NUEVO ISIDRO TOMO 2.indd - La Revolución Neogranadina

oraciones: tú sabrás (y entiéndalo todo el mundo)
que a nadie ceden en el respeto y en la lealtad a su
verdadero Soberano las Monjas de la Encarnación de
Popayán.
A los Españoles Americanos —El D. D. Frutos
Joaquín Gutiérrez.
La perfidia que acabamos de experimentar de parte
del usurpador del Trono de Francia, que abusando
del nombre de esta gran nación, nuestra antigua
aliada, ha aspirado a ocupar todos los tronos del
mundo, tiene pocos ejemplares en la historia. Él se ha
cubierto de infamia cometiendo contra nosotros un
crimen que será la execración y el espanto de todas las
generaciones futuras. Mientras que haya principios
infalibles que decidan de lo justo y de lo injusto, y
mientras que existan grabadas en el corazón humano
las leyes eternas de la naturaleza, el nombre Francés
será escuchado con horror, y la negra historia de
Napoleón su Jefe eclipsará la de cuantos viven en
la memoria de los hombres, para llevar tras sí las
maldiciones de los Pueblos. Nosotros vamos pues a
ser vengados por la posteridad, Censor respetable,
cuyo juicio es imparcial, y cuyo castigo es el oprobio.
Podemos lisonjearlos con este voto el más querido de
las almas grandes; pero debemos también acertar a
merecerlo.
¡Españoles Americanos! Ha llegado el caso de
cumplir los deberes que nuestras almas religiosas
y nobles, jamás dejaron de reconocer. Lejos de
ellas cualquier apego a los intereses particulares,
destructores de todo cuerpo social; pues si cada uno
de vosotros cometiere la bajeza de pensar más en el
individuo que en la masa común, seréis víctimas de
vuestro propio egoísmo, y el recuerdo de vosotros
será la detestación. ¿Apetecéis la conservación de
vuestras vidas, vuestros bienes, y vuestra seguridad?
Posponed estos objetos, y bajo ellos la sombra del
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Colección Bicentenario