Boletín Mensual, Octubre 2007 - Asociación Costarricense de ...

OCTUBRE 2007
ORQUÍDEAS IBÉRICAS
CORYANTHES HUNTERIANA

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Mensaje de la Presidenta
Estimados amigos y compañeros:
El próximo 15 de octubre celebraremos
nuestra ASAMBLEA GENE-
RAL ORDINARIA.
Este año, esta actividad reviste especial
importancia, pues en ella no solo
se presentarán los informes anuales
de Junta Directiva, Tesorería y Fiscalía,
sino que decidiremos en quiénes
pondremos el timonel de ACO
durante los próximos dos años.
Compañeros y compañeras asociados:
recordemos que el estatuto nos
da a todos el derecho a elegir y ser
electos. Así es que cualquiera que
tenga interés en formar parte de la
próxima Junta Directiva, simplemente
anímese, llame a algunos compañeros
y forme un grupo que pueda
presentar una papeleta o candidatos
independientes.
En nuestra Asociación hay elementos
valiosísimos de diversas disciplinas
que podrían llevar a la nueva dirección
de ACO, nuevas ideas, nuevas
inquietudes, nuevos proyectos,
que permitan enrumbar nuestro colectivo
por derroteros de modernización,
de renovación, de empuje solidario.
ACO somos todos. Y es
deber de todos decidir en
qué manos estará nuestra
Asociación en los próximos
dos años. Hay mucho qué
hacer: debemos renovar este
boletín, tal vez crear una
revista orquideológica como
la tiene hace años la
Asociación Colombiana de
Orquideología.
Pero quizá la meta principal
de la próxima Junta Directiva
es la consecución de la
nueva sede. Tenemos una
cantidad de dinero apreciable
con el cual se puede
arrancar en una primera etapa.
Así es que a proponer candidatos
activos y deseosos
de trabajar en la Junta Directiva
2007-2009.
CONTENIDO
Mensaje de la Presidenta 2
La orquídea de la letra A 3
Orquídeas ibéricas 4
Alinea densa 5
Coryanthes hunteriana 6
Premiación mensual 10
—————— O ——————
Consejo Editorial
Ana Cristina Rodríguez
Edgar Suárez Bolaños
Jorge Mora López
Tel. 240 42 69
NUESTRA PORTADA
Acineta densa
Véase referencia en página
5
Apartado Postal 6351-1000 San José

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En junio pasado tuve la oportunidad de viajar a Colombia
y participé como delegado* de Costa Rica en la VII
Exposición Nacional de Orquídeas, organizada por la
Asociación Bogotana de Orquideología.
También aproveché para realizar una pequeña excursión
a los cerros que circundan en Bogotá, en los límites NE.
A pocas cuadras de centros comerciales y atestadas avenidas
se encuentra un bosque de coníferas, arbustos y plantas
andinas, algunas de páramo, pues la altura promedio
es de 3500 msnm. Son muy comunes las ASTERA-
CEAS (familia de las margaritas y girasoles), sobresaliendo
las ESPELETIAS con sus hojas aterciopeladas como
para resguardarse del gélido clima, también la MUTI-
SIA CLEMATIS (trepadora), descubierta por José Celestino
Mutis.
Hay muchas Bromelias y bellas MELATOMATÁ-
CEAS, conocidas allá como "sietecueros". Pero también
hay varias orquídeas casi todas terrestres, viviendo muchas
en las gruesa capa de musgo que ahí abunda, por lo
que pasan casi desapercibidas por los excursionistas que
a menudo visitan la zona.
Fue interesante encontrar la orquídea Aa colombiana
Schltr que aunque no tiene gran atractivo por sus pequeñitas
flores de 3 mm de diámetro, para mí el atractivo
está en el nombre tan corto, con solo la letra A mayúscula
y la a minúscula. Esta etimología proviene de cuando
los botánicos la separaron del género ALTENTEINIA
colocando la primera y la última letra de aquella palabra.
*Autonombrado
LA ORQUÍDEA DE LA LETRA A
Nota de Redacción: Don Miguel Ángel Ramírez es
cofundador y primer presidente de ACO. A menudo
colabora para TICORQUÍDEAS
Miguel Ángel Ramírez
Aa paleacea
(Ilustración de “Manual de plantas
de Costa Rica)
4-5
Esta especie, cogenérica de Aa colombiana
(esta última, citada por don Miguel Ángel
en su artículo), es nativa de nuestro país; es
una planta de montaña, generalmente áfila
durante la floración, con angostas brácteas
florales, más largas que las flores. Estas son
blancas, no resupinadas, casi cerradas.
Aa spp de Perú

