Boletín Mensual, Octubre 2007 - Asociación Costarricense de ...

Página 12 TICORQUÍDEAS
ORQUÍDEAS IBÉRICAS (VIENE DE PÁG. 4)
El colmo de esta flor ardiente, que campa por la mitad de
nuestro territorio peninsular, es su capacidad de autofecundarse
si antes de diez días su vulva vegetal, una vez madura,
permanece virgen.
En esta historia de pasión no está sola la apifera. Otras orquídeas,
con idéntico objetivo, han desarrollado aspecto de escarabajo,
araña, mosca, abejorro o avispa, con aparente éxito.
Lo espectacular de sus diseños ha dado a muchas orquídeas
los nombres más variados, como la orquídea mono o la del
ahorcado. Y es que sus dos pétalos y tres sépalos juegan con
el tercer pétalo, el labelo, que es el más espectacular, generando
formas caprichosas que han dado pie a toponimias populares,
leyendas sobre supuestas propiedades y hasta han
llevado al descubrimiento de especies animales. A saber:
cuando Charles Darwin contempló el larguísimo espolón de la
orquídea de Madagascar (Angraecum sesquipedale), dedicó
las siguientes jornadas del viaje a buscar el insecto que pudiera
fecundar con su trompa -o proboscis- aquella flor
profunda. El descubrimiento del insecto, la mariposa
Xantophan morgani, se demoró algunos años, pero podemos
asegurar que su ingreso en las listas taxonómicas fue posible
gracias a aquella primera observación de la fisiología de la
hermosa flor tropical.
Para compensar tanta belleza y evitar llamar la atención de
ovejas, vacas y demás fitófagos, las orquídeas se visten de
colores que habitualmente denotan contenido venenoso y a
menudo llegan a contar con él, siendo aborrecidas por los depredadores
y salvando así el pellejo.
Conservar las orquídeas en nuestros campos depende en gran
medida de la conservación de los hábitats que ocupan, a menudo
muy específicos. Pero además, la enorme dependencia
de estas flores con los insectos que las polinizan obliga
a proteger previamente a esos insectos del uso de productos
químicos que los aniquilan. En casos, la relación de una orquídea
con el insecto que puede polinizarla es tan estrecha
que su área de distribución se limita a la del insecto en cuestión.
Abril y mayo son los meses de mayor floración de las
orquídeas, que en el sur peninsular se adelanta incluso a
febrero y que se dilata hasta junio en alta montaña. Si en su
paseo campestre identifica alguna orquídea, no la arranque.
Son un archivo genético a preservar y no andamos muy sobrados
de archivos (Artículo recopilado por Gabriela
Echandi) .
Ophris apifera
Orchis mascula
Orchis italica
Orchis papilonacea