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EMI CLASSICS CELEBRA<br />
EL 75 CUMPLEAÑOS<br />
DE SIR YEHUDI MENUHIN<br />
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Eála<br />
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Antonio Moral<br />
Director Adjunto<br />
Javier Alfaya<br />
Hedoclnrje/é<br />
Enrique Martínez Mura<br />
Consep de Redacción<br />
Javier Alfaya, Roberto Andrade Malde. Domingo del<br />
Campo Castel. Santiago Martín Bermúdez, Antonio<br />
Moral, jos* Luis Pérez de Arteaga, Arturo Reverter,<br />
José Luis Téllez.<br />
Secciones:<br />
ftedücorjn en Sanciona Albert Vilardeil. Redacción en<br />
Valencia Blas Cortés. Actualidad lavier Alfaya y Enrique<br />
Martínez Miura. Discos Ennque Pérez Adnan. Alia<br />
Fidelidad Alfredo Orozco. jazz. Ebbe Traberg. /Músico<br />
comemporóneo. Manuel Rodeiro Educación músico/:<br />
Víctor Pliego. Danzo" Jesús Castañar.<br />
Colaboran en este número-<br />
Javier Alfaya, Roger Alier, fulio Andrade Makie. Roberto<br />
Andrade Malde. Joaquín Amau Amo, Alfredo Brotóns<br />
Muñoz, Sansón Carrasco, Luis Femando Carvajal<br />
Blázquez. Edjartio Casanueva Pedrafa, jesús Castañar,<br />
Blas Corté;, Pedro Elias. Femando Fraga. Manuel García<br />
Franco, julio García Mayordomo. Florentino Gracia<br />
LrtnHas, Marc Heilbron, Amoldo Liberman, Kenneth<br />
Loveland, Nadir Madnles. Santiago Martín Bermúdei<br />
Joaquín Martin de Sagarminaga, Ennque Martínez<br />
Miura. Blas Matamoro. Daniel Moyano, Alfredo Orozco<br />
Buezo, Rafael Ortega Basagoiti, Enrique Pérez<br />
Adrián. José Luis Pérez de Arteaga, Francisco Ramos,<br />
ftolf Rettbers. Arturo Reverter, Manel Rodeiro. Roger<br />
Salas, Luis Sufién, José Luis Téllez, Ebbe Traberg,<br />
Alben Vilardeil. Ruth Zaurier.<br />
Coordino ef Dosier cíe este mimero:<br />
Javier Alfaya<br />
Diserlo de panada.<br />
Arquetipo<br />
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Maquetnáórc<br />
Arantza Quirrtanilla<br />
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y suscnpciones). Soma Yuste ísecnetaria).<br />
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SCHERZO es una publicación de carácter plural y no<br />
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FRANCIA 30 FF. ITALIA a.OOO L<br />
PORTUGAL 700 E3C. USA. 7i.<br />
SUSCRIPCIONES i 000 PlasJAÑO.<br />
Año VI - n.° <strong>55</strong> - Junio 1991 - 450 ptas.<br />
OPINIÓN A<br />
TRIBUNA LIBRE:<br />
- Música y silencio, Daniel Moyano 7<br />
ACTUALIDAD: 8<br />
OPERA DEL SIGLO XX:<br />
- Peter Grimes o la fuerza de un destino. Amoldo übetmon 32<br />
VOCES DE AYER Y HOY:<br />
- Dame Kiri,José Luis Pérez de Arteaga 38<br />
ENTREVISTA:<br />
- Sir Neville Marriner, la claridad ante todo, Rafael Ortega Basagoiti,<br />
Ruth Zouner. 45<br />
ACTUALIDAD DISCOGRAFICA 51<br />
REFERENCIAS:<br />
- De la humana imperfección, A/turo Reverter 54<br />
DISCOS 57<br />
ESTUDIOS DISCOGRAFICOS:<br />
- Un clásico que vuelve, Rafael Onega Basagoiti 78<br />
- Obligada y bienvenida polémica, Pedro Elias 82<br />
- Su cuarta Aida, Femando Fraga 84<br />
- Antología, Joaquín Amau Amo 86<br />
- Rubinstein, felizmente recuperado, Rafael Ortega Basagoiti 88<br />
- Los 90 años de una orquesta, Enrique Pérez Adnán 90<br />
- Accord: tónico, Pedro Elias 94<br />
- Dos visiones bachianas, Florentino Gracia Utrillas 96<br />
DOSIER: Hermann Scherchen o la pasión de descubrir 99<br />
- Aquellos eran tiempos José LUÍS Téllez 100<br />
- Scherchen, visto por Canetti, Francisco Ramos 103<br />
- Una batuta heterodoxa, A/turo Reverter 108<br />
- El hombre de los mil estrenos, Javier Alfaya I I I<br />
- Una discografía, Enrique Pérez Adrián I 12<br />
ENCUENTROS:<br />
- «lo non sonó che un critico» Joaquín Martín de Sagarmínaga I 14<br />
MÚSICA CONTEMPORÁNEA:<br />
- Joan Guinjoan, bautismo operístico, Joaquín Martin de Sagarmínaga I 18<br />
DANZA:<br />
- Danza en Granada, Jesús Castañar 120<br />
ALTA FIDELIDAD:<br />
- Air Tight, válvulas japonesas, Alfredo Orozco Buezo 122<br />
- Mozart y el recibo de la luz, Eduardo Casanueva Pedraja 124<br />
- Consideraciones técnicas, julio García Mayordomo 127<br />
JAZZ:<br />
- Episodios, Ebbe Traberg 128<br />
EFEMÉRIDES, Luís Femando Carvajal Blázquez 130<br />
SCHERZO 3
OPINIÓN<br />
n tn artículo reciente, aparecido en el diario<br />
madrileño El Sol, Antonio Gallego hablaba del<br />
problema de la mala distribución del dinero<br />
público en lo que a la músicaconoeme.<br />
Tomando como pretexto una información televisiva,<br />
caracterizada por ese sonriente optimismo que los<br />
comunicadores del medio suelen reservar pora los temos<br />
culturales, hablaba del escóndalo que supone el que<br />
nuestros archivos y bibliotecas musicales estén en el casi<br />
abandono y que el dinero invertido anualmente por el<br />
Estado en e//os no alcance para pagar los gastos de la<br />
inauguración de la Maestranza sevillana. £n esto, como<br />
en tantas cosas en nuestro país, prevalece el sentido del<br />
espectáculo sobre ei de la utilidad. A nadie parece<br />
importarte que los enseñantes estén mal pagados y los<br />
Conservatorios mal dotados y que, en consecuencia, la<br />
calidad de la enseñanzo sea escasa. Se habla hasta el<br />
agobio de la necesidad que tiene nuestro país de ser<br />
competitivo frente al llamado desafío del 93 y sin<br />
embargo, al menos en música, nadie parece interesado,<br />
en poner los medios para llegar a serio. Los hechos<br />
cantan por si solos: cada vez que se crea una orquesta<br />
sinfónica o que se necesita cubrir plazas en otra hay que<br />
recurrir a contratar músicos extranjeros porque la mayor<br />
parte de los aquí nacidos no dan la talla.<br />
Habría que pensar si quienes detentan los poderes<br />
públicos no han llegado a la conclusión de que es mejor<br />
tirar la toalla, no competir y dejar que las cosas corran.<br />
Parece como si se hubiera razonado de la siguiente<br />
manera: ya que no creamos gran cosa en cultura,<br />
importémosla. Nadie duda que la vida musical en<br />
4 SCHEPZO<br />
El dinero de la música<br />
España ha cambiado profundamente en la última<br />
década, pero en general ese combio se ha producido en<br />
la multiplicación de una oferto que nos viene de fuera, no<br />
en la creación de unos recursos musicales propíos, sólidos<br />
y estables. El hecho de que nuestro país lo visiten tales o<br />
cuales divos con frecuencia -cobrando, eso sí el doble o<br />
ei triple que en otros países europeos, práctica habitual a<br />
lo que son muy adictos, por cierto, algunos de esos divos<br />
de nacionalidad española y no los menos aficionados a<br />
hacer gala de un patriotismo con frecuencia impertmenteno<br />
significa que se enriquezca de un modo sensible nuestra<br />
vida musical. Lo que si enriquece una cultura es un<br />
cambio cualitativo en la enseñanza, una extensión de<br />
ésto, lo ayuda a los trabajos de creación e investigación,<br />
unos programas de divulgación masiva planificados y<br />
coordinados con sensibilidad y conocimiento.<br />
Precisamente, lo que sigue faltando, y de modo<br />
escandaloso, en nuestra vida musical.<br />
Una vez más hay que repetir que una vida cultural<br />
auténtica no se puede confundir con el boato cortesano<br />
de actos como el de la inauguración de la Maestranza. El<br />
problema no es de cantidad, sino de calidad, una verdad<br />
que parece haberse olvidado. No por poner muchos<br />
millones encima de la mesa y afirmar la disposición o<br />
gastar/os se genera una cultura viva. Ésta nace, en<br />
muchas ocasiones, de propósitos modestos, pero atinados,<br />
de lo convicción de que -por utilizar una terminología<br />
puesta en circulación en los benditos 60 por Ef. Schumacherio<br />
pequeño; es decir, lo no pretencioso, lo no retórico, lo<br />
hecho con amor y con sentido común, es lo<br />
hermoso.
BACHILLERÍAS<br />
De vesperis<br />
moestis<br />
Cae la tarde melancólica de un<br />
domingo cualquiera de este interminable<br />
invierno, Casi sin<br />
voluntad me dejo resbalar por uno de<br />
mis vicios, vicios de pájaro solitario<br />
minuciosamente descritos por Juan de<br />
Yepes -Dios, qué mal lo conocen<br />
quienes dicen defenderlo de supuestos<br />
ataques- Abro un libro de poemas<br />
comprado en otra tarde melancólica<br />
de otro invierno interminable y,<br />
como si se tratase de un oráculo,<br />
surge ante mis ojos un poema seguramente<br />
leído hace años, pero no grabado<br />
en la memona veleidosa.<br />
«Ahora d valle drbuja con paciencia flamenca.<br />
Las famas se hacen hebras. Una ventana se abre<br />
en la casa leíana, aún medieval de sueño<br />
Mas va Venecia empieza a esmerara; en el álbum<br />
infantil y ruidoso del concurso de trinos.<br />
De pronto, por el vaJle, se ibrs la voz de Mozart<br />
y la estampa se hace perfección neoclásica».<br />
Imposible una más precisa clase de<br />
Historia de la Música en siete versos.<br />
Siento que a la otra parte del libro<br />
hay alguien -no lo conozco. Dice llamarse<br />
Juan Manuel Rozas- con quien<br />
esta tarde me gustaría hablar. ¿De<br />
qué? No sé. de la paciencia flamenca,<br />
del sueño medieval, del infantil álbum<br />
veneciano, de la voz de Mozart, del<br />
concurso de trinos convertido en<br />
olimpiada de berridos. Pero no puedo<br />
hablar, sólo escribir.<br />
En la desnuda silaba del tiempo<br />
la música pintó EU corolano.<br />
Ef siempre y el ahora se confunden<br />
en un instante eterno 1 quizá éste.<br />
No es la boda de Cadmo y Harmonía,<br />
sino de Aracne y Sfcrfo sediento-<br />
Sansón Carrasco<br />
OPINIÓN<br />
EL DISPARATE MUSICAL<br />
Del concierto para pino al concierto<br />
para pomo<br />
H<br />
ace ya tiempo que les conté que,<br />
según cierta agencia de noticias, el<br />
director soviético Herbert von Karajan<br />
tomaba el té con Gorbaehov todos los días,<br />
ah! era nada la capacidad de transformación<br />
política del desaparecido maestra. Mas no<br />
podía yo imaginar que la infiltración del marxismo<br />
en la música hubiera podido llegar tan<br />
lejos cuando leí sobre esa magna ópera de<br />
Weber, titulada, cómo no, Obrerón. Creí<br />
entonces haber llegado a la cumbre de la<br />
composición musical comunista, cuando hete<br />
aquí que me veo sorprendido por una nueva<br />
joya, de título Los nrps de' Capital Granf. con<br />
el añadido de que a lo peor resulta que mi<br />
admirado Julio Veme también estaba en la<br />
pomada, que dicen ahora.<br />
La importancia de la política en la cosa<br />
musical no pasaría de ahí 51 no hubiera escuchado,<br />
entre otras lindezas, que Betiioz resultaba<br />
ser un importante político, Debussy<br />
había cambiado de ares para convertirse en<br />
un probo súbdrto del Kaiser y Turina había<br />
sido un auténtico especialista del bel canto,<br />
puesto que habla nacido, como ustedes<br />
saben muy bien, en Italia El predaro concursante<br />
que asi se expresaba en uno de esos<br />
tronchantes programas televisivos, debió de<br />
razonar aquello de que de Turfn... Tunna, y<br />
chúpate esa mandarina Me entró el tembleque,<br />
porque me acordé instantáneamente de<br />
que Mozart había compuesto aquello de Q<br />
Rapto del desarrollo, en descarada competencia<br />
con López-Rodó, y empecé a preguntarme<br />
si cualquier día de estos nos encontraríamos<br />
a alguien que insinuara que Beethoven<br />
había sido procurador en Cortes por el tercio<br />
familiar, y nosotros durmiendo en Pikolín.<br />
Sin embargo, nada resulta más curioso,<br />
en matena de gazapos, que los ecológicos,<br />
como el que surgió en el programa de uno<br />
de los primeros conciertos del presente<br />
Festival Mozart (Roger Nomngton), en el<br />
que, al parecer, se interpretaba un Concierto<br />
para pino y orquesta del compositor salzburgués.<br />
Les juro que estuve todo el concierto<br />
buscando el susodicho árbol, con una irre-<br />
frenable y perversa curiosidad por conocer<br />
el sonido que produciría, pero me quedé<br />
con las ganas, porque el solista, aunque con<br />
alguna que otra pluma y con más de una<br />
postura que por momentos me hizo pensar<br />
que iba a tocar el fortepiano haciendo el<br />
pino, hizo lo primero, pero no lo segundo, y<br />
desde luego allí no se oyó ninguna cadencia<br />
para árbol.<br />
Sin despreciar el interés del gazapo ecológico,<br />
no podemos de|ar pasar el gazapo<br />
picante, más cuando está, como en el caso<br />
que nos ocupa, en letras de tamaño considerable,<br />
vamos, de las que ven hasta los de los<br />
veinte iguales. El susodicho se deslizó en el<br />
anuncio de un concierto, que había de tener<br />
lugar en Santiago de Compostela, a cargo<br />
del En semble Ant dogma Música. El acontecimiento<br />
estaba auspiciado por el Centro<br />
para la Difusión de la Música Contemporánea.<br />
La obra única del programa era Hymnen<br />
de Karíheinz Stockhausen. Pero ya pueden<br />
adivinar que. no podía ser de otra<br />
manera, se cayó la pnmera «n» y se quedó<br />
un anuncio, lo mas parecido a la versión clásica<br />
de ¡Ay, qué calor!, en el que se programaba,<br />
sin especificar si participaba o no Cicciolina<br />
de solista, la ejecución de Hymen del<br />
autor citado. Ignoramos la cantidad de incautos<br />
que acudirían esperando quién sabe qué<br />
cosas y con envidia difícilmente contenida<br />
por el papel de Daniel Teruggi, director<br />
musical y Enrique Maclas, asistente. Ignoramos<br />
igualmente la cara de idiota que se le<br />
debió poner a más de uno al comprobar, no<br />
sin desilusión propia de macho ibénco, que<br />
aquello era de lo mis recatado y que lo<br />
podian haber firmado las Teresianas<br />
Resumiendo, la música penetró pnmera<br />
en el proletariado, después ha adquirido tintes<br />
verdes (de ecología, no sean malpensados)<br />
y luego ha cogido un tono algo más<br />
verde, pero de los otras. Estamos buenos.<br />
Cualquier día nos tachan de moralmente<br />
dudosos, como mínimo.<br />
Rafael Ortega Basagoiti<br />
SCHfcRZO ">
OPINIÓN<br />
ÁNGULOS<br />
alguien se le ha ocurrido montar<br />
en Madrid un encuentro de cinesias<br />
europeos, que ha terminado<br />
en desastre. A nadie, al parecer, se le<br />
había ocurrido una cosa tan elemental<br />
como es tener dispuesto un servicio de<br />
traducción simultánea. Demasiado atareados<br />
en almuerzos de trabajo y otras<br />
muestras de la parafemalia que suele<br />
acompañar en este país a cualquier actividad<br />
pública, los organizadores perdieron<br />
de vista ese pequeño detalle y la<br />
cosa terminó casi en una Babel,<br />
Realmente, la capacidad hispánica de<br />
chapucería está llegando a extremos<br />
que rozan lo intolerable, Antes, en<br />
tiempos de la dictadura franquista, las<br />
cosas eran aún peores, pero se notaban<br />
menos. La Censura y la policía política<br />
se encargaban de acallar a los discrepantes.<br />
Y además ahora, después de<br />
siglos de vivir en el patio trasero, estamos<br />
en Europa y se notan más las<br />
meteduras de pata. Así que, por desgracia<br />
para los chapuceros (que son<br />
legión), hay cajas de resonancia por<br />
todos los lados. Algunos deben pensar<br />
que es una pena.<br />
Pero lo del cine tal vez no sea nada<br />
en comparación con lo que se nos viene<br />
encima: ese año en que Madrid va a<br />
pasar a ser algo asi como «Reina por un<br />
día» -léase «Caprtal europea de la cultura»-.<br />
Los avances de lo que nos depara<br />
el futuro son como para echarse a<br />
temblar. En el campo de la música en<br />
concreto el triunfahsmo habitual presenta<br />
como grandes novedades lo que<br />
CARTAS<br />
Bicentenario<br />
Todos los (verdaderos) mozartianos teñe<br />
mos sobradas razones para temer, odiar y hasta<br />
aborrecer el tan famoso Año Mozart. pero el<br />
motivo de esta carta no es poner de manifestó<br />
el oportunismo, la horterada, el trabajo cutre, la<br />
comercialidad ramplona y la cantidad de advenedizos<br />
metidos a musicólogos que están invadiendo<br />
prensa y mercado en nuestro país a<br />
costa del pobre Wolfgang Amadeus. Ya no se<br />
trata de hablar de las editoriales que lanzan fascículos<br />
a bombo y platillo con la «Biografía de<br />
W. Amadeus Mozart» y nos endilgan 899.342<br />
fascículillos de texto barato y ramplón junto a<br />
primorosos CD's interpretados por la Sinfónica<br />
de las Comores, el Ensemble Singapurensis o la<br />
prestigiosa Filarmónica de Vi Ilacatas de Abajo.<br />
Ya no hablaré de los bombones Mozart, las<br />
galletas, el licor, los caramelos Mozart, y dentro<br />
de poco hasta del papel higiénico Mozart Olvidaremos<br />
las burradas vertidas por periodistas<br />
(¡?) en su5 reportajes de los suplementos dominicales<br />
de la prensa española, donde una se<br />
(ÍSCHERZO<br />
Chapuza a la vista<br />
cualquier mediano aficionado sabe que<br />
es poco más que el pan nuestro de cada<br />
día. Y lo que es peor, la falta de imaginación,<br />
la inercia grandilocuente de las<br />
grandes celebraciones, la incapacidad de<br />
ser modestos para ser eficaces, la tendencia<br />
al escaparatismo, tnunfa en una<br />
serie de espectáculos, si no ayunos por<br />
completo de interés, sí que son intercambiables<br />
con los de cualquier año<br />
corriente y moliente en nuestra ciudad.<br />
En verdad que podría ser prodigiosa la<br />
vida en España si sus habitantes habláramos<br />
menos, perdiéramos menos tiempo<br />
en charlas de pasillo y de café, en especular<br />
sobre proyectos irrealizables -Castillos<br />
en España- e hiciéramos más. Posiblemente,<br />
habria mejores novelas, mejores<br />
óperas, mejores películas, mejores<br />
investigadores, pero nos pierde el hablar<br />
por los codos y tomar deseos por realidades.<br />
¿Pero qué se puede pedir en un<br />
país donde los sesudos varones han<br />
confundido bullicio callejero con creatividad,<br />
tomándose en serio aquel entrar<br />
y salir de lugares públicos que se llamó<br />
la movida y elevándola a una absurda<br />
categoría cultural?<br />
Preparémonos, pues, para lo peor.<br />
Para la improvisación y el disparate. Al<br />
final, cuando se vea que en la celebración<br />
faltan nombres ¡lustres, se forzará<br />
la máquina. Se traerán unos cuantos<br />
divos pagándoles el doble que en cualquier<br />
país europeo y se llenará el cartel.<br />
Es la costumbre.<br />
Javier Alfaya<br />
entera, por ejemplo, de que ei bueno de Wolfe<br />
murió en 1795. se llamaba «Wolfangus<br />
Yohanness (sic), tenia una ópera llamada<br />
«Mitriades» (sic) y una esposa sin la cual (¿?!)<br />
«no hubiera terminado La flauta mágica», escribió<br />
La demenza á Too m hubiera muerto con<br />
d Réquiem en las manos» (re-sic). Dejemos el<br />
tema, también de sus famosas óperas Don Gtvannr<br />
(sic enésimus), Loca del Cairo, ñortian y<br />
baniono (¡sic!), y un largo etcétera.<br />
Pero lo que no podemos ni debemos tolerar<br />
es que, unánimemente, se nos esté hablando<br />
día tras dia de la cetebrooán del bicentenano de<br />
Mozart ¿Merece celebrarse la muerte de un<br />
genio? ¡O lo que hay que celebrar es que hace<br />
ya 200 años que le perdimos? Dice la Real Academia<br />
Española de la Lengua que celebrar es,<br />
entre otras muchas definiciones jolgoriosas y<br />
alegres, «alabar, encarecer a una persona o<br />
cosa». ¿Debemos alabar o encarecer la muerte<br />
de Mozart? Por favor, señores periodistas, musicólogos<br />
y demás ilustres personajes, dejen de<br />
invitamos a que «celebremos» la muerte del<br />
pobre Wolfgang Mozart, que bastante tiene ya<br />
con todo lo que se le está viniendo encima en<br />
este infausto Año Mozart Respétenlo. dé|enle<br />
en paz, no lo toquen con sus plumas torcidas y<br />
EN Mt MENOR<br />
Un hoy difícil<br />
Dice Northrop Frye en su Anatomy<br />
of cntKism que es preciso no olvidar<br />
que una cosa es la historia de<br />
la literatura y otra la histona del gusto.<br />
Póngase música donde él dijo literatura y<br />
la reflexión no variará un ápice. Se trata,<br />
en efecto, de historias distintas, que unas<br />
veces convergen con suavidad y otras se<br />
separan violentamente, hechas de fragmentos<br />
y sucesiones, de bloques y de<br />
fracturas, de plenitudes y de vacíos.<br />
Construidas por sujetos en ocasiones<br />
bien distintos, pero que, también, pueden<br />
acordar un día decir lo mismo.<br />
¡Qué sera luego de lo que hoy es<br />
contemporáneo? Nuestros conciudadanos<br />
en el tiempo se llaman Webem y<br />
Myaskovski, Scelsi y Vaughan-Williams,<br />
Luis de Pablo y Arvo Párt Y qué distinta<br />
la reacción del oyente simple ante unos<br />
tres y otros tres. No hace tanto tiempo<br />
hemos visto desertar manadas de<br />
espectadores en Madnd a lo largo de<br />
una Turangalila en la que, por añadidira,<br />
se rendía homenaje a un Olivier Messiaen<br />
presente en la sala de conciertos.<br />
Alguien me decía días atrás que, quiérase<br />
a no, Rachmaninov quedará en la<br />
histona de la música del siglo XX. Y es<br />
más que probable que tenga razón, pues<br />
razones hay para demostrarlo. Dejemos,<br />
si se quiere, la coartada perfecta de lo<br />
sentimental a un lado, para pensar que<br />
también es cuestión de lenguaje. En<br />
música, como en literatura, el consumidor<br />
olvida que cada tiempo se expresa a<br />
su modo, y, asi, el fin de siglo parece plagado<br />
de analfabetos funcionales.<br />
Es, otra vez. la cultura frente a un<br />
abismo -recordando a Steiner- que<br />
parece demasiado oscuro, frente a un<br />
nuevo vacio que alguien salvará como lo<br />
salvaron Monteverdi o Mozart, Wagner<br />
o Mahler, Schónberg o Messíaen. Un<br />
abismo al que se asoma, hoy como ayer,<br />
el ser humano. El que pide consuelo y el<br />
que reclama belleza, Pero un consuelo y<br />
una belleza que no podrán dejar de llegar<br />
nunca de quienes crean con la lengua<br />
de su siglo y construyen -aunque<br />
les suma la sombra- el habla del que<br />
asoma -feroz parece- tras las sombras<br />
engañosas de una noche a la que se le<br />
hubiera borrado esa que creíamos -y<br />
temíamos- la aurora más segura.<br />
Luis Suñén<br />
oportunistas, y deien a los verdaderos entendidos<br />
y conocedores del genio de Salzburgo que<br />
nos hablen, ellos si, del bicentenano Mozart sin<br />
necesidad de «celebración», Gracias<br />
Uno Wozoitwno «pre-bkentenario»<br />
Ana M.° Herrero Alonso
TRIBUNA L/BRE<br />
Música y silencio<br />
os propietarios de supermercados y bares, de la mano<br />
de las mu íti nacionales, han aparecido en el horizonte,<br />
lesde hace unos años, como los verdaderos dueños de<br />
la música. Son ellos quienes eligen las obras que estaremos<br />
obligados a escuchar cada vez que entremos en uno de esos<br />
lugares públicos. Y con el filoyankismo de que somos presa<br />
en este país, también desde hace algunos arios, ya se sabe<br />
qué tipo de música nos obligan a escuchar cada vez que decidimos<br />
tomamos un café o entrar en cualquier tienda.<br />
Una música que no siempre lo es y que. por otra parte,<br />
nadie escucha, mejor dicho, nadie podría escuchar aunque lo<br />
quisiera, porque en realidad la asi llamada música (como diría<br />
Thomas Bemhard) forma parte del conjunto de ruidos simultáneos<br />
que dichos propietarios muftinacionalistas utilizan para<br />
atontar al personal y llevarle directamente al único acto que<br />
verdaderamente importa: consumir<br />
Sin tener en cuenta la salud de la gente, ya se sabe que los<br />
nazis utilizaron la música como instrumento de tortura elevando<br />
su estridencia a llmrtes no tolerados por el oído humano,<br />
y algo parecido sucede cuando junto a la televisión o a la<br />
radio que chilla, a la máquina del café que ulula, a las voces<br />
de los clientes, a las órdenes de los camareros, aparece todavía,<br />
simultáneamente, la máquina tragaperras que toca La<br />
cucaracha cuando tiene apetencia de monedas. Sin contar los<br />
ruidos que vienen de afuera, principalmente los producidos<br />
por el Ayuntamiento, con sus sirenas enloquecidas y las mandíbulas<br />
metálicas de los camiones trituradores de basura.<br />
Los poetas simbolistas franceses, cuando barruntaron que<br />
los burgueses querían adueñarse de la poesía, la protegieron<br />
escribiendo, por ejemplo «la sol» o «el luno», más que con<br />
propósitos estéticos con el ánimo de espantar a esos terribles<br />
degustadores. ¿Habrá algún remedio parecido para protegemos<br />
de este abuso aberrante?<br />
La asf llamada música se ha generalizado no sólo en España,<br />
sino en casi todo el mundo, que es el campo natural de<br />
las multinacionales que imponen estos gustos o disgustos. La<br />
música existe, principalmente, porque existe el silencio. De lo<br />
contrario no tendría sentido.<br />
Y de lo que verdaderamente se están apropiando estos<br />
señores, esperemos que no sea para siempre y pase como<br />
las modas, es del silencio que hace posible la existencia de<br />
ese patrimonio natural de la humanidad que es la música.<br />
Daniel Moyana<br />
OPINIÓN<br />
SCHERZO 7
ACTUALIDAD<br />
Música para niños<br />
No se puede decir que en nuestro país se haga mucho por<br />
difundir la música entre los niños, para crear así un núcleo de<br />
futuros melómanos. Lo más frecuente es lo contrario; es decir,<br />
fomentar en los crios, si se dejan, una sonó aversión a los sonidos<br />
organizados. Por eso hay que saludar con gratitud el Ciclo<br />
de Conciertos Infantiles organizado por la Fundación Caja de<br />
Madrid, y cuya dirección corre a cargo de Femando Argenta,<br />
con la colaboración artística de Miguel Groba al frente de la<br />
Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid. Obras de Banchieri,<br />
Emst Tocb, Zollner, Rudel Jaufré, Manuel Faria, Alberto<br />
Blancafort, Boccherini, Vivaldi, Johann y Josef Strauss y Asenjo<br />
Barbieri forman el repertorio compositivo con el cual se iniciará<br />
a los niños en el mundo maravilloso de la música.<br />
Antonio Vno/dl<br />
Un festival<br />
que revive<br />
País de grandes músicos, Rumania. Enesco, Celibidache,<br />
Clara Haskill, Dmu Lipatti, Constantin Silvestri, Radu Lupu.<br />
Otto Ackermann, Georgescu... son algunos de los nombres<br />
que se le ocurren a uno de inmediato al pensar en ese país de<br />
histona tan desdichada. Ahora, atrás ya la siniestra dictadura<br />
del Conducator Ceaucescu. se está tratando de revitalizar el<br />
Festival Enesco -o Enescu, que esa es la correcta grafía rumana<br />
del nombre del ilustre violinista y compositor-, antaño visitado<br />
por nombres famosos, que luego lo desertaron por razones<br />
comprensibles. El Festival irá acompañado además por un<br />
concurso internacional, que abarcará las especialidades de<br />
piano, violín, canto y composición, La fecha señalada para el<br />
doble acontecimiento es en el próximo mes de septiembre.<br />
8 SCHERZO<br />
í<br />
John Efiot Gordmef FOTO: AMS£il£M<br />
Un Mozart para Pasqual<br />
Cuando aparezca este número de SCHERZO en la calle se<br />
habrá producido el estreno de una nueva producción de El<br />
rapto en el serrallo de W.A. Mozart en la Basílica de Notre<br />
Dame de Victoires de Paris. con dirección escénica de uno de<br />
los hombres de teatro más ilustres del país: el catalán Lluis<br />
Pasqual. La dirección musical corre a cargo de John Eliot Gardiner,<br />
con los English Baroque Soloists y el Coro Monteverdi,<br />
con un reparto que incluye a Cyndia Sieden, Standford Olden,<br />
Uwe Peper. etc. Una ocasión más, pues, de que Pasqual<br />
demuestre su calidad internacional como uno de los directores<br />
de escena más inquietos e interesantes de nuestro tiempo.<br />
Geoiges Enesco
Orfeón Donos&Otfo<br />
Un conjunto ejemplar<br />
Hemos recibido la Memoria anual de ese<br />
singular conjunto musical que es el Orfeón<br />
Donostiarra, verdadera institución tanto en el<br />
País Vasco como en el resto del Estado. Un<br />
texto, divertido y desenfadado, de su director,<br />
José Antonio Samz, sirve como prólogo a<br />
un recuento de actividades del Orfeón, al<br />
que acompaña una selección de críticas de<br />
sus actuaciones aparecidas en los periódicos.<br />
Sainz no se muerde la lengua a la hora de<br />
juzgar el trabajo de algunos de los directores<br />
de orquesta con los que el Orfeón ha actuado,<br />
lo cual presta a esta Memoria un tono<br />
nada convencional. Desde aquí queremos<br />
dar nuestra enhorabuena a esa institución<br />
que es una de las pocas relacionadas con la<br />
música que funciona extraordinariamente<br />
bien en nuestro país. Orfeón Donostiarra:<br />
¡Chapeau!<br />
Campoli y Klien<br />
Dos ilustres intérpretes han fallecido en los<br />
últimos meses: el italo-británico Alfredo<br />
Campoli y el austríaco Walter Klien. Campoli<br />
fue un excelente violinista, afincado en el<br />
Remo Unido desde muy joven, y cu/a fama<br />
apenas rebasó el marco de ese país. Debió<br />
su fama a sus interpretaciones del repertorio<br />
clásico y entre sus grabaciones la más notable<br />
quizá sea la del Concierto pora vioiln y orquesta<br />
de Beethoven, con Joseph Krips en el<br />
podio. Tenia ochenta y cuatro años. En cuanto<br />
a Klien ha muerto relativamente joven, a<br />
los sesenta y dos años. Notable intérprete<br />
del repertorio clásico y romántico, en sus<br />
años jóvenes tocó con frecuencia, formando<br />
dueto con Alfred Brendel y acompañó en<br />
recitales al violinista Wolfgang Schneiderhan.<br />
Fue también un notabilísimo acompañante de<br />
lieder, actuando con cantantes como Julius<br />
Patzak o Hermann Prey.<br />
músico<br />
en la Residencia<br />
ENCUENTROS<br />
LUCÍA POPP<br />
26 de Mayo 12 k<br />
CUARTETO MELOS<br />
8 de ¡unió 12 k<br />
ROBBINS LANDON<br />
¡3 de ¡unió 20 h.<br />
ANTONI ROS MARBÁ<br />
22 de Junio \2 h.<br />
ORGANIZAN<br />
Amigos de la c,<br />
REVOTA Di<br />
Residencia de Estudiantes<br />
con el patrocinio de<br />
FUNDACIÓN<br />
CAJ<br />
I ACTUALIDAD<br />
Residencio de Estudiantes<br />
Pinar, 21. 28006 Madrid Teléfono: 26! 32 00<br />
SCHERZO 9
ACTUALIDAD<br />
Francisco Guerrero<br />
Por última vez el Festival de Holanda<br />
-uno de los más sólidamente prestigiosos<br />
de Europa- dedicará su serie de<br />
presentaciones a un país y ese país sera<br />
Entre el 17 de agosto y el II de septiembre<br />
tienen los melómanos europeos<br />
su cita en Lucerna. Un Festival de extraordinaria<br />
calidad, capaz de hacer convivir<br />
en los programas la música tradicional<br />
con la vanguardia. Este año el concierto<br />
inaugural correrá a cargo de Wolfgang<br />
Sawallisch, que dirigirá -como es costumbre-<br />
la Orquesta Suiza del festival, con un<br />
programa Schoeck, Schumann y Brahms.<br />
La actuación de gloriosos veteranos<br />
como Paul Sacher o Mieczyslaw Horszowski,<br />
el gran pianista polaco, acompañante<br />
tantas veces de Pau Casáis. Destaquemos<br />
la presencia de artistas como<br />
Abbado, Baumgartner. Marriner, Maazel,<br />
Jessye Norman, Mehta, Eschenbach, Brendel,<br />
Lucia Popp, Claus Peter Flor, Viktona<br />
Mullova., Heinz Hollier, Gidon Kremer.<br />
etc. Conciertos sinfónicos, de cámara,<br />
versiones de concierto de óperas -como<br />
la Venus de Schoeck-. además de una<br />
serie de clases magistrales (de artistas<br />
como Edith .Matthis, Schneiderhan, Arto<br />
Noras, Horszowski, Edison Denisov, etc.),<br />
forman la oferta de un Festival que sigue<br />
demostrando una envidiable vitalidad-<br />
¿OSCHERZO<br />
Lo español en Holanda<br />
el nuestro. Realmente<br />
a uno se le ponen<br />
los dientes largos<br />
pensando en un<br />
acontecimiento similar<br />
en España, en el<br />
que se combinan la<br />
novedad y el alto<br />
nivel artístico. A lo<br />
largo del mes de<br />
junio Amsterdam<br />
estará salpicada de<br />
acontecimientos<br />
musicales con nombre<br />
español, desde el<br />
ballet De Gele Regen,<br />
basado en el libro La<br />
lluvia amarilla de Julio<br />
Llamazares, hasta<br />
obras de Luis de<br />
Pablo o de Guerrero.<br />
Entre ellos nos<br />
encontramos con un<br />
semimonográfico<br />
dedicado a Roberto<br />
Gerhard por el Nieuvv Ensemble, dirigido<br />
por Ed Spanjaard y nuestro compositor<br />
estará presente también en los<br />
conciertos del Cuarteto Arditti y del<br />
Tres semanas de música en Lucerna<br />
Wolfgang Sowafecb<br />
Schónberg Ensemble. Actuaran los conjuntos<br />
españoles Barcelona 216, dirigido<br />
por Ernest Martínez-Izquierdo y el<br />
Grupo Koan, con José Ramón Encinar,<br />
Cristóbal Halffter dirigirá la Orquesta de<br />
Cámara de la Radio, con obras propias,<br />
de Guerrero, Falla y Manuel Hidalgo, la<br />
Ebony Band y el Amsterdams Blazers<br />
Collectief darán -la primera- un concierto<br />
con música inspirada en nuestra<br />
guerra civil -obras de Rodolfo Halffter,<br />
Nancarrow, Revueltas, Eisler, Shostakovich<br />
y W. Goehr- y de Amando Blanquer,<br />
Rexach y Mengellberg el segundo.<br />
Antonio de Almeida dirigirá a la<br />
Orquesta Sinfónica de la Radio en un<br />
programa Albéniz y Granados -nada<br />
menos que la ópera Goyescas, con<br />
Maria Oran- y Joaquín Achúcarro, que<br />
interpretará Goyescas de Granados e<br />
Ibena de Albéniz. Habrá aún más cosas,<br />
además de la presencia de Arturo<br />
Tamayo al frente de la Orquesta de la<br />
Residencia de La Haya en un programa<br />
Berio y la dirección escénica de Lluís<br />
Pasqual para la producción de £1 rapto<br />
en el serrallo, dirigida por John Eliot Gardiner.<br />
Cuando se haga algo similar en<br />
este país, que avisen.
IBERMÜ3ICA<br />
ALFONSO AIJON, S. A.<br />
Temporada 1991-1992<br />
GIRAS DE ORQUESTAS POR ESPAÑA<br />
COLOGNE RADIO ORCHESTRA<br />
0CTUBRE 19!1 Gary Bertini<br />
MUENCHENERPHILHARMONIKER PHILHARMONIA ORCHESTRA<br />
Sergiu Celibidache Charles Dutoit<br />
SOVIET RADIO ORCHESTRA<br />
MID0R| / R - Mc " D0NALD<br />
Vladimir Fedoseev<br />
FILARMÓNICA DELLASCALA<br />
Riccardo Muti<br />
ABRIL 1992<br />
PHILHARMONIA ORCHESTRA AND CHORUS CHICAGO SYMPHONY ORCHESTRA<br />
Cario María Giulini Daniel Barenboim<br />
NEW WORLD SYMPHONY ORCHESTRA<br />
NOVIEMBRE 1991 Michael Tilson-Thomas<br />
LENINGRAD PHILHARMONIC<br />
ACADEMY OF St. MARTIN IN THE FIELDS<br />
Vuri KennethSillito<br />
Temirkanov/Vladimir Spivakov<br />
STAATSKAPELLE DRESDEN<br />
Sir Colin Davis<br />
MAYO 1992<br />
CITY OF LONDON SINFONÍA ORFEO CÁTALA BERLINER PHILHARMONISCHES ORCHESTER<br />
Richard Hickox Daniel Barenboim<br />
ACADEMY OF ST. MARTIN IN THE FIELDS<br />
DICIEMBRE 1991 Sir Neville Marriner/Radu Lupu<br />
BOSTON CHAMBER PLAYERS<br />
DROTTINGHOLMS BAROCKENSEMBLE/ERIC ERICSON CHOIR PHILADELPHIA ORCHESTRA<br />
Eric Ericson Riccardo Muti<br />
ISRAEL PHILHARMONIC/ORFEON DONOSTIARRA<br />
ENERO 1992 Zubin Mehta<br />
— NEW YORK CHAMBER SYMPHONY<br />
PHILHARMONIA ORCHESTRA AND CHORUS<br />
G - Schwarz/G. Saham<br />
Cario Maria Giulini/M. Jansons PITTSBURGH SYMPHONY ORCHESTRA<br />
CHAMBER ORCHESTRA OF EUROPE<br />
Lori Maazel<br />
Heinz Holliger<br />
MOSCOW VIRTUOSI<br />
OSLO PHILHARMONIC<br />
Marís<br />
Vladimir Spivakov<br />
ROYAL PHILHARMONIC ORCHESTRA<br />
Vladimir Ashkenazy<br />
JUNIO 1992<br />
SOVIET PHILHARMONIC ORCHESTRA ORCHESTRA SYMPHONIQUE DE MONTREAL<br />
Gennady Rohzdestvensky Charles Dutoit<br />
RUSSIAN STATE ORCHESTRA GEWANDHAUS ORCHESTER LEIPZIG<br />
M. Pletnev/lvo Pogorelich Kurt Masur<br />
FEBRERO 1992 AGOSTO 1992<br />
ISRAEL PHILHARMONIC ORCHESTRA MOSCOW VIRTUOSI<br />
Zubin Mehta Vladimir Spivakov<br />
BOLSHOI ORCHESTRA AND CHORUS STAATSKAPELLE DRESDEN<br />
Andrei Lazarev Giuseppe Sinopoli<br />
MARZO 1992 SEPTIEMBRE 1992<br />
WASSEDA SYMPHONY ORCHESTRA WIENER PHILHARMONIKER<br />
K. Takaseki Claudio Abbado<br />
Costa Rica, 32, bajo B - 28016 Madrid - Tels. 458 63 32/33 - Télex 23671 BRUSA E - Fax 457 24 89 - SUCURSAL: Hortensias, 10 - 28016 Madrid
ACTUALIDAD<br />
Curiosa carrera la de Günther Herbig, el director<br />
germano oriental, discípulo de Abendroth,<br />
Scherchen, Karajan y de Arvid Jansons. A sus<br />
sesenta años este músico, que fue titular de la sinfónica<br />
Berlín -la orquesta fundada por Kurt Sanderiing-<br />
y de la Filarmónica de Dresde. se ha convertido<br />
en uno de los directores más solicitados<br />
del momento a partir de los inicios de su carrera<br />
en USA y Canadá. Titular durante un tiempo de la<br />
Sinfónica de Detroit - con la cual visitó España<br />
hace un par de años- ha pasado después a Canadá,<br />
donde está al frente de la Sinfónica de Toranto,<br />
orquesta con la que está realizando una labor<br />
parecida a la de otro gran maestro europeo,<br />
Charles Dutoit, en Montreal. Apenas es posible<br />
encontrar grabaciones de Herbig en ningún país,<br />
pese a que grabó más de cuarenta discos con la<br />
legendaria firma Eterna de la RDA, el destino de<br />
cuyo impresionante fondo sigue siendo un enigma.<br />
Lo curioso es lo que el director alemán dice acerca<br />
del público español en una entrevista concedida<br />
a nuestros colegas de la revista francesa Diapasón.<br />
Herbig -que visitó España con las formaciones<br />
alemanas antes citadas y que dirigió a la ONE<br />
en un programa con la Novena Sinfonía de Schubert-<br />
cuenta que en una de sus actuaciones en<br />
Madrid, con los de Dresde, recibió una ovación de<br />
jtreinta y dos minutos! tras interpretar la Novena<br />
Sinfonía de Bruckner. Un poco exagerada parece<br />
la cosa, ya que m los más veteranos del lugar<br />
recuerdan ovación tan larga, al menos en una sala<br />
de conciertos. Tal vez la memona le falle un poco<br />
a Herbig, que redondea su evocación del acontecimiento<br />
diciendo que fue «la cosa más increíblemente<br />
sorprendente que viví en un concierto».<br />
Fedenco Sopeña<br />
Í2SCHERZO<br />
Herbig, triunfador tardío<br />
Güntiier Herbtg<br />
Federico Sopeña<br />
FOTO: £F£<br />
A los setenta y cuatro años ha fallecido<br />
en Madnd Federico Sopeña, una de las<br />
figuras más relevantes de la cultura española<br />
en las últimas décadas. La vinculación de<br />
Sopeña con la música es sobradamente<br />
conocida' director del Conservatorio de<br />
Madnd (del cual fue catedrático de Estética e<br />
Historia), vicepresidente del Concurso<br />
Internacional de Piano de Santander y de la<br />
Fundación Isaac Albéniz, autor de<br />
importantes libros sobre Mahler una de las<br />
grandes pasiones de su vida: en 1984 le fje<br />
concedida la medalla que lleva el nombre de<br />
este compositor de la ciudad de Viena-,<br />
Stravinsky o Falla, sobre el lied romántico,<br />
sobre el nacionalismo musical, etc.. fue un<br />
humanista en el más noble sentido de la<br />
palabra y nuestra revista se honró al contar<br />
con él como su colaborador De lo vasto de<br />
sus intereses intelectuales pueden atestiguar<br />
los cargos públicos que también ocupó, entre<br />
ellos la dirección del Museo del Prado, de la<br />
Academia de Bellas Artes y de la Academia<br />
española en Roma.
La rigurosa actualidad de un gran patrimonio olvidado,<br />
las nuevas músicas del Siglo de Oro, de JUAN DEL ENZINA,<br />
máximo representante del humanismo renacentista,<br />
en la fascinante recreación de HESPÉRION XX.<br />
IBÉRICA<br />
JUAN DEL ENZINA<br />
ROMANCES & VILLANCICOS<br />
Salamanca 1406<br />
E87O7<br />
C/ Bertrán, 72. 08023 BARCELONA. Tel. 418 80 80. Fax 211 08 15.
ACTUALIDAD<br />
Hace escasos meses el pianista de<br />
nacionalidad americana Rudolf Serkin<br />
sufrió un achaque que obligó a<br />
internarlo urgentemente en un hospital<br />
de Guilford. la ciudad neoyorquina donde<br />
residía- «Mala cosa -me dije entonces- lo<br />
más probable es que te quedes sin verle<br />
actuar en vivo». Lamentablemente, asi ha<br />
sido. De nada sirvió avivar más de una<br />
vez la idea de un posible viaje a París, ciudad<br />
en la que ocasionalmente ofrecía<br />
algún concierto, encandilado por los elogios<br />
musicales que Claudio Abbado tributaba<br />
ai anciano maestro.<br />
Había nacido Serkin en la ciudad<br />
bohemia de Eger (territorio regido aún<br />
por la Casa Habsburgo). en 1903. Niño<br />
prodigio, comenzó a tocar el piano a los<br />
cuatro años. Estudió en Viena con<br />
Richard Robert y, poste nórmente, hizo<br />
amistad en Suiza con el violinista Adolf<br />
Busch. En 1933, huyendo del régimen<br />
de Hitler. se estableció en EEUU y más<br />
tarde adoptó la nacionalidad amencana.<br />
Seis años después fue contratado por el<br />
prestigioso Instituto Curtís de Filadeífia,<br />
donde ejerció la docencia durante décadas,<br />
siendo director entre 1968 y 1977.<br />
También creó la Escuela de Música de<br />
Verano de Mariboro, en Vermont. Además<br />
del citado Busch, con cuya hija Irene<br />
contrajo matrimonio en 1935. y del<br />
cuarteto de este nombre, Serkin colaboró<br />
siempre con los solistas de mayor<br />
prestigio, como el maestro George Szell.<br />
el Cuarteto de Budapest, el chelista Leonard<br />
Rosé, el también chelista Pablo<br />
Casáis (que lo invitó con regularidad al<br />
Festival de Prades) y, en fechas recientes,<br />
con Abbado y o con Rostropovich,<br />
Vivendo en Filadeífia, era a su vez inevitable<br />
la colaboración asidua con el titular<br />
de la gran orquesta de este estado:<br />
Eugene Ormandy,<br />
Con el fallecimiento de Serkin perdemos<br />
bastante más que un intérprete<br />
concreto; se nos va toda una época de la<br />
que, junto a Arrau (que tenia casi al céntimo<br />
su misma edad), era el único testigo<br />
directo entre los pianistas. Cuando Serkin<br />
comenzó a estudiar en la Viena de<br />
comienzos del XX hombres como<br />
Brahms o Bruckner eran aún historia<br />
próxima llena de resonancias míticas.<br />
Serkin fue de los primeros en darse<br />
cuenta que en Mozart o Schubert, además<br />
de la vena elegante, latía un sentimiento<br />
trágico que entronca directamente<br />
con las preocupaciones esenciales del<br />
pianismo romántico, y valoró superlativamente<br />
a ambos compositores sobre los<br />
que, en linea directa que se prolonga<br />
hasta Fteger, basculaba lo fundamental de<br />
Í-ÍSCHERZO<br />
El adiós del decano<br />
Rudolj iertan<br />
su repertorio. Estaba considerado como<br />
un gran especialista en Reger. de quien<br />
grabó varias obras. Su interés por él nacía<br />
de la visión de la gran tradición centroeuropea<br />
como un extenso arco que unía el<br />
clasicismo con los últimos compositores<br />
que trabajaron dentro del molde de la<br />
forma sonata. De ahí también su preocupación<br />
por Haydn (que comparte con<br />
Brendel), cuyo legado sonatistico le interesaba,<br />
como tal, en su mtegndad.<br />
Nos quedan ahora, como único consuelo,<br />
sus grabaciones. En los últimos<br />
tiempos, sellos como Réferences, Ridduíph<br />
o CBS estaban contribuyendo a<br />
hacerle justicia editando grabaciones<br />
espléndidas, como la de la Fantasía para<br />
Violín y Piano, D. 934 de Schubert, con<br />
Busch, equilibrada y delicadísima, o el<br />
FOTO. (UVE BARDAD G.<br />
elocuente concierto celebrado en el<br />
Camegie Hall en su 75 cumpleaños,<br />
aunque denote alguna incidental carencia.<br />
En una grabación tan temprana<br />
(1938) como la de Quinteto Op. 34 de<br />
Brahms, Serkin renuncia a su dignidad de<br />
gran solista para hacer en todo momento<br />
auténtica música de cámara con sus<br />
compañeros, Realmente le oímos latir<br />
con los miembros del Busch y la comunidad<br />
de sentimientos es irrebatible. Serkin<br />
hace prevalecer el acabado general<br />
antes que el detalle, aunque, algo seco,<br />
no llegue nunca a alcanzar el último<br />
grado de melancolía brahmsiana reservado<br />
a pianistas mucho más fantasiosos,<br />
como son Fischer o Nat.<br />
Joaquín Martín de Sagarmínaga
LONDRES<br />
jasephine Barttow en Peter Gnmes<br />
Londr«j. Coliseum. English National Opera. Brtten,<br />
Paer&imes I7-W-9I.<br />
El elemento más importante en Peter<br />
Grimes no canta una sola nota. Es el Mar<br />
del Norte, ese monstruo gns amenazando<br />
turbulencia incluso cuando está en<br />
reposo, desencadenándola luego con<br />
furia. La gran partrtura de Bntten, con sus<br />
detalles pictóricos, nos dice que siempre<br />
está ahí, observando y aguardando la<br />
oportunidad de atacar. Y éste es el acierto<br />
que Tim Albery ha capitalizado y lo<br />
que ha hecho de su nueva producción<br />
de la obra maestra de Britten tan cautivadora.<br />
El Mar, nos dice, es el factor<br />
motivador. la razón por la que esta<br />
comunidad hermética de pescadores<br />
mira tanto hacia su propio interior, la<br />
fuerza que los ata juntos, y los hace tan<br />
suspicaces de lo inhabitual, tan inclinados<br />
a condenar al hombre que no se conforma.<br />
Albery no pierde ocasión de enfatizar<br />
cómo el alboroto intolerante de la<br />
gente se relaciona con el alboroto del<br />
mar, y su miedo por él acecha siempre al<br />
fondo. Tuvo suerte de que las numerosas<br />
claves en la música orquestal fueron<br />
tan vitalmente puestas de relieve por la<br />
Profundo Peter Grimes<br />
dirección brillantemente<br />
exploradora<br />
de David Atherton, y<br />
la respuesta de la<br />
orquesta, cuyo virtuosismo<br />
total incluyó no<br />
sólo la furiosa ejecución<br />
de la tormenta,<br />
sino muchos pasajes<br />
delicados de los detalles<br />
sutilmente insinuantes,<br />
relacionados<br />
con el aumento o<br />
caída de la situación<br />
emocional sobre la<br />
escena y la cara cambiante<br />
del propio<br />
mar. No estuvo muy<br />
ayudado por los<br />
decorados de Hildegard<br />
Bechtler, cuyos<br />
esbozos pelados tan<br />
sólo ocasionalmente<br />
sugerían un entorno<br />
marino (acaso ella<br />
sintió que la partitura<br />
de Bntten necesita<br />
poca descripción<br />
visual) ni por su propia<br />
dependencia de<br />
un esquema pasado<br />
FOTO: CUVE BARDA<br />
de moda en la disposición de las líneas<br />
del coro. Pero sus miembros cantaron<br />
maravillosamente, y con qué imaginación<br />
actuaron, convenientemente aterrorizadores<br />
con el peligro de la le/ de la<br />
muchedumbre histéricamente despertada<br />
y lo inevitable de la caceria de la bruja.<br />
Los personajes fueron concienzudamente<br />
dibujados, y de nuevo aquí se<br />
nota una inteligente apreciación de lo<br />
expresado por Bntten. El Peter Grimes<br />
de Philip Langndge fue una aproximación<br />
refrescante. Es éste un Gnmes<br />
joven, impulsivo y susceptible de ser<br />
herido con rapidez, anticipándose e<br />
incluso provocando la hostilidad de la<br />
masa antes de que ocurra. Uno no oh/ida<br />
la tortura interna pintada por Peter<br />
Pears, ni la robusta protesta de Jon Vickers<br />
al decir que el estudio de Langndge<br />
tiene dimensiones más amplias o hasta<br />
implicaciones más perturbadoras. Un<br />
Grimes que anhela ser comprendido<br />
con toda la rabia de un joven solitario, y<br />
que es peligrosamente autodestructivo<br />
cuando no lo consigue. Hubo un lirismo<br />
juvenil en su canto que volvió todavía<br />
más patética su situación. De manera<br />
ACTUALIDAD<br />
similar, Josephine Barstow dio una<br />
nueva profundidad a Ellen Orford. Con<br />
una actuación y un canto soberbios,<br />
retrató la perplejidad de una compasión<br />
bien entendida enfrentada a una situación<br />
psicológica para la que no estaba<br />
preparada. Nos hizo notar esta barrera,<br />
y su canto fue una mezcla realista de<br />
desconcierto y preocupación humana.<br />
Se dieron también otros estudios psicológicos,<br />
Jonathan Summers fue una roca<br />
de autoridad como Balstrode, Graeme<br />
Matheson-Bruce hizo de Bob Boles un<br />
demagogo tan inspirado por el alcohol<br />
como por las Escrituras que citaba con<br />
fuego metodista- Anne Collins dio vida<br />
a la maliciosa inquisitiva que descubre el<br />
mal porque lo lleva dentro, una Mrs.<br />
Sedley que disfrutaba claramente de su<br />
autoimpuesta misión. Ann Howard fue<br />
una Auntie formidable, verdaderamente<br />
cortante con los que interferían en su<br />
mundo privado. Rose Mannion y Clare<br />
Daniels fueron de la clase de muchachas<br />
alocadas que prometen mucho, pero de<br />
las que instintivamente sabemos que<br />
nunca lo cumplirán. El vicario de<br />
Edward Ryle fue un creíble anglicano<br />
receptor, incluso dispuesto a comprometerse.<br />
Ned Keene, tal como fue<br />
interpretado por jason Howard, fue el<br />
comerciante del que siempre sospechamos<br />
que guarda algo no del todo legal<br />
bajo el mostrador. Una convincente<br />
referencia a la vida real.<br />
Londres ha visto representaciones<br />
distinguidas de Peter Grimes en el pasado,<br />
pero ésta investiga más profundamente,<br />
encontrando mucho.<br />
Zumalako Uda Musikaia<br />
Verano Musical de Zumaia<br />
KASTAROAK-OJSSOS<br />
GYÓRGY SANDOR<br />
Piano<br />
MIGUEL ÁNGEL GIROLLFT<br />
Qttíami<br />
QUINTETO ITALIANO DE JAZZ<br />
Impnjnsaiionjaz:<br />
TALLER DE MÚSICA "ANTXON AYESTARAN'<br />
SECRETARIA DEL FESTIVAL<br />
Aciano Huacal de Zumaia'<br />
Cas» di; Cultura Palacio de Tnronda<br />
207S0 ZUMAIA (Gwpúrasl - España<br />
TeL: (94318610 56 Lunes. Mécdes v Viernes de 17 a 19 h.<br />
SCHERZO 15
ACTUALIDAD<br />
Año tras otro, con esa admirable<br />
constancia que es la que hace<br />
posible la continuidad creativa de<br />
las verdaderas tradiciones, los veranos<br />
londinenses son testigos de un acontecimiento<br />
musical de primer orden: los<br />
celebérrimos Proms. Un festival, y esto<br />
conviene tenerlo en cuenta, organizado<br />
por una emisora de radio de propiedad<br />
pública como es la BBC. Y esto no es<br />
ocioso señalarlo cuando en nuestro país<br />
se empieza a hablar en seno de una privatización<br />
más o menos encubierta de la<br />
red de emisoras del Estado y cuando<br />
desde éste se insiste cada vez más en la<br />
necesidad de hacer rentable la cultura.<br />
Lo cual, en sermo vuigans, suele querer<br />
decir liquidar los programas culturales<br />
más creativos y hacer demagogia rockera.<br />
Pero esa es una cuestión que ahora<br />
nos desborda.<br />
Lo importante en este comentario es<br />
verificar que los Proms siguen vivos y<br />
más atractivos que nunca. Unos cuantos<br />
vistazos a la programación nos lo confirmarán.<br />
Fijémonos, por ejemplo, en el<br />
apartado de orquestas invitadas, Nos<br />
encontramos con formaciones como la<br />
Staatskapelle Dresden cuya maravillosa<br />
calidad hemos podido confirmar hace<br />
bien poco en nuestro país, cuando nos<br />
visitó dirigida por Bernard Hartink-, que<br />
dará dos conciertos dirigida por ese<br />
gran maestro que es el británico Colin<br />
Davis, que incluirá en uno de sus programas<br />
las escasamente interpretadas<br />
Variaciones y fuga sobre un tema de<br />
Hilier de Max Reger, Otra de las invitadas<br />
de honor será la Filarmónica de<br />
Berlín, con su titular, Claudio Abbado,<br />
con un programa que incluye nada<br />
menos que el Concierto para piano n° 2<br />
de Brahms-Alfred Brendel de solista- y<br />
la Cuarta Sinfonía de Mahler (con Cheryl<br />
Studer). Añadamos la presencia de la<br />
Orquesta Gustav Mahler de la Juventud<br />
con su fundador, el propio Abbado, al<br />
16 SCHERZO<br />
Fiesta estival en Londres<br />
frente. Y otras orquestas como la Sinfónica<br />
de Boston (con su titular, Ozawa).<br />
la Sinfónica de París (con Bychkov), la<br />
Orpheus Chamber Orchestra, el Coro<br />
de Cámara del Ministerio Soviético, la<br />
Orquesta de Cámara de Noruega, la<br />
Orquesta de la Radio Finlandesa / la<br />
Orquesta de la Juventud de la Comunidad<br />
Europea. A lo cual hay que añadir la<br />
presencia de las mejores orquestas británicas<br />
-incluidas, claro está, las londinenses-,<br />
como la Scottish National<br />
Orchestra, la Sinfónica de Ciudad de<br />
Birmingham, además de las diversas<br />
orquestas de la BBC, que son cinco<br />
nada menos.<br />
Entre los directores<br />
y solistas, basten unos<br />
cuantos nombres. Ya<br />
hemos citado los<br />
nombres de Abbado<br />
y Davis. Añadamos<br />
los de Gennady<br />
Rozhdestvensky,<br />
Simón Rattle, Mackerras,<br />
Alexander Gibson,<br />
Haitink, Beño,<br />
Lutoslawski, Nomngton.<br />
Pesek, Tennstedt,<br />
Saraste, Welser-<br />
Most, Zagrosek, etc.<br />
Y entre los solistas<br />
Linda Finme, Philip<br />
Landgndge, Anna<br />
Murray, Felicity Lott, Gwyneth Jones,<br />
Karita Mattila, Brendel, Sabine Meyer,<br />
James Galway, Artur Pizarro. Gidon Kremer.<br />
Chnstopher von Kampen, Andrea<br />
Lucchesmi. Barry Tuckwell, Moura Limpani,<br />
Bashmet, Srtkovetsky, etc.<br />
Hay que anotar una programación de<br />
variedad que es ya casi proverbial. Destaquemos<br />
en pnmer lugar el concierto<br />
N Q <strong>55</strong> -el total es de 67-, que se celebrará<br />
el día 3 de septiembre, dedicado<br />
íntegramente a la música litúrgica española<br />
del renacimiento, con obras de<br />
Victoria, Alonzo Lobo, Gutiérrez de<br />
Padilla, Francisco Guerrero, interpretadas<br />
por el Coro de la Catedral de<br />
Westminster, dirigido por james<br />
O'Donnell. Uno de los aspectos más<br />
notables, tal vez sea la presencia de<br />
música del siglo XX, con nombres<br />
como Bartók, Berg, Beno, Dutilleux,<br />
Gubaidulina, Lutoslawski. Reger, Schnrttke,<br />
Shostakovich. Skalkottas. Stravinski,<br />
Tippett, Bntten. Vaughan Wlliams,<br />
Webem, Xenakis, etc.<br />
Entre los previsibles momentos culminantes<br />
de los Proms de este año se<br />
podrían señalar las Vísperas de Monteverdi<br />
dirigidas por Andrew Parrot. el<br />
programa Beño, bajo la dirección del<br />
propio compositor, con el Coro y la<br />
Orquesta de la BBC y Andrea Luchesmi<br />
como solista; el concierto que dirige<br />
Zagrosek (con obras de Schnrttke, Gruber,<br />
Webem y Mahler); el Réquiem de<br />
Mozart por Norrington; los dos programas<br />
de Jukka-Peka Saraste y la Sinfónica<br />
de la Radio Finlandesa, con varias obras<br />
infrecuentes de Sibelius; el de Pesek con<br />
la Royal Liverpool Philharmomc (Sinfonía<br />
Asrael de Suk); Rozhdestvensky con<br />
El espectro de la novia de Dvorak la ver-<br />
Sif Colín Daws FOTO. CUVE BARDA<br />
sión de conciertos de El ángel de fuego<br />
de Prokofiev, dirigida por E. Downes; el<br />
O/fertorium de Gubaidulma, dirigido por<br />
Rattle: además de los señalados en otras<br />
partes de este artículo. Por último digamos<br />
que el concierto final de los Proms<br />
-que Mark Eider, en un gesto que le<br />
honra, se negó a dingir el pasado año<br />
para no contribuir al clima bélico creado<br />
en Gran Bretaña por la crisis del Golfoserá<br />
dingido por Andrew Davis.<br />
JA
Joven Orquesta<br />
Nacional de España<br />
3er Concurso<br />
de Composición<br />
Premio Opera de Cámara<br />
Información y bases de participación:<br />
Joven Orquesta Nacional de España<br />
Auditorio Nacional de Música<br />
Principe de Vergara. 146<br />
28002 Madrid<br />
Teléfonos<br />
Í91)337 02 70/337 02 71<br />
Dotación:<br />
1.500.000 pesetas<br />
Abierto a compositores nacidos o residentes en cualquiera de<br />
los países de la Comunidad Iberoamericana, sin límite de edad.<br />
El reparto de voces y la plantilla orquestal utilizada deben<br />
adaptarse a un escenario y foso de reducidas dimensiones.<br />
La obra premiada será estrenada por la Joven Orquesta<br />
Nacional de España y será objeto de una edición impresa a<br />
cargo de la misma organización del Concurso.<br />
Fecha límite de presentación de las obras:<br />
28 de febrero de 1992
ACTUALIDAD<br />
Londret. Royal Opera House, Covent Garden Baet,<br />
Caimen 26-IV-9I.<br />
Carmen no ha sido una ópera con<br />
suerte en Gran Bretaña en tos últimos<br />
años. Hubo la producción perversamente<br />
autoindulgente de Pintillie para la<br />
Welsh National, insultante tanto para<br />
Bizet como para los que amen la ópera.<br />
Fue apresuradamente reemplazada por<br />
otra nueva de André Engel, que triunfó<br />
en conseguir lo que uno pensaba imposible,<br />
hacer de Carmen un insufrible aburrimiento.<br />
En la English National, David<br />
Pountney colocó la acción en un garaje<br />
de coches usados, una penosa e irrelevante<br />
aventura. Y así podríamos continuar.<br />
Pero finalmente hemos tenido una<br />
Conven creíble tanto visual como musicalmente.<br />
La actriz y directora catalana<br />
Nuna Espert, en su primera Carmen, ha<br />
montado para la Royal Opera una producción<br />
que descubre el realismo sin<br />
recurrir a los tópicos archiconocidos,<br />
dando vida a las emociones y las<br />
situaciones, descubriendo la España real<br />
en lugar de superficialidades, y casi desprovista<br />
de trucos,<br />
Debe hacerle una reserva a causa de<br />
un golpe que ella hubiera debido desechar<br />
Las cigarreras hacen su primera<br />
entrada por el patio de butacas y, cuando<br />
están muy cerca, la ilusión se desvanece<br />
y no pueden mantener la credibilidad<br />
para los incidentes que siguen.<br />
Aparte de esto, se tiene una profunda<br />
satisfacción con una Carmen tan sagazmente<br />
observada, donde los contrastes<br />
se lograron tan vividamente y donde la<br />
España real y sus gentes cobraron tanto<br />
relieve. La sensación fue la de haber<br />
sido arrastrados directamente al drama<br />
y haber tomado parte en él.<br />
Los decorados del madrileño Gerardo<br />
Vera evocaban la España familiar a<br />
los perspicaces viajeros que se aventuraron<br />
más allá de sus costas. Las murallas<br />
de Sevilla proclamaban una dignidad<br />
paciente. Claramente, embebidas de sol<br />
durante siglos. Ante ellas, un mercado<br />
populoso y atareado, con la fuga de<br />
Carmen haciéndose repentinamente<br />
verosímil. Podemos imaginar su precipitación<br />
para abandonar las butacas y<br />
colocarse en un callejón oscuro. El vestuario<br />
de Franca Squarciapmo era colorista<br />
pero nunca caía en lo convencional<br />
mente pintoresco.<br />
La originalidad está muy presente en<br />
la Carmen de María Ewing, que ha profundizado<br />
en el personaje desde su<br />
incorporación de Glyndebourne de<br />
1985. Permanece el calor, así como las<br />
18 SCHERZO<br />
Psicología de Carmen<br />
Mana Ev/ing y luis Lima en lo Carmen del Covent Carden FOTO ZOÉ DOMINIC<br />
insinuaciones, pero uno siente ahora<br />
que la gitana lucha consigo misma en lo<br />
más profundo de su yo. Esto incluye<br />
algún debilitamiento, con líneas susurradas,<br />
de modo que uno se pregunta qué<br />
tal irán las sutilezas en la sala más grande<br />
del Teatro del Liceo, con quten se<br />
comparte esta producción. Incluso en el<br />
Covent Ganden, hubo momentos cercanos<br />
a lo inaudible. ¡Pero qué estudio tan<br />
fascinante! Uno puede creer perfectamente<br />
que esta Carmen se cansará<br />
rápidamente del amante que elija y lo<br />
arrojará al montón de chatarra. Su desprecio<br />
por los hombres, incluso su<br />
necesidad de ellos son motivaciones<br />
contradictorias que se expresan en<br />
muchos casos con una mirada veloz,<br />
con un matiz de la caracterización. En la<br />
lucha del Acto I, casi es una observadora<br />
despegada, con el fuego contenido<br />
pero listo para arder. Ocurre así en el<br />
Acto III. cuando lee su destino en las<br />
cartas, y en este montaje es la escena<br />
de las cartas, más que en cualquier otra,<br />
la clave de la ópera, el momento de la<br />
verdad predestinada.<br />
Luis Lima es el Don José de esta Carmen,<br />
prudente al principio, con la Condón<br />
de la Flor dicha casi como si estuviera<br />
pensada como parte de un recital,<br />
pero una vez que José aprende la traición,<br />
desborda pasión, y al final saboreamos<br />
la humillación absolutamente loca<br />
de este hombre.<br />
Gino Quilico es un Escamillo rigido,<br />
inverosímil en la burla de un toro, o -se<br />
inclinaría a pensar uno- interesar a Carmen.<br />
En cambio, la Micaela de Leontina<br />
Vaduva progresó con segundad, desde<br />
la ingenuidad del primer acto a la energía<br />
en su enfrentamiento con Carmen<br />
en el tercer acto, donde también cantó<br />
su aria bellamente. Judith Howarth<br />
como Frasquita y Jean Rigby como Mercedes<br />
cantaron y actuaron vividamente.<br />
Roderick Earie hizo un Zúñiga de confianza<br />
militar positiva, en tanto que la<br />
bnllante danza flamenca de Juan Ortega<br />
realzó la atmósfera.<br />
Zubm Menta, de regreso al Covent<br />
Garden después de una ausencia de<br />
siete años, fue recibido calurosamente.<br />
Respondió con una afectuosa narración<br />
de la gran partitura de Bizet en la que la<br />
orquesta apoyó su búsqueda de claridad<br />
de detalle con una ejecución delicada.<br />
Los interludios fueron tocados magníficamente,<br />
en especial la introducción<br />
al tercer acto.<br />
Kenneth Loveland
Certamen Internacional<br />
de Bandes de Música 1991<br />
Valencia, del 8 al 14 de juliol<br />
^ AJUNTAWENT DE VALENCIA GENERALITAT VALENCIANA<br />
«MIIIIIIIII ti EUIINL i mina i IIÉUCII<br />
| DIPUTACIÓ DE VALENCIA
ACTUALIDAD<br />
Un descubrimiento tardío<br />
Viena. Wiener Staatsoper. 3O-IV-91. Alfred Sramek. Wattraud Wmsauer. Cathenne MaKilano, Thomas Moser,<br />
Peter KOves, Hans Helm, Sie^nund Nimsgem. Julia Juon. MarjoHe Vanee, Gabnella Bessen^i. Loui$e Page, Axelle<br />
Galí, Gottfhed Hornik, |aroslav Stajnc, josef Hopferwieser, Claudio Otdli, etc. Coro y Orquesta de la Opera de<br />
Viena. Dirección musical 1 Ger-d Altuecrrt. Dirección artística: J urgen Rimm. EscnograBa Holf Glittenberg. Vestuano 1<br />
Mananr>e Gittenberg. Estreno de la ópera Der /eme Khng de Franz Síhreker.<br />
C Malfitana y T. Moser en Der femé kiang<br />
Ha sido necesario casi un siglo<br />
hasta llegar al estreno en Viena<br />
de la ópera Der femé Klang de<br />
Franz Schreker (1878-1934). Muy<br />
pocos de sus compatriotas austríacos<br />
tomaron en seno, a comienzos de<br />
nuestro siglo, al innovador sonoro y<br />
-cruelmente llamado con posterioridad-<br />
medró judío Schreker. Cuando los<br />
nacionalsocialistas, tras la subida al<br />
poder y el onschluss (anexión) de Austria,<br />
prohibieron la interpretación de<br />
sus obras durante los 1.000 años<br />
siguientes, la Viena, a la que él tanto<br />
amaba, ya con antenondad había anticipado<br />
su prohibición mediante el arte<br />
del silencio, practicado con rotundo<br />
éxrto con su amigo Arnold Schónberg.<br />
Por eso el estreno ha tenido un doble<br />
significado: descubrimiento y desagravio<br />
tardíos. La razón por la cual no se agotaron<br />
todas las localidades es algo que<br />
me resulta incomprensible.<br />
«¡Qué es lo que me atrajo, cómo<br />
llegué como músico a este asunto?»<br />
-escribe Schreker en 1930 al referirse<br />
al origer de Der ferne Klang- y. respondiendo<br />
él mismo a su pregunta,<br />
sigue diciendo: «Me atrajeron las posibilidades<br />
de los fortísimos efectos de<br />
contraste. La vida real pequeño-burguesa<br />
y la visión del artista. El susurro<br />
de la Naturaleza seductora, eternamente<br />
demoníaca, frente al ser humano<br />
acobardado ante la vida. Me sedujeron<br />
en el segundo acto los proble-<br />
-20SCHERZO<br />
mas técnico-contrapuntísticos<br />
del sonido<br />
mezclado de las<br />
orquestas de un<br />
gran centro de esparcimiento<br />
y el<br />
contraste me estimuló<br />
a introducir al<br />
hombre-artista,<br />
musical y solitario,<br />
en medio de este<br />
ruido musical, que<br />
perturbaba sus sentidos<br />
y amenaza con<br />
quebrantar su<br />
Ethos». Realismo<br />
pequeño-burgués de<br />
carácter hauptamnniano<br />
y una imaginación<br />
demoníaca que<br />
supera a E.T.A.<br />
Hoffmann: son los<br />
antagonismos dispuestos<br />
con aspereza<br />
y mutuamente<br />
irreconciliables en la<br />
ópera de Schreker,<br />
que, a pesar de la<br />
construcción sonora<br />
politonal y del libre<br />
contrapunto, nunca<br />
abandona el fundamento<br />
de la tonalidad.<br />
Fritz, una especie<br />
de Tannhauser<br />
secularizado, aban-<br />
FOTO.AXfi.ZEMNGER<br />
dona a Grete. Quiere salir al mundo,<br />
en-contrar el sonido lejano, arte y gloria<br />
artística en lugar de la felicidad del<br />
amor. Grete se queda en casa. Cuando<br />
su padre, que se encuentra borracho,<br />
la entrega al tabernero durante<br />
una partida de bolos organizada por el<br />
picapleitos Vigilius -excelentemente<br />
interpretado por Sigmund Nimsgem-,<br />
Grete huye de la casa paterna. Una<br />
diabólica alcahueta -convincentemente<br />
representada por Julia Juon en su<br />
debut en la Opera de Viena- la conduce<br />
a un burdel de lujo veneciano.<br />
Grete se convierte en Greta, en una<br />
verdadera Venus italiana. Años después,<br />
Fritz -todavía en busca del sonido<br />
lejano y sin saber al principio<br />
dónde se encuentra- se presenta en el<br />
burdel decidido a divertirse. Grete le<br />
estrecha entre sus brazos o, mejor<br />
dicho, le recibe entre sus piernas (en<br />
el ínterin su amor se ha profesionalizado).<br />
Cuando Fritz descubre que Grete<br />
C Malfilano y S. Nimsgem en el 3° acto de Der femé Klang<br />
i<br />
sp
se ha convertido en una prostituta, la<br />
rechaza por segunda vez. Comienza el<br />
descenso de Grete del Hórselberg a la<br />
alcantarilla. De nuevo un salto en el<br />
tiempo: ante la puerta del teatro de<br />
ópera, donde precisamente la ópera<br />
de Fritz está siendo silbada, se encuentra<br />
sentado Vigllius. Grete es empujada<br />
al escenario por un brutal pretendiente,<br />
que quiere conseguir su amor<br />
por la fuerza. Vigllius la salva del ataque<br />
de este hombre. Después corrre<br />
hacia Fntz y le informa sobre la mujer<br />
que ha identificado como Grete. Fmale:<br />
el moribundo Fritz se encuentra<br />
feliz de tener a Grete otra vez a su<br />
lado. En el amor que siente por ella<br />
cree, por fin, haber encontrado el<br />
sonido lejano. Sin embargo, muere sin<br />
haber podido reescribir su fracasada<br />
ópera. Por tercera vez deja sola a<br />
Grete...<br />
Fue un estreno triunfante. Conté diez<br />
telones hasta que abandoné la Opera.<br />
Protagonistas sobresalientes de la tarde<br />
fueron Thomas Moser y Catharine Malfitano<br />
en los papeles de Fritz y Grete,<br />
respectivamente. Esto es válido tanto en<br />
lo que se refiere a su labor Interpretativa<br />
como a la musical. Jürgen Flimm,<br />
director artístico del Teatro Thalia de<br />
Hamburgo. dirigió a sus cantantes con<br />
mano segura. Fruto de su labor directiva<br />
fue también un convincente trabajo de<br />
conjunto artístico. Me pareció poco<br />
afortunada la escenografía del acto<br />
segundo (burdel veneciano). El ambiente<br />
evocaba más bien los safer-sex-shows<br />
de Madonna que el erotismo, excesivamente<br />
frío, de los años veinte de una<br />
Greta (sic!) Garbo. A pesar de ello fue<br />
una lástima que, debido al desafortunado<br />
montaje escénico de la Opera de<br />
Viena, los espectadores situados en las<br />
localidades baratas de galería sólo consiguieron<br />
ver menos de las dos terceras<br />
partes de la escena. En circunstancias<br />
semejantes deberla intervenir la dirección<br />
técnica. Tampoco resultó plenamente<br />
acertada la dirección musical de<br />
Gerd Albrecht: sonidos imprecisos, la<br />
Csarda del final del acto segundo tan<br />
insípida como el nocturno anterior al<br />
Fmale y -algo verdaderamente imperdonable<br />
en un especialista en Schreker<br />
como Albrecht- una insensibilidad rítmica<br />
en general. Resultado: en conjunto<br />
una acertada tarde de ópera en Viena.<br />
Quienes estuvieran interesados en<br />
obtener más informaciones sobre Schreker<br />
y su producción operística, podían,<br />
durante el descanso, visitar en el<br />
salón de tapices la exposición sobre<br />
Schreker organizada por Paul Vetncek.<br />
RolfReaberg<br />
(TraducátK florentino Groan lAridmJ<br />
PARÍS<br />
ACTUALIDAD<br />
Una lectura introspectiva<br />
Manon Lescaut en lo Opera de La Bastilla FOTO: MOATTI/KlBNEfENN<br />
P»rli, Opera Bastilla. Tñft I. Manon Lescout de PUccmi. Opuesta y Coros de la Opera de Paris. Director Maunao<br />
Bartjacini. Doce representaciones.<br />
¿Cómo plantear escénicamente una<br />
ópera basada no en un drama sino en<br />
una novela, y cuya adaptación teatral, en<br />
cuatro actos deshilvanados, fue el fruto<br />
del dispar ingenio de cinco libretistas y<br />
del propio compositor?<br />
El canadiense Robert Carson ha optado<br />
por la visión introspectiva de una sola<br />
protagonista enfrentada a su pasado y a<br />
sus propias tendencias autodestructivas<br />
que encaman los demás personajes. En<br />
esta lectura hay un solo acto real, el<br />
cuarto: Manon. Sola, perdida, abandonada<br />
contempla ensimismada como «todo<br />
mi horrible pasado resurge». Los tres<br />
actos anteriores son así el flash-back de<br />
ese universo cerrado por grandes espejos<br />
dorados, que devuelven la propia<br />
imagen y separan del mundo extenor<br />
no existe un detrás del espejo, porque<br />
Manon carece de la ingenuidad de Alicia.<br />
El cuadro se completa con unos<br />
espectadores escénicos, de presencia<br />
fantasmagórica (totalmente de blanco)<br />
o ataviados con disfraces y caretas. Una<br />
visión onírica, surrealista, de indudable<br />
interés, aunque no exenta de algunos<br />
errores (dúo de amor, un poco a lo<br />
Walt Disney, carroza dorada llena de<br />
piedras preciosas que se derraman<br />
sobre las tablas),<br />
La Orquesta de París estuvo espléndida,<br />
bajo la batuta flexible de Barbacini<br />
que deja cantar, lo que sin duda agradecen<br />
los cantantes; pero no tanto el<br />
coro, que necesita indicaciones más claras<br />
para entrar y concluir con precisión.<br />
La soprano estadounidense Barbara<br />
Daniels posee un timbre atractivo,<br />
maneja con eficacia la regulación del<br />
volumen y es brillante en los agudos,<br />
aunque a veces resulten calantes (dúo II<br />
Acto): graves, escasos (In quelle trine<br />
morbide) y emisión poco ortodoxa. Su<br />
mejor momento, en el dúo del IV Acto.<br />
Vasile Moldoveanu. tenor rumano,<br />
canta con linea sostenida y bello legato<br />
y frasea correctamente, pero a costa de<br />
abrir en exceso en centro y graves (En<br />
tus ojos profundos}; las notas altas se<br />
enmascaran bien, con un punto de<br />
nasalidad, pero dos fallos importantes<br />
(final II Acto, aria del III) muestran que<br />
no están seguras.<br />
El barítono norteamericano Patrick<br />
Paftery no tiene ni cualidades vocales<br />
(voz decolonda, que no poso el foso) ni<br />
escénicas para el personaje de Lescaut.<br />
jules Bastin midió muy bien, evitando la<br />
caricatura, el Geronte, que no está lejos<br />
de Scarpia. Y Barry Ryan, tenor australiano,<br />
movió bien la escena en su triple<br />
cometido como Edmondo, Maestro de<br />
baile y Farolero.<br />
JAM<br />
SCHERZO 21
ACTUALIDAD<br />
BARCELONA<br />
Binomio cambiado<br />
Barcelona- Gran Teatro del Liceo. 17 y 25 de abnl de 1991 II campofwUo.de Gaetano Donizzetti. Verónica Vil larroel<br />
(Serafina), Ennd Serra (Ennco), Enzo Dará (Doo Annibale). Olrver y Coro deJ Uceu. Director Enrique RJCCI. I<br />
paghaca de fUjggiero Leoncavallo. Ana M" González/Verónica Villamjel (Neda), Giuseppe Glacomirti/Bnjno Sebastian<br />
(Canio). Dmitri Hvorostowlq'/Roberto Covidlo (Silvio). George Fortune/Fiero Cappucdli (Tonio}, orquesta y<br />
coro del Uceo. Director Jano; Kuika.<br />
Ano M° González y Dmitri Hvomstovsty en Pogliacó<br />
Durante muchos años el binomio<br />
Cavalleria Rusticana- I Pagliacci se ha<br />
representado, en la mayoría de las<br />
veces, conjuntamente como consecuencia<br />
de que ambas obras estaban configuradas<br />
de hecho en un acto, como por su<br />
histórica contemporaneidad. Este año<br />
parecía aún más lógico por haberse celebrado<br />
el centenario del estreno de la<br />
ópera de Mascagni, ocurrido en Roma el<br />
17 de mayo de 1890, pero en el mundo<br />
teatral no siempre se conmemoran las<br />
efemérides. Este año se emparejó la<br />
obra de Leoncavallo con // campanillo<br />
de Donizetti, ópera cómica y de otra<br />
época por el hecho que la producción<br />
procedente del Teatro de la Zarzuela de<br />
Madrid estaba planteada en teoría, conjuntamente.<br />
He dicho teóricamente,<br />
porque a la vista de ambas producciones,<br />
pienso que son fácilmente separa-<br />
22 SCHERZO<br />
bles y la conmemoración<br />
la justificaba.<br />
Con II campanelb nos<br />
encontramos con un<br />
bello decorado inmerso<br />
en la rerterativa<br />
forma del teatro<br />
dentro del teatro<br />
mediante unos palcos<br />
laterales llenos de<br />
público y en el fondo<br />
el escenario, incluida<br />
la concha del apuntador<br />
que enmarcaba la<br />
acción; donde quizá<br />
hubo cosas más discutibles<br />
fue en la<br />
puesta en escena de<br />
Víctor Sagi, donde<br />
¡unto a detalles muy<br />
logrados encontramos<br />
otros de un cierto<br />
casticismo más<br />
propio de un saínete.<br />
En cambio, en //<br />
pagliaco se presentaba<br />
una explanada<br />
con un fondo<br />
de casas derruidas,<br />
y otras edificadas<br />
a los lados, que no<br />
forzaba la programación<br />
de las obras<br />
FOTO: BOFJIi<br />
conjuntamente; en la dirección de actores<br />
dio al personaje de Tomo un excesivo<br />
estatismo cuando lo interpretó George<br />
Fortune, pero que en cambio se volvió<br />
mucho más dinámico cuando lo<br />
interpretó el experimentado Piero Cappuccilli.<br />
En el aspecto musical, con dos directores<br />
distintos en el foso, los resultados<br />
fueron dispares; Enrique Rica dmgió con<br />
profesión al i dad la obra de Donizetti,<br />
pero a su versión le faltó ligereza y sutileza,<br />
que repercutió en el escenario, no<br />
consiguiendo la gracia que la partitura<br />
emana; no olvidemos que sin llegar ni de<br />
lejos a la lozanía e inspiración de Don<br />
Posquo'e o L'Elisir d'amore, tiene suficiente<br />
fluidez para que el espectáculo funcione.<br />
En // pagliacci el maestro Janos<br />
Kulka, que tiene un buen historial liceísta<br />
nos ofreció una versión con fuerza dra-<br />
máttca, cohesión, con brillantes momentos<br />
en la cuerda, con una interpretación<br />
más cerebral que emotiva. En el plano<br />
vocal en // campanello, Verónica Villarroel,<br />
en una obra que nos presenta especiales<br />
problemas, lució su bella voz, y su<br />
musicalidad, esperando poder oírla en<br />
obras de mayor trascendencia, junto a<br />
Ennc Serra en un papel que parece<br />
hecho a su medida, tanto escénica como<br />
vocalmente, a pesar de la excesiva rapidez<br />
que el maestro RKCI le imprimió en<br />
determinados momentos, y a un Enzo<br />
Dara con una voz hoy en día poco interesante<br />
pero que supo dar vis cómica a<br />
su personaje. Completaban el reparto el<br />
siempre eficaz Josep Ruiz como Spiridone<br />
y una discreta Graciela Alperyn como<br />
Madama Rosa.<br />
En II pagliacci se programaron dos<br />
repartos alternativos dándose el hecho<br />
significativo que en el Prólogo se alternaron<br />
el presente-futuro que es DmFtri<br />
Hvorostovsky y el pasado-presente que<br />
es Piero Cappuccilli; el primero con una<br />
voz de bello color, de contexto lírico,<br />
seguro en todos los registros pero al<br />
que le falta madurar más para el repertono<br />
italiano, supo dar brillantez en la<br />
escena inicial, y corrección en su Sih/io.<br />
Cappuccilli mantiene en buen estado su<br />
voz y cantó el prólogo de forma exultante,<br />
permitiéndose repetir la segunda<br />
parte, hecho hoy totalmente inhabitual,<br />
y dio al personaje de Tonio una movilidad,<br />
a veces excesiva, pero acorde con<br />
la situación. También hubo dos intérpretes,<br />
Giuseppe Giacomini, que mostró<br />
su voz brillante, de bello timbre,<br />
seguro en todos los registros con una<br />
versión mejor vocalmente que estilísticamente;<br />
Bruno Sebastian intervino en<br />
las últimas funciones, confirmarla la<br />
impresión de sus anteriores prestaciones<br />
liceístas: una bella voz. una técnica<br />
rudimentaria y un sentido interpretativo<br />
limitado. En Nedda se alternaron Ana<br />
Mana González, y el último día Verónica<br />
Villarroel; la primera cantó con delicadeza<br />
su parte, y la segunda con una voz<br />
más expansiva, lo que le permitía dar<br />
más credibilidad a su roí. Siempre interesante<br />
el Beppe de Josep Ruiz. discreto<br />
el Tonio de George Fortune, y flojo el<br />
Silvio de Roberto Coviello, fuera de<br />
estilo. El coro del teatro cumplió en<br />
unas obras no especialmente complejas,<br />
Albert Vitardell
\Collins\<br />
'•-Eii I 1<br />
VICTORIA DE LOS ANGELES<br />
13472<br />
The eagerly awaited Recital<br />
¡ Recorded live at<br />
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TflS |OI) 110 14 19 Jl» 93 04<br />
f*S [«1¡ JIO J6 7?
