09.05.2013 Views

Selma Lagerlöf - Edocr

Selma Lagerlöf - Edocr

Selma Lagerlöf - Edocr

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Volamos hacia las montañas. Volamos hacia las montañas.<br />

Cuando los patos silvestres advirtieron desde lo alto a los patos<br />

domésticos que jugueteaban en el corral, descendieron, gritando:<br />

—Vengan con nosotros, vengan; vamos hacia las montañas.<br />

Los patos domésticos no podían sustraerse a levantar la cabeza y<br />

escuchar lo que se les decía; pero respondían con muy buen<br />

sentido.<br />

—Nosotros estamos bien aquí. Nosotros estamos bien aquí.<br />

Como ya hemos dicho, era aquél un día muy hermoso, y se percibía<br />

un airecillo tan fresco, tan ligero y sutil que invitaba a volar. A<br />

medida<br />

que pasaban nuevas bandadas los patos domésticos se sentían<br />

más<br />

inquietos. Hubo momento en que batían sus alas como dispuestos a<br />

seguir el vuelo de los patos silvestres. Pero cada vez que lo<br />

intentaban<br />

se oía la voz de un pato anciano, que les advertía:<br />

—No hagan locuras. Esos patos tienen que sufrir los rigores del<br />

hambre y del frío.<br />

Un pato joven, a quien la invitación de los patos silvestres le había<br />

infundido los más vivos deseos de partir, dijo:<br />

—Si pasa otra bandada, me iré con ella.<br />

Pasó otra bandada, repitiendo lo que decían las precedentes, y el<br />

pato joven respondió:<br />

—Esperen; voy con ustedes.<br />

14

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!