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cuaderno de adviento.p65 - Franciscanos Conventuales de España

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El jubileo es tiempo<br />

<strong>de</strong> misericordia<br />

Jubileo es Alegría.<br />

Jubileo es Ternura.<br />

Jubileo es Generosidad.<br />

Jubileo es Misericordia.<br />

Jubileo es Gracia,<br />

bendición <strong>de</strong> Dios, benevolencia <strong>de</strong> Dios,<br />

indulgencia <strong>de</strong> Dios, cariño <strong>de</strong> Dios, perdón <strong>de</strong> Dios.<br />

Des<strong>de</strong> Jesús todos los jubileos son posibles,<br />

porque en Él encontramos la gracia <strong>de</strong>l Señor.<br />

Ningún jubileo es posible sin Él.<br />

Podrás peregrinar, rezar mucho,<br />

si no encuentras a Jesús será un júbilo sin júbilo,<br />

un jubileo sin gracia, un jubileo cansado o vacío.<br />

El Jubileo-2000 exige medidas <strong>de</strong> gracias<br />

para cautivos y en<strong>de</strong>udados.<br />

Perdón <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda externa:<br />

Exigencia <strong>de</strong> la caridad, <strong>de</strong> la solidaridad y <strong>de</strong> la justicia.<br />

Medidas <strong>de</strong> gracia para los encarcelados:<br />

no como estrategia política, sino una acción <strong>de</strong> misericordia.<br />

Perdón no quiere <strong>de</strong>cir permisividad ni olvido,<br />

ni justificación <strong>de</strong>l mal que se haya ocasionado.<br />

Perdón quiere <strong>de</strong>cir, generosidad, oferta <strong>de</strong> gracia,<br />

esperanza <strong>de</strong> renovación.<br />

La Alegría <strong>de</strong> Dios es que el hombre viva en alegría.<br />

La alegría <strong>de</strong> Dios es que el hombre viva en Comunión.<br />

¡¡¡Feliz Jubileo-2000!!!<br />

FRANCISCANOS MENORES CONVENTUALES<br />

OFM CONV.<br />

El Señor<br />

viene...<br />

...ábrele tu<br />

vida<br />

Adviento’99


¡Ven Señor!<br />

¡Ven, Señor!<br />

Ven, Señor,<br />

y abre las puertas <strong>de</strong> nuestra vida,<br />

inúndanos <strong>de</strong> tu vida,<br />

llénanos <strong>de</strong> tu salvación,<br />

transforma nuestras miserias.<br />

El mundo y sus injusticias:<br />

Ven, Señor Jesús.<br />

El mundo y sus violencias:<br />

Ven, Señor Jesús.<br />

El mundo y sus pasiones:<br />

Ven, Señor Jesús.<br />

El mundo y sus engaños:<br />

Ven, Señor Jesús.<br />

El mundo y sus sufrimientos:<br />

Ven, Señor Jesús.<br />

Ven, Señor Jesús,<br />

salva al mundo <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>monios<br />

y cura sus heridas mortales.<br />

La Iglesia y sus divisiones:<br />

Ven, Señor Jesús.<br />

La Iglesia y sus retrasos:<br />

Ven, Señor Jesús.<br />

La Iglesia y sus cansancios:<br />

Ven, Señor Jesús.<br />

Ven, Señor Jesús,<br />

convierte a tu Iglesia en luz,<br />

que tu Iglesia resplan<strong>de</strong>zca<br />

con joven y perfecta hermosura.<br />

Adviento<br />

1999


Domingo 28<br />

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:<br />

Estad preparados y vigilando, porque no<br />

sabéis cuándo llegará ese momento.<br />

EVANGELIO<br />

Cuando un hombre va al extranjero y <strong>de</strong>ja su<br />

Mc. 13,33-37<br />

casa, entrega las responsabilida<strong>de</strong>s a sus<br />

sirvientes, cada cual recibe su tarea, y al portero le<br />

exige que esté vigilante.<br />

Lo mismo vosotros: estad vigilantes, porque no<br />

sabéis cuándo regresará el dueño <strong>de</strong> casa, si al<br />

atar<strong>de</strong>cer, a medianoche, al<br />

canto <strong>de</strong>l gallo o <strong>de</strong><br />

madrugada; no sea que llegue<br />

<strong>de</strong> repente y os encuentre<br />

dormidos.<br />

Lo que os digo a vosotros se lo digo<br />

a todos: ¡Estad <strong>de</strong>spiertos!<br />

¡VEN Y SÁLVANOS!<br />

Ven y sálvanos <strong>de</strong> nuestra ceguera para <strong>de</strong>scubrirte presente, <strong>de</strong> nuestra<br />

pereza para caminar contigo, <strong>de</strong> nuestras excusas para alejarnos<br />

<strong>de</strong> ti.<br />

Ven y sálvanos <strong>de</strong> nuestra sor<strong>de</strong>ra a tu palabra, <strong>de</strong> nuestros <strong>de</strong>splantes<br />

injustificados, <strong>de</strong> nuestro gusto por el hombre «viejo <strong>de</strong> Egipto»<br />

Ven y sálvanos <strong>de</strong> nuestra dureza para compren<strong>de</strong>r las Escrituras, <strong>de</strong><br />

nuestras luchas por los primeros puestos, <strong>de</strong> nuestra<br />

<strong>de</strong>sconfianza en la semilla <strong>de</strong>l Reino.<br />

Ven y sálvanos <strong>de</strong> nuestra comodidad puesta como valor primordial, <strong>de</strong><br />

nuestra falta <strong>de</strong> comprensión hacia los otros, <strong>de</strong> nuestro<br />

egoísmo disimulado.<br />

Ven y sálvanos <strong>de</strong> nuestra superficialidad, <strong>de</strong> nuestra insensibilidad por<br />

las cosas <strong>de</strong> arriba, <strong>de</strong> nuestra pérdida <strong>de</strong> sentido.<br />

Ven y sálvanos <strong>de</strong> los dioses que nos hemos fabricado, <strong>de</strong> la rutina que<br />

nos aprisiona, <strong>de</strong> nuestras miras pequeñas.<br />

Ven y sálvanos Dios salvador nuestro, Dios amigo nuestro, Dios<br />

anunciado por Jesús.<br />

Amén<br />

Ya es hora<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar<br />

<strong>de</strong>l sueño<br />

Ya es hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> abrir los ojos.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> ver la luz.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> levantarse.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> reconocer la aurora.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> contemplar la salvación.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> percibir lo nuevo.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir la presencia <strong>de</strong> Dios.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> aceptar la salvación.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> hacer un sitio a Dios.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> acoger la salvación.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir sí a Dios.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar atrás el pesimismo.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> poner la mano en las obras <strong>de</strong>l Reino.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> comprometerse un poco más.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las tinieblas.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> comenzar a sentir la presencia <strong>de</strong> Dios.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> abrir las puertas cerradas.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> dar la palabra a los sin palabra.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> romper el miedo.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> atravesar el túnel y <strong>de</strong>jar la noche.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> mirar con esperanza.<br />

Ya es hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar: la luz <strong>de</strong>l día está encima.<br />