Página 4 TICORQUÍDEAS
ORQUÍDEAS IBÉRICAS
Diez mil tipos de orquídeas habitan las regiones templadas del planeta. Un centenar de hermosas
variedades salpican nuestros campos, para sorpresa de quien las creía exclusivas del trópico
De trópico se nos llenan los oídos al oír hablar de orquídeas,
flor nacional de países cálidos, emblema de las líneas
aéreas tailandesas, por ejemplo. Símbolo de fertilidad,
flor sensual como ninguna otra, con frecuentes rasgos
humanos.
Y quién iba a decirnos que la popular abejera de los pastores
castellanos es en realidad una orquídea, la Ophris apifera,
pág. 12, así, a un paso de Socuéllanos (localidad de
Castilla-La Mancha, véase mapa) . La Península Ibérica
cuenta con bellísimas variedades de orquídeas en prácticamente
todas las regiones. En Extremadura (véase mapa), la
enigmática Orchis itálica, pág. 12, con sus hojas tentaculares
rosas, o la Orchis papilionacea, pág. 12, como un rojo
clavel tordo. En las sierras de
MAPA DE
E S P A Ñ A
-COMUNIDADES-
Aragón (véase mapa), la sensual Orchis mascula, pág. 12.
Y así hasta completar una lista de más de cien variedades.
Flores sofisticadas, con una impresionante capacidad de
adaptación a los distintos hábitats que ocupan, que han
llegado a desarrollar fisiologías zoomórficas en su intento
desesperado de atraer a los insectos que las fecundan. De
ahí el nombre de la abejera que con su aspecto de insecto
consigue que las abejas macho posen sus patas y trompas
polinizadoras en su seno, mientras creen consumar el acto
sexual con una de su especie. Y allá se marcha la abeja,
rebozada de polen, a la caza de otra orquídea a la que acosar.
Por si fuera poco, esta flor ha llegado a desarrollar
también feromonas sexuales de la abeja hembra, animando
aún más a los machos a realizar una falsa cópula. El colmo
Pasa a pág. 12

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A C I N E T A
D E N S A LINDL. & PAXTON
Acineta es un género de la América tropical integrado
por unas 20 especies, distribuidas desde México
hasta Ecuador y Venezuela.
En Costa Rica, Dressler (Manual de plantas, 2003)
registra una sola especie: Acineta densa. Esta orquídea
es una epífita cespitosa, con seudobulbos
ovoides, notablemente surcados. Produce bellísimas
inflorescencias racemosas y péndulas. Sus flores
(que el pueblo llama “vaquitas”, quizá para hacer la
pareja con los “toritos”, Stanhopea) son resupinadas,
suculentas, a veces amarillas, a veces amarillo
verdoso, con puntos y manchas rojos, principalmente
en pétalos y labelo. En este se diferencian bien el
hipoquilo profundamente cóncavo con lóbulos laterales
reniformes y el epiquilo trapezoidal.
La columna, de 25 a 27 milímetros, es gruesa, arqueda,
levemente puberulenta. En ella encontramos
dos polinios, con estípite y viscidio ovado.
Esta especie es propia del bosque nuboso de la vertiente
Caribe de la Cordillera Central. En el país florece
en marzo y setiembre.
Dressler hace referencia también a otra especie inédita
de Acineta (de la cual no hay especímenes), la
cual pareciera existir en el país, con columna recta y
viscidio con dientes triangulares. Agrega que tampoco
hay testigo de Acineta chrysantha (A. barkeri),
la cual podría encontrarse entre 1700 y 2000 m,
en las montañas alrededor del Valle Central. Este
especie tiene linguiforme el apéndice del labelo.
Acineta densa, como algunas otras orquídeas y mucha variedad
de flores, es polinizada por abejas euglosinas. Muy temprano,
poco después de las seis de la mañana, llegan las abejas a la inflorescencia
de la Acineta, como se aprecia en la secuencia de fotografías
a la derecha. Nótese en la tercera foto como el cuerpo del
insecto se ajusta perfectamente entre la columna (de color blanquecino)
y el colorido labelo de la orquídea.
4-5
Foto: Mauricio Béeche

