00 PORTADA.indd - Franciscanos Conventuales de España

Conventual
Conventual
Antena Nº 21. DICIEMBRE 2010
A Belén
chiquillos

sumario
Editorial: La Navidad no es un cuento. 3
EN FAMILIA
La tau, blasón vegetal. Ricardo Ollaquindía 4
Continuará... César Marcos 4
PROYECTO PASTORAL
Crear algo nuevo. Juan Antonio Adánez 5
EDUCACIÓN
Sentir y vivir lo franciscano, tarea de todos. Francisco Cezón 6
ENTRE COMILLAS
“Hágase en mí tu palabra”. Asunta Utande 7
PASTORAL
50 años haciendo Iglesia en Echavacoiz. Jordi Alcaraz 8
Cáritas, femenino y plural. Francisco Pesquera 9
FRANCISCANISMO
Una fraternidad con solera. Goyi Sellés 10
De natural alegre. Charo Doménech 10
CONCOMITANCIAS
A trayectos duros, viajeros “blandos”. Isabel Español 11
CONVENTUALES
¡En el nombre del Señor! Jesús Mª Jiménez 12
FOTONOTICIAS 13
EN PORTADA
Cuento franciscano de Navidad: El cordón del borreguito. Javier Ortega Santos 14
ASÍS DIRECTO
Greccio, Navidad de 1223. Abel García-Cezón 17
PASTORAL JUVENIL VOCACIONAL
Con Francisco en la Iglesia, en la Iglesia como Francisco. Antonio Royo Tomás 18
ENTREVISTA
Óscar García: “Reivindicamos un mundo más justo para todos”. Luis E. Larra Lomas 20
MISIONES
Fr. Martín Corazzín: La rueda del amor. Luis E. Larra Lomas 22
La aguja misionera. Redacción 24
PÁGINA BÍBLICA
La dignidad humana, semilla del Reino. Juan Miguel Vicente 25
EN PRIMERA PERSONA
Beba Cedrés: “He visto la mano del Señor después de perder a mi hijo”. 26
Antena
Conventual
EDITA: Provincia Ntra. Sra. de Montserrat. Franciscanos Conventuales (España).
DIRECTOR: Luis E. Larra Lomas.
CONSEJO DE REDACCIÓN: Bernardino Román Sergio Barredo Juan Miguel Vicente
Jordi Alcaraz. CONSEJO ASESOR: Juan Antonio Adánez (Pastoral) Bernardino Hospital
(Formación) Antonio Royo (Pastoral Educativa y Juvenil Vocacional) Juan Cormenzana
(Misiones) Antolín Mayo (Orden Franciscana Seglar) Gonzalo Fernández-Gallardo (Milicia
de la Inmaculada) Francisco José Pesquera (Justicia y Paz).
ADMINISTRADOR: José Julio Diez. DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Diego Tapia.
REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: C./ El Greco 16 (Batán). 28011 Madrid.
Teléfono 91 526 71 61 - Fax 91 526 11 16
Correo electrónico: antenaconventual@pazybien.org - Pagina web: www.pazybien.org
La suscripción es gratuita, pero si desea colaborar puede enviar un giro o ingresar
su donativo en el BANCO SANTANDER CENTRAL HISPANO 0049-4690-50-2693015633.
Depósito legal: B-26306-05. Imprime: Gráficas Dehon. 28850 Torrejón de Ardoz (Madrid).
© No se permite la reproducción total o parcial de artículos y fotografías sin una autorización
expresa de la dirección de la revista.
Antena
2 / diciembre 2010 Conventual
EN PORTADA
Dos alumnos del colegio San
Buenaventura de Madrid representan
a María y José en el Belén viviente.
Revista trimestral de la Familia Franciscana Conventual

La Navidad
no es un cuento
editorial
Este año hemos elegido un cuento de Navidad para
sumergirnos en el misterio de la humildad de la Encarnación
en clave franciscana. El relato lleno de encanto y finura
que incluimos en las páginas centrales de este número
nos remite tanto a lo ocurrido en Belén, en la primera
Nochebuena de la historia, como a lo sucedido en Greccio
en la Navidad de 1223, cuando Francisco de Asís manifestó
su deseo de celebrar el nacimiento de Jesús.
Desde que Charles Dickens escribiera su inmortal
Cuento de Navidad, y quizás mucho antes, parece que este
género literario se asocia de modo mágico e infalible a las
fechas navideñas. Y no sólo eso sino que además se une
a una determinada edad de la estatura humana, cual es la
infancia. Como si la Navidad fuera un hermoso cuento...
sólo para niños.
No cabe duda de que hay algo (o tal vez mucho) en el
mensaje navideño que únicamente pueden entender los
pequeños o aquellos que se hacen como tales: el anuncio
de algo nuevo, la sorpresa en medio de la noche, el calor
de los animales, el seguimiento de una estrella, la presencia
del hombre malo, la necesidad de un final feliz... Pero
no podemos confundir el fondo con la forma, el continente
con el contenido.
Al optar por un cuento franciscano de Navidad para
penetrar en las entrañas de Belén no pretendemos caer en
una contradicción ni jugar al despiste con nuestros lectores.
Sólo queremos ayudarles a que puedan ponerse al pie
de la cueva o, si se atreven, a entrar en ella. La literatura,
como el arte, son buenos instrumentos de los que nos
servimos para que nos entre por los ojos lo que tenemos
que vivir con el alma.
Ésa fue la actitud de Francisco de Asís en Greccio, llegar
por los sentidos a Belén, alcanzar con la mirada del corazón
y los ojos de la fe aquella primera Navidad, tan lejana,
pero siempre tan nueva: “Deseo celebrar la memoria del
niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna
manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño,
cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado
sobre heno entre el buey y el asno”.
Por eso, la Navidad, en el fondo, no es un cuento, ni
un relato literario, ni una historia inventada, ni una ficción
escrita magistralmente. Navidad es Encarnación, la del Hijo
de Dios hecho hombre para dar vida a la humanidad y la de
los hijos de Dios que han decidido vivir para servir.
Un año más, la situación de crisis en el mundo y en
nuestro entorno más cercano, con rostros concretos e
historia reales, se encargarán de poner cordura y sensatez
al mensaje navideño, más allá de las luces que deslumbran
pero no guían, o los anuncios y reclamos que no son buena
noticia “para todo el pueblo”. ¡Feliz Navidad!
Antena
Conventual diciembre 2010 / 3

en familia
La tau, blasón vegetal
Continuará…
El pasado 8 de octubre falleció de forma repentina Fr. Marciano
Melero. Formaba parte de la fraternidad conventual de Zaragoza,
pero murió en Madrid, en casa de su hermana, donde se encontraba
para participar al día siguiente en una reunión de asistentes
espirituales de la Orden Franciscana Seglar (OFS).
Fr. Marciano era de mi familia por dos cosas, por ser franciscano
conventual y por habernos querido tanto. Ya cantó en el entierro
de mi padre, cuando yo apenas tenía tres años, y hasta regresó
de sus vacaciones para volver a cantar en el primer aniversario de
su muerte. Se hizo próximo antes de que yo le conociera.
Marciano me contagió su afición por la música. Bien pequeño
me llegó el acordeón... Me han contado que muchos días después
de Misa me quedaba un rato en el seminario de Palencia viéndole
ensayar, y que luego me traía de la mano a casa.
Después se fue como misionero a Colombia y empezamos a
escribirnos. En una de las cartas me envió una partitura escrita a
mano. Era una partitura de dos hojas, la primera acababa con unas
letrillas que decían “Continuará”, ya que la segunda hoja llegaría
un tiempo después, en otra carta.
El día de su entierro en Madrid, junto a su cuerpo puse esa hoja
de partitura que de niño me escribió anunciando que “continuará”…
¡Claro que sí!
César Marcos. Barcelona
Antena
4 / diciembre 2010 Conventual
En un viaje familiar a Asís, realizado con mezcla
de turismo y peregrinación, llegamos ante la basílica
de San Francisco y lo que nos llamó la atención no
fue el envoltorio del templo, esa malla de plástico
que cubre la fachada de un edificio cuando se realizan
obras de reparación o reforma.
Lo que nos llamó la atención fue un adorno vegetal
que había en el prado de la explanada. Era el
signo tau, trazado con matas marrones recortadas
en un espacio de verde césped. Era como el blasón
del escudo franciscano.
Pensando después en ese detalle y leyendo libros
que tratan de la espiritualidad franciscana, encontramos
varias citas, diferentes “florecillas” que explican
la labor del jardinero del santuario.
Aquel día en Asís no pudimos ver la fachada
ni el interior de la basílica de San Francisco, porque
se hallaba cerrada por obras. Pero tuvimos la
compensación de contemplar y comprender lo que
significaba aquella letra bíblica, escrita en un página
de césped.
Ricardo Ollaquindia. Pamplona

