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¡QUE BUENOS SON LOS SANTOS!

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char todas las manos: las sucias y las enguantadas, las<br />

callosas y las ensortijadas...<br />

Sinceridad: No tuvo nada que ocultar. No tuvo<br />

ninguna juerga que ocultar a su esposa, no tuvo<br />

ningún negocíete que ocultar a la sociedad; tampoco<br />

ocultó ningún acto de religiosidad a sus amigos hombres.<br />

A fuerza de sincero, tampoco tenía respetos humanos,<br />

nunca ocultó a sus amigo tes que iba muchas<br />

veces a Misa y que recibía con mucha frecuencia los<br />

Sacramentos. Era sincero..., y Dios no le daba<br />

vergüenza.<br />

Paciencia: San López tuvo paciencia con los ocho<br />

hijos; paciencia con el precio del aceite; paciencia con<br />

el sueldo de fin de mes; paciencia con algún compañero<br />

de oficina...<br />

Algunos defectos de los que se corriga San López.<br />

De insultar al arbitro con cierto exceso.<br />

De haber dicho: «¡Chica, estoy harto de macarrones!»,<br />

delante de los ocho hijos.<br />

Milagros de San López.<br />

El milagro de haber convertido el justito sueldo<br />

mensual en una esposa y ocho hijos, que seguían<br />

viviendo y engordando, creciendo y comiendo.<br />

El milagro de que, cuando le iba mal alguna cosa,<br />

no echaba la culpa a quien sea: al jefe, al encargado,<br />

a la Renfe, al clero, a la Nato o a la Vía Láctea.<br />

50<br />

Santa muerte.<br />

San López murió de una santa muerte, mártir del<br />

tráfico y en acto heroico de obediencia a las leyes de<br />

la circulación: por cruzar una calle cuando tenía luz<br />

verde y no haber podido suponer que el señor aquel<br />

que venía lanzado en su coche, era un señor que tenía<br />

muchos asuntos y mucha prisa, y no estaba para luces<br />

rojas ni otras bromas.<br />

San López murió allí, santamente, delante de la<br />

lucecita verde del semáforo, rodeado de desconsolados<br />

guardias y de un nutrido grupo de mirones. Allí mismo<br />

bajó Dios para recoger su alma y darle, para siempre,<br />

el premiazo que se merecía.<br />

51

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