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Scherzo. Núm. 55

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EMI CLASSICS CELEBRA<br />

EL 75 CUMPLEAÑOS<br />

DE SIR YEHUDI MENUHIN<br />

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Un estuche muy especial conteniendo 5 CD.<br />

También presentamos como novedad:<br />

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EMI-ODEON, S.A. - Torrelaguna 64 - 28043 Madrid.<br />

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Eála<br />

SCHERZO EDÍTORIAL, SA<br />

OMarqués de Mondéjar, M - 2° D<br />

2B0I8-Madnd.<br />

Telef. (9I|35É7É22<br />

Fax (91) 256 18 61<br />

Director<br />

Antonio Moral<br />

Director Adjunto<br />

Javier Alfaya<br />

Hedoclnrje/é<br />

Enrique Martínez Mura<br />

Consep de Redacción<br />

Javier Alfaya, Roberto Andrade Malde. Domingo del<br />

Campo Castel. Santiago Martín Bermúdez, Antonio<br />

Moral, jos* Luis Pérez de Arteaga, Arturo Reverter,<br />

José Luis Téllez.<br />

Secciones:<br />

ftedücorjn en Sanciona Albert Vilardeil. Redacción en<br />

Valencia Blas Cortés. Actualidad lavier Alfaya y Enrique<br />

Martínez Miura. Discos Ennque Pérez Adnan. Alia<br />

Fidelidad Alfredo Orozco. jazz. Ebbe Traberg. /Músico<br />

comemporóneo. Manuel Rodeiro Educación músico/:<br />

Víctor Pliego. Danzo" Jesús Castañar.<br />

Colaboran en este número-<br />

Javier Alfaya, Roger Alier, fulio Andrade Makie. Roberto<br />

Andrade Malde. Joaquín Amau Amo, Alfredo Brotóns<br />

Muñoz, Sansón Carrasco, Luis Femando Carvajal<br />

Blázquez. Edjartio Casanueva Pedrafa, jesús Castañar,<br />

Blas Corté;, Pedro Elias. Femando Fraga. Manuel García<br />

Franco, julio García Mayordomo. Florentino Gracia<br />

LrtnHas, Marc Heilbron, Amoldo Liberman, Kenneth<br />

Loveland, Nadir Madnles. Santiago Martín Bermúdei<br />

Joaquín Martin de Sagarminaga, Ennque Martínez<br />

Miura. Blas Matamoro. Daniel Moyano, Alfredo Orozco<br />

Buezo, Rafael Ortega Basagoiti, Enrique Pérez<br />

Adrián. José Luis Pérez de Arteaga, Francisco Ramos,<br />

ftolf Rettbers. Arturo Reverter, Manel Rodeiro. Roger<br />

Salas, Luis Sufién, José Luis Téllez, Ebbe Traberg,<br />

Alben Vilardeil. Ruth Zaurier.<br />

Coordino ef Dosier cíe este mimero:<br />

Javier Alfaya<br />

Diserlo de panada.<br />

Arquetipo<br />

foro de portada<br />

Richard Holt<br />

Maquetnáórc<br />

Arantza Quirrtanilla<br />

Admrnistroadn:<br />

Cnstúbal Andúiar (Contabilidad). Cristina MiHet (distnbución<br />

y suscnpciones). Soma Yuste ísecnetaria).<br />

Pubtiodad.<br />

Doble Espacio<br />

General Yague, 10 - 28020-Madnd<br />

THefü. (91) <strong>55</strong>5 67 67 - 597 I I 83<br />

Fax (91)<strong>55</strong>6 13 07<br />

Imprime: MARTE SA<br />

Tdef. (91) 472 64 00<br />

p ' LUMIMAR SA<br />

Albasanz. 48-50 - 28037-Madnd.<br />

Teléf. (91)304 30 01 • Fax (91) 304 95 18<br />

Depósito legof M-41822-1985<br />

tSSN-0213-4802<br />

SCHERZO es una publicación de carácter plural y no<br />

pertenece m está adscrita a ningún organismo público<br />

m pnvado. La direcejon respeta la libertad de expresión<br />

de sus colaboradores. Los textos firmados son de<br />

exclusiva responsabilidad de tos firmantes, no siendo<br />

por tanto opinión oficiar de la revista.<br />

PRECOS DE SCHER2O EN EL EXTRANJERO<br />

FRANCIA 30 FF. ITALIA a.OOO L<br />

PORTUGAL 700 E3C. USA. 7i.<br />

SUSCRIPCIONES i 000 PlasJAÑO.<br />

Año VI - n.° <strong>55</strong> - Junio 1991 - 450 ptas.<br />

OPINIÓN A<br />

TRIBUNA LIBRE:<br />

- Música y silencio, Daniel Moyano 7<br />

ACTUALIDAD: 8<br />

OPERA DEL SIGLO XX:<br />

- Peter Grimes o la fuerza de un destino. Amoldo übetmon 32<br />

VOCES DE AYER Y HOY:<br />

- Dame Kiri,José Luis Pérez de Arteaga 38<br />

ENTREVISTA:<br />

- Sir Neville Marriner, la claridad ante todo, Rafael Ortega Basagoiti,<br />

Ruth Zouner. 45<br />

ACTUALIDAD DISCOGRAFICA 51<br />

REFERENCIAS:<br />

- De la humana imperfección, A/turo Reverter 54<br />

DISCOS 57<br />

ESTUDIOS DISCOGRAFICOS:<br />

- Un clásico que vuelve, Rafael Onega Basagoiti 78<br />

- Obligada y bienvenida polémica, Pedro Elias 82<br />

- Su cuarta Aida, Femando Fraga 84<br />

- Antología, Joaquín Amau Amo 86<br />

- Rubinstein, felizmente recuperado, Rafael Ortega Basagoiti 88<br />

- Los 90 años de una orquesta, Enrique Pérez Adnán 90<br />

- Accord: tónico, Pedro Elias 94<br />

- Dos visiones bachianas, Florentino Gracia Utrillas 96<br />

DOSIER: Hermann Scherchen o la pasión de descubrir 99<br />

- Aquellos eran tiempos José LUÍS Téllez 100<br />

- Scherchen, visto por Canetti, Francisco Ramos 103<br />

- Una batuta heterodoxa, A/turo Reverter 108<br />

- El hombre de los mil estrenos, Javier Alfaya I I I<br />

- Una discografía, Enrique Pérez Adrián I 12<br />

ENCUENTROS:<br />

- «lo non sonó che un critico» Joaquín Martín de Sagarmínaga I 14<br />

MÚSICA CONTEMPORÁNEA:<br />

- Joan Guinjoan, bautismo operístico, Joaquín Martin de Sagarmínaga I 18<br />

DANZA:<br />

- Danza en Granada, Jesús Castañar 120<br />

ALTA FIDELIDAD:<br />

- Air Tight, válvulas japonesas, Alfredo Orozco Buezo 122<br />

- Mozart y el recibo de la luz, Eduardo Casanueva Pedraja 124<br />

- Consideraciones técnicas, julio García Mayordomo 127<br />

JAZZ:<br />

- Episodios, Ebbe Traberg 128<br />

EFEMÉRIDES, Luís Femando Carvajal Blázquez 130<br />

SCHERZO 3


OPINIÓN<br />

n tn artículo reciente, aparecido en el diario<br />

madrileño El Sol, Antonio Gallego hablaba del<br />

problema de la mala distribución del dinero<br />

público en lo que a la músicaconoeme.<br />

Tomando como pretexto una información televisiva,<br />

caracterizada por ese sonriente optimismo que los<br />

comunicadores del medio suelen reservar pora los temos<br />

culturales, hablaba del escóndalo que supone el que<br />

nuestros archivos y bibliotecas musicales estén en el casi<br />

abandono y que el dinero invertido anualmente por el<br />

Estado en e//os no alcance para pagar los gastos de la<br />

inauguración de la Maestranza sevillana. £n esto, como<br />

en tantas cosas en nuestro país, prevalece el sentido del<br />

espectáculo sobre ei de la utilidad. A nadie parece<br />

importarte que los enseñantes estén mal pagados y los<br />

Conservatorios mal dotados y que, en consecuencia, la<br />

calidad de la enseñanzo sea escasa. Se habla hasta el<br />

agobio de la necesidad que tiene nuestro país de ser<br />

competitivo frente al llamado desafío del 93 y sin<br />

embargo, al menos en música, nadie parece interesado,<br />

en poner los medios para llegar a serio. Los hechos<br />

cantan por si solos: cada vez que se crea una orquesta<br />

sinfónica o que se necesita cubrir plazas en otra hay que<br />

recurrir a contratar músicos extranjeros porque la mayor<br />

parte de los aquí nacidos no dan la talla.<br />

Habría que pensar si quienes detentan los poderes<br />

públicos no han llegado a la conclusión de que es mejor<br />

tirar la toalla, no competir y dejar que las cosas corran.<br />

Parece como si se hubiera razonado de la siguiente<br />

manera: ya que no creamos gran cosa en cultura,<br />

importémosla. Nadie duda que la vida musical en<br />

4 SCHEPZO<br />

El dinero de la música<br />

España ha cambiado profundamente en la última<br />

década, pero en general ese combio se ha producido en<br />

la multiplicación de una oferto que nos viene de fuera, no<br />

en la creación de unos recursos musicales propíos, sólidos<br />

y estables. El hecho de que nuestro país lo visiten tales o<br />

cuales divos con frecuencia -cobrando, eso sí el doble o<br />

ei triple que en otros países europeos, práctica habitual a<br />

lo que son muy adictos, por cierto, algunos de esos divos<br />

de nacionalidad española y no los menos aficionados a<br />

hacer gala de un patriotismo con frecuencia impertmenteno<br />

significa que se enriquezca de un modo sensible nuestra<br />

vida musical. Lo que si enriquece una cultura es un<br />

cambio cualitativo en la enseñanza, una extensión de<br />

ésto, lo ayuda a los trabajos de creación e investigación,<br />

unos programas de divulgación masiva planificados y<br />

coordinados con sensibilidad y conocimiento.<br />

Precisamente, lo que sigue faltando, y de modo<br />

escandaloso, en nuestra vida musical.<br />

Una vez más hay que repetir que una vida cultural<br />

auténtica no se puede confundir con el boato cortesano<br />

de actos como el de la inauguración de la Maestranza. El<br />

problema no es de cantidad, sino de calidad, una verdad<br />

que parece haberse olvidado. No por poner muchos<br />

millones encima de la mesa y afirmar la disposición o<br />

gastar/os se genera una cultura viva. Ésta nace, en<br />

muchas ocasiones, de propósitos modestos, pero atinados,<br />

de lo convicción de que -por utilizar una terminología<br />

puesta en circulación en los benditos 60 por Ef. Schumacherio<br />

pequeño; es decir, lo no pretencioso, lo no retórico, lo<br />

hecho con amor y con sentido común, es lo<br />

hermoso.


BACHILLERÍAS<br />

De vesperis<br />

moestis<br />

Cae la tarde melancólica de un<br />

domingo cualquiera de este interminable<br />

invierno, Casi sin<br />

voluntad me dejo resbalar por uno de<br />

mis vicios, vicios de pájaro solitario<br />

minuciosamente descritos por Juan de<br />

Yepes -Dios, qué mal lo conocen<br />

quienes dicen defenderlo de supuestos<br />

ataques- Abro un libro de poemas<br />

comprado en otra tarde melancólica<br />

de otro invierno interminable y,<br />

como si se tratase de un oráculo,<br />

surge ante mis ojos un poema seguramente<br />

leído hace años, pero no grabado<br />

en la memona veleidosa.<br />

«Ahora d valle drbuja con paciencia flamenca.<br />

Las famas se hacen hebras. Una ventana se abre<br />

en la casa leíana, aún medieval de sueño<br />

Mas va Venecia empieza a esmerara; en el álbum<br />

infantil y ruidoso del concurso de trinos.<br />

De pronto, por el vaJle, se ibrs la voz de Mozart<br />

y la estampa se hace perfección neoclásica».<br />

Imposible una más precisa clase de<br />

Historia de la Música en siete versos.<br />

Siento que a la otra parte del libro<br />

hay alguien -no lo conozco. Dice llamarse<br />

Juan Manuel Rozas- con quien<br />

esta tarde me gustaría hablar. ¿De<br />

qué? No sé. de la paciencia flamenca,<br />

del sueño medieval, del infantil álbum<br />

veneciano, de la voz de Mozart, del<br />

concurso de trinos convertido en<br />

olimpiada de berridos. Pero no puedo<br />

hablar, sólo escribir.<br />

En la desnuda silaba del tiempo<br />

la música pintó EU corolano.<br />

Ef siempre y el ahora se confunden<br />

en un instante eterno 1 quizá éste.<br />

No es la boda de Cadmo y Harmonía,<br />

sino de Aracne y Sfcrfo sediento-<br />

Sansón Carrasco<br />

OPINIÓN<br />

EL DISPARATE MUSICAL<br />

Del concierto para pino al concierto<br />

para pomo<br />

H<br />

ace ya tiempo que les conté que,<br />

según cierta agencia de noticias, el<br />

director soviético Herbert von Karajan<br />

tomaba el té con Gorbaehov todos los días,<br />

ah! era nada la capacidad de transformación<br />

política del desaparecido maestra. Mas no<br />

podía yo imaginar que la infiltración del marxismo<br />

en la música hubiera podido llegar tan<br />

lejos cuando leí sobre esa magna ópera de<br />

Weber, titulada, cómo no, Obrerón. Creí<br />

entonces haber llegado a la cumbre de la<br />

composición musical comunista, cuando hete<br />

aquí que me veo sorprendido por una nueva<br />

joya, de título Los nrps de' Capital Granf. con<br />

el añadido de que a lo peor resulta que mi<br />

admirado Julio Veme también estaba en la<br />

pomada, que dicen ahora.<br />

La importancia de la política en la cosa<br />

musical no pasaría de ahí 51 no hubiera escuchado,<br />

entre otras lindezas, que Betiioz resultaba<br />

ser un importante político, Debussy<br />

había cambiado de ares para convertirse en<br />

un probo súbdrto del Kaiser y Turina había<br />

sido un auténtico especialista del bel canto,<br />

puesto que habla nacido, como ustedes<br />

saben muy bien, en Italia El predaro concursante<br />

que asi se expresaba en uno de esos<br />

tronchantes programas televisivos, debió de<br />

razonar aquello de que de Turfn... Tunna, y<br />

chúpate esa mandarina Me entró el tembleque,<br />

porque me acordé instantáneamente de<br />

que Mozart había compuesto aquello de Q<br />

Rapto del desarrollo, en descarada competencia<br />

con López-Rodó, y empecé a preguntarme<br />

si cualquier día de estos nos encontraríamos<br />

a alguien que insinuara que Beethoven<br />

había sido procurador en Cortes por el tercio<br />

familiar, y nosotros durmiendo en Pikolín.<br />

Sin embargo, nada resulta más curioso,<br />

en matena de gazapos, que los ecológicos,<br />

como el que surgió en el programa de uno<br />

de los primeros conciertos del presente<br />

Festival Mozart (Roger Nomngton), en el<br />

que, al parecer, se interpretaba un Concierto<br />

para pino y orquesta del compositor salzburgués.<br />

Les juro que estuve todo el concierto<br />

buscando el susodicho árbol, con una irre-<br />

frenable y perversa curiosidad por conocer<br />

el sonido que produciría, pero me quedé<br />

con las ganas, porque el solista, aunque con<br />

alguna que otra pluma y con más de una<br />

postura que por momentos me hizo pensar<br />

que iba a tocar el fortepiano haciendo el<br />

pino, hizo lo primero, pero no lo segundo, y<br />

desde luego allí no se oyó ninguna cadencia<br />

para árbol.<br />

Sin despreciar el interés del gazapo ecológico,<br />

no podemos de|ar pasar el gazapo<br />

picante, más cuando está, como en el caso<br />

que nos ocupa, en letras de tamaño considerable,<br />

vamos, de las que ven hasta los de los<br />

veinte iguales. El susodicho se deslizó en el<br />

anuncio de un concierto, que había de tener<br />

lugar en Santiago de Compostela, a cargo<br />

del En semble Ant dogma Música. El acontecimiento<br />

estaba auspiciado por el Centro<br />

para la Difusión de la Música Contemporánea.<br />

La obra única del programa era Hymnen<br />

de Karíheinz Stockhausen. Pero ya pueden<br />

adivinar que. no podía ser de otra<br />

manera, se cayó la pnmera «n» y se quedó<br />

un anuncio, lo mas parecido a la versión clásica<br />

de ¡Ay, qué calor!, en el que se programaba,<br />

sin especificar si participaba o no Cicciolina<br />

de solista, la ejecución de Hymen del<br />

autor citado. Ignoramos la cantidad de incautos<br />

que acudirían esperando quién sabe qué<br />

cosas y con envidia difícilmente contenida<br />

por el papel de Daniel Teruggi, director<br />

musical y Enrique Maclas, asistente. Ignoramos<br />

igualmente la cara de idiota que se le<br />

debió poner a más de uno al comprobar, no<br />

sin desilusión propia de macho ibénco, que<br />

aquello era de lo mis recatado y que lo<br />

podian haber firmado las Teresianas<br />

Resumiendo, la música penetró pnmera<br />

en el proletariado, después ha adquirido tintes<br />

verdes (de ecología, no sean malpensados)<br />

y luego ha cogido un tono algo más<br />

verde, pero de los otras. Estamos buenos.<br />

Cualquier día nos tachan de moralmente<br />

dudosos, como mínimo.<br />

Rafael Ortega Basagoiti<br />

SCHfcRZO ">


OPINIÓN<br />

ÁNGULOS<br />

alguien se le ha ocurrido montar<br />

en Madrid un encuentro de cinesias<br />

europeos, que ha terminado<br />

en desastre. A nadie, al parecer, se le<br />

había ocurrido una cosa tan elemental<br />

como es tener dispuesto un servicio de<br />

traducción simultánea. Demasiado atareados<br />

en almuerzos de trabajo y otras<br />

muestras de la parafemalia que suele<br />

acompañar en este país a cualquier actividad<br />

pública, los organizadores perdieron<br />

de vista ese pequeño detalle y la<br />

cosa terminó casi en una Babel,<br />

Realmente, la capacidad hispánica de<br />

chapucería está llegando a extremos<br />

que rozan lo intolerable, Antes, en<br />

tiempos de la dictadura franquista, las<br />

cosas eran aún peores, pero se notaban<br />

menos. La Censura y la policía política<br />

se encargaban de acallar a los discrepantes.<br />

Y además ahora, después de<br />

siglos de vivir en el patio trasero, estamos<br />

en Europa y se notan más las<br />

meteduras de pata. Así que, por desgracia<br />

para los chapuceros (que son<br />

legión), hay cajas de resonancia por<br />

todos los lados. Algunos deben pensar<br />

que es una pena.<br />

Pero lo del cine tal vez no sea nada<br />

en comparación con lo que se nos viene<br />

encima: ese año en que Madrid va a<br />

pasar a ser algo asi como «Reina por un<br />

día» -léase «Caprtal europea de la cultura»-.<br />

Los avances de lo que nos depara<br />

el futuro son como para echarse a<br />

temblar. En el campo de la música en<br />

concreto el triunfahsmo habitual presenta<br />

como grandes novedades lo que<br />

CARTAS<br />

Bicentenario<br />

Todos los (verdaderos) mozartianos teñe<br />

mos sobradas razones para temer, odiar y hasta<br />

aborrecer el tan famoso Año Mozart. pero el<br />

motivo de esta carta no es poner de manifestó<br />

el oportunismo, la horterada, el trabajo cutre, la<br />

comercialidad ramplona y la cantidad de advenedizos<br />

metidos a musicólogos que están invadiendo<br />

prensa y mercado en nuestro país a<br />

costa del pobre Wolfgang Amadeus. Ya no se<br />

trata de hablar de las editoriales que lanzan fascículos<br />

a bombo y platillo con la «Biografía de<br />

W. Amadeus Mozart» y nos endilgan 899.342<br />

fascículillos de texto barato y ramplón junto a<br />

primorosos CD's interpretados por la Sinfónica<br />

de las Comores, el Ensemble Singapurensis o la<br />

prestigiosa Filarmónica de Vi Ilacatas de Abajo.<br />

Ya no hablaré de los bombones Mozart, las<br />

galletas, el licor, los caramelos Mozart, y dentro<br />

de poco hasta del papel higiénico Mozart Olvidaremos<br />

las burradas vertidas por periodistas<br />

(¡?) en su5 reportajes de los suplementos dominicales<br />

de la prensa española, donde una se<br />

(ÍSCHERZO<br />

Chapuza a la vista<br />

cualquier mediano aficionado sabe que<br />

es poco más que el pan nuestro de cada<br />

día. Y lo que es peor, la falta de imaginación,<br />

la inercia grandilocuente de las<br />

grandes celebraciones, la incapacidad de<br />

ser modestos para ser eficaces, la tendencia<br />

al escaparatismo, tnunfa en una<br />

serie de espectáculos, si no ayunos por<br />

completo de interés, sí que son intercambiables<br />

con los de cualquier año<br />

corriente y moliente en nuestra ciudad.<br />

En verdad que podría ser prodigiosa la<br />

vida en España si sus habitantes habláramos<br />

menos, perdiéramos menos tiempo<br />

en charlas de pasillo y de café, en especular<br />

sobre proyectos irrealizables -Castillos<br />

en España- e hiciéramos más. Posiblemente,<br />

habria mejores novelas, mejores<br />

óperas, mejores películas, mejores<br />

investigadores, pero nos pierde el hablar<br />

por los codos y tomar deseos por realidades.<br />

¿Pero qué se puede pedir en un<br />

país donde los sesudos varones han<br />

confundido bullicio callejero con creatividad,<br />

tomándose en serio aquel entrar<br />

y salir de lugares públicos que se llamó<br />

la movida y elevándola a una absurda<br />

categoría cultural?<br />

Preparémonos, pues, para lo peor.<br />

Para la improvisación y el disparate. Al<br />

final, cuando se vea que en la celebración<br />

faltan nombres ¡lustres, se forzará<br />

la máquina. Se traerán unos cuantos<br />

divos pagándoles el doble que en cualquier<br />

país europeo y se llenará el cartel.<br />

Es la costumbre.<br />

Javier Alfaya<br />

entera, por ejemplo, de que ei bueno de Wolfe<br />

murió en 1795. se llamaba «Wolfangus<br />

Yohanness (sic), tenia una ópera llamada<br />

«Mitriades» (sic) y una esposa sin la cual (¿?!)<br />

«no hubiera terminado La flauta mágica», escribió<br />

La demenza á Too m hubiera muerto con<br />

d Réquiem en las manos» (re-sic). Dejemos el<br />

tema, también de sus famosas óperas Don Gtvannr<br />

(sic enésimus), Loca del Cairo, ñortian y<br />

baniono (¡sic!), y un largo etcétera.<br />

Pero lo que no podemos ni debemos tolerar<br />

es que, unánimemente, se nos esté hablando<br />

día tras dia de la cetebrooán del bicentenano de<br />

Mozart ¿Merece celebrarse la muerte de un<br />

genio? ¡O lo que hay que celebrar es que hace<br />

ya 200 años que le perdimos? Dice la Real Academia<br />

Española de la Lengua que celebrar es,<br />

entre otras muchas definiciones jolgoriosas y<br />

alegres, «alabar, encarecer a una persona o<br />

cosa». ¿Debemos alabar o encarecer la muerte<br />

de Mozart? Por favor, señores periodistas, musicólogos<br />

y demás ilustres personajes, dejen de<br />

invitamos a que «celebremos» la muerte del<br />

pobre Wolfgang Mozart, que bastante tiene ya<br />

con todo lo que se le está viniendo encima en<br />

este infausto Año Mozart Respétenlo. dé|enle<br />

en paz, no lo toquen con sus plumas torcidas y<br />

EN Mt MENOR<br />

Un hoy difícil<br />

Dice Northrop Frye en su Anatomy<br />

of cntKism que es preciso no olvidar<br />

que una cosa es la historia de<br />

la literatura y otra la histona del gusto.<br />

Póngase música donde él dijo literatura y<br />

la reflexión no variará un ápice. Se trata,<br />

en efecto, de historias distintas, que unas<br />

veces convergen con suavidad y otras se<br />

separan violentamente, hechas de fragmentos<br />

y sucesiones, de bloques y de<br />

fracturas, de plenitudes y de vacíos.<br />

Construidas por sujetos en ocasiones<br />

bien distintos, pero que, también, pueden<br />

acordar un día decir lo mismo.<br />

¡Qué sera luego de lo que hoy es<br />

contemporáneo? Nuestros conciudadanos<br />

en el tiempo se llaman Webem y<br />

Myaskovski, Scelsi y Vaughan-Williams,<br />

Luis de Pablo y Arvo Párt Y qué distinta<br />

la reacción del oyente simple ante unos<br />

tres y otros tres. No hace tanto tiempo<br />

hemos visto desertar manadas de<br />

espectadores en Madnd a lo largo de<br />

una Turangalila en la que, por añadidira,<br />

se rendía homenaje a un Olivier Messiaen<br />

presente en la sala de conciertos.<br />

Alguien me decía días atrás que, quiérase<br />

a no, Rachmaninov quedará en la<br />

histona de la música del siglo XX. Y es<br />

más que probable que tenga razón, pues<br />

razones hay para demostrarlo. Dejemos,<br />

si se quiere, la coartada perfecta de lo<br />

sentimental a un lado, para pensar que<br />

también es cuestión de lenguaje. En<br />

música, como en literatura, el consumidor<br />

olvida que cada tiempo se expresa a<br />

su modo, y, asi, el fin de siglo parece plagado<br />

de analfabetos funcionales.<br />

Es, otra vez. la cultura frente a un<br />

abismo -recordando a Steiner- que<br />

parece demasiado oscuro, frente a un<br />

nuevo vacio que alguien salvará como lo<br />

salvaron Monteverdi o Mozart, Wagner<br />

o Mahler, Schónberg o Messíaen. Un<br />

abismo al que se asoma, hoy como ayer,<br />

el ser humano. El que pide consuelo y el<br />

que reclama belleza, Pero un consuelo y<br />

una belleza que no podrán dejar de llegar<br />

nunca de quienes crean con la lengua<br />

de su siglo y construyen -aunque<br />

les suma la sombra- el habla del que<br />

asoma -feroz parece- tras las sombras<br />

engañosas de una noche a la que se le<br />

hubiera borrado esa que creíamos -y<br />

temíamos- la aurora más segura.<br />

Luis Suñén<br />

oportunistas, y deien a los verdaderos entendidos<br />

y conocedores del genio de Salzburgo que<br />

nos hablen, ellos si, del bicentenano Mozart sin<br />

necesidad de «celebración», Gracias<br />

Uno Wozoitwno «pre-bkentenario»<br />

Ana M.° Herrero Alonso


TRIBUNA L/BRE<br />

Música y silencio<br />

os propietarios de supermercados y bares, de la mano<br />

de las mu íti nacionales, han aparecido en el horizonte,<br />

lesde hace unos años, como los verdaderos dueños de<br />

la música. Son ellos quienes eligen las obras que estaremos<br />

obligados a escuchar cada vez que entremos en uno de esos<br />

lugares públicos. Y con el filoyankismo de que somos presa<br />

en este país, también desde hace algunos arios, ya se sabe<br />

qué tipo de música nos obligan a escuchar cada vez que decidimos<br />

tomamos un café o entrar en cualquier tienda.<br />

Una música que no siempre lo es y que. por otra parte,<br />

nadie escucha, mejor dicho, nadie podría escuchar aunque lo<br />

quisiera, porque en realidad la asi llamada música (como diría<br />

Thomas Bemhard) forma parte del conjunto de ruidos simultáneos<br />

que dichos propietarios muftinacionalistas utilizan para<br />

atontar al personal y llevarle directamente al único acto que<br />

verdaderamente importa: consumir<br />

Sin tener en cuenta la salud de la gente, ya se sabe que los<br />

nazis utilizaron la música como instrumento de tortura elevando<br />

su estridencia a llmrtes no tolerados por el oído humano,<br />

y algo parecido sucede cuando junto a la televisión o a la<br />

radio que chilla, a la máquina del café que ulula, a las voces<br />

de los clientes, a las órdenes de los camareros, aparece todavía,<br />

simultáneamente, la máquina tragaperras que toca La<br />

cucaracha cuando tiene apetencia de monedas. Sin contar los<br />

ruidos que vienen de afuera, principalmente los producidos<br />

por el Ayuntamiento, con sus sirenas enloquecidas y las mandíbulas<br />

metálicas de los camiones trituradores de basura.<br />

Los poetas simbolistas franceses, cuando barruntaron que<br />

los burgueses querían adueñarse de la poesía, la protegieron<br />

escribiendo, por ejemplo «la sol» o «el luno», más que con<br />

propósitos estéticos con el ánimo de espantar a esos terribles<br />

degustadores. ¿Habrá algún remedio parecido para protegemos<br />

de este abuso aberrante?<br />

La asf llamada música se ha generalizado no sólo en España,<br />

sino en casi todo el mundo, que es el campo natural de<br />

las multinacionales que imponen estos gustos o disgustos. La<br />

música existe, principalmente, porque existe el silencio. De lo<br />

contrario no tendría sentido.<br />

Y de lo que verdaderamente se están apropiando estos<br />

señores, esperemos que no sea para siempre y pase como<br />

las modas, es del silencio que hace posible la existencia de<br />

ese patrimonio natural de la humanidad que es la música.<br />

Daniel Moyana<br />

OPINIÓN<br />

SCHERZO 7


ACTUALIDAD<br />

Música para niños<br />

No se puede decir que en nuestro país se haga mucho por<br />

difundir la música entre los niños, para crear así un núcleo de<br />

futuros melómanos. Lo más frecuente es lo contrario; es decir,<br />

fomentar en los crios, si se dejan, una sonó aversión a los sonidos<br />

organizados. Por eso hay que saludar con gratitud el Ciclo<br />

de Conciertos Infantiles organizado por la Fundación Caja de<br />

Madrid, y cuya dirección corre a cargo de Femando Argenta,<br />

con la colaboración artística de Miguel Groba al frente de la<br />

Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid. Obras de Banchieri,<br />

Emst Tocb, Zollner, Rudel Jaufré, Manuel Faria, Alberto<br />

Blancafort, Boccherini, Vivaldi, Johann y Josef Strauss y Asenjo<br />

Barbieri forman el repertorio compositivo con el cual se iniciará<br />

a los niños en el mundo maravilloso de la música.<br />

Antonio Vno/dl<br />

Un festival<br />

que revive<br />

País de grandes músicos, Rumania. Enesco, Celibidache,<br />

Clara Haskill, Dmu Lipatti, Constantin Silvestri, Radu Lupu.<br />

Otto Ackermann, Georgescu... son algunos de los nombres<br />

que se le ocurren a uno de inmediato al pensar en ese país de<br />

histona tan desdichada. Ahora, atrás ya la siniestra dictadura<br />

del Conducator Ceaucescu. se está tratando de revitalizar el<br />

Festival Enesco -o Enescu, que esa es la correcta grafía rumana<br />

del nombre del ilustre violinista y compositor-, antaño visitado<br />

por nombres famosos, que luego lo desertaron por razones<br />

comprensibles. El Festival irá acompañado además por un<br />

concurso internacional, que abarcará las especialidades de<br />

piano, violín, canto y composición, La fecha señalada para el<br />

doble acontecimiento es en el próximo mes de septiembre.<br />

8 SCHERZO<br />

í<br />

John Efiot Gordmef FOTO: AMS£il£M<br />

Un Mozart para Pasqual<br />

Cuando aparezca este número de SCHERZO en la calle se<br />

habrá producido el estreno de una nueva producción de El<br />

rapto en el serrallo de W.A. Mozart en la Basílica de Notre<br />

Dame de Victoires de Paris. con dirección escénica de uno de<br />

los hombres de teatro más ilustres del país: el catalán Lluis<br />

Pasqual. La dirección musical corre a cargo de John Eliot Gardiner,<br />

con los English Baroque Soloists y el Coro Monteverdi,<br />

con un reparto que incluye a Cyndia Sieden, Standford Olden,<br />

Uwe Peper. etc. Una ocasión más, pues, de que Pasqual<br />

demuestre su calidad internacional como uno de los directores<br />

de escena más inquietos e interesantes de nuestro tiempo.<br />

Geoiges Enesco


Orfeón Donos&Otfo<br />

Un conjunto ejemplar<br />

Hemos recibido la Memoria anual de ese<br />

singular conjunto musical que es el Orfeón<br />

Donostiarra, verdadera institución tanto en el<br />

País Vasco como en el resto del Estado. Un<br />

texto, divertido y desenfadado, de su director,<br />

José Antonio Samz, sirve como prólogo a<br />

un recuento de actividades del Orfeón, al<br />

que acompaña una selección de críticas de<br />

sus actuaciones aparecidas en los periódicos.<br />

Sainz no se muerde la lengua a la hora de<br />

juzgar el trabajo de algunos de los directores<br />

de orquesta con los que el Orfeón ha actuado,<br />

lo cual presta a esta Memoria un tono<br />

nada convencional. Desde aquí queremos<br />

dar nuestra enhorabuena a esa institución<br />

que es una de las pocas relacionadas con la<br />

música que funciona extraordinariamente<br />

bien en nuestro país. Orfeón Donostiarra:<br />

¡Chapeau!<br />

Campoli y Klien<br />

Dos ilustres intérpretes han fallecido en los<br />

últimos meses: el italo-británico Alfredo<br />

Campoli y el austríaco Walter Klien. Campoli<br />

fue un excelente violinista, afincado en el<br />

Remo Unido desde muy joven, y cu/a fama<br />

apenas rebasó el marco de ese país. Debió<br />

su fama a sus interpretaciones del repertorio<br />

clásico y entre sus grabaciones la más notable<br />

quizá sea la del Concierto pora vioiln y orquesta<br />

de Beethoven, con Joseph Krips en el<br />

podio. Tenia ochenta y cuatro años. En cuanto<br />

a Klien ha muerto relativamente joven, a<br />

los sesenta y dos años. Notable intérprete<br />

del repertorio clásico y romántico, en sus<br />

años jóvenes tocó con frecuencia, formando<br />

dueto con Alfred Brendel y acompañó en<br />

recitales al violinista Wolfgang Schneiderhan.<br />

Fue también un notabilísimo acompañante de<br />

lieder, actuando con cantantes como Julius<br />

Patzak o Hermann Prey.<br />

músico<br />

en la Residencia<br />

ENCUENTROS<br />

LUCÍA POPP<br />

26 de Mayo 12 k<br />

CUARTETO MELOS<br />

8 de ¡unió 12 k<br />

ROBBINS LANDON<br />

¡3 de ¡unió 20 h.<br />

ANTONI ROS MARBÁ<br />

22 de Junio \2 h.<br />

ORGANIZAN<br />

Amigos de la c,<br />

REVOTA Di<br />

Residencia de Estudiantes<br />

con el patrocinio de<br />

FUNDACIÓN<br />

CAJ<br />

I ACTUALIDAD<br />

Residencio de Estudiantes<br />

Pinar, 21. 28006 Madrid Teléfono: 26! 32 00<br />

SCHERZO 9


ACTUALIDAD<br />

Francisco Guerrero<br />

Por última vez el Festival de Holanda<br />

-uno de los más sólidamente prestigiosos<br />

de Europa- dedicará su serie de<br />

presentaciones a un país y ese país sera<br />

Entre el 17 de agosto y el II de septiembre<br />

tienen los melómanos europeos<br />

su cita en Lucerna. Un Festival de extraordinaria<br />

calidad, capaz de hacer convivir<br />

en los programas la música tradicional<br />

con la vanguardia. Este año el concierto<br />

inaugural correrá a cargo de Wolfgang<br />

Sawallisch, que dirigirá -como es costumbre-<br />

la Orquesta Suiza del festival, con un<br />

programa Schoeck, Schumann y Brahms.<br />

La actuación de gloriosos veteranos<br />

como Paul Sacher o Mieczyslaw Horszowski,<br />

el gran pianista polaco, acompañante<br />

tantas veces de Pau Casáis. Destaquemos<br />

la presencia de artistas como<br />

Abbado, Baumgartner. Marriner, Maazel,<br />

Jessye Norman, Mehta, Eschenbach, Brendel,<br />

Lucia Popp, Claus Peter Flor, Viktona<br />

Mullova., Heinz Hollier, Gidon Kremer.<br />

etc. Conciertos sinfónicos, de cámara,<br />

versiones de concierto de óperas -como<br />

la Venus de Schoeck-. además de una<br />

serie de clases magistrales (de artistas<br />

como Edith .Matthis, Schneiderhan, Arto<br />

Noras, Horszowski, Edison Denisov, etc.),<br />

forman la oferta de un Festival que sigue<br />

demostrando una envidiable vitalidad-<br />

¿OSCHERZO<br />

Lo español en Holanda<br />

el nuestro. Realmente<br />

a uno se le ponen<br />

los dientes largos<br />

pensando en un<br />

acontecimiento similar<br />

en España, en el<br />

que se combinan la<br />

novedad y el alto<br />

nivel artístico. A lo<br />

largo del mes de<br />

junio Amsterdam<br />

estará salpicada de<br />

acontecimientos<br />

musicales con nombre<br />

español, desde el<br />

ballet De Gele Regen,<br />

basado en el libro La<br />

lluvia amarilla de Julio<br />

Llamazares, hasta<br />

obras de Luis de<br />

Pablo o de Guerrero.<br />

Entre ellos nos<br />

encontramos con un<br />

semimonográfico<br />

dedicado a Roberto<br />

Gerhard por el Nieuvv Ensemble, dirigido<br />

por Ed Spanjaard y nuestro compositor<br />

estará presente también en los<br />

conciertos del Cuarteto Arditti y del<br />

Tres semanas de música en Lucerna<br />

Wolfgang Sowafecb<br />

Schónberg Ensemble. Actuaran los conjuntos<br />

españoles Barcelona 216, dirigido<br />

por Ernest Martínez-Izquierdo y el<br />

Grupo Koan, con José Ramón Encinar,<br />

Cristóbal Halffter dirigirá la Orquesta de<br />

Cámara de la Radio, con obras propias,<br />

de Guerrero, Falla y Manuel Hidalgo, la<br />

Ebony Band y el Amsterdams Blazers<br />

Collectief darán -la primera- un concierto<br />

con música inspirada en nuestra<br />

guerra civil -obras de Rodolfo Halffter,<br />

Nancarrow, Revueltas, Eisler, Shostakovich<br />

y W. Goehr- y de Amando Blanquer,<br />

Rexach y Mengellberg el segundo.<br />

Antonio de Almeida dirigirá a la<br />

Orquesta Sinfónica de la Radio en un<br />

programa Albéniz y Granados -nada<br />

menos que la ópera Goyescas, con<br />

Maria Oran- y Joaquín Achúcarro, que<br />

interpretará Goyescas de Granados e<br />

Ibena de Albéniz. Habrá aún más cosas,<br />

además de la presencia de Arturo<br />

Tamayo al frente de la Orquesta de la<br />

Residencia de La Haya en un programa<br />

Berio y la dirección escénica de Lluís<br />

Pasqual para la producción de £1 rapto<br />

en el serrallo, dirigida por John Eliot Gardiner.<br />

Cuando se haga algo similar en<br />

este país, que avisen.


IBERMÜ3ICA<br />

ALFONSO AIJON, S. A.<br />

Temporada 1991-1992<br />

GIRAS DE ORQUESTAS POR ESPAÑA<br />

COLOGNE RADIO ORCHESTRA<br />

0CTUBRE 19!1 Gary Bertini<br />

MUENCHENERPHILHARMONIKER PHILHARMONIA ORCHESTRA<br />

Sergiu Celibidache Charles Dutoit<br />

SOVIET RADIO ORCHESTRA<br />

MID0R| / R - Mc " D0NALD<br />

Vladimir Fedoseev<br />

FILARMÓNICA DELLASCALA<br />

Riccardo Muti<br />

ABRIL 1992<br />

PHILHARMONIA ORCHESTRA AND CHORUS CHICAGO SYMPHONY ORCHESTRA<br />

Cario María Giulini Daniel Barenboim<br />

NEW WORLD SYMPHONY ORCHESTRA<br />

NOVIEMBRE 1991 Michael Tilson-Thomas<br />

LENINGRAD PHILHARMONIC<br />

ACADEMY OF St. MARTIN IN THE FIELDS<br />

Vuri KennethSillito<br />

Temirkanov/Vladimir Spivakov<br />

STAATSKAPELLE DRESDEN<br />

Sir Colin Davis<br />

MAYO 1992<br />

CITY OF LONDON SINFONÍA ORFEO CÁTALA BERLINER PHILHARMONISCHES ORCHESTER<br />

Richard Hickox Daniel Barenboim<br />

ACADEMY OF ST. MARTIN IN THE FIELDS<br />

DICIEMBRE 1991 Sir Neville Marriner/Radu Lupu<br />

BOSTON CHAMBER PLAYERS<br />

DROTTINGHOLMS BAROCKENSEMBLE/ERIC ERICSON CHOIR PHILADELPHIA ORCHESTRA<br />

Eric Ericson Riccardo Muti<br />

ISRAEL PHILHARMONIC/ORFEON DONOSTIARRA<br />

ENERO 1992 Zubin Mehta<br />

— NEW YORK CHAMBER SYMPHONY<br />

PHILHARMONIA ORCHESTRA AND CHORUS<br />

G - Schwarz/G. Saham<br />

Cario Maria Giulini/M. Jansons PITTSBURGH SYMPHONY ORCHESTRA<br />

CHAMBER ORCHESTRA OF EUROPE<br />

Lori Maazel<br />

Heinz Holliger<br />

MOSCOW VIRTUOSI<br />

OSLO PHILHARMONIC<br />

Marís<br />

Vladimir Spivakov<br />

ROYAL PHILHARMONIC ORCHESTRA<br />

Vladimir Ashkenazy<br />

JUNIO 1992<br />

SOVIET PHILHARMONIC ORCHESTRA ORCHESTRA SYMPHONIQUE DE MONTREAL<br />

Gennady Rohzdestvensky Charles Dutoit<br />

RUSSIAN STATE ORCHESTRA GEWANDHAUS ORCHESTER LEIPZIG<br />

M. Pletnev/lvo Pogorelich Kurt Masur<br />

FEBRERO 1992 AGOSTO 1992<br />

ISRAEL PHILHARMONIC ORCHESTRA MOSCOW VIRTUOSI<br />

Zubin Mehta Vladimir Spivakov<br />

BOLSHOI ORCHESTRA AND CHORUS STAATSKAPELLE DRESDEN<br />

Andrei Lazarev Giuseppe Sinopoli<br />

MARZO 1992 SEPTIEMBRE 1992<br />

WASSEDA SYMPHONY ORCHESTRA WIENER PHILHARMONIKER<br />

K. Takaseki Claudio Abbado<br />

Costa Rica, 32, bajo B - 28016 Madrid - Tels. 458 63 32/33 - Télex 23671 BRUSA E - Fax 457 24 89 - SUCURSAL: Hortensias, 10 - 28016 Madrid


ACTUALIDAD<br />

Curiosa carrera la de Günther Herbig, el director<br />

germano oriental, discípulo de Abendroth,<br />

Scherchen, Karajan y de Arvid Jansons. A sus<br />

sesenta años este músico, que fue titular de la sinfónica<br />

Berlín -la orquesta fundada por Kurt Sanderiing-<br />

y de la Filarmónica de Dresde. se ha convertido<br />

en uno de los directores más solicitados<br />

del momento a partir de los inicios de su carrera<br />

en USA y Canadá. Titular durante un tiempo de la<br />

Sinfónica de Detroit - con la cual visitó España<br />

hace un par de años- ha pasado después a Canadá,<br />

donde está al frente de la Sinfónica de Toranto,<br />

orquesta con la que está realizando una labor<br />

parecida a la de otro gran maestro europeo,<br />

Charles Dutoit, en Montreal. Apenas es posible<br />

encontrar grabaciones de Herbig en ningún país,<br />

pese a que grabó más de cuarenta discos con la<br />

legendaria firma Eterna de la RDA, el destino de<br />

cuyo impresionante fondo sigue siendo un enigma.<br />

Lo curioso es lo que el director alemán dice acerca<br />

del público español en una entrevista concedida<br />

a nuestros colegas de la revista francesa Diapasón.<br />

Herbig -que visitó España con las formaciones<br />

alemanas antes citadas y que dirigió a la ONE<br />

en un programa con la Novena Sinfonía de Schubert-<br />

cuenta que en una de sus actuaciones en<br />

Madrid, con los de Dresde, recibió una ovación de<br />

jtreinta y dos minutos! tras interpretar la Novena<br />

Sinfonía de Bruckner. Un poco exagerada parece<br />

la cosa, ya que m los más veteranos del lugar<br />

recuerdan ovación tan larga, al menos en una sala<br />

de conciertos. Tal vez la memona le falle un poco<br />

a Herbig, que redondea su evocación del acontecimiento<br />

diciendo que fue «la cosa más increíblemente<br />

sorprendente que viví en un concierto».<br />

Fedenco Sopeña<br />

Í2SCHERZO<br />

Herbig, triunfador tardío<br />

Güntiier Herbtg<br />

Federico Sopeña<br />

FOTO: £F£<br />

A los setenta y cuatro años ha fallecido<br />

en Madnd Federico Sopeña, una de las<br />

figuras más relevantes de la cultura española<br />

en las últimas décadas. La vinculación de<br />

Sopeña con la música es sobradamente<br />

conocida' director del Conservatorio de<br />

Madnd (del cual fue catedrático de Estética e<br />

Historia), vicepresidente del Concurso<br />

Internacional de Piano de Santander y de la<br />

Fundación Isaac Albéniz, autor de<br />

importantes libros sobre Mahler una de las<br />

grandes pasiones de su vida: en 1984 le fje<br />

concedida la medalla que lleva el nombre de<br />

este compositor de la ciudad de Viena-,<br />

Stravinsky o Falla, sobre el lied romántico,<br />

sobre el nacionalismo musical, etc.. fue un<br />

humanista en el más noble sentido de la<br />

palabra y nuestra revista se honró al contar<br />

con él como su colaborador De lo vasto de<br />

sus intereses intelectuales pueden atestiguar<br />

los cargos públicos que también ocupó, entre<br />

ellos la dirección del Museo del Prado, de la<br />

Academia de Bellas Artes y de la Academia<br />

española en Roma.


La rigurosa actualidad de un gran patrimonio olvidado,<br />

las nuevas músicas del Siglo de Oro, de JUAN DEL ENZINA,<br />

máximo representante del humanismo renacentista,<br />

en la fascinante recreación de HESPÉRION XX.<br />

IBÉRICA<br />

JUAN DEL ENZINA<br />

ROMANCES & VILLANCICOS<br />

Salamanca 1406<br />

E87O7<br />

C/ Bertrán, 72. 08023 BARCELONA. Tel. 418 80 80. Fax 211 08 15.