Crear
algo nuevo
JUAN ANTONIO ADÁNEZ
En medio de un arrollador torbellino
de ideas, de la explosión de
las antiguas tradiciones que creíamos
inamovibles, del ocaso de las
ideologías políticas y religiosas, de la
invasión de nuevas formas de espiritualidad,
de la preponderancias de
sabidurías de otras civilizaciones…
seguimos teniendo, en lo más hondo
de nuestro corazón, una gran necesidad
de ver “el camino”, de llenar “la
hondura”, de descubrir “el sentido”,
de buscar “la coherencia”…
Y es ahí, precisamente, donde
Francisco de Asís tiene para nosotros
una respuesta valiente y generosa.
Es ahí donde comenzamos
a entender cómo un hombre que
vivió hace más de ocho siglos puede
seguir iluminando nuestro presente.
Es ahí donde comenzamos a
entender que el desnivel cultural y
del paso del tiempo entre Francisco
y nosotros no constituye ningún
obstáculo, más bien se nos da como
un trampolín desde donde lanzarnos
a inaugurar los nuevos tiempos que
Dios tiene reservados para cada uno
de nosotros.
Interrogantes
Esta reflexión viene a cuento ahora
que, en nuestros caminos pastorales,
en nuestras actividades y, sobre
todo, en las “catequesis franciscanas”
de este curso pastoral estamos
poniendo de relieve la figura de Francisco
de Asís. En ellas hemos recogido,
de la rica experiencia espiritual
del Pobre de Asís, los rasgos que mejor
corresponden a los interrogantes
de nuestra época: el diálogo con el
Cristo de San Damián, el encuentro
con el leproso, la perfecta alegría, los
estigmas…
proyecto pastoral
La Comisión de Pastoral ofrece
una serie de “catequesis franciscanas”
a jóvenes y adultos para leer,
meditar, reflexionar,
orar y actuar hoy al estilo
de Francisco de Asís.
Al ofrecer este material estamos
seguros de que este hombre del pasado
continúa ejerciendo entre nosotros
cristianos –pero no sólo– una
seducción tan grande y tan maravillosa
que hace que podamos descubrir
poco a poco su espiritualidad, su
propia coherencia, y que su figura se
agigante ante nosotros y nos resulte
fascinante.
Francisco nos recuerda que lo que
constituye la grandeza del hombre no
es su afán de poder, sino su capacidad
de relación, de amar y ser amado.
Entrar en la órbita de la espiritualidad
franciscana es una invitación permanente
a crear algo nuevo, a colaborar
con Dios en la creación que continúa
recreándose.
Detrás está Dios
El físico Stephen Hawking dice en
su último libro que es imposible que
Dios haya creado el mundo. Vuelvo a
Francisco de Asís y a su Cántico de
las Criaturas, y a todos los cánticos
que se han elaborado en nuestros corazones
cuando hemos contemplado
una puesta de sol, o mirado al cielo
en una noche estrellada, o escuchado
el rumor de las olas al romper en la
orilla, o cuando nos hemos quedado
asombrados por la magnificencia de
la bóveda celeste, para pensar: “Esto
no puede ser producto de la casualidad.
Detrás de las estrellas está Dios.
Y delante también”.
Ésa es la auténtica belleza, de la
que habló Benedicto XVI al consagrar
el mes pasado el templo de la Sagrada
Familia de Barcelona. La experiencia
de la belleza es un camino hacia el
misterio y, en último término, hacia
Dios. Este camino toca el ser humano
profundamente y le sitúa frente al
misterio. El impacto de la belleza hiere
el corazón, pero, a la vez, abre los
ojos y la mente a horizontes desconocidos,
suscita un viaje espiritual y
nos introduce en un misterio que nos
transciende, aunque de algún modo
lo intuimos y percibimos.
Antena
Conventual diciembre 2010 / 5

educación
Formación de profesores
Vivir y sentir lo franciscano,
tarea de todos
FRANCISCO CEZÓN
Un grupo de 23 profesores de los
colegios de Madrid y Valladolid
participaron del 12 al 14 de noviembre
pasado en la primera tanda de
formación para educadores que llevan
en estos centros más de cinco
años de docencia. La segunda tanda,
que se celebrará también en la Casa
de Espiritualidad Rivotorto, en Los
Molinos (Madrid), tendrá lugar en febrero
de 2011.
“¿Qué es ser educador? ¿Qué tienen
que aportar los colegios franciscanos?
¿Crees que en tu colegio se
tienen presentes, y en qué medida,
los criterios y aspectos
franciscanos?”.
Éstas fueron algunas
de las preguntas que
se plantearon durante el encuentro encuentro,
que responde, como el del año pasado,
a la necesidad de una formación
continua y permanente, y a una implicación
cada vez mayor, por parte
de los profesores laicos, en la labor
evangelizadora.
Durante las jornadas hubo tres ponencias.
La primera, titulada “El educador,
hoy”, fue presentada por Amaya
Galarza, directora de Educación
Secundaria del colegio de Valladolid.
La segunda, “Vivir y sentir lo franciscano”,
tuvo como ponente a Fr. Roberto
Llorente, presidente de la Comisión
de Centros Educativos y director
general del colegio de Madrid. Y la
tercera, “Nuestro Carácter Propio”, a
Antena
6 / diciembre 2010 Conventual
Grupo de profesores que participó en la primera tanda de formación,
con el ministro provincial (en el centro). Debajo, durante una charla.
Fr. Juan Ju Carlos Blanco, director ge-
nera neral del colegio de Valladolid, que
pres presentó el Ideario de los tres co-
leg legios dirigidos por los francisca-
no nos conventuales en España.
Este encuentro fue ante todo
uuna
sucesión de momentos de
reflex reflexión sobre lo que define a los
profesor profesores en general y a los profeso-
res fran franciscanos en particular. Por eso
se habló
del tipo de educadores que se
necesita necesitan en nuestros centros, el valor
añadido que supone nuestra identidad
y la necesidad de llevar a cabo
un proyecto basado en cuatro pilares
básicos: la misión, la fraternidad, la
pobreza y Dios.
También hubo momentos de oración.
Y como colofón y muestra de
la importancia de estas jornadas y
del proyecto de misión compartida,
el encuentro contó con la visita del
ministro provincial, Fr. Joaquín Ángel
Agesta, que presidió la Eucaristía del
domingo, agradeció el esfuerzo de los
profesores y les motivó con unas sencillas,
sinceras y emotivas palabras a
seguir el camino iniciado.
Santuarios franciscanos
REDACCIÓN
Este año la formación franciscana de los profesores de los colegios de Tarancón
(Cuenca), Valladolid y Madrid gira en torno a los santuarios franciscanos de Italia, bajo
la guía de Fr. Luis E. Larra y como preparación a la peregrinación del próximo verano.
La primera sesión tuvo lugar en noviembre pasado y las dos restantes se celebrarán
en febrero y abril de 2011.
Los lugares elegidos para el primer encuentro fueron Fontecolombo, Greccio y La
Verna, donde Francisco escribió la Regla franciscana, celebró la Navidad y recibió la
impresión de las llagas de Cristo, respectivamente. En la segunda sesión la parada
será en Rivotorto, San Damián, Las Cárceles, la Porciúncula, La Foresta, Gubbio, entre
otros, para finalmente acabar en la tercera sesión en la ciudad de Asís. De cada uno
de los lugares se explica lo que allí sucedió y se sugiere un mensaje para nosotros hoy.

ASUNTA UTANDE
entre comillas
“Hágase en mí
tu palabra”
Mi abuela se llama Martina y acaba de cumplir 100 años. Ha visto de todo en este siglo
de vida, y sigue teniendo la mirada limpia. Mi abuela es un ser muy pequeño… y muy
grande. ¿Por qué cuento todo esto? ¿Por qué traer a estas páginas este “cachito” de mi vida
y de mi historia? Estas líneas nacen de una convicción. Esta mujer, como tantas y tantas de
su generación, saben algo que ni todas nuestras licenciaturas, másters y posgrados lograrán
enseñarnos. Saben que el dolor y la frustración son parte inherente de la vida. Saben que
vivir es ganar a veces y perder muchas más. Y lo saben porque lo han vivido.
Nuestra vida es más cómoda que nunca. Los avances
médicos y tecnológicos no dejan de sorprendernos, y la
felicidad, que “debería” ir paralela a esa comodidad, parece
rehuírnos. Los países más desarrollados son aquellos con
mayores tasas de depresión, angustia, ansiedad. ¿Qué
hemos hecho mal? O mejor, ¿qué nos hemos olvidado en
el camino? Parece ser que la lucha contra el sufrimiento
no nos libra de él. Parece que evitar a toda costa sentirnos
mal, no es la solución. Y es aquí donde la herencia de la
que hablaba antes adquiere todo su sentido. Es necesario
echar la vista atrás, a nuestros padres, a nuestros abuelos,
a su vida, y no mirarla con la arrogancia del que cree que
su existencia es mucho mejor, sino con la humildad y el
agradecimiento del que siente que tras esas vidas, esos
sinsabores, hay un aprendizaje que hacer y transmitir.
Es necesario que nuestros hijos y nuestros alumnos
sepan que no siempre las cosas les van a salir como
quieren, que a veces ser bueno no tiene recompensa o
no la que esperamos, que tener miedo o estar triste en
ocasiones no es un síntoma que requiere un diagnóstico.
Es necesario que aprendamos, todos, que sufrir no puede
paralizar nuestra vida. Que estar pasándolo mal no es
excusa para no seguir dando sentido a cada minuto de
vida. Que se puede vivir, y crear y reír y construir a pesar
de los malos ratos.
Hay algo que todavía no he dicho de mi abuela y que
probablemente sea la clave de todo. Mi abuela Martina es
una mujer de fe. Mi abuela, a sus 100 años, y a pesar de
lo vivido y lo sufrido, sigue diciendo: “Yo ya he cumplido
mi misión, pero que sea lo que Dios quiera, lo que Dios
me tenga preparado”. Sin rencores, con una aceptación
(que no resignación) que asume un plan de Dios para ella.
Y todo ello a pesar del hambre, de los hijos perdidos, del luto desde los 16 años.
La miro y veo a una mujer humilde, sin estudios, diciéndole al ángel: “Hágase en mí según
tu palabra”. La miro y empiezo a comprender que el “gracias por habérselo revelado a la
gente sencilla, no a los sabios y entendidos” es más literal que metafórico. La miro y deseo
que, además de unos genes longevos, me haya transmitido parte de su sabiduría y, sobre
todo, de su fe.
Antena
Conventual diciembre 2010 / 7