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C O R Y A N T H E S
H U N T E R I A N A SCHLTR.
El género Coryanthes (del griego korys, escudo;
anthos, flor, en alusión a la forma de escudo del
ápice del labelo) fue establecido por William
Hooker a principios del siglo XX. Más adelante,
Shelecter reconoció 16 especies en su revisión del
género. Dressler (2003), señala 29 especies o
más, distribuidas desde México hasta Bolivia y
Brasil.
Las plantas de este género se encuentran en zonas
muy húmedas y cálidas, a menudo cerca de los
ríos en bosques primarios. Todas las especies crecen
junto con hormigas, con las cuales mantienen
una relación simbiótica: las plantas les ofrecen
néctar (de nectarios extraflorales) y una base para
la construcción de su hormiguero, mientras los
referidos insectos las defienden de los herbívoros
y las fertilizan con sus secreciones ricas en ácido
fórmico. Gracias a ello, estas orquídeas crecen
muy rápido y florecen a los dos o tres años. Asimismo,
la maduración de sus cápsulas (frutos)
tarda poco tiempo, pues en un lapso 4 de 60 a 70
días producen unas seiscientas mil semillas.
En Costa Rica, según Günter Gerlach (Vanishing
beauty, 2006) se encuentran tres especies de este
género: Coryanthes hunteriana (la cual se reseña
en este artículo), Coryanthes picturata y Coryanthes
kaiseriana.
En cuanto a Coryanthes hunteriana, se caracteriza
esta especie por poseer pseudobublos de,
aproximadamente, 12 por 4 centímetros y hojas
de unos 42 por 23 centímetros. Hay dos formas
bien diferenciadas: la de flores color amarillo castaño
y la de flores color crema, manchadas y maculadas
con rojo–morado, con la capucha casi
siempre crema, convexa por la parte posterior. El
epiquilo es, prácticamente un cubo de 3,5 por 3, 5
cm. Las pléurides son bastante notorias y miden
unos 9 por 5 mm. Esta segunda forma es conocida
como Coryanthes hunteriana. Precisamente
un espécimen de esta variedad (florecido en abril
de 2005) sirve de modelo para la siguiente reseña.
Florece en abril, mayo y diciembre. Como todas
sus congéneres, presenta la curiosa característica
Coryanthes hunteriana:
inflorescencia
Derecha: C. hunteriana en botón.
Abajo: C. hunteriana: flor recién
abie rta
de mantener, al abrirse, sus
grandes sépalos laterales
abiertos durante algunos minutos.
En esos instantes la
flor semeja un pájaro con sus
alas extendidas, listas para el
vuelo. Aunque la apariencia
de la flor en esos momentos
es espectacular, la situación
se mantiene así, solo por
unos pocos minutos, pues
poco a poco los sépalos laterales
(los cuales están cubiertos
por una fina sustancia)
comienzan a enrollarse hacia
la parte frontal de la flor.
Cabe ahora detenerse un poco
en la descripción de esta,
pues aunque las flores de la
Coryanthes hunteriana como
las de las demás especies
del género poseen las mismas
partes que el resto de las
orquídeas, aquellas presentan
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formas muy inusuales y altamente especializadas.
Ya se ha hecho referencia al curioso fenómeno de los sépalos
laterales. En cuanto al sépalo dorsal, este forma una
cubierta sobre la columna y hasta el final de ella. Precisamente,
esta se ajusta apretadamente en el complejo labio,
casi como si estuviera unida a él en toda su longitud, lo
que no es así. Con respecto a los pétalos laterales, estos
poseen la misma sustancia que los sépalos y son relativamente
pequeños si se les compara con aquellos. Dicha sustancia
es la que sirve de alimento a las hormigas que viven
en el sustrato de la planta. Se encuentran más o menos paralelos
a la columna y cubren un poco los lados de esta.
Recuérdese que la columna es una estructura especial de
las orquídeas que aloja los dos órganos sexuales: en su parte
superior se encuentra el área masculina donde se hallan
los polinios, los cuales son protegidos por la capa de la
antera, estructura muy visible
en casi todas estas flores; en
la parte inferior se localiza el
área femenina (estigma); ambas
áreas están separadas por
un tejido llamado rostelo.
El tercer pétalo, que en las
orquídeas ha evolucionado
como labio o labelo, es especialmente
complejo en las
Coryanthes y lógicamente la
Coryanthes hunteriana no es
la excepción. Es así como este
pétalo modificado está unido
al ápice del ovario por una
estructura llamada garra o
pedúnculo. Después de esta se
divide en tres estructuras primarias
que aparecen también
muy definidas en otros géneros
como Stanhopea y las
cuales se denominan: hipoquilo,
mesoquilo y epiquilo.
El hipoquilo en las Coryanthes
es usualmente una capucha
o tapadera; precisamente,
el aroma de la flor proviene
de los osmóforos situados
bajo ella. El mesoquilo es la
parte central del labelo.
G. s. rosa
G. s. rosa
C. hunteriana: partes de la flor > >
En cuanto al epiquilo, es el último segmento
del labio con una curiosa forma
de cubo o taza y que finaliza ajustándose
apretadamente contra la columna, hasta
el término de esta. →
También son muy particulares en las
Coryanthes, un par de glándulas llamadas
pléurides, que se encuentran localizadas
sobre la columna, cerca de donde
el pedúnculo se conecta con el ovario,
las cuales segregan un líquido que mantendrá
siempre semilleno el epiquilo. Se
ha mencionado antes que las partes de la
flor en las orquídeas de este género son
altamente especializadas. Precisamente,
esta especialización tiene como objetivo
lograr la polinización de la flor, su posterior
reproducción mediante semillas y
en última instancia, la conservación de
las especies.
Utilizando, como se ha hecho anteriormente,
fotografías de la Coryanthes
hunteriana ,se presenta de seguido una
breve descripción del proceso de polinización
de esta especie, el cual es similar
en todas sus congéneres.
Señala el doctor Günter Gerlach, que en
el siglo pasado se creyó que estas orquídeas
eran polinizadas por los colibríes,
ya que estos a menudo se acercan a to-
Abeja euglosina aun prisionera
entre el epiquilo y la
columna
TICORQUÍDEAS
←
Abeja con los polinios de la orquídea sobre el
dorso
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1
2