ACTUALIDAD<br />

Hace escasos meses el pianista de<br />

nacionalidad americana Rudolf Serkin<br />

sufrió un achaque que obligó a<br />

internarlo urgentemente en un hospital<br />

de Guilford. la ciudad neoyorquina donde<br />

residía- «Mala cosa -me dije entonces- lo<br />

más probable es que te quedes sin verle<br />

actuar en vivo». Lamentablemente, asi ha<br />

sido. De nada sirvió avivar más de una<br />

vez la idea de un posible viaje a París, ciudad<br />

en la que ocasionalmente ofrecía<br />

algún concierto, encandilado por los elogios<br />

musicales que Claudio Abbado tributaba<br />

ai anciano maestro.<br />

Había nacido Serkin en la ciudad<br />

bohemia de Eger (territorio regido aún<br />

por la Casa Habsburgo). en 1903. Niño<br />

prodigio, comenzó a tocar el piano a los<br />

cuatro años. Estudió en Viena con<br />

Richard Robert y, poste nórmente, hizo<br />

amistad en Suiza con el violinista Adolf<br />

Busch. En 1933, huyendo del régimen<br />

de Hitler. se estableció en EEUU y más<br />

tarde adoptó la nacionalidad amencana.<br />

Seis años después fue contratado por el<br />

prestigioso Instituto Curtís de Filadeífia,<br />

donde ejerció la docencia durante décadas,<br />

siendo director entre 1968 y 1977.<br />

También creó la Escuela de Música de<br />

Verano de Mariboro, en Vermont. Además<br />

del citado Busch, con cuya hija Irene<br />

contrajo matrimonio en 1935. y del<br />

cuarteto de este nombre, Serkin colaboró<br />

siempre con los solistas de mayor<br />

prestigio, como el maestro George Szell.<br />

el Cuarteto de Budapest, el chelista Leonard<br />

Rosé, el también chelista Pablo<br />

Casáis (que lo invitó con regularidad al<br />

Festival de Prades) y, en fechas recientes,<br />

con Abbado y o con Rostropovich,<br />

Vivendo en Filadeífia, era a su vez inevitable<br />

la colaboración asidua con el titular<br />

de la gran orquesta de este estado:<br />

Eugene Ormandy,<br />

Con el fallecimiento de Serkin perdemos<br />

bastante más que un intérprete<br />

concreto; se nos va toda una época de la<br />

que, junto a Arrau (que tenia casi al céntimo<br />

su misma edad), era el único testigo<br />

directo entre los pianistas. Cuando Serkin<br />

comenzó a estudiar en la Viena de<br />

comienzos del XX hombres como<br />

Brahms o Bruckner eran aún historia<br />

próxima llena de resonancias míticas.<br />

Serkin fue de los primeros en darse<br />

cuenta que en Mozart o Schubert, además<br />

de la vena elegante, latía un sentimiento<br />

trágico que entronca directamente<br />

con las preocupaciones esenciales del<br />

pianismo romántico, y valoró superlativamente<br />

a ambos compositores sobre los<br />

que, en linea directa que se prolonga<br />

hasta Fteger, basculaba lo fundamental de<br />

Í-ÍSCHERZO<br />

El adiós del decano<br />

Rudolj iertan<br />

su repertorio. Estaba considerado como<br />

un gran especialista en Reger. de quien<br />

grabó varias obras. Su interés por él nacía<br />

de la visión de la gran tradición centroeuropea<br />

como un extenso arco que unía el<br />

clasicismo con los últimos compositores<br />

que trabajaron dentro del molde de la<br />

forma sonata. De ahí también su preocupación<br />

por Haydn (que comparte con<br />

Brendel), cuyo legado sonatistico le interesaba,<br />

como tal, en su mtegndad.<br />

Nos quedan ahora, como único consuelo,<br />

sus grabaciones. En los últimos<br />

tiempos, sellos como Réferences, Ridduíph<br />

o CBS estaban contribuyendo a<br />

hacerle justicia editando grabaciones<br />

espléndidas, como la de la Fantasía para<br />

Violín y Piano, D. 934 de Schubert, con<br />

Busch, equilibrada y delicadísima, o el<br />

FOTO. (UVE BARDAD G.<br />

elocuente concierto celebrado en el<br />

Camegie Hall en su 75 cumpleaños,<br />

aunque denote alguna incidental carencia.<br />

En una grabación tan temprana<br />

(1938) como la de Quinteto Op. 34 de<br />

Brahms, Serkin renuncia a su dignidad de<br />

gran solista para hacer en todo momento<br />

auténtica música de cámara con sus<br />

compañeros, Realmente le oímos latir<br />

con los miembros del Busch y la comunidad<br />

de sentimientos es irrebatible. Serkin<br />

hace prevalecer el acabado general<br />

antes que el detalle, aunque, algo seco,<br />

no llegue nunca a alcanzar el último<br />

grado de melancolía brahmsiana reservado<br />

a pianistas mucho más fantasiosos,<br />

como son Fischer o Nat.<br />

Joaquín Martín de Sagarmínaga


LONDRES<br />

jasephine Barttow en Peter Gnmes<br />

Londr«j. Coliseum. English National Opera. Brtten,<br />

Paer&imes I7-W-9I.<br />

El elemento más importante en Peter<br />

Grimes no canta una sola nota. Es el Mar<br />

del Norte, ese monstruo gns amenazando<br />

turbulencia incluso cuando está en<br />

reposo, desencadenándola luego con<br />

furia. La gran partrtura de Bntten, con sus<br />

detalles pictóricos, nos dice que siempre<br />

está ahí, observando y aguardando la<br />

oportunidad de atacar. Y éste es el acierto<br />

que Tim Albery ha capitalizado y lo<br />

que ha hecho de su nueva producción<br />

de la obra maestra de Britten tan cautivadora.<br />

El Mar, nos dice, es el factor<br />

motivador. la razón por la que esta<br />

comunidad hermética de pescadores<br />

mira tanto hacia su propio interior, la<br />

fuerza que los ata juntos, y los hace tan<br />

suspicaces de lo inhabitual, tan inclinados<br />

a condenar al hombre que no se conforma.<br />

Albery no pierde ocasión de enfatizar<br />

cómo el alboroto intolerante de la<br />

gente se relaciona con el alboroto del<br />

mar, y su miedo por él acecha siempre al<br />

fondo. Tuvo suerte de que las numerosas<br />

claves en la música orquestal fueron<br />

tan vitalmente puestas de relieve por la<br />

Profundo Peter Grimes<br />

dirección brillantemente<br />

exploradora<br />

de David Atherton, y<br />

la respuesta de la<br />

orquesta, cuyo virtuosismo<br />

total incluyó no<br />

sólo la furiosa ejecución<br />

de la tormenta,<br />

sino muchos pasajes<br />

delicados de los detalles<br />

sutilmente insinuantes,<br />

relacionados<br />

con el aumento o<br />

caída de la situación<br />

emocional sobre la<br />

escena y la cara cambiante<br />

del propio<br />

mar. No estuvo muy<br />

ayudado por los<br />

decorados de Hildegard<br />

Bechtler, cuyos<br />

esbozos pelados tan<br />

sólo ocasionalmente<br />

sugerían un entorno<br />

marino (acaso ella<br />

sintió que la partitura<br />

de Bntten necesita<br />

poca descripción<br />

visual) ni por su propia<br />

dependencia de<br />

un esquema pasado<br />

FOTO: CUVE BARDA<br />

de moda en la disposición de las líneas<br />

del coro. Pero sus miembros cantaron<br />

maravillosamente, y con qué imaginación<br />

actuaron, convenientemente aterrorizadores<br />

con el peligro de la le/ de la<br />

muchedumbre histéricamente despertada<br />

y lo inevitable de la caceria de la bruja.<br />

Los personajes fueron concienzudamente<br />

dibujados, y de nuevo aquí se<br />

nota una inteligente apreciación de lo<br />

expresado por Bntten. El Peter Grimes<br />

de Philip Langndge fue una aproximación<br />

refrescante. Es éste un Gnmes<br />

joven, impulsivo y susceptible de ser<br />

herido con rapidez, anticipándose e<br />

incluso provocando la hostilidad de la<br />

masa antes de que ocurra. Uno no oh/ida<br />

la tortura interna pintada por Peter<br />

Pears, ni la robusta protesta de Jon Vickers<br />

al decir que el estudio de Langndge<br />

tiene dimensiones más amplias o hasta<br />

implicaciones más perturbadoras. Un<br />

Grimes que anhela ser comprendido<br />

con toda la rabia de un joven solitario, y<br />

que es peligrosamente autodestructivo<br />

cuando no lo consigue. Hubo un lirismo<br />

juvenil en su canto que volvió todavía<br />

más patética su situación. De manera<br />

ACTUALIDAD<br />

similar, Josephine Barstow dio una<br />

nueva profundidad a Ellen Orford. Con<br />

una actuación y un canto soberbios,<br />

retrató la perplejidad de una compasión<br />

bien entendida enfrentada a una situación<br />

psicológica para la que no estaba<br />

preparada. Nos hizo notar esta barrera,<br />

y su canto fue una mezcla realista de<br />

desconcierto y preocupación humana.<br />

Se dieron también otros estudios psicológicos,<br />

Jonathan Summers fue una roca<br />

de autoridad como Balstrode, Graeme<br />

Matheson-Bruce hizo de Bob Boles un<br />

demagogo tan inspirado por el alcohol<br />

como por las Escrituras que citaba con<br />

fuego metodista- Anne Collins dio vida<br />

a la maliciosa inquisitiva que descubre el<br />

mal porque lo lleva dentro, una Mrs.<br />

Sedley que disfrutaba claramente de su<br />

autoimpuesta misión. Ann Howard fue<br />

una Auntie formidable, verdaderamente<br />

cortante con los que interferían en su<br />

mundo privado. Rose Mannion y Clare<br />

Daniels fueron de la clase de muchachas<br />

alocadas que prometen mucho, pero de<br />

las que instintivamente sabemos que<br />

nunca lo cumplirán. El vicario de<br />

Edward Ryle fue un creíble anglicano<br />

receptor, incluso dispuesto a comprometerse.<br />

Ned Keene, tal como fue<br />

interpretado por jason Howard, fue el<br />

comerciante del que siempre sospechamos<br />

que guarda algo no del todo legal<br />

bajo el mostrador. Una convincente<br />

referencia a la vida real.<br />

Londres ha visto representaciones<br />

distinguidas de Peter Grimes en el pasado,<br />

pero ésta investiga más profundamente,<br />

encontrando mucho.<br />

Zumalako Uda Musikaia<br />

Verano Musical de Zumaia<br />

KASTAROAK-OJSSOS<br />

GYÓRGY SANDOR<br />

Piano<br />

MIGUEL ÁNGEL GIROLLFT<br />

Qttíami<br />

QUINTETO ITALIANO DE JAZZ<br />

Impnjnsaiionjaz:<br />

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SECRETARIA DEL FESTIVAL<br />

Aciano Huacal de Zumaia'<br />

Cas» di; Cultura Palacio de Tnronda<br />

207S0 ZUMAIA (Gwpúrasl - España<br />

TeL: (94318610 56 Lunes. Mécdes v Viernes de 17 a 19 h.<br />

SCHERZO 15


ACTUALIDAD<br />

Año tras otro, con esa admirable<br />

constancia que es la que hace<br />

posible la continuidad creativa de<br />

las verdaderas tradiciones, los veranos<br />

londinenses son testigos de un acontecimiento<br />

musical de primer orden: los<br />

celebérrimos Proms. Un festival, y esto<br />

conviene tenerlo en cuenta, organizado<br />

por una emisora de radio de propiedad<br />

pública como es la BBC. Y esto no es<br />

ocioso señalarlo cuando en nuestro país<br />

se empieza a hablar en seno de una privatización<br />

más o menos encubierta de la<br />

red de emisoras del Estado y cuando<br />

desde éste se insiste cada vez más en la<br />

necesidad de hacer rentable la cultura.<br />

Lo cual, en sermo vuigans, suele querer<br />

decir liquidar los programas culturales<br />

más creativos y hacer demagogia rockera.<br />

Pero esa es una cuestión que ahora<br />

nos desborda.<br />

Lo importante en este comentario es<br />

verificar que los Proms siguen vivos y<br />

más atractivos que nunca. Unos cuantos<br />

vistazos a la programación nos lo confirmarán.<br />

Fijémonos, por ejemplo, en el<br />

apartado de orquestas invitadas, Nos<br />

encontramos con formaciones como la<br />

Staatskapelle Dresden cuya maravillosa<br />

calidad hemos podido confirmar hace<br />

bien poco en nuestro país, cuando nos<br />

visitó dirigida por Bernard Hartink-, que<br />

dará dos conciertos dirigida por ese<br />

gran maestro que es el británico Colin<br />

Davis, que incluirá en uno de sus programas<br />

las escasamente interpretadas<br />

Variaciones y fuga sobre un tema de<br />

Hilier de Max Reger, Otra de las invitadas<br />

de honor será la Filarmónica de<br />

Berlín, con su titular, Claudio Abbado,<br />

con un programa que incluye nada<br />

menos que el Concierto para piano n° 2<br />

de Brahms-Alfred Brendel de solista- y<br />

la Cuarta Sinfonía de Mahler (con Cheryl<br />

Studer). Añadamos la presencia de la<br />

Orquesta Gustav Mahler de la Juventud<br />

con su fundador, el propio Abbado, al<br />

16 SCHERZO<br />

Fiesta estival en Londres<br />

frente. Y otras orquestas como la Sinfónica<br />

de Boston (con su titular, Ozawa).<br />

la Sinfónica de París (con Bychkov), la<br />

Orpheus Chamber Orchestra, el Coro<br />

de Cámara del Ministerio Soviético, la<br />

Orquesta de Cámara de Noruega, la<br />

Orquesta de la Radio Finlandesa / la<br />

Orquesta de la Juventud de la Comunidad<br />

Europea. A lo cual hay que añadir la<br />

presencia de las mejores orquestas británicas<br />

-incluidas, claro está, las londinenses-,<br />

como la Scottish National<br />

Orchestra, la Sinfónica de Ciudad de<br />

Birmingham, además de las diversas<br />

orquestas de la BBC, que son cinco<br />

nada menos.<br />

Entre los directores<br />

y solistas, basten unos<br />

cuantos nombres. Ya<br />

hemos citado los<br />

nombres de Abbado<br />

y Davis. Añadamos<br />

los de Gennady<br />

Rozhdestvensky,<br />

Simón Rattle, Mackerras,<br />

Alexander Gibson,<br />

Haitink, Beño,<br />

Lutoslawski, Nomngton.<br />

Pesek, Tennstedt,<br />

Saraste, Welser-<br />

Most, Zagrosek, etc.<br />

Y entre los solistas<br />

Linda Finme, Philip<br />

Landgndge, Anna<br />

Murray, Felicity Lott, Gwyneth Jones,<br />

Karita Mattila, Brendel, Sabine Meyer,<br />

James Galway, Artur Pizarro. Gidon Kremer.<br />

Chnstopher von Kampen, Andrea<br />

Lucchesmi. Barry Tuckwell, Moura Limpani,<br />

Bashmet, Srtkovetsky, etc.<br />

Hay que anotar una programación de<br />

variedad que es ya casi proverbial. Destaquemos<br />

en pnmer lugar el concierto<br />

N Q <strong>55</strong> -el total es de 67-, que se celebrará<br />

el día 3 de septiembre, dedicado<br />

íntegramente a la música litúrgica española<br />

del renacimiento, con obras de<br />

Victoria, Alonzo Lobo, Gutiérrez de<br />

Padilla, Francisco Guerrero, interpretadas<br />

por el Coro de la Catedral de<br />

Westminster, dirigido por james<br />

O'Donnell. Uno de los aspectos más<br />

notables, tal vez sea la presencia de<br />

música del siglo XX, con nombres<br />

como Bartók, Berg, Beno, Dutilleux,<br />

Gubaidulina, Lutoslawski. Reger, Schnrttke,<br />

Shostakovich. Skalkottas. Stravinski,<br />

Tippett, Bntten. Vaughan Wlliams,<br />

Webem, Xenakis, etc.<br />

Entre los previsibles momentos culminantes<br />

de los Proms de este año se<br />

podrían señalar las Vísperas de Monteverdi<br />

dirigidas por Andrew Parrot. el<br />

programa Beño, bajo la dirección del<br />

propio compositor, con el Coro y la<br />

Orquesta de la BBC y Andrea Luchesmi<br />

como solista; el concierto que dirige<br />

Zagrosek (con obras de Schnrttke, Gruber,<br />

Webem y Mahler); el Réquiem de<br />

Mozart por Norrington; los dos programas<br />

de Jukka-Peka Saraste y la Sinfónica<br />

de la Radio Finlandesa, con varias obras<br />

infrecuentes de Sibelius; el de Pesek con<br />

la Royal Liverpool Philharmomc (Sinfonía<br />

Asrael de Suk); Rozhdestvensky con<br />

El espectro de la novia de Dvorak la ver-<br />

Sif Colín Daws FOTO. CUVE BARDA<br />

sión de conciertos de El ángel de fuego<br />

de Prokofiev, dirigida por E. Downes; el<br />

O/fertorium de Gubaidulma, dirigido por<br />

Rattle: además de los señalados en otras<br />

partes de este artículo. Por último digamos<br />

que el concierto final de los Proms<br />

-que Mark Eider, en un gesto que le<br />

honra, se negó a dingir el pasado año<br />

para no contribuir al clima bélico creado<br />

en Gran Bretaña por la crisis del Golfoserá<br />

dingido por Andrew Davis.<br />

JA


Joven Orquesta<br />

Nacional de España<br />

3er Concurso<br />

de Composición<br />

Premio Opera de Cámara<br />

Información y bases de participación:<br />

Joven Orquesta Nacional de España<br />

Auditorio Nacional de Música<br />

Principe de Vergara. 146<br />

28002 Madrid<br />

Teléfonos<br />

Í91)337 02 70/337 02 71<br />

Dotación:<br />

1.500.000 pesetas<br />

Abierto a compositores nacidos o residentes en cualquiera de<br />

los países de la Comunidad Iberoamericana, sin límite de edad.<br />

El reparto de voces y la plantilla orquestal utilizada deben<br />

adaptarse a un escenario y foso de reducidas dimensiones.<br />

La obra premiada será estrenada por la Joven Orquesta<br />

Nacional de España y será objeto de una edición impresa a<br />

cargo de la misma organización del Concurso.<br />

Fecha límite de presentación de las obras:<br />

28 de febrero de 1992


ACTUALIDAD<br />

Londret. Royal Opera House, Covent Garden Baet,<br />

Caimen 26-IV-9I.<br />

Carmen no ha sido una ópera con<br />

suerte en Gran Bretaña en tos últimos<br />

años. Hubo la producción perversamente<br />

autoindulgente de Pintillie para la<br />

Welsh National, insultante tanto para<br />

Bizet como para los que amen la ópera.<br />

Fue apresuradamente reemplazada por<br />

otra nueva de André Engel, que triunfó<br />

en conseguir lo que uno pensaba imposible,<br />

hacer de Carmen un insufrible aburrimiento.<br />

En la English National, David<br />

Pountney colocó la acción en un garaje<br />

de coches usados, una penosa e irrelevante<br />

aventura. Y así podríamos continuar.<br />

Pero finalmente hemos tenido una<br />

Conven creíble tanto visual como musicalmente.<br />

La actriz y directora catalana<br />

Nuna Espert, en su primera Carmen, ha<br />

montado para la Royal Opera una producción<br />

que descubre el realismo sin<br />

recurrir a los tópicos archiconocidos,<br />

dando vida a las emociones y las<br />

situaciones, descubriendo la España real<br />

en lugar de superficialidades, y casi desprovista<br />

de trucos,<br />

Debe hacerle una reserva a causa de<br />

un golpe que ella hubiera debido desechar<br />

Las cigarreras hacen su primera<br />

entrada por el patio de butacas y, cuando<br />

están muy cerca, la ilusión se desvanece<br />

y no pueden mantener la credibilidad<br />

para los incidentes que siguen.<br />

Aparte de esto, se tiene una profunda<br />

satisfacción con una Carmen tan sagazmente<br />

observada, donde los contrastes<br />

se lograron tan vividamente y donde la<br />

España real y sus gentes cobraron tanto<br />

relieve. La sensación fue la de haber<br />

sido arrastrados directamente al drama<br />

y haber tomado parte en él.<br />

Los decorados del madrileño Gerardo<br />

Vera evocaban la España familiar a<br />

los perspicaces viajeros que se aventuraron<br />

más allá de sus costas. Las murallas<br />

de Sevilla proclamaban una dignidad<br />

paciente. Claramente, embebidas de sol<br />

durante siglos. Ante ellas, un mercado<br />

populoso y atareado, con la fuga de<br />

Carmen haciéndose repentinamente<br />

verosímil. Podemos imaginar su precipitación<br />

para abandonar las butacas y<br />

colocarse en un callejón oscuro. El vestuario<br />

de Franca Squarciapmo era colorista<br />

pero nunca caía en lo convencional<br />

mente pintoresco.<br />

La originalidad está muy presente en<br />

la Carmen de María Ewing, que ha profundizado<br />

en el personaje desde su<br />

incorporación de Glyndebourne de<br />

1985. Permanece el calor, así como las<br />

18 SCHERZO<br />

Psicología de Carmen<br />

Mana Ev/ing y luis Lima en lo Carmen del Covent Carden FOTO ZOÉ DOMINIC<br />

insinuaciones, pero uno siente ahora<br />

que la gitana lucha consigo misma en lo<br />

más profundo de su yo. Esto incluye<br />

algún debilitamiento, con líneas susurradas,<br />

de modo que uno se pregunta qué<br />

tal irán las sutilezas en la sala más grande<br />

del Teatro del Liceo, con quten se<br />

comparte esta producción. Incluso en el<br />

Covent Ganden, hubo momentos cercanos<br />

a lo inaudible. ¡Pero qué estudio tan<br />

fascinante! Uno puede creer perfectamente<br />

que esta Carmen se cansará<br />

rápidamente del amante que elija y lo<br />

arrojará al montón de chatarra. Su desprecio<br />

por los hombres, incluso su<br />

necesidad de ellos son motivaciones<br />

contradictorias que se expresan en<br />

muchos casos con una mirada veloz,<br />

con un matiz de la caracterización. En la<br />

lucha del Acto I, casi es una observadora<br />

despegada, con el fuego contenido<br />

pero listo para arder. Ocurre así en el<br />

Acto III. cuando lee su destino en las<br />

cartas, y en este montaje es la escena<br />

de las cartas, más que en cualquier otra,<br />

la clave de la ópera, el momento de la<br />

verdad predestinada.<br />

Luis Lima es el Don José de esta Carmen,<br />

prudente al principio, con la Condón<br />

de la Flor dicha casi como si estuviera<br />

pensada como parte de un recital,<br />

pero una vez que José aprende la traición,<br />

desborda pasión, y al final saboreamos<br />

la humillación absolutamente loca<br />

de este hombre.<br />

Gino Quilico es un Escamillo rigido,<br />

inverosímil en la burla de un toro, o -se<br />

inclinaría a pensar uno- interesar a Carmen.<br />

En cambio, la Micaela de Leontina<br />

Vaduva progresó con segundad, desde<br />

la ingenuidad del primer acto a la energía<br />

en su enfrentamiento con Carmen<br />

en el tercer acto, donde también cantó<br />

su aria bellamente. Judith Howarth<br />

como Frasquita y Jean Rigby como Mercedes<br />

cantaron y actuaron vividamente.<br />

Roderick Earie hizo un Zúñiga de confianza<br />

militar positiva, en tanto que la<br />

bnllante danza flamenca de Juan Ortega<br />

realzó la atmósfera.<br />

Zubm Menta, de regreso al Covent<br />

Garden después de una ausencia de<br />

siete años, fue recibido calurosamente.<br />

Respondió con una afectuosa narración<br />

de la gran partitura de Bizet en la que la<br />

orquesta apoyó su búsqueda de claridad<br />

de detalle con una ejecución delicada.<br />

Los interludios fueron tocados magníficamente,<br />

en especial la introducción<br />

al tercer acto.<br />

Kenneth Loveland


Certamen Internacional<br />

de Bandes de Música 1991<br />

Valencia, del 8 al 14 de juliol<br />

^ AJUNTAWENT DE VALENCIA GENERALITAT VALENCIANA<br />

«MIIIIIIIII ti EUIINL i mina i IIÉUCII<br />

| DIPUTACIÓ DE VALENCIA


ACTUALIDAD<br />

Un descubrimiento tardío<br />

Viena. Wiener Staatsoper. 3O-IV-91. Alfred Sramek. Wattraud Wmsauer. Cathenne MaKilano, Thomas Moser,<br />

Peter KOves, Hans Helm, Sie^nund Nimsgem. Julia Juon. MarjoHe Vanee, Gabnella Bessen^i. Loui$e Page, Axelle<br />

Galí, Gottfhed Hornik, |aroslav Stajnc, josef Hopferwieser, Claudio Otdli, etc. Coro y Orquesta de la Opera de<br />

Viena. Dirección musical 1 Ger-d Altuecrrt. Dirección artística: J urgen Rimm. EscnograBa Holf Glittenberg. Vestuano 1<br />

Mananr>e Gittenberg. Estreno de la ópera Der /eme Khng de Franz Síhreker.<br />

C Malfitana y T. Moser en Der femé kiang<br />

Ha sido necesario casi un siglo<br />

hasta llegar al estreno en Viena<br />

de la ópera Der femé Klang de<br />

Franz Schreker (1878-1934). Muy<br />

pocos de sus compatriotas austríacos<br />

tomaron en seno, a comienzos de<br />

nuestro siglo, al innovador sonoro y<br />

-cruelmente llamado con posterioridad-<br />

medró judío Schreker. Cuando los<br />

nacionalsocialistas, tras la subida al<br />

poder y el onschluss (anexión) de Austria,<br />

prohibieron la interpretación de<br />

sus obras durante los 1.000 años<br />

siguientes, la Viena, a la que él tanto<br />

amaba, ya con antenondad había anticipado<br />

su prohibición mediante el arte<br />

del silencio, practicado con rotundo<br />

éxrto con su amigo Arnold Schónberg.<br />

Por eso el estreno ha tenido un doble<br />

significado: descubrimiento y desagravio<br />

tardíos. La razón por la cual no se agotaron<br />

todas las localidades es algo que<br />

me resulta incomprensible.<br />

«¡Qué es lo que me atrajo, cómo<br />

llegué como músico a este asunto?»<br />

-escribe Schreker en 1930 al referirse<br />

al origer de Der ferne Klang- y. respondiendo<br />

él mismo a su pregunta,<br />

sigue diciendo: «Me atrajeron las posibilidades<br />

de los fortísimos efectos de<br />

contraste. La vida real pequeño-burguesa<br />

y la visión del artista. El susurro<br />

de la Naturaleza seductora, eternamente<br />

demoníaca, frente al ser humano<br />

acobardado ante la vida. Me sedujeron<br />

en el segundo acto los proble-<br />

-20SCHERZO<br />

mas técnico-contrapuntísticos<br />

del sonido<br />

mezclado de las<br />

orquestas de un<br />

gran centro de esparcimiento<br />

y el<br />

contraste me estimuló<br />

a introducir al<br />

hombre-artista,<br />

musical y solitario,<br />

en medio de este<br />

ruido musical, que<br />

perturbaba sus sentidos<br />

y amenaza con<br />

quebrantar su<br />

Ethos». Realismo<br />

pequeño-burgués de<br />

carácter hauptamnniano<br />

y una imaginación<br />

demoníaca que<br />

supera a E.T.A.<br />

Hoffmann: son los<br />

antagonismos dispuestos<br />

con aspereza<br />

y mutuamente<br />

irreconciliables en la<br />

ópera de Schreker,<br />

que, a pesar de la<br />

construcción sonora<br />

politonal y del libre<br />

contrapunto, nunca<br />

abandona el fundamento<br />

de la tonalidad.<br />

Fritz, una especie<br />

de Tannhauser<br />

secularizado, aban-<br />

FOTO.AXfi.ZEMNGER<br />

dona a Grete. Quiere salir al mundo,<br />

en-contrar el sonido lejano, arte y gloria<br />

artística en lugar de la felicidad del<br />

amor. Grete se queda en casa. Cuando<br />

su padre, que se encuentra borracho,<br />

la entrega al tabernero durante<br />

una partida de bolos organizada por el<br />

picapleitos Vigilius -excelentemente<br />

interpretado por Sigmund Nimsgem-,<br />

Grete huye de la casa paterna. Una<br />

diabólica alcahueta -convincentemente<br />

representada por Julia Juon en su<br />

debut en la Opera de Viena- la conduce<br />

a un burdel de lujo veneciano.<br />

Grete se convierte en Greta, en una<br />

verdadera Venus italiana. Años después,<br />

Fritz -todavía en busca del sonido<br />

lejano y sin saber al principio<br />

dónde se encuentra- se presenta en el<br />

burdel decidido a divertirse. Grete le<br />

estrecha entre sus brazos o, mejor<br />

dicho, le recibe entre sus piernas (en<br />

el ínterin su amor se ha profesionalizado).<br />

Cuando Fritz descubre que Grete<br />

C Malfilano y S. Nimsgem en el 3° acto de Der femé Klang<br />

i<br />

sp


se ha convertido en una prostituta, la<br />

rechaza por segunda vez. Comienza el<br />

descenso de Grete del Hórselberg a la<br />

alcantarilla. De nuevo un salto en el<br />

tiempo: ante la puerta del teatro de<br />

ópera, donde precisamente la ópera<br />

de Fritz está siendo silbada, se encuentra<br />

sentado Vigllius. Grete es empujada<br />

al escenario por un brutal pretendiente,<br />

que quiere conseguir su amor<br />

por la fuerza. Vigllius la salva del ataque<br />

de este hombre. Después corrre<br />

hacia Fntz y le informa sobre la mujer<br />

que ha identificado como Grete. Fmale:<br />

el moribundo Fritz se encuentra<br />

feliz de tener a Grete otra vez a su<br />

lado. En el amor que siente por ella<br />

cree, por fin, haber encontrado el<br />

sonido lejano. Sin embargo, muere sin<br />

haber podido reescribir su fracasada<br />

ópera. Por tercera vez deja sola a<br />

Grete...<br />

Fue un estreno triunfante. Conté diez<br />

telones hasta que abandoné la Opera.<br />

Protagonistas sobresalientes de la tarde<br />

fueron Thomas Moser y Catharine Malfitano<br />

en los papeles de Fritz y Grete,<br />

respectivamente. Esto es válido tanto en<br />

lo que se refiere a su labor Interpretativa<br />

como a la musical. Jürgen Flimm,<br />

director artístico del Teatro Thalia de<br />

Hamburgo. dirigió a sus cantantes con<br />

mano segura. Fruto de su labor directiva<br />

fue también un convincente trabajo de<br />

conjunto artístico. Me pareció poco<br />

afortunada la escenografía del acto<br />

segundo (burdel veneciano). El ambiente<br />

evocaba más bien los safer-sex-shows<br />

de Madonna que el erotismo, excesivamente<br />

frío, de los años veinte de una<br />

Greta (sic!) Garbo. A pesar de ello fue<br />

una lástima que, debido al desafortunado<br />

montaje escénico de la Opera de<br />

Viena, los espectadores situados en las<br />

localidades baratas de galería sólo consiguieron<br />

ver menos de las dos terceras<br />

partes de la escena. En circunstancias<br />

semejantes deberla intervenir la dirección<br />

técnica. Tampoco resultó plenamente<br />

acertada la dirección musical de<br />

Gerd Albrecht: sonidos imprecisos, la<br />

Csarda del final del acto segundo tan<br />

insípida como el nocturno anterior al<br />

Fmale y -algo verdaderamente imperdonable<br />

en un especialista en Schreker<br />

como Albrecht- una insensibilidad rítmica<br />

en general. Resultado: en conjunto<br />

una acertada tarde de ópera en Viena.<br />

Quienes estuvieran interesados en<br />

obtener más informaciones sobre Schreker<br />

y su producción operística, podían,<br />

durante el descanso, visitar en el<br />

salón de tapices la exposición sobre<br />

Schreker organizada por Paul Vetncek.<br />

RolfReaberg<br />

(TraducátK florentino Groan lAridmJ<br />

PARÍS<br />

ACTUALIDAD<br />

Una lectura introspectiva<br />

Manon Lescaut en lo Opera de La Bastilla FOTO: MOATTI/KlBNEfENN<br />

P»rli, Opera Bastilla. Tñft I. Manon Lescout de PUccmi. Opuesta y Coros de la Opera de Paris. Director Maunao<br />

Bartjacini. Doce representaciones.<br />

¿Cómo plantear escénicamente una<br />

ópera basada no en un drama sino en<br />

una novela, y cuya adaptación teatral, en<br />

cuatro actos deshilvanados, fue el fruto<br />

del dispar ingenio de cinco libretistas y<br />

del propio compositor?<br />

El canadiense Robert Carson ha optado<br />

por la visión introspectiva de una sola<br />

protagonista enfrentada a su pasado y a<br />

sus propias tendencias autodestructivas<br />

que encaman los demás personajes. En<br />

esta lectura hay un solo acto real, el<br />

cuarto: Manon. Sola, perdida, abandonada<br />

contempla ensimismada como «todo<br />

mi horrible pasado resurge». Los tres<br />

actos anteriores son así el flash-back de<br />

ese universo cerrado por grandes espejos<br />

dorados, que devuelven la propia<br />

imagen y separan del mundo extenor<br />

no existe un detrás del espejo, porque<br />

Manon carece de la ingenuidad de Alicia.<br />

El cuadro se completa con unos<br />

espectadores escénicos, de presencia<br />

fantasmagórica (totalmente de blanco)<br />

o ataviados con disfraces y caretas. Una<br />

visión onírica, surrealista, de indudable<br />

interés, aunque no exenta de algunos<br />

errores (dúo de amor, un poco a lo<br />

Walt Disney, carroza dorada llena de<br />

piedras preciosas que se derraman<br />

sobre las tablas),<br />

La Orquesta de París estuvo espléndida,<br />

bajo la batuta flexible de Barbacini<br />

que deja cantar, lo que sin duda agradecen<br />

los cantantes; pero no tanto el<br />

coro, que necesita indicaciones más claras<br />

para entrar y concluir con precisión.<br />

La soprano estadounidense Barbara<br />

Daniels posee un timbre atractivo,<br />

maneja con eficacia la regulación del<br />

volumen y es brillante en los agudos,<br />

aunque a veces resulten calantes (dúo II<br />

Acto): graves, escasos (In quelle trine<br />

morbide) y emisión poco ortodoxa. Su<br />

mejor momento, en el dúo del IV Acto.<br />

Vasile Moldoveanu. tenor rumano,<br />

canta con linea sostenida y bello legato<br />

y frasea correctamente, pero a costa de<br />

abrir en exceso en centro y graves (En<br />

tus ojos profundos}; las notas altas se<br />

enmascaran bien, con un punto de<br />

nasalidad, pero dos fallos importantes<br />

(final II Acto, aria del III) muestran que<br />

no están seguras.<br />

El barítono norteamericano Patrick<br />

Paftery no tiene ni cualidades vocales<br />

(voz decolonda, que no poso el foso) ni<br />

escénicas para el personaje de Lescaut.<br />

jules Bastin midió muy bien, evitando la<br />

caricatura, el Geronte, que no está lejos<br />

de Scarpia. Y Barry Ryan, tenor australiano,<br />

movió bien la escena en su triple<br />

cometido como Edmondo, Maestro de<br />

baile y Farolero.<br />

JAM<br />

SCHERZO 21


ACTUALIDAD<br />

BARCELONA<br />

Binomio cambiado<br />

Barcelona- Gran Teatro del Liceo. 17 y 25 de abnl de 1991 II campofwUo.de Gaetano Donizzetti. Verónica Vil larroel<br />

(Serafina), Ennd Serra (Ennco), Enzo Dará (Doo Annibale). Olrver y Coro deJ Uceu. Director Enrique RJCCI. I<br />

paghaca de fUjggiero Leoncavallo. Ana M" González/Verónica Villamjel (Neda), Giuseppe Glacomirti/Bnjno Sebastian<br />

(Canio). Dmitri Hvorostowlq'/Roberto Covidlo (Silvio). George Fortune/Fiero Cappucdli (Tonio}, orquesta y<br />

coro del Uceo. Director Jano; Kuika.<br />

Ano M° González y Dmitri Hvomstovsty en Pogliacó<br />

Durante muchos años el binomio<br />

Cavalleria Rusticana- I Pagliacci se ha<br />

representado, en la mayoría de las<br />

veces, conjuntamente como consecuencia<br />

de que ambas obras estaban configuradas<br />

de hecho en un acto, como por su<br />

histórica contemporaneidad. Este año<br />

parecía aún más lógico por haberse celebrado<br />

el centenario del estreno de la<br />

ópera de Mascagni, ocurrido en Roma el<br />

17 de mayo de 1890, pero en el mundo<br />

teatral no siempre se conmemoran las<br />

efemérides. Este año se emparejó la<br />

obra de Leoncavallo con // campanillo<br />

de Donizetti, ópera cómica y de otra<br />

época por el hecho que la producción<br />

procedente del Teatro de la Zarzuela de<br />

Madrid estaba planteada en teoría, conjuntamente.<br />

He dicho teóricamente,<br />

porque a la vista de ambas producciones,<br />

pienso que son fácilmente separa-<br />

22 SCHERZO<br />

bles y la conmemoración<br />

la justificaba.<br />

Con II campanelb nos<br />

encontramos con un<br />

bello decorado inmerso<br />

en la rerterativa<br />

forma del teatro<br />

dentro del teatro<br />

mediante unos palcos<br />

laterales llenos de<br />

público y en el fondo<br />

el escenario, incluida<br />

la concha del apuntador<br />

que enmarcaba la<br />

acción; donde quizá<br />

hubo cosas más discutibles<br />

fue en la<br />

puesta en escena de<br />

Víctor Sagi, donde<br />

¡unto a detalles muy<br />

logrados encontramos<br />

otros de un cierto<br />

casticismo más<br />

propio de un saínete.<br />

En cambio, en //<br />

pagliaco se presentaba<br />

una explanada<br />

con un fondo<br />

de casas derruidas,<br />

y otras edificadas<br />

a los lados, que no<br />

forzaba la programación<br />

de las obras<br />

FOTO: BOFJIi<br />

conjuntamente; en la dirección de actores<br />

dio al personaje de Tomo un excesivo<br />

estatismo cuando lo interpretó George<br />

Fortune, pero que en cambio se volvió<br />

mucho más dinámico cuando lo<br />

interpretó el experimentado Piero Cappuccilli.<br />

En el aspecto musical, con dos directores<br />

distintos en el foso, los resultados<br />

fueron dispares; Enrique Rica dmgió con<br />

profesión al i dad la obra de Donizetti,<br />

pero a su versión le faltó ligereza y sutileza,<br />

que repercutió en el escenario, no<br />

consiguiendo la gracia que la partitura<br />

emana; no olvidemos que sin llegar ni de<br />

lejos a la lozanía e inspiración de Don<br />

Posquo'e o L'Elisir d'amore, tiene suficiente<br />

fluidez para que el espectáculo funcione.<br />

En // pagliacci el maestro Janos<br />

Kulka, que tiene un buen historial liceísta<br />

nos ofreció una versión con fuerza dra-<br />

máttca, cohesión, con brillantes momentos<br />

en la cuerda, con una interpretación<br />

más cerebral que emotiva. En el plano<br />

vocal en // campanello, Verónica Villarroel,<br />

en una obra que nos presenta especiales<br />

problemas, lució su bella voz, y su<br />

musicalidad, esperando poder oírla en<br />

obras de mayor trascendencia, junto a<br />

Ennc Serra en un papel que parece<br />

hecho a su medida, tanto escénica como<br />

vocalmente, a pesar de la excesiva rapidez<br />

que el maestro RKCI le imprimió en<br />

determinados momentos, y a un Enzo<br />

Dara con una voz hoy en día poco interesante<br />

pero que supo dar vis cómica a<br />

su personaje. Completaban el reparto el<br />

siempre eficaz Josep Ruiz como Spiridone<br />

y una discreta Graciela Alperyn como<br />

Madama Rosa.<br />

En II pagliacci se programaron dos<br />

repartos alternativos dándose el hecho<br />

significativo que en el Prólogo se alternaron<br />

el presente-futuro que es DmFtri<br />

Hvorostovsky y el pasado-presente que<br />

es Piero Cappuccilli; el primero con una<br />

voz de bello color, de contexto lírico,<br />

seguro en todos los registros pero al<br />

que le falta madurar más para el repertono<br />

italiano, supo dar brillantez en la<br />

escena inicial, y corrección en su Sih/io.<br />

Cappuccilli mantiene en buen estado su<br />

voz y cantó el prólogo de forma exultante,<br />

permitiéndose repetir la segunda<br />

parte, hecho hoy totalmente inhabitual,<br />

y dio al personaje de Tonio una movilidad,<br />

a veces excesiva, pero acorde con<br />

la situación. También hubo dos intérpretes,<br />

Giuseppe Giacomini, que mostró<br />

su voz brillante, de bello timbre,<br />

seguro en todos los registros con una<br />

versión mejor vocalmente que estilísticamente;<br />

Bruno Sebastian intervino en<br />

las últimas funciones, confirmarla la<br />

impresión de sus anteriores prestaciones<br />

liceístas: una bella voz. una técnica<br />

rudimentaria y un sentido interpretativo<br />

limitado. En Nedda se alternaron Ana<br />

Mana González, y el último día Verónica<br />

Villarroel; la primera cantó con delicadeza<br />

su parte, y la segunda con una voz<br />

más expansiva, lo que le permitía dar<br />

más credibilidad a su roí. Siempre interesante<br />

el Beppe de Josep Ruiz. discreto<br />

el Tonio de George Fortune, y flojo el<br />

Silvio de Roberto Coviello, fuera de<br />

estilo. El coro del teatro cumplió en<br />

unas obras no especialmente complejas,<br />

Albert Vitardell


\Collins\<br />

'•-Eii I 1<br />

VICTORIA DE LOS ANGELES<br />

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The eagerly awaited Recital<br />

¡ Recorded live at<br />

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ACTUALIDAD<br />

Brevee<br />

interesante<br />

Barcelona. Gran Teatro del Liceo, 27-IV-9I. Schubert.<br />

SiiJndcben y Naditiielle. Brahms, üebejliedenwirer, Op<br />

52 Stravinski, tes Noces. Graciela Alperyn. mezzosoprario,<br />

loan Cabero, ten¿>n Teresa Canill. soprano;<br />

Anna Di Mauro, mezzo-sopranos Dalmau González.<br />

tenor Afbert Dohmen, ba|o; Ennque Rtcci, Josep M.<br />

Escribano. Osias Wilenskj y Lucy Amer. pianos. Grupo<br />

de Percusionista!. Coro del Gran Teatre del Liceu.<br />

Dirección: Romano Gandoilí.<br />

Dentro de la actual temporada, tan<br />

nutrida de conciertos como escasa de<br />

óperas, el Gran Teatro del Liceu ha ofrecido<br />

ahora un programa mixto de considerable<br />

atractivo, pero de excesiva brevedad<br />

para cubrir toda una sesión que, además,<br />

se presenta con innecesaria rigidez horaria.<br />

Debemos congratulamos, en primer<br />

lugar, del retomo al podio de dirección<br />

del maestro Romano Gandolfi, repuesto<br />

ya del desagradable ataque que sufrió<br />

hace unos meses. Bajo su control experto,<br />

una selección restringida del coro del<br />

Liceu actuó pulcramente en todas las piezas<br />

del concierto, alcanzando ese grado<br />

de compacidad a que nos tiene tan habituados<br />

que damos ya por sentado que se<br />

producirá siempre.<br />

En la primera pieza de Schubert actuó<br />

la mezzo-soprano Graciela Alperyn,<br />

luciendo una voz sólida, intensa y cálida<br />

que recreó la Serenata schubertiana del<br />

modo más adecuado. Sentimos no decir<br />

lo mismo de Die Nachthelle, donde el<br />

tenor Joan Cabero pasó momentos de<br />

apuro para superar la tesitura muy incómoda<br />

de la obra, con lo que lógicamente<br />

tuvo que distorsionar el timbre normalmente<br />

bello, de su voz de tenor.<br />

La segunda parte ofrecía la pieza de<br />

Stravmski Les Noces. Con gran acierto, el<br />

programa de mano del Liceo incluía el<br />

texto de ésta y de las otras piezas del<br />

concierto. La labor impecable del coro, los<br />

cuatro pianistas en su conjunta labor<br />

melódica y también percusionista de sus<br />

instrumentos; los verdaderos percusionistas<br />

y los solistas dio como resultado una versión<br />

bien equilibrada y redonda de esta<br />

obra, sin buscar ni efectismos ni exageraciones.<br />

En algún momento los complejos<br />

cambios de tiempo parecieron introducir<br />

algún desequilibrio en el conjunto, pero<br />

todo quedó en un simple amago y se restableció<br />

en seguida el nivel adecuado.<br />

Entre los cantantes se distinguió de modo<br />

especial la soprano Teresa Canill por su<br />

sentido musical, a pesar de que en algunos<br />

momentos su voz sonaba un tanto entubada-<br />

también deben destacarse las intervenciones<br />

de la mezzo-soprano Anna Di<br />

Mauro, las nítidas y valientes del tenor<br />

Dalmau González y la solidez de la bella<br />

voz del bajo Albert Dohmen.<br />

24 SCHERZO<br />

Roger Alier<br />

La orquesta que fundó<br />

Dvorak<br />

La gira que la Filarmónica Checa ha<br />

realizado por diversas ciudades de la<br />

geografía española viene a recordamos<br />

que en este año que se celebran los<br />

actos conmemorativos del bicentenano<br />

de la muerte de Mozart, no hemos de<br />

olvidar tampoco otra serie de conmemoraciones<br />

que en un principio han<br />

pasado mucho mis inadvertidas. Tal es el<br />

caso del ciento cincuenta aniversario del<br />

nacimiento de Antonln Dvorak, una de<br />

las figuras más relevantes del nacionalismo<br />

checo.<br />

La Orquesta Filarmónica Checa, que<br />

no hay que olvidar que fue fundada por<br />

el propio Dvorak, ha realizado en Barcelona<br />

un programa doble dedicado enteramente<br />

a la figura de este compositor<br />

checo que supo reconciliar la música tradicional<br />

de su pais con el sinfonismo<br />

imperante en Europa. Al frente de la<br />

orquesta se han puesto dos directores,<br />

ambos estrechamente vinculados a esta<br />

formación FI pnmero de ellos es Václav<br />

Neumann, titular de la orquesta desde<br />

que sustituyó a Karel Ancert en 1968, el<br />

otro, Jin Belohlavek, que durante este<br />

mismo año va a asumir la titularidad, y<br />

que durante años ha sido director asistente<br />

de la misma.<br />

El primero de los dos días, el programa<br />

presentaba el famosísimo Concierto<br />

poro violonchelo en si menor, interpretado<br />

por el violonchelista andorrano Uuis Claret<br />

y la Séptimo Sinfonía, ambas obras<br />

dirigidas por Neumann.<br />

La interpretación del Concierto poro<br />

violonchelo no fue quizá todo lo brillante<br />

que hubiésemos deseado. El primer<br />

movimiento, Allegro, demostró una cierta<br />

descoordinación entre el solista y la<br />

orquesta. Qaret, que tan excelente intérprete<br />

es de obras de cámara, no se<br />

encontraba cómodo en su papel de<br />

solista y es quizá por esta razón que no<br />

supo extraer todas las posibilidades virtuosísticas<br />

que le ofrecía la partitura en<br />

este primer movimiento. Las cosas cambiaron<br />

a partir del Adagio, que el solista<br />

interpretó con una gran expresividad.<br />

También resultó muy satisfactorio el tercer<br />

movimiento en el que se superó la<br />

tensión inicial y en el que tanto solista<br />

como onquesta demostraron una mayor<br />

seguridad.<br />

Vacláv Neumann, con un gesto austero,<br />

pero claro, no se preocupó excesivamente<br />

por mitigar el sonido demasiado<br />

fuerte del metal, a pesar de lo cual realizó<br />

un excelente trabajo en lo que a diferentes<br />

matices se refiere.<br />

La versión de la Séptimo Sinfonía fue<br />

excelente. En ella se combinaron perfectamente<br />

tanto los aspectos más folklóricos<br />

con aquéllos que vinculan claramente<br />

esta obra a las sinfonías de Brahms. Neumann,<br />

que está considerado como un<br />

verdadero especialista y defensor de la<br />

obra de Dvorak, ofreció una versión<br />

equilibrada y muy musical, en la que se<br />

hizo evidente el profundo conocimiento<br />

que este director tiene en toda la tradición<br />

musical centroeuropea.<br />

El segundo día el aliciente principal<br />

era conocer al director Jin Belohlavek, el<br />

sustituto de Neumann como titular de<br />

la formación. El programa era menos<br />

conocido que el del día anterior. El pianista<br />

Ivan Klansky interpretaba el Concierto<br />

para piano en soí menor, que es el<br />

menos popular de los tres conciertos<br />

que Dvorak escribió. La obra es un<br />

poco irregular y parece ser que el propio<br />

compositor tenia intención de revisarla,<br />

aunque finalmente no pudiese llegar<br />

a realizar su deseo. A pesar de todo<br />

se trata de un concierto en el que la<br />

característica riqueza temática de Dvo<br />

rák se impone sobre algunas deficiencias<br />

técnicas, sobre todo en lo que a la parte<br />

del solista se refiere. Estas deficiencias<br />

hacen muy difícil la parte del solista, lo<br />

que no impidió que Klansky la interpretase<br />

con una admirable seguridad. Prefirió<br />

decantarse más por una versión exuberante<br />

y efectista, que superó plenamente<br />

todas las complejidades de la<br />

obra. El piano logró imponerse mejor<br />

que el violonchelo, sobre una orquesta<br />

que abusó de nuevo de la intensidad<br />

del metal.<br />

En cuanto a la interpretación de la<br />

Sexto Sinfonía que completaba el programa,<br />

sin lugar a dudas lo más destacado<br />

fue la magistral dirección de Belohlavek.<br />

Este director tiene muchas de las virtudes<br />

que caracterizan el estilo de Neumann,<br />

especialmente en lo que a la precisión<br />

y claridad se refiere, todo ello<br />

sumado al vigor que tuvieron el tercer<br />

movimiento, Vivace, y el último, Finale<br />

Allegro, acabó por confirmar que este<br />

director se convertirá dentro de poco en<br />

una de las batutas más importantes de<br />

Centroeurpa.<br />

Tanto en el primero como en el<br />

segundo de los días la Filarmónica Checa<br />

ofreció una danza eslava de propino, que<br />

puso un broche de oro a la visita de esta<br />

gran orquesta.<br />

Arlare Heitbron


Sabidefl. Teatro de la Farándula. 26-IV-91. La Traaota<br />

de Giuseppe Verdi. Solistas- Marguente Zygmar»ak<br />

(Violetta), Frailesco Casanova (Alfredo Germort),<br />

Luis Sirtes ¡Giorgio Germant), Mana Unz (Flora Ber-<br />

VOIK). Rosa Nonell (Anmria). Ramón Pu|Oi (Gastune).<br />

Manuel Gamdo (Barone Douphol), etc. Orquesta<br />

Simtenna del Vallé! Coro Arma de l'Opea de Sabadell.<br />

Dirección orquestal: Ivan AngueJov.<br />

Dentro del ciclo Opera a Catalunya, la<br />

entidad pionera, Armes de l'Opera de<br />

Sabadell presentó su nuevo programa,<br />

basado esta vez en la popular Trawata verdiana.<br />

Por supuesto que nunca será suficientemente<br />

felicitada la iniciativa de suplir<br />

con óperas de repertorio la escasez de<br />

títulos de la programación del Liceo,<br />

teniendo en cuenta que. «fet i fet», como<br />

decimos los catalanes, el público que ve<br />

estas representaciones de Sabadell está<br />

formado en gran parte por liceístas (por<br />

esto se dan aquí dos funciones) y además<br />

se aprovecha el circuito (que esta vez<br />

incluye también Figueres) para divulgar la<br />

ópera en provincias.<br />

Más acierto todavía es que la ópera esté<br />

bien cantada, como lo ha estado en esta<br />

ocasión. Marguertte Zygmaniak, que ganó<br />

un premio Viñas por cantar esta ópera, ha<br />

satisfecho ampliamente al público, que ha<br />

premiado su agilidad, su coloratura y su<br />

sentido del teatro con fuertes ovaciones.<br />

Menos interesante el tenor, a pesar de<br />

haber compartido el premio; canta con<br />

una cierta pesa de?, moviéndose como a<br />

impulsos y no siempre con elegancia. Sin<br />

embargo, cumplió como Alfredo. Mucho<br />

mejor resultó el barítono. Lluis Sintes,<br />

menorquin que dio al padre de Alfredo<br />

una dignidad vocal y una segundad o aplomo<br />

en el canto realmente notables para<br />

La Traviata del desaliento escénico<br />

Uno escena de Lo Tronad) en Sabodell<br />

un muchacho joven que empieza su carrera.<br />

Su voz es muy agradable y se mueve<br />

bien en escena.<br />

También se movió y cantó bien María<br />

Uriz, en el papel de Flora, y entre los demás<br />

intérpretes se distinguió, sobre todo, la<br />

Annina de Rosa Nonell y el doctor Grenvil<br />

de Pere Farres. por lo bien que redondearon<br />

la obra con sus respectivas voces.<br />

Lástima que todo este conjunto quedase<br />

bastante desfigurado por una producción más<br />

bien subnormal, que sustituía el tipo de salón<br />

romántico de Lo Traviato por una extraña<br />

Belcantismo norteamericano<br />

Barcelona. Gran Teatre del Liceu, 7 de mayo de 1991. Recital de Lella Cuberii, con obras de Mozart. Rossmi, Bellin<br />

