Revista 17 - cepese

LA ORDEN DE SAN JUAN DE JERUSALÉN Y
LAS PEREGRINACIONES EN LA GALICIA
MEDIEVAL (SIGLOS XII-XIII) 1
Carlos Andrés González-Paz
La Orden Soberana Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de
Rodas y de Malta, siendo esta su actual denominación oficial, hunde su protohistoria
en la primera mitad del siglo XI – cerca del año 1048 – cuando los
mercaderes de la ciudad italiana de Amalfi, situada en la costa sur del Golfo de
Nápoles, obtuvieron de la autoridad califal abásida egipcia la autorización para
fundar en Jerusalén un monasterio – Santa María Latina – y un hospital dedicado
a San Juan Bautista, destinado a la atención de los peregrinos que acudían
a la Ciudad Santa.
En el año 1099 y tras la conquista de Jerusalén por los cruzados, el director
de dicho centro hospitalario, Gerardo de Saint-Geniez, generosamente
dotado por Godofredo de Bouillon, reemplazó a los benedictinos que eran titulares
del inmediato monasterio de Santa María Latina por una nueva congregación
que fundó con el nombre de Hospitalarios de San Juan o Hermanos del
Hospital de San Juan de Jerusalén. La regla de la Orden – de inspiración agustina
– fue confirmada el 15 de febrero de 1113 por el Papa Pascual II a través
de la bula Piae Postulatio. Suponía su situación bajo la tutela única de la Santa
Sede y el reconocimiento del derecho a elegir libremente a sus superiores, sin
interferencia de otras autoridades laicas o religiosas, pasando a estar conformada
por caballeros que eran militares a la vez que religiosos, atados por los
tres votos monásticos de pobreza, castidad y obediencia 2 .
Tras la caída de Jerusalén en el año 1187, los hospitalarios se instalaron en
San Juan de Acre de donde fueron expulsados, buscando refugio en la isla de
Chipre en 1291. Finalmente, tras la derrota chipriota, se asentaron en la isla de
Rodas en 1308, terminando por situar su sede en la isla de Malta, ya en las primeras
décadas del siglo XVI, intentando servir de punto de control al avance
turco por el Mediterráneo Oriental.
Por lo que se refiere estrictamente a la presencia de la Orden de San Juan
en la Península Ibérica y, más concretamente, en el territorio de la Corona castellano-leonesa,
aquella hunde sus raíces en los primeros compases del siglo XII,
adelantándose en el caso leonés al año 1113 3 y en el portugués probablemente
al año 1112, aunque de forma segura a 1132 4 . Para el caso gallego las fechas
se retrasan ligeramente, aunque podemos situar en la primera mitad de dicha
centuria los más antiguos testimonios documentales acerca de su implantación
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