pastoral
Parroquia Nuestra Señora del Pilar de Pamplona
50 años haciendo Iglesia en Echavacoiz
JORDI ALCARAZ
El pasado 12 de octubre tuvo
lugar la celebración del 50
aniversario de la parroquia
Nuestra Señora del Pilar de
Pamplona, erigida en el barrio de
Echavacoiz y encomendada a los
franciscanos conventuales.
El programa de celebraciones comenzó
el 11 de octubre, víspera de
la fiesta de la Virgen del Pilar, con una
vigilia de oración preparada por las
religiosas teresianas, muy implicadas
en la vida parroquial y en el barrio.
El acto principal fue la Misa solemne
del 12 de octubre, presidida
por el arzobispo de Pamplona, Mons.
Francisco Pérez. Con él concelebraron
varios franciscanos conventuales,
además de los párrocos anteriores y
otros sacerdotes del arciprestazgo.
La participación fue masiva pues a
ella acudieron fieles y vecinos de entonces
y de ahora, lo que permitió el
reencuentro con los que ya no viven
en el barrio pero que sienten que la
parroquia forma parte de sus vidas.
El arzobispo animó a “entusiasmarse”
por Dios y recordó que los
tres pilares donde se debe sustentar
la comunidad son la oración, los sacramentos
y la atención a los pobres.
La Eucaristía contó con dos símbolos
importantes: una construcción
hecha con ladrillos, ofrecida por
miembros de la comunidad de diferentes
regiones y continentes, para
significar la unión en una misma fe
y acoger la variedad cultural. El otro
gesto fue el recuerdo de la primera
niña bautizada en la parroquia y la última
fallecida, esperanza y memoria.
Otro acto importante fue una mesa
redonda sobre la vida de la parroquia
en estos 50 años. En ella participaron
varias personas significativas, como
Germana Mazuelas, la primera asistenta
social del barrio. Constató que
la parroquia fue previendo necesidades
y adelantándose a las institucio-
Antena
8 / diciembre 2010 Conventual
Exposición fotográfica
y, debajo,
un momento
de la Eucaristía
presidida por
el arzobispo de
Pamplona.
nes civiles, además de ser un elemento
fuertemente integrador.
También intervino Carmen Fontanal,
religiosa del Sagrado Corazón,
que habló de la industrialización del
barrio, la llegada del colectivo gitano,
la promoción de la mujer, la educación
ligada a la fábrica y la vivienda y
la apertura de la parroquia al Concilio
Vaticano II.
Por su parte, Corpus García, último
párroco diocesano antes de la
llegada de los conventuales, destacó
la labor catequética, el impulso a las
misiones en Ruanda y las reivindicaciones
sociales, como el dispensario o
las mejoras en saneamiento.
Asimismo, Alberto y Carmen, un
matrimonio vinculado a los jóvenes,
habló de la promoción de la juventud
en un contexto de drogas, la creación
de centros de tiempo libre como alternativa,
y la oferta de espacios de
reflexión y compromiso.
Aunque no estaba en el programa,
tras una ronda de aportaciones intervinieron
los dos últimos párrocos
conventuales, Bernardino Palacios y
Valentín Hernández, que constataron
los cambios acelerados acaecidos
en el barrio y la necesidad de responder
a los nuevos retos: la inmigración,
la multiculturalidad, la realidad
actual de los jóvenes y la aportación
del laicado.
Entre los actos conmemorativos
hay que destacar una exposición fotográfica,
ideada y elaborada por Sergio
Cruz Abad, con el lema “50 años:
una historia de fe, dando vida”. En
ella colaboraron los vecinos aportando
numerosas fotos, de las que se
seleccionó un centenar como las representativas
para la muestra.
En noviembre y diciembre está
prevista una visita guiada por el barrio
y unos conciertos corales, como conclusión
de los actos conmemorativos.

Parroquia San Francisco Javier de Zaragoza
Cáritas, femenino y plural
FRANCISCO PESQUERA
La parroquia San Francisco
Javier de Zaragoza, atendida por
los franciscanos conventuales,
cuenta con un equipo de Cáritas
donde las voluntarias se afanan
en atender las necesidades de
un barrio popular donde la crisis
económica se ha manifestado
de manera singular entre los
inmigrantes.
Encuentro a Celia, Belén y Ana
María en el despacho de Cáritas
con las carpetas de informes de las
personas que atienden sobre la mesa.
Hoy es uno de los jueves que dedican
a recibirlas. Todas vienen derivadas
por las asistentas sociales de la zona.
Me comentan que hace tres años
comenzaron a notar un aumento de
casos debido a los problemas económicos.
“Visitamos a las familias en
sus lugares de residencia, siempre
con su consentimiento. Es una manera
de sentir su realidad más de cerca
y asegurarnos de ciertas prácticas
engañosas que irían en detrimento
de los que realmente necesitan ayuda”,
explican.
“Nos suelen recibir con amabilidad.
De esta manera comprobamos
Voluntarias de Cáritas
parroquial con varios
informes y, arriba, en un
momento de descanso.
que muchos que habían alquilado su
propia vivienda actualmente la han
tenido que dejar y conformarse con
vivir en habitaciones realquiladas
donde las comodidades, la intimidad
y la convivencia quedan afectadas y
mermadas”, añaden.
Cáritas parroquial ayuda económicamente
a las familias más necesitadas
para la compra de alimentos
y, de manera excepcional, en el pago
de recibos atrasados. “Esto se pueden
hacer gracias a las aportaciones generosas
de unos socios que abonan su
cuota con fidelidad y a la colecta parroquial
del primer domingo de cada
mes”, comentan las voluntarias.
Normalmente, los feligreses de la
parroquia participan en las diversas
campañas diocesanas y en las jornadas
de sensibilización de Cáritas, que
sirven para recaudar fondos, siempre
necesarios, y para tomar conciencia
de un problema que cada vez atañe a
más gente y además en condiciones
extremas.
Para el equipo de Cáritas, unas de
las mayores preocupaciones es saber
si detrás de las personas a las que
asisten hay una red familiar que, de
alguna manera, los pueda proteger de
los problemas que tienen. “Procuramos
potenciar estos lazos familiares
porque son necesarios de cara al soporte
económico que puedan recibir y
para que se sienten amparados afectiva
y efectivamente por dicho entorno”,
apuntan las tres voluntarias.
El grupo de Cáritas es conscientes
de que cada día se aprende
algo nuevo en la acogida a las
personas que viven una problemática
tan concreta. “El
contacto con esta realidad
nos aporta experiencia en
el campo de la acción social
de la Iglesia y nos anima a
mantener la ilusión y las
ganas de seguir trabajando,
a pesar de las dificultades
con las que nos encontramos”,
dicen. Por eso, las voluntarias
han sentido también la necesidad
de evaluar los casos en común y dedicar
un jueves al mes a la formación
en este ámbito.
Llegan las personas que tienen
cita esa tarde. Las voluntarias emprenden
su labor. Están convencidas
de que su mayor aportación es acoger
a las personas y escucharlas. Tienen
necesidades inmediatas de pago de
hipotecas, recibos o sencillamente
alimentos, pero tan vital es solucionar
estas situaciones urgentes como
acogerlas con amor, que se sientan
acogidas y escuchadas.
Antena
Conventual diciembre 2010 / 9

franciscanismo
OFS de Tarancón (Cuenca)
Una fraternidad con solera
GOYI SELLÉS
La fraternidad de la Orden
Franciscana Seglar (OFS) de
Tarancón (Cuenca), fundada en
1942, lleva el nombre de San
Maximiliano Kolbe y cuenta
actualmente con 23 miembros.
La fraternidad franciscana seglar de
Tarancón tiene 68 años de historia
y es una de las primeras que animan
como asistentes espirituales los
franciscanos conventuales en España.
Al principio esta fraternidad funcionó
de forma autónoma, pero con la
nueva organización de la OFS a nivel
DE NATURAL ALEGRE
CHARO DOMÉNECH
El santo de Asís tuvo conciencia de traer al mundo un nuevo estilo de vida. No
fue un simple romántico que elevó su canción a las aves y a las plantas. Fue un
hombre que miró al cielo y que al mismo tiempo señalaba huellas en su andadura
por la tierra. Por naturaleza, Francisco de Asís era alegre y estaba dotado de un
talante jovial que siempre conservó e inculcó a sus hermanos.
La vida de Francisco era una celebración continua. Su primer biógrafo, Tomás
de Celano, habla de la “acostumbrada alegría” de Francisco como algo natural.
Francisco era jovial y festivo, sus actitudes y manifestaciones expresaban su profunda
dimensión lúdica, que era una constante a lo largo de su vida. Por eso, los
hermanos de la OFS San Maximiliano Kolbe de Tarancón intentamos transmitir
esa alegría en nuestro trato diario.
Antena
10 / diciembre 2010 Conventual
nacional se incorporó a la zona Cartagena-Murcia,
aunque las relaciones
fueron de tipo epistolar y de colaboración
económica.
Desde 1995 la fraternidad San
Maximiliano Kolbe fue agregada a la
zona Centro a petición de los hermanos
de Tarancón por razones de
proximidad a Madrid, donde nos reunimos
para la formación inicial y
permanente, los retiros de Adviento y
Cuaresma, y para otras actividades de
la OFS, como la admisión y profesión
de los hermanos, con los que mantenemos
una relación fluida y fraterna.
Grupo de franciscanas
seglares de la fraternidad
de Tarancón durante
un encuentro semanal.
Actualmente nuestra fraternidad
seglar está formada por 23 personas
profesas, la mayoría de ellas mujeres,
y cuatro más que el pasado 17 de
noviembre, fiesta de Santa Isabel de
Hungría, patrona de la OFS, ingresaron
en nuestra fraternidad. Nos reunimos
todos los martes y los cuartos
domingos de mes.
El programa que seguimos este
curso es el estudio de la Regla y las
Constituciones de la OFS, temas
de formación franciscana, escritos
y mensajes del Papa, Catecismo de
la Iglesia y formación bíblica con el
evangelio del día. Siempre empezamos
nuestros encuentros con la oración
de Vísperas y terminamos con el
rezo del Rosario y la celebración de la
Eucaristía.
Nuestras reuniones son sencillas,
amenas, participativas, alegres y fraternas.
También son muy válidas en
cuanto a enriquecimiento personal y
espiritual. Además, entre otras actividades
colaboramos en la novena
de San Francisco, durante la cual los
franciscanos seglares leemos algún
pasaje de sus escritos.
También celebramos las jornadas
y las fiestas franciscanas, y colaboramos
con Cáritas, Misiones Franciscanas
Conventuales (a través del
apadrinamiento de niños y con becas
de estudio para los seminaristas), catequesis
parroquial, adoración nocturna,
cuidado y limpieza del templo,
y ayuda a los necesitados.
El Día de la Fraternidad visitamos
a los hermanos de otras fraternidades
y procuramos tener contacto con
la primera y la segunda Orden franciscana
(clarisas y franciscanos) con
momentos convivencia, celebración,
oración, esparcimiento, salidas comunitarias
y comidas fraternas. Así
sentimos que formamos parte de una
misma y gran familia con vocaciones
específicas.