y Donizetti, con Robeit Kettelson al piano.<br />

Que dentro de una temporada de<br />

Ópera se programen algunos recitales es<br />

interesante, pero cuando éstos se programan<br />

en demasía puede aparecer en el<br />

público un cierto cansancio, que se evidencia<br />

cuando los resudados aun siendo<br />

correctos no generan esa relación penetrante<br />

auditorio-artista; éste es el caso del<br />

recital que comentamos, Lella Cuberli pertenece<br />

a la generación de cantantes americanos<br />

que se han especializado en el bel<br />

canto de la que han salido figuras importantes,<br />

pero en el caso de la soprano<br />

junto a características interesantes aparecen<br />

unas limitaciones expresivas; su voz<br />

bella, aunque quizá no en su mejor<br />

momento, con una buena técnica, que. sin<br />

embargo, no evita que su timbre pierda<br />

color en la ;ona de pasaje y que en ocasiones<br />

sus agudos poco apoyados presenten<br />

un cierto tinte acerado y con conocimiento<br />

del género. Es evidente que el<br />

mundo del bel canto no tiene el mismo<br />

grado de expresividad que autores posteriores,<br />

y quizá por ello requiere que su<br />

interpretación no peque de reiterativa, circunstancia<br />

que se produce en Lella<br />

Cuberli. que da a sus versiones demasiada<br />

homogeneidad que hace que su Mozart<br />

no se diferencie mucho de su Rossmi; sus<br />

interpretaciones, que son musicales, les<br />

falta belleza expresiva, lo que unido a una<br />

cierta lentitud hace que sus versiones de<br />

páginas como el dove sonó de Le nozze de<br />

ACTUALIDAD<br />

FOTO. GONDOLBEN<br />

casa con puertas deformes y sofás imposibles<br />

de Lrtilizar, en uno de los cuales se suponía<br />

que dormía Violeta durante su última enfermedad.<br />

Esto y una dirección escénica con<br />

algunas ideas de ópera bufa produjeron un<br />

cierto desencanto entre el público.<br />

El coro funcionó con soltura superior a<br />

otras veces y la orquesta, bajo la dirección<br />

de Ivan Anguelov tuvo, si no una gran<br />

noche, al menos la virtud de no tapar a los<br />

que cantaban.<br />

RA<br />

Fígaro, o BeJ ragg/o íusinghier de Semiromide<br />

queden uniformes.<br />

En la segunda parte se repitieron las<br />

características en Ecomi ¡n heta vesta... Oh<br />

quante volte de / Copuieti ed i Montecchi de<br />

Bellini o en en el recitativo, ana y cabaletta<br />

Al dolce quídam de Auna ñolerta de Donizetti.<br />

que cerraba el programa, en la que<br />

surgió una cierta fafta de redondez en su<br />

voz, junto a su musicalidad. Correspondiendo<br />

a unos aplausos que buscaban los<br />

bises la cantante interpretó dos páginas<br />

poco acordes con su estilo y voz, como<br />

fueron Summer time de Gershwin, y In<br />

quelle tune morbide del Manon Lescoui<br />

pucciniano. Su acompañante Robert Kettelson,<br />

al piano, demostró su profesionalidad,<br />

siguiendo la linea lenta de la cantante.<br />

A.V.<br />

SCHERZO 25


ACTUALIDAD<br />

SANTANDER<br />

Palacio de Festivales de Cantabria<br />

La precipitada inaguración del Palacio de<br />

Festivales ha constituido para Santander,<br />

lamentablemente, otra ocasión perdida.<br />

Inaguración ésta solamente comprensible<br />

desde una óptica pre-electoral, la magna<br />

obra del no menos magistral Sáez de<br />

Oiza. ha visto asi abrir sus puertas con una<br />

programación inaugural no acorde con la<br />

magnitud arquitectónica del edificio ni con<br />

la importancia que para Santander tiene<br />

su anhelado durante lustros Palacio de<br />

Festivales.<br />

El palacio, situado frente a la bahía, es<br />

un edificio verdaderamente singular que<br />

está dotado de una espectacular sala sinfónica<br />

y operística de 1.670 butacas (con<br />

foso de hasta 130 profesores) que lleva<br />

acertadamente el nombre de Ataúlfo<br />

Argenta f de una sala de cámara de 580.<br />

que debiera haber llevado el nombre del<br />

insigne Jesús de Monasteno y que incomprensiblemente<br />

ha sido bautizada al final<br />

con el de José María de Pereda. La acústica<br />

de ambas salas parece excelente. Especialmente<br />

notable es el haber conseguido<br />

la claridad con la dosis justa de reverberación<br />

de la gran Sala Sinfónica, idealmente<br />

diseñada sin duda, para asustar a profanos<br />

en acústica.<br />

La jomada inaugural, ya comentada en<br />

la prensa nacional, estuvo en lo musical a<br />

cargo del King's Consort con la interpretación<br />

del infrecuente oratorio joshua de<br />

Haendel. La ausencia de Su Majestad la<br />

Reina, habitual mente presente en estos<br />

actos, deslució sin duda el aspecto formal<br />

de esta inauguración, sin menoscabo para<br />

el buen trabajo musicaí que protagonizó<br />

Robert King de esta obra haendel i ana.<br />

El dilatado en el tiempo programa inaugural,<br />

continúa desarrollándose en estos<br />

días. De éste podemos destacar, en lo<br />

musical, el recital previsto de Teresa Berganza<br />

y otros dos de Elly Ameling y Simón<br />

Estes, los dos conciertos de la Orquesta<br />

26SCHERZO<br />

Palacio frente al mar<br />

de Cadaqués, dirigida<br />

por Víctor Pablo<br />

Pérez, con el santandenno<br />

Jaime Martin<br />

como flauta solista, y<br />

un concierto de la<br />

O.N.E. dedicado a<br />

música contemporánea<br />

española, dirigido<br />

por José Ramón Encinar.<br />

Asimismo están<br />

previstos dos conciertos<br />

sinfón ico-corales:<br />

uno con Lo Creación<br />

de Haydn, interpretada<br />

por la Orquesta<br />

Sinfónica de Euskadi y<br />

el Orfeón Donostiarra,<br />

dirigido por Gó-mez<br />

Martínez y otro que<br />

lleva en su programa<br />

Carmina Huraña de<br />

Orff junto a Porgy and<br />

Sess de Gershwmg. a cargo de la Budapest<br />

Concert Orchestra y el Masterworks<br />

OVIEDO<br />

Chórale de la Universidad de California,<br />

dirigido por Galen Marshall.<br />

En otro orden de cosas, la vanada programación<br />

musical, que ha ignorado el<br />

Jazz,ha querido sin embargo incorporar<br />

nuevas tendencias habitualmente alejadas<br />

de estos ámbitos: de ahí la presencia del<br />

Cuarteto Kronos (cuarteto de cuerda con<br />

amplificación, vestuario y luminotécnnia) así<br />

como de espectáculos audiovisuales, como<br />

el previsto del Philip Glass Ensemble,<br />

En fin: el magnifico edificio está ahí. Onginalmente<br />

concebido para dar cabida al<br />

Festival Internacional de Santander, que<br />

este año cumple su 40 aniversario, debe<br />

ser también a partir de ahora, la casa<br />

natural del Concurso Internacional de<br />

Piano de Santander-Pal orna O'Shea, del<br />

ciclo de conciertos de invierno de los<br />

Amigos del Festival, así como de cuantas<br />

iniciativas de grupos o instituciones en<br />

estos últimos años han venido animando<br />

la vida cultural de Santander. Que así sea.<br />

Eduardo Casanueva Pedraja<br />

Nueva vida para una orquesta<br />

Oviedo. Teatro Campoamor (I2-V-9I). Ortoon: TVes versiones sinfónicas Profcofiev: Concierto para piano y<br />

onjuesia n° 3. Dvortt Sinfonía n° 7. Orquesta Sinfónica dd Principado de Asturias. Dirratn Atexeev, piano.<br />

Director: Doron Solomon.<br />

Después de hace aproximadamente<br />

dos arios de la disolución de la antigua<br />

Sinfónica de Asturias y tras una rigurosa<br />

y suponemos polémica selección, ha<br />

hecho su aparición en público la agrupación<br />

recién formada con una plantilla con<br />

miembros de 19 nacionalidades. No<br />

podemos ocultar que la representación<br />

española es escasa, tan sólo 10 nombres.<br />

La escasa selección de profesores de<br />

nuestro país en las orquestas de reciente<br />

o próxima creación es un punto de alarma.<br />

Todo hace pensar que la educación<br />

y formación de nuestros músicos es<br />

escasa y que no pueden competir ton<br />

los profesionales de otros países. ¡Cuidado!<br />

porque, de no remediarlo, con el<br />

tiempo vamos a tener que cambiar" el<br />

nombre de algunas de nuestras orquestas.<br />

Se deduce de todo ello que habrá<br />

que poner toda la atención en una política<br />

musical capaz de dar los frutos de lo<br />

que hasta ahora adolecemos.<br />

Pero hablemos del concierto de presentación.<br />

Se puede asegurar que la<br />

reciente Orquesta del Principado tiene<br />

una gran calidad, por supuesto hay<br />

mucho aún que trabajar, pero en ella se<br />

encuentran un equilibrio y afinación en<br />

las distintas cuerdas que hace pueda ser<br />

una orquesta sólida capaz de interpretar<br />

programas de gran envergadura. Obede-<br />

ció las indicaciones directoriales con gran<br />

precisión sólo que las versiones imprimidas<br />

por el israell Doron Solomon carecieron<br />

de fantasía y vuelo Krico y abundó<br />

más lo ando asi como la pobreza en la<br />

planificación, faltó el pianísimo. Esa falta<br />

de dinámica convirtió, en muchas ocasiones,<br />

las partituras que constituían el<br />

programa en pesantes y faltas de gravidez.<br />

Así ocurrió con la que abrió la<br />

sesión, la del compositor nacido en Aviles,<br />

Julián Orbón, obra juvenil, pero en la<br />

que se revela invención y conocimiento<br />

de la orquestación magníficos. Excelente<br />

estuvo Alexeev en el Concierto para<br />

piano rf 3 de Prokofiev, obra (técnicamente<br />

hablando) sumamente difcil. La<br />

falta de luces y sombras en la Séptimo<br />

Sinfonía de Dvorak hicieron que se perdiera<br />

gran parte del dramático poder<br />

expresivo que caracteriza la obra del<br />

compositor checo.<br />

No obstante el éxrto se hizo patente y<br />

se dieron, una vez finalizado el acto, tres<br />

bises. Hubiésemos deseado mas música<br />

española. No fue asi. Lo importante es<br />

que la Orquesta del Pnncipado demostró<br />

su gran capacidad y que será una<br />

gran orquesta. Desde aquí nuestros<br />

mejores deseos y felicidades.<br />

M.G.F.


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ORQUESTA<br />

y CORO<br />

NACIONALES<br />

de ESPAÑA


ACTUALIDAD<br />

VALENCIA<br />

Sorpresa y frustración<br />

de un buen concierto<br />

Valencia. 9 de n^ayo. Palau de la Música, Sala A. Ulhan Watson (soprano). Dana Moritague (mezzo-soprano), David<br />

Rendall (tenor), Ennque Baquenzo (bajo). Coro y Orquesta de Valencia. Director Manuel Galduf Montesinos.<br />

Estructuras isonfCrurcos," Mozart Misa en do menor, BeeThoven üdú a lo olegrfrj.Comiierto extraordinario Oía de<br />

Europa,<br />

Esta ya habitual celebración comenzó<br />

este año con el estreno de la versión<br />

orquestal de Estructuras isorrítmicas de<br />

Eduardo Montesinos (Valencia, 1945).<br />

que conociera gozoso alumbramiento<br />

como obra para banda sinfónica. La<br />

orquesta realza y potencia su inteligente<br />

compaginación de una densa y unitaria<br />

complejidad interna con una clara, vanada<br />

y atractiva superficie. Entre muchos otros<br />

pasajes bellísimos, destacamos como predilecto<br />

el sensual arranque (raveliano, diñase)<br />

del segundo movimiento.<br />

La Misa en do menor constituye un glorioso<br />

fracaso compositivo. En su crisol<br />

pretendió Mozart fundir los diversos estilos<br />

y tendencias que en él confluyen<br />

-Bach, Haendel, la ópera seria italiana, la<br />

tradición austríaca...-, a fin de obtener una<br />

unidad coherente que renovase el género<br />

de la música de iglesia. Lo que de ella<br />

ha quedado, más que una genialidad, es<br />

un agregado de genialidades. Gran acierto<br />

fue en consecuencia la adaptación de la<br />

intención interpretativa a cada uno de los<br />

diferentes dialectos musicales. Bajo la inspirada<br />

dirección de Manuel Galduf,<br />

orquesta y coro -éste tan bien preparado<br />

como de costumbre por Francisco J.<br />

Perales— rivalizaron en maleabilidad.<br />

Tanto más paradójica y sorpresiva se<br />

nos antojó en consecuencia la repetición<br />

final del Kyne sobre la letra del Agnus<br />

Dei. Entre otras consideraciones músicológicas<br />

o documentales que podrían<br />

hacerse, este intento de acercamiento al<br />

Réquiem parece descuidar la evidente<br />

heterogeneidad litúrgica entre el carácter<br />

formulario -en griego, por mas señasde<br />

la deprecación inicial y el más discursivo<br />

de la final. Así, en el pasaje central, de<br />

la alternancia con la soprano el coro pasa<br />

aquí a una no muy airosa posición subalterna,<br />

como de eco. Sin reparos lo daremos<br />

todo por bueno, si este añadido ha<br />

de redundar en la mayor difusión de tan<br />

extraordinaria página.<br />

Por lo que a las voces femeninas se<br />

refiere, Lilian Watson lució cálido timbre<br />

y corrección expresiva de soprano<br />

ligera, y la mezzo Diana Montague fraseó<br />

con intensidad y nobleza en el Laudamus<br />

te. Sobre sus compañeros varones<br />

no es sin embargo posible pronunciarse<br />

categóricamente a partir de tan<br />

28 SCHERZO<br />

escasos elementos de juicio como al<br />

respecto ofrece esta misa. Limitémonos<br />

a señalar las excelentes maneras apuntadas<br />

por el madrileño Enrique Baquerizo,<br />

que desgraciadamente no tuvo ocasión<br />

de confirmar en el anunciado movimiento<br />

final de la Novena de Beethoven.<br />

precipitadamente reducido a dimensiones<br />

de himno para coro y orquesta.<br />

Alfredo Brotons Muñoz Lillian Wotton FOJO: (UVE BARDA<br />

Interesante Idomeneo<br />

Valencia. Teatro Pnndpal. 23/24-4-91. Idomeneo de MozarL Peter]effes (Idomeneo), Valene Masterson (llia).<br />

Sharon Coopcr {Idamante), Clare Primrose (Elettra). Stephen Crook (ArCace). Director de escena; íom<br />

Hawkes. Coreógrafo: Stephen Preston. Coro, bailarines y orquesta del Enghsíi Bach Festival. Dirección musical:<br />

Antonio de Almeida.<br />

Desde el punto de vista estrictamente<br />

musical, este Idomeneo tuvo una<br />

corrección general. No es poco tratándose<br />

de una ópera de tremendas dificultades.<br />

La producción del English Bach<br />

Festival supo astutamente ofrecer sólo<br />

lo que podía rii un ápice más. Ante la<br />

falta de una voz dotada para abordar las<br />

arias de Arbace, se suprimieron las arias<br />

del personaje. El tenor Peter Jeffes<br />

esculpió un Idomeneo con robustez<br />

neoclásica, apoyada en un buen registro<br />

medio y, por tanto, en todos sus recitativos,<br />

y, con evidentes dificultades en el<br />

registro agudo ofreció la versión ornamentada<br />

de su ana pnncipal. La voluntad<br />

estilística presente en todas las<br />

voces fue estimable por infrecuente. Por<br />

línea de canto destacó la llia de Valerie<br />

Masterson, de timbre ya envejecido;<br />

Sharon Cooper sostuvo con cierta dignidad<br />

su difícil Idamante con una voz<br />

excesivamente nasal y chiusa; la electtra<br />

de Claire Primrose, tuvo notable fuerza<br />

dramática a pesar de los agudos poco<br />

ortodoxos y su rusticidad en el paso al<br />

agudo, La dirección de Antonio Almeida<br />

supo acompañar las voces con oficio y<br />

mantuvo por lo general la fuerza expresiva<br />

de la obra, con aisladas e incomprensibles<br />

caídas rítmicas e injustificadas<br />

languideces en algunos pasajes. La<br />

orquesta, con instrumentos originales,<br />

contribuyó a crear un buen, y didáctico.<br />

equilibrio en el que se pudo discriminar<br />

la magnifica escritura mozartiana para los<br />

instrumentos de vtento, aunque las<br />

trompas tuvieran algunas intervenciones<br />

lamentables. Con sus cortes y sus insuficiencias<br />

la versión tuvo la virtud del<br />

equilibrio entre medios y resultados y<br />

un convincente nivel estilístico, suficiente,<br />

al menos, para aproximar al público a<br />

esta difícil ópera. La puesta en escena<br />

reproducía la original del estreno de<br />

Munich, lo que tuvo el encanto de proporcionamos<br />

un woje a la época mozartiana<br />

y de recordamos algunas pequeñas<br />

verdades escénicas. La iconografía<br />

barroca de la Creta clásica se reprodujo<br />

correctamente. Los sencillos bastidores<br />

y telones pintados y una excelente iluminación<br />

nos demostraron la inutilidad y<br />

la concepción antimusical de tantas<br />

puestas en escena modernas. No es tan<br />

difícil ni costoso, si se aborda y se enseña<br />

la ópera con autenticidad y lejos de<br />

pretenciosos espectáculos, establecer<br />

una amplia temporada de ópera en<br />

Valencia. El Ansa de Música del IVAECM<br />

{Instituto Valenciano de Artes escénicas,<br />

cinematografía y música), con la colaboración<br />

de Música 92, que ha organizado<br />

estas representaciones, necesita un decidido<br />

apoyo para ampliar su oferta operistica.<br />

Blas Cortés


Morgoret Pnce FOTO: EMI/FAYER<br />

Mídrid. Auditorio Nacional, 7-V-9I. Peter Hurford,<br />

órgano. Obras de ñach<br />

Decir que Peter Hurford es uno de<br />

los más grandes organistas actuales,<br />

especialmente en la interpretación de<br />

Bach, no es ninguna novedad. Lo<br />

demuestran sus numerosas grabaciones,<br />

entre las cuales destaca la integral del<br />

citado compositor grabada por el sello<br />

Decca. Los escasos asistentes que tuvimos<br />

la dicha y la suerte de escuchar al<br />

músico británico en el gran órgano del<br />

Auditorio Nacional pudimos comprobar<br />

que la fama de este organista no sólo es<br />

sobradamente merecida, sino que, además,<br />

sus elevadas dotes musicales exceden<br />

con mucho a lo que pueda pensarse<br />

como resultado de una mera audición<br />

discográfica. El recital, organizado<br />

por la Sociedad Bach y dedicado íntegramente<br />

al músico de Eisenach, estuvo<br />

integrado por obras representativas de<br />

las diversas épocas de Bach (Weimar,<br />

Kóthen, Leipzig). Hurford o el arte de<br />

tocar a Bach podría servir como perfec-<br />

Perfección bachiana<br />

to calificativo del resultado de la memorable<br />

sesión. Con una dicción y limpieza<br />

clarísimas, Hurford fue desgranando las<br />

notas de los pentagramas bachianos.<br />

Merece destacarse la brillante exposición<br />

de la Tocata. Adagio y Fuga en do<br />

mayor, BVW 564, que abría el programa,<br />

así como la Sonata-trio núm. I, BVW 525,<br />

que cerraba la pnmera parte del mismo.<br />

Ambas obras exigen del intérprete un<br />

sólido conocimiento instrumental y una<br />

perfecta conjunción entre manual y<br />

pedal. En la segunda parte del programa<br />

Hurford confirmó su indiscutible maestría<br />

con la lectura del Preludio y Fuga en<br />

mi bemol mayor, fiWV <strong>55</strong>2. Entre ambos<br />

movimientos enmarcó, según costumbre<br />

establecida, tres de los 21 corales compuestos<br />

por Bach con la denominación<br />

de Corales del Dogma En definitiva- un<br />

recital memorable, en el que todas las<br />

páginas fueron presentadas con la perfección<br />

y el elevado sentido musical que<br />

eran de esperar en un músico de la talla<br />

de Hurford. Umco punto negro de la<br />

ACTUALIDAD<br />

MADRID<br />

Extraordinaria Price<br />

Madrid. Mdfg¿ret Pnce, soprano. Eugene Asti. piaAQ. Cuatro heder sobfc<br />

Goelrie de Lisa, Ocho heder sobre Monke de WoH 7 . Weserxfwik fieder<br />

de Wagner. Pof# omor de í os Bodes de figón) de Mozart, Casia DJWJ de<br />

Nonrm de Belhrn. bel JOggro de Se/niromide de Rcssirii.Sala Juan de VítJanueva<br />

del Museo del Prado, 9 de mayo.<br />

Recital organizado por el Monte dei Paschi di Siena,<br />

con motivo de su presentación comercial en España.<br />

Lástima que el acto se haya restringido a un público,<br />

generoso pero no entregado, faltando los íiobitués que<br />

hubieran reconocido la calidad del acontecimiento y elevado<br />

el clima. Un público elegante que hizo retrasar el<br />

comienzo del espectáculo más de media hora.<br />

La Price galesa mostró su capacidad sobresaliente<br />

como cantante de cámara, porque posee voz (limpia,<br />

transparente, generosa de perfiles), estilo, hondura de<br />

concepción, fraseo, dicción y claridad expositiva. Sus<br />

üszt (el híbrido y árido Liszt de siempre) tuvo en la<br />

soprano la capacidad expresiva demandada, sobre todo<br />

en el difícil y exigente Mignons Lied. Con Wolf se manifestó<br />

la sabiduría diferenaadora de climas de la cantante,<br />

ligera en Def Górtner, patética en Begegnung. resplandeciente<br />

en la amplia melodía de Gesong Weylas. Una lección<br />

artística. La segunda parte, de talante operístico ya<br />

desde la página wagnenana, porque en esa onda la tradujo<br />

la soprano, tuvo un modélico Porgi amor como<br />

punto máximo. Los dos fragmentos italianos fueron<br />

interpretados con dignidad musical, pero cortos de aliento<br />

en las partes virtuosísticas; se comprobó que no es el<br />

medio idóneo piara la cantante. Dos propinas: i'mvito de<br />

Rossini y un lumínico, garboso De tos álamos vengo de<br />

Rodngo. El pianista, si no inspiración, dio entrega y juvenil<br />

entusiasmo. ¡Que vuelva Price, pronto y al escenario<br />

que le corresponde!<br />

F.F.<br />

sesión: el Auditorio se encontraba prácticamente<br />

vacío. Creo que exagero si<br />

digo que había 300 personas. Es lamentable<br />

que ocurra esto tratándose de un<br />

músico de esta categoría, además de lo<br />

que significa para el propio artista, que.<br />

por cierto, y salvo error en la información<br />

que poseo, era la primera vez que<br />

actuaba en Madnd. ¿Falta de interés o de<br />

publicidad? Descartado lo pnmero, me<br />

pronuncio por la segunda posibilidad. El<br />

recital no fue debidamente anunciado<br />

en la prensa ni con la suficiente antelación.<br />

El que suscribe, que suele estar<br />

bastante al día de las actividades musicales<br />

en Madrid, se enteró dos dias antes<br />

mediante un cartel colocado en el vestíbulo<br />

del Auditorio Nacional. Es sólo un<br />

ejemplo, pero supongo que habrá<br />

muchos más. Los organizadores deberían<br />

tenerlo en cuenta para que en ocasiones<br />

futuras no se reprta esta bochornosa<br />

situación.<br />

F.G.U.<br />

SCHERZO 29


ACTUALIDAD<br />

Retrato en negro<br />

Madrid. Audrtono Nacional, 10 de mayo. Obras de Giordani. Gluck, legrenzi, Beilmi. Ponctiielli, Respighi. Rotow.<br />

hlni. Sbella, Denza. Luciano Pavarotti. tenor Leone Magiera, piano.<br />

Luciano Pat/arom<br />

Como siempre o casi siempre es más<br />

el ruido que las nueces. ¿Justifica un recital<br />

de las características del que aquí se<br />

reseña un alboroto popular tan desmedido,<br />

un interés público tan extraordinario?<br />

Evidentemente, no, por mucho que funcionen<br />

el marketing y la mitomanla: se<br />

llegaron a pedir, en reventa, 50.000 pts.<br />

por una localidad. Y menos cuando tras<br />

el concierto -a pnon basado en un programa<br />

corto, no precisamente complicado<br />

y más bien rutinario dentro de los<br />

usos del divo-, y con independencia de<br />

las inevitables histerias colectivas al final<br />

del acto, no puede emitirse en conciencia<br />

por quien esto escribe, y en un intento<br />

de mantener una quizá imposible<br />

objetividad, un juicio claramente positivo.<br />

Hay que aplaudir, por lo que tiene de<br />

subyugador, naturalmente, la sempiterna<br />

y reconocida belleza, el calor y brillo de<br />

un timbre penetrante y la fácil y lógica<br />

manera con que su dueño lo hace presente<br />

y lo proyecta amén de resaltar la<br />

generosa expansión del sonido, canónicamente<br />

emitido y moldeado, dotado<br />

ahora de mayor anchura en el centro y<br />

densidad en los graves. Es necesario destacar<br />

asimismo la clandad de la enunciación<br />

y la generosa manera de frasear.<br />

Virtudes presentes en las oriette bellmianas<br />

-faltas de una mayor delicadeza en<br />

el decir, sin embargo- y en las tres páginas<br />

de Respighi, puede que lo mejor de<br />

la noche junto a las tres canciones finales<br />

y a la penúltima propina, un valiente<br />

30 SCHERZO<br />

Nessun dorma! del Turandot de Puccini<br />

cantado a tono (con si natural postrero,<br />

por tanto). En el debe hay que situar,<br />

ante todo, la pérdida de esmalte de<br />

unas notas agudas hasta hace poco atacadas<br />

con nitidez, segundad, afinación y<br />

squilb, en la actualidad bastante deterioradas;<br />

luego una evidente falta de solidez<br />

en los apoyos que propicia peligrosas<br />

irregularidades de emisión y colocación<br />

y, en conexión con ello, la apreciable<br />

cortedad de fiato y la menor calidad de<br />

legato unidas a los pobres logros en el<br />

campo de la messa di roce, con reguladores<br />

conducentes, no siempre de<br />

forma paulatina, a un feo falsete o apionamento<br />

heterodoxo, algo perceptible<br />

sobre todo en Bellini y en el famoso Oh<br />

sogni d'or del Ge/o e mar de Gioconda,<br />

aria bien iniciada pero cantada luego a<br />

trompicones -y muy deprisa, como casi<br />

todo- y con cierta falta de resuello en<br />

momentos comprometidos. Lo que no<br />

tiene esculpa es esa olímpica despreocupación<br />

del tenor modenés por las<br />

cuestiones estilísticas ejemplificada en la<br />

pnmera parte del recital, en particular en<br />

un impresentable Che foro senzo Euridice,<br />

del que se comió una estrofa, que<br />

habría hecho levantar a Gluck de su<br />

tumba, Un discreto -en todos fos órdenes-<br />

y fiel acompañamiento pianístico<br />

de Magíera, colaborador habitual, dejó<br />

en la mayor de las libertades al cantante.<br />

A.R.<br />

Un instrumento<br />

flexible<br />

Midrid. Auditorio Nacional. 19 de abnl de 1991. Academy<br />

oí St Martin in the Fíelos Director Sir Neville<br />

Mamner Beriioz. Beatriz y Benedicto (Obertura).<br />

Brahms: Condeno para violln y orquesta en re mayor,<br />

Op. 77. Solista; Dmitri Sitkovetsky. Maw: Spring MUSÍC<br />

Stravtnski: El Pojara de fuego (1919).<br />

La Academy of St Martin in the Fields.<br />

que alcanzó la cumbre entre las formaciones<br />

de cámara bajo la batuta de su fundador.<br />

Sir Neville Marnner, se ha convertido,<br />

casi como fenómeno natural y producto<br />

de la imaginativa y original política de<br />

dicho director, en un conjunto flexible,<br />

que tan pronto se mantiene en su ámbito<br />

inicial de orquesta de cámara como<br />

adquiere las características de cualquier<br />

orquesta sinfónica, capaz de afrontar<br />

repertonos como los ofrecidos en sus dos<br />

recientes conciertos en la capital de España.<br />

Esta reconversión se ha efectuado,<br />

digámoslo ya, con notable éxito, porque.<br />

de nuevo un haber de Mamner, sus componentes<br />

son de un nivel medio excelente<br />

y muestran una profesionalidad y entrega<br />

envidiables. Si hubiera que destacar algo,<br />

sin embargo, la cuerda tendría las de<br />

ganar, ya que, además de un bello sonido,<br />

conserva la agilidad y claridad de articulación<br />

que asombraban en la formación primitiva,<br />

mucho más reducido el contingente.<br />

Por su parte, las trompas quizá constituyan<br />

el grupo menos redondo del<br />

conjunto, aun manteniendo las cotas notables<br />

antes citadas.<br />

En el programa de su primer concierto,<br />

único al que pude asistir, Marnner se reveló<br />

de nuevo como un conductor de ideas<br />

y gestos claros, de una musicalidad irreprochable,<br />

aunque no sea la fuerza temperamental<br />

o que en él más arrebate. Lo<br />

mejor, tras una lectura ágil antes que apasionada<br />

de la obertura de Beriíoz, fue la<br />

muy notable versión de El Pájaro de Fuego<br />

de Stravinski, ejecutada con considerable<br />

atención al irresistible ritmo de la partitura<br />

y con exquisitos detalles de matiz -especialmente<br />

en la cuerda, de nuevo-. Entre<br />

estas dos obras, cabe lamentar que la un<br />

tanto irregular, pesante y extravagante lectura<br />

de Sitkovetsky en el concierto brahmsiano,<br />

con unas oscilaciones excesivas en<br />

el tempo y un fraseo de dudoso gusto,<br />

acabarán por conseguir, que ya es decir,<br />

aburrir un tanto al personal. Mamner dio<br />

la impresión de no comulgar demasiado<br />

con tal aproximación, y se limitó, lo que<br />

ya era tarea improba, a tratar de seguir al<br />

solista. La Spnng Music del británico<br />

Nichoias Maw resultó obra efectista y un<br />

tanto facilona que, desde luego, está lejos<br />

de pertenecer a lo más notable -y si se<br />

me apura entretenido- que las Islas Británicas<br />

han dado en música.<br />

R.O.6.


Otello interrumpido<br />

Ptadrtd Tealro de La Zarzuela: Otóto (Ven*). Plácido Domingo. Fraru Grundheber. DanieJa Dessl. Coro del Teatro<br />

Unco Nacional. Orquesta Smfón-ca de Madnd Director Rafael Frühbeck de Burgos. Director escénico: Hugo de Ana.<br />

