Comandante Genaro Vázquez Rojas
Comandante Genaro Vázquez Rojas
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En Atoyac el mismo día de la detención de su candidato a gobernador, los cívicos<br />
salieron a la calle exigiendo la anulación de las elecciones, mientras las tropas del 32º<br />
Batallón de Infantería comenzaron a patrullar la ciudad. El 6 se anunció la victoria de<br />
Abarca Calderón al obtener la “mayoría” de la votación y “el arrollador” triunfo de Ríos<br />
Tavera en el municipio. El mitin del 8 de diciembre, celebrado en San Jerónimo, a<br />
pocos kilómetros de Atoyac, por la ACG fue disuelto por soldados; se detuvo a<br />
cincuenta personas, entre ellas todos los líderes presentes. El 13 fue detenido el anterior<br />
alcalde y dirigente cívico Luis Cabañas, tío de Lucio Cabañas Barrientos. El 26 el<br />
secretario de la Defensa Nacional, general Agustín Olachea, visitó la ciudad de Atoyac<br />
al tiempo que tropas del 32º Batallón de Infantería expulsaron al cabildo saliente de la<br />
ACG y ocuparon el palacio municipal. El 31 los cívicos intentaron sin éxito recuperar la<br />
alcaldía. El 1º de enero de 1963 Ríos Tavera, entre soldados, tomó posesión de su cargo.<br />
115<br />
Mientras tanto, el 31 de diciembre de 1962 tropas militares apoyadas por la policía<br />
judicial del estado se trasladaron a la ciudad de Iguala, donde los cívicos habían<br />
establecido una “parada cívica” (una asamblea popular permanente) 116 , con la idea de<br />
concentrar sus fuerzas para sabotear la toma de posesión de Raymundo Abarca, 117<br />
además de conmemorar el segundo aniversario de la masacre de Chilpancingo; las<br />
fuerzas militares rodearon la plaza donde se encontraba la población cercana a las tres<br />
mil personas, 118 expresando su descontento por los atropellos oficiales. Los soldados y<br />
judiciales a las 23:30 horas abrieron fuego indiscriminadamente contra los pobladores.<br />
El saldo de esta nueva matanza fue de siete muertos, 23 heridos y 280 detenidos, entre<br />
ellos el presidente municipal Israel Salmerón, desaparecido y torturado durante muchos<br />
días para después ser acusado de “malversación de fondos”. 119 <strong>Genaro</strong> y otros<br />
principales dirigentes cívicos lograron salir ilesos gracias a la protección que les brindó<br />
el pueblo. Disfrazado de mecánico <strong>Vázquez</strong> <strong>Rojas</strong> logró llegar y ocultarse en la Ciudad<br />
de México. 120<br />
Mediante un decreto emitido por el gobernador provisional, se suspendieron las<br />
garantías constitucionales y se estableció en todo Guerrero un estado de sitio<br />
garantizado por miles de soldados fuertemente armados y apoyados por vehículos<br />
aéreos y terrestres, enviados de diferentes estados para, según el gobierno federal,<br />
“evitar una insurrección popular”. 121 A <strong>Genaro</strong> <strong>Vázquez</strong> y otros dirigentes se les<br />
responsabilizó de la masacre de Iguala y se les comenzó a perseguir. Ese mismo día<br />
soldados y policías realizaron otra matanza en Ometepec y detenciones en San Luis<br />
Acatlán y otros poblados de la Costa Chica y Grande. 122<br />
“... la violencia se extendió a lo largo y ancho del territorio guerrerense, en acciones que<br />
fueron desde la aprehensión temporal del licenciado Suárez Téllez ... hasta asesinatos<br />
selectivos y masivos en algunos de los municipios importantes o de fuerte influencia<br />
115<br />
Armando Bartra, op. cit., pp. 98-99.<br />
116<br />
Raúl Fernández, op. cit., p. 182.<br />
117<br />
Andrés Rubio, op. cit., p. 18.<br />
118<br />
En el trabajo de Andrés Rubio, op. cit., p. 18, el autor sostiene la cifra cercana a las cinco mil personas<br />
concentradas en la parada cívica.<br />
119<br />
Fernando Reyes, op. cit., p. 26.<br />
120<br />
Andrés Rubio, op. cit., p. 18.<br />
121<br />
En el texto de Fernando Reyes, op. cit., se sostiene que eran 25,000 los soldados destacamentados en<br />
Guerrero, ver p. 26; Teresita Estrada, op. cit., p. 117.<br />
122<br />
Jaime López, op. cit., pp. 48-49.<br />
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