¿No veis que Dios lo llena todo?<br />

¿No veis que Dios está naciendo en cosas sencillas?<br />

¿No sentís que todo habla <strong>de</strong> Dios?<br />

¿No sentís que Dios está llamando a la puerta?<br />

¿No sentís que Dios tiene un sitio aquí?<br />

¿No sentís su brisa, su trueno, su voz ... ?<br />

¡VIGILA!<br />

Lunes 29


Martes 30<br />

PARÁBOLA<br />

Un preso llevaba años viviendo<br />

absolutamente solo en su celda. No podía ver ni<br />

hablar con nadie, y le servían la comida a través<br />

<strong>de</strong> un ventanuco que había en la pared.<br />

Un día entró una hormiga en su celda. El<br />

hombre contemplaba fascinado cómo el insecto se<br />

arrastraba por el suelo, lo tomaba en la palma <strong>de</strong> su<br />

mano para observarlo mejor, le daba un par <strong>de</strong> migas<br />

<strong>de</strong> pan y lo guardaba por la noche bajo su taza <strong>de</strong><br />

hojalata.<br />

Y un día, <strong>de</strong> pronto, <strong>de</strong>scubrió que había tardado diez<br />

largos años <strong>de</strong> reclusión solitaria en compren<strong>de</strong>r el encanto<br />

<strong>de</strong> una hormiga.<br />

Des<strong>de</strong> mi tierra movediza,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi kilómetro actual <strong>de</strong> vida,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> mis múltiples cosas,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi vida elevo mi alma hacia ti, Señor.<br />

Me sumo a los que caminan hacia ti.<br />

Me uno a los que buscan caminos <strong>de</strong>sconocidos.<br />

Quiero salirme <strong>de</strong> la fila <strong>de</strong> los ahogados por las cosas.<br />

Quiero respirar aire, levantar la cabeza<br />

y seguir la luz que llega <strong>de</strong> la montaña.<br />

Es el momento <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar<br />

y salir <strong>de</strong>l sueño y <strong>de</strong> los sueños.<br />

Todo milimetrado, todo calculado,<br />

todo con agenda<br />

ya no hay sitio para más...<br />

¡Ya no tienes sitio!<br />

Quiero hoy ponerme en el grupo<br />

<strong>de</strong> los que viven esperando,<br />

<strong>de</strong> los que viven esperándote.<br />

Amén.<br />

ORACIÓN<br />

Señor, Dios nuestro, Rey.<br />

Pastor <strong>de</strong> Israel, el pueblo escogido,<br />

pastor <strong>de</strong> los pobres y pequeños,<br />

pastor <strong>de</strong> las ovejas <strong>de</strong>spreciadas.<br />

Pastor, buen pastor, escucha.<br />

Hay todo un clamor que nadie atien<strong>de</strong>:<br />

el clamor <strong>de</strong> los que pier<strong>de</strong>n en la guerra,<br />

<strong>de</strong> todos los que pier<strong>de</strong>n,<br />

el <strong>de</strong> los pueblos hambrientos,<br />

el <strong>de</strong> los extranjeros y refugiados,<br />

el <strong>de</strong> los campesinos y todos los marginados.<br />

Tú, que no te sientas sobre nadie.<br />

Tú, que nos sientas a todos<br />

sobre tus rodillas fuertes y seguras.<br />

Tú, que caminas siempre, acompañando,<br />

protegiendo, conduciendo. Resplan<strong>de</strong>ce.<br />

Resplan<strong>de</strong>zca tu rostro <strong>de</strong> hermosura;<br />

manifiesta tu rostro iluminado<br />

por el brillo <strong>de</strong> la misericordia.<br />

Despierta el po<strong>de</strong>r maravilloso<br />

<strong>de</strong> tu corazón invencible.<br />

Y ven a salvarnos.<br />

No tienes que hacer un largo viaje,<br />

porque tienes aquí tu cielo,<br />

entre nosotros, tus hijos más queridos.<br />

Ven a visitar esta familia, enteramente tuya.<br />

Ven y quédate con nosotros,<br />

como uno más <strong>de</strong> la familia.<br />

Ven, Señor, y danos vida,<br />

enséñanos los caminos <strong>de</strong> la dicha.<br />

Ven a hacernos libres<br />

y enséñanos a amar.<br />

Ven, Amor.<br />

Amén<br />

S ALMO<br />

Miércoles 1


NOS HABLAN<br />

Jueves 2<br />

LOS PROFETAS<br />

¡Despierta, <strong>de</strong>spierta, levántate, Jerusalén!<br />

¿Quién te dará el pésame por estas dos<br />

<strong>de</strong>sgracias que te han ocurrido: saqueo y ruina,<br />

hambre y espada?<br />

Has visto a tus hijos tirados, sin fuerzas, en las<br />

esquinas <strong>de</strong> las calles, como un antílope en una<br />

trampa, <strong>de</strong>smayados por el enojo <strong>de</strong> Yavé, por las<br />

amenazas <strong>de</strong> tu Dios.<br />

Por esto, óyeme, infeliz, que te has embriagado con<br />

algo que no es vino. Así te habla tu<br />

Señor, Yavé, tu Dios, <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong> tu<br />

pueblo: Yo quito <strong>de</strong> tu mano la<br />

copa que hace per<strong>de</strong>r los<br />

sentidos, la copa <strong>de</strong> mi enojo; tú<br />

ya no volverás a tomarla. Yo se la<br />

pasaré a tus opresores que <strong>de</strong>cían:<br />

Agáchate, para que pasemos por<br />

encima. Y tu espalda quedó como<br />

un camino por don<strong>de</strong> pasaba la<br />

gente.<br />

(ISAÍAS 52)<br />

ORACIÓN<br />

Señor Jesús:<br />

Tengo los ojos cerrados,<br />

muy cerrados.<br />

Tengo mi vida llena <strong>de</strong> tantas y tantas cosas,<br />

que me cuesta verte con claridad.<br />

Necesito, Señor, <strong>de</strong> ti<br />

<strong>de</strong> tu presencia que me dé serenidad,<br />

<strong>de</strong> tu compañía que me dé alegría,<br />

<strong>de</strong> tu fuerza que me dé valor<br />

<strong>de</strong> tu amor que me abra los ojos<br />

a los hermanos que me necesitan.<br />

Amén.<br />

Yo, Francisco, no era noble, sólo rico,<br />

pero me coloqué entre los caballeros<br />

porque era “caballero”, era capaz <strong>de</strong> tener<br />

mi propia cabalgadura y mis armas <strong>de</strong> este<br />

tipo y mi escu<strong>de</strong>ro, y me puse <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong> los<br />

caballeros en la batalla <strong>de</strong> “Collestrada”, cerca<br />

<strong>de</strong>l puente <strong>de</strong> San Juan, y en la refriega caí<br />

prisionero con otros caballeros <strong>de</strong> Asís y pasé un<br />

año, más o menos, en la cárcel <strong>de</strong> Perusa.<br />

Aquí, en un lóbrego calabozo, comprendí lo que es la<br />

soledad obligada, la enemistad y la envidia... Mi carácter jovial,<br />

alegre, abierto... a pesar <strong>de</strong> la situación en la que nos encontrábamos,<br />

sirvió para romper barreras entre caballeros y nobles igualados por la<br />

misma prisión, los mismos grilletes, la misma humedad... y hasta las<br />

mismas enfermeda<strong>de</strong>s.<br />

Al final, logré que la amistad nos uniera a todos. Era la única luz que<br />

podía iluminarnos e infundirnos ilusión y esperanza.<br />

Señor, sabes cuales son mis ilusiones y sueños,<br />

están bastante confusos,<br />

aún me queda mucho por <strong>de</strong>scubrir,<br />

por conocerme a mí mismo.<br />

Necesito encontrarme contigo,<br />

Apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> ti y <strong>de</strong>scubrir<br />

lo que verda<strong>de</strong>ramente merece la pena.<br />

Tú eres quien mejor me pue<strong>de</strong> ayudar a abrir los ojos<br />

y ver el mundo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tu mirada,<br />

