Capítulo Final - The Philadelphia Church of God

liberadas en los campos de Asia y África
infiltrando esas regiones con insurgentes
y promoviendo conflictos. Aunque esto
llevo finalmente a la toma comunista de
Sudáfrica en 1994 por parte de la anc, los
esfuerzos comunistas en Asia se retrasaron
en Corea y Vietnam.
A pesar de la tendencia natural de
Estados Unidos hacia el aislacionismo;
un hecho permitido por una combinación
de su posicionamiento único
(separado de la Isla Mundial por dos
grandes océanos) y el ser bendecidos
con abundantes recursos naturales, las
primeras generaciones de militares ciertamente
apreciaron la realidad detrás de
la tesis de Mackinder. Uno de ellos fue
el contralmirante Alfred Thayer Mahan,
renombrado geo-estratega, educador y
oficial de la armada de Estados Unidos.
El admirante Mahan es considerado
todavía el más prominente teórico de
fuerza naval militar en el mundo. Contemporáneo
y amigo de Teodoro Roosevelt,
él fue el autor de La influencia del
poder marítimo en la historia, 1660 a 1783,
ampliamente leído como el texto definitivo
en el empleo estratégico de fuerza
naval. La principal premisa de Mahan era
que el dominio del mar a través del ejercicio
de la fuerza naval era crítico para el
control del comercio transportado por
mar y así un elemento crucial para obtener
la ventaja en la guerra. Su libro llegó
a ser de gran influencia en los círculos
estratégicos en sus días, particularmente
entre las naciones que más tarde se vieron
envueltas en la primera guerra mundial.
Así que ¿Qué ha sucedido para que
cambie la visión de los estrategas militares
actuales sobre este principio fundamental
de mantener el poder de una nación?
La concesión de la gran puerta marítima
Desde una perspectiva puramente humana,
quizás podríamos pensar que Gran
Bretaña, arruinada y exhausta después de
dos grandes guerras peleadas en defensa
de su extenso imperio, no habría tenido
otra opción diferente de entregar a sus
antiguas colonias el precioso territorio
que resguarda sus puertas marítimas.
Sin embargo ¿Qué excusa tiene ee uu
para renunciar literalmente a su derecho
soberano en Panamá, comprado y pagado
con los impuestos de una generación
previa? ¿Y por qué hace cinco años, ee uu
le dio sumisamente a los rusos las islas y
territorios marítimos (incluyendo los
recursos y lecho marítimo) del estrecho
de Bering por tan poco a cambio? Esta
puerta marítima comprende territorio
primordial para emplazamientos para
rastreo satelital y por radar, sistemas
para despliegue de misiles, y espacio para
submarinos de misiles que amenazarían
la costa noroeste y el interior de ee uu.
El resultado de ésta entrega debería
ser obvio para cualquier niño en edad de
escuela elemental, o cualquier jugador
del popular juego de Riesgo: ¡Simplemente
representa la perdida probable del
paso a naves de guerra estadounidenses
a través del canal de Panamá y el estrecho
de Bering si el nuevo poseedor de
esta puerta marítima decidiera cerrarlo
por barricada naval! Esta entrega de las
entradas noreste y sur de Estados Unidos
parecería ser semejante a un suicidio
nacional, según todas las autoridades
reconocidas en estrategia naval.
Sin embargo la geografía nunca fue la
verdadera fortaleza del estadounidense
promedio. Para muchos estadounidenses,
¿acaso no es Estados Unidos el centro del
universo? ¿No tenemos la mejor forma
de gobierno? ¿No es nuestro dios el Dios
del universo? ¿No somos realmente gente
buena? ¿No tenemos todas las respuestas
a todas los problemas del mundo? ¿No
es nuestro dominio una utopía? ¿No es
nuestra fuerza naval tan poderosa que
ninguna nación intentaría resistirla?
Bueno, el hecho simple es, que la mentalidad
estadounidense nada humilde de
dar todo por sentado, es un fenómeno
bastante moderno. Pero lo que no ha
cambiado es la tremenda ignorancia que
el estadounidense promedio tiene de la
geografía del planeta en el cual vive. Hace
sesenta años, el pueblo estadounidense fue
sacudido por la realidad de que, sin duda,
había todo un mundo más allá del continente
americano, ¡y era tremendamente
hostil a su población amante de la paz!
Después que Japón bombardeó Pearl
Harbor, el presidente Franklin D. Roosevelt
le dijo a su redactor: “Voy a pedirle
al pueblo estadounidense que saque sus
mapas. Hablare acerca de lugares extraños
de los cuales muchos de ellos nunca
han oído; lugares que ahora son el campo
de batalla de la civilización”. Eso sucedió
en 1942. Los estadounidenses, o al menos
muchos de ellos, obedientemente sacaron
sus mapas del mundo de sus bibliotecas
familiares y descubrieron un mundo entero
localizado más allá de las costas de
su propia isla de aislamiento peculiar.
Trasládese 60 años adelante hasta el
11 de septiembre.
Esta vez el golpe fue mucho más cerca
de casa. No tan solo en el estado periférico
de Hawai, como en 1941, sino directo
TROMPETA DE FILADELFIA JULIO 2006
en el corazón y núcleo de la sede política
y corporativa de Estados Unidos: ¡Nueva
York y Washington! Ese evento reorientó
las mentes de los legisladores de ee uu
hacia la promulgación de una “guerra
contra el terror”, con su enfoque principal
en el Oriente Medio.
Pero ahora, con tantas mentes, tantos
recursos, y una gran porción de fondos
dedicados a este esfuerzo, ee uu se
arriesga a fracasar para asegurar las áreas
estratégicas donde es más vulnerable.
Pérdida del aislamiento
El hecho de estar separado por las barreras
naturales de los océanos Atlántico y
Pacífico de la Isla Mundial ha funcionado
a favor de Estados Unidos desde su
fundación como nación. Estos grandes
océanos fueron barreras naturales para
la incursión de enemigos extranjeros,
solo dos veces violentados por un ataque
aéreo sorpresivo, en 1941 y en 2001. La
tierra firme estadounidense nunca ha sufrido
un ataque exitoso en sus costas por
un enemigo transportado por Marcos
Pero, incluso el primer ministro japonés
Hideki Tojo estuvo mucho más
conciente en 1941, que una nación tan
marítima como ee uu, a diferencia de
cualquier país rodeado por tierra, debe
mantener una armada operable de proporciones
que permitan una defensa
adecuada de sus líneas costeras, en particular,
sus sitios de arribo y puertos.
Gran Bretaña, hasta tiempos recientes,
fue históricamente capaz de defender
su nación, y mas tarde su extenso
imperio, con una gran fuerza naval,
una fuerza que ya no existe. En años
recientes, algunas veces la tan reducida
armada británica no ha tenido suficiente
combustible para salir del puerto, no ha
tenido suficientes proyectiles para disparar
en ejercicios marítimos y literalmente
ha tenido que prestar buques de
países extranjeros para satisfacer la más
mínima de las necesidades.
En contraste, la fuerza naval de ee uu
es abrumadoramente la más grande de las
naciones de la tierra. Sin embargo, ¿qué
tan buena es una armada si a la que se le
niega acceso a puertos diversos de escala
necesarios para llevar a cabo sus funciones?
A menos que la armada controle o
influencie substancialmente a las naciones
que circundan las puertas marítimas
a través de las cuales debe pasar podría
permanecer enclaustrada en sus puertos
de origen. Esta es una gran debilidad en
la defensa de Ee uu que los estrategas parecen
estar ignorando grandemente.
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