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Luchas campesinas en México - Revista Rebeldía

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En el extremo de las contradicciones <strong>en</strong>contramos<br />

organizaciones como la ORCAO, que coordina<br />

la UNORCA estatal <strong>en</strong> Chiapas. La primera ha pasado<br />

de ser una organización que <strong>en</strong> 1994 recuperó tierras<br />

junto con los zapatistas a una organización vinculada<br />

al gobierno de Sabines, con grupos paramilitares <strong>en</strong>quistados<br />

y que es usada para agredir bases de apoyo<br />

zapatistas, colaborando con la Procuraduría Agraria<br />

y organizaciones como la OPDDIC <strong>en</strong> estrategias de<br />

contrainsurg<strong>en</strong>cia y despojo de tierras. La agresión<br />

de la ORCAO contra bases de apoyo zapatistas <strong>en</strong><br />

el predio de Bosque Bonito, mi<strong>en</strong>tras se celebraba el<br />

Festival Mundial de la Digna Rabia <strong>en</strong> San Cristóbal<br />

de Las Casas, evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te fue algo bi<strong>en</strong> programado<br />

por su dirig<strong>en</strong>cia.<br />

En la última década, la política oficial ha tratado<br />

de aniquilar al ejido, a tal grado que esa palabra ha<br />

sido borrada del discurso oficial. La parcelación del<br />

ejido ha dado paso al control individual de cada ejidatario<br />

y, <strong>en</strong> muchos casos, también del comunero.<br />

Ahora todos los subsidios y los “apoyos” se <strong>en</strong>tregan<br />

mediante listas que excluy<strong>en</strong> y condicionan, y que ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

por objetivo desgarrar los tejidos comunitarios.<br />

El discurso oficial distingue “productores” y<br />

“pobres”. Cuando los trabajadores del campo no son<br />

“competitivos” pasan a la categoría de “pobres”, cond<strong>en</strong>ados<br />

a las limosnas del Estado. Los “apoyos” también<br />

llegan de manera individualizada, imponi<strong>en</strong>do<br />

criterios culturales y alim<strong>en</strong>ticios aj<strong>en</strong>os a los pueblos.<br />

Los operadores regionales de estos programas ofrec<strong>en</strong><br />

“proyectos”, “apoyos” o “servicios” a ciertas personas<br />

<strong>en</strong> particular, a espaldas de las asambleas y las autoridades<br />

de los pueblos. Al adaptarse a las nuevas reglas<br />

del juego que impone el gobierno, las dirig<strong>en</strong>cias de las<br />

organizaciones <strong>campesinas</strong> van dejando atrás cualquier<br />

proyecto autónomo que pudiera dar cabida a todos los<br />

campesinos que dic<strong>en</strong> repres<strong>en</strong>tar.<br />

Los perversos presupuestos para el campo son usados<br />

con fines estratégicos por el capital: la destrucción<br />

de los lazos comunitarios, la imposición de paquetes<br />

tecnológicos, la conversión de cultivos (bajo el <strong>en</strong>gaño<br />

de su supuesta r<strong>en</strong>tabilidad), la imposición de criterios<br />

de conservación, certificaciones y otros mecanismos<br />

que buscan sacar el control territorial de los pueblos<br />

y comunidades son ejemplos claros. Además, la mayor<br />

parte de presupuestos para Procampo, ProArbol<br />

34<br />

o esquemas de subsidios inyectados bajo el tramposo<br />

concepto de pago por servicios ambi<strong>en</strong>tales, son secuestrados<br />

por unos cuantos agroindustriales y capos<br />

del agrobussines, pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a la clase política. Las<br />

grandes cantidades de dinero inyectadas al campo y<br />

que serán manejadas desde los estados buscan inútilm<strong>en</strong>te<br />

administrar y controlar la crisis social desde los<br />

feudos estatales, regionales o municipales, <strong>en</strong> un año<br />

de gran importancia electoral para los de arriba.<br />

De la lucha por la tierra a la resist<strong>en</strong>cia,<br />

de la resist<strong>en</strong>cia a la construcción<br />

de alternativas<br />

Para los pueblos indios de <strong>México</strong>, de América y del<br />

Mundo, la tierra es la madre, la vida, la memoria y el reposo<br />

de nuestros anteriores, la casa de nuestra cultura y nuestro<br />

modo. La tierra es nuestra id<strong>en</strong>tidad. En ella, por ella y para<br />

ella somos. Sin ella morimos, aunque vivamos todavía.<br />

La tierra para nosotros no es sólo el suelo que pisamos,<br />

sembramos y sobre el cual crec<strong>en</strong> nuestros desc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes. La<br />

tierra es también el aire que, hecho vi<strong>en</strong>to, baja y sube por<br />

nuestras montañas; el agua que los manantiales, ríos, lagunas<br />

y lluvias vida se hac<strong>en</strong> <strong>en</strong> nuestras siembras; los árboles<br />

y bosques que fruto y sombra nac<strong>en</strong>; los pájaros que bailan<br />

<strong>en</strong> el vi<strong>en</strong>to y <strong>en</strong> las ramas cantan; los animales que con<br />

nosotros crec<strong>en</strong>, viv<strong>en</strong> y alim<strong>en</strong>tan. La tierra es todo lo que<br />

vivimos y morimos.<br />

La tierra no nos pert<strong>en</strong>ece, pert<strong>en</strong>ecemos a ella. Hemos<br />

recibido el trabajo de ser sus guardianes, de cuidarla, de<br />

protegerla, así como ella nos ha cuidado y protegido <strong>en</strong> estos<br />

515 años de dolor y resist<strong>en</strong>cia.<br />

(Su b c o m a n d a n t e In S u r g e n t e ma r c o S,<br />

am a d o r He r n á n d e z, l a d I S p u ta p o r l a t I e r r a. 1999).<br />

En <strong>México</strong> muchos pueblos y organizaciones indias,<br />

desde los años set<strong>en</strong>ta, com<strong>en</strong>zaron a fortalecer y reconstruir<br />

formas de gobierno y de def<strong>en</strong>sa integral<br />

de sus territorios, a través de distintos procesos autogestivos,<br />

a contracorri<strong>en</strong>te de las políticas del Estado<br />

mexicano. El movimi<strong>en</strong>to zapatista, como proceso de<br />

los pueblos rebeldes de Chiapas y como pu<strong>en</strong>te para<br />

la palabra <strong>en</strong> <strong>México</strong> y <strong>en</strong> el mundo, pronto se <strong>en</strong>contró<br />

con esa parte rebelde del movimi<strong>en</strong>to indíg<strong>en</strong>a,<br />

de manera importante durante los diálogos de San<br />

Andrés Sacamch´<strong>en</strong> de los Pobres y posteriorm<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> la construcción del Congreso Nacional Indíg<strong>en</strong>a,

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