obedece á<br />

que no estan<strong>do</strong> completamente fermenta<strong>do</strong>s, una pe­<br />

queña elevación de temperatura, provoca una nueva<br />

fermentación ó á que el elemento fermentoso se altera.<br />

Para el primer caso na<strong>da</strong> hay tan eficaz como los<br />

aclaros que obligan al áci<strong>do</strong> tánico á precipitar; trase­<br />

gan<strong>do</strong> en segui<strong>da</strong>.<br />

El segun<strong>do</strong> caso obedece á causas no bien defini<strong>da</strong>s<br />

aun por los químicos y se manifiesta por una precipi­<br />

tación brusca del fermento y una paralización inespe­<br />

ra<strong>da</strong> de la fermentación mu<strong>da</strong>.<br />

Para conocer la intensi<strong>da</strong>d del mal se llena un vaso<br />

del vino que se vuelve, y examina<strong>do</strong> se observa una<br />

lista clara, trasparente, cual si una capa de agua se<br />

hubiese interpuesto en el vino.<br />

Según sea esta faja ó lista, mayor ó menor, así será<br />

mayor ó menor la grave<strong>da</strong>d del mal.<br />

Para remediarlo trasiegúese, mezclán<strong>do</strong>lo con vinos<br />

de cuerpo alcohólicos y de color cerra<strong>do</strong>; y si esto no<br />

fuere posible, añá<strong>da</strong>sele la suficiente canti<strong>da</strong>d de áci<strong>do</strong><br />

tánico, previo ensayo.


VITICULTURA 79<br />

Este áci<strong>do</strong> <strong>da</strong> fuerza al vino defectuoso y mejora su<br />

color abrillantán<strong>do</strong>le y proporcionán<strong>do</strong>le viveza y<br />

vigor.<br />

II<br />

Variaciones de color.<br />

Los vinos tintos, cuan<strong>do</strong> tienen ya alguna e<strong>da</strong>d<br />

(los comunes de pasto apoco más del año), comienzan<br />

á decolorarse y afectan diversos colores, según las<br />

reacciones químicas que entre sus componentes se<br />

verifican.<br />

1.»<br />

TURBIOS<br />

Este color se presenta siempre acompaña<strong>do</strong> de mal<br />

sabor.<br />

Para corregirlo se trasiega el vino á una vasija poco<br />

azufra<strong>da</strong>, porque ya sabemos que el azufre destruye<br />

algo el color, adicionán<strong>do</strong>le en canti<strong>da</strong>d de 5 por 100,<br />

alcohol de 35 gra<strong>do</strong>s Cartier, el cual haya teni<strong>do</strong> en<br />

maceración por espacio de ocho ó diez días 60 ó 70<br />

gramos de granula de uva.<br />

2."<br />

PAEDO<br />

Cuan<strong>do</strong> el vino afecta el color par<strong>do</strong>, es prueba de<br />

que influi<strong>do</strong>s por el aire libre y los áci<strong>do</strong>s libres, los<br />

tartratos reaccionan convirtién<strong>do</strong>se en carbonatos que


80 VINIFICACIÓN<br />

actúan rebaján<strong>do</strong>le, sobre el color. La materia colo­<br />

rante se precipita y al cabo de algún tiempo toma el<br />

vino un color pajizo.<br />

Para detener este mal pueden hervirse los vinos si<br />

son en pequeñas canti<strong>da</strong>des, ó adicionarles áci<strong>do</strong> tár­<br />

trico ó bicarbonato de potasa en la debi<strong>da</strong> proporción,<br />

paca determinar la cual se practicarán algunos en­<br />

sayos.<br />

AZULADOS<br />

Este color le toman los vinos cuan<strong>do</strong> les falta el<br />

principio áci<strong>do</strong> y les sobra la materia colorante.<br />

El áci<strong>do</strong> tártrico lo corrige como al anterior y tam­<br />

bién el alcohol con disolución de áci<strong>do</strong> tánico, aunque<br />

este medio es menos enérgico.<br />

III<br />

Vinos que se repuntan.<br />

Esta enferme<strong>da</strong>d de los vinos se manifiesta por el<br />

olor agrio que despiden.<br />

Tiene su origen, generalmente, en la naturaleza<br />

del terreno <strong>do</strong>nde se crió la uva de que procede el vi­<br />

no. Este lleva en sí un principio áci<strong>do</strong> que cuan<strong>do</strong> no<br />

está en armonía con la fuerza alcohólica, crece é in­<br />

festa á to<strong>do</strong> el cal<strong>do</strong>, llegan<strong>do</strong> en pocos días á avina­<br />

grarlo completamente.<br />

Algunos vinicultores apelaü en este caso al recurso<br />

de adicionar al cal<strong>do</strong> enfermo materias azucara<strong>da</strong>s, que


VITICULTURA 81<br />

si en teoría parece lo procedente porque desarrolla el<br />

alcohol, principio opuesto al áci<strong>do</strong>, en la práctica no<br />

produce más que resulta<strong>do</strong>s momentáneos.<br />

Nosotros vamos á explicar un procedimiento que<br />

aprendimos en el Mediodía de Francia, y que luego nos<br />

ha <strong>da</strong><strong>do</strong>, aplica<strong>do</strong> á nuestros vinos, excelentes resal­<br />

ta<strong>do</strong>s.<br />

Se toman 200 gramos de azúcar y se disuelven en<br />

un litro de agua. Mientras se verifica la disolución se<br />

ponen en agua algunos trozos de cal, y cuan<strong>do</strong> ésta ha<br />

reposa<strong>do</strong> se vierte el agua, se añade otra nueva y se<br />

remueve, se deja reposar, y se repite otra vez la ope­<br />

ración para obtener la cal bien depura<strong>da</strong>. De esta cal<br />

se toman 100 gramos y se vierten en el agua azucara­<br />

<strong>da</strong> hasta que se diluya bien.<br />

Este es el remedio. Para su aplicación deben hacer­<br />

se previos ensayos, con canti<strong>da</strong>des conoci<strong>da</strong>s, para<br />

determinar con exactitud qué canti<strong>da</strong>d de aquella po­<br />

ción necesita el vino repunta<strong>do</strong> según la intensi<strong>da</strong>d<br />

del mal y las arrobas que contiene el envase.<br />

Será conveniente medir la fuerza alcohólica que tie­<br />

ne el vino enfermo, para adicionarle alcohol si aqué­<br />

lla no fuera suficiente.<br />

IV<br />

Ahilamiento.<br />

Esta enferme<strong>da</strong>d no la sufren los vinos tintos como<br />

los blancos, y reconoce por origen la falta de tanino,<br />

pues sabi<strong>do</strong> es que los vinos blancos fermentan sin cas-<br />

6


82 VINIFICACIÓN<br />

ca, ni raspa, y de aquí la escasez de aquel elementó.<br />

Para prevenir y corregir esta enferme<strong>da</strong>d, úsanse<br />

diversos medios que vamos á exponer, no sin que an­<br />

tes recomendemos, que sien<strong>do</strong> muy de temer que la<br />

padezcan aquellos cal<strong>do</strong>s que además del tanino tienen<br />

falta de acidez y fuerza alcohólica, lo mejor es preve­<br />

nirse contra ella.<br />

La adición del áci<strong>do</strong> tánico está muy recomen<strong>da</strong><strong>da</strong>.<br />

Esta adición también puede hacerse ponien<strong>do</strong> grani-<br />

11a de uva, que contiene mucho tanino, 8 ó 10 días en<br />

maeeración con alcohol de 35 gra<strong>do</strong>s y añadien<strong>do</strong> és­<br />

te en proporción de lo que, previos ensayos, demues­<br />

tren que necesita el vino ahila<strong>do</strong>.<br />

También produce buenos efectos el cremor tártaro<br />

en proporción de 50 gramos por hectolitro ó el áci<strong>do</strong><br />

tartárico en proporción de 20 gramos para igual can­<br />

ti<strong>da</strong>d de vino.<br />

No es prudente el trasiego inmediato y solo espe­<br />

ran<strong>do</strong> á que la enferme<strong>da</strong>d esté corregi<strong>da</strong>.<br />

Entonces se trasla<strong>da</strong> el vino á envases poco azu­<br />

fra<strong>do</strong>s.<br />

V<br />

Gusto amargo.<br />

Determinar las causas que producen el amargor de<br />

los vinos sería tarea inútil, puesto que to<strong>da</strong>vía no ha<br />

podi<strong>do</strong> llegarse por los químicos á completo acuer<strong>do</strong>.<br />

. Unos las atribuyen á modificaciones de los parási­<br />

tos que según su opinión se desarrollan en los vinos


f<br />

VITICULTURA 83<br />

-con la fermentación; otros á que, por influencias no<br />

bien determina<strong>da</strong>s, el fermento se trasforma en sustan­<br />

cia amarga; y no falta quien piense en la resina for­<br />

ma<strong>da</strong> por la combinación del aldehi<strong>do</strong> y el amoniaco.<br />

Lo cierto es, que esta enferme<strong>da</strong>d que aparece y de­<br />

saparece alternativa é inespera<strong>da</strong>mente en los vinos<br />

nuevos, si se descui<strong>da</strong>, al reaparecer cuan<strong>do</strong> son ya<br />

rancios, se desarrolla rápi<strong>da</strong>mente é incapacita los vi­<br />

nos para el consumo,<br />

Los medios que se aconsejan, están naturalmente en<br />

armonía con las causas de que ca<strong>da</strong> cual cree que pro­<br />

cede la enferme<strong>da</strong>d.<br />

Los que la atribuyen á parásitos, opinan que ele­<br />

van<strong>do</strong> la temperatura del vino á 50 ó 60 gra<strong>do</strong>s por<br />

medio de aparatos de calefacción, destruyen aquéllos,<br />

y, por consiguiente, la enferme<strong>da</strong>d.<br />

Los que opinan por la alteración del fermento en<br />

una ú otra forma, aconsejan el uso de la cal en la forma<br />

que hemos explica<strong>do</strong> en otro lugar. La cal, al combi­<br />

narse con el fermento , precipita en forma de materia<br />

insoluble y al desaparecer el gusto amargo se trasiega<br />

el vino para separarle del precipita<strong>do</strong>.<br />

Si la enferme<strong>da</strong>d tuviera su origen en la presencia<br />

•de la materia resinosa amarga, el remedio más indi­<br />

ca<strong>do</strong> y eficaz es el azuframiento del vino, puesto que<br />

se sabe que el áci<strong>do</strong> sulfuroso produci<strong>do</strong> por la com­<br />

bustión del azufre, ataca y destruye la resina.<br />

Cualquiera de estos medios es bueno; pero si la en­<br />

ferme<strong>da</strong>d ño estuviese muy acentua<strong>da</strong>, las clarificacio­<br />

nes y trasiegos á vasos bien azufra<strong>do</strong>s, basta para evi-^


84 VINIFICACIÓN<br />

tar el principio de amargor que se presente. Cuídese<br />

de que el local en que se conserve el vino ya cura<strong>do</strong>-<br />

no tenga una temperatura favorable á la fermenta­<br />

ción.<br />

VI<br />

Enmohecimiento.<br />

Cuan<strong>do</strong> los vinos se hallan coloca<strong>do</strong>s en sitios hú­<br />

me<strong>do</strong>s, es muy fácil la formación en los mismos de la-<br />

nata, moho ó flores del vino, que generalmente flotan<br />

en la superficie.<br />

Hay varios procedimientos para destruir esta en­<br />

ferme<strong>da</strong>d, que suele ser el germen de otras muchas.<br />

Uno de ellos es regar las flores ó nata, como si se<br />

tratara de una planta con alcohol de 35 gra<strong>do</strong>s, repi­<br />

tien<strong>do</strong> la operación hasta obtener la desaparición de<br />

aquélla; luego se trasiega, y añadien<strong>do</strong> un litro de<br />

aceite por hectolitro de vino se remueve bien el to<strong>do</strong>,,<br />

y el éter que produce el mal olor ú olor á húme<strong>do</strong> del<br />

vino se mezcla con el aceite. De este mo<strong>do</strong> desaparece<br />

á poco el mal sabor.<br />

El medio más cómo<strong>do</strong> y fácil es el siguiente:<br />

Se introduce en el vino un embu<strong>do</strong> con un tubo de<br />

cauchú, encorva<strong>do</strong> hacia arriba por remate; de tal<br />

longitud, que casi llegue al fon<strong>do</strong> del envase. Se toma,<br />

vino bueno y se vierte lentamente por el embu<strong>do</strong>.<br />

Este vino, á medi<strong>da</strong> que se extiende por las capas in­<br />

feriores, hace subir las superiores, que al fin se derra­<br />

man, arrastran<strong>do</strong> consigo la nata ó flor.


VITICULTURA 85<br />

Después se vierte alcohol de inucha fuerza, y mejor<br />

es vino muy alcohólico. El alcohol, como más ligero,<br />

sube á la superficie é impide la formación de nuevas<br />

flores.<br />

Repítase alguna vez de cuan<strong>do</strong> en cuan<strong>do</strong> esta ope­<br />

ración.<br />

Luego de la, primera se trasiega á un tonel bien cu­<br />

ra<strong>do</strong> y limpio, y si el olor ó el gusto á moho no han<br />

desapareci<strong>do</strong>, se filtra el vino por carbón vegetal.<br />

VII<br />

Acidez.<br />

Asi como el principio áci<strong>do</strong> en los vinos es necesa­<br />

rio para su complemento y conservación, así puede ser<br />

también una enferme<strong>da</strong>d grave si abun<strong>da</strong> en mayor<br />

proporción de la debi<strong>da</strong>.<br />

Conviene saber que la acidez es una enferme<strong>da</strong>d<br />

muy distinta del repunta<strong>do</strong>, pues aquélla tiene origen<br />

más bien en la naturaleza del terreno y rara vez llega<br />

á convertirse en vinagre.<br />

Esta enferme<strong>da</strong>d, por el contrario, si no se remedia<br />

á tiempo llega á producir el agriamiento y hasta la<br />

transformación del vino en vinagre.<br />

Suele ser consecuencia de una fermentación espiri­<br />

tuosa y extemporánea ó del contacto del cal<strong>do</strong> con el<br />

aire libre, que, como se ha veni<strong>do</strong> vien<strong>do</strong>, tanto per­<br />

judica á los vinos. El oxígeno del aire, combinán<strong>do</strong>se<br />

con el áci<strong>do</strong> carbónico conteni<strong>do</strong> en los envases, <strong>da</strong><br />

lugar á éstas y otras alteraciones.


86 VINIFICACIÓN<br />

Para corregir ó detener esta enferme<strong>da</strong>d hay varios<br />

medios. . •: • .<br />

La adición al vino enfermorde tar.trato neutro de<br />

potasa, es muy útil usa<strong>do</strong> en canti<strong>da</strong>d previamente:<br />

determina<strong>da</strong> por ensayos-, y .que,'naturalmente, será<br />

mayor ó menor, según la intensi<strong>da</strong>d de la enferme<strong>da</strong>d..<br />

Otros aconsejan la agitación del vino mezcla<strong>do</strong> con<br />

buen aceite de olivas, y hay quien pretende que la-<br />

leche concentra<strong>da</strong> en caliente y añadi<strong>da</strong> en frío, tam­<br />

bién es útil.<br />

Otro medio es disolver bien 1 kilogramo de polvos,<br />

de mármol en 2 litros de alcohol de 34 gra<strong>do</strong>s y mez­<br />

clarlo íntimamente con el vino enfermo.<br />

El inconveniente de este medio, que, por lo demás,<br />

es muy eficaz, es que necesita mucha <strong>do</strong>sis para gran<br />

canti<strong>da</strong>d de vino, pues la indica<strong>da</strong>, es sólo para 2 hec­<br />

tolitros de cal<strong>do</strong>.<br />

VIII<br />

Aprovechamiento de residuos.<br />

Aun cuan<strong>do</strong> en reali<strong>da</strong>d este asunto no pertenezca<br />

al capítulo presente le incluimos en él, porque, bien<br />

mira<strong>do</strong>, aquí termina la fabricación del vino, trata<strong>da</strong><br />

aquélla en tesis general.<br />

Los residuos que la fabricación del vino deja son<br />

útilísimos hasta el último momento, y no es tarea,<br />

infructuosa <strong>da</strong>r á conocer el medio de aprovecharlos.<br />

Estos residuos son los orujos, brisas, casca ó madre,<br />

que con to<strong>do</strong>s estos nombres se conocen.


VITICULTURA 87<br />

1-°<br />

AGUAPIÉ Ó REVINO<br />

El aguapié, revino ó res-aiguas, no pasa de ser un<br />

fraude cuan<strong>do</strong> se elabora con el objeto de entregarlo<br />

al comercio y al consumo como buen vino; pero como<br />

los vinifica<strong>do</strong>res de buena fe pueden fabricarlo para<br />

su uso particular ó expenderlo con su propio nombre,<br />

<strong>da</strong>remos á conocer el medio de obtenerlo.<br />

Una vez bien prensa<strong>da</strong>s las partes sóli<strong>da</strong>s de la uva,<br />

lávense las cascas, con agua hasta que ésta adquiera<br />

algo de sabor vinoso. Entonces se añade la canti<strong>da</strong>d<br />

suficiente de alcohol de vino hasta <strong>da</strong>rle la fuerza de<br />

éste y se colora bien con colorantes artificiales, medio<br />

al que somos opuestos y no aconsejaremos nunca, ó<br />

con el obteni<strong>do</strong> por un procedimiento que luego di­<br />

remos.<br />

Los industriales de mala fe mezclan el aguapié<br />

con vino puro en canti<strong>da</strong>des iguales, aunque este frau­<br />

de está severamente castiga<strong>do</strong> por las autori<strong>da</strong>des.<br />

2.»<br />

VINO ARTIFICIAL<br />

A las heces y sedimentos deposita<strong>do</strong>s en el fon<strong>do</strong><br />

de los envases, sólo les falta agua y azúcar para que<br />

fermentan<strong>do</strong> de nuevo, produzcan un vino que aun­<br />

que artificial no es despreciable.<br />

He aquí como se procede:


88, VINIFICACIÓN<br />

Tórnense 40 kilos de azúcar de caña refina<strong>da</strong>, y con<br />

2 hectolitros de agua pura calenta<strong>do</strong>s á 40 gra<strong>do</strong>s, se<br />

ponen en un envase hasta que aquélla se disuelva del<br />

to<strong>do</strong>. Se le añade entonces 40 kilos de las heces secas<br />

y 1,50 kilogramos de levadura de cerveza, se revuelve<br />

y se eleva la temperatura á 25 gra<strong>do</strong>s para que el lí­<br />

qui<strong>do</strong> fermente con regulari<strong>da</strong>d. Luego se trasiega y<br />

colora con el colorante que diremos más adelante y<br />

se le adiciona alcohol suficiente.<br />

3."<br />

OBTENCIÓN DE ALCOHOL<br />

No es nuestro propósito—porque sería salimos de<br />

nuestra esfera de acción—<strong>da</strong>r ni siquiera una ligera<br />

idea de la complica<strong>da</strong> industria de la destilería aplica­<br />

<strong>da</strong> á este caso particular, pero sí diremos, que de las<br />

heces ú orujos, puede obtenerse un magnífico alcohol.<br />

Para ello, se ponen en maceración con agua algu­<br />

nos días, y el líqui<strong>do</strong> resultante se destila en aparatos<br />

adecua<strong>do</strong>s propios de esta industria. También puede<br />

obtenerse el alcohol directamente del orujo, destilan­<br />

<strong>do</strong> éste en aparatos calenta<strong>do</strong>s al vapor ó al baño<br />

María.<br />

4."<br />

MATERIA CURTIENTE<br />

Si se echan las heces secas del vino en una zaran<strong>da</strong><br />

y ésta se agita, las pepitas ó granula de la uva, se se­<br />

pararán de aquélla.


VITICULTUEA 89<br />

Esta granula es rica en materia curtiente y en otras<br />

varias sustancias, muy útiles. Para obtener aquélla,<br />

puede molerse la granula y así adicionarse al cal<strong>do</strong><br />

que lo necesitare, pero hay otro medio mejor.<br />

Consiste éste, en poner aquella granula en maeera­<br />

ción con alcohol de 35 gra<strong>do</strong>s ó más, durante 24 horas<br />

después de haberlas teni<strong>do</strong> en infusión con agua hir­<br />

vien<strong>do</strong>.<br />

Después se añade alcohol en canti<strong>da</strong>d igual á su vo­<br />

lumen, y el líqui<strong>do</strong> obteni<strong>do</strong> se guar<strong>da</strong> en frascos bien<br />

tapa<strong>do</strong>s para usarlo como materia curtiente eficacísi­<br />

ma, cuan<strong>do</strong> convenga.<br />

5."<br />

MATERIA COLORANTE<br />

También ésta puede obtenerse de las heces por los<br />

<strong>do</strong>s procedimientos que siguen:<br />

En un recipiente apropia<strong>do</strong>, póngase en maeeración<br />

durante <strong>do</strong>ce días á la temperatura de 25 gra<strong>do</strong>s,<br />

Hollejo de uva tinta 200 kilos.<br />

Alcohol de vino puro de 38 gra<strong>do</strong>s.. . 100 litros.<br />

Agua clara 100 »<br />

Se extrae el líqui<strong>do</strong> y se prensa la pasta que que<strong>da</strong>;<br />

después se clarifica y se hace hervir hasta que se con­<br />

dense.<br />

El líqui<strong>do</strong> espeso obteni<strong>do</strong> es un colorante eficaz.<br />

Otro medio consiste en llenar de hollejo, apelma­<br />

zán<strong>do</strong>lo, una gran caldera; añadien<strong>do</strong> el vino puro que<br />

pue<strong>da</strong> contener y hacién<strong>do</strong>lo hervir durante cuatro<br />

horas.


