1 PREMIO ICARE DISCURSO DEL SEÑOR Patricio Parodi ... - Sofofa

El banco financió gran parte de la infraestructura del colegio y contribuye año a año para
complementar los subsidios estatales y el aporte de muchas personas naturales que apoyan la labor de esa
fundación.
Durante su trayectoria, el Banco de Chile ha sido reconocido en múltiples ocasiones por
diversas entidades y ha sido elegido en diversas ocasiones como el “mejor banco de Chile” por prestigiosas
revistas extranjeras como The Banker y Global Finance. Asimismo, ha recibido en cuatro ocasiones la distinción
como el “mejor banco en creación de valor” que otorgan revista Capital y Santander Investment.
Este es un banco de gran tradición en nuestra comunidad. Muchos recordarán que hace
algunos años, cuando la bancarización y la información crediticia era todavía limitada, la posesión de una
cuenta corriente del Banco de Chile era la mejor credencial de seriedad y cumplimiento financiero. Tal era el
conocimiento y rigor con que el banco aceptaba a sus clientes, que serlo era realmente un privilegio. Y hasta
hoy mantiene este sello aspiracional, incluso entre los más jóvenes, lo que le da vigencia y proyección a su
marca.
“Me llamo Agapito… y tengo hambre…”
PROTECTORA DE LA INFANCIA
Eso le dijo un niño de la calle a doña Emiliana Subercaseaux en el año 1894.
Podemos imaginarnos la escena y ver a ese Agapito -tal vez de cara sucia y ojos brillantesinocente,
solo y con hambre... Es el Chile de finales de la Guerra del Pacífico, de las acequias en las ciudades y
donde muchas madres morían de tuberculosis en los hospitales y muchos niños quedaban en la orfandad y el
abandono.
“Me llamo Agapito… y tengo hambre…”
¡Qué profundamente conmovida debió haberse sentido doña Emiliana!
Y qué bendición que ese encuentro inopinado con el desamparo infantil, la llenara de energía
para organizar una sociedad de mujeres con gran espíritu de servicio y capacidad de trabajo, para dar
protección a los Agapitos de Chile…
Es un gran honor para nosotros poder distinguir hoy día con el Premio ICARE a la
PROTECTORA DE LA INFANCIA
Con la firme idea de hacerse cargo de las necesidades básicas de techo, alimento y abrigo de
niños desamparados que no eran satisfechas por el Estado, doña Emiliana Subercaseaux, esposa de don
Melchor Concha y Toro, junto a doña Josefina Gana de Johnson, ambas motivadas por su sentido social y
filantrópico, crean en 1894 un lugar para acoger a estos niños. Y nace así la Protectora de la Infancia.
Han pasado 115 años y la máxima de la Protectora sigue siendo que “frente a un niño nunca
se da por vencida”. En la actualidad, a través de 54 programas -tanto sociales como educacionales- y centros
diversos, está presente en 7 regiones del país, beneficiando a más de 7.500 niños, niñas y adolescentes de 0 a
18 años en situación de vulnerabilidad, riesgo social y escasos recursos.
Así, esta institución de beneficencia –una de las más antiguas de Chile- viene trabajando
ininterrumpida e incansablemente por la protección, bienestar y educación de calidad y en valores de los niños,
niñas y adolescentes de nuestro país.
Para ello, cuenta, además de su patrimonio, con el apoyo de subsidios estatales, donaciones
de personas, empresas y fundaciones.
Sello propio
“Condolidas de la triste condición de muchos niños del pueblo que no reciben asistencia
conveniente… las socias nos proponemos consagrar nuestros desvelos a esta obra de caridad, en la forma que
las circunstancias de cada una, las necesidades y la experiencia lo permitan”. Así lo señala el Acta Fundacional
6