esa mirada que se fija en lo pequeño,<br />

en las personas más <strong>de</strong>licadas y necesitadas.<br />

Ven, Señor, a mi vida e ilumínala<br />

con la claridad <strong>de</strong> tu luz.<br />

Amén.<br />

ORAMOS CON<br />

SAN FRANCISCO<br />

ORACIÓN<br />

Viernes 3


ORAMOS<br />

Sábado 4<br />

María, llena <strong>de</strong> gracia, aquí me tienes<br />

para cantar las maravillas<br />

que Dios ha hecho en ti.<br />

Presenta nuestros nombres ante Dios,<br />

sé hoy nuestra abogada ante el Padre.<br />

Santa María, acompáñanos en el camino.<br />

María, llena <strong>de</strong> gracia,<br />

enséñanos a estar en una actitud<br />

<strong>de</strong> continua escucha,<br />

para captar las llamadas <strong>de</strong> los hombres<br />

y los lenguajes secretos <strong>de</strong> Dios.<br />

Santa María, acompáñanos en el camino.<br />

María, llena <strong>de</strong> gracia,<br />

tú que supiste <strong>de</strong>cir sí a Dios<br />

en medio <strong>de</strong> la tiniebla <strong>de</strong> Dios<br />

sin reservas ni trabas y abriste tu casa y tu corazón<br />

al Dios que llamaba a la puerta.<br />

Santa María, acompáñanos en el camino.<br />

María, llena <strong>de</strong> gracia,<br />

tú que hiciste <strong>de</strong>l servicio a los <strong>de</strong>más<br />

la norma <strong>de</strong> tu vida,<br />

lánzanos al encuentro <strong>de</strong> los otros,<br />

lánzanos al encuentro <strong>de</strong>l Otro,<br />

en esta noche <strong>de</strong> gracia y oración.<br />

Santa María, acompáñanos en el camino.<br />

María, llena <strong>de</strong> gracia,<br />

en esta noche <strong>de</strong> vigilia,<br />

haznos orantes,<br />

haznos dispuestos a Dios,<br />

haznos creyentes nuevos,<br />

haznos escuchadores <strong>de</strong> Dios,<br />

haznos amantes <strong>de</strong> la gracia,<br />

haznos fieles seguidores <strong>de</strong> tu Hijo.<br />

Santa María, acompáñanos en el camino.<br />

Amén.<br />

CON MARÍA<br />

Está escrito en el profeta<br />

Isaías: “Yo envío mi mensajero<br />

<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ti para que prepare el camino”. Una<br />

voz grita en el <strong>de</strong>sierto: “Preparadle el camino al<br />

Señor, allanad sus sen<strong>de</strong>ros”.<br />

Juan Bautizaba en el <strong>de</strong>sierto: predicaba que<br />

se convirtieran y se bautizaran, para que se les<br />

perdonasen los pecados. Y proclamaba: “Detrás <strong>de</strong> mí viene<br />

el que pue<strong>de</strong> más que yo, y yo no merezco agacharme<br />

para <strong>de</strong>satarle las sandalias. Yo os bautizo con agua, pero<br />

él os bautizará con Espíritu Santo”.<br />

ORACIÓN<br />

EVANGELIO MARCOS 1, 1-8<br />

Que nuestra comunidad cristiana<br />

crezca más en el amor, que es unión y es<br />

entrega.<br />

Que Dios nuestro Señor, aumente nuestra fe<br />

y vivamos confiados, sin miedo a los problemas y<br />

dificulta<strong>de</strong>s.<br />

Que preparemos los caminos <strong>de</strong>l Señor:<br />

que se allanen los sen<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> la relación entre los<br />

hombres,<br />

que se eleven los valles <strong>de</strong>l sub<strong>de</strong>sarrollo,<br />

que se <strong>de</strong>sciendan los montes <strong>de</strong> la injusticia y el egoísmo,<br />

que se en<strong>de</strong>recen las curvas <strong>de</strong> las mentiras y prejuicios,<br />

que se superen los peligros <strong>de</strong>l odio y la violencia,<br />

que se iguales y suavicen todos los caminos <strong>de</strong> los<br />

hombres.<br />

Concé<strong>de</strong>nos, Señor,<br />

prepararnos convenientemente para<br />

recibir a tu Hijo<br />

y preparar los caminos <strong>de</strong>l mundo,<br />

para que todos vean la salvación<br />

<strong>de</strong> Dios. Amén.<br />

Domingo 5


Lunes 6<br />

No. No se hace el camino una vez y ya está.<br />

Necesitamos escuchar cada Adviento el grito <strong>de</strong>l<br />

profeta: ¡Preparad los caminos <strong>de</strong>l Señor!. No es<br />

nada más que la voz <strong>de</strong>l cambio y conversión<br />

que Dios nos invita a tener siempre presente. Pero<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> restaurar el camino, hay que hacer<br />

nuevos caminos. ¡Preparad los caminos <strong>de</strong>l Señor! es<br />

invitación, es profecía, es <strong>de</strong>scubrir la ternura <strong>de</strong> Dios<br />

en medio <strong>de</strong> nuestra historia colectiva y personal.<br />

¿Qué caminos hemos <strong>de</strong> preparar? ¿Cómo hemos <strong>de</strong><br />

preparar nuestro corazón?. Creer, fiarse <strong>de</strong> Dios; <strong>de</strong>jarse<br />

querer por Él; que te <strong>de</strong>jes limpiar; liberarte <strong>de</strong> tus apegos;<br />

apren<strong>de</strong>r a compartir; orar<br />

con palabras y con silencios,<br />

con súplicas y con gemidos con<br />

la mente y el corazón; amar, al Dios<br />

permanentemente encarnado, al Dios<br />

más cercano, al Dios más visible, al<br />

Dios más necesitado, que es tu<br />

prójimo.<br />

¡PREPÁRATE!<br />

Para que nos consueles en nuestras tristezas.<br />

¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />

Para que nos confortes en nuestras <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s.<br />

¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />

Para que nos alientes en nuestros <strong>de</strong>sánimos.<br />

¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />

Para que nos ilumines en nuestras oscurida<strong>de</strong>s.<br />

¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />

Para que nos enciendas en nuestras frialda<strong>de</strong>s.<br />

¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />

Para que nos prepares a recibirte.<br />

¡Ven, Señor, a salvarnos! Amén.<br />

O RACIÓN<br />

Se llamaba Ana. A<br />

<strong>de</strong>cir <strong>de</strong> sus mayores, padres<br />

y maestros, lo tenía todo. Todo lo<br />

bueno: inteligente, rica, bella, hija<br />

única y con un futuro prometedor. Pronto,<br />

en una convivencia, los compañeros <strong>de</strong> su edad<br />

<strong>de</strong>tectaron un pequeño <strong>de</strong>fecto: no sabía convivir porque se<br />

creía superior, única, diferente. Aquella tar<strong>de</strong>, cansada <strong>de</strong> reuniones,<br />

pegó un portazo y se marchó a caminar en solitario por el páramo.<br />

Llovía. Previsora como era, portaba un chubasquero. Se lo colocó,<br />

capucha incluida. La lluvia azotaba su cara. comenzó a caminar <strong>de</strong><br />

espaldas. Sólo entonces, sintió una corazonada: “Ana, ¿no será así tu<br />

vida?... siempre caminando <strong>de</strong> espaldas a todos. A ti misma que no te<br />

conoces. A los <strong>de</strong>más, con quienes no quieres compartir nada. A Dios,<br />

que no es nadie en tu vida. ¿Crees que llegarás así muy lejos?”. La<br />

inteligente Ana se quitó el chubasquero, se <strong>de</strong>jó empapar por<br />

la lluvia y, en su soledad, comenzó a saltar y a gritar: “¡Sí,<br />

quiero cambiar!. Quiero ser diferente. ¡Señor, si existes,<br />

ayúdame!”. Cuando regresó al lugar <strong>de</strong> reunión <strong>de</strong><br />

sus compañeros éstos intuyeron que algo gran<strong>de</strong><br />

había pasado. Ana sonreía y pedía ayuda. Después<br />

<strong>de</strong> contar la experiencia <strong>de</strong> su paseo entendieron<br />

lo que es orar: partir <strong>de</strong> la vida, para volver a<br />

la vida, transformados por el Espíritu.<br />

Señor, ayúdame a transformar mi vida.<br />

Enséñame a esperarte,<br />

a prepararte un lugar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí.<br />