90 VINIFICACIÓN<br />

Luego se deja reposar y el líqui<strong>do</strong> resultante, se<br />

pasa á un recipiente de madera.<br />

En éste comenzará la efervescencia; entonces se<br />

prueba y si resulta demasia<strong>do</strong> astringente, se añade<br />

más ó menos creta blanca (carbonato de cal) según se<br />

desee disminuir ó anular aquel sabor, revolvien<strong>do</strong> el<br />

to<strong>do</strong> con un palo.<br />

Se le añade algún vino á fin de que recobre el color<br />

que haya perdi<strong>do</strong> con la creta, y para conservarle se<br />

le adiciona alcohol de 28 ó 30 gra<strong>do</strong>s y áci<strong>do</strong> salicílico<br />

en canti<strong>da</strong>d de 1 litro de aquél y 5 gramos de éste, por<br />

ca<strong>da</strong> <strong>do</strong>s litros de líqui<strong>do</strong> colorante.<br />

Este es, como el anterior, eficaz é inofensivo, y<br />

siempre preferible á la coloración artificial.<br />

6.°<br />

ÓTEOS APROVECHAMIENTOS<br />

Las heces también pueden servir para elaborar vi­<br />

nagre, fabrican<strong>do</strong> primero el vino artificial y provo­<br />

can<strong>do</strong> en él la fermentación acética. Luego se decolo­<br />

ra y clarifica, resultan<strong>do</strong> un excelente vinagre para<br />

condimentación y consumo.<br />

De la granula se extrae también aceite, en canti<strong>da</strong>d<br />

de un 10 á un 15 por 100.<br />

Para ello se muele en un molino ordinario después<br />

de bien seca, echán<strong>do</strong>la al verificar la trituración, un<br />

poco de agua para que no se empaste, y con agua tam­<br />

bién se amasa la harina resultante, hasta que tenga la<br />

consistencia del pan sin cocer.


VITICULTURA 91<br />

Someti<strong>da</strong> esta masa á un calor gradual hasta la co-<br />

ción, se prensa, amasán<strong>do</strong>la nuevamente con agua ca­<br />

liente. Verifica<strong>do</strong> esto, se extrae el aceite por cualquie­<br />

ra de los medios emplea<strong>do</strong>s para las demás sustancias<br />

oleaginosas, obtenien<strong>do</strong> aceite muy útil para arder,<br />

pues produce una llama clara y viva y que se usa tam­<br />

bién para la adulteración de la de olivas y almendras.<br />

Esta misma granula puede utilizarse como alimen­<br />

to para las gallinas.<br />

Y, en fin, aun después de haber obteni<strong>do</strong> de las he­<br />

ces to<strong>do</strong>s estos provechosos resulta<strong>do</strong>s, los residuos<br />

constituyen un rico abono que el labra<strong>do</strong>r inteligente<br />

no despreciará, á buen seguro.


CAPITULO OCTAVO<br />

Procedimientos diversos que se rclaeio-<br />

nan con la fabricaciónnatural y artificial,,<br />

conservación, y mejora


94 VINIFICACIÓN<br />

Otras, es el capricho que quiere variar las condicio­<br />

nes naturales del vino y también ha de apelar á aquéllas.<br />

Nosotros faltaríamos á nuestro deber, si por escrú­<br />

pulos pueriles ó temores á la mala fe, dejáramos de<br />

popularizar dichos conocimientos; por lo tanto lo ha­<br />

remos, y to<strong>da</strong>vía obtendremos alguna ventaja en pro<br />

de la salud pública, si los que por codicia alteran los<br />

cal<strong>do</strong>s con sustancias casi siempre nocivas á aquélla,<br />

se valen de los medios que vamos á exponer, que son,<br />

lo garantizamos, totalmente inofensivos.<br />

Hechas estas aclaraciones que convienen á nuestro<br />

propósito, entraremos en materia.<br />

I<br />

Mo<strong>do</strong> de volver secos los vinos dulces.<br />

El que los vinos resulten dulces completamente des­<br />

pués de fermenta<strong>do</strong>s no es una enferme<strong>da</strong>d; y por eso<br />

no la incluimos'en el capítulo en que tratamos de<br />

aquéllas.<br />

El dulce que resulta en los vinos, obedece á una fer­<br />

mentación escasa.<br />

• El medio indica<strong>do</strong>, es fermentarlos de nuevo y se<br />

consigue del mo<strong>do</strong> siguiente:<br />

Se ponen en una caldera 20 litros de vino y 10 de<br />

agua y se somete la mezcla al fuego lento procuran<strong>do</strong><br />

que ésta no llegue á la ebullición.<br />

Cuan<strong>do</strong> esté á punto de hervir se retira del fuego y<br />

se le echa á la mezcla 10 kilogramos de azúcar de ca­<br />

ña, revolvien<strong>do</strong> hasta la disolución de aquélla. '. ...


VITICULTURA ' 95<br />

Luego se vierte to<strong>do</strong> en un recipiente de madera y<br />

se le adicionan 100 gramos de áci<strong>do</strong> tártrico moli<strong>do</strong>,<br />

más 1,50 kilogramos de levadura fresca de cerveza re­<br />

volvién<strong>do</strong>lo.<br />

El recipiente con el líqui<strong>do</strong> se pone en un paraje<br />

cuya temperatura sea, ó por la calefación se eleve á<br />

25 gra<strong>do</strong>s lo menos.<br />

Así empezará en breve á fermentar y este es el mo­<br />

mento de adicionarlo al vino dulce, que después de es­<br />

ta segun<strong>da</strong> fermentación resultará perfectamente seco<br />

y alcohólico. La canti<strong>da</strong>d que nos ha servi<strong>do</strong> como<br />

base de cálculo tiene virtud sobre 10 hectolitros de vi­<br />

no; por lo tanto se <strong>do</strong>bla, triplica, etc., para usarlo en<br />

mayores canti<strong>da</strong>des.<br />

II<br />

Mejora de los vinos por la glucosa.<br />

To<strong>da</strong> la teoría de la vinificación gira sobre estos <strong>do</strong>s<br />

polos: el azúcar y el tanino.<br />

Si la uva tiene poca sustancia sacarosa, el vino es­<br />

caseará en fuerza alcohólica, porque sabi<strong>do</strong> es que la<br />

descomposición del azúcar <strong>da</strong> origen al alcohol.<br />

Pero esta carencia de azúcar que en ciertas regio­<br />

nes es accidental, en otras, como las del Norte, es lo<br />

normal; y de aquí la pérdi<strong>da</strong> de muchos vinos.<br />

Para remediarlo, el senti<strong>do</strong> común dice: que si el<br />

mal es la carencia de sacaruro, el remedio debe ser<br />

proporcionárselo al vino que a<strong>do</strong>lezca de él.<br />

Pero más ventajosa que la adición directa de azúcar


96 VINIFICACIÓN<br />

es, por lo barata, la de glucosa, ó sea azúcar incrista-<br />

lizable.<br />

La canti<strong>da</strong>d de ella que debe añadirse, se regula por<br />

la fuerza espirituosa que en el venómetro ó pesa-vinos<br />

acuse el vino trata<strong>do</strong>, y se determina exactamente por<br />

ensayos hechos antes de efectuar la operación definitiva.<br />

Mo<strong>do</strong> de obtener la glucosa.<br />

Póngase en un tonel de gran cabi<strong>da</strong> 1.000 kilogra­<br />

mos de agua potable y si pudiera ser filtra<strong>da</strong>, aña­<br />

dién<strong>do</strong>la 10 de vitriolo, ó sea áci<strong>do</strong> sulfúrico, y hágase<br />

hervir esta mezcla por medio de un tubo de vapor.<br />

Entre tanto que hierve, se deslíen 500 kilogramos<br />

de fécula de patata, avena ó trigo, en 500 litros de agua<br />

á la temperatura de 50 á 55 gra<strong>do</strong>s, removién<strong>do</strong>lo para<br />

que la fécula se mantenga en suspensión.<br />

Esta mezcla se deja caer á chorro sobre el agua ací­<br />

dula cuan<strong>do</strong> esté hirvien<strong>do</strong>, procuran<strong>do</strong> que la coción<br />

ó hervor no se suspen<strong>da</strong>.<br />

Al cabo de <strong>do</strong>s horas ó poco más, la mezcla es ya<br />

perfecta; y á los treinta minutos el azúcar está ya for­<br />

ma<strong>do</strong>, retiran<strong>do</strong> el tubo 'de vapor para que cese lenta­<br />

mente la ebullición.<br />

III<br />

Colorante pajizo para los vinos blancos.<br />

Los vinos blancos en general pierden su color, pa­<br />

lidecien<strong>do</strong> ó ensucián<strong>do</strong>se el más ó menos <strong>do</strong>ra<strong>do</strong> que ;<br />

suelen afectar.


Para devolverle su color, se fabrica por el mismo<br />

cosechero un colorante que puede usar sin temor al­<br />

guno, puesto que en su confección, como se verá, no<br />

entran elementos nocivos, sino que, por el contrario,<br />

to<strong>do</strong>s ellos los contiene la uva también.<br />

Se preparan en una caldera ó recipiente de cobre<br />

10 kilogramos de azúcar de caña moreno y moli<strong>do</strong>.<br />

Se pone al fuego lento, y cuan<strong>do</strong> el azúcar empiece á<br />

derretirse se remueve, sin dejar de remover, con un<br />

cucharón de madera hasta que se forme una masa es­<br />

pesa y compacta.<br />

Cuídese de que no se retueste el azúcar, porque lue­<br />

go amargaría, y para ello agítese sin cesar. Luego de<br />

forma<strong>da</strong> la masa se vierte agua poco á poco en canti­<br />

<strong>da</strong>d de 10 litros, y se continúa al fuego hasta que se<br />

vea que la disolución del azúcar en el agua es com­<br />

pleta.<br />

Entonces se apaga el fuego, y cuan<strong>do</strong> aún esté ca­<br />

liente la mezcla, se la adicionan 10 litros de alcohol,<br />

cuya fuerza no baje de 35 gra<strong>do</strong>s ni suba de 38.<br />

Después se embotella; se taponan bien los cascos y<br />

se conserva para cuan<strong>do</strong> sea necesario usarlo.<br />

Da color al vino blanco de to<strong>da</strong>s clases, aguardien­<br />

te, licores y vinagres.<br />

f<br />

VITICULTURA 97


98 VINIFICACIÓN<br />

IV<br />

Líqui<strong>do</strong> para mejorar instantáneamente un vino<br />

inferior.<br />

A un químico alemán se debe el descubrimiento de<br />

una fórmula, elixir, licor ó como quiera llamarse, que<br />

mejora instantáneamente el vino por áspero é inferior<br />

que sea.<br />

Algunos industriales han pretendi<strong>do</strong> hacer de él un<br />

secreto, y como tal se lo han hecho pagar, encomián­<br />

<strong>do</strong>le tanto, que algún vinicultor creyó que con él en­<br />

contraría la panacea para sus cal<strong>do</strong>s.<br />

Nosotros no queremos arrogarnos su invención co­<br />

mo han hecho otros; manifestamos francamente ha­<br />

berlo toma<strong>do</strong> de una obra francesa, y excita<strong>da</strong> nuestra<br />

curiosi<strong>da</strong>d lo hemos proba<strong>do</strong> en vinos bien inferiores<br />

con felices resulta<strong>do</strong>s.<br />

Su composición es muy sencilla, y aseguramos al<br />

cosechero que, usa<strong>da</strong> como diremos, es perfectamente<br />

inofensiva.<br />

Tómense 2 kilos de cenizas granela<strong>da</strong>s limpias y<br />

calcínense bien en un cazo ó sartén limpios. Se mue­<br />

len bien en un matraz, se hace un hoyo en el centro<br />

del polvo, que resulta, y allí se pone un trozo de cal<br />

viva del tamaño de una nuez pequeña. En segui<strong>da</strong>, y<br />

muy poco á poco, se vierte sobre la cal alcohol bueno<br />

y fuerte en canti<strong>da</strong>d equivalente á la sexta parte del<br />

volumen de las cenizas. Se tapa y se deja reposar una


VITICULTURA 99<br />

hora, al cabo de la cual se filtra por un papel de estra­<br />

za ó de filtro. Luego se pone el líqui<strong>do</strong> en un frasco<br />

de cristal y se tapa herméticamente.<br />

Para hacer uso de este líqui<strong>do</strong> se vierten 15 gotas<br />

para ca<strong>da</strong> botella de vino, aumentan<strong>do</strong> ó disminuyen<strong>do</strong><br />

esta canti<strong>da</strong>d, según la fuerza del liqui<strong>do</strong>, que será<br />

mayor ó menor, según los gra<strong>do</strong>s del alcohol y las sales<br />

conteni<strong>da</strong>s en las cenizas usa<strong>da</strong>s.<br />

Este líqui<strong>do</strong> debe ponerse en el vino en el momento<br />

de ir á beberlo ó unos minutos antes, pues unas cuan­<br />

tas horas que esté con él, basta para perder su virtud.<br />

Es preciso agitar un poco la botella al servirse vino.<br />

Las cenizas granela<strong>da</strong>s son las que provienen de la<br />

combustión de la granula ó pepitas de la uva.<br />

V<br />

Transformación de vinos tintos en blancos.<br />

Lo mejor es que si se desea obtener vino blanco se<br />

proce<strong>da</strong> desde la pisa, hacien<strong>do</strong> que el mosto fermente<br />

sin casca ó madre.<br />

Pero si se quiere por cualquier razón tener vino<br />

blanco, no es preciso comprarlo si se tiene en la bo­<br />

dega tinto bueno; en la inteligencia, de que cuanto<br />

mejor sea éste más ganará con la transformación.<br />

Para conseguirlo tómese carbón vegetal ó animal,<br />

aunque éste es preferible. Lávese bien, póngase á se­<br />

car y conviértase después en polvo.<br />

Por término medio una libra de carbón por arroba


100 VINIFICACIÓN<br />

de vino es bastante, aunque conviene, para no perder<br />

tiempo tenien<strong>do</strong> que repetir la operación, ensayarlo.<br />

Verti<strong>do</strong> el carbón necesario, se revuelve el vino dia­<br />

riamente un par de veces durante una semana. Si se<br />

tiene prisa se revuelve cuatro veces á diario, y al quin­<br />

to día ya puede procederse á la segun<strong>da</strong> parte.<br />

Esta consiste en filtrar el vino por una manga ó<br />

filtro. Si se ve que sale enteramente claro, se filtra del<br />

to<strong>do</strong>; de lo contrario hay que añadir más carbón, y<br />

filtrar al cabo de otros tres ó cuatro días hasta que<br />

salga bien claro.<br />

El carbón no <strong>da</strong>ña al vino, por consiguiente no hay<br />

inconveniente en mezclarle.<br />

Cuan<strong>do</strong> quiera mu<strong>da</strong>rse de color solo á una botella,<br />

se pone mucho carbón en un filtro y se hace pasar por<br />

él al vino <strong>do</strong>s ó tres veces.<br />

O también echan<strong>do</strong> el carbón en el interior de la<br />

botella.<br />

Por carbón animal se entiende el procedente de la<br />

calcinación de huesos.<br />

VI<br />

Mo<strong>do</strong> de obtener de una arroba de uva<br />

una de buen vino.<br />

Sabi<strong>do</strong> es de to<strong>do</strong>s los cosecheros, que una carga<br />

de uva produce próximamente tres arrobas ó tres y<br />

media de vino.<br />

Se ha encontra<strong>do</strong> el medio de aumentar esta pro-


VITICULTUBA 101<br />

ducción hasta obtener el abun<strong>da</strong>nte resulta<strong>do</strong> de sa­<br />

car arroba de vino por arroba de fruto.<br />

Como es natural ha si<strong>do</strong> preciso recurrir á medios<br />

artificiales, pero se ha hecho procedien<strong>do</strong> al análisis<br />

del vino con el objeto de aumentar proporcionalmen-<br />

te aquellas partes de fácil asimilación.<br />

Este análisis ha <strong>da</strong><strong>do</strong> por resulta<strong>do</strong> que el vino se<br />

compone principalmente de agua, que es el elemento<br />

más abun<strong>da</strong>nte, y azúcar; entre los <strong>do</strong>s forman el 99<br />

por 100 del mosto. El 1 restante está infinitamente<br />

subdividi<strong>do</strong>, puesto que en él entra el tanino, el tárta­<br />

ro, el principio colorante, el aceite esencial, el fermen­<br />

to, las materias grasas, mucilaginosas, azoa<strong>da</strong>s, etc.<br />

Estas materias que entran en proporciones tan in­<br />

significantes, son, sin embargo, las que <strong>da</strong>n á los vi­<br />

nos to<strong>do</strong> su valor y las que, según la proporción en<br />

que entran, originan la inmensa varie<strong>da</strong>d de cal<strong>do</strong>s.<br />

Conoci<strong>da</strong> así la composición del vino, ensayos nu­<br />

merosos y sucesivos, han determina<strong>do</strong> el medio de<br />

conseguir lo que se enuncia en el epígrafe que sirve de<br />

titulo á este párrafo.<br />

Con efecto; el agua y el azúcar que en tan grandes<br />

proporciones entran en el vino, le tenemos á nuestra<br />

disposición.<br />

Las sustancias conteni<strong>da</strong>s en la restante centésima<br />

parte, se han encontra<strong>do</strong> en las heces ó sedimentos del<br />

vino, las cuales (ollejo, raspajo, granula) aun después<br />

de haber presta<strong>do</strong> al vino con ellas elabora<strong>do</strong> la virtud<br />

necesaria para ser tal, conservan to<strong>da</strong>vía en gran can­<br />

ti<strong>da</strong>d esos preciosos elementos.


102 VINIFICACIÓN<br />

Tenemos, pues, cuanto nos hace falta para aumen­<br />

tar el vino que produce una canti<strong>da</strong>d de uva.<br />

Supongamos que hemos pisa<strong>do</strong> una carga de fruto<br />

(8 arrobas) y que tenemos el mosto procedente de la<br />

pisa.<br />

Ensaya<strong>do</strong> con el pesa-mosto nos marca 16 gra<strong>do</strong>s<br />

por ejemplo.<br />

Coloca<strong>do</strong> en un envase de fermentación de cabi<strong>da</strong><br />

de 10 ó 12 arrobas y suponien<strong>do</strong> que el mosto repre­<br />

senta 3 arrobas, tomamos 5 arrobas de agua pura, po­<br />

table y en recipiente aparte disolvemos en ella azúcar<br />

de caña, refina<strong>da</strong>, en suficiente canti<strong>da</strong>d para que mar­<br />

que en el pesa-jarabes 13 gra<strong>do</strong>s lo menos.<br />

Esta especie de mosto artificial se mezcla con el<br />

natural y después se les añade la casca ó madre de que<br />

procede éste.<br />

Luego se deja fermentar, procedien<strong>do</strong> en un to<strong>do</strong><br />

como con el vino natural.<br />

Cuan<strong>do</strong> el pesa-mosto en los ensayos diarios que de­<br />

ben hacerse marque cero, es que ya el azúcar se ha<br />

transforma<strong>do</strong> en alcohol y un par de días después pue­<br />

de y debe trasegarse.<br />

Este vino es menos áci<strong>do</strong>, más suave, más vinoso,<br />

tiene más aroma y es sin disputa mejor que el natural.<br />

En cuanto á conservación resiste más y mejor que<br />

aquél.<br />

Esto está comproba<strong>do</strong> repeti<strong>da</strong>s veces y es sistema<br />

generaliza<strong>do</strong> en Francia cuyos adelantos en la fabri­<br />

cación vinícola son indisputables.


