Comandante Genaro Vázquez Rojas
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fueron mediatizadas y/o saboteadas; sus amplias bases de apoyo fueron golpeadas<br />
selectivamente para intentar desorganizarlas. 85<br />
Durante 1961 se mantuvieron disputando con las fuerzas del PRI la titularidad de los<br />
ayuntamientos reestructurados por la Coalición de Organizaciones en Lucha contra<br />
Caballero Aburto (formada entre otros por Jesús Araujo Hernández, <strong>Genaro</strong> <strong>Vázquez</strong><br />
<strong>Rojas</strong>, Eulalio Alfaro, Abel Estrada, doctor Pablo Sandoval Cruz, profesora Juvita<br />
Escobar, Gildardo Valenzo Miranda y Constantino Flores Peña, representantes de<br />
diversas organizaciones políticas, sociales, populares, estudiantiles, municipales y<br />
estatales), aunque no se logró reinstalar a Jorge Joseph en la presidencia municipal de<br />
Acapulco. 86 Esas medidas y el hecho de que la mayoría de los dirigentes concentraran<br />
sus objetivos a la destitución de Caballero Aburto, hizo que, a final de cuentas, las<br />
demandas pendientes (como la aplicación de la ley de responsabilidades al ex<br />
gobernador y sus altos funcionarios policiales y administrativos, derogación de<br />
impuestos ilegales, liquidación de latifundios, depuración sindical o la expropiación de<br />
bienes inmuebles adquiridos fraudulentamente por la administración depuesta) quedaran<br />
sin resolver.<br />
La dirigencia cívica, ante la nueva coyuntura, decidió redefinir su estrategia a favor de<br />
una actividad política de amplia participación popular. Se concibió que era<br />
indispensable reestructurar los municipios a beneficio de las mayorías,<br />
fundamentalmente campesinas, para poder obtener los cambios posibles y necesarios<br />
que demandaban las comunidades. Se trataba de conseguir la mayoría de los municipios<br />
para influir y conseguir una verdadera democracia en todo el estado, es decir, teniendo<br />
de su lado los municipios, como ellos representaban verdaderamente el sentir y las<br />
necesidades de la población, influirían en el destino estatal creando un gobierno de y<br />
para los trabajadores. De ahí la importancia otorgada a la jornada electoral de 1962 y su<br />
lucha por controlar administrativamente la mayor cantidad posible de ayuntamientos.<br />
A fin de cuentas era parte de una concepción de democracia plena y representativa<br />
conducida por las bases sociales. El objetivo final fue empujar la formación de un<br />
gobierno provisional estatal que sustituyera al existente, nombrado por el pueblo a<br />
través de las alcaldías, para lo cual necesitaban lograr controlar administrativamente las<br />
dos terceras partes de los 75 municipios. En este sentido, para la segunda quincena de<br />
diciembre de 1960 ya contaban con más de 15 municipios democratizados a través de<br />
asambleas populares; para el 30 de diciembre controlaban más de 20, y el número creció<br />
rápidamente a principios de enero de 1961. Sin embargo, el error no previsto fue que su<br />
táctica los alejó de las demandas inmediatas de las múltiples fuerzas contradictorias que<br />
aglutinaban a su seno, produciendo con ello desprendimientos y cierto aislamiento de<br />
grupos campesinos. Aunque en las luchas futuras siguieron interviniendo en la lucha por<br />
democratizar los municipios algunos dirigentes de la Coalición, como Abel Estrada,<br />
Pablo Sandoval y Pedro Ayala, prácticamente la lucha renovadora recayó en los<br />
hombros de la Asociación Cívica Guerrerense.<br />
Aunque se desconoce con exactitud el número de municipios reestructurados antes y<br />
después de la caída de Aburto, se ha llegado a señalar que los ayuntamientos rebeldes<br />
organizados durante la lucha contra el gobernador se acercaron a la veintena, dentro de<br />
los que se encontraron el de Acapulco, Chilpancingo (bajo la presidencia de Rodrígo<br />
85 Raúl Fernández, op. cit., p. 180.<br />
86 Teresita Estrada, op. cit., pp. 106-107.<br />
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