Enséñame a ser un compañero tuyo,<br />

a enten<strong>de</strong>r tu silencio<br />

a compren<strong>de</strong>r tus conversaciones calladas.<br />

Enséñame a allanar lo que hay <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí<br />

que impi<strong>de</strong> tu entrada en mi casa,<br />

en el secreto <strong>de</strong> mi corazón.<br />

Enséñame a ver como tú me ves<br />

para <strong>de</strong>scubrirte presente en los otros.<br />

Haz que pueda hacerte sitio,<br />

y hacer nuevo mi corazón. Amén.<br />

PARÁBOLA<br />

ORACIÓN<br />

Martes 7


LA INMACULADA<br />

Miércoles 8<br />

CONCEPCIÓN DE MARÍA<br />

“Aquí está la esclava <strong>de</strong>l Señor,<br />

hágase en mí según tu Palabra”<br />

Lc. 1, 38<br />

¡Hágase! Y se hizo la Palabra carne en el<br />

seno <strong>de</strong> María.<br />

No nos has <strong>de</strong>jado solos, Señor. No.<br />

Eres un Dios compañero.<br />

Eres un Dios cercano.<br />

Y eres un Dios que te escapas <strong>de</strong> las manos.<br />

Dios insobornable,<br />

Dios escurridizo,<br />

Dios inatrapable.<br />

Todo comenzó antes <strong>de</strong> un “Sí”.<br />

Todo comenzó en el corazón <strong>de</strong> Dios.<br />

Todo comenzó en el <strong>de</strong>rroche <strong>de</strong> amor.<br />

Todo se hizo posible por un “Sí”.<br />

Todo será posible por un “Sí”.<br />

Todo es una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> “síes”.<br />

Acampó entre nosotros.<br />

Y sigue acampando<br />

en el corazón <strong>de</strong> los sencillos,<br />

en el corazón <strong>de</strong> los hombres y mujeres<br />

que, como María,<br />

saben tener el corazón abierto.<br />

Acampó entre nosotros<br />

en la sencillez <strong>de</strong> una Virgen<br />

que supo <strong>de</strong>cir “Sí”,<br />

y nos enseña a vivir diciendo “Sí” a Dios.<br />

“Consolad, consolad a mi pueblo”, dice<br />

vuestro Dios; “hablad al corazón <strong>de</strong><br />

LOS PROFETAS<br />

Jerusalén, gritadle: que se ha cumplido su<br />

servicio, y está pagando su crimen, pues <strong>de</strong><br />

ISAÍAS 40, 1-5<br />

la mano <strong>de</strong>l Señor ha recibido doble paga por<br />

sus pecados”.<br />

Una voz grita: “En el <strong>de</strong>sierto preparadle un<br />

camino al Señor; allanad en la estepa una calzada<br />

para nuestro Dios; que los valles se levanten, que los<br />

montes y colinas se abajen, que lo torcido se en<strong>de</strong>rece y lo<br />

escabroso se iguale”.<br />

Se revelará la gloria <strong>de</strong>l Señor, y la verán todos los hombres juntos. Ha<br />

hablado la boca <strong>de</strong>l Señor.<br />

O RACIÓN<br />

A Ti, Señor, levanto mi alma.<br />

No te pido que me escuches,<br />

porque todo está abierto a tu presencia,<br />

porque tienes tu oído pegado a mi corazón<br />

y escuchas hasta mis silencios.<br />

Sólo pido que yo sepa escucharte.<br />

Te pido que mis pasos<br />

no se <strong>de</strong>svíen ni un milímetro <strong>de</strong> tus caminos.<br />

Ayúdame a recorrer<br />

el camino que has regalado.<br />

Tu camino es el Hijo <strong>de</strong>l amor y la misericordia.<br />

Tu camino son los hijos necesitados<br />

<strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> la misericordia.<br />

Que yo sepa andar por tu camino,<br />

<strong>de</strong>spacito y vigilante,<br />

para no <strong>de</strong>jar pasar ninguna <strong>de</strong> sus señales,<br />

para llenarme y <strong>de</strong>rramarme<br />

en amor y misericordia. Amén.<br />

NOS HABLAN<br />

Jueves 9


ORAMOS CON<br />

Viernes 10<br />

SAN FRANCISCO<br />

Lectura <strong>de</strong> la “Alianza <strong>de</strong> San Francisco<br />

con la Dama Pobreza”<br />

Francisco, en el comienzo mismo <strong>de</strong> su<br />

conversión, se puso a recorrer con interés las<br />

calles y plazas <strong>de</strong> la ciudad buscando<br />

apasionadamente el amor <strong>de</strong> su alma. Preguntaba a<br />

los que estaban en las calles y plazas, interrogaba a<br />

cuantos se cruzaban en el camino, diciéndoles: “¿Por<br />

ventura habéis visto a la amada <strong>de</strong> mi alma?”. Al no<br />

po<strong>de</strong>r enten<strong>de</strong>rse con él, le <strong>de</strong>cían: “Hombre, no<br />

sabemos <strong>de</strong> qué hablas”. Los hijos <strong>de</strong> Adán no tenían en<br />

aquel tiempo ni voz ni sentido para querer conversar sobre la<br />

pobreza, ni siquiera para mencionarla. La aborrecían con ardor<br />

al igual que la aborrecen hoy. Iré, dijo Francisco, a los magnates y<br />

sabios y les hablaré, pues ellos conocen el camino <strong>de</strong>l Señor y el<br />

juicio <strong>de</strong> su Dios. Y así lo hizo. Mas estos le respondieron con mayor<br />

aspereza, diciendo: “¿Qué nueva doctrina es la que propones a nuestros<br />

oídos?... lo que cuenta para nosotros es disfrutar <strong>de</strong> los placeres y<br />

abundar en riquezas, porque corto y triste es el tiempo <strong>de</strong> nuestra vida.<br />