VITICULTURA 103<br />

VII<br />

Destrucción de los gérmenes que alteran los vinos.<br />

Hemos visto recomen<strong>da</strong><strong>do</strong> un medio para conseguir<br />

•este feliz resulta<strong>do</strong>, de cuya eficacia no respondemos,<br />

y que <strong>da</strong>mos al público á título de curiosi<strong>da</strong>d.<br />

Los componentes para fabricar el líqui<strong>do</strong> ó elixir<br />

son to<strong>do</strong>s astringentes, en su mayoría amargos como<br />

se verá.<br />

Cascaras de nueces verdes cogi<strong>da</strong>s en Agosto. 1 kil.<br />

Bayas de ciprés tritura<strong>da</strong>s 200 gramos.<br />

» de enebro id 100 »<br />

Cascaras secas de grana<strong>da</strong> 100 »<br />

Eaíz de jengibe machaca<strong>da</strong> 100 »<br />

•Granula de uva machaca<strong>da</strong>s 800 »<br />

To<strong>do</strong> esto se coloca en un recipiente, en el cual se<br />

vierten 16 litros de alcohol de 38 gra<strong>do</strong>s Cartier, y<br />

tapa<strong>do</strong> herméticamente se conserva en maceración<br />

•durante 35 días, al cabo de los cuales se cuela por un<br />

filtro, y bien tapa<strong>do</strong> se conserva.<br />

Para usarlo en 100 arrobas de vino, por ejemplo, se<br />

mezclan bien 60 gramos de este elixir con 6 litros de<br />

alcohol de 34 gra<strong>do</strong>s, luego en <strong>do</strong>s arrobas del vino<br />

•que se trata de preservar, y por último, se vierte poco<br />

á poco en aquél, removién<strong>do</strong>le al propio tiempo.<br />

Esta operación se hace después de termina<strong>da</strong> la fer­<br />

mentación, y conviene trasegarlo y clarificar el vino,<br />

antes de adicionar el elixir.<br />

Después de to<strong>do</strong>, nos parece que si no es eficaz, tam-


104 VINIFICACIÓN<br />

poco debe ser nocivo <strong>da</strong><strong>da</strong> la exigua canti<strong>da</strong>d en que<br />

entra.<br />

VIII<br />

Dos extractos.<br />

Para aromatizar los vinos, y en algunos casos para<br />

<strong>da</strong>rles sabor, ya sean blancos ó tintos, se usan diver­<br />

sas composiciones más ó menos eficaces, pero que<br />

siempre logran algún resulta<strong>do</strong>.<br />

Lo que aconsejamos, es que cuan<strong>do</strong> se adicionen al<br />

vino, sea pocos días antes (cuantos menos mejor) de<br />

entregarle al consumo, pues por lo general to<strong>do</strong>s los<br />

cal<strong>do</strong>s á los que se le <strong>da</strong>n propie<strong>da</strong>des que no poseen<br />

por su naturaleza, valién<strong>do</strong>se al efecto, de sustancias<br />

no procedentes de uva, al poco tiempo se rebotan y<br />

pierden.<br />

Para <strong>da</strong>r aroma á los vinos blancos, póngase á ma­<br />

cerar en 18 litros de alcohol de 40 gra<strong>do</strong>s:<br />

Flores de sauce.<br />

Cilantro moli<strong>do</strong>..<br />

Éter pelargónico<br />

Eaíz de lirio Florencia machaca<strong>da</strong>.. 40 »<br />

Nueces mosca<strong>da</strong>s machaca<strong>da</strong>s. ... 32 »<br />

Tapa<strong>do</strong> esto en una vasija, se tiene durante un mes;<br />

después se filtra y se conserva convenientemente para<br />

cuan<strong>do</strong> se deba usar.<br />

1.°<br />

200 gramos.<br />

20 »<br />

La <strong>do</strong>sis en que debe adicionarse, se determinará<br />

por ensayos previos y con arreglo al gusto del cose-<br />

chero.<br />

28


tancias siguientes:<br />

VITICULTURA 105<br />

Esencia de Frambuesa 30 gramos.<br />

Plores de saúco 160 »<br />

Flores de tomillo 20 »<br />

Flores de tilo 20 »<br />

Nuez mosca<strong>da</strong> machaca<strong>da</strong>.... 20 »<br />

Éter enántico 28 »<br />

Granula de uva machaca<strong>da</strong>. . . 160 »<br />

Se macera durante un mes en 16 litros de alcohol<br />

de 40 gra<strong>do</strong>s, se filtra y, como el anterior, se conserva<br />

bien tapa<strong>do</strong> para que el extracto no se volatilice.<br />

2.o<br />

Si se desea aromatizar vino tinto, se procede exac­<br />

tamente lo mismo que en el caso anterior, con las sus­<br />

IX<br />

Elaboración de vinos rancios.<br />

Los vinos añejos ó rancios, son con justicia los más<br />

aprecia<strong>do</strong>s en el comercio; y por su agra<strong>da</strong>ble pala<strong>da</strong>r<br />

y cuali<strong>da</strong>des tónicas, preferi<strong>do</strong>s por los consumi<strong>do</strong>res.<br />

De aquí el eleva<strong>do</strong> precio que adquieren. Pero por<br />

el procedimiento natural, se necesitan muchos años<br />

para obtener el vino con aquellas condiciones; y la in­<br />

dustria vinícola, infatigable en sus investigaciones, ha<br />

encontra<strong>do</strong> el medio de convertir el vino nuevo en<br />

rancio, por un sencillo procedimiento.<br />

Consiste sencillamente en tomar una cuarta parte<br />

del mosto que se desea envejecer, hervirla y mezclar­<br />

la luego con las otras tres cuartas partes.


106 VINIFICACIÓN<br />

Se trasiega después de dejarle fermentar bien, y se<br />

clarifica por el procedimiento que luego diremos.<br />

Otro medio de envejecer los. vinos, consiste en ele­<br />

varlos durante 15 ó más días según fuere necesario, en<br />

una estufa, á la temperatura de 40 á 50 gra<strong>do</strong>s.<br />

Pero esto ha de hacerse después que haya termina­<br />

<strong>do</strong> to<strong>da</strong> fermentación, estén trasega<strong>do</strong>s y clarifica<strong>do</strong>s<br />

los cal<strong>do</strong>s.<br />

1.»<br />

CLARIFICACIÓN<br />

Para clarificar los vinos rancios naturales ó artifi­<br />

ciales se usa un procedimiento especial.<br />

En un caldero adecua<strong>do</strong> se ponen:<br />

Cola ordinaria moli<strong>da</strong> 250 gramos.<br />

» de pesca<strong>do</strong> 150 »<br />

Sal común morena 25 »<br />

Yeso, escayola, calcina<strong>do</strong> y tritura<strong>do</strong>.. . . 20 »<br />

Agua potable 1 litro.<br />

Se coloca á un fuego lento, y se remueve la mezcla<br />

bien hasta que se note que la cola está bien disuelta;<br />

en cuyo caso se saca y se deja enfriar lentamente.<br />

Guan<strong>do</strong> esté na<strong>da</strong> más que tibio, se vierte en el vino<br />

que se desea clarificar, poco á poco y removien<strong>do</strong>.<br />

Luego se deja abierto el tonel, cubrién<strong>do</strong>le única­<br />

mente con una tela muy clara ó tamiz muy espeso.<br />

Al cabo de algunos días se extrae vino y se observa<br />

su esta<strong>do</strong>. De no estar aclara<strong>do</strong>, se deja por unos días<br />

más; pero en cuanto se note que se ha obteni<strong>do</strong> el re­<br />

sulta<strong>do</strong> apeteci<strong>do</strong>, debe trasegarse.


I<br />

VITICULTURA 107<br />

2.0<br />

COLORACIÓN<br />

Para <strong>da</strong>r á los vinos nuevos el color peculiar á los<br />

rancios, hacien<strong>do</strong> así que la trasformación sea comple­<br />

ta, el procedimiento es como sigue.<br />

Se pone en un recipiente de cobre un kilogramo de<br />

azúcar del más moreno y moli<strong>do</strong>, y se coloca al fuego.<br />

Cuan<strong>do</strong> esté derreti<strong>do</strong> forman<strong>do</strong> una especie de ja­<br />

rabe espeso, para lo cual se habrá esta<strong>do</strong> removien<strong>do</strong><br />

el azúcar, se le echa un litro de agua y se mantiene la<br />

mezcla al fuego hasta que la disolución se haya efec­<br />

tua<strong>do</strong> del to<strong>do</strong>.<br />

Entonces se retira del fuego y en caliente se añade<br />

un litro de buen alcohol de vino, á 40 gra<strong>do</strong>s Cartier.<br />

En segui<strong>da</strong> se añade un poco fie colorante natural<br />

del extraí<strong>do</strong> de la casca, por los medios en otro lugar<br />

explica<strong>do</strong>s.<br />

La canti<strong>da</strong>d de colorante será la suficiente para que<br />

la mezcla tome un punto de color acaramela<strong>do</strong>, pare­<br />

ci<strong>do</strong> al del rom de Jamaica.<br />

Para usarle se añade á una arroba (16 litros) del<br />

vino que se quiere colorar, la suficiente canti<strong>da</strong>d de<br />

este licor, para que tome el color que se desee, y sabi­<br />

<strong>da</strong> la porción usa<strong>da</strong>, es fácil saber la que necesita to<strong>do</strong><br />

el vino.<br />

El blanco necesita, como es natural, mucho menos<br />

que, el tinto.


108<br />

VINIFICACIÓN<br />

3.°<br />

PARA REJUVENECER<br />

A veces los vinos, por demasia<strong>do</strong> viejos, pierden<br />

parte de sus cuali<strong>da</strong>des más excelentes y empezan<strong>do</strong><br />

á degenerar, terminan por que<strong>da</strong>r inservibles é inútiles<br />

para el consumo.<br />

Solo en este caso conviene rejuvenecerlos, lo cual<br />

se consigue por medio de mezclas que tan útiles son<br />

en multitud de casos.<br />

El vino con el cual se mezcle el añejo, no debe ser<br />

de su e<strong>da</strong>d, ni tampoco nuevo.<br />

Que tenga <strong>do</strong>s ó tres años menos, fuerza alcohólica<br />

y perfecta salud, son las condiciones; debien<strong>do</strong> pres-<br />

cindirse, como peligroso, del que aun estan<strong>do</strong> bueno,<br />

hubiere si<strong>do</strong> someti<strong>do</strong> á tratamiento por algún defec­<br />

to que se le hubiese*nota<strong>do</strong>.<br />

Es decir, que el vino que va á prestar al que comien­<br />

za á degenerarse, su fuerza, su color y su aroma, no<br />

debe haber esta<strong>do</strong> nunca enfermo.<br />

X<br />

Fabricación de levadura.<br />

Un medio de producir ó acelerar la fermentación<br />

alcohólica en los mostos ó líqui<strong>do</strong>s azucara<strong>do</strong>s,, es adi­<br />

cionarles una canti<strong>da</strong>d prudencial de levadura de cer­<br />

veza.


VITICULTURA 109<br />

Pero como no siempre es posible tenerla á mano,<br />

ya porque en la población en que reside el que desea<br />

usarla no existan fábricas de cerveza, ya porque su<br />

adquisición no sea fácil ó por cualquier otra causa, es<br />

preciso sustituirla de algún mo<strong>do</strong> y el mejor es fabri­<br />

car uua levadura que sin perjudicar los cal<strong>do</strong>s, tenga<br />

las mismas virtudes y produzca los mismos efectos<br />

que la de cerveza.<br />

Pero para ello se necesita poseer una sustancia lla­<br />

ma<strong>da</strong> Malta, cuya fabricación explicaremos en primer<br />

lugar.<br />

l.°<br />

MALTA<br />

Límpiese una buena canti<strong>da</strong>d de ceba<strong>da</strong> y póngase<br />

en un recipiente ancho, cubrién<strong>do</strong>la de agua y sepa­<br />

ran<strong>do</strong> los granos que sobrena<strong>da</strong>n, los cuales suelen<br />

estar <strong>da</strong>ña<strong>do</strong>s.<br />

Se mantiene así en maeeración hasta que toman<strong>do</strong><br />

los granos en la mano, se aplasten al oprimirlos con<br />

los de<strong>do</strong>s.<br />

Llega<strong>da</strong> la ceba<strong>da</strong> á este punto, se la quita el agua<br />

en que ha macera<strong>do</strong>, se lava con otra clara y se es­<br />

curre bien.<br />

Luego se tiende en una habitación preserva<strong>da</strong> del<br />

sol, de forma que tenga un espesor de 35 á 40 centí­<br />

metros hasta que empiece á germinar.<br />

A medi<strong>da</strong> que la germinación avanza se van quitan­<br />

<strong>do</strong> capas de grano, á fin de impedir que la ceba<strong>da</strong> ca-


110 VINIFICACIÓN<br />

lentán<strong>do</strong>se demasia<strong>do</strong> se pudra, de mo<strong>do</strong> que cuan<strong>do</strong><br />

el germen esté del to<strong>do</strong> fuera, el espesor de la ceba<strong>da</strong><br />

no exce<strong>da</strong> de 10 centímetros.<br />

Entonces se extiende bien en un granero sobre piso<br />

de madera para que se seque del to<strong>do</strong>, lo cual se cono­<br />

cerá cuan<strong>do</strong> cogién<strong>do</strong>la á puña<strong>do</strong>s no humedezca na<strong>da</strong><br />

la mano.<br />

De aquí se pasa á una estufa <strong>do</strong>nde se seque por<br />

completo y recobre su dureza, á una temperatura que<br />

varíe de 40 á 50 gra<strong>do</strong>s Eeaumur.<br />

Y hecho to<strong>do</strong> esto, se tritura, que<strong>da</strong>n<strong>do</strong> hecha la<br />

Malta y en disposición de ser usa<strong>da</strong>.<br />

Caliéntese agua á una temperatura de 50 gra<strong>do</strong>s,<br />

que es la mitad de la que necesita para la ebullición<br />

y hágase lo siguiente:<br />

Agua á 50 gra<strong>do</strong>s<br />

Miel buena... . .<br />

Cremor tártaro. .<br />

Disuélvase to<strong>do</strong> bien y retírese el agua de la lum­<br />

bre, vertien<strong>do</strong> la disolución en un recipiente de barro,<br />

<strong>do</strong>nde se añade á aquélla<br />

2.°<br />

LEVADURA<br />

12 litros.<br />

6 kil.<br />

600 gramos.<br />

Malta 4 kilogramos.<br />

Almidón en polvo 2 »


(<br />

VITICULTURA 111<br />

Cuan<strong>do</strong> pasa<strong>da</strong>s algunas horas el calor de la masa<br />

haya baja<strong>do</strong> á 24 gra<strong>do</strong>s, se tapa con una cubierta de<br />

lana el recipiente y al poco tiempo se iniciará la fer­<br />

mentación.<br />

Este es el momento de usarla.


CAPITULO NOVENO<br />

Embotelladlo ele vinos.<br />

La operación de trasvasar los vinos de los recipien­<br />

tes en que se conservan, á esos otros pequeños de cris­<br />

tal llama<strong>do</strong>s botellas, noes, en reali<strong>da</strong>d, más que un<br />

trasiego.<br />

Pero esta operación que muchos cosecheros practi­<br />

can rutinariamente, no carece en ver<strong>da</strong>d de su im­<br />

portancia.<br />

El embotella<strong>do</strong> de vinos tiene por objeto su más fá­<br />

cil conservación y es conveniente porque en los gran­<br />

des envases de madera las mermas son excesivas á cau­<br />

sa de su estrema<strong>da</strong> porosi<strong>da</strong>d y ésta facilita también la<br />

acción del oxígeno del aire, en el vino, que como sa­<br />

bemos es muy perjudicial en muchos casos.<br />

Los cascos de vidrio ó botellas, tienen la ventaja de<br />

evitar aquella acción del oxígeno y aquellas grandes<br />

mermas por virtud de su poca porosi<strong>da</strong>d é impermea­<br />

bili<strong>da</strong>d.<br />

Además, y por esta misma razón, conserva indefini­<br />

<strong>da</strong>mente el aroma ó bouquet de los cal<strong>do</strong>s, y éstos no<br />

están expuestos á padecer el defecto del resabio ó gus-<br />

8


114 VITICULTURA<br />

to á madera que algunas veces les comunica una lar­<br />

ga permanencia en envases de este género.<br />

Por otra parte cuan<strong>do</strong> los cal<strong>do</strong>s se destinan á la ven­<br />

ta por pequeñas parti<strong>da</strong>s, sobre to<strong>do</strong> los finos y gene­<br />

rosos, el embotella<strong>do</strong> facilita las operaciones comer­<br />

ciales.<br />

Para trasegar el vino á las botellas — que serán os­<br />

curas ó claras según aquél sea tinto ó no — debe exa­<br />

minarse si está bien clarifica<strong>do</strong> y depura<strong>do</strong>, pues de<br />

no ser así debe suspenderse la operación, porque aun<br />

cuan<strong>do</strong> esté ligeramente turbio, una vez en los cascos<br />

deposita los sedimentos, que al menor movimiento se<br />

agitan y na<strong>da</strong> produce tan mal efecto como un vino<br />

turbio embotella<strong>do</strong>.<br />

Es de advertir que la operación de embotellar se im­<br />

pone como una necesi<strong>da</strong>d, sobre to<strong>do</strong> en los vinos de<br />

pasto al cabo de cierto tiempo, si el cosechero no<br />

quiere experimentar sensibles pérdi<strong>da</strong>s, por las mer­<br />

mas y degeneración de sus cal<strong>do</strong>s.<br />

La época mejor para el embotella<strong>do</strong> suele ser de No­<br />

viembre á Marzo, cuan<strong>do</strong> el vino permanece en com­<br />

pleto reposo.<br />

Las botellas si son para vinos espumosos ó espiri­<br />

tuosos con exceso, deben ser muy fuertes.<br />

Para los finos y de pasto no precisan tanta resisten­<br />

cia. De paredes iguales, vidrio limpio sin incrustacio­<br />

nes, cilindricas, sin rebordes y los del cuello re<strong>do</strong>n<strong>do</strong>s;<br />

sin que ofrezcan aristas por ninguna parte.<br />

Examinaremos aparte las operaciones diversas que<br />

exige el embotella<strong>do</strong>.


VINIFrCACIÓN 115<br />

I<br />

Lava<strong>do</strong>.<br />

Ante to<strong>do</strong>, los cascos han de estar bien limpios. El<br />

esmero y la limpieza deben ser compañeras insepa­<br />

rables de to<strong>da</strong>s cuantas operaciones exige la vinifi­<br />

cación.<br />

Si las botellas son nuevas, es decir que no han ser­<br />

vi<strong>do</strong> para contener otros vinos, licores, espíritus ó cal­<br />

<strong>do</strong>s de cualquiera especie, la operación de lavarlas es<br />

bien sencilla; pues basta enjuagarlas con agua clara y<br />

escurrirlas.<br />

Pero si han esta<strong>do</strong> sirvien<strong>do</strong> para otros destinos, es<br />

preciso que el lava<strong>do</strong> sea eficaz y enérgico, porque ca­<br />

si to<strong>do</strong>s los cal<strong>do</strong>s tienen en suspensión cuerpos ex­<br />

traños que suelen adherirse á las paredes ó suelo.<br />

Si hubiera de hacerse á mano, el lava<strong>do</strong> sería pesa­<br />

dísimo y causaría la pérdi<strong>da</strong> de un tiempo precioso.<br />

Para evitar esto hay un mecanismo que consiste en<br />

una barra de acero apoya<strong>da</strong> sobre <strong>do</strong>s basti<strong>do</strong>res, y<br />

que tiene en ca<strong>da</strong> uno de sus extremos una especie de<br />

escobillón de cer<strong>da</strong>. Esta barra que en su centro lle­<br />

va un rodete, gira en virtud del impulso que le <strong>da</strong> un<br />

volante trasmiti<strong>do</strong> por una correa. El volante actúa<br />

movi<strong>do</strong> á la manera del de una máquina de coser.<br />

Coloca<strong>do</strong> en el centro un operario, coloca una bo­<br />

tella media<strong>da</strong> de agua en ca<strong>da</strong> escobillón, le hace girar<br />

actuan<strong>do</strong> sobre el pe<strong>da</strong>l y que<strong>da</strong>n limpias en un mo­<br />

mento.


116 VITICULTURA<br />

Otro obrero coloca<strong>do</strong> frente al primero entrega las<br />

botellas y va recibien<strong>do</strong> las lava<strong>da</strong>s.<br />

Pueden lavar más de 150 por hora entre los <strong>do</strong>s.<br />

II<br />

Trasiego.<br />

Limpios ya los cascos puede procederse á llenarlos<br />

de vino.<br />

Si esto hubiera de hacerse una por una y á la mano<br />

no lo aconsejaríamos porque sería expuesto, y además<br />

sumamente pesa<strong>do</strong>.<br />

Pero hay aparatos muy útiles y de fácil manejo que<br />

abrevian la operación.<br />

- Consisten generalmente en un cajón largo apoya<strong>do</strong><br />

en <strong>do</strong>s basti<strong>do</strong>res que le elevan del suelo.<br />

Coloca<strong>do</strong> junto á la espita del tonel, recibe el vino<br />

por una abertura.<br />

En la parte opuesta al tonel hay 10 ó 12 sali<strong>da</strong>s (se­<br />

gún la longitud del cajón) á las que ajusta un caño, el<br />

cual se introduce en las botellas para <strong>da</strong>r paso al vi­<br />

no. Cuan<strong>do</strong> están llenas, basta hacer girar el caño pa­<br />

ra interrumpir la sali<strong>da</strong> del líqui<strong>do</strong>.<br />

Esta imperfecta descripción basta para <strong>da</strong>r una idea<br />

de estos aparatos, los cuales deben de ser en número<br />

proporciona<strong>do</strong> á las necesi<strong>da</strong>des del vinicultor.


VINIFICACIÓN 117<br />

III<br />

Encorcha<strong>do</strong>.<br />

Inmediatamente después de llenas las botellas, pro­<br />

cede el taparlas perfectamente.<br />

Para este objeto se emplean los tapones de corcho,<br />

cuya forma será ligeramente cónica ó cilindrica, según<br />

que el encorcha<strong>do</strong> se haga á mano, ó con encorcha<strong>do</strong>­<br />

ras mecánicas.<br />

El corcho usa<strong>do</strong> ó mejor dicho, los tapones, han de<br />

ser regularmente elásticos y duros, sin escrecencias,<br />

hendiduras, ni partes leñosas.<br />

Conviene tenerlos en maceración durante 24 horas<br />

en alcohol fuerte, pero deben secarse para ser em­<br />

plea<strong>do</strong>s.<br />

Si se quiere evitar que los vinos no tomen algún<br />

gusto del corcho, puede bañarse la extremi<strong>da</strong>d que ha­<br />

ya de estar en contacto con ellos, en una solución dé­<br />

bil de cauchú, que forma una capa impermeable é in­<br />

sensible á la acción de los áci<strong>do</strong>s.<br />

La operación á la mano, no solo es pesa<strong>da</strong>, sino de­<br />

fectuosa, porque dejan siempre alguna entra<strong>da</strong> al ai­<br />

re, y sólo debe usarse cuan<strong>do</strong> se haga con vinos des­<br />

tina<strong>do</strong>s al consumo inmediato.<br />

Preferibles son siempre las encorcha<strong>do</strong>ras mecáni­<br />

cas, de cualquiera de sus clases.<br />

Las hay que sólo ejercen sobre una botella y otras<br />

que encorchan tres ó más á la vez.