ISABEL ESPAÑOL
Concomitancias
A trayectos duros,
viajeros “blandos”
Era ya noche cerrada y caía una tormenta borrascosa. Los autobuses, atiborrados,
pasaban de largo. Por fin paró uno y subimos en tropel, abriéndonos paso a codazos y
pisotones, sorteando bolsas, mochilas y puntas de paraguas. Los ánimos estaban crispados.
El conductor, que apenas podía ver y era muy malcarado, cerró las puertas antes de tiempo
y pillaron a un señor. Hubo abucheos, insultos y protestas por el transporte público.
Yo volvía de un taller de dos días de duración sobre las llamadas “competencias sociales”,
también conocidas como soft skills, unos patrones de conducta que, se supone, son
clave para el éxito profesional. Me preguntaba por qué esas habilidades tienen que ser soft,
que significa blando, suave, flexible. Gracias a los ordenadores hemos hecho nuestro ese
binomio inglés: hard/soft (hardware es “lo duro” del ordenador, la carcasa), software (“lo
blando”, los programas). Lo curioso –pensaba– es que asumamos con
tanta naturalidad que lo “blando” sea precisamente el componente que
sirve para pensar. Será por analogía con la “sustancia gris” del cerebro
humano, que es –dicen– maleable, plástica. Y, sin embargo, cuando
decimos que una persona tiene un carácter “blando” queremos decir
que es débil, que tiene poca voluntad.
El ponente del taller, que era un fotógrafo, dijo que el pensamiento
blando es metafórico, aproximado, sabe jugar y hacer frente a la contradicción.
En cambio, el pensamiento duro es más lógico, preciso, específico
y consistente. Mientras el primero busca las similitudes y conexiones
entre las cosas, hace síntesis, el segundo se centra en las diferencias,
es analítico. Ambos estilos se complementan, no se contraponen, sino
que pertenecen a diferentes fases del desarrollo de nuevas ideas: la fase
germinal –donde se generan y germinan– y la fase práctica –donde se
cosechan, se evalúan y ejecutan–. El fotógrafo sugirió que probáramos a
ver qué resultados obteníamos al invertir el orden, y aplicar un pensamiento flexible, libre, en
la fase de evaluación y práctica. Y un pensamiento riguroso, disciplinado, en la fase creativa.
Andaba sumida en estas reflexiones cuando, de entre el barullo y vaho galáctico reinante
en el autobús, emergió una voz celestial, tenue y aterciopelada, que cantaba en italiano
el aria “Volveré cuando florezcan los almendros”, de la ópera Madame Butterfly, de
Puccini. Al principio no se distinguía bien de qué iba aquello y en los breves instantes de
desorientación inicial hubo gestos de fastidio y de vergüenza ajena e intentos de acallar
la voz. Pero la voz se hizo más clara y más intensa y a los pocos minutos se impuso un
silencio absoluto, reverencial.
La espontánea solista era una anciana de aspecto distinguido. Llevaba moño, una blusa
blanca con cuello de puntilla y un chal de lana. Cuando acabó el aria, el autobús entero, conductor
incluido, estalló en un fuerte y emocionado aplauso. La egregia señora se levantó para
bajar. La tuve a mi lado, y me habría gustado estampar un “gracias” en aquel rostro amable
y delicado como una lámina de papel verjurado. Los viajeros anónimos, unidos por la experiencia
de aquella magnífica e improvisada audición, fuimos bajando en nuestras respectivas
paradas. Lo hicimos cediéndonos el paso y dándonos las buenas noches sonrientes.
En casa me esperaba otro atasco circulatorio. Se había ido la luz, y mis hijos, en plenos
exámenes, habían perdido sus archivos; estaban sin Internet y un montón de documentos
hacían cola en la impresora. “¿Cuándo demonios va a volver la conexión?”–decían exasperados.
“Cuando florezcan los almendros…”–tarareaba yo. Aquella noche cenamos un
poco tarde a la luz de las velas. Y de muy buen humor.
Antena
Conventual diciembre 2010 / 11

conventuales
Comunidad
franciscana de
inserción
¡En el nombre
del Señor!
Tres frailes conventuales
forman parte desde
este mes de una comunidad
de inserción que, con
la vivienda en un bloque
de pisos del barrio de
Loranca, en Fuenlabrada
(Madrid), tratará de
llevar la semilla franciscana
a la realidad del sur, en
la diócesis de Getafe.
JESÚS Mª JIMÉNEZ
Comienza una nueva andadura
franciscana conventual en
tierras de España. La comunidad
de inserción constituida en
Fuenlabrada (Madrid) a primeros del
mes de diciembre nace vinculada al
convento de Nuestra Señora del Rosario,
uno de los tres con que hasta
ahora contaban los conventuales en
la capital.
De los siete hermanos que formamos
la fraternidad del Rosario, tres
Antena
12 / diciembre 2010 Conventual
de ellos asumimos directamente la
responsabilidad de posibilitar una
nueva forma de presencia franciscana.
El encargo conlleva crear una fraternidad
de inserción. Esta iniciativa
responde a un proyecto que ha ido
madurando en los últimos siete años
y que hunde sus raíces en el Programa
de Renovación “Rivotorto”, que
fue impulsado por el Capítulo Provincial
de 1996.
Los frailes de la comunidad de
Fuenlabrada (Julián Pascual, Miguel
Ángel Marcos y Jesús Mari Jiménez)
nos disponemos a iniciar una fraternidad
sin obra propia inserta-
De izda. a dcha.,
Julián, Miguel Ángel
y Jesús Mª. Arriba,
bloque de pisos de
la comunidad de
inserción.
da en un barrio popular. Mediante la
inserción queremos encarnarnos en
medios populares para vivir como
una familia más y compartir con ellos
la vida, las alegrías y las preocupaciones.
La inquietud que nos motiva es
vivir al lado de la gente humilde y
necesitada con sencillez y simplicidad.
Nuestra apuesta es por una
fraternidad cuya atención principal
y prioritaria sea el proyecto de vida
franciscana antes que cualquier actividad.
Nos urgimos a estar presentes
en Loranca, el barrio fuenlabreño en
el que habitamos, haciendo extensivo
el Evangelio como una propuesta
de vida cuyo criterio sea el amor,
entendido como servicio gratuito
que busca el bien del otro. Y este
desafío lo trataremos de conseguir
sintiéndonos integrados en la comunidad
cristiana Sagrada Familia,
que es la única parroquia
en una población de 30.000
habitantes.
La acogida cálida que a
nuestra llegada nos brindó
don Joaquín López de Andujar,
obispo de Getafe,
y el apoyo fraterno recibido
de don José María
Avendaño, vicario general,
y de Javier Sánchez,
párroco de Loranca,
nos ha sido de
gran ayuda para encontrar
nuestro lugar en el entramado
social y eclesial del sur de Madrid
Allí intuimos que Dios nos tiene
dispuesto algo precioso, y por ello
le damos las gracias adelantadas,
siendo conscientes de que será una
bendición para nuestra Fraternidad
Provincial. Y gracias, especialmente,
a todos y cada uno de los frailes que
con desvelo y esfuerzo habéis posibilitado
esta andadura franciscana de la
que nos sentimos responsables.
A cuantos leéis estas lestras os
pedimos que os unáis a nuestra acción
de gracias al Señor, dador de
todo bien, y le pidáis nos conceda la
gracia de la disponibilidad constante
a sus encargos.

La Virgen
del Quinche
en Madrid
La comunidad ecuatoriana de
Madrid celebró el pasado 30
de octubre en la parroquia
Ntra. Sra. del Rosario la fiesta
de la Virgen del Quinche,
patrona de Ecuador. El templo
se llenó de fieles ecuatorianos
que trajeron en procesión la
talla de la Virgen dentro de
una urna de cristal. Al final
de la Eucaristía tuvo lugar la
renovación de los votos y las
promesas por parte de varias
familias y a continuación se
sacó la imagen a la Plaza de
los Franciscanos (en la foto),
donde hubo música, baile y
disfraces alusivos a la historia
de esta devoción mariana.
foto noticias
Ordenación sacerdotal y aniversarios
En los últimos meses varios frailes conventuales de la Provincia
de España han celebrado sus bodas de oro (Benjamín Miedes) y de
plata (Gonzalo Fernández-Gallardo, Ángel Mariano Guzmán, Juan
Miguel Vicente, Joaquín Ángel Agesta) de profesión solemne. Por
su parte, Fr. Heliodoro Lorenzo celebró también sus bodas de oro
de ordenación sacerdotal, un sacramento que Fr. Miguel Ángel
Marcos (en la foto)
recibió el pasado
10 de octubre por
la imposición de
manos del cardenal
Carlos Amigo,
arzobispo emérito
de Sevilla, en la
iglesia conventual
de Santa Clara de
Madrid.
Oración por la Paz en el espíritu de Asís
La familia franciscana de Valladolid celebró el pasado 27 de octubre en
la iglesia del monasterio de clarisas de Santa Isabel la “Oración por la
Paz en el espíritu de Asís”, preparada por religiosos de la primera Orden
franciscana. El acto, anunciado en las iglesias franciscanas y en varios
lugares de la ciudad, contó
con numerosos asistentes,
entre ellos un grupo de
terciarios, que al final
compartieron la chocolatada
y las pastas elaboradas por
las religiosas. El deseo de los
participantes fue “que esta
oración, que con un profundo
fervor e intensa religiosidad
fue elevada al Señor, nos
obtenga de Él la ansiada paz
y reconciliación para nuestra
sociedad”.
La Cruz de la JMJ
en Valladolid y Palencia
Los alumnos de Secundaria del colegio San Francisco de Asís de Valladolid
se desplazaron el pasado 22 de octubre al vecino Hospital Psiquiátrico
Benito Menni para celebrar una vigilia de oración en la que se invitó a los
jóvenes a abrazar la cruz de Jesús. Tras el momento de adoración, los
asistentes recibieron una cruz de madera realizada por los internos del
centro. Asimismo, el 5 de noviembre la Cruz de la JMJ visitó la parroquia
María Reina Inmaculada de Palencia. Después de la procesión por las calles
del barrio y con la iglesia llena de fieles, se celebró una vigilia de oración por
la paz con la mirada puesta en diversos lugares de odio y violencia donde
también se había hecho presente la cruz. Al día siguiente, los jóvenes de
la parroquia acompañaron a la cruz y el icono de la Virgen en los últimos
kilómetros del Camino de Santiago a su paso por la provincia de Palencia.
Al llegar a Sahagún se entregó a los jóvenes de la diócesis de León.
Antena
Conventual diciembre 2010 / 13