Página 8 TICORQUÍDEAS
(Viene de página anterior)
mar el líquido que posee el epiquilo de tales
flores. Pero algunos observadores determinaron
que ello era imposible, pues con tal acción
dichas aves nunca se acercaban ni a los polinios
ni al estigma. Hoy es sabido que las Coryanthes
son polinizadas por abejas machos
euglosinas de los géneros Euglossa, Eulema y
Euplusia. Solo cuando se conoce el recorrido
de estas abejas por estas flores, cobra sentido
la funcionalidad de sus partes.
Se dijo líneas arriba que bajo la capucha del
hipoquilo de la flor existen osmóforos. Precisamente,
la fragancia que estos emanan es la
que atrae fuertemente a la euglosina macho,
las cuales tratan de llegar hasta ellos; tal es su
fruición por impregnarse totalmente de su fragancia,
que en un momento dado pierde su
equilibrio (pues sus alas se han humedecido
con el líquido que manan las pléurides que
están sobre la columna) y cae en el fondo del
epiquilo, el cual se mantiene semilleno del
líquido con el referido líquido. En tal situación,
el insecto pierde su capacidad de vuelo.
No podrá subir por las paredes del epiquilo,
pues ellas son lisas y resbalosas. Solo le queda
una vía de escape: el estrecho agujero que
existe entre el extremo del epiquilo y la columna.
Al hacerlo, roza primero el estigma de
aquella y luego la cubierta de la antera, la cual
logra abrir en su esfuerzo por salir; en esa acción
los polinios se desprenden y se adhieren
al dorso del insecto. Sin embargo, el esfuerzo
por escapar es agotador y la abeja dura hasta
una hora prisionera en el estrecho agujero, accionando
constantemente con sus patas para
lograr su libertad. Precisamente, este es el momento
que capta una de las fotografías.
Cabe agregar que al rozar la abeja, primero el
estigma, y luego la cubierta de la antera donde
están los polinios, las Coryanthes evitan la
autopolinización y en cierta manera, la degradación
genética de la especie. Es más, algunos
científicos aseguran que la abeja, al perder
tantas energías en su escape, no repite de inmediato
su aventura; deja así pasar un tiempo
y su visita la efectúa posiblemente a la flor de
otra planta de Coryanthes, donde en su nueva
huida, deja en el estigma los polinios que lleva
La euglosina, con los polinios sobre el dorso, , lista para emprender el
vuelo
adheridos en su dorso y asegura la reproducción de la especie. En la fotografía
ùltima con la que se cierra este trabajo, puede observarse 4-5 la
euglosina, con los polinios sobre el dorso, lista para emprender el vuelo,
en busca de otra flor de Coryanthes hunteriana, algo difícil pero no
imposible en el Valle Central de Costa Rica, donde esta orquídea es
esporádicamente cultivada.
Jorge Mora
Coryanthes hunteriana
(Forma amarilla)
Como se dijo al principio
del artículo, se encuentran
en Costa Rica dos formas
bien diferenciadas en cuanto
a color de C. hunteriana. La
fotografía de la izquierda
corresponde a la forma amarilla
a la que se hizo alusión
en la página 6.