118 VITICULTURA<br />

Nos dispensamos de describirlas porque son bastan­<br />

te conoci<strong>da</strong>s y sencillas en su funcionamiento.<br />

Recomen<strong>da</strong>mos aquellas que tengan para sostener­<br />

las botellas, un cajón ó recipiente y las en que no sea<br />

preciso, sujetar su cuello con una mano, por la razón<br />

de que si alguna vez se rompe, no se desperdicie el<br />

vino, ni se hiera la mano.<br />

IV<br />

Lacra<strong>do</strong>.<br />

, Para conservar los vinos en este esta<strong>do</strong>, no basta<br />

taponar las botellas; es preciso también lacrarlas, y á<br />

este efecto, el vinicultor debe hacer por sí mismo, la<br />

pasta ó lacre que deba usar.<br />

Hay varias más ó menos económicas y de mejor ó<br />

peor aspecto, pero to<strong>da</strong>s son igualmente eficaces.<br />

1."-<br />

Derrítase á fuego lento las sustancias siguientes:<br />

. Betún líqui<strong>do</strong> ó brea 250 gramos.<br />

Resina negra 250 »<br />

Cera amarilla 125 «<br />

Debe menearse continuamente, y cuan<strong>do</strong> esté bas­<br />

tante espesa, es el momento de usarla según diremos<br />

después.<br />

Esta composición resulta casi negra ó muy par<strong>da</strong>,<br />

y aunque no es de evidente aspecto, es en cambio muy<br />

fusible, pegajosa y adherente.


I<br />

VINIFICACIÓN 119<br />

Pez griega 345 gramos.<br />

Trementina 56 »<br />

Resina laca pulveriza<strong>da</strong> 56 »<br />

Después de bien derreti<strong>do</strong> to<strong>do</strong> añá<strong>da</strong>se:<br />

Minio fino 56 gramos.<br />

Cinabrio de Holan<strong>da</strong> 7 »<br />

Yeso de Bolonia en polvo. ... 56 »<br />

Se mezcla y remueve bien durante unos cuantos<br />

minutos.<br />

A fuego lento derrítase:<br />

2.a<br />

Póngase á derretir á fuego lento en recipiente apro­<br />

pia<strong>do</strong> las sustancias siguientes:<br />

Pez blanca llama<strong>da</strong> de Borgoña. 250 gramos.<br />

Cera amarilla 125 »<br />

Aceite de linaza. . 125 »<br />

Cuan<strong>do</strong> esté to<strong>do</strong> bien derreti<strong>do</strong> y mezcla<strong>do</strong>, para<br />

lo cual se habrá removi<strong>do</strong> constantemente, se añade:<br />

Ocre rojo ó amarillo 125 gramos.<br />

Esta pasta ó lacre resulta encarna<strong>da</strong> ó amarilla, se­<br />

gún el color del ocre que se aña<strong>da</strong>, pero no es tan ad-<br />

herente como la anterior.<br />

Derrítase:<br />

3. a<br />

4. a<br />

Resina laca pulveriza<strong>da</strong> 84 gramos.<br />

Trementina 112 »


120 VITICULTURA<br />

Luego de bien derreti<strong>do</strong> añá<strong>da</strong>se :<br />

Cinabrio muy fino 42 gramos.<br />

Se revuelve bien to<strong>do</strong> basta que desaparezcan las<br />

vetas y el color sea uniforme en to<strong>da</strong> la masa.<br />

Esta mezcla constituye un lacre de hermoso color<br />

rojo, muy fino, pero cristaliza con facili<strong>da</strong>d y se quie­<br />

bra en segui<strong>da</strong> que recibe un golpe ó por lo menos se<br />

cuartea.<br />

*<br />

Excepto la primera fórmula, to<strong>da</strong>s las demás pro­<br />

ducen una pasta susceptible de modelarse, vertién<strong>do</strong>la<br />

en moldes prepara<strong>do</strong>s al efecto si se quiere conservar.<br />

Para lacrar las botellas se cui<strong>da</strong> de que la pasta no<br />

se enfríe demasia<strong>do</strong>, y cuan<strong>do</strong> esté bien espesa, basta<br />

sumergir en ella unos segun<strong>do</strong>s la cabeza de la bote­<br />

lla. Con esto que<strong>da</strong> perfectamente lacra<strong>da</strong>.<br />

Cuan<strong>do</strong> han de ser exporta<strong>da</strong>s, se las cubre además<br />

con unas cápsulas metálicas que suelen llevar el sello<br />

de la casa exporta<strong>do</strong>ra.<br />

V<br />

Colocación de las botellas.<br />

Las botellas que hayan de conservarse en las bode­<br />

gas es preciso elegir para colocarlas el sitio de la mis­<br />

ma más oscuro , fresco y preserva<strong>do</strong> de trepi<strong>da</strong>­<br />

ciones.<br />

Su posición debe ser la horizontal con una ligera<br />

inclinación hacia la boca.


Cuan<strong>do</strong> no son muy numerosas, basta enterrarlas en<br />

arena, pero esto no es posible cuan<strong>do</strong>, como en algu­<br />

/<br />

nas bodegas, se conservan por millares.<br />

En este caso hay que colocarlas en grandes rimeros<br />

por capas superpuestas unas á otras.<br />

Para colocar la primera capa se nivela bien el suelo,<br />

pues de esto depende la seguri<strong>da</strong>d de to<strong>do</strong> el rimero.<br />

Encima de esta primera capa, que estará con la<br />

boca á la pared, se pone un listón ancho de madera<br />

hacia la parte de la boca y otro de un tercio de an­<br />

chura hacia los asientos. Encima otra capa de botellas<br />

con la boca al frente, regularmente separa<strong>da</strong>s y cal­<br />

za<strong>da</strong>s de cualquier mo<strong>do</strong> para que no rueden. Después<br />

sobre esta capa otra inverti<strong>da</strong> y encima los listones<br />

para otras <strong>do</strong>s capas en la forma antedicha.<br />

Asi se prosigue hasta amontonar á lo sumo ocho<br />

capas, pues un peso excesivo no podría ser resisti<strong>do</strong><br />

mucho tiempo por las capas interiores.<br />

Para esta colocación las botellas deben de ser to<strong>da</strong>s<br />

de un mismo tamaño, y si las hubiere de <strong>do</strong>s, las del<br />

mayor, se colocarán debajo.<br />

Últimamente se ha <strong>da</strong><strong>do</strong> en usar una especie de<br />

apara<strong>do</strong>res ó basares á mo<strong>do</strong> de jaulas conveniente­<br />

mente dispuestos para contener muchas botellas sin<br />

peligro de roturas, puesto que no apoyan unas sobre<br />

otras.<br />

Es, sin du<strong>da</strong> alguna, lo más útil y recomen<strong>da</strong>ble.<br />

Sólo algunos vinos generosos y los de Jerez y aná­<br />

logos, pueden conservarse con las botellas en pie ó de­<br />

rechas.<br />

VINIFICACIÓN 121


122 VITICULTURA<br />

VI<br />

Trasiego entre botellas.<br />

. Algunas veces sucede que al cabo de cierto tiempo<br />

los vinos embotella<strong>do</strong>s depositan unos sedimentos de<br />

los que conviene separarlos.<br />

Esto, que ocurre más frecuentemente en los tintos,<br />

se debe á que al embotellar los vinos éstos no estaban<br />

bien depura<strong>do</strong>s ó clarifica<strong>do</strong>s.<br />

Para hacer el trasiego de botella á botella hay un<br />

aparato muy ingenioso.<br />

No es preciso con él descorcharlas. Un punzón abre<br />

el hueco suficiente en el tapón para que pase un tubo<br />

aerífero á comunicar el aire exterior con el que con­<br />

tiene la botella.<br />

Con un sacaboca<strong>do</strong> se practica otro hueco para in­<br />

troducir una.cánula, cuyo extremo introduci<strong>do</strong> es un<br />

cono prolonga<strong>do</strong> con muchos y pequeños agujeritos,<br />

por los cuales pasa el vino, pero no los sedimentos que<br />

contiene.<br />

El otro extremo de la cánula ejerce de embu<strong>do</strong> y<br />

lleva el líqui<strong>do</strong> á la botella prepara<strong>da</strong> para recibirle.<br />

Esta operación puede practicarse una sola vez en<br />

caso de absoluta necesi<strong>da</strong>d.


VINIFICACIÓN 123<br />

VII<br />

Mejoramiento de vinos embotella<strong>do</strong>s.<br />

Hace ya muchos años que es conoci<strong>da</strong> la influencia<br />

tan marca<strong>da</strong> y directa que ejerce la luz sobre los<br />

vinos.<br />

Se han hecho numerosas experiencias por acredita­<br />

<strong>do</strong>s cosecheros, y to<strong>da</strong>s ellas han veni<strong>do</strong> á confirmar<br />

que la luz es un poderoso agente para la conservación<br />

y mejora de los vinos.<br />

Estos ensayos han <strong>da</strong><strong>do</strong> como resulta<strong>do</strong> las siguien­<br />

tes consecuencias: la acción de la luz es tanto más<br />

marca<strong>da</strong> cuanto más limita<strong>do</strong> es el volumen del vino,<br />

y que su influencia es muy escasa ó nula sobre gran­<br />

des canti<strong>da</strong>des.<br />

Para someter el vino á este tratamiento, se deduce<br />

que no hay medio mejor que embotellarlo y exponerlo<br />

sin precaución alguna á la luz y á los accidentes at­<br />

mosféricos.<br />

El cal<strong>do</strong> experimenta cambios de tal naturaleza, que<br />

en quince ó veinte días adquiere el sabor, color y olor<br />

de los añejos.<br />

Su acidez natural disminuye notablemente y le hace<br />

resistente á to<strong>da</strong>s las causas de alteración que hasta<br />

ahora perjudicaban á los vinos.<br />

Nosotros hemos practica<strong>do</strong> diversos ensayos, ha-


124 VITICULTURA<br />

bien<strong>do</strong> obteni<strong>do</strong> resulta<strong>do</strong>s notables: vinos de un año<br />

han podi<strong>do</strong> competir con los rancios de tres años, y<br />

someti<strong>do</strong>s á la prueba de un inteligente vinicultor, no<br />

ha podi<strong>do</strong> determinar cuál de los <strong>do</strong>s reunía mejores<br />

condiciones. Aconsejamos este procedimiento.


CAPÍTULO DÉCIMO<br />

Elaboración ele vinos notables.<br />

I<br />

Vinos de Jerez.<br />

Cal<strong>do</strong>s sin rival en el mun<strong>do</strong> entero son los riquísi­<br />

mos que, con tanta abun<strong>da</strong>ncia, producen las fértiles<br />

campiñas de Jerez y pueblos comarcanos.<br />

En vano la industria vinícola, no pudien<strong>do</strong> vencer­<br />

los, ha pretendi<strong>do</strong> imitarlos, pues sus mixtificaciones<br />

no han podi<strong>do</strong> jamás engañar á los consumi<strong>do</strong>res in­<br />

teligentes.<br />

Sus preciosas cuali<strong>da</strong>des no han podi<strong>do</strong> trasplan­<br />

tarse, aun cuan<strong>do</strong> se han hecho esfuerzos supremos<br />

para ello.<br />

Arranca<strong>da</strong> ésta de su suelo natural, ha produci<strong>do</strong><br />

tan sólo vinos delica<strong>do</strong>s, pero jamás el puro y exqui­<br />

sito Jerez.<br />

Y si se tiene en cuenta que su elaboración no es<br />

tan costosa, ni exige condiciones extraordinarias, re­<br />

lativamente á los demás vinos, se habrá de convenir


\<br />

126 VITICULTURA<br />

forzosamente en que sólo al terreno en que se cría y<br />

al medio ambiente en que se desarrolla, debe sus pro­<br />

digiosas cuali<strong>da</strong>des.<br />

1."<br />

VENDIMIA<br />

La vendimia se verifica con un cui<strong>da</strong><strong>do</strong> especial,<br />

posible tan sólo porque el valor que el cal<strong>do</strong> obtiene<br />

en los merca<strong>do</strong>s, recompensa los gastos y el trabajo<br />

que produce.<br />

Se escogen esmera<strong>da</strong>mente los racimos maduros,<br />

eliminan<strong>do</strong> los que no lo están, arrancan<strong>do</strong> las uvas<br />

podri<strong>da</strong>s, las pica<strong>da</strong>s y to<strong>da</strong>s las que no estén comple­<br />

tamente sanas.<br />

Nunca las amontonan en el lagar; las tienden en el<br />

suelo y proceden en segui<strong>da</strong> á la pisa.<br />

Si por temporal de lluvias ú otras causas se supone<br />

que el mosto será poco denso, las asolean más ó me­<br />

nos según la fluidez.<br />

Procuran no moverlas mucho, para evitar que se<br />

mosteen.<br />

2."<br />

PISA<br />

La pisa se efectúa en lagares de madera, cuya for-<br />

ma ya dejamos explica<strong>da</strong>, extendien<strong>do</strong> en el suelo, por<br />

igual, la uva, sobre la que algunos echan yeso.<br />

Al mosto que resulta de la pisa, le consideran de


VINIFICACIÓN<br />

primera; al que produce el primer prensa<strong>do</strong>, de segun­<br />

<strong>da</strong>; al del segun<strong>do</strong>, de tercera.<br />

Si se desea conservar el vino de clase superior, no<br />

las mezclan, pero algunos echan al mosto de primera,<br />

algo del de segun<strong>da</strong>, y otros mezclan los <strong>do</strong>s produci­<br />

<strong>do</strong>s por las prensas.<br />

Antes de prensar la uva pisa<strong>da</strong> la quitan la raspa ó<br />

escobajo.<br />

Muchos aprovechan aun el orujo para obtener más<br />

vino, echán<strong>do</strong>le agua y prensán<strong>do</strong>le de nuevo; pero<br />

con el mosto que resulta fabrican vinos ordinarios.<br />

Otra vez repiten esta operación, pero entonces el cal­<br />

<strong>do</strong> obteni<strong>do</strong>, le destinan para ser quema<strong>do</strong> y fabricar<br />

alcohol.<br />

Fermentación.<br />

Para fermentar los mostos se colocan en botas que<br />

suelen tener capaci<strong>da</strong>d de 30 arrobas, y se siguen las<br />

reglas generales que en lugar correspondiente indi­<br />

camos.<br />

Si los vinos son dulces, se les adiciona arrope y se<br />

deja muy poco vacío en la bota, así como para los se­<br />

cos si han si<strong>do</strong> asolea<strong>do</strong>s. Esto no es peligroso, porque<br />

como la boca del envase es pequeña, la acción del aire<br />

no es temible y la fermentación se efectúa con lenti­<br />

tud y regulari<strong>da</strong>d.<br />

La casca ó madre es en mayor ó menor canti<strong>da</strong>d<br />

según el deseo, pero generalmente sin raspa.


128<br />

VITICULTURA<br />

3.°<br />

SOLERAJE<br />

Para la conservación y mejora de los cal<strong>do</strong>s jereza­<br />

nos, el soleraje es indispensable.<br />

Las soleras son botas que contienen vinos añejos,<br />

ca<strong>da</strong> una de distinta e<strong>da</strong>d, que nunca que<strong>da</strong>n vacías<br />

del to<strong>do</strong> y que jamás se mueven del sitio en que se<br />

hallan coloca<strong>da</strong>s.<br />

Estos viejos vinos poseen la virtud de comunicar<br />

sus excelentes cuali<strong>da</strong>des, á los vinos á quienes se mez­<br />

clan, siempre que se hagan en pequeñas porciones.<br />

Sólo la inteligencia de los capataces, pueden regu­<br />

lar la canti<strong>da</strong>d y forma en que estas mezclas se deben<br />

hacer.<br />

Inmediatamente que de una solera se ha extraí<strong>do</strong><br />

una canti<strong>da</strong>d de vino, se repone con otro del mismo<br />

estilo y de otra solera, que tenga un año menos de<br />

e<strong>da</strong>d. Con ésta se hace lo propio, y así sucesivamente<br />

hasta reponer con el más moderno.<br />

El sistema es caro, pero <strong>da</strong> excelentes resulta<strong>do</strong>s.<br />

Para exportar ó <strong>da</strong>r sali<strong>da</strong> á estos vinos (lo cual ra­<br />

ra vez se hace antes de que tengan 5 ó 6 años de e<strong>da</strong>d),<br />

suelen encabezarlos con un poco de vino dulce, para<br />

<strong>da</strong>rles mayor fuerza alcohólica.


II<br />

Vinos de Málaga.<br />

129<br />

En reali<strong>da</strong>d la naturaleza de la vid y aun del fruto<br />

que se emplea para la fabricación de los vinos de Má­<br />

laga, es la misma que la de la vid y fruto que produ­<br />

ce el Jerez.<br />

Las clases de vid que pre<strong>do</strong>minan y son más afama­<br />

<strong>da</strong>s, de las cuales reciben nombre los vinos á que <strong>da</strong>n<br />

origen, son la llama<strong>da</strong> Pedro Jiménez, moscatel y ca-<br />

briel.<br />

1.°<br />

VENDIMIA<br />

En la vendimia se sigue él mismo procedimiento<br />

de depurar el fruto, que en Jerez.<br />

Principia regularmente en Septiembre y el asoleo<br />

se hace en la misma cepa ó en el lagar, según se con­<br />

sidera necesario para que el mosto adquiera la densi­<br />

<strong>da</strong>d que debe tener.<br />

Cuan<strong>do</strong> el objeto es obtener Pedro Jiménez, el aso­<br />

leo no es de tanta duración, como si se desea un vino<br />

que llaman tierno ú otro que apelli<strong>da</strong>n lágrima.<br />

Para éstos el asoleo es en la cepa, hasta que la uva<br />

casi se pasifica.


130 VINIFICACIÓN<br />

PISA<br />

Para pisar el fruto lo extienden por capas, á las que<br />

espolvorean con yeso blanco y pisan la primera, la es­<br />

primen con palas y vuelven á pisarla segun<strong>da</strong> vez,<br />

antes de poner la segun<strong>da</strong> capa con la que proceden<br />

del mismo mo<strong>do</strong> y así sucesivamente.<br />

Luego hacen el pie y le prensan sin quitarle la ras­<br />

pa ó escobajo.<br />

Después de obteni<strong>do</strong> to<strong>do</strong> el mosto, lo echan en las<br />

tinajas de fermentación, añadién<strong>do</strong>le buen arrope en<br />

la canti<strong>da</strong>d que consideran necesaria y dejan<strong>do</strong> un<br />

vacío regular en los envases.<br />

Si el vino ha de ser el llama<strong>do</strong> tierno, no se le adi­<br />

ciona yeso ni mosto, y si es el llama<strong>do</strong> cabriel ó tinto,<br />

es preciso quitar la raspa y no prensar el orujo.<br />

FERMENTACIÓN<br />

La fermentación se verifica según las reglas cono­<br />

ci<strong>da</strong>s: su duración varía entre <strong>do</strong>s y cinco meses.<br />

Conclui<strong>da</strong> la fermentación tumultuosa, se hace el<br />

trasiego á envases de madera.<br />

La fermentación del vino tierno dura mucho más<br />

tiempo y como cuan<strong>do</strong> ha termina<strong>do</strong> produce un vino<br />

de mucho cuerpo y muy dulce, los cosecheros le apro­<br />

vechan para mezclarlo con los ásperos.


VITICULTURA 131<br />

III<br />

Elaboración de vinos generosos.<br />

VINO SUPURADO<br />

Para hacer el vino supura<strong>do</strong> se asolea la uva en la<br />

cepa durante cuatro ó cinco días, quitan<strong>do</strong> las hojas<br />

que pudieran <strong>da</strong>r sombra á los racimos. En tal esta<strong>do</strong><br />

se retuercen los pedúnculos y se dejan hasta que el<br />

fruto empiece á pasiñcarse.<br />

Luego los mejores racimos se desecan en una estu­<br />

fa, en canti<strong>da</strong>d de la mitad del fruto destina<strong>do</strong> á fabri­<br />

car este vino.<br />

Este fruto se depura bien quitán<strong>do</strong>le los granos<br />

averia<strong>do</strong>s, verdes, etc.<br />

La pisa se hace en pequeñas cubetas, en las que se<br />

ponen <strong>do</strong>s terceras partes de la pasifica<strong>da</strong> y una de la<br />

que no lo está.<br />

El mosto resultante se echa en pequeños toneles,<br />

cui<strong>da</strong>n<strong>do</strong> de agitarlo en la tina para que la granula se<br />

separe del orujo y no entre en los toneles.<br />

Separa<strong>do</strong> el orujo de la granula, se prensa, y el mos­<br />

to así obteni<strong>do</strong> se adiciona al anterior.<br />

Comenza<strong>da</strong> la fermentación se procura que el local<br />

esté constantemente á la temperatura de 15 á 20 gra­<br />

<strong>do</strong>s Reaumur, hasta que cese la tumultuosa, en cuyo<br />

momento se trasiega con-mucho cui<strong>da</strong><strong>do</strong>.<br />

Se rellenan poco á poco y en distintos días los to-


132 VINIFICACIÓN<br />

neles y en Abril se hace el segun<strong>do</strong> trasiego, verifican­<br />

<strong>do</strong> el tercero á los 15 días de éste.<br />

Se clarifica y se van reponien<strong>do</strong> las mermas, y al<br />

finalizar el año se hace el cuarto trasiego, deján<strong>do</strong>le<br />

en reposo hasta entrar la primavera; clarificán<strong>do</strong>le de<br />

nuevo en la menguante de Marzo, para embotellarlo<br />

en Mayo.<br />

La fabricación de este vino es pesa<strong>da</strong>, pero sus cua­<br />

li<strong>da</strong>des son tan excelentes que merece hacerse.<br />

Es aromático, sabroso, tónico y estomacal, lo cual<br />

lé hace muy recomen<strong>da</strong>ble para las convalecencias.<br />

Se conserva casi indefini<strong>da</strong>mente.<br />

IV<br />

Vino espumoso.<br />

Si se quiere <strong>da</strong>r á los vinos esta cuali<strong>da</strong>d para hacer­<br />

los más agra<strong>da</strong>bles á la vista, el medio es bien sencillo.<br />

Se vendimia uva de la mejor clase perfectamente<br />

madura, espurgán<strong>do</strong>la de las <strong>da</strong>ña<strong>da</strong>s ó verdes y se<br />

pisa.<br />

El mosto obteni<strong>do</strong> así se coloca en toneles, <strong>do</strong>nde<br />

fermentará arrojan<strong>do</strong> por la boca espuma carga<strong>da</strong> de<br />

heces, y cuya espuma irá disminuyen<strong>do</strong> á medi<strong>da</strong> que<br />

decrece la fermentación tumultuosa.<br />

Cuan<strong>do</strong> ésta haya cesa<strong>do</strong> se tapan los envases y en<br />

fines de Diciembre se trasiega el vino.<br />

Se clarifica y vuelve á trasegarse en Abril para pro­<br />

ceder en segui<strong>da</strong> á embotellarlo.