ACTUALIDAD<br />
Brevee<br />
interesante<br />
Barcelona. Gran Teatro del Liceo, 27-IV-9I. Schubert.<br />
SiiJndcben y Naditiielle. Brahms, üebejliedenwirer, Op<br />
52 Stravinski, tes Noces. Graciela Alperyn. mezzosoprario,<br />
loan Cabero, ten¿>n Teresa Canill. soprano;<br />
Anna Di Mauro, mezzo-sopranos Dalmau González.<br />
tenor Afbert Dohmen, ba|o; Ennque Rtcci, Josep M.<br />
Escribano. Osias Wilenskj y Lucy Amer. pianos. Grupo<br />
de Percusionista!. Coro del Gran Teatre del Liceu.<br />
Dirección: Romano Gandoilí.<br />
Dentro de la actual temporada, tan<br />
nutrida de conciertos como escasa de<br />
óperas, el Gran Teatro del Liceu ha ofrecido<br />
ahora un programa mixto de considerable<br />
atractivo, pero de excesiva brevedad<br />
para cubrir toda una sesión que, además,<br />
se presenta con innecesaria rigidez horaria.<br />
Debemos congratulamos, en primer<br />
lugar, del retomo al podio de dirección<br />
del maestro Romano Gandolfi, repuesto<br />
ya del desagradable ataque que sufrió<br />
hace unos meses. Bajo su control experto,<br />
una selección restringida del coro del<br />
Liceu actuó pulcramente en todas las piezas<br />
del concierto, alcanzando ese grado<br />
de compacidad a que nos tiene tan habituados<br />
que damos ya por sentado que se<br />
producirá siempre.<br />
En la primera pieza de Schubert actuó<br />
la mezzo-soprano Graciela Alperyn,<br />
luciendo una voz sólida, intensa y cálida<br />
que recreó la Serenata schubertiana del<br />
modo más adecuado. Sentimos no decir<br />
lo mismo de Die Nachthelle, donde el<br />
tenor Joan Cabero pasó momentos de<br />
apuro para superar la tesitura muy incómoda<br />
de la obra, con lo que lógicamente<br />
tuvo que distorsionar el timbre normalmente<br />
bello, de su voz de tenor.<br />
La segunda parte ofrecía la pieza de<br />
Stravmski Les Noces. Con gran acierto, el<br />
programa de mano del Liceo incluía el<br />
texto de ésta y de las otras piezas del<br />
concierto. La labor impecable del coro, los<br />
cuatro pianistas en su conjunta labor<br />
melódica y también percusionista de sus<br />
instrumentos; los verdaderos percusionistas<br />
y los solistas dio como resultado una versión<br />
bien equilibrada y redonda de esta<br />
obra, sin buscar ni efectismos ni exageraciones.<br />
En algún momento los complejos<br />
cambios de tiempo parecieron introducir<br />
algún desequilibrio en el conjunto, pero<br />
todo quedó en un simple amago y se restableció<br />
en seguida el nivel adecuado.<br />
Entre los cantantes se distinguió de modo<br />
especial la soprano Teresa Canill por su<br />
sentido musical, a pesar de que en algunos<br />
momentos su voz sonaba un tanto entubada-<br />
también deben destacarse las intervenciones<br />
de la mezzo-soprano Anna Di<br />
Mauro, las nítidas y valientes del tenor<br />
Dalmau González y la solidez de la bella<br />
voz del bajo Albert Dohmen.<br />
24 SCHERZO<br />
Roger Alier<br />
La orquesta que fundó<br />
Dvorak<br />
La gira que la Filarmónica Checa ha<br />
realizado por diversas ciudades de la<br />
geografía española viene a recordamos<br />
que en este año que se celebran los<br />
actos conmemorativos del bicentenano<br />
de la muerte de Mozart, no hemos de<br />
olvidar tampoco otra serie de conmemoraciones<br />
que en un principio han<br />
pasado mucho mis inadvertidas. Tal es el<br />
caso del ciento cincuenta aniversario del<br />
nacimiento de Antonln Dvorak, una de<br />
las figuras más relevantes del nacionalismo<br />
checo.<br />
La Orquesta Filarmónica Checa, que<br />
no hay que olvidar que fue fundada por<br />
el propio Dvorak, ha realizado en Barcelona<br />
un programa doble dedicado enteramente<br />
a la figura de este compositor<br />
checo que supo reconciliar la música tradicional<br />
de su pais con el sinfonismo<br />
imperante en Europa. Al frente de la<br />
orquesta se han puesto dos directores,<br />
ambos estrechamente vinculados a esta<br />
formación FI pnmero de ellos es Václav<br />
Neumann, titular de la orquesta desde<br />
que sustituyó a Karel Ancert en 1968, el<br />
otro, Jin Belohlavek, que durante este<br />
mismo año va a asumir la titularidad, y<br />
que durante años ha sido director asistente<br />
de la misma.<br />
El primero de los dos días, el programa<br />
presentaba el famosísimo Concierto<br />
poro violonchelo en si menor, interpretado<br />
por el violonchelista andorrano Uuis Claret<br />
y la Séptimo Sinfonía, ambas obras<br />
dirigidas por Neumann.<br />
La interpretación del Concierto poro<br />
violonchelo no fue quizá todo lo brillante<br />
que hubiésemos deseado. El primer<br />
movimiento, Allegro, demostró una cierta<br />
descoordinación entre el solista y la<br />
orquesta. Qaret, que tan excelente intérprete<br />
es de obras de cámara, no se<br />
encontraba cómodo en su papel de<br />
solista y es quizá por esta razón que no<br />
supo extraer todas las posibilidades virtuosísticas<br />
que le ofrecía la partitura en<br />
este primer movimiento. Las cosas cambiaron<br />
a partir del Adagio, que el solista<br />
interpretó con una gran expresividad.<br />
También resultó muy satisfactorio el tercer<br />
movimiento en el que se superó la<br />
tensión inicial y en el que tanto solista<br />
como onquesta demostraron una mayor<br />
seguridad.<br />
Vacláv Neumann, con un gesto austero,<br />
pero claro, no se preocupó excesivamente<br />
por mitigar el sonido demasiado<br />
fuerte del metal, a pesar de lo cual realizó<br />
un excelente trabajo en lo que a diferentes<br />
matices se refiere.<br />
La versión de la Séptimo Sinfonía fue<br />
excelente. En ella se combinaron perfectamente<br />
tanto los aspectos más folklóricos<br />
con aquéllos que vinculan claramente<br />
esta obra a las sinfonías de Brahms. Neumann,<br />
que está considerado como un<br />
verdadero especialista y defensor de la<br />
obra de Dvorak, ofreció una versión<br />
equilibrada y muy musical, en la que se<br />
hizo evidente el profundo conocimiento<br />
que este director tiene en toda la tradición<br />
musical centroeuropea.<br />
El segundo día el aliciente principal<br />
era conocer al director Jin Belohlavek, el<br />
sustituto de Neumann como titular de<br />
la formación. El programa era menos<br />
conocido que el del día anterior. El pianista<br />
Ivan Klansky interpretaba el Concierto<br />
para piano en soí menor, que es el<br />
menos popular de los tres conciertos<br />
que Dvorak escribió. La obra es un<br />
poco irregular y parece ser que el propio<br />
compositor tenia intención de revisarla,<br />
aunque finalmente no pudiese llegar<br />
a realizar su deseo. A pesar de todo<br />
se trata de un concierto en el que la<br />
característica riqueza temática de Dvo<br />
rák se impone sobre algunas deficiencias<br />
técnicas, sobre todo en lo que a la parte<br />
del solista se refiere. Estas deficiencias<br />
hacen muy difícil la parte del solista, lo<br />
que no impidió que Klansky la interpretase<br />
con una admirable seguridad. Prefirió<br />
decantarse más por una versión exuberante<br />
y efectista, que superó plenamente<br />
todas las complejidades de la<br />
obra. El piano logró imponerse mejor<br />
que el violonchelo, sobre una orquesta<br />
que abusó de nuevo de la intensidad<br />
del metal.<br />
En cuanto a la interpretación de la<br />
Sexto Sinfonía que completaba el programa,<br />
sin lugar a dudas lo más destacado<br />
fue la magistral dirección de Belohlavek.<br />
Este director tiene muchas de las virtudes<br />
que caracterizan el estilo de Neumann,<br />
especialmente en lo que a la precisión<br />
y claridad se refiere, todo ello<br />
sumado al vigor que tuvieron el tercer<br />
movimiento, Vivace, y el último, Finale<br />
Allegro, acabó por confirmar que este<br />
director se convertirá dentro de poco en<br />
una de las batutas más importantes de<br />
Centroeurpa.<br />
Tanto en el primero como en el<br />
segundo de los días la Filarmónica Checa<br />
ofreció una danza eslava de propino, que<br />
puso un broche de oro a la visita de esta<br />
gran orquesta.<br />
Arlare Heitbron
Sabidefl. Teatro de la Farándula. 26-IV-91. La Traaota<br />
de Giuseppe Verdi. Solistas- Marguente Zygmar»ak<br />
(Violetta), Frailesco Casanova (Alfredo Germort),<br />
Luis Sirtes ¡Giorgio Germant), Mana Unz (Flora Ber-<br />
VOIK). Rosa Nonell (Anmria). Ramón Pu|Oi (Gastune).<br />
Manuel Gamdo (Barone Douphol), etc. Orquesta<br />
Simtenna del Vallé! Coro Arma de l'Opea de Sabadell.<br />
Dirección orquestal: Ivan AngueJov.<br />
Dentro del ciclo Opera a Catalunya, la<br />
entidad pionera, Armes de l'Opera de<br />
Sabadell presentó su nuevo programa,<br />
basado esta vez en la popular Trawata verdiana.<br />
Por supuesto que nunca será suficientemente<br />
felicitada la iniciativa de suplir<br />
con óperas de repertorio la escasez de<br />
títulos de la programación del Liceo,<br />
teniendo en cuenta que. «fet i fet», como<br />
decimos los catalanes, el público que ve<br />
estas representaciones de Sabadell está<br />
formado en gran parte por liceístas (por<br />
esto se dan aquí dos funciones) y además<br />
se aprovecha el circuito (que esta vez<br />
incluye también Figueres) para divulgar la<br />
ópera en provincias.<br />
Más acierto todavía es que la ópera esté<br />
bien cantada, como lo ha estado en esta<br />
ocasión. Marguertte Zygmaniak, que ganó<br />
un premio Viñas por cantar esta ópera, ha<br />
satisfecho ampliamente al público, que ha<br />
premiado su agilidad, su coloratura y su<br />
sentido del teatro con fuertes ovaciones.<br />
Menos interesante el tenor, a pesar de<br />
haber compartido el premio; canta con<br />
una cierta pesa de?, moviéndose como a<br />
impulsos y no siempre con elegancia. Sin<br />
embargo, cumplió como Alfredo. Mucho<br />
mejor resultó el barítono. Lluis Sintes,<br />
menorquin que dio al padre de Alfredo<br />
una dignidad vocal y una segundad o aplomo<br />
en el canto realmente notables para<br />
La Traviata del desaliento escénico<br />
Uno escena de Lo Tronad) en Sabodell<br />
un muchacho joven que empieza su carrera.<br />
Su voz es muy agradable y se mueve<br />
bien en escena.<br />
También se movió y cantó bien María<br />
Uriz, en el papel de Flora, y entre los demás<br />
intérpretes se distinguió, sobre todo, la<br />
Annina de Rosa Nonell y el doctor Grenvil<br />
de Pere Farres. por lo bien que redondearon<br />
la obra con sus respectivas voces.<br />
Lástima que todo este conjunto quedase<br />
bastante desfigurado por una producción más<br />
bien subnormal, que sustituía el tipo de salón<br />
romántico de Lo Traviato por una extraña<br />
Belcantismo norteamericano<br />
Barcelona. Gran Teatre del Liceu, 7 de mayo de 1991. Recital de Lella Cuberii, con obras de Mozart. Rossmi, Bellin<br />
y Donizetti, con Robeit Kettelson al piano.<br />
Que dentro de una temporada de<br />
Ópera se programen algunos recitales es<br />
interesante, pero cuando éstos se programan<br />
en demasía puede aparecer en el<br />
público un cierto cansancio, que se evidencia<br />
cuando los resudados aun siendo<br />
correctos no generan esa relación penetrante<br />
auditorio-artista; éste es el caso del<br />
recital que comentamos, Lella Cuberli pertenece<br />
a la generación de cantantes americanos<br />
que se han especializado en el bel<br />
canto de la que han salido figuras importantes,<br />
pero en el caso de la soprano<br />
junto a características interesantes aparecen<br />
unas limitaciones expresivas; su voz<br />
bella, aunque quizá no en su mejor<br />
momento, con una buena técnica, que. sin<br />
embargo, no evita que su timbre pierda<br />
color en la ;ona de pasaje y que en ocasiones<br />
sus agudos poco apoyados presenten<br />
un cierto tinte acerado y con conocimiento<br />
del género. Es evidente que el<br />
mundo del bel canto no tiene el mismo<br />
grado de expresividad que autores posteriores,<br />
y quizá por ello requiere que su<br />
interpretación no peque de reiterativa, circunstancia<br />
que se produce en Lella<br />
Cuberli. que da a sus versiones demasiada<br />
homogeneidad que hace que su Mozart<br />
no se diferencie mucho de su Rossmi; sus<br />
interpretaciones, que son musicales, les<br />
falta belleza expresiva, lo que unido a una<br />
cierta lentitud hace que sus versiones de<br />
páginas como el dove sonó de Le nozze de<br />
ACTUALIDAD<br />
FOTO. GONDOLBEN<br />
casa con puertas deformes y sofás imposibles<br />
de Lrtilizar, en uno de los cuales se suponía<br />
que dormía Violeta durante su última enfermedad.<br />
Esto y una dirección escénica con<br />
algunas ideas de ópera bufa produjeron un<br />
cierto desencanto entre el público.<br />
El coro funcionó con soltura superior a<br />
otras veces y la orquesta, bajo la dirección<br />
de Ivan Anguelov tuvo, si no una gran<br />
noche, al menos la virtud de no tapar a los<br />
que cantaban.<br />
RA<br />
Fígaro, o BeJ ragg/o íusinghier de Semiromide<br />
queden uniformes.<br />
En la segunda parte se repitieron las<br />
características en Ecomi ¡n heta vesta... Oh<br />
quante volte de / Copuieti ed i Montecchi de<br />
Bellini o en en el recitativo, ana y cabaletta<br />
Al dolce quídam de Auna ñolerta de Donizetti.<br />
que cerraba el programa, en la que<br />
surgió una cierta fafta de redondez en su<br />
voz, junto a su musicalidad. Correspondiendo<br />
a unos aplausos que buscaban los<br />
bises la cantante interpretó dos páginas<br />
poco acordes con su estilo y voz, como<br />
fueron Summer time de Gershwin, y In<br />
quelle tune morbide del Manon Lescoui<br />
pucciniano. Su acompañante Robert Kettelson,<br />
al piano, demostró su profesionalidad,<br />
siguiendo la linea lenta de la cantante.<br />
A.V.<br />
SCHERZO 25
ACTUALIDAD<br />
SANTANDER<br />
Palacio de Festivales de Cantabria<br />
La precipitada inaguración del Palacio de<br />
Festivales ha constituido para Santander,<br />
lamentablemente, otra ocasión perdida.<br />
Inaguración ésta solamente comprensible<br />
desde una óptica pre-electoral, la magna<br />
obra del no menos magistral Sáez de<br />
Oiza. ha visto asi abrir sus puertas con una<br />
programación inaugural no acorde con la<br />
magnitud arquitectónica del edificio ni con<br />
la importancia que para Santander tiene<br />
su anhelado durante lustros Palacio de<br />
Festivales.<br />
El palacio, situado frente a la bahía, es<br />
un edificio verdaderamente singular que<br />
está dotado de una espectacular sala sinfónica<br />
y operística de 1.670 butacas (con<br />
foso de hasta 130 profesores) que lleva<br />
acertadamente el nombre de Ataúlfo<br />
Argenta f de una sala de cámara de 580.<br />
que debiera haber llevado el nombre del<br />
insigne Jesús de Monasteno y que incomprensiblemente<br />
ha sido bautizada al final<br />
con el de José María de Pereda. La acústica<br />
de ambas salas parece excelente. Especialmente<br />
notable es el haber conseguido<br />
la claridad con la dosis justa de reverberación<br />
de la gran Sala Sinfónica, idealmente<br />
diseñada sin duda, para asustar a profanos<br />
en acústica.<br />
La jomada inaugural, ya comentada en<br />
la prensa nacional, estuvo en lo musical a<br />
cargo del King's Consort con la interpretación<br />
del infrecuente oratorio joshua de<br />
Haendel. La ausencia de Su Majestad la<br />
Reina, habitual mente presente en estos<br />
actos, deslució sin duda el aspecto formal<br />
de esta inauguración, sin menoscabo para<br />
el buen trabajo musicaí que protagonizó<br />
Robert King de esta obra haendel i ana.<br />
El dilatado en el tiempo programa inaugural,<br />
continúa desarrollándose en estos<br />
días. De éste podemos destacar, en lo<br />
musical, el recital previsto de Teresa Berganza<br />
y otros dos de Elly Ameling y Simón<br />
Estes, los dos conciertos de la Orquesta<br />
26SCHERZO<br />
Palacio frente al mar<br />
de Cadaqués, dirigida<br />
por Víctor Pablo<br />
Pérez, con el santandenno<br />
Jaime Martin<br />
como flauta solista, y<br />
un concierto de la<br />
O.N.E. dedicado a<br />
música contemporánea<br />
española, dirigido<br />
por José Ramón Encinar.<br />
Asimismo están<br />
previstos dos conciertos<br />
sinfón ico-corales:<br />
uno con Lo Creación<br />
de Haydn, interpretada<br />
por la Orquesta<br />
Sinfónica de Euskadi y<br />
el Orfeón Donostiarra,<br />
dirigido por Gó-mez<br />
Martínez y otro que<br />
lleva en su programa<br />
Carmina Huraña de<br />
Orff junto a Porgy and<br />
Sess de Gershwmg. a cargo de la Budapest<br />
Concert Orchestra y el Masterworks<br />
OVIEDO<br />
Chórale de la Universidad de California,<br />
dirigido por Galen Marshall.<br />
En otro orden de cosas, la vanada programación<br />
musical, que ha ignorado el<br />
Jazz,ha querido sin embargo incorporar<br />
nuevas tendencias habitualmente alejadas<br />
de estos ámbitos: de ahí la presencia del<br />
Cuarteto Kronos (cuarteto de cuerda con<br />
amplificación, vestuario y luminotécnnia) así<br />
como de espectáculos audiovisuales, como<br />
el previsto del Philip Glass Ensemble,<br />
En fin: el magnifico edificio está ahí. Onginalmente<br />
concebido para dar cabida al<br />
Festival Internacional de Santander, que<br />
este año cumple su 40 aniversario, debe<br />
ser también a partir de ahora, la casa<br />
natural del Concurso Internacional de<br />
Piano de Santander-Pal orna O'Shea, del<br />
ciclo de conciertos de invierno de los<br />
Amigos del Festival, así como de cuantas<br />
iniciativas de grupos o instituciones en<br />
estos últimos años han venido animando<br />
la vida cultural de Santander. Que así sea.<br />
Eduardo Casanueva Pedraja<br />
Nueva vida para una orquesta<br />
Oviedo. Teatro Campoamor (I2-V-9I). Ortoon: TVes versiones sinfónicas Profcofiev: Concierto para piano y<br />
onjuesia n° 3. Dvortt Sinfonía n° 7. Orquesta Sinfónica dd Principado de Asturias. Dirratn Atexeev, piano.<br />
Director: Doron Solomon.<br />
Después de hace aproximadamente<br />
dos arios de la disolución de la antigua<br />
Sinfónica de Asturias y tras una rigurosa<br />
y suponemos polémica selección, ha<br />
hecho su aparición en público la agrupación<br />
recién formada con una plantilla con<br />
miembros de 19 nacionalidades. No<br />
podemos ocultar que la representación<br />
española es escasa, tan sólo 10 nombres.<br />
La escasa selección de profesores de<br />
nuestro país en las orquestas de reciente<br />
o próxima creación es un punto de alarma.<br />
Todo hace pensar que la educación<br />
y formación de nuestros músicos es<br />
escasa y que no pueden competir ton<br />
los profesionales de otros países. ¡Cuidado!<br />
porque, de no remediarlo, con el<br />
tiempo vamos a tener que cambiar" el<br />
nombre de algunas de nuestras orquestas.<br />
Se deduce de todo ello que habrá<br />
que poner toda la atención en una política<br />
musical capaz de dar los frutos de lo<br />
que hasta ahora adolecemos.<br />
Pero hablemos del concierto de presentación.<br />
Se puede asegurar que la<br />
reciente Orquesta del Principado tiene<br />
una gran calidad, por supuesto hay<br />
mucho aún que trabajar, pero en ella se<br />
encuentran un equilibrio y afinación en<br />
las distintas cuerdas que hace pueda ser<br />
una orquesta sólida capaz de interpretar<br />
programas de gran envergadura. Obede-<br />
ció las indicaciones directoriales con gran<br />
precisión sólo que las versiones imprimidas<br />
por el israell Doron Solomon carecieron<br />
de fantasía y vuelo Krico y abundó<br />
más lo ando asi como la pobreza en la<br />
planificación, faltó el pianísimo. Esa falta<br />
de dinámica convirtió, en muchas ocasiones,<br />
las partituras que constituían el<br />
programa en pesantes y faltas de gravidez.<br />
Así ocurrió con la que abrió la<br />
sesión, la del compositor nacido en Aviles,<br />
Julián Orbón, obra juvenil, pero en la<br />
que se revela invención y conocimiento<br />
de la orquestación magníficos. Excelente<br />
estuvo Alexeev en el Concierto para<br />
piano rf 3 de Prokofiev, obra (técnicamente<br />
hablando) sumamente difcil. La<br />
falta de luces y sombras en la Séptimo<br />
Sinfonía de Dvorak hicieron que se perdiera<br />
gran parte del dramático poder<br />
expresivo que caracteriza la obra del<br />
compositor checo.<br />
No obstante el éxrto se hizo patente y<br />
se dieron, una vez finalizado el acto, tres<br />
bises. Hubiésemos deseado mas música<br />
española. No fue asi. Lo importante es<br />
que la Orquesta del Pnncipado demostró<br />
su gran capacidad y que será una<br />
gran orquesta. Desde aquí nuestros<br />
mejores deseos y felicidades.<br />
M.G.F.
NACIONAL<br />
OíMUiCA<br />
CON EL PATROCINIO DE<br />
XIVXJICLÜ<br />
DE CAMA<br />
Y POLIFO A<br />
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AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA<br />
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ORQUESTA<br />
y CORO<br />
NACIONALES<br />
de ESPAÑA
ACTUALIDAD<br />
VALENCIA<br />
Sorpresa y frustración<br />
de un buen concierto<br />
Valencia. 9 de n^ayo. Palau de la Música, Sala A. Ulhan Watson (soprano). Dana Moritague (mezzo-soprano), David<br />
Rendall (tenor), Ennque Baquenzo (bajo). Coro y Orquesta de Valencia. Director Manuel Galduf Montesinos.<br />
Estructuras isonfCrurcos," Mozart Misa en do menor, BeeThoven üdú a lo olegrfrj.Comiierto extraordinario Oía de<br />
Europa,<br />
Esta ya habitual celebración comenzó<br />
este año con el estreno de la versión<br />
orquestal de Estructuras isorrítmicas de<br />
Eduardo Montesinos (Valencia, 1945).<br />
que conociera gozoso alumbramiento<br />
como obra para banda sinfónica. La<br />
orquesta realza y potencia su inteligente<br />
compaginación de una densa y unitaria<br />
complejidad interna con una clara, vanada<br />
y atractiva superficie. Entre muchos otros<br />
pasajes bellísimos, destacamos como predilecto<br />
el sensual arranque (raveliano, diñase)<br />
del segundo movimiento.<br />
La Misa en do menor constituye un glorioso<br />
fracaso compositivo. En su crisol<br />
pretendió Mozart fundir los diversos estilos<br />
y tendencias que en él confluyen<br />
-Bach, Haendel, la ópera seria italiana, la<br />
tradición austríaca...-, a fin de obtener una<br />
unidad coherente que renovase el género<br />
de la música de iglesia. Lo que de ella<br />
ha quedado, más que una genialidad, es<br />
un agregado de genialidades. Gran acierto<br />
fue en consecuencia la adaptación de la<br />
intención interpretativa a cada uno de los<br />
diferentes dialectos musicales. Bajo la inspirada<br />
dirección de Manuel Galduf,<br />
orquesta y coro -éste tan bien preparado<br />
como de costumbre por Francisco J.<br />
Perales— rivalizaron en maleabilidad.<br />
Tanto más paradójica y sorpresiva se<br />
nos antojó en consecuencia la repetición<br />
final del Kyne sobre la letra del Agnus<br />
Dei. Entre otras consideraciones músicológicas<br />
o documentales que podrían<br />
hacerse, este intento de acercamiento al<br />
Réquiem parece descuidar la evidente<br />
heterogeneidad litúrgica entre el carácter<br />
formulario -en griego, por mas señasde<br />
la deprecación inicial y el más discursivo<br />
de la final. Así, en el pasaje central, de<br />
la alternancia con la soprano el coro pasa<br />
aquí a una no muy airosa posición subalterna,<br />
como de eco. Sin reparos lo daremos<br />
todo por bueno, si este añadido ha<br />
de redundar en la mayor difusión de tan<br />
extraordinaria página.<br />
Por lo que a las voces femeninas se<br />
refiere, Lilian Watson lució cálido timbre<br />
y corrección expresiva de soprano<br />
ligera, y la mezzo Diana Montague fraseó<br />
con intensidad y nobleza en el Laudamus<br />
te. Sobre sus compañeros varones<br />
no es sin embargo posible pronunciarse<br />
categóricamente a partir de tan<br />
28 SCHERZO<br />
escasos elementos de juicio como al<br />
respecto ofrece esta misa. Limitémonos<br />
a señalar las excelentes maneras apuntadas<br />
por el madrileño Enrique Baquerizo,<br />
que desgraciadamente no tuvo ocasión<br />
de confirmar en el anunciado movimiento<br />
final de la Novena de Beethoven.<br />
precipitadamente reducido a dimensiones<br />
de himno para coro y orquesta.<br />
Alfredo Brotons Muñoz Lillian Wotton FOJO: (UVE BARDA<br />
Interesante Idomeneo<br />
Valencia. Teatro Pnndpal. 23/24-4-91. Idomeneo de MozarL Peter]effes (Idomeneo), Valene Masterson (llia).<br />
Sharon Coopcr {Idamante), Clare Primrose (Elettra). Stephen Crook (ArCace). Director de escena; íom<br />
Hawkes. Coreógrafo: Stephen Preston. Coro, bailarines y orquesta del Enghsíi Bach Festival. Dirección musical:<br />
Antonio de Almeida.<br />
Desde el punto de vista estrictamente<br />
musical, este Idomeneo tuvo una<br />
corrección general. No es poco tratándose<br />
de una ópera de tremendas dificultades.<br />
La producción del English Bach<br />
Festival supo astutamente ofrecer sólo<br />
lo que podía rii un ápice más. Ante la<br />
falta de una voz dotada para abordar las<br />
arias de Arbace, se suprimieron las arias<br />
del personaje. El tenor Peter Jeffes<br />
esculpió un Idomeneo con robustez<br />
neoclásica, apoyada en un buen registro<br />
medio y, por tanto, en todos sus recitativos,<br />
y, con evidentes dificultades en el<br />
registro agudo ofreció la versión ornamentada<br />
de su ana pnncipal. La voluntad<br />
estilística presente en todas las<br />
voces fue estimable por infrecuente. Por<br />
línea de canto destacó la llia de Valerie<br />
Masterson, de timbre ya envejecido;<br />
Sharon Cooper sostuvo con cierta dignidad<br />
su difícil Idamante con una voz<br />
excesivamente nasal y chiusa; la electtra<br />
de Claire Primrose, tuvo notable fuerza<br />
dramática a pesar de los agudos poco<br />
ortodoxos y su rusticidad en el paso al<br />
agudo, La dirección de Antonio Almeida<br />
supo acompañar las voces con oficio y<br />
mantuvo por lo general la fuerza expresiva<br />
de la obra, con aisladas e incomprensibles<br />
caídas rítmicas e injustificadas<br />
languideces en algunos pasajes. La<br />
orquesta, con instrumentos originales,<br />
contribuyó a crear un buen, y didáctico.<br />
equilibrio en el que se pudo discriminar<br />
la magnifica escritura mozartiana para los<br />
instrumentos de vtento, aunque las<br />
trompas tuvieran algunas intervenciones<br />
lamentables. Con sus cortes y sus insuficiencias<br />
la versión tuvo la virtud del<br />
equilibrio entre medios y resultados y<br />
un convincente nivel estilístico, suficiente,<br />
al menos, para aproximar al público a<br />
esta difícil ópera. La puesta en escena<br />
reproducía la original del estreno de<br />
Munich, lo que tuvo el encanto de proporcionamos<br />
un woje a la época mozartiana<br />
y de recordamos algunas pequeñas<br />
verdades escénicas. La iconografía<br />
barroca de la Creta clásica se reprodujo<br />
correctamente. Los sencillos bastidores<br />
y telones pintados y una excelente iluminación<br />
nos demostraron la inutilidad y<br />
la concepción antimusical de tantas<br />
puestas en escena modernas. No es tan<br />
difícil ni costoso, si se aborda y se enseña<br />
la ópera con autenticidad y lejos de<br />
pretenciosos espectáculos, establecer<br />
una amplia temporada de ópera en<br />
Valencia. El Ansa de Música del IVAECM<br />
{Instituto Valenciano de Artes escénicas,<br />
cinematografía y música), con la colaboración<br />
de Música 92, que ha organizado<br />
estas representaciones, necesita un decidido<br />
apoyo para ampliar su oferta operistica.<br />
Blas Cortés
Morgoret Pnce FOTO: EMI/FAYER<br />
Mídrid. Auditorio Nacional, 7-V-9I. Peter Hurford,<br />
órgano. Obras de ñach<br />
Decir que Peter Hurford es uno de<br />
los más grandes organistas actuales,<br />
especialmente en la interpretación de<br />
Bach, no es ninguna novedad. Lo<br />
demuestran sus numerosas grabaciones,<br />
entre las cuales destaca la integral del<br />
citado compositor grabada por el sello<br />
Decca. Los escasos asistentes que tuvimos<br />
la dicha y la suerte de escuchar al<br />
músico británico en el gran órgano del<br />
Auditorio Nacional pudimos comprobar<br />
que la fama de este organista no sólo es<br />
sobradamente merecida, sino que, además,<br />
sus elevadas dotes musicales exceden<br />
con mucho a lo que pueda pensarse<br />
como resultado de una mera audición<br />
discográfica. El recital, organizado<br />
por la Sociedad Bach y dedicado íntegramente<br />
al músico de Eisenach, estuvo<br />
integrado por obras representativas de<br />
las diversas épocas de Bach (Weimar,<br />
Kóthen, Leipzig). Hurford o el arte de<br />
tocar a Bach podría servir como perfec-<br />
Perfección bachiana<br />
to calificativo del resultado de la memorable<br />
sesión. Con una dicción y limpieza<br />
clarísimas, Hurford fue desgranando las<br />
notas de los pentagramas bachianos.<br />
Merece destacarse la brillante exposición<br />
de la Tocata. Adagio y Fuga en do<br />
mayor, BVW 564, que abría el programa,<br />
así como la Sonata-trio núm. I, BVW 525,<br />
que cerraba la pnmera parte del mismo.<br />
Ambas obras exigen del intérprete un<br />
sólido conocimiento instrumental y una<br />
perfecta conjunción entre manual y<br />
pedal. En la segunda parte del programa<br />
Hurford confirmó su indiscutible maestría<br />
con la lectura del Preludio y Fuga en<br />
mi bemol mayor, fiWV <strong>55</strong>2. Entre ambos<br />
movimientos enmarcó, según costumbre<br />
establecida, tres de los 21 corales compuestos<br />
por Bach con la denominación<br />
de Corales del Dogma En definitiva- un<br />
recital memorable, en el que todas las<br />
páginas fueron presentadas con la perfección<br />
y el elevado sentido musical que<br />
eran de esperar en un músico de la talla<br />
de Hurford. Umco punto negro de la<br />
ACTUALIDAD<br />
MADRID<br />
Extraordinaria Price<br />
Madrid. Mdfg¿ret Pnce, soprano. Eugene Asti. piaAQ. Cuatro heder sobfc<br />
Goelrie de Lisa, Ocho heder sobre Monke de WoH 7 . Weserxfwik fieder<br />
de Wagner. Pof# omor de í os Bodes de figón) de Mozart, Casia DJWJ de<br />
Nonrm de Belhrn. bel JOggro de Se/niromide de Rcssirii.Sala Juan de VítJanueva<br />
del Museo del Prado, 9 de mayo.<br />
Recital organizado por el Monte dei Paschi di Siena,<br />
con motivo de su presentación comercial en España.<br />
Lástima que el acto se haya restringido a un público,<br />
generoso pero no entregado, faltando los íiobitués que<br />
hubieran reconocido la calidad del acontecimiento y elevado<br />
el clima. Un público elegante que hizo retrasar el<br />
comienzo del espectáculo más de media hora.<br />
La Price galesa mostró su capacidad sobresaliente<br />
como cantante de cámara, porque posee voz (limpia,<br />
transparente, generosa de perfiles), estilo, hondura de<br />
concepción, fraseo, dicción y claridad expositiva. Sus<br />
üszt (el híbrido y árido Liszt de siempre) tuvo en la<br />
soprano la capacidad expresiva demandada, sobre todo<br />
en el difícil y exigente Mignons Lied. Con Wolf se manifestó<br />
la sabiduría diferenaadora de climas de la cantante,<br />
ligera en Def Górtner, patética en Begegnung. resplandeciente<br />
en la amplia melodía de Gesong Weylas. Una lección<br />
artística. La segunda parte, de talante operístico ya<br />
desde la página wagnenana, porque en esa onda la tradujo<br />
la soprano, tuvo un modélico Porgi amor como<br />
punto máximo. Los dos fragmentos italianos fueron<br />
interpretados con dignidad musical, pero cortos de aliento<br />
en las partes virtuosísticas; se comprobó que no es el<br />
medio idóneo piara la cantante. Dos propinas: i'mvito de<br />
Rossini y un lumínico, garboso De tos álamos vengo de<br />
Rodngo. El pianista, si no inspiración, dio entrega y juvenil<br />
entusiasmo. ¡Que vuelva Price, pronto y al escenario<br />
que le corresponde!<br />
F.F.<br />
sesión: el Auditorio se encontraba prácticamente<br />
vacío. Creo que exagero si<br />
digo que había 300 personas. Es lamentable<br />
que ocurra esto tratándose de un<br />
músico de esta categoría, además de lo<br />
que significa para el propio artista, que.<br />
por cierto, y salvo error en la información<br />
que poseo, era la primera vez que<br />
actuaba en Madnd. ¿Falta de interés o de<br />
publicidad? Descartado lo pnmero, me<br />
pronuncio por la segunda posibilidad. El<br />
recital no fue debidamente anunciado<br />
en la prensa ni con la suficiente antelación.<br />
El que suscribe, que suele estar<br />
bastante al día de las actividades musicales<br />
en Madrid, se enteró dos dias antes<br />
mediante un cartel colocado en el vestíbulo<br />
del Auditorio Nacional. Es sólo un<br />
ejemplo, pero supongo que habrá<br />
muchos más. Los organizadores deberían<br />
tenerlo en cuenta para que en ocasiones<br />
futuras no se reprta esta bochornosa<br />
situación.<br />
F.G.U.<br />
SCHERZO 29
ACTUALIDAD<br />
Retrato en negro<br />
Madrid. Audrtono Nacional, 10 de mayo. Obras de Giordani. Gluck, legrenzi, Beilmi. Ponctiielli, Respighi. Rotow.<br />
hlni. Sbella, Denza. Luciano Pavarotti. tenor Leone Magiera, piano.<br />
Luciano Pat/arom<br />
Como siempre o casi siempre es más<br />
el ruido que las nueces. ¿Justifica un recital<br />
de las características del que aquí se<br />
reseña un alboroto popular tan desmedido,<br />
un interés público tan extraordinario?<br />
Evidentemente, no, por mucho que funcionen<br />
el marketing y la mitomanla: se<br />
llegaron a pedir, en reventa, 50.000 pts.<br />
por una localidad. Y menos cuando tras<br />
el concierto -a pnon basado en un programa<br />
corto, no precisamente complicado<br />
y más bien rutinario dentro de los<br />
usos del divo-, y con independencia de<br />
las inevitables histerias colectivas al final<br />
del acto, no puede emitirse en conciencia<br />
por quien esto escribe, y en un intento<br />
de mantener una quizá imposible<br />
objetividad, un juicio claramente positivo.<br />
Hay que aplaudir, por lo que tiene de<br />
subyugador, naturalmente, la sempiterna<br />
y reconocida belleza, el calor y brillo de<br />
un timbre penetrante y la fácil y lógica<br />
manera con que su dueño lo hace presente<br />
y lo proyecta amén de resaltar la<br />
generosa expansión del sonido, canónicamente<br />
emitido y moldeado, dotado<br />
ahora de mayor anchura en el centro y<br />
densidad en los graves. Es necesario destacar<br />
asimismo la clandad de la enunciación<br />
y la generosa manera de frasear.<br />
Virtudes presentes en las oriette bellmianas<br />
-faltas de una mayor delicadeza en<br />
el decir, sin embargo- y en las tres páginas<br />
de Respighi, puede que lo mejor de<br />
la noche junto a las tres canciones finales<br />
y a la penúltima propina, un valiente<br />
30 SCHERZO<br />
Nessun dorma! del Turandot de Puccini<br />
cantado a tono (con si natural postrero,<br />
por tanto). En el debe hay que situar,<br />
ante todo, la pérdida de esmalte de<br />
unas notas agudas hasta hace poco atacadas<br />
con nitidez, segundad, afinación y<br />
squilb, en la actualidad bastante deterioradas;<br />
luego una evidente falta de solidez<br />
en los apoyos que propicia peligrosas<br />
irregularidades de emisión y colocación<br />
y, en conexión con ello, la apreciable<br />
cortedad de fiato y la menor calidad de<br />
legato unidas a los pobres logros en el<br />
campo de la messa di roce, con reguladores<br />
conducentes, no siempre de<br />
forma paulatina, a un feo falsete o apionamento<br />
heterodoxo, algo perceptible<br />
sobre todo en Bellini y en el famoso Oh<br />
sogni d'or del Ge/o e mar de Gioconda,<br />
aria bien iniciada pero cantada luego a<br />
trompicones -y muy deprisa, como casi<br />
todo- y con cierta falta de resuello en<br />
momentos comprometidos. Lo que no<br />
tiene esculpa es esa olímpica despreocupación<br />
del tenor modenés por las<br />
cuestiones estilísticas ejemplificada en la<br />
pnmera parte del recital, en particular en<br />
un impresentable Che foro senzo Euridice,<br />
del que se comió una estrofa, que<br />
habría hecho levantar a Gluck de su<br />
tumba, Un discreto -en todos fos órdenes-<br />
y fiel acompañamiento pianístico<br />
de Magíera, colaborador habitual, dejó<br />
en la mayor de las libertades al cantante.<br />
A.R.<br />
Un instrumento<br />
flexible<br />
Midrid. Auditorio Nacional. 19 de abnl de 1991. Academy<br />
oí St Martin in the Fíelos Director Sir Neville<br />
Mamner Beriioz. Beatriz y Benedicto (Obertura).<br />
Brahms: Condeno para violln y orquesta en re mayor,<br />
Op. 77. Solista; Dmitri Sitkovetsky. Maw: Spring MUSÍC<br />
Stravtnski: El Pojara de fuego (1919).<br />
La Academy of St Martin in the Fields.<br />
que alcanzó la cumbre entre las formaciones<br />
de cámara bajo la batuta de su fundador.<br />
Sir Neville Marnner, se ha convertido,<br />
casi como fenómeno natural y producto<br />
de la imaginativa y original política de<br />
dicho director, en un conjunto flexible,<br />
que tan pronto se mantiene en su ámbito<br />
inicial de orquesta de cámara como<br />
adquiere las características de cualquier<br />
orquesta sinfónica, capaz de afrontar<br />
repertonos como los ofrecidos en sus dos<br />
recientes conciertos en la capital de España.<br />
Esta reconversión se ha efectuado,<br />
digámoslo ya, con notable éxito, porque.<br />
de nuevo un haber de Mamner, sus componentes<br />
son de un nivel medio excelente<br />
y muestran una profesionalidad y entrega<br />
envidiables. Si hubiera que destacar algo,<br />
sin embargo, la cuerda tendría las de<br />
ganar, ya que, además de un bello sonido,<br />
conserva la agilidad y claridad de articulación<br />
que asombraban en la formación primitiva,<br />
mucho más reducido el contingente.<br />
Por su parte, las trompas quizá constituyan<br />
el grupo menos redondo del<br />
conjunto, aun manteniendo las cotas notables<br />
antes citadas.<br />
En el programa de su primer concierto,<br />
único al que pude asistir, Marnner se reveló<br />
de nuevo como un conductor de ideas<br />
y gestos claros, de una musicalidad irreprochable,<br />
aunque no sea la fuerza temperamental<br />
o que en él más arrebate. Lo<br />
mejor, tras una lectura ágil antes que apasionada<br />
de la obertura de Beriíoz, fue la<br />
muy notable versión de El Pájaro de Fuego<br />
de Stravinski, ejecutada con considerable<br />
atención al irresistible ritmo de la partitura<br />
y con exquisitos detalles de matiz -especialmente<br />
en la cuerda, de nuevo-. Entre<br />
estas dos obras, cabe lamentar que la un<br />
tanto irregular, pesante y extravagante lectura<br />
de Sitkovetsky en el concierto brahmsiano,<br />
con unas oscilaciones excesivas en<br />
el tempo y un fraseo de dudoso gusto,<br />
acabarán por conseguir, que ya es decir,<br />
aburrir un tanto al personal. Mamner dio<br />
la impresión de no comulgar demasiado<br />
con tal aproximación, y se limitó, lo que<br />
ya era tarea improba, a tratar de seguir al<br />
solista. La Spnng Music del británico<br />
Nichoias Maw resultó obra efectista y un<br />
tanto facilona que, desde luego, está lejos<br />
de pertenecer a lo más notable -y si se<br />
me apura entretenido- que las Islas Británicas<br />
han dado en música.<br />
R.O.6.