Esteno del 1° acto del Oletlo de La Zarzuela<br />

Ya antes de alzarse el telón se anunció<br />

que Plácido Domingo sufría una indisposición<br />

y se encontraba en el teatro el tenor<br />

Bruno Sebastian por si era preciso sustituirle.<br />

Considero un exceso de cejo de<br />

Domingo anunciar tal indisposición, pues<br />

estaba, más o menos, como siempre, y<br />

aun estoy tentado a decir que mejor de<br />

lo habitual. El suyo ha sido siempre un<br />

Otello de condición netamente lírica, lejano<br />

de las oscuridades de los Vinay y Del<br />

Monaco, aunque en los últimos tiempos<br />

se haya acercado algo a éstos bontoneondo<br />

quizá más de la cuenta. Logro frases<br />

dulcísimas durante el dúo de amor del I<br />

acto, en el N/un mi tema y entre ambos,<br />

aquí y alia. Conserva el tenor un bello<br />

esmalte en los sonidos centrales, aunque<br />

el agudo, duro y tirante, suponga el habitual<br />

divorcio frente al resto de la gama.<br />

Escénicamente, Otello es uno de sus<br />

papeles más trabajados, siendo, ademas,<br />

un actor notable, tan efectista como realmente<br />

efectivo. Pero no todo fue oro de<br />

ley. También existieron frases más declamadas<br />

que verdaderamente cantadas y<br />

arrebatos poco sinceros, que forman<br />

parte de una rutina aprendida.<br />

Gnjndheber tiene de Yago lo que yo<br />

de repoblador forestal. La voz puede ser<br />

digna, a prion, pese a las notas rasposas o<br />

aspiradas, pero su uso teutón hasta la<br />

médula (en técnica y dicción) lo convierte<br />

en el peor Yago de que tengo noticia<br />

desde los tiempos de Norman Mittleman.<br />

Canta tan gloriosamente mal (con<br />

el Era la notte como muestra suprema) y<br />

está tan lejos del sutil ideal forjado por<br />

Verdi y encamado en Victor Maurel, al<br />

FOlOj CASTAÑAR<br />

que traiciona por completo, que nos<br />

obsequia con una concepción errada de<br />

la primera nota a la última. La soprano<br />

Daniela Dessl prometía más de lo que<br />

ofreció. Tiene una voz de buena pasta,<br />

dulce y bastante bella. El timbre sugiere,<br />

incluso, la posibilidad de encamar personajes<br />

con más carácter que Desdémona;<br />

pero no controla bien el vibrato de su<br />

voz, que en el forte se acentúa de manera<br />

molesta, insinuando posibles problemas<br />

futuros. Vino a engrosar la lista de<br />

los indispuestos y, tras una larga espera,<br />

se anunció que no cantaría toda su escena<br />

final, limitándose a monr mansamente.<br />

Rafael Frühbeck pecó más por defecto<br />

que por exceso. Si bien en la primera<br />

escena o en el torpedeo coral con que<br />

finaliza el acto III forzó excesivamente el<br />

volumen de la orquesta, su verdadera<br />

carencia apuntaba a la falta de creación<br />

de auténticas atmósferas, a la escasez de<br />

lirismo en fragmentos como el dúo de<br />

amor. Si la vena escogida era la satánica,<br />

la de la ejecución de lo inexorable, ¿por<br />

qué se mostró tan exangüe en el Dio ti<br />

gíocondi o en el recitativo previo al Credo<br />

de Yago? El montaje de De Ana, rudo /<br />

de un desnudo primitivismo, justificaba, a<br />

la vista del original shakespeariano, la<br />

lóbrega nocturnidad de casi toda la<br />

acción. La concepción general era bastante<br />

acertada, aunque tampoco escapara a<br />

la obsesión de la escenografía actual por<br />

prodigar trasposiciones y cambios.<br />

¿Dónde estaba, por ejemplo, el salón del<br />

castillo con vistas a un jardín del acto II?<br />

Joaquín Martín de Sagarmínaga<br />

ACTUALIDAD<br />

El mejor fondo de catálogo<br />

del mundo.<br />

SCHERZO 31


OPERA DEL SIGLO XX<br />

Britten es el único compositor inglés digno<br />

de consideración que ha salido de una de nuestras<br />

escuelas de música.<br />

Sír Tilomas Beecham<br />

Además, ¿es necesario estar «progresando siempres'<br />

¿No podríamos contentamos con poner buena música<br />

al servicio de obras dramáticas buenas, o mqor aún,<br />

componer música tan bella que se convierta, a pesar<br />

de todos Jos inconvenientes, en buen teatro?<br />

Albor* Berg<br />

£1 pfobtemo de la opero (1928)<br />

Donde d sadismo onginano no ha experimentado<br />

ningún atemperamiento ni lijsión, queda establecida la<br />

conocida ambivalencia amor-odio de la vida amorosa<br />

Peter Grimes<br />

o la fuerza de un destino<br />

Sigmiind Freud<br />

Benjamín Britten nació en Lowestoft<br />

(sur de Inglaterra), el 22 de noviembre<br />

de 1913, en las inmediaciones<br />

be la primera conflagración mundial. En<br />

aquel año Stravinski escribe La Consagración<br />

de la Pnmavera, un año antes Amold<br />

Schónberg ha nacido su Pierrot Lunaire y<br />

Rouault pinta sus temas religiosos. Esta<br />

breve pincelada cronológica señala significativamente<br />

el momento en que Britten<br />

emerge al mundo de los hombres.<br />

A la edad de diez años comenzó sus<br />

estudios musicales bajo la dirección de<br />

Frank Bridge. Obtuvo una beca para<br />

ingresar en el Royal College of Music de<br />

Londres (allí aprendió composición con<br />

John Ireland y piano con Arthur Benjamin).<br />

Mientras era alumno, escribió su<br />

primera obra: Sinfometta (Op, I). para<br />

orquesta de cámara. Dos años más tarde<br />

ya ¡nquietaba el medio ambiente musical<br />

con su Phantasy (Op. 2), cuarteto para<br />

oboe, violín, viola y chelo. A la que continuaría<br />

A doy w/os bom (variaciones corales,<br />

Op. 3) y Simple Symphony (Op. 4),<br />

para instrumentos de cuerda, todos basados<br />

en temas pergeñados en su niñez.<br />

Este inicio creador de Britten extiende un<br />

puente que pasa por Barcelona, donde<br />

estrena su Suite (Op. 6), y que llega hasta<br />

EE.UU.. donde permanece tres años y<br />

compone Les Illuminations (Op. 18).<br />

sobre versos de Rimbaud. Britten había<br />

comenzado ya a realizar experimentos<br />

de estilización con textos franceses o italianos<br />

(I sette sonet/ di 1 Micheiangelo, Op.<br />

22) y de ellos brota una de sus mejores<br />

creaciones: Serenata (Op. 31). destinada<br />

especialmente a Peter Pears, su amigo<br />

dilecto, donde se destaca ya el valor<br />

orquestal de la obra. Anteriormente.<br />

habla compuesto Variaciones sobre un<br />

tema de frank Bndge, donde las cuerdas<br />

eran aprovechadas en el máximo de sus<br />

posibilidades expresivas. En 1941 La<br />

Orquesta Filarmónica de New York, bap<br />

32 SCHERZO<br />

la dirección de John Barbirolli. estrena la<br />

Sinfonía de Réquiem, encargo del gobierno<br />

japonés rechazado por su inspiración<br />

«demasiado cristiana». Considero necesario<br />

señalar que en El Festival de Música<br />

para el Pueblo, realizado en Londres, en<br />

1939 (creado como un instrumento más<br />

de la lucha antifascista), Britten, aun joven<br />

desconocido de 25 años, estrena una<br />

obra titulada Balada de Héroes, cuyo<br />

texto es de Auden y Swingler y que está<br />

compuesta en memoria de los ingleses<br />

de las Brigadas Internacionales que perecieron<br />

en la Guerra Civil Española. Esta<br />

vertiente humanista de Britten se completarla<br />

con su War Réquiem, compuesto<br />

para la nueva consagración de la catedral<br />

de Coventry, destruida por los bombardeos<br />

nazis durante la II guerra mundial.<br />

Peter Gnmes, la obra que hoy nos<br />

ocupa, nació justamente en esa época<br />

(Op 33). Su amplia repercusión es,<br />

como muchos de los éxitos que de vez<br />

en vez jalonan un acontecimiento, hija de<br />

un malentendido, o en todo caso, de la<br />

influencia de un texto inquietante y a<br />

veces desconcertante que Britten logra<br />

desarrollar -pese a los esquematismos<br />

simplistas del libreto de su colaborador<br />

Montagu Slater, dramaturgo, miembro<br />

del Partido Comunista- en medio de un<br />

clima fantasmagórico, ominoso y lleno de<br />

alusiones en profundidad (que en su<br />

ópera Una vuelta de tuerca, sobre la<br />

novela de Henry James, lleva al máximo<br />

de intensidad a través de una historia «de<br />

horror, dolor y fealdad infernales». Peter<br />

Gnmes es, junto a Lo violación de Lucrecia,<br />

la ópera mis conocida de su autor y la<br />

que le dio pasaporte definitivo a la universalidad.<br />

Estos datos -quizá demasiado puntuales-<br />

son imprescindibles para comenzar<br />

este transito por un compositor tan discutido<br />

por la crftica musical. Como también<br />

es imprescindible, a grandes rasgos,<br />

señalar en qué momento histórico Britten<br />

arranca Peter Gnmes de sus alforjas.<br />

Estamos en una secuencia singular de la<br />

historia operistica: el siglo comienza con<br />

una nueva búsqueda de expresión que<br />

intenta dejar atrás los viejos cánones<br />

decimonónicos y la ópera, como los<br />

demás enunciados musicales, juega su<br />

partida convirtiéndose también en campo<br />

de experimentación. Cuando Claude<br />

Debussy estrena en 1902 su ópera poemática<br />

Pelleas et Metisande firma el acta<br />

(o el decreto) de defunción de las formas<br />

operísticas conocidas y establece el primer<br />

mojón de un camino inédito que<br />

-pese a que la Escuela Vienesa parece<br />

habitar otro espacio distinto, un universo<br />

discriminado y propio- tiende un vínculo<br />

subversivo que deberá ser interrogado<br />

más prolijamente en otra oportunidad y<br />

que en Pierrot Lunaire (Amold Schónberg.<br />

1912) se expresa en una final consolidación<br />

de aquella fractura revolucionaria.<br />

Por ser justamente una etapa de rupturas<br />

y, naturalmente, de transiciones, en<br />

esos momentos la creación operistica<br />

cabalga entre la fascinación de lo nuevo y<br />

las ya estables y cómodas virtudes de lo<br />

conocido. Peter Gnmes (1945) es en<br />

muchos aspectos una conjunción de<br />

estas vertientes: Britten no deja en ningún<br />

momento de ser un romántico que<br />

mira hacia el pasado con devoción (estuvo<br />

a punto de finalizar la Décimo Sinfonía<br />

de Gustav Mahler a pedido de Alma) y a<br />

la vez dirige su mirada hacia el futuro,<br />

consciente de las nuevas posibilidades<br />

dramáticas que brinda al mundo la investigación<br />

psicoanalítica de esos años. Él<br />

sabe que la música puede comunicar<br />

como nadie el mundo interno habitado<br />

de conflictos que signa un personaje tan<br />

complejo y variopinto como es el hombre<br />

del siglo veinte. Por eso la ópera no<br />

es -para él- el espacio teatral de un<br />

texto singularmente significativo, sino el<br />

espacio musical donde un texto, aunque<br />

sea mediocre literariamente, puede<br />

alcanzar cotas de profundidad inesperadas,<br />

cosa a la que se refiere Alban Berg<br />

en el epígrafe de este artículo. Más<br />

mozartiano que wagneriano, Britten sabe<br />

que el sostén sonoro de una ópera es la<br />

única posibilidad de fecundar un texto y<br />

hacerlo válido estéticamente.<br />

Y sabe, por otro lado, que ese sostén<br />

sonoro -para no disolverse en una universalidad<br />

abstracta- debe ser fiel a la<br />

identidad de sus gestores. Por eso Britten<br />

puede ser incorporado por derecho<br />

propio a la generación de 1905 (escuela<br />

nacionalista británica) junto a Rawsthorne,<br />

Constant Lamben y Michael Tippett,<br />

aunque de ninguna manera el autor de<br />

Peter Grimes puede ser reducido a dicho<br />

Sello de nacimiento. La tradición inglesa<br />

es en él un disparador, un surtidor de<br />

iniciativas, pero no un destino Victoriano<br />

eterno y providencial que hace de<br />

Edward Élgar un líder inamovible y siempre<br />

imitable, El lirismo de Britten es su<br />

marca de fábrica, una reverencia dieciochesca<br />

para rendir homenaje a un siglo<br />

grávido, apuntes de su alma romántica,<br />

pese a sus luchas interiores y sus conflictos<br />

edípicos, pero nunca sometimiento al<br />

mandato oficial.<br />

Sabemos bien que la escuela inglesa de


Benjamín flntten<br />

música no dio genios de la aítura incanjeable<br />

de Mozart. Beethoven, Wagner o<br />

Mahlen más aún, dicha escuela se considera<br />

generalmente como inexistente<br />

(Claude Samuel). Es cierto que los músicos<br />

ingleses durante dos siglos fueron<br />

anfitriones de la música de Haendel.<br />

Haydn. Mendelssohn o Brahms, pero a<br />

fines del siglo pasado (Fredenck Delius y<br />

Edward Elgar), y a comienzos de este<br />

siglo, esa actitud imitativa desaparece y.<br />

pese a ciertos logros o ciertas inquietudes<br />

de los compositores citados, se crea<br />

un gran espacio vacio donde no vuelve a<br />

surgir nadie realmente preocupado por el<br />

lenguaje musical, por las exigencias de la<br />

forma, hasta la llegada de Britten. No<br />

quiero disminuir la importancia de Vaughart<br />

Williams, Gustav Holst, Amold Bax,<br />

john Ireland, William Walton o Michael<br />

Tippett, pero es aceptada universalmerrte<br />

la significación singular del autor de Lo<br />

violación de Lucrecia. «Es el primer estilista<br />

que la vida musical inglesa ha conocido<br />

desde Purcell» ha escrito Martin Cooper<br />

El mismo Britten lo ha dicho asi: «Uno de<br />

mis fines principales ha sido el tratar de<br />

dar a la musicalidad de la lengua inglesa el<br />

bnllo, la libertad y la vitalidad de la que<br />

estaba desprovista desde la muerte de<br />

Purcell»,<br />

Gracias al conocimiento de la prosodia<br />

inglesa y de las posibilidades vocales, gracias<br />

a su temperamento dramático y a su<br />

ubicuidad alerta (en su Cantóla Académica<br />

llega a incluir elementos seriales) y<br />

gracias a su particular ejercicio del eclecti-<br />

cismo (podía sonar a Verdi, a Mussorgski,<br />

a Mahler y a Debussy, pero refundía<br />

todas las influencias de una manera talentosamente<br />

única) y gracias a su siempre<br />

personal romanticismo, Britten se ha<br />

colocado en la primera fila de los compositores<br />

de ópera del siglo veinte.<br />

Vamos, pues, concretamente a la obra<br />

que nos ocupa Peter Gnmes, la ópera de<br />

Benjamin Britten en un prólogo y tres<br />

actos que, como sabemos, se interpretará<br />

en el teatro de La Zarzuela de Madrid,<br />

surge al mundo operístico a partir del<br />

viaje que realiza el autor a EE.UU., junto<br />

a Peter Pears y W.H. Auden y gracias a<br />

que la Fundación Koussevitzky pone a<br />

disposición del compositor inglés la infraestructura<br />

económica suficiente.<br />

El argumento y el texto original fueron<br />

tomados de un poema de George Crabbe<br />

(The Borougrí, 1310: algo así como<br />

burgo o villa o municipio). Para los ingleses<br />

es una pequeña aldea de pocos habitantes<br />

donde el más ilustrado o culto, o<br />

capacitado hace funciones de Juez de la<br />

comunidad). El autor del libreto es, como<br />

hemos dicho, Montagu Slater. quien, en<br />

estrecha relación con Bntten y con Pears,<br />

lo escribió entre 1943 y 1945. La acción<br />

se desarrolla en la costa oriental inglesa<br />

hacia el año 1830. El argumento es el<br />

siguiente: comienza con el juicio que Mr.<br />

Swallow (el Alcalde) somete a Peter Gnmes<br />

por la muerte de un aprendiz. Los<br />

barcos pesqueros contrataban niños<br />

aprendices de los asilos para enseñarles<br />

el oficio y usarlos como mano de obra.<br />

OPERA DEL SIGLO XX<br />

Peter Grimes logra una pesca enorme y<br />

se propone llegar a Londres para venderla.<br />

El exceso de cargamento lo impide, el<br />

barco tiene que ser alijado y el jovenzuelo<br />

muere ahogado. El juicio se basa en la<br />

supuesta culpabilidad de Grimes en aquella<br />

desventura, pero a falta de pruebas<br />

fidedignas es declarado inocente, pese a<br />

las sospechas de los habitantes de la<br />

aldea sobre las verdaderas razones de<br />

aquella muerte (se llega a hablar de asesinato<br />

sádico). Mientras el juicio se desarrolla<br />

es necesario señalar que Gnmes<br />

denuncia que se trata de una provocación<br />

vindicativa por parte de la aldea, a<br />

cuyos morado res desdeña, porque para<br />

él integrarse a la vida comunitaria es un<br />

modo de envenenarse la mente. Dice en<br />

cierta secuencia: «Tengo visiones, terribles<br />

visiones. Me llaman soñador, se burlan<br />

de mis sueños y de mi ambición, pero<br />

el ganador seré yo». El propio Juez aconseja<br />

a Grimes no contratar nuevo aprendiz.<br />

Al quedarse solo Gnmes, Ellen<br />

Oxford, una maestra viuda, trata de consolarlo<br />

y le promete que va a tratar de<br />

rehabilitarlo ante los ojos de la gente del<br />

pueblo. En ese momento finaliza el prólogo.<br />

Al comenzar el primer acto, Grimes,<br />

ante el ofrecimiento del farmacéutico de<br />

contratar un nuevo aprendiz, huérfano<br />

del hospicio, acepta inmediatamente.<br />

Ellen se ofrece para ir a buscar al nuevo<br />

grumete. Se desencadena una tempestad<br />

y todos los pescadores corren a poner a<br />

salvo barcos y redes. El drama comienza<br />

SCHERZO 33


"KATHLEEN JESSYE JAMES<br />

BATTLE NORMAN LEVINE<br />

SPIRITUALS IN CONCERT<br />

He's Got the Whole World in His Hands<br />

Bi Swing Low, Sweet Chariot/<br />

Ride Up in the Chariot<br />

You Can Tell the World<br />

There is a Balm in Gilead • . «^7<br />

Ride On, Kingjesus •' • N _<br />

Oh,Glory ' .'<br />

•Oh, What a Beautifül City .'<br />

i .<br />

I Scandalize My Ñame /<br />

Gospel Train<br />

rn íñTüTlJl 429 790-2 EHE , '•' ' ff<br />

W 429 790-1 EM] &C) '- *Pl-<br />

MC(CRO2) 429 790-4 MB\ »J > ¡- -'V^<br />

Láser Djsc and VHS -Q 0 C & ^'<br />

in prepanition / in V'orbereitung ' . A *"•"<br />

£_ BAnLE NORMAN ^<br />

H SPIRITUALS V ¿%t^<br />

|fi IN CONCERT •<br />

m \ f CHOROS AND0RCHESTR4 í".<br />

LEVINE<br />

- i *<br />

• / • '<br />

-*c •<br />

~ •»/


a reactualizarse. Otro<br />

personaje, el viejo y<br />

sabio capitán Balstrode<br />

(figura de padre sustitutivo<br />

idealizado; Grimes<br />

se ha revelado contra<br />

su padre real, evangelista,<br />

/a muerto, cosa que<br />

el libreto operístico no<br />

aborda) le advierte que.<br />

si Grimes sigue pensando<br />

así, desobedeciendo<br />

las prevenciones y<br />

valiéndose sólo de sí<br />

mismo, una nueva tragedia<br />

se vertirá sobre la<br />

vida («La vieja tragedia<br />

está de nuevo en<br />

acción con un nuevo<br />

aprendiz, exactamente<br />

igual que la vez anterior»,<br />

le dice), vaticinando<br />

el comienzo de una<br />

historia trágica y repetitiva.<br />

Grimes responde<br />

que «el muelle protege<br />

la paz de las olas, de las<br />

mareas y de las tormentas»,<br />

y dice respecto<br />

a Ellen: «con ella va<br />

a haber un clima estable,<br />

donde la noche se<br />

convierta en día». Pese<br />

a sus buenos deseos,<br />

Grimes insiste en el<br />

sentido de lo que<br />

podríamos llamar con<br />

Freud «una neurosis de<br />

destino»: «He aquí la<br />

Osa Mayor y las Pléya- Sigmund Freud<br />

des (...) aspirando las sombras del desamparo<br />

humano y envolviendo con solemnidad<br />

la noche profunda. ¿Quién puede<br />

descifrar en la tempestad o en las estrellas,<br />

el signo escnto de un destino amable<br />

que, mientras el cielo gira, cambiará para<br />

nosotras el mundo?», y agrega: «Pero si<br />

este horóscopo no es más que confusión,<br />

como la mezcla luminosa de un cardumen<br />

de peces, volverá a llevar a los<br />

cielos hacia atrás para comenzar de<br />

cero». Reparen ustedes en la significación<br />

singularísima de estas palabras,<br />

Grimes tiene así su segunda oportunidad<br />

de tener aprendiz. Un domingo, Ellen<br />

descubre al niño en la Iglesia con el cuerpo<br />

lastimado por castigos. Al ingresar<br />

Grimes en el templo ella lo increpa y<br />

éste se enfurece y se lleva al grumete.<br />

«Es domingo, su día de reposo» dice<br />

Ellen. a lo que Gnmes responde: «Soy yo<br />

quien decide qué día es». El pueblo sale<br />

detrás de él y se dinge a la choza de Gnmes<br />

(un viejo barco quilla arriba) bajo<br />

este cántico: «Aquel que se aparta, hace<br />

que su soberbia aumente; aquel que nos<br />

desprecia, nosotros lo destruiremos».<br />

Sintiéndose perseguido y abrumado por<br />

el llanto del niño, Grimes trata de conso-<br />

larlo, pero, al oír la llegada de sus paisanos<br />

a toda prisa, empuja al muchacho<br />

con todos los aparejos por la puerta posterior,<br />

a pico sobre la escollera. El niño,<br />

asustado, se enreda en los aparejos, cae<br />

por el risco al mar y muere.<br />

Grimes comienza un proceso de deterioro<br />

mental, trata de conseguir inútilmente<br />

la ayuda de Ellen, oye las palabras<br />

del Capitán Balstrode sugiriéndole que su<br />

única posibilidad es adentrarse en el mar<br />

con su barco y hundirse con él. Cosa que<br />

termina por hacer. La ópera finaliza mientras<br />

el pueblo sigue con su fiesta habitual<br />

(preparación de los ameses de pesca) y<br />

canta como si nada hubiera pasado.<br />

Esta historia, claro, tiene vanas lecturas,<br />

desde la sociopolítica a la psicoanalitica.<br />

Desde aquella que pone el acento en la<br />

problemática social -«más una sociedad<br />

es viciosa, más un individuo es vicioso»-,<br />

y que exalta los valores testimoniales de<br />

denuncia del libreto de Slater a través de<br />

una versión verista de los acontecimientos,<br />

y la otra, la que se siente más atraída<br />

por la ps ico patología del personaje y que<br />

a la vez reivindica el sentido alegónco del<br />

texto, común -en sus mecanismos<br />

inconscientes- a todos los hombres. Mi<br />

OPERA DEL SIGLO XX<br />

mirada es, hoy. la<br />

segunda.<br />

Cuando Sigmund<br />

Freud nos habló de la<br />

tendencia del ser humano<br />

a repetir compulsivamente<br />

sus historias, a<br />

re actual i zar permanentemente<br />

viejos e infantiles<br />

conflictos, ya hablaba<br />

de los problemas a<br />

que nos sometía un<br />

desmedido Yo ideal,<br />

que en ciertas circunstancias<br />

podía llevamos<br />

al deterioro psíquico,<br />

Grimes -dando razón a<br />

sus tendencias psicopáticas<br />

y al viejo Freudfracasa<br />

por segunda<br />

vez, tropezando con la<br />

misma piedra, pese a<br />

las advertencias de los<br />

personajes que lo rodean.<br />

Es un ejemplo singular<br />

de lo que Freud<br />

llamó «compulsión a la<br />

repetición». Porque en<br />

Grimes esa compulsión<br />

viene marcada por un<br />

individualismo narcisista<br />

y una estructura caracterológica<br />

que lo margina<br />

de la sociedad y lo<br />

condena a la soledad y<br />

el aislamiento. Por el<br />

otro lado, una vida<br />

comunitaria en paz no<br />

puede integrar un elemento<br />

insociable, vanidosamente<br />

orgulloso y egocéntnco, que<br />

desprecia las normas gnjpales aceptadas<br />

y las tendencias atávicas. Como es lógico<br />

desde una estructura social que idealiza<br />

el diálogo, la solidaridad comunitaria y la<br />

colaboración, un solitario como Gnmes<br />

es un foco infeccioso en el cuerpo de la<br />

aldea y debe ser eliminado. Gnmes, al fin<br />

de cuentas, un marginado, es un solitario<br />

empedernido que ha elegido su propia<br />

alteridad. Y que por ella paga.<br />

fOTO: MAX HALBERSTADT<br />

¿Por qué Gnmes repite su historia?<br />

¿Por qué el drama con sus niños aprendices<br />

vuelve a reiterarse? ¿Por qué su ambición<br />

y sus tendencias son más fuertes<br />

que su propia experiencia? ¡Por qué reincide<br />

en sus pulsiones hasta hacerse leyenda<br />

y muerte?<br />

Gnmes, en su intento morboso de<br />

poder, no se identifica con un padre<br />

bueno y critenoso, como puede ser el<br />

Capitán Balstrode. Ademas, como en<br />

muchos de los casos legendarios o míticos.<br />

Grimes no tiene ascendencia ni descendencia.<br />

Sólo una total identificación<br />

primaria (aquélla que Freud señala respecto<br />

de un padre pnmrtivo o dios) es la<br />

que habita el mundo interno del personaje.<br />

Él quiere ser (y se siente) omnipo-<br />

SCHERZO 35


OPERA DEL SIGLO XX<br />

Uno esceno de la producción de la Welsh NaOonal Opero paro Peter Gnmes<br />

naje, Él quiere ser (y se siente) omnipotente<br />

y no sólo como manifestación de<br />

poder, sino -y he aquí la complejidad<br />

metafísica de Britten, que va más allá del<br />

libretista- como total completud del ser.<br />

La aldea es, para Grimes. mucho más que<br />

un espacio despreciado: ella le provoca<br />

un horror ontológico. el espanto que<br />

causa lo perdido en el no-ser, en el fracaso<br />

y en la mediocridad. Grimes es el gran<br />

despoblado -sin pueblo-, el gran deshabitado<br />

de sentido comunal. Por eso la<br />

aldea, con su vulgaridad provinciana y sus<br />

personajes elementales, no sirve a Gnmes.<br />

El progresivo desmantelamiento de<br />

sus defensas psíquicas hace que, por el<br />

contrario, la aldea sea la muestra de lo<br />

siniestro, el espacio de la abominación, la<br />

transformación de lo familiar en lo ominoso.<br />

Aquí Freud aparece en su máximo<br />

significado (lo umheimlidi, lo siniestra, lo<br />

ominoso, es un ensayo freudiano que ha<br />

hecho escuela en el pensamiento contemporáneo).<br />

Este síndrome de alteridad<br />

morbosa que vive Grimes lo impulsa a<br />

repetir sus errores y, más tarde, a resentirse<br />

mentalmente El sujeto desconoce la<br />

realidad y en lugar de alcanzar en su<br />

camino un lugar nuevo vuelve exactamente<br />

al lugar de donde partió, Pier<br />

Paolo Pasolini ha narrado espléndidamente<br />

esta compu'sión en su Edipo cine-<br />

3CÍSCHERZO<br />

matográfico. Freud mismo en Más allá<br />

del principio de placer (1920) trae el<br />

ejemplo de Tasso en Lo jerusakm liberada:<br />

«el héroe, Tancredo, dio muerte sin<br />

saberlo a su amada Clonnda, cuando ella<br />

lo desafó revestida con la armadura de<br />

un caballero enemigo. Ya sepultada, Tancredo<br />

se interna en un ominoso bosque<br />

encantado, que aterroriza al ejército de<br />

los cruzados. Ahí hiende un alto árbol<br />

con su espada, pero de la herida del<br />

árbol mana sangre, y la voz de Clonnda,<br />

cuya alma estaba apnsionada en él, le<br />

reprocha que haya vuelto a herir a la<br />

amada». Dice Freud: la compulsión a la<br />

repetición es lo reprimido inconsciente<br />

que se determina a través de los influjos<br />

de la temprana infancia y que tiende a<br />

repetir siempre el mismo destino. Como<br />

vemos, lo que en el libreto de la ópera<br />

surge como locura, como insania final,<br />

tiene una estructura mucho más compleja:<br />

la ambición desmedida de Gnmes, la<br />

oscuridad sobre sus origen es (¡qué habrá<br />

pasado en realidad en el vínculo con su<br />

padre ya muerto?), la identificación con<br />

un ideal supremo omnipotente que lo<br />

impulsa a repetirse obcecadamente, la<br />

implacable persistencia de un proceso<br />

automático, el constante retomo de lo<br />

semejante transformado en lo lúgubre o<br />

en lo espantoso, o en lo consternante, el<br />

carácter cada vez más siniestro<br />

que va adquiriendo el ambiente<br />

aldeano, el suicidio inducido, Y<br />

como final, el pueblo que puede<br />

retomar su vida sencilla y sus<br />

costumbres estereotipadas en<br />

un ambiente comunitario como<br />

aquél que comienza la obra: no<br />

ha pasado nada, todo es negado,<br />

Grimes no existió y la estabilidad<br />

de una vida insustancial no fue<br />

amenazada. Britten tiene, como<br />

sabemos ya, más intenciones<br />

que las propuestas explícitamente<br />

en el texto operístico. El libretista<br />

considera a Gnmes un psicópata<br />

agresivo y mal adaptado<br />

que llegará a la locura y al suicidio:<br />

Britten, por el contrario, nos<br />

dibuja musicalmente un personaje<br />

que despierta mayor simpatía<br />

y solidaridad dentro de sus alteraciones<br />

de conducta y sus perplejidades<br />

psíquicas, porque la<br />

música transforma a un narcisista<br />

sociópata, a un egoísta ambicioso,<br />

en un interrogante metafísico.<br />

en una reflexión sobre la<br />

mcdiocndad, en el personaje de<br />

un drama psicológico, en una<br />

profundización de las ásperas<br />

relaciones entre el individuo y la<br />

sociedad, en un diagrama de las<br />

bondades y miserias de la vida<br />

comunitaria. Grimes, lo he dicho,<br />

FOTOROGEROEWOif tropieza dos veces en la misma<br />

piedra. Y la obra finaliza sin que<br />

realmente sepamos la verdad de lo sucedido.<br />

Prima la ambigüedad: vertebración<br />

esencial del individuo. Repetimos: Gnmes<br />

tropieza dos veces en la misma piedra.<br />

Como lo diría Jaime Szpilka: «Algo de la<br />

verdad o de la mentira, o mejor dicho,<br />

algo de la mentira de la verdad o de la<br />

verdad de la mentira, de la mentira-verdad,<br />

sólo puede insinuarse en el decurso<br />

de un tropiezo, de un fallo que dé cabida<br />

al antes que no fue y al después que no<br />

puede ser». Las fuerzas secretas que<br />

mueven nuestra personalidad (que Grimes<br />

deposrta en la Osa Mayor o las Pléyades)<br />

tienen en esta ópera una presencia<br />

vertebral. Peter Grimes, pues, puede<br />

ser un psicópata, una personalidad agresiva<br />

mal adaptada, incluso un homosexual<br />

solapado o no, pero, insisto, es la<br />

música de Britten la que lo transforma<br />

en un ser éticamente ambivalente y<br />

hasta francamente consciente de su culpabilidad<br />

real o imaginaria y, a la vez,<br />

transforma a los habitantes de la aldea<br />

en corresponsales (por prejuicios, por<br />

temor, por ignorancia, por sus valores<br />

estereotipados y rocosos) del stno trágico<br />

que habita esta historia. Al fin de<br />

cuentas, un organigrama del siglo veinte.<br />

Amoldo Überman


«=


VOCES DE AYER Y HOY \<br />

SCHERZO.-Tras una carrera centrada<br />

inicialmente en Mazan y algo después<br />

en Richard Strauss, en los últimos<br />

años ha empezado a interpretar con<br />

mayor frecuencia papeles de la ópera italiana.<br />

Acaso el primer paso en este sentido<br />

fuera la Tosca, que usted graM con<br />

Jaime Aragall y bajo la dirección de Sotó.<br />

KIRI TE KANAWA-S1, efectivamente.<br />

Tosco fue una oportunidad que no<br />

dejé pasar, ya que Solti estaba interesado<br />

en grabar la obra y cuando se me<br />

preguntó si yo aceptaría abordar el personaje<br />

bajo su dirección dije, naturalmente,<br />

que sí. Después han ido llegando<br />

otras óperas y otros personajes,<br />

como Manon Lescaut, la Mana del Simón<br />

Boccanegra, y ahora la Desdémona del<br />

Otelio, que para mí es algo maravilloso.<br />

S.—En cierta medida, usted ha hecho<br />

un mnerano de Puccini a Verdi, partiendo<br />

de personajes como Tosca o Manon para<br />

llegar a Desdémona.<br />

K.T.K.-La verdad es que a mí me<br />

entusiasma Puccini, porque su música es<br />

tan maravillosa que da gloria cantaría.<br />

Pero Verdi, quiero decir su música, es<br />

seguramente más interesante, y deberla<br />

decir que a veces es más agradable de<br />

cantar. Quiero decir desde el punto de<br />

vista musical. Con Puccini siempre estás<br />

cantando en soirtano con el tema, o sea<br />

con la melodía, mientras que Verdi trabaja<br />

con una mayor variedad: puede<br />

darte la melodía, pero a lo mejor no lo<br />

hace, y es la melodía quien acompaña<br />

tu canto, mientras que Puccini, que<br />

constantemente dobla la voz con los<br />

instrumentos, no te deja perder una<br />

sola nota de sus melodías.<br />

S.-¿Qué recuerdos guarda de la experiencia<br />

de cantar el Simón Boccanegra<br />

en La Scala?<br />

K.T.K.-Pues... no muchos. Verá, yo no<br />

pude cantar las funciones en La Scala,<br />

por desgracia estaba enferma, así que<br />

me reuní con el Maestro Solti, Aragall,<br />

3SSCHERZO<br />

DameKiri<br />

La conversación que se transcribe tuvo lugar en Nueva York, gracias a los buenos<br />

oficios de Didier de Cottignies de Decca International, habían concluido<br />

los ensayos del Otelio de Verdi que Kiri Te Kanawa, Luciano Pavarotti y Leo Nuzzi<br />

interpretaban bajo la dirección de Solti, y del que se dio noticia en la sección<br />

de actualidad del pasado número. Siempre amable y sencilla en la charla,<br />

la cantante neocelandesa, investida Dame por la Corte británica a mediados<br />

de la pasada década, que efectúa su presentación en España (Teatro de la Zarzuela<br />

de Madrid y Teatro de La Maestranza de Sevilla) a finales de mayo, pasa revista<br />

a diversas facetas de su can-era con el humorismo suficiente como para declararse<br />

«muy vieja» para hacer en escena la Pamiria de Lo ¡lauta mágica y la humildad necesaria<br />

para declarar su devoción hacia Solti en la obra verdiana citada al comienzo.<br />

Su referencia al mundo de la crítica destila una cierta amargura que no cabe confundir<br />

con el divismo: y es que Te Kanawa es una persona cordial y llana, a la que le gusta<br />

tomar muy en serio su trabajo y que, a su vez. se le tome en serio por tal actitud.<br />

Nucci y el resto del equipo en las sesiones<br />

de grabación, eso sí, en el mismo<br />

teatro. Para mí fue un trabajo fantástico,<br />

y le tengo un especial cariño a esa grabación,<br />

que, por cierto, no fue muy bien<br />

tratada por la crítica... Es que... jes muy<br />

fácil criticar, creo yo, y no es tan fácil<br />

elogiar algo! A mí me sorprende esa<br />

forma de ver las cosas, que a veces es<br />

tan negativa: no sé, no lo entiendo, a mí<br />

me gusta mi trabajo, lo hago con dedicación<br />

y con amor, y creo que la mayor<br />

parte de mis colegas actúan igual.<br />

entonces me sorprende, me desconcierta,<br />

que alguien pueda venir a decir-<br />

me que no tengo ni ¡dea de lo que<br />

hago, y entiendo aún menos que alguien<br />

le pueda decir, por ejemplo, a un superprofesional<br />

como Solti que no sabe lo<br />

que está haciendo. Perdóneme este<br />

arrebato, pero me asombra, muchas<br />

veces, la capacidad de los críticos para la<br />

descalificación. Quizá me ocurre que,<br />

como amo tanto la música, siempre<br />

tiendo a buscar lo que hay de hernioso<br />

en ella, y no lo negativo.<br />

S.-¿Me permite decirle ana cosa? Quizá<br />

habla usted asi bajo la influencia de las criticas<br />

que ha recibido en íngtoterra la producción<br />

del Covent Garden de Capriccio de<br />

fOn Te Kanawa en Tosca FOTO: ZOÉ DOMINIC


Kin Te Ktmowa como Manon<br />

Strouss, en donde usted cantaba la Condesa<br />

(un popel que parece concebido para su<br />

voz) bap la dirección dejeffrey Tote.<br />

K.T.K.-Pues pudiera ser. Esa producción<br />

de Capricdo fue un gran éxito en<br />

América, en San Francisco, tanto de critica<br />

como de público. Y en Inglaterra<br />

parece como si los críticos locales<br />

hubieran leído las crónicas de América,<br />

y hubieran pensado: «Bueno, bien está<br />

tener éxito en América, pero aquí tenemos<br />

que darles una lección acerca de<br />

nuestro nivel». Sí, reconozco que la casi<br />

mayoría de veredictos negativos sobre<br />

una producción, ésta de Capncao, en<br />

que tanto hemos trabajado todos los<br />

implicados, me ha dejado un mal sabor<br />

FOTO: NANCf I£ VINE<br />

de boca. Es que creo que si no propende<br />

sistemáticamente a lo negativo,<br />

nosotros mismos, los artistas, nos desmoralizamos<br />

con nuestras posibilidades.<br />

S.-Su interés por la música de Richard<br />

Strauss es rnós que comprensible. Creo<br />

que muchos recordamos una de las más<br />

notables producciones de la Opera de<br />

París, en la era hebermann. la de Arabella,<br />

que era, creo, su pnmer contacto con<br />

ei personaje. ¿Cómo llega usted a la música<br />

de Strauss?<br />

K.T.K.-Bueno, llego a pesar de no<br />

hablar alemán; yo entiendo prácticamente<br />

todo en alemán, pero no tengo dominio<br />

idiomático de la lengua Lo que sucede<br />

es que Strauss se adecúa perfecta-<br />

KÍRl TE KANAWA<br />

mente bien a las capacidades de mi voz,<br />

yo me siento completamente a gusto,<br />

confortable, en la escritura vocal de<br />

Strauss. Yo creo que cuando preparas un<br />

personaje, es importante que no te<br />

suponga un esfuerzo, que no tengas que<br />

forzar tu voz para cantarlo. Quiero decir<br />

que no debes cantar un papel que te<br />

deja agotada. Bueno, a veces ocurre que,<br />

con un determinado director, o con una<br />

onquesta estruendosa que te está tapando,<br />

la función se te convierte en algo inacabable,<br />

Pero tengo la suerte de trabajar<br />

con maestros que no son gente difícil y<br />

de poder cantar, casi diría que sin esfuerzo,<br />

la mayor parte de los personajes de<br />

mi repertorio. Los papeles straussianos<br />

que he abordado, tales como Arabeíla,<br />

Maríscala o la Condesa, no me han<br />

supuesto un especial esfuerzo vocal. Los<br />

tres, por otra parte, están entre mis personajes<br />

preferidos. Arabeíla la grabé en<br />

discos, hace algunos años -fue en el 86,<br />

creo-, y Rosenkavalier ha sido mi última<br />

incursión en la materia. La Maríscala la he<br />

grabado después de haber interpretado<br />

la obra en bastantes teatros, concretamente<br />

la he cantado en San Francisco,<br />

en el Met dos o tres veces, una vez en<br />

París, dos veces en el Covent Ganden y<br />

también en Viena ¡O sea, unas cuantas!<br />

Estoy muy satisfecha de la grabación, que<br />

se ha efectuado en Dresde, con la Staatskapelle,<br />

con Bemard Haitink como<br />

director: ;qué maravillosa orquesta<br />

straussiana la de Dresde, es maravillosa!<br />

S.-Sus papeles mozartionos de los primeros<br />

años de su carrera, ¿han quedado<br />

momentáneamente en el congelador, en<br />

esto etapa rtalo-straussiana de su actividad?<br />

K,T.K.-No necesariamente. ¿Sabe lo<br />

que ocurre? No puedo hacer dos papeles<br />

a la vez, me tengo que concentrar<br />

en uno solo, y, a lo sumo, ir preparando<br />

el siguiente. Pero cuando trabajo un<br />

personaje me tengo que concentrar en<br />

él, no tengo la capacidad de vivir dos<br />

personajes al tiempo o en sucesión muy<br />

rápida. Cuando abordo un proyecto me<br />

gusta concentrarme en él: toma su<br />

tiempo el entrar en un personaje y<br />

hacerlo tuyo, así que no me gusta dispersarme<br />

y pongo toda mi energía en<br />

eso que estoy haciendo en el momento.<br />

En cuanto a los papeles mozartianos.<br />

algunos de ellos creo que, por lo menos<br />

en el disco, me han supuesto un trabajo<br />

excelente; por ejemplo, creo que la<br />

Condesa de Los bodas de Fígaro que<br />

interpreté para Solti es uno de los<br />

mejores trabajos de toda mi carrera, mi<br />

interpretación de super


VOCES DE AYER Y HOY<br />

cha de la versión que hice<br />

paca Solti, y, en general,<br />

creo que esa grabación es<br />

uno de los mejores registros<br />

mozartianos de los últimos<br />

años. Pero hay otros<br />

personajes, Pamina, por<br />

ejemplo, a los que ya no<br />

creo que vuelva: ése es un<br />

papel para una cantante<br />

joven, obviamente, ¡y me<br />

temo que yo he crecido un<br />

poco! Como usted sabe, lo<br />

he vuelto a grabar hace<br />

unos dos años, para Neville<br />

Marriner, pero el disco es<br />

distinto: en escena no creo<br />

que lo vuelva a interpretar,<br />

ya soy demasiado mayor<br />

para repetirlo, y además<br />

parecería una Pamina muy<br />

vieja, (jovial, entre risas).<br />

S.-Sir Georg Solü es, precisamente,<br />

uno de los maestros<br />

con tos que más asiduamente<br />

ha colaborado en la<br />

última década. ¿Qué proyectos<br />

de colaboración tienen en<br />

el futuro?<br />

K.T.K.-Específicamente,<br />

ninguno. La Desdé mona de<br />

Oíetlo es, de momento,<br />

nuestro último trabajo juntos.<br />

La verdad es que<br />

muchas veces estas cosas<br />

surgen de improviso, y me<br />

parece muy bien que sea<br />

así. Detesto la idea de planificar<br />

mi vida semana a<br />

semana. Asi que, aunque sé<br />

que Solti va a dirigir en<br />

Europa vanas obras que me<br />

interesan mucho, me tomo ías cosas<br />

con mucha calma y espero a que me<br />

llame, si lo considera oportuno.<br />

S.-Antes de hablar de su Desdémona,<br />

una cuestión previo. Hace diez años, más<br />

o menos, en una entrevista que Roberto<br />

Andrade y yo le hicimos en Londres, nos<br />

decía que preparaba absolutamente<br />

todos sus papeles con su profesora, Vera<br />

Rosza ¿Sigue trabajando con ella?<br />

K.T.K.-¡Oh, si, sí! ¡Aún sigue o/ffl Para<br />

mí es una suerte y un privilegio el poder<br />

seguir traba|ando con Vera.<br />

S.-Desdémono fue su tarjeta de presentación<br />

en la Opera de Vierta, en i 980.<br />

¿Cómo ha madurado, hasta el día de hoy,<br />

su visión del personoje?<br />

K.T.K.-Déjeme decirle que empecé a<br />

cantar ese papel en 1973, asi que lleva<br />

muchos años circulando por mi sangre.<br />

Lo canté por vez primera en la Opera<br />

Nacional Escocesa, y luego en el Metropolitan,<br />

y después en el Covent Garden.<br />

Posteriormente lo interpreté en la<br />

40 SCHERZO<br />

Arena de Verana -hay un vídeo de esa<br />

producción-, lo volví a hacer en el Met,<br />

y luego ya vino mi primera actuación en<br />

la Opera de Viena. Si me pregunta<br />

cómo es la Desdémona del Otello de<br />

Solti, yo creo que es una mujer particularmente<br />

frágil o débil: he trabajado<br />

mucho el personaje con él, y creo que<br />

le he dado lo mejor de mí canto para<br />

esta ocasión. A mí me ha interesado<br />

mucho su visión de la obra, y de este<br />

papel, y he estado pendiente, creo que<br />

como nunca, de todos sus movimientos,<br />

indicaciones o matices. Por otra parte,<br />

coincido mucho con su concepción del<br />

personaje. Yo creo que Desdémona es<br />

un carácter muy estable, y Solti trata de<br />

reflejarlo en una pluralidad de matices,<br />

que te obligan a hacer unas notas más<br />

largas, o más cortas, o un crescendo<br />

aquí y un diminuendo allá. Le diré que<br />

personalmente adoro esa suerte de<br />

manipulación desde el pódium, esa sensación,<br />

si me permite la broma, de que<br />

él es una especie de Svengali<br />

con batuta. Pero, ahora<br />

en serio, me encanta<br />

tener la certeza de que él<br />

puede contar conmigo,<br />

tenerme a su lado, por así<br />

decirlo, en cada pasaje de<br />

la obra.<br />

S.-¿ Sigue intacto su viejo<br />

amor por la música francesa,<br />

en especial el mundo de la<br />

Chanson?<br />

K.T.K.-Sí, pero es un<br />

amor que no he tenido<br />

ocasión de cultivar mucho<br />

en los últimos años. Por<br />

ejemplo, hay tanto de Duparc<br />

que me gustaría cantar,<br />

pero, por desgracia, no<br />

es apto para mi voz, Fauré<br />

es un autor que he trabajado<br />

poco, lo reconozco, y<br />

ese sí es un terreno que<br />

me gustaría pisar con más<br />

asiduidad en los próximos<br />

años. La verdad es que... en<br />

los últimos 18 meses sólo<br />

he llegado a ultimar un<br />

recital -me refiero al<br />

disco basado en canciones,<br />

porque en los últimos<br />

años me he concentrado<br />

más en la ópera, con discos<br />

de anas mozartianas, o de<br />

ópera italiana. Pero hay<br />

mucho material en el<br />

campo del Lied que quiero<br />

trabajar en el futuro: concretamente,<br />

voy a preparar<br />

una selección de canciones<br />

ele Mendeissohn y de<br />

Haydn, ¡y desde luego voy<br />

a cantar más música francesa!<br />

S.-Sus actuaciones en Madnd y Sevilla,<br />

a finales de mayo, ¿las ha preparado<br />

sobre la base de una gira?<br />

K-T.K-No exactamente, quiero decir<br />

-supongo que esa es la pregunta- en<br />

cuanto al repertorio. Yo propuse un primer<br />

programa y se me sugirieron otras<br />

alternativas que yo acepté. A mí, en<br />

estos casos, máxime teniendo en cuenta<br />

que estos conciertos son mi presentación<br />

en España, me gusta trabajar con<br />

los organizadores, y acepto de muy<br />

buen grado sus consejos. Yo creo que<br />

el artista no debe imponer por principio<br />

un repertorio, quiero decir dentro de su<br />

propio repertono, y que es bueno que<br />

otras personas, las que organizan tu<br />

actuación, te digan qué es lo que la<br />

audiencia desearía oír o qué sería bueno<br />

incluir en un recital. Nunca estoy cerrada<br />

a una sugerencia o a un consejo,<br />

José Luis Pérez de Arteaga


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Sir Neville Marriner,<br />

la claridad ante todo<br />

Fundador y Director de la famosa Academy of St. Martin in the Fields, allá<br />

por f nales de los años 50, este británico menudo, de gran vitalidad, fácil<br />

conversador y de una simpatía tan aparente como su escasa tendencia<br />

a los convencionalismos, nos recibió entre los dos conciertos que con su<br />

orquesta -en la versión sinfónica- ofreció en Madrid para Ibermúsica.<br />

Hablamos de sus planes, de discos, ópera y hasta de su entusiasmo<br />

por la comida española.<br />

Sir Neville Marriner es un hombre de ¡deas claras, y se expresa sin pelos<br />

en la lengua. Es persona sencilla, y no duda en exponer su criterio por poco<br />

ortodoxo que parezca. Su personalidad, nada proclive a las ataduras, se respira<br />

en su forma de hacer música y hasta en su metodología de trabajo.<br />

ENTREVISTA<br />

rara RJCHARD non<br />

SCHERZO 45


ENTREVISTA<br />

SCHERZO.-Hoce ya años que Usted estuvo por última<br />

vez en Madrid (El Mesías, con la Sinfónico de RTVE). en<br />

el Team Real ¿Qué le ha pareado el nuevo Auditorio?<br />

NEVILLE MARRINER.-Muy bien. En realidad, tengo<br />

una impresión mixta, Por una parte, la acústica es<br />

excelente, más cálida y amplia que la del Teatro Real,<br />

y la sala es muy confortable, uno encuentra todas las<br />

comodidades que puede necesitar... me recuerda<br />

mucho, en su diseño, a la Philharmome de Berlín. Sólo tengo<br />

dudas sobre cómo se oiga desde las localidades que se encuentran<br />

detrás de la orquesta... (al confirmaríe nosotras que se oye<br />

muy bien)... ¿Sí. de veras? pues, desde luego la sala es magnifica.<br />

En eso tienen Ustedes ventaja sobre nosotros con el Festival<br />

Hall, que se ha quedado viejo, es una sala de segunda fila en<br />

Europa, con una acústica tan fria, seca... Por otra parte, el Teatro<br />

Real era una instrtución. un poco como el Concertgebouw de<br />

Amsterdam. Se respira cierta atmósfera especial en esas salas de<br />

tan gran tradición. Esa atmósfera no existe en la nueva sala,<br />

claro, pero insisto en que ésta es excelente. De hecho, las cosas<br />

parecen haber cambiado mucho aquí..,<br />

S.-Sí por ahí iba nuestra siguiente pregunta. ¿Ha encontrado<br />

muchas diferencias, en lo que a música se refiere, con el Madrid<br />

que Usted conoció?<br />

N.M.-Si, sin duda. Ha sido una gran sorpresa. Ustedes han<br />

construido audífonos muy buenos por todo el país, creo que es<br />

en Valencia donde tienen uno excelente,,. España empieza a ser<br />

un país, para nosotros, como<br />

artistas, tan importante<br />

como cualquier otro de<br />

Europa, una cita ineludible<br />

para cualquier músico...<br />

Ustedes tienen un gobierno<br />

socialista, ¿no?... (ante nuestra<br />

respuesta afirmativa), claro, es<br />

lógico, siempre se preocupan<br />

más por este tipo de cosas.<br />

S.-¿Y el público?<br />

N.M.-E1 público también<br />

ha cambiado. Ahora me ha<br />

dado la impresión de estar<br />

mucho más preparado, de<br />

discnminar bastante mejor.<br />

S.-Cuando Usted fundó lo<br />

Academy se limitaba a dmgir<br />

desde eí atril del concertino, y<br />

fue Pierre Monteux quien le<br />

sugmó tomar la batuta, hacia<br />

1960 ¿Había pensado antes<br />

la posibilidad de hacerlo?<br />

N.M.-Seriamente, no.<br />

Cuando estudiaba tuve tentaciones,<br />

pero me parecía<br />

una meta tan lejana y complicada<br />

que la descarté rápidamente.<br />

La verdad es que<br />

cuando surgió la oportunidad de hacerlo casi no me lo podía<br />

creer. Incluso hoy en día a veces me paro a pensado y casi me<br />

parece un sueno.<br />

S.-Esto. actividad directorial, ¿le ha obligado a depr completamente<br />

el viotin? ¿Echa de menos su instrumento?<br />

N.M.-SI, cuando empecé a dirigir abandoné completamente<br />

el violin. No puedo decir que lo eche de menos, aunque yo<br />

necesito tener algún tipo de relación física con la música, y por<br />

ello, tal vez... si dejara de dirigir, sentina de nuevo la necesidad<br />

de tomar el violin de nuevo, pero ahora mismo me siento totalmente<br />

realizado como director.<br />

S.-fiecien [emente, S/r Yehudí Menuhm manifestaba en una<br />

46"SCHERZO<br />

entrevista para SCHERZO que un violinista partió con ventaja a la<br />

hora de dmgir una orquesto con respecto o, por ejemplo, un pianista.<br />

¿Coincide Usted con esa idea?<br />

N.M-Absolutamente. El 60% de la orquesta es cuerda, y está<br />

claro que un director que haya tocado un instrumento de cuerda<br />

habla el mismo lenguaje, ha tenido los mismos problemas, y<br />

está por tanto en mejores condiciones de entenderse con más<br />

de la mitad del conjunto. Para un pianista, términos como legato<br />

o spicatto no tienen exactamente el mismo significado, no se<br />

expresan de igual forma... son más complicados de transmitir. Lo<br />

mismo pasa con el movimiento del arco... incluso con los gestos.<br />

Tomen, por ejemplo, a Solti, (como tratando de evitar que le<br />

malmterpretemos)... que por otra parte es magnífico, pero dirige<br />

así fse pone a imitarle, como aleteando)... ¿lo ven?, resulta más rígido<br />

(nsas); en cambio, el violinista (dinge ahora con gestos suoves,<br />

amplios), es más expresivo.<br />

S.-En otro orden de cosas, es conocida su antipatía hacia las<br />

burocraaas. el encorsetamiento de las condiciones de trabajo por<br />

los sindicatos, eíc Ahora que la Academy se ha transformado en<br />

una orquesta sinfónico, ¿cómo han manejado esa transformación?<br />

N.M.-Seguimos con sistema idéntico. La Academy empezó<br />

con 17 músicos. La decisión de ampliarla hasta los 40 actuales se<br />

debió al éxito que tuvimos con los discos, lo que nos llevó a<br />

planteamos una ampliación de repertorio, para poder interpretar<br />

Dvorak o Chaikovski además de Vivaldi. Handel o Mozart.<br />

Pero la filosofía y disciplina de trabajo son las mismas que cuan-<br />

fOTO: SOWFLER<br />

do éramos una agrupación de cámara...<br />

S.-V con esos planteamientos, ¿cómo le ha ido en su etapa americana?<br />

N.M.-Pues, en ese sentido, la vendad (como no queriendo dearlo)..<br />

no muy bien. Mire, la semana próxima he de ir a FiladeHia. Usted<br />

sabe que la orquesta es extraordinaria de hecho los amencanos<br />

tienen orquestas excelentes, pero he de dirigir un programa Mozart<br />

y sólo me conceden siete horas y media de ensayos, y (haciendo un<br />

gesto de impotencia) ¡no es suficiente! Puede que lo sea para Shostakovich,<br />