VITICULTURA 133<br />

Antes de hacerlo se adiciona al vino un 3 por 100<br />

de su volumen de un licor forma<strong>do</strong> mitad azúcar can­<br />

de y mitad de vino blanco: esto debe hacerse con vein­<br />

ticuatro horas de anticipación.<br />

Para embotellar se cuela ó filtra, se echa el vino en<br />

las botellas dejan<strong>do</strong> un espacio sin llenar, se encorchan<br />

mecánicamente y se sujetan los corchos con alambre.<br />

Las botellas deben ser fuertes y deben estar colo­<br />

ca<strong>da</strong>s con inclinación al cuello para que en él deposjten<br />

los sedimentos del vino.<br />

Al cabo de ocho ó nueve meses se destapan las bo­<br />

tellas, y al salir el gas áci<strong>do</strong> carbónico forma<strong>do</strong> por la<br />

fermentación y comprimi<strong>do</strong> en el vacío de la botella<br />

expulsa los sedimentos.<br />

Se rellena la botella con vino de otra ya limpia,<br />

cui<strong>da</strong>n<strong>do</strong> de dejar el vacío antedicho, se taponan y<br />

alambran, y á los tres ó cuatro meses ya se encuentra<br />

el vino bueno para el consumo.<br />

El que preten<strong>da</strong> por este medio imitar los vinos de<br />

Champagne se engaña á sí mismo, porque nadie podrá<br />

confundirlo con ningún otro.<br />

El aroma y sabor del Champagne son imposibles de<br />

imitar. Sólo se imita la espuma, fácil de conseguir<br />

hacien<strong>do</strong> que el vino fermente en las botellas y pro­<br />

duzca el gas áci<strong>do</strong> carbónico, que es el que origina la<br />

explosión y la espumosi<strong>da</strong>d.


134 VINIFICACIÓN<br />

Vino de pasas.<br />

Las pasas bien trata<strong>da</strong>s pueden producir un vino<br />

tan bueno como el de las uvas frescas y con la fuerza<br />

alcohólica que se desee.<br />

Añadien<strong>do</strong> á 100 kilos de pasas, desde 150 hasta 400<br />

litros de agua, se obtienen vinos, cuya fuerza alcohóli­<br />

ca varía entre 7 y 20 gra<strong>do</strong>s.<br />

La fermentación dura tanto más, cuanto de más<br />

gra<strong>do</strong>s se quiera obtener el vino.<br />

Se opera depositan<strong>do</strong> en una cuba la pasa y el agua<br />

caliente; al cabo de cuarenta y ocho horas de maeera­<br />

ción los granos se habrán hincha<strong>do</strong>, y después de es­<br />

truja<strong>do</strong>s, procuran<strong>do</strong> no triturar la granula, empieza<br />

el líqui<strong>do</strong> á fermentar si es en verano, necesitan<strong>do</strong> en<br />

invierno elevar la temperatura del cocedero á unos 26<br />

gra<strong>do</strong>s.<br />

Para acelerar la fermentación, basta echaren el mos­<br />

to heces frescas de vino ó levaduras de cerveza.<br />

Mientras fermente hay que mecer ó sumergir dia­<br />

riamente tres ó cuatro veces la casca que sube á la<br />

superficie para evitar que por su contacto con el aire<br />

se acetifique, y se observarán las reglas generales co­<br />

munes á to<strong>da</strong> fermentación.<br />

Termina<strong>da</strong> ésta se trasiega, se prensa la casca y se<br />

añade el líqui<strong>do</strong> que se obtenga al trasega<strong>do</strong>.<br />

Se clarifica por cualquiera de los medios conoci<strong>do</strong>s


VITICULTURA 135<br />

y se repiten trasiegos y aclaros hasta que se vea claro<br />

y trasparente.<br />

Como es natural, el vino resulta descolori<strong>do</strong>, pero<br />

se le <strong>da</strong> color con cualquiera de los colorantes ya men­<br />

ciona<strong>do</strong>s.<br />

El orujo de la pasa, después de prensa<strong>do</strong>, puede<br />

quemarse y destilará un buen alcohol.<br />

VI<br />

Vino dulce ó mistela.<br />

Si bien se puede hacer igual la mistela de la uva<br />

negra que de la blanca, generalmente se acostumbra<br />

utilizar esta última, escogien<strong>do</strong> uva que el mosto de<br />

ella no baje de 16 gra<strong>do</strong>s en el pesa-mosto.<br />

Su elaboración es bien sencilla; consiste, como he­<br />

mos dicho, en elegir el mosto de más gra<strong>do</strong>s de dulce<br />

y añadirle cuan<strong>do</strong> esté en los toneles una cuarta parte<br />

de su peso de espíritu de vino de 36 gra<strong>do</strong>s Cartier,<br />

cuyos toneles llenos y bien tapa<strong>do</strong>s se conservan hasta<br />

que se quiera hacer uso de ella.<br />

Si se quisiera conseguir un vino dulce prescindien­<br />

<strong>do</strong> de fuerza alcohólica, podría rebajarse el alcohol que<br />

se añade, á una sexta parte ú octava parte del mosto;<br />

sustituyén<strong>do</strong>lo por áci<strong>do</strong> salicílico ó su omólogo el<br />

amosalicílico, procuran<strong>do</strong> que la canti<strong>da</strong>d no pase nun­<br />

ca de la marca<strong>da</strong> y ya menciona<strong>da</strong> en otro lugar. Con<br />

esto no se consigue más que una economía de alcohol,<br />

que por su eleva<strong>do</strong> precio puede convenir alguna vez.


136 VINIFICACIÓN<br />

En cuanto á las mistelas de uva negra, no ha falta<strong>do</strong><br />

vinicultor que las haya aprovecha<strong>do</strong>, elaborán<strong>do</strong>las<br />

con mosto to<strong>do</strong> lo más tinto posible y con los mayores<br />

gra<strong>do</strong>s de dulce, al que le han añadi<strong>do</strong> alcohol hasta<br />

marcar 20 gra<strong>do</strong>s en el venómetro.<br />

Esta clase de mistela la han utiliza<strong>do</strong> para reforzar<br />

otros vinos faltos de color, de dulce, y de gra<strong>do</strong>s de<br />

alcohol. No obstante; la aplicación que de ella han<br />

hecho y están hacien<strong>do</strong> con más provechosos resulta­<br />

<strong>do</strong>s, es transportarla á las capitales de primer orden.<br />

Introducirla con pagos de derecho de consumo como<br />

los demás vinos, y una vez dentro han procedi<strong>do</strong> á<br />

hacerla fermentar de nuevo y conseguir triplicar el<br />

vino; ahorrán<strong>do</strong>se los derechos de consumo, que por<br />

lo exorbitantes no podían despreciarse; y sin que se<br />

pue<strong>da</strong> decir que haya componente alguno en este nue­<br />

vo vino, que pue<strong>da</strong> perjudicar á los consumi<strong>do</strong>res.


CAPÍTULO ONCE<br />

Imitación ele alguno^ vinos.<br />

Por vía de curiosi<strong>da</strong>d, <strong>da</strong>remos á conocer los diver­<br />

sos medios emplea<strong>do</strong>s para imitar los vinos más apre­<br />

cia<strong>do</strong>s.<br />

Nuestro mo<strong>do</strong> de pensar es ya conoci<strong>do</strong>. Queremos<br />

el vino,natural sin artificios, y reprobamos en absolu­<br />

to to<strong>da</strong> falsificación.<br />

No transijimos con los imita<strong>do</strong>res, porque engañan<br />

al consumi<strong>do</strong>r ofrecién<strong>do</strong>le con marcas pomposas,<br />

vinos que gracias si merecen siquiera este nombre.<br />

Damos á conocer las imitaciones, tanto para que el<br />

vinicultor no ignore el mo<strong>do</strong> de hacerlas, cuanto para<br />

que esté preveni<strong>do</strong> contra ellas.<br />

I<br />

Imitación del Jerez.<br />

JEREZ SECO<br />

Póngase en un frasco á macerar con 800 gramos de<br />

alcohol de 38 gra<strong>do</strong>s, y durante ocho días las sustan­<br />

cias que siguen:


138 VINIFICACIÓN<br />

Plores de saúco 12 gramos.<br />

Semilla de alholvas 2 »<br />

Esencia de frambuesas 2 »<br />

Baíz de jengibre tritura<strong>da</strong>. ... 4 »<br />

Esta porción se mezcla luego con ocho litros de<br />

vino blanco del Puerto de Santa María, añadién<strong>do</strong>le<br />

azúcar tosta<strong>da</strong> si tiene poco color, y alcohol si no<br />

llega, ó agua si excede de 15 gra<strong>do</strong>s en el venómetro.<br />

Después se filtra bien hasta que salga bien claro.<br />

Otro medio.<br />

Vino blanco seco y añejo 100 litros.<br />

Alcohol de 85 gra<strong>do</strong>s 4 »<br />

Jarabe de uvas 2 »<br />

Infusión de nueces 2 »<br />

ídem de cascaras tosta<strong>da</strong>s de almendras<br />

amargas 4 »<br />

Se hace la maeeración y se procede en to<strong>do</strong> como<br />

se recomien<strong>da</strong> en el caso anterior.<br />

JEREZ DULCE<br />

Macérense durante ocho días en 800 gramos de al­<br />

cohol bueno de vino de 38 gra<strong>do</strong>s Gartier estas sus­<br />

tancias:<br />

Flores de saúco 20 gramos.<br />

Semilla de alholvas 2 »<br />

Esencia de frambuesas 2 »<br />

Luego se toman:<br />

Azúcar blanca de caña 800 »<br />

Vino blanco de Valdepeñas. . . 2 litros.<br />

y se disuelve al fuego, mezclan<strong>do</strong> luego la solución<br />

con tres litros más del mismo vino y con el alcohol ma­<br />

cera<strong>do</strong>, coloran<strong>do</strong> y filtran<strong>do</strong> como para el vino seco.


JEREZ OLOROSO<br />

Se procede igualmente que para el vino seco antes<br />

explica<strong>do</strong>, sólo que además de los componentes que<br />

allí se ponen á macerar con el alcohol, hay que<br />

añadir:<br />

Raiz de lirio de Florencia machaca<strong>da</strong><br />

20 gramos.<br />

Cálamo aromático moli<strong>do</strong>.... 4 »<br />

Flores de tomillo 2 »<br />

Exi lo demás se efectúan iguales operaciones.<br />

* *<br />

To<strong>do</strong>s estos vinos conviene aclararlos y embote­<br />

llarlos lo antes posible para no perderlos.<br />

II<br />

Manzanilla.<br />

El vino así llama<strong>do</strong> no deja de ser una varie<strong>da</strong>d del<br />

Jerez, puesto que se cría en la misma región y tiene<br />

muchos de sus caracteres.<br />

Su imitación es mucho más difícil que la de otros,<br />

porque es casi imposible hallar una combinación que<br />

produzca su aroma y sabor delicadísimos.<br />

Algunos pretenden conseguir su imitación por me­<br />

dio de <strong>do</strong>s extractos, cuya composición es como<br />

sigue:<br />

VIT1CCLTUBA 139<br />

/


140 VINIFICACIÓN<br />

1. a<br />

Póngase á macerar en un litro de alcohol de 35<br />

gra<strong>do</strong>s Cartier:<br />

Nuez mosca<strong>da</strong> moli<strong>da</strong> 6 gramos.<br />

Baíz de lirio de Florencia, moli<strong>da</strong><br />

16<br />

Flores de tomillo 8 »<br />

Esencia de jazmín 30 »<br />

Encerra<strong>do</strong> en una botella se tiene to<strong>do</strong> diez ó <strong>do</strong>ce<br />

días, al cabo de los cuales se filtra y conserva bien<br />

tapa<strong>do</strong> en otra botella.<br />

Este líqui<strong>do</strong> sirve para imitar el suavísimo olor de<br />

la manzanilla.<br />

2.a<br />

Póngase en una botella de suficiente capaci<strong>da</strong>d:<br />

Baíz de genciana 2 gramos.<br />

Almendras amargas pela<strong>da</strong>s y moli<strong>da</strong>s 60 »<br />

Alcohol de 35 gra<strong>do</strong>s Cartier 1 litro.<br />

y déjese en maeeración durante 10 ó 12 días y pasa<strong>do</strong>s<br />

que sean, se filtra y conserva en otra botella, bien ta­<br />

pa<strong>da</strong>.<br />

Con el líqui<strong>do</strong> así obteni<strong>do</strong> se pretende <strong>da</strong>r á las<br />

imitaciones de la manzanilla el sabor especial que la<br />

caracteriza.<br />

Prepara<strong>do</strong>s, pues, estos ingredientes, se obtiene la<br />

imitación añadien<strong>do</strong> á 4 litros del llama<strong>do</strong> vino de<br />

Rue<strong>da</strong> 4 ó 6 gramos del primero y 6 ú 8 del segun<strong>do</strong>.<br />

Se prueba y se adiciona vino si resulta demasia<strong>do</strong><br />

amargo ó se le añade mayor canti<strong>da</strong>d de aquellos lí­<br />

qui<strong>do</strong>s si no tiene suficiente color y sabor.


VITICULTURA 141<br />

Luego se encabeza con alcohol hasta que adquiera<br />

la fuerza alcohólica de la manzanilla que es de 16<br />

gra<strong>do</strong>s.<br />

Luego se filtra y si tuviese demasia<strong>do</strong> color, se de­<br />

colora con polvo de carbón animal y se filtra de nuevo<br />

hasta que el líqui<strong>do</strong> salga de la manga de un color<br />

pajizo páli<strong>do</strong>.<br />

III<br />

Imitación del Málaga.<br />

DULCE<br />

Prepárense los componentes que siguen :<br />

Vino blanco de Valdepeñas.. 10 litros.<br />

Azúpar moreno de caña. . . . 1.500 gramos.<br />

» tosta<strong>do</strong> 250 »<br />

Pasas de Málaga sin raspajo. 625 »<br />

Alcohol de 35 gra<strong>do</strong>s procedente<br />

de vino. 500 »<br />

Extracto de regaliz. . . , . . 25 »<br />

Flores de saúco 20 »<br />

En el alcohol indica<strong>do</strong> se ponen á macerar por 15<br />

días las pasas tritura<strong>da</strong>s y las flores de saúco.<br />

Termina<strong>da</strong> la maceración, se hierve al fuego en 3<br />

litros del vino blanco indica<strong>do</strong>, el azúcar sin tostar y<br />

el regaliz, movién<strong>do</strong>lo bien para que se disuelva pron­<br />

to; y en cuanto esto haya sucedi<strong>do</strong>, se vierte en un ba­<br />

rreño ó recipiente cualquiera, se añaden las sustancias<br />

que están en maceración, el azúcar tosta<strong>do</strong> y los res­<br />

tantes cinco litros del vino blanco.


142 VINIFICACIÓN<br />

Se filtra después las veces suficientes para que sal­<br />

ga claro y limpio y se le colora si lo necesita.<br />

Luego se embotella, como debe hacerse con to<strong>da</strong>s<br />

las imitaciones, si no se quiere correr el peligro de<br />

que se hagan imposibles para el consumo.<br />

SECO<br />

Pónganse á macerar en 500 gramos de alcohol de<br />

35 gra<strong>do</strong>s Cartier.<br />

Nueces verdes tritura<strong>da</strong>s. ... 4 nueces.<br />

Flores de saúco 20 gramos.<br />

Espíritu de brea 4 »<br />

Pasa de Málaga sin raspajo. . . 400 »<br />

y tapa<strong>do</strong> herméticamente en un frasco téngase 15 días;<br />

al final de los cuales se verterá to<strong>do</strong> en un recipiente:<br />

se le añade 8 litros de vino blanco de Valdepeñas, se<br />

le colora con azúcar tosta<strong>do</strong>, se filtra, y embotella co­<br />

mo hemos dicho para el anterior.<br />

IV<br />

Imitación del Cariñena.<br />

Se ponen á macerar en 600 gramos de alcohol 500<br />

de pasa de Málaga sin raspas y se tiene así 10 días.<br />

Pasa<strong>do</strong> este tiempo se hierve<br />

Vino blanco de Valdepeñas. . 2 litros.<br />

Azúcar moreno de caña. . . . 1.200 gramos.<br />

y se agita hasta que se verifique la disolución. Hecha


ésta se vierte en un recipiente y se añade además del<br />

alcohol y las pasas en maeeración<br />

Vino blanco de Valdepeñas. . . 6 litros.<br />

Aci<strong>do</strong> tartárico (disuelto en 40<br />

gramos de agua). . . . . . . . 20 gramos.<br />

Azúcar tosta<strong>do</strong> 160 »<br />

En to<strong>do</strong> lo demás se procede según hemos dicho<br />

para los anteriores.<br />

V<br />

f<br />

VITICULTURA 143<br />

Imitación de vinos extranjeros.<br />

CHAMPAGNE<br />

Vino blanco seco 10 litros.<br />

Vino de Cariñena 10 »<br />

Espíritu de vino á 35 gra<strong>do</strong>s.. 1 kilogramo.<br />

Bicarbonato de sosa 100 gramos.<br />

Aci<strong>do</strong> tartárico ; . . 100 »<br />

Jarabe de aziicar 200 »<br />

Guan<strong>do</strong> esté to<strong>do</strong> bien disuelto se embotella, sin<br />

llenar del to<strong>do</strong> los cascos; se tapona y se alambra<br />

fuertemente, colocán<strong>do</strong>la boca abajo en paraje fresco.<br />

MADERA<br />

Vino blanco de Eue<strong>da</strong>. ... 25 litros.<br />

Calabrés 500 centilitros.<br />

Cascaras de almendras amargas,<br />

tosta<strong>da</strong>s 25 gramos.<br />

ídem de nueces 50 »<br />

Alcohol de 35 gra<strong>do</strong>s 2 litros.<br />

Tintura de cálamo 3 centilitros.<br />

Azúcar tosta<strong>do</strong> 25 gramos.<br />

Se tiene en reposo uno ó <strong>do</strong>s meses, luego se clari­<br />

fica y pasa<strong>do</strong>s algunos días se embotella.


144 VINIFICACIÓN<br />

La sustancia para clarificar debe ser gelatina pura,<br />

pues otra cualquiera atacaría alguna de las propie<strong>da</strong>­<br />

des artificiales del cal<strong>do</strong>.<br />

BURDEOS<br />

Vino de Valdepeñas tinto 16 litros.<br />

Frambuesas 125 gramos.<br />

Alcohol de 50 gra<strong>do</strong>s 2 litros.<br />

Aci<strong>do</strong> tártrico 30 gramos.<br />

Se macera to<strong>do</strong> junto quince días y después se cla­<br />

rifica y se embotella.<br />

OPORTO<br />

Vino tinco rancio. ....... 10 litros.<br />

Alcohol de 35 gra<strong>do</strong>s 250 gramos.<br />

Infusión de guin<strong>da</strong>s 40 centilitros.<br />

ídem de nueces tiernas 20 »<br />

Semilla de alholvas 5 »<br />

Macera<strong>do</strong> ocho ó diez días, luego se filtra, aclara y<br />

embotella.<br />

CHIPRE<br />

Vino tinto añejo y alcohólico.. 20 litros.<br />

Alcohol de 35 gra<strong>do</strong>s 1 »<br />

Infusión de nueces 400 centilitros.<br />

ídem de cascaras tosta<strong>da</strong>s de<br />

almendras amargas 600 »<br />

ídem de lirio de Florencia. . . 400 »<br />

Jarabe de uva 800 »<br />

Mézclese to<strong>do</strong> y téngase en maceración el alcohol<br />

con las infusiones 8 días. Después se mezcla con los<br />

restantes componentes y al cabo de un mes puede<br />

filtrarse, clarificarse y ser embotella<strong>do</strong>.