Así que no conocemos nada mejor que alegrarnos, comer y beber<br />

mientras vivimos”.<br />

O RACIÓN<br />

Señor míranos en nuestras servidumbres,<br />

escucha nuestro clamor:<br />

todavía somos esclavos,<br />

no sólo <strong>de</strong>l pecado,<br />

sino también <strong>de</strong> muchas imperfecciones<br />

que no nos permiten<br />

alcanzar una auténtica libertad interior.<br />

Señor, mira nuestra comunidad eclesial,<br />

víctima <strong>de</strong> nuestras <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s<br />

que hacen difícil el entendimiento,<br />

la colaboración, el amor fraterno,<br />

la realización <strong>de</strong> las tareas comunes.<br />

¡Ven en nuestro auxilio,<br />

Señor Dios <strong>de</strong> nuestra Salvación!.<br />

Amén.<br />

Danos, Señor,<br />

la alegría <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir<br />

a tu Madre diciendo “Sí”.<br />

Danos, Señor, la alegría<br />

<strong>de</strong> entrar en el silencio y la espera<br />

<strong>de</strong> tu Madre.<br />

Danos, Señor,<br />

la finura <strong>de</strong> María<br />

para guardar la Palabra<br />

como ella la guardó.<br />

Danos, Señor,<br />

ojos <strong>de</strong> sorpresa<br />

para contemplar<br />

y <strong>de</strong>scubrir<br />

todo el misterio <strong>de</strong> Dios<br />

en la fragilidad pequeña<br />

<strong>de</strong> un niño recién nacido.<br />

Danos, Señor,<br />

fe para reconocerte<br />

en la presencia normal <strong>de</strong> un hombre y una mujer<br />

como María supo reconocerte.<br />

Danos, Señor.<br />

Manos para tratarte<br />

y acogerte<br />

con la ternura<br />

<strong>de</strong> las manos <strong>de</strong> tu Madre. Amén.<br />

ORAMOS CON MARÍA<br />

Sábado 11


Domingo 12<br />

Surgió un hombre enviado por Dios, que se<br />

llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar<br />

testimonio <strong>de</strong> la luz, para que por él todos<br />

EVANGELIO vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo <strong>de</strong> la<br />

Jn 1, 6-8. 19-28<br />

luz.<br />

Los judíos enviaron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Jerusalén sacerdotes y<br />

levitas a Juan, a que le preguntaran: “¿Tú quién<br />

eres?”. Él confesó sin reservas: “Yo no soy el Mesías”.<br />

Le preguntaron: “Entonces, ¿qué? ¿Eres tú Elías?”. Él<br />

dijo: “No lo soy.” “¿Eres tú el Profeta?”. Respondió: “No”.<br />

Y le dijeron: “¿Quién eres? Para que podamos dar una<br />

respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices <strong>de</strong> ti<br />

mismo?”. Él contestó: “Yo soy la voz que grita en el <strong>de</strong>sierto:<br />

Allanad el camino <strong>de</strong>l Señor” (como dijo el profeta Isaías).<br />

Señor, yo sé que mis caminos,<br />

no son tus caminos.<br />

Enséñame a <strong>de</strong>scubrir tus caminos...,<br />

enséñame a allanar mis sen<strong>de</strong>ros...<br />

Enséñame a preparar el camino <strong>de</strong> tu venida,<br />

poniendo en or<strong>de</strong>n mi casa,<br />

por <strong>de</strong>ntro y por fuera,<br />

creando en mi vida una actitud<br />

limpia y transparente.<br />

Señor, enséñame a preparar<br />

el camino <strong>de</strong> tu venida,<br />

centrando mi corazón<br />

en un amor fuerte,<br />

intenso y gozoso,<br />

preparando tu venida<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el fondo <strong>de</strong> mi alma,<br />

con todo mi ser.<br />

Señor, enséñame a preparar<br />

el camino <strong>de</strong> tu venida,<br />

enséñame a silenciar mi mente,<br />

a preparar mi corazón. Amén.<br />

O RACIÓN<br />

¡ALÉGRATE!<br />

El anuncio que domina esta semana es el <strong>de</strong> la alegría.<br />

Esta alegría no viene <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, <strong>de</strong> este mundo.<br />

El cristiano se goza más en el servicio que en el po<strong>de</strong>r,<br />

más en la pobreza que en el confort, más en el<br />

anonimato que en el éxito.<br />

No es una alegría que tenga relación directa con el<br />

placer o la comodidad o la fortuna. Tampoco es cuestión<br />

<strong>de</strong> temperamento o <strong>de</strong> receta psicológica. Mucho menos<br />

tiene que ver con las euforias prefabricadas.<br />

Nuestra alegría es gratuita. Se regala como fruto <strong>de</strong> la<br />

Navidad y la Pascua, es un don <strong>de</strong> Dios.<br />

Es secreta porque no se sabe bien su origen ni se<br />

manifiesta ruidosamente. Es profunda porque está en la<br />

hondura <strong>de</strong>l ser. Es compasiva porque no es egoísta e<br />

insolidaria. No se aísla ni se parta <strong>de</strong>l sufrimiento ajeno.<br />

La alegría es fruto <strong>de</strong>l Espíritu.<br />

Por eso, “estad siempre alegres en el Señor”.<br />

Siempre, siempre.<br />

La noticia corre <strong>de</strong> boca en boca.<br />

¡Viene el Señor y es muy alegre!.<br />

No eres un Dios triste. No tienes la cabeza baja.<br />

Erguidos por el mundo nos mandas ir.<br />

Vivir a tope, amarlo todo y elevarlo todo hasta Ti.<br />

No estás hecho <strong>de</strong> leyes y ca<strong>de</strong>nas.<br />

Vienes y levantas cabezas hundidas,<br />

das una chispa <strong>de</strong> luz a los ojos apagados.<br />

Nos gritas: ¡Vale la pena vivir!.<br />

Consolad, consolad a mi pueblo.<br />

Habladle al corazón y <strong>de</strong>cidle:<br />

“Se termina lo viejo, está por empezar lo nuevo”.<br />

Danos ganas <strong>de</strong> vivir para hacerlo todo nuevo contigo.<br />

Danos sangre nueva y un corazón nuevo.<br />

Os traigo una Buena Noticia:<br />

¡Dios está cerca y es muy alegre!.<br />

O RACIÓN<br />

Lunes 13


Martes 14<br />

ORACIÓN<br />

PARÁBOLA<br />

Un rabino hacía a sus alumnos la<br />

siguiente pregunta. ¿Cómo podréis<br />

distinguir cuándo termina la noche y<br />

empieza el día? El primer discípulo<br />

respondió: “Cuando a lo lejos pue<strong>de</strong>s<br />

distinguir un perro <strong>de</strong> una oveja”. “No”, dijo<br />

el rabino. Otro discípulo aventuró su<br />

respuesta: “Cuando pue<strong>de</strong>s distinguir una<br />

palmera <strong>de</strong> una higuera». «No” replicó el maestro.<br />

“¿Cuándo entonces?”, preguntaron a coro<br />

los discípulos. El rabino respondió: “Cuando<br />

pue<strong>de</strong>s mirar el rostro <strong>de</strong> una persona y reconocer<br />

en ella a un hermano. Mientras eso no suce<strong>de</strong> es<br />

todavía <strong>de</strong> noche en tu corazón”.<br />

Señor, Tú me insistes continuamente<br />

en la necesidad <strong>de</strong> amar,<br />

en que pueda ver en el rostro <strong>de</strong> mi prójimo,<br />

a un hermano.<br />

Tu palabra es clara:<br />

Amar a Dios y al prójimo como a uno mismo.<br />

Señor, ¡qué cosa tan difícil me pi<strong>de</strong>s!<br />

¡cuantos miedos tendré que superar<br />

si quiero hacer vida en mí tu Palabra!.<br />

Sí, Señor, mis miedos son mis gran<strong>de</strong>s obstáculos;<br />

miedo a tener que compartir cosas que <strong>de</strong>seo;<br />

miedo a tener que perdonar incluso a mi enemigo;<br />

miedo a cambiar esta vida tan cómoda<br />

por una más <strong>de</strong>sinstalada<br />

en don<strong>de</strong> la confianza esté puesta solamente en ti.<br />

¡Ven, Señor, Jesús!<br />

ábreme los ojos para ver lo que me pi<strong>de</strong>s;<br />

ábreme los oídos para que escuche tu Palabra;<br />

¡ven, Señor, Jesús a habitar en mi corazón<br />

para llenarme <strong>de</strong> tu amor!. Amén.<br />

S ALMO<br />

Es bueno darte gracias,<br />

Señor, <strong>de</strong> corazón,<br />

y cantarte con gozo cada día.<br />

Es bueno proclamar por la mañana tu lealtad<br />

y por la noche <strong>de</strong>cirte <strong>de</strong> verdad que me has querido.<br />

