Dafnis Y Cloe O Las Pastorales De Longo - Historia Antigua
Dafnis Y Cloe O Las Pastorales De Longo - Historia Antigua
Dafnis Y Cloe O Las Pastorales De Longo - Historia Antigua
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Anonimo<br />
<strong>Dafnis</strong> Y <strong>Cloe</strong> O <strong>Las</strong> <strong>Pastorales</strong> <strong>De</strong> <strong>Longo</strong><br />
como si fuese en la laguna. <strong>Dafnis</strong> tomó entonces la gran flauta de Filetas, y tocó<br />
ya con débil tono como de suplicante, ya con tono amoroso para persuadir, ya<br />
con suave llamada, como buscando y atrayendo a la fugitiva. Maravillado<br />
Filetas, se alzó de su asiento, besó al rapaz, y después de besarle le regaló la<br />
flauta no sin pedir al cielo que <strong>Dafnis</strong> en su día pudiese dejarla a sucesor<br />
semejante. <strong>Dafnis</strong>, por último, suspendió su pequeña flauta en el ara de Pan, besó<br />
a <strong>Cloe</strong> como si la volviese a hallar después de una fuga verdadera, y se llevó sus<br />
cabras, tocando la flauta grande.<br />
Como la noche venía ya, <strong>Cloe</strong> condujo también su rebaño, aprovechándose del<br />
mismo son, de suerte que cabras y ovejas iban juntas. <strong>Dafnis</strong> caminaba cerca de<br />
<strong>Cloe</strong> y ambos platicaron entre si hasta bien cerrada la noche, concertándose para<br />
salir al día siguiente más temprano que de costumbre.<br />
Así lo hicieron, en efecto. Apenas cayó el alba, volvieron al prado, y después de<br />
saludar primero a las Ninfas y en seguida a Pan, se sentaron bajo la encina,<br />
tocaron juntos la flauta, se besaron, se abrazaron, se acostaron muy juntos, y sin<br />
hacer nada más se levantaron. Pensaron luego en la comida, y bebieron vino con<br />
leche. Algo acalorados con esto, y creciendo también en audacia, se enredaron<br />
en amorosa disputa y acabaron por exigirse juramento de fidelidad. <strong>Dafnis</strong>,<br />
acercándose al pino, juró por Pan no vivir ni un solo día sin <strong>Cloe</strong>, y <strong>Cloe</strong>,<br />
penetrando en la gruta, juró por las Ninfas ser de <strong>Dafnis</strong> en vida y en muerte;<br />
pero ella, como niña aun, era tan simplecilla, que al salir de la gruta quiso que<br />
<strong>Dafnis</strong> le hiciese nuevo juramento. "¡Oh, <strong>Dafnis</strong>! — le dijo —, este dios Pan es<br />
travieso y muy poco de fiar. Se enamoró de Pitis, se enamoró de Siringa, no cesa<br />
jamás de perseguir a las Dryadas y se emplea de continuo en servir y complacer<br />
a todas las Ninfas pastoriles. Si no cumples la fe jurada, se reirá y no te castigará,<br />
aunque te enredes con más queridas que cañutos tiene tu zampoña. Júrame, pues,<br />
por tu rebaño y por la cabra que te crió, no abandonar a <strong>Cloe</strong> mientras ella te sea<br />
fiel. Y si <strong>Cloe</strong> te faltare, perjura a ti y a las Ninfas, huyela, aborrécela, mátala<br />
como a un lobo.<br />
En el alma se complació <strong>Dafnis</strong> de estas dudas de <strong>Cloe</strong>; y de pie en medio del<br />
rebaño, la una mano sobre una cabra y sobre un macho la otra, juró amor a <strong>Cloe</strong><br />
mientras ella le amara, y si ella amase a otro, en vez de matarla, matarse él. <strong>Cloe</strong><br />
se holgó del juramento y le creyó, porque doncellica y pastora, tenía a las cabras<br />
y ovejas por divinidades propias de cabrerizos y zagales.<br />
LIBRO TERCERO<br />
Cuando supieron los de Mitilene la expedición de las diez naves, y, por gente<br />
que venía del campo, los robos que habían hecho, no juzgaron decoroso sufrir tal<br />
afrenta de los de Me-tímna y resolvieron mover guerra contra ellos con toda<br />
rapidez. Levantaron, pues, tres mil infantes y quinientos caballos; y recelosos de<br />
la mar en la estación del invierno, los enviaron por tierra, al mando de su general<br />
Hipaso.<br />
Página 32 de 65