Cuento franciscano
de
El cordón
del
borreguito
quella noche discurría como cualquier otra. Nada
hacía presagiar el gran acontecimiento del que
íbamos a ser testigos. Al calor del fuego, los que
conformábamos el grupo íbamos deshilvanando nuestra
madeja de conversaciones y cantos para ayudarnos a no
caer en el sueño. Esa misma mañana, como trashumantes,
habíamos llegado hasta un lugar cerca de la ciudad de Belén,
un oasis en medio de aquella región desértica.
Mientras velábamos las vigilias de la noche para proteger
nuestros rebaños de los ladrones y los animales de
rapiña, ocurrió algo excepcional. En el cielo surgió un
resplandor que jamás antes habíamos visto. El miedo se
apoderó de nosotros. De repente, a nuestro lado, suspendido
en el aire, apareció un ángel que nos dijo: “No
temáis, os anuncio una gran alegría que es para todo el
pueblo. Os ha nacido hoy un Salvador, que es el Cristo
Señor, en la ciudad de David. Esto tendréis por señal: encontraréis
al Niño envuelto en pañales y acostado en un
pesebre”. Inmediatamente un ejército celestial se unió a
él cantando alabanzas.
Cuando volvimos a quedarnos solos no podíamos recobrar
la calma. Enseguida entendimos la trascendencia
del mensaje: ¡El Mesías había llegado! Así que dispusimos
todo para salir a su encuentro y postrarnos a sus
pies ofreciéndole lo más valioso que teníamos. En mi
caso, un pequeño cordero de apenas diez meses y de hermosa
lana, blanca como la nieve.
Belén distaba apenas media hora de camino. Bajo el
resplandor de la luna y las estrellas, emprendimos la marcha.
Mientras comentábamos lo sucedido, con la conmoción
que agitaba todavía nuestros corazones no me percaté
de que mi pequeño borrego había abandonado el rebaño
y correteaba tomando otro camino distinto al de nuestra
Antena
14 / diciembre 2010 Conventual
TEXTO: JAVIER ORTEGA
ILUSTRACIONES: PILI PÉREZ
marcha. “¡Quieto!, ¡vuelve aquí”, le grité. Pero siguió por
aquella vereda y comenzó a perderse en la oscuridad.
Temiéndome lo peor, salí tras él, no sin antes convenir
con mis compañeros que les alcanzaría en el camino
o les buscaría en Belén. Si se trataba del Mesías esperado
no sería muy difícil encontrar el sitio. La idea del pesebre
nos confundió un poco, le imaginábamos en un trono,
pero también nos había desconcertado que hubiésemos
sido nosotros los elegidos para esta primicia y no los sumos
sacerdotes, saduceos, escribas o fariseos.
Calculé que había pasado ya más de media hora desde
que abandoné el grupo y el animalito seguía sin aparecer.
Era imposible que hubiese corrido tanto. ¿Habría caído
presa de algún lobo? Mientras rumiaba estos pensamientos
y el desánimo empezaba a hacer mella en mí,
escuché a lo lejos unas voces. Apresuré mi paso. Según
avanzaba, el sonido era más nítido y parecía el de un
coro entonando cantos que sonaban a alabanza. Comencé
entonces a vislumbrar cierta claridad. ¿Se trataría de

una nueva aparición angelical? No, aquellas luces no venían
del cielo.
Se trataba de figuras humanas, vestidas con extraños
ropajes muy distintos a los que yo estaba acostumbrado
a ver. Eran hombres, mujeres, niños… ¡una multitud!
Todos portaban cirios y antorchas que esmaltaban la noche
y la hacían parecer como el día. Iban subiendo por
un camino al borde de un precipicio. Pero, ¿qué lugar era
éste? Había andado apenas unos kilómetros, aunque por
el entorno pareciera que hubiese recorrido miles. Podía
ver muchos montes que devolvían el eco de las voces y
los cantos. Mi memoria de pastor no alcanzaba a entender
ni dónde estaba ni qué decían aquellas gentes que, a
mis ojos, parecían extranjeros y llegados de otro tiempo
y otro lugar. Pero aquella noche, sin duda, pocas cosas
atendían a la razón humana.
Sentía cierto temor por lo desconcertante de la escena,
pero al mismo tiempo mucha curiosidad. Así que,
mezclado entre el gentío, que absorto en sus cánticos
parecía ignorar mi presencia, llegué hasta el lugar al que
se dirigían: una pequeña gruta. Allí me situé en un discreto
recodo para pasar inadvertido. En el centro de la
cueva había preparado un humilde pesebre. Esta visión
me trajo el recuerdo de mis compañeros que, a esas horas,
deberían haber encontrado ya al Mesías, como nos
había anunciado el ángel. A ambos lados del montículo
de heno descansaban una mula y un buey, y delante… no
me lo podía creer… ¡delante estaba mi cordero! Manso,
recostado. ¿Cómo había llegado hasta allí?
Junto a él, un hombre parecía ultimar los preparativos
de la fiesta que allí iba a celebrarse. Se trataba de un varón
de mediana edad, de complexión menuda y ojos vivos.
Vestía, como otros que allí le acompañaban, una especie
de túnica de aspecto muy pobre en forma de cruz. Portaba
también un capucho y, a la cintura, una simple cuerda.
Tenía un aspecto débil, como enfermizo, pero su mirada
y sus gestos irradiaban algo especial,
difícil de explicar con palabras.
Por el modo de dirigirse
a él comprendí que su nombre,
nunca antes escuchado por mis
oídos, era Francisco.
Él se puso sobre sus ropas
otra tela, más hermosa, y tomó
entre sus manos, con venera-
Preparaban
una cena,
que no iba
a ser de
abundantes
manjares.
ción, un libro que entendí tenía para los allí presentes
carácter sagrado. Algunos de los que le acompañaban
también cambiaron su humilde indumentaria por otros
ropajes. Lo que allí sucedió después es difícil de transmitir
con palabras y sólo puede ser expresado con el lenguaje
del corazón.
Sobre aquel pesebre, que me recordaba a los altares
donde mi pueblo ofrecía los sacrificios, preparaban una
cena, que no iba a ser de abundantes manjares, sino a base
Antena
Conventual diciembre 2010 / 15

de un sencillo pan ácimo y una copa de vino. Después de
leer con voz potente, clara y timbrada un pasaje de aquel
libro que llevaba consigo, Francisco comenzó a hablar al
pueblo allí congregado y sus ojos se llenaron de lágrimas,
contagiando su emoción a todos los presentes. Inexplicablemente,
como si de un milagro se tratase, yo comencé a
comprender sus palabras en mi propia lengua.
Transido de ternura y amor, el tal Francisco hablaba
del nacimiento sobre unas pajas de un rey pobre ¿Se refe-
Contagiado
por su fervor,
empecé
a sentir una
sensación
extraña.
riría al Mesías? ¿Conocía él también
su llegada? Se maravillaba en la humildad
de su encarnación, honraba
su simplicidad y enaltecía su pobreza.
Cuando nombraba a ese pequeño
parecía que su boca destilara la dulzura
de la miel y su voz se confundía
con el balido de mi pequeño animal
al llamarle “Niño de Bethlehem”.
Con sus palabras nos invitaba a la contemplación del
misterio del amor. Luego, cuando uno de sus compañeros
tomó entre las manos aquel pan y aquel cáliz, postró su
cuerpo en la tierra con increíble devoción. Parecía encontrarse
como en éxtasis.
Contagiado por su fervor, empecé a sentir una sensación
extraña. De repente, ante mis ojos, sobre aquel
forraje, apareció la figura de un recién nacido. Le rodeaba
un brillo especial. En ese momento mi corazón comenzó
Antena
16 / diciembre 2010 Conventual
a latir más fuerte y sentí una mezcla de júbilo y consuelo
como jamás antes había experimentado. No cabía duda:
¡Aquel era el Mesías! Creo que yo no era el único que lo
veía, porque a mi alrededor eran muchos los que lloraban,
no de tristeza, sino de emoción y de gozo.
En aquel momento parecía que el tiempo se hubiera
detenido. Quedé embelesado en la contemplación de
aquel pequeño, Dios hecho hombre, que con su sonrisa
traía un mensaje de salvación. No sé cuánto tiempo estuve
en ese estado. Lo siguiente que recuerdo son las voces
de mis compañeros pastores: “¿Qué haces ahí, tendido
en el suelo? ¿Por qué tardaste tanto? Estábamos preocupados.
Apareció tu cordero, pero llegó sin ti, así que salimos
en tu búsqueda. Aprisa, tenemos algo muy grande
que enseñarte. Mira allí, ¿ves aquel portal? El anuncio del
ángel era cierto. Nos ha nacido un Salvador”.
Confuso y casi a rastras, empujado por ellos, llegué
hasta aquel establo. De nuevo no pude contener las lágrimas.
Allí, junto a una mula y un buey, sobre un pesebre
como aquel de la gruta, descansaba el Mesías. Era el mismo
niño que había visto y que me había cautivado con su
ternura. ¿Acaso había sido todo un sueño? Creo que no.
A sus pies estaba también, manso, mi borreguito. Pero
llevaba atado algo al cuello. Era un rústico cordón que me
era familiar. Aquella sencilla cuerda, como el mejor de los
tesoros, fue, en la fría noche de Belén, otra ofrenda más
de amor al niño-Dios.

ABEL GARCÍA
Asís directo
Greccio, Navidad de 1223
Estamos a las puertas de la Navidad, “la Fiesta de las fiestas”, como solía llamarla “el
Pobrecillo”. Sabemos del amor entrañable con el que Francisco vivía cada año la celebración
de este Misterio de la vida de Cristo, preparándose a tal fin con una “Cuaresma”, es decir, con un
tiempo fuerte de retiro, ayuno y oración. Esta predilección de Francisco por los inicios humildes
de nuestra salvación, recibida como preciosa herencia por sus hermanos, ha quedado plasmada
también sobre las paredes de la doble Basílica franciscana de Asís.
Visitando durante estos días con detenimiento el más importante de los santuarios franciscanos
de Asís, me llamaban la atención las numerosas representaciones del Nacimiento de Jesús
o bien del Niño Jesús con María que decoran sus naves y capillas. Baste recordar la famosa
“Majestad” (María con el Niño y San Francisco) de Cimabue, en el crucero derecho de la Basílica
inferior; o el fresco de la “Natividad”, en el mismo crucero, obra de Giotto, donde aparecen
dos “Niños”, uno en brazos de María adorado por los ángeles y otro en brazos de las parteras
rodeado de pastores y del ganado. ¡Genial solución del maestro florentino para expresar la
divinidad y la humanidad de Cristo!
Pero de entre todas las representaciones pictóricas quizás la más conocida y admirada es
la que encontramos en la Basílica superior, dentro del gran ciclo giottesco, que recuerda la
celebración “del todo particular” de la noche de Navidad que Francisco quiso vivir junto a los
habitantes de un pequeño pueblo del valle de Rieti. Esta celebración ha pasado
a la historia como la invención, por parte de San Francisco, del “Belén
viviente” o del “Nacimiento” que cada Navidad colocamos en muchas de
nuestras casas. Una parte de verdad hay en ello, pero lo que allí aconteció
fue algo mucho más grande y profundo. Algunos de los primeros biógrafos
del Santo nos han narrado preciosamente lo ocurrido aquella noche.
Greccio, Navidad de 1223: Francisco prepara todo lo necesario para la
celebración, lo más dignamente posible, de la Eucaristía. Con la ayuda de un
tal Juan, pide que coloquen un poco de paja en un pesebre y que traigan un
buey y una mula, para que sea visible “con los ojos del cuerpo”, el modo en
el cual el Niño Jesús nació en Belén, en medio de la más absoluta indigencia y
precariedad. Dicen los biógrafos que el pueblo acudió masivamente, llevando
velas y cirios para iluminar la gruta. Después de haber meditado, ayudados por
la escena profundamente realista preparada por Francisco, acerca de la grandeza
del misterio del Dios hecho hombre por nosotros, en el pesebre es colocado un pequeño
altar sobre el que se celebra la Eucaristía. Francisco, diácono, canta el Evangelio con grandísima
emoción y predica al pueblo con gran fervor, acerca del gran Rey que nace pobre y humilde.
Según el relato, Francisco no quiso representar un “Belén viviente” como lo entendemos hoy
(lo deja bien claro el mismo Giotto en el fresco mencionado, donde la Eucaristía se encuentra
en el centro de la escena): faltaban María, José y el resto de personajes. Lo que allí ocurrió, y
que Francisco quiso contemplar en el modo más real posible, fue algo mucho más profundo:
se celebró el sacrificio eucarístico, “recreando” las condiciones que favorecieran un encuentro
real con el misterio de la Encarnación del Señor.
Para Francisco la Eucaristía y la Encarnación revelan, sobre todo, una opción de fondo: la del
Hijo de Dios que se ha hecho pobre y pequeño para “enriquecernos con su pobreza” y hacerse
así hermano nuestro. En aquella Navidad, Francisco, “el hombre totalmente evangélico”, quiso
volver a proponer el ejemplo de Cristo pobre y humilde, invitando a todos a seguir sus huellas.
En esta Navidad acerquémonos también nosotros al gran Misterio que celebramos, con los ojos
y el corazón de Francisco.
Antena
Conventual diciembre 2010 / 17