pero no para Mozart. menos con una orquesta acostumbrada<br />

a tocar el repertorio del XIX o el XX, porque hay que consumir<br />

mucho tiempo en conseguir el sonido que yo quiero para Mozart,


hábitos de tocar a Shostakovich y... pero el contrato pone siete<br />

horas y media y (repitiendo el gesto de impotencia) no se puede<br />

hacer nada Garó, yo entiendo las necesidades de los músicos, pero<br />

tiende a ensayarse poco. Con ¡a Academy no existe ese problema.<br />

Por ejemplo, ayer el concierto terminó muy tarde, para lo que<br />

nosotros estamos acostumbrados, asi que hoy he retrasado el<br />

ensayo hasta las I I. y debíamos haber terminado a la una, pero a la<br />

una y media los músicos seguían pidiéndome ensayar algunos fragmentos<br />

del concierto de esta noche. La gente sabe que esa clase<br />

de mentalidad es la que yo quiero en la Academy, y son muy libres<br />

de marcharse si no les gusta, no les ata ningún contrato, pero no<br />

me interesa trabajar de otra forma.<br />

En ese sentido, las orquestas a veces son su propio enemigo.<br />

Los músicos son razonables de uno en uno, saben que con rigideces<br />

no se puede hacer música, pero, en grupo, ¡son como el<br />

partido comunista! (risos). Es una lástima. Espero que algún día<br />

seamos todos tan ricos que podamos prescindir de esta forma<br />

de hacer las cosas, porque música y seguridad económica no<br />

pueden ir ¡untas.<br />

S.-Cambiando de tercio, Usted ha manifestado en alguna ocasión<br />

estar más satisfecho de sos resultados con Handel o Vivaldi<br />

que con fioch. ¿Hay alguno razón especial para ello?<br />

N.M.-Si, en realidad es muy sencillo: no me considero buen<br />

intérprete de Bach. Su música, desde luego admirable, es demasiado<br />

disciplinada, lo que no casa con mi temperamento (nos<br />

lanza una mirada de inteligencia). Además, creo que Bach no<br />

funciona en las salas de conciertos, hay que escucharle en las<br />

Iglesias, con el sonido del órgano en la mente. En resumen, hay<br />

tanta gente que lo hace mejor (sonriendo^ que prefiero dejárselo<br />

a ellos. En cambio, Handel es más temperamental, me resulta<br />

más próximo. Como la Academy refleja muy bien mi temperamento,<br />

es lógico que HSndel sea básico en su repertorio.<br />

S,-£sto nos lleva a otra cuestión. Ahora que están cultivando<br />

olio repertono, ¿no piensan grabar más HandeP<br />

SIR NEVILLE MARRINER<br />

N.M.-Sueno, eso depende más de la casa<br />

de discos que de nosotros. Vamos a hacer<br />

una película de El Mesíos, pero en cuanto a<br />

discos, la casa tiene un par de conjuntos de<br />

instrumentos originales que hacen muy bien<br />

el barroco, y en principio son ellos los llamados<br />

a grabar ese repertorio, pero si algún día<br />

me piden grabar más Handel, yo estaría<br />

encantado.<br />

S.-Hablando de instrumentos originóles,<br />

Usted se mostraba favorable a la interpretación<br />

del barroco con estos instrumentos, si bien<br />

matizando que la Academy seguiría tocando<br />

con instrumentos modernos ¿Ha dirigido alguna<br />

vez, o piensa hacerlo, a alguno de esos<br />

conjuntos?<br />

N.M.-La idea no me disgustaría, pero<br />

creo que requiere más paciencia que la que<br />

yo tengo para tocar con este tipo de instrumentos.<br />

En fin, la verdad es (sonriendo) que<br />

me he vuelto conservador, ...tal vez soy<br />

demasiado viejo para cambiar a estas alturas<br />

mi forma de trabajar.<br />

S.-¿Piensa que este movimiento, con sus<br />

incursiones en Beethoven, Serlioz, brahms,<br />

Schumortn y hasta Wagner. esto sobrepcsondo<br />

los limites de lo razonable, o existe fundamento<br />

para cultivar esie repertorio con esa<br />

filosofía interpretativa?<br />

N.M.-(Pensando un momento, como queriendo<br />

ser político)... La escuela interpretativa<br />

que ha resultado de este movimiento ha<br />

FOTO RICHARD HOLT sido útil para todos, nos ha enseñado<br />

muchas cosas del estilo, de cómo evitar<br />

determinados vicios que el romanticismo había introducido en la<br />

interpretación de la música del clasicismo y el barroco, pero por<br />

otra parte, creo que si Bach hubiera oído los instrumentos<br />

actuales los habría preferido, porque tienen más posibilidades<br />

técnicas. No olvidemos que los compositores trabajaban pensando<br />

en el futuro. Beethoven, por ejemplo, preferiría sin duda<br />

el piano moderno para su Pnmer Concierto (noto: eso noche Sir<br />

Neville Mamner lo iba a dirigir a Rodu Lupu y la Academy). Sin<br />

embargo, insisto, tocar esos instrumentos nos ha enseñado<br />

mucho. Suenan muy buen en las salas pequeñas y en las grabaciones,<br />

pero creo que no deberían emplearse en las salas grandes.<br />

De todas formas, es un tema complicado. Por ejemplo, el<br />

año pasado, yo estaba en un coloquio en Salzburgo con Robbins<br />

Landon. El había sido trompetista, y decía que había conocido<br />

las trompetas barrocas. '(Son un tubo enroscado, una embocadura<br />

y poco más», decía, «y resulta dificilísimo mantener una<br />

entonación correcta. Pero si examinamos las trompetas de los<br />

conjuntos barrocos auténticos nos encontramos que tienen una<br />

válvula aqu!, un agujerito allá, con lo que la cosa es mucho más<br />

fácil, pero entonces ¡sólo son auténticas en apariencia!» Además,<br />

defendía que los instrumentos originales de cuerda están en las<br />

orquestas modernas: los Amati, Guarnen, etc. Decía que «Los<br />

instrumentos de cuerda de los conjuntos barrocos son copias<br />

hechas hace apenas unos años». Asi que ya ven Ustedes que el<br />

tema es muy complejo.<br />

S.-Usted ha llevado al disco mucha música de Mozart, y en los<br />

últimos años ha grabado algunas óperas: Cosi, La flauta mágica y<br />

Las Bodas de Fígaro...<br />

N.M.-(interrumpiendo,)... y Don Giovanm, que acabamos de grabar,<br />

con Thomas Alien como protagonista...<br />

S.-Pero Usted no simpatiza mucho con la idea de dirigir en teatros<br />

de ópera...<br />

N.M.-SI, es cierto, mi actitud ante la ópera es la del marisco<br />

que se encierra en su concha. En el estudio de grabación soy yo<br />

SCHERZO 47


ENTREVISTA<br />

el que realmente controla la situación... nadie tiene otra cosa<br />

que hacer que no sea concentrarse en la música. En el teatro es<br />

al revés. El director de escena se ha convertido en la figura más<br />

importante para los cantantes, y la música queda en segundo<br />

plano, es como dirigir un musical: lo importante es lo que pasa<br />

en la escena. Si Ustedes van a cualquier teatro de ópera, verán<br />

que los ensayos de escena duran hasta un mes, y los musicales<br />

apenas una semana. Claro, cuando uno llega (haciendo un gesto<br />

de desesperación e impotencia abnendo tos brazos) (todos han<br />

caído en manos del director de escena! (mas). Si a ello añadimos<br />

que no he tenido precisamente buenas experiencias con<br />

los directores de escena...<br />

5.-Pero entonces entenderá mejor la postura de personas como<br />

Karajan, que se erigió en director de escena...<br />

N.M.-(mirándonos con gesto de complicidad, como el que va a<br />

hacer una travesura)... Sí, bueno, lo que pasa (sonríe socarrón) es<br />

que Kara|an como director de escena... jera horrible! (Risas).<br />

S-Siguierido con la ópera, ¿tiene Usted intención de dirigir o grabar<br />

Otro repertorio de ópera: Puconi, Verdt...?<br />

N.M.-Desde luego, me gustaría hacer Puccini. sobre todo Lo<br />

Bohéme. Creo que todos soñamos con hacer esa ópera, y tal<br />

vez algún día reúna el reparto ideal para el último Verdi.<br />

$.-¿YWagner?<br />

N.H-No, la verdad es que no me veo como intérprete wagneriano,<br />

no me veo en Bayreuth. Tal vez alguna ópera suelta,<br />

quizá Meistersinger, pero no el Anillo, no un ciclo entero. Otra vez<br />

creo que me falta paciencia, quizá para eso soy demasiado joven...<br />

S.-Usted ha vuelto o grabar algunas sinfonios de Mozart para<br />

EMI. ¿Ha cambiado sensiblemente su visión de estas partituras<br />

desde su integral para Philips, ahora reeditada?<br />

N.M.-No sé. Si es asi, yo no soy consciente de ello. De todos<br />

-ÍSSCHERZO<br />

modos, cualquier artista que sale de<br />

un estudio de grabación piensa que si<br />

repitiera ia grabación lo haría mejor.<br />

S.-En cuanto a otros autores.<br />

Usted ha grabado recientemente Dvorak,<br />

Cbaikovski...<br />

N.M.-Sí, trato de centrarme en<br />

los autores con los que me siento<br />

más identificado. Con algunos no<br />

me siento del todo cómodo, Mahler,<br />

por ejemplo...<br />

S.-Pero acaba Usted de grabar ia<br />

Cuarta con la Orquesta de la Radio<br />

de Stuttgart..<br />

N.M.-Sí, ya me dirán Ustedes qué<br />

les ha parecido, pero bueno, lo cierto<br />

es que esa obra es algo especial,<br />

pero no puedo decir que Mahler sea<br />

un compositor con el que me identifico<br />

global mente de manera especial.<br />

La Cuarta la grabé con la orquesta<br />

alemana porque la Academy aún es<br />

relativamente joven como orquesta<br />

sinfónica y Mahfer es sumamente<br />

complejo. De todas formas, preferia<br />

hacerla primero en público, porque<br />

es él el que te dice si lo haces bien o<br />

no, si comunicas bien o no.<br />

S,-¿Y Brudener?<br />

N.M.-Si, con Bruckner es otra<br />

cosa, es como una prolongación de<br />

Brahms.<br />

S.-De acuerdo a lo que ha expresado<br />

antes respecto a lo ejecución en<br />

público de la Cuarta de Mahler, ¿qué<br />

fOJO: RICHARD HOLT<br />

piensa sobre la tendencia de algunos<br />

artistas a grabar primero el disco y<br />

luego llevar ia obra al público?<br />

N.M.-Está claro que eso obedece a razones comerciales. A mí,<br />

desde luego, no me gusta en absoluto. Un artista necesrta enfrentarse<br />

al público, vivir su reacción, sentir lo que transmite el ambiente.<br />

S.-En el futuro, continuará repartiéndose el tiempo entre la Academy<br />

y la Orquesta de la Rodio de Stuttgart?<br />

N.M.-No, eso durará dos o tres años más. Con la Academy<br />

naturalmente seguiré, probablemente hasta que me muera, pero<br />

no aceptaré ninguna otra titularidad. Hay demasiada política en<br />

esos puestos, y yo lo que quiero es hacer música. Además, quiero<br />

limitar algo mi actividad. Para un director es imprescindible<br />

aparecer en América, Japón y Australia, pero en Europa es<br />

donde me siento más cómodo.<br />

^.-¿Algunos países en particular?<br />

N.M.-En este momento, los lugares más atractivos para mí<br />

son Alemania, Austria y España. Antes también Holanda, pero el<br />

nivel musical ha bajado en los últimos tiempos. España podría<br />

convertirse en uno de los principales centros musicales. Creo<br />

que. como dije antes, se está llevando a cabo una buena política<br />

musical, que está dando sus frutos. En España se percibe un gran<br />

optimismo, no como en Inglaterra, donde andan algo deprimidos<br />

por la economía y por tantos fracasos en el fútbol (nsas).<br />

S.-Entonces, ¿volveremos a verle pronto?<br />

N.M.-Hay planes para un ciclo Beethoven en 1992 en Madrid<br />

y Valencia, pero nos han dicho que todo depende de si los<br />

socialistas ganan las elecciones de mayo. Parece que si ganan es<br />

casi seguro que vendremos y sí no.,, no sé. Sí es seguro que vendré<br />

a Cadaqués en septiembre.<br />

Rafael Ortega Basagoiti<br />

Ruth Zauner


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56


ACTUALIDAD DISCOGRAFICA<br />

Vladimtr Horowítz. Deutsche Grammophon<br />

acaba de publicar un recital en<br />

público de este legendario pianista en<br />

soporte Láser Disc y cinta VHS. El concierto,<br />

celebrado en Viena, recoge la<br />

actuación de Horowitz interpretando<br />

obras de Mozart, Schubert, Liszt, 5c humann,<br />

Chopin y Moszkowski.<br />

Krystiari Zimerman ha registrado por<br />

primera vez los impromptus de Schubert<br />

también para el sello amarillo, en graba-<br />

Kryvian Ztinetman<br />

cion que ha despertado una lógica expectación<br />

dadas sus conocidas dotes técnicas,<br />

musicales y artísticas que. sin duda, estaran<br />

presentes en estos pentagramas schubertianos.<br />

Murray Perahia. Otro célebre pianista<br />

que estará presente en breve en nuestras<br />

páginas de crítica discografica por sus grabaciones<br />

para Sony de los Conciertos 21 y<br />

2? de Mozart con la Orquesta de Cámara<br />

de Europa en la doble misión de pianista y<br />

director. Sony ha publicado también el<br />

recital que el pianista norteamericano dio<br />

en el Festival de Aldeburgh interpretando<br />

obras de Beethoven, Schumann, Liszt y<br />

Rachmaninov.<br />

El Cuarteto Artis que ha realizado<br />

excelentes registros para Auvidis. ha cambiado<br />

de empresa fonográfica y ha sido la<br />

todopoderosa Sony quien ha acogido a<br />

este grupo que ha grabado ya dos series<br />

de cámara para la multinacional japonesa:<br />

los Seis Cuartetos dedicados a Haydn de<br />

Mozart, y los Quintetos, también de<br />

Mozart (los K5I5 y 5/6), en los que el<br />

Cuarteto Artis es acompañado por Michael<br />

Schnrdder como segundo viola.<br />

John Eliot Gardiner ha registrado el<br />

Con nombre propio<br />

Réquiem alemán de Btahms con una nueva<br />

agrupación denominada Orquesta Revolucionaria<br />

y Romántica (se supone que compuesta<br />

por instrumentos de época). A esta<br />

orquesta se ha unido el Coro Monteverdi y<br />

los solistas Charlotte Mangiono (soprano) y<br />

Rodney Gilfry (barítono). La empresa que<br />

ha asumido esta aventura es Philips Classics.<br />

Riccardo Muti y la Filarmónica de Viena<br />

completarán su ciclo Schubert para EMI<br />

con la grabación de las Sinfonías Primera e<br />

Incompleta.<br />

Cécile<br />

O u J s e t<br />

otra pianista<br />

de EMI<br />

Classics.<br />

grabará los<br />

d o s<br />

Conciertos<br />

de Ravel<br />

acompañada<br />

por Simon<br />

Rattle<br />

al frente<br />

de la<br />

Orquesta<br />

S i n f ó n i c a<br />

de la Ciudad<br />

de Birmtngham.<br />

La artista<br />

francesa<br />

registrará<br />

también el<br />

Concierto<br />

de Schumann con Kurt Masur dirigiendo<br />

a la Orquesta Phi!harmonía.<br />

Arthur Schnabel, «el hombre que<br />

inventó a Beethoven» -así lo definió el critico<br />

norteamericano Harold C. Schonberg-,<br />

estará presente de<br />

nuevo en el mercado del disco<br />

con su ciclo dedicado a las<br />

Sonatas y Variaciones para<br />

piano del músico de Bonn<br />

reprocesadas en discos compactos<br />

de EMI Classics. Ei<br />

álbum de Sonoros, ya publicado<br />

en algunos países de Europa,<br />

parece ser que encuentra<br />

dificultades entre los ejecutivos<br />

de EMI para su comercial iza-<br />

Qón en España. ¡Volverán los<br />

tiempos, ahora que estamos<br />

en la comunidad Europea, en<br />

los que nos tengamos que ir al<br />

extranjero a comprar discos?<br />

Deutsche Grammophon<br />

ha publicado una mmi edición<br />

consagrada a tres compositores<br />

célebres, Chopin, Brahms<br />

y Chaikovski, presentada en<br />

tres cajas de diez discos compactos<br />

cada una. Las páginas Ceale Ousset<br />

DISCOS<br />

más atractivas de estos tres grandes músicos<br />

son traducidas por los intérpretes más<br />

ilustres del sello amarillo, de Abbado a<br />

Krystian Zimerman pasando por Argerich,<br />

Bemstein. Gilels, Giulini. Karajan. Norman,<br />

Pollini y un largo etcétera. La mayoría de<br />

estas grabaciones, como fácilmente se<br />

puede suponer, ya estaban disponibles en<br />

discos sueltos (con la excepción de las dos<br />

Bofadas de Chopin -Tercera y Cuarta por<br />

Sviatoslav Richter), por lo que esta edición<br />

de lujo puede tener sentido para los que<br />

quieran empezar a formar una discoteca<br />

básica de estos tres autores. Los tres álbumes<br />

serán comentados próximamente<br />

desde nuestras páginas de crítica discográfica.<br />

Sony Classical ha lanzado una nueva<br />

serie al mercado discográfico bajo el nombre<br />

de Essential Classics, recopilación en<br />

compactos de serie económica de los títulos<br />

más sugestivos del antiguo catálogo<br />

CSS. Los discos más atractivos de esta<br />

colección son los protagonizados por el<br />

inigualable George Szell, que dirige a su<br />

Orquesta de Cleveland en varias de las<br />

interpretaciones que le hicieron justamente<br />

célebre; Sinfonías de Beethoven,<br />

Brahms, Mahler y Mendelssohn. El resto<br />

de tos registros publicados, de menor entidad,<br />

son de las conocidas estrellas de CBS:<br />

Bernstein, Ormandy, Zukerman, Rilling,<br />

etc. Anotemos también la importantísima<br />

reedición en compacto de la Obra completa<br />

de Stravinsky dingida por él mismo<br />

en un álbum de 22 compactos. Recomendamos<br />

desde aquí su adquisición por ser<br />

uno de los indiscutibles monumentos<br />

fonográficos de todos los tiempos, una<br />

colección cuya pnncipal virtud es su enorme<br />

valor cultural y artístico.<br />

SCHEftZO 5/


DISCOS<br />

ACTUALIDAD DISCOGBAECA<br />

Premios<br />

L'Academie Charles CrosS de París ha otorgado sus prestigiosos<br />

premios discográficos anuales. Este año los discos que llevarán<br />

el sello de Grand Prix du Disque serán: la obra para piano de<br />

Fauré por Jean Hubeau (Erato); Wsoge nuptial, Soleil des eaux,<br />

F/gures-DouWes y Prismes de Boulez, dirigidas por el autor (Erato).<br />

Una grabación histórica. L'Histoire du So/dat de Stravinski, dirigida<br />

por Ansermet (Claves); las Sinfonías 98 y 99 de Haydn por Harnoncourt<br />

y el Concertgebouw de Amsterdam (Teldec); Sinfonías<br />

de CP.E. Bach por Gustav Leonhardt (Virgin); la obra para piano<br />

y orquesta de Stravinski por Crossiey y Salonen (Sony); el integral<br />

de Cuartetos de Martinu por el Cuarteto Stamitz (Bayer); üeder<br />

de Brahms por Anne Sofie von Otter (Deutsche Grammophon);<br />

Edípo de Enesco, por Forster (EMI); la Khovatschina de Mussorgski,<br />

por Abbado {DG) y. finalmente, La coronación de Popea de<br />

Monteverdi, por Jacobs (HMU). También han recibido mención<br />

especial la Orquesta de la Sociedad de Conciertos del Conservatorio<br />

de París (Vogue) y obras del siglo XX de Debussy, Ravel.<br />

Roussel y Stravinski por Emst Bour a la cabeza de la orquesta de<br />

la Südwestfunk (Astrée). Como se ve, España aún sigue en mantillas<br />

en cuestión de publicaciones discográficas, ya que de las citadas<br />

anteriormente, sólo las de EMI, DG, HM y Sony han sido<br />

comentadas en nuestra revista (esto quiere decir que las demás<br />

casas no han publicado las citadas grabaciones por no considerarlas<br />

apeas para el consumo).<br />

Swotodov ftchter<br />

Diverdi ha comenzado a distribuir<br />

en España un nuevo sello llamado<br />

Colección Primavera de Praga, consistente<br />

en grabaciones históricas de la<br />

52 SCHERZO<br />

Nuevo sello<br />

Anne Sofie von Otter<br />

Radio Checa de Praga reprocesadas<br />

digitalmente en discos compactos. La<br />

serie se compone de títulos muy<br />

sugestivos, algunos de los cuales les<br />

detallamos seguidamente: Concierto de<br />

piano y Sinfonía n° 8 de Dvorak por<br />

Firkusny, la Filarmónica Checa y Kubelik;<br />

Sinfonlos de Martinu por Karel<br />

Anceri; integral de Conciertos poro<br />

piano de Beethoven por Emil Gileis, de<br />

nuevo la Filarmónica Checa y Kurt<br />

Sanderling; recitales de Emil Gileis<br />

{Haydn, Beethoven, Chopin y Ravel);<br />

música orquestal de Mozart (K.36I,<br />

K.239 y K20I), otra vez por la Filarmónica<br />

Checa, pero dirigida en esta<br />

ocasión por Hermann Scherchen; tres<br />

Sonotos de piano de Mozart (K.3I0,<br />

K.3<strong>55</strong>+494 y K.545) por Sviatoslav<br />

Richter: más música orquestal de<br />

Mozart (K.36I, 319 y 504) dirigidas<br />

por el gran Vaclav Talich; música de<br />

cámara de Schubert, Brahms, Ravel y<br />

Prokofiev interpretada por David Oistrakh<br />

y Frida Bauer... y así un largo etc.,<br />

que hasta incluye un concierto de la<br />

Sinfónica de Praga dirigida por Ataúlfo<br />

Argenta con Julius Katchen al piano.<br />

Nuestra más cordial bienvenida a este<br />

nuevo sello (cuyos discos además son<br />

de precio medio) que nos demostrará<br />

otra vez la penuria interpretativa de<br />

nuestro feliz final de siglo.


Mozart y Gardiner<br />

fdomeneo, la más orquestal<br />

de todas las óperas concebidas<br />

por el genio de Mozart<br />

(escrita para la célebre<br />

Orquesta de Mannheim), saldrá<br />

en breve al mercado discográfico<br />

en una atractiva grabación<br />

de Archiv Produktion<br />

protagonizada por una agrupación<br />

de virtuosos: los Solistas<br />

Barrocos Ingleses dirigidos por<br />

el infatigable john Eliot Gardiner.<br />

En este registro intervienen<br />

también el Coro Monteverdi<br />

y los siguientes solistas:<br />

Anthony Rolfe Johnson, que<br />

encama el papel que da nombre<br />

a la ópera; Anne Sofie von<br />

Otter (Idamante). Sylvia<br />

McNair (llia), Hillevi Martinpelto<br />

(Elettra) y Nigel Robson<br />

(Arbace). La grabación, tomada<br />

en concierto público en<br />

junio del pasado año en el<br />

Queen Elizabeth Hall, es la primera<br />

de una serie de siete<br />

que comprenderán todas las john Eliot Qoréner<br />

óperas de madurez del salzburgués. A<br />

Idomeneo le seguirá La demenzo di Tito y Fígaro, en 1994 Don Govanni y, finalmente,<br />

El rapto en el serrallo. En 1992 se registra- en 1995 La flauta mágica. Un ambicioso<br />

rá Owf fon tutte, en 1993 Las bodas de proyecto que esperamos arroje nuevas<br />

luces sobre la interpretación mozartiana<br />

Adiós a un perro entrañable<br />

La imagen más universalmente asociada<br />

al sonido grabado, la del célebre<br />

perro Nipper delante de un antiguo gramófono,<br />

sello durante más de noventa<br />

años de His Master's Voice, ha sido desterrado<br />

definitivamente de la empresa<br />

británica, que lo ha cambiado por un<br />

moderno logotipo de letras blancas<br />

sobre fondo rojo que también estará<br />

presente en los discos americanos<br />

Ángel Records. La frase de presentación<br />

de EMI Classics dice: "Un nuevo símbolo<br />

para un gran nombre clásico". Los tiempos<br />

cambian, en efecto, y quizá los Rattle,<br />

Nomngton, Tate, Sawallisch, Muti y<br />

compañía se merezcan otra cosa más<br />

acorde con los tiempos que vivimos:<br />

más modernos, asépticos, vulgares y tristes<br />

que los pasados, que no es que fueran<br />

ni mejores ni peores, sino decididamente<br />

diferentes y con otros objetivos<br />

artísticos.<br />

EL BARATILLO<br />

Dos tazas<br />

DISCOS<br />

Si no quieres caldo, dos tazas. Esta<br />

sección, que se inauguró con Max<br />

Reger, prosigue con john Cage. Y es<br />

que en nuestro imparable descenso<br />

hacia el barthesiano grado cero de la<br />

baratura no cutre, en un alarde de abismamiento<br />

en la mística de la ocasión,<br />

hemos encontrado una perla cuyo<br />

color podrá agradar o no, pero cuyo<br />

precio está diciendo tómame, Belleza<br />

intelectual -aunque a alguno aburra, si<br />

cabe, más que Reger- y coste agradecido.<br />

Pedir más es puro vicio.<br />

He aquí, pues, que en una cadena de<br />

establecimientos dedicada a dar de<br />

comer -mayormente a la italiana- y a<br />

favorecer el consumo a deshoras,<br />

puede encontrarse por poco menos de<br />

medio talego una excelente interpretación<br />

-Bunger y Clayton creen en lo que<br />

hacen-, magníficamente grabada, de<br />

Four Wolis, la obra que John Cage escribiera<br />

para Merce Cunningham. Ojo aJ<br />

buscar, pues un encargado desconocedor<br />

-a quien creo podemos perdonar<br />

sin punición alguna- ha colocado el<br />

compacto entre los de jazz, ignorando<br />

el carácter fetichlstico-cultural del producto<br />

en cuestión.<br />

Four Watts, naturalmente, es capaz,<br />

como tanta música de su autor, de irritar<br />

al santo, dormir al insomne, violentar<br />

al manso de corazón, encrespar al<br />

esposo contra la esposa, al padre contra<br />

sus hijos y al creyente contra su<br />

Dios, sea éste el verdadero o cualquiera<br />

de los falsos. Más de sesenta minutos<br />

de esta música muy bella en ocasiones,<br />

ardua otras, segura a la vez de seducir y<br />

de poner en guardia, con unos silencios<br />

que según las excelentes notas al programa<br />

forman parte del discurso, pero<br />

que el oyente de corazón simple confundirá<br />

con los descansos entre crack y<br />

track -con lo cual las catorce pausas le<br />

parecerán catorce mil- hacen que<br />

quien escucha -tal vez catecúmeno de<br />

lo contemporáneo- pueda, reconozcámoslo<br />

sin ambages, cansarse. Pero<br />

cuando vea -mortal al cabo- que con<br />

el cambio que le devolvieron puede<br />

tomarse un par de cañitas con media<br />

de sangre en el bar de la esquina, dará,<br />

qué duda cabe, la labor por buena.<br />

Nadir Madriles<br />

CAGE; Four Wall¡ Richard Bunger, piano. Jay<br />

Clayton, voz. TOMATO 2696597. Ingeniero da<br />

sonido: MltcheN Tanenbaum. Productor Helner<br />

Sudler. Gribado en loi Capítol Recording Studioi.<br />

de Loi AngeJet, en M>no de 1979. Duraclin:<br />

6017". 495 peietii<br />

SCHERZO 53


DISCOS<br />

REFERENCIAS<br />

Rastreando en el baúl de los recuerdos,<br />

en viejos archivos y en antiguas<br />

listas y siguiendo la relación de las<br />

más recientes publicaciones es posible<br />

contabilizar alrededor de cuarenta grabaciones<br />

integrales del Otelio vefdiano, considerando<br />

tanto las realizadas en estudio<br />

como las tomadas en vivo; incluyendo las<br />

comerciales y las privadas.<br />

Para empezar conviene apuntar los rasgos<br />

y cualidades que deben -o deberfantener<br />

los tres cantantes protagonistas a fin<br />

de acercarse con mínimas garantías a los<br />

correspondientes personajes. Se ha hablado<br />

siempre de Otelio como un papel destinado<br />

a un tenor di forzó (un spinto o<br />

dramático) y, en efecto, no pocas de las<br />

condiciones de una voz de este tipo pide<br />

Vendi; pero hay que reparar en el hecho<br />

de que el compositor no estaba muy convencido<br />

de la total adecuación de su primer<br />

moro, Francesco Tamagno. un instrumento<br />

monumental, torrencial, vigoroso<br />

en extremo, de no demasiados resortes<br />

canoros, incapaz de servir, con la musicalidad<br />

exigida, algunos de los matices expresivos<br />

(dinámicos, acentuales, interpretativos)<br />

previstos que ayudan a componer<br />

una imagen del conturbado gobernador<br />

de Chipre llena de claroscuros y que ha<br />

de venir dada por la unión de un arte de<br />

canto no exento de apasionado lirismo en<br />

ocasiones y de un rotunda presencia y<br />

agresividad vocales aptas para subrayar la<br />

crispación y encorajinamiento del protagonista,<br />

cuya evolución, eso es muy importante,<br />

ha de verse daramente.<br />

Desdémona, más brevemente, ha de<br />

ser una soprano lírica plena o llrico-spinto.<br />

Es un personaje algo simple pero dulce,<br />

ingenuo y amoroso, Capacidad para el<br />

canto spianato. para el legato y la media<br />

voz y buen fuelle para campanear sobre el<br />

gran conjunto del tercer acto, lago, que<br />

es el malo, ha de ofrecer, sin embargo,<br />

porque no es de una sola pieza, al lado<br />

del aspecto demoniaco, matices contrastantes<br />

que revelen la progresión de sus<br />

maquinaciones y la sutileza de sus planteamientos.<br />

Pide un barítono más bien oscuro<br />

pero de clara proyección sonora, adecuada<br />

entonación, habilidad para la sfumoture<br />

y, no se olvide, firme agudo (el Credo<br />

\o solicita).<br />

Dos grandes lineas interpretativas aparecen<br />

representadas por las grabaciones<br />

de Arturo Toscanini y Herbert von Karajan<br />

situadas, respectivamente, en 1947 y<br />

1974. El primero, "electrizante, vigoroso,<br />

implacable, angustioso en su casi siniestra<br />

descripción, de un solo plumazo, del<br />

drama, que alcanza extraordinarias cotas<br />

de fatalismo merced a un obsesivo control<br />

del ritmo y a un fraseo ceñido y Itero de<br />

54 SCHERZO<br />

De la humana imperfección<br />

asperezas. El segundo, con el antecedente<br />

de su propia -y en algunos casos preferible-<br />

versión de 1961, mucho más variado,<br />

menos férreo, más patético y colorista,<br />

sutilísimo, da más oportunidades para la<br />

expresión cantabile y el lirismo reconfortante,<br />

aunque con todo ello pueda perder<br />

a veces el norte preciso del drama global.<br />

Con el italiano encontramos uno de los<br />

moros de más sentida expresión, el chileno<br />

Ramón Vinay, antiguo barítono (algo<br />

bastante habitual en intérpretes de esta<br />

parte), de oscuro color y recia pasta, que,<br />

a despecho de ciertos excesos, delinea, de<br />

la mano toscaniniana, un personaje<br />

sufriente, noble, embarcado sin saberlo en<br />

una tragedia que acabará por destruirlo.<br />

La voz, gutural, sofocada, destimbrada,<br />

opaca casi siempre, no le ayuda: corta en<br />

el agudo, problemática en el pasaje, de<br />

esforzada emisión. Mucho mejor en este<br />

aspecto el lago de Giuse4ppe Valdengo,<br />

buen froseggiotore, musical, de muy nítida<br />

dicción y excelente proyección del sonido<br />

en la zona superior, enemigo de efectismos<br />

fáciles; aunque su color, demasiado<br />

claro, y su debilidad en graves hagan perder<br />

bastante de prestancia y credibilidad a<br />

su canto, sobre todo por enfrentarse a un<br />

Otelio baritonal.<br />

El Otelio que con Karajan incorpora el<br />

canadiense jon Vickers tiene el mérito de<br />

ser uno de los mejor cantados -atendiendo<br />

casi todas las anotaciones<br />

de Vendí- y de mostrar la complejidad<br />

del personaje y su<br />

correspondiente evolución de<br />

forma muy diáfana. Medias voces<br />

-no siempre conseguidas-, filados,<br />

variedad de acentos permiten<br />

al tenor acercarse al proceloso<br />

espíritu del protagonista. Su<br />

Dio mi potew scogiior es un ejemplo<br />

de bien decir cantando, no<br />

declamando, en una línea que<br />

recuerda al histórico testimonio,<br />

en alemán, de Laurtiz Melchior,<br />

apoyado por una voz impresionante<br />

de poder, de maleabilidad<br />

y de belleza tímbrica. Cosas que<br />

le faltan en buena parte a la de<br />

Vidters, ya muy degradada por<br />

esas fechas, apurada en agudos,<br />

desigual y leñosa. Nada atractivo<br />

ofrece en lo vocal el inglés Peter Glossop,<br />

nasal y (leño de trucos, aunque,<br />

orientado por la batuta, alcanza algunas<br />

interesantes cotas expresivas. Bellísima la<br />

voz de la Freni, cálida, redonda; atractiva<br />

también la manera candorosa deplantear<br />

su Desdémona, excelentemente dicha:<br />

queda perjudicada, no obstante, por falta<br />

de squi/fa amba y relativa fragilidad de su<br />

registro grave. Impresionante la Filarmó-<br />

nica de Berlín y desigual toma sonora.<br />

Muy bien los coros.<br />

Entre estas dos versiones se sitúan las<br />

de Alberto Erede (19<strong>55</strong>0 y Franco Capuana<br />

(1956) de Mario del Monaco, probablemente<br />

el más famoso moro de los cincuenta<br />

a los sesenta- Y no sin razón: voz<br />

impactante, broncínea, ancha, robusta (su<br />

essuftote es impresionante); agudos vibrantes,<br />

seguros, colocados, con mordiente;<br />

slanao indudable y cautivante. Lástima<br />

que, frente a ello, el cantante estuviera<br />

aquejado de insolubles defectos de fonación<br />

-con notas de cierto compromiso en<br />

el paso- y fuera incapaz de hacer una<br />

media voz en condiciones o plantearse<br />

una mínima puesta en práctica de la<br />

messo di voce. Numerosos efectos de no<br />

muy buen gusto jalonan esta interpretación<br />

calurosa, temperamental e imperfecta.<br />

Purísimo el timbre, sobre todo en centro<br />

y medio agudo, de Tebaldi, todavía<br />

con la voz cristalina, carnosa; es un gozo<br />

escucharla, aunque su talla como intérprete<br />

no le permita franquear una amable<br />

capa epidérmica. Irrelevante Protti, de<br />

notable vulgaridad, que deja que el toro<br />

se vaya vivo al corral. Estos tres mismos<br />

cantantes grabaron la primera versión de<br />

Karajan seis años más tarde. La pareja protagonista,<br />

sin el mismo esplendor vocal,<br />

alcanzó aquí niveles expresivos y musicales<br />

de mayor entidad. La interpretación de<br />

Verdi<br />

OTELLO<br />

Vickers<br />

Freni<br />

Glossop<br />

LkM ir, n«art-a Oft, bife<br />

Brríínrr Phtlharmuniker<br />

Capuana aparece presidida por la excelente<br />

disección que Giuseppe Taddei hace<br />

del alférez aprovechando sus reconocidas<br />

dotes histriónicas, su inteligencia dramática<br />

y su bello color baritonal. Uno de los<br />

mejores lagos. A su lado un interesante<br />

Otelio del argentino Carlos Guichandut<br />

(el rival de Del Monaco por aquella<br />

época), también antiguo barítono. La voz<br />

era bella, pero poseía buen metal y exce-


lente proyección arriba; como intérprete<br />

se defendía sin llegar a calar. Bastante respetuoso<br />

en general con lo escrito, pero<br />

amigo de acentos nada musicales.<br />

En 1961 Tullio Serafín grabó, con los<br />

mediocres conjuntos de la Opera de<br />

Roma, una versión lentísima y plagada de<br />

fallos de ejecución. En ella se reunía un<br />

buen reparto: Vrckers, que en mejor estado<br />

vocal que en 1974 (dentro de las limitaciones<br />

que siempre tuvo su singular instrumento),<br />

anunciaba ya algunos de sus<br />

aciertos expresivos posteriores: Leonie<br />

Rysanek, Desdémona quizá falta de<br />

espontaneidad y frescura pero magnífica-<br />

mente cantada, con técnica y poder; Tito<br />

Gobbi, lago demoníaco y torvo, excelente<br />

comediante, apoyado en un buen y oscuro<br />

-algo tremolante- centro y en un<br />

esforzado y /i/o agudo, demasiado amigo<br />

de ciertos excesos. No menos lenta pero<br />

mucho mas cuidada, matizada y sentida, es<br />

la dirección que nos dejó en 1969 Barbirolli,<br />

con una espléndida New Philharmonia<br />

y un equipo desigual: al lado de un<br />

sutilísimo, pero algo fuera de sitio. Fischer-<br />

Dieskau y una entonada -con sus destemplanzas<br />

habituales- Gwyneth jones, un<br />

inaceptable McCraken, tan exagerado e<br />

histérico como el que más, pero con un<br />

instrumento vocal lleno de problemas<br />

emisores, esforzado, nervudo, representativo<br />

de un muscular modo de cantar.<br />

Importantes virtudes posee la grabación<br />

de Georg Solti de 1978: una dirección<br />

muy contrastada -y más coherente que<br />

otras recogidas en vivo debidas a su batuta-,<br />

llena de sabor teatral y de excelente<br />

continuidad: una impecable prestación.<br />

algo falta de carne escénica, de Margaret<br />

Pnce; un toen dibujado lago de Bacquier,<br />

muy limitado vocalmente sin embargo, y<br />

un hasta cierto punto sorprendente Otelta<br />

del argentino Carto Cossutta. voz demasiado<br />

lírica para el papel, aunque no exento<br />

de las ventajas que proporciona un respeto<br />

a lo escrito y una plausible humildad<br />

para servirlo. Buena prestación orquestal.<br />

Y llegamos asi a la era Domingo. En<br />

1978 aparece su primera grabación, tras<br />

tres anos de madurar la parte en los escenarios.<br />

La voz del cantante madrileño no<br />

era tampoco a priori la más idónea para<br />

abordaría, bien que él se hubiera preocupado<br />

de ensombrecería y ensancharla.<br />

Aun así, en plena forma, el tenor podría<br />

dar una imagen plausible -con desbordamiento<br />

en el dúo del primer acto, por<br />

ejemplo-, con buena pasta tenoril, del<br />

personaje. La realidad ha contradicho en<br />

parte estas expectativas porque en lo<br />

vocal los problemas se han muftiplicado<br />

(escaso fiato, pobre legato, desigual regulación,<br />

dificultad en el registro alto...) y en<br />

lo interpretativo el cantante ha preferido<br />

irse a lo fácil, al efecto platéale,<br />

al retrato de una histeria,<br />

de una epilepsia permanente,<br />

al abuso de exclamaciones y<br />

exabruptos, al grito. De todas<br />

formas, la versión del 78,<br />

gobernada por la batuta nerviosa<br />

y excitante, aunque<br />

superficial del en este caso<br />

toscaniniano james Levine, es<br />

superior a la cinematográfica<br />

de Zeffirelli-Maazel de 1986; y<br />

no sólo por él, que está<br />

menos exagerado y mejor<br />

vocalmente en aquélla, sino<br />

por la estupenda Desdémona<br />

de Renata Scotto. que da realmente<br />

con el corazón y el<br />

sentido del personaje, a pesar<br />

de sus debilidades en el agudo<br />

y su vibrato ancho. Está en puertas una<br />

nueva grabación de Solti proveniente de<br />

un concierto de despedida en Chicago<br />

(comentado en el número anterior por<br />

José Luis Pérez de Arteaga) y en la que se<br />

ofrece la novedad -a priori poco estimulante-<br />

de que el protagonista está servido<br />

por Pavarotti. A la espera de ella conviene<br />

resumir lo hasta aquí dicho y aportar algún<br />

que otro dato. En su conjunto deben preferirse,<br />

si bien todas ellas se encuentran<br />

lejos de la perfección, las versiones de<br />

Toscanini, Karajan II, Barbirolli, Sorti y Levine.<br />

Por la prestación vocal habría que<br />

conocer la de Serafín, la de Capuana y la<br />

de Erede (con las limitaciones señaladas<br />

para cada instrumento). Y por lo encendido<br />

del discurso a la tan poco ¡diomática<br />

de Furtwangler. Se acierta a atisbar -el<br />

sonido es deficiente- la gran dirección de<br />

Kleiber, no muy bien acompañado en lo<br />

vocal, si se exceptúa una exquisita Desdémona.<br />

¿El mejor moro? Habría que reunir en<br />

un tenor ideal la intensidad expresiva de<br />

Vlnay, las buenas notas de Del Monaco, la<br />

musicalidad de Víckers. el metal del joven<br />

Giovanni Martinelli, la comprensión y<br />

corrección de Zenatello, el calor de Caruso...<br />

El poder y arte de Melchior... Son elucubraciones.<br />

Sí conviene anotar el interés<br />

histórico de algunas grabaciones no<br />

comentadas directamente en las que participan<br />

algunas Desdémonas de excepción<br />

como Elisabeth Rethberg, Victoria de los<br />

DISCOS<br />

Angeles, Uva Ügabue, Raina Kabaiwanska o<br />

Virginia Zeani, que grabaron, aquí y allá,<br />

trozos de la obra o la dejaron impresa en<br />

pirata. Y lagos Apollo Granforte, Lawrence<br />

Tibbett o Leonad Warren.<br />

Arturo Reverter<br />

Se relacionan a continuación las<br />

principales grabaciones de la discografía<br />

de Ote//o, bastantes de ellas<br />

localizables en España, muchas ya<br />

i n en contrables en cualquier latitud.<br />

Las realizadas en estudio llevan una E<br />

entre paréntesis; las tomadas en vivo<br />

una V. Cuando se hayan publicado<br />

en CD se hará constar. A fin de<br />

abreviar, solamente se mencionan,<br />

después del director y coros y<br />

orquesta, o en su caso teatro, los<br />

tres protagonistas; en este orden:<br />

Otello, Desdémona, Sago. En último<br />

lugar figurarán la referencia y el año<br />

del registro (no el de regrabación si<br />

la hubiere). Para completar la lista se<br />

han utilizado, entre otras fuentes, L'Avant<br />

Scene (mayo-junio 1976), catálogos<br />

diversos, Guide des operas de<br />

Verdi (Fayard, París, 1990) con dtscografía<br />

de Piotr Kaminski, // 7eatro d'opera<br />

in disco (Rizzoli, Milán, 1976) de<br />

Rodolfo Celletti. Únicamente se consignan<br />

versiones completas.<br />

Sabijno. LJ Suli. Fusati. Carbone, Granforte.<br />

HMV-Rodolphe. 1931 CD (E).<br />

Panizza. Metropolitan. Martin el ti. Rethberg.<br />

Tlbbert. Goldtn Ag«. 1938, IMO (V).<br />

Totcinlni. NBC. Vina?, Nelli, Valdango. RCA.<br />

IW7. CD(V).<br />

Busch. Metropolitan. Vlnay. Altane». Wirren.<br />

Prívate Records. 1948 (V).<br />

Furtwangler. Sahburjo. Vtnay. Martinis, Schoffler.<br />

Rodolpht I9SI CD(V).<br />

Erede. Sana Cecilia. Od Mantea, Tebaldl. Proai.<br />

Deca. I95S (E).<br />

Capuana. RAJ Turín. Guicrtandut. Broggini. Taddd.<br />

Cetra. 1956 (E).<br />

Kanjin. Opera Viena. filarmónica Vieni- Del<br />

Moóraco, TebakU. Proctí. Decaí. 1961. CD(E).<br />

Sertfin. Opera Rom*, vkktn, Ryianek, Gobbi.<br />

RCA. 1961. CD{E).<br />

Sota. Covent Garden. Dd Monaco, Kaba/wanska,<br />

Gobbi. Nuova En. 1962. CD (V).<br />

Sanzogno. Opera Dallas. Del Monaco. Ligabue,<br />

Vln».. Mstodwn, 1962 (V).<br />

oarbiroUl. Ambrollan, New PtuIharmortaL MeCraken,<br />

Jones. Fscher-Diejkau. EMI. 1969 (E).<br />

Kan|in. Opera Bertln. Filarmónica Bartfn. Vicken.<br />

Fren. Glouop. EMI. 1974. CD (E).<br />

Klertw. La Scala. Domingo. Freni. CappucciIN.<br />

HRE. 1976 (V).<br />

Solti. Opera Ytona. Harmónica Viera. CosutB.<br />

Price. Bacqi^Br. Decca. 1978 (E).<br />

Levine. Ambrollan, National Philharmonk.<br />

Dommgo. Scono, Mlkief- RCA 1978 CD (E)<br />

BAtr Engtiih Nttíonal Opari. Crtlg. Ptowrlfhi,<br />

HowletL EMI. 1983 (V).<br />

Maazd. La Scala. Domfnfo, RtccñnHi, Dfai. B-H,<br />

1986. CD[E).<br />

SCHERZO <strong>55</strong>


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La filosofía de la excelencia<br />