Otello interrumpido<br />
Ptadrtd Tealro de La Zarzuela: Otóto (Ven*). Plácido Domingo. Fraru Grundheber. DanieJa Dessl. Coro del Teatro<br />
Unco Nacional. Orquesta Smfón-ca de Madnd Director Rafael Frühbeck de Burgos. Director escénico: Hugo de Ana.<br />
Esteno del 1° acto del Oletlo de La Zarzuela<br />
Ya antes de alzarse el telón se anunció<br />
que Plácido Domingo sufría una indisposición<br />
y se encontraba en el teatro el tenor<br />
Bruno Sebastian por si era preciso sustituirle.<br />
Considero un exceso de cejo de<br />
Domingo anunciar tal indisposición, pues<br />
estaba, más o menos, como siempre, y<br />
aun estoy tentado a decir que mejor de<br />
lo habitual. El suyo ha sido siempre un<br />
Otello de condición netamente lírica, lejano<br />
de las oscuridades de los Vinay y Del<br />
Monaco, aunque en los últimos tiempos<br />
se haya acercado algo a éstos bontoneondo<br />
quizá más de la cuenta. Logro frases<br />
dulcísimas durante el dúo de amor del I<br />
acto, en el N/un mi tema y entre ambos,<br />
aquí y alia. Conserva el tenor un bello<br />
esmalte en los sonidos centrales, aunque<br />
el agudo, duro y tirante, suponga el habitual<br />
divorcio frente al resto de la gama.<br />
Escénicamente, Otello es uno de sus<br />
papeles más trabajados, siendo, ademas,<br />
un actor notable, tan efectista como realmente<br />
efectivo. Pero no todo fue oro de<br />
ley. También existieron frases más declamadas<br />
que verdaderamente cantadas y<br />
arrebatos poco sinceros, que forman<br />
parte de una rutina aprendida.<br />
Gnjndheber tiene de Yago lo que yo<br />
de repoblador forestal. La voz puede ser<br />
digna, a prion, pese a las notas rasposas o<br />
aspiradas, pero su uso teutón hasta la<br />
médula (en técnica y dicción) lo convierte<br />
en el peor Yago de que tengo noticia<br />
desde los tiempos de Norman Mittleman.<br />
Canta tan gloriosamente mal (con<br />
el Era la notte como muestra suprema) y<br />
está tan lejos del sutil ideal forjado por<br />
Verdi y encamado en Victor Maurel, al<br />
FOlOj CASTAÑAR<br />
que traiciona por completo, que nos<br />
obsequia con una concepción errada de<br />
la primera nota a la última. La soprano<br />
Daniela Dessl prometía más de lo que<br />
ofreció. Tiene una voz de buena pasta,<br />
dulce y bastante bella. El timbre sugiere,<br />
incluso, la posibilidad de encamar personajes<br />
con más carácter que Desdémona;<br />
pero no controla bien el vibrato de su<br />
voz, que en el forte se acentúa de manera<br />
molesta, insinuando posibles problemas<br />
futuros. Vino a engrosar la lista de<br />
los indispuestos y, tras una larga espera,<br />
se anunció que no cantaría toda su escena<br />
final, limitándose a monr mansamente.<br />
Rafael Frühbeck pecó más por defecto<br />
que por exceso. Si bien en la primera<br />
escena o en el torpedeo coral con que<br />
finaliza el acto III forzó excesivamente el<br />
volumen de la orquesta, su verdadera<br />
carencia apuntaba a la falta de creación<br />
de auténticas atmósferas, a la escasez de<br />
lirismo en fragmentos como el dúo de<br />
amor. Si la vena escogida era la satánica,<br />
la de la ejecución de lo inexorable, ¿por<br />
qué se mostró tan exangüe en el Dio ti<br />
gíocondi o en el recitativo previo al Credo<br />
de Yago? El montaje de De Ana, rudo /<br />
de un desnudo primitivismo, justificaba, a<br />
la vista del original shakespeariano, la<br />
lóbrega nocturnidad de casi toda la<br />
acción. La concepción general era bastante<br />
acertada, aunque tampoco escapara a<br />
la obsesión de la escenografía actual por<br />
prodigar trasposiciones y cambios.<br />
¿Dónde estaba, por ejemplo, el salón del<br />
castillo con vistas a un jardín del acto II?<br />
Joaquín Martín de Sagarmínaga<br />
ACTUALIDAD<br />
El mejor fondo de catálogo<br />
del mundo.<br />
SCHERZO 31
OPERA DEL SIGLO XX<br />
Britten es el único compositor inglés digno<br />
de consideración que ha salido de una de nuestras<br />
escuelas de música.<br />
Sír Tilomas Beecham<br />
Además, ¿es necesario estar «progresando siempres'<br />
¿No podríamos contentamos con poner buena música<br />
al servicio de obras dramáticas buenas, o mqor aún,<br />
componer música tan bella que se convierta, a pesar<br />
de todos Jos inconvenientes, en buen teatro?<br />
Albor* Berg<br />
£1 pfobtemo de la opero (1928)<br />
Donde d sadismo onginano no ha experimentado<br />
ningún atemperamiento ni lijsión, queda establecida la<br />
conocida ambivalencia amor-odio de la vida amorosa<br />
Peter Grimes<br />
o la fuerza de un destino<br />
Sigmiind Freud<br />
Benjamín Britten nació en Lowestoft<br />
(sur de Inglaterra), el 22 de noviembre<br />
de 1913, en las inmediaciones<br />
be la primera conflagración mundial. En<br />
aquel año Stravinski escribe La Consagración<br />
de la Pnmavera, un año antes Amold<br />
Schónberg ha nacido su Pierrot Lunaire y<br />
Rouault pinta sus temas religiosos. Esta<br />
breve pincelada cronológica señala significativamente<br />
el momento en que Britten<br />
emerge al mundo de los hombres.<br />
A la edad de diez años comenzó sus<br />
estudios musicales bajo la dirección de<br />
Frank Bridge. Obtuvo una beca para<br />
ingresar en el Royal College of Music de<br />
Londres (allí aprendió composición con<br />
John Ireland y piano con Arthur Benjamin).<br />
Mientras era alumno, escribió su<br />
primera obra: Sinfometta (Op, I). para<br />
orquesta de cámara. Dos años más tarde<br />
ya ¡nquietaba el medio ambiente musical<br />
con su Phantasy (Op. 2), cuarteto para<br />
oboe, violín, viola y chelo. A la que continuaría<br />
A doy w/os bom (variaciones corales,<br />
Op. 3) y Simple Symphony (Op. 4),<br />
para instrumentos de cuerda, todos basados<br />
en temas pergeñados en su niñez.<br />
Este inicio creador de Britten extiende un<br />
puente que pasa por Barcelona, donde<br />
estrena su Suite (Op. 6), y que llega hasta<br />
EE.UU.. donde permanece tres años y<br />
compone Les Illuminations (Op. 18).<br />
sobre versos de Rimbaud. Britten había<br />
comenzado ya a realizar experimentos<br />
de estilización con textos franceses o italianos<br />
(I sette sonet/ di 1 Micheiangelo, Op.<br />
22) y de ellos brota una de sus mejores<br />
creaciones: Serenata (Op. 31). destinada<br />
especialmente a Peter Pears, su amigo<br />
dilecto, donde se destaca ya el valor<br />
orquestal de la obra. Anteriormente.<br />
habla compuesto Variaciones sobre un<br />
tema de frank Bndge, donde las cuerdas<br />
eran aprovechadas en el máximo de sus<br />
posibilidades expresivas. En 1941 La<br />
Orquesta Filarmónica de New York, bap<br />
32 SCHERZO<br />
la dirección de John Barbirolli. estrena la<br />
Sinfonía de Réquiem, encargo del gobierno<br />
japonés rechazado por su inspiración<br />
«demasiado cristiana». Considero necesario<br />
señalar que en El Festival de Música<br />
para el Pueblo, realizado en Londres, en<br />
1939 (creado como un instrumento más<br />
de la lucha antifascista), Britten, aun joven<br />
desconocido de 25 años, estrena una<br />
obra titulada Balada de Héroes, cuyo<br />
texto es de Auden y Swingler y que está<br />
compuesta en memoria de los ingleses<br />
de las Brigadas Internacionales que perecieron<br />
en la Guerra Civil Española. Esta<br />
vertiente humanista de Britten se completarla<br />
con su War Réquiem, compuesto<br />
para la nueva consagración de la catedral<br />
de Coventry, destruida por los bombardeos<br />
nazis durante la II guerra mundial.<br />
Peter Gnmes, la obra que hoy nos<br />
ocupa, nació justamente en esa época<br />
(Op 33). Su amplia repercusión es,<br />
como muchos de los éxitos que de vez<br />
en vez jalonan un acontecimiento, hija de<br />
un malentendido, o en todo caso, de la<br />
influencia de un texto inquietante y a<br />
veces desconcertante que Britten logra<br />
desarrollar -pese a los esquematismos<br />
simplistas del libreto de su colaborador<br />
Montagu Slater, dramaturgo, miembro<br />
del Partido Comunista- en medio de un<br />
clima fantasmagórico, ominoso y lleno de<br />
alusiones en profundidad (que en su<br />
ópera Una vuelta de tuerca, sobre la<br />
novela de Henry James, lleva al máximo<br />
de intensidad a través de una historia «de<br />
horror, dolor y fealdad infernales». Peter<br />
Gnmes es, junto a Lo violación de Lucrecia,<br />
la ópera mis conocida de su autor y la<br />
que le dio pasaporte definitivo a la universalidad.<br />
Estos datos -quizá demasiado puntuales-<br />
son imprescindibles para comenzar<br />
este transito por un compositor tan discutido<br />
por la crftica musical. Como también<br />
es imprescindible, a grandes rasgos,<br />
señalar en qué momento histórico Britten<br />
arranca Peter Gnmes de sus alforjas.<br />
Estamos en una secuencia singular de la<br />
historia operistica: el siglo comienza con<br />
una nueva búsqueda de expresión que<br />
intenta dejar atrás los viejos cánones<br />
decimonónicos y la ópera, como los<br />
demás enunciados musicales, juega su<br />
partida convirtiéndose también en campo<br />
de experimentación. Cuando Claude<br />
Debussy estrena en 1902 su ópera poemática<br />
Pelleas et Metisande firma el acta<br />
(o el decreto) de defunción de las formas<br />
operísticas conocidas y establece el primer<br />
mojón de un camino inédito que<br />
-pese a que la Escuela Vienesa parece<br />
habitar otro espacio distinto, un universo<br />
discriminado y propio- tiende un vínculo<br />
subversivo que deberá ser interrogado<br />
más prolijamente en otra oportunidad y<br />
que en Pierrot Lunaire (Amold Schónberg.<br />
1912) se expresa en una final consolidación<br />
de aquella fractura revolucionaria.<br />
Por ser justamente una etapa de rupturas<br />
y, naturalmente, de transiciones, en<br />
esos momentos la creación operistica<br />
cabalga entre la fascinación de lo nuevo y<br />
las ya estables y cómodas virtudes de lo<br />
conocido. Peter Gnmes (1945) es en<br />
muchos aspectos una conjunción de<br />
estas vertientes: Britten no deja en ningún<br />
momento de ser un romántico que<br />
mira hacia el pasado con devoción (estuvo<br />
a punto de finalizar la Décimo Sinfonía<br />
de Gustav Mahler a pedido de Alma) y a<br />
la vez dirige su mirada hacia el futuro,<br />
consciente de las nuevas posibilidades<br />
dramáticas que brinda al mundo la investigación<br />
psicoanalítica de esos años. Él<br />
sabe que la música puede comunicar<br />
como nadie el mundo interno habitado<br />
de conflictos que signa un personaje tan<br />
complejo y variopinto como es el hombre<br />
del siglo veinte. Por eso la ópera no<br />
es -para él- el espacio teatral de un<br />
texto singularmente significativo, sino el<br />
espacio musical donde un texto, aunque<br />
sea mediocre literariamente, puede<br />
alcanzar cotas de profundidad inesperadas,<br />
cosa a la que se refiere Alban Berg<br />
en el epígrafe de este artículo. Más<br />
mozartiano que wagneriano, Britten sabe<br />
que el sostén sonoro de una ópera es la<br />
única posibilidad de fecundar un texto y<br />
hacerlo válido estéticamente.<br />
Y sabe, por otro lado, que ese sostén<br />
sonoro -para no disolverse en una universalidad<br />
abstracta- debe ser fiel a la<br />
identidad de sus gestores. Por eso Britten<br />
puede ser incorporado por derecho<br />
propio a la generación de 1905 (escuela<br />
nacionalista británica) junto a Rawsthorne,<br />
Constant Lamben y Michael Tippett,<br />
aunque de ninguna manera el autor de<br />
Peter Grimes puede ser reducido a dicho<br />
Sello de nacimiento. La tradición inglesa<br />
es en él un disparador, un surtidor de<br />
iniciativas, pero no un destino Victoriano<br />
eterno y providencial que hace de<br />
Edward Élgar un líder inamovible y siempre<br />
imitable, El lirismo de Britten es su<br />
marca de fábrica, una reverencia dieciochesca<br />
para rendir homenaje a un siglo<br />
grávido, apuntes de su alma romántica,<br />
pese a sus luchas interiores y sus conflictos<br />
edípicos, pero nunca sometimiento al<br />
mandato oficial.<br />
Sabemos bien que la escuela inglesa de
Benjamín flntten<br />
música no dio genios de la aítura incanjeable<br />
de Mozart. Beethoven, Wagner o<br />
Mahlen más aún, dicha escuela se considera<br />
generalmente como inexistente<br />
(Claude Samuel). Es cierto que los músicos<br />
ingleses durante dos siglos fueron<br />
anfitriones de la música de Haendel.<br />
Haydn. Mendelssohn o Brahms, pero a<br />
fines del siglo pasado (Fredenck Delius y<br />
Edward Elgar), y a comienzos de este<br />
siglo, esa actitud imitativa desaparece y.<br />
pese a ciertos logros o ciertas inquietudes<br />
de los compositores citados, se crea<br />
un gran espacio vacio donde no vuelve a<br />
surgir nadie realmente preocupado por el<br />
lenguaje musical, por las exigencias de la<br />
forma, hasta la llegada de Britten. No<br />
quiero disminuir la importancia de Vaughart<br />
Williams, Gustav Holst, Amold Bax,<br />
john Ireland, William Walton o Michael<br />
Tippett, pero es aceptada universalmerrte<br />
la significación singular del autor de Lo<br />
violación de Lucrecia. «Es el primer estilista<br />
que la vida musical inglesa ha conocido<br />
desde Purcell» ha escrito Martin Cooper<br />
El mismo Britten lo ha dicho asi: «Uno de<br />
mis fines principales ha sido el tratar de<br />
dar a la musicalidad de la lengua inglesa el<br />
bnllo, la libertad y la vitalidad de la que<br />
estaba desprovista desde la muerte de<br />
Purcell»,<br />
Gracias al conocimiento de la prosodia<br />
inglesa y de las posibilidades vocales, gracias<br />
a su temperamento dramático y a su<br />
ubicuidad alerta (en su Cantóla Académica<br />
llega a incluir elementos seriales) y<br />
gracias a su particular ejercicio del eclecti-<br />
cismo (podía sonar a Verdi, a Mussorgski,<br />
a Mahler y a Debussy, pero refundía<br />
todas las influencias de una manera talentosamente<br />
única) y gracias a su siempre<br />
personal romanticismo, Britten se ha<br />
colocado en la primera fila de los compositores<br />
de ópera del siglo veinte.<br />
Vamos, pues, concretamente a la obra<br />
que nos ocupa Peter Gnmes, la ópera de<br />
Benjamin Britten en un prólogo y tres<br />
actos que, como sabemos, se interpretará<br />
en el teatro de La Zarzuela de Madrid,<br />
surge al mundo operístico a partir del<br />
viaje que realiza el autor a EE.UU., junto<br />
a Peter Pears y W.H. Auden y gracias a<br />
que la Fundación Koussevitzky pone a<br />
disposición del compositor inglés la infraestructura<br />
económica suficiente.<br />
El argumento y el texto original fueron<br />
tomados de un poema de George Crabbe<br />
(The Borougrí, 1310: algo así como<br />
burgo o villa o municipio). Para los ingleses<br />
es una pequeña aldea de pocos habitantes<br />
donde el más ilustrado o culto, o<br />
capacitado hace funciones de Juez de la<br />
comunidad). El autor del libreto es, como<br />
hemos dicho, Montagu Slater. quien, en<br />
estrecha relación con Bntten y con Pears,<br />
lo escribió entre 1943 y 1945. La acción<br />
se desarrolla en la costa oriental inglesa<br />
hacia el año 1830. El argumento es el<br />
siguiente: comienza con el juicio que Mr.<br />
Swallow (el Alcalde) somete a Peter Gnmes<br />
por la muerte de un aprendiz. Los<br />
barcos pesqueros contrataban niños<br />
aprendices de los asilos para enseñarles<br />
el oficio y usarlos como mano de obra.<br />
OPERA DEL SIGLO XX<br />
Peter Grimes logra una pesca enorme y<br />
se propone llegar a Londres para venderla.<br />
El exceso de cargamento lo impide, el<br />
barco tiene que ser alijado y el jovenzuelo<br />
muere ahogado. El juicio se basa en la<br />
supuesta culpabilidad de Grimes en aquella<br />
desventura, pero a falta de pruebas<br />
fidedignas es declarado inocente, pese a<br />
las sospechas de los habitantes de la<br />
aldea sobre las verdaderas razones de<br />
aquella muerte (se llega a hablar de asesinato<br />
sádico). Mientras el juicio se desarrolla<br />
es necesario señalar que Gnmes<br />
denuncia que se trata de una provocación<br />
vindicativa por parte de la aldea, a<br />
cuyos morado res desdeña, porque para<br />
él integrarse a la vida comunitaria es un<br />
modo de envenenarse la mente. Dice en<br />
cierta secuencia: «Tengo visiones, terribles<br />
visiones. Me llaman soñador, se burlan<br />
de mis sueños y de mi ambición, pero<br />
el ganador seré yo». El propio Juez aconseja<br />
a Grimes no contratar nuevo aprendiz.<br />
Al quedarse solo Gnmes, Ellen<br />
Oxford, una maestra viuda, trata de consolarlo<br />
y le promete que va a tratar de<br />
rehabilitarlo ante los ojos de la gente del<br />
pueblo. En ese momento finaliza el prólogo.<br />
Al comenzar el primer acto, Grimes,<br />
ante el ofrecimiento del farmacéutico de<br />
contratar un nuevo aprendiz, huérfano<br />
del hospicio, acepta inmediatamente.<br />
Ellen se ofrece para ir a buscar al nuevo<br />
grumete. Se desencadena una tempestad<br />
y todos los pescadores corren a poner a<br />
salvo barcos y redes. El drama comienza<br />
SCHERZO 33
"KATHLEEN JESSYE JAMES<br />
BATTLE NORMAN LEVINE<br />
SPIRITUALS IN CONCERT<br />
He's Got the Whole World in His Hands<br />
Bi Swing Low, Sweet Chariot/<br />
Ride Up in the Chariot<br />
You Can Tell the World<br />
There is a Balm in Gilead • . «^7<br />
Ride On, Kingjesus •' • N _<br />
Oh,Glory ' .'<br />
•Oh, What a Beautifül City .'<br />
i .<br />
I Scandalize My Ñame /<br />
Gospel Train<br />
rn íñTüTlJl 429 790-2 EHE , '•' ' ff<br />
W 429 790-1 EM] &C) '- *Pl-<br />
MC(CRO2) 429 790-4 MB\ »J > ¡- -'V^<br />
Láser Djsc and VHS -Q 0 C & ^'<br />
in prepanition / in V'orbereitung ' . A *"•"<br />
£_ BAnLE NORMAN ^<br />
H SPIRITUALS V ¿%t^<br />
|fi IN CONCERT •<br />
m \ f CHOROS AND0RCHESTR4 í".<br />
LEVINE<br />
- i *<br />
• / • '<br />
-*c •<br />
~ •»/
a reactualizarse. Otro<br />
personaje, el viejo y<br />
sabio capitán Balstrode<br />
(figura de padre sustitutivo<br />
idealizado; Grimes<br />
se ha revelado contra<br />
su padre real, evangelista,<br />
/a muerto, cosa que<br />
el libreto operístico no<br />
aborda) le advierte que.<br />
si Grimes sigue pensando<br />
así, desobedeciendo<br />
las prevenciones y<br />
valiéndose sólo de sí<br />
mismo, una nueva tragedia<br />
se vertirá sobre la<br />
vida («La vieja tragedia<br />
está de nuevo en<br />
acción con un nuevo<br />
aprendiz, exactamente<br />
igual que la vez anterior»,<br />
le dice), vaticinando<br />
el comienzo de una<br />
historia trágica y repetitiva.<br />
Grimes responde<br />
que «el muelle protege<br />
la paz de las olas, de las<br />
mareas y de las tormentas»,<br />
y dice respecto<br />
a Ellen: «con ella va<br />
a haber un clima estable,<br />
donde la noche se<br />
convierta en día». Pese<br />
a sus buenos deseos,<br />
Grimes insiste en el<br />
sentido de lo que<br />
podríamos llamar con<br />
Freud «una neurosis de<br />
destino»: «He aquí la<br />
Osa Mayor y las Pléya- Sigmund Freud<br />
des (...) aspirando las sombras del desamparo<br />
humano y envolviendo con solemnidad<br />
la noche profunda. ¿Quién puede<br />
descifrar en la tempestad o en las estrellas,<br />
el signo escnto de un destino amable<br />
que, mientras el cielo gira, cambiará para<br />
nosotras el mundo?», y agrega: «Pero si<br />
este horóscopo no es más que confusión,<br />
como la mezcla luminosa de un cardumen<br />
de peces, volverá a llevar a los<br />
cielos hacia atrás para comenzar de<br />
cero». Reparen ustedes en la significación<br />
singularísima de estas palabras,<br />
Grimes tiene así su segunda oportunidad<br />
de tener aprendiz. Un domingo, Ellen<br />
descubre al niño en la Iglesia con el cuerpo<br />
lastimado por castigos. Al ingresar<br />
Grimes en el templo ella lo increpa y<br />
éste se enfurece y se lleva al grumete.<br />
«Es domingo, su día de reposo» dice<br />
Ellen. a lo que Gnmes responde: «Soy yo<br />
quien decide qué día es». El pueblo sale<br />
detrás de él y se dinge a la choza de Gnmes<br />
(un viejo barco quilla arriba) bajo<br />
este cántico: «Aquel que se aparta, hace<br />
que su soberbia aumente; aquel que nos<br />
desprecia, nosotros lo destruiremos».<br />
Sintiéndose perseguido y abrumado por<br />
el llanto del niño, Grimes trata de conso-<br />
larlo, pero, al oír la llegada de sus paisanos<br />
a toda prisa, empuja al muchacho<br />
con todos los aparejos por la puerta posterior,<br />
a pico sobre la escollera. El niño,<br />
asustado, se enreda en los aparejos, cae<br />
por el risco al mar y muere.<br />
Grimes comienza un proceso de deterioro<br />
mental, trata de conseguir inútilmente<br />
la ayuda de Ellen, oye las palabras<br />
del Capitán Balstrode sugiriéndole que su<br />
única posibilidad es adentrarse en el mar<br />
con su barco y hundirse con él. Cosa que<br />
termina por hacer. La ópera finaliza mientras<br />
el pueblo sigue con su fiesta habitual<br />
(preparación de los ameses de pesca) y<br />
canta como si nada hubiera pasado.<br />
Esta historia, claro, tiene vanas lecturas,<br />
desde la sociopolítica a la psicoanalitica.<br />
Desde aquella que pone el acento en la<br />
problemática social -«más una sociedad<br />
es viciosa, más un individuo es vicioso»-,<br />
y que exalta los valores testimoniales de<br />
denuncia del libreto de Slater a través de<br />
una versión verista de los acontecimientos,<br />
y la otra, la que se siente más atraída<br />
por la ps ico patología del personaje y que<br />
a la vez reivindica el sentido alegónco del<br />
texto, común -en sus mecanismos<br />
inconscientes- a todos los hombres. Mi<br />
OPERA DEL SIGLO XX<br />
mirada es, hoy. la<br />
segunda.<br />
Cuando Sigmund<br />
Freud nos habló de la<br />
tendencia del ser humano<br />
a repetir compulsivamente<br />
sus historias, a<br />
re actual i zar permanentemente<br />
viejos e infantiles<br />
conflictos, ya hablaba<br />
de los problemas a<br />
que nos sometía un<br />
desmedido Yo ideal,<br />
que en ciertas circunstancias<br />
podía llevamos<br />
al deterioro psíquico,<br />
Grimes -dando razón a<br />
sus tendencias psicopáticas<br />
y al viejo Freudfracasa<br />
por segunda<br />
vez, tropezando con la<br />
misma piedra, pese a<br />
las advertencias de los<br />
personajes que lo rodean.<br />
Es un ejemplo singular<br />
de lo que Freud<br />
llamó «compulsión a la<br />
repetición». Porque en<br />
Grimes esa compulsión<br />
viene marcada por un<br />
individualismo narcisista<br />
y una estructura caracterológica<br />
que lo margina<br />
de la sociedad y lo<br />
condena a la soledad y<br />
el aislamiento. Por el<br />
otro lado, una vida<br />
comunitaria en paz no<br />
puede integrar un elemento<br />
insociable, vanidosamente<br />
orgulloso y egocéntnco, que<br />
desprecia las normas gnjpales aceptadas<br />
y las tendencias atávicas. Como es lógico<br />
desde una estructura social que idealiza<br />
el diálogo, la solidaridad comunitaria y la<br />
colaboración, un solitario como Gnmes<br />
es un foco infeccioso en el cuerpo de la<br />
aldea y debe ser eliminado. Gnmes, al fin<br />
de cuentas, un marginado, es un solitario<br />
empedernido que ha elegido su propia<br />
alteridad. Y que por ella paga.<br />
fOTO: MAX HALBERSTADT<br />
¿Por qué Gnmes repite su historia?<br />
¿Por qué el drama con sus niños aprendices<br />
vuelve a reiterarse? ¿Por qué su ambición<br />
y sus tendencias son más fuertes<br />
que su propia experiencia? ¡Por qué reincide<br />
en sus pulsiones hasta hacerse leyenda<br />
y muerte?<br />
Gnmes, en su intento morboso de<br />
poder, no se identifica con un padre<br />
bueno y critenoso, como puede ser el<br />
Capitán Balstrode. Ademas, como en<br />
muchos de los casos legendarios o míticos.<br />
Grimes no tiene ascendencia ni descendencia.<br />
Sólo una total identificación<br />
primaria (aquélla que Freud señala respecto<br />
de un padre pnmrtivo o dios) es la<br />
que habita el mundo interno del personaje.<br />
Él quiere ser (y se siente) omnipo-<br />
SCHERZO 35
OPERA DEL SIGLO XX<br />
Uno esceno de la producción de la Welsh NaOonal Opero paro Peter Gnmes<br />
naje, Él quiere ser (y se siente) omnipotente<br />
y no sólo como manifestación de<br />
poder, sino -y he aquí la complejidad<br />
metafísica de Britten, que va más allá del<br />
libretista- como total completud del ser.<br />
La aldea es, para Grimes. mucho más que<br />
un espacio despreciado: ella le provoca<br />
un horror ontológico. el espanto que<br />
causa lo perdido en el no-ser, en el fracaso<br />
y en la mediocridad. Grimes es el gran<br />
despoblado -sin pueblo-, el gran deshabitado<br />
de sentido comunal. Por eso la<br />
aldea, con su vulgaridad provinciana y sus<br />
personajes elementales, no sirve a Gnmes.<br />
El progresivo desmantelamiento de<br />
sus defensas psíquicas hace que, por el<br />
contrario, la aldea sea la muestra de lo<br />
siniestro, el espacio de la abominación, la<br />
transformación de lo familiar en lo ominoso.<br />
Aquí Freud aparece en su máximo<br />
significado (lo umheimlidi, lo siniestra, lo<br />
ominoso, es un ensayo freudiano que ha<br />
hecho escuela en el pensamiento contemporáneo).<br />
Este síndrome de alteridad<br />
morbosa que vive Grimes lo impulsa a<br />
repetir sus errores y, más tarde, a resentirse<br />
mentalmente El sujeto desconoce la<br />
realidad y en lugar de alcanzar en su<br />
camino un lugar nuevo vuelve exactamente<br />
al lugar de donde partió, Pier<br />
Paolo Pasolini ha narrado espléndidamente<br />
esta compu'sión en su Edipo cine-<br />
3CÍSCHERZO<br />
matográfico. Freud mismo en Más allá<br />
del principio de placer (1920) trae el<br />
ejemplo de Tasso en Lo jerusakm liberada:<br />
«el héroe, Tancredo, dio muerte sin<br />
saberlo a su amada Clonnda, cuando ella<br />
lo desafó revestida con la armadura de<br />
un caballero enemigo. Ya sepultada, Tancredo<br />
se interna en un ominoso bosque<br />
encantado, que aterroriza al ejército de<br />
los cruzados. Ahí hiende un alto árbol<br />
con su espada, pero de la herida del<br />
árbol mana sangre, y la voz de Clonnda,<br />
cuya alma estaba apnsionada en él, le<br />
reprocha que haya vuelto a herir a la<br />
amada». Dice Freud: la compulsión a la<br />
repetición es lo reprimido inconsciente<br />
que se determina a través de los influjos<br />
de la temprana infancia y que tiende a<br />
repetir siempre el mismo destino. Como<br />
vemos, lo que en el libreto de la ópera<br />
surge como locura, como insania final,<br />
tiene una estructura mucho más compleja:<br />
la ambición desmedida de Gnmes, la<br />
oscuridad sobre sus origen es (¡qué habrá<br />
pasado en realidad en el vínculo con su<br />
padre ya muerto?), la identificación con<br />
un ideal supremo omnipotente que lo<br />
impulsa a repetirse obcecadamente, la<br />
implacable persistencia de un proceso<br />
automático, el constante retomo de lo<br />
semejante transformado en lo lúgubre o<br />
en lo espantoso, o en lo consternante, el<br />
carácter cada vez más siniestro<br />
que va adquiriendo el ambiente<br />
aldeano, el suicidio inducido, Y<br />
como final, el pueblo que puede<br />
retomar su vida sencilla y sus<br />
costumbres estereotipadas en<br />
un ambiente comunitario como<br />
aquél que comienza la obra: no<br />
ha pasado nada, todo es negado,<br />
Grimes no existió y la estabilidad<br />
de una vida insustancial no fue<br />
amenazada. Britten tiene, como<br />
sabemos ya, más intenciones<br />
que las propuestas explícitamente<br />
en el texto operístico. El libretista<br />
considera a Gnmes un psicópata<br />
agresivo y mal adaptado<br />
que llegará a la locura y al suicidio:<br />
Britten, por el contrario, nos<br />
dibuja musicalmente un personaje<br />
que despierta mayor simpatía<br />
y solidaridad dentro de sus alteraciones<br />
de conducta y sus perplejidades<br />
psíquicas, porque la<br />
música transforma a un narcisista<br />
sociópata, a un egoísta ambicioso,<br />
en un interrogante metafísico.<br />
en una reflexión sobre la<br />
mcdiocndad, en el personaje de<br />
un drama psicológico, en una<br />
profundización de las ásperas<br />
relaciones entre el individuo y la<br />
sociedad, en un diagrama de las<br />
bondades y miserias de la vida<br />
comunitaria. Grimes, lo he dicho,<br />
FOTOROGEROEWOif tropieza dos veces en la misma<br />
piedra. Y la obra finaliza sin que<br />
realmente sepamos la verdad de lo sucedido.<br />
Prima la ambigüedad: vertebración<br />
esencial del individuo. Repetimos: Gnmes<br />
tropieza dos veces en la misma piedra.<br />
Como lo diría Jaime Szpilka: «Algo de la<br />
verdad o de la mentira, o mejor dicho,<br />
algo de la mentira de la verdad o de la<br />
verdad de la mentira, de la mentira-verdad,<br />
sólo puede insinuarse en el decurso<br />
de un tropiezo, de un fallo que dé cabida<br />
al antes que no fue y al después que no<br />
puede ser». Las fuerzas secretas que<br />
mueven nuestra personalidad (que Grimes<br />
deposrta en la Osa Mayor o las Pléyades)<br />
tienen en esta ópera una presencia<br />
vertebral. Peter Grimes, pues, puede<br />
ser un psicópata, una personalidad agresiva<br />
mal adaptada, incluso un homosexual<br />
solapado o no, pero, insisto, es la<br />
música de Britten la que lo transforma<br />
en un ser éticamente ambivalente y<br />
hasta francamente consciente de su culpabilidad<br />
real o imaginaria y, a la vez,<br />
transforma a los habitantes de la aldea<br />
en corresponsales (por prejuicios, por<br />
temor, por ignorancia, por sus valores<br />
estereotipados y rocosos) del stno trágico<br />
que habita esta historia. Al fin de<br />
cuentas, un organigrama del siglo veinte.<br />
Amoldo Überman
«=
VOCES DE AYER Y HOY \<br />
SCHERZO.-Tras una carrera centrada<br />
inicialmente en Mazan y algo después<br />
en Richard Strauss, en los últimos<br />
años ha empezado a interpretar con<br />
mayor frecuencia papeles de la ópera italiana.<br />
Acaso el primer paso en este sentido<br />
fuera la Tosca, que usted graM con<br />
Jaime Aragall y bajo la dirección de Sotó.<br />
KIRI TE KANAWA-S1, efectivamente.<br />
Tosco fue una oportunidad que no<br />
dejé pasar, ya que Solti estaba interesado<br />
en grabar la obra y cuando se me<br />
preguntó si yo aceptaría abordar el personaje<br />
bajo su dirección dije, naturalmente,<br />
que sí. Después han ido llegando<br />
otras óperas y otros personajes,<br />
como Manon Lescaut, la Mana del Simón<br />
Boccanegra, y ahora la Desdémona del<br />
Otelio, que para mí es algo maravilloso.<br />
S.—En cierta medida, usted ha hecho<br />
un mnerano de Puccini a Verdi, partiendo<br />
de personajes como Tosca o Manon para<br />
llegar a Desdémona.<br />
K.T.K.-La verdad es que a mí me<br />
entusiasma Puccini, porque su música es<br />
tan maravillosa que da gloria cantaría.<br />
Pero Verdi, quiero decir su música, es<br />
seguramente más interesante, y deberla<br />
decir que a veces es más agradable de<br />
cantar. Quiero decir desde el punto de<br />
vista musical. Con Puccini siempre estás<br />
cantando en soirtano con el tema, o sea<br />
con la melodía, mientras que Verdi trabaja<br />
con una mayor variedad: puede<br />
darte la melodía, pero a lo mejor no lo<br />
hace, y es la melodía quien acompaña<br />
tu canto, mientras que Puccini, que<br />
constantemente dobla la voz con los<br />
instrumentos, no te deja perder una<br />
sola nota de sus melodías.<br />
S.-¿Qué recuerdos guarda de la experiencia<br />
de cantar el Simón Boccanegra<br />
en La Scala?<br />
K.T.K.-Pues... no muchos. Verá, yo no<br />
pude cantar las funciones en La Scala,<br />
por desgracia estaba enferma, así que<br />
me reuní con el Maestro Solti, Aragall,<br />
3SSCHERZO<br />
DameKiri<br />
La conversación que se transcribe tuvo lugar en Nueva York, gracias a los buenos<br />
oficios de Didier de Cottignies de Decca International, habían concluido<br />
los ensayos del Otelio de Verdi que Kiri Te Kanawa, Luciano Pavarotti y Leo Nuzzi<br />
interpretaban bajo la dirección de Solti, y del que se dio noticia en la sección<br />
de actualidad del pasado número. Siempre amable y sencilla en la charla,<br />
la cantante neocelandesa, investida Dame por la Corte británica a mediados<br />
de la pasada década, que efectúa su presentación en España (Teatro de la Zarzuela<br />
de Madrid y Teatro de La Maestranza de Sevilla) a finales de mayo, pasa revista<br />
a diversas facetas de su can-era con el humorismo suficiente como para declararse<br />
«muy vieja» para hacer en escena la Pamiria de Lo ¡lauta mágica y la humildad necesaria<br />
para declarar su devoción hacia Solti en la obra verdiana citada al comienzo.<br />
Su referencia al mundo de la crítica destila una cierta amargura que no cabe confundir<br />
con el divismo: y es que Te Kanawa es una persona cordial y llana, a la que le gusta<br />
tomar muy en serio su trabajo y que, a su vez. se le tome en serio por tal actitud.<br />
Nucci y el resto del equipo en las sesiones<br />
de grabación, eso sí, en el mismo<br />
teatro. Para mí fue un trabajo fantástico,<br />
y le tengo un especial cariño a esa grabación,<br />
que, por cierto, no fue muy bien<br />
tratada por la crítica... Es que... jes muy<br />
fácil criticar, creo yo, y no es tan fácil<br />
elogiar algo! A mí me sorprende esa<br />
forma de ver las cosas, que a veces es<br />
tan negativa: no sé, no lo entiendo, a mí<br />
me gusta mi trabajo, lo hago con dedicación<br />
y con amor, y creo que la mayor<br />
parte de mis colegas actúan igual.<br />
entonces me sorprende, me desconcierta,<br />
que alguien pueda venir a decir-<br />
me que no tengo ni ¡dea de lo que<br />
hago, y entiendo aún menos que alguien<br />
le pueda decir, por ejemplo, a un superprofesional<br />
como Solti que no sabe lo<br />
que está haciendo. Perdóneme este<br />
arrebato, pero me asombra, muchas<br />
veces, la capacidad de los críticos para la<br />
descalificación. Quizá me ocurre que,<br />
como amo tanto la música, siempre<br />
tiendo a buscar lo que hay de hernioso<br />
en ella, y no lo negativo.<br />
S.-¿Me permite decirle ana cosa? Quizá<br />
habla usted asi bajo la influencia de las criticas<br />
que ha recibido en íngtoterra la producción<br />
del Covent Garden de Capriccio de<br />
fOn Te Kanawa en Tosca FOTO: ZOÉ DOMINIC
Kin Te Ktmowa como Manon<br />
Strouss, en donde usted cantaba la Condesa<br />
(un popel que parece concebido para su<br />
voz) bap la dirección dejeffrey Tote.<br />
K.T.K.-Pues pudiera ser. Esa producción<br />
de Capricdo fue un gran éxito en<br />
América, en San Francisco, tanto de critica<br />
como de público. Y en Inglaterra<br />
parece como si los críticos locales<br />
hubieran leído las crónicas de América,<br />
y hubieran pensado: «Bueno, bien está<br />
tener éxito en América, pero aquí tenemos<br />
que darles una lección acerca de<br />
nuestro nivel». Sí, reconozco que la casi<br />
mayoría de veredictos negativos sobre<br />
una producción, ésta de Capncao, en<br />
que tanto hemos trabajado todos los<br />
implicados, me ha dejado un mal sabor<br />
FOTO: NANCf I£ VINE<br />
de boca. Es que creo que si no propende<br />
sistemáticamente a lo negativo,<br />
nosotros mismos, los artistas, nos desmoralizamos<br />
con nuestras posibilidades.<br />
S.-Su interés por la música de Richard<br />
Strauss es rnós que comprensible. Creo<br />
que muchos recordamos una de las más<br />
notables producciones de la Opera de<br />
París, en la era hebermann. la de Arabella,<br />
que era, creo, su pnmer contacto con<br />
ei personaje. ¿Cómo llega usted a la música<br />
de Strauss?<br />
K.T.K.-Bueno, llego a pesar de no<br />
hablar alemán; yo entiendo prácticamente<br />
todo en alemán, pero no tengo dominio<br />
idiomático de la lengua Lo que sucede<br />
es que Strauss se adecúa perfecta-<br />
KÍRl TE KANAWA<br />
mente bien a las capacidades de mi voz,<br />
yo me siento completamente a gusto,<br />
confortable, en la escritura vocal de<br />
Strauss. Yo creo que cuando preparas un<br />
personaje, es importante que no te<br />
suponga un esfuerzo, que no tengas que<br />
forzar tu voz para cantarlo. Quiero decir<br />
que no debes cantar un papel que te<br />
deja agotada. Bueno, a veces ocurre que,<br />
con un determinado director, o con una<br />
onquesta estruendosa que te está tapando,<br />
la función se te convierte en algo inacabable,<br />
Pero tengo la suerte de trabajar<br />
con maestros que no son gente difícil y<br />
de poder cantar, casi diría que sin esfuerzo,<br />
la mayor parte de los personajes de<br />
mi repertorio. Los papeles straussianos<br />
que he abordado, tales como Arabeíla,<br />
Maríscala o la Condesa, no me han<br />
supuesto un especial esfuerzo vocal. Los<br />
tres, por otra parte, están entre mis personajes<br />
preferidos. Arabeíla la grabé en<br />
discos, hace algunos años -fue en el 86,<br />
creo-, y Rosenkavalier ha sido mi última<br />
incursión en la materia. La Maríscala la he<br />
grabado después de haber interpretado<br />
la obra en bastantes teatros, concretamente<br />
la he cantado en San Francisco,<br />
en el Met dos o tres veces, una vez en<br />
París, dos veces en el Covent Ganden y<br />
también en Viena ¡O sea, unas cuantas!<br />
Estoy muy satisfecha de la grabación, que<br />
se ha efectuado en Dresde, con la Staatskapelle,<br />
con Bemard Haitink como<br />
director: ;qué maravillosa orquesta<br />
straussiana la de Dresde, es maravillosa!<br />
S.-Sus papeles mozartionos de los primeros<br />
años de su carrera, ¿han quedado<br />
momentáneamente en el congelador, en<br />
esto etapa rtalo-straussiana de su actividad?<br />
K,T.K.-No necesariamente. ¿Sabe lo<br />
que ocurre? No puedo hacer dos papeles<br />
a la vez, me tengo que concentrar<br />
en uno solo, y, a lo sumo, ir preparando<br />
el siguiente. Pero cuando trabajo un<br />
personaje me tengo que concentrar en<br />
él, no tengo la capacidad de vivir dos<br />
personajes al tiempo o en sucesión muy<br />
rápida. Cuando abordo un proyecto me<br />
gusta concentrarme en él: toma su<br />
tiempo el entrar en un personaje y<br />
hacerlo tuyo, así que no me gusta dispersarme<br />
y pongo toda mi energía en<br />
eso que estoy haciendo en el momento.<br />
En cuanto a los papeles mozartianos.<br />
algunos de ellos creo que, por lo menos<br />
en el disco, me han supuesto un trabajo<br />
excelente; por ejemplo, creo que la<br />
Condesa de Los bodas de Fígaro que<br />
interpreté para Solti es uno de los<br />
mejores trabajos de toda mi carrera, mi<br />
interpretación de super
VOCES DE AYER Y HOY<br />
cha de la versión que hice<br />
paca Solti, y, en general,<br />
creo que esa grabación es<br />
uno de los mejores registros<br />
mozartianos de los últimos<br />
años. Pero hay otros<br />
personajes, Pamina, por<br />
ejemplo, a los que ya no<br />
creo que vuelva: ése es un<br />
papel para una cantante<br />
joven, obviamente, ¡y me<br />
temo que yo he crecido un<br />
poco! Como usted sabe, lo<br />
he vuelto a grabar hace<br />
unos dos años, para Neville<br />
Marriner, pero el disco es<br />
distinto: en escena no creo<br />
que lo vuelva a interpretar,<br />
ya soy demasiado mayor<br />
para repetirlo, y además<br />
parecería una Pamina muy<br />
vieja, (jovial, entre risas).<br />
S.-Sir Georg Solü es, precisamente,<br />
uno de los maestros<br />
con tos que más asiduamente<br />
ha colaborado en la<br />
última década. ¿Qué proyectos<br />
de colaboración tienen en<br />
el futuro?<br />
K.T.K.-Específicamente,<br />
ninguno. La Desdé mona de<br />
Oíetlo es, de momento,<br />
nuestro último trabajo juntos.<br />
La verdad es que<br />
muchas veces estas cosas<br />
surgen de improviso, y me<br />
parece muy bien que sea<br />
así. Detesto la idea de planificar<br />
mi vida semana a<br />
semana. Asi que, aunque sé<br />
que Solti va a dirigir en<br />
Europa vanas obras que me<br />
interesan mucho, me tomo ías cosas<br />
con mucha calma y espero a que me<br />
llame, si lo considera oportuno.<br />
S.-Antes de hablar de su Desdémona,<br />
una cuestión previo. Hace diez años, más<br />
o menos, en una entrevista que Roberto<br />
Andrade y yo le hicimos en Londres, nos<br />
decía que preparaba absolutamente<br />
todos sus papeles con su profesora, Vera<br />
Rosza ¿Sigue trabajando con ella?<br />
K.T.K.-¡Oh, si, sí! ¡Aún sigue o/ffl Para<br />
mí es una suerte y un privilegio el poder<br />
seguir traba|ando con Vera.<br />
S.-Desdémono fue su tarjeta de presentación<br />
en la Opera de Vierta, en i 980.<br />
¿Cómo ha madurado, hasta el día de hoy,<br />
su visión del personoje?<br />
K.T.K.-Déjeme decirle que empecé a<br />
cantar ese papel en 1973, asi que lleva<br />
muchos años circulando por mi sangre.<br />
Lo canté por vez primera en la Opera<br />
Nacional Escocesa, y luego en el Metropolitan,<br />
y después en el Covent Garden.<br />
Posteriormente lo interpreté en la<br />
40 SCHERZO<br />
Arena de Verana -hay un vídeo de esa<br />
producción-, lo volví a hacer en el Met,<br />
y luego ya vino mi primera actuación en<br />
la Opera de Viena. Si me pregunta<br />
cómo es la Desdémona del Otello de<br />
Solti, yo creo que es una mujer particularmente<br />
frágil o débil: he trabajado<br />
mucho el personaje con él, y creo que<br />
le he dado lo mejor de mí canto para<br />
esta ocasión. A mí me ha interesado<br />
mucho su visión de la obra, y de este<br />
papel, y he estado pendiente, creo que<br />
como nunca, de todos sus movimientos,<br />
indicaciones o matices. Por otra parte,<br />
coincido mucho con su concepción del<br />
personaje. Yo creo que Desdémona es<br />
un carácter muy estable, y Solti trata de<br />
reflejarlo en una pluralidad de matices,<br />
que te obligan a hacer unas notas más<br />
largas, o más cortas, o un crescendo<br />
aquí y un diminuendo allá. Le diré que<br />
personalmente adoro esa suerte de<br />
manipulación desde el pódium, esa sensación,<br />
si me permite la broma, de que<br />
él es una especie de Svengali<br />
con batuta. Pero, ahora<br />
en serio, me encanta<br />
tener la certeza de que él<br />
puede contar conmigo,<br />
tenerme a su lado, por así<br />
decirlo, en cada pasaje de<br />
la obra.<br />
S.-¿ Sigue intacto su viejo<br />
amor por la música francesa,<br />
en especial el mundo de la<br />
Chanson?<br />
K.T.K.-Sí, pero es un<br />
amor que no he tenido<br />
ocasión de cultivar mucho<br />
en los últimos años. Por<br />
ejemplo, hay tanto de Duparc<br />
que me gustaría cantar,<br />
pero, por desgracia, no<br />
es apto para mi voz, Fauré<br />
es un autor que he trabajado<br />
poco, lo reconozco, y<br />
ese sí es un terreno que<br />
me gustaría pisar con más<br />
asiduidad en los próximos<br />
años. La verdad es que... en<br />
los últimos 18 meses sólo<br />
he llegado a ultimar un<br />
recital -me refiero al<br />
disco basado en canciones,<br />
porque en los últimos<br />
años me he concentrado<br />
más en la ópera, con discos<br />
de anas mozartianas, o de<br />
ópera italiana. Pero hay<br />
mucho material en el<br />
campo del Lied que quiero<br />
trabajar en el futuro: concretamente,<br />
voy a preparar<br />
una selección de canciones<br />
ele Mendeissohn y de<br />
Haydn, ¡y desde luego voy<br />
a cantar más música francesa!<br />
S.-Sus actuaciones en Madnd y Sevilla,<br />
a finales de mayo, ¿las ha preparado<br />
sobre la base de una gira?<br />
K-T.K-No exactamente, quiero decir<br />
-supongo que esa es la pregunta- en<br />
cuanto al repertorio. Yo propuse un primer<br />
programa y se me sugirieron otras<br />
alternativas que yo acepté. A mí, en<br />
estos casos, máxime teniendo en cuenta<br />
que estos conciertos son mi presentación<br />
en España, me gusta trabajar con<br />
los organizadores, y acepto de muy<br />
buen grado sus consejos. Yo creo que<br />
el artista no debe imponer por principio<br />
un repertorio, quiero decir dentro de su<br />
propio repertono, y que es bueno que<br />
otras personas, las que organizan tu<br />
actuación, te digan qué es lo que la<br />
audiencia desearía oír o qué sería bueno<br />
incluir en un recital. Nunca estoy cerrada<br />
a una sugerencia o a un consejo,<br />
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Sir Neville Marriner,<br />
la claridad ante todo<br />
Fundador y Director de la famosa Academy of St. Martin in the Fields, allá<br />
por f nales de los años 50, este británico menudo, de gran vitalidad, fácil<br />
conversador y de una simpatía tan aparente como su escasa tendencia<br />
a los convencionalismos, nos recibió entre los dos conciertos que con su<br />
orquesta -en la versión sinfónica- ofreció en Madrid para Ibermúsica.<br />
Hablamos de sus planes, de discos, ópera y hasta de su entusiasmo<br />
por la comida española.<br />
Sir Neville Marriner es un hombre de ¡deas claras, y se expresa sin pelos<br />
en la lengua. Es persona sencilla, y no duda en exponer su criterio por poco<br />
ortodoxo que parezca. Su personalidad, nada proclive a las ataduras, se respira<br />
en su forma de hacer música y hasta en su metodología de trabajo.<br />
ENTREVISTA<br />
rara RJCHARD non<br />
SCHERZO 45
ENTREVISTA<br />
SCHERZO.-Hoce ya años que Usted estuvo por última<br />
vez en Madrid (El Mesías, con la Sinfónico de RTVE). en<br />
el Team Real ¿Qué le ha pareado el nuevo Auditorio?<br />
NEVILLE MARRINER.-Muy bien. En realidad, tengo<br />
una impresión mixta, Por una parte, la acústica es<br />
excelente, más cálida y amplia que la del Teatro Real,<br />
y la sala es muy confortable, uno encuentra todas las<br />
comodidades que puede necesitar... me recuerda<br />
mucho, en su diseño, a la Philharmome de Berlín. Sólo tengo<br />
dudas sobre cómo se oiga desde las localidades que se encuentran<br />
detrás de la orquesta... (al confirmaríe nosotras que se oye<br />
muy bien)... ¿Sí. de veras? pues, desde luego la sala es magnifica.<br />
En eso tienen Ustedes ventaja sobre nosotros con el Festival<br />
Hall, que se ha quedado viejo, es una sala de segunda fila en<br />
Europa, con una acústica tan fria, seca... Por otra parte, el Teatro<br />
Real era una instrtución. un poco como el Concertgebouw de<br />
Amsterdam. Se respira cierta atmósfera especial en esas salas de<br />
tan gran tradición. Esa atmósfera no existe en la nueva sala,<br />
claro, pero insisto en que ésta es excelente. De hecho, las cosas<br />
parecen haber cambiado mucho aquí..,<br />
S.-Sí por ahí iba nuestra siguiente pregunta. ¿Ha encontrado<br />
muchas diferencias, en lo que a música se refiere, con el Madrid<br />
que Usted conoció?<br />
N.M.-Si, sin duda. Ha sido una gran sorpresa. Ustedes han<br />
construido audífonos muy buenos por todo el país, creo que es<br />
en Valencia donde tienen uno excelente,,. España empieza a ser<br />
un país, para nosotros, como<br />
artistas, tan importante<br />
como cualquier otro de<br />
Europa, una cita ineludible<br />
para cualquier músico...<br />
Ustedes tienen un gobierno<br />
socialista, ¿no?... (ante nuestra<br />
respuesta afirmativa), claro, es<br />
lógico, siempre se preocupan<br />
más por este tipo de cosas.<br />
S.-¿Y el público?<br />
N.M.-E1 público también<br />
ha cambiado. Ahora me ha<br />
dado la impresión de estar<br />
mucho más preparado, de<br />
discnminar bastante mejor.<br />
S.-Cuando Usted fundó lo<br />
Academy se limitaba a dmgir<br />
desde eí atril del concertino, y<br />
fue Pierre Monteux quien le<br />
sugmó tomar la batuta, hacia<br />
1960 ¿Había pensado antes<br />
la posibilidad de hacerlo?<br />
N.M.-Seriamente, no.<br />
Cuando estudiaba tuve tentaciones,<br />
pero me parecía<br />
una meta tan lejana y complicada<br />
que la descarté rápidamente.<br />
La verdad es que<br />
cuando surgió la oportunidad de hacerlo casi no me lo podía<br />
creer. Incluso hoy en día a veces me paro a pensado y casi me<br />
parece un sueno.<br />
S.-Esto. actividad directorial, ¿le ha obligado a depr completamente<br />
el viotin? ¿Echa de menos su instrumento?<br />
N.M.-SI, cuando empecé a dirigir abandoné completamente<br />
el violin. No puedo decir que lo eche de menos, aunque yo<br />
necesito tener algún tipo de relación física con la música, y por<br />
ello, tal vez... si dejara de dirigir, sentina de nuevo la necesidad<br />
de tomar el violin de nuevo, pero ahora mismo me siento totalmente<br />
realizado como director.<br />
S.-fiecien [emente, S/r Yehudí Menuhm manifestaba en una<br />
46"SCHERZO<br />
entrevista para SCHERZO que un violinista partió con ventaja a la<br />
hora de dmgir una orquesto con respecto o, por ejemplo, un pianista.<br />
¿Coincide Usted con esa idea?<br />
N.M-Absolutamente. El 60% de la orquesta es cuerda, y está<br />
claro que un director que haya tocado un instrumento de cuerda<br />
habla el mismo lenguaje, ha tenido los mismos problemas, y<br />
está por tanto en mejores condiciones de entenderse con más<br />
de la mitad del conjunto. Para un pianista, términos como legato<br />
o spicatto no tienen exactamente el mismo significado, no se<br />
expresan de igual forma... son más complicados de transmitir. Lo<br />
mismo pasa con el movimiento del arco... incluso con los gestos.<br />
Tomen, por ejemplo, a Solti, (como tratando de evitar que le<br />
malmterpretemos)... que por otra parte es magnífico, pero dirige<br />
así fse pone a imitarle, como aleteando)... ¿lo ven?, resulta más rígido<br />
(nsas); en cambio, el violinista (dinge ahora con gestos suoves,<br />
amplios), es más expresivo.<br />
S.-En otro orden de cosas, es conocida su antipatía hacia las<br />
burocraaas. el encorsetamiento de las condiciones de trabajo por<br />
los sindicatos, eíc Ahora que la Academy se ha transformado en<br />
una orquesta sinfónico, ¿cómo han manejado esa transformación?<br />
N.M.-Seguimos con sistema idéntico. La Academy empezó<br />
con 17 músicos. La decisión de ampliarla hasta los 40 actuales se<br />
debió al éxito que tuvimos con los discos, lo que nos llevó a<br />
planteamos una ampliación de repertorio, para poder interpretar<br />
Dvorak o Chaikovski además de Vivaldi. Handel o Mozart.<br />
Pero la filosofía y disciplina de trabajo son las mismas que cuan-<br />
fOTO: SOWFLER<br />
do éramos una agrupación de cámara...<br />
S.-V con esos planteamientos, ¿cómo le ha ido en su etapa americana?<br />
N.M.-Pues, en ese sentido, la vendad (como no queriendo dearlo)..<br />
no muy bien. Mire, la semana próxima he de ir a FiladeHia. Usted<br />
sabe que la orquesta es extraordinaria de hecho los amencanos<br />
tienen orquestas excelentes, pero he de dirigir un programa Mozart<br />
y sólo me conceden siete horas y media de ensayos, y (haciendo un<br />
gesto de impotencia) ¡no es suficiente! Puede que lo sea para Shostakovich,<br />
pero no para Mozart. menos con una orquesta acostumbrada<br />
a tocar el repertorio del XIX o el XX, porque hay que consumir<br />
mucho tiempo en conseguir el sonido que yo quiero para Mozart,
hábitos de tocar a Shostakovich y... pero el contrato pone siete<br />
horas y media y (repitiendo el gesto de impotencia) no se puede<br />
hacer nada Garó, yo entiendo las necesidades de los músicos, pero<br />
tiende a ensayarse poco. Con ¡a Academy no existe ese problema.<br />
Por ejemplo, ayer el concierto terminó muy tarde, para lo que<br />
nosotros estamos acostumbrados, asi que hoy he retrasado el<br />
ensayo hasta las I I. y debíamos haber terminado a la una, pero a la<br />
una y media los músicos seguían pidiéndome ensayar algunos fragmentos<br />
del concierto de esta noche. La gente sabe que esa clase<br />
de mentalidad es la que yo quiero en la Academy, y son muy libres<br />
de marcharse si no les gusta, no les ata ningún contrato, pero no<br />
me interesa trabajar de otra forma.<br />
En ese sentido, las orquestas a veces son su propio enemigo.<br />
Los músicos son razonables de uno en uno, saben que con rigideces<br />
no se puede hacer música, pero, en grupo, ¡son como el<br />
partido comunista! (risos). Es una lástima. Espero que algún día<br />
seamos todos tan ricos que podamos prescindir de esta forma<br />
de hacer las cosas, porque música y seguridad económica no<br />
pueden ir ¡untas.<br />
S.-Cambiando de tercio, Usted ha manifestado en alguna ocasión<br />
estar más satisfecho de sos resultados con Handel o Vivaldi<br />
que con fioch. ¿Hay alguno razón especial para ello?<br />
N.M.-Si, en realidad es muy sencillo: no me considero buen<br />
intérprete de Bach. Su música, desde luego admirable, es demasiado<br />
disciplinada, lo que no casa con mi temperamento (nos<br />
lanza una mirada de inteligencia). Además, creo que Bach no<br />
funciona en las salas de conciertos, hay que escucharle en las<br />
Iglesias, con el sonido del órgano en la mente. En resumen, hay<br />
tanta gente que lo hace mejor (sonriendo^ que prefiero dejárselo<br />
a ellos. En cambio, Handel es más temperamental, me resulta<br />
más próximo. Como la Academy refleja muy bien mi temperamento,<br />
es lógico que HSndel sea básico en su repertorio.<br />
S,-£sto nos lleva a otra cuestión. Ahora que están cultivando<br />
olio repertono, ¿no piensan grabar más HandeP<br />
SIR NEVILLE MARRINER<br />
N.M.-Sueno, eso depende más de la casa<br />
de discos que de nosotros. Vamos a hacer<br />
una película de El Mesíos, pero en cuanto a<br />
discos, la casa tiene un par de conjuntos de<br />
instrumentos originales que hacen muy bien<br />
el barroco, y en principio son ellos los llamados<br />
a grabar ese repertorio, pero si algún día<br />
me piden grabar más Handel, yo estaría<br />
encantado.<br />
S.-Hablando de instrumentos originóles,<br />
Usted se mostraba favorable a la interpretación<br />
del barroco con estos instrumentos, si bien<br />
matizando que la Academy seguiría tocando<br />
con instrumentos modernos ¿Ha dirigido alguna<br />
vez, o piensa hacerlo, a alguno de esos<br />
conjuntos?<br />
N.M.-La idea no me disgustaría, pero<br />
creo que requiere más paciencia que la que<br />
yo tengo para tocar con este tipo de instrumentos.<br />
En fin, la verdad es (sonriendo) que<br />
me he vuelto conservador, ...tal vez soy<br />
demasiado viejo para cambiar a estas alturas<br />
mi forma de trabajar.<br />
S.-¿Piensa que este movimiento, con sus<br />
incursiones en Beethoven, Serlioz, brahms,<br />
Schumortn y hasta Wagner. esto sobrepcsondo<br />
los limites de lo razonable, o existe fundamento<br />
para cultivar esie repertorio con esa<br />
filosofía interpretativa?<br />
N.M.-(Pensando un momento, como queriendo<br />
ser político)... La escuela interpretativa<br />
que ha resultado de este movimiento ha<br />
FOTO RICHARD HOLT sido útil para todos, nos ha enseñado<br />
muchas cosas del estilo, de cómo evitar<br />
determinados vicios que el romanticismo había introducido en la<br />
interpretación de la música del clasicismo y el barroco, pero por<br />
otra parte, creo que si Bach hubiera oído los instrumentos<br />
actuales los habría preferido, porque tienen más posibilidades<br />
técnicas. No olvidemos que los compositores trabajaban pensando<br />
en el futuro. Beethoven, por ejemplo, preferiría sin duda<br />
el piano moderno para su Pnmer Concierto (noto: eso noche Sir<br />
Neville Mamner lo iba a dirigir a Rodu Lupu y la Academy). Sin<br />
embargo, insisto, tocar esos instrumentos nos ha enseñado<br />
mucho. Suenan muy buen en las salas pequeñas y en las grabaciones,<br />
pero creo que no deberían emplearse en las salas grandes.<br />
De todas formas, es un tema complicado. Por ejemplo, el<br />
año pasado, yo estaba en un coloquio en Salzburgo con Robbins<br />
Landon. El había sido trompetista, y decía que había conocido<br />
las trompetas barrocas. '(Son un tubo enroscado, una embocadura<br />
y poco más», decía, «y resulta dificilísimo mantener una<br />
entonación correcta. Pero si examinamos las trompetas de los<br />
conjuntos barrocos auténticos nos encontramos que tienen una<br />
válvula aqu!, un agujerito allá, con lo que la cosa es mucho más<br />
fácil, pero entonces ¡sólo son auténticas en apariencia!» Además,<br />
defendía que los instrumentos originales de cuerda están en las<br />
orquestas modernas: los Amati, Guarnen, etc. Decía que «Los<br />
instrumentos de cuerda de los conjuntos barrocos son copias<br />
hechas hace apenas unos años». Asi que ya ven Ustedes que el<br />
tema es muy complejo.<br />
S.-Usted ha llevado al disco mucha música de Mozart, y en los<br />
últimos años ha grabado algunas óperas: Cosi, La flauta mágica y<br />
Las Bodas de Fígaro...<br />
N.M.-(interrumpiendo,)... y Don Giovanm, que acabamos de grabar,<br />
con Thomas Alien como protagonista...<br />
S.-Pero Usted no simpatiza mucho con la idea de dirigir en teatros<br />
de ópera...<br />
N.M.-SI, es cierto, mi actitud ante la ópera es la del marisco<br />
que se encierra en su concha. En el estudio de grabación soy yo<br />
SCHERZO 47
ENTREVISTA<br />
el que realmente controla la situación... nadie tiene otra cosa<br />
que hacer que no sea concentrarse en la música. En el teatro es<br />
al revés. El director de escena se ha convertido en la figura más<br />
importante para los cantantes, y la música queda en segundo<br />
plano, es como dirigir un musical: lo importante es lo que pasa<br />
en la escena. Si Ustedes van a cualquier teatro de ópera, verán<br />
que los ensayos de escena duran hasta un mes, y los musicales<br />
apenas una semana. Claro, cuando uno llega (haciendo un gesto<br />
de desesperación e impotencia abnendo tos brazos) (todos han<br />
caído en manos del director de escena! (mas). Si a ello añadimos<br />
que no he tenido precisamente buenas experiencias con<br />
los directores de escena...<br />
5.-Pero entonces entenderá mejor la postura de personas como<br />
Karajan, que se erigió en director de escena...<br />
N.M.-(mirándonos con gesto de complicidad, como el que va a<br />
hacer una travesura)... Sí, bueno, lo que pasa (sonríe socarrón) es<br />
que Kara|an como director de escena... jera horrible! (Risas).<br />
S-Siguierido con la ópera, ¿tiene Usted intención de dirigir o grabar<br />
Otro repertorio de ópera: Puconi, Verdt...?<br />
N.M.-Desde luego, me gustaría hacer Puccini. sobre todo Lo<br />
Bohéme. Creo que todos soñamos con hacer esa ópera, y tal<br />
vez algún día reúna el reparto ideal para el último Verdi.<br />
$.-¿YWagner?<br />
N.H-No, la verdad es que no me veo como intérprete wagneriano,<br />
no me veo en Bayreuth. Tal vez alguna ópera suelta,<br />
quizá Meistersinger, pero no el Anillo, no un ciclo entero. Otra vez<br />
creo que me falta paciencia, quizá para eso soy demasiado joven...<br />
S.-Usted ha vuelto o grabar algunas sinfonios de Mozart para<br />
EMI. ¿Ha cambiado sensiblemente su visión de estas partituras<br />
desde su integral para Philips, ahora reeditada?<br />
N.M.-No sé. Si es asi, yo no soy consciente de ello. De todos<br />
-ÍSSCHERZO<br />
modos, cualquier artista que sale de<br />
un estudio de grabación piensa que si<br />
repitiera ia grabación lo haría mejor.<br />
S.-En cuanto a otros autores.<br />
Usted ha grabado recientemente Dvorak,<br />
Cbaikovski...<br />
N.M.-Sí, trato de centrarme en<br />
los autores con los que me siento<br />
más identificado. Con algunos no<br />
me siento del todo cómodo, Mahler,<br />
por ejemplo...<br />
S.-Pero acaba Usted de grabar ia<br />
Cuarta con la Orquesta de la Radio<br />
de Stuttgart..<br />
N.M.-Sí, ya me dirán Ustedes qué<br />
les ha parecido, pero bueno, lo cierto<br />
es que esa obra es algo especial,<br />
pero no puedo decir que Mahler sea<br />
un compositor con el que me identifico<br />
global mente de manera especial.<br />
La Cuarta la grabé con la orquesta<br />
alemana porque la Academy aún es<br />
relativamente joven como orquesta<br />
sinfónica y Mahfer es sumamente<br />
complejo. De todas formas, preferia<br />
hacerla primero en público, porque<br />
es él el que te dice si lo haces bien o<br />
no, si comunicas bien o no.<br />
S,-¿Y Brudener?<br />
N.M.-Si, con Bruckner es otra<br />
cosa, es como una prolongación de<br />
Brahms.<br />
S.-De acuerdo a lo que ha expresado<br />
antes respecto a lo ejecución en<br />
público de la Cuarta de Mahler, ¿qué<br />
fOJO: RICHARD HOLT<br />
piensa sobre la tendencia de algunos<br />
artistas a grabar primero el disco y<br />
luego llevar ia obra al público?<br />
N.M.-Está claro que eso obedece a razones comerciales. A mí,<br />
desde luego, no me gusta en absoluto. Un artista necesrta enfrentarse<br />
al público, vivir su reacción, sentir lo que transmite el ambiente.<br />
S.-En el futuro, continuará repartiéndose el tiempo entre la Academy<br />
y la Orquesta de la Rodio de Stuttgart?<br />
N.M.-No, eso durará dos o tres años más. Con la Academy<br />
naturalmente seguiré, probablemente hasta que me muera, pero<br />
no aceptaré ninguna otra titularidad. Hay demasiada política en<br />
esos puestos, y yo lo que quiero es hacer música. Además, quiero<br />
limitar algo mi actividad. Para un director es imprescindible<br />
aparecer en América, Japón y Australia, pero en Europa es<br />
donde me siento más cómodo.<br />
^.-¿Algunos países en particular?<br />
N.M.-En este momento, los lugares más atractivos para mí<br />
son Alemania, Austria y España. Antes también Holanda, pero el<br />
nivel musical ha bajado en los últimos tiempos. España podría<br />
convertirse en uno de los principales centros musicales. Creo<br />
que. como dije antes, se está llevando a cabo una buena política<br />
musical, que está dando sus frutos. En España se percibe un gran<br />
optimismo, no como en Inglaterra, donde andan algo deprimidos<br />
por la economía y por tantos fracasos en el fútbol (nsas).<br />
S.-Entonces, ¿volveremos a verle pronto?<br />
N.M.-Hay planes para un ciclo Beethoven en 1992 en Madrid<br />
y Valencia, pero nos han dicho que todo depende de si los<br />
socialistas ganan las elecciones de mayo. Parece que si ganan es<br />
casi seguro que vendremos y sí no.,, no sé. Sí es seguro que vendré<br />
a Cadaqués en septiembre.<br />
Rafael Ortega Basagoiti<br />
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56
ACTUALIDAD DISCOGRAFICA<br />
Vladimtr Horowítz. Deutsche Grammophon<br />
acaba de publicar un recital en<br />
público de este legendario pianista en<br />
soporte Láser Disc y cinta VHS. El concierto,<br />
celebrado en Viena, recoge la<br />
actuación de Horowitz interpretando<br />
obras de Mozart, Schubert, Liszt, 5c humann,<br />
Chopin y Moszkowski.<br />
Krystiari Zimerman ha registrado por<br />
primera vez los impromptus de Schubert<br />
también para el sello amarillo, en graba-<br />
Kryvian Ztinetman<br />
cion que ha despertado una lógica expectación<br />
dadas sus conocidas dotes técnicas,<br />
musicales y artísticas que. sin duda, estaran<br />
presentes en estos pentagramas schubertianos.<br />
Murray Perahia. Otro célebre pianista<br />
que estará presente en breve en nuestras<br />
páginas de crítica discografica por sus grabaciones<br />
para Sony de los Conciertos 21 y<br />
2? de Mozart con la Orquesta de Cámara<br />
de Europa en la doble misión de pianista y<br />
director. Sony ha publicado también el<br />
recital que el pianista norteamericano dio<br />
en el Festival de Aldeburgh interpretando<br />
obras de Beethoven, Schumann, Liszt y<br />
Rachmaninov.<br />
El Cuarteto Artis que ha realizado<br />
excelentes registros para Auvidis. ha cambiado<br />
de empresa fonográfica y ha sido la<br />
todopoderosa Sony quien ha acogido a<br />
este grupo que ha grabado ya dos series<br />
de cámara para la multinacional japonesa:<br />
los Seis Cuartetos dedicados a Haydn de<br />
Mozart, y los Quintetos, también de<br />
Mozart (los K5I5 y 5/6), en los que el<br />
Cuarteto Artis es acompañado por Michael<br />
Schnrdder como segundo viola.<br />
John Eliot Gardiner ha registrado el<br />
Con nombre propio<br />
Réquiem alemán de Btahms con una nueva<br />
agrupación denominada Orquesta Revolucionaria<br />
y Romántica (se supone que compuesta<br />
por instrumentos de época). A esta<br />
orquesta se ha unido el Coro Monteverdi y<br />
los solistas Charlotte Mangiono (soprano) y<br />
Rodney Gilfry (barítono). La empresa que<br />
ha asumido esta aventura es Philips Classics.<br />
Riccardo Muti y la Filarmónica de Viena<br />
completarán su ciclo Schubert para EMI<br />
con la grabación de las Sinfonías Primera e<br />
Incompleta.<br />
Cécile<br />
O u J s e t<br />
otra pianista<br />
de EMI<br />
Classics.<br />
grabará los<br />
d o s<br />
Conciertos<br />
de Ravel<br />
acompañada<br />
por Simon<br />
Rattle<br />
al frente<br />
de la<br />
Orquesta<br />
S i n f ó n i c a<br />
de la Ciudad<br />
de Birmtngham.<br />
La artista<br />
francesa<br />
registrará<br />
también el<br />
Concierto<br />
de Schumann con Kurt Masur dirigiendo<br />
a la Orquesta Phi!harmonía.<br />
Arthur Schnabel, «el hombre que<br />
inventó a Beethoven» -así lo definió el critico<br />
norteamericano Harold C. Schonberg-,<br />
estará presente de<br />
nuevo en el mercado del disco<br />
con su ciclo dedicado a las<br />
Sonatas y Variaciones para<br />
piano del músico de Bonn<br />
reprocesadas en discos compactos<br />
de EMI Classics. Ei<br />
álbum de Sonoros, ya publicado<br />
en algunos países de Europa,<br />
parece ser que encuentra<br />
dificultades entre los ejecutivos<br />
de EMI para su comercial iza-<br />
Qón en España. ¡Volverán los<br />
tiempos, ahora que estamos<br />
en la comunidad Europea, en<br />
los que nos tengamos que ir al<br />
extranjero a comprar discos?<br />
Deutsche Grammophon<br />
ha publicado una mmi edición<br />
consagrada a tres compositores<br />
célebres, Chopin, Brahms<br />
y Chaikovski, presentada en<br />
tres cajas de diez discos compactos<br />
cada una. Las páginas Ceale Ousset<br />
DISCOS<br />
más atractivas de estos tres grandes músicos<br />
son traducidas por los intérpretes más<br />
ilustres del sello amarillo, de Abbado a<br />
Krystian Zimerman pasando por Argerich,<br />
Bemstein. Gilels, Giulini. Karajan. Norman,<br />
Pollini y un largo etcétera. La mayoría de<br />
estas grabaciones, como fácilmente se<br />
puede suponer, ya estaban disponibles en<br />
discos sueltos (con la excepción de las dos<br />
Bofadas de Chopin -Tercera y Cuarta por<br />
Sviatoslav Richter), por lo que esta edición<br />
de lujo puede tener sentido para los que<br />
quieran empezar a formar una discoteca<br />
básica de estos tres autores. Los tres álbumes<br />
serán comentados próximamente<br />
desde nuestras páginas de crítica discográfica.<br />
Sony Classical ha lanzado una nueva<br />
serie al mercado discográfico bajo el nombre<br />
de Essential Classics, recopilación en<br />
compactos de serie económica de los títulos<br />
más sugestivos del antiguo catálogo<br />
CSS. Los discos más atractivos de esta<br />
colección son los protagonizados por el<br />
inigualable George Szell, que dirige a su<br />
Orquesta de Cleveland en varias de las<br />
interpretaciones que le hicieron justamente<br />
célebre; Sinfonías de Beethoven,<br />
Brahms, Mahler y Mendelssohn. El resto<br />
de tos registros publicados, de menor entidad,<br />
son de las conocidas estrellas de CBS:<br />
Bernstein, Ormandy, Zukerman, Rilling,<br />
etc. Anotemos también la importantísima<br />
reedición en compacto de la Obra completa<br />
de Stravinsky dingida por él mismo<br />
en un álbum de 22 compactos. Recomendamos<br />
desde aquí su adquisición por ser<br />
uno de los indiscutibles monumentos<br />
fonográficos de todos los tiempos, una<br />
colección cuya pnncipal virtud es su enorme<br />
valor cultural y artístico.<br />
SCHEftZO 5/
DISCOS<br />
ACTUALIDAD DISCOGBAECA<br />
Premios<br />
L'Academie Charles CrosS de París ha otorgado sus prestigiosos<br />
premios discográficos anuales. Este año los discos que llevarán<br />
el sello de Grand Prix du Disque serán: la obra para piano de<br />
Fauré por Jean Hubeau (Erato); Wsoge nuptial, Soleil des eaux,<br />
F/gures-DouWes y Prismes de Boulez, dirigidas por el autor (Erato).<br />
Una grabación histórica. L'Histoire du So/dat de Stravinski, dirigida<br />
por Ansermet (Claves); las Sinfonías 98 y 99 de Haydn por Harnoncourt<br />
y el Concertgebouw de Amsterdam (Teldec); Sinfonías<br />
de CP.E. Bach por Gustav Leonhardt (Virgin); la obra para piano<br />
y orquesta de Stravinski por Crossiey y Salonen (Sony); el integral<br />
de Cuartetos de Martinu por el Cuarteto Stamitz (Bayer); üeder<br />
de Brahms por Anne Sofie von Otter (Deutsche Grammophon);<br />
Edípo de Enesco, por Forster (EMI); la Khovatschina de Mussorgski,<br />
por Abbado {DG) y. finalmente, La coronación de Popea de<br />
Monteverdi, por Jacobs (HMU). También han recibido mención<br />
especial la Orquesta de la Sociedad de Conciertos del Conservatorio<br />
de París (Vogue) y obras del siglo XX de Debussy, Ravel.<br />
Roussel y Stravinski por Emst Bour a la cabeza de la orquesta de<br />
la Südwestfunk (Astrée). Como se ve, España aún sigue en mantillas<br />
en cuestión de publicaciones discográficas, ya que de las citadas<br />
anteriormente, sólo las de EMI, DG, HM y Sony han sido<br />
comentadas en nuestra revista (esto quiere decir que las demás<br />
casas no han publicado las citadas grabaciones por no considerarlas<br />
apeas para el consumo).<br />
Swotodov ftchter<br />
Diverdi ha comenzado a distribuir<br />
en España un nuevo sello llamado<br />
Colección Primavera de Praga, consistente<br />
en grabaciones históricas de la<br />
52 SCHERZO<br />
Nuevo sello<br />
Anne Sofie von Otter<br />
Radio Checa de Praga reprocesadas<br />
digitalmente en discos compactos. La<br />
serie se compone de títulos muy<br />
sugestivos, algunos de los cuales les<br />
detallamos seguidamente: Concierto de<br />
piano y Sinfonía n° 8 de Dvorak por<br />
Firkusny, la Filarmónica Checa y Kubelik;<br />
Sinfonlos de Martinu por Karel<br />
Anceri; integral de Conciertos poro<br />
piano de Beethoven por Emil Gileis, de<br />
nuevo la Filarmónica Checa y Kurt<br />
Sanderling; recitales de Emil Gileis<br />
{Haydn, Beethoven, Chopin y Ravel);<br />
música orquestal de Mozart (K.36I,<br />
K.239 y K20I), otra vez por la Filarmónica<br />
Checa, pero dirigida en esta<br />
ocasión por Hermann Scherchen; tres<br />
Sonotos de piano de Mozart (K.3I0,<br />
K.3<strong>55</strong>+494 y K.545) por Sviatoslav<br />
Richter: más música orquestal de<br />
Mozart (K.36I, 319 y 504) dirigidas<br />
por el gran Vaclav Talich; música de<br />
cámara de Schubert, Brahms, Ravel y<br />
Prokofiev interpretada por David Oistrakh<br />
y Frida Bauer... y así un largo etc.,<br />
que hasta incluye un concierto de la<br />
Sinfónica de Praga dirigida por Ataúlfo<br />
Argenta con Julius Katchen al piano.<br />
Nuestra más cordial bienvenida a este<br />
nuevo sello (cuyos discos además son<br />
de precio medio) que nos demostrará<br />
otra vez la penuria interpretativa de<br />
nuestro feliz final de siglo.
