08.05.2013 Views

LA CASONA DE LOS SALL cab.indd - Guia Historico Cultural de Telde

LA CASONA DE LOS SALL cab.indd - Guia Historico Cultural de Telde

LA CASONA DE LOS SALL cab.indd - Guia Historico Cultural de Telde

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

María <strong>de</strong>l Pino Romero murió en 1861<br />

<strong>de</strong>jando como here<strong>de</strong>ro a su único hijo<br />

Eduardo. Él quiso arreglar los papeles <strong>de</strong><br />

propiedad y le pidió a la familia <strong>de</strong> León y<br />

Castillo que testifi casen que “La Casona”<br />

nunca llegó a ven<strong>de</strong>rse pues el trato había<br />

sido cancelado y que dichas propieda<strong>de</strong>s<br />

siempre habían pertenecido a los Sall.<br />

En el año 1861, el 22 <strong>de</strong> abril, la familia<br />

<strong>de</strong> León –hermanos y sus consortes<br />

tíos, sobrinos y un hermano que estaba en<br />

Cuba– <strong>de</strong>claró que nunca tuvo esta propiedad.<br />

La escritura dice así: “…esta venta fue<br />

supuesta y puramente confi <strong>de</strong>ncial como lo<br />

<strong>de</strong>claró el señor D. Juan <strong>de</strong> León y Romero<br />

el quince <strong>de</strong>l expresado mes y año 1824. Y<br />

<strong>de</strong>clara que la dicha escritura es nula y <strong>de</strong><br />

ningún valor ni efecto y que solo le correspon<strong>de</strong><br />

al señor D. Juan Antonio Sall”. Este<br />

documento fue fi rmado por toda la familia<br />

<strong>de</strong> León y Castillo y lo ratifi ca, en 1876, el<br />

Alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Tel<strong>de</strong>.<br />

44<br />

De la familia <strong>de</strong> Eduardo Sall y María<br />

<strong>de</strong>l Pino Casabuena, mis bisabuelos maternos,<br />

sólo estaban vivos en 1882: la tía Lola,<br />

mi abuelo Sixto, y un nieto –hijo <strong>de</strong> Juan,<br />

hermano mayor <strong>de</strong> mi abuelo y casado con<br />

su prima hermana Can<strong>de</strong>laria Casabuena–<br />

llamado Eduardo Sall Casabuena (1877<br />

1971).<br />

En 1881 falleció mi bisabuelo, Eduardo<br />

Sall y Romero. Las propieda<strong>de</strong>s que aún<br />

poseía en el momento <strong>de</strong> su muerte fueron<br />

heredadas por su esposa, sus hijos y su<br />

nieto.<br />

En 1904 murió mi bisabuela, María <strong>de</strong>l<br />

Pino Casabuena, y sus propieda<strong>de</strong>s se repartieron<br />

<strong>de</strong> la siguiente manera: La Casona<br />

<strong>de</strong> Tel<strong>de</strong> se dividió en dos, quedándose<br />

con la parte más gran<strong>de</strong> su hija, la tía Lola<br />

–Dolores Sall Casabuena–. La otra parte,<br />

más pequeña, y que su fachada daba a la<br />

calle Porterías, le tocó a su nieto Eduardo<br />

Sall. También heredaron ambos una fi nca<br />

que poseía en la Higuera Canaria. Y, por último,<br />

la “casa chica” <strong>de</strong> Tel<strong>de</strong> y la <strong>de</strong> la calle<br />

<strong>de</strong> los Balcones en Las Palmas capital –don<strong>de</strong><br />

hoy día está el Colegio Notarial–, pasaron<br />

a ser propiedad <strong>de</strong> mi abuelo, Sixto Sall<br />

Casabuena, que se disgustó mucho porque<br />

prefería la fi nca <strong>de</strong> la Higuera Canaria.<br />

La Casona comenzó a <strong>de</strong>teriorase.<br />

Eduardo Sall no gastaba en ella ni un real<br />

y la tía Lola no tenía dinero para hacerlo.<br />

Más tar<strong>de</strong>, el sobrino Eduardo, vendió la<br />

fi nca <strong>de</strong> la Higuera Canaria porque no sabía<br />

llevarla.<br />

La Casona fue alquilada a diferentes<br />

arrendatarios que no la cuidaban. Su <strong>de</strong>terioro<br />

fue en aumento. Cuando murió mi<br />

abuelo Sixto, en 1925, le <strong>de</strong>jó a mi madre<br />

– Dolores Sall Bravo <strong>de</strong> Laguna–, entre<br />

otras cosas, la “casa chica <strong>de</strong> Tel<strong>de</strong>”. Mi<br />

madre se la alquiló a la familia Arencibia<br />

hasta que un día la necesitó para llevar a<br />

sus hijos <strong>de</strong> temporada, entonces le pidió<br />

a la tía Lola que le alquilase su parte <strong>de</strong> La<br />

Casona a los Arencibia. Ella aceptó y la familia<br />

Arencibia cambió <strong>de</strong> domicilio.<br />

En el año 1946 muere la tía Lola <strong>de</strong>jando<br />

su parte <strong>de</strong> la casa repartida entre<br />

los cuatro hijos <strong>de</strong> su hermano Sixto y su<br />

sobrino Eduardo. Éste se quedó pues con<br />

mayor superfi cie <strong>de</strong> la propiedad <strong>de</strong> dicha<br />

herencia para, fi nalmente, <strong>de</strong>jarla <strong>de</strong>teriorarse<br />

aún más porque continuaba sin aten<strong>de</strong>rla.<br />

Mi madre le vendió su parte a su hermano<br />

Sixto, al que llamábamos cariñosamente<br />

“Siatilla”. También lo hicieron mis<br />

tíos Eduardo –conocido en la familia como<br />

“Hero<strong>de</strong>s”, aún no sé el por qué <strong>de</strong> este<br />

mote pues era muy buena persona– y<br />

Juan.<br />

Mi tío Sixto Sall –Siatilla– quiso comprarle<br />

al primo Eduardo su parte <strong>de</strong> La<br />

Casona pero éste no quiso ven<strong>de</strong>rle y, al<br />

morir, se la <strong>de</strong>jó al Cabildo <strong>de</strong> Tenerife. Mi<br />

tío no pudo conseguir la casa <strong>de</strong> ninguna<br />

manera.<br />

Al morir Sixto Sall, sus hijas heredaron<br />

la parte que él poseía y se la vendieron<br />

al Cabildo <strong>de</strong> Gran Canaria. Éste hizo un<br />

trueque con el Cabildo <strong>de</strong> Tenerife y recuperó<br />

La Casona entera.<br />

También estuvo, durante un tiempo,<br />

queriendo comprarla mi hermano Manolo<br />

para poner allí su museo, pero no lo consiguió.<br />

En esta casa pasaron muchas temporadas,<br />

con la tía Lola, mi madre y su hermana,<br />

mi tía Pino, que murió muy joven.<br />

“La Casona <strong>de</strong> los Sall”, a pesar <strong>de</strong> estar<br />

totalmente en ruinas, guarda una seria<br />

<strong>de</strong> vivencias, recuerdos e ilusiones que la<br />

familia, los que aún vivimos, no po<strong>de</strong>mos<br />

olvidar.<br />

Información: A.H.L.P.<br />

Protocolos notariales y papeles <strong>de</strong> la<br />

familia Sall.<br />

Fotos: propiedad <strong>de</strong> la autora.<br />

1970. Fachada principal <strong>de</strong> La Casona <strong>de</strong> los Sall en la C/. Portería

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!