sempere guarinos entre la ilustración y el liberalismo - RUA ...
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Es decir, que en <strong>la</strong> mente de estos hombres estaba c<strong>la</strong>ra <strong>la</strong> traba que suponía<br />
para <strong>el</strong> desarollo económico (y político) d<strong>el</strong> Estado <strong>la</strong> vincu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong><br />
propiedad a un estamento tradicionalmente poco propenso a <strong>la</strong> modernización.<br />
En <strong>la</strong> misma línea, Teófanes Egido (55) menciona a Sempere como a<br />
uno de los ilustrados que, junto a Campomanes, se hace eco («Ensayo», t.<br />
II, 77) de <strong>la</strong> enorme importancia de una política eclesiástica que sirviera a<br />
los intereses de una nación moderna y progresiva. En esa polémica<br />
<strong>ilustración</strong>-reacción se jugaba con mucho <strong>el</strong> futuro socio-político de España,<br />
de ahí que para los ilustrados fuera capital <strong>la</strong> urgencia de <strong>la</strong> modernización,<br />
una de cuyas secue<strong>la</strong>s fue <strong>la</strong> expulsión de los jesuítas. Cabe citar, en<br />
torno a esta actitud moderna en materia r<strong>el</strong>igiosa, a Sempere como uno de<br />
los autores que no tuvieron reparos (a <strong>la</strong>s represalias inquisitoriales) en hacer<br />
referencia en sus escritos al nombre de Erasmo, autores que, según López,<br />
fueron más numerosos de lo que creyera Domínguez Ortiz (56);<br />
b) Educación — p<strong>la</strong>nes de estudio. Obviamente, <strong>el</strong> tema de <strong>la</strong> educación y<br />
<strong>la</strong> reforma de <strong>la</strong> enseñanza no iba a pasar de <strong>la</strong>go en <strong>la</strong>s preocupaciones de<br />
nuestro ilustrado. No hay más que leer, en <strong>el</strong> «Ensayo», los capítulos dedicados<br />
a <strong>la</strong>s universidades, a los p<strong>la</strong>nes de estudios o a <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor pedagógica<br />
de <strong>la</strong>s Sociedades Económicas. En <strong>la</strong>s famosas polémicas <strong>entre</strong> <strong>la</strong>s universidades<br />
y <strong>el</strong> Consejo de Castil<strong>la</strong> sobre los P<strong>la</strong>nes de Estudios, no sólo defiende<br />
<strong>la</strong> legalidad reformista, sino que aprovecha para despotricar contra <strong>el</strong><br />
esco<strong>la</strong>sticismo retrógrado reinante en aqu<strong>el</strong><strong>la</strong>s, él, que lo había sufrido en<br />
sus propias carnes. Y aún va mas allá de <strong>la</strong> mera reforma de los centros de<br />
enseñanza al exhortar al fomento de <strong>la</strong> lectura y <strong>el</strong> cultivo de <strong>la</strong>s luces mediante<br />
<strong>la</strong>s bibliotecas públicas y <strong>la</strong>s ediciones baratas (57), lo cual no resulta<br />
una actitud meramente <strong>el</strong>itista;<br />
c) Política social — minorías marginales. El problema de <strong>la</strong> regu<strong>la</strong>ción moderna<br />
de fenómenos como <strong>la</strong> pobreza y <strong>la</strong> caridad, los vagos, los presos, los<br />
gitanos y, en general, <strong>la</strong>s minorías marginadas, lo toca Sempere en <strong>la</strong> «Memoria»<br />
premiada por <strong>la</strong> Soc. Económica, en <strong>el</strong> «Ensayo», desde su puesto<br />
de fiscal en Granada, en <strong>la</strong> «Biblioteca económico-política», etc. Su filosofía<br />
para remediar tales males, sociales y no naturales, se basaba en tres<br />
grandes líneas: instrucción (basada en <strong>la</strong> máxima general ilustrada: <strong>la</strong>s causas<br />
de los males no son naturales sino políticas); política económico-legal<br />
(trabajo y jornal para todos); y control estatal e institucional de <strong>la</strong> caridad<br />
indiscriminada. La premisa de <strong>la</strong> que se paría era c<strong>la</strong>ra: <strong>el</strong> trabajo, entendido<br />
como esfuerzo humano tendente a <strong>la</strong> transformación de <strong>la</strong> naturaleza<br />
con fines útiles, era considerado como <strong>la</strong> más importante fuente de <strong>la</strong> ri-<br />
(55) «H. de <strong>la</strong> Iglesia en España», vol. IV, cit., pág. 189.<br />
(56) Lopes, op. cit., pág. 129 y ss. F. López atribuye a Sempere <strong>la</strong> defensa de Erasmo contenida<br />
en <strong>el</strong> «Discurso sobre <strong>el</strong> gusto de los españoles en literatura», de 1782.<br />
(57) Recogido también por N. Glendining, op. cit., pág. 43.<br />
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