Mozart y Gardiner<br />
fdomeneo, la más orquestal<br />
de todas las óperas concebidas<br />
por el genio de Mozart<br />
(escrita para la célebre<br />
Orquesta de Mannheim), saldrá<br />
en breve al mercado discográfico<br />
en una atractiva grabación<br />
de Archiv Produktion<br />
protagonizada por una agrupación<br />
de virtuosos: los Solistas<br />
Barrocos Ingleses dirigidos por<br />
el infatigable john Eliot Gardiner.<br />
En este registro intervienen<br />
también el Coro Monteverdi<br />
y los siguientes solistas:<br />
Anthony Rolfe Johnson, que<br />
encama el papel que da nombre<br />
a la ópera; Anne Sofie von<br />
Otter (Idamante). Sylvia<br />
McNair (llia), Hillevi Martinpelto<br />
(Elettra) y Nigel Robson<br />
(Arbace). La grabación, tomada<br />
en concierto público en<br />
junio del pasado año en el<br />
Queen Elizabeth Hall, es la primera<br />
de una serie de siete<br />
que comprenderán todas las john Eliot Qoréner<br />
óperas de madurez del salzburgués. A<br />
Idomeneo le seguirá La demenzo di Tito y Fígaro, en 1994 Don Govanni y, finalmente,<br />
El rapto en el serrallo. En 1992 se registra- en 1995 La flauta mágica. Un ambicioso<br />
rá Owf fon tutte, en 1993 Las bodas de proyecto que esperamos arroje nuevas<br />
luces sobre la interpretación mozartiana<br />
Adiós a un perro entrañable<br />
La imagen más universalmente asociada<br />
al sonido grabado, la del célebre<br />
perro Nipper delante de un antiguo gramófono,<br />
sello durante más de noventa<br />
años de His Master's Voice, ha sido desterrado<br />
definitivamente de la empresa<br />
británica, que lo ha cambiado por un<br />
moderno logotipo de letras blancas<br />
sobre fondo rojo que también estará<br />
presente en los discos americanos<br />
Ángel Records. La frase de presentación<br />
de EMI Classics dice: "Un nuevo símbolo<br />
para un gran nombre clásico". Los tiempos<br />
cambian, en efecto, y quizá los Rattle,<br />
Nomngton, Tate, Sawallisch, Muti y<br />
compañía se merezcan otra cosa más<br />
acorde con los tiempos que vivimos:<br />
más modernos, asépticos, vulgares y tristes<br />
que los pasados, que no es que fueran<br />
ni mejores ni peores, sino decididamente<br />
diferentes y con otros objetivos<br />
artísticos.<br />
EL BARATILLO<br />
Dos tazas<br />
DISCOS<br />
Si no quieres caldo, dos tazas. Esta<br />
sección, que se inauguró con Max<br />
Reger, prosigue con john Cage. Y es<br />
que en nuestro imparable descenso<br />
hacia el barthesiano grado cero de la<br />
baratura no cutre, en un alarde de abismamiento<br />
en la mística de la ocasión,<br />
hemos encontrado una perla cuyo<br />
color podrá agradar o no, pero cuyo<br />
precio está diciendo tómame, Belleza<br />
intelectual -aunque a alguno aburra, si<br />
cabe, más que Reger- y coste agradecido.<br />
Pedir más es puro vicio.<br />
He aquí, pues, que en una cadena de<br />
establecimientos dedicada a dar de<br />
comer -mayormente a la italiana- y a<br />
favorecer el consumo a deshoras,<br />
puede encontrarse por poco menos de<br />
medio talego una excelente interpretación<br />
-Bunger y Clayton creen en lo que<br />
hacen-, magníficamente grabada, de<br />
Four Wolis, la obra que John Cage escribiera<br />
para Merce Cunningham. Ojo aJ<br />
buscar, pues un encargado desconocedor<br />
-a quien creo podemos perdonar<br />
sin punición alguna- ha colocado el<br />
compacto entre los de jazz, ignorando<br />
el carácter fetichlstico-cultural del producto<br />
en cuestión.<br />
Four Watts, naturalmente, es capaz,<br />
como tanta música de su autor, de irritar<br />
al santo, dormir al insomne, violentar<br />
al manso de corazón, encrespar al<br />
esposo contra la esposa, al padre contra<br />
sus hijos y al creyente contra su<br />
Dios, sea éste el verdadero o cualquiera<br />
de los falsos. Más de sesenta minutos<br />
de esta música muy bella en ocasiones,<br />
ardua otras, segura a la vez de seducir y<br />
de poner en guardia, con unos silencios<br />
que según las excelentes notas al programa<br />
forman parte del discurso, pero<br />
que el oyente de corazón simple confundirá<br />
con los descansos entre crack y<br />
track -con lo cual las catorce pausas le<br />
parecerán catorce mil- hacen que<br />
quien escucha -tal vez catecúmeno de<br />
lo contemporáneo- pueda, reconozcámoslo<br />
sin ambages, cansarse. Pero<br />
cuando vea -mortal al cabo- que con<br />
el cambio que le devolvieron puede<br />
tomarse un par de cañitas con media<br />
de sangre en el bar de la esquina, dará,<br />
qué duda cabe, la labor por buena.<br />
Nadir Madriles<br />
CAGE; Four Wall¡ Richard Bunger, piano. Jay<br />
Clayton, voz. TOMATO 2696597. Ingeniero da<br />
sonido: MltcheN Tanenbaum. Productor Helner<br />
Sudler. Gribado en loi Capítol Recording Studioi.<br />
de Loi AngeJet, en M>no de 1979. Duraclin:<br />
6017". 495 peietii<br />
SCHERZO 53
DISCOS<br />
REFERENCIAS<br />
Rastreando en el baúl de los recuerdos,<br />
en viejos archivos y en antiguas<br />
listas y siguiendo la relación de las<br />
más recientes publicaciones es posible<br />
contabilizar alrededor de cuarenta grabaciones<br />
integrales del Otelio vefdiano, considerando<br />
tanto las realizadas en estudio<br />
como las tomadas en vivo; incluyendo las<br />
comerciales y las privadas.<br />
Para empezar conviene apuntar los rasgos<br />
y cualidades que deben -o deberfantener<br />
los tres cantantes protagonistas a fin<br />
de acercarse con mínimas garantías a los<br />
correspondientes personajes. Se ha hablado<br />
siempre de Otelio como un papel destinado<br />
a un tenor di forzó (un spinto o<br />
dramático) y, en efecto, no pocas de las<br />
condiciones de una voz de este tipo pide<br />
Vendi; pero hay que reparar en el hecho<br />
de que el compositor no estaba muy convencido<br />
de la total adecuación de su primer<br />
moro, Francesco Tamagno. un instrumento<br />
monumental, torrencial, vigoroso<br />
en extremo, de no demasiados resortes<br />
canoros, incapaz de servir, con la musicalidad<br />
exigida, algunos de los matices expresivos<br />
(dinámicos, acentuales, interpretativos)<br />
previstos que ayudan a componer<br />
una imagen del conturbado gobernador<br />
de Chipre llena de claroscuros y que ha<br />
de venir dada por la unión de un arte de<br />
canto no exento de apasionado lirismo en<br />
ocasiones y de un rotunda presencia y<br />
agresividad vocales aptas para subrayar la<br />
crispación y encorajinamiento del protagonista,<br />
cuya evolución, eso es muy importante,<br />
ha de verse daramente.<br />
Desdémona, más brevemente, ha de<br />
ser una soprano lírica plena o llrico-spinto.<br />
Es un personaje algo simple pero dulce,<br />
ingenuo y amoroso, Capacidad para el<br />
canto spianato. para el legato y la media<br />
voz y buen fuelle para campanear sobre el<br />
gran conjunto del tercer acto, lago, que<br />
es el malo, ha de ofrecer, sin embargo,<br />
porque no es de una sola pieza, al lado<br />
del aspecto demoniaco, matices contrastantes<br />
que revelen la progresión de sus<br />
maquinaciones y la sutileza de sus planteamientos.<br />
Pide un barítono más bien oscuro<br />
pero de clara proyección sonora, adecuada<br />
entonación, habilidad para la sfumoture<br />
y, no se olvide, firme agudo (el Credo<br />
\o solicita).<br />
Dos grandes lineas interpretativas aparecen<br />
representadas por las grabaciones<br />
de Arturo Toscanini y Herbert von Karajan<br />
situadas, respectivamente, en 1947 y<br />
1974. El primero, "electrizante, vigoroso,<br />
implacable, angustioso en su casi siniestra<br />
descripción, de un solo plumazo, del<br />
drama, que alcanza extraordinarias cotas<br />
de fatalismo merced a un obsesivo control<br />
del ritmo y a un fraseo ceñido y Itero de<br />
54 SCHERZO<br />
De la humana imperfección<br />
asperezas. El segundo, con el antecedente<br />
de su propia -y en algunos casos preferible-<br />
versión de 1961, mucho más variado,<br />
menos férreo, más patético y colorista,<br />
sutilísimo, da más oportunidades para la<br />
expresión cantabile y el lirismo reconfortante,<br />
aunque con todo ello pueda perder<br />
a veces el norte preciso del drama global.<br />
Con el italiano encontramos uno de los<br />
moros de más sentida expresión, el chileno<br />
Ramón Vinay, antiguo barítono (algo<br />
bastante habitual en intérpretes de esta<br />
parte), de oscuro color y recia pasta, que,<br />
a despecho de ciertos excesos, delinea, de<br />
la mano toscaniniana, un personaje<br />
sufriente, noble, embarcado sin saberlo en<br />
una tragedia que acabará por destruirlo.<br />
La voz, gutural, sofocada, destimbrada,<br />
opaca casi siempre, no le ayuda: corta en<br />
el agudo, problemática en el pasaje, de<br />
esforzada emisión. Mucho mejor en este<br />
aspecto el lago de Giuse4ppe Valdengo,<br />
buen froseggiotore, musical, de muy nítida<br />
dicción y excelente proyección del sonido<br />
en la zona superior, enemigo de efectismos<br />
fáciles; aunque su color, demasiado<br />
claro, y su debilidad en graves hagan perder<br />
bastante de prestancia y credibilidad a<br />
su canto, sobre todo por enfrentarse a un<br />
Otelio baritonal.<br />
El Otelio que con Karajan incorpora el<br />
canadiense jon Vickers tiene el mérito de<br />
ser uno de los mejor cantados -atendiendo<br />
casi todas las anotaciones<br />
de Vendí- y de mostrar la complejidad<br />
del personaje y su<br />
correspondiente evolución de<br />
forma muy diáfana. Medias voces<br />
-no siempre conseguidas-, filados,<br />
variedad de acentos permiten<br />
al tenor acercarse al proceloso<br />
espíritu del protagonista. Su<br />
Dio mi potew scogiior es un ejemplo<br />
de bien decir cantando, no<br />
declamando, en una línea que<br />
recuerda al histórico testimonio,<br />
en alemán, de Laurtiz Melchior,<br />
apoyado por una voz impresionante<br />
de poder, de maleabilidad<br />
y de belleza tímbrica. Cosas que<br />
le faltan en buena parte a la de<br />
Vidters, ya muy degradada por<br />
esas fechas, apurada en agudos,<br />
desigual y leñosa. Nada atractivo<br />
ofrece en lo vocal el inglés Peter Glossop,<br />
nasal y (leño de trucos, aunque,<br />
orientado por la batuta, alcanza algunas<br />
interesantes cotas expresivas. Bellísima la<br />
voz de la Freni, cálida, redonda; atractiva<br />
también la manera candorosa deplantear<br />
su Desdémona, excelentemente dicha:<br />
queda perjudicada, no obstante, por falta<br />
de squi/fa amba y relativa fragilidad de su<br />
registro grave. Impresionante la Filarmó-<br />
nica de Berlín y desigual toma sonora.<br />
Muy bien los coros.<br />
Entre estas dos versiones se sitúan las<br />
de Alberto Erede (19<strong>55</strong>0 y Franco Capuana<br />
(1956) de Mario del Monaco, probablemente<br />
el más famoso moro de los cincuenta<br />
a los sesenta- Y no sin razón: voz<br />
impactante, broncínea, ancha, robusta (su<br />
essuftote es impresionante); agudos vibrantes,<br />
seguros, colocados, con mordiente;<br />
slanao indudable y cautivante. Lástima<br />
que, frente a ello, el cantante estuviera<br />
aquejado de insolubles defectos de fonación<br />
-con notas de cierto compromiso en<br />
el paso- y fuera incapaz de hacer una<br />
media voz en condiciones o plantearse<br />
una mínima puesta en práctica de la<br />
messo di voce. Numerosos efectos de no<br />
muy buen gusto jalonan esta interpretación<br />
calurosa, temperamental e imperfecta.<br />
Purísimo el timbre, sobre todo en centro<br />
y medio agudo, de Tebaldi, todavía<br />
con la voz cristalina, carnosa; es un gozo<br />
escucharla, aunque su talla como intérprete<br />
no le permita franquear una amable<br />
capa epidérmica. Irrelevante Protti, de<br />
notable vulgaridad, que deja que el toro<br />
se vaya vivo al corral. Estos tres mismos<br />
cantantes grabaron la primera versión de<br />
Karajan seis años más tarde. La pareja protagonista,<br />
sin el mismo esplendor vocal,<br />
alcanzó aquí niveles expresivos y musicales<br />
de mayor entidad. La interpretación de<br />
Verdi<br />
OTELLO<br />
Vickers<br />
Freni<br />
Glossop<br />
LkM ir, n«art-a Oft, bife<br />
Brríínrr Phtlharmuniker<br />
Capuana aparece presidida por la excelente<br />
disección que Giuseppe Taddei hace<br />
del alférez aprovechando sus reconocidas<br />
dotes histriónicas, su inteligencia dramática<br />
y su bello color baritonal. Uno de los<br />
mejores lagos. A su lado un interesante<br />
Otelio del argentino Carlos Guichandut<br />
(el rival de Del Monaco por aquella<br />
época), también antiguo barítono. La voz<br />
era bella, pero poseía buen metal y exce-
lente proyección arriba; como intérprete<br />
se defendía sin llegar a calar. Bastante respetuoso<br />
en general con lo escrito, pero<br />
amigo de acentos nada musicales.<br />
En 1961 Tullio Serafín grabó, con los<br />
mediocres conjuntos de la Opera de<br />
Roma, una versión lentísima y plagada de<br />
fallos de ejecución. En ella se reunía un<br />
buen reparto: Vrckers, que en mejor estado<br />
vocal que en 1974 (dentro de las limitaciones<br />
que siempre tuvo su singular instrumento),<br />
anunciaba ya algunos de sus<br />
aciertos expresivos posteriores: Leonie<br />
Rysanek, Desdémona quizá falta de<br />
espontaneidad y frescura pero magnífica-<br />
mente cantada, con técnica y poder; Tito<br />
Gobbi, lago demoníaco y torvo, excelente<br />
comediante, apoyado en un buen y oscuro<br />
-algo tremolante- centro y en un<br />
esforzado y /i/o agudo, demasiado amigo<br />
de ciertos excesos. No menos lenta pero<br />
mucho mas cuidada, matizada y sentida, es<br />
la dirección que nos dejó en 1969 Barbirolli,<br />
con una espléndida New Philharmonia<br />
y un equipo desigual: al lado de un<br />
sutilísimo, pero algo fuera de sitio. Fischer-<br />
Dieskau y una entonada -con sus destemplanzas<br />
habituales- Gwyneth jones, un<br />
inaceptable McCraken, tan exagerado e<br />
histérico como el que más, pero con un<br />
instrumento vocal lleno de problemas<br />
emisores, esforzado, nervudo, representativo<br />
de un muscular modo de cantar.<br />
Importantes virtudes posee la grabación<br />
de Georg Solti de 1978: una dirección<br />
muy contrastada -y más coherente que<br />
otras recogidas en vivo debidas a su batuta-,<br />
llena de sabor teatral y de excelente<br />
continuidad: una impecable prestación.<br />
algo falta de carne escénica, de Margaret<br />
Pnce; un toen dibujado lago de Bacquier,<br />
muy limitado vocalmente sin embargo, y<br />
un hasta cierto punto sorprendente Otelta<br />
del argentino Carto Cossutta. voz demasiado<br />
lírica para el papel, aunque no exento<br />
de las ventajas que proporciona un respeto<br />
a lo escrito y una plausible humildad<br />
para servirlo. Buena prestación orquestal.<br />
Y llegamos asi a la era Domingo. En<br />
1978 aparece su primera grabación, tras<br />
tres anos de madurar la parte en los escenarios.<br />
La voz del cantante madrileño no<br />
era tampoco a priori la más idónea para<br />
abordaría, bien que él se hubiera preocupado<br />
de ensombrecería y ensancharla.<br />
Aun así, en plena forma, el tenor podría<br />
dar una imagen plausible -con desbordamiento<br />
en el dúo del primer acto, por<br />
ejemplo-, con buena pasta tenoril, del<br />
personaje. La realidad ha contradicho en<br />
parte estas expectativas porque en lo<br />
vocal los problemas se han muftiplicado<br />
(escaso fiato, pobre legato, desigual regulación,<br />
dificultad en el registro alto...) y en<br />
lo interpretativo el cantante ha preferido<br />
irse a lo fácil, al efecto platéale,<br />
al retrato de una histeria,<br />
de una epilepsia permanente,<br />
al abuso de exclamaciones y<br />
exabruptos, al grito. De todas<br />
formas, la versión del 78,<br />
gobernada por la batuta nerviosa<br />
y excitante, aunque<br />
superficial del en este caso<br />
toscaniniano james Levine, es<br />
superior a la cinematográfica<br />
de Zeffirelli-Maazel de 1986; y<br />
no sólo por él, que está<br />
menos exagerado y mejor<br />
vocalmente en aquélla, sino<br />
por la estupenda Desdémona<br />
de Renata Scotto. que da realmente<br />
con el corazón y el<br />
sentido del personaje, a pesar<br />
de sus debilidades en el agudo<br />
y su vibrato ancho. Está en puertas una<br />
nueva grabación de Solti proveniente de<br />
un concierto de despedida en Chicago<br />
(comentado en el número anterior por<br />
José Luis Pérez de Arteaga) y en la que se<br />
ofrece la novedad -a priori poco estimulante-<br />
de que el protagonista está servido<br />
por Pavarotti. A la espera de ella conviene<br />
resumir lo hasta aquí dicho y aportar algún<br />
que otro dato. En su conjunto deben preferirse,<br />
si bien todas ellas se encuentran<br />
lejos de la perfección, las versiones de<br />
Toscanini, Karajan II, Barbirolli, Sorti y Levine.<br />
Por la prestación vocal habría que<br />
conocer la de Serafín, la de Capuana y la<br />
de Erede (con las limitaciones señaladas<br />
para cada instrumento). Y por lo encendido<br />
del discurso a la tan poco ¡diomática<br />
de Furtwangler. Se acierta a atisbar -el<br />
sonido es deficiente- la gran dirección de<br />
Kleiber, no muy bien acompañado en lo<br />
vocal, si se exceptúa una exquisita Desdémona.<br />
¿El mejor moro? Habría que reunir en<br />
un tenor ideal la intensidad expresiva de<br />
Vlnay, las buenas notas de Del Monaco, la<br />
musicalidad de Víckers. el metal del joven<br />
Giovanni Martinelli, la comprensión y<br />
corrección de Zenatello, el calor de Caruso...<br />
El poder y arte de Melchior... Son elucubraciones.<br />
Sí conviene anotar el interés<br />
histórico de algunas grabaciones no<br />
comentadas directamente en las que participan<br />
algunas Desdémonas de excepción<br />
como Elisabeth Rethberg, Victoria de los<br />
DISCOS<br />
Angeles, Uva Ügabue, Raina Kabaiwanska o<br />
Virginia Zeani, que grabaron, aquí y allá,<br />
trozos de la obra o la dejaron impresa en<br />
pirata. Y lagos Apollo Granforte, Lawrence<br />
Tibbett o Leonad Warren.<br />
Arturo Reverter<br />
Se relacionan a continuación las<br />
principales grabaciones de la discografía<br />
de Ote//o, bastantes de ellas<br />
localizables en España, muchas ya<br />
i n en contrables en cualquier latitud.<br />
Las realizadas en estudio llevan una E<br />
entre paréntesis; las tomadas en vivo<br />
una V. Cuando se hayan publicado<br />
en CD se hará constar. A fin de<br />
abreviar, solamente se mencionan,<br />
después del director y coros y<br />
orquesta, o en su caso teatro, los<br />
tres protagonistas; en este orden:<br />
Otello, Desdémona, Sago. En último<br />
lugar figurarán la referencia y el año<br />
del registro (no el de regrabación si<br />
la hubiere). Para completar la lista se<br />
han utilizado, entre otras fuentes, L'Avant<br />
Scene (mayo-junio 1976), catálogos<br />
diversos, Guide des operas de<br />
Verdi (Fayard, París, 1990) con dtscografía<br />
de Piotr Kaminski, // 7eatro d'opera<br />
in disco (Rizzoli, Milán, 1976) de<br />
Rodolfo Celletti. Únicamente se consignan<br />
versiones completas.<br />
Sabijno. LJ Suli. Fusati. Carbone, Granforte.<br />
HMV-Rodolphe. 1931 CD (E).<br />
Panizza. Metropolitan. Martin el ti. Rethberg.<br />
Tlbbert. Goldtn Ag«. 1938, IMO (V).<br />
Totcinlni. NBC. Vina?, Nelli, Valdango. RCA.<br />
IW7. CD(V).<br />
Busch. Metropolitan. Vlnay. Altane». Wirren.<br />
Prívate Records. 1948 (V).<br />
Furtwangler. Sahburjo. Vtnay. Martinis, Schoffler.<br />
Rodolpht I9SI CD(V).<br />
Erede. Sana Cecilia. Od Mantea, Tebaldl. Proai.<br />
Deca. I95S (E).<br />
Capuana. RAJ Turín. Guicrtandut. Broggini. Taddd.<br />
Cetra. 1956 (E).<br />
Kanjin. Opera Viena. filarmónica Vieni- Del<br />
Moóraco, TebakU. Proctí. Decaí. 1961. CD(E).<br />
Sertfin. Opera Rom*, vkktn, Ryianek, Gobbi.<br />
RCA. 1961. CD{E).<br />
Sota. Covent Garden. Dd Monaco, Kaba/wanska,<br />
Gobbi. Nuova En. 1962. CD (V).<br />
Sanzogno. Opera Dallas. Del Monaco. Ligabue,<br />
Vln».. Mstodwn, 1962 (V).<br />
oarbiroUl. Ambrollan, New PtuIharmortaL MeCraken,<br />
Jones. Fscher-Diejkau. EMI. 1969 (E).<br />
Kan|in. Opera Bertln. Filarmónica Bartfn. Vicken.<br />
Fren. Glouop. EMI. 1974. CD (E).<br />
Klertw. La Scala. Domingo. Freni. CappucciIN.<br />
HRE. 1976 (V).<br />
Solti. Opera Ytona. Harmónica Viera. CosutB.<br />
Price. Bacqi^Br. Decca. 1978 (E).<br />
Levine. Ambrollan, National Philharmonk.<br />
Dommgo. Scono, Mlkief- RCA 1978 CD (E)<br />
BAtr Engtiih Nttíonal Opari. Crtlg. Ptowrlfhi,<br />
HowletL EMI. 1983 (V).<br />
Maazd. La Scala. Domfnfo, RtccñnHi, Dfai. B-H,<br />
1986. CD[E).<br />
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Palma de Mallorca - 07003<br />
La filosofía de la excelencia<br />
BACH: Porütas para órgano sobre tos coroíes<br />
Adi. wos solí kt\ Sunder machen BWV 770;<br />
Christ der du bist der hefíe Tag BWV 766: O<br />
Gott, BWV 767; Sei gegrusset. BWV 768.<br />
Simón Preston, órgano. CD DEUTSCHE<br />
GRAMMOPHON 42977S-2. DDD 1989.<br />
Soro (Dinamarca) por H. Burk. Director<br />
artístico: G. Ptoebich. 54'.<br />
BACH: Fantasía cromático y fuga BWV<br />
901 7bccatosBWV9i2, 913.914. 9)6. Fonlas/o<br />
BWV 906. Kenneth Gilbert, clave. CD<br />
ARCHIV 431 659-2. DDD Chames 1990<br />
por A. Wedman. Director artístico: G. Ploebsch.<br />
5747".<br />
Quienes huyen de tos extremos<br />
(pero, diablos, ¡por qué?), o sea,<br />
de la integral de la obra de Bach<br />
para órgano por Ton Koopman (en curso de<br />
realización para Novalis. y pésimamente distribuida)<br />
y de los discos de leonhardt y de<br />
Staier (con un programa similar ai de Gilbert<br />
Pro Arte/RCA Senon y Philips para el primero<br />
y Deutsche Harmonia Mundi para el<br />
segundo) encontrarán en estos nuevos CD<br />
unas interpretaciones paralelas y equilibradísimas.<br />
La reputación de neutralidad que acompaña<br />
al arte de Simón Preston habrá de ser<br />
puesta en entredicho, ya que el intérprete,<br />
para estas obras de juventud, solicrta la extraordinaria<br />
variedad de registro (siempre dentro<br />
de un clima severo) del órgano de la abadía<br />
danesa de Soro del siglo XVI, restaurado<br />
un siglo más tarde y finalmente hace cincuenta<br />
años siguiendo las medidas de origen.<br />
Preston equilibra el lado arcaizante, a veces,<br />
de las obras con las audacias y experimentaciones<br />
sonoras (BWV 767. 768) que volveremos<br />
a encontrar en ei Orgelbuchlein.<br />
El mismo espíritu barroco (a pesar de lo<br />
que se pueda decir) que animaba a Helmut<br />
Walcha en la 8WV 765 (grabación de 1947,<br />
reeditada, Archiv) está aquí presente en la<br />
sobriedad, ligereza y a la vez diversidad de<br />
los fraseos y registraciones. En un programa<br />
de gran coherencia. Gilbert privilegia una<br />
cierta introspección que conviene perfectamente<br />
al aire de improvisación de las toccotos.<br />
La tensión, casi la calidad vocal que<br />
encontramos en Leonhardt o en Staier, realzada<br />
por la extrema atención prestada a la<br />
articulación, deja sitio, en la interpretación<br />
de Gilbert (y no se trata de una carencia) a<br />
una búsqueda de tipo armónico (Tbccolas se<br />
llaman estas obras) que se realiza de manera<br />
perfecta en todos los episodios intermedios<br />
(las modulaciones extrañas, la combinación<br />
de las técnicas de fuga con las dinámicas, la<br />
escritura italiana...)<br />
P.B.<br />
BACH: Sonetos y Paratas para violln soío.<br />
BWV 1001/1006 Lydta Mordkovitch. Productor<br />
B. Couzeni. Ingeniero: R. Couzens.<br />
Grabado en Forde Abbey, Charde, Somerset;<br />
noviembre. 1987. CHANDOS 8835/6.<br />
DDD 74'47\ Distribuido por Harmonia<br />
Mundi.<br />
La escritura para violln solo<br />
-como la de violonchelo solode<br />
Bach es un arma de dos filos:<br />
de un lado, su cualidad canónica, de clásico<br />
absoluto, la impone como habitual; de otro,<br />
su innegable dificultad, duplicada por el<br />
DISCOS<br />
hecho de ser la lógica y no el lucimiento la<br />
causa, la distancia como ideal inasequible. Se<br />
nos muestra asi, en su necesidad imposible,<br />
o imposibilidad necesana. como un reto, que<br />
endurece, o reblandece, la critica cuanto se<br />
quiera y en la dirección que se quiera: en<br />
función de lo imposible, todo mérito es<br />
sobrado; en función de lo necesario, todo<br />
empeño es poco. Una media ponderada de<br />
ambos |uicios radicales nos inclina a aceptar<br />
como válida la lectura que, en este caso,<br />
hace Lydia Mordkovitch del imprescindible<br />
monumento, añadiendo que, si ella nunca<br />
puede ser definitiva, siempre es, y por la<br />
misma razón, provechosa. Pienso que la más<br />
acabada interpretación del gran Bach -estamos<br />
en ello- tan sólo se cumple en la<br />
mente de los que le olmos con asiduidad y<br />
devoción, sobrepasados los achaques del<br />
intérprete que, en este caso, como en los<br />
demás, pero mucho más que en los demás,<br />
provee una mediación necesaria, pero insuficiente:<br />
nada menos; pero nada más. La ventaja<br />
del que oye y solo oye es que puede oír<br />
a través de muchos, y algunos muy perspicaces,<br />
oídos. En todo caso, el oyente hallará<br />
-imagino- en este par de compactos ocasiones<br />
de fruición nada desdeñables: la Loure<br />
de la Tercero Portita, por ejemplo, puede ser<br />
una de ellas.<br />
JAA.<br />
BACH: Misa en si. Felicrty Lott (»op. I),<br />
Anne Sofie von Otter (sop. 2/contralto).<br />
Hans Peter Blochwia (ten.), William Shimell<br />
(bar.), Gwynne Howell (bajo). Coro y<br />
Orquesta de la Sinfónica de Chicago.<br />
Georg Solti. 2 CD- DECCA 430 353-2<br />
DDD, 1990. Chicago, por S. Goodall y S.<br />
Eadon. Director artístico: M. Haas. I h. 53'.<br />
Soto prometió volver a pensar su<br />
última integral de las Sinfonías de<br />
Beethoven (que no he sido el<br />
último en aplaudir en SCHERZO) según criterios<br />
mus ico lógicos más afines a nuestra<br />
nueva sensibilidad, y (en parte) cumplió.<br />
Parece haber cambiado de opinión en el<br />
momento de grabar la Misa en si; 'rse puede<br />
interpretar la Misa de dos maneras: utilizando<br />
instrumentos antiguos, y por culpa del<br />
sonido pequeño, utilizar un coro pequeño:<br />
al contrario, de la manera justa, utilizando<br />
instrumentos modernos. ya que estoy seguro<br />
que Bach. Mozart y Haydn lo hubieran<br />
preferido. Estoy muy satisfecho, extremadamente<br />
contento del resultado de esta grabación...».<br />
Deseo a Solti que también el público<br />
lo esté, pero, aparte de la utilización o no<br />
de instrumentos adaptados a su repertorio,<br />
quisiera aclarar un punto: Solti, con toda<br />
mala fe (porque no es un ignorante) finge<br />
confundir los parámetros interpretativos<br />
musieológicos (o sea. fraseo, dinámicas,<br />
equilibno sonoro...) con un único problema<br />
estético relacionado con el timbre de los<br />
instrumentos. Que Solti escoja una dinámica<br />
general de tipo wagneriano para Bach (el<br />
Credo) sin preocuparse por las relaciones<br />
dinámicas intrínsecas (aunque Sortí declare<br />
no escuchar ningún disco, Leonhardt Gardiner<br />
y de manera más acida o radical Parrott<br />
y Rjflcin han dado ejemplos valiosos de lo<br />
que puede ser esta obra); que Solti no se<br />
preocupe por la incoherencia entre los staccatos<br />
momentáneos y el legato ger>eralizado;<br />
SCHERZO 57
DISCOS<br />
por las diferentes emisiones vocales de los<br />
solistas (unos vibran, otros no); por la confusión<br />
coral (80 son demasiados para la claridad<br />
de las dobles fugas; 32 constas bastan)...,<br />
todo esto no es muy grave, y seguiremos<br />
queriendo a las intervenciones de Solti en<br />
Mahler, pero que con falsos argumentos se<br />
burle del trabajo (de la vida) de los Leonhardt<br />
Hamoncourt, etc.. y de nuestro legítimo<br />
deseo (y curiosidad) de escucharles,<br />
resulta grotesco e intolerable.<br />
P.S. Quienes quieran escuchar la Miso con<br />
orquestación tradicional (o sea instrumentos<br />
modernos) y estilo pre-auténtico. se alegrarán<br />
de la reedición de la versión Kl<br />
(EMI, 1965).<br />
P.£<br />
BACH: Surtes pora orquesto BVW 1066-<br />
1069. Le Concert del Nationi. La Capella<br />
Reial de Catalunya . Jordi Savall. 2 CD<br />
ASTREE AUVIDIS E 8727- DDD en Mea.<br />
1990 por M, Bernstein y C. Gilart de<br />
Keranflec'h. Productor: M. Bemstein. IOS'.<br />
En caso de querer ordenar las<br />
interpretaciones de las Suites<br />
según ejes barrocos, podramos<br />
encontrar en el pninero: la Pasión de Harnoncoutt<br />
(Teldec) opuesta o equilibrada por<br />
la Melancolía de Kuijken (Deutsche Harmonía<br />
Mundi); en el segundo: el rigorismo puntano,<br />
o tai vez calvinista de Hogwood (L'Oiseau<br />
Lyre) contradicho o provocado por la<br />
fantasía liberadora, o tal vez escatológica de<br />
Koopman (Erato); en el tercero: la polifonía<br />
confusa de las versiones llamadas modernas<br />
(habria que cambiar de término) rehabilitada<br />
por la lectura cursiva de Pinnodc (Archiv); en<br />
el último eje, encontraríamos la elipse barroca<br />
(pienso en los esbozos de los anquitectos)<br />
grabada por Música Antiqua Kflln<br />
(Archiv) a ia cual se enfrenta la nueva versión<br />
de Savall que habria que clasificar bajo<br />
el signo de la voluptuosidad: pienso en los<br />
cuadros de Brueghel el Viejo: todo un<br />
mundo feliz en sus quehaceres cotidianos o<br />
extraordinarios, gustando de la buena comida<br />
y del baile. Versión íntima como aquellas<br />
fiestas campechanas, y vitales; alegre desorden<br />
servido por unos solistas extraordinarios<br />
(Fabio Biondi, viol(n) que saborean los sonidos<br />
como frutas maduras. La extraordinaria<br />
calidad de la grabación nos restituye aquel<br />
ambiente de fiesta.<br />
BARTOK: Concierto pora orquesto (Eitreno<br />
mundial, Boston, I de diciembre de<br />
1944). BRAHMS: Sinfonía n." I en do menor<br />
op. 68 (Boston, 17 de febrera de 1945).<br />
Orquesta Sinfónica de Boston. Director:<br />
Serge Koussevitzky. Grabaciones históricas.<br />
STRADIVARIUS STR 13614 CD.<br />
ADD. Duraciones; 35'47" y 4TI4", respectivamente.<br />
Distribuido por Diverdi.<br />
Es éste uno de tos casos en que<br />
está justificadísimo desempolvar<br />
una cinta de calidad sonora<br />
dudosa, ya que se trata de un documento<br />
de primer orden. Los bartókianos hemos<br />
soñado a menudo con la posibilidad de que<br />
58 SCHERZO<br />
Un espléndido disco nos propone<br />
ahora Decca en España<br />
dedicado enteramente a un<br />
compositor ya clasico al que, sin embargo,<br />
no se le dedica la suficiente atención fuera<br />
de sus tres o cuatro partituras de repertorio.<br />
Estas grabaciones con tres obras célebres<br />
ma non troppo de Béla Bartók están<br />
interpretadas en su aspecto musical por el,<br />
posiblemente, máximo director de estos<br />
pentagramas en la actualidad, Sir Georg<br />
Solti. La grabación, clarísima, natural y muy<br />
definida, en la mejor linea de las hechas por<br />
Decca; la orquesta es el prodigio de siempre,<br />
de una perfección admirable y, al<br />
mismo tiempo, un poco agobiante; los<br />
miembros de la Chicago Symphony parecen<br />
músicos de otra galaxia (las comparaciones<br />
son odiosas, pero suponemos cómo<br />
se debe sentir un músico de una orquesta<br />
latina al escuchar bien en vivo, bien en<br />
disco, a una agrupación como ésta; evidentemente,<br />
volvemos a repetir que una<br />
orquesta asi no se hace por generación<br />
espontana, sino a fuerza de trabajo). La<br />
dirección de Solti es de lo más cuidado y<br />
musical que hemos podido escuchar del<br />
maestro anglo-húngaro, en nuestra opinión<br />
se conservara algún documento grabado de<br />
las interpretaciones de Bartók acompañado<br />
por Furtwiíngler, aunque sabemos que en<br />
los anos veinte no existía el soporte magnetofónico<br />
que conocemos hoy. En cierta<br />
medida, la grabación del Concierto poro<br />
orquesto del dia del estreno viene a compensamos<br />
de aquel anhelo imposible. Desde<br />
luego. Koussevrtzky nunca fue FurtwSngler. ni<br />
la Orquesta Sinfónica de Boston tenia por<br />
entonces el envidiable nivel de años después,<br />
de ahora mismo. Pero esto nos infoma<br />
de cómo se vio esa obra de Bartók, que de<br />
manera tan plena iba a instalarse anos después<br />
en todos los repertorios, en un medio<br />
hostil ala música contemporánea, que el<br />
bueno de Koussevitzky defendía contra viento<br />
y marea. La interpretación chocará a<br />
quienes conozcan bien el Concierto y habrá<br />
momentos que le parecerán nuevos o por<br />
lo menos muy diferentes, como ciertos<br />
momentos del Fnale, del propio Gioco delle<br />
coppie y casi toda la Elegía Es una obra tan<br />
grabada -no sabemos si es la obra de un<br />
gran autor del siglo XX más registrada al<br />
margen de exitazos como el Bolero de Ravel<br />
Para reconciliarse con Soltí<br />
más preocupado últimamente en acumular<br />
grabaciones que en profundizar sobre las<br />
mismas (un mal común, sólo hay que repasar<br />
la lista de las grandes estrellas de las<br />
multinacionales del disco). Sin embargo,<br />
aqui Sotti ha continuado en su gran linea<br />
interpretativa comenzada en los años<br />
sesenta en sus primeros registros bartokianos<br />
con la Sinfónica de Londres, salvo que<br />
las versiones que ahora comentamos son<br />
más meditativas y equilibradas que las primeras,<br />
caracterizadas en lineas generales<br />
por una violencia y una exaltación rítmica<br />
sin precedentes. La versión de la Música<br />
para cuerdas, percusión y celesio, severa y<br />
dialéctica, es de una claridad y objetividad<br />
impresionantes, aunque quizá le falte ese<br />
último punto de tensión tan extraordinariamente<br />
puesto de manifiesto por Fricsay<br />
(D.G.) o Reiner (R.C.A.). La suite de El<br />
mandarín moran/toso sigue los pasos de su<br />
primera versión, y aunque los resultados<br />
finales son modélicos, quizá no se consiga<br />
aqui esa impronta de espontaneidad y ese<br />
aire realmente salvaje que envolvía su primera<br />
versión con la Sinfónica de Londres.<br />
Idiomático, sombrío y misterioso el Diverbmenta<br />
(realmente tiene poco de divertimento,<br />
la obra de Bartók trasciende su<br />
nombre para ir mucho más allá). Disco,<br />
pues, importante, totalmente alejado de los<br />
productos asépticos a los que nos tenia<br />
acostumbrados su director. ¡Enhorabuena.<br />
Sir Georg!<br />
£PA<br />
BARTOK: Música para cuerdas, percusión<br />
y ce'esto. D/vertimenío. Suite de El mandarín<br />
maravilloso. Orquesta Sinfónica de<br />
Chicago. Director: Sir Georg Solti.<br />
DECCA 430352. DDD, Duración; 69'06".<br />
Grabaciones: Chicago, Orquesta Hall,<br />
febrero y noviembre de I9B9 y enerofebrero<br />
de 1990. Productor: Michael<br />
Haas. Ingeniero: Stan Goodall,<br />
y alguna otra por el estilo- que este documento<br />
nos permite ahora ver cómo se planteó<br />
un equipo de músicos su primera definición<br />
sonora en público. La interpretación es<br />
interesante, pero ni por calidad sonora ni<br />
interpretativa la podemos recomendar; hay<br />
demasiadas excelentes alternativas que no<br />
es preciso volver a enumerar ahora. Pero el<br />
documento no necesita de eso, es algo más<br />
importante, más entrañable, más precioso<br />
una vez conocidas esas otras versiones con<br />
mejor orquesta, mejor director y mejor sonido.<br />
Pues no hay que olvidar que buena<br />
parte del mejor repertorio de nuestro siglo<br />
se la debemos a Serge Koussevrtzky. que se<br />
dedicaba a encargar a todos los músicos de<br />
su tiempo obras nuevas para interpretarlas<br />
con su Sinfónica de Boston.<br />
Como propina, una buena lectura de la Primera<br />
Sinfonía de Brahms grabada dos meses y<br />
medio después que el Concierto de Bartók<br />
Ruidos parásitos del acetato onginal, sonido<br />
de baja calidad: hay que temario de nuevo<br />
como documento, aunque sólo complementario<br />
de la lectura bartókiana, para saber que<br />
la Sinfónica de Boston hacia el repertorio
A su ya muy avanzada edad, el<br />
anciano maestro porfía en su<br />
nuevo ciclo de sonatas del<br />
sordo de Bonn, aunque este disco sale al<br />
mercado con un inexplicable retraso respecto<br />
a la fecha de grabación.<br />
Arrau es un gran maestro del piano, de<br />
de su técnica, de su sonido, y ademas es un<br />
artista de enorme categoría un músico con<br />
exquisita sensibilidad, de amplísima paleta<br />
expresiva. Sólo con esos puntos de partida<br />
se pueden afrontar con ciertas garantías las<br />
inclemencias de las sonatas de Beethoven<br />
cuando uno tiene una edad en la que el<br />
mecanismo, otrora impresionante, ya no es<br />
el que era. En efecto, Arrau, siempre amigo<br />
de los tiempos muy moderados, acentúa<br />
esa característica en esta grabación, y el<br />
edificio, que no sólo se sostiene, sino que<br />
consigue en bastantes momentos emocionar<br />
al oyente, se vendria abajo en otras<br />
manos que no fueran las suyas y tocaran<br />
estas obras con estos tempi. Lo cierto es<br />
que uno se tiene que rendir ante la maravilla<br />
de canto que supone escuchar el Moderato<br />
cantabile molto espressivo de la Op.<br />
110, o el profundo sentimiento que emana<br />
del Adagio ma non troppo, o incluso la<br />
fijerza expresiva del Allegro molto. pese a<br />
que en este movimiento carece de la hercúlea<br />
energía de Pollini (DG).<br />
Otro tanto ocurre con la Op 31, en la<br />
que el Adagio o los c. 143-49 del pnmer<br />
movimiento son una permanente delicia de<br />
expresión, de belleza de sonido (los c. 70 y<br />
sig. del segundo movimiento casi le paran a<br />
uno la respiración).<br />
Junto a esto hay. claro, ocasiones en las<br />
que uno echa de menos mis juventud (el<br />
ya criado Allegro motto de la Op. 110 o la<br />
no del todo precisa articulación en<br />
momentos del pnmer tiempo de la Op. 31,<br />
ce 41-49, la falta de agitación en el movi-<br />
habitual de esto monero, y que por lo tanto lo<br />
que escuchamos en el registro de dos meses<br />
y medio antes tiene tal y tal sentido.<br />
Un disco minoritario, pues, un documento<br />
fascinante, al que no hay que pedirle lo que<br />
ya han dado otros en repetidas y afortunadas<br />
ocasiones.<br />
Auténtico maestro<br />
S.M.B.<br />
BAX: The Trutf) Atxx/I the Russion Doncere,<br />
From Dusk Trlf Down. london Philharmonic,<br />
Director: Bryden Thomson. Grabado en<br />
St. Jude't Church, Londres, marzo 1990,<br />
Productor: Tim Oldham. Ingeniero: Ralph<br />
Couiens. CHANDOS 8863. DDD. «*'S6\<br />
Distribuido por Harmonía Mundl.<br />
La música es de naturaleza tan<br />
fluida que su eclecticismo no<br />
tiene parangón en las letras o en<br />
las artes visuales. Lo que. en éstas, suscita<br />
ironía, en aquélla produce vaguedad que,<br />
añadida a otras vaguedades, llega a causar<br />
malestar. Pues bien: un e|emplo de esa indefinida<br />
molestia puede deparársenos en la<br />
música, tierna y brillante, de Sir Amold<br />
miento final de esta misma Sonata, a<br />
tempo por momentos muy caido), pero<br />
las maravillas que se consiguen, la sensación<br />
de que Arrau domina musicalmente<br />
estos pentagramas, es tal que resulta tentador<br />
pasar por alto las deficiencias y sentarse<br />
a disfrutar con quien es un auténtico<br />
maestro con mayúsculas. La grabación es<br />
perfecta, una de las mejores, en lo que a<br />
piano se refiere, que he escuchado últimamente.<br />
Sólo cabe lamentar el escaso aprovechamiento<br />
en términos de duración, ya<br />
que 48 minutos es poca música en un<br />
medio que admite casi otro tanto.<br />
RO.a<br />
BEETHOVEN: Sonatas pora piano n.* I 7<br />
en re menor, Op. 31, n.° 2 «La tempestad» y<br />
n° 31, en la bemol mayor, Op. 110. Claudia<br />
Arrau, piano. PHILIPS 422 067-2 PH. CD.<br />
DDD. Duración: 48'Q4". Grabación: La<br />
Chaux-de-Fonds, Suiza, 1987. Productor<br />
Volker Straust. Ingeniero: Willem van<br />
Leeuwen.<br />
Edward Trevor Bax -IB83/I953-. Pese a su<br />
condición de música de ballet, se nos antoja,<br />
al escucharla, música de cine: no se conforma<br />
con inducir una imagen o un movimiento<br />
a menester de ellas. Tiene vocación incidental,<br />
lo cual es muy digno, pero sobrelleva mal<br />
el registro abstracto. Este posee el mérito de<br />
rescatar del olvido una gloria de los 20 en<br />
Londres, como fije en un principio. La materia<br />
está cuidada. De la forma gozará el que<br />
acierte a poner figuras sobre este fondo.<br />
JAA<br />
BEETHOVEN: Los anco sonatas pava wtoncheto<br />
y piano. Vañoaones sobre "La /lauto<br />
mágica» de Moíoit Minuete en sol. Pablo<br />
Casáis, violonchelo, acompañado al piano<br />
por Mieczysiaw Horsiowski, Otto Schuihof<br />
y Alfred Cortot. Grabados entre 1927 y<br />
1939. Regrabadones de Mark Obert-<br />
Thorn. Dos compactos PEARL GEMM<br />
9461. Digital Audio. Duraciones: 65*52" y<br />
50'45". Precio económico.<br />
Casáis es acompañado en estas<br />
versiones por tres pianistas diversos<br />
y contrastados. El austero<br />
DISCOS<br />
polaco Horszowski. que conoció a principios<br />
de siglo, siendo un niño prodigio, el austríaco<br />
Schuihof, que hizo carrera de acompañante,<br />
y Cortot, nombre obvio en el pianismo de<br />
esta centuria y habitual compañero del chelista<br />
catalán en trfo con ]acques Thibaud.<br />
De los tres. Cortot como es lógico, es<br />
quien brilla mas y en la obra menos comprometida.<br />
Es. también, e! que suena más de<br />
acuerdo con Casáis, un intérprete romántico,<br />
de sonido personal [simo, rudo en lo dramático<br />
y hondo en lo medidativo. de un lirismo<br />
intimista y sostenido. Quizá los puristas<br />
prefieran un Beethoven más beethoveniono,<br />
pero la altura persuasiva de Casáis no admite<br />
excesivas resistencias. En definitiva, lo que<br />
importa en un intérprete no es el concepto<br />
abstracto al cual obedece, sino el resultado<br />
que obtiene.<br />
Las grabaciones son de distintas épocas, lo<br />
cual no obstaculiza su calidad técnica, relativizando<br />
las fechas, claro está. En el caso de<br />
Horszowski (las Sonatas, exceptuando la<br />
Cuarta), hay unos curiosos detalles que contribuyen<br />
a valorizar la tarea. En algunas sesiones,<br />
los músicos, por razones de mícrofonía,<br />
debieron estar separados, en extremos del<br />
estudio. En 1939 (comienzos del verano) la<br />
previsible proximidad de la guerra mundial,<br />
la reciente derrota de la República española<br />
y las perspectivas de persecuciones para el<br />
polaco por su origen judio, cargaron la<br />
impresión de los discos con una densa y<br />
tensa emotividad.<br />
Las tomas originales son excelentes y su<br />
re procesamiento permite recuperar una<br />
notable presencia volumétrica de los instrumentos,<br />
sobre todo del chelo. El piano,<br />
como es iógico, suena encajonado en el<br />
estudio y ciertos ruidos de superficie persisten<br />
a través de los a/tas. Pero la importancia<br />
documental casalsiana y sus arrEStos de gran<br />
intérprete compensan el viaje al pasado.<br />
BEETHOVEN: Fidelio Chrinl Golti (Leonore),<br />
Sena Jurinac (Marzelltne), Giuseppe<br />
Zampieri (Floresian), Paul Sehüffler (Don<br />
Pizarra), Otto Edelmarm (Rocco), Nicola<br />
Zacearla (Don Fernando). Waldemar<br />
Kmentt (Jaquino), Chor der Wiener Staatsoper,<br />
Wiener Phílharmoniker, Saizburg<br />
27-7-I9S7, Leonore n* 3 Obertura, Berlhner<br />
Philharmoniker, Londres, IS-4-I96I, y<br />
Coriolano, Obertura, Berliner Phiiharmoroker.<br />
Saizburg 8-4-1968. Director: Herbert<br />
von Karajan. duración 150*49", 2 CD. Kar<br />
222. HUNT PRODUCnONS. Diverdi<br />
IÍÜÜ<br />
Esta grabación tiene 13 años de<br />
antelación a la que Karajan grabó<br />
para EMI, y si bien no alcanza la<br />
madurez de esta versión, si tierte<br />
las cualidades y defectos entonces ya incipientes<br />
del maestro. Dentro de las primeras,<br />
su estilo brillante, juvenil que sabe dar a la<br />
parte orquestal la fluidez, el melodismo y el<br />
estío beethovemano en una obra que parece<br />
ser, con una gran calidad, un compendio<br />
de los estilos musicales de su época y de sus<br />
precedentes; es cierto que a veces su versión<br />
parece lenta, pero ello ayuda a la<br />
orquesta a frasear y a matizar para alcanzar<br />
un carácter descriptivo. El coro de la ópera<br />
de Viena no alcanza el nivel habitual, sobre<br />
todo en el coro de Pnstoneros poco intenso<br />
SCHERZO 59
DISCOS<br />
coro de Prisioneros poco intenso vocal y<br />
dramáticamente, la orquesta sigue las directrices<br />
del maestro con una cuerda bnllante,<br />
como se comprueba en la Leonore n* 3.<br />
Hablar de los intérpretes con Karajan<br />
siempre conlleva mencionar su concepción<br />
excesivamente lírica de los personajes y así<br />
Christl Goltz nos muestra una Leonore<br />
musical y con buena linea, pero con una<br />
concepción dramática limitada: a su lado<br />
Giuseppe Zampien es un Honestan fuera de<br />
lugar, ni por voz, muy linca, ni por estilo, ni<br />
por medios vocales puede afrontar este roí y<br />
asi en su aria tiene dificultades que se acrecientan<br />
en el dúo con su esposa, partes<br />
importantes del reparto son la impecable<br />
Manrelline de la musical Sena Jurinac, con su<br />
SLftileza en el Rocco de Otto Edelman que<br />
con una voz potente sabe expresar a la vez<br />
la dureza y la humanidad del carcelero.<br />
Completan el reparto un correcto Paul<br />
Schoffler como Don Pizarro, al que le falta<br />
algo de rotundidad y malicia, el interesante<br />
jacquino de WakJemar Kmentt y un discreto<br />
Nicola Zacearía como Don Femando.<br />
Complementan la grabación las oberturas<br />
Leonore n.° 3 y Conolano, donde la orquesta<br />
de Berlín consigue unas importantes versiones.<br />
AV.<br />
BEETHOVEN: Sonatas números M. en do<br />
sosten/do menor, Op. 27/2,
mente cristalina El punto mas flojo de la grabación<br />
es el endeble tenor Howard Crook,<br />
que está especialmente pálido frente a Mills<br />
en el dúo Tbgether Jet us range the fieíos.<br />
£MM<br />
BRAHMS: Concierto para wolfn y orquesto<br />
en re mayor, Op. 77. BRUCH: Concierto paro<br />
violln y orquesta número I en so) menor, Op.<br />
26. Uto Ughi, violin. Philharmonia Orchestra.<br />
Director: Wolfgang Sawalliscti<br />
{Brahms). Orquesta Sinfónica de Londres.<br />
Director: Georges Pretre (Bruch). CD<br />
RCA Silver Seal DDD VD 60479. Grabado<br />
en Londres. 1983 íBrahnw) y 1982. Duraciones:<br />
39*49" y 2238". Precio económico.<br />
Productor: Chales Gerhardt. Ingeniero:<br />
MichaeJ Grey.<br />
Enésimas versiones de uno y<br />
otro Condeno, a cargo del violinista<br />
Uto Ughi (Várese. 1944),<br />
quien refrenda en este CD su fama de artista<br />
seguro y musical, y se ve apoyado por<br />
unos colaboradores de primer orden. No<br />
precisan alabanzas las orquestas londinenses;<br />
Sawallisch. por su parte, ha revalidado<br />
hace poco sus credenciales como brahmsiano<br />
(SCHERZO, 53). y Prétre dirige con<br />
entusiasmo, calor y buen gusto. Pero otros<br />
solistas de personalidad aún más importante<br />
y/o de superior dominio técnico (Ughi está<br />
algo justo en el Finale de Brahms, cuyo<br />
tema principal articula de modo simplificado)<br />
grabaron estas obras. Para Brahms disponemos,<br />
en serie económica, de<br />
Henuhin/Kempe (EMI) y Szeryng/Monteux<br />
(RCA); a precio medio, de Oistraj con<br />
Klemperer (EMI) y Krebbers con Haitink<br />
(Philips); y por encima de las 2.S00 pesetas,<br />
de Perlman/Giulini (EMI), Mutter/Karajan<br />
(DG) y Szeryng/Hartink (Philips). Para Bruch<br />
puede elaborarse una lista algo menos<br />
numerosa, que encabezarla con<br />
Perlman/Haitink (EMI) y Mintz/Abbado<br />
(DG). En todo caso, la propuesta de RCA<br />
es valiosa y atractiva, especialmente a poco<br />
más de 1.000 pesetas. No hay textos de<br />
presentación. Buen sonido.<br />
RAM.<br />
BRAHMS: Los dos Sonólos para chelo y<br />
piano. Op. 38 en mí menor y Op. 99 en ¡a<br />
mayor. Claude Starck, chelo; Christoph<br />
Eschenbach, piano. CD CLAVES 50-9005.<br />
Grabado en Temple St. Jean, París,<br />
10/1989. Ingeniero: Teije van Geest Duraciones:<br />
2808" y 29'36".<br />
BRAHMS: Los dos Sonoros poro chelo y<br />
piano. BACH: Sonata en sol mayor paro viola<br />
da gamba y continuo Pierre Fournier, chelo;<br />
Wilhelm Badchaus, piano (Brahms); Ernest<br />
Lush, piano (Bacti). CD DECCA Historie<br />
425973-2. Monoaural. Grabado en el<br />
Victoria Hall, Ginebra. I a 3-5-19<strong>55</strong><br />
(Brahms) y en Londres. 10-1952 {Bach).<br />
Duraciones: 21*17". 22*54" y I4'36".<br />
Dos estilos interpretativos muy<br />
diferentes para estas hermosas<br />
obras: el sobno, clásico, severo,<br />
algo seco de Foumier y Backhaus, al que se<br />
contrapone el de Starck y Eschenbach, más<br />
libre, romántico, expresivo y contrastado,<br />
tanto en dinámica como en agógica. Dice<br />
Harris Goldsmith en sus excelentes comentarios<br />
de carpeta que éste es el único disco<br />
de Backhaus como ocompoñonte y que, con<br />
toda probabilidad, él fue quien marcó la<br />
pauta, porque las postenores grabaciones<br />
de estas Sonólos que realizó Foumier (con<br />
Firkusny para DG y con Fonda para Philips)<br />
son muy diferentes. Aunque el estilo del<br />
dúo Foumier-Badthaus parece plenamente<br />
válido 35 años después, si hubiera de escoger<br />
entre una y otra de las versiones aquí<br />
citadas, elegirla la de Starck y Eschenbach.<br />
que construyen a la perfección ambas partituras,<br />
sin restarles vigor ni ngor, y son más<br />
calidos y elocuentes. El CD de Claves constituye<br />
una opción recomendable, de buena<br />
calidad sonora, claramente superior a la<br />
monoaural de Decca. aceptable, pero que<br />
evidencia sus años. Como complemento,<br />
cuenta ésta con una Sonata de Bach cuya<br />
ejecución si acusa el paso del tiempo, aunque,<br />
para su época, la austeridad de Fournier<br />
fuese ejemplar.<br />
Existen otras alternativas para Brahms<br />
muy atrayentes: Rostropovich-Serkin (DG)<br />
en primer lugar; Du Pré-Barenboim (EMI) y<br />
Navarra-Holevcek, que Supraphon debiera<br />
reeditar en serie económica; y recordemos<br />
que Casáis, Piatigorsky, Feuermann, Ma, Star-<br />
Dos opciones para Brahms<br />
fdkács Sniiig Quartet<br />
11 I. A II I t T > > M" 5 1<br />
El actual Cuarteto danés fue<br />
fundado en 1985 por Tim Frederiksen,<br />
hijo de Kund Frederiksen.<br />
viola en la anterior formación de dicho<br />
grupo. A juzgar por esta buena integral, se<br />
trata de un conjunto equilibrado técnicamente<br />
notable (los tres Cuo/tetos son de<br />
difícil ajuste) que se orienta hacia una<br />
expresión lírica e introvertida, elegante y<br />
austera El Cuarteto Takács se constituyó en<br />
1975, pero sólo recientemente ha conquistado<br />
la reputación que, a tenor de este CD,<br />
merece. Irreprochables uno a uno y en conjunto,<br />
sus componentes, actúan con intensidad,<br />
vehemencia y pasión, sin detrimento<br />
del rigor, en ambas partes de la Op. 5 (, y<br />
aciertan a reflejar el contraste entre ellas<br />
buscado por Brahms, quien en el Cuorteto<br />
en lo menor pareciera haber vuelto la vista a<br />
su admirado Schubert, mientras que las rafees<br />
del esento en do menor son inequívocamente<br />
beethovenianas y no sólo por la<br />
paradigmática tonalidad elegida. También<br />
DISCOS<br />
ker y Tortelier también han grabado una o<br />
ambas Sonetos<br />
RAM.<br />
BRAHMS: Voriocjones sobre un temo de<br />
Paganini, Op. 35. Tres Intennezzi, Op. I / 7.<br />
Seis piezos. Op i IB. Luya Zilberstein. piano.<br />
CD DDD. DEUTSCHE GRAMMOPHON.<br />
431 123-2. Grabado en Hamburgo, 1/1990.<br />
Productor e ingeniero: Gemot von Schurtzendorff.<br />
Duración: 6316".<br />
Grabar para Deutsche Gammophon<br />
un programa de esta importancia<br />
con apenas 25 años indica<br />
que Lilya Zilberstein es ya una pianista<br />
hecha y derecha, con un futuro muy prometedon<br />
asi lo confirma su brillante curriculum,<br />
y la propia audición de este CD. Ello no<br />
impide reconocer lo previsible, esto es, que<br />
sus Voriociones Paganini son notables, pena<br />
no alcanzan las cotas de Arrau, Gilels o Katchen;<br />
y que las piezas Op 117 y I 18 -en<br />
especial aquéllas- carecen del último grado<br />
de profundidad, sólo alcanzable por quien<br />
posee una madurez técnica y emocional<br />
impensable a edad tan temprana. Olvidemos<br />
por un momento a Katchen, referencia<br />
supera el excepcional Cuarteto Takács al<br />
Danés en la recreación de los diferentes<br />
ambientes, en lograr aunar la atención al<br />
detalle con las miras de largo alcance, y en<br />
que todo ello se consigue dentro de una<br />
impecable estabilidad en los tempi.<br />
Aunque Philips, incomprensiblemente,<br />
todavía no ha pasado a CD los Cuortetos<br />
de Brahms por el Italiano, ésta sigue siendo<br />
mi versión favorita, y no será fácil que el<br />
Cuarteto Takics los supere en la Op. 67.<br />
En esta partitura los Daneses se desenvuelven<br />
con acierto, aunque en el movimiento<br />
final no acaban de relajarse para paladear a<br />
gusto alguna de sus maravillosas variaciones;<br />
la sexta, por ejemplo. La toma de sonido<br />
realizada en la Radio danesa es limpia<br />
clara, natural: la de Decca para los Takács.<br />
algo reverberante, es también muy buena y<br />
encaja con su apasionado estilo sin restar<br />
claridad: en una y otra versión son bien<br />
audibles todas las voces y las graves pasan a<br />
primer plano cuando asi lo exige la lógica<br />
del discurso.<br />
RAM.<br />
BRAHMS: Cuartetos poro cuerdo. Op.<br />
51.1 en do menor y Op 51.2 en la menor.<br />
Cuarteto Takics, CD DDD DECCA<br />
42<strong>55</strong>26-2. Grabado en Londres, 11/1988.<br />
Productor: Michael Haas. Ingeniero de<br />
sonido: Simón Eadon. Duraciones: 3 2'30"<br />
y 33*44'. Los tres cuortetos poro cuerdo, Op.<br />
51.1 y 2; Op. 67 en si bemol mayor. Cuarteto<br />
Danés. Estuche con 2 CD. DDD<br />
KONTRAPUNKT 32033. Grabado en la<br />
Radio de Dinamarca, 1989. Productor:<br />
Michael Petersen. Ingenieros: Ove Nidien<br />
y Laru Palsig. Duraciones: 30'11", 31*36* y<br />
33'29". Distribuido por Nahuel.<br />
SCHERZO 61
DISCOS<br />
rencia constante: Radu Lupu (Decca)<br />
demostró, muy precozmente, comprender<br />
mucho mejor que la Zilberstein el contenido<br />
del último pianismo brahmsiano. cu/as<br />
numerosas y sutiles indicaciones de matiz<br />
aún no han hallado en la joven pianista rusa<br />
ni la plena realización técnica ni el debido<br />
eco afectivo.<br />
Excelentes la toma sonora y la presentación,<br />
que permite acceder directamente a<br />
cada variación o pieza y ofrece buenos textos<br />
en alemán, francés, inglés e italiano.<br />
RAA1<br />
BUXTEHUDE: Membra jesu Nostri.<br />
SCHÜTZ: 0 bone Jesu, fÜ Mariae. The Monteverdi<br />
Choir. The English Baroque<br />
Soloicts. Fretwork. Director: John Eliot<br />
Gardiner. ARCHIV 427 660-2. DDD.<br />
72'42". Producción; 1990.<br />
BUXTEHUDE: Membru Jesu Nostri. Heut<br />
triumpfweret Gottes Sohn. Concertó Vocale.<br />
Director: Rene Jabos. HARMONÍA<br />
MUNDI HMC 901333. 7I'52-. Grabación:<br />
2/1990. Producción e ingeniero: Pere<br />
Casulleras.<br />
Estas siete Cantatas de Pasión,<br />
que exaltan místicamente las partes<br />
dolondas del cuerpo de Cnsto,<br />
vienen a demostrar que las Posones de<br />
Bach contaban para su apanción con raices<br />
muy profundas en el arte germánico. La relación<br />
con la música de Buxtehude -al que<br />
Sach admiraba- se toma evidente en estas<br />
interpretaciones que sorp rendente mente<br />
aparecen en el mercado casi de manera<br />
simultánea. Dos concepciones totalmente<br />
diversas de esta religiosidad conceptual del<br />
barroco alemán. Gardiner se indina por una<br />
lectura más mística, más ideal, en tanto que<br />
Jabos es más directo, también más sensual,<br />
en su traducción del dolor. La realización de<br />
estas ¡deas es también de distinto nivel técnico<br />
en ambas lecturas, siendo muy destacable<br />
el sensacional cometido del Monteverdi<br />
Choir, Si añadimos a esto que Gardiner<br />
cuenta, asimismo, con solistas más acertados.<br />
es casi obligado proponer su registro como<br />
primera alternativa.<br />
LMM<br />
COUPERIN: Conciertos reales Claudio<br />
Rufa, flauta travesera. Paolo Pandolfo, viola<br />
da gamba. Rinaldo Aleisandriní, clave.<br />
TACTUS, TC 6603060, DDD. Duración:<br />
52'49". Grabación: Bolonia, agosto de<br />
1988. Productor Roberto Meo. Ingeniero:<br />
Sigrid Lee. Distribución: PDI.<br />
VIVALDI: Concertj per ar&ii. Concertó Italiano:<br />
Fabio Biondi, Davide Amodio, Silvia<br />
Falavigna, Roía Segreto, Adrián Chamorro,<br />
Enrico Onofri y Chiara Pontecorco. violines.<br />
Robert Brown y Enrico Parizzt, violas.<br />
Maurizio Naddeo, violonchelo. Paolo Pandolfo,<br />
contrabajo. Rinaido Aiessandrini.<br />
clave. TACTUS, TC 67200101, DDD.<br />
Duración: SS'35". Grabación: castillo de<br />
Torrechiara, iglesia parroquial de San<br />
Lorenzo, marzo de 1988. Productor:<br />
62 SCHERZO<br />
Roberto Meo. Ingenieros: Thomai Gil lia y<br />
Slgrid Lee. Distribución: PDI.<br />
El sello discográfico italiano Tactus<br />
presenta en esta ocasión dos<br />
discos en los que se han seleccionado<br />
obras de Coupenn y de Vivaldi. Del<br />
autor citado en primer lugar se incluyen tres<br />
conciertos: dos pertenecen a los denominados<br />
Concerts Royoux y uno a la serie que, de<br />
un total de diez, compuso Coupenn bajo el<br />
título de Les Goflts Reunís ov Nouveoux coneerts.<br />
El segundo disco contiene una pequeña<br />
muestra de la amplísima producción vivaldiana<br />
para instrumentos de amo. De los seis<br />
conciertos grabados, se recogen dos pertenecientes<br />
a la serie L'Esiro Amónico.<br />
La labor interpretativa de todas estas páginas<br />
está encomendada a miembros del conjunto<br />
Concertó Italiano, dirigido por Rinaido<br />
Alessandrini. El nivel musical del grupo es,<br />
como ya se ha señalado en alguna ocasión,<br />
bastante elevado. Este aspecto se puede<br />
comprobar, una vez más. con la audición de<br />
estos dos discos. Una técnica depurada y<br />
una gran limpieza sonora acompañan a la<br />
interpretación de las obras. Hay. no obstante,<br />
cierta desigualdad entre las lecturas de<br />
ambos autores, resultando la de Vívaldi algo<br />
(Ha y poco escasa en matices y contrastes.<br />
Por lo demás, como ya es habitual en Tactus.<br />
la presentación de los discos es irreprochable<br />
tanto desde el punto de vista sonoro<br />
como desde el informativo, aspecto éste del<br />
que deberían tomar buena nota otras casas<br />
discográficas.<br />
F.G.U.<br />
L COUPERIN: Surtes poro ríove, en fa<br />
mayor, do menor y re menor Chrijtopher<br />
Hogwood. Productor: Peter Wadland.<br />
Ingeniero: John Pellowe. Grabado en el<br />
Conservatorio de Música de Bruselas;<br />
octubre/noviembre. 1982. L'OISEAU-LYRE<br />
425 890-2 DDD <strong>55</strong>'02".<br />
La Historia de la Música esta<br />
llena de vidas breves: la de Louis<br />
Couperin -treinta y cinco años,<br />
como Mozart- es una de ellas. Hogwood, a<br />
un clave loannes Couchet de 1646 -año en<br />
el que Couperin cumple veinte-, ordena en<br />
tres Surtes, por su tonalidad, veintitrés piezas<br />
procedentes de los manuscritos Bauyn y<br />
Parville. donde se conserva más de un centenar<br />
de ellas. La adecuación del instrumento<br />
y del estilo es irreprochable. Y el porte de<br />
las piezas sostiene sin el menor desdoro la<br />
comparación con los dos nvales sobresalientes.<br />
FrescobakJi y Froberger. Para persuadirse<br />
de ello bastará prestar atención al Tombeau<br />
que culmina la pnmera Surte, a la memoria<br />
de Blancrocher, laudista muerto en<br />
accidente en 1652. obra maestra cuya emoción<br />
contagiosa no ha menester de preparativos<br />
eruditos.<br />
JAA<br />
CHERUBINI: Medeo. Magda Olivero,<br />
sop. {Medea); Angelo lo Forese, ten. (Giasone);<br />
Loris Gambellí, baj. (Creonte); Elena<br />
Baggiore, sop. (Glauce); Gloria Foglizzo,<br />
mez. (Neris). Orquesta y Coro del Teatro<br />
Social de Mantua. Director: Nicora Rescigno.<br />
MYTO 2 MCD 911 36: ADD. Duraciones:<br />
78'47" y 77M0". Grabación: Mantua.<br />
1971. Distribuida por Diverdi.<br />
La Aledeo de Cherubini, a caballo<br />
entre el clasicismo y el<br />
romanticismo, con una carga<br />
dramática notable y una exigencias vocales<br />
que rozan lo imposible, fue un redescutirimiento,<br />
una reinvención de Mana Callas.<br />
Callas dejó suficientes constancias sonoras<br />
de su impactante visión, de hecho inimitable,<br />
inigualada En su mismo momento una<br />
soprano americana tentaba el papel, aunque<br />
esporádicamente: Eileen Farrell.<br />
Siguiendo la huella de Callas, encontramos<br />
a Gencer Sass, Jones, Gorr y Olivero<br />
(Caballé, émula de la gnega hasta la saciedad,<br />
debe ser quitada de la pista por su<br />
inútil y mamarrachesca aproximación). De<br />
todas las su ceso ras es Olivero quien logró<br />
mejores resultados. Eso si. aceptando su<br />
personalísima expresividad, sus caprichosas<br />
modulaciones, el timbre tan especial y atlpico.<br />
Olivero dejó dos Medeo, con Rescigno<br />
en las dos a la batuta (un director tan asociado<br />
a Callas), una de Dallas (feudo de la<br />
griega por algún tiempo) y ésta de Mantua,<br />
acompañada por unos colegas poco interesantes,<br />
que van de lo correcto (Baggiore o<br />
Foglizzo), a lo inoperante (lo Forese) o<br />
insuficiente (Gambelli). Lo que interesa de<br />
esta edición es la presencia omnipotente,<br />
apasionante, arrolladora de la Olivero. Con<br />
un fraseo diafano, unos pionissimi deslumbrantes,<br />
agudos firmes y valientes, todo al<br />
sen/ido de su temperamento (algo verista a<br />
veces, hay que decirlo) desbordante, la<br />
Medea de Olivero resulta impresionante.<br />
No tiene la riqueza o profundidad de la<br />
Callas, más estilista, menos exuberante,<br />
pero la lección dramática de la Olivero es<br />
de absoluta solidaridad con presupuestos<br />
más italianos que cherubinianos, lo cual, en<br />
la práctica, no hace más que enriquecer un<br />
papel, que con otros criterios podria resultar<br />
un tanto monótono. El Bonus es de Olivero<br />
cantando floheme y Tosco, de la primera<br />
se ofrece el dúo que cierra el primer<br />
acto: un inédito con Oncina.<br />
FALLA Noches en tos jardines de Esporo.<br />
E. HALFFTER: fiopsodio portuguesa para<br />
piano y orquesto. R. GERHARD: Alegrías.<br />
Orquesta Sinfónica de Tenerife. Director:<br />
Victor Pablo Pérez. Solista: Guillermo<br />
González. ETCÉTERA KTC 1095. CD.<br />
DDD. Duración: 56'33".<br />
S Noches en tos preñes de Esperto<br />
es obra abundantemente<br />
representada en el mundo de las<br />
grabaciones fonográficas, no sucede lo<br />
mismo, desde luego, con las otras dos obras<br />
que aparecen en este disco compacto. Más<br />
conocida la Rapsodia portuguesa pora piano f<br />
orquesta que las Afegrfos de Roberto Gerhard.<br />
aunque no sea obra ésta de valor inferior,<br />
bien que no absolutamente significativa,<br />
de la madurez del gran maestro de Valls,<br />
Las tres obras tienen una excelente interpretación<br />
por la parte de la estupenda Sinfónica<br />
de Tenerife, con su titular, Víctor Pabto<br />
Pérez al frente, un maridaje artístico que
cada día se muestra más feliz. Guillermo<br />
González no hace olvidar otras interpretaciones,<br />
ya clásicas, de las Noches, como son<br />
las de Clara HarkJII, con Markevich, en Philips;<br />
o de Alicia de Larrocha con Comisiona<br />
o Frühbeck de Burgos, en Decca), pero su<br />
piano suena cálido y convincente. En la Ropsodio,<br />
una obra no exenta de retórica, Gonzileí<br />
se esfuerza con éxrto -espléndidamente<br />
acompañado también por Víctor Pablo y<br />
la orquesta canaria- por hacer creftale una<br />
música sobre la que sí se nota el paso de los<br />
años.<br />
En resumen, un disco de subido interés,<br />
con muy buenas interpretaciones de una<br />
obra muy conocida y otras dos -sobre todo<br />
una de ellas-, mucho menos frecuentadas,<br />
pero que merecen serio.<br />
JA<br />
FROBERGER: Obras para clave. Guitav<br />
Leonhardt, clave. Instrumento de Bruce<br />
Kennedy, 1985. a partir de un M. Mielke,<br />
1702- DEUTSCHE HARMONÍA MUNDI<br />
RD 77923. DDD. 56'58". Grabación: Haarlem,<br />
VI, 1989. Productor: Wolf Erichson.<br />
Ingeniero: Stephan Schellmann. Distribución:<br />
BMG.<br />
Leonhardt se había acertado diseográficamente<br />
a Froberger con<br />
una grabación extraordinaria de<br />
vanas Suires y Tocemos (LP, Deutsche Harmonía<br />
Mundi). El clavecinista holandés vuelve<br />
ahora a la música severa, concentrada y<br />
genial del compositor alemán, creador de las<br />
piezas para clave más importantes de las<br />
escritas en su país en el siglo XVII. Como<br />
algunas obras se repiten en los dos discos, se<br />
puede comprobar asi la maduración de las<br />
interpretaciones de Leonhardt. De todas<br />
formas, el nuevo disco evidencia que el clavecinista<br />
es el músico que mejor comprende<br />
a Froberger en nuestros días. La clarificación<br />
de las texturas es absoluta y a partir de ella<br />
Leonhardt. siempre desde ia austeridad,<br />
encuentra el tono expresivo adecuado a las<br />
piezas, concentradamente lírico o dramático,<br />
como en la Lomentotion sur ia mort de Ferdinand<br />
///. Nuevo hito discográfico que añadir,<br />
por lo tanto, a una carrera abundante en<br />
ellos.<br />
E.M.M.<br />
POPS BY GERSHW1N: Múíica de George<br />
Gonhwin. Un americano en París, Suite<br />
de Porgy ond ñess. Selección de Qri Gazy.<br />
Rapsody m blue. Boston Pop* Orctieítra.<br />
Mishi Dlchter, piano. Director: John<br />
Williams. Grabación: Boston, junio de<br />
1989. Ingenieros de lomdo: Tom Clark.<br />
Johan Newton y Henk Kooiitra. Duración:<br />
S7S8". PH1UPS DDD 426 404-2.<br />
Esta nueva versión de las ya clásicas<br />
paginas de Gershwm vienen<br />
de la mano del compositor y<br />
director john Williams, autor de las bandas<br />
sonoras de películas tan célebres como La<br />
guerra de tos mundos, La aventura del Posadon.<br />
Supermún, Indiana jones y el templo maldito...<br />
Varios premios Osear y Grammy avalan<br />
la carrera de este personaje musical que<br />
imprime a estas grabaciones un estilo netamente<br />
norteamericano (matiz importante y<br />
que resulta difícil encontrar en versiones realizadas<br />
por orquestas e intérpretes foráneos).<br />
Magnificas las versiones de Un omencono<br />
en París y de la suite de Porgy and Bess.<br />
Extraordinaria la Rapsodia, en la que Dichter<br />
pone d punto exacto entre el jazz y el concierto.<br />
Complemento de este disco es una selección<br />
de las inmortales canciones de Gershwin<br />
en una curiosa versión arreglada por<br />
Leroy Anderson (ya saben, el autor de páginas<br />
tan célebres como El reloj sincopado.<br />
Paseo en i/ineo, El mecanógrafa..).<br />
En definitiva, una grabación de referencia.<br />
Excelente sonido. Sólo esperamos la reedición<br />
en CD del álbum que Philips editó con<br />
motivo del &eentenario USA. y que contiene<br />
páginas de indudable interés y en versiones<br />
que podríamos considerar como irrepetibles,<br />
LF.C&<br />
GILLES: Réquiem. DHigam Te, Domine.<br />
Agnes Mellon, sop.; Veronique Geni, lop.;<br />
Howard Crook, ten.; Herve Lamy, ten.;<br />
Tom Phillips, ten. Peter Kooy, baj. Coro y<br />