Pastoral Juvenil
Vocacional
El colegio
San Buenaventura
de Madrid acogió
del 22 al 24 de
octubre pasado el
III Encuentro Juvenil
Interfranciscano
(EJIF) en el que
participaron más
de 300 jóvenes de
diferentes lugares
de España que están
en contacto con
distintas presencias
franciscanas.
Antena
18 / diciembre 2010 Conventual
Con Francisco
en la Iglesia,
como Francisco
en la Iglesia,
Uno de los aspectos más exitosos
del EJIF 2010 fue el número
de participantes, hasta
el punto de que me atrevo a afirmar
que se trata de un fruto anticipado
de la próxima Jornada Mundial de la
Juventud (JMJ).
En esta ocasión, el encuentro tenía
dos objetivos básicos: por un
lado, queríamos, como en anteriores
ocasiones, celebrar nuestra fe,
expresarla con creatividad y recibir
también un empuje de formación
franciscana; y por otra parte, la ya
cercana celebración de la JMJ Madrid
2011 nos motivó a centrar nuestra
atención en la manera en que San
Francisco vivió su relación con la
Iglesia y, concretamente, con la jerarquía.
Por esto el lema del encuentro
fue “Con Francisco en la Iglesia,
en la Iglesia como Francisco”.
La catequesis que impartió el cardenal
franciscano Carlos Amigo, arzobispo
emérito de Sevilla, fue clave
a la hora de conseguir este segundo
objetivo. Nos mostró en primera
persona cómo se puede ser un buen
franciscano y estar al servicio de la
Iglesia, incluso cuando el servicio
se presta en los más altos puestos
de la jerarquía. Nos enseñó también
que el abrazo es la respuesta que corresponde
a un franciscano cuando
es cuestionado desde posiciones no
creyentes e incluso hostiles a la fe.
Celebración festiva
Por lo que respecta a la celebración
festiva y gozosa de nuestro carisma
franciscano, tanto los momentos
de oración como la Eucaristía conclusiva,
los talleres y el conciertotestimonio
del sábado por la noche

Grupo de jóvenes
durante la dinámica
de acogida. Arriba,
el cardenal Amigo
con varios participantes.
Sabíamos que
que nuestro centro
era Jesucristo y a Él mirábamos,
llevados
de la mano de San
Francisco.
sirvieron muy bien a tal propósito.
El concierto fue un momento festivo
de lo más animado y profundo, pues
Javi Sánchez, sacerdote de la diócesis
de Zaragoza, lo puso todo de su parte
para contagiar entusiasmo y sensibilidad
franciscana. Su conocida
canción “Abriendo caminos de Paz y
Bien” se convirtió poco menos que
en el himno oficial del encuentro.
Por su parte, los talleres permitieron
reflexionar, expresar o recrear
distintos aspectos de nuestro carisma
franciscano. Todos participamos
con entusiasmo y los resultados fueron
de gran calidad, como pudimos
ver en la puesta en común que hubo
en la tarde del sábado.
Y por lo que respecta a la Eucaristía
conclusiva, presidida por Fr.
Joaquín Ángel Agesta, ministro provincial,
y compartida con los feligreses
que de forma habitual acuden a la
Misa de 12:30 horas en la iglesia conventual
de Santa Clara de Madrid, el
ambiente fue intenso y emotivo, festivo
y participado. La espontánea manifestación
de un feligrés al acabar la
Eucaristía dando las gracias por lo
allí vivido y compartido fue un
gesto valioso sobre el poder
aglutinador del banquete eucarístico
para todos los que
compartimos una misma fe.
Sencillez y alegría
Otro de los aspectos destacables
de este acontecimiento fue que, sin
protagonismos ni prevalencias, las
diferentes órdenes y congregaciones
franciscanas nos encontramos para
convivir con sencillez, alegría y fraternidad.
Sin necesidad de conocernos
previamente, ya sabíamos que
vibrábamos con las mismas canciones,
con los mismos sentimientos,
que nuestro centro era Jesucristo y
a Él mirábamos, llevados de la mano
de San Francisco.
Es de desear que, cuando llegue el
IV EJIF dentro de dos años, la presencia
de los conventuales no se li-
ANTONIO ROYO TOMÁS
mite a jóvenes de Pamplona, Sevilla
y Jufra-Santa Clara (Madrid). Para
nosotros, los franciscanos conventuales
de España, la Pastoral Juvenil-
Vocacional sigue siendo un terreno
en el que queda mucho por hacer.
Quienes leéis estas páginas también
podéis hacer algo importante en
este campo. Como mínimo, no nos
privéis de vuestras oraciones, pues
el mismo Señor dijo: “Rogad al dueño
de la mies que envíe obreros a su
mies” (Lc 10, 2).
Cierto que, además de vuestra valiosa
oración, también podéis hacer
más cosas, pues allí donde los frailes
no llegamos (ya sea por nuestras
propias limitaciones o por culpables
inhibiciones) vosotros podéis espolearnos
y brindarnos vuestra colaboración.
Nadie debidamente preparado
sobra en la pastoral, y menos en
la juvenil.
Radicalismo evangélico
Todos hemos de estar en actitud
de constante conversión para que
la venida del Señor nos pille con las
lámparas encendidas y con los talentos
debidamente multiplicados. No
basta una vida cristiana mediocre o
sólo de consumo para momentos vitales
de especial necesidad. No basta
mantener estructuras o iniciativas
en otro tiempo oportunas.
Como hijos espirituales de San
Francisco hemos de estar dispuestos
a un seguimiento radical de Jesucristo,
nunca instalado en un estilo de
vida acomodado y confortable, un
estilo que, según los esquemas de la
cultura dominante en nuestro mundo
occidental, es la máxima aspiración
para muchos.
Nosotros, familia franciscana conventual
de España, estamos llamados
a un radicalismo evangélico como
el de San Francisco, un radicalismo
que asuste en un primer momento,
pero que, bien mirado, sea cautivador
porque no condena a nadie sino
que, con humildad y con férreo convencimiento,
propone sin desmayo la
Verdad que es Cristo, y que su Iglesia
nos ayuda a entender y vivir.
Antena
Conventual diciembre 2010 / 19

entrevista
Óscar, bajista de
Celtas Cortos, en
una de sus actuaciones.
Al lado, el
grupo vallisoletano
al completo.
Óscar García, de Celtas Cortos
“Reivindicamos
un mundo más justo
para todos”
LUIS E. LARRA LOMAS
Óscar García es uno de los componente del grupo musical Celtas Cortos,
que acaba de sacar al mercado un nuevo trabajo, titulado “Introversiones”.
El bajista de Celtas Cortos nunca ha ocultado su
paso por el colegio San Francisco de Asís de Valladolid,
de 1972 a 1980, y por el seminario menor de
los franciscanos conventuales en Palencia, entre 1980 y
1984. Allí aprendió, de la mano de Fr. Marciano Melero,
recientemente fallecido, mucho de lo que profesionalmente
es hoy.
Antena Conventual. Seguís siento “cortos”, pero está
claro que habéis crecido. ¿Cuáles han sido los cambios
más significativos que se han producido en tu vida en
estos últimos años?
Óscar García. A nivel profesional, siempre hay una búsqueda
de nuevos caminos para expresar lo que queremos,
aunque con tantos años de carrera cada vez es más
difícil. A nivel personal, sin duda el ser padre de dos pre-
ciosos niños cambia y mucho la perspectiva de muchas
cosas.
A.C. ¿Qué queda de aquel niño y adolescente que
estudió en el colegio franciscano de Valladolid y pasó
por el seminario de Palencia?
Ó.G. Pues físicamente queda muy poco, por no decir
nada de pelo en la cabeza, pero sigo siendo la persona
sensible que era, sobre todo antes las cosas que me
rodean, e intento que sea siempre así.
A.C. ¿Qué recuerdos tienes de Fr. Marciano como fraile
y profesor de música, y qué ha representado en tu
carrera profesional?
Ó.G. Todo lo que me viene a la cabeza en estos momentos
es bueno. Recuerdo, por ejemplo, sus enormes manos
moverse con una maestría y delicadeza inauditas a
través del mástil de la guitarra o en el piano. En realidad,
por cualquier instrumento porque era el encargado de
enseñar absolutamente todo lo que había en esa maravillosa
aula de música repleta de instrumentos que teníamos
en el seminario. Sin duda, a él le debo mucho de
lo que ahora soy profesionalmente. ¡Gracias Marciano!
A.C. “Introversiones” reúne 13 versiones de temas
y autores a los que Celtas Cortos debe sus orígenes
y lo que es hoy. ¿Cuál de ellas elegirías como la más
significativa para ti?
Ó.G. Siempre es muy difícil escoger una canción de un disco
ya que en todas has puesto toda tu ilusión y trabajo,
pero en este disco aún es más difícil porque todas ellas responden
a los manantiales de los que hemos bebido y que
En una palabra
AMISTAD: Indispensable.
FAMILIA: Equilibrio.
JESÚS DE NAZARET: Todo un revolucionario.
FRANCISCO DE ASÍS: Sencillez y amor a la naturaleza.
VIDA: Nuestro bien más preciado.
MUERTE: Un estadio más de la vida.

