Gratis - Ayesha Libros

Santiago Carlos Oves Buenos Aires 2213 - 36
Aquella máquina fue remitida al depósito de oblaciones
electrónicas donde sería desmantelada.
En tanto, la preocupación de los miembros del Panopticón
aumentaba porque las marchas circulares continuaban
inutilizando sus máquinas. Ninguna de ellas, hasta ese
momento, había podido apoderarse de los cuerpos que
creían tomar por propia iniciativa.”
Confieso que cuando terminé de leer cuento (que lo hice al
mismo tiempo que lo transcribía), volví a recordar al tao, y
especialmente aquello que dice que treinta rayos se encuentran
en un cubo pero en el vacío del medio reside el uso de la rueda.