Es bueno <strong>de</strong>cirte que tus acciones, Señor,<br />

son mi alegría y mi esperanza.<br />

Es bueno <strong>de</strong>cirte que las obras <strong>de</strong> mis manos<br />

son júbilo y fiesta para mí.<br />

Te doy gracias y me alegro<br />

por el don maravilloso <strong>de</strong> la vida.<br />

Te doy gracias y me alegro<br />

por el don entrañable <strong>de</strong>l Bautismo.<br />

Te doy gracias y me alegro<br />

por el don precioso <strong>de</strong> tu Espíritu.<br />

Te doy gracias y me alegro<br />

por el don grandioso <strong>de</strong> tu Palabra.<br />

Te doy gracias y me alegro<br />

por el don único <strong>de</strong> tu Pan <strong>de</strong> Vida.<br />

¡Qué gran<strong>de</strong>s son tus obras, Señor!.<br />

¡Qué profundos tus <strong>de</strong>signios!.<br />

¡Qué gran<strong>de</strong>s son tus proyectos para nosotros!.<br />

¡Qué profundos son tus <strong>de</strong>seos para el que te busca!.<br />

Es bello Señor, vivir siendo Tú el centro <strong>de</strong> mi vida.<br />

Es bello Señor, saber que Tú eres el Señor <strong>de</strong> mi vida.<br />

Muchos no te conocen, Señor, y me da pena<br />

que pongan sus vidas en cosas que se acaban.<br />

Muchos no saben que Tú eres padre,<br />

y que quieres a todos con ternura,<br />

que tu amor inunda y hace feliz.<br />

Es bueno darte gracias, Señor,<br />

y cantaré <strong>de</strong> gozo cada día.<br />

Es bueno abrir el corazón <strong>de</strong> par en par<br />

y <strong>de</strong>jar que tu luz inun<strong>de</strong> <strong>de</strong> tu paz<br />

toda la vida. Amén.<br />

Miércoles 15


NOS HABLAN<br />

Jueves 16<br />

LOS PROFETAS<br />

ISAÍAS 61,<br />

1-2. 10-11<br />

El Espíritu <strong>de</strong>l Señor está sobre mí,<br />

porque el Señor me ha ungido.<br />

Me ha enviado para dar la Buena Noticia<br />

a los que sufren,<br />

para vendar los corazones <strong>de</strong>sgarrados,<br />

para proclamar la amnistía a los cautivos<br />

y a los prisioneros, la libertad,<br />

para proclamar el año <strong>de</strong> gracia <strong>de</strong>l Señor.<br />

Desbordo <strong>de</strong> gozo con el Señor,<br />

y me alegro con mi Dios.<br />

Como la tierra echa sus brotes,<br />

como un jardín hace brotar sus semillas,<br />

así el Señor hará brotar la justicia y los himnos,<br />

ante todos los pueblos.<br />

O R A C I Ó N<br />

Una persona:<br />

Hace dos mil años<br />

llegó el Mesías, buena-noticia para<br />

los <strong>de</strong>svalidos, consuelo para los tristes y afligidos, medicina <strong>de</strong> un Dios<br />

que nos quería. A cuantos se acercaban doloridos, quitaba carga y yugo.<br />

Pero ahora los cantos han cesado. Hay millones <strong>de</strong> hambrientos y<br />

dolientes, pobres y esclavos se han multiplicado. ¿Qué hacemos nosotros<br />

los creyentes? ¿Ya la luz <strong>de</strong>l Mesías se ha apagado? ¿No nos queda<br />

algún signo convincente?.<br />

Todos:<br />

¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />

Pi<strong>de</strong>n pan los hambrientos y los oprimidos, justicia.<br />

Claman por su libertad los esclavos y necesitan salud los enfermos.<br />

¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />

Hay tantas tristezas y <strong>de</strong>sengaños.<br />

En el mirar se conocen los enfermos <strong>de</strong>l alma.<br />

¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />

Y haz <strong>de</strong> nosotros salvadores, mesías multiplicados,<br />

Pon en nuestras manos tu fuerza y tu medicina,<br />

el aceite <strong>de</strong> tu Espíritu; recorreremos el mundo<br />

dando buenas noticias,<br />

proclamando tu alegría hecha vida en nosotros. Amén.<br />

La alegría perfecta<br />

ORAMOS CON<br />

SAN FRANCISCO<br />

Todos: Loado seas, mi Señor, por aquellos<br />

que perdonan por tu amor.<br />

Lector 1: Sí, cuando llegamos a nuestra casa,<br />

llamamos a la puerta, y el portero no<br />

nos abre, sino que nos tiene allí fuera<br />

aguantando la nieve y la lluvia, el frío y el<br />

hambre hasta la noche: si sabemos soportar<br />

con paciencia, sin alterarnos y sin murmurar contra<br />

él, esa crueldad, y ese rechazo, he aquí que hay alegría<br />

perfecta.<br />

Todos: Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor.<br />

Lector 2: Y si nosotros seguimos llamando, y el portero sale furioso y nos<br />

echa, entre insultos y golpes, como a in<strong>de</strong>seables inoportunos:<br />

si lo sobrellevamos con paciencia y alegría y en buena caridad,<br />

he aquí que hay alegría perfecta.<br />

Todos: Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor.<br />

Lector 3: Y si nosotros, obligados por el hambre y el frío <strong>de</strong> la noche,<br />

volvemos a llamar, y el portero, más enfurecido, sale afuera con<br />

un palo nudoso y nos apalea: si todo esto lo soportamos con<br />

paciencia y con gozo, acordándonos <strong>de</strong> los pa<strong>de</strong>cimientos <strong>de</strong><br />

Cristo bendito, que nosotros hemos <strong>de</strong> sobrellevar por su amor,<br />

he aquí que hay alegría perfecta.<br />

Todos: Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor.<br />

Lector 4: Por encima <strong>de</strong> todas las gracias y <strong>de</strong> todos los dones <strong>de</strong>l<br />

Espíritu Santo que Cristo conce<strong>de</strong> a sus amigos, está el <strong>de</strong><br />

vencerse a sí mismo y <strong>de</strong> sobrellevar gustosamente, por<br />

amor <strong>de</strong> Cristo Jesús, penas, injurias, oprobios e<br />

incomodida<strong>de</strong>s...<br />

Todos: Loado seas, mi Señor, por aquellos que<br />

perdonan por tu amor.<br />

Viernes 17


Sábado 18<br />

ORAMOS CON MARÍA<br />

Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador,<br />

ensalzo la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> su amor,<br />

alabo la inmensidad <strong>de</strong> su ternura<br />

y la infinitud <strong>de</strong> su misericordia.<br />

Dios ha mirado con amor a su esclava,<br />

Él que es gran<strong>de</strong> a la que es pequeña,<br />

Él que lo pue<strong>de</strong> todo a la que nada pue<strong>de</strong>.<br />

