Los amiguetes del pequeño Nicolás - frances-seritium - home
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—¿Filatelia? —dijo el Caldo—. ¡Eso está<br />
muy bien! Muy instructivo, sobre todo en lo<br />
concerniente a la historia y a la geografía. Y,<br />
además, una buena colección puede llegar a valer<br />
mucho... Hubo un rey de no sé qué país, y<br />
no me acuerdo de su nombre, que tenia una<br />
colección que valía una fortuna...<br />
Bueno, hagan sus cambios pero pórtense bien.<br />
El Caldo se marchó y Clotario tendió su<br />
mano, con el sello dentro, a Rufo.<br />
—Entonces, ¿de acuerdo? —preguntó<br />
Clotario.<br />
—No —contestó Rufo.<br />
—Yo estoy de acuerdo —dijo Alcestes.<br />
Y, después, Eudes se acercó a Clotario,<br />
y, ¡hale!, le quitó el sello.<br />
—¡Yo también voy a empezar una colección!<br />
—gritó Eudes, riendo.<br />
Y echó a correr. Clotario no se reía,<br />
corría detrás de Eudes gritándole que le<br />
devolviera su sello, asqueroso ladrón. Entonces,<br />
Eudes, sin detenerse, lamió el sello y se lo pegó<br />
en la frente.<br />
—¡Eh, chicos! —gritó Eudes—. ¡Mirad! ¡Soy<br />
una carta! ¡Soy una carta por avión!<br />
Y Eudes abrió los brazos y empezó a<br />
correr haciendo «braom, braom»;<br />
pero Clotario consiguió ponerle la zancadilla, y<br />
Eudes cayó, y empezaron a pelearse terriblemente,<br />
y el Caldo volvió corriendo.<br />
—¡Oh! ¡Ya sabía yo que no podía confiar<br />
en ustedes! —dijo el Caldo—.<br />
Son incapaces de distraerse inteligentemente.<br />
¡Ustedes dos, castigados!... Y, además, usted,<br />
Eudes, va a hacerme el favor de despegarse ese<br />
ridículo sello que tiene en la frente.<br />
—Si, pero dígale que tenga cuidado de no<br />
romper los dientes —dijo<br />
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