Orquesta de La Chapelle Royale. Director<br />
Philippe Herreweghe. HARMONÍA<br />
MUNDI HMC 901341. bTAT. Grabación:<br />
5/1990. Productor: Michel Bernard. Ingeniero:<br />
Mlchel Pierre.<br />
El Réquiem de Gilíes es la obra<br />
maestra absoluta de un autor<br />
que no vivió más que 36 años.<br />
Esta música se tocó en su sepelio, así como<br />
en los de todos los personajes destacados<br />
de la Francia barroca. Luego la pieza cayó en<br />
desuso, hasta que el disco la ha vuelto a<br />
recuperar. Hay un elemento del Réquiem<br />
que se suma a una larga tradición: su<br />
comienzo encomendado a la percusión, que<br />
encontramos en el Funeral para la reina<br />
Mary de Purcell y también en músicas fúnebres<br />
del barroco español. Sin embargo, el<br />
nexo no va más allá, pues la Misa de difuntos<br />
de Gilíes desarrolla afectos nobles y elegantes<br />
-una queja delicada- más que patéticos<br />
y dramáticos. Herreweghe dibuja esta visión<br />
con una interpretación eficaz, pero poco<br />
investigadora, en la linea algo fatigada de<br />
algunos de sus últimos trabajos. Cuenta,<br />
desde luego, con una contribución soberbia<br />
de [os coros de La Chapelle Royale.<br />
E.MM<br />
HAYDN: Sonetos para piano en do menor,<br />
Hob. XW20 y mi bemol mayor, Hob. XVM9.<br />
AUred Brendel. plano. PHIUPS 426 BI5-2<br />
PH. CD. ADD. Duración: 51*12". Grabación:<br />
Londres, 1979. No común lugar,<br />
productor e ingeniero.<br />
Alfred Frendel es un especial<br />
devoto de Haydn. para fortuna<br />
de quienes pensamos que las<br />
sonatas de este genial compositor no abundan<br />
como debieran en el repertorio y en la<br />
discografía, cuando pululan innumerables<br />
tntegrales de las de Beethoven o Mozart<br />
Buen Haydn<br />
DISCOS<br />
La calidad de un CD no se<br />
mide por su duración, pero<br />
ésta condiciona su grado de<br />
recomendabilidad. En tal sentido, una tercera<br />
Sinfonía de Haydn. con similar nivel<br />
de ejecución, hubiera convertido a este<br />
compacto en imprescindible; aun con sólo<br />
dos y menos de 50 minutos, no dudo en<br />
recomendarlo. Abbado parece disfrutar de<br />
veras haciendo música al frente de esta<br />
joven orquesta, con la que ha conseguido<br />
excelentes resultados no sólo en Haydn o<br />
en Schubert {Sinfonías completas;<br />
Fierrabras) sino también en Rossini (inolvidable<br />
Viaje a Reims) y en aquella estupenda<br />
Escocesa de Mendelssohn de hace unos<br />
aflos en el Real.<br />
Aunque el enfoque es más tradicional<br />
que el de Harnoncourt y Brüggen, las<br />
experiencias de éstos han sido bien aprovechadas<br />
y en la Sinfonía 93, Abbado se<br />
complace en acentuar la sorprendente y<br />
grotesca intervención del fagot al final del<br />
Andante, y en subrayar las singularidades<br />
timbricas y armónicas de ambos Minuetos.<br />
exhibiendo en todo momento una vivacidad,<br />
un brío y un entusiasmo tan bienvenidos<br />
como poco frecuentes. Para mí, estas<br />
versiones no desmerecen de las clásicas<br />
de Beecham, Szell e Colín Davis, o de las<br />
modernas antes citadas. Repase el lector<br />
en el dosier Hoydn en Londres (SCHER-<br />
ZO, 51) la discografla de Pedro Ellas para<br />
las 12 (¿timas Sinfonías.<br />
Buen sonido en ambas tornas y excelentes<br />
comentarios, especialmente los escritos<br />
en inglés por David Wyn Jones.<br />
RAM.<br />
HAYDN: Sinfonías número 93 en re<br />
mayor y 101 en re mayor uF_l reloj».<br />
Orquesta de Cámara da Europa. Director:<br />
Claudio Abbado. CD DEUTSCHE<br />
GRAMMOPHON 429776-2 DDD. Grabado<br />
en la Konierthaus, Viena, 11/1988<br />
(Sinfonía 101) y en la Iglecia de Jesucristo.<br />
Berlín, 12/1989 (9J). Productor:<br />
Chrístoptier Alder. Ingenieros de sonido:<br />
Gemot von Sehultzendorff (93) y Gregor<br />
Zielimky (101). Duraciones: 22'19* y<br />
2679-.<br />
(muy justamente, pero ¡por qué no grabar<br />
también Haydn í).<br />
La Sonóte Hob. XV7.-2Ü, fechada en 1771,<br />
es una típica contemporánea de (as sinfonías<br />
SCHERZO 63
DISCOS<br />
Sturrn und Drang, con un primer tempo de<br />
clima inquieto y oscuro, muy cercano a la<br />
fantasía, un Andante sereno y un final agitado<br />
y no exento de cierta pasión. Preciosa la<br />
interpretación de Brendel, que la articula y<br />
frasea con elegancia, claridad y sensibilidad<br />
extremas, y que consigue hermosos matices<br />
{el crescendo de los ce. <strong>55</strong>-62 en el primer<br />
tempo. o el pp en los ce. 14-20 del segundo)<br />
y adornos (repetición de la segunda sección<br />
del segundo tiempo), con un sonido<br />
lleno y potente, pero nunca desmadrado. El<br />
difícil y muy bello finale está tocado con<br />
enorme claridad y con gran fuerza expresiva.<br />
La Sonólo Hob XVI:49, fechada en<br />
1789/90, está, asimismo, magníficamente traducida<br />
por el pianista austríaco, que no se<br />
toma licencias expresivas al estilo Horowrtz<br />
(Sony, úftima grabación, comentada por el<br />
firmante hace algunos meses), ni falta que le<br />
hace, porque consigue construir una hermosa<br />
y sentida versión (un estupendo segundo<br />
tiempo) sin salirse del respeto al estilo y sin<br />
tratar de beeth oven izar a Haydn, pero dosificando<br />
con sabiduría y mesura los recursos<br />
expresivos de matiz y tempo (muy bellos los<br />
acordes de la mano izquierda en un brusco<br />
staccato, ai comienzo del primer movimiento,<br />
o la exposición del tema en pp, al principio<br />
del desarrollo), y acertando con la visión<br />
galante del Minuete final.<br />
En resumen, excelentes y muy recomendables<br />
versiones de estas dos hermosas<br />
obras, que además nos recuerdan que<br />
Haydn compuso algunas cosas importantes<br />
para este instrumento. Grabación irreprochable.<br />
Únicamente cabe preguntarse si no<br />
hubiera cabido alguna sonata más.<br />
R.O.B.<br />
HAYDN: Lo Creación. O rito rio pira<br />
solistas vocales, coro y orquesta, Hob.<br />
XXI:2. Kathleen Battle, soprano (Gabriel,<br />
Eva); Gosta Winbergh, tenor (Uriel); Kurt<br />
Molí, bajo (Adam, Raptiael). Coro de la<br />
Radio de Estocolmo, Coro de Cámara de<br />
Estocolmo, Filarmónica de Berlín. James<br />
Levine. 2 CD DEUTSCHE GRAMMOP-<br />
HON 427 629-2. DDD. 1987. por W.<br />
MWehener. Director artístico: C. Garben.<br />
I h 51'.<br />
Una cierta crítica (en Gran Bretaña<br />
y Francia) sigue recomendando<br />
la segunda versión de Karajan<br />
(hablando de las versiones de la Geooón en<br />
alemán y con instrumentos modernos) sin<br />
parecer demasiado preocupada (la critica)<br />
por las libertades (ya que asi se llaman) para<br />
con el texto del compositor. Eliminando las<br />
versiones de cámara (Haydn insiste, para<br />
esta obra, en una gran orquesta), la elección<br />
podría hacerse entre la antigua (y siempre<br />
de actualidad) versión de Kart Foster (EMI,<br />
predo medio. 1960), tal vez con uno de los<br />
mejores trios vocales (tanto por su belleza,<br />
como por su estilo): Elisabeth Grummer,<br />
Josef Traxel y un Goítlob Frick en excelente<br />
forma; las interpretaciones de Hamoncourt<br />
(Sinfónica de Viena, Teldec) y de Bemstein<br />
(Orquesta de la Radio de Baviera. DG)<br />
comparten la misma emoción y entrega que<br />
encuentran, como es el caso, en las grabaciones<br />
en vivo: el primero abriendo el abanico<br />
de colores (cinco solistas en vez de los<br />
tres requeridos; Blegen, Popp. Moser, Oll-<br />
64 SCHERZO<br />
mann, Molí) encuentra un clima pre-beethoveniano<br />
(el de la Noveno) y no puede resistir<br />
a las evocaciones verdianas de la orquesta-<br />
Bernstein dirige<br />
Hindemith<br />
Típico disco Hindemrth con sus<br />
tres obras más populares compuestas<br />
para orquesta sinfónica,<br />
Versiones notables, caracterizadas por<br />
el virtuosismo espectacular de una agrupación<br />
que, con otros directores, no da ni<br />
muchísimo menos el nivel de calidad puesto<br />
de manifiesto en estas grabaciones<br />
hechas en conciertos públicos con Leonard<br />
Bemstein aJ frente. Las obras no requieren<br />
preparación especial por parte del oyente,<br />
y las tres nos muestran a un compositor<br />
apasionado e instintivo, amante del pastiche<br />
estilístico, «con una dureza sonora sarcástica<br />
en función antiburguesa» (según<br />
dice Gentilucci en su Guio pora escuchar la<br />
música contemporáneo). Bemstein traduce<br />
las tres con su habitual vitalismo y convicción,<br />
y hasta las magistrales y huecas Aletomor/osis<br />
suenan en sus manos como algo<br />
distinto (Furttvangler. en su versión con ia<br />
Filarmónica de Berlín para DG, trataba de<br />
hacer la pieza creíble, buscando en profundidad<br />
el mensaje de HindemHh: homenaje<br />
al compositor -Weber- indeciso entre clasicismo<br />
y romanticismo). Disco, pues,<br />
atractivo, que en nuestra opinión, y a pesar<br />
de los excelentes resultados orquestales,<br />
hubiese quedado perfecto con una agrupación<br />
estilo Sinfónica de Boston o Filarmónica<br />
de Nueva York. De todas formas, buenas<br />
versiones, ideales para los que deseen<br />
introducirse en el mundo de este compositor.<br />
Brillantes temas de sonido y concisos,<br />
quizá demasiado, comentarios en las cuatro<br />
lenguas de siempre.<br />
EPA<br />
HINDEMITH: Mathis der Moler (Sinfonía).<br />
Música concertante pora orquesta de<br />
cuerdos y metales, Op. 50. Metamorfosis<br />
sinfónicas sobre lemas de Cort Maña ron<br />
Weber. Orquesta Filarmónica de Israel.<br />
Director: Leonard Bernstein. DEUTS-<br />
CHE GRAMMOPHON 429404-2. DDD.<br />
Duración; 67"26". Grabaciones hechas en<br />
conciertos públicos en el auditorio Frederk<br />
R. Mann de Tel Aviv en abril de<br />
1989. Producción: Haní Weber. Ingeniero:<br />
Karl-August Naegler.<br />
ción (tambores y trompetas); el segundo,<br />
más equilibrado tal vez (el trío modélico de<br />
Zu dir. por ejemplo: Gruberova, Protschka,<br />
Holl) hace más patentes los contrastes (el<br />
Caos, impresionante). James Levine, director<br />
tan calumniado, no es menos sutil; los grandes<br />
coros son amplios y nunca borrosos, la<br />
orquesta potente y transparente, las articulaciones<br />
cuidadísimas, el equilibrio entre los<br />
detalles y la masa sonora ideal, destacando la<br />
integración de lo narrativo en la acción. Los<br />
solistas, por sus timbres (e interpretación) se<br />
enfrentan ambiguamente: Battle, ave paradisíaca;<br />
Molí, autoritario y orgulloso; Winbergh,<br />
temblando de alegría, como húmeda<br />
arcilla.<br />
P.E<br />
HAYDN: Sínfonfos números 83, en sol<br />
menor «La gallina». 84, en mi bemo' mayor<br />
«In Nomine Damini», y 88, en sol mayor London<br />
Mozart Players. Directora: Jane Glover.<br />
Productor e Ingeniero: Brian B, Grabado<br />
en SL Peter's Church, Morden. 1989.<br />
ASVCDDCA 677. DDD. 67'0l". Distribuido<br />
por Auvídis.<br />
Una liturgia secreta -Haydn ha<br />
conocido a Mozart e ingresado<br />
en la masonería por estos añosrecorre<br />
el monumental Largo de la Sinfonía<br />
en sol mayor, número 88: es el punto de saturación<br />
de este compacto, donde jane Glover<br />
y los London Mozart Players reinciden en el<br />
Haydn sinfónico de los 80 del siglo dieciocho.<br />
De nuevo la calidad es impecable, tarto<br />
de sonido como de lección, pero la emoción,<br />
salvo cuando el maestro la fuerza, desbaratando<br />
esquemas, permanece a distancia.<br />
Entre lo lúdico y lo dramático, Jane Glover<br />
opta por un medido equilibrio que, si bien<br />
acredita su inteligencia, resta inevitablemente<br />
eficacia comunicativa a sus versiones. Parece<br />
que, en ellas, la historia controla la vivencia:<br />
¡es lo mejor? En todo caso, es lo seguro.<br />
/AA<br />
HOIST CHRIGE A HOLST; Los Pfanetos.<br />
St PouJ's Suile; fleni' Alora; Canciones sin palabras.<br />
London Symphony Orchestra. Productores:<br />
Denis Hall y Alan Sanders. Grabaciones<br />
entre octubre 1922 y septiembre<br />
1924. PEARL GEMM CD 9417. AAD.<br />
Mono 78" 10"- Distribuido por Díverdi.<br />
Indudablemente, tiene interés<br />
conocer lo que Holst opinaba<br />
acerca de sus Ptonetos, pieza de<br />
gran público rica en redundancias y hábiles<br />
efectos de fácil reconocimiento: identificar al<br />
director con el autor nos acerca a la identidad<br />
de la obra, por supuesto. Ahora bien:<br />
recrear la música de Holst de arta costura,<br />
vale la pena si se cumplen las condiciones de<br />
su lujo original. Si, por el contrano, se nos<br />
transmite un sonido raído, arrumado, ¿de<br />
qué nos sirve la supuesta lección del autor,<br />
lección desde luego auténtica?<br />
Si lo que se pretende es no perder un<br />
ápice de esa legítima lección, llámese a<br />
Mehta, o a Muti -mejor- o a otro competente<br />
director de lujo: hágasele oír el moster<br />
de Holst para que aprehenda sus más leves
52<br />
MUSIKA HAMABOSTALDIA<br />
QUINCENA MUSICAL<br />
SAN SEBASTIAN-DONOST1A<br />
MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN EUROPEA DE FESTIVALES DE MÚSICA<br />
5 AGOSTO<br />
AVANCE DE PROGRAMACIÓN 19911 SEPTIEMBRE<br />
SAJTIA<br />
ORQUESTA SINFÓNICA DE EUSKADI<br />
CORAL ESK1FA1A. Director: Javier Busto<br />
Órgano: José Manuel Azcue.<br />
•Réquiem en Do menor», A. Salieri; «Misa Brevis en Sol><br />
K.49, W.A. Mozan.<br />
_ 1CT0MA<br />
AGOSTO<br />
6-7 BALLET LÍRICO NACIONAL<br />
Director artístico: NACHO DUATO.<br />
16-20 «COSÍ FAN TUTTF>, W.A. Mozart.<br />
Dirección musical: ¡VOR BOLTON.<br />
Reparto: María Bayo, Fiordiligi; Teresa Berganza, Dorabella;<br />
Gloria Fabuel, Despina; William "8atson, Ferrando; Christopher<br />
Robertson, Guglielmo; Carlos Chausson, Don Alfonso.<br />
Dirección de escena: OTO SEVCIK.<br />
Producción: TEATRO NACIONAL DE PRAGA.<br />
Decorado: Jan Dusek.<br />
Estuario: Irena Greifova.<br />
ORQUESTA SINFÓNICA DE EUSKADI.<br />
CORO DONOSTI ERESK1.<br />
21 SAMUEL RAMEY, baja<br />
Warren Jones, piano.<br />
22 ORQUESTA SINFÓNICA DE BILBAO.<br />
APRILE MILLO, soprano<br />
Director: EL'GENE KOHN.<br />
24<br />
25<br />
26<br />
27<br />
ORQUESTA SINFÓNICA DE EUSKADI.<br />
LAZAR BERHAN, piano.<br />
Director: MIGUEL ÁNGEL GÓMEZ MARTÍNEZ.<br />
•Tiento del primer tono y batalla imperial", C. Halftcr;<br />
•Concierto n.° 2 en La mayor pan piano y orquesta»,<br />
F. Liszt; 'Sinfonía n." 1 en Re mayor Tiran», G. Mahler.<br />
SCOTTISH CHAMBER ORCHESTRA.<br />
ORFEÓN DONOSTIARRA. Director: j.A. Sainz.<br />
Direoor: LEOPOLD HACER.<br />
•Sinfonía n.° 40 en Sol menor» K<strong>55</strong>O, •Réquiem en Re<br />
menor» K625, -Ave, \ferum Corpusi K618, W.A. Mozart.<br />
SCOTTISH CHAMBER ORCHESTRA.<br />
CHRISTIAN ZACHARIAS. piano<br />
Director: LEOPOLD HAGER<br />
•Sinfonía n.° 25 en Sol menor» K183, -Condeno n.° 24 en<br />
Do menor para piano y orquesta» K491, «Sinfonía n. Q 41 en<br />
Do mayor 'Júpiter» K<strong>55</strong>1, W.A. Mozart.<br />
scorrisH CHAMBER ORCHESTRA.<br />
THE ENGLISH BRASS ENSEHBLE.<br />
Director: L10NEL FRIKND.<br />
•Concierto en Do menor», Marcello/Bach; 'Suite para trompeta<br />
en Re-, J. Clarke; .Sinfonía n.° 2», K. «fclll •Pulcinella<br />
(suite)>, I. Stravinski.<br />
28 TERESA BERGANZA, mezzo-soprano.<br />
J.A. Alvarcz Parejo, piano.<br />
30 ORQUESTA FILARMÓNICA DE RADIO FRANCIA,<br />
ORFEÓN DONOSTIARRA. Director: J.A. Sainz.<br />
Director: MAREK JANOWSKI.<br />
Marilyn Schmiegc, Marguerite; Keith Lewis, Faust; Alfonso<br />
Echeverría, Méphistophéles; Chris de Moor, Brander.<br />
•La Condenación de Fausto», H. Berlioz.<br />
31 ORQUESTA FILARMÓNICA DE RADIO FRANCIA<br />
Director: MAREK JANOWSK1.<br />
•Sinfonía concertante en Mi bemol para Oboe, Clarinete,<br />
Fagot, Trompa y cuerda» K297b, W.A. Mozart; "Sinfonía<br />
n.° 3, con Órgano, en Do menor Op. 78», Saint-Saéns.<br />
SEPTIEMBRE<br />
1 ORQUESTA FILARMÓNICA DE RADIO FRANCIA<br />
GABRIELE SCHNAUT, soprano.<br />
Director: MAHEK JANOWSKI.<br />
•Preludio y muerte de Isolda», R, Iftgnet;
DISCOS<br />
indicaciones y las asuma y grábese luego una<br />
interpretación del dio, en condiciones y por<br />
todo lo alto. Esto parece ser lo sensato,<br />
sobre todo considerando que nos hallamos<br />
ante una música de cuerpo frágil y espléndido<br />
ropaje. Se entenderla todavía que algún<br />
fanático con dotes de brujo nos hiciera oír<br />
en lontananza brumosa las Goídberg en los<br />
dedos del mismísimo Bach, donde, amén de<br />
dr, hay mucho que entender Pero la mitología<br />
de Holst no acierta a emular la de los<br />
dioses que encaman sus planetas. Y el dato<br />
histórico no compensa el vado de nuestros<br />
oídos. Buscando lo inaudito, hallamos lo<br />
inaudible.<br />
KERN: The song ¡s... ¡eróme Kem. Grabaciones<br />
de 1926 a 1934. Con Emll Coleman<br />
& Hjj Riviera Orchestra, Helen Morgan,<br />
Paul Whitemin & His Orchestra, etc. ASV<br />
CD AJA 5036. AAD. Duración; 50'23". Distribuido<br />
en España por Auvidis.<br />
Hace unos veinte artos decía<br />
Miguel Sáenz en su libro jazz de<br />
hoy, de ahora que la música<br />
comercial norteamericana era de una excelente<br />
calidad general, debido a que en buena<br />
medida provenía del jazz fia cita es de memona.<br />
memoria de entonces). Este disco con<br />
música de Jerome Kem es una excelente<br />
prueba de ello. Las canciones encantadoras y<br />
comerciales de este compositor ligero son<br />
excelentes en ese sentido, y están impregnadas<br />
de elementos jazzístcos. Además, se<br />
trata de grabaciones originales, con su sonido<br />
de época, un elemento encantador más y no<br />
el más desdeñable. Un disco que tendrá su<br />
público, y que recomendamos de buena<br />
gana, aunque somos conscientes que no es<br />
el repertorio habitual de estas páginas y<br />
acaso tampoco de nuestros lectores.<br />
S.M.B.<br />
LUTOSLAWSKI: Concierto pora orquesta.<br />
Músico fúnebre, pegos redecíanos. Orquesta<br />
Sinfónica de la Filarmónica Nacional de<br />
Varsovia. Director: Witold Rowicki. Sin<br />
indicación de productor ni de ingeniero.<br />
Grabado en Polonia en 1964 PHIUPS Silver<br />
Line Classic. 426 663-2 CD ADD.<br />
Duraciones: 29 1 25", \3S(, m y I2'3O - .<br />
Imaginemos un hipotético lector<br />
que no conociera obras de<br />
Witold Lutoslawski y pretendiera<br />
introducirse en el fascinante mundo sonoro<br />
de este compositor, que es uno de los dos o<br />
tres más grandes músicos vivos de este<br />
momento. Pues bien, habría encontrado un<br />
disco adecuado para ello. En él descubrirá<br />
tres obras de muy distinto carácter, encabezadas<br />
por una de sus piezas mayores, el<br />
Concierto para orquesto (que le hemos visto<br />
dirigir a él mismo aquí, en España, a la<br />
Orquesta Nacional), en la interpretación del<br />
director a quien fue dedicado. Witold<br />
Rowicki. Es la primera de las al menos tres<br />
versiones fonográficas de esta obra, y sigue<br />
siendo magnifica, matizada, llena de detafles<br />
y sabiduría de exposición en esos tres hermosos<br />
movimientos de que consta. Además.<br />
6
Mefisto<br />
No vamos a comentar con el<br />
titulo de esta reseña la excelente<br />
novela de Klaus Mann, sino a<br />
destacar el aspecto realmente demoníaco<br />
que posee esta interpretación de Leonard<br />
Bemstein. que bajo su dirección pasa directamente<br />
a llamarse Eme Mephisto Symprionie<br />
en vez del título original propuesto por<br />
Liszt.Actu al mente, existen sensacionales<br />
muestras de esta obra maestra; recordemos<br />
algunos ejemplos: Beecham (versión recién<br />
transferida a compacto que sera comentada<br />
en breve por Alfredo Orozco), Argenta,<br />
Ansermet, Horenstein, Bemstein I, Masur,<br />
Ferencsic. Muti y Sotti entre las de más relieve.<br />
Refiriéndose a esta última. Ángel Mayo<br />
en el número 14 de SCHERZO, pág. 42, la<br />
calificaba como «la mas ordenada, clara, precisa<br />
y musical de cuantas han sido grabadas»,<br />
lo cual, efectivamente, es cierto. Pero Bemstein,<br />
en esta su segunda aproximación discografica,<br />
es más impulsivo y decididamente<br />
romántico que su colega húngaro; la res-<br />
presente disco ofrece los cuatro primeros<br />
como un significativo ejemplo de un estilo<br />
caracterizado por el lirismo, la no renuncia<br />
al lenguaje armónico tradicional en su estado<br />
más puro y una gran claridad formal.<br />
Compuesto en 1922-23. el Cuarteto n.° I<br />
presenta una música muy vital, no exenta<br />
de ciertas dosis de ingenuidad, con una continua<br />
insistencia en las lineas melódicas. El<br />
contrapunto se erige en el elemento constructor<br />
preponderante en los restantes<br />
cuartetos, siempre con planes formales<br />
absolutamente clásicos en una linea de lirismo<br />
y expresividad muy románticos.<br />
Atft.<br />
MAHLER: Sinfonía n.° 1. Sinfonía n.° 2<br />
«Resurrección». Heather Harper, soprano.<br />
Halen Watts, contralto. Coro y Orquesta<br />
Sinfónica de Londres. Director Sir Georg<br />
Solti. DECCA OVATION 425 005-2 DM2.<br />
Álbum de 2 CD ADD. Duración: I35'23".<br />
Grabación; Londres, Kingsway Hall, 1964<br />
(n.° I). Gordon Parry (n.° 2).<br />
MAHLER: Sinfonía n.° 3 Helen Watts.<br />
contralto. Ambrosian Chorus. Coro de<br />
de la Wandsworth School. Orques-<br />
puesta orquestal de una Sinfónica de Boston<br />
cálida, intensa, suntuosa y entregada en cuerpo<br />
y alma a estos pentagramas, no tiene<br />
nada que envidiar a la de Chicago; los coros<br />
de Tanglewood están bien empastados y el<br />
tenor, Kenneth Riegel, es decididamente<br />
inferior h Siegfned |erusalem, que canta su<br />
breve parte con voz más noble y de mayor<br />
musicalidad que la estrecha y afalsetada de<br />
Riegel. Pero Bemstein, aparte de lo dicho, le<br />
presta una escrupulosa atención al tercer<br />
movimiento (Mefistófeles). logrando unos<br />
resultados que van de lo irónico a lo grotesco<br />
en una caracterización única en toda la<br />
abundante discografia de esta obra. Además<br />
de observar las indicaciones, Bemstein les da<br />
el sentido justo; es decir, que no hace otra<br />
cosa que seguir a pies juntiltas los dictados<br />
del compositor. Sin embargo, el Andante<br />
místico final resulta un tanto fantasmagórico,<br />
teniendo en cuenta lo esperpéntico que le<br />
acaba de preceder, poniendo punto final al<br />
mismo con un acorde seco y cortante de<br />
indudable olor a azufre. Esta aproximación,<br />
seguramente no buscada, convierte a este<br />
registro, de adquisición obligatoria, en algo<br />
insólito y fascinante. Grabación espléndida y<br />
libreto con comentarios en español.<br />
E.PA<br />
USZT: Una Sinfonía Fausto. Kenneth Riegel<br />
(ten.). Coro del Festival de Tanglewood.<br />
Maestro de coro: John Oliver Orquesta<br />
Sinfónica de Boston. Director Leonard<br />
Bemstein. DEUTSCHE GRAMMOPHON<br />
431470-2. ADD- Duración: 76 1 48". Grabación:<br />
Boston, Symphony Hall, julio de<br />
1976. Productor: Thomas W. Mowrey.<br />
Ingeniero: GUnter Hermanns. Precio<br />
medio.<br />
ta Sinfónica de Londres. Director: Sir<br />
Georg Solti. DECCA OVATION 414 254-<br />
2 DM2. AJbum de 2 CD. ADD. Duración:<br />
93'46". Grabación: id. disco anterior,<br />
1968. Productor: D. Harvey. Ingeniero: G.<br />
Parry.<br />
MAHLER: Sinfonía n.° 9. WAGNER: Idilio<br />
de Sigfñdo (*). Orquesta Sinfónica de Londres.<br />
Orquesta Filarmónica de Viena (*).<br />
Director: Sir Georg Sotó. DECCA OVA-<br />
TION 430 247-2 DM2. Álbum de 2 CD.<br />
ADD. Duración: 98'34". Grabación: Viena,<br />
Sofiensaal, 1965 (Wagner). Londres,<br />
Kingsway Hall, 1967 (Mahler). Productor<br />
J. Culshaw (Wagner), D. Harvey (MaMerj.<br />
Ingeniero: G. Parry.<br />
El Mahler de Sir Georg, que<br />
ahora nos llega reeditado en<br />
CD (en algún caso -Smfonío n.°<br />
I-, en realidad es reedición de la reedictón)<br />
a precio moderado, está, como cabe<br />
imaginar, realizado con notable pulcritud,<br />
aunque la Sinfónica londinense, una excelente<br />
orquesta, padece en ocasiones de un<br />
metal demasiado estridente o hasta relativamente<br />
inseguro (solo de trombón y<br />
trompeta en la Sinfonía n.° 3). Pero por<br />
encima de todo, la sensación que uno<br />
tiene escuchando estas versiones mahle-<br />
DISCOS<br />
rianas y volviendo a otras (Bemstein, Haitink,<br />
Neumann) a continuación, es que<br />
Solti resulta demasiado grandilocuente,<br />
excesivamente cuadriculado. El dominio<br />
del metal, acrecentado por una grabación<br />
un punto chillona, es abrumador, pero<br />
aunque por momentos la música apabulle,<br />
le falta ese vuelo que da la convicción, la<br />
plena identificación con los pentagramas.<br />
Escúchese a tftulo de ejemplo el <strong>Scherzo</strong><br />
de la Primero Sinfonía por Sotti y compárese<br />
a continuación con Bemstein (DG,<br />
parte de la edición dedicada al director<br />
recientemente fallecido; precio medio),<br />
con el que pareciera detenerse el tiempo.<br />
Todo está en su sitio y naturalmente bien<br />
tocado, pero le falta sentimiento, expresividad.<br />
En la Segundo Sinfonía se repiten fenómenos<br />
parecidos. Neumann (Supraphon,<br />
también a precio medio y en un solo CD)<br />
utiliza tempi muy similares (Bemstein, en<br />
su legendaria versión para CBS, con la<br />
misma orquesta, es mucho más reposado)<br />
a los de Sorti, pero su equilibrio de planos,<br />
su linea expresiva, logra un Mahler menos,<br />
permítaseme la expresión, bruckn enano,<br />
mucho más humano. Bemstein, en una<br />
aproximación radicalmente distinta, gradúa<br />
magistral mente la tensión, se recrea en<br />
esta música y contagia su extática visión al<br />
oyente.<br />
En la monumental Tercera obtiene Solti<br />
mejores resultados, sobre todo en el segundo<br />
tiempo, notablemente cantado, pero el<br />
finale, espectacular y efectista, carece de la<br />
grandeza y majestuosidad que, de nuevo,<br />
Bemstein consigue en cualquiera de sus dos<br />
grabaciones (CBS, precio medio, o DG, en<br />
su último e incompleto ciclo). Sorti, en la<br />
monumental coda final, le deja a uno fHo.<br />
pese al gran efecto orquestal.<br />
En fin, la desoladora Novena tampoco<br />
acaba de llenar. Falta en ella serenidad, respiración,<br />
hay más pasión que muerte. Los<br />
abundantes contrastes de lempo (4." mov.<br />
c. 88 y sig. por ejemplo) y matiz son sólo<br />
parcialmente respetados, y uno no llega a<br />
percibir el clima de progresiva amargura que<br />
si alcanzan Karajan, Giulini o Haitink. Este<br />
último álbum contiene como complemento<br />
una notable lectura, muy cameristica, llena<br />
de encanto y vida, del Idilio wagneriano,<br />
maravillosamente tocado por los filarmónicos<br />
vieneses. Cabe no obstante preguntarle<br />
si esta partitura era la más apropiada al lado<br />
de esta Sinfonía.<br />
En resumen, creo que no es en la música<br />
de Mahler en la que el maestro húngaro da<br />
lo mejor de si mismo, que es mucho. El<br />
ciclo de Bemstein (CBS) o el de Neumann<br />
(Supraphon), por no mencionar otras versiones<br />
sueltas, proporcionan alternativas<br />
mucho más satisfactonas en este rango de<br />
precio. Grabaciones discretas, con alguna<br />
dosis de soplido y, como ya se dijo, tendencia<br />
a lo chillón.<br />
R.o.a<br />
MAHLER: Sinfonía n.° 7 en mi menor. Cancones<br />
poro /os rafias muertos. Jessye Norman,<br />
soprano, y Orquesta Sinfónica de<br />
Boston, dirigida por Seiji Ozawa. Grabados<br />
en Frankfurt (diciembre de 1988) y<br />
Boston (marzo de 1989). Productor Wilhelm<br />
Hellweg. Ingeniero: Onno Scholtze.<br />
SCHERZO 67
DISCOS<br />
Mihlcr<br />
SYUPHONY No.l<br />
Otto<br />
emperer<br />
Referencia<br />
A pesar de las carencias debidas<br />
a la toma en vivo y los<br />
arios pasados, que cruzan<br />
veloces progresos técnicos, no conviene<br />
vacilar en tener como referencia a esta<br />
Resurrección. Ya que no sabemos cómo<br />
Mahler dirigía sus obras, al menos podemos<br />
echar mano de esa generación de<br />
maestros supremos que llegaron a conocer<br />
el magisterio mahlenano. de Watter a<br />
Klemperer.<br />
Don Otto está aquí en sus mejores días.<br />
A su talento obvio se une un enfoque sensoto<br />
de la partitura. Los tiempos rápidos<br />
son rápidos y los lentos, lentos. Al patetismo<br />
demoníaco, a la desesperación de la<br />
íehnsucht modernista, se une la trivialidad<br />
de la opereta y de las paradas del ejército<br />
imperial. Mas o menos como en eso que<br />
llamamos vida.<br />
La energía y el brío de los instantes dramáticos<br />
fraternizan con el abandono alucinado<br />
del canto spionotc, el acompañamiento<br />
del üed sinfónico con la hondura<br />
operística del coro final. Quizá Walter<br />
saque más partido sentimental y Klemperer<br />
opte por la austeridad germánica. En<br />
nuestros días, Ozawa se detiene en la caricia<br />
colorística con más coquetería. Pero<br />
Klemperer es fuerte, lacónico, trágico<br />
como un arma de precioso metal.<br />
Por si fuera poco, está Femer, con su<br />
voz sacerdotal que baja sin esfuerzo desde<br />
un cielo supuesto y dice con la serenidad<br />
de una pitonisa sabia y melancólica. A su<br />
lado, Vincent no desmerece, pero las diosas<br />
siguen siendo divinas, según asegura<br />
Perogrullo.<br />
En la concepción global de la obra, destaca<br />
la definición del género, que es más<br />
una surte sinfónico-vocal que una sinfonía<br />
aunque el primer movimiento prometa<br />
una singladura más normal. Otro mérito de<br />
Klemperer. de su inteligencia estructural,<br />
de su poderosa capacidad de abstraer el<br />
conjunto y, a la vez. resolver los detalles.<br />
B.M.<br />
MAHLER: Sinfonía n.° 2 en do menor<br />
«Resurrección». Jo Vincent. soprano, Kathleen<br />
Ferrier. contralto, Toonkunstkoor y<br />
Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam,<br />
dirigidos por Otto Klemperer.<br />
Grabado en vivo durante el festival de<br />
Holanda, el 12 de |ulio de 1951. DECCA<br />
MONO 425970-2 DM. Duración: 72'04".<br />
Precio económico.<br />
68 SCHERZO<br />
Dos compactos PHIUPS DIGITAL 426249-<br />
2. Duración total: I h. 45'37".<br />
Dos obras mahlerianas de distinto<br />
nivel se aparejan en la maestría<br />
de una interpretación que<br />
puede quedar, sin mayores titubeos, como<br />
una referencia, a pesar de las objeciones que<br />
la crítica francesa ha hecho a Norman en<br />
este caso. Es cierto que la soprano se ha<br />
metido en zonas de repertorio que no le<br />
convienen y ha obtenido resultados pálidos,<br />
pero aquí está en su medio por excelencia,<br />
luciendo un órgano oscuro y pastoso, de<br />
graves volcánicos, medias voces de irresistible<br />
persuasión, y un fraseo miniaturista y<br />
escultórico a la vez. trabajado con una autoridad<br />
en el decir que la colocan a la máxima<br />
altura.<br />
La Séptimo Sinfonía es una obra morosa y<br />
bastante árida, que más parece hecha por un<br />
mahleriano escolástico que por el propio<br />
Mahler. Los adictos la recogen con insistente<br />
admiración, pero no es una estructura precisa<br />
y abunda en divagaciones y extravíos de<br />
desarrollo que la toman excesiva. No obstante,<br />
el orquestalismo del compositor austríaco<br />
es siempre respetable y si a ello se<br />
agrega la perfecta con/unción de estilo y temperamento<br />
de Ozawa, miel sobre hojuelas.<br />
El director japonés se interna con seguridad<br />
y esmero en la selva orquestal mahleriana,<br />
desbroza su follaje, contrasta sus arrebatos,<br />
luce y hace sonar a un órgano que. no<br />
sin justicia, fue llamado, en tiempos, «la<br />
orquesta virtuosa». Descuellan el <strong>Scherzo</strong> y<br />
el Nocturno, por el humor Krtsch con que<br />
aborda el primero y el transporte decadente<br />
y de tenso melodismo con que recorre el<br />
segundo.<br />
La Séptimo no es la más trajinada de las<br />
sinfonías de Mahler, pero una versión de<br />
tamañas eficacia y propiedad pasan sobre<br />
este detalle y confieren a la versión un máximo<br />
interés.<br />
B.M.<br />
MARTINU: Lo comedía en é puente y A/exondre<br />
6/s, dos operas en un acto. Comedio:<br />
Nadine Sautereau (Popelka), Bernard<br />
Demigny (|ean). Jane Berbié (Eva), Jacques<br />
Mars (Bedron), Jean Giraudeau (Profesor).<br />
Orquesta Lírica de la O RTF dirigida por<br />
Manuel Rosen t ha I. Grabada en concierto,<br />
París, 10 de octubre de 1963. Alejandre.<br />
Clsudine Collart (Armande), Aimé Doniat<br />
(Alexandre), Gérard Friedmann (Osear),<br />
Marcel Vigneron (El retrato). Berthe Kal<br />
(Philoméne). Orquesta Lírica de la ORTF<br />
dirigida por Jean Doussard. Grabada en<br />
concierto, París, 4 de noviembre de 1969.<br />
CHANT DU MONDE LDC 278994. ADD.<br />
Duraciones: 38'19" y 39'57". respectivamente.<br />
Distribuido por Harmonía Mundi.<br />
MARTI NU: Jufette o la clave de tos suelos,<br />
ópera en tres actos. Jean Giraudeau<br />
(Michel), Andrée Esposito (juliette), Joseph<br />
Peyron, Bernard Demigny, Herré Germain,<br />
Luden Lo vano, Solange Michel, Berthe Kal,<br />
Irma Kolassi (todos ellos en varios papeles<br />
cada uno). Chórale Madrigal. Orquesta Lírica<br />
de (a RTF. Director: Charles Buck. Grabado<br />
en la Salla Gaveau de París, en concierto,<br />
el 26 de noviembre de 1962.<br />
CHANT DU MONDE LDC 278995.96 2<br />
CD. ADD. Duración: I h. 51*. Distribuido<br />
por Harmonía Mundi.<br />
El pasado mes de diciembre se<br />
conmemoraba el centenario del<br />
nacimiento de Bohusíav Martinu.<br />
No ha sido ocasión suficiente para dar a<br />
conocer mejor a este enorme compositor en<br />
nuestro país. Radio Dos de Radio Nacional<br />
de Espada y el firmante de estas lineas hemos<br />
hecho lo que hemos podido con nuestros<br />
cuarenta capítulos de una hora una vez por<br />
semana. Pero felizmente vemos que no en<br />
todas partes es lo mismo. De Francia nos llegan<br />
estos tres registros, cuidadosamente<br />
guardados en los archivos del Instituí Nationat<br />
de l'Audiovisuel. Se trata de tres versiones<br />
francesas de tres espléndidas óperas de Martnu,<br />
una de ellas cumbre de su producción,<br />
Jufette, mientras las otras dos (una algo anterior<br />
y otra inmediatamente posterior), son<br />
excelentes muestras de su sentido del humor,<br />
de su sentido de la comedia, del teatro, de su<br />
deuda con el surrealismo. Las tres óperas<br />
estaban ya grabadas y distribuidas en disco, en<br />
versiones checas de Supraphon que no serán<br />
desbancadas en modo alguno por éstas, fíese<br />
a sus méritos, su oportunidad y su total<br />
recomendabilidad: Krombholc dirigió una<br />
insuperable versión dejuliette que esperamos<br />
cuanto antes en CD, mientras Jflek se dedicó<br />
a las dos piezas breves.<br />
Tanto Comedio como Jufette están pensados<br />
en checo. El libreto original de Alexodre<br />
bis. en cambio, era francés. Hay que advertir<br />
que las tres obras quedan muy bien en francés.<br />
Las versiones de las dos farsas breves<br />
son espléndidas, llenas de vigor, de ritmo,<br />
con unas voces muy adecuadas, muy cómicos,<br />
sin esplendores vocales que resultarían<br />
tijera de lugar; son dos registros divertidísimos<br />
que recuperan dos obras que han llegado<br />
a muy pocas discotecas de estos<br />
pagos en sus registros checos. La diferencia<br />
entre la ¡uliette de Krombholc y ésta es<br />
mayor. No sólo por los cortes, no excesivos<br />
y bastante aceptables en general, sino por el<br />
propio clima dramático. En Krombholc se<br />
trataba de un sueño inquietante, misterioso,<br />
cargado de sugerencias. En la versión de<br />
Bruck se ha pretendido desvelar y defraudar<br />
parcialmente ese misterio. La comedia se ha<br />
infittrado en el drama onírico. El resultado<br />
no es decepcionante, pero sí más ligero,<br />
con una ligereza bastante teatral que permite<br />
al protagonista. Jean Giraudeau (de<br />
menores facultades que Ivo Zídek en la versión<br />
de Krombholc), no resultar en exceso<br />
inadecuado por su timbre escasamente<br />
bello, más dramático que lineo. En cambio,<br />
Andrée Esposito construye una Juliette que<br />
no desmerece demasiado del excelente<br />
resultado conseguido con Krombholc por<br />
María Tauberová. La dirección, en general, y<br />
salvados esos matices, es ágil, muy teatral y<br />
animada, sin caldas, con las múltiples intervenciones<br />
de un buen montón de personajes<br />
secúndanos muy bien resueltos por unos<br />
cuantos cantantes.<br />
En resumen: una gran obra maestra. Jufette,<br />
bien servida: y dos excelentes operas<br />
breves, dos farsas, en magistral traducción<br />
sonora. Una buena noticia con motivo del<br />
centenario de Martinu, uno de los para<br />
nosotros (aún) grandes desconocidos.<br />
S.M.B.
MEYERBÉER: Le prophéte. Marilyn<br />
Horne, mei. (Fidés), Nicolai Gedda. ten.<br />
(Jean de Ley de), Margherita Rinaldi, sop.<br />
(Berthe). Robert El Hage. baj. {Zacharie),<br />
Boris Carmeli, baj. (Mathisen), Friiz Peter,<br />
ten. (Joñas). Orquesta y Coro de la RAÍ de<br />
Turín. Director Herir/ Lewis. RODOLPHE<br />
PRODUCTIONS, R PV 32687.89. Duraciones:<br />
66'38". 69'27" y 68'37". Grabación:<br />
Julio de 1970. Distribuida por Harmonía<br />
Mundi. Precio económico.<br />
Con el bicentenano mozartiano<br />
se onlla otra posible y merecida<br />
celebración, la del centenario del<br />
nacimiento de Meyerbeer Este músico, tan<br />
vilipendiado por la critica como tomado a<br />
chirigota por el aficionado, necesita una revisión<br />
seria, situándole en contexto y desconectándolo<br />
de prejuicios. Una buena oportunidad<br />
se tiene escuchando esta grabación<br />
de su ópera quizá más lograda en su con|unto,<br />
donde la acción está mejor concentrada,<br />
los personajes definidos con exactos perfiles<br />
y la espectaculandad. aunque presente, mas<br />
justificada y controlada. La versión de la RAÍ<br />
es excelente y sin competencia (la versión<br />
comercial de CBS, con Horne y Lewis también,<br />
cojea por parte de soprano y tenor).<br />
Fidés, que lúe vehículo riquísimo para gloriosas<br />
contraltos (o mezzos) del pasado, tipo<br />
Schumann-Hemck, encuentra en Home, si<br />
no la voz titánica que demanda, si la exactitud<br />
de estilo, el vuelo dramático. Escucharla<br />
en la primera escena del acto V (0 prétres<br />
de Baol). con todas las exigencias vocales de<br />
la larguísima página rendidas con fervor y<br />
precisión, es de total adhesión. El papel de<br />
Jean es para un tenor heroico, de agudos<br />
edotontes, de linea canora elegante. Un tour<br />
de fófte en suma para cualquier representante<br />
de esta cuerda. Gedda tiene los agudos<br />
(algunos afalsetados. pero no molestos) y la<br />
línea, su musicalidad personalísima. Sale airoso<br />
de la difícil prueba. La Margherita de<br />
Rinaldi es más modesta, bien cantada, y da la<br />
fragilidad del personaje, muy importante en<br />
la obra. El terceto anabaptista (Hage, Carmeli,<br />
Peter) suficientemente imponente. La<br />
batuta de Lewis saca el partido esperado.<br />
Una gran versión, finalmente.<br />
F.F.<br />
MONTEVERDI: /.'/nconjnczione é Poppeo<br />
(Selección). Grace Bumbry (Poppea), Leyla<br />
Gencer (Ottavia), Gloria Lañe (Amalta),<br />
Giuseppe Di Stefano (Nerone), Alberto<br />
RI nal di (Ottone), Edith Martelli (Amo re).<br />
Orchestra del Teatro Alia Scala. Director<br />
Buno Madema. MYTO RECORDS, IMCD.<br />
905-31. Duración: 78'. Milán. 27-1-1967.<br />
En una época en que la música<br />
del Seiscientos/Setecientos tiende<br />
a volver a la interpretación<br />
basada en el estudio del estilo de la época<br />
puede extrañar la aparición de este disco.<br />
La obra de Monteverdi cuenta hoy con<br />
versiones que respetan el purismo de la<br />
obra entre las que merece destacarse la<br />
dirigida por Rene Jacobs, publicada por<br />
Harmonía Mundi. incluso la de Jean Claude<br />
Malgoire. al frente de la Grande Ecune et<br />
la Chambre du Roí. Sin embargo, esta grabación<br />
está más pensada para los amantes<br />
de las voces que para los diletantes del<br />
estilo de la ópera italiana del siglo XVII.<br />
Entre los intérpretes encontramos a<br />
Grace Bumbry, mezzosoprano o soprano<br />
americana a la que se nota un gran esfuerzo<br />
para adaptar su forma interpretativa más<br />
cercana a Carmen que a Poppea, consiguiendo<br />
frecuentemente adaptarse al estilo;<br />
lo mismo podía decirse de Leyla Gencel,<br />
soprano típicamente belcantista y que consigue<br />
con su técnica mantener la fragancia<br />
monteverdiana. Al que le es más difícil integrarse<br />
en la obra es Giuseppe di Stefano. el<br />
cual a pesar de sus esfuerzos no consigue<br />
evitar su tendencia verista, poco apto para el<br />
rol de Nerone. Del resto del reparto Edith<br />
Martelli y Alberto Rinaldi superan la prueba<br />
con mayor éxito que Gloria Lañe. La<br />
orquesta del Teatro alia Scala está dirigida<br />
por Bruno Maderna que consigue una<br />
correcta versión sin especial relieve estilístico.<br />
AV.<br />
MOZART: Los cinco conciertos poro violin<br />
y orquesta. Adagio K26L Rondes K.269 y<br />
373. Frank-Peter Zimmermann (violin) y<br />
Orquesta de Cámara de Würuenberg.<br />
Director: Jorg Faerber. EMI 2CD. DDD. 7<br />
63023 2. Productor Gerd Berg. Ingenieros:<br />
Rartwig Paulsen y Wolfgang Gulich. Grabaciones:<br />
Iglesia auf der Karlshühe de Ludwigsburg.<br />
1984-87. 6675" y 75'46".<br />
No sin cierta prevención nos<br />
acercamos a estas grabaciones,<br />
fatigados como empezamos ya a<br />
estar de tanto joven prodigio dotado de una<br />
falsa pátina de madurez que luego no resiste<br />
un análisis en profundidad y cuya continuidad<br />
en trabajos postenores suele ser muy<br />
problemática. A cada edad corresponde un<br />
estadio especifico de evolución artística. La<br />
gradación puede variar individualmente, pero<br />
no es normal ni apropiado que queme etapas<br />
a un ritmo demasiado acelerado.<br />
Tras la escucha, nos felicitamos, sin<br />
embargo, por haber finalmente hallado a un<br />
veinteañero que toca el violln estupendamente...:<br />
es decir, todo lo estupendamente<br />
que parece aconsejable en un muchacho de<br />
esa edad especialmente dotado y con<br />
muchas posibilidades. No menos satisface<br />
comprobar en estos mismos discos que la<br />
progresión es efectiva y firme: compruébese<br />
comparando, por ejemplo, la rigidez con que<br />
en 1984 ataca el famoso rondo a la turca del<br />
Concierto n.° 5 con el grácil vuelo melódico<br />
que tres años más tarde imprime al Rondo<br />
K.371<br />
La mejora resulta también muy apreciable<br />
desde el punto de vista de la digitación, una<br />
faceta en la que acaba por conseguir una<br />
fluidez de auténtico virtuoso en el fraseo<br />
legato, del mismo modo que el timbre va<br />
ganando en belleza y los tempí ajustándose a<br />
partir de la precipitación inicial. Únicamente,<br />
por lo que respecta a la regulación de las<br />
dinámicas se mantienen los reparos justificados<br />
de principio a fin: todo es demasiado<br />
uniforme y siempre se echa de menos esa<br />
ondulación tan encomiablemente equilibrada<br />
y sugerente, por ejemplo, en Perlman y de la<br />
que tan exageradamente abusa, por ejemplo,<br />
también Kremer.<br />
Lo que no admite disculpa es la medioendad<br />
de la orquesta y de su director, en una<br />
DISCOS<br />
labor de acompañamiento cuya ocultación<br />
por parte de la toma de sonido estamos casi<br />
por agradecer.<br />
AR.M.<br />
MOZART: Conciertos poro piano y orquesto<br />
númí 13 y (5, K.4J5 y 450. Arturo Benedetti-Michelangeli<br />
y Orquesta Sinfónica de<br />
la Radio del Norte de Alemania (NDR).<br />
Director: Cord Garben. DEUTSCHE<br />
GRAMMOPHON. DDD. 431 097-2. Ingeniero<br />
y productor: Helmut Burk. Grabación:<br />
Musikhalle de Hamburgo, enero y<br />
febrero de 1990, 57"48".<br />
Este disco, como todo lo que<br />
hace pianista tan controvertido,<br />
provocará tanto entusiasmo en<br />
sus partidarios como aversión en sus<br />
detractores. «¡Otra vez el gran moesiro, el<br />
inconmensurable Arturo Benedetti-Michelangeli.<br />
en todo el esplendor de su elegante<br />
articulación y nítido fraseo al servicio de<br />
otro genio por fin devuelto a la vida no<br />
sólo en hueso, sino con toda la carne sentimental<br />
que sólo un verdadero artista es<br />
capaz de añadir al escueto esqueleto de la<br />
partitura!», dirán los unos. «¡Otra vez el<br />
gran falseador introduciendo por su cuenta<br />
y riesgo cuantos más amaneramientos<br />
mejor para damos un Mozart que. en el<br />
mejor de los casos suena a Beethovenl»,<br />
diran los otros.<br />
Y es que estas dos interpretaciones contienen,<br />
en efecto, todos los VICIOS y virtudes<br />
a que el más aristocrático -en todos los sentidos<br />
de la palabra- de los pianistas en activo<br />
debe la merecida fama que le adorna. No se<br />
busque aquí al Mozart galante, etéreamente<br />
delicado, objeto de curto casi universal. Este<br />
es un Mozart robusto, enrevesado, de<br />
extensa dinámica y grandes contrastes muy<br />
efectistas, arrebatado e incluso precipitado<br />
en los allegros, melifluo hasta la afectación<br />
no sólo en los andantes, sino en todas las<br />
ralentizaciones.<br />
Sea cual sea el partido que se adopte,<br />
siempre quedará la magia de una grabación<br />
en vivo de uno de los más originales personajes<br />
del mundo de la interpretación contemporánea,<br />
acompañado por una orquesta<br />
servicial y puntual como pocas.<br />
El sonido del piano es magnifico, y el<br />
registro consigue una gran verosimilitud no<br />
sólo por la conservación de los aplausos al<br />
principio y al final, aunque no disimula -ni<br />
probablemente lo pertende- la excesiva<br />
dotación del acompañamiento. Porque una<br />
cosa es respetar, se esté o no de acuerdo, la<br />
visión que de un determinado repertorio<br />
tenga un intérprete y otra muy distinta dar<br />
por bueno cualquier número de músicos en<br />
obras escritas para los reducidos contingentes<br />
a que éstas estaban ongmanamente destinadas.<br />
A.B.M.<br />
MOZART: Sonatas poro piano y violin<br />
K.30I (293a), K303 (293c). K304 (300c) y<br />
K.48I. Franlé-Peter Zimmermann (violin) y<br />
Alexander Lonquich (piano). EMI. DDD.<br />
754 139-2. Productor: Gerd Berg. Ingeniero:<br />
Hartwig Paulsen. Grabación: Hiítoris-<br />
SCHER2O 69
DISCOS<br />
cher Reitstadl (Neumarkt), 4-6 de enero<br />
de 1990. 59'SO*.<br />
La cuarta entrega de este ciclo<br />
completo de las Sonoros de<br />
Mozart «para clave o fortepiano<br />
con acompar\amiento de un violln», así reza<br />
su título en la primera edición incluye tres<br />
{K30[/293a. K303/293c y K304/300Ó de<br />
las seis publicadas como Opus I en París<br />
-aunque las dos primeras fueran compuestas<br />
aún en Mannheim-, más la K49I, compuesta<br />
en Viena siete años después.<br />
En los comentarios adjuntos, Zimmermann<br />
y Lonquich son presentados como la pareja<br />
ideal para estas sonatas. Ni mucho menos.<br />
Ambos jóvenes exhiben importantes cualidades<br />
individuales y una sólida compenetración,<br />
pero a nuestro juicio ni de lejos pueden<br />
competir con Perlman y Barenboim, cuya<br />
correspondiente integral en CD también<br />
anda ya por el cuarto volumen. Allí donde en<br />
éstos encontramos consenso en el escaloñamiento<br />
jerarquizado de los matices y un<br />
reparto del protagonismo respetuoso con las<br />
razones por las que estas obras llevan aún el<br />
título que llevan, aquí se nos ofrecen versiones<br />
planas y una asunción de roles cuyo criteno<br />
no acertamos a descifrar.<br />
Zimmermann, quien -aún por lo menosno<br />
cumple las expectativas despertadas por<br />
sus Conciertos de Mozart de entre 1984 y<br />
1987, extrae un sonido muy hermoso en el<br />
registro medio, Lonquich posee una digitación<br />
eictremadamente ciara y la toma de<br />
sonido es impecable, pero ahí terminan prácticamente<br />
todas las virtudes del disco. Los<br />
agudos del violín tiran para chillones y en los<br />
pasajes más arduos de la zona intermedia hay<br />
una evidente pérdida de esmalte. Al piano,<br />
por su parte, le convendrían mayores dosis<br />
de compromiso expresivo. Global mente, la<br />
interpretación no pasa, en sus mejores<br />
momentos, de simplemente discreta<br />
Al comprador la elección no le resultará<br />
difícil con sólo que compare los veinte pnmeros<br />
segundos del Allegro inicial de la<br />
K.304, especialmente en la repetición del<br />
primer tema, donde la falta de relieve del<br />
fraseo de Zimmermann contrasta frontalmente<br />
con el brillo y la calidez de Perlman.<br />
A.B.M.<br />
MOZART: Don ¡uan Bernd Weikl. bar.<br />
(Don Juan), Margaret Price, sop. (Doña<br />
Ana). Stuart Burrows, ten. (Don Octavio),<br />
Sytvia Sais, sop. (Doña Elvira), Gabriel Bao<br />
quier, bar. (Leporello), Lucia Popp, sop.<br />
(Zerlina), Alfred Zramek, bar. (Masetto),<br />
Kurt Molí, bajo (Comendador). Orquesta y<br />
Coro Filarmónicos de Londres, dirigidos<br />
por Georg Solti. Grabado en el Kingsway<br />
de Londres, en octubre y noviembre de<br />
1978. Productor: Christopher Raeburn.<br />
Ingeniero; Kenneth Wilkinson. Tres compactos<br />
DECCA. ADD. 425 169-2. Duración<br />
total: 176'42". Precio Económico.<br />
Don Juan es una tragicomedia que<br />
evoca al barroco y anticipa al<br />
romanticismo por su mezcolanza<br />
de patetismo y bufonería. Solti la descifra<br />
románticamente, pero como un drama gótico,<br />
tal si Beethoven hubiera encarado la historieta<br />
del Burlador. El resultado, obviamen-<br />
70SCHERZO<br />
Damos la bienvenida desde<br />
aquí a esta excelente versión, a<br />
nuestro juicio, la que se lleva la<br />
palma dentro de todas las existentes (que<br />
no son muchas -nos referimos a versiones<br />
de entidad-: Karl Bóhm en el sello amarillo<br />
y Sir Colin Davis. esta última pendiente de<br />
su reedición en compacto en la Edición<br />
Mozart de Philips. Dejamos a un lado la<br />
versión de James Levine con la Filarmónica<br />
de Viena por estar disponible únicamente<br />
en soporte video). En este registro que<br />
ahora comentamos se aunan en condiciones<br />
óptimas tres factores fundamentales en<br />
la grabación de una ópera: dirección musical<br />
y concertación, voces-interpretación<br />
artística y, finalmente, toma de sonido.<br />
Sobre la excelente dirección de Kertész ya<br />
se pronunciaron favorablemente la mayoría<br />
de críticos europeos y norteamericanos<br />
(ver comentarios de Rodolfo Celletti, Stanley<br />
Sadie o Paul Henry Lang) a los que<br />
ahora nos añadimos nosotros dadas la incisividad,<br />
coherencia de tempi, equilibrio y<br />
vivacidad demostradas por el desaparecido<br />
maestro húngaro. Al lado de esta inteligente<br />
y dúctil dirección nos encontramos con<br />
te, es desigual, Acierta en lo sombrío y desganado<br />
del asunto, como si estuviera escuchondo<br />
la partitura con los oídos del<br />
Comendador, Para ello cuenta con la nobleza<br />
vocal y musical de Molí.<br />
Cabe descontar la pericia y suntuosidad<br />
orquestales del maestro húngaro, pero también<br />
cabe indicar su ausencia óe sentido dramático,<br />
que lleva todo al podio del concierto<br />
y trata los momentos Uncos con una lentitud<br />
y una languidez que le quitan carácter y<br />
evitan el contraste de atmósferas. El énfasis<br />
no conviene a la obra mozartiana. pues sólo<br />
admite una visión unilateral.<br />
El reparto es de probidad, aunque desigual.<br />
Destaca Bacquier, con una voz modesta,<br />
pero un histrionismo elegante y divertido<br />
que sitúa a su escudero como el único<br />
auténtico personaje del casi Price está señorial,<br />
digna y de un vocalismo infalible, que<br />
más elogio merece recordando las dificultades<br />
de un papel dramático que debe resolver<br />
momentos de coloratura y de canto<br />
spionoto e Intimo. Burrows conoce el estilo y<br />
resuelve su parte con dignidad y destreza.<br />
Popp no puede dar lo que conocemos de<br />
ella en estas lides y ello es achacable a Solti.<br />
Rozando la perfección<br />
un equipo vocal magnifico; recordemos la<br />
dulzura, propiedad de estilo y linea de<br />
canto de una Teresa Berganza que en el<br />
año de grabación de esta ópera se hallaba<br />
en el cénit de sus facultades vocales, Werner<br />
Krenn (del que Celletti dice que tiene<br />
un timbre un poco impersonal, característica<br />
de todos los tenores mozartianos de<br />
nuestros d(as) se muestra correcto y elegante,<br />
modula bien y su dicción italiana es<br />
óptima (facultad que es de agradecer.<br />
Recuerden las ostensibles dificultades de<br />
Peter Schreier con el idioma rtaliano en su<br />
grabación para Karl B6hm), Lucia Popp y<br />
Brigitte Fassbaender hacen gala de buen<br />
estilo y musicalidad irreprochable. Maria<br />
Casula canta con voz forzada y oscilante,<br />
pero se rehabilita de modo sorprendente<br />
en el rondó Non piü di /ron. Apurado, pero<br />
suficiente, el bajo Tugomir Franc, El reprocesado<br />
a digital en soporte compacto ha<br />
mejorado sensiblemente el sonido onginal,<br />
ya de por si muy bueno.<br />
Versión de njferencia, por ahora, de este<br />
Tito Gemente (con las distancias debidas), a<br />
pesar de que le falten recitativos. El precio<br />
económico del álbum y el espléndido sonido<br />
ayudara a los Indecisos a tomar partido<br />
por esta modélica interpretación.<br />
EPA<br />
MOZART: Lo demenza é Tito. Werner<br />
Krenn, ten. (Tito); Teresa Berganm,<br />
meuo (Sesto); Maria Caí u I a, sop. (Vitellia);<br />
Lucia Popp, sop. (Publio). Coro y<br />
Orquesta de la Opera Estatal de Viena.<br />
Director: István Kertési. DECCA, serie<br />
Grand Opera, 430105-2, ilbum de 1 discos.<br />
ADD. Duración total: 121.07. Grabación:<br />
Viena, Sofiensaal, mayo y junio de<br />
1967. Producción: Erik Smith. Ingenieros:<br />
Kenneth Wilkinson y James Lock. Libreto<br />
con texto de la ópera y traducción inglesa.<br />
Precio medio.<br />
Lo mismo que confiar a Sass la Elvira, siendo<br />
que tiene esta soprano la misma tesitura de<br />
Price. Sass está entubada, de dicción confusa<br />
y rendimiento desparejo.<br />
Molí ya ha sido juzgado y quedan el<br />
correcto Masetto de Sramek y el escolar y<br />
anodino protagonista de Weild. El conjunto<br />
es de un profesionalismo evidente, pero<br />
muestra, una vez más, que los buenos elementos<br />
combinados de mala manera pueden<br />
arrojar resultados magros.<br />
MOZART: Lo flauta mdgtca. Hllde Gueden,<br />
soprano (Pamina). Leopold Simoneau,<br />
tenor (Tamino), Kurt Bohme, bajo (Sarastro),<br />
Walter Berry, barítono (Papageno),<br />
Emmy Loóse, soprano (Papagena). Vilma<br />
Lipp, soprano (Reina de la Noche), August<br />
Jaresch, tenor (Monóstatos), Paul Sch6ffler.<br />
ba|o (Orador), Coro de la Opera de Viena<br />
y Orquesta Filarmónica de Viena, dirigidos<br />
por Karl Bohm. Grabado en Viena en<br />
[9<strong>55</strong>. Director artístico: Paul Rollo. Dos
compactos DECCA DM. 414 362-2. Duración<br />
total: 133'18*. Precio económico.<br />
He aquí una Flauta mozartiana y<br />
vienesa, en la mejor tradición de<br />
los Kappetmeister de la capital<br />
austríaca, servida por voces que conformaron<br />
una escuela de época y conducida por<br />
un pento en la materia. Rejuzgar trabajos<br />
como éste resurta sobreabundante, aunque<br />
nunca sobra un buen ejemplo de aplicación<br />
a la lectura de los clasicos.<br />
Lo primero que asombra en el registro es<br />
la calidad de las tomas, notoria al reprocesarse<br />
el sonido del compacto. La presencia<br />
de las voces, la riqueza de los timbres y la<br />
hondura de los planos dan al producto una<br />
actualidad que pasa sobre los años transcurridos.<br />
Las partes habladas han sido suprimidas,<br />
lo cual, si bien quita desarrollo dramático<br />
al conjunto, dándole un aire de concierto,<br />
nos permite ir al grano de la partitura.<br />
De los intérpretes cabe elogiar la excelencia<br />
general y lo homogéneo de su estilo,<br />
resultado tanto del trabajo magisterial de<br />
Bdhm como de los trajines de los cantantes<br />
en unos papeles que frecuentaban con solvencia<br />
y entusiasmo. Destaca Simoneau, el<br />
perfecto tenor di grazio mozartiano, heredero<br />
de las glorias de ftítaky y Dermota. asi como<br />
la gracia desenfadada y elegante de Berry.<br />
Gueden está cristalina y Lipp, briosa. Bóhme<br />
tiene autoridad y convence en su paternal<br />
Sarastro, aunque no sea exactamente un bajo<br />
cavernoso. Autoridad previsible luce también<br />
Schüfñer, y malicia divertida, Jaresch.<br />
Entre quienes completaron, en segunda lila,<br />
aquel excelente conjunto hallamos nada<br />
menos que A Christa Ludwig y Judrth Hellwig,<br />
en dos damas, aparte de los leales compnmarios<br />
vieneses óe esos años, como Hilde Rossel<br />
Majdan, Harald Próglhof y Ench Majkut<br />
B.M.<br />
MOZART: Don Giovanni. Hakan Hagegard<br />
(Don Giovanni), Gilíes Cae he mal I le<br />
(Leporello), Arleen Auger (Donna Anna),<br />
Della Jons (Donna Elvira), Nico van der<br />
Meel (Don Otcavio). Barbara Bonney (Zerlina),<br />
Bryn Terfel (Masetto), Kristinn Sigmundsson<br />
(II Commendatore). The Drottningholm<br />
Court Theatre Orchestra and<br />
Choras. Director: Amold Ostman. 3 CD.<br />
L'OISEAU-LYRE. 425 943-2. DDD.<br />
I7O'43". Grabación: Estocolmo. Vil/1989.<br />
Productores: Peter Wadland, Michael Hass.<br />
Ingenieros: John Dunkerley, Simón Eadon.<br />
Ostman nos propone un Don<br />
Govanm muy concreto, ateniéndose<br />
a la versión de Praga de<br />
1787. aunque grabando como apéndices (as<br />
partes añadidas por Mozart para la presentación<br />
en Viena. Tras las notables aportaciones<br />
del director sueco en su Cosi y Le nozze,<br />
este Don Gicvanni no acaba de cuajar plenamente.<br />
¿Qué es lo que falla? No se trata<br />
realmente de un problema achacabte al dispositivo<br />
orquestal, mínimo si se compara<br />
con el usado habitualmente, pues con uno<br />
de estas dimensiones tuvo que contar<br />
Mozart para el estreno de su ópera. Este<br />
Don Gavanni se tambalea por su desorientación<br />
dramática. Ostman parece estar obsesionado<br />
por la escena de la aparición de la<br />
estatua --lograda esta parte con una tensión<br />
extraordinaria-, pero no llega a ella como<br />
resultado de un crescendo emocional, sino<br />
que todo lo anterior queda incoherente,<br />
falto de vida teatral. Procurando tal vez evitar<br />
los excesos románticos, la verdión no<br />
obtiene otra cosa que desdibujar casi por<br />
completo los personajes. Don Giovanni<br />
carece de toda pasión (en La c¡ dorem la<br />
mano la expresión es plana), Leporello de<br />
humor" (ana del catalogo), Don Ottavio de<br />
entidad alguna. Los aciertos parciales, como<br />
el citado final del acto II y también el del<br />
acto I, no consiguen que la construcción dramática<br />
alcance una soldadura mínima.<br />
LM.M.<br />
MOZART: Arios. Emma Kirkb)', soprano,<br />
The Academy of Ancíent Music.<br />
Director: Christopher Hogwood. Grabado<br />
en Londres: Walthamstow Town Hall,<br />
La asociación de dos nombres<br />
tan populares como Claudio<br />
Abbado y Josep Carreras forzosamente<br />
tiene que incidir en las ventas de<br />
un disco con una obra tan popular como el<br />
cuento musical Pedro y el lobo. Este parece<br />
ser el razonamiento esgrimido por los responsables<br />
de esta grabación, dejando a un<br />
lado cuestiones tan aparentemente triviales<br />
como las de si el popular tenor catalán era<br />
o no era el narrador idóneo para esta deliciosa<br />
partitura. El Sr. Carreras, además de<br />
no articular bien, no le da a la narración ese<br />
misterio indispensable que fascina por igual<br />
a niños y a adultos, no posee esa identificación<br />
con el cuento que significa dar vida con<br />
extremo realismo a las diversas situaciones;<br />
para colmo, tiene un molesto acento catalán<br />
que no siempre es el adecuado cuando se<br />
está haciendo una grabación destinada a un<br />
público de habla española, de igual modo<br />
que no sería correcto si pusiesen a un español<br />
de Castilla en la hipotética grabación de<br />
poemas de Salvador Espnú o narraciones de<br />
josep Pía. Frente a un minucioso trabajo de<br />
Claudio Abbado y a una eficaz y brillante<br />
intervención de los instrumentistas de la<br />
Orquesta de Cámara de Europa, la actuación<br />
de Carreras es algo extraño en medio<br />
de tanta perfección, algo que ha perjudicado<br />
notablemente esta edición en español. Pre-<br />
¡Pobre Pedro!<br />
DISCOS<br />
noviembre, 1988 y abril, 1989. Productor<br />
Peter Wadland. Ingeniero: Simón Eadon.<br />
L'OISEAU-LYRE. 425 835-2. DDD.<br />
<strong>55</strong>'09*.<br />
Emma Kirtoy es una soprano singularísima<br />
en cuya voz naturaleza<br />
y educación confluyen, en ese<br />
gozoso misterio de procedencias de su voz<br />
se ajusta, sin que sepamos la línea de ajuste,<br />
lo distinto de su modo de emisión. Y sucede<br />
un sonido comal incomparable que, de puro<br />
sofisticado, no lo es en absoluto y que nos<br />
hace reposar en el eros primigenio del canto,<br />
vecino al suspiro genuino o al jadear de la<br />
libido, uno con ellos. Que tales condiciones<br />
de partida pueden hacer historia en el<br />
encuentra con Mozart es evidente de antemano.<br />
Una sabia elección optimiza, ademas, esas<br />
condiciones de suyo óptimas, desde el gusto<br />
italiano de íí re paslore al gusto alemán de<br />
Zoide, donde la soprano da forma a su<br />
ferible la antigua versión de Lorin Maazel<br />
también para el sello amanllo, con Juan Pulido<br />
en la versión española (aunque haya sido<br />
reeditada en compacto dentro de la serie<br />
Privilege narrada por Alee Qunes en inglés).<br />
Una sugerencia: Rommy Schneider hizo un<br />
excelente trabajo para la antigua grabación<br />
con Karajan (EMI, en alemán), o Peter Ustinov<br />
para el registro de Markevich (PHILIPS,<br />
en inglés); a Carreras no le costaba nada<br />
haberlos o(do con anterioridad para tomar<br />
contacto con una narración como Dios<br />
manda, a pesar de estar hecha en otro idioma.<br />
Y otra sugerencia para Deutsche Grammophon:<br />
en España tenemos excelentes<br />
actores que hubiesen hecho una encomiable<br />
labor en este disco; ahí tienen a Femando<br />
Rey, a José Luis Pellicena, a Paco<br />
Valladares y a un largo etcétera que ahora<br />
ya no tiene mucho sentido enumerar. Incluso<br />
puestos a buscar nombres célebres, bajo<br />
exclusiva opinión personal de quien esto<br />
firma y sin ánimo de echar leña al fuego, Placido<br />
Domingo se hubiese desenvuelto<br />
mejor en un papel de estas características.<br />
Buena versión de la Sinfonía Üásica. ligera.<br />
nerviosa, clara y muy sugestiva, asi como la<br />
irresistible Alorcto Op. 99 y la melancólica<br />
Obertura sobre temos fieÍJfeos. Disco, pues,<br />
que podía haber sido una clara interpretación<br />
de referencia y, por el contrario, se ha<br />
quedado en un bonito articulo de lujo con<br />
atractivos rellenos.<br />
£PA<br />
PROKOHEV: Pedro y el foto. Morena en si<br />
bemol mayor, Op. 99. Obertura sobre temos<br />
hebreos, Op. 34b. Sinfonía clásica Op. 25.<br />
Josep Carreras (narador). Orquesta de<br />
Cámara de Europa. Director: Claudio<br />
Abbado. DEUTSCHE GRAMMOPHON.<br />
429 397-2. DDD Duración: 50"36". Grabadones:<br />
Viena, Koncerthaus, diciembre 1986<br />
(Op 25¡. noviembre 1988 (Op. 99 y 34b) y<br />
enero de 1990 {sincronización de Pedro y el<br />
lobo). Productor Christopher Alder. Ingenteroi:<br />
Gregor Zielinsky. Karl August Naegler<br />
y Gernot von Schultzendorff.<br />
SCHERZO 11
DISCOS<br />
materia más afin -fiuhe sonft meto fio/des<br />
Leben es pura seducción-.<br />
JAA.<br />
MOZART: Sinfonías nüms. 34, en do<br />
mayor, K.338: 35. en re mayor, «Haffner».<br />
K.385; y en mi bemol mayor, K543 London<br />
Mozart Players. Directora: Jane Glover.<br />
Grabado en St. Peter's Church, Morden,<br />
1988. Productor e Ingeniero: Brian B. Culverhouse.<br />
ASV. CD. DCA 615. DDD.<br />
74'02". Distribuido por Auvidis.<br />
MOZART: Sinfonías núms. 25, en so'<br />
menor, KI83. 29. en la mayor. K.20I; y 33,<br />
en si bemol mayor, K3I9. London Mozart<br />
Playera. Directora: Jane Glover. Grabado<br />
en el Fairfield Hall, Croydon. enero 1990.<br />
Productor Roy Emerson. Ingenieros: Mark<br />
Vigars /Richard Hale. ASV. CD. DCA. 717.<br />
61 02". Distribuido por Auvidis.<br />
Mediar en lo que, de suyo, es<br />
inmediato, constituye, desde<br />
luego, una grave responsabilidad:<br />
pero no es otra la del intérprete musical. Y<br />
la paradoja conlleva paradoja; añadidas, con<br />
las consiguientes sorpresas. Por eso, sorprende<br />
-aunque no sorprenda que sorprenda-<br />
que la fortuna de los London Mozart<br />
ñayers y de Jane Glover, su conductora en<br />
el difícil Mozart supere con mucho a la que<br />
ellos mismos hallan en el fácil Haydn. Las seis<br />
sinfonías registradas en estos dos compactos<br />
y. en particular, la pequeño sol menor -25- y<br />
las la mayor -inefable 29- y do mayor -34son<br />
auténticas joyas que hacen honor al<br />
emblema de sus intérpretes, no en vano<br />
autotitulados tales: el milagro de lo inmediato<br />
se produce por medio de ellos y una inicial<br />
y muy saludable ausencia de respeto nos<br />
conduce certera al respeto profundo, ese<br />
que se otorga a la postre y no al principio,<br />
libre y no obligado. Los London Mozart Players<br />
merecen el nombre que han escogido:<br />
y es mucho decir.<br />
JAA<br />
RACHMANINOV: Los cuatro conciertos<br />
para piano y orquesta. Rapsodia sobre un<br />
tema de Paganini. Howard Shelley, piano y<br />
Orquesta Nacional de Escocia, dirigida por<br />
Bryden Thomson. Grabaciones: diciembre<br />
de 1989/abril de 1990. Local de grabación:<br />
Caird Malí, Dundce. Productor Brian Couzens.<br />
Ingeniero: Ralph Couzens. 2 CD.<br />
CHANDOS CHAN 8882/3. DDD. Duraciones:<br />
78'39" y 75'08". Precio normal.<br />
¡Otro Rachmaninov, incluyendo<br />
el Segundo Concierto? ¿Y sin rarezas<br />
ni lecturas revolucionarias?<br />
Obviamente, cuando el compositor ruso<br />
escribía estas obras, estaba horriblemente<br />
anticuado. Hoy, pertenece al mismo pasado<br />
continuo donde están los modernos y vanguardistas<br />
de entonces. Y los hechos musicales<br />
son mejores o peores según la felicidad<br />
del músico. El Primer y Cuarto conciertos son<br />
lo mas flojo del conjunto. Más parecen ejercicios<br />
virtuoslsticos que composiciones propiamente<br />
dichas. La Rapsodia y el Segundo<br />
reciben, como todos sabemos, la luz de la<br />
72 SCHERZO<br />
inspiración melódica. El Tercero es el más<br />
profundo como concepto, aunque menos<br />
brillante de ocurrencias cantables. En todos<br />
hallamos las virguerías y trucos de un gran<br />
pianista, enamorado de los recursos de su<br />
instrumento y generoso con sus colegas, a<br />
contar desde el mismo.<br />
Shelley, tras un debut infantil y cefludos<br />
estudios, ha hecho un vasto repertorio, consagrándose<br />
en 1983, con motivo de los cuarenta<br />
artos de la muerte de Rachmaninov, a<br />
ejecutar su obra completa para piano y<br />
orquesta. En una serie de diecisiete funciones,<br />
repitió el trabajo en 1989 y he aquí el<br />
resultado. No dudamos en calificarlo de<br />
ejemplar, sobre todo por el acuerdo entre<br />
solista y director, el minucioso estudio de las<br />
partituras y la maestría en exponer el estilo<br />
rachmanínoviano. sin dejarse llevar por lecturas<br />
falsamente literarias de las obras. La suntuosidad<br />
