09.05.2013 Views

Diario Jorge Fox - Instituto ALMA

Diario Jorge Fox - Instituto ALMA

Diario Jorge Fox - Instituto ALMA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

4 DIARIO DE JORGE FOX<br />

grandes angustias, que bien hubiera querido sacar de mí. A<br />

varios sacerdotes fui en busca de consuelo, mas no encontré<br />

consuelo en ellos.<br />

De Barnet fui a Londres, donde tomé una habitación, y me<br />

sentí allí bajo el peso de grandes aflicciones y miserias morales<br />

porque yendo en busca de los grandes eclesiásticos de la ciudad<br />

de Londres, vi que todos estaban fuera de la luz, presos en la<br />

cadena de la oscuridad. Tenía allí un tío, un tal Pickering,<br />

Baptista 6 (los Baptistas eran entonces muy piadosos) y, sin<br />

embargo, ni pude comunicar a mi tío mis pensamientos, ni pude<br />

unirme con ellos, por verlos a todos, viejos y jóvenes, tal como<br />

eran. Algunas personas piadosas hubieran querido que me<br />

quedara allí, pero sentí miedo y me volví a Leicestershire otra<br />

vez, a mi casa, pues estaba preocupada por mis padres y familiares,<br />

temiendo haberlos agraviado ya que comprendía que<br />

debían de estar afligidos por mi ausencia.<br />

De vuelta en Leicestershire, mi familia quería que me casara,<br />

pero yo les dije que no siendo más que un muchacho necesitaba<br />

primero adquirir conocimientos. Otros quisieron meterme<br />

entre los soldados, en la Banda Auxiliar, 7 mas yo rehusé sintiendo<br />

gran pena de que me hubieran hecho tal proposición,<br />

siendo yo un muchacho piadoso. Entonces fui a Coventry,<br />

donde, por unos días, tomé una habitación en casa de un<br />

eclesiástico, hasta que la gente trabó, conocimiento conmigo,<br />

por haber muchas personas piadosas en aquella ciudad.<br />

Pasado algún tiempo volví otra vez a mi casa, cuando hacía<br />

ya cosa de un año que andaba en grandes penas y aflicciones,<br />

pasando muchas noches en claro. En aquellos días, el sacerdote<br />

de Drayton, mi ciudad natal, cuyo nombre era Nathaniel<br />

Stephens, venía a verme muy seguido, ya solo ya en compañía<br />

de otro sacerdote, y muy seguido yo también le visitaba; ellos<br />

daban lugar a que yo hablase, complaciéndome en hacerles pre -<br />

guntas y razonar con ellos. Este sacerdote, Stephens, me hizo<br />

la siguiente pregunta. "¿Por qué Cristo clamó en la cruz:"<br />

"Dios mío, Dios mío, por qué me has desamparado?" y "¿por<br />

qué dijo," "Si es posible, pase de mí este vaso; empero no<br />

como yo quiero, sino como tú." Mi respuesta fue que en aquel<br />

momento estaban sobre El los pecados de toda la humanidad, y<br />

que herido por sus transgresiones e iniquidades, las cuales eran<br />

Su carga, siendo por ellas la oferta como si fuera hombre, no<br />

murió como si fuera Dios; así es que muriendo por todos los

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!