BACH: Porütas para órgano sobre tos coroíes<br />

Adi. wos solí kt\ Sunder machen BWV 770;<br />

Christ der du bist der hefíe Tag BWV 766: O<br />

Gott, BWV 767; Sei gegrusset. BWV 768.<br />

Simón Preston, órgano. CD DEUTSCHE<br />

GRAMMOPHON 42977S-2. DDD 1989.<br />

Soro (Dinamarca) por H. Burk. Director<br />

artístico: G. Ptoebich. 54'.<br />

BACH: Fantasía cromático y fuga BWV<br />

901 7bccatosBWV9i2, 913.914. 9)6. Fonlas/o<br />

BWV 906. Kenneth Gilbert, clave. CD<br />

ARCHIV 431 659-2. DDD Chames 1990<br />

por A. Wedman. Director artístico: G. Ploebsch.<br />

5747".<br />

Quienes huyen de tos extremos<br />

(pero, diablos, ¡por qué?), o sea,<br />

de la integral de la obra de Bach<br />

para órgano por Ton Koopman (en curso de<br />

realización para Novalis. y pésimamente distribuida)<br />

y de los discos de leonhardt y de<br />

Staier (con un programa similar ai de Gilbert<br />

Pro Arte/RCA Senon y Philips para el primero<br />

y Deutsche Harmonia Mundi para el<br />

segundo) encontrarán en estos nuevos CD<br />

unas interpretaciones paralelas y equilibradísimas.<br />

La reputación de neutralidad que acompaña<br />

al arte de Simón Preston habrá de ser<br />

puesta en entredicho, ya que el intérprete,<br />

para estas obras de juventud, solicrta la extraordinaria<br />

variedad de registro (siempre dentro<br />

de un clima severo) del órgano de la abadía<br />

danesa de Soro del siglo XVI, restaurado<br />

un siglo más tarde y finalmente hace cincuenta<br />

años siguiendo las medidas de origen.<br />

Preston equilibra el lado arcaizante, a veces,<br />

de las obras con las audacias y experimentaciones<br />

sonoras (BWV 767. 768) que volveremos<br />

a encontrar en ei Orgelbuchlein.<br />

El mismo espíritu barroco (a pesar de lo<br />

que se pueda decir) que animaba a Helmut<br />

Walcha en la 8WV 765 (grabación de 1947,<br />

reeditada, Archiv) está aquí presente en la<br />

sobriedad, ligereza y a la vez diversidad de<br />

los fraseos y registraciones. En un programa<br />

de gran coherencia. Gilbert privilegia una<br />

cierta introspección que conviene perfectamente<br />

al aire de improvisación de las toccotos.<br />

La tensión, casi la calidad vocal que<br />

encontramos en Leonhardt o en Staier, realzada<br />

por la extrema atención prestada a la<br />

articulación, deja sitio, en la interpretación<br />

de Gilbert (y no se trata de una carencia) a<br />

una búsqueda de tipo armónico (Tbccolas se<br />

llaman estas obras) que se realiza de manera<br />

perfecta en todos los episodios intermedios<br />

(las modulaciones extrañas, la combinación<br />

de las técnicas de fuga con las dinámicas, la<br />

escritura italiana...)<br />

P.B.<br />

BACH: Sonetos y Paratas para violln soío.<br />

BWV 1001/1006 Lydta Mordkovitch. Productor<br />

B. Couzeni. Ingeniero: R. Couzens.<br />

Grabado en Forde Abbey, Charde, Somerset;<br />

noviembre. 1987. CHANDOS 8835/6.<br />

DDD 74'47\ Distribuido por Harmonia<br />

Mundi.<br />

La escritura para violln solo<br />

-como la de violonchelo solode<br />

Bach es un arma de dos filos:<br />

de un lado, su cualidad canónica, de clásico<br />

absoluto, la impone como habitual; de otro,<br />

su innegable dificultad, duplicada por el<br />

DISCOS<br />

hecho de ser la lógica y no el lucimiento la<br />

causa, la distancia como ideal inasequible. Se<br />

nos muestra asi, en su necesidad imposible,<br />

o imposibilidad necesana. como un reto, que<br />

endurece, o reblandece, la critica cuanto se<br />

quiera y en la dirección que se quiera: en<br />

función de lo imposible, todo mérito es<br />

sobrado; en función de lo necesario, todo<br />

empeño es poco. Una media ponderada de<br />

ambos |uicios radicales nos inclina a aceptar<br />

como válida la lectura que, en este caso,<br />

hace Lydia Mordkovitch del imprescindible<br />

monumento, añadiendo que, si ella nunca<br />

puede ser definitiva, siempre es, y por la<br />

misma razón, provechosa. Pienso que la más<br />

acabada interpretación del gran Bach -estamos<br />

en ello- tan sólo se cumple en la<br />

mente de los que le olmos con asiduidad y<br />

devoción, sobrepasados los achaques del<br />

intérprete que, en este caso, como en los<br />

demás, pero mucho más que en los demás,<br />

provee una mediación necesaria, pero insuficiente:<br />

nada menos; pero nada más. La ventaja<br />

del que oye y solo oye es que puede oír<br />

a través de muchos, y algunos muy perspicaces,<br />

oídos. En todo caso, el oyente hallará<br />

-imagino- en este par de compactos ocasiones<br />

de fruición nada desdeñables: la Loure<br />

de la Tercero Portita, por ejemplo, puede ser<br />

una de ellas.<br />

JAA.<br />

BACH: Misa en si. Felicrty Lott (»op. I),<br />

Anne Sofie von Otter (sop. 2/contralto).<br />

Hans Peter Blochwia (ten.), William Shimell<br />

(bar.), Gwynne Howell (bajo). Coro y<br />

Orquesta de la Sinfónica de Chicago.<br />

Georg Solti. 2 CD- DECCA 430 353-2<br />

DDD, 1990. Chicago, por S. Goodall y S.<br />

Eadon. Director artístico: M. Haas. I h. 53'.<br />

Soto prometió volver a pensar su<br />

última integral de las Sinfonías de<br />

Beethoven (que no he sido el<br />

último en aplaudir en SCHERZO) según criterios<br />

mus ico lógicos más afines a nuestra<br />

nueva sensibilidad, y (en parte) cumplió.<br />

Parece haber cambiado de opinión en el<br />

momento de grabar la Misa en si; 'rse puede<br />

interpretar la Misa de dos maneras: utilizando<br />

instrumentos antiguos, y por culpa del<br />

sonido pequeño, utilizar un coro pequeño:<br />

al contrario, de la manera justa, utilizando<br />

instrumentos modernos. ya que estoy seguro<br />

que Bach. Mozart y Haydn lo hubieran<br />

preferido. Estoy muy satisfecho, extremadamente<br />

contento del resultado de esta grabación...».<br />

Deseo a Solti que también el público<br />

lo esté, pero, aparte de la utilización o no<br />

de instrumentos adaptados a su repertorio,<br />

quisiera aclarar un punto: Solti, con toda<br />

mala fe (porque no es un ignorante) finge<br />

confundir los parámetros interpretativos<br />

musieológicos (o sea. fraseo, dinámicas,<br />

equilibno sonoro...) con un único problema<br />

estético relacionado con el timbre de los<br />

instrumentos. Que Solti escoja una dinámica<br />

general de tipo wagneriano para Bach (el<br />

Credo) sin preocuparse por las relaciones<br />

dinámicas intrínsecas (aunque Sortí declare<br />

no escuchar ningún disco, Leonhardt Gardiner<br />

y de manera más acida o radical Parrott<br />

y Rjflcin han dado ejemplos valiosos de lo<br />

que puede ser esta obra); que Solti no se<br />

preocupe por la incoherencia entre los staccatos<br />

momentáneos y el legato ger>eralizado;<br />

SCHERZO 57


DISCOS<br />

por las diferentes emisiones vocales de los<br />

solistas (unos vibran, otros no); por la confusión<br />

coral (80 son demasiados para la claridad<br />

de las dobles fugas; 32 constas bastan)...,<br />

todo esto no es muy grave, y seguiremos<br />

queriendo a las intervenciones de Solti en<br />

Mahler, pero que con falsos argumentos se<br />

burle del trabajo (de la vida) de los Leonhardt<br />

Hamoncourt, etc.. y de nuestro legítimo<br />

deseo (y curiosidad) de escucharles,<br />

resulta grotesco e intolerable.<br />

P.S. Quienes quieran escuchar la Miso con<br />

orquestación tradicional (o sea instrumentos<br />

modernos) y estilo pre-auténtico. se alegrarán<br />

de la reedición de la versión Kl<br />

(EMI, 1965).<br />

P.£<br />

BACH: Surtes pora orquesto BVW 1066-<br />

1069. Le Concert del Nationi. La Capella<br />

Reial de Catalunya . Jordi Savall. 2 CD<br />

ASTREE AUVIDIS E 8727- DDD en Mea.<br />

1990 por M, Bernstein y C. Gilart de<br />

Keranflec'h. Productor: M. Bemstein. IOS'.<br />

En caso de querer ordenar las<br />

interpretaciones de las Suites<br />

según ejes barrocos, podramos<br />

encontrar en el pninero: la Pasión de Harnoncoutt<br />

(Teldec) opuesta o equilibrada por<br />

la Melancolía de Kuijken (Deutsche Harmonía<br />

Mundi); en el segundo: el rigorismo puntano,<br />

o tai vez calvinista de Hogwood (L'Oiseau<br />

Lyre) contradicho o provocado por la<br />

fantasía liberadora, o tal vez escatológica de<br />

Koopman (Erato); en el tercero: la polifonía<br />

confusa de las versiones llamadas modernas<br />

(habria que cambiar de término) rehabilitada<br />

por la lectura cursiva de Pinnodc (Archiv); en<br />

el último eje, encontraríamos la elipse barroca<br />

(pienso en los esbozos de los anquitectos)<br />

grabada por Música Antiqua Kflln<br />

(Archiv) a ia cual se enfrenta la nueva versión<br />

de Savall que habria que clasificar bajo<br />

el signo de la voluptuosidad: pienso en los<br />

cuadros de Brueghel el Viejo: todo un<br />

mundo feliz en sus quehaceres cotidianos o<br />

extraordinarios, gustando de la buena comida<br />

y del baile. Versión íntima como aquellas<br />

fiestas campechanas, y vitales; alegre desorden<br />

servido por unos solistas extraordinarios<br />

(Fabio Biondi, viol(n) que saborean los sonidos<br />

como frutas maduras. La extraordinaria<br />

calidad de la grabación nos restituye aquel<br />

ambiente de fiesta.<br />

BARTOK: Concierto pora orquesto (Eitreno<br />

mundial, Boston, I de diciembre de<br />

1944). BRAHMS: Sinfonía n." I en do menor<br />

op. 68 (Boston, 17 de febrera de 1945).<br />

Orquesta Sinfónica de Boston. Director:<br />

Serge Koussevitzky. Grabaciones históricas.<br />

STRADIVARIUS STR 13614 CD.<br />

ADD. Duraciones; 35'47" y 4TI4", respectivamente.<br />

Distribuido por Diverdi.<br />

Es éste uno de tos casos en que<br />

está justificadísimo desempolvar<br />

una cinta de calidad sonora<br />

dudosa, ya que se trata de un documento<br />

de primer orden. Los bartókianos hemos<br />

soñado a menudo con la posibilidad de que<br />

58 SCHERZO<br />

Un espléndido disco nos propone<br />

ahora Decca en España<br />

dedicado enteramente a un<br />

compositor ya clasico al que, sin embargo,<br />

no se le dedica la suficiente atención fuera<br />

de sus tres o cuatro partituras de repertorio.<br />

Estas grabaciones con tres obras célebres<br />

ma non troppo de Béla Bartók están<br />

interpretadas en su aspecto musical por el,<br />

posiblemente, máximo director de estos<br />

pentagramas en la actualidad, Sir Georg<br />

Solti. La grabación, clarísima, natural y muy<br />

definida, en la mejor linea de las hechas por<br />

Decca; la orquesta es el prodigio de siempre,<br />

de una perfección admirable y, al<br />

mismo tiempo, un poco agobiante; los<br />

miembros de la Chicago Symphony parecen<br />

músicos de otra galaxia (las comparaciones<br />

son odiosas, pero suponemos cómo<br />

se debe sentir un músico de una orquesta<br />

latina al escuchar bien en vivo, bien en<br />

disco, a una agrupación como ésta; evidentemente,<br />

volvemos a repetir que una<br />

orquesta asi no se hace por generación<br />

espontana, sino a fuerza de trabajo). La<br />

dirección de Solti es de lo más cuidado y<br />

musical que hemos podido escuchar del<br />

maestro anglo-húngaro, en nuestra opinión<br />

se conservara algún documento grabado de<br />

las interpretaciones de Bartók acompañado<br />

por Furtwiíngler, aunque sabemos que en<br />

los anos veinte no existía el soporte magnetofónico<br />

que conocemos hoy. En cierta<br />

medida, la grabación del Concierto poro<br />

orquesto del dia del estreno viene a compensamos<br />

de aquel anhelo imposible. Desde<br />

luego. Koussevrtzky nunca fue FurtwSngler. ni<br />

la Orquesta Sinfónica de Boston tenia por<br />

entonces el envidiable nivel de años después,<br />

de ahora mismo. Pero esto nos infoma<br />

de cómo se vio esa obra de Bartók, que de<br />

manera tan plena iba a instalarse anos después<br />

en todos los repertorios, en un medio<br />

hostil ala música contemporánea, que el<br />

bueno de Koussevitzky defendía contra viento<br />

y marea. La interpretación chocará a<br />

quienes conozcan bien el Concierto y habrá<br />

momentos que le parecerán nuevos o por<br />

lo menos muy diferentes, como ciertos<br />

momentos del Fnale, del propio Gioco delle<br />

coppie y casi toda la Elegía Es una obra tan<br />

grabada -no sabemos si es la obra de un<br />

gran autor del siglo XX más registrada al<br />

margen de exitazos como el Bolero de Ravel<br />

Para reconciliarse con Soltí<br />

más preocupado últimamente en acumular<br />

grabaciones que en profundizar sobre las<br />

mismas (un mal común, sólo hay que repasar<br />

la lista de las grandes estrellas de las<br />

multinacionales del disco). Sin embargo,<br />

aqui Sotti ha continuado en su gran linea<br />

interpretativa comenzada en los años<br />

sesenta en sus primeros registros bartokianos<br />

con la Sinfónica de Londres, salvo que<br />

las versiones que ahora comentamos son<br />

más meditativas y equilibradas que las primeras,<br />

caracterizadas en lineas generales<br />

por una violencia y una exaltación rítmica<br />

sin precedentes. La versión de la Música<br />

para cuerdas, percusión y celesio, severa y<br />

dialéctica, es de una claridad y objetividad<br />

impresionantes, aunque quizá le falte ese<br />

último punto de tensión tan extraordinariamente<br />

puesto de manifiesto por Fricsay<br />

(D.G.) o Reiner (R.C.A.). La suite de El<br />

mandarín moran/toso sigue los pasos de su<br />

primera versión, y aunque los resultados<br />

finales son modélicos, quizá no se consiga<br />

aqui esa impronta de espontaneidad y ese<br />

aire realmente salvaje que envolvía su primera<br />

versión con la Sinfónica de Londres.<br />

Idiomático, sombrío y misterioso el Diverbmenta<br />

(realmente tiene poco de divertimento,<br />

la obra de Bartók trasciende su<br />

nombre para ir mucho más allá). Disco,<br />

pues, importante, totalmente alejado de los<br />

productos asépticos a los que nos tenia<br />

acostumbrados su director. ¡Enhorabuena.<br />

Sir Georg!<br />

£PA<br />

BARTOK: Música para cuerdas, percusión<br />

y ce'esto. D/vertimenío. Suite de El mandarín<br />

maravilloso. Orquesta Sinfónica de<br />

Chicago. Director: Sir Georg Solti.<br />

DECCA 430352. DDD, Duración; 69'06".<br />

Grabaciones: Chicago, Orquesta Hall,<br />

febrero y noviembre de I9B9 y enerofebrero<br />

de 1990. Productor: Michael<br />

Haas. Ingeniero: Stan Goodall,<br />

y alguna otra por el estilo- que este documento<br />

nos permite ahora ver cómo se planteó<br />

un equipo de músicos su primera definición<br />

sonora en público. La interpretación es<br />

interesante, pero ni por calidad sonora ni<br />

interpretativa la podemos recomendar; hay<br />

demasiadas excelentes alternativas que no<br />

es preciso volver a enumerar ahora. Pero el<br />

documento no necesita de eso, es algo más<br />

importante, más entrañable, más precioso<br />

una vez conocidas esas otras versiones con<br />

mejor orquesta, mejor director y mejor sonido.<br />

Pues no hay que olvidar que buena<br />

parte del mejor repertorio de nuestro siglo<br />

se la debemos a Serge Koussevrtzky. que se<br />

dedicaba a encargar a todos los músicos de<br />

su tiempo obras nuevas para interpretarlas<br />

con su Sinfónica de Boston.<br />

Como propina, una buena lectura de la Primera<br />

Sinfonía de Brahms grabada dos meses y<br />

medio después que el Concierto de Bartók<br />

Ruidos parásitos del acetato onginal, sonido<br />

de baja calidad: hay que temario de nuevo<br />

como documento, aunque sólo complementario<br />

de la lectura bartókiana, para saber que<br />

la Sinfónica de Boston hacia el repertorio


A su ya muy avanzada edad, el<br />

anciano maestro porfía en su<br />

nuevo ciclo de sonatas del<br />

sordo de Bonn, aunque este disco sale al<br />

mercado con un inexplicable retraso respecto<br />

a la fecha de grabación.<br />

Arrau es un gran maestro del piano, de<br />

de su técnica, de su sonido, y ademas es un<br />

artista de enorme categoría un músico con<br />

exquisita sensibilidad, de amplísima paleta<br />

expresiva. Sólo con esos puntos de partida<br />

se pueden afrontar con ciertas garantías las<br />

inclemencias de las sonatas de Beethoven<br />

cuando uno tiene una edad en la que el<br />

mecanismo, otrora impresionante, ya no es<br />

el que era. En efecto, Arrau, siempre amigo<br />

de los tiempos muy moderados, acentúa<br />

esa característica en esta grabación, y el<br />

edificio, que no sólo se sostiene, sino que<br />

consigue en bastantes momentos emocionar<br />

al oyente, se vendria abajo en otras<br />

manos que no fueran las suyas y tocaran<br />

estas obras con estos tempi. Lo cierto es<br />

que uno se tiene que rendir ante la maravilla<br />

de canto que supone escuchar el Moderato<br />

cantabile molto espressivo de la Op.<br />

110, o el profundo sentimiento que emana<br />

del Adagio ma non troppo, o incluso la<br />

fijerza expresiva del Allegro molto. pese a<br />

que en este movimiento carece de la hercúlea<br />

energía de Pollini (DG).<br />

Otro tanto ocurre con la Op 31, en la<br />

que el Adagio o los c. 143-49 del pnmer<br />

movimiento son una permanente delicia de<br />

expresión, de belleza de sonido (los c. 70 y<br />

sig. del segundo movimiento casi le paran a<br />

uno la respiración).<br />

Junto a esto hay. claro, ocasiones en las<br />

que uno echa de menos mis juventud (el<br />

ya criado Allegro motto de la Op. 110 o la<br />

no del todo precisa articulación en<br />

momentos del pnmer tiempo de la Op. 31,<br />

ce 41-49, la falta de agitación en el movi-<br />

habitual de esto monero, y que por lo tanto lo<br />

que escuchamos en el registro de dos meses<br />

y medio antes tiene tal y tal sentido.<br />

Un disco minoritario, pues, un documento<br />

fascinante, al que no hay que pedirle lo que<br />

ya han dado otros en repetidas y afortunadas<br />

ocasiones.<br />

Auténtico maestro<br />

S.M.B.<br />

BAX: The Trutf) Atxx/I the Russion Doncere,<br />

From Dusk Trlf Down. london Philharmonic,<br />

Director: Bryden Thomson. Grabado en<br />

St. Jude't Church, Londres, marzo 1990,<br />

Productor: Tim Oldham. Ingeniero: Ralph<br />

Couiens. CHANDOS 8863. DDD. «*'S6\<br />

Distribuido por Harmonía Mundl.<br />

La música es de naturaleza tan<br />

fluida que su eclecticismo no<br />

tiene parangón en las letras o en<br />

las artes visuales. Lo que. en éstas, suscita<br />

ironía, en aquélla produce vaguedad que,<br />

añadida a otras vaguedades, llega a causar<br />

malestar. Pues bien: un e|emplo de esa indefinida<br />

molestia puede deparársenos en la<br />

música, tierna y brillante, de Sir Amold<br />

miento final de esta misma Sonata, a<br />

tempo por momentos muy caido), pero<br />

las maravillas que se consiguen, la sensación<br />

de que Arrau domina musicalmente<br />

estos pentagramas, es tal que resulta tentador<br />

pasar por alto las deficiencias y sentarse<br />

a disfrutar con quien es un auténtico<br />

maestro con mayúsculas. La grabación es<br />

perfecta, una de las mejores, en lo que a<br />

piano se refiere, que he escuchado últimamente.<br />

Sólo cabe lamentar el escaso aprovechamiento<br />

en términos de duración, ya<br />

que 48 minutos es poca música en un<br />

medio que admite casi otro tanto.<br />

RO.a<br />

BEETHOVEN: Sonatas pora piano n.* I 7<br />

en re menor, Op. 31, n.° 2 «La tempestad» y<br />

n° 31, en la bemol mayor, Op. 110. Claudia<br />

Arrau, piano. PHILIPS 422 067-2 PH. CD.<br />

DDD. Duración: 48'Q4". Grabación: La<br />

Chaux-de-Fonds, Suiza, 1987. Productor<br />

Volker Straust. Ingeniero: Willem van<br />

Leeuwen.<br />

Edward Trevor Bax -IB83/I953-. Pese a su<br />

condición de música de ballet, se nos antoja,<br />

al escucharla, música de cine: no se conforma<br />

con inducir una imagen o un movimiento<br />

a menester de ellas. Tiene vocación incidental,<br />

lo cual es muy digno, pero sobrelleva mal<br />

el registro abstracto. Este posee el mérito de<br />

rescatar del olvido una gloria de los 20 en<br />

Londres, como fije en un principio. La materia<br />

está cuidada. De la forma gozará el que<br />

acierte a poner figuras sobre este fondo.<br />

JAA<br />

BEETHOVEN: Los anco sonatas pava wtoncheto<br />

y piano. Vañoaones sobre "La /lauto<br />

mágica» de Moíoit Minuete en sol. Pablo<br />

Casáis, violonchelo, acompañado al piano<br />

por Mieczysiaw Horsiowski, Otto Schuihof<br />

y Alfred Cortot. Grabados entre 1927 y<br />

1939. Regrabadones de Mark Obert-<br />

Thorn. Dos compactos PEARL GEMM<br />

9461. Digital Audio. Duraciones: 65*52" y<br />

50'45". Precio económico.<br />

Casáis es acompañado en estas<br />

versiones por tres pianistas diversos<br />

y contrastados. El austero<br />

DISCOS<br />

polaco Horszowski. que conoció a principios<br />

de siglo, siendo un niño prodigio, el austríaco<br />

Schuihof, que hizo carrera de acompañante,<br />

y Cortot, nombre obvio en el pianismo de<br />

esta centuria y habitual compañero del chelista<br />

catalán en trfo con ]acques Thibaud.<br />

De los tres. Cortot como es lógico, es<br />

quien brilla mas y en la obra menos comprometida.<br />

Es. también, e! que suena más de<br />

acuerdo con Casáis, un intérprete romántico,<br />

de sonido personal [simo, rudo en lo dramático<br />

y hondo en lo medidativo. de un lirismo<br />

intimista y sostenido. Quizá los puristas<br />

prefieran un Beethoven más beethoveniono,<br />

pero la altura persuasiva de Casáis no admite<br />

excesivas resistencias. En definitiva, lo que<br />

importa en un intérprete no es el concepto<br />

abstracto al cual obedece, sino el resultado<br />

que obtiene.<br />

Las grabaciones son de distintas épocas, lo<br />

cual no obstaculiza su calidad técnica, relativizando<br />

las fechas, claro está. En el caso de<br />

Horszowski (las Sonatas, exceptuando la<br />

Cuarta), hay unos curiosos detalles que contribuyen<br />

a valorizar la tarea. En algunas sesiones,<br />

los músicos, por razones de mícrofonía,<br />

debieron estar separados, en extremos del<br />

estudio. En 1939 (comienzos del verano) la<br />

previsible proximidad de la guerra mundial,<br />

la reciente derrota de la República española<br />

y las perspectivas de persecuciones para el<br />

polaco por su origen judio, cargaron la<br />

impresión de los discos con una densa y<br />

tensa emotividad.<br />

Las tomas originales son excelentes y su<br />

re procesamiento permite recuperar una<br />

notable presencia volumétrica de los instrumentos,<br />

sobre todo del chelo. El piano,<br />

como es iógico, suena encajonado en el<br />

estudio y ciertos ruidos de superficie persisten<br />

a través de los a/tas. Pero la importancia<br />

documental casalsiana y sus arrEStos de gran<br />

intérprete compensan el viaje al pasado.<br />

BEETHOVEN: Fidelio Chrinl Golti (Leonore),<br />

Sena Jurinac (Marzelltne), Giuseppe<br />

Zampieri (Floresian), Paul Sehüffler (Don<br />

Pizarra), Otto Edelmarm (Rocco), Nicola<br />

Zacearla (Don Fernando). Waldemar<br />

Kmentt (Jaquino), Chor der Wiener Staatsoper,<br />

Wiener Phílharmoniker, Saizburg<br />

27-7-I9S7, Leonore n* 3 Obertura, Berlhner<br />

Philharmoniker, Londres, IS-4-I96I, y<br />

Coriolano, Obertura, Berliner Phiiharmoroker.<br />

Saizburg 8-4-1968. Director: Herbert<br />

von Karajan. duración 150*49", 2 CD. Kar<br />

222. HUNT PRODUCnONS. Diverdi<br />

IÍÜÜ<br />

Esta grabación tiene 13 años de<br />

antelación a la que Karajan grabó<br />

para EMI, y si bien no alcanza la<br />

madurez de esta versión, si tierte<br />

las cualidades y defectos entonces ya incipientes<br />

del maestro. Dentro de las primeras,<br />

su estilo brillante, juvenil que sabe dar a la<br />

parte orquestal la fluidez, el melodismo y el<br />

estío beethovemano en una obra que parece<br />

ser, con una gran calidad, un compendio<br />

de los estilos musicales de su época y de sus<br />

precedentes; es cierto que a veces su versión<br />

parece lenta, pero ello ayuda a la<br />

orquesta a frasear y a matizar para alcanzar<br />

un carácter descriptivo. El coro de la ópera<br />

de Viena no alcanza el nivel habitual, sobre<br />

todo en el coro de Pnstoneros poco intenso<br />

SCHERZO 59


DISCOS<br />

coro de Prisioneros poco intenso vocal y<br />

dramáticamente, la orquesta sigue las directrices<br />

del maestro con una cuerda bnllante,<br />

como se comprueba en la Leonore n* 3.<br />

Hablar de los intérpretes con Karajan<br />

siempre conlleva mencionar su concepción<br />

excesivamente lírica de los personajes y así<br />

Christl Goltz nos muestra una Leonore<br />

musical y con buena linea, pero con una<br />

concepción dramática limitada: a su lado<br />

Giuseppe Zampien es un Honestan fuera de<br />

lugar, ni por voz, muy linca, ni por estilo, ni<br />

por medios vocales puede afrontar este roí y<br />

asi en su aria tiene dificultades que se acrecientan<br />

en el dúo con su esposa, partes<br />

importantes del reparto son la impecable<br />

Manrelline de la musical Sena Jurinac, con su<br />

SLftileza en el Rocco de Otto Edelman que<br />

con una voz potente sabe expresar a la vez<br />

la dureza y la humanidad del carcelero.<br />

Completan el reparto un correcto Paul<br />

Schoffler como Don Pizarro, al que le falta<br />

algo de rotundidad y malicia, el interesante<br />

jacquino de WakJemar Kmentt y un discreto<br />

Nicola Zacearía como Don Femando.<br />

Complementan la grabación las oberturas<br />

Leonore n.° 3 y Conolano, donde la orquesta<br />

de Berlín consigue unas importantes versiones.<br />

AV.<br />

BEETHOVEN: Sonatas números M. en do<br />

sosten/do menor, Op. 27/2,


mente cristalina El punto mas flojo de la grabación<br />

es el endeble tenor Howard Crook,<br />

que está especialmente pálido frente a Mills<br />

en el dúo Tbgether Jet us range the fieíos.<br />

£MM<br />

BRAHMS: Concierto para wolfn y orquesto<br />

en re mayor, Op. 77. BRUCH: Concierto paro<br />

violln y orquesta número I en so) menor, Op.<br />

26. Uto Ughi, violin. Philharmonia Orchestra.<br />

Director: Wolfgang Sawalliscti<br />

{Brahms). Orquesta Sinfónica de Londres.<br />

Director: Georges Pretre (Bruch). CD<br />

RCA Silver Seal DDD VD 60479. Grabado<br />

en Londres. 1983 íBrahnw) y 1982. Duraciones:<br />

39*49" y 2238". Precio económico.<br />

Productor: Chales Gerhardt. Ingeniero:<br />

MichaeJ Grey.<br />

Enésimas versiones de uno y<br />

otro Condeno, a cargo del violinista<br />

Uto Ughi (Várese. 1944),<br />

quien refrenda en este CD su fama de artista<br />

seguro y musical, y se ve apoyado por<br />

unos colaboradores de primer orden. No<br />

precisan alabanzas las orquestas londinenses;<br />

Sawallisch. por su parte, ha revalidado<br />

hace poco sus credenciales como brahmsiano<br />

(SCHERZO, 53). y Prétre dirige con<br />

entusiasmo, calor y buen gusto. Pero otros<br />

solistas de personalidad aún más importante<br />

y/o de superior dominio técnico (Ughi está<br />

algo justo en el Finale de Brahms, cuyo<br />

tema principal articula de modo simplificado)<br />

grabaron estas obras. Para Brahms disponemos,<br />

en serie económica, de<br />

Henuhin/Kempe (EMI) y Szeryng/Monteux<br />

(RCA); a precio medio, de Oistraj con<br />

Klemperer (EMI) y Krebbers con Haitink<br />

(Philips); y por encima de las 2.S00 pesetas,<br />

de Perlman/Giulini (EMI), Mutter/Karajan<br />

(DG) y Szeryng/Hartink (Philips). Para Bruch<br />

puede elaborarse una lista algo menos<br />

numerosa, que encabezarla con<br />

Perlman/Haitink (EMI) y Mintz/Abbado<br />

(DG). En todo caso, la propuesta de RCA<br />

es valiosa y atractiva, especialmente a poco<br />

más de 1.000 pesetas. No hay textos de<br />

presentación. Buen sonido.<br />

RAM.<br />

BRAHMS: Los dos Sonólos para chelo y<br />

piano. Op. 38 en mí menor y Op. 99 en ¡a<br />

mayor. Claude Starck, chelo; Christoph<br />

Eschenbach, piano. CD CLAVES 50-9005.<br />

Grabado en Temple St. Jean, París,<br />

10/1989. Ingeniero: Teije van Geest Duraciones:<br />

2808" y 29'36".<br />

BRAHMS: Los dos Sonoros poro chelo y<br />

piano. BACH: Sonata en sol mayor paro viola<br />

da gamba y continuo Pierre Fournier, chelo;<br />

Wilhelm Badchaus, piano (Brahms); Ernest<br />

Lush, piano (Bacti). CD DECCA Historie<br />

425973-2. Monoaural. Grabado en el<br />

Victoria Hall, Ginebra. I a 3-5-19<strong>55</strong><br />

(Brahms) y en Londres. 10-1952 {Bach).<br />

Duraciones: 21*17". 22*54" y I4'36".<br />

Dos estilos interpretativos muy<br />

diferentes para estas hermosas<br />

obras: el sobno, clásico, severo,<br />

algo seco de Foumier y Backhaus, al que se<br />

contrapone el de Starck y Eschenbach, más<br />

libre, romántico, expresivo y contrastado,<br />

tanto en dinámica como en agógica. Dice<br />

Harris Goldsmith en sus excelentes comentarios<br />

de carpeta que éste es el único disco<br />

de Backhaus como ocompoñonte y que, con<br />

toda probabilidad, él fue quien marcó la<br />

pauta, porque las postenores grabaciones<br />

de estas Sonólos que realizó Foumier (con<br />

Firkusny para DG y con Fonda para Philips)<br />

son muy diferentes. Aunque el estilo del<br />

dúo Foumier-Badthaus parece plenamente<br />

válido 35 años después, si hubiera de escoger<br />

entre una y otra de las versiones aquí<br />

citadas, elegirla la de Starck y Eschenbach.<br />

que construyen a la perfección ambas partituras,<br />

sin restarles vigor ni ngor, y son más<br />

calidos y elocuentes. El CD de Claves constituye<br />

una opción recomendable, de buena<br />

calidad sonora, claramente superior a la<br />

monoaural de Decca. aceptable, pero que<br />

evidencia sus años. Como complemento,<br />

cuenta ésta con una Sonata de Bach cuya<br />

ejecución si acusa el paso del tiempo, aunque,<br />

para su época, la austeridad de Fournier<br />

fuese ejemplar.<br />

Existen otras alternativas para Brahms<br />

muy atrayentes: Rostropovich-Serkin (DG)<br />

en primer lugar; Du Pré-Barenboim (EMI) y<br />

Navarra-Holevcek, que Supraphon debiera<br />

reeditar en serie económica; y recordemos<br />

que Casáis, Piatigorsky, Feuermann, Ma, Star-<br />

Dos opciones para Brahms<br />

fdkács Sniiig Quartet<br />

11 I. A II I t T > > M" 5 1<br />

El actual Cuarteto danés fue<br />

fundado en 1985 por Tim Frederiksen,<br />

hijo de Kund Frederiksen.<br />

viola en la anterior formación de dicho<br />

grupo. A juzgar por esta buena integral, se<br />

trata de un conjunto equilibrado técnicamente<br />

notable (los tres Cuo/tetos son de<br />

difícil ajuste) que se orienta hacia una<br />

expresión lírica e introvertida, elegante y<br />

austera El Cuarteto Takács se constituyó en<br />

1975, pero sólo recientemente ha conquistado<br />

la reputación que, a tenor de este CD,<br />

merece. Irreprochables uno a uno y en conjunto,<br />

sus componentes, actúan con intensidad,<br />

vehemencia y pasión, sin detrimento<br />

del rigor, en ambas partes de la Op. 5 (, y<br />

aciertan a reflejar el contraste entre ellas<br />

buscado por Brahms, quien en el Cuorteto<br />

en lo menor pareciera haber vuelto la vista a<br />

su admirado Schubert, mientras que las rafees<br />

del esento en do menor son inequívocamente<br />

beethovenianas y no sólo por la<br />

paradigmática tonalidad elegida. También<br />

DISCOS<br />

ker y Tortelier también han grabado una o<br />

ambas Sonetos<br />

RAM.<br />

BRAHMS: Voriocjones sobre un temo de<br />

Paganini, Op. 35. Tres Intennezzi, Op. I / 7.<br />

Seis piezos. Op i IB. Luya Zilberstein. piano.<br />

CD DDD. DEUTSCHE GRAMMOPHON.<br />

431 123-2. Grabado en Hamburgo, 1/1990.<br />

Productor e ingeniero: Gemot von Schurtzendorff.<br />

Duración: 6316".<br />

Grabar para Deutsche Gammophon<br />

un programa de esta importancia<br />

con apenas 25 años indica<br />

que Lilya Zilberstein es ya una pianista<br />

hecha y derecha, con un futuro muy prometedon<br />

asi lo confirma su brillante curriculum,<br />

y la propia audición de este CD. Ello no<br />

impide reconocer lo previsible, esto es, que<br />

sus Voriociones Paganini son notables, pena<br />

no alcanzan las cotas de Arrau, Gilels o Katchen;<br />

y que las piezas Op 117 y I 18 -en<br />

especial aquéllas- carecen del último grado<br />

de profundidad, sólo alcanzable por quien<br />

posee una madurez técnica y emocional<br />

impensable a edad tan temprana. Olvidemos<br />

por un momento a Katchen, referencia<br />

supera el excepcional Cuarteto Takács al<br />

Danés en la recreación de los diferentes<br />

ambientes, en lograr aunar la atención al<br />

detalle con las miras de largo alcance, y en<br />

que todo ello se consigue dentro de una<br />

impecable estabilidad en los tempi.<br />

Aunque Philips, incomprensiblemente,<br />

todavía no ha pasado a CD los Cuortetos<br />

de Brahms por el Italiano, ésta sigue siendo<br />

mi versión favorita, y no será fácil que el<br />

Cuarteto Takics los supere en la Op. 67.<br />

En esta partitura los Daneses se desenvuelven<br />

con acierto, aunque en el movimiento<br />

final no acaban de relajarse para paladear a<br />

gusto alguna de sus maravillosas variaciones;<br />

la sexta, por ejemplo. La toma de sonido<br />

realizada en la Radio danesa es limpia<br />

clara, natural: la de Decca para los Takács.<br />

algo reverberante, es también muy buena y<br />

encaja con su apasionado estilo sin restar<br />

claridad: en una y otra versión son bien<br />

audibles todas las voces y las graves pasan a<br />

primer plano cuando asi lo exige la lógica<br />

del discurso.<br />

RAM.<br />

BRAHMS: Cuartetos poro cuerdo. Op.<br />

51.1 en do menor y Op 51.2 en la menor.<br />

Cuarteto Takics, CD DDD DECCA<br />

42<strong>55</strong>26-2. Grabado en Londres, 11/1988.<br />

Productor: Michael Haas. Ingeniero de<br />

sonido: Simón Eadon. Duraciones: 3 2'30"<br />

y 33*44'. Los tres cuortetos poro cuerdo, Op.<br />

51.1 y 2; Op. 67 en si bemol mayor. Cuarteto<br />

Danés. Estuche con 2 CD. DDD<br />

KONTRAPUNKT 32033. Grabado en la<br />

Radio de Dinamarca, 1989. Productor:<br />

Michael Petersen. Ingenieros: Ove Nidien<br />

y Laru Palsig. Duraciones: 30'11", 31*36* y<br />

33'29". Distribuido por Nahuel.<br />

SCHERZO 61


DISCOS<br />

rencia constante: Radu Lupu (Decca)<br />

demostró, muy precozmente, comprender<br />

mucho mejor que la Zilberstein el contenido<br />

del último pianismo brahmsiano. cu/as<br />

numerosas y sutiles indicaciones de matiz<br />

aún no han hallado en la joven pianista rusa<br />

ni la plena realización técnica ni el debido<br />

eco afectivo.<br />

Excelentes la toma sonora y la presentación,<br />

que permite acceder directamente a<br />

cada variación o pieza y ofrece buenos textos<br />

en alemán, francés, inglés e italiano.<br />

RAA1<br />

BUXTEHUDE: Membra jesu Nostri.<br />

SCHÜTZ: 0 bone Jesu, fÜ Mariae. The Monteverdi<br />

Choir. The English Baroque<br />

Soloicts. Fretwork. Director: John Eliot<br />

Gardiner. ARCHIV 427 660-2. DDD.<br />

72'42". Producción; 1990.<br />

BUXTEHUDE: Membru Jesu Nostri. Heut<br />

triumpfweret Gottes Sohn. Concertó Vocale.<br />

Director: Rene Jabos. HARMONÍA<br />

MUNDI HMC 901333. 7I'52-. Grabación:<br />

2/1990. Producción e ingeniero: Pere<br />

Casulleras.<br />

Estas siete Cantatas de Pasión,<br />

que exaltan místicamente las partes<br />

dolondas del cuerpo de Cnsto,<br />

vienen a demostrar que las Posones de<br />

Bach contaban para su apanción con raices<br />

muy profundas en el arte germánico. La relación<br />

con la música de Buxtehude -al que<br />

Sach admiraba- se toma evidente en estas<br />

interpretaciones que sorp rendente mente<br />

aparecen en el mercado casi de manera<br />

simultánea. Dos concepciones totalmente<br />

diversas de esta religiosidad conceptual del<br />

barroco alemán. Gardiner se indina por una<br />

lectura más mística, más ideal, en tanto que<br />

Jabos es más directo, también más sensual,<br />

en su traducción del dolor. La realización de<br />

estas ¡deas es también de distinto nivel técnico<br />

en ambas lecturas, siendo muy destacable<br />

el sensacional cometido del Monteverdi<br />

Choir, Si añadimos a esto que Gardiner<br />

cuenta, asimismo, con solistas más acertados.<br />

es casi obligado proponer su registro como<br />

primera alternativa.<br />

LMM<br />

COUPERIN: Conciertos reales Claudio<br />

Rufa, flauta travesera. Paolo Pandolfo, viola<br />

da gamba. Rinaldo Aleisandriní, clave.<br />

TACTUS, TC 6603060, DDD. Duración:<br />

52'49". Grabación: Bolonia, agosto de<br />

1988. Productor Roberto Meo. Ingeniero:<br />

Sigrid Lee. Distribución: PDI.<br />

VIVALDI: Concertj per ar&ii. Concertó Italiano:<br />

Fabio Biondi, Davide Amodio, Silvia<br />

Falavigna, Roía Segreto, Adrián Chamorro,<br />

Enrico Onofri y Chiara Pontecorco. violines.<br />

Robert Brown y Enrico Parizzt, violas.<br />

Maurizio Naddeo, violonchelo. Paolo Pandolfo,<br />

contrabajo. Rinaido Aiessandrini.<br />

clave. TACTUS, TC 67200101, DDD.<br />

Duración: SS'35". Grabación: castillo de<br />

Torrechiara, iglesia parroquial de San<br />

Lorenzo, marzo de 1988. Productor:<br />

62 SCHERZO<br />

Roberto Meo. Ingenieros: Thomai Gil lia y<br />

Slgrid Lee. Distribución: PDI.<br />

El sello discográfico italiano Tactus<br />

presenta en esta ocasión dos<br />

discos en los que se han seleccionado<br />

obras de Coupenn y de Vivaldi. Del<br />

autor citado en primer lugar se incluyen tres<br />

conciertos: dos pertenecen a los denominados<br />

Concerts Royoux y uno a la serie que, de<br />

un total de diez, compuso Coupenn bajo el<br />

título de Les Goflts Reunís ov Nouveoux coneerts.<br />

El segundo disco contiene una pequeña<br />

muestra de la amplísima producción vivaldiana<br />

para instrumentos de amo. De los seis<br />

conciertos grabados, se recogen dos pertenecientes<br />

a la serie L'Esiro Amónico.<br />

La labor interpretativa de todas estas páginas<br />

está encomendada a miembros del conjunto<br />

Concertó Italiano, dirigido por Rinaido<br />

Alessandrini. El nivel musical del grupo es,<br />

como ya se ha señalado en alguna ocasión,<br />

bastante elevado. Este aspecto se puede<br />

comprobar, una vez más. con la audición de<br />

estos dos discos. Una técnica depurada y<br />

una gran limpieza sonora acompañan a la<br />

interpretación de las obras. Hay. no obstante,<br />

cierta desigualdad entre las lecturas de<br />

ambos autores, resultando la de Vívaldi algo<br />

(Ha y poco escasa en matices y contrastes.<br />

Por lo demás, como ya es habitual en Tactus.<br />

la presentación de los discos es irreprochable<br />

tanto desde el punto de vista sonoro<br />

como desde el informativo, aspecto éste del<br />

que deberían tomar buena nota otras casas<br />

discográficas.<br />

F.G.U.<br />

L COUPERIN: Surtes poro ríove, en fa<br />

mayor, do menor y re menor Chrijtopher<br />

Hogwood. Productor: Peter Wadland.<br />

Ingeniero: John Pellowe. Grabado en el<br />

Conservatorio de Música de Bruselas;<br />

octubre/noviembre. 1982. L'OISEAU-LYRE<br />

425 890-2 DDD <strong>55</strong>'02".<br />

La Historia de la Música esta<br />

llena de vidas breves: la de Louis<br />

Couperin -treinta y cinco años,<br />

como Mozart- es una de ellas. Hogwood, a<br />

un clave loannes Couchet de 1646 -año en<br />

el que Couperin cumple veinte-, ordena en<br />

tres Surtes, por su tonalidad, veintitrés piezas<br />

procedentes de los manuscritos Bauyn y<br />

Parville. donde se conserva más de un centenar<br />

de ellas. La adecuación del instrumento<br />

y del estilo es irreprochable. Y el porte de<br />

las piezas sostiene sin el menor desdoro la<br />

comparación con los dos nvales sobresalientes.<br />

FrescobakJi y Froberger. Para persuadirse<br />

de ello bastará prestar atención al Tombeau<br />

que culmina la pnmera Surte, a la memoria<br />

de Blancrocher, laudista muerto en<br />

accidente en 1652. obra maestra cuya emoción<br />

contagiosa no ha menester de preparativos<br />

eruditos.<br />

JAA<br />

CHERUBINI: Medeo. Magda Olivero,<br />

sop. {Medea); Angelo lo Forese, ten. (Giasone);<br />

Loris Gambellí, baj. (Creonte); Elena<br />

Baggiore, sop. (Glauce); Gloria Foglizzo,<br />

mez. (Neris). Orquesta y Coro del Teatro<br />

Social de Mantua. Director: Nicora Rescigno.<br />

MYTO 2 MCD 911 36: ADD. Duraciones:<br />

78'47" y 77M0". Grabación: Mantua.<br />

1971. Distribuida por Diverdi.<br />

La Aledeo de Cherubini, a caballo<br />

entre el clasicismo y el<br />

romanticismo, con una carga<br />

dramática notable y una exigencias vocales<br />

que rozan lo imposible, fue un redescutirimiento,<br />

una reinvención de Mana Callas.<br />

Callas dejó suficientes constancias sonoras<br />

de su impactante visión, de hecho inimitable,<br />

inigualada En su mismo momento una<br />

soprano americana tentaba el papel, aunque<br />

esporádicamente: Eileen Farrell.<br />

Siguiendo la huella de Callas, encontramos<br />

a Gencer Sass, Jones, Gorr y Olivero<br />

(Caballé, émula de la gnega hasta la saciedad,<br />

debe ser quitada de la pista por su<br />

inútil y mamarrachesca aproximación). De<br />

todas las su ceso ras es Olivero quien logró<br />

mejores resultados. Eso si. aceptando su<br />

personalísima expresividad, sus caprichosas<br />

modulaciones, el timbre tan especial y atlpico.<br />

Olivero dejó dos Medeo, con Rescigno<br />

en las dos a la batuta (un director tan asociado<br />

a Callas), una de Dallas (feudo de la<br />

griega por algún tiempo) y ésta de Mantua,<br />

acompañada por unos colegas poco interesantes,<br />

que van de lo correcto (Baggiore o<br />

Foglizzo), a lo inoperante (lo Forese) o<br />

insuficiente (Gambelli). Lo que interesa de<br />

esta edición es la presencia omnipotente,<br />

apasionante, arrolladora de la Olivero. Con<br />

un fraseo diafano, unos pionissimi deslumbrantes,<br />

agudos firmes y valientes, todo al<br />

sen/ido de su temperamento (algo verista a<br />

veces, hay que decirlo) desbordante, la<br />

Medea de Olivero resulta impresionante.<br />

No tiene la riqueza o profundidad de la<br />

Callas, más estilista, menos exuberante,<br />

pero la lección dramática de la Olivero es<br />

de absoluta solidaridad con presupuestos<br />

más italianos que cherubinianos, lo cual, en<br />

la práctica, no hace más que enriquecer un<br />

papel, que con otros criterios podria resultar<br />

un tanto monótono. El Bonus es de Olivero<br />

cantando floheme y Tosco, de la primera<br />

se ofrece el dúo que cierra el primer<br />

acto: un inédito con Oncina.<br />

FALLA Noches en tos jardines de Esporo.<br />

E. HALFFTER: fiopsodio portuguesa para<br />

piano y orquesto. R. GERHARD: Alegrías.<br />

Orquesta Sinfónica de Tenerife. Director:<br />

Victor Pablo Pérez. Solista: Guillermo<br />

González. ETCÉTERA KTC 1095. CD.<br />

DDD. Duración: 56'33".<br />

S Noches en tos preñes de Esperto<br />

es obra abundantemente<br />

representada en el mundo de las<br />

grabaciones fonográficas, no sucede lo<br />

mismo, desde luego, con las otras dos obras<br />

que aparecen en este disco compacto. Más<br />

conocida la Rapsodia portuguesa pora piano f<br />

orquesta que las Afegrfos de Roberto Gerhard.<br />

aunque no sea obra ésta de valor inferior,<br />

bien que no absolutamente significativa,<br />

de la madurez del gran maestro de Valls,<br />

Las tres obras tienen una excelente interpretación<br />

por la parte de la estupenda Sinfónica<br />

de Tenerife, con su titular, Víctor Pabto<br />

Pérez al frente, un maridaje artístico que


cada día se muestra más feliz. Guillermo<br />

González no hace olvidar otras interpretaciones,<br />

ya clásicas, de las Noches, como son<br />

las de Clara HarkJII, con Markevich, en Philips;<br />

o de Alicia de Larrocha con Comisiona<br />

o Frühbeck de Burgos, en Decca), pero su<br />

piano suena cálido y convincente. En la Ropsodio,<br />

una obra no exenta de retórica, Gonzileí<br />

se esfuerza con éxrto -espléndidamente<br />

acompañado también por Víctor Pablo y<br />

la orquesta canaria- por hacer creftale una<br />

música sobre la que sí se nota el paso de los<br />

años.<br />

En resumen, un disco de subido interés,<br />

con muy buenas interpretaciones de una<br />

obra muy conocida y otras dos -sobre todo<br />

una de ellas-, mucho menos frecuentadas,<br />

pero que merecen serio.<br />

JA<br />

FROBERGER: Obras para clave. Guitav<br />

Leonhardt, clave. Instrumento de Bruce<br />

Kennedy, 1985. a partir de un M. Mielke,<br />

1702- DEUTSCHE HARMONÍA MUNDI<br />

RD 77923. DDD. 56'58". Grabación: Haarlem,<br />

VI, 1989. Productor: Wolf Erichson.<br />

Ingeniero: Stephan Schellmann. Distribución:<br />

BMG.<br />

Leonhardt se había acertado diseográficamente<br />

a Froberger con<br />

una grabación extraordinaria de<br />

vanas Suires y Tocemos (LP, Deutsche Harmonía<br />

Mundi). El clavecinista holandés vuelve<br />

ahora a la música severa, concentrada y<br />

genial del compositor alemán, creador de las<br />

piezas para clave más importantes de las<br />

escritas en su país en el siglo XVII. Como<br />

algunas obras se repiten en los dos discos, se<br />

puede comprobar asi la maduración de las<br />

interpretaciones de Leonhardt. De todas<br />

formas, el nuevo disco evidencia que el clavecinista<br />

es el músico que mejor comprende<br />

a Froberger en nuestros días. La clarificación<br />

de las texturas es absoluta y a partir de ella<br />

Leonhardt. siempre desde ia austeridad,<br />

encuentra el tono expresivo adecuado a las<br />

piezas, concentradamente lírico o dramático,<br />

como en la Lomentotion sur ia mort de Ferdinand<br />

///. Nuevo hito discográfico que añadir,<br />

por lo tanto, a una carrera abundante en<br />

ellos.<br />

E.M.M.<br />

POPS BY GERSHW1N: Múíica de George<br />

Gonhwin. Un americano en París, Suite<br />

de Porgy ond ñess. Selección de Qri Gazy.<br />

Rapsody m blue. Boston Pop* Orctieítra.<br />

Mishi Dlchter, piano. Director: John<br />

Williams. Grabación: Boston, junio de<br />

1989. Ingenieros de lomdo: Tom Clark.<br />

Johan Newton y Henk Kooiitra. Duración:<br />

S7S8". PH1UPS DDD 426 404-2.<br />

Esta nueva versión de las ya clásicas<br />

paginas de Gershwm vienen<br />

de la mano del compositor y<br />

director john Williams, autor de las bandas<br />

sonoras de películas tan célebres como La<br />

guerra de tos mundos, La aventura del Posadon.<br />

Supermún, Indiana jones y el templo maldito...<br />

Varios premios Osear y Grammy avalan<br />

la carrera de este personaje musical que<br />

imprime a estas grabaciones un estilo netamente<br />

norteamericano (matiz importante y<br />

que resulta difícil encontrar en versiones realizadas<br />

por orquestas e intérpretes foráneos).<br />

Magnificas las versiones de Un omencono<br />

en París y de la suite de Porgy and Bess.<br />

Extraordinaria la Rapsodia, en la que Dichter<br />

pone d punto exacto entre el jazz y el concierto.<br />

Complemento de este disco es una selección<br />

de las inmortales canciones de Gershwin<br />

en una curiosa versión arreglada por<br />

Leroy Anderson (ya saben, el autor de páginas<br />

tan célebres como El reloj sincopado.<br />

Paseo en i/ineo, El mecanógrafa..).<br />

En definitiva, una grabación de referencia.<br />

Excelente sonido. Sólo esperamos la reedición<br />

en CD del álbum que Philips editó con<br />

motivo del &eentenario USA. y que contiene<br />

páginas de indudable interés y en versiones<br />

que podríamos considerar como irrepetibles,<br />

LF.C&<br />

GILLES: Réquiem. DHigam Te, Domine.<br />

Agnes Mellon, sop.; Veronique Geni, lop.;<br />

Howard Crook, ten.; Herve Lamy, ten.;<br />

Tom Phillips, ten. Peter Kooy, baj. Coro y<br />

Orquesta de La Chapelle Royale. Director<br />

Philippe Herreweghe. HARMONÍA<br />

MUNDI HMC 901341. bTAT. Grabación:<br />

5/1990. Productor: Michel Bernard. Ingeniero:<br />

Mlchel Pierre.<br />

El Réquiem de Gilíes es la obra<br />

maestra absoluta de un autor<br />

que no vivió más que 36 años.<br />

Esta música se tocó en su sepelio, así como<br />

en los de todos los personajes destacados<br />

de la Francia barroca. Luego la pieza cayó en<br />

desuso, hasta que el disco la ha vuelto a<br />

recuperar. Hay un elemento del Réquiem<br />

que se suma a una larga tradición: su<br />

comienzo encomendado a la percusión, que<br />

encontramos en el Funeral para la reina<br />

Mary de Purcell y también en músicas fúnebres<br />

del barroco español. Sin embargo, el<br />

nexo no va más allá, pues la Misa de difuntos<br />

de Gilíes desarrolla afectos nobles y elegantes<br />

-una queja delicada- más que patéticos<br />

y dramáticos. Herreweghe dibuja esta visión<br />

con una interpretación eficaz, pero poco<br />

investigadora, en la linea algo fatigada de<br />

algunos de sus últimos trabajos. Cuenta,<br />

desde luego, con una contribución soberbia<br />

de [os coros de La Chapelle Royale.<br />

E.MM<br />

HAYDN: Sonetos para piano en do menor,<br />

Hob. XW20 y mi bemol mayor, Hob. XVM9.<br />

AUred Brendel. plano. PHIUPS 426 BI5-2<br />

PH. CD. ADD. Duración: 51*12". Grabación:<br />

Londres, 1979. No común lugar,<br />

productor e ingeniero.<br />

Alfred Frendel es un especial<br />

devoto de Haydn. para fortuna<br />

de quienes pensamos que las<br />

sonatas de este genial compositor no abundan<br />

como debieran en el repertorio y en la<br />

discografía, cuando pululan innumerables<br />

tntegrales de las de Beethoven o Mozart<br />

Buen Haydn<br />

DISCOS<br />

La calidad de un CD no se<br />

mide por su duración, pero<br />

ésta condiciona su grado de<br />

recomendabilidad. En tal sentido, una tercera<br />

Sinfonía de Haydn. con similar nivel<br />

de ejecución, hubiera convertido a este<br />

compacto en imprescindible; aun con sólo<br />

dos y menos de 50 minutos, no dudo en<br />

recomendarlo. Abbado parece disfrutar de<br />

veras haciendo música al frente de esta<br />

joven orquesta, con la que ha conseguido<br />

excelentes resultados no sólo en Haydn o<br />

en Schubert {Sinfonías completas;<br />

Fierrabras) sino también en Rossini (inolvidable<br />

Viaje a Reims) y en aquella estupenda<br />

Escocesa de Mendelssohn de hace unos<br />

aflos en el Real.<br />

Aunque el enfoque es más tradicional<br />

que el de Harnoncourt y Brüggen, las<br />

experiencias de éstos han sido bien aprovechadas<br />

y en la Sinfonía 93, Abbado se<br />

complace en acentuar la sorprendente y<br />

grotesca intervención del fagot al final del<br />

Andante, y en subrayar las singularidades<br />

timbricas y armónicas de ambos Minuetos.<br />

exhibiendo en todo momento una vivacidad,<br />

un brío y un entusiasmo tan bienvenidos<br />

como poco frecuentes. Para mí, estas<br />

versiones no desmerecen de las clásicas<br />

de Beecham, Szell e Colín Davis, o de las<br />

modernas antes citadas. Repase el lector<br />

en el dosier Hoydn en Londres (SCHER-<br />

ZO, 51) la discografla de Pedro Ellas para<br />

las 12 (¿timas Sinfonías.<br />

Buen sonido en ambas tornas y excelentes<br />

comentarios, especialmente los escritos<br />

en inglés por David Wyn Jones.<br />

RAM.<br />

HAYDN: Sinfonías número 93 en re<br />

mayor y 101 en re mayor uF_l reloj».<br />

Orquesta de Cámara da Europa. Director:<br />

Claudio Abbado. CD DEUTSCHE<br />

GRAMMOPHON 429776-2 DDD. Grabado<br />

en la Konierthaus, Viena, 11/1988<br />

(Sinfonía 101) y en la Iglecia de Jesucristo.<br />

Berlín, 12/1989 (9J). Productor:<br />

Chrístoptier Alder. Ingenieros de sonido:<br />

Gemot von Sehultzendorff (93) y Gregor<br />

Zielimky (101). Duraciones: 22'19* y<br />

2679-.<br />

(muy justamente, pero ¡por qué no grabar<br />

también Haydn í).<br />

La Sonóte Hob. XV7.-2Ü, fechada en 1771,<br />

es una típica contemporánea de (as sinfonías<br />

SCHERZO 63


DISCOS<br />

Sturrn und Drang, con un primer tempo de<br />

clima inquieto y oscuro, muy cercano a la<br />

fantasía, un Andante sereno y un final agitado<br />

y no exento de cierta pasión. Preciosa la<br />

interpretación de Brendel, que la articula y<br />

frasea con elegancia, claridad y sensibilidad<br />

extremas, y que consigue hermosos matices<br />

{el crescendo de los ce. <strong>55</strong>-62 en el primer<br />

tempo. o el pp en los ce. 14-20 del segundo)<br />

y adornos (repetición de la segunda sección<br />

del segundo tiempo), con un sonido<br />

lleno y potente, pero nunca desmadrado. El<br />

difícil y muy bello finale está tocado con<br />

enorme claridad y con gran fuerza expresiva.<br />

La Sonólo Hob XVI:49, fechada en<br />

1789/90, está, asimismo, magníficamente traducida<br />

por el pianista austríaco, que no se<br />

toma licencias expresivas al estilo Horowrtz<br />

(Sony, úftima grabación, comentada por el<br />

firmante hace algunos meses), ni falta que le<br />

hace, porque consigue construir una hermosa<br />

y sentida versión (un estupendo segundo<br />

tiempo) sin salirse del respeto al estilo y sin<br />

tratar de beeth oven izar a Haydn, pero dosificando<br />

con sabiduría y mesura los recursos<br />

expresivos de matiz y tempo (muy bellos los<br />

acordes de la mano izquierda en un brusco<br />

staccato, ai comienzo del primer movimiento,<br />

o la exposición del tema en pp, al principio<br />

del desarrollo), y acertando con la visión<br />

galante del Minuete final.<br />

En resumen, excelentes y muy recomendables<br />

versiones de estas dos hermosas<br />

obras, que además nos recuerdan que<br />

Haydn compuso algunas cosas importantes<br />

para este instrumento. Grabación irreprochable.<br />

Únicamente cabe preguntarse si no<br />

hubiera cabido alguna sonata más.<br />

R.O.B.<br />

HAYDN: Lo Creación. O rito rio pira<br />

solistas vocales, coro y orquesta, Hob.<br />

XXI:2. Kathleen Battle, soprano (Gabriel,<br />

Eva); Gosta Winbergh, tenor (Uriel); Kurt<br />

Molí, bajo (Adam, Raptiael). Coro de la<br />

Radio de Estocolmo, Coro de Cámara de<br />

Estocolmo, Filarmónica de Berlín. James<br />

Levine. 2 CD DEUTSCHE GRAMMOP-<br />

HON 427 629-2. DDD. 1987. por W.<br />

MWehener. Director artístico: C. Garben.<br />

I h 51'.<br />

Una cierta crítica (en Gran Bretaña<br />

y Francia) sigue recomendando<br />

la segunda versión de Karajan<br />

(hablando de las versiones de la Geooón en<br />

alemán y con instrumentos modernos) sin<br />

parecer demasiado preocupada (la critica)<br />

por las libertades (ya que asi se llaman) para<br />

con el texto del compositor. Eliminando las<br />

versiones de cámara (Haydn insiste, para<br />

esta obra, en una gran orquesta), la elección<br />

podría hacerse entre la antigua (y siempre<br />

de actualidad) versión de Kart Foster (EMI,<br />

predo medio. 1960), tal vez con uno de los<br />

mejores trios vocales (tanto por su belleza,<br />

como por su estilo): Elisabeth Grummer,<br />

Josef Traxel y un Goítlob Frick en excelente<br />

forma; las interpretaciones de Hamoncourt<br />

(Sinfónica de Viena, Teldec) y de Bemstein<br />

(Orquesta de la Radio de Baviera. DG)<br />

comparten la misma emoción y entrega que<br />

encuentran, como es el caso, en las grabaciones<br />

en vivo: el primero abriendo el abanico<br />

de colores (cinco solistas en vez de los<br />

tres requeridos; Blegen, Popp. Moser, Oll-<br />

64 SCHERZO<br />

mann, Molí) encuentra un clima pre-beethoveniano<br />

(el de la Noveno) y no puede resistir<br />

a las evocaciones verdianas de la orquesta-<br />

Bernstein dirige<br />

Hindemith<br />

Típico disco Hindemrth con sus<br />

tres obras más populares compuestas<br />

para orquesta sinfónica,<br />

Versiones notables, caracterizadas por<br />

el virtuosismo espectacular de una agrupación<br />

que, con otros directores, no da ni<br />

muchísimo menos el nivel de calidad puesto<br />

de manifiesto en estas grabaciones<br />

hechas en conciertos públicos con Leonard<br />

Bemstein aJ frente. Las obras no requieren<br />

preparación especial por parte del oyente,<br />

y las tres nos muestran a un compositor<br />

apasionado e instintivo, amante del pastiche<br />

estilístico, «con una dureza sonora sarcástica<br />

en función antiburguesa» (según<br />

dice Gentilucci en su Guio pora escuchar la<br />

música contemporáneo). Bemstein traduce<br />

las tres con su habitual vitalismo y convicción,<br />

y hasta las magistrales y huecas Aletomor/osis<br />

suenan en sus manos como algo<br />

distinto (Furttvangler. en su versión con ia<br />

Filarmónica de Berlín para DG, trataba de<br />

hacer la pieza creíble, buscando en profundidad<br />

el mensaje de HindemHh: homenaje<br />

al compositor -Weber- indeciso entre clasicismo<br />

y romanticismo). Disco, pues,<br />

atractivo, que en nuestra opinión, y a pesar<br />

de los excelentes resultados orquestales,<br />

hubiese quedado perfecto con una agrupación<br />

estilo Sinfónica de Boston o Filarmónica<br />

de Nueva York. De todas formas, buenas<br />

versiones, ideales para los que deseen<br />

introducirse en el mundo de este compositor.<br />

Brillantes temas de sonido y concisos,<br />

quizá demasiado, comentarios en las cuatro<br />

lenguas de siempre.<br />

EPA<br />

HINDEMITH: Mathis der Moler (Sinfonía).<br />

Música concertante pora orquesta de<br />

cuerdos y metales, Op. 50. Metamorfosis<br />

sinfónicas sobre lemas de Cort Maña ron<br />

Weber. Orquesta Filarmónica de Israel.<br />

Director: Leonard Bernstein. DEUTS-<br />

CHE GRAMMOPHON 429404-2. DDD.<br />

Duración; 67"26". Grabaciones hechas en<br />

conciertos públicos en el auditorio Frederk<br />

R. Mann de Tel Aviv en abril de<br />

1989. Producción: Haní Weber. Ingeniero:<br />

Karl-August Naegler.<br />

ción (tambores y trompetas); el segundo,<br />

más equilibrado tal vez (el trío modélico de<br />

Zu dir. por ejemplo: Gruberova, Protschka,<br />

Holl) hace más patentes los contrastes (el<br />

Caos, impresionante). James Levine, director<br />

tan calumniado, no es menos sutil; los grandes<br />

coros son amplios y nunca borrosos, la<br />

orquesta potente y transparente, las articulaciones<br />

cuidadísimas, el equilibrio entre los<br />

detalles y la masa sonora ideal, destacando la<br />

integración de lo narrativo en la acción. Los<br />

solistas, por sus timbres (e interpretación) se<br />

enfrentan ambiguamente: Battle, ave paradisíaca;<br />

Molí, autoritario y orgulloso; Winbergh,<br />

temblando de alegría, como húmeda<br />

arcilla.<br />

P.E<br />

HAYDN: Sínfonfos números 83, en sol<br />

menor «La gallina». 84, en mi bemo' mayor<br />

«In Nomine Damini», y 88, en sol mayor London<br />

Mozart Players. Directora: Jane Glover.<br />

Productor e Ingeniero: Brian B, Grabado<br />

en SL Peter's Church, Morden. 1989.<br />

ASVCDDCA 677. DDD. 67'0l". Distribuido<br />

por Auvídis.<br />

Una liturgia secreta -Haydn ha<br />

conocido a Mozart e ingresado<br />

en la masonería por estos añosrecorre<br />

el monumental Largo de la Sinfonía<br />

en sol mayor, número 88: es el punto de saturación<br />

de este compacto, donde jane Glover<br />

y los London Mozart Players reinciden en el<br />

Haydn sinfónico de los 80 del siglo dieciocho.<br />

De nuevo la calidad es impecable, tarto<br />

de sonido como de lección, pero la emoción,<br />

salvo cuando el maestro la fuerza, desbaratando<br />

esquemas, permanece a distancia.<br />

Entre lo lúdico y lo dramático, Jane Glover<br />

opta por un medido equilibrio que, si bien<br />

acredita su inteligencia, resta inevitablemente<br />

eficacia comunicativa a sus versiones. Parece<br />

que, en ellas, la historia controla la vivencia:<br />

¡es lo mejor? En todo caso, es lo seguro.<br />

/AA<br />

HOIST CHRIGE A HOLST; Los Pfanetos.<br />

St PouJ's Suile; fleni' Alora; Canciones sin palabras.<br />

London Symphony Orchestra. Productores:<br />

Denis Hall y Alan Sanders. Grabaciones<br />

entre octubre 1922 y septiembre<br />

1924. PEARL GEMM CD 9417. AAD.<br />

Mono 78" 10"- Distribuido por Díverdi.<br />

Indudablemente, tiene interés<br />

conocer lo que Holst opinaba<br />

acerca de sus Ptonetos, pieza de<br />

gran público rica en redundancias y hábiles<br />

efectos de fácil reconocimiento: identificar al<br />

director con el autor nos acerca a la identidad<br />

de la obra, por supuesto. Ahora bien:<br />

recrear la música de Holst de arta costura,<br />

vale la pena si se cumplen las condiciones de<br />

su lujo original. Si, por el contrano, se nos<br />

transmite un sonido raído, arrumado, ¿de<br />

qué nos sirve la supuesta lección del autor,<br />

lección desde luego auténtica?<br />

Si lo que se pretende es no perder un<br />

ápice de esa legítima lección, llámese a<br />

Mehta, o a Muti -mejor- o a otro competente<br />

director de lujo: hágasele oír el moster<br />

de Holst para que aprehenda sus más leves


52<br />

MUSIKA HAMABOSTALDIA<br />

QUINCENA MUSICAL<br />

SAN SEBASTIAN-DONOST1A<br />

MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN EUROPEA DE FESTIVALES DE MÚSICA<br />

