Gratis - Ayesha Libros

Santiago Carlos Oves Buenos Aires 2213 - 40
aumentado su prestigio. Se había erigido como el Guardián
del Estado. Innumerables indicios le confirmaron que
Herdeznán D. era el responsable de la transmisión de
aquellos informes. Sin embargo, ninguna prueba había
surgido de la investigación. Hasta el momento, no había
podido localizar el lugar desde donde operaba, y eso se había
convertido en una prioridad para sus killantes, y en una
obsesión para él.
Dio unos pasos hacia el ventanal. Estaba en el piso veinte
del Edificio de la Jurisprudencia donde tenía su despacho.
Reconoció que Herdeznán D. era inteligente. Claro, es
ingeniero, igual que yo. Aún no podía aceptar que alguien así se
hubiera convertido en conspirador. No le inquietaban las
personas que supieran pensar. Hay muchos que lo hacen, pero son
controlables, se dijo, para luego admitir con cierta
preocupación que lo peligroso es que él hace pensar a los demás.
Quedó con la vista fija en la nada de los cristales del
un cuerpo especial de policías.