09.05.2013 Views

tabernaculo 1.pdf - Webnode

tabernaculo 1.pdf - Webnode

tabernaculo 1.pdf - Webnode

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

corazones y jugar al hipócrita, que por lastima son<br />

aprobados por aquellos que están a su alrededor.<br />

Los religiosos de este mundo se respetan<br />

grandemente los unos a los otros. Pero a pesar de<br />

cuanto respeto y aprobación obtengan de otros,<br />

cuando están ante Dios, solo son una masa grande<br />

de pecado.<br />

Cuando no conocíamos la verdad, nosotros,<br />

también, solíamos ofrecer nuestras oraciones de<br />

arrepentimiento diligentemente. Pero después de un<br />

rato, nos cansamos y así terminamos orando, “Señor,<br />

has lo que quieras hacer. Tengo tantos pecados. Yo<br />

todavía he pecado una vez más. Ahora es más<br />

vergonzoso para mi si quiera para decirte.” Aunque<br />

es muy vergonzoso, debido a que se nos dijo que<br />

Dios se agradara siempre que confesemos nuestros<br />

pecados, y que Él perdonara nuestros pecados con<br />

Su justicia y limpiara toda injusticia, continuamos<br />

orando a Él, “¡Señor, yo he pecado. Por favor<br />

perdóname, Señor!” Y aún así nuestros pecados, sin<br />

236 El Color de la Puerta de la Corte del Tabernáculo<br />

embargo, estaban aún en nuestros corazones.<br />

Siempre que la gente inclina sus cabezas para<br />

orar a Dios, su conciencia les recuerda de sus<br />

pecados y carcome sus corazones. Nuestra<br />

conciencia atormenta nuestro corazón diciéndonos,<br />

“Con tantos pecados cometidos, ¿cómo te atreves<br />

a orar a Dios?”<br />

Así que, después de un rato, debido que no<br />

teníamos más que decir terminamos solo llorando,<br />

“¡Señor, Señor!” Más y más frecuente, nos<br />

encontramos a si mismos hiendo a una montaña y<br />

gritando el nombre del Señor. Para evitar la<br />

vergüenza de atraer la atención de la gente, hemos<br />

subido una montaña tarde en la noche, nos<br />

metimos a una cueva ahí, y gritamos el nombre del<br />

Señor. Pero esto, también, fue solo un ataque de<br />

rabia de nosotros mismos, y nuestros pecados así<br />

permanecieron con nosotros.<br />

También tratamos de aplacar nuestra conciencia,<br />

diciéndonos a nosotros mismos que ya no tenemos<br />

◄ CONTENIDO ►

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!