CAPITULO DOCE<br />

Fabricación ele vinos ele fruta<br />

y medicinales.<br />

To<strong>do</strong>s los frutos cuyo jugo es susceptible de fer­<br />

mentación pueden producir exquisitos cal<strong>do</strong>s, que sin<br />

ser vino propiamente dicho, tienen algunas de sus cua­<br />

li<strong>da</strong>des; por cuya razón sin du<strong>da</strong> se les llama así, aun­<br />

que con poca propie<strong>da</strong>d.<br />

Entre estos vinos, el más sano, el que tiene mejores<br />

condiciones estomacales, mejor sabor, y aroma más<br />

grato, es sin du<strong>da</strong> el vino de manzanas; pero los hay<br />

también de naranjas, moras, grosellas, guin<strong>da</strong>s, etc.<br />

Explicaremos su elaboración separa<strong>da</strong>mente.<br />

I<br />

Sidra.<br />

La sidra es el vino que resulta de la fermentación<br />

del jugo extraí<strong>do</strong> de la manzana.<br />

Su patria, digámoslo así, es Asturias; y en este prin­<br />

cipa<strong>do</strong> y en la provincia de Santander es <strong>do</strong>nde más se<br />

10


146 VITICULTURA<br />

consume, aunque estos últimos años ha comenza<strong>do</strong> á<br />

extenderse su uso por otras capitales, Madrid entre<br />

ellas.<br />

Para elaborarlo se hace la recolección cuan<strong>do</strong> el fru­<br />

to ha llega<strong>do</strong> al apogeo de su madurez.<br />

Se depura la cosecha, separan<strong>do</strong> las manzanas po­<br />

dri<strong>da</strong>s ó pica<strong>da</strong>s; y las que que<strong>da</strong>n se reducen á pasta,<br />

valién<strong>do</strong>se al efecto de prensas de cualquier clase.<br />

Para facilitar la operación después del primer pren­<br />

sa<strong>do</strong> que no es más que una trituración grosera, se aña­<br />

de á la pasta agua pura; se prensa de nuevo, y to<strong>do</strong><br />

junto se deja fermentar en un recipiente descubierto-<br />

por espacio, de 12 á 24 horas, según la riqueza alco­<br />

hólica del fruto.<br />

Se prensa tercera vez y se filtra por un tamiz cla­<br />

ro, pasan<strong>do</strong> el líqui<strong>do</strong> á las cubas en que se ha de con­<br />

servar para que continúe y complete su fermentación<br />

abierta.<br />

Guan<strong>do</strong> está termina<strong>da</strong> se tapan los envases, se de­<br />

ja el cal<strong>do</strong> en reposo durante 20 ó 30 días y luego de<br />

trasega<strong>do</strong> puede ya consumirse.<br />

Este es el vino que producen las manzanas cuyos<br />

árboles en inmensos bosques llama<strong>do</strong>s pomara<strong>da</strong>s, cu­<br />

bren los campos y embalsaman el ambiente de As­<br />

turias.


II<br />

Vino de naranjas.<br />

Se escogen las naranjas bien maduras, se mon<strong>da</strong>n,<br />

y las cascaras se dejan macerar en agua, mientras la<br />

pulpa troza<strong>da</strong>, pero sin usar para ello ninguna herra­<br />

mienta de metal, se esprime en un recipiente aparte<br />

pasan<strong>do</strong> antes por un cola<strong>do</strong>r ó tamiz que detenga los<br />

granos y filamentos.<br />

Hágase un jarabe de agua y azúcar en que entre és­<br />

ta en canti<strong>da</strong>d de una quinta parte del zumo de la na­<br />

ranja.<br />

Se mezcla éste con el jarabe y con el agua en que<br />

se hayan macera<strong>do</strong> las cascaras.<br />

Se agita bien to<strong>do</strong> para la incorporación íntima<br />

entre sí de to<strong>do</strong>s los componentes y se deja reposar.<br />

El local en que esté, se mantendrá á una tempera­<br />

tura constante de 20 á 25 gra<strong>do</strong>s, y al finalizar la fer­<br />

mentación, que durará uno ó <strong>do</strong>s meses según la par­<br />

te azucara<strong>da</strong> que contenga el cal<strong>do</strong>, se tapa el enva­<br />

se y se coloca en paraje fresco.<br />

A los tres meses se clarifica y trasiega, y puede ya<br />

<strong>da</strong>rse al consumo.<br />

La canti<strong>da</strong>d de azúcar será un 50 por 100 mayor si<br />

las naranjas fueran agrias.<br />

í<br />

VINIFICACIÓN lá7


1.48 VITICULTURA<br />

III<br />

Vino de guin<strong>da</strong>s y cerezas.<br />

Este sabroso fruto produce un cal<strong>do</strong> muy rico en<br />

aroma, que suelen algunos cosecheros mezclar con sus<br />

mostos para que les comunique sus propie<strong>da</strong>des.<br />

Otros ponen en infusión los cogollos de los cerezos<br />

ó guin<strong>do</strong>s con el mismo objeto.<br />

Para elaborar el vino sehace el despalilla<strong>do</strong>, que con­<br />

siste en arrancar al fruto sus rabos ó pedúnculos.<br />

Luego se pisan como la uva, y se ponen á fermen­<br />

tar con la casca, ó sea el ollejo, y los huesos.<br />

La fermentación, que debe ser mixta, esto es, ni<br />

cerra<strong>do</strong>s ni completamente abiertos los vasos, sue­<br />

le durar un mes, termina<strong>do</strong> el cual, se trasiega, clari­<br />

fica y embotella con esmera<strong>da</strong> limpieza y taponan<strong>do</strong><br />

los cascos con buenos corchos, impermeabiliza<strong>do</strong>s pa­<br />

ra que no comunique su sabor al cal<strong>do</strong>, lo cual le per­<br />

judicaría mucho.<br />

IV<br />

Vino de grosellas.<br />

Re pisa este fruto como la uva y se recoge el mosto<br />

en las vasijas <strong>do</strong>nde ha de fermentar.<br />

Se le añade el <strong>do</strong>ble de su peso de agua potable, y<br />

según el mayor ó menor espesor del mosto, se echa en<br />

él una tercera ó cuarta parte de azúcar moli<strong>da</strong> de caña.


í .<br />

VINIFICACIÓN 149<br />

Fermenta de 20 á 30 días; y termina<strong>da</strong> la fermen­<br />

tación se trasiega; se clarifica con sal y huevo y vuelve<br />

á trasegarse.<br />

Después del último trasiego se añaden, para aro­<br />

matizar el vino, polvos de raíz de lirio d e Florencia.<br />

V<br />

Vino de moras.<br />

Asilas de morera como las de zarza, <strong>da</strong>n un vino<br />

de muy grato pala<strong>da</strong>r. • . •<br />

Los inteligentes prefieren las de zarza porque son<br />

más ricas en azúcar y tienen mejor fragancia y sabor.<br />

Se pisan como la uva en el lagar, y como el mosto<br />

es muy denso, si ha de escurrir á las pipas por.su pro­<br />

pio peso, es preciso poner á la boca de la sali<strong>da</strong> un<br />

filtro.<br />

En otro caso se cuela y prensa bien.<br />

Se le añade al mosto azúcar en canti<strong>da</strong>d que varia<br />

según el gusto del cosechero, y se deja que efectúe la<br />

fermentación, la cual suele durar hasta tres meses.<br />

Termina<strong>da</strong> que sea, se trasiega y clarifica, y luego<br />

de bien aclara<strong>do</strong> se embotella.


150 VITICULTURA<br />

VI<br />

Vino de frambuesas.<br />

Su elaboración es igual que la de las moras.<br />

Su excesiva acidez le proporciona el inconveniente<br />

de repuntarse con suma facili<strong>da</strong>d, lo cual se previene<br />

adicionan<strong>do</strong> al mosto mucha canti<strong>da</strong>d de azúcar de<br />

caña y nuevas canti<strong>da</strong>des en diversas veces después<br />

de fermenta<strong>do</strong>.<br />

Tanta azúcar produce mucho alcohol, que contribu­<br />

ye á su buena conservación.<br />

También se hacen vinos de diversas plantas, tales<br />

como la remolacha, la caña de azúcar, la caña de maíz,<br />

el abedul, la palmera, etc., que sevinifican por proce­<br />

dimientos análogos.<br />

Nosotros creemos, que si les llamáramos licores ó<br />

cualquier otra cosa, seríamos más correctos, porque<br />

del vino no tienen absolutamente na<strong>da</strong>, excepto algún<br />

pareci<strong>do</strong> en el color.<br />

Como no lo tiene ningúu cal<strong>do</strong> en cuya composi­<br />

ción no entre la uva ó parte de ella.<br />

VII<br />

Vinos medicinales.<br />

La propinación de medicamentos dilui<strong>do</strong>s en unaú<br />

otra forma en el vino, es práctica que de antiguo si­<br />

gue la medicina.


I<br />

VINIFICACIÓN 151<br />

Su elaboración más bien es propia de los farmacéu­<br />

ticos que de los vinicultores, pero hay algunos tan sen­<br />

cillos y útiles, que no resistimos al deseo de enseñar<br />

su fabricación á nuestros lectores, por si alguna vez<br />

les conviniese hacer uso de ellos.<br />

VINO PECTORAL<br />

Se prepara por la maceración tapa<strong>da</strong> en recipiente<br />

que no sea de metal, y durante 10 á 15 días de<br />

Vino blanco generoso 2 litros.<br />

Raíz de enula campana corta<strong>da</strong>. 80 gramos.<br />

Macera<strong>do</strong> ya, se filtra el líqui<strong>do</strong> y se guar<strong>da</strong> bien<br />

tapa<strong>do</strong> para usarlo en las afecciones del pecho.<br />

VINO APERITIVO<br />

Durante 15 ó 20 días se macera:<br />

Raíz de genciana 10 gramos.<br />

Alcohol vinoso de 35 gra<strong>do</strong>s.. . 70 »<br />

Termina<strong>da</strong> ya la maceración se mezclan:<br />

Azúcar de caña 1 kilogramo<br />

Vino de Jerez 10 litros.<br />

Se mezclan entre sí los <strong>do</strong>s prepara<strong>do</strong>s agitán<strong>do</strong>los<br />

bien. Se tiene en reposo el vino resultante durante<br />

tres días, y después se filtra.<br />

Los inapetentes deben usarlo en proporción de un<br />

vasito chico antes de ca<strong>da</strong> comi<strong>da</strong> para los adultos y<br />

medio para los niños.


152 VITICULTORA<br />

VINO ESTOMACAL<br />

Pónganse á macerar las sustancias que siguen, bien<br />

tritura<strong>da</strong>s:<br />

Alcohol vinoso de 35 gra<strong>do</strong>s. . . 160 gramos.<br />

Vino blanco generoso ó Jerez. . 4 litros.<br />

Cálamo aromático 4 gramos.<br />

Cortezas de quina del Perú ... 4 »<br />

» secas de naranja. ... 8 »<br />

Eaíz de galanga 4 »<br />

» de genciana 4 »<br />

Flores de centaura menor. ... 4 »<br />

Sumi<strong>da</strong>des secas de ajenjo romano.<br />

4 "<br />

La maeeración debe durar 6 ó 7 días; después de<br />

la cual, se filtra el líqui<strong>do</strong> y se embotella.<br />

Es un precioso elixir para las digestiones laboriosas.<br />

VINO DIGESTIVO<br />

Alcohol, vino de 40 gra<strong>do</strong>s . . . 100 gramos.<br />

Vino blanco generoso ó Jerez. . 2 litros.<br />

Raíz de ruibarbo de Moscovia. . 18 gramos.<br />

Bicarbonato de sosa 18 »<br />

Se echa to<strong>do</strong> en un frasco bien tapa<strong>do</strong> y se tiene 10<br />

ó 12 días en maeeración.<br />

Luego se filtra y puede usarse desde luego.<br />

Dos ó tres cuchara<strong>da</strong>s producen mágico efecto en<br />

las indigestiones<br />

VINO DE PEPSINA ;<br />

Pepsina medicinal en polvo.<br />

» extractiva<br />

Vino de Jerez<br />

50 gramos.<br />

20 »<br />

2 kilogs.


VINIFICACIÓN 153<br />

Durante 24 horas se deja que se macere la pepsina<br />

en el vino, y al cabo de ellas, se filtra y embotella.<br />

Se recomien<strong>da</strong> este vino, para los delica<strong>do</strong>s de estó-<br />

mago.<br />

To<strong>do</strong> ello se macera durante tres días, y luego se<br />

separa el líqui<strong>do</strong> por decantación, esto es, escurrién­<br />

<strong>do</strong>le poco á poco.<br />

Para los casos de dispepsia nerviosa, se recomien<strong>da</strong><br />

mucho tomar una cuchara<strong>da</strong> de este vino antes de<br />

ca<strong>da</strong> comi<strong>da</strong>.<br />

Ajenjos<br />

Leño de enebro.<br />

Ruibarbo.. . .<br />

Vino de Jerez.<br />

VINO TÓNICO<br />

30 gramos.<br />

10 »<br />

5 »<br />

1 litro.


CAPÍTULO TRECE<br />

Fabi'icación de vinagre.<br />

El oxígeno del aire, obran<strong>do</strong> directamente sobre el<br />

alcohol del vino, forma un cuerpo llama<strong>do</strong> aldehi<strong>do</strong>,<br />

que es intermediario entre el alcohol y el vinagre.<br />

Este resulta de la fermentación acética del vino<br />

produci<strong>da</strong> por la existencia del aldehi<strong>do</strong>, y como el<br />

origen de éste radica en el alcohol, de aquí el que el<br />

vinagre lo será tanto más y mejor, cuanta más fuerza<br />

espirituosa tenga el líqui<strong>do</strong> de quien proce<strong>da</strong>.<br />

El vinagre puede obtenerse de cualquier sustancia<br />

que contenga alcohol; por consiguiente, se puede fa­<br />

bricar con cerveza, sidra, vino de grosellas, de fran-<br />

buesa, y, en general, con to<strong>do</strong> licor vinoso.<br />

Pero á to<strong>do</strong>s supera el vinagre procedente del vino,<br />

y su cali<strong>da</strong>d está en relación directa con la cali<strong>da</strong>d de<br />

aquél, sien<strong>do</strong> mejor el que proviene de los generosos.


156 VITICULTURA<br />

I<br />

Fermentación acética.<br />

Para obtener el vinagre es preciso provocar en los<br />

vinos á este objeto destina<strong>do</strong>s, la fermentación acética.<br />

Si se escogen vinos buenos, añejos y limpios, la ope­<br />

ración se facilita mucho.<br />

Para esto basta poner el vino en toneles destapa<strong>do</strong>s<br />

y en un local bien ventila<strong>do</strong>, cuya temperatura varíe<br />

entre 18 y 25 gra<strong>do</strong>s.<br />

Si los toneles sirven por primera vez para este obje­<br />

to, entonces es preciso ayu<strong>da</strong>rla fermentación echan<strong>do</strong><br />

en el vino heces de vinagre, levadura de pan, tárta­<br />

ro, etc.<br />

Pero si hubieren ya servi<strong>do</strong>, bastará que contengan<br />

una pequeña canti<strong>da</strong>d de vinagre hecho el año ante­<br />

rior, para el completo avinagramiento del vino en ella<br />

deposita<strong>do</strong>.<br />

La fermentación aparece en segui<strong>da</strong>, manifestán<strong>do</strong>­<br />

se por un hervor y silbi<strong>do</strong> especiales, calor en la masa<br />

fermentable, olor áci<strong>do</strong> muy penetrante, pero no des­<br />

prende, como la fermentación vinosa, áci<strong>do</strong> carbónico<br />

ó tufo.<br />

Cuan<strong>do</strong> termina desaparecen estos fenómenos y se<br />

aclara el color del ya vinagre, depositan<strong>do</strong> en las pa­<br />

redes sedimentos de forma y color extraños.<br />

El vinagre está ya hecho; y con sólo unos días de<br />

reposo y un trasiego, puede destinarse á la venta.


VINIFICACIÓN 157<br />

También puede fabricarse vinagre con mosto, y para<br />

conseguirlo hay un medio muy sencillo.<br />

Se hace hervir la masa total del mosto hasta que<br />

quede reduci<strong>da</strong> á las tres cuartas partes de su vo­<br />

lumen.<br />

Se envasa y cui<strong>da</strong> durante el invierno lo mismo que<br />

si fuese vino, y al terminar su fermentación á la en­<br />

tra<strong>da</strong> de verano se extrae del tonel una cuarta parte,<br />

poco más ó menos, de su conteni<strong>do</strong>; se tapa bien la<br />

boca y se hace un agujero, unos de<strong>do</strong>s por encima del<br />

nivel del líqui<strong>do</strong> que que<strong>da</strong>.<br />

Si el local tiene una temperatura mínima de 15 á<br />

20 gra<strong>do</strong>s, se tiene un fuerte y magnífico vinagre antes<br />

de termina<strong>do</strong> el primer mes; pero en to<strong>do</strong> caso llega<strong>do</strong><br />

Julio se obtiene el mismo resulta<strong>do</strong>.<br />

II<br />

Clarificaciones.<br />

Necesario es también clarificar el vinagre, pues por<br />

esmera<strong>da</strong> que haya si<strong>do</strong> su fabricación resulta siempre<br />

turbio y sucio.<br />

Para clarificarle, viértase un cuartillo de leche por<br />

ca<strong>da</strong> 50 litros de vinagre, y déjese en reposo durante<br />

seis horas.<br />

La leche, al coagularse, arrastra consigo to<strong>da</strong>s las<br />

materias que enturbian y ensucian el líqui<strong>do</strong>.<br />

Después se toma una buena canti<strong>da</strong>d de papel de<br />

estraza, se remoja bien en el vinagre hasta que se


158 VITICULTURA<br />

haga una pasta, y entonces se amasa con to<strong>do</strong> el cal<strong>do</strong>,<br />

disolvién<strong>do</strong>le en él.<br />

Por último, se trasiega colán<strong>do</strong>le por una manga ó<br />

filtro.<br />

III<br />

Vinagre casero.<br />

Sería conveniente para los usos <strong>do</strong>mésticos la fa­<br />

bricación casera del vinagre, que no ofrece, en ver<strong>da</strong>d,<br />

dificultad de importancia.<br />

Basta tener un tonelito destina<strong>do</strong> á este uso y echar<br />

en su interior, para que haga el oficio de madre acé­<br />

tica, 8 ó 10 litros (ó más ó menos, según la capaci<strong>da</strong>d<br />

del tonel) de buen vinagre hirvien<strong>do</strong>.<br />

Se coloca el tonel en paraje cuya temperatura sea<br />

suave y siempre igual, por ejemplo, la cocina, y déjese<br />

en reposo durante ocho á quince días.<br />

Después se extrae el vinagre y se echa vino blanco,<br />

que si fuere poco espirituoso se adicionará con un<br />

cuartillo ó <strong>do</strong>s de alcohol.<br />

Al mes ó menos se tiene un excelente vinagre, que<br />

después de clarifica<strong>do</strong> se conserva puro y aromático,<br />

con un color pajizo claro, durante muchísimo tiempo.<br />

IV<br />

Vinagre para ensala<strong>da</strong>s.<br />

La condición del vinagre destina<strong>do</strong> al aliño de en­<br />

sala<strong>da</strong>, requiere ser distinto que el de los demás, to<strong>da</strong><br />

vez que ha de consumirse en cru<strong>do</strong> y al natural.


VINIFICACIÓN 1 159<br />

Se prepara uno muy bueno maceran<strong>do</strong>:<br />

Se secan las yerbas; se muelen, y mezcla<strong>da</strong>s con el<br />

vinagre, se ponen en un recipiente al sol por espacio<br />

de 15 días.<br />

Estragón 20 gramos.<br />

Agedre 25 »<br />

Cebollino 20 »<br />

Escaluña 15 »<br />

Ajos 20 »<br />

Cabos de yerbabuena 25 »<br />

ídem de bálsamo 25 »<br />

Vinagre comiin 10 litros.<br />

Termina<strong>da</strong> la maceración se decanta el líqui<strong>do</strong> que<br />

resulta; se esprimen las heces; se filtra, y se embotella<br />

tapán<strong>do</strong>las cui<strong>da</strong><strong>do</strong>samente.<br />

V<br />

Para aromatizar vinagre.<br />

Desoqúense bien tallos de:<br />

Lavan<strong>da</strong> 50 gramos.<br />

Tomillo 50 »<br />

Romero 50 »<br />

Estragón 50 »<br />

Frambuesa 50 »<br />

Saúco 50 »<br />

Vinagre blanco puro 4 litros.<br />

Se desecan bien los tallos; se ponen en el vinagre, y<br />

cuan<strong>do</strong> se consideren ya bien macera<strong>do</strong>s, que lo esta­<br />

rán según su mayor ó menor hume<strong>da</strong>d del octavo al<br />

decimoquinto día, pásese al filtro con cui<strong>da</strong><strong>do</strong>.<br />

Es preciso ante to<strong>do</strong> depurar bien por medio de <strong>do</strong>s


160 VITICULTURA<br />

ó tres clarificaciones el vinagre que se emplee, pues<br />

cualquier cuerpo extraño que contenga en combina­<br />

ción con las sustancias que por la maeeración se asi­<br />

mila, originaría la putrefacción.<br />

Cuídese al filtrarlo de remover antes las heces:<br />

Para perfumar los vinagres con un aroma determi­<br />

na<strong>do</strong>, basta poner en infusión en uno fuerte, hojas,<br />

flores y tallos de la planta cuyo perfume quiera comu­<br />

nicársele.<br />

Se tiene el tiempo suficiente para que el líqui<strong>do</strong> se<br />

haya asimila<strong>do</strong> las propie<strong>da</strong>des o<strong>do</strong>ríferas ó aceite esen­<br />

cial de aquéllas y luego se decanta y filtra.<br />

Si no tuviese bastante olor, la misma planta se ma­<br />

cera en muy poco alcohol fuerte, y de éste se añade al<br />

vinagre la canti<strong>da</strong>d suficiente.<br />

Estos mismos vinagres, refiltra<strong>do</strong>s una ó <strong>do</strong>s veces<br />

más, para purificarlos y concentrarlos, constituyen los<br />

llama<strong>do</strong>s de toca<strong>do</strong>r.<br />

Así se tiene vinagre de rosa, de pimienta, de estra­<br />

gón, de clavo, etc.<br />

VI<br />

Coloración del vinagre.<br />

To<strong>do</strong>s los vinagres deben de ser blancos, pero den­<br />

tro de esta clase los hay de diversos matices.<br />

Si fuesen elabora<strong>do</strong>s con vino tinto, el color rosá-<br />

ceo que les que<strong>da</strong>, pues la fermentación acética deco­<br />

lora mucho los cal<strong>do</strong>s, se le quita adicionán<strong>do</strong>le car­<br />

bón animal purifica<strong>do</strong>.