Página 9 TICORQUÍDEAS
ASOCIACIÓN COSTARRICENSE
DE ORQUIDEOLOGÍOA
N U E V O H O R A R I O
D E
O F I C I N A
Les informamos a nuestros asociados y
público en general que el nuevo horario
de nuestra oficina es:
LUNES A VIERNES
DE 12 A 6 P.M.
Les recordamos que nuestra biblioteca
está disponible para todo público
A S A M B L E A G E N E R A L O R D I N A R I A
FECHA: 15 DE OCTUBRE DE 2007
HORA: 6:30 P.M. (1ª CONVOCATORIA) -7:00 (2ª CONVOCATORIA)
LUGAR: COLEGIO DE INGENIEROS AGRÓNOMOS
DIRECCIÓN: Del cementerio de Moravia, 300 oeste , 100 norte y 200 oeste.
Residencial Los Colegios.
AGENDA
* INFORMES DE JUNTA DIRECTIVA Y FISCAL ÍA
* ACUERDO FINAL SOBRE NUEVOS ESTATUTOS
* ELECCIÓN DE JUNTA DIRECTIVA 2007-2009
* ASUNTOS VARIOS
CONSEJOS ÚTILES PARA EL
CULTIVADOR
Esterilice sus herramientas cada vez que requiera
emplearlas para hacer cortes en una
orquídea.
Recuerde lavar sus manos antes y después
de manipular una planta.
Coloque sellador
en los diversos cortes
para evitar hongos.

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ESPECIES EXTRANJERAS
ESPECIES NACIONALES
HIBRIDAS
MINIATURAS
JUZGAMIENTO MENSUAL ACUMULATIVO
DEL MES DE SEPTIEMBRE DE 2007
TICORQUÍDEAS
Masdevallia regina Félix Sáez 1 er lugar
Dendrochillum filiforme Raúl Cascante 2º lugar
Miltonia roezlii Marta Rubí 3º lugar
C. gutata variedad alba “fields” María del Rosario Orozco Mención honorífica
Polycycnis barbeyanum Gerson Villalobos 1 er lugar
Epidendrum sp. Gerson Villalobos 2º lugar
Pleurothallis cardiothallis Gerson Villalobos 3º lugar
Maxillaria neglecta Gerson Villalobos Mención honorífica
Masdevallia “Angel Frost” Félix Sáez 1 er lugar
Masdevallia Velveteen Angel Félix Sáez 2º lugar
Masdevallia falcata Féliz Sáez 3º lugar
Masdevallia Morning Glory Félix Sáez Mención honorífica
Restrepia trichoglossa Gerson Villalobos 1 er lugar
Specklinia sp. Gerson Villalobos 2º lugar
Specklinia sp. Gerson Villalobos 3º lugar
Ornithocephallus bicornis Carlos Jiménez y Jennie Piedra Mención honorífica
4-5