5 AGOSTO<br />

AVANCE DE PROGRAMACIÓN 19911 SEPTIEMBRE<br />

SAJTIA<br />

ORQUESTA SINFÓNICA DE EUSKADI<br />

CORAL ESK1FA1A. Director: Javier Busto<br />

Órgano: José Manuel Azcue.<br />

•Réquiem en Do menor», A. Salieri; «Misa Brevis en Sol><br />

K.49, W.A. Mozan.<br />

_ 1CT0MA<br />

AGOSTO<br />

6-7 BALLET LÍRICO NACIONAL<br />

Director artístico: NACHO DUATO.<br />

16-20 «COSÍ FAN TUTTF>, W.A. Mozart.<br />

Dirección musical: ¡VOR BOLTON.<br />

Reparto: María Bayo, Fiordiligi; Teresa Berganza, Dorabella;<br />

Gloria Fabuel, Despina; William "8atson, Ferrando; Christopher<br />

Robertson, Guglielmo; Carlos Chausson, Don Alfonso.<br />

Dirección de escena: OTO SEVCIK.<br />

Producción: TEATRO NACIONAL DE PRAGA.<br />

Decorado: Jan Dusek.<br />

Estuario: Irena Greifova.<br />

ORQUESTA SINFÓNICA DE EUSKADI.<br />

CORO DONOSTI ERESK1.<br />

21 SAMUEL RAMEY, baja<br />

Warren Jones, piano.<br />

22 ORQUESTA SINFÓNICA DE BILBAO.<br />

APRILE MILLO, soprano<br />

Director: EL'GENE KOHN.<br />

24<br />

25<br />

26<br />

27<br />

ORQUESTA SINFÓNICA DE EUSKADI.<br />

LAZAR BERHAN, piano.<br />

Director: MIGUEL ÁNGEL GÓMEZ MARTÍNEZ.<br />

•Tiento del primer tono y batalla imperial", C. Halftcr;<br />

•Concierto n.° 2 en La mayor pan piano y orquesta»,<br />

F. Liszt; 'Sinfonía n." 1 en Re mayor Tiran», G. Mahler.<br />

SCOTTISH CHAMBER ORCHESTRA.<br />

ORFEÓN DONOSTIARRA. Director: j.A. Sainz.<br />

Direoor: LEOPOLD HACER.<br />

•Sinfonía n.° 40 en Sol menor» K<strong>55</strong>O, •Réquiem en Re<br />

menor» K625, -Ave, \ferum Corpusi K618, W.A. Mozart.<br />

SCOTTISH CHAMBER ORCHESTRA.<br />

CHRISTIAN ZACHARIAS. piano<br />

Director: LEOPOLD HAGER<br />

•Sinfonía n.° 25 en Sol menor» K183, -Condeno n.° 24 en<br />

Do menor para piano y orquesta» K491, «Sinfonía n. Q 41 en<br />

Do mayor 'Júpiter» K<strong>55</strong>1, W.A. Mozart.<br />

scorrisH CHAMBER ORCHESTRA.<br />

THE ENGLISH BRASS ENSEHBLE.<br />

Director: L10NEL FRIKND.<br />

•Concierto en Do menor», Marcello/Bach; 'Suite para trompeta<br />

en Re-, J. Clarke; .Sinfonía n.° 2», K. «fclll •Pulcinella<br />

(suite)>, I. Stravinski.<br />

28 TERESA BERGANZA, mezzo-soprano.<br />

J.A. Alvarcz Parejo, piano.<br />

30 ORQUESTA FILARMÓNICA DE RADIO FRANCIA,<br />

ORFEÓN DONOSTIARRA. Director: J.A. Sainz.<br />

Director: MAREK JANOWSKI.<br />

Marilyn Schmiegc, Marguerite; Keith Lewis, Faust; Alfonso<br />

Echeverría, Méphistophéles; Chris de Moor, Brander.<br />

•La Condenación de Fausto», H. Berlioz.<br />

31 ORQUESTA FILARMÓNICA DE RADIO FRANCIA<br />

Director: MAREK JANOWSK1.<br />

•Sinfonía concertante en Mi bemol para Oboe, Clarinete,<br />

Fagot, Trompa y cuerda» K297b, W.A. Mozart; "Sinfonía<br />

n.° 3, con Órgano, en Do menor Op. 78», Saint-Saéns.<br />

SEPTIEMBRE<br />

1 ORQUESTA FILARMÓNICA DE RADIO FRANCIA<br />

GABRIELE SCHNAUT, soprano.<br />

Director: MAHEK JANOWSKI.<br />

•Preludio y muerte de Isolda», R, Iftgnet;


DISCOS<br />

indicaciones y las asuma y grábese luego una<br />

interpretación del dio, en condiciones y por<br />

todo lo alto. Esto parece ser lo sensato,<br />

sobre todo considerando que nos hallamos<br />

ante una música de cuerpo frágil y espléndido<br />

ropaje. Se entenderla todavía que algún<br />

fanático con dotes de brujo nos hiciera oír<br />

en lontananza brumosa las Goídberg en los<br />

dedos del mismísimo Bach, donde, amén de<br />

dr, hay mucho que entender Pero la mitología<br />

de Holst no acierta a emular la de los<br />

dioses que encaman sus planetas. Y el dato<br />

histórico no compensa el vado de nuestros<br />

oídos. Buscando lo inaudito, hallamos lo<br />

inaudible.<br />

KERN: The song ¡s... ¡eróme Kem. Grabaciones<br />

de 1926 a 1934. Con Emll Coleman<br />

& Hjj Riviera Orchestra, Helen Morgan,<br />

Paul Whitemin & His Orchestra, etc. ASV<br />

CD AJA 5036. AAD. Duración; 50'23". Distribuido<br />

en España por Auvidis.<br />

Hace unos veinte artos decía<br />

Miguel Sáenz en su libro jazz de<br />

hoy, de ahora que la música<br />

comercial norteamericana era de una excelente<br />

calidad general, debido a que en buena<br />

medida provenía del jazz fia cita es de memona.<br />

memoria de entonces). Este disco con<br />

música de Jerome Kem es una excelente<br />

prueba de ello. Las canciones encantadoras y<br />

comerciales de este compositor ligero son<br />

excelentes en ese sentido, y están impregnadas<br />

de elementos jazzístcos. Además, se<br />

trata de grabaciones originales, con su sonido<br />

de época, un elemento encantador más y no<br />

el más desdeñable. Un disco que tendrá su<br />

público, y que recomendamos de buena<br />

gana, aunque somos conscientes que no es<br />

el repertorio habitual de estas páginas y<br />

acaso tampoco de nuestros lectores.<br />

S.M.B.<br />

LUTOSLAWSKI: Concierto pora orquesta.<br />

Músico fúnebre, pegos redecíanos. Orquesta<br />

Sinfónica de la Filarmónica Nacional de<br />

Varsovia. Director: Witold Rowicki. Sin<br />

indicación de productor ni de ingeniero.<br />

Grabado en Polonia en 1964 PHIUPS Silver<br />

Line Classic. 426 663-2 CD ADD.<br />

Duraciones: 29 1 25", \3S(, m y I2'3O - .<br />

Imaginemos un hipotético lector<br />

que no conociera obras de<br />

Witold Lutoslawski y pretendiera<br />

introducirse en el fascinante mundo sonoro<br />

de este compositor, que es uno de los dos o<br />

tres más grandes músicos vivos de este<br />

momento. Pues bien, habría encontrado un<br />

disco adecuado para ello. En él descubrirá<br />

tres obras de muy distinto carácter, encabezadas<br />

por una de sus piezas mayores, el<br />

Concierto para orquesto (que le hemos visto<br />

dirigir a él mismo aquí, en España, a la<br />

Orquesta Nacional), en la interpretación del<br />

director a quien fue dedicado. Witold<br />

Rowicki. Es la primera de las al menos tres<br />

versiones fonográficas de esta obra, y sigue<br />

siendo magnifica, matizada, llena de detafles<br />

y sabiduría de exposición en esos tres hermosos<br />

movimientos de que consta. Además.<br />

6


Mefisto<br />

No vamos a comentar con el<br />

titulo de esta reseña la excelente<br />

novela de Klaus Mann, sino a<br />

destacar el aspecto realmente demoníaco<br />

que posee esta interpretación de Leonard<br />

Bemstein. que bajo su dirección pasa directamente<br />

a llamarse Eme Mephisto Symprionie<br />

en vez del título original propuesto por<br />

Liszt.Actu al mente, existen sensacionales<br />

muestras de esta obra maestra; recordemos<br />

algunos ejemplos: Beecham (versión recién<br />

transferida a compacto que sera comentada<br />

en breve por Alfredo Orozco), Argenta,<br />

Ansermet, Horenstein, Bemstein I, Masur,<br />

Ferencsic. Muti y Sotti entre las de más relieve.<br />

Refiriéndose a esta última. Ángel Mayo<br />

en el número 14 de SCHERZO, pág. 42, la<br />

calificaba como «la mas ordenada, clara, precisa<br />

y musical de cuantas han sido grabadas»,<br />

lo cual, efectivamente, es cierto. Pero Bemstein,<br />

en esta su segunda aproximación discografica,<br />

es más impulsivo y decididamente<br />

romántico que su colega húngaro; la res-<br />

presente disco ofrece los cuatro primeros<br />

como un significativo ejemplo de un estilo<br />

caracterizado por el lirismo, la no renuncia<br />

al lenguaje armónico tradicional en su estado<br />

más puro y una gran claridad formal.<br />

Compuesto en 1922-23. el Cuarteto n.° I<br />

presenta una música muy vital, no exenta<br />

de ciertas dosis de ingenuidad, con una continua<br />

insistencia en las lineas melódicas. El<br />

contrapunto se erige en el elemento constructor<br />

preponderante en los restantes<br />

cuartetos, siempre con planes formales<br />

absolutamente clásicos en una linea de lirismo<br />

y expresividad muy románticos.<br />

Atft.<br />

MAHLER: Sinfonía n.° 1. Sinfonía n.° 2<br />

«Resurrección». Heather Harper, soprano.<br />

Halen Watts, contralto. Coro y Orquesta<br />

Sinfónica de Londres. Director Sir Georg<br />

Solti. DECCA OVATION 425 005-2 DM2.<br />

Álbum de 2 CD ADD. Duración: I35'23".<br />

Grabación; Londres, Kingsway Hall, 1964<br />

(n.° I). Gordon Parry (n.° 2).<br />

MAHLER: Sinfonía n.° 3 Helen Watts.<br />

contralto. Ambrosian Chorus. Coro de<br />

de la Wandsworth School. Orques-<br />

puesta orquestal de una Sinfónica de Boston<br />

cálida, intensa, suntuosa y entregada en cuerpo<br />

y alma a estos pentagramas, no tiene<br />

nada que envidiar a la de Chicago; los coros<br />

de Tanglewood están bien empastados y el<br />

tenor, Kenneth Riegel, es decididamente<br />

inferior h Siegfned |erusalem, que canta su<br />

breve parte con voz más noble y de mayor<br />

musicalidad que la estrecha y afalsetada de<br />

Riegel. Pero Bemstein, aparte de lo dicho, le<br />

presta una escrupulosa atención al tercer<br />

movimiento (Mefistófeles). logrando unos<br />

resultados que van de lo irónico a lo grotesco<br />

en una caracterización única en toda la<br />

abundante discografia de esta obra. Además<br />

de observar las indicaciones, Bemstein les da<br />

el sentido justo; es decir, que no hace otra<br />

cosa que seguir a pies juntiltas los dictados<br />

del compositor. Sin embargo, el Andante<br />

místico final resulta un tanto fantasmagórico,<br />

teniendo en cuenta lo esperpéntico que le<br />

acaba de preceder, poniendo punto final al<br />

mismo con un acorde seco y cortante de<br />

indudable olor a azufre. Esta aproximación,<br />

seguramente no buscada, convierte a este<br />

registro, de adquisición obligatoria, en algo<br />

insólito y fascinante. Grabación espléndida y<br />

libreto con comentarios en español.<br />

E.PA<br />

USZT: Una Sinfonía Fausto. Kenneth Riegel<br />

(ten.). Coro del Festival de Tanglewood.<br />

Maestro de coro: John Oliver Orquesta<br />

Sinfónica de Boston. Director Leonard<br />

Bemstein. DEUTSCHE GRAMMOPHON<br />

431470-2. ADD- Duración: 76 1 48". Grabación:<br />

Boston, Symphony Hall, julio de<br />

1976. Productor: Thomas W. Mowrey.<br />

Ingeniero: GUnter Hermanns. Precio<br />

medio.<br />

ta Sinfónica de Londres. Director: Sir<br />

Georg Solti. DECCA OVATION 414 254-<br />

2 DM2. AJbum de 2 CD. ADD. Duración:<br />

93'46". Grabación: id. disco anterior,<br />

1968. Productor: D. Harvey. Ingeniero: G.<br />

Parry.<br />

MAHLER: Sinfonía n.° 9. WAGNER: Idilio<br />

de Sigfñdo (*). Orquesta Sinfónica de Londres.<br />

Orquesta Filarmónica de Viena (*).<br />

Director: Sir Georg Sotó. DECCA OVA-<br />

TION 430 247-2 DM2. Álbum de 2 CD.<br />

ADD. Duración: 98'34". Grabación: Viena,<br />

Sofiensaal, 1965 (Wagner). Londres,<br />

Kingsway Hall, 1967 (Mahler). Productor<br />

J. Culshaw (Wagner), D. Harvey (MaMerj.<br />

Ingeniero: G. Parry.<br />

El Mahler de Sir Georg, que<br />

ahora nos llega reeditado en<br />

CD (en algún caso -Smfonío n.°<br />

I-, en realidad es reedición de la reedictón)<br />

a precio moderado, está, como cabe<br />

imaginar, realizado con notable pulcritud,<br />

aunque la Sinfónica londinense, una excelente<br />

orquesta, padece en ocasiones de un<br />

metal demasiado estridente o hasta relativamente<br />

inseguro (solo de trombón y<br />

trompeta en la Sinfonía n.° 3). Pero por<br />

encima de todo, la sensación que uno<br />

tiene escuchando estas versiones mahle-<br />

DISCOS<br />

rianas y volviendo a otras (Bemstein, Haitink,<br />

Neumann) a continuación, es que<br />

Solti resulta demasiado grandilocuente,<br />

excesivamente cuadriculado. El dominio<br />

del metal, acrecentado por una grabación<br />

un punto chillona, es abrumador, pero<br />

aunque por momentos la música apabulle,<br />

le falta ese vuelo que da la convicción, la<br />

plena identificación con los pentagramas.<br />

Escúchese a tftulo de ejemplo el <strong>Scherzo</strong><br />

de la Primero Sinfonía por Sotti y compárese<br />

a continuación con Bemstein (DG,<br />

parte de la edición dedicada al director<br />

recientemente fallecido; precio medio),<br />

con el que pareciera detenerse el tiempo.<br />

Todo está en su sitio y naturalmente bien<br />

tocado, pero le falta sentimiento, expresividad.<br />

En la Segundo Sinfonía se repiten fenómenos<br />

parecidos. Neumann (Supraphon,<br />

también a precio medio y en un solo CD)<br />

utiliza tempi muy similares (Bemstein, en<br />

su legendaria versión para CBS, con la<br />

misma orquesta, es mucho más reposado)<br />

a los de Sorti, pero su equilibrio de planos,<br />

su linea expresiva, logra un Mahler menos,<br />

permítaseme la expresión, bruckn enano,<br />

mucho más humano. Bemstein, en una<br />

aproximación radicalmente distinta, gradúa<br />

magistral mente la tensión, se recrea en<br />

esta música y contagia su extática visión al<br />

oyente.<br />

En la monumental Tercera obtiene Solti<br />

mejores resultados, sobre todo en el segundo<br />

tiempo, notablemente cantado, pero el<br />

finale, espectacular y efectista, carece de la<br />

grandeza y majestuosidad que, de nuevo,<br />

Bemstein consigue en cualquiera de sus dos<br />

grabaciones (CBS, precio medio, o DG, en<br />

su último e incompleto ciclo). Sorti, en la<br />

monumental coda final, le deja a uno fHo.<br />

pese al gran efecto orquestal.<br />

En fin, la desoladora Novena tampoco<br />

acaba de llenar. Falta en ella serenidad, respiración,<br />

hay más pasión que muerte. Los<br />

abundantes contrastes de lempo (4." mov.<br />

c. 88 y sig. por ejemplo) y matiz son sólo<br />

parcialmente respetados, y uno no llega a<br />

percibir el clima de progresiva amargura que<br />

si alcanzan Karajan, Giulini o Haitink. Este<br />

último álbum contiene como complemento<br />

una notable lectura, muy cameristica, llena<br />

de encanto y vida, del Idilio wagneriano,<br />

maravillosamente tocado por los filarmónicos<br />

vieneses. Cabe no obstante preguntarle<br />

si esta partitura era la más apropiada al lado<br />

de esta Sinfonía.<br />

En resumen, creo que no es en la música<br />

de Mahler en la que el maestro húngaro da<br />

lo mejor de si mismo, que es mucho. El<br />

ciclo de Bemstein (CBS) o el de Neumann<br />

(Supraphon), por no mencionar otras versiones<br />

sueltas, proporcionan alternativas<br />

mucho más satisfactonas en este rango de<br />

precio. Grabaciones discretas, con alguna<br />

dosis de soplido y, como ya se dijo, tendencia<br />

a lo chillón.<br />

R.o.a<br />

MAHLER: Sinfonía n.° 7 en mi menor. Cancones<br />

poro /os rafias muertos. Jessye Norman,<br />

soprano, y Orquesta Sinfónica de<br />

Boston, dirigida por Seiji Ozawa. Grabados<br />

en Frankfurt (diciembre de 1988) y<br />

Boston (marzo de 1989). Productor Wilhelm<br />

Hellweg. Ingeniero: Onno Scholtze.<br />

SCHERZO 67


DISCOS<br />

Mihlcr<br />

SYUPHONY No.l<br />

Otto<br />

emperer<br />

Referencia<br />

A pesar de las carencias debidas<br />

a la toma en vivo y los<br />

arios pasados, que cruzan<br />

veloces progresos técnicos, no conviene<br />

vacilar en tener como referencia a esta<br />

Resurrección. Ya que no sabemos cómo<br />

Mahler dirigía sus obras, al menos podemos<br />

echar mano de esa generación de<br />

maestros supremos que llegaron a conocer<br />

el magisterio mahlenano. de Watter a<br />

Klemperer.<br />

Don Otto está aquí en sus mejores días.<br />

A su talento obvio se une un enfoque sensoto<br />

de la partitura. Los tiempos rápidos<br />

son rápidos y los lentos, lentos. Al patetismo<br />

demoníaco, a la desesperación de la<br />

íehnsucht modernista, se une la trivialidad<br />

de la opereta y de las paradas del ejército<br />

imperial. Mas o menos como en eso que<br />

llamamos vida.<br />

La energía y el brío de los instantes dramáticos<br />

fraternizan con el abandono alucinado<br />

del canto spionotc, el acompañamiento<br />

del üed sinfónico con la hondura<br />

operística del coro final. Quizá Walter<br />

saque más partido sentimental y Klemperer<br />

opte por la austeridad germánica. En<br />

nuestros días, Ozawa se detiene en la caricia<br />

colorística con más coquetería. Pero<br />

Klemperer es fuerte, lacónico, trágico<br />

como un arma de precioso metal.<br />

Por si fuera poco, está Femer, con su<br />

voz sacerdotal que baja sin esfuerzo desde<br />

un cielo supuesto y dice con la serenidad<br />

de una pitonisa sabia y melancólica. A su<br />

lado, Vincent no desmerece, pero las diosas<br />

siguen siendo divinas, según asegura<br />

Perogrullo.<br />

En la concepción global de la obra, destaca<br />

la definición del género, que es más<br />

una surte sinfónico-vocal que una sinfonía<br />

aunque el primer movimiento prometa<br />

una singladura más normal. Otro mérito de<br />

Klemperer. de su inteligencia estructural,<br />

de su poderosa capacidad de abstraer el<br />

conjunto y, a la vez. resolver los detalles.<br />

B.M.<br />

MAHLER: Sinfonía n.° 2 en do menor<br />

«Resurrección». Jo Vincent. soprano, Kathleen<br />

Ferrier. contralto, Toonkunstkoor y<br />

Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam,<br />

dirigidos por Otto Klemperer.<br />

Grabado en vivo durante el festival de<br />

Holanda, el 12 de |ulio de 1951. DECCA<br />

MONO 425970-2 DM. Duración: 72'04".<br />

Precio económico.<br />

68 SCHERZO<br />

Dos compactos PHIUPS DIGITAL 426249-<br />

2. Duración total: I h. 45'37".<br />

Dos obras mahlerianas de distinto<br />

nivel se aparejan en la maestría<br />

de una interpretación que<br />

puede quedar, sin mayores titubeos, como<br />

una referencia, a pesar de las objeciones que<br />

la crítica francesa ha hecho a Norman en<br />

este caso. Es cierto que la soprano se ha<br />

metido en zonas de repertorio que no le<br />

convienen y ha obtenido resultados pálidos,<br />

pero aquí está en su medio por excelencia,<br />

luciendo un órgano oscuro y pastoso, de<br />

graves volcánicos, medias voces de irresistible<br />

persuasión, y un fraseo miniaturista y<br />

escultórico a la vez. trabajado con una autoridad<br />

en el decir que la colocan a la máxima<br />

altura.<br />

La Séptimo Sinfonía es una obra morosa y<br />

bastante árida, que más parece hecha por un<br />

mahleriano escolástico que por el propio<br />

Mahler. Los adictos la recogen con insistente<br />

admiración, pero no es una estructura precisa<br />

y abunda en divagaciones y extravíos de<br />

desarrollo que la toman excesiva. No obstante,<br />

el orquestalismo del compositor austríaco<br />

es siempre respetable y si a ello se<br />

agrega la perfecta con/unción de estilo y temperamento<br />

de Ozawa, miel sobre hojuelas.<br />

El director japonés se interna con seguridad<br />

y esmero en la selva orquestal mahleriana,<br />

desbroza su follaje, contrasta sus arrebatos,<br />

luce y hace sonar a un órgano que. no<br />

sin justicia, fue llamado, en tiempos, «la<br />

orquesta virtuosa». Descuellan el <strong>Scherzo</strong> y<br />

el Nocturno, por el humor Krtsch con que<br />

aborda el primero y el transporte decadente<br />

y de tenso melodismo con que recorre el<br />

segundo.<br />

La Séptimo no es la más trajinada de las<br />

sinfonías de Mahler, pero una versión de<br />

tamañas eficacia y propiedad pasan sobre<br />

este detalle y confieren a la versión un máximo<br />

interés.<br />

B.M.<br />

MARTINU: Lo comedía en é puente y A/exondre<br />

6/s, dos operas en un acto. Comedio:<br />

Nadine Sautereau (Popelka), Bernard<br />

Demigny (|ean). Jane Berbié (Eva), Jacques<br />

Mars (Bedron), Jean Giraudeau (Profesor).<br />

Orquesta Lírica de la O RTF dirigida por<br />

Manuel Rosen t ha I. Grabada en concierto,<br />

París, 10 de octubre de 1963. Alejandre.<br />

Clsudine Collart (Armande), Aimé Doniat<br />

(Alexandre), Gérard Friedmann (Osear),<br />

Marcel Vigneron (El retrato). Berthe Kal<br />

(Philoméne). Orquesta Lírica de la ORTF<br />

dirigida por Jean Doussard. Grabada en<br />

concierto, París, 4 de noviembre de 1969.<br />

CHANT DU MONDE LDC 278994. ADD.<br />

Duraciones: 38'19" y 39'57". respectivamente.<br />

Distribuido por Harmonía Mundi.<br />

MARTI NU: Jufette o la clave de tos suelos,<br />

ópera en tres actos. Jean Giraudeau<br />

(Michel), Andrée Esposito (juliette), Joseph<br />

Peyron, Bernard Demigny, Herré Germain,<br />

Luden Lo vano, Solange Michel, Berthe Kal,<br />

Irma Kolassi (todos ellos en varios papeles<br />

cada uno). Chórale Madrigal. Orquesta Lírica<br />

de (a RTF. Director: Charles Buck. Grabado<br />

en la Salla Gaveau de París, en concierto,<br />

el 26 de noviembre de 1962.<br />

CHANT DU MONDE LDC 278995.96 2<br />

CD. ADD. Duración: I h. 51*. Distribuido<br />

por Harmonía Mundi.<br />

El pasado mes de diciembre se<br />

conmemoraba el centenario del<br />

nacimiento de Bohusíav Martinu.<br />

No ha sido ocasión suficiente para dar a<br />

conocer mejor a este enorme compositor en<br />

nuestro país. Radio Dos de Radio Nacional<br />

de Espada y el firmante de estas lineas hemos<br />

hecho lo que hemos podido con nuestros<br />

cuarenta capítulos de una hora una vez por<br />

semana. Pero felizmente vemos que no en<br />

todas partes es lo mismo. De Francia nos llegan<br />

estos tres registros, cuidadosamente<br />

guardados en los archivos del Instituí Nationat<br />

de l'Audiovisuel. Se trata de tres versiones<br />

francesas de tres espléndidas óperas de Martnu,<br />

una de ellas cumbre de su producción,<br />

Jufette, mientras las otras dos (una algo anterior<br />

y otra inmediatamente posterior), son<br />

excelentes muestras de su sentido del humor,<br />

de su sentido de la comedia, del teatro, de su<br />

deuda con el surrealismo. Las tres óperas<br />

estaban ya grabadas y distribuidas en disco, en<br />

versiones checas de Supraphon que no serán<br />

desbancadas en modo alguno por éstas, fíese<br />

a sus méritos, su oportunidad y su total<br />

recomendabilidad: Krombholc dirigió una<br />

insuperable versión dejuliette que esperamos<br />

cuanto antes en CD, mientras Jflek se dedicó<br />

a las dos piezas breves.<br />

Tanto Comedio como Jufette están pensados<br />

en checo. El libreto original de Alexodre<br />

bis. en cambio, era francés. Hay que advertir<br />

que las tres obras quedan muy bien en francés.<br />

Las versiones de las dos farsas breves<br />

son espléndidas, llenas de vigor, de ritmo,<br />

con unas voces muy adecuadas, muy cómicos,<br />

sin esplendores vocales que resultarían<br />

tijera de lugar; son dos registros divertidísimos<br />

que recuperan dos obras que han llegado<br />

a muy pocas discotecas de estos<br />

pagos en sus registros checos. La diferencia<br />

entre la ¡uliette de Krombholc y ésta es<br />

mayor. No sólo por los cortes, no excesivos<br />

y bastante aceptables en general, sino por el<br />

propio clima dramático. En Krombholc se<br />

trataba de un sueño inquietante, misterioso,<br />

cargado de sugerencias. En la versión de<br />

Bruck se ha pretendido desvelar y defraudar<br />

parcialmente ese misterio. La comedia se ha<br />

infittrado en el drama onírico. El resultado<br />

no es decepcionante, pero sí más ligero,<br />

con una ligereza bastante teatral que permite<br />

al protagonista. Jean Giraudeau (de<br />

menores facultades que Ivo Zídek en la versión<br />

de Krombholc), no resultar en exceso<br />

inadecuado por su timbre escasamente<br />

bello, más dramático que lineo. En cambio,<br />

Andrée Esposito construye una Juliette que<br />

no desmerece demasiado del excelente<br />

resultado conseguido con Krombholc por<br />

María Tauberová. La dirección, en general, y<br />

salvados esos matices, es ágil, muy teatral y<br />

animada, sin caldas, con las múltiples intervenciones<br />

de un buen montón de personajes<br />

secúndanos muy bien resueltos por unos<br />

cuantos cantantes.<br />

En resumen: una gran obra maestra. Jufette,<br />

bien servida: y dos excelentes operas<br />

breves, dos farsas, en magistral traducción<br />

sonora. Una buena noticia con motivo del<br />

centenario de Martinu, uno de los para<br />

nosotros (aún) grandes desconocidos.<br />

S.M.B.


