NUEVO ISIDRO TOMO 2.indd - La Revolución Neogranadina

disposiciones, que creo fue Castro nos ofrecía darnos
la gente para la ejecución, y no admitimos por la gran
distancia, y dificultad de alcanzar la dicha Tropa,
cuyo armamento, y pertrechos eran para armar al
Socorro, o todos los más que se adquiriesen por
aquellos lugares. El número de la gente que
esperábamos era según supe por toda hasta de ciento
y más personas que no tengo certidumbre. El dinero
supe era de varios sujetos, que ignoro y la cantidad
que según entendí ascendía a creo mil pesos. La
reunión con el nominado Ricaurte, y Borrero fue en
la casa en que vive el Mayordomo de dicha Hacienda
nombrada Colegio, que es del Colegio del Rosario.
Que en la Mesa de las Yeguas, y referida también fue
en la casa del Mayordomo de ella, que igualmente es
del Colegio dicho, y que el nombre del Mayordomo
de la nombrada Colegio no hago ahora memoria su
nombre, que su apellido es Zamora: del de la Segunda
mansión aunque oí su nombre absolutamente no
hago memoria: que comprendí que todo el
Corregimiento de la Mesa estaba enteramente
impuesto de todo, y que estaban de acuerdo; pero no
sé por quiénes, ni en particular de los que estaban
impuestos: y que finalmente hallaba en mí que cada
uno de por sí, de todos general debían como
Verdaderos Vasallos, y amantes de nuestra Sagrada
Religión prepararse, y también imponer a los demás
del riesgo positivo y verdadero en que se hallaba
nuestra Patria desgraciada, la Corona del Monarca, y
la religión, que sería destruida con la introducción de
los Franceses de quienes sabidas sus crueldades
infames, sus sacrilegios, y ultrajes, que profanando
los Templos habían ejecutado con admiración y
escándalo general. Todas estas ideas las cuales ya
tenían formadas raíces muy profundas en mi pecho
con la experiencia de lo que veía, oía, y se me decía,
en nada tuve ya que dudar; ya solo solía exclamando,
dolerme de una tiranía, y un hecho positivo, de que se
vería sin excusa oprimida y despedazada mi patria;
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Colección Bicentenario