han conformado nuestra forma de hacer música. Pero, por
mojarme un poco, la verdad es que el tema elegido como
primer single, “Blues del pescador”, sí que fue uno de los
temas que nos marcó mucho en su día y nos dio muchas
pistas de hacia dónde podría caminar nuestra música.
A.C. Vuestro último trabajo es un disco de influencias.
Además de esos músicos, ¿quién y cómo ha influido en
lo que ahora eres?
Ó.G. Influye absolutamente todo, la gente que te encuentras
por el camino y con la que aprendes un montón de
cosas, un paisaje, una canción… Pienso que siempre hay
que recoger las cosas buenas para seguir adelante.
A.C. En el panorama musical español de este momento,
¿qué mensaje queréis transmitir a los jóvenes a través
de las letras, la música y los conciertos?
Ó.G. Queremos que la gente se acerque a nuestra orilla a
compartir un puñado de canciones y de energía positiva,
a reflexionar con algunos de los temas que se cantan,
pero también a disfrutar y olvidar por un momento los
tragos difíciles que te van saliendo en el día a día.
A.C. Desde el principio habéis levantado la bandera
de la denuncia a través de vuestras canciones. ¿Qué
temas candentes forman parte ahora de vuestra
reivindicación?
Ó.G. Desgraciadamente da un poco de pena ver cómo temas
que tratamos hace años (emigración, paro...) están
como antaño o bastante peor. Nuestra reivindicación
antes y ahora es tratar de lograr un mundo más justo
para todos. Sé que es difícil, pero hay que tener fe.
A.C. La música ha sido y es tu vida. ¿Por qué o por quién
serías capaz de renunciar a ella, si fuera necesario?
Ó.G. Lo haría si mis hijos tuvieran algún problema serio
y necesitaran de mi presencia.
A.C. ¿Cómo puede contribuir la música a cambiar el
mundo y hacerlo más justo, pacífico y habitable para la
generación de tus hijos?
Ó.G. La música es una fuente de conocimiento y de cultura,
y yo siempre he creído que la mejor manera de
lograr todo lo que planteas es a través de la cultura, el
conocimiento y la educación.
verano 2011
II Campo de Solidaridad Misionera
Colombia
Una oportunidad para colaborar desde el carisma
franciscano en un proyecto de desarrollo en
América Latina, trabajando con los misioneros y
los hombres y mujeres del Sur.
OBJETIVOS:
Acercarse a la realidad socioeconómica y cultural
de pueblos y personas del Sur.
Potenciar la cooperación, la solidaridad y la convivencia,
frente a actitudes asistencialistas.
Conocer iniciativas ciudadanas, institucionales y religiosas
que promueven el desarrollo.
REQUISITOS:
Es necesario ser mayor de 23 años y realizar previamente
un curso de voluntariado.
La formación se desarrollará durante varios fines de
semana, a partir de febrero de 2011.
La segunda edición tendrá lugar el próximo verano
y su duración será de un mes.
INFORMACIÓN:
Si deseas recibir más información, puedes asistir a los encuentros
que tendrán lugar en:
Madrid: 14 de enero, a 20:00 horas, en la parroquia Nuestra
Señora del Rosario (Plaza de los Franciscanos, 3)
Barcelona: 28 de enero, a las 20:00 horas, en la iglesia San
Francisco de Asís (Calle Bertrán, 14)
Valladolid: 19 de enero, a las 20:00 horas, en la parroquia
San Francisco de Asís (Plaza San Francisco de Asís, 1)
También puedes escribir a camposolidaridad@pazybien.org

misiones
Fr. Martín Corazzín, misionero en Ghana
Antena
22 / diciembre 2010 Conventual
Fr. Martín Corazzín tiene el corazón partido, y no en dos partes
sino en tres: son los tres lugares del mundo donde hasta ahora ha
desarrollado su trabajo y su misión, su vocación y su tarea. Italia es
el primero, porque nació en Mosnigo di Moriago (Treviso) en 1948;
le sigue España, y especialmente Navarra, donde pasó felizmente 17
años de su vida (de 1973 a 1990); y la tercera parte es para Ghana, país
al que llegó en 1991 y donde desde entonces trabaja como misionero.
LUIS E. LARRA LOMAS
n total, Fr. Martín Corazzín ha pasado 38 años de
su vida fuera de su país natal, desde que el 2 de
octubre de 1972 dejó Italia. Es por eso un misionero
nato. “En mi infancia tuve un fuerte deseo de
ayudar y servir a los demás. De hecho nací en una
familia donde se vivía la solidaridad y se practicaba
la caridad”, cuenta este franciscano conventual,
que sintió el gusanillo de la vocación precisamente
por el testimonio de un gran misionero.
“Un día apareció en la escuela un fraile franciscano, el P.
Francesco Faldani, que llevaba una barba muy larga. Durante
una hora nos habló a los alumnos de 4° de Primaria de Jesús de
Nazaret, de San Francisco de Asís, de su experiencia misionera
en China y de su posterior expulsión”, recuerda Martín. “Antes
de marcharse nos invitó a un cursillo en el seminario menor de
Camposampiero, un pueblo a unos 20 kilómetros de Padua. Yo
me apunté, hice la experiencia, conocí a los conventuales, me
gustó la experiencia y decidí volver para seguir mis estudios

Martín Corazzín
rodeado de
niños en una de
las escuelas de
Ghana. Debajo,
con otro grupo en
un poblado.
allí con el deseo de ser franciscano, sacerdote y
misionero”, añade.
Con el paso del tiempo y tras varios años de
formación, en 1972 recala en la ciudad francesa
de Toulouse, donde concluye los estudios de
Teología. Al año siguiente pasa a Navarra, primero
a Elizondo y después a Berriozar, un barrio
cercano a Pamplona. Fueron años difíciles para
una comunidad franciscana de inserción que vivía
entre los nacionalistas radicales y las víctimas
del terrorismo. Aun así, a Martín le costó
dejar Navarra, una tierra querida cuya naturaleza,
arte y gentes conocía como la palma de su mano.
Siempre fue misionero, pero quería serlo también
fuera de Europa. La oportunidad vino desde
Ghana. “El deseo tan fuerte que tuve desde mi
infancia de ayudar, servir y amar a los demás,
sobre todo a los más pobres, compartiendo con
ellos mi vida y, de esta manera, hacerles sentir
que Dios les ama y les quiere, me llevó a ser misionero en Ghana”,
comenta.
Una jornada misionera
Un misionero desearía que el día tuviera más de 24 horas; Martín,
también. Su jornada comienza muy pronto y se desenvuelve
entre la actividad pastoral de la parroquia y la administración y
coordinación de varias escuelas, sin olvidar la vida comunitaria
y los momentos de oración.
Después de casi dos décadas llevando este ritmo, Martín ha
llegado a la siguiente conclusión: “Mi presencia en Ghana me
ha hecho comprender que es muy necesario salir de las cuatro
paredes que me encierran en mí mismo para probar la veracidad
de la Palabra de Dios que predico por medio de gestos, acciones,
obras concretas y proyectos. De esta manera, todas mis acciones
se hacen oración diaria y viceversa, la oración se hace
acción diaria que me acerca a Dios y a los demás y que
me da la fuerza para crecer en mi entrega cotidiana a
los demás como sacerdote”.
Martín tiene muy claro cuál es el motor de su vida:
“Lo que me mueve es el amor desinteresado que tengo
por los demás. El amor es como una rueda que me
arrastra hacia adentro y no me deja salir, pues me
aprieta cada día más triturándome hasta el punto de
que muero por los demás. Continuamente lo deseo y
lo repito, y por eso rezo, porque quiero vivir la vida
con la máxima intensidad, no a medias. La persona
que me empuja y me llama a hacer esto es Jesús, que
dio su vida por mí y por todos nosotros”.
Actualmente más de 9.000 alumnos estudian en
alguna de las escuelas de los franciscanos conventuales
en Ghana. Por cada uno de ellos Martín cree que
hubiera merecido la pena haber venido a este país, al
igual que por cualquiera de los fieles que frecuentan sus iglesias
y capillas. Pero si tuviera que elegir a alguien, se queda con la
anciana Elizabeth Adwoa Poh. “Me impresiona muchísimo su fe
sencilla y grande, que muestra el encuentro personal con Dios,
Padre y Creador. Es todo un ejemplo para mí”, dice.
Pero Martín es también un fraile agradecido por todas las
ayudas que recibe para llevar adelante su misión y en las que
siempre ha visto la mano de Dios. “El Señor me hizo conocer su
Providencia. La toco con las manos siempre que una persona u
organización me ayuda en la realización de un proyecto o en el
momento de una necesidad urgente que se me presenta. Dios
se sirve de personas que tienen un corazón grande y generoso”.
Hoy por hoy, Martín está volcado totalmente en lo que tiene
entre manos. “Vivo tan intensamente el presente que no me da
tiempo para pensar en huidas o escapadas. De momento intento
vivir a tope mi compromiso diario donde estoy”, explica. Por
eso, en su vida misionera sólo cabe el agradecimiento: “Doy gracias
a Dios por estar en Ghana y por haberme contado entre sus
siervos trabajando en esta porción de la viña del Señor. Día y noche
rezo para que pueda cumplir con la tarea que me ha asignado
y para que le pueda amar y servir fielmente amando y sirviendo
a los demás”. Y así es, ciertamente.
Antena
Conventual diciembre 2010 / 23