Ahora todos me felicitarán...<br />

pero yo no soy nada,<br />

sólo un signo y profecía<br />

<strong>de</strong> lo que Dios ha <strong>de</strong> hacer<br />

con los pequeños y<br />

los pobres.<br />

Porque Dios se enamora <strong>de</strong>l<br />

humil<strong>de</strong><br />

y lo colma <strong>de</strong> bienes;<br />

pero rechaza a los orgullosos y<br />

satisfechos,<br />

que se bastan a sí mismos.<br />

¡Qué gran<strong>de</strong> es Dios<br />

y qué misericordioso!.<br />

¡Qué gran<strong>de</strong> el amor <strong>de</strong> Dios<br />

para con sus niños <strong>de</strong>svalidos,<br />

y que fuerza liberadora para todos los<br />

oprimidos!.<br />

Mi alma cantará por siempre<br />

la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> Dios, mi Amor.<br />

Amén.<br />

Maginificat<br />

A los seis meses, el ángel<br />

Gabriel fue enviado por Dios a EVANGELIO (LC 1, 26-38)<br />

una ciudad <strong>de</strong> Galilea, llamada<br />

Nazaret, a una virgen <strong>de</strong>sposada con un hombre<br />

llamado José, <strong>de</strong> la estirpe <strong>de</strong> David; la virgen se llamaba María. El ángel<br />

entrando a su presencia, dijo: “Alégrate, llena <strong>de</strong> gracia, el Señor está<br />

contigo; bendita tú entre las mujeres”. Ella se turbó ante estas palabras, y<br />

se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: “No temas, María,<br />

porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás y darás a luz un<br />

hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será gran<strong>de</strong>, se llamará Hijo <strong>de</strong>l<br />

Altísimo, el Señor Dios le dará el trono <strong>de</strong> David, su padre, reinará sobre<br />

la casa <strong>de</strong> Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”. Y María dijo al<br />

ángel: “¿Cómo será eso, pues no conozco varón?”. El ángel le contestó:<br />

“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza <strong>de</strong>l Altísimo te cubrirá con su<br />

sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo <strong>de</strong> Dios”. María<br />

contestó: “Aquí está la esclava <strong>de</strong>l Señor, hágase en mí según tu<br />

palabra”. Y el ángel se retiró.<br />

Señor, hágase en mí lo que quieras Tú.<br />

Aquí estoy para lo que Tú me man<strong>de</strong>s.<br />

Habla, Señor, que voy a <strong>de</strong>cir, Sí.<br />

Llámame que voy corriendo.<br />

Te escucho sin prisas para enterarme bien<br />

y saber lo que Tú quieres.<br />

Para <strong>de</strong>cirte rápidamente “Sí, quiero”.<br />

Tú ya lo sabes:<br />

Lo que Tú quieras eso quiero yo<br />

sin que yo <strong>de</strong>je <strong>de</strong> ser yo <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Ti.<br />

Cuenta conmigo para lo que quieras<br />

y sea lo que Tú digas.<br />

Amén.<br />

O RACIÓN<br />

Domingo 19


Lunes 20<br />

La respuesta <strong>de</strong><br />

afirmativa <strong>de</strong><br />

María en el<br />

Evangelio <strong>de</strong>l<br />

domingo es lo que<br />

está llamado a<br />

suce<strong>de</strong>r en la Iglesia y<br />

en cada creyente. Un Sí<br />

que significa “Entrega total”.<br />

Nace <strong>de</strong>l que se ha <strong>de</strong>spojado<br />

<strong>de</strong> sí mismo y pone toda su<br />

voluntad en el otro. Es poner toda su vida en las manos <strong>de</strong><br />

Dios. Esta entrega es el culto que Dios quiere. Antes<br />

<strong>de</strong>cíamos: “Aquí tienes, Señor, mis holocaustos, mis sacrificios,<br />

mis ayudas, mis limosnas, mis oraciones...”. Pero Dios no quiere<br />

nuestros tesoros, sino nuestro corazón; no quiere nuestros sacrificios,<br />

sino nuestro amor; no quiere nuestras cosas, sino a nosotros mismos. ¿Y<br />

sabes para qué lo quiere Dios? No para sí claro, sino para dárselo a los<br />

hermanos. Así que <strong>de</strong>cir: “Aquí me tienes, Padre”, se traduce por: “Aquí<br />

me tenéis, hermanos”. Lo que Dios quiere <strong>de</strong> ti es Amor, Amor, Amor.<br />

¡ENTRÉGATE!<br />

Hoy, Señor, me presento ante ti<br />

con todo lo que soy y lo que tengo. O RACIÓN<br />

Acudo a ti como persona sedienta,<br />

porque sé que en ti encontraré respuesta.<br />

Deseo ponerme ante ti con un corazón abierto como el María,<br />

con los ojos fijos en ti esperando que me dirijas tu Palabra.<br />

Deseo ponerme ante ti como Abraham,<br />

con el corazón lleno <strong>de</strong> esperanza,<br />

poniendo mi vida en tus manos.<br />

Deseo ponerme ante ti como Samuel,<br />

con los oídos y el corazón dispuestos a escuchar tu voluntad.<br />

Si me llamas a ser testigo tuyo en medio <strong>de</strong> los hombres y mujeres,<br />

cuenta conmigo, Señor.<br />

Y si estás con <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> dirigir tu Palabra a mis oídos y a mi corazón,<br />

habla, Señor, que tu siervo escucha. Amén.<br />

En aquel tiempo, dijo Jesús a<br />

los sumos sacerdotes y a los<br />

PARÁBOLA<br />

ancianos <strong>de</strong>l pueblo: “¿Qué os parece? Un<br />

hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le<br />

dijo: ‘Hijo, ve hoy a trabajar a la viña’. Él contestó: ‘¿No<br />

quiero?’. Pero <strong>de</strong>spués se arrepintió y fue. Se acercó al segundo y le dijo<br />

lo mismo. Él le contestó: ‘Voy, Señor’. Pero no fue. ¿Quién <strong>de</strong> los dos<br />

hizo lo que quería el padre?”. Contestaron: “El primero”. Jesús les dijo:<br />

“Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la <strong>de</strong>lantera en<br />

el camino <strong>de</strong> Reino <strong>de</strong> Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el<br />

camino <strong>de</strong> la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y<br />

prostitutas le creyeron. Y aun <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ver esto, vosotros no os<br />

arrepentisteis ni le creísteis”.<br />

Señor, ¡no basta con <strong>de</strong>cir “Sí”!<br />

Juan Bautista,<br />

ese peón caminero <strong>de</strong> las rutas humanas,<br />

no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> invitarnos a cubrir los baches<br />

<strong>de</strong> nuestras bajezas,<br />

a allanar las montañas <strong>de</strong> nuestros egoísmos,<br />

a remover nuestras viejas costumbres<br />

a preparar tu imprevisible paso.<br />

Señor, Tú, cuya llamada a la conversión<br />

cumple y supera la ley,<br />

haznos compren<strong>de</strong>r que obe<strong>de</strong>cer tu voluntad<br />

no es <strong>de</strong>cirte “Sí” con la boca pequeña,<br />

sino hacer <strong>de</strong> todo corazón lo que Tú dices.<br />

Concé<strong>de</strong>nos, Señor, la suficiente fe para creer<br />

que obe<strong>de</strong>cer tu voluntad<br />

es escuchar tu Palabra<br />

y conformar con ella nuestra vida.<br />

Amén.<br />

Del evangelio según san Mateo 21, 28-32<br />

ORACIÓN<br />

Martes 21


Miércoles 22<br />

Todos: “Cuenta conmigo, Señor”<br />

JUNTOS PEDIMOS<br />

AL SEÑOR<br />

1ª persona: Tú no quieres gente mediocre, gente que<br />

te diga un “Sí” con la boca chica, cuando a la hora<br />

<strong>de</strong> la verdad lo que dice es “No”. Yo, Señor, no quiero<br />

ser <strong>de</strong> esos. Quiero vivir tu evangelio con alegría y<br />

sencillez.<br />

Todos: “Cuenta conmigo, Señor”<br />

2ª persona: Sé que necesitas personas comprometidas que no<br />

tengan miedo a anunciar tu Palabra por todos los lugares.<br />

Todos: “Cuenta conmigo, Señor”<br />

3ª persona: Necesitas testigos <strong>de</strong> tu amor que <strong>de</strong>rrochen cariño y entrega<br />

por don<strong>de</strong> quiera que vayan; que hagan realidad tu gran mandamiento<br />

