1 PREMIO ICARE DISCURSO DEL SEÑOR Patricio Parodi ... - Sofofa

Trabajan en la institución 780 personas, entre docentes, psicólogos, educadores, asistentes
sociales y auxiliares. Y debo destacar que muchos de los niños y jóvenes que se han formado en la Protectora
vuelven años después, siendo ya profesionales, a prestar sus servicios a la institución.
El legado
El alma mater de la Protectora es sin duda la señora Alicia, su presidenta por 30 años. Ella
jamás ha recibido una retribución económica por su trabajo y ha dedicado gran parte de su vida a servir a los
niños y jóvenes de nuestro país.
Es tal su convicción, dedicación y pasión por lo que hace que está pendiente de la Protectora
prácticamente las 24 horas del día.
Ha trabajado estrechamente con el Ministerio de Educación, Ministerio de Justicia y Sename,
entre otros, en la discusión de distintas iniciativas. “Con la experiencia que tengo, yo me siento en la mesa y
canto claro”, nos cuenta con su invariable entusiasmo y buen humor esta gran señora chilena.
Y es que la inquietud por sacar a los niños y jóvenes adelante está fuertemente enraizada en
la familia Ross Amunátegui. Actualmente, los 6 hijos y 27 nietos de Doña Alicia están vinculados de alguna
manera con la institución, como ella misma nos señala: “Es una característica de la familia, mi marido –quien
también era descendiente de una de las fundadoras- hasta el día de su fallecimiento estuvo pendiente de la
Protectora y mis nietos desde que nacen están preguntando por ella.”
Y agrega: “Somos colaboradores del Estado, ponemos toda nuestra visión y nuestro trabajo
para sacar adelante a los niños, jóvenes y sus familias. Es un privilegio y nos sentimos muy reconfortados por
prestar nuestros servicios con respeto, profesionalismo y eficiencia”.
Después de 115 años, sabemos que todavía existen otros Agapitos. Ellos también tienen
hambre, aunque hoy tal vez sea un hambre distinta: un hambre de papá y mamá; de calor de familia; de
valores, de educación, de oportunidades… Un gran hambre de amor -de amor del bueno- que es entrega,
compañía y no cambia.
¡Qué contentos estamos de tener hoy día el privilegio de encontrarnos de cerca con esta
noble y silenciosa iniciativa!
En este año difícil y donde el sector financiero mundial ha estado en el ojo del huracán, es
casi una paradoja que nuestros premiados empresariales sean banqueros de tomo y lomo…
Pero así es nuestro país, que permite éstas y otras maravillas.
Y cuando bancos y otras entidades financieras se han caído a pedazos en otras latitudes, en
nuestras calles Ahumada, sede del Banco Chile y Rosario Norte, sede de CorpBanca, se respira –a pesar del
smog- con tranquilidad, confianza y razonable optimismo.
La solidez de nuestro sistema financiero es un gran seguro para la economía real y estamos
convencidos de que facilitará la recuperación de la economía y amortiguará los daños en el empleo, el consumo
y el crecimiento.
El equilibrio de pasión y sensatez de Alvaro Saieh; la tradición de excelencia del Banco de
Chile, y el trabajo abnegado, silencioso y fecundo de la Protectora de la Infancia, nos marcan un norte claro a
todos los que queremos hacer de Chile –de cara al bicentenario- un país distinto, un país mejor.
Son un ejemplo que nos dice que con tesón, profesionalismo, abnegación y perseverancia,
Chile está a las puertas del desarrollo.
La verdad es que depende de nosotros. Y entonces, ¿por qué no soñar -como tal vez lo hizo
Agapito- que este objetivo está a la vuelta de la esquina?
Muchas gracias.
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