misiones
Ropa para niños de Malaui y Honduras
La aguja
misionera
Un grupo de mujeres se
reúne cada jueves en
la parroquia Nuestra Señora
del Rosario de Madrid
para confeccionar ropa
destinada a niños
de Malaui y Honduras.
REDACCIÓN
todo empezó hace 14 años,
cuando en 1996 fallece Olegaria
Delgado, tía de una de
estas mujeres. Entre otras cosas,
Olegaria deja como herencia varias
telas con las que ella confeccionaba
anteriormente esta ropa: no sólo
pantalones y vestidos, sino fundas
para cajas de fruta que servían como
incubadoras y que utilizaban las
Misioneras de María Mediadora en
Malaui. El encargo venía de la Hna.
Begoña que, como Olegaria, residía
en el barrio de El Batán, donde se
encuentra la parroquia Ntra. Sra. del
Rosario.
Dorita, sobrina de Olegaria, propone
a varias mujeres continuar la
labor de su tía. Para ello utiliza la plataforma
de la Asociación Rosario-Batán,
que tiene su sede en la parroquia,
donde funcionaban dos grupos de
corte y confección, uno de ellos dirigido
por Laura Recio, modista profesional.
A partir de entonces, quien
quisiera ya no iba a confeccionar ropa
para ella o los suyos, sino para los
niños que cuidan las Misioneras de
María Mediadora en Malaui y Honduras,
principalmente.
Y así, cada jueves durante dos horas
y media, de 17:30 a 20:00 horas,
de manera ininterrumpida este grupo
de mujeres prepara ropa infantil para
Antena
24 / diciembre 2010 Conventual
las misiones en una sala de la parroquia.
Todas en torno a la mesa componen
una estampa que parece de
otro tiempo, como de otra época es
también la máquina de coser de la tía
Olegaria, que todavía funciona.
Retales de distintos colores y
texturas, bobinas, agujas, dedales,
tijeras, botones, broches, alfileres…
Cada una trae lo que ha comprado o
recibido, y con todo el material encima
de la mesa de trabajo se ponen
manos a la obra para preparar fundamentalmente
pantalones para los
niños y vestidos para las niñas. “Los
pantalones son más fáciles, los vestidos
cuestan más”, dice Dorita. Si disponen
de lana, también confeccionan
jerseys, gorritos o chaquetas.
Tantas mujeres juntas, es imposible
que estén calladas… “Charlamos
de todo, comentamos las noticias,
bromeamos entre nosotras, nos me-
Cada una trae lo
que ha comprado
o recibido. Y con
ello preparan
pantalones
para los niños
y vestidos para
las niñas.
Vista parcial del
grupo de costura.
En la otra fotografía,
niñas de
Malaui con los
vestidos confeccionados.
temos cariñosamente unas con otras,
celebramos los cumpleaños y los nacimientos
de nuestros nietos, nos lo
pasamos bien y deseamos que llegue
el jueves”, comenta Dorita. Hablan,
pero también producen, y mucho.
“Cada tarde salimos por una pieza
cada una de promedio”, aclara.
El trabajo es en equipo. Laura corta
la tela. La talla de la ropa depende del
tamaño del retal. Si la pieza es grande,
servirá para un niño alto, y si es
pequeña para un bebé de pocos meses.
Con el patrón hecho, las demás
mujeres comienzan a darle a la aguja.
Y entre puntada y puntada, siempre
hay tiempo para llevarse a la boca una
pasta que una de ellas ha traído para
compartir o celebrar algo.
Cuando hay suficiente ropa para
llenar un contenedor llaman a las misioneras,
que lo envían a Honduras o
Malaui. Un día recibirán una foto de
niños que llevan puesta la ropa que
ellas han confeccionado en la sala de
una parroquia franciscana de Madrid.
Y esa será su mayor satisfacción. Con
eso, están más que pagadas.

JUAN MIGUEL
VICENTE
Página bíblica
La dignidad humana,
semilla del Reino
“Venid, benditos de mi Padre, a heredar el Reino preparado para vosotros
desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer,
tuve sed y me disteis de beber, era emigrante y me acogisteis, estaba desnudo
y me vestisteis, estaba enfermo y me visitasteis, estaba encarcelado y
acudisteis a verme” (Mt 25,34-36).
Estas palabras del evangelio de Mateo constituyen uno de los textos evangélicos
más claros y contundentes a propósito de la unidad indisoluble entre fe y vida,
entre el amor a Dios y el amor al prójimo; más aún, nos dicen de modo inequívoco
que Jesucristo se identifica plenamente con los pobres, los débiles y necesitados,
y en ellos quiere ser reconocido y acogido. Así, el grado de nuestro compromiso y
solidaridad para con los demás revelará la autenticidad o inautenticidad de nuestra
fe y nuestro seguimiento de Cristo, ya que el amor a Dios pasa necesariamente por
el amor al hermano necesitado y la solicitud hacia éste.
El cristiano, como Jesús, es alguien capaz de vivir una “compasión” o sintonía
profunda con quienes padecen. Y la compasión de Jesús –y por tanto,
también la compasión cristiana– no es un puro y simple sentimiento de
lástima que lleva a compadecerse del otro; la compasión de Jesús es un
“padecer con el otro”, es hacer suya la causa del otro, es salir de sí mismo
para ir al encuentro de los demás.
Jesús se identifica, vive y sufre con los demás. Se conmueve con los
débiles y lucha contra el dolor curando enfermos, aunque tenga que saltar
peligrosamente por encima del sábado o, frecuentando la compañía de
publicanos y pecadores, escandalice a quienes se consideran piadosos
y decentes. La compasión de Jesús es, en definitiva, una profunda solidaridad
con los hombres y mujeres, con sus sufrimientos, necesidades y
esperanzas; un amor radical hasta la cruz, hasta entregar la vida por
todos, que es la máxima expresión de amor.
A lo largo de toda la historia de la salvación, Dios se nos ha revelado
como un Dios “amante de la vida” (Sab 11,26), un Dios que no se
desentiende de la suerte de los hombres y mujeres, sino que desea
ardientemente para ellos la libertad, la justicia, la dignidad, la vida. Por
eso, los valores humanos adquieren una densidad particular y un carácter
normativo para el cristiano, puesto que se hallan incluidos en el proyecto
salvífico divino. La salvación de Dios comprende –aunque no se agote en ellas– la
justicia, la libertad y la dignidad humana, de tal manera que allí donde una persona
o una comunidad lucha por recuperar la dignidad perdida, allí Dios está haciendo
oír su palabra. Allí donde se trabaja por construir un mundo más humano y fraterno,
se haga explícitamente en nombre de Cristo y del Evangelio o no, allí se están sembrando
semillas del Reino.
El cristiano nunca podrá decir de quienes trabajan por la justicia y la libertad:
“ésos no son de los nuestros” (Mc 9,38), sino que acogerá con gozo todos los
logros humanos, grandes o pequeños, todos los triunfos de la justicia y la dignidad
humana, porque sabe que ahí se va abriendo camino el Reino de Dios. El cristiano
debe saber que cuando se lucha por un mundo mejor y más justo para todos los
hombres y mujeres, se está tributando gloria a Dios, el Padre que desea la vida y la
dignidad de todos sus hijos e hijas.
Antena
Conventual diciembre 2010 / 25

en primera persona
Beba Cedrés
“He visto
la mano del Señor
después de perder a mi hijo”
Me llamo Genoveva, pero para mi familia y
mis amigos soy Beba. Nací en Canarias hace ya mucho tiempo…
y en esas islas crecí rodeada de muchos hermanos. En Canarias
conocí también a José Antonio, mi marido. Con él empecé una
relación no sólo de encuentro sino de búsqueda. Esta actitud
nos llevó a participar en reuniones de novios y a continuar con el
grupo que surgió entonces.
En esas experiencias se fueron fundando los cimientos
de nuestro posterior matrimonio. Tuvimos dos hijos, David y
Carolina. Con ellos seguimos creciendo en grupos de matrimonios
e intentado transmitirles todo aquello que considerábamos
fundamental como familia.
Pasados unos años nos trasladamos a Zaragoza, donde conocimos
a los franciscanos conventuales. Nuestra relación con
los frailes comenzó con una llamada que nos hicieron en una
Eucaristía en la que nos invitaron a mojarnos físicamente con
agua. Fue un gesto en el que nos vimos dando un sí al Señor, a
los hermanos y a Francisco de Asís. Es a partir de ese momento
cuando nos ponemos al servicio de la comunidad.
Después de más de 20 años seguimos trabajando en pastoral
juvenil, grupos de matrimonios, pastoral prebautismal, Consejo
Pastoral Parroquial y, desde hace tres años, en la Comisión de
Pastoral de la Provincia de los franciscanos conventuales en
España, de la que formo parte en misión compartida.
Antena
26 / diciembre 2010 Conventual
Beba con un
grupo de mujeres
de la parroquia
y, al lado, con su
esposo, su hija y
su nieto Lucas.
Hay momentos que marcan a la familia. Un día nos encontramos
con el fallecimiento de nuestro hijo David cuando tenía
apenas 22 años. Fue un 20 de noviembre de hace ocho años.
Vivimos momentos de desgarro, de un dolor y un vacío difíciles
de explicar. Siempre decimos que cuando faltan los padres, los
hijos se quedan huérfanos. Y cuando falta un hijo y un hermano,
¿cómo nos llamamos los padres y su hermana?
Sólo puedo decir que gracias al camino que he descrito
hemos visto la mano del Señor, su respuesta y su acompañamiento.
Después de estos años, y cada vez más, siento la
pérdida con mayor paz. Tenemos la gran esperanza de que
él está en esa Vida que el Señor nos anuncia. Él nos dejó una
gran herencia, un gran ejemplo de vida, un amor que seguimos
sintiendo en lo más profundo de nuestro ser.
A pesar de temer siempre el día del aniversario de su muerte,
la vida nos ha regalado por esas mismas fechas el milagro
de otra vida: la que nació de Carolina y Juan Francisco, que nos
han hecho abuelos hace escasamente un mes.
En este momento todo son sensaciones de una alegría
profunda. La llegada de un bebé a la familia hace que la vida
continúe. Ahora nos toca aprender a ser abuelos en medio de
sentimientos de una gran ternura y fragilidad. Sólo tengo que
darle gracias al Señor por todos los momentos de la vida y
ofrecerle los que han de venir.

Joven
regálate un fin de semana
de silencio y oración
¿Necesitas en este momento
de tu vida un poco de tiempo
para ti y para el Señor?
¿No te vendría bien una pequeña
parada y unos buenos ratos de oración,
silencio y fraternidad?
Anota en tu agenda de 2011
estos dos fines de semana:
4-6 de febrero y 20-22 de mayo.
Apunta también la Pascua franciscana:
del 21 al 24 de abril.
Recuerda que todos los encuentros se celebran en la
Casa de Espiritualidad Rivotorto, en Los Molinos (Madrid).
Sigue en www.pazybien.org la propuesta franciscana conventual
durante la JMJ 2011 en Madrid.
Para información y contacto:
Fr. Antonio Royo - Tel.: 91 373 07 83
pastoraljuvenil@pazybien.org
Antena
Conventual diciembre 2010 / 27

Misiones Franciscanas Conventuales
Comedor
Santa Clara de Asís
* Cada día ofrece comida a 150 niños y personas mayores
* Recientemente se ha ampliado para acoger a más usuarios
* El proyecto incluye la formación integral de los menores
Domicilia tu aportación
o envía tus donativos
mediante giro postal,
talón bancario o transferencia a:
Caja Madrid:
2038 1879 10 6000052726
Caixa Catalunya:
2013 0016 62 0200730337
Para más información,
contacta con
Fr. Juan Cormenzana
C./ Los Robles 26
34003 PALENCIA
Tel.: 979 74 49 00
misionesofmconv@pazybien.org
Y recuerda
que tu donativo puede ser desgravado
en la declaración de la renta
de las personas físicas
(Ley 49/2002 de 23 de diciembre).
Corozal (Colombia)