Acequias 51 - Torreón - Universidad Iberoamericana
Acequias 51 - Torreón - Universidad Iberoamericana
Acequias 51 - Torreón - Universidad Iberoamericana
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
portada<br />
LITERATURA Y<br />
REVOLUCIÓN<br />
Se tiende asociar al término “revolución”<br />
con armas, insurgencia, muerte. pero las revoluciones<br />
que han influenciado en el pensamiento<br />
de la sociedad han sido, por lo general, silenciosas.<br />
Es un hecho, sin embargo, que casi siempre,<br />
la revolución silenciosa, que por ha de ser,<br />
paradójicamente, una revolución de palabras,<br />
se geste a la par, ya sea de una revuelta armada<br />
o de una serie de acontecimientos que alteran<br />
la historia de los habitantes de un país. La revolución<br />
de la palabra es, pues, subterránea. pacífica,<br />
solo en apariencia, pues quien dice que la<br />
palabra es arma de doble filo no exagera en lo<br />
absoluto, y a veces son estas las que movilizan<br />
a todo un pueblo, como pudiera ser el caso<br />
de rumania (léase las novelas de la Nobel de<br />
Literatura, Herta Müller). Lo es para quienes<br />
no participan directamente de ella y solo perciben<br />
–y absorben- sus ecos…porque hasta<br />
los iletrados perciben en la atmósfera y leen en<br />
el cielo lo que nadie se atreve a decir a voz en<br />
cuello; los sueños que una pequeña red de individuos<br />
intercambian por debajo de la mesa,<br />
o ya no tanto, en tiempos como los corrientes,<br />
en que cualquier usuario de una red social de la<br />
internet puede presenciar cómo la revolución<br />
va forjando ente sus propios ojos una inmensa<br />
telaraña en la que el resto queda irremediablemente<br />
atrapado, quiéralo o no. rompecabezas<br />
de infinitas piezas que van embonando sobre<br />
un tablero: esas piezas que son las palabras que<br />
a su vez montan un discurso uniforme que cla-<br />
ma por una transformación radical de lo que ya no tiene<br />
cabida dentro de una sociedad que se dice civilizada y<br />
esa transformación tiene su origen en la reflexión compuesta<br />
de palabras que las más de las veces adquieren<br />
la virtud camaleónica de decir algo que los receptores<br />
saben dice algo más.<br />
La literatura no puede sustraerse a lo que la rodea<br />
y enmarca, más aún, es el terreno que más nítidamente<br />
refleja el discurrir de una época. Curiosamente, entre<br />
más revolucionario el discurso, más tiende a servirse<br />
de complejizarse pero nunca hasta adquirir condición<br />
de jeroglífico. Las palabras se reacomodan de tal suerte<br />
que se convierten en una suerte de lenguaje cifrado<br />
que solo la gente del pueblo es capaz de cifrar. Corrientes<br />
como el dadaísmo o el surrealismo no son sino producto<br />
de regímenes opresores; de estados policiacos y<br />
censores discursos que no parecen dirigidos a nadie en<br />
particular y sin embargo tocan directamente los corazones<br />
de quienes experimentan una mordaza psicológica,<br />
o no tanto. pongo un ejemplo: ni el más realista de los<br />
escritores estadounidenses –pienso en Charles Bukowski<br />
o en Jack Kerouac- reflejan su momento histórico tan<br />
dramáticamente como las novelas de ciencia ficción de<br />
philip K. dick, por ejemplo. Los británicos aldous Huxley,<br />
H.G Wells y George orwell intuyeron lo que estaba por<br />
suceder y optaron por suscribirse en ese mismo género<br />
para expresar sus íntimos temores que terminarían por<br />
ser abominables realidades. revolucionaron la literatura<br />
no solo al incursionar en un género determinado y tomado<br />
con poca seriedad por los críticos literarios, como<br />
hasta la fecha sucede, sino porque terminaron siendo<br />
una especie de profetas. No escribieron Un mundo feliz<br />
y 1984 exclusivamente para entretenimiento, de eso<br />
<strong>Acequias</strong> <strong>51</strong> Primavera 2010 Ibero <strong>Torreón</strong><br />
eVe GIL<br />
La literatura no<br />
puede sustraerse<br />
a lo que la rodea y<br />
enmarca, más aún,<br />
es el terreno que<br />
más nítidamente<br />
refleja el discurrir<br />
de una época<br />
7