Página 11 TICORQUÍDEAS
D E V E N T A E N A C 0
Laelia anceps
ARTÍCULOS
PARA CULTIVAR Y CONOCEDR
MEJOR SUS ORQUÍDEAS
*SUSTRATOS
*ABONOS
*CANASTAS
*LIBROS
ASOCIACIÓN ALAJUELENSE DE ORQUIDEOLOGÍA
INVITA A SU
XXVII EXPOSICIÓN DE ORQUÍDEAS
Fechas: 26, 27 y 28 de octubre de 2007
Lugar: Salón de la Iglesia de El Llano
(100 metros sur y 200 este del Estadio Alejandro Morera Soto).
Entrada: ¢1000
RECEPCIÓN DE PLANTAS EN ACO
Martes 23 de octubre de 12 a 6 p.m.
Miércoles 24 de 9 a.m. a 12 m.d. (hora límite)

Página 12 TICORQUÍDEAS
ORQUÍDEAS IBÉRICAS (VIENE DE PÁG. 4)
El colmo de esta flor ardiente, que campa por la mitad de
nuestro territorio peninsular, es su capacidad de autofecundarse
si antes de diez días su vulva vegetal, una vez madura,
permanece virgen.
En esta historia de pasión no está sola la apifera. Otras orquídeas,
con idéntico objetivo, han desarrollado aspecto de escarabajo,
araña, mosca, abejorro o avispa, con aparente éxito.
Lo espectacular de sus diseños ha dado a muchas orquídeas
los nombres más variados, como la orquídea mono o la del
ahorcado. Y es que sus dos pétalos y tres sépalos juegan con
el tercer pétalo, el labelo, que es el más espectacular, generando
formas caprichosas que han dado pie a toponimias populares,
leyendas sobre supuestas propiedades y hasta han
llevado al descubrimiento de especies animales. A saber:
cuando Charles Darwin contempló el larguísimo espolón de la
orquídea de Madagascar (Angraecum sesquipedale), dedicó
las siguientes jornadas del viaje a buscar el insecto que pudiera
fecundar con su trompa -o proboscis- aquella flor
profunda. El descubrimiento del insecto, la mariposa
Xantophan morgani, se demoró algunos años, pero podemos
asegurar que su ingreso en las listas taxonómicas fue posible
gracias a aquella primera observación de la fisiología de la
hermosa flor tropical.
Para compensar tanta belleza y evitar llamar la atención de
ovejas, vacas y demás fitófagos, las orquídeas se visten de
colores que habitualmente denotan contenido venenoso y a
menudo llegan a contar con él, siendo aborrecidas por los depredadores
y salvando así el pellejo.
Conservar las orquídeas en nuestros campos depende en gran
medida de la conservación de los hábitats que ocupan, a menudo
muy específicos. Pero además, la enorme dependencia
de estas flores con los insectos que las polinizan obliga
a proteger previamente a esos insectos del uso de productos
químicos que los aniquilan. En casos, la relación de una orquídea
con el insecto que puede polinizarla es tan estrecha
que su área de distribución se limita a la del insecto en cuestión.
Abril y mayo son los meses de mayor floración de las
orquídeas, que en el sur peninsular se adelanta incluso a
febrero y que se dilata hasta junio en alta montaña. Si en su
paseo campestre identifica alguna orquídea, no la arranque.
Son un archivo genético a preservar y no andamos muy sobrados
de archivos (Artículo recopilado por Gabriela
Echandi) .
Ophris apifera
Orchis mascula
Orchis italica
Orchis papilonacea