de los timbres y el despliegue segu-<br />
Sensuales ascetas<br />
Dudosas compañías (von<br />
Karajan, por ejemplo, en<br />
Beethoven), asi como una<br />
reputación de star capnchosa han podido<br />
hacer olvidar el inmenso talento, el arte<br />
magistral de Alexis Weissenberg: una<br />
reciente grabación 6e las Sonoros de Rachmaninov<br />
(DG) y esta reedición de los Preludios<br />
vuelven a situar a pianista y a compositor<br />
en sus justos puestos. Weissenberg<br />
aleja a aquel lúgubre banquete de<br />
mermelada y miel, imagen demasiado asociada<br />
con la música de Rachmaninov, para<br />
evocar la austeridad del exilio, que ambos<br />
compartieron: opuesta a la explosión de<br />
Richter (13 Preludios. JVC Melodya), al<br />
calor de Zilberstein (Qp. 32 DG), la interpretación<br />
de Weissenberg se sitúa en la<br />
linea del joven Horowrtz, y a través de ella,<br />
de Rachmaninov mismo; sonido granítico,<br />
seco y articulado, preciso con un mínimo<br />
de pedal, siempre retenido hasta en los<br />
momentos paroxlsticos; y, de vez en cuando,<br />
como a pesar de la áscesis pianística,<br />
aflora no la sensualidad, sino la nostalgia<br />
de aquella sensualidad, su misma ausencia.<br />
P.E.<br />
RACHMANINOV: integral de ios Preludios<br />
Op. 3, 23 y 32. Alexis Weissenberg<br />
(piano). CD. RCA. GD60568. ADD<br />
(excelente) de 1970. New York, por J.<br />
Newland. Director artístico: A. Gaitthier,<br />
73'- Distribución: BMG.<br />
ro del solista no figuran entre los menores<br />
atractivos del registro. Asf vale la pena insistir<br />
sobre to trillado.<br />
Las tomas son también habilísimas para<br />
mostramos los esmaltes de los instrumentos,<br />
así como la diáfana aunque compleja trama<br />
pianistico-orquestal, quienes gusten del<br />
repertorio, tienen una oportunidad excepcional<br />
de hacerse con él Los que quieran<br />
trabajar con discografia comparada, cuentan<br />
con una perla.<br />
B.M.<br />
ROSSINI: Stabat Mater. Carol Vanesi.<br />
sop.; Cecilia Bartoli, Mez.; Francisco Araiza.<br />
ten.: Ferruccio Furlanetto, baj. Coro y<br />
Orquesta Sinfónica de la Radiodifusión<br />
Bávara. Director: Semyon Bychkov. PHI-<br />
LIPS 426 312-2. DDD. Duración: 62'2I",<br />
Productor: Torsten Schreier. Ingenieros:<br />
Christine Koller, Heinz Urban. Grabación:<br />
Munich. 1989.<br />
numn Bychkov propone una lectura a<br />
medio camino entre la de Giulini<br />
(con un equipo discreto) y la de<br />
Muti (con un equipo mediocre). De Giulini<br />
recuerda sus tempi lentos, su dinámica; de<br />
Muti, la dramaticidad (teatral) de traducción.<br />
En general. Bychkov parece mirar más hacia<br />
Verdi que hacia Mozart. aunque la visión le<br />
resulte, al final, seria y matizada, El equipo<br />
femenino supera al masculino en el apartado<br />
vocal. Araiza ha perdido la emisión rossiniana,<br />
el compositor (junto a Mozart) que le<br />
llevó a la fama; su canto sigue siendo conveniente,<br />
por demás, pero el agudo del Cuius<br />
animan ha de alcanzarlo con una grosera<br />
apoyatura. Furianetto posee un instrumento<br />
de color importante, pero la emisión es particularmente<br />
bunda Ellas compensan, por la<br />
belleza de sus voces, la efusión de la entrega.<br />
Versión que puede competir, a pesar de lo<br />
negativo, con la abundante oferta ya en CD,<br />
porque, aparte de las citadas, se cuenta también<br />
con la de Kertész (reparto homogéneo<br />
y brillante), Hickox (poco rossiniana) y Scimone<br />
(desigual).<br />
F.F.<br />
SCELSI: Aion (1961). Pfhat (1974). ríonx-<br />
Om-Pox (1969). Orchescre de la Radiotelevisión<br />
de Cracovie. Choeur de la Philharmonie<br />
de Cracovie. Dirección: JUrg Wyttenbach.<br />
ACCORD 200402 MU 750.<br />
DDD. Distribuido por Auvidis.<br />
£1 caso de Giancinto Scelsi es uno<br />
de los más curiosos de la historia<br />
musical del siglo XX. Prácticamente<br />
desconocido hasta su muerte, acaecida<br />
en 1985. se revela como el gran pionero<br />
y el punto de referencia principal de la bautizada<br />
como escuela espectral, que tiene un<br />
gran número de adeptos entre muchos<br />
compositores de las nuevas generaciones.<br />
£1 mundo sonora de Scelsi se basa principalmente<br />
en la continua exploración sobre<br />
el aspecto más puro del sonido, Esto, unido<br />
a la profundización en el universo microintervalico<br />
y a la búsqueda de nuevas sonoridades<br />
-que hacen que su orquesta suene a<br />
menudo de una forma inusualmente distinta-,<br />
le srtúan como uno de los compositores
ta-, le sitúan como uno de los compositores<br />
más importantes de las lineas alternativas a<br />
los movimientos de vanguardia de su tiempo.<br />
£1 presente disco se inicia con Aion<br />
(1961), una de sus más conocidas composiciones<br />
que trata de representar cuatro episodios<br />
de la vida de un Brahma. Desde un<br />
punto de vista musical destaca el tratamiento<br />
de monodia, que hace que todo el despliegue<br />
armónico y melódico se ciña alrededor<br />
de uno o varios sonidos, trenzados<br />
mediante fluctuaciones de microintervalos.<br />
Pfhat (1974) constituye otro ejemplo muy<br />
especial por la radicalidad de sus presupuestos<br />
/ los fuertes contrastes sonoros. El disco<br />
finaliza con Konx-Om-Pox (1969), que posee<br />
como elemento distintivo dentro de la estética<br />
de Scelsi, el despliegue armónico en<br />
toda su amplitud; es decir, sin autorrestringirse<br />
a pequeños espectros, y en fuertes<br />
contrastes con largos unísonos y sonidos<br />
pedales.<br />
Disco de un gran interés por ofrecer una<br />
visión de la música contemporánea personallsima<br />
y muy alejada de los manidos tics a los<br />
que nos tienen acostumbrados los convencionalismos<br />
más recalcitrantes.<br />
MR.<br />
SCHUBERT: Integral de canciones. Volumen<br />
nueve. Arleen Auger, soprano; Graham<br />
Johnson, piano. Grabado del 16 al 18 de<br />
octubre de 1989. Ingeniero: Anthony<br />
Howell. Productor: Mark Brown. HYPE-<br />
R1ON. CDJ 33009. DDD. Duración:<br />
73'54". Distribuido por Harmonía Mundi.<br />
Siguiendo con la integral schubertiana,<br />
Hyperion se confia en este<br />
comparto, en una soprano líricoligera,<br />
especializada en partes mozartianas.<br />
No se trata del registro ideal para el canto<br />
de cámara, aunque hay ejemplos elevados<br />
de tales cantantes que han hecho una tarea<br />
singular en el pasado: Elisabeth Schumann,<br />
Erna Berger y Rrta Streich, entre otras.<br />
Hypenon no agrupa las canciones por<br />
épocas, por lo cual no hay un orden correlativo.<br />
Mas bien parece que se concitan las<br />
piezas conforme a los medios del intérprete<br />
y en este compacto tenemos las obras más<br />
cercanas al mundo de la ópera, de donde<br />
viene Auger. Interviene el clarinete (en el<br />
caso, Thea King) en la romanza de Castelli<br />
Me deslizo atormentado y silencioso. D.787. y<br />
en el popular Pastor sobre tos róeos, D.96S,<br />
con letra de Qiézy y Müller. Quizá sean las<br />
prestaciones más logradas de Auger.<br />
La soprano aparece en una forma vocal<br />
aceptable, aunque ya no óptima. Su voz se<br />
resiente de cierta estridencia en el pasaje al<br />
agudo, aunque el agudo mismo está firme y<br />
el timbre, en la octava, conserva sus virtudes.<br />
Las lecturas son respetuosas y aplicadas,<br />
abundando las inflexiones que, como en el<br />
caso de Sararí Walker. recuerdan inevitablemente<br />
a Janet Baker, tal vez por obra del<br />
pianista Johnson. El resultado, por parte del<br />
acompañante, es más convincente, por la<br />
solidez del oficio, dominio del estilo y buen<br />
sonido, que por parte de la solista. Si bien<br />
Auger se desenvuelve con probidad, sobre<br />
todo en d repertorio de base italiana (poemas<br />
de Metastasio, Vrtorelli y Goldoni), no<br />
es demasiado matizada en sus enfoques y<br />
una atmósfera comedida, pero monótona,<br />
envuelve todo su trabajo.<br />
R.M.<br />
SCHUBERT: Rosamunda. D.979 (grabación<br />
completa). Anne Sofie von Otwr<br />
(mezzo). Coro Ernst Senff. Orquesta de<br />
Cámara de Europa. Director: Claudio<br />
Abbado. DEUTSCHE GRAMMOPHON<br />
4316<strong>55</strong>-2. DDD. Duración: S9"38". Grabaciones:<br />
Viena, Konierthaus, diciembre de<br />
1987 (obertura); Berlín, Jesus-Christus Kirche,<br />
diciembre de 1989. Productor Christopher<br />
Alder. Ingenieros: Gregor Zidínsky<br />
y Gernot von Sehlutzendorff.<br />
Aceptable grabación, hecha dentro<br />
de los presupuestos habituales<br />
de aseo, corrección, virtuosismo<br />
orquestal y claridad que caracterizan los<br />
registros de la última etapa de Claudio<br />
Abbado. La obertura ha sido añadida del<br />
álbum que el maestro italiano hizo del integral<br />
de Sinfonías de Schubert (comentado en<br />
el número 33 de 5CHERZO, pág. 59). En<br />
cuanto al resto de la música de Rosamunda,<br />
digamos que tiene altibajos considerables: es<br />
decir, que no es gratuito que normalmente<br />
se interpreten sólo tres o cuatro números<br />
de la misma (para ser exactos, la obertura, el<br />
entreacto del acto segundo y el segundo<br />
ballet). No obstante, este disco ofrece toda<br />
la música compuesta por Schubert para el<br />
libreto de Helmina von Chézy (autora, asimismo,<br />
del libreto de Euryanthé), una rareza<br />
que evidentemente tiene su razón de ser,<br />
más si es interpretada como aquí, con una<br />
convicción a prueba de bomba Recordemos<br />
también que Abbado no está a la altura de<br />
la propina que nos ofreció a los asistentes<br />
del Teatro Real con su Sinfónica de Londres<br />
hace una docena de años, en donde interpretó<br />
un entreacto de Rosamundo con una<br />
profundidad, un calor y una magia propios<br />
de los grandísimos maestros y que en este<br />
registro, desgraciadamente, no se encuentran.<br />
Presentación, sonido y comentarios con<br />
la calidad habitual del sello amarillo.<br />
LPA<br />
SCHUMANN: Concieno para piano y<br />
orquesta en la menor. Dinu Lipatti y Orquesta<br />
de la Suisse Romande, dirigida por<br />
Ernest Ansermet Grabado en el Victoria<br />
Hall, de Ginebra, el 22 de febrero de 1950.<br />
BEETHOVEN: Concierto poro piano y orquesta<br />
n.° 4. en sol mayor. Clara Haskil, piano, y<br />
Orquesta Filarmónica da Londres, dirigida<br />
por Cario Zecchi. Grabado el 7 de jumo de<br />
1947, en el Kingsway Hall de Londres. Productor:<br />
Vicior Olof. Ingeniero: Kenneth<br />
Wilkinson. DECCA Mono DM 425968-2.<br />
Duración: 64"52".<br />
Los dos rumanos, los dos legendarios,<br />
los dos tocados por la<br />
insidia de la enfermedad. Uno,<br />
muerto en plena juventud, poco después de<br />
este Schumann en vivo. La otra, con intervalos<br />
de invalidez, insistiendo en una carrera<br />
que sólo empezará a reconocerse en su<br />
madurez. A décadas de su desaparición,<br />
siguen hostigando a los públicos actuales,<br />
DISCOS<br />
más allá de imperfecciones sonoras y técnicas<br />
de captación que suelen perturbar a los<br />
aguzados oídos de estos días.<br />
La obra de Schumann es uno de los créditos<br />
de Lípatti, por si no tuviera otros, y<br />
resulta engorroso, cuando no impertinente,<br />
abordarla como crftjco. Más bien cabe declarar<br />
que estamos ante un dechado y que,<br />
junto a su audición, aprendemos a oír lo<br />
escuchado mil veces. Un pianista casi agonizante<br />
ataca con vigor atlético, canta con fraseo<br />
imbatible. suena como el mejor instrumento<br />
del mundo. Se recoge a una intimidad<br />
de cámara schumann i ana que parece<br />
convertir a Ansermet en un atento compañero<br />
de ruta. Lo más notable del conjunto<br />
es, precisamente, advertir cómo se conjuntan<br />
el director y el solista en un mismo Schumann,<br />
Para una trayectoria acechada por la<br />
muerte prematura, valía reunir a los grandes<br />
artistas.<br />
En cuanto al Cuarto beethoveniano, que<br />
muchos consideran su obra más rica en el<br />
género, Haskil nos propone una lectura<br />
recatada, ensimismada y recoleta, que quizá<br />
desconcierte a quienes piensan en un Beethoven<br />
de arrestos siempre heroicos, viriles,<br />
con orillas patéticas y brios luminosos. Este<br />
Beethoven, trabajado con minucia y orientado<br />
hacia un lirismo solitario y recogido,<br />
evoca más a Benedetti Michelangeli que a<br />
Rubinstein, por citar dos extremos de la actitud<br />
pianística. Vale, en cualquier caso, para<br />
medir a los dos; al maestro alemán y la<br />
amplitud de sus versiones legitimas, y a !a<br />
pianista rumana, en los umbrales de una<br />
fama tardía y reclamada con perfecto derecho.<br />
B.M.<br />
SHOSTAKOVICH: 24 Preludios. Op. 34.<br />
PROKOFIEV: Sonólo n.° 6. Op 82. Evgueni<br />
Soifertii-Lukjanenko. piano. Productor: Jan<br />
Worf. Ingeniero: Dick van Schuppen. Grabado<br />
en Holanda, agosto de 1989. PAR-<br />
TRIDGE 1127-2. DDD. Duraciones: 32'22"<br />
y 27'l I", respectivamente. Distribuido por<br />
Diverdi.<br />
Desconocía este magnífico pianista.<br />
Evgueni Soifertis-Lukjanenko,<br />
otro resultado más de la inagotable<br />
escuela soviética, y también otro emigrante<br />
al oeste, donde los músicos acuden<br />
ahora no tanto en busca de libertad como<br />
de horizontes y simple sustento. Soifertis<br />
nos regala con dos magnificas obras pianísticas<br />
de los dos contemporáneos, acaso nvales,<br />
siempre distintos, Shostakovich y Prokofiev.<br />
Los Preludios, Op. 34 son una de las<br />
obras cumbres de la época feliz final de su<br />
compositor, cuando terminaba Lady Macbeth<br />
de Aisensfc. la ópera de la condena.<br />
Estas veinticuatro piezas son como un resumen<br />
de los clásicos y algunos contempora<br />
neos, la recreación de otros modelos más<br />
allá de la moda neoclásica, y al mismo tiempo<br />
resumen el universo de Shostakovich, su<br />
humor, su melancolía, su tratamiento distante<br />
del acervo popular La Sonoro. Op 82 es<br />
previa a la guerra en que se vena trágicamente<br />
envuelta Rusia, cuando Prokofiev ya<br />
se había instalado plenamente en la URSS,<br />
Polonia había caído y muy pronto lo haria el<br />
frente occidental de Francia. Es una pieza<br />
magistral, donde se combina lo expresamen-<br />
SCHERZO 73
DISCOS<br />
te ruso, popular, y la delicadeza de un pianisiro<br />
que niega o matiza el discurso folclóhco,<br />
el vigor habitual de Prokofiev, para sugerirse<br />
tenuemente francés. Con este disco Soifertis<br />
se coloca a un excelente nivel con respecto<br />
a otros pianistas habituales en este repertorio,<br />
como Ashkenazy o Richter. Petrov o<br />
Gilels. Si la Sonólo de Prokofiev está traducida<br />
con sabiduría y contraste, los Preludios de<br />
Shostakovich se constituyen en auténtica<br />
referencia, hasta el punto de que desearíamos<br />
una integral suya de los Preludios y<br />
fugas, Op. 87 cuanto antes.<br />
S.M.B.<br />
SOLOMON: Concierto para piano n.° i en<br />
si menor de Chaikovski (con la Orquesta<br />
Hallé de Londres, dirigida por sir Hamihon<br />
Hart)i), Polonesas, Estudios y Fantasías de<br />
Chopin y piezas de Uszt (Rapsodia húngara<br />
n.° 15, La leggierezza y Au bord d'une source).<br />
Grabaciones de los años 1929/1934. Producción:<br />
Haynes-Attweli. PEARL DIGITAL<br />
AUDIO GEMM. CD. 9478. Duración:<br />
7514'. Precio económico.<br />
Nacido en 1902, Solomon Cutner<br />
integra el núcleo de pianistas<br />
que introducen critenos modernos<br />
de objetividad y rigor en la lectura, lo<br />
que podría entenderse por pianismo de<br />
nuestro siglo. Si Rubinstein y Horowrtz son<br />
los últimos pianistas del XIX. Arrau y Solomon<br />
pueden ser los primeros del siglo que<br />
está por terminar.<br />
Esta muestra vanada del pianista inglés en<br />
su juventud nos permite evaluarlo en un<br />
abanico de interprelaciones donde, a pesar<br />
del común denominador romántico, caben<br />
las matizaciones del caso. En Chaikovski hay<br />
un despliegue brillante, pero nunca vtrtuosístico<br />
ni espectacular, alternado con momentos<br />
de intimidad camerística, sobre todo en<br />
las cadencias, üszt está arrebatado e inteligente.<br />
Chopin, de un sentimentalismo y un<br />
lirismo elegantes y de una articulación cristalina.<br />
Por si faltaba algo que acreditase el mito<br />
Solomon, he aquí estas versiones.<br />
El compacto ha hecho mucho por rescatar<br />
la sonoridad y presencia del piano, aunque<br />
puede menos con la orquesta que.<br />
como en otros casos similares, queda un<br />
poco aplatanada detrás del solista. Todos<br />
habríamos agradecido una limpieza de ruidos<br />
superficiales, pero la técnica no es omnipotente.<br />
B.M.<br />
STRAUSS: Así habió Zaratustra. Don pan.<br />
Orquesta Filarmonía y Concengebouw de<br />
Amsterdam, dirigidas por Semyon Bychkov.<br />
Grabadas en Londres (septiembre de<br />
1989) y Amsterdam (junio de 1988). Productora:<br />
Anna Barry. Ingeniero de sonido:<br />
Cees Heijkoop. PHILIPS. DDD. 4223S7-2<br />
PH. Duración: <strong>55</strong>'I4". Precio normal.<br />
Volver a unas páginas tan trajinadas<br />
puede implicar el riesgo de la<br />
redundancia O incitar al escucha a<br />
la distracción. Pero nunca se acaba de<br />
aprender la totalidad de recovecos orquestales<br />
que Strauss depara, sobre todo si,<br />
74SCHERZO<br />
como en este caso, a la minucia dei director<br />
se une el virtuosismo de las orquestas y de<br />
un sonido de especial suntuosidad, planimetría<br />
múltiple y captación implacable.<br />
En Donjuán hay una narración condensada<br />
como un poema. En Zorotustro hay un<br />
batiburrillo, del que no está ausente cierta<br />
aridez discursiva, pero brilla el sol en el alba<br />
del mundo y se derrocha ironía en un final<br />
donde el Demiurgo nos enseña el saber del<br />
cuerpo, bajando de la solitaria colina de los<br />
profetas al ritmo de un valsecito vienes que<br />
nos recuerda las danzas de Salomé y Electra,<br />
y el bamboleo de la corte austríaca en El<br />
caballero de la rasa.<br />
Bychkov es totalmente convincente en<br />
este repertorio. Conoce las partituras con<br />
lupa, las recome analíticamente y señorea<br />
con completo estilo. Tiene el sensualismo<br />
sonoro y la variedad de colores que Strauss<br />
demanda, al par que canta con desenfado<br />
(straussiano, de nuevo, faltaba mas) y nana<br />
con los contrastes y arrebatos propios del<br />
romanticismo tardío. En alianza con los técnicos<br />
de la Philips nos puede inundar el<br />
salón con la más poderosa y persuasiva<br />
caballería sinfónica del JugendsOl.<br />
BM<br />
STRAVINSKI: Obras para piano y orquesta.<br />
Copnccio, Sinfonías para instrumentos de<br />
viento. Concierto para piano, Movimientos.<br />
Paul Crossley, piano, London Sinfonlera.<br />
Director Esa-Pekka Salonen. Grabado en<br />
Sanpe Maltings. Suffolk, Inglaterra, 1988.<br />
Productores: Paul Crostley y Michael<br />
Vyner. Ingeniero: Tony Bridge. SONY SK<br />
45797. DDD. Duraciones; \T0l~ (Capricclo).<br />
ff4l* (Sinfonías), 19'0S" (Concierto).<br />
8'47" (Movimientos).<br />
Dos especialistas (tres, si añadimos<br />
a ¡a London Sinfonietta) se<br />
juntan para dar un magnífico recital<br />
con obras stravinski anas que se ha repetido<br />
con fortuna en otras ocasiones (recordemos<br />
a Charles Rosen con el propio Stravinski,<br />
o a Beroff con Ozawa, CBS y EMI.<br />
respectivamente). Tras aquel CD con Pájaro<br />
y juego de cartas para CBS. Esa-Pekka Salonen<br />
insiste en uno de los compositores que<br />
mejor se le dan tanto en vrvo como en estudio.<br />
La comprensión del mundo de este<br />
compositor en dos etapas tan diferentes de<br />
su vida (Movimientos es una obra tardía,<br />
señal y perfecta) se da a través de una traducción<br />
ob|etrva y limpia, lo mismo sutil que<br />
poderosa. El solista es un gran defensor de<br />
algunos compositores clásicos de nuestro<br />
siglo. Su acercamiento a este mundo concertante<br />
se sitúa sin lugar a dudas entre las referencias.<br />
Es decir un disco espléndido para<br />
los amantes de este tipo de música, podemos<br />
asegurarlo.<br />
S.M.R.<br />
STRAVINSKI: EJ pájaro de fuego (versión<br />
completa). BARTÓK: Dos retratos. Orquesta<br />
Filarmónica de Viena. Director Christoph<br />
von Dohnányí. Productor: James<br />
Mallinson. Ingenieros: Hames Lock, Colin<br />
Moorfoot, John Pellowe, James Brown.<br />
Grabación: Sophiensaal de Viena, septiembre-octubre<br />
de 1979. DECCA. 425 018-2.<br />
DDD (Stravinski). ADD (BartókV Duraciones:<br />
45M9* y M"34".<br />
Hay demasiados Pájaros excelentes<br />
como para que otro pueda<br />
sorprendemos así como así. Sin<br />
embargo, en este caso nos encontramos<br />
ante una de las lecturas más brillantes que<br />
puedan darse, aunque acaso no de las más<br />
penetrantes. Recordemos que se trata de<br />
una partitura con abundantes gamas dinámicas<br />
inferiores, que requieren una gran capacidad<br />
de matización; que el mundo de Stravinski<br />
aún tiene en esta obra (aunque lo que<br />
se toca aquí es la revisión postenor, perú no<br />
lo indica) mucho de rimskiano, y de eso que<br />
se ha llamado impresionismo, que es un ballet<br />
y que por lo tanto ilustra o evoca la acción.<br />
A menudo lo olvida Dohnányí, y está en su<br />
derecho, puesto que lo que plantea aquí es<br />
una pieza sinfónica. Las mejores versiones<br />
(salvo alguna omisión) siguen siendo la revolucionaria<br />
de Boulez, la clásica de Ansermet<br />
las excelentes de HartJnk y Dorati (sin refenrnos<br />
a las surtes). Esta que hoy comentamos<br />
vendría inmediatamente a continuación con<br />
sus méritos en cuanto a brillo, color y lógica<br />
sinfónica. El sonido es a veces deslumbrante.<br />
Se completa con una breve pieza de Bartók,<br />
muy bien interpretada, procedente de cierto<br />
elepé reaímente afortunado.<br />
SMB.<br />
STRAVINSKI: Sinfonía de (os Salmos.<br />
MAHLER: Sinfonía n ° í «Titán». Orquesta<br />
Nacional de Francia. Director: Igor Markevitch.<br />
Grabación en vivo realizada en concierto<br />
el 21 de junio de 1967. Toma de<br />
sonido: Ivan Devries. Duración total:<br />
66*14". MONTAIGNE. ADD. WM 332. (de<br />
la colección «Los grandes conciertos inéditos<br />
del Teatro de los Campos Elíseos»).<br />
Distribución: Diverdi,<br />
Quien tenga d acierto de adquirir<br />
este disco encontrará un Markevich<br />
en dos facetas bien distintas.<br />
En la Sinfonía de tos Salmos está el maestro<br />
en su elemento; ha sido, sin lugar a<br />
dudas, uno de los grandes intérpretes de<br />
Stravinski y la versión que se recoge en este<br />
inefable disco está, sin lugar a dudas, entre<br />
las mejores. Podría establecerse que está<br />
entre las tres o cuatro versiones de referencia.<br />
Para los otros dos puestos podríamos<br />
señalar las de Boulez y Ansermet, respectivamente.<br />
En Mahler nos encontramos con algo muy<br />
diferente a lo que es habitual en la interpretación<br />
de esta obra. No es una lectura trascendente,<br />
sino más bien festiva; el tratamiento<br />
de los planos sonoros de la orquesta es<br />
excepcional. Podríamos definir esta versión<br />
como eminentemente didáctica, ideal, por lo<br />
tanto, para que los no conocedores de esta<br />
obra se inicien en la misma. Está en el polo<br />
opuesto de la concepción de Horenstein o<br />
de la última de Bemstein realizada en Amsterdam,<br />
que constituye seguramente la cúspide<br />
en lo que a discos se refiere.<br />
El sonido es más que excelente, bastante<br />
supenor a muchas grabaciones realizadas en<br />
estudio. Parece ser éste un denominador<br />
común a la serie Montaigne dedicada a los<br />
conciertos del Teatro de los Campos Elíseos.<br />
Se aprecia plenamente el ambiente de la
Sala. Esta información ayuda grandemente a<br />
disfrutar de la música<br />
A.O.B.<br />
VÉRDI: Don Cario- Sena Jurinac (Elitabetta),<br />
Giulietta Si mío nato (Eboli), Eugenio<br />
Fernán di (Don Cario). Ettore Baitlanini<br />
(Posa), Cesare Siepi (Felipe II), Marco Stefanoni<br />
(Gran Inquisidor). Chor der Wiener<br />
Staauoper. Wiener Philharmoniker. Director:<br />
Herbert von Karajan. 2 CD. Kar 220.<br />
HUNT PRODUCTIONS. Duración:<br />
158"43". Salzburg, 26-7-1958.<br />
Las representaciones de Salzburg<br />
dirigidas por Karajan llevan su<br />
sello que cuando atañe a óperas<br />
de Verdi mantienen unos ritmos lentos que<br />
relajan el dramatismo y una elección de<br />
intérpretes que responden a su visión eminentemente<br />
linca. En esta versión nos encontramos<br />
con un Karajan no tan exagerado<br />
como en la grabación de EMI, pero si con<br />
estos tempi a veces muy lentos que hacen<br />
perder parte de la intensidad verdiana.<br />
En el plano vocal el gran Felipe II de Siepi<br />
brillante vocalmente y con un gran sentido<br />
de fraseo, de lo que es la prueba evidente el<br />
famoso Ella giomnai m'amo donde junto a<br />
momentos de ensimismamiento hasta otros<br />
de rabia y desconsuelo. Giulietta Simionato<br />
no ha tenido en el personaje de Eboli uno<br />
de los mas habituales, razón por la cual hace<br />
muy interesante esta representación, máxime<br />
cuando tampoco la ha llevado al disco<br />
comercial. Después de un inicio dubitativo<br />
se impone en la escena del jardín y finalmente<br />
en el difícil 0 don (átale con su calidad en<br />
los registros medio y atto. su grave correcto,<br />
una musicalidad exquisita. Ettore Bastianmi,<br />
evidencia su bella y potente voz, aunque<br />
quizá su exuberancia no encontraba en el<br />
controvertido Posa su mejor personaje.<br />
El aspecto vocalmente Ifrico lo muestran<br />
los dos atormentados amantes. Sena Jurinac<br />
es una gran cantante que tuvo su mejor baza<br />
en el repertorio mozartiano. pero, en cambio,<br />
su Elisabeth musicalmente irreprochable<br />
peca de una concepción estática poco incisiva;<br />
Eugenio Fernandi. es el típico tenor de<br />
bella voz con una técnica poco depurada y<br />
al que le falta un mayor fraseo. Correcto<br />
Marco Stefanoni, como el Gran Inquisidor,<br />
deliciosa Anneliese Rothenberger como una<br />
voz del cielo. La orquesta está a su nivel<br />
habitual posiblemente no en uno de sus<br />
mejores días y el coro cumple, sobre todo<br />
en la escena de Atocha.<br />
A.V.<br />
VERDI: Simón Bocconegro. José van Dam,<br />
bar. (Simón); Nancy Gustafson. sop. (Amelia);<br />
Alberto Cupido, ten. (Adorno): David Piccsinger.<br />
baj. (Fiesco); William Stone, bar. (Paolo)-<br />
Coro y Orquesta del Teatro Real de la<br />
Moneda, Bruselas. Director: Sylvain Cambntline.<br />
RICERCAR SECONDO RIS 093070771.<br />
DDD. Duraciones: 68'46" y 72'4I" Producción:<br />
Simotis y Lejeune. Ingeniero: Philippe de<br />
Magnee. Grabación: Bruselas. 1990.<br />
Hay dos grabaciones de esta<br />
compleja ópera verdiana que<br />
pasan, con razón, por ser las<br />
mefores del mercado tanto oficial como privado.<br />
Se trata de la de Santini con Gobbi,<br />
Victona de los Angeles y Chnstoff por un<br />
lado; y la postenor de Abbado con Cappuccilli.<br />
Freni, Carreras y Ghiaurov. por otro. Ya<br />
la inmediata a ésta que se comenta, la de<br />
Solti para Decca. se quedó a arlos luz de<br />
aquéllas dos. resultando, sin embargo, en<br />
bastantes puntos superior a la presente. Esta<br />
edición, tomada en vivo en varias representaciones<br />
de noviembre de 1990, sólo encuentra<br />
justificación en homenaje a un artista de<br />
nivel tan sobresaliente como José van Dam.<br />
Van Dam ha cantado los tres papeles graves<br />
de Simón Bocconegra; es decir, el protagonista,<br />
Fiesco y Paolo (que grabó con Abbado).<br />
Conoce la obra al dedillo y su lectura del corsora<br />
genovés está llena de aciertos, a lo<br />
Gobbi, Intimo y rico de matices, con ángulos<br />
o perfiles nuevos que ennoblecen a un personaje<br />
que parece no acabar nunca de descubrirse<br />
del todo. Pero en van Dam se terminan<br />
las excelencias del registro. Cambreling<br />
dirige con atención y cuidado, pero le<br />
falta pulso dramático. La Gustafson carece<br />
del linsmo italiano (Que Freni Sene a raudales)<br />
o de la elegancia de fraseo (que Victona<br />
derrocha). Cupido, el único mediterráneo del<br />
registro, tiene agradable voz, pero medios<br />
modestos para un personaje tan dotado<br />
melódicamente por la pluma verdiana Prttsinger<br />
sabe cantar, pero es una voz fronteriza<br />
con el registro de bajo, en un rol donde, precisamente,<br />
se necesrta un ba|o con todas las<br />
de la ley. El Paolo de Stone es correcto. Para<br />
los fans de José van Dam.<br />
F.F.<br />
VERDI: I vespri siciliont. Renata Seotto,<br />
sop. (Elena); Gianni Raimondi, ten. (Arrigo);<br />
Piero Cappuccilli. bar. (Monforte);<br />
Ruggiero Raimondi, baj. (Procida). Orquesta<br />
y coro del Teatro alia Scala, Milán.<br />
MYTO 2 MCD 905.24. ADD. Duraciones:<br />
78'S8- y 78 1 59". Grabación: Milán. 1970.<br />
Distribuida por Diverdl.<br />
Se trata de la inauguración de la<br />
temporada 70-71 del teatro milanes,<br />
cuyo público, esa noche, sólo<br />
comienza a entrar en calor (y a aplaudir) a<br />
partir del cuarto acto. Veinte años después,<br />
Muti recuperarla esta magna obra verdiana y<br />
EMI perpetuarla el acontecimiento. La versión<br />
de Gavaceni tiene fuerza, lirismo y<br />
espectaculandad. Muy proclive a la tijera<br />
hace algunos cortes; el más destacable, el del<br />
cuarteto de entrada en escena de Monforte;<br />
el más escandaloso, momentos del aria del<br />
tenor (los terroríficos compases finales: a<br />
mofedirmif), sin duda para aligerar al cantante;<br />
el más añorado, el duetono que sigue al Solero<br />
(asi, de nuevo, el tenor se libra del imposible<br />
Addio). El cuarteto vocal no reúne las<br />
condiciones exigidas por sus partes, pero,<br />
con afán, van sacando adelante la obra. Scotto<br />
se apoya en sus indudables y eficaces<br />
maneras de actriz, con una frase aquí, un<br />
agudo (da el del bolero) allá, que acaban por<br />
imponer su visión del personaje, riquísimo<br />
de exigencias. Raimondi tiene medios para<br />
asumir el ro) de Arrigo, pero el cantante,<br />
valiente y generoso, es dramáticamente inoperante,<br />
aunque su presencia vocal acaba<br />
por convencer. Cappuccilli expone un Monforte<br />
demasiado Unco; se echan a faltar un<br />
DISCOS<br />
centro más ancho y un timbre más obscuro;<br />
parece el hermano mayor de Arrigo. no su<br />
imponente papá. El otro Raimondi canta con<br />
mucho s'anc/o su parte, que grabaría dos<br />
años después para RCA aún no ha enviciado<br />
el bajo su fraseo y la voz está sana, pero<br />
gustarla mejor en el rol un bajo de mayor<br />
profundidad de registro. Myto regala un<br />
Bonus: el dúo del acto IV entre Elena y Arrigo,<br />
del reparto scalígero alternativo, con<br />
Gencer y Caselato-Lambertí; ella, arrolladora<br />
en intenciones.<br />
FJ.<br />
VERDI: Lo Trovata. Joan Sutfierland. sop.<br />
(Violetta); Luciano Pavarotti, ten. (Alfredo);<br />
Maneo Manuguerra, bar. (Germont). Coro<br />
de Opera de Londres. Orquesta Filarmónica<br />
Nacional. Director: Richard Bonynge.<br />
DECCA 430 491-2. DDD. Duraciones:<br />
7S'O3" y 58'4I". Productor: Christopher<br />
Raeburn. Ingenieros: Kenneth Wilkinson y<br />
james Lock. Grabación: 1979.<br />
Reedición en disco compacto,<br />
ahora en dos discos, dada la competencia<br />
y sobre todo la duración<br />
de la obra que permite las dos unidades y no<br />
las tres, como onginariarnente se lanzó esta<br />
versión. Algo que Polygram esta haciendo con<br />
algunos títulos para bien de los futuros compradores<br />
y para mal de los pasados adquirientes,<br />
Sutherland grabó ciertos papeles en dos<br />
momentos de su dilatada carrera. Violetta<br />
Valery es uno de ellos. La soprano australiana<br />
encara este complicado papel (complicado<br />
por el lado de la vocaJidad tanto como por el<br />
de la expresividad) con modelos que retrotraen<br />
el canto a periodos pasados, donde la<br />
voz era la única licita para expresarse en la<br />
ópera. Redondez de sonido, seguridad de<br />
ataques, agudos bnllantes, todo al servicio de<br />
un personaje monocorde o, al menos, de<br />
una regularidad descriptiva sin altibajos ni<br />
progresión. Asi aparecía en su versión<br />
(espléndidamente acompañada por Bergonzi<br />
y Merrill) de 1963. Dieciséis años después, la<br />
soprano quiere jugar otos cartas y de hecho<br />
lo consigue. Vive mas el papel, pero esta pn><br />
fundización dramática no hay que juzgarla<br />
con presupuestos latinos, mediterráneos, sino<br />
con criterios algo más allá del meridiano de<br />
Grenwich. Es decir, que Sutherland sobe<br />
cuándo Violetta está alegre, melancólica,<br />
doliente, enferma, etcétera, pero el oyente<br />
no tanto. Esta vocoíidod generosa y esa<br />
expresividad personalIsirna de la australiana<br />
chocan un tanto con la latinidad de su portenaire,<br />
un Pavarotti de los mejores tiempos.<br />
Serta poco decir que el tenor de Modena<br />
crea uno de los grandes Alfredo del disco: la<br />
voz es la ideal para el papel; el lirismo innato,<br />
el que necesita el joven enamorado; el timbre<br />
{se sabe) es el más bello de los úttimos<br />
arlos. Manuguerra es. como siempre, un dignísimo<br />
cantante, que hace un Germont convenientemente<br />
exigente y paternal. Bonynge,<br />
desigual, según a quién acompañe.<br />
FI.<br />
VIVALDI: Los Cuatro Estaciones. Op. 8,<br />
núms. 1-4. Concierto para flauta en do.<br />
RV.297. Michala Petri (flauta), Guildhill<br />
SCHERZO 75
DISCOS<br />
String En semble, George Malcolm (clave).<br />
CD. RCA. RD86656. DDD. Londres, por<br />
T. Faulkner, en 1987. Director artístico: R.<br />
Mace. 4T54". Dinribuido por BMG.<br />
Michala Petri es una magnifica<br />
artista, George Malcolm un maestro,<br />
el Guildhail Stnng En semble<br />
un perfecto instrumento; tocan, además, con<br />
un entusiasmo poco común, asi que quienes<br />
quieran escuchar Los Cuatro Estaciones, en<br />
las cuales una flauta sustituye al violin principal,<br />
estarán satisfechos. Quienes prefieran la<br />
obra efl su versión original no tendrán otro<br />
problema que elegir entre medio centenar<br />
de versiones desde I Musía con Félix Ayo<br />
(grabación histórica de 19<strong>55</strong>. Philips), hasta I<br />
Solisti de Napoli con Salvatore Accardo<br />
tocando cuatro Stradivarius II Cremonese,<br />
The Firebird, The Han (ex-Francescatti) y el<br />
Ex-Reynier (Philips), pasando por las versiones<br />
no menos autenticas del Concentus<br />
Musicus Wien dirigido por HarnoncouK<br />
(Teldec), Lo Petite Ronde dirigida por Briiggen<br />
(RCA). o los Raglán baroque dirigidos<br />
por Kraemer con Monica Huggett (Virgin).<br />
Los conciertos de Vivaldi originales para flauta<br />
son interpretados de manera aún inigualada<br />
por los miembros de la Orquesta del<br />
Siglo XVIII con Brüggen (RCA. 1979).<br />
P.E.<br />
WAGNÉR: Obertura de El holandés<br />
errante. Preludio de Lohengnn Preludio de<br />
tos maestros concores. Obertura de<br />
Tannriouser Preludio y Muerte de amor de<br />
Tristón e Isolda. Filarmónica de Berlín dirigida<br />
por Seiji Oawa. Grabado en Berlín en<br />
junio de 1989. Productor: Erik Schmidt.<br />
Ingeniero: Erdo Goot. PHILIPS. DDD.<br />
426271-2. Duración: I h. 05"4é".<br />
Hay poco que agregar a la interpretación<br />
wagneriana, sobre todo<br />
si se trata de fragmentos sinfónicos<br />
desgajados de su contexto dramático-<br />
Pueden sonar a eso. a partes sueltas, o<br />
cobrar una autonomía sinfónica como ocurra<br />
en manos de un Toscanini o un Klemperer.<br />
Ozawa es un concertador brillante, dueño<br />
de una paleta orquestal variada y esmaltada<br />
Su preocupación por hacer rendir a los timbres<br />
del conjunto está siempre asegurada.<br />
Como intérprete wagneriano, a juzgar por<br />
esta selección, ofrece unas lecturas minuciosas<br />
y tersas, pero también puede ser objetado<br />
en lo que suele recaer cuando no se<br />
identifica plenamente con el autor que<br />
enfrenta: prolijidad, solemnidad morosa, lentitud<br />
que lleva a una pompa a menudo extenuante.<br />
Si se trata de evocar modelos,<br />
recuerda al Wagner prosopopéyico de<br />
Knappertsbu sch.<br />
Los tempi alargados en demasía llevan a<br />
un lirismo lánguido y. en los fraseos de carácter,<br />
a un canto cuadrado y machacón en<br />
exceso. Sus mejores aciertos están en las<br />
páginas o momentos líricos, como los preludios<br />
de Lohengrin y Tnsídn. Los incondicionales<br />
del director japonés podrán aumentar sus<br />
ilustraciones. Los wagnenanos. hacer discografla<br />
comparada. Para quienes aborden al<br />
mago de Bayreuth desde la apasionada curiosidad,<br />
son recomendables otros abordajes.<br />
7ÍÍSCHERZO<br />
flLAl<br />
WEILL Los siete pecados capitales. Mahagonny<br />
Songspief. U. Lemer y $. Tremper,<br />
sopranos; H. Wi Id haber y P. Haage. tenores;<br />
T. Mohr. barítono; Jungwirth, bajo, y J.<br />
Cohén, piano. Rías Berlín Sinfonietta.<br />
Director: J. Mauceri. Grabado en Berlín,<br />
Hansa Studio y Jesús Christus Kirche, octubre<br />
1989. Productor: Michael Haas. Ingeniero:<br />
Stan Goodall. DECCA 430 168-2.<br />
DDD. «W.<br />
El interés y la importancia que<br />
dominan este registro digital,<br />
magnífico, por otra parte, material<br />
y formalmente, radican, sin duda, en la<br />
especie originallsima y poco difundida de<br />
dos piezas maestras de Kurt Weill, años 20 y<br />
30: el Mahogonny Songspiel. concebido, en<br />
esta su versión original, como ópera de<br />
cámara, y Los siete pecados capiWÍes, ballet<br />
cantado de carácter alegórico. En ambos<br />
casos, el soporte literario y de escena es responsabilidad<br />
de Bertold Brecht Weill despliega<br />
todo un caleidoscopio de lenguajes,<br />
sutilizados por el tamiz de la ironía que le es<br />
habitual, desde el viejo coral germano, con<br />
resonancias de Schütz, a la pura declamación<br />
entonada, pasando por los cánones del contrapunto<br />
y los aires frivolos del cabaret de<br />
época.<br />
El desdoblamiento de Ana -dos personajes<br />
en una sola voz-, protagonista de los<br />
Todsünden y el recurrente ntornello de la<br />
familia -voces viriles todas, incluida la madre,<br />
voz de bajo profundo- sentenciando al<br />
amparo de las tradiciones, son algunos de<br />
los incontables golpes de genio que sacuden<br />
estas acidas partituras, servidas ahora con<br />
una nitidez que se nos antoja irreprensible.<br />
En su discurrir fronterizo. Weill, con el<br />
apoyo de Brecht traduce el conflicto vital a<br />
contrapunto, no de voces, sino de lenguas,<br />
lo cual impone un decir versátil, primorosamente<br />
entendido y practicado por los intérpretes<br />
de esta notable producción.<br />
RECITALES<br />
JAA.<br />
VARIOS: Obras para órgano Organistas:<br />
Simón Preston* y Cario Curley**. ARGO,<br />
2CD, 421 731-2* y 430 200-2**. DDD.<br />
Duraciones: 66'30 y 63'48". Grabación:<br />
Methuen Memorial Music Hall* (Massachusetts.<br />
marzo de 1988) y Girard College<br />
Chape!*" (Philadelphia, diciembre de 1988<br />
y enero de 1989). Productor: Peter Wadland.<br />
Ingeniero: John Dunkerley.<br />
BACH: Conciertos para órgano. Peter Hurford,<br />
órgano. Northern Sinfonía. Director:<br />
Richard Hickox. ARGO. 425 479-2. DDD.<br />
Duración: 66'44". Grabación: Sir Jack Lyons<br />
Concert Hall (Universidad de York, septiembre<br />
de 1988). Productor Chris Hazell.<br />
Ingeniero: Simón Eadon.<br />
LISZT-REUBKE: Obras para órgano. Thomas<br />
Trotter, órgano, ARGO, 430 244-2.<br />
DDD. Duración: 73'02". Grabación: Ingolt-<br />
tadt, noviembre de 1989. Productor: Chris<br />
Hazell. Ingeniera: Simón Eadon.<br />
Los cuatro discos de Argo, arriba<br />
reseñados y agrupados aquí bajo<br />
el mismo comentano, guardan un<br />
punto común de referencia: se trata, en la<br />
mayoría de los casos, o bien de transcripciones<br />
para órgano de obras no escritas originalmente<br />
para este instrumento (de Wagner.<br />
Sdiubert, Grieg. Saint-Saéns, Uszt, eto),<br />
o bien de adaptaciones de obras que fueron<br />
escritas en su ongen para órgano y orquesta,<br />
pero no concebidas con el carácter de concierto,<br />
tal / como aparecen presentadas en<br />
el disco dedicado a Bach. junto a estos dos<br />
grupos de obras aparecen otras páginas<br />
escritas originalmente para órgano, entre las<br />
que cabe destacar la Sonólo sobre e) Salmo<br />
94 de Reubke y el Preludio y Fugo sobre Bocn<br />
de Liszt<br />
El disco dedicado a Liszt y a Reubke ofrece<br />
el mayor grado de interés de los cuatro<br />
aquí comentados, tanto por su contenido<br />
como por el atto nivel interpretativo alcanzado<br />
por Thomas Trotter, sin olvidar, por<br />
supuesto, la excelente calidad sonora del<br />
órgano utilizado para llevar a efecto la grabación.<br />
Simón Preston, por su parte, presenta<br />
una cuidada y limpia lectura de las<br />
obras a él encomendadas, aunque habría<br />
sido deseable una mayor uniformidad de la<br />
relación de páginas contenidas en su disco.<br />
Del organista Cario Curley no puede emitirse,<br />
por el contrario, un juicio demasiado<br />
positivo. Este intérprete realiza una mezcla<br />
incoherente de las obras y autores más dispares.<br />
Así, junto a transenpciones bastante<br />
dudosas, aparecen algunas obras onginales,<br />
pero sin atender a ningún criterio estilístico<br />
o formal que permita establecer una mínima<br />
linea conductora entre ellas. Por lo demás,<br />
su manera de interpretar se encuentra bastante<br />
alejada de un sentido musical mínimamente<br />
equilibrado, aproximándose, por el<br />
contrario, al lucimiento personal. Esto es. al<br />
menos, lo que se deduce al escuchar las<br />
páginas recogidas en su disco. Es justo, finalmente,<br />
hacer una breve referencia a la satisfactoria<br />
lectura que Hurford hace de Bach.<br />
Sus interpretaciones al órgano, especialmente<br />
en lo que se refere a la música barroca<br />
-sobre todo Bach y HaendeK han sido<br />
positivamente resacadas ya en diversas ocasiones.<br />
El disco de Argo lo confirma nuevamente.<br />
El único punto discutible es el relativo<br />
a las obras de Bach contenidas en el<br />
disco, que aparecen bajo la denominación<br />
de Conciertos pora órgano. Se trata, en realidad,<br />
de una serie de movimientos para<br />
órgano, viento y cuerda, que Bach compuso<br />
como introducción orquestal de algunas de<br />
sus Contólos. Todos ellos constituyen<br />
vanantes de los primeros o últimos movimientos<br />
de algunos de los Conciertos pora<br />
clave, BVW (052-1059. Aunque existen<br />
argumentos -algunos de ellos expuestos en<br />
las explicaciones de los discos- para defender<br />
el carácter de estas composiciones<br />
como verdaderos Conciertos pora órgano,<br />
resulta difícil admitir esta idea en la mente<br />
de Bach. al menos tal y como se entiende el<br />
concepto del concierto barroco para órgano<br />
y orquesta, tomando como punto de<br />
referencia y modelo obligado los compuestos<br />
por Haendel.<br />
F.GU.
Didáctica y profesorado:<br />
Interpretación:<br />
— Alberto Blancafort París.<br />
Técnica de Dirección:<br />
— Mercedes Padilla Valencia.<br />
Análisis:<br />
— Daniel S. Vega Cernuda.<br />
Trabajo vocal individual:<br />
— Alfonso Ferrer Prieto.<br />
Concierto y Seminario Coral:<br />
«CAPILLA Y PEÑAFLORIDA»<br />
- Jon Bagues.<br />
7.° CURSO DE<br />
DIRECCIÓN CORAL<br />
Castillo de La Mota<br />
MEDINA DEL CAMPO<br />
(Valladolid)<br />
5 al 14 de Septiembre<br />
Información:<br />
Dirección General de Patrimonio<br />
y Promoción Cultural.<br />
Servicio Promoción de las Artes y Difusión de la cultura<br />
Monasterio Ntra. Sra. de Prado<br />
Autovía Puente Colgante, s/n<br />
47014-VALLADOLID<br />
Trabajo coral con el niño:<br />
- Maite Oca Hernández.<br />
Seminarios de Gregoriano:<br />
- Laurentino Sáenz de Buruaga.<br />
Seminarios complementarios<br />
sobre Renacimiento y Barroco.<br />
Seminarios complementarios<br />
sobre Renaciomiento y Barroco.<br />
Despertar del cuerpo y expresión corporal:<br />
- M- Jesús Uranga Arandia.<br />
Coordinación:<br />
José M. a Morate Moyano<br />
Velardes, 7, 2? E - 47002 - Valladolid<br />
Tfno.: 6983) 29 41 14<br />
Junta de<br />
Castilla y León<br />
Consejería de Cultura y Bienestar Social<br />
Dirección General de Patrimonio y Promoción Cultural
DISCOS<br />
ESTUDIO niSCOGRAFICO<br />
El nonogenario pianista alemán Wilhelm<br />
Kempff (Jüteborg, 1895}, ya<br />
hace tiempo retirado de la actividad,<br />
ha pasado a la historia del piano de<br />
este siglo junto a nombres como los de<br />
Fischer, Schnabel o Rubmstein, si bien el<br />
suyo ha estado ligado de una manera<br />
especialmente significativa al de Beethoven<br />
y Schubert (sobre todo al del primero).<br />
Kempff es -o mejor, ha sido- un<br />
pianista hasta cierto punto controvertido,<br />
objeto de apasionados elogios y<br />
furibundas críticas, quizá por todas las<br />
peculiaridades y hasta -sí se me permite-<br />
contradicciones que presenta. En<br />
efecto, no es Kempff un ejecutante consumado,<br />
en el que nos llame particularmente<br />
la atención una técnica poderosa,<br />
un mecanismo infalible a lo Horowitz,<br />
incluso no es un especialista del color, ni<br />
su respeto por la partitura es<br />
escrupuloso (como después veremos).<br />
Sin embargo, hay que convenir que<br />
entiende de forma excelente el lengua]e<br />
beethoveniano, sobre todo desde el<br />
punto de vista del mensaje global, y es,<br />
eso es indudable, un artista de enorme<br />
expresividad, que siente y ama esta<br />
música y que sabe, pese a sus limitaciones<br />
como ejecutante,<br />
transmitirlas al<br />
oyente hasta acabar<br />
por convencer.<br />
Comenté antes<br />
de las aparentes<br />
contradicciones, y<br />
es bien cierto que<br />
existen, incluso en<br />
aspectos puramente<br />
mecánicos, lo que<br />
no deja de resultar<br />
sorprendente. Uno<br />
no podría esperar<br />
que quien toca, y<br />
muy bien por cierto,<br />
a un tempo tan<br />
rápido el Prestissimo<br />
de la Primera<br />
Sonata, sin abrumadora<br />
claridad pero<br />
sin pifas aparentes,<br />
reparta luego fallos<br />
aquí y allá (desarrollo<br />
del primer tempo<br />
de la Sonata n°<br />
3, Rondó de la<br />
Sonata n" 7, primeros<br />
tiempos de la<br />
Appassionata, Wilbelm Kempff<br />
7SSCHERZO<br />
Un clásico que vuelve<br />
Waidstein y Hammerklavier, Op. 111,<br />
por citar los más aparentes).<br />
No obstante, no es la mecánica la<br />
única contradicción del pianista alemán.<br />
Llama la atención que quien escoge, en<br />
casi todos los casos, sabiamente los<br />
tempi (con la excepción de algún Allegro<br />
inicial un punto caldo, el finale de la<br />
Appassionata, que adolece de lo mismo,<br />
y el monumental Adagio de la Hammerklavier,<br />
en el que personalmente desearía<br />
un mayor reposo), y que en lineas<br />
generales, traduce con notables resultados<br />
la línea expresiva genera! de las distintas<br />
obras, pase por alto determinados<br />
detalles, a veces muy importantes y claramente<br />
expresados por el compositor,<br />
que si no llegan a malograr una por lo<br />
demás excelente lectura si pueden<br />
resultar un tanto irritantes. El primer<br />
ejemplo viene en el Largo appassionata<br />
de la Segundo Sonólo, en el que Beethoven<br />
busca un efecto de contraste al<br />
contraponer el staccato sempre de las<br />
semicorcheas de la mano izquierda con<br />
el legato de la linea de canto de la<br />
mano derecha. Kempff, que por lo<br />
demás matiza de forma exquisita y dice<br />
muy bien toda la Sonoro, descafefna la<br />
indicación hasta casi convertiría en inexistente,<br />
borrando así el efecto evidentemente<br />
buscado por el compositor.<br />
Licencias menos importantes, como<br />
cambios de matiz o acentos olvidados<br />
(cuando otros son magistrales) se<br />
encuentran uniformemente repartidas<br />
por el ciclo. En el Andante de la Sonata<br />
n.° 15 Kempff vuelve a las andadas, sólo<br />
que esta vez por limitaciones técnicas, y<br />
al poner pedal en los compases 18-21<br />
para conseguir un buen legato en los<br />
acordes de la mano derecha borra el<br />
staccato manifiestamente marcado en la<br />
izquierda, por lo que el pasaje entero<br />
pierde coherencia. Más adelante, cuando<br />
Beethoven indica lo mismo en los<br />
compases 47-50 para contrastar con los<br />
c. 51-53, marcados legato, Kempff los<br />
hace exactamente igual, supnmiendo<br />
nuevamente el efecto buscado por el<br />
compositor.<br />
Parecidos dislates nos encontramos<br />
en la Op. II I,una de las lecturas menos<br />
afortunadas del ciclo, en el que los acordes<br />
de los compases 3 y 5 del primer<br />
tiempo quedan cortados en seco (y feísimos,<br />
por cierto), sin atender al efecto<br />
de pedal pedido por Beethoven, que
Wilhelm Kempff<br />
claramente apunta a una mucho más<br />
natural prolongación del sonido.<br />
En fin, la política de repeticiones<br />
resulta anárquica, y va desde hacer las<br />
que no están marcadas (!), caso del<br />
desarrollo del primer tiempo de la Primera<br />
Sonata, hasta no hacer algunas de<br />
las más evidentes (el caso más sangrante<br />
se me antoja el de la exposición en el<br />
primer tiempo de la Waldsteirí),<br />
A estas alturas el lector seguramente<br />
estará pensando que no valoro muy<br />
positivamente este ciclo (en el mejor de<br />
los casos) o que estoy, osodfa habemus,<br />
atacando un sagrado nombre entre los<br />
pianistas, Nada más lejos de lo uno y de<br />
lo otro. Porque si he apuntado los fallos<br />
y limitaciones como lo he hecho, ha<br />
sido para resaltar aún más que, pese a<br />
todo lo anteriormente expuesto,<br />
Kempff acaba por arrastrarnos a su<br />
mundo en la mayoría de las ocasiones, y<br />
que, salvo lecturas giobalmente flojas,<br />
casi limitadas en realidad a la Op. III,<br />
uno termina por olvidar los fallos y las<br />
licencias y se deja llevar por la irresistible<br />
fuerza expresiva del músico.<br />
Escúchense si no el tremendo, arrollador<br />
Finale de la Primera Sonata antes<br />
mencionado, la elegancia y gracia del<br />
rondó de la Segundo, la preciosa línea<br />
cantable, con fino rubato, del Allegro<br />
motto e con brio de la Quinta Sonoro, la<br />
oscura serenidad del Allegretto de la<br />
Novena, la electrizante lectura de la<br />
FOTO: D.G<br />
Sonata n" 13 o la expresividad contenida<br />
de la Sonata Claro de luna, en la que<br />
el Finale, pese a no ser muy rápido,<br />
alcanza el grado justo de aguato.<br />
La línea de canta, la sutileza en el matiz.<br />
el excelente juego de reguladores, son<br />
pues las cartas fuertes de este artista que<br />
sabe convencemos con su expresividad.<br />
El segundo tiempo de la Sonata n" 27,<br />
casi liederístico, es sencillamente magnífico,<br />
una verdadera lección de saber decir<br />
en el piano. En fin, hasta el Adagio de la<br />
Hammerklavier, pese a echarse de menos<br />
un tempo más moderado, es un excelente<br />
ejemplo de la belleza de expresión, de<br />
acariciar las notas. Por contraste, y pese a<br />
moderar algunos movimientos rápidos,<br />
Kempff sabe transmitir energía y contundencia,<br />
con algunos ataques (Sonata n"<br />
30) casi hirientes.<br />
En resumen, un Beethoven justamente<br />
clásico de un pianista que tenia recursos<br />
expresivos más que sobrados para<br />
salvar las limitaciones técnicas, y que era<br />
tan astuto (perdón por el atrevimiento)<br />
BEETHOVEN: Las 32 sonoros pata paño. WllWm<br />
Kempfl, puno. DEUTSCHE GRAMMOPHON «9<br />
J06-2 GX9 AJbgm ót 9 CD, ADD. Duraciones:<br />
63*51. 52'47. 74'IO. 711)3. U'M. 7116. 70'. SffOI<br />
y ">9'47. Grabación: Hannover. Bmhoven Sul,<br />
líl«4 (W 1S-J2). 9/1964 (16-18, 21-13. 15. 26.<br />
IB), II/IW (1-7,9, (0, 12, 19. 10) y I/IW5 (8.<br />
II. 13-1S. 27). Productores; Wdpnj Lohle, Karl<br />
Fiuít (16-18. 21-21. 25. 26. 28). Hjni Webtr (29-<br />
31). Infanicrn: Kliui Scheibe. Hemí Wildhigen<br />
(16-18, 21-13. 2S, 16. 28-32).<br />
DISCOS<br />
como para llevar al oyente más allá de<br />
sus numerosas y en ocasiones más que<br />
discutibles licencias.<br />
En cuanto a aspectos más triviales,<br />
digamos que el sonido (grabaciones de<br />
1964-65) es bastante bueno, aunque<br />
con soplido aparente y cierta tendencia<br />
al exceso en agudos con relativa pobreza<br />
de graves. En ese sentido Barenboim<br />
(EMI) goza de grabaciones más afortunadas.<br />
La presentación, con tres volúmenes<br />
bien definidos y en orden apenas<br />
alterado en un par de ocasiones (EMI<br />
fue aquí mas anárquica para Barenboim,<br />
además de emplear un disco más, si<br />
bien es cierto que el anglo-argentino es<br />
mas respetuoso con las repeticiones),<br />
cuenta con unas ilustrativas notas del<br />
propio artista, claro está que no traducidas<br />
a nuestro idioma.<br />
A la hora de definirse, el asunto está<br />
más que complicado. Reunir todo el<br />
ciclo de sonatas de Beethoven por versiones<br />
separadas de las distintas obras<br />
es tarea de sudar tinta, porque uno se<br />
enfrenta a repeticiones tal vez no deseadas<br />
e inevitables, aunque sea imposible<br />
olvidar la Appossionato de Richter<br />
(RCA) o las últimas sonatas de Pollini<br />
(DG). por poner dos ejemplos. Por otra<br />
parte, y aun a precio medio (como es el<br />
caso), la inversión en varios ciclos no es<br />
algo que esté al alcance de todos los<br />
bolsillos. Entre los ciclos baratos, este de<br />
Kempff y el de Barenboim (EMI) son<br />
claramente preferibles a Ashkenazy<br />
(Decca), pero la elección entre los dos<br />
primeros es mucho más comprometida,<br />
porque el joven Barenboim, de recursos<br />
técnicos mucho más depurados y musicalidad<br />
intachable en aquella grabación,<br />
tiene mucho que decir, especialmente<br />
una lectura más conseguida, casi asombrosa<br />
para su edad, de las últimas sonatas.<br />
El posterior ciclo para DG, aparte<br />
de sonar mejor, es mucho menos afortunado.<br />
Lo más apropiado para decidirse<br />
entre Kempff y Barenboim es hacer<br />
un pequeño examen de varias sonatas y<br />
elegir sobre la base de las preferencias<br />
personales. Schnabel (EMI) va a ser otra<br />
alternativa, pero su más que deficiente<br />
sonido (de los años 30} retraerá con<br />
razón a más de uno.<br />
Finalmente hay que reseñar que falta<br />
aún en compacto el que para muchos<br />
-me incluyo- es el más conseguido de<br />
todos, y que merece una edición urgente<br />
-a precio moderado, claro está-; me<br />
refiero al de Arrau para Philips.<br />
Entre tanto, este de KempfFes un clásico<br />
felizmente recuperado en el nuevo<br />
soporte y que a buen seguro proporcionará<br />
excelente disfrute a todos los<br />
aficionados.<br />
Rafael Ortega Basagoití<br />
SCHEBZO 79
L E O<br />
RAFAEL<br />
PHJLIPE<br />
fíSTIlfflL<br />
(OfiDOSfl<br />
[ ROl_JV^ER l
BIRELLI<br />
COfiDOSfl<br />
C3AL-A DE FLAMENCO: Con<br />
I-AGRENIE - PHILIP ATHERINE Trío<br />
ISK - PABLO DE L-*.<br />
HOMEMAJE A JOAQOIM RODRIQO II<br />
ELA : UMA DIMASTIA<br />
ntonio c:^«^^l^^<br />
PROGRAMA DE CONCIERTOS<br />
Y NOCHES A LA LUZ •*<br />
DE LA GUITARRA I<br />
'.5 Junio - 6 Julio 1991»<br />
akÉ*
DISCOS<br />
ESTUDIO DíSCOGRAFICO<br />
Enrique Martínez Miura, en su presentación<br />
del primer volumen de la<br />
integral de las sinfonías de Haydn<br />
por Hogwood (Zarpa la nave, SCHER-<br />
ZO n° 52) hizo severas referencias a la<br />
interpretación de Antal Dorati con la Philarmonica<br />
Hungarica, única integral disponible<br />
en su reedición CD (ocho volúmenes<br />
de cuatro discos, que se pueden<br />
adquirir separadamente) y que fue grabada<br />
hace veinte años. La visión (la escuna)<br />
del repertorio barroco, clasico y del primer<br />
romanticismo han cambiado de<br />
manera radical; sin ánimos de hacer de<br />
abogado del diablo quisiera sin embargo<br />
poner en entredicho (al menos discutir)<br />
algunas opiniones de EMM, a pesar de<br />
compartir mas de un criterio (teórico o<br />
estético), y esto, basándome en las diversas<br />
y hasta contradictorias opciones interpretativas<br />
encontradas en las cuatro integrales<br />
a venir Hamoncourt, Concentus<br />
Musicus Wien y Concertgebouw Amsterdam<br />
(Teldec); Goodman, The Hanover<br />
Band (Nimbus e Hyperion); Hogwood,<br />
The Academy of Ancient Music<br />
(L'Oisseau Lyre); Pinnock. The English<br />
Concert (Archiv).<br />
A) El tempo: estos (y otros) intérpretes<br />
nos enseñaron (demostraron, convencieron)<br />
que los menuettas, anunciando<br />
a los scherzos beeth oven i anos,<br />
admiten una velocidad superior al<br />
tempo generalmente empleado por<br />
Karajan, Bohm, Beecham y hasta Szell<br />
(pudiendo asi efectuarse todas las repeticiones<br />
sin desequilibrar la sinfonía, tal<br />
como -se supone- lo había previsto el<br />
compositor), y que los andantes pueden<br />
ser intepretados a tempo de marcha, y<br />
no forzosamente de paseo. La dimensión<br />
dinámica admite así más complejidad,<br />
pero no se trata de un nuevo<br />
esquema tan rígido como el anterior, ya<br />
que Goodman escoge un tempo bastante<br />
retenido en los menuettos. ¿Qué<br />
tempo, pues? La amenaza Furtwángleriana<br />
(¿el tempo?: depende de cómo<br />
suena) parece acechar de nuevo, pero<br />
de manera más coherente: el tempo<br />
depende efectivamente de cómo cada<br />
director hace sonar a la sinfonía ¡con tal<br />
de respetar su estructura temporal, sus<br />
repeticiones! Los tempi escogidos por<br />
Dorati a veces (pero ocurre con Pinnock<br />
también) obligan al director a omitir<br />
alguna repetición (al Andante, lento,<br />
de la Sinfonía A, por ejemplo), mientras<br />
que al contrario el tempo relajado de la<br />
Sinfonía n" 12 está en absoluta coherencia<br />
con el parámetro estilístico, así<br />
como, por ejemplo en la Sinfonía n° /,<br />
82 SCHERZO<br />
Obligada y bienvenida polémica<br />
Antal Dorati<br />
con todas sus repeticiones.<br />
B) Fraseo y ornamentación: ios cuatro<br />
directores auténticos mencionados al<br />
principio mantienen una estricta observancia<br />
de la (nueva) verdad musicológica;<br />
se podrá, pues, criticar algún portomento<br />
que Dorati permite por ejemplo<br />
en la Sinfonía 6, pero con este mismo<br />
criterio, habrá que alaban la sutil (y<br />
mus i cológica) ornamentación empleada<br />
en el Menuetto de la n° 40.<br />
C) Orquestación y efectivo instrumental.<br />
Hogwood, en las últimas sinfonías<br />
(pero no sé si forman parte de la<br />
integral) utiliza los instrumentos adaptados<br />
al repertono, pero, en contra de las<br />
exigencias de Haydn, su orquesta es<br />
demasiado delgada. Dorati. en las mismas<br />
sinfonías, si no utiliza instrumentos<br />
originales, en cambio respeta el peso<br />
sonoro indicado por el compositor.<br />
Otra polémica concierne al empleo de<br />
clave para el continuo (los musicólogos<br />
HAYDN: Sinfonías 1-104. Sinfonía Concertante<br />
Sinfoníos. A y ñ. Ptiilharmonia Hungirica.<br />
Anal Dorao. Ocho volúmenes de cuatro CDl<br />
DECCA precio medio. Vol Ir Sinfomfas 1-16.<br />
DECCA 425 900-2.4 h 30.. Vol 1: Sinfonías 17-<br />
33 DECCA 425 90S-2.4 h 34. Vol 3: sinJwtJbs<br />
34-47 DECCA 42S 910-2. 4b 42'. Vol 4: Sinfonías<br />
48-59. DECCA 425 9IS-2.4 h 32 1 . Vol S:<br />
Sinfonías 60-71. DECCA 425 920-2. 4h 11 1 . Vol<br />
6: Sinfonías 72-83. DECCA 425 925-2. 4h 3-'.<br />
Vol 7; Sinfonías B4-9S, DECCA 415 930-1. 4h<br />
46'. Vol 8: Sinfomias 96-1 04. Sinfonía Concertante<br />
Sinfonías Ayñ DECCA 42S 915-2. 4h AT.<br />
Excelente grabación y restitución lonora ADD<br />
1969-1972 pro C. Moorfbot Director irtlitico:<br />
J. MaNInson.<br />
Webster y Robbins Landon no consiguieron<br />
proponer argumentos definitivos<br />
en pro o en contra. Ver las revistas<br />
Early Music de 1990 y Gramopbone<br />
1990/91): Goodman lo utiliza; Hogwood<br />
no; Dorati, a veces, según las obras.<br />
Pero el punto más importante concierne<br />
a la orquestación como valor estructurante<br />
de las obras, y que Dorati exalta<br />
con minuciosa atención y acierto musicológico:<br />
el contrabajo en la trilogía de<br />
las horas (Sinfonías n" 6, 7, 8); las trompetas<br />
en la n" 75; las trompas en su<br />
octava aguda en la Sinfonía Concertante,<br />
tal como lo indica Haydn, detalle que<br />
Bohm por ejemplo pasa por alto.<br />
Y D) El buen hacer. Protesto enérgicamente<br />
en contra del juicio emitido<br />
por EMM en cuanto a la superioridad<br />
de los instrumentistas de la Academy<br />
con Hogwood sobre la Philharmonia<br />
Hungarica: Los primeros son excelentes,<br />
las texturas extremadamente claras<br />
(más que con Dorati), pero no son<br />
menos perfectos los filarmónicos húngaros<br />
(y en realidad, fuera de toda preferencia<br />
personal en cuanto al color<br />
orquestal empleado -instrumentos originales<br />
o no-, ha/ que reconocer que<br />
los filarmónicos húngaros no tienen los<br />
deslices de los académicos ingleses<br />
como por ejemplo -¡ay, / perdón!- en<br />
la Sinfonía n° 22).<br />
Antes que Bohm o Karajan (algunos<br />
eminentes críticos intentando recelarse,<br />
reconocen haberse equivocado durante<br />
un cuarto de siglo al recomendar las<br />
versiones de aquellos directores), antes<br />
que Beecham (cuyas excentricidades<br />
pueden seducir en concierto, pero no<br />
tanto en repetidas escuchas discograficas),<br />
y tal vez a la par con Szell, Antal<br />
Dorati nos presenta (y la integral lo<br />
hace más patente) a un Haydn eternamente<br />
moderno, desde las experimentaciones<br />
misteriosas de las primeras S/nfomias<br />
(6, 7, 8), el atrevimiento sonoro<br />
(la 82), hasta la fuerza propulsiva (últimas<br />
sinfonías) del ritmo anunciando al<br />
primer Beethoven. La interpretación de<br />
Dorati se refiere a aquel país de Esterhazy<br />
donde lo popular (¿lo zíngaro, balcánico,<br />
húngaro...?) y lo erudito (¿salón,<br />
palacio, conservatorio?...) convivían en<br />
mítico equtlibno. Y si ligeras arrugas estilísticas<br />
evocan en algún menuetto anticuados<br />
encajes y crinolinas, no nos dejemos<br />
engañar debajo de aquellas faldas,<br />
bien podríamos encontrar unas viriles<br />
botas de húsar.<br />
Pedro Elias
DEL 15 AL 26 DE JULIO DE 1 991<br />
ERIORDÍ GUITARRA<br />
NIORQMERO<br />
F E% O Rjj<br />
>, CELÍN Y »E ROMERO<br />
Ík> DE LAS CLASES:<br />
MARÍA CRISTINA<br />
gja.dBAhorros de Ronda)<br />
V<br />
LOS ROMERO Y LA ORQUESTA CIUDAD DE MÁLAGA<br />
con Orquesta<br />
AcfívíOTaes CorAplfementarias<br />
INFORMACIÓ<br />
Secretaria del Otjrso.. /^lameda<br />
29001'MÁLAGA<br />
TeL (952) 22 00 43/15 5^50<br />
* M .^«^(9534 22 00 335?'<br />
I<br />
Eusebio Rioja<br />
AYUNTAMIENTO DE MÁLAGA
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCQGBAHCQ<br />
S<br />
ony Classical se ha hecho cargo<br />
de CBS, heredando un catálogo<br />
con siginifactivas ausencias.<br />
Ausencias del más primordial repertorio<br />
que la marca recién nacida se apresura<br />
a cumplimentar. Primero fue Tosca (presumiblemente<br />
vendrá luego Bohéme);<br />
ahora le toca la vez a Aída ("Antes del ya<br />
programado Trovatore). Ergolis: esta<br />
Aída, nacida de la necesidad o de las circunstancias,<br />
podría resultar de relleno<br />
en una discografía que cuenta con versiones<br />
de altísimo nivel, entre oficiales y<br />
privadas. Pero no es este el caso: la versión<br />
consigue una cota si no extraordinaria,<br />
de dignísima altura.<br />
El equipo reunido proviene de una<br />
representación teatral. Parte de un<br />
momento ya mido en un escenario, en<br />
el del Metropolitan de Nueva York. Esta<br />
base teatral, con las vitudes que conlleva,<br />
es una excepción en los criterios discográficos<br />
oficiales imperantes. (La anterior<br />
versión, que precede a éste, la de<br />
Maazel para Decca, partía de similar origen,<br />
en su caso la Scala Milanesa). La<br />
versión Levine-Met pudo verse en televisión.<br />
A la hora de perpetuada en disco<br />
se prescindió del elemento débil del<br />
teatro: un imposible y declinante Milnes,<br />
cambiándose (ahora por cuestiones<br />
contractuales) a Burchuladze por<br />
Ramey, es decir, relevos para Amonasro<br />
y Ramfis (curiosamente como en la edición<br />
Decca, las voces graves masculinas<br />
que son un problema).<br />
El nombre mas destacable del registro<br />
es el de su protagonista titular. La<br />
Millo, voz de gran vibrato pero controlado,<br />
tiene un registro generoso y conveniente<br />
(aunque el agudo suene menos<br />
poderoso en proporción al resto de la<br />
gama). El timbre es atrayente, la dicción<br />
contagiosa. El personaje está descrito de<br />
manera explícita y directa, basándolo en<br />
modelos reconocibles (Tebaldi en cabeza),<br />
lo cual le quita algo de personalidad.<br />
Pero, al menos, sabe elegir modelos.<br />
Los mejores momentos de Is Millo se<br />
encuentran en el acto del Nilo y en la<br />
escena final.<br />
Siguiendo el orden de virtudes de la<br />
grabación, nos encontramos en Ramey,<br />
que frasea un Ranfis esplendoroso, descubriéndonos<br />
matices en un personaje<br />
tan débil como es este sacerdote egipcio,<br />
perverso y adocenado. He ahí la<br />
astucia de un gran artista: sacar de<br />
donde no hay. Ramey da relieve a cualquiera<br />
de sus frases (escúchense sólo las<br />
primeras y se comprobará).<br />
84 SCHERZO<br />
Su cuarta Aída<br />
Domingo graba<br />
un Radamés cada<br />
cierto tiempo; si se<br />
saca la media,<br />
resulta que lo hace<br />
cada cinco años. El<br />
primero, de 1970,<br />
con la Pnce amencana<br />
de pareja,<br />
interesó por el<br />
brío, la juventud, la<br />
vibración que daba<br />
a un personaje<br />
que no estaba<br />
dentro de su cuerda.<br />
Con Muti, cuatro<br />
años después,<br />
logró dar al guerrero<br />
enamorado<br />
algo más de reflejo<br />
frente a una<br />
ausente Caballé<br />
(ausente de intenciones<br />
y de estilo,<br />
pero con unos<br />
medios de lujo).<br />
Con Ricciarelli y<br />
VERDI<br />
AÍDA<br />
Abbado en los ochenta, Domingo participó<br />
activamente en el naufragio global<br />
de la edición. Pero ahora, cara a cara<br />
con Millo, el tenor español parece renacer.<br />
Su voz aparece adelgazada, contraída,<br />
para alcanzar, descargando el centro,<br />
las notas agudas. El timbre es, diabólicamente<br />
dorado, fibroso, en suma: bellísimo.<br />
Su Radamés es hoy frágil, más profundizada<br />
la lectura, poco heóico (ya<br />
que la voz no da), cuidadoso de la frase,<br />
contrastado. Aparecen momentos débiles,<br />
algunos débilísimos (e' del de/ nostrí<br />
amon, en agudo), al lado de otros excelentes,<br />
en un tira y afloja, perculiar en ei<br />
arte de nuestro tenor. Globalmente se<br />
impone la inteligencia del cantante, la<br />
experiencia del músico. Lo mejor el<br />
Ce/este Aída (que rubrica en la forma<br />
alternativa escrita por Verdi), algunos<br />
pasajes de! dúo con Aída junto al Nilo y<br />
el cuadro de la tumba.<br />
Dolora Zajick, Amneris impresionante<br />
en escena, cuando se halla sola ante el<br />
micrófono su voz aparece tan impropia<br />
VERDI: Ado. Aprile Millo. lop. (Alda); PHddo<br />
Domingo, ton. (ramadéi): Dolora Zajiek,<br />
mejL (Amneris); James Morris, bar. (Amonasro);<br />
Samuel Ramey. baj. {Ramfis); Terry Coofc,<br />
baj. (El Rey). Coro y Orquesta del Metropolitan.<br />
Nueva York. Director: James Levine.<br />