<strong>de</strong>l amor.<br />

Todos: “Cuenta conmigo, Señor”<br />

4ª persona: En el mundo necesitas personas que sean capaces <strong>de</strong> amar sin<br />

límites, querer sin límites, entregarse sin límites... Tu invitación es exigente<br />

pero, a pesar <strong>de</strong> todo...<br />

Todos: “Cuenta conmigo, Señor”<br />

5ª persona: La fe vivida en familia está en<br />

crisis. No es fácil encontrar familias que<br />

vivan su fe en la casa. Yo quiero romper<br />

con eso, quiero ser testigo tuyo en<br />

medio <strong>de</strong> los más cercanos a mí mismo.<br />

Todos: “Cuenta conmigo, Señor”<br />

6ª persona: Tú no quieres hacer nada sin<br />

nosotros. Nos quieres evangelizadores que<br />

anuncien por todo el mundo las<br />

enseñanzas que <strong>de</strong>jaste a tus discípulos.<br />

Todos: “Cuenta conmigo, Señor”<br />

NOS HABLAN<br />

Esto dice el Señor:<br />

“Parte tu pan con el hambriento,<br />

hospeda a los pobre sin techo, viste al que LOS PROFETAS<br />

va <strong>de</strong>snudo, y no te cierres a tu propia<br />

ISAÍAS 58, 7-10<br />

carne.<br />

Entonces romperá tu luz como la aurora,<br />

enseguida te brotará la carne sana; te abrirá<br />

camino la justicia, <strong>de</strong>trás irá la gloria <strong>de</strong>l Señor.<br />

Entonces clamarás al Señor y te respon<strong>de</strong>rá. Gritarás y<br />

te dirá: ‘Aquí estoy’. Cuando <strong>de</strong>stierres <strong>de</strong> ti la opresión,<br />

el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partes tu pan<br />

con el hambriento y sacies el estómago <strong>de</strong>l indigente, brillará tu luz en<br />

las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía”.<br />

Te damos gracias, Padre, por Jesucristo, tu Hijo.<br />

aquel que esperaron los profetas,<br />

aquel que Juan Bautista proclamó ya próximo,<br />

aquel que la Virgen llevó en su seno con amor <strong>de</strong> Madre,<br />

viene ahora entre nosotros<br />

para plantar en nuestro mundo vida y esperanza.<br />

Enséñanos, Padre, a preparar sus caminos;<br />

enséñanos a reconocerlo en cada persona y en cada acontecimiento,<br />

y especialmente en los pobres,<br />

enséñanos a encontrarlo cercano a nosotros, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nosotros,<br />

en la oración confiada.<br />

A ti, Padre, levantamos nuestro corazón:<br />

transfórmanos, renuévanos,<br />

haz brillar tu rostro sobre nosotros.<br />

Danos, Padre, tu amor, a nosotros<br />

y al mundo entero.<br />

Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro hermano<br />

que viene en medio <strong>de</strong> nosotros.<br />

Amén.<br />

O RACIÓN<br />

Jueves 23


ORAMOS CON<br />

Viernes 24<br />

SAN FRANCISCO<br />

Una persona:<br />

“Queridos hermanos: Gran<strong>de</strong>s cosas hemos<br />

prometido,<br />

mayores nos están prometidas,<br />

guar<strong>de</strong>mos éstas, suspiremos por aquellas.<br />

el <strong>de</strong>leite es breve, la pena, perpetua;<br />

el pa<strong>de</strong>cimiento, poco; la gloria, infinita.<br />

De muchos la vocación, <strong>de</strong> pocos la elección,<br />

todos tendrán recompensa.<br />

Hermanos, mientras tenemos tiempo, hagamos el bien”.<br />

Todos:<br />

Señor, haz <strong>de</strong> mí<br />

un instrumento <strong>de</strong> tu paz.<br />

Que allí don<strong>de</strong> haya odio,<br />

ponga yo amor,<br />

don<strong>de</strong> haya ofensa,<br />

ponga perdón.<br />

Don<strong>de</strong> haya discordia,<br />

ponga unión.<br />

Don<strong>de</strong> haya error,<br />

ponga verdad.<br />

Don<strong>de</strong> haya duda,<br />

ponga fe.<br />

Don<strong>de</strong> haya <strong>de</strong>sesperación,<br />

ponga esperanza.<br />

Don<strong>de</strong> haya tinieblas,<br />

ponga tu luz.<br />

Don<strong>de</strong> haya tristeza,<br />

ponga alegría.<br />

Que no me empeñe tanto en ser consolado,<br />

como en consolar.<br />

En ser comprendido, como en compren<strong>de</strong>r.<br />

En ser amado, como en amar.<br />

Pues dando se recibe,<br />

olvidando se encuentra,<br />

perdonando se es perdonado,<br />

muriendo, se resucita a la vida eterna.


Adviento<br />

Más que un tiempo,<br />

es un talante y un estilo,<br />

es una actitud <strong>de</strong>l alma.<br />

No sólo es algo que se celebra,<br />

sino algo que se vive.<br />

Cuando nos llenamos <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ales,<br />

es Adviento.<br />

Cuando creemos en la utopía,<br />

es Adviento.<br />

Cuando tenemos hambre y sed <strong>de</strong> justicia,<br />

es Adviento.<br />

Cuando trabajamos por la paz,<br />

es Adviento.<br />

Cuando pedimos que venga a nosotros el Reino,<br />

es Adviento.<br />

Cuando esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva,<br />

es Adviento.<br />

Cuando esperamos contra toda esperanza,<br />

es Adviento.<br />

Cuando sufrimos con paciencia,<br />

es Adviento.<br />

Cuando sembramos en tierra humana,<br />

es Adviento.<br />

Cuando buscamos a Dios,<br />

es Adviento.<br />

Cada vez que <strong>de</strong>cimos “Ven”,<br />

es Adviento.<br />

Navidad<br />

Nace <strong>de</strong> nuevo el Señor<br />

en este mundo sin paz.<br />

Brille la aurora <strong>de</strong> amor<br />

<strong>de</strong> tu eterna Navidad.<br />

Cuando un hombre y una mujer nacen, naces Tú.<br />

Cuando una planta germina, naces Tú.<br />

Cuando un hombre y una mujer se arrepienten, naces Tú.<br />

Cuando una fe se confirma, naces Tú.<br />

Si una lágrima se seca, naces Tú.<br />

Cuando brota una ilusión, naces Tú.<br />

Cuando nace una amistad, naces Tú.<br />

Cuando florece un amor, naces Tú.<br />

Cuando brilla una sonrisa, naces Tú.<br />

Cuando una guerra termina, naces Tú.<br />

Cuando un odio se ha apagado, naces Tú.<br />

Si una ofensa se perdona, naces Tú.<br />

Cuando un herido camina, naces Tú.<br />

Cuando se cumple un proyecto, naces Tú.<br />

Cuando una vida termina, naces Tú.<br />

Navidad es Esperanza,<br />

Navidad es Alegría,<br />

Navidad es el Camino<br />

que recorres cada día.<br />

Navidad es cercanía,<br />

Navidad es comprensión.<br />

¡¡¡Gloria a Dios en las alturas<br />

y en la tierra Paz y Bien!!!

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