en el interior y otros cuentos.pdf - Caballo Perdido
en el interior y otros cuentos.pdf - Caballo Perdido
en el interior y otros cuentos.pdf - Caballo Perdido
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
En mi cabeza hay ci<strong>en</strong>tos de preguntas, sé que nunca he salido de<br />
mi pueblo, que no t<strong>en</strong>go t<strong>el</strong>evisor y que no sé nada de esa s<strong>el</strong>va de cem<strong>en</strong>to<br />
que hay más allá de mi humilde pueblo, pero… ¿<strong>en</strong> todo <strong>el</strong> mundo hay tanta<br />
m<strong>en</strong>tira, tanto <strong>en</strong>gaño? No lo puedo creer… ¿Qué hace que una persona<br />
t<strong>en</strong>ga <strong>en</strong> sus manos las vidas de ci<strong>en</strong>tos de otras y decida tirarlas a la basura?<br />
¿De verdad hay g<strong>en</strong>te tan poco humana y tan animal? Bu<strong>en</strong>o, ahora me<br />
queda esperar, ver cómo se muer<strong>en</strong> poco a poco mis allegados, la g<strong>en</strong>te que<br />
desde que t<strong>en</strong>go memoria he visto salir ad<strong>el</strong>ante, l<strong>en</strong>to, pero con notables<br />
increm<strong>en</strong>tos.<br />
Será que es realm<strong>en</strong>te como los políticos dic<strong>en</strong>: “los campesinos<br />
pecan de ignorancia” ¿Será posible? ¿Será que ésta es nuestra maldición?<br />
¿Quedarnos esperando que nos us<strong>en</strong> y nos dej<strong>en</strong>? ¡No! No estoy dispuesta a<br />
esto.<br />
Mi padre sólo quiere que estudie, que salga ad<strong>el</strong>ante para nunca t<strong>en</strong>er<br />
que dep<strong>en</strong>der de nuevo de una persona idiota y embrutecida por <strong>el</strong> dinero.<br />
Él empezó a trabajar un lunes <strong>en</strong>marcado de lluvia y torm<strong>en</strong>ta, ¡claro!<br />
Esto a los ing<strong>en</strong>ieros no les importaba, al fin y al cabo, <strong>el</strong>los a las minas<br />
llegan <strong>en</strong> un “Ford” <strong>en</strong> <strong>el</strong> que no se si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> ni los hermosos murmullos de<br />
la naturaleza. Lo vi salir a las 4:00 am, y desaparecerse <strong>en</strong>tre las curvas de las<br />
calles desoladas de mi pueblo, y así como ese lunes, ci<strong>en</strong>tos más.<br />
Yo, esperando que <strong>el</strong> futuro llegara, ese futuro que mi padre día a día<br />
buscaba para mí; y esperando vi desvanecerse ci<strong>en</strong>tos de atardeceres.<br />
Llegaba a las 8:00 de la noche, cansado, adolorido, temblando, yo lo<br />
notaba, por más que <strong>el</strong> int<strong>en</strong>taba ocultarlo. Así, <strong>en</strong>tre amaneceres y noches<br />
pasaron 2 años, ese “futuro” cada día lo veía más lejano, los ing<strong>en</strong>ieros se<br />
excusaban cada mes, no se veía dinero sólo noticias y chismes que decían<br />
ci<strong>en</strong>tos de millones son <strong>en</strong>viados a Europa y para los campesinos excusas.<br />
Ya don Mario no t<strong>en</strong>ía insumos, la mitad la había regalado, y la otra mitad la<br />
había fiado, <strong>en</strong> nuestras cocinas agua y pan.<br />
No t<strong>en</strong>íamos nada para comer, sólo podíamos esperar, esperar a que<br />
aqu<strong>el</strong>las personas despertaran sus corazones. Pero <strong>el</strong> tiempo es duro, no sé<br />
qué hacer, mi padre ya casi no puede mant<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> pie, y aún así va a trabajar<br />
cada día. Hoy le he escuchado llorar de desesperación, ese futuro que tanto<br />
había buscado para mí, no llegaría, él lo sabe, pero… ¿Qué hacer? ¿irnos?<br />
¿dónde? Es imposible… sólo queda esperar.<br />
El frio d<strong>el</strong> socavón calaba sus huesos, sin una bu<strong>en</strong>a alim<strong>en</strong>tación,<br />
ni un seguro médico, sus rodillas temblaban, sus fuerzas se agotaban cada<br />
día más, hacía sus últimos esfuerzos que lo alejaban más de mi vida; un día<br />
<strong>el</strong> capataz d<strong>el</strong> socavón número 5, mandó a un jov<strong>en</strong> que hacía los mandados,<br />
(Que seguram<strong>en</strong>te más ad<strong>el</strong>ante también sería carne de socavón), a decirnos<br />
que mi padre había muerto, y con él, mis esperanzas y seguram<strong>en</strong>te las de<br />
muchos seres que repetirán la misma historia ¿Por cuánto tiempo más?<br />
30