VITICULTURA 161<br />

Del mismo mo<strong>do</strong> se les <strong>da</strong>n los diversos tonos de<br />

color (amarillo, <strong>do</strong>ra<strong>do</strong>, pajizo) ponien<strong>do</strong> mayor ó me­<br />

nor canti<strong>da</strong>d de carbón, según el deseo de ca<strong>da</strong> cual.<br />

VII<br />

Vinagre antiséptico.<br />

Hay un vinagre que se usa como antiséptico ó des­<br />

infectante contra las enferme<strong>da</strong>des contagiosas, que<br />

se utiliza regan<strong>do</strong> las habitaciones para purificar la<br />

atmósfera, que con su olor ahuyenta la polilla y que<br />

se usa como refrescante del cutis, mezcla<strong>do</strong> con el<br />

agua de lavarse cara y manos.<br />

He aquí su composición:<br />

Cogollos de ru<strong>da</strong> ya mustios. . 50 gramos,<br />

ídem de ajenjo mayor, id.. . . 50 »<br />

ídem de id. menor, id 50 »<br />

ídem de yerbabuena, id 50 »<br />

ídem de romero, id 50 »<br />

ídem de salvia, id 50 »<br />

Flores de espliego secas 100 »<br />

ídem de cantueso, id 20 »<br />

Ajo seco 20 »<br />

Cálamo aromático 20 »<br />

Alcanfor 20 »<br />

Nuez mosca<strong>da</strong> 20 »<br />

Clavos (especia) 20 »<br />

Canela en rama 20 »<br />

Buen vinagre blanco 5 litros.<br />

Machaca<strong>do</strong>s los cogollos y pulveriza<strong>da</strong>s las flores,<br />

se ponen á macerar en el vinagre durante un mes en<br />

un recipiente de vidrio tapa<strong>do</strong>, expuesto al sol.<br />

Se trasvasa, se prensan las heces, se clarifica por<br />

11


162 VINIFICACIÓN<br />

carbón y en segui<strong>da</strong> se le añade el alcanfor disuelto en<br />

alcohol. Se deja reposar cuatro ó seis horas y se em­<br />

botella, cui<strong>da</strong>n<strong>do</strong> de tapar herméticamente los cascos.<br />

VIH<br />

Jarabe de vinagre.<br />

Con el vinagre se confecciona también un exquisito<br />

jarabe, que mezcla<strong>do</strong> en la justa proporción con un<br />

vaso de agua, <strong>da</strong> un refresco higiénico, barato y de<br />

muy buen pala<strong>da</strong>r.<br />

Para obtenerlo se llenan las tres cuartas partes de<br />

un cacharro con buen vinagre blanco.<br />

Se le echan frambuesas mon<strong>da</strong><strong>da</strong>s y en sazón, en<br />

canti<strong>da</strong>d que ocupe casi to<strong>da</strong> la cuarta parte vacía del<br />

recipiente y se tienen en maeeración ocho ó diez días.<br />

Hecha la maeeración se cuela por un tamiz, sin ex­<br />

primir las frambuesas, en otro recipiente de bastante<br />

capaci<strong>da</strong>d.<br />

Después se le añade el <strong>do</strong>ble de su volumen de azu­<br />

zar blanco de caña, moli<strong>do</strong>.<br />

Se expone á un fuego lento, y cuan<strong>do</strong> el azúcar esté<br />

bien disuelto se quita del calor y se deja enfriar para<br />

embotellarlo cui<strong>da</strong><strong>do</strong>samente, guardán<strong>do</strong>le en paraje<br />

fresco para evitar que por el exceso de azúcar fermen­<br />

te de nuevo.


VITICULTURA<br />

IX<br />

Agraz.<br />

163<br />

Aunque no parezca oportuno el incluir en este ca­<br />

pítulo la fabricación de agraz, lo hacemos por cuanto<br />

se trata de un producto de la uva en su esta<strong>do</strong> más<br />

áci<strong>do</strong>.<br />

Su utili<strong>da</strong>d como bebi<strong>da</strong> refrescante en los meses<br />

de estío es conoci<strong>da</strong> de to<strong>do</strong>s, y por ella explicaremos<br />

el mo<strong>do</strong> de obtenerlo.<br />

Se machaca la uva verde en un recipiente apropia<strong>do</strong><br />

y luego se filtra por un lienzo muy fino, exponién<strong>do</strong>lo<br />

en botellas sin tapar al sol para que fermente.<br />

En cuanto empieza la fermentación se advertirá<br />

que la espuma rebosa y se sale, y con ella las impu­<br />

rezas que contenga el líqui<strong>do</strong>.<br />

Diariamente se llenarán los cascos con agraz, y<br />

cuan<strong>do</strong> se vea que la espuma sale blanca es señal de<br />

que ha termina<strong>do</strong> la fermentación.<br />

Se trasvasa el líqui<strong>do</strong> tenien<strong>do</strong> cui<strong>da</strong><strong>do</strong> de que no<br />

se remueva ni salgan los sedimentos deposita<strong>do</strong>s en el<br />

fon<strong>do</strong>.<br />

Se embotella, encorcha bien y lacra, conserván<strong>do</strong>se<br />

así en la bodega algunos años.<br />

Para tomarlo en refresco se mezcla bien con azúcar.


CAPÍTULO CATORCE<br />

Fabricación de alcohol.<br />

En otro lugar hemos dicho cómo se forma el alco­<br />

hol en el vino.<br />

La parte de azúcar que contiene la uva se convierte<br />

por la fermentación en áci<strong>do</strong> carbónico (ó tufo) y al­<br />

cohol en partes casi iguales (48, 89 y 51, 11 respecti­<br />

vamente).<br />

Este principalísimo elemento del vino, es objeto de<br />

una industra tan importante que sólo es comparable á<br />

la del vino.<br />

El alcohol se obtiene del mismo vino, de las heces,<br />

lías, casca y demás despojos de la vinificación, y ade­<br />

más de la remolacha, patatas, etc., pero nosotros nos<br />

limitamos al que se extrae de la uva y sus productos.<br />

El alcohol se evapora á una temperatura de 78 gra­<br />

<strong>do</strong>s centígra<strong>do</strong>s, mientras que el agua necesita elevar­<br />

se á más de 100.<br />

En este principio descansa la fabricación del alco­<br />

hol, puesto que la razón natural nos dice que bastará<br />

someter el vino á una temperatura algo mayor que los<br />

78 gra<strong>do</strong>s, para separar el alcohol en el conteni<strong>do</strong> del<br />

agua y demás principios con que está combina<strong>do</strong>.


166 VINIFICACIÓN<br />

Para recoger este alcohol se han veni<strong>do</strong> usan<strong>do</strong> apa­<br />

ratos de destilación ó alambiques más ó menos per­<br />

fecciona<strong>do</strong>s y en cuya descripción no nos entretendre­<br />

mos por no ser' del caso.<br />

Baste saber que las antiguas verifican la destilación<br />

llama<strong>da</strong> discontinua, porque termina<strong>da</strong> la del orujo ó<br />

vino conteni<strong>do</strong> en la caldera, tienen que renovar la car­<br />

ga. Las modernas descargan y cargan automática­<br />

mente sin interrupción entre las <strong>do</strong>s operaciones, por<br />

cuya razón la destilación que verifican recibe el nom­<br />

bre de continua.<br />

Unas y otras ejercen sus funciones elevan<strong>do</strong> por el<br />

fuego directo ó por el baño María el vino ó el orujo,<br />

que se deposita en un recipiente al cual se ajusta otro<br />

en forma más ó menos pareci<strong>da</strong> á un embu<strong>do</strong> inverti­<br />

<strong>do</strong> <strong>do</strong>nde va una cámara que recibe y condensa el va­<br />

por, el cual se desliza por un serpentín ó tubo en es­<br />

piral que se coloca dentro de un recipiente con agua<br />

para que frío acabe de condensarle.<br />

Con estos aparatos se obtiene aguardiente y alco­<br />

hol, pues el alcohol no es sino el aguardiente rectifi­<br />

ca<strong>do</strong>. Bl alcohol que en el areómetro Beaumé marque<br />

21 gra<strong>do</strong>s es el aguardiente; si marca 34 es ya alco­<br />

hol puro; y si marca hasta 41, es el llama<strong>do</strong> alcohol ab­<br />

soluto.<br />

La destilación del vino ó del orujo na<strong>da</strong> tiene de<br />

particular, por lo cual pasaremos á explicar el mo<strong>do</strong> de<br />

obtener más rendimientos de los que generalmente se<br />

sacan de los orujos.


VITICULTURA 167<br />

Destilación del orujo.<br />

Nadie ignora que el orujo produce también aguar­<br />

dientes y alcohol, pero el sistema generalmente segui­<br />

<strong>do</strong> desperdicia mucha destilación.<br />

Si se quiere duplicar el rendimiento, sígase la prác­<br />

tica que detallaremos segui<strong>da</strong>mente.<br />

En tres grandes recipientes, de cualquier forma, pe­<br />

ro de mucha capaci<strong>da</strong>d, se echan tantos cántaros de<br />

agua como cántaros de vino produjera el orujo que con<br />

el agua se pusiera á macerar.<br />

Este orujo será el forma<strong>do</strong> por la casca ó madre del<br />

vino separa<strong>do</strong> de éste en los diferentes trasiegos.<br />

Al cabo de una hora de maeeración se extrae el agua<br />

por una espita y se somete á la destilación que produ­<br />

cirá alcohol de 22 gra<strong>do</strong>s y una canti<strong>da</strong>d de agua al­<br />

coholiza<strong>da</strong> que se retira y coloca en una cuba, que pa­<br />

ra entendernos llamaremos A.<br />

Mientras esta destilación se verifica se añade al oru­<br />

jo ya macera<strong>do</strong> igual canti<strong>da</strong>d de agua, se macera du­<br />

rante otra hora; se extrae y se deposita en la cuba A.<br />

De nuevo se añade agua al mismo orujo, se macera<br />

otra hora, se extrae el agua, que se deposita en otra<br />

cuba B; el orujo ya tres veces macera<strong>do</strong> se arroja.<br />

Lava<strong>do</strong>s los recipientes, se pone nuevo orujo que<br />

se macera con el líqui<strong>do</strong> conteni<strong>do</strong> en la cuba A. Se.<br />

extrae al cabo de una hora, y si ha termina<strong>do</strong> la pri­<br />

mera destilación se destila éste.


168 VINIFICACIÓN<br />

En el segun<strong>do</strong> orujo que se acaba de macerar con<br />

el líqui<strong>do</strong> de la cuba A, se vierte el conteni<strong>do</strong> de la<br />

cuba B, se saca al cabo de una hora, y se pone en la<br />

cuba A para servir en la primera maceración del ter­<br />

cer orujo.<br />

La tercera maceración de este segun<strong>do</strong>, se hace con<br />

agua clara que se extrae pasa<strong>da</strong> una hora y se coloca<br />

en la cuba B.<br />

Por este procedimiento de maceraciones y remace-<br />

raciones sucesivas, se continúa tratan<strong>do</strong> to<strong>do</strong> el orujo<br />

de que se disponga y destilan<strong>do</strong> sucesivamente, cui­<br />

<strong>da</strong>n<strong>do</strong> de aprovechar el líqui<strong>do</strong> alcoholiza<strong>do</strong> que des­<br />

pués de la destilación que<strong>da</strong> en la caldera del apara­<br />

to, para unirlo al resultante de la segun<strong>da</strong> infusión de<br />

ca<strong>da</strong> parte de orujo.<br />

Debe advertirse que el líqui<strong>do</strong> de esta segun<strong>da</strong> in­<br />

fusión, produce casi una tercera parte más de alcohol<br />

que el de la primera.<br />

II<br />

Envases para los alcoholes.<br />

El alcohol requiere para su conservación, envases<br />

adecua<strong>do</strong>s.<br />

La madera tiene el inconveniente de las grandes<br />

mermas; y el barro coci<strong>do</strong>, los vidria<strong>do</strong>s, etc., le perju­<br />

dican más ó menos en sus condiciones de color, olor<br />

y sabor; porque es preciso tener en cuenta que el al­<br />

cohol es el más enérgico y el más activo de to<strong>do</strong>s los<br />

disolventes, y esta cuali<strong>da</strong>d suya, le hace asimilarse


VITICULTURA 169<br />

con facili<strong>da</strong>d y provocar reacciones químicas en los<br />

cuerpos que contener pudiera.<br />

El envase preferible es el de cristal en recipientes<br />

grandes, pues también las botellas tienen- el inconve­<br />

niente de que conserva<strong>da</strong>s en un local cuya tempera­<br />

tura sea un poco eleva<strong>da</strong>, el pequeño volumen de la<br />

botella es prontamente influi<strong>da</strong> por el calor y puede<br />

estallar el casco, producien<strong>do</strong> una fuerte detonación.<br />

III<br />

Purificación del alcohol.<br />

Cuan<strong>do</strong> el alcohol se entrega al consumo bajo la de­<br />

nominación de tal, si está recién hecho, suele conser­<br />

var un sabor algo áci<strong>do</strong>, desagra<strong>da</strong>ble para los consu­<br />

mi<strong>do</strong>res que prefieren uu alcohol con gusto á añejo.<br />

Este gusto se le <strong>da</strong> con facili<strong>da</strong>d, al mismo tiempo<br />

que se le quita el áci<strong>do</strong>, añadién<strong>do</strong>le cinco gotas de<br />

amoniaco líqui<strong>do</strong> para ca<strong>da</strong> litro.<br />

Pero este mal sabor, y aun el mal olor que á veces<br />

afectan los espíritus, es mucho más grave, si se les<br />

destina á servir para encabezar vinos, porque puede<br />

comunicarlos al encabeza<strong>do</strong>; crecien<strong>do</strong> en intensi<strong>da</strong>d<br />

y corrupción hasta el punto de llegar á inutilizarlos<br />

para ser destila<strong>do</strong>s.<br />

Para purificarlos se mezclan 10 litros de agua y uno<br />

del espíritu impuro, y en el líqui<strong>do</strong> que resulte, se po­<br />

nen tantos miligramos de nitrato de plata, como mi­<br />

les de litros de alcohol haya que purificar. Se disuelve


170 VINIFICACIÓN<br />

bien, en lo posible, el nitrato, y esta disolución se adi­<br />

ciona al alcohol que se desea corregir, hacien<strong>do</strong> la dis­<br />

tribución proporcional, si estuviese conteni<strong>do</strong> en di­<br />

versos envases.<br />

Tan insignificante canti<strong>da</strong>d de nitrato, mejora y pu­<br />

rifica el alcohol por malo que sea; y si absorbi<strong>do</strong> por<br />

él, para el hombre, no es nocivo, mucho menos lo será<br />

luego de encabeza<strong>do</strong> el vino.<br />

Cuan<strong>do</strong> el alcohol a<strong>do</strong>lece del defecto de estar algo<br />

agua<strong>do</strong> por falta de buena rectificación, ó sea por lo que<br />

quiera, es preciso concentrarlo separán<strong>do</strong>le del agua.<br />

Para esto, se ponen en el alcohol láminas de gela­<br />

tina bien endureci<strong>da</strong>s, y como ésta tiene la propie<strong>da</strong>d<br />

de no alterar las condiciones de aquél, pudien<strong>do</strong> en<br />

cambio absorber el agua, y como ésta ablan<strong>da</strong> la ge­<br />

latina, bastará observar cuán<strong>do</strong> se reblandece, para<br />

saber que la operación está termina<strong>da</strong> y retirar las lá­<br />

minas.<br />

Por último, antes de encabezar los vinos con alco­<br />

hol, conviene convencerse de que éste no contiene al­<br />

cohol metílico, cuyos desastrosos resulta<strong>do</strong>s en la sa­<br />

lud, son incalculables.<br />

Para esto se toma un poco de alcohol en una pro­<br />

beta ó en cualquier recipiente, y se le mezcla con una<br />

disolución de un decigramo de permanganato de po­<br />

tasa en 10 gramos de agua. Si el alcohol es puro, de<br />

vino, el color rojo de la disolución desaparece rápi<strong>da</strong>­<br />

mente, mientras que si es metílico, tar<strong>da</strong> más tiempo<br />

en desaparecer. En este caso, nuestro único consejo<br />

es renunciar en absoluto al alcohol ensaya<strong>do</strong>.


CAPÍTULO QUINCE<br />

Na<strong>da</strong> nos resta que decir acerca de la vinificación<br />

en general.<br />

Hemos procura<strong>do</strong> explicar—por el orden natural<br />

con que deben verificarse—las operaciones que el vini­<br />

cultor practica desde que vendimia el fruto hasta que<br />

le entrega al consumo en forma de vino sano y bueim.<br />

Por nuestra parte hemos hecho los esfuerzos posi­<br />

bles á fin de procurar que nuestro lenguaje resulte<br />

claro y fácil de entender por la honra<strong>da</strong> y respetable<br />

clase agrícola á quien le dedicamos, pero no tenemos<br />

la pretensión de creer que no quede alguna du<strong>da</strong>, so­<br />

bre to<strong>do</strong> en cuanto al tecnicismo.<br />

Por lo tanto nosotros no cumpliríamos con nuestro<br />

deber si—á fin de salvar to<strong>da</strong> dificultad—no diéramos<br />

explicaciones tanto respecto á los aparatos emplea<strong>do</strong>s<br />

en las diversas operaciones de vinificación, como á las<br />

palabras usa<strong>da</strong>s.<br />

Lo hacemos, pues, antes de <strong>da</strong>r por termina<strong>da</strong><br />

nuestra tarea.


172<br />

VINIFICACIÓN<br />

Aparatos que debe poseer el cosechero para lograr<br />

una perfecta vinificación.<br />

I<br />

Alcoholómetro ó areómetro. Es un apara­<br />

to de cristal ó metal convenientemente gradua<strong>do</strong> en<br />

un tubo cilindrico, cuya fuerza alcohólica determina<br />

exactamente en cualquier líqui<strong>do</strong> espirituoso desti­<br />

la<strong>do</strong>. Así, después de ensaya<strong>do</strong> cualquiera de aquéllos,<br />

se dice: alcohol de tantos gra<strong>do</strong>s.<br />

Artesas. Son receptáculos de madera general­<br />

mente, pero que también pueden ser de barro. Planos<br />

nchos; re<strong>do</strong>n<strong>do</strong>s ó cuadra<strong>do</strong>s y que sirven para en­<br />

sayar los vinos en pequeñas canti<strong>da</strong>des.<br />

Bomba de trasiego. Es un ingenioso apara­<br />

to, movi<strong>do</strong> á palanca, el cual aplica<strong>do</strong> á los envases,<br />

hace que el vino pase á otros ya limpios y prepara<strong>do</strong>s,<br />

sin airear los cal<strong>do</strong>s y evitan<strong>do</strong> las molestias que el<br />

trasiego á brazo proporciona.<br />

Básculas. Sirven para pesar el vino que se ex­<br />

porta en grandes canti<strong>da</strong>des y su utili<strong>da</strong>d es conoci<strong>da</strong><br />

de to<strong>do</strong>s.<br />

Colorímetro. Se usa para apreciar la intensi­<br />

<strong>da</strong>d del color de los cal<strong>do</strong>s. Conviene al vinicultor<br />

porque aprecian<strong>do</strong> aquél hasta por milímetros, sabe<br />

si debe ó no reforzarle según los casos.<br />

Cánula. Es un tubo cilindrico termina<strong>do</strong> por<br />

uno de sus extremos en cono ó punta. Su aplicación


VITICULTURA 173<br />

es para el trasiego de vinos de unas botellas á otras<br />

sin descorchar las tapona<strong>da</strong>s.<br />

Canillas. Son pequeños aparatos que incrusta­<br />

<strong>do</strong>s en los envases, sirven para extraer el vino en<br />

pequeñas canti<strong>da</strong>des, regulan<strong>do</strong> su sali<strong>da</strong> según se<br />

desee.<br />

Destila<strong>do</strong>res. To<strong>do</strong> vinicultor de alguna im­<br />

portancia debe tener estos aparatos. Su objeto es apro­<br />

vechar los residuos (heces) de la vinificación para ex­<br />

traerles el alcohol. También destilan los vinos con el<br />

mismo objeto.<br />

Estufas. Son aparatos que carga<strong>do</strong>s de leña ó<br />

carbón encendi<strong>do</strong>, sirven para aumentar la tempera­<br />

tura de las bodegas ó cocederos, para la operación de<br />

la calefacción de vinos y para otros usos análogos<br />

como coción de mostos, infusiones, etc.<br />

Espita hidráulica. Cuan<strong>do</strong> de un tonel se<br />

extrae parte de su conteni<strong>do</strong>, se arranca el tapón ó se<br />

abre la canilla y sucede que, introducién<strong>do</strong>se el aire<br />

por mucha precaución que se tenga, el vino se acetifi­<br />

ca. Para evitar este peligro se usa la espita hidráu­<br />

lica que permite la sali<strong>da</strong> del vino é impide la entra<strong>da</strong><br />

del aire.<br />

Espátulas. Son especie de cucharones de diver­<br />

sos tamaños. Palos más ó menos largos, uno de cuyos<br />

extremos ensancha y aplana por <strong>do</strong>s la<strong>do</strong>s. Sirve para<br />

el bazuqueo y para agitar ó remover los cal<strong>do</strong>s.<br />

Embu<strong>do</strong>s. Por lo vulgar de este aparato y sus<br />

aplicaciones tan sólo diremos, que es necesario al vi­<br />

nicultor.