SONY S 3K45973. DDD. Duraciones 19'IS",<br />
40*50" y 65'35". Productor: Michel Glotz. Ingeniero:<br />
Chrlitlan Cortitantlnov. Grabación:<br />
Nueva York 1990.<br />
APR1LE MILLO<br />
PLACIDO DOMINGO<br />
DOLORA ZAJICK<br />
JAMES MORRIS<br />
SAMUEL RAMEY<br />
SONY<br />
JAMES LEVINE<br />
METROPOLITAN OPERA ORCHESTRA AP1D CtiORUS<br />
como esforzada resulta la intérprete.<br />
Sus medios son importantes, pero no es<br />
una mezzosoprano (¿dónde encontrar<br />
hoy una?), porque el grave es pobre, el<br />
centro estrecho (hay momentos que la<br />
Millo se la come sonoramente), encontrando<br />
en la brillantez y f rmeza de algunos<br />
agudos la compensación. Pero, se<br />
ha dicho, Zajick tiene coraje, sabe muy<br />
bien su pape! y, al final, sumando de<br />
aquí y de allá su Amneris puede contrar<br />
adhesiones. James Morris, Amonasro<br />
eventual, ya que no está dentro de sus<br />
habituales cometidos, aparece con buenos<br />
medios (poco italianos), cuidado<br />
canto (pero fuera de estilo a veces),<br />
con la vista puesta en un modelo glorioso<br />
(Leonard Warren), consifuiendo un<br />
sonoro resultado, pero dramáticamente<br />
con perfiles borrosos. Terry Cook hace<br />
un suficiente Rey egipcio y cumplen<br />
(peor el tenor) los dos periféricos y restantes<br />
personajes.<br />
Levine combina ostentación orquestal<br />
con contrastes sutiles; machaconería<br />
con brusquedad, protagonismo inútil<br />
con dejadez: igual a si mismo. Pero la<br />
orquesta suena siempre muy bien, en<br />
un entramado robusto y colorido.<br />
Puede que sea suficiente. (¿No son<br />
mucho tres discos?).<br />
Femando Fraga
ESTUDIO DiSCOGRAFICO<br />
Ramey en lo más alto<br />
Este nuevo Mefistofele tiene fuerte<br />
competencia por lo que respecta<br />
a las voces. El interés de la grabación<br />
se centra en Samuel Ramey, que ya<br />
registró £cco il mondo y Son lo Spirito<br />
che negó en un recital de 1986 (Philips)<br />
y que ha incluido en sus recitales en<br />
directo. Lo primero que hay que señalar<br />
de Ramey es que pertenece a ese<br />
grupo de voces (como Kraus) a las que<br />
el disco pocas veces hace justicia. Su<br />
voz en directo es mas timbrada, penetrante<br />
y tiene mayor stanao. A pesar de<br />
ello, su Mefistofele en este registro<br />
puede medirse con los más glonoso de<br />
la discografia: de Angelis, Giulio Neri.<br />
Boris Christoff, Cesare Siepi y Nicolai<br />
Ghiaurov, lo que no es poco. Supera a<br />
algunos de ellos por la facilidad en el<br />
registro agudo, y en las frases más graves,<br />
que podrían esperarse más débiles,<br />
no tienen que envidiar, por ejemplo, a<br />
Ghiarov. Su Mefistofele refleja su línea<br />
de canto elegante y habituada al repertorio<br />
belcantista, por lo que nunca grita<br />
ni necesita recurrir a efectos exagerados,<br />
aunque el sentido del rubato es en<br />
DISCOS<br />
ocasiones demasiado comedido, lo que<br />
le resta mordiente. Desde la "fatuitá<br />
superba" requerida en el Ave Signor<br />
hasta las tensas intervenciones del Epilogo<br />
aparece impecable de linea y con<br />
timbre redondo en toda la tesitura.<br />
Domingo no tiene la frescura tímbrica<br />
de su grabación de 1974, bajo la dirección<br />
de Rudel (EM1), ni la facilidad de<br />
Pavarotti (DECCA) en las arias. Asi, en<br />
Dai campt, dai prati falta fluidez y el<br />
agudo final suena fatigoso, lo mismo<br />
que en las frases del Epílogo, Delfesistenzo<br />
mió y in un sogno<br />
supremo. Por lo demás<br />
admira su capacidad para aligerar<br />
la voz en algunos<br />
pasajes (como en su Rjgoietto<br />
discográfico, con Giulinj),<br />
todavia la belleza del timbre<br />
y la elegancia en la escena<br />
del jardín. La Margherita de<br />
Eva Marton es sólida, bastante<br />
expresiva en L'altre<br />
notte in fondo al more, pero<br />
demasiado densa y lineal.<br />
No nos eleva precisamente<br />
al cielo, según el texto de<br />
Goethe. La gran Margarita<br />
discográfica es Caballé, en la<br />
citada grabación de 1974,<br />
con Domingo, un mediocre<br />
Treigle y excelente dirección<br />
de Rudel, de la que la<br />
presente, de G. Patané,<br />
queda lejos, aunque correcta.<br />
También es excelente la<br />
Margherita de Mirella Freni,<br />
con Pavarotti y Ghiaurov, en<br />
la que considero la tercera<br />
versión de referencia de<br />
esta ópera. La presente versión<br />
se ajusta a esa homologación<br />
que reúne equilibrio<br />
y calidad media, sin la personalidad<br />
de las otras dos citadas.<br />
Su máximo interés está, pues, en el<br />
Mefistofele de Ramey y en la magnífica<br />
calidad de sonido.<br />
Blas Cortés<br />
BOITO: Mefistofele. Samuel Ramey, b.<br />
fMefistofele}; Eva Marton. iop- (Margh erica);<br />
Placido Dominga, un. (fauit) Sergio Tedesco.<br />
bar. (Waagner); Támara Takaci. iop. (Mana).<br />
Hungaroton Opera Chomi. Hungarlan State<br />
O re he tira. Director Giuieppe Patán*. 2CD<br />
SONY S2K +4983. DDD Duración: éA'*2" f<br />
74'10". Productor David Motüey/JenO Simón;<br />
Ingeniero lítvin Zakiriis. Budapett, julio de<br />
1988.<br />
COLECCIÓN<br />
La música<br />
v los músicos<br />
PATRICK BARBIER<br />
Barbier narra el destino<br />
de estos seres adulados<br />
y legendarios.<br />
Entre 1600 y 1800<br />
las grandes estrellas de<br />
la ópera eran cantantes<br />
de sexo híbrido, que<br />
lograban triunfos y despertaban<br />
pasiones.<br />
272 págs. - ¡315 pías<br />
Javier Vergara Editor
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Claudio Anw<br />
Una antología -ia colección que se<br />
nos ofrece apunta a ese carácter- suscita<br />
no pocas reservas en el filarmónico<br />
medianamente iniciado, a la vez que<br />
propicia la iniciación del aspirante.<br />
Pero, paradójicamente, el primero<br />
obtiene, tal vez, las mejores rentas.<br />
Porque, en el alijo de popularidades<br />
que la antología representa, hallará sin<br />
duda tesoros de mucha estima. La<br />
antología, desde luego, ronda el tópico;<br />
pero -advertía en cierta ocasión el<br />
doctor Marañón- el tópico, como el<br />
orujo, encierra a veces la quintaesencia<br />
de las cosas.<br />
Una perla rara de la colección es, por<br />
ejemplo, la pareja acaso mas grabada de<br />
los Conciertos para piano en Mozart<br />
-20/23-, con un fulgurante Jeffrey Tate<br />
y una English Chamber en muy buen<br />
momento, que responden con bravura<br />
al piano de Mitsuko Uchida, mórbido,<br />
en las yemas de los dedos -con incomprensibles<br />
problemas de registro, por<br />
cierto-,<br />
Y no menos son perlas raras los<br />
alcances de dos grandes, indiscutibles<br />
del piano, en obras de repertorio,<br />
donde la singularidad es mucho más<br />
dificultosa: Arrau en Beethoven y Brendel<br />
en Musorgski -antes de Ravel-. Porque<br />
no es desorbitado afirmar que<br />
Arrau creo una muy especial Patética,<br />
desconcertante y convincente a partes<br />
SCÍSCHERZO<br />
Antología<br />
¡guales. Como no lo es vibrar con Brendel,<br />
cuyos Cuadros acaso habrían hecho<br />
desistir a Ravel de orquestarlos, aunque<br />
nos felicitemos luego, al oírlos de esta<br />
suerte en el mismo compacto, de que<br />
tal no ocurriera.<br />
En el mismo rango de tesoros ha de<br />
citarse, por supuesto, la pareja de Sinfonías<br />
-que lo fue en su ongen, como es<br />
sabido- de Beethoven, Opus 67 y 68,<br />
en las formidables arquitecturas de Haitink<br />
y la Concertgebouw de Amsterdam.<br />
El sentido tectónico de Hartink aplicado<br />
a Beethoven, enfriado con relación<br />
a antecedentes o coetáneos -Klemperer<br />
o Giulini-, produce una evidencia<br />
de las bases que, con independencia de<br />
gustos, me parece obligatoria para acabar<br />
de -Q empezar a- entender estas<br />
partituras tan habituadas como inagotables.<br />
Pero los tesoros de la colección no<br />
se agotan con las versiones magistrales<br />
que he citado, a las cuales quizá sería<br />
justo sumar los Vivaldi y Mozart de<br />
unos I Musici rejuvenecidos en la última<br />
década. En ocasiones, la simple edición,<br />
I Musía<br />
con pleno decoro de un ciclo completo,<br />
como Má Vlast -Mi patria- de Smetana.<br />
oído casi siempre de manera fragmentaría,<br />
es un banquete soberbio. Dorati,<br />
por otra parte, se muestra eficacísimo<br />
en estos menesteres y la Concertgebouw<br />
es garantía de solidez -las hay<br />
mejores, puede ser, pero no más<br />
solidas-.<br />
Por su parte, la solidez de Haitink,<br />
enfrentada al vuelo de la Filarmónica de<br />
Viena, produjo -y es otra pieza fuerte<br />
de la colección- un Réquiem Alemán<br />
hace una década, con una Janowitz beligerante,<br />
menos cristalina, pero más cálida<br />
que la que, en su día, obedecía a von<br />
Karajan, que, como pieza sinfónica, es<br />
irreprochable.<br />
Y un aprecio semejante al que suscita<br />
Smetana se puede tributar al compacto<br />
Grieg y, en particular, a Edo de Waart,<br />
con Elly Ameling, en su amplia selección<br />
del Peer Gynt Tanto él, como<br />
Marriner, navegan bien con los aires<br />
nórdicos de este afectuoso y nunca<br />
ingrato noruego.<br />
St Martin m the Fields es, a su vez, la<br />
compañía que Holliger ha elegido para
Bernonf Haitink<br />
su compacto de oboe/Mozart y que<br />
decepciona, si nos atenemos a las<br />
expectativas de los componentes. En<br />
todo caso, la Academy rinde mejores<br />
resultados bajo la batuta de Kenneth<br />
Sillito que con el mismo Holliger a la<br />
cabeza, cuyo oboe es purísimo, supremo,<br />
pero que edulcora a la cuerda y<br />
demás participantes en una pócima<br />
donde el refinamiento linda con la indolencia.<br />
La incorporación de arias de concierto<br />
a este recital nos suscita algunas<br />
¡ncertidumbres.<br />
Una animación mucho más desenvuelta<br />
respira, en cambio, el titulo<br />
dedicado a la trompa mozartiana, cuyo<br />
solista, Hermann Baumann, conduce a<br />
puerto con plena solvencia y un sonido<br />
verdaderamente vocal, que confiere<br />
a los conciertos un sesgo noblemente<br />
humano. La orquesta de cámara de St.<br />
Paul, que dirige Pinchas Zukerman, se<br />
mueve con pareja naturalidad y redondea<br />
el tono fresco y nada remilgoso<br />
de este registro de inmediata fruición.<br />
Las cadencias, del propio Baumann.<br />
definen el talante adoptado con franqueza.<br />
Probablemente, el registro de más<br />
dudosa calificación es el que reúne en<br />
torno a siete autores -de Berlioz a<br />
Ravel- a dos orquestas -la Staatskapelle<br />
de Dresde y la St Martin- bajo la batuta<br />
única del prestigioso Sir Mamner que,<br />
siguiendo ejemplos poco ejemplares de<br />
todos conocidos, pone su sello a lo que<br />
se tercie.<br />
Ello no quiere decir que lo que se<br />
tercia sea necesariamente mediocre, ni<br />
que el sello sea de sen ab le: de hecho,<br />
este compacto contiene gratas sorpresas<br />
que, si se las acoge con gusto, lo<br />
justifican. Y la más notable es el Boleto<br />
que encabeza la selección, donde<br />
Mamner, con los músicos de Dresde,<br />
juega a su pirueta inglesa en un tono<br />
mucho más inglés que el que suele<br />
obtener de músicos ingleses. Y así<br />
convierte el inefable Bolero de Ravel<br />
en lo que nunca fue, empezando -a<br />
juzgar por sus propios comentariospor<br />
la mente de su autor un verdadero<br />
bolero.<br />
El de Marriner y Dresde lo es. Un<br />
sencillo ardid, que consiste en magnificar<br />
el aparato rítmico, ciertamente mu/<br />
elaborado por Ravel, pero tradicionalmente<br />
relegado al orden de las sutilezas<br />
de un fondo, colocando en la penumbra<br />
la rutilante sucesión de timbres cantores<br />
y diluyendo, de paso, la progresión dramática,<br />
arroja como resultado obvio<br />
que la pieza titulada Bolero sea en efecto<br />
lo que el título enuncia.<br />
Belleza y precisión, orfebrería, eficaces<br />
en la Pavana, no lo son del todo en<br />
MOZART: Conciertos poro oboe, en do mayor OM.<br />
y Jo moyo-, KV3Í3. Anos. KV.JÓB y 538. Heim Hoflijen<br />
oboe. Acidemy of St. Martin in the Fleldi.<br />
Directores: Hdnz Holliger y Kennerh Sillito. Grabado<br />
en Londres, julio. 1983 y junio. 1986. PHILIPS<br />
432 043-2. DDD SÍO"<br />
MOZART: Conciertos paro trompo, en mi bemol<br />
mayor, KV.447 y 417, en re mayor KV.4I2 y 514. y m<br />
bemol mayor. KV495 Hermann B*um»nn: [rompa.<br />
St- Paul Chamber Orchescrg. Director: Pinchas<br />
Zukerman. Grabado -m St- Piut. octubre 1984. PHI-<br />
UPS 432 0S7-3. DDD. SS'<strong>55</strong>".<br />
MOZART: Conciertos para piono, números 20, en re<br />
menor. KVAbb, y 23, en la mayor. KVA88 Mrnuko<br />
UchWr ptino. Engliih Chamber Orctettra. Director<br />
JefFrey Tate. Grabado en Londres, octubre.<br />
1985 y julio, 1986. PHILIPS. 432 049-2. DDD.<br />
*6W.<br />
DISCOS<br />
el Fauno, ni resuelven, porque probablemente<br />
es insoluble, la insoportable levedad<br />
de la Joto de Glinka.<br />
La limpieza digital -salvo misterios del<br />
piano, que cité arriba, no bien aprehendidos-<br />
parece asegurada.<br />
Joaquín Amau Amo<br />
VIVALDI: Conciertos pora noto d'omore. en re, RV392;<br />
pora ¡lauta, en re, Op. 10/3, RVA28 «¡I garaWImo»;<br />
pora woflh y órgano, en fe, RV.54Z pora oboe y fagot<br />
en so/, RV.545; pora Cuoiro violines. Op. 3/1, RVS49,<br />
pora oboe, en do, Rtf44ó. y poro cuerda, en a bemol,<br />
V 166. I Muitcl. Grabado en La Chain de Fonds.<br />
julio l9BI/B2/83/Bé/87. PHIUPS. 432 OS»-! DDD.<br />
6539"<br />
MOZART: Serenatas nocturnos, en sol mayar. KV.S2S,<br />
y re maye, KV.239. Dwemmenti. en re mayor, KV136,<br />
s bemol mayor, KV.1.57, y fe mayor. KyiJB. 1 Musid.<br />
Gribada en La OaiDt de Fonds, julio, 1981 y agosto.<br />
198). PHIUPS. 43] 0<strong>55</strong>-2. DDD. 64 1 B6ETHOVEN: Smfbnfas n* 5 en do menor. Op. 07, y<br />
n.' 6 en fo mayor, Op 68. «Pattorabi. RoyaJ CoAcertg&bouw<br />
Orchestra. Amsterdam. Director Bemard<br />
Haitink. Grabado en Amsterdam, \ y 4/1986. PHI-<br />
UPS. 432 058-2. DDD. 75'31".<br />
BERUOZ; Morena Húngaro de «La Condenación de<br />
Fousnw). GLJNKA;Jotc aragonesa. SAINT SAENS:<br />
Danza macabro. CHABRIER: Maicha alegre.<br />
DEBUSSY: Pmtudo a la siesta * un feímo DUKAS:<br />
B aprenda de tirito RAVEU Solero. Pavono paro una<br />
Infanta difunto Stáaokapelte Dresden y Aotdemjr of<br />
St Martín in the Fields. Director; Nevllle Mamner.<br />
02'\<br />
Grabado en Dresde. junio, 1981 y Londres v igotto.<br />
1983. PHIUPS 4» 198-2. DDO WIS"<br />
SMETANA: Mi pono. Royll Concertgebouw Amsterdam.<br />
Director: Antal Dorad Grabado «n Amsterdun.<br />
octubre. 1986. PHIUPS. 432 196-1 DOD.<br />
n-\r.<br />
BRAHMS: Un Réquiem Alemán. Op. 45 Gundula<br />
Janowrcr (soprano) y Tom Kraus* (barítono). Coro<br />
de la Opera del Estado de Viera. Director Norbwt<br />
Batatscrt. Orquesta Filarmónica de Vi«na- Director<br />
Bemird Hamnk. Grabado en VEena. marro/abriL<br />
1980. PHIUPS. 4232 038-1 DDD. 7«l".<br />
MUSORGSKI: Cuodros de una<br />
original, para plano, y orqu«naJ de Hivet- Attred<br />
Brendel. piano. Orquesta Filarmónica d* Vlena.<br />
Director André Premn. Grabado en Londres, julio.<br />
1985, y Viena. abril. 1985. PHILIPS. 432 051-2.<br />
oat'<br />
BEETHOVEN: Sonata; paro pana, números 8. en do<br />
GRIEG: Peer- GynL Op. 23 (selección). HoJberg irte,<br />
Op 40 Brjr Ameling. soprano. Orquesta Sintónica y<br />
menor; Op. 13, «PaUtKO». 21. en do mayor, Op 53. Coro de San Francisco. Director Edo de Wairt<br />
«VVoWsterru., y 23, en (a menor, Op. 57. nAppassono- Academy of St Martin in the Fields- Director: Nevi-<br />
[au Claudio Arrau: ptano. Gribado en La Chaux de llv Marrlner. Grabado en San Francisco, octubre.<br />
Fonds. abril. 1986 y octubre. 1984. y Nueva York, • 982 y junio. 1983, y Londres, noviembre. 1984.<br />
dktembrt 198* PHIUPS. 432 041-2. DDD. 76'S4\ PHIUPS. 432 192-1 DDD. 66'or.<br />
SCHERZO 87
DISCOS<br />
ESTUDIO DiSCOGRAFICO<br />
Rubiiistein, felizmente recuperado<br />
Artur Rubinstein (Lodz. 1887-<br />
Ginebra. 1982) es una de las<br />
grandes leyendas del piano de<br />
nuestro siglo. No obstante, ha sido y<br />
es objeto de adhesiones incondicionales<br />
y furibundas criticas, basadas éstas<br />
sobre todo en una supuestamente<br />
excesiva libertad en las visiones de<br />
algunas partituras.<br />
Rubinstein se retiró de la actividad<br />
como intérprete en 1976, forzado por<br />
unas cataratas que le condujeron a una<br />
progresiva pérdida de visión. Sin embargo,<br />
no puede sino asombrar, como ocurre<br />
hoy día con e! caso, parejo en ese<br />
sentido, de Claudio Arrau, la extraordinariamente<br />
larga vida activa de un hombre<br />
que se retiró a la nada despreciable<br />
edad de ¡89 años!, habiendo debutado<br />
cuando apenas contaba 7.<br />
Este singular artista, polaco-judio de<br />
nacimiento y nacionalizado norteamericano<br />
en 1946, tenia una fuerte y seductora<br />
personalidad, un gracejo y una chispo<br />
que le hacían particularmente atractivo<br />
para el gran público. Menudo, de<br />
ojos vivos y expresión avispada cuando<br />
se sentaba al piano llamaba ante todo la<br />
atención la naturalidad de su estilo. Las<br />
notas, los pasajes más complejos, surgían<br />
de él sin grandes aspavientos o<br />
exagerados gestos; la cabeza erguida, las<br />
manos desplazándose sobre el piano sin<br />
aparente esfuerzo. Rubinstein tocaba,<br />
como vulgarmente se dice, como el que<br />
¡ova. No era un trabajador nato, un<br />
devorador de horas y horas de práctica.<br />
Era un artista de una inteligencia excepcional,<br />
de una memoria prodigiosa y,<br />
sobre todo, de un sorprendente instinto<br />
para dar en la diana, para atinar con el<br />
sentido de cada obra y para saber<br />
expresarlo y comunicarlo al oyente.<br />
También es cierto que ese mismo<br />
carácter intuitivo, inquieto, unido a su<br />
fuerte y muchas veces radical personalidad,<br />
le llevaba a tomarse algunas libertades<br />
en determinadas obras que le valieron,<br />
como se apuntó antes, más de una<br />
critica de quienes consideraban, a veces<br />
no sin razón, que sus lecturas eran poco<br />
ortodoxas.<br />
Admirado y homenajeado en todo el<br />
mundo, ligado desde sus comienzos a<br />
una España que tan bien le recibió siempre,<br />
Rubinstein dejó un abundante<br />
legado discográfico, recogido sobre<br />
todo por RCA que ahora es felizmente<br />
recuperado en soporte de disco compacto.<br />
Las grabaciones son, en su mayoría<br />
(comentamos por lo que nos ha llegado<br />
en este primer envío), de los años<br />
SSSCHERZO<br />
60 y principios de los 70, con apenas<br />
algunas de finales de los 50 y una (Concierto<br />
n" / de Liszt) de finales de los 40.<br />
En general, el sonido se excelente, y los<br />
ingenieros han transferido con éxito<br />
considerable las grabaciones originales.<br />
En esta primera primera parte del<br />
estudio, repasaremos las 13 referencias<br />
(de un total de 38 anunciadas en pnncipio)<br />
que nos han sido remitidas, para<br />
ocuparnos en la segunda de algunas<br />
cosas importantes que no nos han llegado<br />
aún. En cuanto a la presentación, las<br />
notas son en general ilustrativas (aunque<br />
no están en castellano,<br />
claro), y algunos<br />
ejemplares contienen<br />
un breve perfil<br />
biográfico del artista.<br />
Por desgracia, en<br />
algún caso se ha<br />
empleado un tipo de<br />
letra impresentable<br />
por minúsculo<br />
(Mazuikas, lo que es<br />
una pena, porque las<br />
notas están muy bien<br />
escritas), por lo que,<br />
dada su longitud,<br />
recomendamos se<br />
armen de lupa para<br />
leerlas.<br />
R u binstein-Chop i n<br />
Si a algún compositor<br />
ha estado especialmente<br />
unido el<br />
nombre de Rubinstein,<br />
ese es sin duda<br />
el de Fryderyk Chopin.<br />
De este compositor<br />
nos han llegado<br />
las versiones de los<br />
dos Conciertos pora<br />
piano, /as Polonesas,<br />
Los Valses y las<br />
Mazurkns. El Chopin<br />
de Rubinstein es elegante,<br />
siempre bien articulado, viril pero<br />
expresivo, gracias a, entre otras cosas,<br />
un generoso pero sólo en pocas ocasiones<br />
excesivo rubato. Excelentemente<br />
matizado, no es nada proclive a los desmadres<br />
excesivos incluso en los pasajes<br />
de bravura, en los que tan fácil es perder<br />
al control. No puede dejar de sorprendemos<br />
la frescura, la vitalidad de las<br />
versiones de los dos Conciertos para<br />
piano, tocados con un juvenil espíritu<br />
por quien ya tenía bien cumplidos los<br />
70 años. La Romanze: Larghetto del Primer<br />
Condeno es una delicia de expresión<br />
en el piano, alcanza una intensidad<br />
sobrecogedora, sin perder la elegancia.<br />
Algo parecido puede afirmarse del<br />
mismo movimiento del Segundo Concierto,<br />
Los movimientos extremos tienen<br />
una fuerza y na ligereza extraordinarias,<br />
pero los pasajes líricos están<br />
dotados de un sentimiento que conecta<br />
inmediatamente con el oyente.<br />
Los Vo'ses son probablemente lo más<br />
controvertido de este apartado sobre<br />
Chopin. Todas las cualidades enunciadas<br />
están ahí, claro, pero Rubinstein se<br />
toma ciertas libertades de letra y el<br />
rubato puede parecer a algunos excesivo<br />
partitura en mano (y recordando lo<br />
que decía Chopin al respecto del rubato<br />
y de mantener el tempo). No obstante,<br />
uno siente la irresistible tentación<br />
de rendirse ante, otra vez, la exquisita<br />
elegancia del intérprete (escúchese el<br />
Op. 64 n° 2, especialmente su final) aunque<br />
se tome alguna licencia de mas.<br />
En las Polonesas es otra vez el inimrta-
le estilo, esa preclara capacidad para<br />
acertar con el ctima apropiado lo que<br />
nos deslumhra por encima de todo. No<br />
pretendamos encontrar al Pollini de<br />
arrolladora y apabullante técnica, porque<br />
no son esos los dominios de Rubinstein,<br />
con poseer una técnica excelente.<br />
Pero, como el mismo pianista reconoce<br />
en el manuscrito que figura en la contraportada<br />
de las notas al disco (y en<br />
todos los de Chopin), esta es una música<br />
que llego al corazón, y pocas veces<br />
tiene uno ocasión de escucharla tan<br />
fuertemente sentida como en ésta. El<br />
sobrecogedor pianíssimo de la repetición<br />
de segunda sección de la Op. 26 n"<br />
¡, la excelente graduación de la tensión<br />
en la Op. 26 n" 2, la magistral transición<br />
al tempo di mazurka en la Op. 44, son<br />
sólo algunos ejemplos de uno de los<br />
mejores discos de la colección.<br />
Pese a ello, creo que la perto de los<br />
discos de Chopin recibidos es el álbum<br />
de las Mazurkas, en el que uno no sabe<br />
qué escoger, porque hasta las mas simples<br />
están traducidas con una elegancia,<br />
un sentido rítmico asombrosos, y una<br />
capacidad de expresión difícil de calificar.<br />
Escúchense, a guisa de ejemplos, la<br />
magistral exposición rítmica de la Op.<br />
56 n° I. la finura de la Op, 33 n" 2. la<br />
íntima poesía de la Op. 68 n"4, o la sencillez,<br />
preciosamente cantada, de la<br />
conocida Op. 67 n D 3. En conjunto, una<br />
auténtica delicia, que hace justicia a uno<br />
de los géneros mas representativos del<br />
compositor polaco.<br />
Brahms<br />
Es bien sabido que Brahms era un<br />
compositor de particular significación<br />
para Rubinstein, que nadó aún en vida<br />
de! compositor y estudió durante algún<br />
tiempo con quien lo conociera tan estrechamente<br />
como joseph Joachim. Se ha<br />
dicho por ello que el pianista polaco<br />
había bebido en las mejores fuentes. No<br />
obstante, y aun a riesgo de parecer<br />
osado, es sólo en algunas piezas, fundamentalmente<br />
en las de la última época<br />
para piano solo, donde creo que Rubinstein<br />
da con la medida exacta dei, si se<br />
me permite la expresión, recogimiento<br />
de estas pequeñas maravillas. Son obras<br />
como los Intermezzi Op. 116 n° 5 y 6, el<br />
Op. 117 n" 2 o la Romanza Op. Il8n°5<br />
las que respiran paz, ¡ntimismo, reposo,<br />
en toda su intensidad. En cambio, en las<br />
piezas en las que se requiere más energía,<br />
caso de (as Baladas Op. 10 o sobre<br />
todo la Rapsodia Op. 79 n° 2, se echa de<br />
menos una mayor dosis de aquélla. Es<br />
posible que Rubinstein, especialmente en<br />
su madurez, se sintiera incluso más identificado<br />
con las últimas obras del compo-<br />
sitor de Hamburgo que con obras de<br />
juventud. Algo parecido puede decirse<br />
de sus lecturas de la monumental Sonata<br />
en fa menor Op. 5, pese a la soberbia<br />
expresión contenida en el Andante o la<br />
magnífica construcción del Intermezzo, y<br />
del Segundo Concierto, en el que Rubinstein<br />
cae en un rubato por momentos<br />
excesivo, lo que puede resultar para<br />
algunos un punto demasiado almibarado,<br />
aunque hay, claro, momentos de exquisita<br />
matización, especialmente en el<br />
Andante, en cuanto a la representación<br />
de la música de cámara, los dos Tríos Op.<br />
8 y Op. 87 son extraordinarios. Al artista<br />
polaco le atraía la música de cámara y<br />
dejó un buen número de grabaciones,<br />
muchas de ellas muy ¡mportanes, en este<br />
apartado. Los dos Tríos mencionados,<br />
registrados con dos grandes intérpretes<br />
(Szeryng y Foumier) son un modelo de<br />
conjunción, de coherencia en la difícil<br />
unión de tres personalidades tan notables<br />
y acusadas como las de los artistas<br />
mencionados. La infinita paz del Adagio<br />
del Op. 8, revisado por un Brahms maduro<br />
35 años después de escribir el original,<br />
la irresistible grancteur del Allegro final de<br />
CHOPIN: Polonesas. RCA RD 89BI4. S9'29"<br />
(Gnb. 1964). Manidas RCA RD 85171 (2 CDs,<br />
6717" f 72'4í"). (Grabación: 1965-66). Comerlos<br />
paro piano y oiquesio n° I (Nueva OnquMQ Sinfónica<br />
de Londrel Director: ataniílaw Skrowaczcwskl)<br />
y n" T (Orquesta Sintónica det Aire. Director<br />
Atfred Wallenitein). «CARD8S6I2. 70'47"<br />
(Grabación: 1958, 1961). Valses. RCARD 89564,<br />
49 1 <strong>55</strong>". (Grabwión: I «3).<br />
BRAHMS: Concierto para piano y orquesta n D 2<br />
Orquesta Sinfónica da I» RCA. Director J. Kripj).<br />
Intermezn Op Mí n" 5 y Op. 117 n° 2. Ropsoéc<br />
Op. 79 n° ; RCARD 85671. «'51". {Grabación:<br />
1958 -concitrco-, 1970 -reito-). Sonólo en fa<br />
menor Op 5 Intermezzo Op. 116 n°b Romance Op<br />
US n" 5 Sotados Op 10. RCA RD BS472. 61" 18".<br />
(Grabación: I9S9, 1970 -Baladaí-)- Trio Op fi y<br />
Tila Op 87. Con Henryk Szeryng. vioíln, y Plerre<br />
Fourniar. chelo. 6J r 46". RCA RD B626O {gnb.<br />
1971).<br />
BEETHOVEN: Condenas paro pío y orquesto<br />
n" 4 y 5 'Emperador". Orquesta Sinfónica de Boiton.<br />
Director; Erich Lelnidorf. RCA RD S5676.<br />
7I73". (Grabación: 1963-64).<br />
MOZART: Conciertos pora piono y orquesta rf<br />
20. K Abé y 21 < 467 Orquesta Sinfónica de la<br />
RCA. Director: Alfrvrd WillenHan.<br />
HAYDN; Andante y Variaciones en fa menor<br />
RCA GD 67947. 69 1 24". (Grabación: 1960-61).<br />
Cttattetos con piano K 478y ^ 49H Con Miembros<br />
del Cuarteto Guanwi. RCA GD 604406. 5113".<br />
(Grabación: 1971).<br />
SCHUMANI* Trio. Op. 63.<br />
SCHUBERT: Tilo, D. 898 Con Henryk Sieryng<br />
y fierre Fournler. RCA GD B6262. 6ri5". (Grabación<br />
1972-74).<br />
SZYMANOWSKI: Sinfonfo Concertóme<br />
(Orqueita Filarmónica d* lea Angelo. Director<br />
Atfred WailcntKln).<br />
FALLA; Noches en los jardines de Espado<br />
(Orquesta Sinfónica de San Fnnciuo. Dtractor:<br />
Enrique Jorda)r<br />
LISZT: Conce/To poro piano y orquesta n B I<br />
(Orquona Stafónkl de Dallai. Director A. Dori-<br />
[!). RCA GD 60046. 60'29". (Grabación 1952.<br />
1957. 1947. reipectivimente).<br />
Nota: Textos los discos son ADD. Distribución;<br />
BMG.<br />
DISCOS<br />
esa misma obra, son sólo dos ejemplos<br />
de otro disco notable de esta colección.<br />
Miscelánea<br />
El resto de la colección contiene un<br />
disco dedicado a Szymanowski (Sinfonía<br />
Concertante) Falla (Noches en (osjorrlines<br />
de España) y Uszt (Concierto n" I), otro<br />
con los Conciertos 4 y5 de Seethoven,<br />
dos más dedicados a Mozart (Conciertos<br />
20 y 21, Cuartetos con piano K 478 y<br />
493) y uno con sendos Tríos de Schumann<br />
y Schubert {0p. 63 y 0. 898. respectivamente).<br />
En el primero de ellos destaca la<br />
vigorosa lectura de la obra de Szymanowski<br />
y la notable versión de las<br />
Noches de Falla. El Concierto de Liszt,<br />
contiene más lirismo que pasión, y en<br />
ese sentido no hace olvidar la legendaria<br />
vereión de Richter.<br />
Por su parte, el disco dedicado a los<br />
dos últimos Conoertos del sordo de Bonn<br />
es atractivo sobre todo por la contenida<br />
pero muy construida versión del Cuarto<br />
Concierto, aunque con algunos mondentes<br />
un punto duros en el tercer tiempo,<br />
pero siempre magníficamente expresado,<br />
sin afectación ni pesantez. El Emperador<br />
obtiene una versión bastante tradicional,<br />
muy bien articulada, aunque con<br />
momentos de rubato quizá excesivo en<br />
el último movimiento.<br />
El ejemplar correspondiente a los dos<br />
Trios de Schumann y Schubert vuelve a<br />
contar con el impresionante conjunto<br />
Rubinstein/Szeryng/Fournter, y vuelve a<br />
ser una lección de cómo hacer música<br />
de cámara. El Trtb Op, 63 de Schumann<br />
es la viva expresión del romanticismo, el<br />
de Schubert una muestra de lo cantable,<br />
llena de lirismo.<br />
En fin. lo menos convincente de la<br />
colección, al menos para el que susenbe,<br />
son las lecturas de los Conciertos y<br />
los dos Cuortetos con piano de Mozart,<br />
porque aun estando imaginativamente<br />
construidas, creo que caen en lo excesivamente<br />
dulzón.<br />
De cualquier forma, la importancia de<br />
recuperar el legado discográfico de este<br />
artista es innegable. Casi todo es muy<br />
bueno, y bastantes cosas son sencillamente<br />
excepcionales. La increíble variedad<br />
de su personalidad musical, la<br />
asombrosa naturalidad y espontaneidad<br />
de sus interpretaciones, y la directa<br />
comunicatividad con el oyente, hacen<br />
de él un artista de excepción y de sus<br />
grabaciones una fuente de buenos ralos<br />
musicales poco habitual y una inmejorable<br />
demostración de su inefable perfil.<br />
Rafael Ortega Basagoiti<br />
SCHERZO 89
DISCOS<br />
DISCOGRAFICO<br />
igual que sucedió con la Orques-<br />
. ta Sinfónica de la Radiodifusión<br />
avara en su cuadragésimo aniversano<br />
(ver SCHERZO n° 44. pégs. 94 y<br />
95), la empresa alemana Orfeo prosigue<br />
su publicación de conciertos en público<br />
protagonizados por grandes orquestas<br />
dirigidas, claro está, por batutas de pres-<br />
Geofjje SíeH por Winniejakob<br />
tigio que dejaron huella en las mismas.<br />
En esta ocasión, en colaboración con la<br />
Radiodifusión austriaca, Orfeo nos hace<br />
llegar dos atractivos álbumes de cinco<br />
discos cada uno (a precio especial, que<br />
deja de serlo en cuanto se quieren<br />
adquirir los discos por separado) aprovechando<br />
los 90 años de vida de la<br />
Orquesta Sinfónica de Viena. La selección<br />
de directores, como ya dijimos en<br />
la Actualidad discográfica, es bastante<br />
discutible: se han dejado fuera nombres<br />
ilustres que dirigieron la Sinfónica y de<br />
los que, seguramente, la Radio Austriaca<br />
hizo la grabación del correspondiente<br />
concierto (recordamos que la orquesta<br />
estuvo dirigida por Furtwángler, Clemens<br />
Krauss, Knappertsbusch, Bruno<br />
Warter, Richard Strauss. Erich y Carlos<br />
Kleiber, Giulini, Schuricht, Rozhdestvensky,<br />
Kubelik..). De cualquier forma, y<br />
90 SCHERZO<br />
Los 90 años de una orquesta<br />
salvo algún caso poco afortunado que<br />
enseguida comentaremos, estos diez<br />
discos ponen de manifiesto la ortraordinaria<br />
versatilidad de una agrupación que<br />
siempre ha sido considerada como la<br />
hermana menor de la Filarmónica de<br />
Viena (como, en efecto, así es), pero sin<br />
la cual la vida musical vienesa no tendría<br />
sentido.una orquesta a la que Herbert<br />
von Karajan en los años 50 elevó a los<br />
primeros puestos y en los cuales ha<br />
permanecido hasta hoy mismo. Difícil lo<br />
tiene Frühbeck, que a partir de la temporada<br />
1991/1992 asumirá la titularidad<br />
de esta orquesta y que evidentemente,<br />
tendrá que mantener su calidad (o<br />
aumentarla, si ello es factible) durante<br />
los cuatro años que dure su mandato.<br />
La historia de la Orquesta Sinfónica<br />
de Viena, que desde 1933 se denomina<br />
Wiener Symphoniker, se resume muy<br />
brevemente. La orquesta, organizada<br />
bajo forma de una asociación, pertenece<br />
a la ciudad de Viena. En 1900 el<br />
director de orquesta Ferdinand Lowe<br />
fundó la<br />
Wiener Konzertverein,<br />
que para<br />
sobrevivir no<br />
se pudo limitarsolamente<br />
al repertorio<br />
sinfónico,<br />
sino que tuvo<br />
que interpretar<br />
también<br />
operetas y<br />
música de<br />
salón. Sus<br />
instrumentistas,<br />
además,<br />
estaban obligados<br />
en<br />
verano a formar<br />
parte de<br />
las or-questinas<br />
de los<br />
balnearios.<br />
En 1919, después<br />
de la<br />
Primera Guerra<br />
Mundial,<br />
la agrupación<br />
se tuvo que<br />
asociar con<br />
una orquesta<br />
privada (la<br />
Wiener Tonkünstleror-<br />
Hetben von Kamjan porRP.<br />
chester, fundada en 1907 y dirigida<br />
durante algún tiempo por Wilhelm<br />
FurtwSngler) ante la falta de músicos<br />
cualificados. Ferdinand Lowe, que además<br />
de ser fundador de la orquesta fue<br />
también su primer director musical,se<br />
interesó vivamente por la música de<br />
Bruckner que tiene, aún hoy, un lugar<br />
privilegiado en el repertorio de la<br />
orquesta. Desde 1945, sobre todo Herbert<br />
von Karajan el que dio a la Sinfónica<br />
de Viena su perfil artístico. En 1960,<br />
Wolfgang Sawallisch fue su director<br />
musical durante seis años. Josep Krips le<br />
sucedió como Künstiericher Konsulent<br />
(asesor artístico). Después de la temporada<br />
1973/1974. fue Cario María Giulini<br />
quien asumió la dirección musical, a partir<br />
de 1980, Rozhdestvensky sólo ejerció<br />
esta función durante un breve intermedio,<br />
siendo sucedido por Georges<br />
Pretre.<br />
La lista de estrenos mundiales o austríacos<br />
realizada por la Sinfónica de<br />
Viena es impresionante: entre más de
900 obras se encuentran la Novena de<br />
Bruckner, el Concierto para la mano<br />
izquierda de Ravel, los Gurreíieder de<br />
Schónberg, el libro de tos siete sellos de<br />
Franz Schmidt, la ópera de Gottfned<br />
von Einem Jesu Hochzeit y el encargo<br />
que la orquesta le ha hecho a Jean<br />
Francaix (Concierto para quince solistas,<br />
timbales y cuerdos) para celebrar su<br />
nonagésimo aniversario.<br />
Dos álbumes de cinco discos<br />
Los diez discos objeto de este<br />
homenaje al conjunto vienes, agrupados<br />
en dos álbumes, son realmente una<br />
publicación importante (a pesar de sus<br />
carencias). Vayamos comentándolos brevemente<br />
comenzando por el segundo<br />
álbum. Hay un concierto popular dedicado<br />
a obras de los Strauss, en donde la<br />
orquesta está dirigida por el sólido, eficaz,<br />
seguro y poco imaginativo Wolfgang<br />
Sawallisch, más apto para cualquier otra<br />
cosa que para dar vida a estos chispeantes,<br />
delicados y elegantes pentagramas<br />
(asi, por ejemplo, \a Jockey-Polka en<br />
manos de Sawallisch se podría llamar<br />
Polka del podenco: el vals de B Emperador<br />
lo podríamos denominar Vols prusiano,<br />
y asi sucesivamente). Otro maestro<br />
regularmente representado, Lovro von<br />
Matacic, excepcional bnjcknenano que<br />
en este registro no dinge Bruckner, sino<br />
una Sinfonía Incompleta cercana al mundo<br />
de aquél, una de Haydn lenta y pesada,<br />
totalmente fuera de estilo, y finalmente,<br />
una obra de Gottfried von Einem que<br />
justifica la publicación del disco por la<br />
novedad que supone en nuestro mercado<br />
discográfico, a la vez que nos da a<br />
conocer el homenaje de su autor a<br />
Bruckner con una obra<br />
(bruckner Dhlog) que en<br />
determinados momentos<br />
parece haber salido de la<br />
pluma de éste. Las cosas<br />
cambian a mejor con el disco<br />
de Otto Klemperer, quien<br />
ofrece una Heroica grandiosa,<br />
cuya nobleza y claridad de<br />
texturas son sus principales<br />
virtudes. La prensa austríaca,<br />
después de este concierto,<br />
proclamó a Klemperer el<br />
mejor director beethoveniano<br />
de la época. Al mismo<br />
nivel artístico habría que<br />
situar el disco dedicado al<br />
gran Josef Krips, que traduce<br />
con delicadeza casi mozartiana<br />
y un humonsmo irónico y<br />
elegante el poema Vil Eutenspiegef,<br />
una de las grandes versiones<br />
en la historia del disco<br />
(no olvidar que el propio<br />
Richard Strauss aconsejaba a<br />
sus directores de orquesta<br />
que tocasen su música como<br />
la de Mozart); lo mismo<br />
sucede con la Sinfonía Grande<br />
{que, por cierto, ahora se la<br />
numera en octavo lugar, y la<br />
Incompleta en séptimo), que Krips traduce<br />
con un modélico<br />
sentido del equilibrio<br />
entre forma y expresión.<br />
La linea de calidad<br />
desciende<br />
ligeramente con Prétre,<br />
que aunque<br />
suene a tópico deberla<br />
haber estado<br />
representado con un<br />
programa de música<br />
francesa antes que<br />
con uno dedicado a<br />
Wagner. No obstante,<br />
el director francés<br />
hace gala de flexibilidad<br />
narrativa en sus<br />
exposiciones, que se<br />
caracterizan por sus<br />
lineas rigurosas y<br />
coherentes. De todas<br />
formas, estos notables<br />
resultados (aceptables<br />
en un concierto público,<br />
pero discutibilísimos para ser conservados<br />
en una grabación) dejarían de<br />
serlo al compararlos con cualquiera de<br />
los grandes santones wagnerianos. En<br />
definitiva, el segundo álbum de esta<br />
publicación se salva por dos discos<br />
excepcionales protagonizados por Klemperer<br />
y Krips, que pueden adquirirse por<br />
separado del resto.<br />
El primer álbum, por el contrario, no<br />
Josef Krips por Wtnniejakab<br />
D¡SCOS<br />
tiene desperdicio. El único director que<br />
requiere presentación es el suizo Volkmar<br />
Andreae (1879-1962), representado<br />
en esta colección por una modélica<br />
Cuarta de Bruckner. Gottfried Kraus,<br />
autor de las notas del libreto que acompaña<br />
al disco, comenta que Volkmar<br />
Andreae fue uno de los directores más<br />
cultivados e incorruptibles de su generación,<br />
un modelo de sinceridad humana y<br />
artística, asi como de ética profesional,<br />
cualidades que le hicieron siempre<br />
poner la música por encima de cualquier<br />
otro interés como la vanidad personal o<br />
la utilidad de su carrera de director de<br />
orquesta. Todas las innovaciones importantes,<br />
sobre todo en lo que respecta a<br />
la música contemporánea en Suiza y al<br />
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SCHERZO 91
DISCOS<br />
desarrollo de una vida musical autónoma,<br />
están ligadas a su nombre. Sin<br />
embargo, fueron las obras de Antón<br />
Bruckner las que el maestro suizo tomó<br />
como pnncipal centro de su trabajo.<br />
Una especie de afinidad espiritual fue la<br />
que le puso en contacto con la música<br />
del compositor de Ansfelden. En 1907,<br />
Wolkmar Andreae dirigió el estreno en<br />
Suiza de la Noveno, dos años más tarde<br />
el de la Cuarta y gracias a sus iniciativas,<br />
Zunch fue (junto a Viena) uno de los<br />
más importantes centros musicales consagrados<br />
a Bruckner. Su versión de la<br />
Cuarta recogida en esta grabación es de<br />
tempí ligeros pero sin precipitaciones ni<br />
exageraciones en la dinámica, con una<br />
cálida vitalidad que recuerda en cierta<br />
medida la elegante efusividad de un<br />
Schuncht Su simplicidad y exactitud, asi<br />
como la tensión puesta de manifiesto,<br />
hacen de esta lectura una de las grandes<br />
en toda la discografia brucknenana,<br />
Hermann Scherchen dingió la Novena<br />
de Mahler a la Sinfónica de Viena el 19<br />
de jumo de 1950, año en que la música<br />
de éste se podía considerar como de<br />
vanguardia por lo que a programación<br />
de sus obras en los conciertos se refiere,<br />
es decir, eran raros los directores que se<br />
atreviesen a programar una de las Sinfonías<br />
del músico de Kalischt En este sentido,<br />
la versión de Scherchen es poco<br />
menos que una pnmicia, teniendo que<br />
destacar también su indudable categoría<br />
interpretativa, ácidamente expresionista,<br />
sin concesiones ni remansos a los aspectos<br />
melódicos, con unos tempí realmente<br />
vertiginosos (21.08; 15,57; I 1,57 y<br />
20.02 son sus duraciones -compárese,<br />
por ejemplo, con Giulini; 3 1.45; 17.05:<br />
13.53 y 25,12-). pero que en modo<br />
alguno perjudican la concepción general<br />
de la obra. En la orquesta hay ciertos<br />
desajustes que no enturbian para nada el<br />
probado entusiasmo de la misma (en la<br />
correspondencia de Scherchen con<br />
Schonberg, el pnmero cita el rendimiento<br />
de la orquesta al cien por cien). Lo<br />
discutible de este registro es que, hoy<br />
por hoy. en 1991, la Novena de Mahler<br />
es ya una obra de repertorio, existen<br />
infinidad de versiones discográficas, algunas<br />
de ellas de indudable entidad<br />
(Horenstem. Klemperer, el citado Giulini,<br />
Haitink. Walter, Mitropoulos...) y, esta<br />
lectura de Scherchen, de indiscutible<br />
personalidad y modernos planteamientos,<br />
llega un poco tarde. De cualquier<br />
forma, para los mahlenanos (si es que<br />
aún quedan, pues hay últimamente una<br />
moda estúpida consistente en menospreciar<br />
sin mucho fundamento al gran<br />
compositor) es obligatono conocerla.<br />
Otro director de campanillas, George<br />
Szell, protagoniza el siguiente disco con<br />
dos obras de su repertorio habitual, la<br />
9J SCHERZO<br />
Sinfonía 93 de Haydn y la Quinta de<br />
Prokofiev. Los planteamientos son idénticos<br />
a los propuestos por Szell en sus<br />
grabaciones dtscográficas de ambas<br />
composiciones con su orquesta de Cleveland;<br />
incisivas, claras, con detalles virtuosísticos<br />
asombrosos (a pesar de que<br />
la Sinfónica de Viena sea un conjunto<br />
mfenor al de Cleveland, y en ocasiones,<br />
violines-en el tercer movimiento, haya<br />
desajustes casi palpables), «sentidas con<br />
la cabeza y pensadas con el corazón»,<br />
según sus propias palabras, en una dialéctica<br />
que testimonia los esfuerzos realizados<br />
por el músico para conciliar<br />
corazón e inteligencia. De todas formas<br />
en nuestra opinión, son preferibles sus<br />
versiones para el disco (CBS) por su<br />
impecable realización orquestal y una<br />
brillantez y toma de sonido supenonas a<br />
las ofrecidas en esta grabación que, por<br />
Primer álbum<br />
Ol_ 1° - • Hermann Scherchen dirige MAHLER :<br />
Sinfonía n c 9 Grabación de la Radio austríaca- Viena.<br />
Mujlkverrein, Groiser Eail. 19/5/1950. Mono,<br />
ADD. Duración 6919. ORFEO C 22B9OI A.<br />
VOL 2° - * Vdkmar Andreae dirtge BRUCKNER:<br />
Sinfcnj'c? n" 1 Grabación de la Radio austríaca: Viena,<br />
Mmikverein. Groiser Saal, 19/1/1953. Mano, ADD.<br />
Duración: 6048. ORFEO C 229901 A.<br />
VOL 3" - * George Szell dirige HAYDN Sníoruo<br />
n' 93 y PROKOFIEV: Smliywi -° 5 Grabación de<br />
la Radio austríaca: Viena. Konzertriaui. GrOiier<br />
Saal. 17/6/195*. Mono, ADD. Duración: 51' 46.<br />
ORFEO C 230901 A<br />
VOL 4° - * Herbert yon Karajan dirige BRUCK-<br />
NER; íinfonin r' b Grabación de la Radio austríaca:<br />
Viena. Musikverein, G i 1 ? Grabaciones de U<br />
Radio austríaca: Viena. Mulikvcrein, Grosser Saal,<br />
13/3/1983 (von Einetn) f 7/1/193-1 (Ha/dn. Schuben).<br />
Siereo. ADD. Duración: 6958 ORFEO C<br />
235901 A.<br />
VOL. 9" - * WoHgang Sawallisth dirige JOSEF<br />
YOHANN STRAUSS I y II: O murciélago, ¡ockey-<br />
Polka Voces de primavera. Polka de Ano. Cuellos de<br />
los bosques de Viena. Valí tte U Emperadm En «q^e<br />
de vocoaoneí. Las colaos, De caza, futios anificaSes.<br />
El belfo Danubio azul. Marcha Rodetzky Grabación<br />
de li Radio austríaca: Bregeni. Stadthalle.<br />
13/8/1967. Mono. ADD. Duración 69'22. ORFEO<br />
C 236901 A.<br />
VOL. 10° - * Georgei Pretre dirige WAGNER:<br />
Obertura de La prahríncuSn de amar. Preludio y bacanal<br />
del Venusfie
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ESTUDIO DISCOGRAfíCO<br />
ACCORD tiene una de las políticas<br />
(artísticas) más inteligentes y<br />
arriesgadas (fuente de belleza,<br />
según el criterio de Hamoncourt) entre<br />
todas las casas discográficas: fue una de<br />
las primeras (y durante mucho tiempo,<br />
la única) en editar la música de Giacinto<br />
Scelsi o de Arthur Lourié así como de<br />
Toumemire, compositores oblicuos (y<br />
por ello marginados) que representarán<br />
tal vez la música del siglo veinte. El riesgo<br />
que acepta Accord no se limita a su<br />
investigación en el mundo de la composición,<br />
sino también en la interpretación:<br />
intérpretes como Mane Catherine<br />
MOMIA 15RDI<br />
[I ComSjtíimcnto di TIIUTCÍIÍ L' C Jo rinda<br />
Girod (disco dedicado a Louné) escandalosamente<br />
(¿auto?) apartada del circo<br />
musical y que pertenece sin duda a la<br />
crema pianística; intérpretes como la<br />
Societa Camerfstica d¡ Lugano que grabaron<br />
Monteverdi hace veinte años y<br />
que Accord mantiene en catálogo, contra<br />
vientos y mareas estilísticos. Ya sé<br />
(por haber defendido en esta misma<br />
revista otras interpretaciones más acertadas<br />
mu sicológicamente hablando) que<br />
Monteverdi no se interpreta asi, Harnoncourt<br />
(en sus discos y sus escritos)<br />
el Deller Consort. Música Antiqúa Koln,<br />
la Capel la 5a van a... lo han demostrado;<br />
ya sé que el Coro de La Societá di<br />
Lugano, tal vez formado por entusiastas<br />
aficionados, muestra algunas dudas,<br />
pero lo que no sé es lo más importante:<br />
¿qué barítono puede transformarse en<br />
tenor dentro de la itolianitd monteverdiana.<br />
como Laerte Malaguti (Testo en II<br />
94 SCHERZO<br />
Accord: tónico<br />
combattimento, o en madrigales del<br />
Octavo Libro)? ¿Quién tiene el candor de<br />
Cettina Cadelo (invitada por los jóvenes<br />
y auténticos músicos del Concertó Italiano,<br />
Después de un cuarto de siglo, en el<br />
mismo y revisrtado repertorio. CD. Tactus)?<br />
¿Quién se atreve, como Jame?<br />
Loomis en lo che neli'otio nacqui, a establecer<br />
unas conexiones entre el bajo<br />
monteverdiano, el vendiano (Felipe II) y<br />
hasta el Boris de Musorgski? ¿O quién,<br />
(según la pertinente observación de<br />
Harry Halbreich) en aquellos madrigales<br />
a seis y ocho voces anuncia al Canto de<br />
los espíritus de Schubert? Hay pues que<br />
citarles a todos, guerreras<br />
sopranos y<br />
enamorados esperanzados:<br />
Elena Rizzieri.<br />
Mana Minetto.<br />
Luciana Ticinelli-Fattori,<br />
Elena Zilio, Basia<br />
Retchitzka, Verena<br />
Gohl. Eric Tappy,<br />
Alain Manon, Rodolfo<br />
Malacame... Monteverdi<br />
tiene más de<br />
un color, y junto con<br />
las interpretaciones<br />
ya mencionadas, sin<br />
olvidar a The Consort<br />
of Musike. a<br />
Leonhardt, estos cuatro<br />
discos de la<br />
honorable Societá di<br />
Lugano constituyen<br />
un ineludible documento.<br />
El disco dedicado a<br />
la obra camerlstica<br />
de Hugo Wolf confirmó al joven Cuarteto<br />
Artis de Viena en uno de los más<br />
artos puestos (su integral de Mendelssohn<br />
es una revelación y sera comentada<br />
en el número siguiente de SCHER-<br />
MONTEVERDI: Cornos guerreros y omofoscs<br />
(enríaos de los Libre» de madrigatei 6. 7 y 8).<br />
Solistas. Coro y Orquesta de Li Societa Camerfitica<br />
di Lugano. Egidicr Roveda (chelo), Luciano<br />
Sfrliil (Clave). Edwln Loehrer (director). H CD.<br />
(disponibles también individualmente) ACCORD<br />
200811 AAD (excelente) 1961-68.3hSI* COI: Atol<br />
Contr. Ninfa che scatza. A/do, onotnpo. Ognr amante.<br />
Che vuoí haver Anla e scnpnt. Vago ongeftena BaBei<br />
CD2: Alui cana ó Marte, ff CombafOmento. Lamento<br />
dello r»nfa Peizhe ['en tugg Hor di'e/ cíe/ CD3. II<br />
Boto ddte inpote, lugrime d'amorne. CD 4. Tempro<br />
la creta. Letsera amorosa Con che soavito. Al lume<br />
Amoi che deggia far? frite/rote speranzt. A quest'oltno.<br />
Tu domr fi^<br />
WOLF: Otro iniegral paro cuarteto de cuento. Cuarteto<br />
en re menor Intermezzo. Sérénadz (itolienne)<br />
Anís Quartett-Wien. CD ACCORD 220801.<br />
DDD 1987 por J. Staempfli. 57IS.<br />
Distribución: Auvidis.<br />
ZO): del La Salle, con quien estudiaron,<br />
los integrantes del Artis tienen el rigor<br />
analítico; del Berg, que escucharon más<br />
de una vez, han retenido la importancia<br />
del viola ordenador del sonido general.<br />
En la Sérénode italienne, el trabajo<br />
orquestal del Artis es inaudito: las cuerdas<br />
se transforman en flautas, oboes,<br />
fagotes, trompas: en el Cuarteto en re, el<br />
Artis equilibra (¿f) el clima alucinado de<br />
la obra con sus referencias musicales<br />
(pasadas / futuras), desde Bruckner<br />
hasta Schoenberg.<br />
El Artis acaba de fichar para Sony<br />
(cuartetos de Mozart): esperemos que<br />
encuentren la misma (y tan rara) inteligencia<br />
musical en el nuevo director<br />
artístico de la compañía.<br />
Para completar el retrato de Accord,<br />
casa discográfica indispensable, hay que<br />
señalar que los comentarios son a<br />
menudo confiados a un extraordinario<br />
historiador y conocedor de la música<br />
(sus clases de análisis en un conservatorio<br />
de Bélgica son apasionantes): Harry<br />
Hallbreich; y que la presentación gráfica<br />
es cuidadísima<br />
Pedro E/fas<br />
"£1 Vicio TOíolín"<br />
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XIII CURSO DE MÚSICA BARROCA Y ROCOCÓ<br />
«Mozart: un centenario esperado»<br />
(1756-1791)<br />
San Lorenzo de El Escorial<br />
19 al 31 de agosto de 1991<br />
Asignatura Profesor<br />
Canto Charles Brett<br />
Traverso (19 al 24) Mariano Martín<br />
(26 al 31) Konrad Hünteler<br />
Violín (19 al 29) Emilio Moreno<br />
Clave y bajo continuo Rinaldo Alessandrini<br />
Pianoforte Patrick Cohén<br />
Guitarra, laúd, tiorba Gerardo Arriaga<br />
Violoncello Harm Jan Schwitters<br />
Música de cámara Harm Jan Schwitters<br />
Danza Ay8 Begoña del Valle<br />
Construcción de instrumentos... Carlos González<br />
(Guit. romántica/laúd) y José Ángel Espejo<br />
Martes, 20<br />
Los cuartetos con flauta de W.A. Mozart.<br />
Mariano Martin (traverso), Francisco Comesaña (violín),<br />
Adolfo Giménez Tuduri (viola), Harm Jan Schwitters<br />
(violoncello).<br />
Miércoles, 21<br />
LA Viena de Mozart.<br />
Manuel Cid (tenor) y Sonoko Maejima (fortepiano).<br />
Jueves, 22<br />
Danzas: de Lully a Mozart,<br />
Begoña del Valle y Rufino Gimeno Sales (danza) con<br />
Pablo Cano (fortepiano).<br />
Viernes, 23<br />
El violín de Mozart y sus contemporáneos.<br />
Emilio Moreno (violín) y Rinaldo Alessandrini (clave y<br />
fortepiano).<br />
Sábado, 24<br />
Vivaldi en el 250 aniversario de su muerte.<br />
«La ninfa e il pastore». A. Vivaldi.<br />
St. James Baroque Players.<br />
Ivor Bolton (director), con Loma Anderson y Susan<br />
Bickley (sopranos) y Mark Tucker (tenor).<br />
Martes, 27<br />
Gerardo Arriaga (guitarra).<br />
Obras de F. Sor y Giuliani.<br />
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CONCIERTOS<br />
Cursos monográficos<br />
A) «El placar de afinar»<br />
B) «Géneros en la música teatral<br />
de Mozart» 126-31)<br />
C) «Liedar de Mozart» (19.<br />
20 y 22)<br />
D) Música de cámara («Máster<br />
class», sábado, 31)<br />
Miércoles, 28<br />
Profesor<br />
Retnhard von Nagel<br />
Antonio Gallego<br />
Manuel Cid<br />
Christophe Coin<br />
Los cuartetos con piano de Mozart.<br />
Jacques Ogg (fortepiano), Lucy van Dael (violín), Emilio<br />
Moreno (viola) y Wouter Moeller (violoncello).<br />
Jueves, 29<br />
Vivaldi en el 250 aniversario de su muerte.<br />
Charles Brett (contratenor), Catherine Mackintosh y<br />
Catherine Weiss (violines), Risa Browder (viola), Tim<br />
Lyon (violone), Robert Wooley (clave), Richard Boothoy<br />
(viola da gamba).<br />
Viernes, 30<br />
Tríos y Sonatas de W.A. Mozart.<br />
Jaap Schroeder (violín), Patrick Cohén (fortepiano) y<br />
Christophe Coin (violoncello).<br />
Sábado, 31<br />
En semble Baroque «Pygmalion»<br />
Jean Michel Hasler (director), Konrad Hünteler (traverso),<br />
Philippe Foulon (baryton).<br />
Obras de Mozart y Haydn.<br />
Todos los conciertos tendrán lugar en el Real Coliseo<br />
de Carlos III, en San Lorenzo de El Escorial, a las 22,30 horas.<br />
Venta en taquilla, dos horas antes<br />
Reservas y venta anticipada desde al 12 de agosto en la sede<br />
de la Asociación, de 11 a 14 horas.
DISCOS<br />
ESTUDIO D1SC0GRAFICO<br />
Dos versiones diferentes, pero sin<br />
duda interesantes, de la inmensa<br />
producción organística de<br />
Bach, son presentadas por los sellos<br />
discográficos Decca y Ricercar. En el<br />
caso de Decca se trata de los volúmenes<br />
3, 4, 5 y 6 de la obra completa<br />
para órgano de Bach. interpretada por<br />
Peter Hurford. Los volúmenes I y 2<br />
de la misma serie fueron ya comentados<br />
en su momento en esta misma<br />
revista. Por su parte, el sello Ricercar<br />
nos ofrece una amplia muestra de la<br />
labor organística del Cantor de Santo<br />
Tomás. En seis discos han recogido,<br />
interpretadas por Bemad Foccroulle,<br />
las obras compuestas por Bach para<br />
órgano durante la época de Wimar<br />
Este período de Weimar (1708-1717)<br />
constituye el más rico en composiciones<br />
para órgano. Las páginas más<br />
conocidas para este instrumento pertenecen,<br />
precisamente, a estos años,<br />
en los que, además, tuvo la oportunidad<br />
de conocer y estudiar las obras de<br />
músicos extranjeros, en especial italianos<br />
y franceses. Las transcripciones<br />
para órgano de obras de Vivaldi, son<br />
una consecuencia de esta toma de<br />
contacto con la música foránea. Incluso<br />
algunas de las obras originarias de<br />
Bach, pertenecientes a esta época,<br />
denotan una marcada influencia de<br />
Corelli, Legrenzi. Grigny y de otros<br />
autores.<br />
Las dos versiones recogidas aquí por<br />
Decca y por Ricercar podrían constituir,<br />
por asi decirio, las dos caras de<br />
una misma moneda. Hurford-foccroulle:<br />
dos maneras diferentes, pero plenamente<br />
válidas, de entender la música<br />
de órgano de Bach. Aspectos relativos<br />
al tempo y a la registradón son esenciales<br />
en la diversidad aludida. Como<br />
es natural, también influyen, y no en<br />
menor medida, los instrumentos utilizados<br />
por cada intérprete, aspecto<br />
éste al que se hará una breve mención<br />
más abajo- En lo que al tempo y a la<br />
registración se refiere, es imposible<br />
encontrar una rigurosa coincidencia<br />
entre los diversos intérpretes bachianos.<br />
Esto obedece al hecho de que el<br />
propio Bach no realizó ninguna indicación<br />
de este tipo en la mayor parte<br />
de los Preludios y Fugas ni en los Corales.<br />
Únicamente existen algunas<br />
excepciones en las Sonatas y en algunas<br />
piezas aisladas. Por ello, el intérprete<br />
debe atenerse en muchos casos<br />
96SCHERZO<br />
Dos visiones bachianas<br />
a la importancia del instrumento<br />
y ai lugar de la ejecución.<br />
En este sentido, la noción de<br />
ritmo predomina sobre la de<br />
tempo en la versión de Hurford,<br />
siendo algo más hierática<br />
la lectura de Foccroulle. No<br />
obstante, la relación de tempo<br />
entre Preludio y Fuga es respetada<br />
por ambos intérpretes<br />
de manera bastante coincidente.<br />
Por lo que se refiere a la<br />
registración, dadas las escasas<br />
indicaciones dejadas por Bach,<br />
nos encontramos también<br />
ante un campo bastante libre<br />
para el intérprete. En este<br />
punto, la versión de Foccroulle<br />
es algo más rica e, incluso, en<br />
los propios libretos que acompañan<br />
a los discos se especifica<br />
Peler Hurford FOTO DECOVfOEftSTEA<br />
de forma detallada la registración utilizada<br />
en cada una de las obras grabadas.<br />
Este aspecto, sin duda positivo e<br />
interesante, falta en la versión de<br />
Hurford, que se limita únicamente a<br />
incluir la composición registral de los<br />
diversos instrumentos utilizados. En lo<br />
que a estos se refiere, la integral de<br />
Hurford peca, a mi juicio, por exceso.<br />
El número de órganos empleados<br />
para efectuar las diversas grabaciones<br />
es demasiado elevado. De esta mane-<br />
BACH: Lo obra para órgano. Peter Hurford,<br />
órgano. DECCA volumen 3: 421 617-<br />
2 ADD (3 CD) y volumen 4: 421 621-2<br />
ADD (3 CD). Duraciones: volumen 3:<br />
70-0J", «ni* v 71'50"; volumen 4: 72 1 l0",<br />
76'02" y7\ ¡ 0r. Grabación: 1974. 1977.<br />
1978, 1979 y 1986 en los órganos de la<br />
catedral de Ratzeburg, iglesia de Our Lady<br />
of Sorrows de Toronto. abadía de Melk,<br />
capilla del New College de Oxford, Eton<br />
College de Windsor. capilla de Knox Grammar<br />
School de Sydney. Iglesia de los agustinos<br />
de Viena, iglesia All Souls Unitarian de<br />
Washington y capilla del colegio de Santa<br />
Catatina de Cambridge. Productor: Chris<br />
Haiell. Ingenieros: Simón Eadon, Colin<br />
Moorfoot, Michael Mailes. Andrew Pinder,<br />
Philip Wade y David Marren.<br />
BACH: Obras paro órgano de la época de<br />
Weimor. Bernard Foccroutle, órgano,<br />
RICERCAR. 90006 DDD. 6 discos compactos<br />
al precio de tres. Duraciones: 59'36";<br />
76'37"; 75'49": 70'54": 63'37"; 53'29 H . Grabación;<br />
junio de 1982, junio de 1984, octubre<br />
de 1988. mayo y junio de 1990. en !os<br />
órganos de la Nieuwe Kerk de Amsterdam.<br />
iglesia del monasterio de Muri (Su¡2a), abadía<br />
de Ottobeuren, iglesia de San Ludgerí en<br />
Norden e iglesia de San Wilhadi en Stade.<br />
Productores: Ruthi Simons y Jérome Lejeune.<br />
Ingenieros: Andreas Glatt, Dominique<br />
Warnier y Jérome Lejeune.<br />
ra el resultado sonoro es muy desigual<br />
en unas obras y en otras, por<br />
encontrarse en función del órgano<br />
que se emplea en cada caso. Por el<br />
contrario, los cinco órganos de la grabación<br />
de Foccroulle mantienen un<br />
mayor nivel de equilibrio sonoro. En<br />
el caso de Hurford este nivel se<br />
encuentra mucho más escalonado,<br />
aunque algunos de los órganos de<br />
esta grabación nos ofrecen una<br />
sonoridad sorprendente y bellísima,<br />
como son los de las iglesias de Our<br />
Lady of Sorrows de Toronto y All<br />
Souls de Washington. No obstante,creo<br />
que el resultado habría sido más<br />
positivo si, en beneficio de un mayor<br />
equilibrio sonoro, la grabación se<br />
hubiera efectuado con un menor<br />
número de instrumentos. Además de<br />
la precisa y nftida lectura que realiza<br />
Hurford, su grabación ofrece el enorme<br />
interés de ser una de las más<br />
completas de cuantas se han realizado<br />
hasta la fecha. Asi, algunos de los<br />
numerosos corales escritos por Bach<br />
aparecen en esta grabación por primera<br />
vez. El Ricercar en do menor,<br />
BWV 1079 núm. 5, el Preludio y Fuga<br />
en sol menor, &WV 545 y BVW 545b,<br />
son otros tantos ejemplos de obras<br />
incluidas en la presente versión, que<br />
no figuran en las de otros intérpretes.<br />
Las dos lecturas de Hurford y de<br />
Foccroulle son francamente recomendables,<br />
viniendo a enriquecer, en definitiva,<br />
el panorama de la interpretación<br />
bach ¡ana en este campo.<br />
florentino Grada Utriilas
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I de junio; Sinfánica áel<br />
Teatro del Liceo. Uwe Mu"d.<br />
Soiibín, R Strauss.<br />
10: Sinfónica del Liceo.<br />
Armado Gano. Alessandra<br />
Marc, Dolora Zajicfc. Delibes,<br />
Offenbach. Ven*.<br />
12: Francisco Araiza, |ean<br />
Lemaire. Schubert, La bella<br />
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15: Manuel Barrueco, guitarra.<br />
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16, 17, 18: Orquesta de<br />
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Valencia. Alicia de Larrocha.<br />
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19: Alicia de Larrocha.<br />
piano. Granados.<br />
19.20: Sinfónica de Tenerife.<br />
Coro de Valencia. Víctor<br />
Pablo Pérez. Tomas Pal. í.<br />
HaHfter. Dvorak, Horra, StravinstaA>vorak.<br />
10: Rosa Torres Pardo,<br />
piano. Turma, Debussy. Prokofiev.<br />
21: Marta Esther Guimár».<br />
guitarra. Soler, Bach, Aguado.<br />
Barrios. Rodngo. Albeniz.<br />
- La ruta de la seda. Música<br />
tradicional de Ouzbekistan.<br />
22, 21: Ballet de Cristina<br />
Hoyos<br />
23: Albert Nieto, piano<br />
Falla. E. HaHFter. Bonet Soler.<br />
Castillo, Gumjoan, Blancafbrt.<br />
Balboa. Rueda. Bemaola.<br />
98 SCHERZO<br />
24: The Koening EnsemWe.<br />
Teatro del Mimodrama. Walton,<br />
5travinski.<br />
2S, 26, 27, IB Orquesta de<br />
Fa Gewandhaus de Leipzig.<br />
Kiirt Masur. Btahms.<br />
16. 17, 28, 29: Paul Badura<br />
Skoda, fortepiano. Mozart,<br />
Sonatas.<br />
19, JO: Scottish Chamber<br />
Orchestra. Peter Maxwell<br />
Davies. Mozart Davies. / Falla.<br />
Davies. Haydn.<br />
30: Grupo Di ates sa ron.<br />
Vivaldi.<br />
LAS PALMAS<br />
Sociedad Filarmónica<br />
6 da junio: Filarmónica de<br />
Gran Canana. Martínez<br />
Izquierdo. Martínez Izquierdo.<br />
Falcon Sanabna.<br />
I I: Tzimon Barlú, piano.<br />
LJszt<br />
MADRID<br />
Fntlnl Monrt<br />
Auditorio Nacional<br />
I de junio: Orquesta de<br />
Cámara de Holanda- Autora<br />
Ros Marbá. Cristina Bruno,<br />
piano, r-tozart. Haydn,<br />
4, S. 7, 8: Cuarteto Melca.<br />
Enrique Santiago, viola. Ulf<br />
Rodenhauser, clarinete.<br />
Mozart.<br />
12: Frank Peter Zimmermann.<br />
violfn; Alexander Lonqukh,<br />
piano Mozart.<br />
26: Orquesta y Coro nacionales.<br />
Gerd Al bree ht Rayo.<br />
Bardan, Randle, White.<br />
Mozart.<br />
27. 2& Orquesta del Siglo<br />
XVIII. Frans Bnjggen, Haydn,<br />
Mozart<br />
Teatro AJbéntt<br />
DON GIOVANN1. Opera<br />
de Cámara de Bulgaria. IB,<br />
10,21 de junio.<br />
MOZART Y SALIERI<br />
(Runsky-Korsakov). L'IVROG-<br />
NE CORRIGE (Gkiele) Opera<br />
de Cámara de Bulgana. 19 d*<br />
junio.<br />
SEVILLA<br />
Orquesta Sinfónica de Sevilb<br />
13 y 14 de junio: jean<br />
Pensson. Eleuteno Domínguez,<br />
piano. Weber, Liszt,<br />
Beetboven.<br />
20. 21: Vjekoslav Sutej.<br />
Mozart, Stravinski.<br />
27. 28: Vjekoslav Sutej. Joaqufn<br />
Achúcarro. pianc Rossini,<br />
Greg Beetíioven.<br />
EXTRANJERO<br />
LONDRES<br />
The South Bar* Cintre<br />
2 de junio: Los Angeles<br />
PhiJharmonic Kurt Sanderíing.<br />
Haydn. ShostakovicK<br />
3: Mun-ay Perahia. piano.<br />
Mozart. Brahms, Beethoven.<br />
S: The Philharmonia. Leonard<br />
Slatkm. Chaücovski. Beet-<br />
Ixjven.<br />
10: English Chamber<br />
GVchestra. Bach Choir. David<br />
Willcote. Mozart<br />
13: T>ie Phiíiarmoma. Guseppe<br />
SmoptJli. jessye Norman,<br />
soprano. Webem,<br />
Strauss, Brahms.<br />
16: The Philharmotiía. Oaus<br />
Peter Flor. Haftln, La Geoaia<br />
18: Cuarteto Chilinginan.<br />
Haydn, Mozart, Schubert.<br />
20.' Ro/al Philharmonic<br />
Orchestra. Andre Pr^vin. Berlioz.<br />
Bntten.<br />
21, Ifc The Academy of St<br />
Martin in the Fields. Neville<br />
Marrmer. Alfred Brendel,<br />
piano. Mozan<br />
27: Royal Phjlharmonic.<br />
Andre Previn. Bntten.<br />
BartMcan Centra<br />
2, 6: Sinfúnica de Londres.<br />
Kent Nagano- Debussy. Strawrata.<br />
Bartok/Weill, Mahler.<br />
16: Sinfónica de Londres.<br />
Richard HictaM. DeSis, Bruch.<br />
Faur*.<br />
20: Sinfúmca de Londres.<br />
Rafael Frllhbeck. Strauss.<br />
2S: Sinfónica de Londres.<br />
Rafael Frühtwcfc Mstislav Rostropovich,<br />
chelo. Rossrni.<br />
Bloch. Honeggei", Stravinski.<br />
30: Sinfónica de Londres-<br />
Rafael Fruhbeck. Wagner.<br />
MUNICH<br />
Rlarmónio d* Munkh<br />
12. 13. 14. IS, I6dt)unlo:<br />
Kurt Masur. Trío Beaux Arts.<br />
Beethoven. Shostakovich.<br />
20. 21,12,1* SergiuCelibidache.<br />
Lully, Haydn. Mozart.<br />
NUEVA YORK<br />
Filarmónica de Nucvt York<br />
4, 6. 7. 8, II de junio:<br />
Andre Prevm Beriioz. Dutilleusc<br />
Brahms.<br />
12. 13, 14, 15: Andre Prevln,<br />
André Watts, piano.<br />
Brahms, Mozart Previa<br />
PARÍS<br />
SalaPleyel<br />
6, 14 de junio: Maurízio<br />
Pollini, Beethoven. / Chopin.<br />
Benj Webem, Stravinski.<br />
18: Vladimir Ashkenazy.<br />
Brahms. Beethoven.<br />
ESPAÑA<br />
MADRID 1<br />
Tetero de La Zarzuela:<br />
PETER GRIMES (Briden).<br />
Parry. Copley. Trussell, Gustafeon.<br />
Pa/ne, Stillwell. 19, 21,<br />
23. IS, 17 de |unk>.<br />
BARCELONA<br />
Gran Tauro del Uceo<br />
DIE ZAUBERFLOETE (Mozart).<br />
Mund. jalvefelt. Casello.<br />
Kwon, Cárter, Fabuel. Lechner.<br />
Arazá, Molí. 20. 23, 26.<br />
28, 30 de junio.<br />
EXTRANJERO<br />
AMSTERDAM<br />
Nederlandls Opera<br />
IDOMENEO (Mozart)<br />
Brüggen, Pimiott. Heppner,<br />
Robinson, Stumphius. 4, 7, 10.<br />
13, 17. 20, 23, 26, 29 de<br />
junio.<br />
BERLÍN<br />
Deuoche Oper<br />
DER FREISCHÜTZ (Weber).<br />
Pock. Schaaf. Carlson.<br />
Sardi, Welker, Halem. Peper.<br />
30dejunk>.<br />
BONN<br />
Opera de Bonn<br />
PELLEAS ÉT MELISANDE<br />
(Debusi» 1 ). Boder. Riber.<br />
Courtis, Lafont Blasi. Walker.<br />
2.5. 8, 12, I6de)unlo.<br />
BRUSELAS<br />
Tauro dt La Moneda<br />
L'INCORONAZIONE DI<br />
POPPEA (Monteverdi) Cambreling.<br />
Wonder. Redmon,<br />
Malfitano. Ochman. Schmidt<br />
Kilanowicz. 8, II, 13, 16. 18.<br />
21. 23. 25 de junio.<br />
DROTT1NGHOLM<br />
Fetcrval de Opera<br />
ELECTRA (Haelfner) Schuback,<br />
Hendriksen. Soldh.<br />
Haltin, Linden. Arvídson. I. 3,<br />
6. B, 11 á» junio.<br />
IDOMENEO (Mozartl Cstman.<br />
Hampe. «ale. Kuebler.<br />
m. JacotKson. TbdL 20, 24.<br />
Jide junio.<br />
GINEBRA<br />
Gran Teatro<br />
GUILLAUME TELL (Rossini).<br />
Ferro. Nickler. van Dam,<br />
Memttt Will. Peeters, Krtchen.<br />
Cuny, Kunde. 10. 14, 17, 21,<br />
24, 28 de junto.<br />
LONDRES<br />
English National Opera<br />
TIMÓN OF ATHENS (Oliver).<br />
jerfcns. Vick 7, 12, 19 de<br />
junio.<br />
MILÁN<br />
Teacro allí Sola<br />
ATTILA (Verdi) Muti.<br />
Saiíiry. Rame/, fumaletto. Studer.<br />
ZarKanaro. Bramante. 25,<br />
27. 29 de ¡unió.<br />
MUNICH<br />
Baytriiche Soaooper<br />
DIE SCHWFJGSAME FRAU<br />
(R. Strauss). Sawallisch. Kaufmann,<br />
Henschel. Molí, Ramírez.<br />
3. 7. 11 de junio,<br />
CARDILLAC (Hmdemith).<br />
Sawallisch. Soffel. Titus,<br />
Schunk. Hopferwieser. 14. 16.<br />
I9de|unk>.<br />
PARÍS<br />
UBanllle<br />
SAMSON ET DALILA<br />
(Samt-Saens). Myung-Whun<br />
Chung. Fnednch. Schwaa,<br />
Atlantov. I, 3,57. 10, 13. IS<br />
da junio.<br />
DIE ZAUBERFLOTE<br />
(Mozart). Jordán. Wilson. Stabell,<br />
Wmbergh. Godlewska,<br />
Haymon, Boesch. 27, 29 de<br />
Junio.<br />
Theatre Champí Elyiéet<br />
FALSTAFF (Verdi). Sinfónica<br />
de Bornemouth. Armstrong.<br />
Stein. Maxwell, Dale,<br />
Bronder Ham's,<br />
Murph/. IS. 17. 19. 21.25,<br />
23 de junio.<br />
VIENA<br />
Staadopw<br />
DIE FRAU OHNE SCHAT-<br />
TEN (R. Strauss). Stem,<br />
Thoma. Fra/. Gessendorf,<br />
Runkel, Wimberger. Weikl.<br />
19. 21 26 de junio.
Hermann Scherchen<br />
o la pasión de descubrir<br />
DOSIER<br />
Nacido en 1891 en Berlín,<br />
muerto en 1966 en Florencia<br />
durante un ensayo, Hermann<br />
Scherchen es una de las<br />
personalidades más brillantes e<br />
inquietas de la dirección de orquesta<br />
en este siglo. Su interés por la música<br />
de nuestro tiempo le llevó a trabajar<br />
muy cerca de algunos de los mas<br />
importantes creadores musicales<br />
contemporáneos, desde Amo Id<br />
Schoenberg hasta Xenakis, pasando<br />
por Webem, Berg, Bartók, Várese,<br />
Henze, etc. Scherchen fue, pues,<br />
un director de orquesta que unió<br />
su oficio inextricablemente a la<br />
creación musical, y es por ello, en<br />
gran medida, que su nombre sigue<br />
siendo celebrado a los cien años de<br />
su nacimiento. Maestro respetadísimo<br />
entre sus discípulos se contaron, entre<br />
otros, Igor Markevich o Günther<br />
Herbig, representantes de dos estilos<br />
di sectoriales bien distintos-, fue<br />
también un gran teónco de la<br />
interpretación musical, cuyo libro más<br />
famoso. E/ arte de la dirección de<br />
orquesta tuvo un ilustre traductor al<br />
español: Roberto Gerhard.<br />
SCHERZO 99
DOSIER<br />
Aquellos eran tiempos<br />
Cuando Hermann Scherchen estrenó en España las<br />
Variaciones Op. 31 de Amold Schónberg hizo preceder<br />
su interpretación de una verdadera conferencia<br />
analítica acerca de la obra y su significación convenientemente<br />
ilustrada a cargo de los propios profesores<br />
de la Orquesta Nacional (la de entonces, la que Argenta<br />
había dejado con un sonido espléndido) con los correspondientes<br />
ejemplos didácticos como para hacer posible que,<br />
incluso un público tan ferozmente recalcitrante como el<br />
madrileño de los primerísimos sesenta, alcanzase a entender<br />
qué diantres era aquéllo del dodecafonismo. Al concluir la<br />
imponente partitura, nadie osó mostrar la menor sombra del<br />
feroz desagrado con que la música entonces considerada<br />
como moderno era de consuno recibida. Es dudoso que<br />
alguien comprendiera la disertación de Scherchen (todavía<br />
hoy se sigue sin saber en qué consiste el sistema musical de<br />
la Escuela de Viena: recuérdense las cosas que han podido<br />
leerse con motivo del reciente estreno de Lutu). pero no<br />
cabe duda que algo muy parecido a la vergüenza corrió<br />
aquella mañana por las butacas del Monumental. No era para<br />
menos: no hacía aún un año, el gran director habla sido<br />
cubierto de pateos y silbidos por haberse atrevido a presentar<br />
entre nosotros una música tan vanguardista como ]eux de<br />
Claude Debussy. Empero, no había menguado por ello su<br />
afán divulgativo aunque, eso sí, tomase sus medidas: a la<br />
siguiente semana, nos obsequió con la versión completa de<br />
El Arte de la Fuga en una realización orquestal propia. Y a la<br />
gente no le quedó más remedio que aguantarse por segunda<br />
vez: a ver quién era el guapo que le protestaba a Bach. Y eso<br />
que un par de horas seguidas sin salir del arpegio de re<br />
menor no es cosa baladí. Ahora ya nadie patea, se toque lo<br />
lOOSCHSRZO<br />
que se toque, y ese implacable aburrimiento es el único signo<br />
visible que (engañosamente) pareciera indicar que Franco, al<br />
fin, ha muerto.<br />
Scherchen era un visitante asiduo e imprescindible de las<br />
orquestas españolas desde aquel 19 de abril de 1936 en que<br />
el Concierto a la memoria de un Ángel de Alban Berg sonase<br />
por vez primera, en la noche barcelonesa del Festival de la<br />
SIMC. Una sociedad que el propio Scherchen había contribuido<br />
igualmente a crear, como los conciertos (y las publicaciones)<br />
de Ars Viva, la revista Me/os y tantas otras dimensiones<br />
de la belleza más audaz, combativa y protagónica de este<br />
siglo que, sin su presencia, tai vez nunca se hubieran manifestado<br />
o, cuando menos, con un tan exaltado quehacer ni con<br />
una solvencia técnica y expresiva tan acusadas. Pocos serán<br />
los nombres importantes de la composición de los primeros<br />
sesenta años de la presente centuria en cuya biografía no<br />
aparezca el nombre de este berlinés autodidacta que, sin<br />
ponérsele convencionalismos por delante, estrenaba allá<br />
donde iba obras de Berg o de Dallapiccola. de Várese o de<br />
Stockhausen, de Webem o de Hartmann, de Henze o de<br />
Xenakis, pero que era también un excelente y caluroso traductor<br />
de Brahms, un amigo y admirador de Robbins Landon<br />
y el primero (¡en 1953!) en reclamar la urgencia del estudio<br />
de los manuscritos para interpretar adecuadamente las sinfonías<br />
de Haydn o El Mesías de Handel con grupos reducidos<br />
de ejecutantes y que morirla al pie del cañón a los 75 años<br />
más vitales que se hayan visto, en plena representación de<br />
Orpheus de Malipiero, en el florentino teatro de la Pérgola, en<br />
junio de 1966.<br />
De la anécdota relatada al comienzo puede el lector<br />
colegir qué temple pedagógico se albergaba en aquel cuer-<br />
Scherchen<br />
se formó<br />
coma director<br />
desde<br />
:ín ainl de<br />
violo de la<br />
Filarmónica<br />
de ñeríín<br />
^OTO' Twncone
po que había sido esbelto (lo testimonian fotografías de su<br />
juventud) y que aquí conocimos desfondado y un punto<br />
tosco en su ademán que hendía el aire sin batuta. Scherchen<br />
era un director extremadamente conciso y práctico<br />
sin el menor aire de vedette, preocupado en exclusiva por<br />
el resultado sonoro, por la nitidez en la exposición de la<br />
música, por su energía y su dinamismo. Actitud tras la que<br />
cabía entrever una concepción de la belleza sonora escasamente<br />
narcisista, interesada en su cualidad transformadora,<br />
en su poder como materia susceptible de generar conocimiento,<br />
como dispositivo de modificación de la realidad. Tal<br />
actitud tuvo por consecuencia la escritura de uno de los<br />
escasísimos textos teóricos jamás pergeñados con la técnica<br />
de dirección orquestal como objeto de análisis. El libro apareció<br />
entre nosotros en una edición -hoy inencontrablede<br />
la inefable colección de manuales Labor, que hace escasos<br />
años (1968) ha vuelto a reeditarlo, ya sin aquellas pastas<br />
de cartoné ni aquellas páginas de guardas bicolores que<br />
tanto aroma proporcionaban a la versión editorial primitiva<br />
(que poseía también un papel que se transparentaba mucho<br />
menos que el actual), pero que, afortunadamente, sigue<br />
siendo la misma traducción de Roberto Gerhard que él<br />
mismo prologase a la que se añade un nuevo texto introductorio,<br />
muy pertinente y sagaz, firmado por Juan José Olives.<br />
Detalle importante de reseñar, en estos tiempos en<br />
que los libros de música que con cierta mesura comienzan a<br />
menudear entre nosotros son -con escasas y meritorias<br />
excepciones- un impenitente semillero de dislates técnicos,<br />
vocabulario mal aplicado, y banbarismos supernumerarios<br />
sin tino ni medida.<br />
El arte de dirigir la orquesta (bueno es que el lector sepa a<br />
estas alturas que comentarlo es el propósito central de<br />
estas notas) es un libro fechado, nada menos, en 1929; sin<br />
entrar en mayores consideraciones, el simple hecho de<br />
reparar en la naturaleza de sus ejemplos musicales es cosa<br />
que produce admiración, si no pasmo; más de un terco de<br />
ellos procede de obras compuestas con posterioridad al<br />
1900, lo que es dato que se comenta por sí solo. Schónberg<br />
-de quien fuese discípulo- transita por sus páginas en<br />
pie de igualdad con Busoni, pero también con Mendelssohn,<br />
Max Reger. Mahler o Beethoven. Del movimiento de arranque<br />
(y en particular de sus doce originalísimos compases de<br />
introducción) de la Primera Sinfonía de este último efectúa<br />
Scherchen un análisis magnífico en la sección final del texto,<br />
como ejemplo inicial -y extremadamente detallado- tendente<br />
a formar en el alumno un criterio sobre la necesidad<br />
del saber compositivo a la hora de abordar una interpretación<br />
con solvencia. Lo fascinante es que tales páginas (cuya<br />
lectura demuestra hasta qué extremo era su autor consciente<br />
de la significación funcional e histórica del estilo ctósico)<br />
preceden a otro estudio dedicado al Tul Eulenspiegel de<br />
Richard Strauss y ambos, a su vez, a Lo historia del soldado<br />
de Stravinski. La elección de esas tres composiciones (con<br />
independencia, incluso, del rigor y el conocimiento con el<br />
que son abordadas) constituye en sí misma un rasgo magníficamente<br />
descriptivo del personaje, y ya justificaría sin más<br />
el acercamiento a un volumen repleto de observaciones y<br />
consejos tan en extremo técnicos como generalmente atinados.<br />
Como quedó dicho, Scherchen se había formado como<br />
director desde un atril de viola en la Filarmónica, embebiendo<br />
con asombroso sentido de la síntesis todo cuanto fue<br />
capaz de observar en los más diferentes maestros con los<br />
que, como instrumentista, le tocase lidiar entre 1907 y 19 10<br />
(entre los que cabria recordar a Strauss y a Nikisch, y de los<br />
que solamente nombra a Mengelberg, con admiración por lo<br />
demás), y desarrollando a partir de ahí una sobria, ecléctica y<br />
HERMANN SCHERCHEN<br />
Scherchen explicó al público madrileño una de las obras más complejas de<br />
Schoenb&g<br />
eficaz, en unos años en que la enseñanza de la dirección<br />
orquestal era disciplina prácticamente inexistente. De ahí el<br />
saludable tono pragmático y directo que respira constantemente<br />
el volumen, depositario de recomendaciones que, si<br />
bien en alguna ocasión pueden resultar aparentemente paleolíticas<br />
(como sucede con la exigencia de que las salas de<br />
ensayos tengan calefacción o aquella otra en que encarece al<br />
futuro director su vigilancia para que los músicos utilicen los<br />
instrumentos buenos en los conciertos, en lugar de guardárselos<br />
para sus recitales y clases privadas, y que denotan la etapa<br />
histónca de su redacción con desgarro próximo al neorrealismo<br />
italiano) están siempre guiadas por ese buen sentido que<br />
dimana de la feliz e incesante práctica. Insiste Scherchen<br />
especialmente en la absoluta necesidad de la representación<br />
mental plena y detallada de la música en la memoria del educando,<br />
representación que, según su teoría, debe ser directamente<br />
transmisible a la orquesta sin más ayuda que el movimiento<br />
corporal, en el caso teórico de situarse en el podio<br />
sin ensayo. De ahí su insistencia en el trabajo del gesto, tema<br />
constantemente presente en el texto: un gesto que, desdeñoso<br />
de toda exhibición y todo omato. debe transmitir completa<br />
y simultáneamente tanto la exacta dimensión métrica<br />
SCHERZO 101
DOSIER<br />
como la intención expresiva y el rango<br />
dinámico. Tema que desarrolla mu/<br />
ampliamente a lo largo de la tercera<br />
parte del libro con ayuda de pequeños<br />
diagramas ilustrativos de su técnica<br />
del golpe al aire, materializada en<br />
una considerable cantidad de ejemplos<br />
mu/ bien elegidos.<br />
La parte central del volumen, la más<br />
extensa, es un detallado estudio de la<br />
orquesta -en cierto modo, un verdadero<br />
tratado de orquestación descrito<br />
desde el punto de vista del intérprete-<br />
en donde, y de manera mu/ concreta,<br />
se realiza una especie de inventario<br />
que bien cabria denominar. «De<br />
los vicios arquetípicos de ejecución,<br />
errores característicos y malas costumbres<br />
del músico según la familia<br />
instrumental a la que pertenezca, y del<br />
modo más eficaz de corregirlos». Para<br />
Scherchen, y después del gesto (que<br />
debe ser la encamación visible e inmediata<br />
de esa «imagen ideal de la audición<br />
interna y silenciosa de la obra»<br />
previamente construida en la mente<br />
sin otra a/uda que el exclusivo estudio<br />
de la partitura, y «sin la que el aspirante<br />
a director nunca pasará de ser un<br />
buen marcador de compases») el<br />
mejor modo de comunicación con el<br />
ejecutante es la representación cantada<br />
de aquello que de él se aspira a<br />
obtener con gran acierto, Scherchen<br />
habla del piano como de una peligrosa<br />
plaga (resulta muy divertido que la<br />
terminología sea tan similar a la que<br />
casi contemporáneamente pusiera en<br />
boga Wilhelm Reich al hablar de «la<br />
peste emocional») y reivindica con<br />
énfasis esa primacía esencial de lo<br />
melódico que, en su opinión, constituye<br />
la sustancia misma de la comunicación<br />
sonora, por «sustentar la función<br />
vital de la música», según su acertada<br />
expresión. Estudiando, en suma, tales par ° el p**c° madntefio<br />
páginas -y con independencia de su<br />
-¡en 19b2h- el Debuss/ de Juegos ero demosodo otrewdo<br />
obvia utilidad para el músico práctico y para todo el que aspire<br />
a serlo- el breve texto de Scherchen constituye también<br />
un magnífico modo de acercarse a lo que irremediablemente,<br />
es ya su ausencia, puesto que su real argumento, su importancia<br />
crucial para el af donado radica en su valor testimonial<br />
como intento de descripción y racionalización de lo que en el<br />
personaje existió de definitivo y, también, de definitivamente<br />
inasible: su propia manera de modelar y construir la materia<br />
sonora.<br />
Alguna otra cosa, además del libro reseñado (y que no<br />
fuera malo completar con la edición de La naturaleza de la<br />
música y de Músico para todos, ensa/o de 1947 el primero<br />
y texto divulgativo de I9S0 el otro, ambos inéditos en<br />
nuestra lengua, que uno sepa) nos queda también a los<br />
españoles, como testimonio del tránsito por nuestro país<br />
de este artista singular (amén del recuerdo de quienes disfrutamos<br />
de su trabajo, y que. de alguna forma, ha contribuido<br />
también a hacernos como somos hoy); su dedicatoria.<br />
Enterado de la significación aproximativa que su apellido<br />
tenía en castellano, tuvo la humorada de estampar su<br />
702SCHERZO<br />
firma como Germán Tijerillas en uno de esos autoproclamados<br />
libros de oro a los que tanta afición tenemos en esa tierra<br />
miserable. Fue en el Festival de Granada que precediera<br />
a su definitivo adiós florentino y bien nos gustaría a más de<br />
uno volver a contemplar semejante autógrafo, de autor<br />
perfectamente anónimo para quien ignorase el busilis del<br />
cuento. Pero supongo que, como casi todo en esta tierra,<br />
habrá desaparecido también, igual que la izquierda, la vergüenza,<br />
los manuscritos de Leonardo o aquel sentido de la<br />
polémica que convertía cada concierto (y especialmente<br />
los dirigidos por aquel inolvidable Maestro Tijerillas) en una<br />
aventura estética de aleatoria conclusión y enriquecedoras<br />
discusiones. Enriquecimiento mmensante más pletónco y<br />
productivo que esa reverencial indiferencia de supuesto<br />
buen tono que hoy parece ser la oficial y obligada pastura,<br />
la aparente abundancia de cu/a oferta solamente sirve para<br />
enmascarar la indiferencia, estupidez / mezquindad de su<br />
demanda.<br />
José Luis Téllez
HERMANN SCHERCHEN<br />
Scherchen, visto por Elias Canetti<br />
Viena, 1933. Al fragor intelectual en que se mueve la<br />
capital austríaca, reencamación espiritual de la Atenas<br />
de Pendes, la eclosión por doquier de nuevos<br />
compromisos estéticos que presupondrán a la larga<br />
algunos de los aportes más decisivos en cada campo<br />
científico y artístico que ha contemplado el siglo XX, se va a<br />
sumar la batuta de un maestro proveniente de Berlín y va bien<br />
familiarizado con los materiales de la nueva música. Hermann<br />
Scherchen será el encargado de poner orden. El se constituirá<br />
en el director que afronte con todas las garantías la supuesta<br />
aridez de la nueva música, quien se responsabilice en los conciertos<br />
de la carga ultraprogresista indeleble a las partituras de<br />
aquellos salvajes de la modernidad, los que tan sólo años atrás<br />
hubieron de encerrarse, doloridos y avergonzados, en las catacumbas:<br />
la Asociación de conciertos privados de Schónberg.<br />
A la sazón, y con no poca fortuna para nosotros, ávidos de<br />
testimonios fieles de aquellos años de efervescencia, el escritor<br />
Elias Canetti, que en 1933 ya tiene listo el manuscrito de la que<br />
será su única novela, Auto de fe. se convierte en amigo del director<br />
de orquesta. A él debemos las más penetrantes descripciones<br />
acerca de la personalidad del Scherchen de la época. Canetti,<br />
testigo privilegiado de la Viena de entreguerras, acoge entre<br />
las páginas del tercer volumen de su autobiografía, E' juego de<br />
ojos (Ed. Muchnik, 1985) al director, como hombre y como<br />
músico, al Scherchen volcado hacia la nueva música, atraído por<br />
las vanguardias, y al Scherchen humillado, celoso y colérico.<br />
No ha de sorprendemos la amistad de Canetti con alguien<br />
tan, en un principio apartado del mundo del escritor. Canetti,<br />
inmerso en una ciudad en ebullición intelectual, no puede alejarse<br />
del círculo de artistas que, como él, gozan de un carácter<br />
extrovertido, ávido de conocimientos. De entre los músicos, el<br />
que conociera a fondo a Berg y no a Webem, por ejemplo<br />
(Schónberg, por esos años, ya había marchado a Estados Unidos)<br />
demuestra la atracción que sintiera Canetti por las personalidades<br />
exaltadas, románticas (Berg), virulentas (Anna Mahler,<br />
el escultor Wotruba) / volcánicas, como es el caso de<br />
Hermann Scherchen, o más aún, excéntricas, como la figura<br />
sin par del Doctor Sonne. Para Canetti resultaba mucho más<br />
digna de su atención la exaltación de un Berg o un Scherchen<br />
que el juego de máscaras, de falsedades, que encontrara en<br />
Alma Mahler o la petulancia de hombres como Franz Werfel.<br />
Es curioso que de los tres literatos que más adoraba, con ninguno,<br />
salvo en alguna medida Broch, intimara tanto como con<br />
el director de orquesta. Karl Kraus y Musil permanecen, a<br />
nuestros ojos, como seres glonficados, pero también herméticos,<br />
casi inaccesibles.<br />
Canetti conoce a Scherchen dirigiendo obras musicales<br />
rabiosamente contemporáneas (él no las conoce; no sabe de<br />
música, pero respeta la novedad sonora; lástima, porque, de<br />
haber tenido mejor oído Canetti, tendríamos hoy un testimonio<br />
impagable sobre los estrenos de aquellos años a los que,<br />
casualmente, asistiera. No se puede pedir todo). Canetti no<br />
cita grandes escándalos profesionales en tomo a Scherchen ,<br />
una personalidad que, como sabemos, permaneció de por<br />
vida en el ojo del huracán (interpretación en Berlín, 1912, del<br />
Pierrot Luno/re. Estreno de Déserts de Várese, escándalo increíble<br />
en París, en 1954), al contraria, a quien nos retrata en su<br />
libro Canetti es al Scherchen de carne y hueso, al director que<br />
es también esposo y amante apasionado, mil veces vulnerable.<br />
l_a visión global que desarrolla Canetti del personaje, como<br />
preámbulo de la narración de las vicisitudes que, en su compañía,<br />
le ocurrieran, sólo puede ser calificada de asombrosa, de<br />
un tremendo poder psicológico: «Mantenía firmemente apretados<br />
los labios para que ningún elogio se escapase de ellos. Lo<br />
que él más apreciaba era la exactitud del aprendizaje memorístico.<br />
Mu/ joven, en un ambiente de estrechez, se enfrentó con<br />
textos difíciles y se los fue apropiando trozo a trozo, en los<br />
escasos momentos que le dejaba libre su trabajo de ganarse el<br />
sustento. Mientras hacía música como violinista de café en<br />
locales nocturnos, un muchacho pálido, escaso de sueño, de<br />
quince años, tenía en el atril, entre las partituras, a Spinoza, y<br />
en los brevísimos intervalos de descanso aprendía de memoria<br />
frase tras frase de su Etica. Lo que aprendía no guardaba ninguna<br />
relación con lo que estaba haciendo; se hallaba allí al lado.<br />
sin mediación alguna, como peldaño del aprender. Cosas como<br />
ésta hay muchas en su vida. Ninguna de ellas tenía una relación<br />
efectiva, interna, con otra, si exceptuamos el esfuerzo que<br />
todas ellas le costaban. La voluntad fue lo que prevaleció siempre.<br />
Era una voluntad inquebrantable, que tenía necesidad de<br />
B/oven Cañeta vivió entre le fascinación y el desagrado su relación con Scherchen<br />
SCHERZO 103
DOSIER<br />
cosas nuevas en que ejercitarse y que las fue encontrando en<br />
el transcurso de una larga vida. Incluso en la vejez era la voluntad<br />
lo decisivo. La voluntad era su apetito, un apetito insaciable,<br />
pero, merced a su constante ocupación con [a música, se<br />
había convertido en un apetito rítmico».<br />
Con todo, y casi a renglón seguido, Canetti aventura la<br />
siguiente opinión sobre el Scherchen director de orquesta: «A<br />
pesar de todas las dificultades, pronto se convirtió en director<br />
de orquesta. No se dio por contento, sin embargo, con las<br />
cosas que ya existían. Tal vez éstas no le colmaban lo suficiente<br />
y, tal vez por ello, no llegó a ser nunca un director de orquesta<br />
verdaderamente grande». El desconocimiento de Canetti con<br />
respecto a la música, confesado por él mismo o. quizás, la profunda<br />
impresión que la figura de Mahler aún e|erciera sobre los<br />
vieneses, aureola vivificada todavía por la fuerte presencia de<br />
su viuda, desvirtuase un poco la apreciación del escritor acerca<br />
del director de orquesta Hermann Scherchen. O, más aún, tal<br />
vez, a sus ojos, se empequeñeciese la figura de un director<br />
interesado sobremanera en defender a los nuevos compositores,<br />
por mucho que Canetti compartiera ese afán. Efectivamente,<br />
la renovación de la música y la capacidad de Scherchen para<br />
aprehendería y comunicarla, llama la atención de Canetti, quien<br />
con perspicacia comenta: «Siempre andaba buscando cosas<br />
que fueran diferentes, pues aún tenía que aprenderías. El período<br />
en que la música se renovó,<br />
y para renovarse se ramificó<br />
de manera inaudita, le vino<br />
como anillo al dedo. Cada<br />
escuela, con tal de que fuera<br />
nueva, le planteaba tareas. Y<br />
para lo que él tenía talento, y<br />
lo que más que nada deseaba,<br />
era resolver tareas nuevas (...)<br />
Dos cosas le importaban: por<br />
un lado, aprender cosas nuevas,<br />
de las que se apropiaba en<br />
su integridad; pero también<br />
imponerlas, lo que equivalía a<br />
implantarlas con la máxima<br />
perfección posible ante un<br />
público que en modo alguno<br />
estaba ejercitado en ellas, ante<br />
un público que las consideraba<br />
nuevas e irreconocibles, insólitas<br />
y repulsivas y, al parecer,<br />
feas». Scherchen, pues, actuaba<br />
en un doble sentido, sometía<br />
a los músicos y al público,<br />
aún más cuando éste se mostraba<br />
especialmente reacio. Era<br />
una especie de reto. Scherchen<br />
asumía la experimentalidad<br />
de la obra, compartía con<br />
el compositor la tarea de la<br />
creación de la obra nueva y de<br />
su posterior difusión. Tal era su<br />
apetito de descubrimientos de materiales inéditos, que la música<br />
no le bastaba, y sentía placer en ampliar el «territorio de su<br />
poder, en abarcar, por ejemplo, el drama. Pensaba entonces en<br />
organizar festivales que estarían dedicados tanto a un drama<br />
nuevo como a música nueva». Semejante afán por lo nuevo,<br />
por abarcar distintas disciplinas, confiere a Scherchen rasgos<br />
típicos de una personalidad inserta en su época. Scherchen<br />
vive sumergido en la agitación artística, en la explosión de la<br />
Viena anterior a la Segunda Guerra Mundial, a lo que se suman<br />
sus vivencias en el Berlín de los años 20 y primeros 30. Es<br />
104 SCHERZO<br />
consciente de esa explosión, como lo certifica a través de<br />
Canetti; «Hacia el año I 100 antes de Cristo hubo en la humanidad<br />
una explosión». Y sigue Canetti: «H (así es como él lo<br />
llama en el libro) quería decir una explosión de energía artistfstica,<br />
concedía mucha importancia a la palabra explosión».<br />
Scherchen era, como diríamos hoy, un hijo de su tiempo. Para<br />
alguien como él, los postulados esgrimidos por la Escuela de<br />
Viena no debían sorprenderle en absoluto; los asumía como<br />
algo propio. El impulso por la difusión de todo lo nuevo de<br />
que habla Canetti es para Scherchen tan natural como para<br />
Schonberg la adopción del sistema dodecafónico. Scherchen,<br />
como Schonberg, vive intensamente eí presente, pero sin<br />
renunciar al pasado.como no renunciaran Webem (empleo de<br />
las formas puras a partir de las Opus 23, precisamente fechada<br />
en 1933), Schónberg (en el sentido de que su revolución no es<br />
sino una puesta al dia de las más clásicas formas musicales) ni,<br />
por supuesto, Berg, cuya dependencia con el último romanticismo<br />
es manifiesta y, al mismo tiempo, Scherchen, como en<br />
definitiva la Escuela de Viena, asume la necesidad imperiosa de<br />
renovar, inmerso en una sociedad artística que, más que ninguna<br />
otra en la historia, siente atrapar el futuro con las manos (a<br />
propósito, Scherchen firmaría la frase de Schónberg referente a<br />
la vigencia de su sistema a lo largo de los siguientes cien años).<br />
Atrapar la totalidad. Ésa es la utopía que persigue nuestro<br />
£í estreno de Aménques de Várese supuso uno de Jos mayores escándalos de la carrero de Scherchen<br />
director de orquesta, como Schónberg, pero también Canetti y<br />
Robert Musil. De ahí la entrega absoluta, la desmesura con que<br />
aborda las partituras más rompedoras de su momento. Scherchen<br />
se encuentra mucho más próximo al pensamiento utópico<br />
de Musil o Canetti (la novela total, el absurdo estético, el<br />
saber enciclopédico) y, por tanto, de la conjunción-totalización<br />
de formas musicales que es el Wozzeck, que del cuestionamiento<br />
acerca de la perdurabilidad y el valor auténtico de la<br />
obra artística planteado por Broch en Lo muerte de Virgilio.<br />
«H. andaba siempre buscando cosas nuevas». De no ser así,
Grupo de artistas, de E/nst Ludwig /Oncñner<br />
jamás Scherchen hubiera reparado en Elias Canetti, un nuevo<br />
que llegaría hasta él no sin antes atravesar la red de intermediarios<br />
que engrosaban su séquito. El maravilloso Café Museum se<br />
convertía en el templo en el que tomaba declaración ai candidato.<br />
Su sed de novedades hace que acoja, sin más dilación, al<br />
joven dramaturgo, que con el manuscrito de Lo Boda como<br />
estandarte, (Auto de Fe sólo era posible enseñarlo a los íntimos)<br />
entre a formar parte del habitual círculo del director en<br />
los meses sucesivos. La reacción de Scherchen, tras una lectura<br />
pública, precisamente, del drama La Roda, da pie a Canetti<br />
para ofrecemos una aguda observación de su personalidad:<br />
«H. solía cortar siempre de repente, se tratase de lo que se<br />
tratase, se levantaba y se iba, decía unas pocas palabras, muy<br />
pocas, únicamente las indispensables según cada ocasión. Mantenía<br />
cerca de si la mano que le daba a uno, ni siquiera en esto<br />
salía él al encuentro. Para llegar a aquella mano había que estirarse<br />
y alzarse. La mano era una gracia que él condecía, y de<br />
esa gracia formaba parte una breve orden relativa al momento<br />
y la ocasión en que no tenía que presentarse ante él (...) Inmediatamente<br />
después de que fuese impartida la última orden, se<br />
tenía delante su ancha espalda. Ésta se ponía en movimiento<br />
con decisión, pero nunca con demasiada rapidez. Coma direc-<br />
HERMANN SCHERCHEN<br />
tor de orquesta que era, estaba habituado,<br />
claro está, a operar también con la<br />
espalda pero no se puede afirmar que<br />
H. dispusiera de una gran riqueza de<br />
movimientos de espalda. Visto por<br />
detras parecía tan rigido como visto de<br />
frente. No disponía de un juego de gestos<br />
en su rostro. Resolución, altanería,<br />
juicio, frialdad: eso era todo lo que él<br />
deseaba mostrar».<br />
Scherchen, un músico, acoge en su<br />
círculo a Elias Canetti, un escritor, atraído<br />
por lo que para aquél representa una<br />
bocanada de aire fresco sobre el drama<br />
teatral. En cuestiones de música, por su<br />
parte, Canetti apenas podía aportar una<br />
opinión seria, por tanto quedaba excluida<br />
la relación maestro-discípulo. «Tuvo<br />
que pensar, pues, en otras posibilidades<br />
de someterme a su yugo». Esa posibilidad<br />
no tardaría en llegar. Sería a través<br />
de Scherchen como Canetti entraría en<br />
la casa de Anna Mahier, musa de la<br />
Viena del momento. Lo haría en calidad<br />
de portador de cartas de Scherchen. A<br />
la relación epistolar del director de<br />
orquesta con Anna, al encandilamiento<br />
posterior del escritor por la hija de Alma<br />
Mahier y al consecuente arrebato de<br />
celos del músico debemos nosotros un<br />
más exacto conocimiento de las interioridades<br />
de la personalidad de Scherchen,<br />
el admirador de la familia musical por<br />
excelencia de Víena. Alma, cuyo poder<br />
-afirma Canetti- en la Viena musical era<br />
enorme, no tenía a bien conceder a<br />
Scherchen ninguna importancia. Consecuencia<br />
de ello, Scherchen se aferra con<br />
más ahínco, si cabe, a la hija. Se hace el<br />
fuerte y redacta una carta en la que<br />
declara su amor a Anna. la carta debe<br />
ser entregada personalmente por Canetti<br />
en el estudio de la escultora. Canetti<br />
se siente usado como cualquier otro de<br />
los intermediarios de que se rodea el músico. Será la ciudad de<br />
Estrasburgo, en el marco de un Congreso de Música Contemporánea,<br />
el campo de batalla donde dirimirán sus diferencias<br />
Hermann Scherchen, el organizador, / Elias Canetti, el invitado,<br />
con la figura de Anna Mahier al fondo. «El hecho de que H. me<br />
hubiera elegido como recadero podía considerarse como una<br />
prueba de que me tenía por muy poco peligroso. Le resultaba<br />
tan natural tomarse a sí mismo en serio, que el peso de una<br />
carta manuscrita suya compensaba con creces el peso de cualquier<br />
recadero». Scherchen tenía al autor de Lo Roda por un<br />
inveterado enemigo de cualquier placer, el ideal emisario de<br />
una carta de amor. Sin embargo, Scherchen no recibió respuesta,<br />
ni siquiera una respuesta negativa. Scherchen, sospechando<br />
que Canetti ha estado repetidas veces viendo a Anna,<br />
se decide a hablarle mal de ella Canetti se exalta cada vez más,<br />
no puede disimular su amor por Anna, quien por cierto le ha<br />
confesado por carta que no está especialmente interesada por<br />
él. Dolido en su amor propio, y por las invectivas de Scherchen,<br />
Canetti se siente aún más encolerizado y horrorizado,<br />
toda vez que, en sus ataques verbales contra la escultora, «...H.<br />
había llegado demasiado lejos». Scherchen apostilla: «No se<br />
altere usted por lo que le he dicho, hay entre el cielo y la tierra<br />
SCHERZO 105
DOSIER<br />
más cosas que las que usted puede imaginar».<br />
Scherchen no podía resistir el desprecio al que se<br />
veía sometido por parte de la familia Mahler. Anna<br />
había ignorado la carta que le llevara Canetti,<br />
diciendo; «No es importante». A ella le resultaba<br />
indiferente. «A Anna no le interesaba H», dice<br />
Canetti en su autobiografía. «... no le interesaba<br />
siquiera como músico, y mucho menos como<br />
hombre (...) El hecho de que Anna le rechazara<br />
afectaba a H. de un modo especial. Él intentaba<br />
consolidarse en Viena: para la madre de Anna,<br />
Alma, que ejercía una gran influencia, él no significaba<br />
nada. Tanto más importante hubiera sido<br />
para él, en consecuencia, significar algo para la hija<br />
de Mahler. Esta hija no quería saber nada de él. y<br />
por ello H. tenia que lanzar contra ella las peores<br />
injurias».<br />
La situación se hace cada vez más tensa en<br />
aquella estancia en Estrasburgo en julio de 1933.<br />
Canetti decide cambiar el tono y empieza a defender<br />
a Anna con más ahínco. «Tengo que hablar<br />
con Canetti», decía Scherchen, y éste, que se<br />
debía a su público, sentía la obligación de propagar<br />
a todos que, en los descansos de los conciertos,<br />
debía apartarse con Canetti, un invitado que<br />
no era músico, para hablar. Sonaba como si se tratase<br />
de algo trascendente. Ambos se sentían en la<br />
necesidad de hablar de Anna: Scherchen para atacarla,<br />
ya que no le había contestado, y Canetti<br />
para defenderla, defensa de la que, por cierto.<br />
Scherchen no podía en absoluto prescindir. «H.<br />
tenía necesidad imperiosa de ambas cosas: del ataque<br />
y de la defensa». Canetti confiesa que, obser-<br />
vador como estaba en aquel Congreso de las múltiples formas<br />
que tenían todos los asistentes de reaccionar entre ellos, «... el<br />
objeto principal de mi experiencia durante mi estancia allí fue<br />
el hombre que lo había convocado, su corazón operante. El<br />
era preciso y despiadado, y de modo preciso y despiadado lo<br />
estudié. Ni una palabra, ni un silencio, ni un movimiento suyos<br />
se me escaparon. Finalmente, yo tenía cerca de mí. delante<br />
mía, en estado puro, aquello que quería comprender y exponer<br />
un déspota».<br />
Pero aún tendrá ocasión Scherchen para la venganza,<br />
Como clausura del Festival, Scherchen prepara una fiesta,<br />
autohomenaje encubierto, en la que manda finalmente a<br />
Canetti pronuncie un discurso ferviente. Pero en contra del<br />
deseo de Scherchen, las palabras del escritor no pueden resultar<br />
más objetivas e inocuas. Scherchen, visiblemente irritado,<br />
opta por leer la mano a todos los allí presentes: cada uno tendría<br />
la posibilidad de saber su destino gracias a las habilidades<br />
del director convertido en pitoniso, Todos pasan ante él por<br />
riguroso tumo. «Se limitaba a decir los años que cada cual iba<br />
a vivir. Las demás cosas, las cualidades de las personas, lo que<br />
les esperaba en el porvenir, eso no le interesaba». Le llega el<br />
tumo al propio Canetti; el veredicto es tajante: «Usted no<br />
cumplirá los 30»: agregó incluso un comentario, cosa que no<br />
había hecho antes con ningún otro: «La línea de la vida se<br />
rompe aquí». Según Canetti «...H. dejó mi mano como si<br />
fuera algo inútil, me miro radiante y siseó: Yo cumpliré 84.<br />
Ahora tengo a mis espaldas tan sólo la mitad de mi vida.<br />
Tengo 42. Pero usted no llegará a cumplir los 30». Hoy sabemos<br />
que Scherchen muñó a los 75 años y que Canetti continúa<br />
vivo, «para quienes jamás lo habían enojado oponiéndose<br />
a él. bastaba su capricho, a éstos les permitía alcanzar una<br />
edad más o menos normal. Ninguno llegaba a cumplir los 84».<br />
El episodio en tomo a Anna Mahler no es accidental. En él<br />
?0
colma cualquier curiosidad en tomo a las excentricidades del<br />
director «Acudieron todos los músicos a los que invitó H.r<br />
tenian buenas razones para hacerlo. Una de las ocurrencias<br />
especiales fue la invitación a las cinco viudas que H. quería<br />
congregar allí. Eran las viudas de cinco compositores famosos;<br />
de las cinco que fueron invitadas no consigo acordarme más<br />
que de tres: las viudas de Mahler. Busoni y Reger. Ninguna de<br />
ellas acudió. En sustitución de éstas andaba por allí una viuda<br />
que no venía al caso, la de Gundolf, una viuda recién salida del<br />
homo que, a pesar de ir vestida de negro de pies a cabeza,<br />
tuvo un comportamiento muy alegre y abierto».<br />
Cuatro años más tarde volvernos a encontrar juntos a Canetti<br />
y Hermann Scherchen. Sorprendentemente, hallamos a éste<br />
instalado en la casa del flamante autor de Auto de Fe, junto a<br />
una nueva esposa, sucesora de Gustel. la china Shü-Hsien, en la<br />
Himmelstrasse (calle del Cielo), nombre ideal para una calle del<br />
popular barrio vienes de Gnnzing. el sitio de las fieungen, las típicas<br />
tabernas de vinos, «H. tenia el proyecto de crear una revista<br />
que se publicaría en cuatro idiomas; iba a llamarse Ars Viva NO<br />
estaría al servicio sólo de la nueva música, con iguales derechos<br />
se hallarían representadas en ella la literatura y las artes plásticas.<br />
Me preguntó con quiénes podría contar en Viena como colaboradores<br />
y le di los nombres de Musil y Wotruba».<br />
Anno Mahler fue uno de los grandes pasiones de Scherchen<br />
HERMANN SCHERCHEN<br />
Las deliberaciones en tomo a la formación de la revista, a<br />
las que asiste Canetti. no conducen, en principio, a nada concreto.<br />
De hecho, el mismo Canetti, asegura no haberse sabido<br />
nunca más de la revista, cuando lo cierto es que Ars Viva llegará<br />
a editarse más adelante para que, |unto con Melos, Música<br />
viva y los Gravesoner 6/dtier suizos, llegase a conformar la<br />
importante aportación de Scherchen al campo periodístico.<br />
Ante nosotros, en la reunión para decidir sobre la revista Ars<br />
Viva, tenemos a un Hermann Scherchen seguro de sí mismo,<br />
como siempre, pero más moderado, más relajado. La defensa<br />
que hace de los ideales de la revista convencen a Canetti. que<br />
por vez primera está completamente de acuerdo con él:<br />
«Queremos una revista viva, no un adoquín escolástico. Usted<br />
-se refiere a Franz Blei, que acompañaba a Musil— está a favor<br />
de la reducción, pero Ars Viva debe servir a la dilatación, a<br />
nosotros no nos da miedo nuestra época. Para los fósiles hay<br />
ya suficientes revistas».<br />
Scherchen aparece ahora mas feliz a los ojos de Canetti. La<br />
felicidad la originaba un tesoro que había hallado el maestro, la<br />
mujer china con la que se había casado no hacia mucho.<br />
«Sobre su nueva esposa a H. le gustaba hablar. Estaba orgulloso<br />
de ella, con ella causaba sensación». A esta mujer encantadora<br />
y muy culta, procedente de una buena familia, la conoció<br />
Scherchen en Bruselas, dmgiendo a Mozart. Viéndola,<br />
Scherchen se enamoró de ella. A su vuelta a<br />
Pekín. Shü-Hsien le escribió una carta que desató<br />
la pasión del músico. «H. canceló todos sus conciertos<br />
y viajó con el transiberiano a Pekín, por<br />
cinco días, más tiempo no se concedía, para casarse<br />
con Shü-Hsien en ese plazo. Cuando H. llegó a<br />
Pekín le dijeron que las cosas no podían ir tan<br />
deprisa, que para casarse era preciso tiempo; pero<br />
él impuso su voluntad también en Pekín, se casó<br />
con Shü-Hsien en el plazo de cinco días, la dejó<br />
provisionalmente allí en casa de sus padres volvió<br />
a tomar el tren y, no había pasado mucho más de<br />
un mes, ya estaba de nuevo en Europa dirigiendo<br />
sus conciertos. Unos meses después llegó Shü<br />
Hsien y ambos se instalaron en nuestra casa de<br />
Gnnzing». Canetti confiesa que el rencor que<br />
desde los días de Estrasburgo llevaba consigo<br />
parecía haberse evaporado, hasta el punto de sentir<br />
ahora afecto por aquel hombre del que, prueba<br />
del apasionamiento amoroso que le embargaba,<br />
cuenta Canetti una divertida anécdota que pone<br />
fin a nuestra ojeada, vía El juego de ojos, sobre su<br />
personalidad fuera de lo común: «Un buen día<br />
recibí de improviso un telegrama de H. en el que<br />
me rogaba aprem i antemente que fuera a una hora<br />
determinada a la Estación Oeste, donde se detendría<br />
unos sesenta minutos entre dos trenes. Acudí<br />
a la estación más por curiosidad que por simpatía.<br />
Su tren llegó y me gritó, ya desde la ventanilla:<br />
"Voy a Pekín a casarme!" (...) En su frenesí matrimonial<br />
había olvidado algo importante. De pronto,<br />
llegó comendo Dea Gombrich, la violinista, a la<br />
que también había citado, y lo único que le dijo H.<br />
fue que iba a casarse y que, por favor, saliese rápidamente<br />
a comprarte unos calzoncillos: había olvidado<br />
coger unos calzoncillos para la boda. Ella<br />
echó a correr y volvió antes de que el tren se<br />
pusiera en marcha; le alcanzó los calzoncillos hasta<br />
la ventanilla del vagón. Él, de pie.sonreía, le dio las<br />
gracias, sus labios no eran tan delgadfjs como<br />
siempre».<br />
Francisco Ramos<br />
SCHERZO 107
DOSIER<br />
Figura compleja, polémica, pionera, interesantísima, Hermann<br />
Scherchen albergaba en su intenor una suerte de<br />
dicotomía de difícil resolución, de síntesis imposible: la<br />
afición por lo nuevo, la entrega apasionada a las músicas<br />
de vanguardia, la protección a las más variadas<br />
aventuras / expenmentos, por un lado; la defensa y utilización<br />
de los métodos de la mas rancia tradición directorial germánica,<br />
el cultivo en extenso de un repertorio barroco, clásico y<br />
romántico, por otro. Como director de orquesta, considerando<br />
tales premisas, podría dar a priori lo mejor de si en aquellas<br />
composiciones fronterizas producto del cruce de estilos, de<br />
épocas, de tendencias, de culturas: las hijas det nuevo siglo,<br />
desde el ácido postromanticismo de Mahier o el lirismo trascendido<br />
y peculiar de Berg. Y así era, en efecto. No pueden<br />
desconocerse, sin embargo, sus apreciables acercamientos<br />
-realizados, naturalmente, de modo muy personal y aun discutible-<br />
a músicas tan dispares como las de Haendel o Haydn,<br />
Bach o Mozart, Beethoven o Brahms, Chaikovski o Bruckner,<br />
Prokofiev o Debussy. Hay muestras de todo ello en disco porque<br />
Scherchen desarrolló cunosamente una prolifica carrera<br />
comercial en los estudios de grabación y, por otra parte,<br />
muchas de sus interpretaciones en vivo han sido recogidas y<br />
hoy se empiezan a distribuir con cierta profusión.<br />
Hijo de una tradición<br />
Una batuta heterodoxa<br />
que un corpus similar<br />
Aunque singular en sus<br />
.-• • pueda alcanzar más tarde,<br />
modos y maneras el direc-<br />
en la esperada evolución y<br />
tor berlinés no podía negar<br />
desarrollo, una importancia<br />
-nunca lo pretendió-<br />
y una trascendencia. El<br />
encontrarse inmerso en un<br />
joven músico se encontra-<br />
mundo musical muy caracba<br />
en la mejor situación<br />
terístico al que él, desde<br />
para forjarse, a partir de su<br />
luego, aportó nueva savia y<br />
inteligencia y sensibilidad,<br />
abrió rutas desconocidas.<br />
una formación sólida y<br />
Un mundo que engarzaba<br />
consistente, unida al pasa-<br />
con personalidades tan<br />
do pero conectada con el<br />
relevantes y proteicas como<br />
presente y con posibilidad<br />
las de Gustav Mahier y Ale-<br />
de ser proyectada hacia el<br />
xander von Zemlmsky en su<br />
futuro. Junto a las influen-<br />
doble faceta de compositocias<br />
citadas o aludidas<br />
res y directores, cometidos<br />
deben sumarse en este<br />
en los que ambos, sobre<br />
proceso las emanadas del<br />
todo el primero, bnllaron a<br />
contacto o la actividad de<br />
gran altura. No menor<br />
batutas célebres como las<br />
influencia tendría en el por<br />
de Arthur Nikisch, tantos<br />
entonces joven viola (de las<br />
años en la Filarmónica,<br />
orquestas Blühtner y Filar-<br />
Bruno Walter, berlinés al<br />
mónica de Berlín) y ya<br />
igual que Scherchen y ya<br />
aprendiz de director el con-<br />
maestro de talla cuando<br />
tacto con el cuñado del<br />
éste comenzaba, Leo Blech,<br />
segundo, Arnold Schoen-<br />
también de la capital y a<br />
berg, embarcado en tal ins-<br />
quien nuestro protagonista<br />
tante histórico en sus aven-<br />
tuvo que ver en acción<br />
turas atonales. Seria precisa-<br />
multitud de veces tanto en<br />
mente de la mano del<br />
los conciertos del Landest-<br />
creador de Moisés y Aarón Scherchen fue una de tos primeros grandes<br />
heater como en la Opera<br />
que se iniciaría en la bus- Mahier<br />
dinectores que trajo o España h obra de<br />
Real, cuya titularidad com-<br />
108 SCHERZO<br />
queda de caminos y lo que le facilitaría su primera experiencia<br />
de importancia en músicas actuales a raíz del estreno del Pierrol<br />
Lunaire, que había trabajado con el autor y a quien, por<br />
enfermedad, tuvo que suplir a lo largo de 1912 en una gira<br />
que transcurrió por diversas ciudades alemenas, de Berlín y<br />
Munich a Mannheim. A los 20 años el alevín se ponía en el<br />
podio de la Filarmónica berlinesa, a la que había dirigido ocasionalmente<br />
en 1910 para ejecutar un programa de aupa: Sinfonía<br />
de Cámara de Schoenberg, Quinto de Mahier, Novena de<br />
Bruckner. Empezaba a tomar cuerpo así lo que sería una de<br />
las carreras directonales más singulares y contradictorias de<br />
este siglo.<br />
Es sabido que Scherchen fue un autodidacta y que. de<br />
ascendencia más bien modesta -sus padres tenían un bar en<br />
Berlín-, no recibió lo que se dice una formación musical<br />
modélica. El joven aspirante hubo de ganarse la vida muy<br />
pronto en cafetines y estudiar, prácticamente por su cuenta,<br />
toda partitura que caía en sus manos. Las de Beethoven le<br />
acompañaban permanentemente. Pero ello no quita para que,<br />
viviendo en la capital del estado además, no pusiera en marcha<br />
su fino olfato y absorbiera, como si de plancton se tratara,<br />
el alimento espiritual que constituye en una ciudad curta el<br />
complejo conjunto de influencias, manifestaciones, herencias y<br />
tradiciones que flotan en espera de ser utilizadas por mentes<br />
abiertas, ánimos inquietos y corazones arrojados, dispuestos a<br />
asumirlas y a reelaborar!as creativamente, única manera de
El d«ci!o.' jíemin con un grupo de afumóos y alumnos<br />
partía con otra eminencia: Richard Strauss. Notable debió de<br />
ser asimismo para el estudiante la figura de Félix Weingartner,<br />
uno de los padres del moderno arte de dirigir. Maestros eminentes<br />
que dieron paso a continuadores de excepción,<br />
muchos pertenecientes a la misma o parecida quinta que la de<br />
Scherchen: Otto Klemperer (1885), Wilhelm Furtwangler<br />
(1886), Robert Heger (1886), Erich Kleiber (1890), Fntz Busch<br />
(1890) (I), Karl Bohm (1894), Hans Rosbaud (1895)... Otros<br />
bastante más mayores: Cari Schuncht (1880), Hermann Abendroth<br />
(1883), Fritz Stiedry (1883)... O más jóvenes: Hans Schmidt-lsserstedt<br />
(1900), Eugen Jochum (1902), Josef Kríps<br />
(1902), Josef Keilberth (1908), Otto Ackermann (1909),<br />
Rudolf Kempe (1910)... Y, naturalmente, Herbert von Karajan,<br />
el último gran representante de esta dinastía teutona (1908),<br />
el mas recientemente fallecido de una estirpe que agrupaba a<br />
músicos nacidos en Alemania o Austria; o redclados como<br />
Ackermann, oriundo de Rumania, nacionalizado suizo, pero de<br />
formación claramente germana.<br />
Técnica y entendimiento<br />
Uecía Emest Ansermet, otro ilustre director. «El gesto no es<br />
eficaz más que cuando es orgánico; es decir, personal». Ha/,<br />
en efecto, gestos directoriales amplios, convulsivos; nerviosos e<br />
insistentes; sinuosos y elegantes; bruscos e incisivos: suaves y<br />
fluidos... La variedad es enorme. Por muy adecuado, preciso o<br />
grácil que sea, el movimiento corporal ha de tener una funcionalidad<br />
porque, en definitiva, es vehículo de un pensamiento<br />
musical, de un análisis, de una elaboración intelectual contrastada<br />
con un sentimiento y con una poética. Lo que no debe llevar<br />
a negar su importancia, en ocasiones fundamental. La<br />
influencia física de una mano o una muñeca realizando una<br />
labor de medición temporal, de mareaje de compás es siempre<br />
HERMANN SCHERCHEN<br />
significativa pues es a su través que<br />
instrumentistas y auditores-espectadores<br />
quedan enterados de lo que<br />
el coordinador de todas las voluntades<br />
que componen una orquesta<br />
quiere o piensa. Las ondas que la<br />
autoridad del que empuña la batuta<br />
envíe, los mensajes que pueda<br />
encerrar su mirada serán entonces<br />
determinantes del modo de ser de<br />
una interpretación.<br />
Autoridad que Scherchen sin<br />
duda poseía en su gesto breve,<br />
seco, incisivo, claro, no siempre<br />
exacto pero elocuente, construido<br />
con ambas manos. No utilizaba<br />
(excepto al pnncipio y al final de su<br />
carrera en que empuñaba una muy<br />
corta) batuta y era su dedo índice<br />
derecho el que imponía el movimiento<br />
y establecía el tempo, habitualmente<br />
vivo, nada dado a la<br />
morosidad de la que gustaban algunos<br />
¡lustres colegas. Un rostro muy<br />
personal, enjuto, de anciano resabiado<br />
y a menudo cascarrabias,<br />
dominado por unos ojos pequeños<br />
e inquietos, ágiles y conminativos,<br />
colaboraba para que la ejecución<br />
llegara a buen puerto, cosa que no<br />
siempre se conseguía por la singularidad<br />
expositiva del maestro, que<br />
chocaba frecuentemente con ios<br />
criterios más tradicionales de las orquestas. El director berlinés<br />
era amigo de texturas magras, acentos proclives a la concisión,<br />
fraseos austeros y anti[románticos -en el sentido en el que<br />
usualmente se considera el término-, colores planos pero<br />
muy contrastados. Una forma de entender la materia musical<br />
no alejada de la de ese otro gran director -quizá más dotado<br />
y, como él, impulsor de la creación de vanguardia- que fue el<br />
citado Rosbaud; del que el exagerado y ocurrente Stravinski<br />
llegó a decir «Es el más escrupuloso de los músicos y uno de<br />
los pocos directores no delincuentes».<br />
La nervadura poderosa, la acidez de la acentuación, las aristas<br />
de cualquier ejecución de Scherchen, enamorado de la<br />
expresión concisa -y precisa- antes que de la confortable<br />
coloración o de la muelle exposición del discurso, eran constantes<br />
y podían llegar a barrer, inmisencordemente. cuestiones<br />
o factores de índole estilística o histórica. Sus firmes enteros<br />
en busca de la esencia última, espartana, de la música podían<br />
favorecer un cierto esquematismo, casi siempre salvado por la<br />
férrea racionalidad que animaba desde dentro sus construcciones<br />
sinfónicas.<br />
He ahí el porqué pueden resultar atractivas sus interpretaciones<br />
cartesianas -aunque no exentas de fuego interior- de<br />
Beethoven -por ejemplo, de una Pastoral velocísima y nada<br />
contemplativa-, Bach -trazado como con tiralíneas pero<br />
intemporal- o, particularmente, de Mahler, excitante y coloreado<br />
al ácido prúsico. Por no hablar de sus logros en el repertorio<br />
de la escuela de Viena y de toda la música nacida entre<br />
las dos guerras.<br />
Su íntima unión con la de su mentor, y en ciertos aspectos<br />
maestros, Schonberg tuvo, claro es, como en parte ya se ha<br />
apuntado, gran importancia para su desarrollo como artista y<br />
como director para su autocontrol y planteamientos puede que<br />
poco cordiales, para su posición antirromántica. Es conocida la<br />
SCHERZO 109
DOSIER<br />
«Un gesto breve, seco, incisivo, no siempre exacto, pero elocuente))<br />
postura que al respecto mantenía el creador del dodecafonismo<br />
-en una primera época, porque en 1948 defendía prácticamente<br />
la contraria- en contra de los excesos postromárticos. Georges<br />
Uébert recuerda una anécdota sobre ello después de una ejecución<br />
al parecer demasiado apasionada de su Sinfonía de Cámara<br />
en un concierto dirigido en 1914 por Scherchen. Schoenberg la<br />
criticó con dureza y manifestó más tarde: «Es algo curioso: ¡La<br />
pasión está al alcance de cualquiera! Pero la interioridad, la forma<br />
casta y superior de la emoción parece rehusarse a la mayor<br />
parte de los hombres. Y resulta bastante comprensible: ¡La emoción<br />
subyacente debe ser sentida y no simplemente representada!<br />
Es por lo que todos los comediantes encuentran la pasión y<br />
muy pocos la mtenondad». {Extracto de una carta fechada el I<br />
de febrero de 1914 de Schoenberg a Scherchen). Cualquiera<br />
que haya visto dirigir a nuestro homenajeado o que haya escuchado<br />
una sola de sus interpretaciones pensará que la reprimenda<br />
surtió un pasmoso e indeleble efecto.<br />
Contacto con la Nacional<br />
tntre octubre de 1959 y febrero de 1966 (pocos meses<br />
antes de su muerte) Hermann Scherchen frecuentó el podio<br />
de la Orquesta Nacional de España y ofreció algunos singulares<br />
y en casos inolvidables conciertos. Manejó un amplísimo<br />
repertorio pero dejó constancia casi siempre de su inquietud,<br />
de su política de apartarse de lo trillado. Ofreció así un buen<br />
número de Interesantes y, para muchos, nuevos o reveladores<br />
programas. A guisa de ejemplo podemos recoger algunos de<br />
los que reíaciona Luis Alonso en su trabajo 40 Años de la<br />
ONE (ministerio de Cultura, 1982): 3 y 5 de noviembre de<br />
1961: Surte de La Reina de 'os todos de Purcell, Vanoóones<br />
para orquesta de Schoenberg, Tercera de Brahms; 16/ 18 de<br />
febrero de 1962: Gran fuga de Beethoven, Sinfonía de instrumentos<br />
de viento de Stravinski. Juegos de Debussy, Segundo de<br />
Beethoven 23 de febrero del mismo año: E/ arte de la fuga de<br />
Bach; 25 y 27 de enero de 1963: Ballet Los criaturas de Prometeo,<br />
Aria de concierto Atí pérfido!, Música incidental para<br />
Egmont todo de Beethoven; I y 3 de febrero del mismo año:<br />
Rapsodia para contralto y coro de hombres de Brahms. Tercera<br />
de Mahler (con inclementes y extensos cortes); 26 y 28 de<br />
marzo de 1965: 44 de Haydn, Concierto n° 3 para trompa de<br />
Mozart, Segundo de Bruckner; 25 y 27 de febrero de 1966:<br />
Serenata para vientos n" 10 de Mozart, Elegía de Schidlowsky,<br />
Quinta de Mahler.<br />
Sus relaciones con el conjunto no siempre fueron bonancibles;<br />
era hombre de humor vario y difícil, muy exigente y algo<br />
despótico; cosas que los músicos, y menos los nuestros, no<br />
suelen aceptar. Ensayaba de forma muy concentrada, parando<br />
mucho y haciendo continuos jeribeques con su acusador y<br />
nervioso índice, moviendo agriadamente sus manos sarmentosas<br />
y chapurreando una jerga mezcla de alemán, italiano, inglés<br />
y un poco de español. Se enfurecía con cierta facilidad y<br />
entonces su rostro, de por sí rubicundo, enrojecía hasta extremos<br />
alarmantes y sus finos capilares tomaban relieve en su<br />
curvada nanz, Todo un personaje; ya archifamoso y considerado<br />
-con escritos, cursos, conferencias y aventuras del más<br />
diverso tipo a sus espaldas- cuando llegó a nosotros. Fiel<br />
defensor de unas ideas muy personales que hoy, felizmente,<br />
para quien no lo viera en su día y para quien lo quiera recordar,<br />
y gracias a la recuperación de buena parte de su patnmomo<br />
discográfico, puede ofrecemos todavía interesantes, excitantes<br />
-y discutibles- interpretaciones.<br />
(11 SCHEBZO publico en su n° 48 un dosier dedicado al centenario de ambos.<br />
Arturo Reverter
El hombre de los mil estrenos<br />
Iannis Xenakis ha dicho de él: «Hermann Scherchen continúa<br />
siendo en este siglo XX musical, como una estrella,<br />
distinta, de primera magnrtud. Ha fecundado a numerosos<br />
compositores, intérpretes, técnicos de la música y de<br />
la acústica. Por no hablar de los simples oyentes, que con<br />
él han aprendido a escuchar de otra manera». Las palabras del<br />
compositor -del prólogo de la edición francesa de Lebibuch<br />
des Dingierens- ¡lustran ese agradecimiento hacia la figura de<br />
un músico que vivió como pocos directores de orquesta lo<br />
han hecho, la aventura de la música contemporánea. Tal vez<br />
en ese sentido tan sólo se le puede comparar otro gran maestro<br />
como Hans Rosbaud.<br />
Es impresionante repasar la lista de estrenos que llevó a<br />
cabo Hermann Scherchen en su vida profesional, tanto en su<br />
periodo alemán -fue uno de los raras directores de orquesta<br />
que, sin ser ¡udlo (aunque sf de izquierdas) se marchó de su<br />
país al acceder al poder la Peste Parda- en los años de exilio<br />
y en la postguerra. Son demostrativos de la variedad de intereses<br />
de Scherchen y también de su certero instinto artístico.<br />
De Altan flerg y Antón Webem estrenó Scherchen algunos de sus obra más significativas<br />
HERMANN SCHERCHEN<br />
He aquí la relación de algunas de las obras que estrenó:<br />
De Amold Schoenberg: Sinfonía de Cámara N° / (19II).<br />
Del gran compositor austríaco, Scherchen estnenó también la<br />
Donza del Becerro de Oro de Aloses und Aron, en 195 I, en<br />
Darmstadt. Fue la primera música que se dio en concierto de<br />
la ópera de Schoenberg. Ademas Scherchen preparó la edición<br />
de Mases und Aron que se utilizó en su estreno en la<br />
Radio de Hamburgo bajo la dirección de Hans Rosbaud.<br />
De Alban Berg. Scherchen estrenó fres fragmentos sinfónicos<br />
de Wozzeck en Frankfurt, en 1924, un año antes de que<br />
Erich Kleiber estrenara la ópera. En la misma ciudad -de cuya<br />
Orquesta del Museo era director- estrenó Der Wem. con R,<br />
Herling como solista. Y, finalmente, en Barcelona, el 19 de<br />
abril de 1936 y dentro del marco del Festival Internacional de<br />
Música Contemporánea, Scherchen estrenó el Concierto para<br />
violín, con el norteamericano Louis Krasner como solista.<br />
De Antón Webem, las Variaciones Opus JO, en 1943.<br />
De Karl Amadeus Hartmann, Miseree (Praga, 1935) y<br />
la Symphonische Ouverture «China Kampf» (Darmstadt,<br />
1947).<br />
De Albert Roussell, el ballet Éneos, estrenado<br />
en el Palais de Beaux Arts de Bruselas en<br />
1935.<br />
De Dimitn Shostakovich, la Tercera Sinfonía<br />
(1929).<br />
De Bela Bartók. la Rapsodia n° I para violin y<br />
orquesta (en Koenisberg, en 1929, con Szigeti<br />
como solista).<br />
De Richards Strauss, la Sinfonía para 13 instrumentos<br />
de viento (1946).<br />
De Alois Haba, Martka (1930).<br />
De Boris Blacher, Abstrakte Oper (1957).<br />
De Edgar Várese. Déserts, en París, en 1954<br />
y acompañado de un escándalo que todavía se<br />
recuerda.<br />
De Hans Werner Henze, Konig Hírscrt<br />
(1956).<br />
De Luigi Dallapiccola, II pngionero (1950).<br />
De Paul Dessau, Dos Vernór des Lukutius,<br />
basada en un texto de Bertolt Brecht. en 1951.<br />
De Stockhausen, Kontrapunkte (1953).<br />
De Xenakis, Pithoprakta (1957), Acbonipsis<br />
(I958)y7erretefctorh(!966).<br />
La lista podría ser bastante más extensa,<br />
pero resulta clara como exponente de la<br />
inmensa curiosidad intelectual y artística de<br />
Scherchen, de su audacia y de su capacidad de<br />
apostar por aquello que creía renovador. Para<br />
el final dejamos el recuerdo de otro estreno<br />
excepcional: el del Concierto poro violín y<br />
orquesta de Roberto Gertiard, que se celebró<br />
en Florencia en 1950, actuando como solista el<br />
gran violinista catalán Antom Brossa -que. por<br />
cierto, estrenó también el Concierto poro violln<br />
y orquesta de Bntten con Barbirolh en el podio.<br />
JA<br />
SCHERZO 111
DOSIER<br />
Maestro, ¿y qué opinión le merece Hermann<br />
Scherchen?»... «Ha/ directores muy buenos,<br />
« b u e n o s , regulares, malos, malísimos y Hermann<br />
Scherchen». Así contestaba Sergiu Celibidache<br />
a la pregunta de un curioso en una de sus amenas<br />
conferencias-coloquio de hace algunos años, una respuesta<br />
que en nuestra opinión quiere decir mucho más que incluir<br />
a Scherchen en el último e ínfimo lugar de una hipotética<br />
escala de valores. Cuenta Nietzsche que al gran Richard Wagner<br />
le llevaron uno de los últimos Intermezzi de Brahms. y<br />
aquél se apresuró enseguida a tocarlo. Cuando finalizó, cogió<br />
violentamente la partitura y la pisoteó. «¿No es esto -se pregunta<br />
Thomas Mann- otra forma de elogio?» Y en el caso de<br />
Hermann Scherchen, nosotros nos preguntamos también: ¿a<br />
quién obedecía esa disparatada respuesta del director rumano<br />
sino a una profunda e inconfesable admiración?<br />
Scherchen se movió en el polo opuesto de Celibidache. y<br />
no sólo por diferir en sus respectivos enfoques musicales, sino<br />
porque el maestro alemán grabó muchísimos discos, pero no<br />
con poderosas multinacionales al estilo de cualquiera de sus<br />
célebres colegas. Sus contratos discográficos no fueron avalados<br />
por Legge o Rosengarten, ni sus producciones fueron dirigidas<br />
por Culshaw, Wildhagen. Olof o McCIure. Al contrario,<br />
sus grabaciones con la orquesta de la Opera de Viena, que<br />
son mayoría, fueron hechas para Westminster, una firma americana<br />
que en la actualidad no se sabe qué ha sido de ella<br />
(cabe la esperanza de que Sony invierta unos pocos de sus<br />
muchísimos millones en sacar a flote esta excelente colección<br />
que, además de Scherchen, tiene en el fondo de catálogo<br />
nombres del calibre de Knappertsbusch,<br />
Monteux, Mitropoulos,<br />
Münch, Schuricht y otros). Muchas<br />
de estas grabaciones fueron<br />
comercializadas en España, primero<br />
en los años sesenta por Hispavox<br />
en una serie económica de sonido<br />
bastante malo (prensado Made ¡n<br />
Spain) llamada Clave. Posteriormente,<br />
Movieplay trató de relanzar<br />
la serie a precios astronómicos y,<br />
naturalmente, se estrelló. El resultado<br />
actual, en definitiva, es que<br />
nadie se ha preocupado de forma<br />
sistemática del catálogo Westminster<br />
para su trasvase a disco compacto.<br />
En Francia, MCA Classics ha<br />
comercializado en álbumes dobles<br />
de aproximadamente tres mil pesetas<br />
cada uno, una parte de este<br />
importante legado fonográfico, y<br />
particularizando a Scherchen tenemos<br />
que apuntar que existen en compacto las versiones de<br />
La Pasión según Son Juan y de las sinfonías de Beethoven Primera,<br />
Tercera, Sexta y Octava con las orquestas de la Opera<br />
de Viena y Filarmónica de Londres.<br />
En el libro Conductor's on record se habla de Hermann<br />
Scherchen como uno de los directores más prolíficos en los<br />
estudios de grabación, sobre todo en la primera década de<br />
vida del LP. Anteriormente, el maestro alemán habla regis-<br />
Í72SCHERZO<br />
Una discografía<br />
trado un buen número de discos de 78 r.p.m, para La Voz<br />
de su Amo con la Orquesta Municipal de Winterthur (Danzas<br />
de Rameau y Gluck. la obertura de Rousseau Le Devin<br />
du Village, un Concierto para vtolín de Tartini (con Ribaupierre),<br />
el Concierto para flauta de Gluck (con Urfer). la obertura<br />
de Dido y Eneas de C.P.E. Bach y Fntz, la Sinfonía de ios<br />
¡uguetes de Leopold Mozart, la serenata del Cuarteto, Op, 35<br />
de Haydn, el Minuetto de Boccherini, la obertura de Orfeo en<br />
los infiernos de Offenbach, el vals de El Emperador y, finalmente,<br />
Chínese Oream Pictures de Hsiao-Shusien). Para<br />
Decca, y también 78 r.p.m,, asimismo con la Orquesta de<br />
Winterthur grabó las oberturas de La bella Elena y La forzó<br />
del destino.<br />
Todos los registros Westminster<br />
ya hemos dicho, las grabaciones en LP fueron hechas<br />
enteramente por Westminster en los Estados Unidos, excepto<br />
algunos registros de Ducretet-Thomson, Decca, Supraphon,<br />
Telefunken, Amadeo y Wergo. Los discos Westminster<br />
fueron distribuidos en algunos países por otras etiquetas,<br />
como Mixa y Vega, lo cual llevó a confundir unos registros con<br />
otros al cambiar los nombres de las orquestas originales.<br />
Damos a continuación una relación completa de los registros<br />
Westminster, señalando con un asterisco los que en su día<br />
estuvieron publicados en España en modalidad LP:<br />
- Conciertos de ñrandemburgo, Suites para orquesta ("), el<br />
Arte cíe la fuga. Una ofrenda musical, La Pasión según Son<br />
Mateo, La Pasión según San ¡uan,<br />
Misa en si menor y Cantatas BWV.<br />
32, 35 (•), 42 (*), 53, 54, 7ó. 84,<br />
106, 140. 170, 198, 202 y 210<br />
(Bach).<br />
- Conceni grossi, Op. 6, Wassermusik<br />
(*) y El Mesías (•) (Haendel).<br />
- Sinfonías números 44, 45, 48,<br />
49. <strong>55</strong>, 80, 88, 92 y 93 a 104. Las<br />
siete últimas palabras de Cristo en<br />
la cruz (•) y Concierto para trompeta<br />
y orquesta (Haydn).<br />
- Conciertos para piano y orquesta,<br />
K 242 y K 365 (con Badura-<br />
Skoda y Gano I i), Sinfonías 35 y 36,<br />
Eine Kleine Nachtmusik y el<br />
Réquiem (•) (Mozart).<br />
- Sinfonías / o 9. Los 5 Conciertos<br />
poro piano y orquesta (con Badura-<br />
Skoda), oberturas compíetos, música<br />
incidental para Egmont, La victono<br />
de Wellington (*) y Cristo en e! Monte de los Olivos (") (Beethoven).<br />
- Oberturas (Weber).<br />
- Quinta, Sexta e Incompleta (Schubert).<br />
- Escocesa (Mendelssohn).<br />
- ios dos conciertos para piano y orquesta (con Famadi), los<br />
Preludios, La batalla de los Hunos, Mefisto vals, Mazeppa y Rapsodias<br />
húngaras números I a 6.9. 12 y 14 (Liszt).
- Réquiem (*), Los Troyanos en Cartcgo,<br />
Sinfonía fantástica y Harold en Italia<br />
(con Riddle) (Berlioz).<br />
- Idilio de Sigfndo (Wagner).<br />
- Doble concierto (con Janigro y<br />
Foumier) y Sinfonía n." I (Brahms).<br />
- Los dos conciertos para piano y<br />
orquesta (*) (con Farnadi), Sinfonía n° 4,<br />
Obertura 1812 (*) y Capricho italiano<br />
(•) (Chaikovski).<br />
- Moldava, obertura y danzas de Lo<br />
novio vendida (Smetana).<br />
Danzas Potamos de El principe Igor<br />
(•) (Borodm).<br />
- El vuelo del moscardón de El zar<br />
Saltón (*), Copricho español (*), Scheherazade<br />
(*), Antar, Lo gran pascua rusa<br />
(Rimski-Korsakov).<br />
- El amor brujo (*) (fragmentos)<br />
(Falla).<br />
- Polka y fuga de Schwanda el gaitero<br />
(Komgold),<br />
- Sinfonías I, 2,3,5, 7 y 8 (esta última<br />
en concierto en vivo, Viena 1951),<br />
Kindertotenlieder y üeder e/nes fahrenden<br />
Geseflen (con Lucretia West)<br />
(Mahler).<br />
- Danza macabra y Carnaval de los<br />
animales (Samt-Saéns).<br />
- Peer Gynt, surtes I y 2 (Grieg).<br />
- Conciertos 2 y 3 (con Farnadi)<br />
(Bartók).<br />
- Concierto n° 2 (con Famadi) (Rachmamnov).<br />
- Obras orquestóles (Honegger).<br />
- Sinfonía n° 3 (Gliere).<br />
- Pedro y el lobo, El teniente Kijé,<br />
Su/te esato (Prokofiev).<br />
- El pájaro de fuego, Petrushka (Stravinsky).<br />
Estas son todas las grabaciones que<br />
Hermann Scherchen hizo en Westminster,<br />
a las que tendríamos que añadir<br />
un buen número de oberturas de<br />
autores varios, registros dedicados a<br />
clásicos populares (floíero de Ravel,<br />
Gayaneh de Khachaturian, £1 aprendiz<br />
de brujo de Dukas, España de Chabrier,<br />
etc., etc.), más otras como la célebre<br />
dedicada a Erwortung (con Pilarcyzk)<br />
de Schónberg, que aunque fue hecha<br />
originalmente en Wergo, no podemos<br />
dejar de mencionar aquí.<br />
Scherchen en vivo<br />
BERG - -<br />
LSCHOENBERG<br />
Luigi<br />
* NUOV* JUPIA DI VEHNa - WOLUHt<br />
HERMANN SCHERCHEN<br />
DALLAPICCOLA<br />
II HtlGIONIEBO<br />
CINQUf CANTI<br />
PREGHIERE<br />
HE RÚAN N<br />
SCHERCHEN<br />
La enorme discografía del apartado anterior, como fácilmente<br />
habrán supuesto nuestros avispados lectores, no siempre<br />
goza de un nivel interpretativo óptimo. Es más, analizando<br />
detenidamente el excelente ensayo de Scherchen sobre la<br />
dirección de orquesta (Lehrbuch des Dingierens). se observan<br />
curiosas contradicciones entre la agudeza y objetividad de sus<br />
análisis y los resultados de sus grabaciones, que en ocasiones<br />
suenan caprichosas y con cierto carácter de provisional i dad<br />
(es decir, parece que Scherchen dijese; «a ver qué pasa si<br />
alteramos el tempo», o «vamos a cambiar ligeramente la<br />
*o«M ow<br />
fBEOE *JF EBDEN<br />
WEBERN FSSSACAGU* OPI<br />
HERMANN SCHERCHEN<br />
acentuación)», de tal forma que algunos<br />
registros sorprenden por sus<br />
peculiares resultados: basta escuchar<br />
algunos Minuetos en las Sinfonías de<br />
Haydn, o vanos números de Él Mesías,<br />
o determinados movimientos de Sinfonías<br />
de Beethoven (el Allegro con<br />
brío de la Heroico es posiblemente el<br />
más rápido de cuantos se han grabado<br />
hasta la fecha, o el último Allegro de<br />
la Octava, de similares características).<br />
Todo esto, que no es habitual pero<br />
que se puede encontrar en determinadas<br />
grabaciones de estudio del<br />
director alemán, desaparece por completo<br />
en los conciertos públicos; aqui<br />
nos encontramos con el Scherchen<br />
férreamente objetivo, intenso, decididamente<br />
antirromántico, frío y atento<br />
al menor detalle. De ah¡ que obras<br />
como E) arte de la fuga, austera como<br />
pocas, encuentre en sus manos al traductor<br />
idóneo; o el Concierto de<br />
cámara de Alban Berg, que bajo su<br />
dirección halla una luz de particular<br />
intensidad (el lector interesado podrá<br />
encontrar en el número 53 de<br />
SCHERZO un articulo entusiasta de<br />
Santiago Martín, con el que básicamente<br />
coincidimos, y en el que se<br />
analiza la labor de Scherchen como<br />
director insuperable de la Segunda<br />
Escuela de Viena).<br />
Los únicos discos compactos de<br />
Scherchen que actualmente se pueden<br />
adquirir en España (aparte de<br />
una reciente Novena de Mahler en<br />
Orfeo que será comentada próximamente)<br />
son del sello Stradivarius, que<br />
distribuye en España Diverdi. La<br />
mayoría de ellos son tomas de conciertos<br />
celebrados en ciudades italianas,<br />
con orquestas del lugar (salvo el<br />
Moisés y Aran, que es con la Orquesta<br />
de la Opera Alemana de Berlín, y<br />
el disco con música de los tres vieneses,<br />
interpretado por la Orquesta<br />
Sinfónica de la Radio de Colonia). Las<br />
tomas de sonido, de calidad aceptable,<br />
nos muestran a un director<br />
empeñado en mostrar el puente<br />
natural entre el pasado y el futuro,<br />
maestro incomparable en E/ arte de<br />
la fuga y en £/ prisionero de Dallapiccola,<br />
traductor ideal de Cantatas de Bach y del Moisés de<br />
Arón de Schünberg, convincente tanto en la obertura de<br />
Ríenzi como en la Composizione n" 2 de Maderna, capaz de<br />
dar en un mismo concierto con excelentes resultados artísticos<br />
la Postoral y las Variaciones para orquesta de Schónberg...<br />
Discos, pues, de valor cultural y artístico de primer<br />
orden, que compensan con creces la penuria discografica<br />
oficial que padecemos. Su audición proporcionará al aficionado<br />
un indudable placer y, a la vez, esa tnste sensación de<br />
estar escuchando a un músico que pertenece ya al reino de<br />
la leyenda.<br />
Enrique Pérez Adrián<br />
SCHERZO 113
ENCUENTROS<br />
7Í-ÍSCHERZO<br />
«lo non sonó che un critico»<br />
Rodolfo Celletti es el crítico de ópera más controvertido, citado y, cabe suponer memorable, que revolucionó todas las<br />
que leído. Sus obras se discuten, ensalzan o rechazan como si fueran los frutos de un costumbres teatrales. En aquella época<br />
compositor o de un intérprete. Un caso en verdad singular. Entre ellas destacan el aún pesaba sobre los italianos la maldi-<br />
Diccionano de las Grandes Voces -que recoge también las opiniones de G. Gualerzi o ción de Arturo Toscanini, especialmente<br />
de E. Gara, maestro de ambos-, La Historia del Belcanto o El Teatro Unco en Disco. el de los últimos años. Toscanini era un<br />
Desde 1980 es director artístico del Festival de Martina-Franca, en el sur de Italia, en director ignorante, presuntuoso, tirano,<br />
cuyo Palacio Ducal se celebró esta entrevista.<br />
para el que solamente existían el metrónomo<br />
y él mismo. Quiza el Toscanini<br />
SCHERZO-¿Cu(3/ es el primer<br />
precedente era bueno, pero al final dejó<br />
recuerdo de infancia que conserva el<br />
un puñado de grabaciones de ópera<br />
Dr. Celletti relacionado con la opero?<br />
que, salvo el Falstaff, son pésimas. En<br />
RODOLFO CELLETTI-Durante la<br />
ellas se revela como un director sin<br />
infancia yo detestaba la ópera; la odiaba.<br />
corazón, sin fantasía, atento sólo al<br />
Me gustaban las bandas, me interesaba<br />
metrónono, como ya he dicho. Pues<br />
el piano y me interesaba también la<br />
bien, todos los directora I los italianos<br />
música sinfónica. Pero odiaba la ópera.<br />
que empezabar. su carrera a finales de<br />
A los cinco años escuché a una soprano<br />
los anos cuarenta o principios de los<br />
que cantaba L'altra notte m fondo al<br />
cincuenta querían ser el nuevo Toscani-<br />
mare de Mefistófeles con unos gritos<br />
ni y, portante, concedían nula libertad<br />
bestiales que le obligaron a dejar a S-.wt ilto Pulronalo del Prestarme delta<br />
al cantante, Cuando Schippers empuñó<br />
medias el aria poque simplemente no<br />
la batuta para hacer El Asedio de Connto<br />
podía continuar. Este fue mi primer Manina Franca<br />
y concedió a los cantantes la capacidad<br />
contacto con la ópera. Pero yo la odia-<br />
luglio de frasear con variedad, de aplicar un<br />
ba, la odiaba, aunque mi casa era fre-<br />
rubato, la Sills y la Home hicieron cosas<br />
agosto<br />
cuentada por algunos viejos cantantes.<br />
espléndidas y el público se entusiasmó.<br />
1990<br />
Quien me acercó a la ópera fue Tito<br />
Los viejos críticos italianos, para los cua-<br />
Schipa, que era mi ídolo de entonces y<br />
les Toscanini era un dios desaprobaron<br />
de siempre. Schipa, precisamente, debe<br />
a Schippers, a la Sills y a la Home preci-<br />
su mayor celebridad a España. Dice José<br />
samente porque introducían esas varia-<br />
Subirá que cuando debutó en el Teatro<br />
ciones. Entonces yo escribí y los ataqué<br />
Real, en la temporada 16-17, este pri-<br />
con una virulencia que no esperaban. La<br />
mer año no gustó porque no se aseme-<br />
Home, a quien yo ya conocía, se sintió<br />
jaba demasiado a Anselmi, que era<br />
estimulada y no dejó nunca de hacer las<br />
entonces un monstruo sagrado. Des-<br />
variaciones cada vez que cantó Rossini<br />
pués, en cambio, acabaría gustando<br />
en Italia. En fin, ésta fue la gran victoria y<br />
muchísimo en España. El era natural de<br />
la gran revolución de los usos rossinia-<br />
Lecce, que es otra ciudad española, un<br />
nos. Yo empecé a hacer estas variacio-<br />
poco como esta de Martina Franca,<br />
nes -«Ira di Dio!»— trabajando aquí con<br />
toda llena de castillos aragoneses. Quizá<br />
mis alumnas la Cuberli, la Dupuy, la<br />
la familia de Schipa tuviera algo de espa-<br />
Serra, etc., que hoy se han convertido,<br />
ñol. El mismo Schipa tenía muchas cosas<br />
"tutto sommato", en las cantantes que<br />
que hacían de él un tenor a la española:<br />
conocemos.<br />
el amor por las canciones de Granada, Hugonotes de Lauri-Volpi cantados en la<br />
las smorzature...<br />
Arena de Verona en el año 33, con $.-¿Qtra velada inolvidable puede ser<br />
Pasero, la Raisa, ia Pederzini y la Caro- la de Los Hugonotes de' 62 de La Scala?<br />
S.-EI español de Schipa era perfecto. sio. Es un recuerdo de la primera juven- RC. Bastante, aunque la actuación de<br />
Parece casi un nativo de nuestro país. tud. Si la viera hoy no me gustaría tanto, Corelli no valia tanto como la de Lauri-<br />
R.C—Ecco! Tenía un gran amor por exceptuando Lauri-Volpi y Pasero, por- Volpi. Era bravísimo también él, sólo<br />
España. Al final, cuando ya sólo cantaba que encuentro que en aquella época las que simplemente tenía demasiado<br />
canciones con un "filo de voce" la mayor mujeres cantaban casi todas mal.<br />
miedo dentro del cuerpo. Además, la<br />
parte eran españolas o bien tangos. Era S.-Sobre todo la Raisa...<br />
edición de Gavazzeni tenía muchos cor-<br />
un grandísimo tanguista.<br />
FLC.-Si, porque la voz se había tomates y esto también era un lastre. Des-<br />
S.-EI mismo componio tangos, como do fija.<br />
pués, me faltaba el bajo-. ¿Sabe usted si<br />
El Gaucho...<br />
S.-Tengo un video en el que aparece Mandones querría cantamos Gli Ugonot-<br />
RC.-Su opereta El Gaucho. Si, es ver- una escena de aquella velada con comenti?<br />
(Risas) Mardones si que era un gran<br />
dad. Después de él tuve otro amigo que tarios, precisamente, suyos. Se escucha bajo. Lauri-Volpi decía de él que no<br />
amaba mucho España, Giacomo Lauri- incluso la voz de Laun-Volpr<br />
tenia auténtica sensibilidad. Yo no lo<br />
Volpi, intimo de un tio mío. Habían RC-Si. lo tengo, es una toma de un sé... Sólo sé que cuando escucho sus<br />
hecho la guerra juntos.<br />
film. Pero..., no he sentido grandísimas discos me deparan un placer inmenso,<br />
S.-¿Qué (unciones de ópera recuerda cosas, no crea. Recuerdo seis o siete.No S.-A mí también. Me gusta más Pasero<br />
como las más inolvidables de su larga expe- muchas más. Una de ellas es El Asedio como intérprete, pero la voz de Mardones<br />
riencia linca en calidad de crítico? ¿Qué con- de Connto de Rossini, cantado en la era única.<br />
tantes continúan gustándole todavía? Scala en 1969 por Marilyn Horne y R.C,-Esta mañana cuando hemos<br />
R.C.-Recuerdo en particular los Beverly Sills. Aquello fue una cosa escuchado en clase un disco de Cesare
III<br />
opiuos<br />
sonido europeo
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