174 VINIFICACIÓN<br />

Encorcha<strong>do</strong>r mecánico. En el capítulo once,<br />

párrafo III describimos este aparato.<br />

Embotella<strong>do</strong>r de vino. Véase el capítulo<br />

once, párrafo II, <strong>do</strong>nde hablamos de él.<br />

Filtros. Se llaman así, ya aparatos en condicio­<br />

nes para filtrar el vino con to<strong>da</strong> comodi<strong>da</strong>d, ya man­<br />

gas de teji<strong>do</strong>s especiales con las que se logra el mismo<br />

objeto.<br />

Higrómetros. Este útil aparato sirve parade^<br />

terminar la hume<strong>da</strong>d de los locales en que fermenta<br />

ó en los que se conserva el vino.<br />

Lagares. En sus diversas clases que<strong>da</strong>n ya ex­<br />

plica<strong>do</strong>s. Véase el capitulo primero, párrafo VI.<br />

Lava<strong>do</strong>r de botellas. Véase el capítulo no­<br />

veno, párrafo I.<br />

Mangas. Para depositar el mosto en los enva­<br />

ses desde los lagares ó para las operaciones de trasie­<br />

go, se usan las llama<strong>da</strong>s mangas que pueden ser de<br />

cuero, lona ú otras materias en cuyos extremos tienen<br />

cercos de metal ó enchufa<strong>do</strong>res, con los cuales se sol-<br />

<strong>da</strong>n las unas á las otras.<br />

Odres. Así se llama á los pellejos para traspor­<br />

tar los cal<strong>do</strong>s unas veces desde los lagares á las bode?<br />

gas, otras desde unos á otros envases para los trasie­<br />

gos á mano.<br />

Pesa-mosto. Este útilísimo aparato no debe<br />

faltar en ninguna bodega. Sirve para apreciar la can­<br />

ti<strong>da</strong>d de azúcar que tienen los mostos.<br />

Pesa áci<strong>do</strong>s. Pareci<strong>do</strong> al anterior, determina<br />

la canti<strong>da</strong>d de áci<strong>do</strong> que contienen los cal<strong>do</strong>s.


VITICULTUBA 17H<br />

Pesa jarabes. Semejante al anterior, determi­<br />

na la canti<strong>da</strong>d de azúcar ó dulce que contiene cual­<br />

quier jarabe.<br />

Prensas. Véase el capítulo primero, párrafo VII.<br />

Pala. Su forma es la ordinaria. Con ellas se amon­<br />

tona, remueve, extiende, etc., la huva en el lagar y las<br />

heces.<br />

Probeta. Así se llama á ciertas tazas de plata<br />

ú otra materia, que sirven para probar los vinos.<br />

También reciben este nombre, unos cilindros de hoja<br />

de lata ó cristal en los cuales se echan los líqui<strong>do</strong>s<br />

para ensayarlos.<br />

Rastrillos. Son como los usuales en la agricul­<br />

tura, y su objeto es pareci<strong>do</strong> al de la pala en la vini­<br />

cultura.<br />

Termómetro. Aparato que sirve para conocer<br />

en cualquier momento, bien la temperatura del local,<br />

bien la de los cal<strong>do</strong>s cuan<strong>do</strong> están en la fermentación<br />

ó en cualquier época. Como el higrómetro y el pesa-<br />

mosto, no debe carecer de ellos el vinicultor inteligente.<br />

Venómetro. Tiene por objeto determinar la<br />

fuerza del vino aprecián<strong>do</strong>la en gra<strong>do</strong>s.<br />

Zaran<strong>da</strong>s ó cribas. Son una especie de enre­<br />

ja<strong>do</strong>s más ó menos espesos, según que se destinen á<br />

separar la casca de la raspa ó de la granula.


176 VINIFICACIÓN<br />

II<br />

Vocabulario de la vinificación.<br />

Acetificación. Avinagra<strong>do</strong> de un líqui<strong>do</strong>.<br />

Análisis. Examen de los componentes de un<br />

cuerpo.<br />

Antitéticos. Opuestos en sus condiciones.<br />

Adicionar. Añadir.<br />

Apogeo. En la fermentación es el momento en<br />

que la ebullición llega á su mayor gra<strong>do</strong>.<br />

Aristas. Ángulos salientes ó esquina de las va­<br />

sijas.<br />

Adherentes. Se llama así á las sustancias que<br />

se pegan con mucha fuerza.<br />

Acelerar. Dar prisa, adelantar.<br />

Asimilarse.' Apropiarse un cuerpo condición<br />

nes de otro, confundirse con él.<br />

Actuar. Obrar sobre, ejercer acción.<br />

Antiséptico. Conserva<strong>do</strong>r, antipútri<strong>do</strong>, exter­<br />

mina<strong>do</strong>r de gérmenes <strong>da</strong>ñinos.<br />

Astringencia. Aspereza en el sabor.<br />

Combustión. Acción ó efecto de quemar.<br />

Cilindricos. Cuerpo re<strong>do</strong>n<strong>do</strong> y prolonga<strong>do</strong>.<br />

Calcinar. Convertir un cuerpo por la acción del<br />

fuego en cal.<br />

Cónico. Cuerpo re<strong>do</strong>n<strong>do</strong> circular que disminu­<br />

ye de volumen hacia uno de sus extremos que puede<br />

rematar en punta.


Coagular. Cuajar.<br />

VITICULTURA 177<br />

Cahuchú. Cuerpo pareci<strong>do</strong> á la goma elástica.<br />

Clarificar. Limpiar un líqui<strong>do</strong>.<br />

Decoloración. Palidecer ó perderse un color.<br />

Deducir. Sacar consecuencias de un principio.<br />

Depurar En vinificación separar, limpiar el vino<br />

de to<strong>da</strong>s las impurezas que contenga.<br />

Degenerar. Perder en intensi<strong>da</strong>d ó en canti<strong>da</strong>d<br />

las condiciones primitivas.<br />

Densi<strong>da</strong>d. En líqui<strong>do</strong>s, espesor.<br />

Dosis. Canti<strong>da</strong>d regula<strong>da</strong>.<br />

Diluir. Disolver.<br />

Divulgar. Hacer saber una cosa á to<strong>do</strong> el mun­<br />

<strong>do</strong>, facilitar su inteligencia, popularizarla.<br />

Envase. Vasija ó vaso.<br />

Elaborar. En vinificación, es practicar las di­<br />

versas operaciones que convierten la uva en vino.<br />

Espurgar. Separar lo inútil, enfermo ó <strong>da</strong>ñino.<br />

Epígrafe. Erases con que se titulan los diversos<br />

capítulos y párrafos de un libro para distinguirlos.<br />

Ebullición. Hervor de un líqui<strong>do</strong>.<br />

Eficaz. Muy útil, muy conveniente, muy prove­<br />

choso.<br />

Espontáneo. Acción natural.<br />

Encabezar. En vinificación, añadir alcohol al<br />

vino para su mejor conservación.<br />

Esquilma<strong>do</strong>. Despoja<strong>do</strong>, desposeí<strong>do</strong>, reduci<strong>do</strong><br />

á la miseria.<br />

Efervescencia. Hervor espontáneo, con espu-<br />

mosi<strong>da</strong>d, rui<strong>do</strong> y desprendimiento de gases.<br />

12


178 VINIFICACIÓN<br />

Fusible. Que puede derretirse ó liqui<strong>da</strong>rse.<br />

Fermentación. Es la acción espontánea del<br />

mosto, por la cual se descomponen sus partículas para<br />

adquirir nuevas propie<strong>da</strong>des ó formar nuevos compo­<br />

nentes.<br />

Germinar. Brotar los tallos y raíces de una se­<br />

milla.<br />

Hipótesis. Suposición.<br />

Herméticamente. Tapar de mo<strong>do</strong> que sea<br />

imposible la entra<strong>da</strong> del aire en la vasija.<br />

Impeler. Empujar, arrojarse, lanzarse á <strong>da</strong>r im­<br />

pulso.<br />

Insoluble. Lo que no se disuelve.<br />

Impermeable. Lo que resiste á la acción de<br />

un líqui<strong>do</strong>.<br />

Loción. Lava<strong>do</strong>, enjuaga<strong>do</strong>.<br />

Macerar. Eemojar.<br />

Mixtificación. Falsificación.<br />

Manipular. Efectuar las operaciones de vinifi­<br />

cación.<br />

Nocivo. Dañino, perjudicial.<br />

Neutralizar. Anular, hacer de mo<strong>do</strong> que los<br />

efectos de una causa, ni favorezcan ni perjudiquen.<br />

Orientar. Determinar la posición de una cosa<br />

con relación al oriente geográfico, ó sea el punto por<br />

<strong>do</strong>nde sale el sol.<br />

Putrefacción. Putridez, pútri<strong>do</strong>, corrompi<strong>do</strong><br />

ó podri<strong>do</strong>.<br />

Paulatinamente. Poco á poco, con len­<br />

titud.


VITICULTÜKA 179<br />

Precipita<strong>do</strong>. Es el poso que se forma en el fon­<br />

<strong>do</strong> de una vasija llena de líqui<strong>do</strong>.<br />

Pueril. Sin importancia.<br />

Porosi<strong>da</strong>d. Es la propie<strong>da</strong>d que tienen los cuer­<br />

pos de dejar filtrar los líqui<strong>do</strong>s.<br />

Recipiente. Véase envase.<br />

Suspensión. Es el esta<strong>do</strong> en que se encuentran<br />

los cuerpos al flotar en un líqui<strong>do</strong>.<br />

Sumergir. Meter alguna cosa debajo de un lí­<br />

qui<strong>do</strong>.<br />

Sofisticación. Véase mixtificación.<br />

Sedimentos. El asiento ó poso de un líqui<strong>do</strong>.<br />

Soluble. Lo que puede disolverse.<br />

Triturar. Moler.<br />

Tumultuosa. Agita<strong>da</strong>. Se dice de la fermenta­<br />

ción, cuan<strong>do</strong> está en el apogeo de su ebullición.<br />

Tónico. Lo que reconstituye ó <strong>da</strong> fuerzas al es­<br />

tómago.<br />

Trasegar. La operación de cambiar un líqui<strong>do</strong><br />

de una á otra vasija.<br />

vino.<br />

Vinificación. Arte de hacer vino. .<br />

Vinicultor. El que vinifica; el que elabora el<br />

Volumen. Corpulencia ó bulto de una cosa.<br />

FIN


ÍNDICE<br />

PRIMERA. PARTE<br />

De la viticultura.<br />

E'áginas.<br />

DEDICATORIA. . v<br />

PRÓLOGO. vir<br />

Capitulo primero.<br />

Terrenos más apropia<strong>do</strong>s para la plantación de las viñas. xm<br />

Capítulo segun<strong>do</strong>.<br />

Cómo deben trabajarse los terrenos para verificar la<br />

plantación de las viñas xvn<br />

Capitulo tercero.<br />

Mo<strong>do</strong> de verificar las plantaciones de las diferentes clases<br />

de vides xxi<br />

I.—Plantación de la vid á líneas bajas y sobre tronco. xxn<br />

II.—De la plantación ó cultivo de las cepas altas.. . xxiv<br />

III.—Distancia de las cepas xxv<br />

IV.—Plantación de los sarmientos xxvi<br />

Capítulo cuarto.<br />

Cómo deben trabajarse las viñas y abonarlas. . . . . xxix<br />

I.—Abono de las tierras xxx


182 INDIOE<br />

Capitulo quinto.<br />

Piiginas.<br />

Procedimientos que pueden emplearse para la propagación<br />

de las vides xxxv<br />

I.—Propagación por medio de sarmientos xxxvi<br />

II.—Barba<strong>do</strong>s ó amugronamiento xxxvn<br />

III.—Por medio de nu<strong>do</strong>s ó yemas<br />

IV.—Multiplicación de las viñas por medio de los in­<br />

xxxix<br />

gertos xxxix<br />

Capítulo sexto.<br />

Enferme<strong>da</strong>des de las viñas y mo<strong>do</strong> de preservarlas y curarlas<br />

XLI<br />

I.—El hielo XLII<br />

II.—El granizo XLIU<br />

III.—Gupillura . XLV<br />

IV.—Crasitud. XLVI<br />

V. —Orín, ictericia y quemaduras XLVI<br />

VI.—-El cáncer y la parálisis XLVIII<br />

VII.—El oidium XLix<br />

Capitulo séptimo.<br />

De la po<strong>da</strong> y otras operaciones que facilitan una producción<br />

corriente y una buena vinificación.. . . LI<br />

I.—Forma de po<strong>da</strong>r LII<br />

II.—Mejor época de po<strong>da</strong>r.. LVI<br />

III.—Deslechuga<strong>do</strong>, despampana<strong>do</strong> y pellizcadura. . LVII<br />

IV.—Besguar<strong>do</strong> de las viñas, edificios y vendimia.. . LVIII<br />

Fabricación de vinos en to<strong>da</strong>s las épocas del año.... LX<br />

Conversión de la uva en pasa LXI<br />

SEGUNDA PARTE<br />

X>e la vinificación.<br />

Capítulo primero.<br />

De las bodegas en general 3<br />

I.—Orientación de las bodegas 4<br />

II.—Construcción. . 5<br />

III.—Local de fermentación 6


ÍNDICE 183<br />

Páginas.<br />

IV.—local de conservación 7<br />

V.—Ventilación y temperatura. . . 9<br />

VI.—Lagares y lagos 10<br />

VII.—Prensas diversas 13<br />

VIII.'—-Limpieza de lagares y bodegas 15<br />

Capitulo segun<strong>do</strong>.<br />

De los diversos envases 17<br />

I.—Envases de madera 17<br />

II.—Capaci<strong>da</strong>d de los envases 19<br />

III.—Cui<strong>da</strong><strong>do</strong>s que exigen los envases de madera.. . . 20<br />

IV.— Agrio de los toneles. . . 21<br />

V.—Enmohecimiento de los toneles. . . . . . . 22<br />

VI.—Azufra<strong>do</strong> de los envases 23<br />

VIL —Envases de barro y de manipostería 25<br />

Capitulo tercero.<br />

De la elaboración 29<br />

I.—Asoleo de la uva 29<br />

II.—Amontonamiento de la uva 31<br />

III.—Espurgo de racimos y despalilla<strong>do</strong> 32<br />

IV.—Pisa de la uva 1 33<br />

V.—Prensa<strong>do</strong> 34<br />

VI.—Enyesa<strong>do</strong> 35<br />

Capitulo cuarto.<br />

De la fermentación 39<br />

L—Examen del mosto 40<br />

1.° Falta de azúcar 41<br />

2.° Exceso de azúcar 42<br />

II.—El mosto en los vasos 43<br />

III.—De la casca 44<br />

IV.—Observaciones varias 45<br />

V.—Diversas formas de fermentación 47<br />

VI.—Bazuqueo ó falsos fon<strong>do</strong>s 48<br />

.VIL—Vigilancia de'los cocederos. 50<br />

VIII.—Relleno de los vasos. . 51<br />

IX.— Maceración de los mostos 52<br />

X.—Cuán<strong>do</strong> termina la fermentación tumultuosa. . . 53


184 ÍNDICE<br />

Capitulo quinto.<br />

Páginas.<br />

De la conservación ele los vinos 55<br />

I. —De los trasiegos 55<br />

lo ° 56<br />

2° • 57<br />

3.° 58<br />

II.-—Precauciones 60<br />

III. —Congelación de los vinos 61<br />

IV.—Calefacción de los vinos 62<br />

V.—Otros medios de conservación 64<br />

VI.—Electrización de los vinos 67<br />

VII. —Mezclas ó coupages 68<br />

Capitulo sexto.<br />

De las clarificaciones 71<br />

I.—Por las claras de huevo 72<br />

II —Por la cola de pesca<strong>do</strong> y la cola ordinaria. . . . 73<br />

III.—Por la sangre deseca<strong>da</strong> y la ictiocola 75<br />

Capitulo séptimo.<br />

Defectos y enferme<strong>da</strong>des de los vinos 77<br />

I.—Vinos que se vuelven 78<br />

II.—Variaciones de color 79<br />

1.» Turbios 79<br />

2.° Par<strong>do</strong>s 79<br />

3.° Azula<strong>do</strong>s 80<br />

III.—Vinos que se repuntan 80<br />

IV.—Ahilamiento 81<br />

V.—Gusto amargo 82<br />

VI.—Enmohecimiento 84<br />

Vil.-Acidez . 85<br />

VIH.—Aprovechamiento de residuos 86<br />

1." Aguapié ó revino 87<br />

2.° Vino artificial 87<br />

3.° Obtención de alcohol 88<br />

4.° Materia curtiente 88<br />

5.° Materia colorante 89<br />

6.° Otros aprovechamientos 90


ÍNDICE 185<br />

Capitulo octavo.<br />

Páginas.<br />

Procedimientos diversos que se relacionan con la fabricación<br />

natural y artificial, conservación y mejora<br />

de los vinos 93<br />

I.—Mo<strong>do</strong> de volver secos los vinos dulces 94<br />

II.—Mejora de los vinos por la glucosa 95<br />

Mo<strong>do</strong> de obtener la glucosa 96<br />

III.—Colorante pajizo para los vinos blancos 96<br />

XI. —Líqui<strong>do</strong> para mejorar instantáneamente un vino inferior<br />

98<br />

V. —Transformación de vinos tintos en blancos. . . . 99<br />

VI.—Mo<strong>do</strong> de obtener de una arroba de uva, una de<br />

buen vino 100<br />

VIL—Destrucción de los gérmenes que alteran los vinos. 103<br />

VIII.—Dos extractos. 104<br />

l.o 104<br />

2.o 105<br />

IX.—Elaboración de vinos rancios 105<br />

1.° Clarificación 106<br />

2.° Coloración 107<br />

3.° Para rejuvenecer 108<br />

X.—Fabricación de levadura 108<br />

1.» Malta 109<br />

2.° Levadura. 110<br />

Capitulo noveno.<br />

Embotella<strong>do</strong> de vinos 113<br />

L—Lava<strong>do</strong> 115<br />

II.—Trasiego 116<br />

III.—Encorcha<strong>do</strong> 117<br />

IV.—Lacra<strong>do</strong> 118<br />

1.» 118<br />

2." 1.19<br />

3.» 119<br />

4.» 119<br />

V.—Colocación de las botellas 120<br />

VI.—Trasiego entre botellas 122<br />

VIL—Mejoramiento de vinos embotella<strong>do</strong>s 123<br />

Capitulo décimo.<br />

Elaboración de vinos notables. 125<br />

I.—Vinos de Jerez 125


186 ÍNDICE<br />

Páginas<br />

1.» Vendimia 126<br />

2.° Pisa 126<br />

Fermentación 127<br />

3.° Soleraje 128<br />

II.—Vinos de Málaga 129<br />

I." Vendimia 129<br />

2.° Pisa 130<br />

3.° Fermentación 130<br />

III.— Elaboración de vinos generosos 131<br />

Vino supura<strong>do</strong> 131<br />

IV.—Vino espumoso 132<br />

V.—Vino de pasas 134<br />

VI.—Elaboración de vino dulce ó mistela 135<br />

Capitulo once.<br />

Imitación de algunos vinos 137<br />

I.—Imitación del Jerez 137<br />

Jerez seco 137<br />

Otro medio 138<br />

Jerez dulce • 138<br />

Jerez oloroso 139<br />

II.—Manzanilla 139<br />

1.a 140<br />

2.a 140<br />

III.—Imitación del Málaga 141<br />

Dulce 141<br />

Seco 142<br />

IV.—Imitación del cariñena 142<br />

V.—Imitación de vinos extranjeros. 143<br />

Champagne 143<br />

Madera 143<br />

Burdeos 144<br />

Oporto. 144<br />

Chipre 144<br />

Capítulo <strong>do</strong>ce.<br />

Fabricación de vinos de fruta y medicinales 145<br />

I.—Sidra 145<br />

II.—Vino de naranjas 147<br />

III.—ídem de guin<strong>da</strong>s y cerezas 148<br />

IV.—ídem de grosella 148<br />

V.—ídem de moras 149<br />

VI.—ídem de frambuesas 150


ÍNDICE 187<br />

Páginas.<br />

VII.—Vinos medicinales 150<br />

Vino pectoral 151<br />

ídem aperitivo 151<br />

ídem estomacal 152<br />

ídem digestivo 152<br />

ídem de pepsina 152<br />

ídem tónico 153<br />

Capitulo trece.<br />

Fabricación de vinagre 155<br />

I.—Fermentación acética 156<br />

II.—Clarificaciones 157<br />

III.—Vinagre casero 158<br />

IV.—ídem para ensala<strong>da</strong>s 158<br />

V. —Para aromatizar vinagre 159<br />

VI.—Coloración del vinagre ' • • 160<br />

VII.—Vinagre antiséptico 161<br />

VIII. —Jarabe de vinagre 162<br />

IX.-Agraz 163<br />

Capítulo catorce.<br />

. Fabricación de alcohol 165<br />

I.—Destilación del orujo 167<br />

II.—Envases para los alcoholes 168<br />

III. —Purificación del alcohol 169<br />

Capítulo quince.<br />

I. —Aparatos que debe poseer el cosechero para lograr<br />

una perfecta vinificación 172<br />

II.—Vocabulario de la vinificación 176

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