MEYERBÉER: Le prophéte. Marilyn<br />

Horne, mei. (Fidés), Nicolai Gedda. ten.<br />

(Jean de Ley de), Margherita Rinaldi, sop.<br />

(Berthe). Robert El Hage. baj. {Zacharie),<br />

Boris Carmeli, baj. (Mathisen), Friiz Peter,<br />

ten. (Joñas). Orquesta y Coro de la RAÍ de<br />

Turín. Director Herir/ Lewis. RODOLPHE<br />

PRODUCTIONS, R PV 32687.89. Duraciones:<br />

66'38". 69'27" y 68'37". Grabación:<br />

Julio de 1970. Distribuida por Harmonía<br />

Mundi. Precio económico.<br />

Con el bicentenano mozartiano<br />

se onlla otra posible y merecida<br />

celebración, la del centenario del<br />

nacimiento de Meyerbeer Este músico, tan<br />

vilipendiado por la critica como tomado a<br />

chirigota por el aficionado, necesita una revisión<br />

seria, situándole en contexto y desconectándolo<br />

de prejuicios. Una buena oportunidad<br />

se tiene escuchando esta grabación<br />

de su ópera quizá más lograda en su con|unto,<br />

donde la acción está mejor concentrada,<br />

los personajes definidos con exactos perfiles<br />

y la espectaculandad. aunque presente, mas<br />

justificada y controlada. La versión de la RAÍ<br />

es excelente y sin competencia (la versión<br />

comercial de CBS, con Horne y Lewis también,<br />

cojea por parte de soprano y tenor).<br />

Fidés, que lúe vehículo riquísimo para gloriosas<br />

contraltos (o mezzos) del pasado, tipo<br />

Schumann-Hemck, encuentra en Home, si<br />

no la voz titánica que demanda, si la exactitud<br />

de estilo, el vuelo dramático. Escucharla<br />

en la primera escena del acto V (0 prétres<br />

de Baol). con todas las exigencias vocales de<br />

la larguísima página rendidas con fervor y<br />

precisión, es de total adhesión. El papel de<br />

Jean es para un tenor heroico, de agudos<br />

edotontes, de linea canora elegante. Un tour<br />

de fófte en suma para cualquier representante<br />

de esta cuerda. Gedda tiene los agudos<br />

(algunos afalsetados. pero no molestos) y la<br />

línea, su musicalidad personalísima. Sale airoso<br />

de la difícil prueba. La Margherita de<br />

Rinaldi es más modesta, bien cantada, y da la<br />

fragilidad del personaje, muy importante en<br />

la obra. El terceto anabaptista (Hage, Carmeli,<br />

Peter) suficientemente imponente. La<br />

batuta de Lewis saca el partido esperado.<br />

Una gran versión, finalmente.<br />

F.F.<br />

MONTEVERDI: /.'/nconjnczione é Poppeo<br />

(Selección). Grace Bumbry (Poppea), Leyla<br />

Gencer (Ottavia), Gloria Lañe (Amalta),<br />

Giuseppe Di Stefano (Nerone), Alberto<br />

RI nal di (Ottone), Edith Martelli (Amo re).<br />

Orchestra del Teatro Alia Scala. Director<br />

Buno Madema. MYTO RECORDS, IMCD.<br />

905-31. Duración: 78'. Milán. 27-1-1967.<br />

En una época en que la música<br />

del Seiscientos/Setecientos tiende<br />

a volver a la interpretación<br />

basada en el estudio del estilo de la época<br />

puede extrañar la aparición de este disco.<br />

La obra de Monteverdi cuenta hoy con<br />

versiones que respetan el purismo de la<br />

obra entre las que merece destacarse la<br />

dirigida por Rene Jacobs, publicada por<br />

Harmonía Mundi. incluso la de Jean Claude<br />

Malgoire. al frente de la Grande Ecune et<br />

la Chambre du Roí. Sin embargo, esta grabación<br />

está más pensada para los amantes<br />

de las voces que para los diletantes del<br />

estilo de la ópera italiana del siglo XVII.<br />

Entre los intérpretes encontramos a<br />

Grace Bumbry, mezzosoprano o soprano<br />

americana a la que se nota un gran esfuerzo<br />

para adaptar su forma interpretativa más<br />

cercana a Carmen que a Poppea, consiguiendo<br />

frecuentemente adaptarse al estilo;<br />

lo mismo podía decirse de Leyla Gencel,<br />

soprano típicamente belcantista y que consigue<br />

con su técnica mantener la fragancia<br />

monteverdiana. Al que le es más difícil integrarse<br />

en la obra es Giuseppe di Stefano. el<br />

cual a pesar de sus esfuerzos no consigue<br />

evitar su tendencia verista, poco apto para el<br />

rol de Nerone. Del resto del reparto Edith<br />

Martelli y Alberto Rinaldi superan la prueba<br />

con mayor éxito que Gloria Lañe. La<br />

orquesta del Teatro alia Scala está dirigida<br />

por Bruno Maderna que consigue una<br />

correcta versión sin especial relieve estilístico.<br />

AV.<br />

MOZART: Los cinco conciertos poro violin<br />

y orquesta. Adagio K26L Rondes K.269 y<br />

373. Frank-Peter Zimmermann (violin) y<br />

Orquesta de Cámara de Würuenberg.<br />

Director: Jorg Faerber. EMI 2CD. DDD. 7<br />

63023 2. Productor Gerd Berg. Ingenieros:<br />

Rartwig Paulsen y Wolfgang Gulich. Grabaciones:<br />

Iglesia auf der Karlshühe de Ludwigsburg.<br />

1984-87. 6675" y 75'46".<br />

No sin cierta prevención nos<br />

acercamos a estas grabaciones,<br />

fatigados como empezamos ya a<br />

estar de tanto joven prodigio dotado de una<br />

falsa pátina de madurez que luego no resiste<br />

un análisis en profundidad y cuya continuidad<br />

en trabajos postenores suele ser muy<br />

problemática. A cada edad corresponde un<br />

estadio especifico de evolución artística. La<br />

gradación puede variar individualmente, pero<br />

no es normal ni apropiado que queme etapas<br />

a un ritmo demasiado acelerado.<br />

Tras la escucha, nos felicitamos, sin<br />

embargo, por haber finalmente hallado a un<br />

veinteañero que toca el violln estupendamente...:<br />

es decir, todo lo estupendamente<br />

que parece aconsejable en un muchacho de<br />

esa edad especialmente dotado y con<br />

muchas posibilidades. No menos satisface<br />

comprobar en estos mismos discos que la<br />

progresión es efectiva y firme: compruébese<br />

comparando, por ejemplo, la rigidez con que<br />

en 1984 ataca el famoso rondo a la turca del<br />

Concierto n.° 5 con el grácil vuelo melódico<br />

que tres años más tarde imprime al Rondo<br />

K.371<br />

La mejora resulta también muy apreciable<br />

desde el punto de vista de la digitación, una<br />

faceta en la que acaba por conseguir una<br />

fluidez de auténtico virtuoso en el fraseo<br />

legato, del mismo modo que el timbre va<br />

ganando en belleza y los tempí ajustándose a<br />

partir de la precipitación inicial. Únicamente,<br />

por lo que respecta a la regulación de las<br />

dinámicas se mantienen los reparos justificados<br />

de principio a fin: todo es demasiado<br />

uniforme y siempre se echa de menos esa<br />

ondulación tan encomiablemente equilibrada<br />

y sugerente, por ejemplo, en Perlman y de la<br />

que tan exageradamente abusa, por ejemplo,<br />

también Kremer.<br />

Lo que no admite disculpa es la medioendad<br />

de la orquesta y de su director, en una<br />

DISCOS<br />

labor de acompañamiento cuya ocultación<br />

por parte de la toma de sonido estamos casi<br />

por agradecer.<br />

AR.M.<br />

MOZART: Conciertos poro piano y orquesto<br />

númí 13 y (5, K.4J5 y 450. Arturo Benedetti-Michelangeli<br />

y Orquesta Sinfónica de<br />

la Radio del Norte de Alemania (NDR).<br />

Director: Cord Garben. DEUTSCHE<br />

GRAMMOPHON. DDD. 431 097-2. Ingeniero<br />

y productor: Helmut Burk. Grabación:<br />

Musikhalle de Hamburgo, enero y<br />

febrero de 1990, 57"48".<br />

Este disco, como todo lo que<br />

hace pianista tan controvertido,<br />

provocará tanto entusiasmo en<br />

sus partidarios como aversión en sus<br />

detractores. «¡Otra vez el gran moesiro, el<br />

inconmensurable Arturo Benedetti-Michelangeli.<br />

en todo el esplendor de su elegante<br />

articulación y nítido fraseo al servicio de<br />

otro genio por fin devuelto a la vida no<br />

sólo en hueso, sino con toda la carne sentimental<br />

que sólo un verdadero artista es<br />

capaz de añadir al escueto esqueleto de la<br />

partitura!», dirán los unos. «¡Otra vez el<br />

gran falseador introduciendo por su cuenta<br />

y riesgo cuantos más amaneramientos<br />

mejor para damos un Mozart que. en el<br />

mejor de los casos suena a Beethovenl»,<br />

diran los otros.<br />

Y es que estas dos interpretaciones contienen,<br />

en efecto, todos los VICIOS y virtudes<br />

a que el más aristocrático -en todos los sentidos<br />

de la palabra- de los pianistas en activo<br />

debe la merecida fama que le adorna. No se<br />

busque aquí al Mozart galante, etéreamente<br />

delicado, objeto de curto casi universal. Este<br />

es un Mozart robusto, enrevesado, de<br />

extensa dinámica y grandes contrastes muy<br />

efectistas, arrebatado e incluso precipitado<br />

en los allegros, melifluo hasta la afectación<br />

no sólo en los andantes, sino en todas las<br />

ralentizaciones.<br />

Sea cual sea el partido que se adopte,<br />

siempre quedará la magia de una grabación<br />

en vivo de uno de los más originales personajes<br />

del mundo de la interpretación contemporánea,<br />

acompañado por una orquesta<br />

servicial y puntual como pocas.<br />

El sonido del piano es magnifico, y el<br />

registro consigue una gran verosimilitud no<br />

sólo por la conservación de los aplausos al<br />

principio y al final, aunque no disimula -ni<br />

probablemente lo pertende- la excesiva<br />

dotación del acompañamiento. Porque una<br />

cosa es respetar, se esté o no de acuerdo, la<br />

visión que de un determinado repertorio<br />

tenga un intérprete y otra muy distinta dar<br />

por bueno cualquier número de músicos en<br />

obras escritas para los reducidos contingentes<br />

a que éstas estaban ongmanamente destinadas.<br />

A.B.M.<br />

MOZART: Sonatas poro piano y violin<br />

K.30I (293a), K303 (293c). K304 (300c) y<br />

K.48I. Franlé-Peter Zimmermann (violin) y<br />

Alexander Lonquich (piano). EMI. DDD.<br />

754 139-2. Productor: Gerd Berg. Ingeniero:<br />

Hartwig Paulsen. Grabación: Hiítoris-<br />

SCHER2O 69


DISCOS<br />

cher Reitstadl (Neumarkt), 4-6 de enero<br />

de 1990. 59'SO*.<br />

La cuarta entrega de este ciclo<br />

completo de las Sonoros de<br />

Mozart «para clave o fortepiano<br />

con acompar\amiento de un violln», así reza<br />

su título en la primera edición incluye tres<br />

{K30[/293a. K303/293c y K304/300Ó de<br />

las seis publicadas como Opus I en París<br />

-aunque las dos primeras fueran compuestas<br />

aún en Mannheim-, más la K49I, compuesta<br />

en Viena siete años después.<br />

En los comentarios adjuntos, Zimmermann<br />

y Lonquich son presentados como la pareja<br />

ideal para estas sonatas. Ni mucho menos.<br />

Ambos jóvenes exhiben importantes cualidades<br />

individuales y una sólida compenetración,<br />

pero a nuestro juicio ni de lejos pueden<br />

competir con Perlman y Barenboim, cuya<br />

correspondiente integral en CD también<br />

anda ya por el cuarto volumen. Allí donde en<br />

éstos encontramos consenso en el escaloñamiento<br />

jerarquizado de los matices y un<br />

reparto del protagonismo respetuoso con las<br />

razones por las que estas obras llevan aún el<br />

título que llevan, aquí se nos ofrecen versiones<br />

planas y una asunción de roles cuyo criteno<br />

no acertamos a descifrar.<br />

Zimmermann, quien -aún por lo menosno<br />

cumple las expectativas despertadas por<br />

sus Conciertos de Mozart de entre 1984 y<br />

1987, extrae un sonido muy hermoso en el<br />

registro medio, Lonquich posee una digitación<br />

eictremadamente ciara y la toma de<br />

sonido es impecable, pero ahí terminan prácticamente<br />

todas las virtudes del disco. Los<br />

agudos del violín tiran para chillones y en los<br />

pasajes más arduos de la zona intermedia hay<br />

una evidente pérdida de esmalte. Al piano,<br />

por su parte, le convendrían mayores dosis<br />

de compromiso expresivo. Global mente, la<br />

interpretación no pasa, en sus mejores<br />

momentos, de simplemente discreta<br />

Al comprador la elección no le resultará<br />

difícil con sólo que compare los veinte pnmeros<br />

segundos del Allegro inicial de la<br />

K.304, especialmente en la repetición del<br />

primer tema, donde la falta de relieve del<br />

fraseo de Zimmermann contrasta frontalmente<br />

con el brillo y la calidez de Perlman.<br />

A.B.M.<br />

MOZART: Don ¡uan Bernd Weikl. bar.<br />

(Don Juan), Margaret Price, sop. (Doña<br />

Ana). Stuart Burrows, ten. (Don Octavio),<br />

Sytvia Sais, sop. (Doña Elvira), Gabriel Bao<br />

quier, bar. (Leporello), Lucia Popp, sop.<br />

(Zerlina), Alfred Zramek, bar. (Masetto),<br />

Kurt Molí, bajo (Comendador). Orquesta y<br />

Coro Filarmónicos de Londres, dirigidos<br />

por Georg Solti. Grabado en el Kingsway<br />

de Londres, en octubre y noviembre de<br />

1978. Productor: Christopher Raeburn.<br />

Ingeniero; Kenneth Wilkinson. Tres compactos<br />

DECCA. ADD. 425 169-2. Duración<br />

total: 176'42". Precio Económico.<br />

Don Juan es una tragicomedia que<br />

evoca al barroco y anticipa al<br />

romanticismo por su mezcolanza<br />

de patetismo y bufonería. Solti la descifra<br />

románticamente, pero como un drama gótico,<br />

tal si Beethoven hubiera encarado la historieta<br />

del Burlador. El resultado, obviamen-<br />

70SCHERZO<br />

Damos la bienvenida desde<br />

aquí a esta excelente versión, a<br />

nuestro juicio, la que se lleva la<br />

palma dentro de todas las existentes (que<br />

no son muchas -nos referimos a versiones<br />

de entidad-: Karl Bóhm en el sello amarillo<br />

y Sir Colin Davis. esta última pendiente de<br />

su reedición en compacto en la Edición<br />

Mozart de Philips. Dejamos a un lado la<br />

versión de James Levine con la Filarmónica<br />

de Viena por estar disponible únicamente<br />

en soporte video). En este registro que<br />

ahora comentamos se aunan en condiciones<br />

óptimas tres factores fundamentales en<br />

la grabación de una ópera: dirección musical<br />

y concertación, voces-interpretación<br />

artística y, finalmente, toma de sonido.<br />

Sobre la excelente dirección de Kertész ya<br />

se pronunciaron favorablemente la mayoría<br />

de críticos europeos y norteamericanos<br />

(ver comentarios de Rodolfo Celletti, Stanley<br />

Sadie o Paul Henry Lang) a los que<br />

ahora nos añadimos nosotros dadas la incisividad,<br />

coherencia de tempi, equilibrio y<br />

vivacidad demostradas por el desaparecido<br />

maestro húngaro. Al lado de esta inteligente<br />

y dúctil dirección nos encontramos con<br />

te, es desigual, Acierta en lo sombrío y desganado<br />

del asunto, como si estuviera escuchondo<br />

la partitura con los oídos del<br />

Comendador, Para ello cuenta con la nobleza<br />

vocal y musical de Molí.<br />

Cabe descontar la pericia y suntuosidad<br />

orquestales del maestro húngaro, pero también<br />

cabe indicar su ausencia óe sentido dramático,<br />

que lleva todo al podio del concierto<br />

y trata los momentos Uncos con una lentitud<br />

y una languidez que le quitan carácter y<br />

evitan el contraste de atmósferas. El énfasis<br />

no conviene a la obra mozartiana. pues sólo<br />

admite una visión unilateral.<br />

El reparto es de probidad, aunque desigual.<br />

Destaca Bacquier, con una voz modesta,<br />

pero un histrionismo elegante y divertido<br />

que sitúa a su escudero como el único<br />

auténtico personaje del casi Price está señorial,<br />

digna y de un vocalismo infalible, que<br />

más elogio merece recordando las dificultades<br />

de un papel dramático que debe resolver<br />

momentos de coloratura y de canto<br />

spionoto e Intimo. Burrows conoce el estilo y<br />

resuelve su parte con dignidad y destreza.<br />

Popp no puede dar lo que conocemos de<br />

ella en estas lides y ello es achacable a Solti.<br />

Rozando la perfección<br />

un equipo vocal magnifico; recordemos la<br />

dulzura, propiedad de estilo y linea de<br />

canto de una Teresa Berganza que en el<br />

año de grabación de esta ópera se hallaba<br />

en el cénit de sus facultades vocales, Werner<br />

Krenn (del que Celletti dice que tiene<br />

un timbre un poco impersonal, característica<br />

de todos los tenores mozartianos de<br />

nuestros d(as) se muestra correcto y elegante,<br />

modula bien y su dicción italiana es<br />

óptima (facultad que es de agradecer.<br />

Recuerden las ostensibles dificultades de<br />

Peter Schreier con el idioma rtaliano en su<br />

grabación para Karl B6hm), Lucia Popp y<br />

Brigitte Fassbaender hacen gala de buen<br />

estilo y musicalidad irreprochable. Maria<br />

Casula canta con voz forzada y oscilante,<br />

pero se rehabilita de modo sorprendente<br />

en el rondó Non piü di /ron. Apurado, pero<br />

suficiente, el bajo Tugomir Franc, El reprocesado<br />

a digital en soporte compacto ha<br />

mejorado sensiblemente el sonido onginal,<br />

ya de por si muy bueno.<br />

Versión de njferencia, por ahora, de este<br />

Tito Gemente (con las distancias debidas), a<br />

pesar de que le falten recitativos. El precio<br />

económico del álbum y el espléndido sonido<br />

ayudara a los Indecisos a tomar partido<br />

por esta modélica interpretación.<br />

EPA<br />

MOZART: Lo demenza é Tito. Werner<br />

Krenn, ten. (Tito); Teresa Berganm,<br />

meuo (Sesto); Maria Caí u I a, sop. (Vitellia);<br />

Lucia Popp, sop. (Publio). Coro y<br />

Orquesta de la Opera Estatal de Viena.<br />

Director: István Kertési. DECCA, serie<br />

Grand Opera, 430105-2, ilbum de 1 discos.<br />

ADD. Duración total: 121.07. Grabación:<br />

Viena, Sofiensaal, mayo y junio de<br />

1967. Producción: Erik Smith. Ingenieros:<br />

Kenneth Wilkinson y James Lock. Libreto<br />

con texto de la ópera y traducción inglesa.<br />

Precio medio.<br />

Lo mismo que confiar a Sass la Elvira, siendo<br />

que tiene esta soprano la misma tesitura de<br />

Price. Sass está entubada, de dicción confusa<br />

y rendimiento desparejo.<br />

Molí ya ha sido juzgado y quedan el<br />

correcto Masetto de Sramek y el escolar y<br />

anodino protagonista de Weild. El conjunto<br />

es de un profesionalismo evidente, pero<br />

muestra, una vez más, que los buenos elementos<br />

combinados de mala manera pueden<br />

arrojar resultados magros.<br />

MOZART: Lo flauta mdgtca. Hllde Gueden,<br />

soprano (Pamina). Leopold Simoneau,<br />

tenor (Tamino), Kurt Bohme, bajo (Sarastro),<br />

Walter Berry, barítono (Papageno),<br />

Emmy Loóse, soprano (Papagena). Vilma<br />

Lipp, soprano (Reina de la Noche), August<br />

Jaresch, tenor (Monóstatos), Paul Sch6ffler.<br />

ba|o (Orador), Coro de la Opera de Viena<br />

y Orquesta Filarmónica de Viena, dirigidos<br />

por Karl Bohm. Grabado en Viena en<br />

[9<strong>55</strong>. Director artístico: Paul Rollo. Dos


compactos DECCA DM. 414 362-2. Duración<br />

total: 133'18*. Precio económico.<br />

He aquí una Flauta mozartiana y<br />

vienesa, en la mejor tradición de<br />

los Kappetmeister de la capital<br />

austríaca, servida por voces que conformaron<br />

una escuela de época y conducida por<br />

un pento en la materia. Rejuzgar trabajos<br />

como éste resurta sobreabundante, aunque<br />

nunca sobra un buen ejemplo de aplicación<br />

a la lectura de los clasicos.<br />

Lo primero que asombra en el registro es<br />

la calidad de las tomas, notoria al reprocesarse<br />

el sonido del compacto. La presencia<br />

de las voces, la riqueza de los timbres y la<br />

hondura de los planos dan al producto una<br />

actualidad que pasa sobre los años transcurridos.<br />

Las partes habladas han sido suprimidas,<br />

lo cual, si bien quita desarrollo dramático<br />

al conjunto, dándole un aire de concierto,<br />

nos permite ir al grano de la partitura.<br />

De los intérpretes cabe elogiar la excelencia<br />

general y lo homogéneo de su estilo,<br />

resultado tanto del trabajo magisterial de<br />

Bdhm como de los trajines de los cantantes<br />

en unos papeles que frecuentaban con solvencia<br />

y entusiasmo. Destaca Simoneau, el<br />

perfecto tenor di grazio mozartiano, heredero<br />

de las glorias de ftítaky y Dermota. asi como<br />

la gracia desenfadada y elegante de Berry.<br />

Gueden está cristalina y Lipp, briosa. Bóhme<br />

tiene autoridad y convence en su paternal<br />

Sarastro, aunque no sea exactamente un bajo<br />

cavernoso. Autoridad previsible luce también<br />

Schüfñer, y malicia divertida, Jaresch.<br />

Entre quienes completaron, en segunda lila,<br />

aquel excelente conjunto hallamos nada<br />

menos que A Christa Ludwig y Judrth Hellwig,<br />

en dos damas, aparte de los leales compnmarios<br />

vieneses óe esos años, como Hilde Rossel<br />

Majdan, Harald Próglhof y Ench Majkut<br />

B.M.<br />

MOZART: Don Giovanni. Hakan Hagegard<br />

(Don Giovanni), Gilíes Cae he mal I le<br />

(Leporello), Arleen Auger (Donna Anna),<br />

Della Jons (Donna Elvira), Nico van der<br />

Meel (Don Otcavio). Barbara Bonney (Zerlina),<br />

Bryn Terfel (Masetto), Kristinn Sigmundsson<br />

(II Commendatore). The Drottningholm<br />

Court Theatre Orchestra and<br />

Choras. Director: Amold Ostman. 3 CD.<br />

L'OISEAU-LYRE. 425 943-2. DDD.<br />

I7O'43". Grabación: Estocolmo. Vil/1989.<br />

Productores: Peter Wadland, Michael Hass.<br />

Ingenieros: John Dunkerley, Simón Eadon.<br />

Ostman nos propone un Don<br />

Govanm muy concreto, ateniéndose<br />

a la versión de Praga de<br />

1787. aunque grabando como apéndices (as<br />

partes añadidas por Mozart para la presentación<br />

en Viena. Tras las notables aportaciones<br />

del director sueco en su Cosi y Le nozze,<br />

este Don Gicvanni no acaba de cuajar plenamente.<br />

¿Qué es lo que falla? No se trata<br />

realmente de un problema achacabte al dispositivo<br />

orquestal, mínimo si se compara<br />

con el usado habitualmente, pues con uno<br />

de estas dimensiones tuvo que contar<br />

Mozart para el estreno de su ópera. Este<br />

Don Gavanni se tambalea por su desorientación<br />

dramática. Ostman parece estar obsesionado<br />

por la escena de la aparición de la<br />

estatua --lograda esta parte con una tensión<br />

extraordinaria-, pero no llega a ella como<br />

resultado de un crescendo emocional, sino<br />

que todo lo anterior queda incoherente,<br />

falto de vida teatral. Procurando tal vez evitar<br />

los excesos románticos, la verdión no<br />

obtiene otra cosa que desdibujar casi por<br />

completo los personajes. Don Giovanni<br />

carece de toda pasión (en La c¡ dorem la<br />

mano la expresión es plana), Leporello de<br />

humor" (ana del catalogo), Don Ottavio de<br />

entidad alguna. Los aciertos parciales, como<br />

el citado final del acto II y también el del<br />

acto I, no consiguen que la construcción dramática<br />

alcance una soldadura mínima.<br />

LM.M.<br />

MOZART: Arios. Emma Kirkb)', soprano,<br />

The Academy of Ancíent Music.<br />

Director: Christopher Hogwood. Grabado<br />

en Londres: Walthamstow Town Hall,<br />

La asociación de dos nombres<br />

tan populares como Claudio<br />

Abbado y Josep Carreras forzosamente<br />

tiene que incidir en las ventas de<br />

un disco con una obra tan popular como el<br />

cuento musical Pedro y el lobo. Este parece<br />

ser el razonamiento esgrimido por los responsables<br />

de esta grabación, dejando a un<br />

lado cuestiones tan aparentemente triviales<br />

como las de si el popular tenor catalán era<br />

o no era el narrador idóneo para esta deliciosa<br />

partitura. El Sr. Carreras, además de<br />

no articular bien, no le da a la narración ese<br />

misterio indispensable que fascina por igual<br />

a niños y a adultos, no posee esa identificación<br />

con el cuento que significa dar vida con<br />

extremo realismo a las diversas situaciones;<br />

para colmo, tiene un molesto acento catalán<br />

que no siempre es el adecuado cuando se<br />

está haciendo una grabación destinada a un<br />

público de habla española, de igual modo<br />

que no sería correcto si pusiesen a un español<br />

de Castilla en la hipotética grabación de<br />

poemas de Salvador Espnú o narraciones de<br />

josep Pía. Frente a un minucioso trabajo de<br />

Claudio Abbado y a una eficaz y brillante<br />

intervención de los instrumentistas de la<br />

Orquesta de Cámara de Europa, la actuación<br />

de Carreras es algo extraño en medio<br />

de tanta perfección, algo que ha perjudicado<br />

notablemente esta edición en español. Pre-<br />

¡Pobre Pedro!<br />

DISCOS<br />

noviembre, 1988 y abril, 1989. Productor<br />

Peter Wadland. Ingeniero: Simón Eadon.<br />

L'OISEAU-LYRE. 425 835-2. DDD.<br />

<strong>55</strong>'09*.<br />

Emma Kirtoy es una soprano singularísima<br />

en cuya voz naturaleza<br />

y educación confluyen, en ese<br />

gozoso misterio de procedencias de su voz<br />

se ajusta, sin que sepamos la línea de ajuste,<br />

lo distinto de su modo de emisión. Y sucede<br />

un sonido comal incomparable que, de puro<br />

sofisticado, no lo es en absoluto y que nos<br />

hace reposar en el eros primigenio del canto,<br />

vecino al suspiro genuino o al jadear de la<br />

libido, uno con ellos. Que tales condiciones<br />

de partida pueden hacer historia en el<br />

encuentra con Mozart es evidente de antemano.<br />

Una sabia elección optimiza, ademas, esas<br />

condiciones de suyo óptimas, desde el gusto<br />

italiano de íí re paslore al gusto alemán de<br />

Zoide, donde la soprano da forma a su<br />

ferible la antigua versión de Lorin Maazel<br />

también para el sello amanllo, con Juan Pulido<br />

en la versión española (aunque haya sido<br />

reeditada en compacto dentro de la serie<br />

Privilege narrada por Alee Qunes en inglés).<br />

Una sugerencia: Rommy Schneider hizo un<br />

excelente trabajo para la antigua grabación<br />

con Karajan (EMI, en alemán), o Peter Ustinov<br />

para el registro de Markevich (PHILIPS,<br />

en inglés); a Carreras no le costaba nada<br />

haberlos o(do con anterioridad para tomar<br />

contacto con una narración como Dios<br />

manda, a pesar de estar hecha en otro idioma.<br />

Y otra sugerencia para Deutsche Grammophon:<br />

en España tenemos excelentes<br />

actores que hubiesen hecho una encomiable<br />

labor en este disco; ahí tienen a Femando<br />

Rey, a José Luis Pellicena, a Paco<br />

Valladares y a un largo etcétera que ahora<br />

ya no tiene mucho sentido enumerar. Incluso<br />

puestos a buscar nombres célebres, bajo<br />

exclusiva opinión personal de quien esto<br />

firma y sin ánimo de echar leña al fuego, Placido<br />

Domingo se hubiese desenvuelto<br />

mejor en un papel de estas características.<br />

Buena versión de la Sinfonía Üásica. ligera.<br />

nerviosa, clara y muy sugestiva, asi como la<br />

irresistible Alorcto Op. 99 y la melancólica<br />

Obertura sobre temos fieÍJfeos. Disco, pues,<br />

que podía haber sido una clara interpretación<br />

de referencia y, por el contrario, se ha<br />

quedado en un bonito articulo de lujo con<br />

atractivos rellenos.<br />

£PA<br />

PROKOHEV: Pedro y el foto. Morena en si<br />

bemol mayor, Op. 99. Obertura sobre temos<br />

hebreos, Op. 34b. Sinfonía clásica Op. 25.<br />

Josep Carreras (narador). Orquesta de<br />

Cámara de Europa. Director: Claudio<br />

Abbado. DEUTSCHE GRAMMOPHON.<br />

429 397-2. DDD Duración: 50"36". Grabadones:<br />

Viena, Koncerthaus, diciembre 1986<br />

(Op 25¡. noviembre 1988 (Op. 99 y 34b) y<br />

enero de 1990 {sincronización de Pedro y el<br />

lobo). Productor Christopher Alder. Ingenteroi:<br />

Gregor Zielinsky. Karl August Naegler<br />

y Gernot von Schultzendorff.<br />

SCHERZO 11


DISCOS<br />

materia más afin -fiuhe sonft meto fio/des<br />

Leben es pura seducción-.<br />

JAA.<br />

MOZART: Sinfonías nüms. 34, en do<br />

mayor, K.338: 35. en re mayor, «Haffner».<br />

K.385; y en mi bemol mayor, K543 London<br />

Mozart Players. Directora: Jane Glover.<br />

Grabado en St. Peter's Church, Morden,<br />

1988. Productor e Ingeniero: Brian B. Culverhouse.<br />

ASV. CD. DCA 615. DDD.<br />

74'02". Distribuido por Auvidis.<br />

MOZART: Sinfonías núms. 25, en so'<br />

menor, KI83. 29. en la mayor. K.20I; y 33,<br />

en si bemol mayor, K3I9. London Mozart<br />

Playera. Directora: Jane Glover. Grabado<br />

en el Fairfield Hall, Croydon. enero 1990.<br />

Productor Roy Emerson. Ingenieros: Mark<br />

Vigars /Richard Hale. ASV. CD. DCA. 717.<br />

61 02". Distribuido por Auvidis.<br />

Mediar en lo que, de suyo, es<br />

inmediato, constituye, desde<br />

luego, una grave responsabilidad:<br />

pero no es otra la del intérprete musical. Y<br />

la paradoja conlleva paradoja; añadidas, con<br />

las consiguientes sorpresas. Por eso, sorprende<br />

-aunque no sorprenda que sorprenda-<br />

que la fortuna de los London Mozart<br />

ñayers y de Jane Glover, su conductora en<br />

el difícil Mozart supere con mucho a la que<br />

ellos mismos hallan en el fácil Haydn. Las seis<br />

sinfonías registradas en estos dos compactos<br />

y. en particular, la pequeño sol menor -25- y<br />

las la mayor -inefable 29- y do mayor -34son<br />

auténticas joyas que hacen honor al<br />

emblema de sus intérpretes, no en vano<br />

autotitulados tales: el milagro de lo inmediato<br />

se produce por medio de ellos y una inicial<br />

y muy saludable ausencia de respeto nos<br />

conduce certera al respeto profundo, ese<br />

que se otorga a la postre y no al principio,<br />

libre y no obligado. Los London Mozart Players<br />

merecen el nombre que han escogido:<br />

y es mucho decir.<br />

JAA<br />

RACHMANINOV: Los cuatro conciertos<br />

para piano y orquesta. Rapsodia sobre un<br />

tema de Paganini. Howard Shelley, piano y<br />

Orquesta Nacional de Escocia, dirigida por<br />

Bryden Thomson. Grabaciones: diciembre<br />

de 1989/abril de 1990. Local de grabación:<br />

Caird Malí, Dundce. Productor Brian Couzens.<br />

Ingeniero: Ralph Couzens. 2 CD.<br />

CHANDOS CHAN 8882/3. DDD. Duraciones:<br />

78'39" y 75'08". Precio normal.<br />

¡Otro Rachmaninov, incluyendo<br />

el Segundo Concierto? ¿Y sin rarezas<br />

ni lecturas revolucionarias?<br />

Obviamente, cuando el compositor ruso<br />

escribía estas obras, estaba horriblemente<br />

anticuado. Hoy, pertenece al mismo pasado<br />

continuo donde están los modernos y vanguardistas<br />

de entonces. Y los hechos musicales<br />

son mejores o peores según la felicidad<br />

del músico. El Primer y Cuarto conciertos son<br />

lo mas flojo del conjunto. Más parecen ejercicios<br />

virtuoslsticos que composiciones propiamente<br />

dichas. La Rapsodia y el Segundo<br />

reciben, como todos sabemos, la luz de la<br />

72 SCHERZO<br />

inspiración melódica. El Tercero es el más<br />

profundo como concepto, aunque menos<br />

brillante de ocurrencias cantables. En todos<br />

hallamos las virguerías y trucos de un gran<br />

pianista, enamorado de los recursos de su<br />

instrumento y generoso con sus colegas, a<br />

contar desde el mismo.<br />

Shelley, tras un debut infantil y cefludos<br />

estudios, ha hecho un vasto repertorio, consagrándose<br />

en 1983, con motivo de los cuarenta<br />

artos de la muerte de Rachmaninov, a<br />

ejecutar su obra completa para piano y<br />

orquesta. En una serie de diecisiete funciones,<br />

repitió el trabajo en 1989 y he aquí el<br />

resultado. No dudamos en calificarlo de<br />

ejemplar, sobre todo por el acuerdo entre<br />

solista y director, el minucioso estudio de las<br />

partituras y la maestría en exponer el estilo<br />

rachmanínoviano. sin dejarse llevar por lecturas<br />

falsamente literarias de las obras. La suntuosidad<br />

de los timbres y el despliegue segu-<br />

Sensuales ascetas<br />

Dudosas compañías (von<br />

Karajan, por ejemplo, en<br />

Beethoven), asi como una<br />

reputación de star capnchosa han podido<br />

hacer olvidar el inmenso talento, el arte<br />

magistral de Alexis Weissenberg: una<br />

reciente grabación 6e las Sonoros de Rachmaninov<br />

(DG) y esta reedición de los Preludios<br />

vuelven a situar a pianista y a compositor<br />

en sus justos puestos. Weissenberg<br />

aleja a aquel lúgubre banquete de<br />

mermelada y miel, imagen demasiado asociada<br />

con la música de Rachmaninov, para<br />

evocar la austeridad del exilio, que ambos<br />

compartieron: opuesta a la explosión de<br />

Richter (13 Preludios. JVC Melodya), al<br />

calor de Zilberstein (Qp. 32 DG), la interpretación<br />

de Weissenberg se sitúa en la<br />

linea del joven Horowrtz, y a través de ella,<br />

de Rachmaninov mismo; sonido granítico,<br />

seco y articulado, preciso con un mínimo<br />

de pedal, siempre retenido hasta en los<br />

momentos paroxlsticos; y, de vez en cuando,<br />

como a pesar de la áscesis pianística,<br />

aflora no la sensualidad, sino la nostalgia<br />

de aquella sensualidad, su misma ausencia.<br />

P.E.<br />

RACHMANINOV: integral de ios Preludios<br />

Op. 3, 23 y 32. Alexis Weissenberg<br />

(piano). CD. RCA. GD60568. ADD<br />

(excelente) de 1970. New York, por J.<br />

Newland. Director artístico: A. Gaitthier,<br />

73'- Distribución: BMG.<br />

ro del solista no figuran entre los menores<br />

atractivos del registro. Asf vale la pena insistir<br />

sobre to trillado.<br />

Las tomas son también habilísimas para<br />

mostramos los esmaltes de los instrumentos,<br />

así como la diáfana aunque compleja trama<br />

pianistico-orquestal, quienes gusten del<br />

repertorio, tienen una oportunidad excepcional<br />

de hacerse con él Los que quieran<br />

trabajar con discografia comparada, cuentan<br />

con una perla.<br />

B.M.<br />

ROSSINI: Stabat Mater. Carol Vanesi.<br />

sop.; Cecilia Bartoli, Mez.; Francisco Araiza.<br />

ten.: Ferruccio Furlanetto, baj. Coro y<br />

Orquesta Sinfónica de la Radiodifusión<br />

Bávara. Director: Semyon Bychkov. PHI-<br />

LIPS 426 312-2. DDD. Duración: 62'2I",<br />

Productor: Torsten Schreier. Ingenieros:<br />

Christine Koller, Heinz Urban. Grabación:<br />

Munich. 1989.<br />

numn Bychkov propone una lectura a<br />

medio camino entre la de Giulini<br />

(con un equipo discreto) y la de<br />

Muti (con un equipo mediocre). De Giulini<br />

recuerda sus tempi lentos, su dinámica; de<br />

Muti, la dramaticidad (teatral) de traducción.<br />

En general. Bychkov parece mirar más hacia<br />

Verdi que hacia Mozart. aunque la visión le<br />

resulte, al final, seria y matizada, El equipo<br />

femenino supera al masculino en el apartado<br />

vocal. Araiza ha perdido la emisión rossiniana,<br />

el compositor (junto a Mozart) que le<br />

llevó a la fama; su canto sigue siendo conveniente,<br />

por demás, pero el agudo del Cuius<br />

animan ha de alcanzarlo con una grosera<br />

apoyatura. Furianetto posee un instrumento<br />

de color importante, pero la emisión es particularmente<br />

bunda Ellas compensan, por la<br />

belleza de sus voces, la efusión de la entrega.<br />

Versión que puede competir, a pesar de lo<br />

negativo, con la abundante oferta ya en CD,<br />

porque, aparte de las citadas, se cuenta también<br />

con la de Kertész (reparto homogéneo<br />

y brillante), Hickox (poco rossiniana) y Scimone<br />

(desigual).<br />

F.F.<br />

SCELSI: Aion (1961). Pfhat (1974). ríonx-<br />

Om-Pox (1969). Orchescre de la Radiotelevisión<br />

de Cracovie. Choeur de la Philharmonie<br />

de Cracovie. Dirección: JUrg Wyttenbach.<br />

ACCORD 200402 MU 750.<br />

DDD. Distribuido por Auvidis.<br />

£1 caso de Giancinto Scelsi es uno<br />

de los más curiosos de la historia<br />

musical del siglo XX. Prácticamente<br />

desconocido hasta su muerte, acaecida<br />

en 1985. se revela como el gran pionero<br />

y el punto de referencia principal de la bautizada<br />

como escuela espectral, que tiene un<br />

gran número de adeptos entre muchos<br />

compositores de las nuevas generaciones.<br />

£1 mundo sonora de Scelsi se basa principalmente<br />

en la continua exploración sobre<br />

el aspecto más puro del sonido, Esto, unido<br />

a la profundización en el universo microintervalico<br />

y a la búsqueda de nuevas sonoridades<br />

-que hacen que su orquesta suene a<br />

menudo de una forma inusualmente distinta-,<br />

le srtúan como uno de los compositores


ta-, le sitúan como uno de los compositores<br />

más importantes de las lineas alternativas a<br />

los movimientos de vanguardia de su tiempo.<br />

£1 presente disco se inicia con Aion<br />

(1961), una de sus más conocidas composiciones<br />

que trata de representar cuatro episodios<br />

de la vida de un Brahma. Desde un<br />

punto de vista musical destaca el tratamiento<br />

de monodia, que hace que todo el despliegue<br />

armónico y melódico se ciña alrededor<br />

de uno o varios sonidos, trenzados<br />

mediante fluctuaciones de microintervalos.<br />

Pfhat (1974) constituye otro ejemplo muy<br />

especial por la radicalidad de sus presupuestos<br />

/ los fuertes contrastes sonoros. El disco<br />

finaliza con Konx-Om-Pox (1969), que posee<br />

como elemento distintivo dentro de la estética<br />

de Scelsi, el despliegue armónico en<br />

toda su amplitud; es decir, sin autorrestringirse<br />

a pequeños espectros, y en fuertes<br />

contrastes con largos unísonos y sonidos<br />

pedales.<br />

Disco de un gran interés por ofrecer una<br />

visión de la música contemporánea personallsima<br />

y muy alejada de los manidos tics a los<br />

que nos tienen acostumbrados los convencionalismos<br />

más recalcitrantes.<br />

MR.<br />

SCHUBERT: Integral de canciones. Volumen<br />

nueve. Arleen Auger, soprano; Graham<br />

Johnson, piano. Grabado del 16 al 18 de<br />

octubre de 1989. Ingeniero: Anthony<br />

Howell. Productor: Mark Brown. HYPE-<br />

R1ON. CDJ 33009. DDD. Duración:<br />

73'54". Distribuido por Harmonía Mundi.<br />

Siguiendo con la integral schubertiana,<br />

Hyperion se confia en este<br />

comparto, en una soprano líricoligera,<br />

especializada en partes mozartianas.<br />

No se trata del registro ideal para el canto<br />

de cámara, aunque hay ejemplos elevados<br />

de tales cantantes que han hecho una tarea<br />

singular en el pasado: Elisabeth Schumann,<br />

Erna Berger y Rrta Streich, entre otras.<br />

Hypenon no agrupa las canciones por<br />

épocas, por lo cual no hay un orden correlativo.<br />

Mas bien parece que se concitan las<br />

piezas conforme a los medios del intérprete<br />

y en este compacto tenemos las obras más<br />

cercanas al mundo de la ópera, de donde<br />

viene Auger. Interviene el clarinete (en el<br />

caso, Thea King) en la romanza de Castelli<br />

Me deslizo atormentado y silencioso. D.787. y<br />

en el popular Pastor sobre tos róeos, D.96S,<br />

con letra de Qiézy y Müller. Quizá sean las<br />

prestaciones más logradas de Auger.<br />

La soprano aparece en una forma vocal<br />

aceptable, aunque ya no óptima. Su voz se<br />

resiente de cierta estridencia en el pasaje al<br />

agudo, aunque el agudo mismo está firme y<br />

el timbre, en la octava, conserva sus virtudes.<br />

Las lecturas son respetuosas y aplicadas,<br />

abundando las inflexiones que, como en el<br />

caso de Sararí Walker. recuerdan inevitablemente<br />

a Janet Baker, tal vez por obra del<br />

pianista Johnson. El resultado, por parte del<br />

acompañante, es más convincente, por la<br />

solidez del oficio, dominio del estilo y buen<br />

sonido, que por parte de la solista. Si bien<br />

Auger se desenvuelve con probidad, sobre<br />

todo en d repertorio de base italiana (poemas<br />

de Metastasio, Vrtorelli y Goldoni), no<br />

es demasiado matizada en sus enfoques y<br />

una atmósfera comedida, pero monótona,<br />

envuelve todo su trabajo.<br />

R.M.<br />

SCHUBERT: Rosamunda. D.979 (grabación<br />

completa). Anne Sofie von Otwr<br />

(mezzo). Coro Ernst Senff. Orquesta de<br />

Cámara de Europa. Director: Claudio<br />

Abbado. DEUTSCHE GRAMMOPHON<br />

4316<strong>55</strong>-2. DDD. Duración: S9"38". Grabaciones:<br />

Viena, Konierthaus, diciembre de<br />

1987 (obertura); Berlín, Jesus-Christus Kirche,<br />

diciembre de 1989. Productor Christopher<br />

Alder. Ingenieros: Gregor Zidínsky<br />

y Gernot von Sehlutzendorff.<br />

Aceptable grabación, hecha dentro<br />

de los presupuestos habituales<br />

de aseo, corrección, virtuosismo<br />

orquestal y claridad que caracterizan los<br />

registros de la última etapa de Claudio<br />

Abbado. La obertura ha sido añadida del<br />

álbum que el maestro italiano hizo del integral<br />

de Sinfonías de Schubert (comentado en<br />

el número 33 de 5CHERZO, pág. 59). En<br />

cuanto al resto de la música de Rosamunda,<br />

digamos que tiene altibajos considerables: es<br />

decir, que no es gratuito que normalmente<br />

se interpreten sólo tres o cuatro números<br />

de la misma (para ser exactos, la obertura, el<br />

entreacto del acto segundo y el segundo<br />

ballet). No obstante, este disco ofrece toda<br />

la música compuesta por Schubert para el<br />

libreto de Helmina von Chézy (autora, asimismo,<br />

del libreto de Euryanthé), una rareza<br />

que evidentemente tiene su razón de ser,<br />

más si es interpretada como aquí, con una<br />

convicción a prueba de bomba Recordemos<br />

también que Abbado no está a la altura de<br />

la propina que nos ofreció a los asistentes<br />

del Teatro Real con su Sinfónica de Londres<br />

hace una docena de años, en donde interpretó<br />

un entreacto de Rosamundo con una<br />

profundidad, un calor y una magia propios<br />

de los grandísimos maestros y que en este<br />

registro, desgraciadamente, no se encuentran.<br />

Presentación, sonido y comentarios con<br />

la calidad habitual del sello amarillo.<br />

LPA<br />

SCHUMANN: Concieno para piano y<br />

orquesta en la menor. Dinu Lipatti y Orquesta<br />

de la Suisse Romande, dirigida por<br />

Ernest Ansermet Grabado en el Victoria<br />

Hall, de Ginebra, el 22 de febrero de 1950.<br />

BEETHOVEN: Concierto poro piano y orquesta<br />

n.° 4. en sol mayor. Clara Haskil, piano, y<br />

Orquesta Filarmónica da Londres, dirigida<br />

por Cario Zecchi. Grabado el 7 de jumo de<br />

1947, en el Kingsway Hall de Londres. Productor:<br />

Vicior Olof. Ingeniero: Kenneth<br />

Wilkinson. DECCA Mono DM 425968-2.<br />

Duración: 64"52".<br />

Los dos rumanos, los dos legendarios,<br />

los dos tocados por la<br />

insidia de la enfermedad. Uno,<br />

muerto en plena juventud, poco después de<br />

este Schumann en vivo. La otra, con intervalos<br />

de invalidez, insistiendo en una carrera<br />

que sólo empezará a reconocerse en su<br />

madurez. A décadas de su desaparición,<br />

siguen hostigando a los públicos actuales,<br />

DISCOS<br />

más allá de imperfecciones sonoras y técnicas<br />

de captación que suelen perturbar a los<br />

aguzados oídos de estos días.<br />

La obra de Schumann es uno de los créditos<br />

de Lípatti, por si no tuviera otros, y<br />

resulta engorroso, cuando no impertinente,<br />

abordarla como crftjco. Más bien cabe declarar<br />

que estamos ante un dechado y que,<br />

junto a su audición, aprendemos a oír lo<br />

escuchado mil veces. Un pianista casi agonizante<br />

ataca con vigor atlético, canta con fraseo<br />

imbatible. suena como el mejor instrumento<br />

del mundo. Se recoge a una intimidad<br />

de cámara schumann i ana que parece<br />

convertir a Ansermet en un atento compañero<br />

de ruta. Lo más notable del conjunto<br />

es, precisamente, advertir cómo se conjuntan<br />

el director y el solista en un mismo Schumann,<br />

Para una trayectoria acechada por la<br />

muerte prematura, valía reunir a los grandes<br />

artistas.<br />

En cuanto al Cuarto beethoveniano, que<br />

muchos consideran su obra más rica en el<br />

género, Haskil nos propone una lectura<br />

recatada, ensimismada y recoleta, que quizá<br />

desconcierte a quienes piensan en un Beethoven<br />

de arrestos siempre heroicos, viriles,<br />

con orillas patéticas y brios luminosos. Este<br />

Beethoven, trabajado con minucia y orientado<br />

hacia un lirismo solitario y recogido,<br />

evoca más a Benedetti Michelangeli que a<br />

Rubinstein, por citar dos extremos de la actitud<br />

pianística. Vale, en cualquier caso, para<br />

medir a los dos; al maestro alemán y la<br />

amplitud de sus versiones legitimas, y a !a<br />

pianista rumana, en los umbrales de una<br />

fama tardía y reclamada con perfecto derecho.<br />

B.M.<br />

SHOSTAKOVICH: 24 Preludios. Op. 34.<br />

PROKOFIEV: Sonólo n.° 6. Op 82. Evgueni<br />

Soifertii-Lukjanenko. piano. Productor: Jan<br />

Worf. Ingeniero: Dick van Schuppen. Grabado<br />

en Holanda, agosto de 1989. PAR-<br />

TRIDGE 1127-2. DDD. Duraciones: 32'22"<br />

y 27'l I", respectivamente. Distribuido por<br />

Diverdi.<br />

Desconocía este magnífico pianista.<br />

Evgueni Soifertis-Lukjanenko,<br />

otro resultado más de la inagotable<br />

escuela soviética, y también otro emigrante<br />

al oeste, donde los músicos acuden<br />

ahora no tanto en busca de libertad como<br />

de horizontes y simple sustento. Soifertis<br />

nos regala con dos magnificas obras pianísticas<br />

de los dos contemporáneos, acaso nvales,<br />

siempre distintos, Shostakovich y Prokofiev.<br />

Los Preludios, Op. 34 son una de las<br />

obras cumbres de la época feliz final de su<br />

compositor, cuando terminaba Lady Macbeth<br />

de Aisensfc. la ópera de la condena.<br />

Estas veinticuatro piezas son como un resumen<br />

de los clásicos y algunos contempora<br />

neos, la recreación de otros modelos más<br />

allá de la moda neoclásica, y al mismo tiempo<br />

resumen el universo de Shostakovich, su<br />

humor, su melancolía, su tratamiento distante<br />

del acervo popular La Sonoro. Op 82 es<br />

previa a la guerra en que se vena trágicamente<br />

envuelta Rusia, cuando Prokofiev ya<br />

se había instalado plenamente en la URSS,<br />

Polonia había caído y muy pronto lo haria el<br />

frente occidental de Francia. Es una pieza<br />

magistral, donde se combina lo expresamen-<br />

SCHERZO 73


DISCOS<br />

te ruso, popular, y la delicadeza de un pianisiro<br />

que niega o matiza el discurso folclóhco,<br />

el vigor habitual de Prokofiev, para sugerirse<br />

tenuemente francés. Con este disco Soifertis<br />

se coloca a un excelente nivel con respecto<br />

a otros pianistas habituales en este repertorio,<br />

como Ashkenazy o Richter. Petrov o<br />

Gilels. Si la Sonólo de Prokofiev está traducida<br />

con sabiduría y contraste, los Preludios de<br />

Shostakovich se constituyen en auténtica<br />

referencia, hasta el punto de que desearíamos<br />

una integral suya de los Preludios y<br />

fugas, Op. 87 cuanto antes.<br />

S.M.B.<br />

SOLOMON: Concierto para piano n.° i en<br />

si menor de Chaikovski (con la Orquesta<br />

Hallé de Londres, dirigida por sir Hamihon<br />

Hart)i), Polonesas, Estudios y Fantasías de<br />

Chopin y piezas de Uszt (Rapsodia húngara<br />

n.° 15, La leggierezza y Au bord d'une source).<br />

Grabaciones de los años 1929/1934. Producción:<br />

Haynes-Attweli. PEARL DIGITAL<br />

AUDIO GEMM. CD. 9478. Duración:<br />

7514'. Precio económico.<br />

Nacido en 1902, Solomon Cutner<br />

integra el núcleo de pianistas<br />

que introducen critenos modernos<br />

de objetividad y rigor en la lectura, lo<br />

que podría entenderse por pianismo de<br />

nuestro siglo. Si Rubinstein y Horowrtz son<br />

los últimos pianistas del XIX. Arrau y Solomon<br />

pueden ser los primeros del siglo que<br />

está por terminar.<br />

Esta muestra vanada del pianista inglés en<br />

su juventud nos permite evaluarlo en un<br />

abanico de interprelaciones donde, a pesar<br />

del común denominador romántico, caben<br />

las matizaciones del caso. En Chaikovski hay<br />

un despliegue brillante, pero nunca vtrtuosístico<br />

ni espectacular, alternado con momentos<br />

de intimidad camerística, sobre todo en<br />

las cadencias, üszt está arrebatado e inteligente.<br />

Chopin, de un sentimentalismo y un<br />

lirismo elegantes y de una articulación cristalina.<br />

Por si faltaba algo que acreditase el mito<br />

Solomon, he aquí estas versiones.<br />

El compacto ha hecho mucho por rescatar<br />

la sonoridad y presencia del piano, aunque<br />

puede menos con la orquesta que.<br />

como en otros casos similares, queda un<br />

poco aplatanada detrás del solista. Todos<br />

habríamos agradecido una limpieza de ruidos<br />

superficiales, pero la técnica no es omnipotente.<br />

B.M.<br />

STRAUSS: Así habió Zaratustra. Don pan.<br />

Orquesta Filarmonía y Concengebouw de<br />

Amsterdam, dirigidas por Semyon Bychkov.<br />

Grabadas en Londres (septiembre de<br />

1989) y Amsterdam (junio de 1988). Productora:<br />

Anna Barry. Ingeniero de sonido:<br />

Cees Heijkoop. PHILIPS. DDD. 4223S7-2<br />

PH. Duración: <strong>55</strong>'I4". Precio normal.<br />

Volver a unas páginas tan trajinadas<br />

puede implicar el riesgo de la<br />

redundancia O incitar al escucha a<br />

la distracción. Pero nunca se acaba de<br />

aprender la totalidad de recovecos orquestales<br />

que Strauss depara, sobre todo si,<br />

74SCHERZO<br />

como en este caso, a la minucia dei director<br />

se une el virtuosismo de las orquestas y de<br />

un sonido de especial suntuosidad, planimetría<br />

múltiple y captación implacable.<br />

En Donjuán hay una narración condensada<br />

como un poema. En Zorotustro hay un<br />

batiburrillo, del que no está ausente cierta<br />

aridez discursiva, pero brilla el sol en el alba<br />

del mundo y se derrocha ironía en un final<br />

donde el Demiurgo nos enseña el saber del<br />

cuerpo, bajando de la solitaria colina de los<br />

profetas al ritmo de un valsecito vienes que<br />

nos recuerda las danzas de Salomé y Electra,<br />

y el bamboleo de la corte austríaca en El<br />

caballero de la rasa.<br />

Bychkov es totalmente convincente en<br />

este repertorio. Conoce las partituras con<br />

lupa, las recome analíticamente y señorea<br />

con completo estilo. Tiene el sensualismo<br />

sonoro y la variedad de colores que Strauss<br />

demanda, al par que canta con desenfado<br />

(straussiano, de nuevo, faltaba mas) y nana<br />

con los contrastes y arrebatos propios del<br />

romanticismo tardío. En alianza con los técnicos<br />

de la Philips nos puede inundar el<br />

salón con la más poderosa y persuasiva<br />

caballería sinfónica del JugendsOl.<br />

BM<br />

STRAVINSKI: Obras para piano y orquesta.<br />

Copnccio, Sinfonías para instrumentos de<br />

viento. Concierto para piano, Movimientos.<br />

Paul Crossley, piano, London Sinfonlera.<br />

Director Esa-Pekka Salonen. Grabado en<br />

Sanpe Maltings. Suffolk, Inglaterra, 1988.<br />

Productores: Paul Crostley y Michael<br />

Vyner. Ingeniero: Tony Bridge. SONY SK<br />

45797. DDD. Duraciones; \T0l~ (Capricclo).<br />

ff4l* (Sinfonías), 19'0S" (Concierto).<br />

8'47" (Movimientos).<br />

Dos especialistas (tres, si añadimos<br />

a ¡a London Sinfonietta) se<br />

juntan para dar un magnífico recital<br />

con obras stravinski anas que se ha repetido<br />

con fortuna en otras ocasiones (recordemos<br />

a Charles Rosen con el propio Stravinski,<br />

o a Beroff con Ozawa, CBS y EMI.<br />

respectivamente). Tras aquel CD con Pájaro<br />

y juego de cartas para CBS. Esa-Pekka Salonen<br />

insiste en uno de los compositores que<br />

mejor se le dan tanto en vrvo como en estudio.<br />

La comprensión del mundo de este<br />

compositor en dos etapas tan diferentes de<br />

su vida (Movimientos es una obra tardía,<br />

señal y perfecta) se da a través de una traducción<br />

ob|etrva y limpia, lo mismo sutil que<br />

poderosa. El solista es un gran defensor de<br />

algunos compositores clásicos de nuestro<br />

siglo. Su acercamiento a este mundo concertante<br />

se sitúa sin lugar a dudas entre las referencias.<br />

Es decir un disco espléndido para<br />

los amantes de este tipo de música, podemos<br />

asegurarlo.<br />

S.M.R.<br />

STRAVINSKI: EJ pájaro de fuego (versión<br />

completa). BARTÓK: Dos retratos. Orquesta<br />

Filarmónica de Viena. Director Christoph<br />

von Dohnányí. Productor: James<br />

Mallinson. Ingenieros: Hames Lock, Colin<br />

Moorfoot, John Pellowe, James Brown.<br />

Grabación: Sophiensaal de Viena, septiembre-octubre<br />

de 1979. DECCA. 425 018-2.<br />

DDD (Stravinski). ADD (BartókV Duraciones:<br />

45M9* y M"34".<br />

Hay demasiados Pájaros excelentes<br />

como para que otro pueda<br />

sorprendemos así como así. Sin<br />

embargo, en este caso nos encontramos<br />

ante una de las lecturas más brillantes que<br />

puedan darse, aunque acaso no de las más<br />

penetrantes. Recordemos que se trata de<br />

una partitura con abundantes gamas dinámicas<br />

inferiores, que requieren una gran capacidad<br />

de matización; que el mundo de Stravinski<br />

aún tiene en esta obra (aunque lo que<br />

se toca aquí es la revisión postenor, perú no<br />

lo indica) mucho de rimskiano, y de eso que<br />

se ha llamado impresionismo, que es un ballet<br />

y que por lo tanto ilustra o evoca la acción.<br />

A menudo lo olvida Dohnányí, y está en su<br />

derecho, puesto que lo que plantea aquí es<br />

una pieza sinfónica. Las mejores versiones<br />

(salvo alguna omisión) siguen siendo la revolucionaria<br />

de Boulez, la clásica de Ansermet<br />

las excelentes de HartJnk y Dorati (sin refenrnos<br />

a las surtes). Esta que hoy comentamos<br />

vendría inmediatamente a continuación con<br />

sus méritos en cuanto a brillo, color y lógica<br />

sinfónica. El sonido es a veces deslumbrante.<br />

Se completa con una breve pieza de Bartók,<br />

muy bien interpretada, procedente de cierto<br />

elepé reaímente afortunado.<br />

SMB.<br />

STRAVINSKI: Sinfonía de (os Salmos.<br />

MAHLER: Sinfonía n ° í «Titán». Orquesta<br />

Nacional de Francia. Director: Igor Markevitch.<br />

Grabación en vivo realizada en concierto<br />

el 21 de junio de 1967. Toma de<br />

sonido: Ivan Devries. Duración total:<br />

66*14". MONTAIGNE. ADD. WM 332. (de<br />

la colección «Los grandes conciertos inéditos<br />

del Teatro de los Campos Elíseos»).<br />

Distribución: Diverdi,<br />

Quien tenga d acierto de adquirir<br />

este disco encontrará un Markevich<br />

en dos facetas bien distintas.<br />

En la Sinfonía de tos Salmos está el maestro<br />

en su elemento; ha sido, sin lugar a<br />

dudas, uno de los grandes intérpretes de<br />

Stravinski y la versión que se recoge en este<br />

inefable disco está, sin lugar a dudas, entre<br />

las mejores. Podría establecerse que está<br />

entre las tres o cuatro versiones de referencia.<br />

Para los otros dos puestos podríamos<br />

señalar las de Boulez y Ansermet, respectivamente.<br />

En Mahler nos encontramos con algo muy<br />

diferente a lo que es habitual en la interpretación<br />

de esta obra. No es una lectura trascendente,<br />

sino más bien festiva; el tratamiento<br />

de los planos sonoros de la orquesta es<br />

excepcional. Podríamos definir esta versión<br />

como eminentemente didáctica, ideal, por lo<br />

tanto, para que los no conocedores de esta<br />

obra se inicien en la misma. Está en el polo<br />

opuesto de la concepción de Horenstein o<br />

de la última de Bemstein realizada en Amsterdam,<br />

que constituye seguramente la cúspide<br />

en lo que a discos se refiere.<br />

El sonido es más que excelente, bastante<br />

supenor a muchas grabaciones realizadas en<br />

estudio. Parece ser éste un denominador<br />

común a la serie Montaigne dedicada a los<br />

conciertos del Teatro de los Campos Elíseos.<br />

Se aprecia plenamente el ambiente de la


Sala. Esta información ayuda grandemente a<br />

disfrutar de la música<br />

A.O.B.<br />

VÉRDI: Don Cario- Sena Jurinac (Elitabetta),<br />

Giulietta Si mío nato (Eboli), Eugenio<br />

Fernán di (Don Cario). Ettore Baitlanini<br />

(Posa), Cesare Siepi (Felipe II), Marco Stefanoni<br />

(Gran Inquisidor). Chor der Wiener<br />

Staauoper. Wiener Philharmoniker. Director:<br />

Herbert von Karajan. 2 CD. Kar 220.<br />

HUNT PRODUCTIONS. Duración:<br />

158"43". Salzburg, 26-7-1958.<br />

Las representaciones de Salzburg<br />

dirigidas por Karajan llevan su<br />

sello que cuando atañe a óperas<br />

de Verdi mantienen unos ritmos lentos que<br />

relajan el dramatismo y una elección de<br />

intérpretes que responden a su visión eminentemente<br />

linca. En esta versión nos encontramos<br />

con un Karajan no tan exagerado<br />

como en la grabación de EMI, pero si con<br />

estos tempi a veces muy lentos que hacen<br />

perder parte de la intensidad verdiana.<br />

En el plano vocal el gran Felipe II de Siepi<br />

brillante vocalmente y con un gran sentido<br />

de fraseo, de lo que es la prueba evidente el<br />

famoso Ella giomnai m'amo donde junto a<br />

momentos de ensimismamiento hasta otros<br />

de rabia y desconsuelo. Giulietta Simionato<br />

no ha tenido en el personaje de Eboli uno<br />

de los mas habituales, razón por la cual hace<br />

muy interesante esta representación, máxime<br />

cuando tampoco la ha llevado al disco<br />

comercial. Después de un inicio dubitativo<br />

se impone en la escena del jardín y finalmente<br />

en el difícil 0 don (átale con su calidad en<br />

los registros medio y atto. su grave correcto,<br />

una musicalidad exquisita. Ettore Bastianmi,<br />

evidencia su bella y potente voz, aunque<br />

quizá su exuberancia no encontraba en el<br />

controvertido Posa su mejor personaje.<br />

El aspecto vocalmente Ifrico lo muestran<br />

los dos atormentados amantes. Sena Jurinac<br />

es una gran cantante que tuvo su mejor baza<br />

en el repertorio mozartiano. pero, en cambio,<br />

su Elisabeth musicalmente irreprochable<br />

peca de una concepción estática poco incisiva;<br />

Eugenio Fernandi. es el típico tenor de<br />

bella voz con una técnica poco depurada y<br />

al que le falta un mayor fraseo. Correcto<br />

Marco Stefanoni, como el Gran Inquisidor,<br />

deliciosa Anneliese Rothenberger como una<br />

voz del cielo. La orquesta está a su nivel<br />

habitual posiblemente no en uno de sus<br />

mejores días y el coro cumple, sobre todo<br />

en la escena de Atocha.<br />

A.V.<br />

VERDI: Simón Bocconegro. José van Dam,<br />

bar. (Simón); Nancy Gustafson. sop. (Amelia);<br />

Alberto Cupido, ten. (Adorno): David Piccsinger.<br />

baj. (Fiesco); William Stone, bar. (Paolo)-<br />

Coro y Orquesta del Teatro Real de la<br />

Moneda, Bruselas. Director: Sylvain Cambntline.<br />

RICERCAR SECONDO RIS 093070771.<br />

DDD. Duraciones: 68'46" y 72'4I" Producción:<br />

Simotis y Lejeune. Ingeniero: Philippe de<br />

Magnee. Grabación: Bruselas. 1990.<br />

Hay dos grabaciones de esta<br />

compleja ópera verdiana que<br />

pasan, con razón, por ser las<br />

mefores del mercado tanto oficial como privado.<br />

Se trata de la de Santini con Gobbi,<br />

Victona de los Angeles y Chnstoff por un<br />

lado; y la postenor de Abbado con Cappuccilli.<br />

Freni, Carreras y Ghiaurov. por otro. Ya<br />

la inmediata a ésta que se comenta, la de<br />

Solti para Decca. se quedó a arlos luz de<br />

aquéllas dos. resultando, sin embargo, en<br />

bastantes puntos superior a la presente. Esta<br />

edición, tomada en vivo en varias representaciones<br />

de noviembre de 1990, sólo encuentra<br />

justificación en homenaje a un artista de<br />

nivel tan sobresaliente como José van Dam.<br />

Van Dam ha cantado los tres papeles graves<br />

de Simón Bocconegra; es decir, el protagonista,<br />

Fiesco y Paolo (que grabó con Abbado).<br />

Conoce la obra al dedillo y su lectura del corsora<br />

genovés está llena de aciertos, a lo<br />

Gobbi, Intimo y rico de matices, con ángulos<br />

o perfiles nuevos que ennoblecen a un personaje<br />

que parece no acabar nunca de descubrirse<br />

del todo. Pero en van Dam se terminan<br />

las excelencias del registro. Cambreling<br />

dirige con atención y cuidado, pero le<br />

falta pulso dramático. La Gustafson carece<br />

del linsmo italiano (Que Freni Sene a raudales)<br />

o de la elegancia de fraseo (que Victona<br />

derrocha). Cupido, el único mediterráneo del<br />

registro, tiene agradable voz, pero medios<br />

modestos para un personaje tan dotado<br />

melódicamente por la pluma verdiana Prttsinger<br />

sabe cantar, pero es una voz fronteriza<br />

con el registro de bajo, en un rol donde, precisamente,<br />

se necesrta un ba|o con todas las<br />

de la ley. El Paolo de Stone es correcto. Para<br />

los fans de José van Dam.<br />

F.F.<br />

VERDI: I vespri siciliont. Renata Seotto,<br />

sop. (Elena); Gianni Raimondi, ten. (Arrigo);<br />

Piero Cappuccilli. bar. (Monforte);<br />

Ruggiero Raimondi, baj. (Procida). Orquesta<br />

y coro del Teatro alia Scala, Milán.<br />

MYTO 2 MCD 905.24. ADD. Duraciones:<br />

78'S8- y 78 1 59". Grabación: Milán. 1970.<br />

Distribuida por Diverdl.<br />

Se trata de la inauguración de la<br />

temporada 70-71 del teatro milanes,<br />

cuyo público, esa noche, sólo<br />

comienza a entrar en calor (y a aplaudir) a<br />

partir del cuarto acto. Veinte años después,<br />

Muti recuperarla esta magna obra verdiana y<br />

EMI perpetuarla el acontecimiento. La versión<br />

de Gavaceni tiene fuerza, lirismo y<br />

espectaculandad. Muy proclive a la tijera<br />

hace algunos cortes; el más destacable, el del<br />

cuarteto de entrada en escena de Monforte;<br />

el más escandaloso, momentos del aria del<br />

tenor (los terroríficos compases finales: a<br />

mofedirmif), sin duda para aligerar al cantante;<br />

el más añorado, el duetono que sigue al Solero<br />

(asi, de nuevo, el tenor se libra del imposible<br />

Addio). El cuarteto vocal no reúne las<br />

condiciones exigidas por sus partes, pero,<br />

con afán, van sacando adelante la obra. Scotto<br />

se apoya en sus indudables y eficaces<br />

maneras de actriz, con una frase aquí, un<br />

agudo (da el del bolero) allá, que acaban por<br />

imponer su visión del personaje, riquísimo<br />

de exigencias. Raimondi tiene medios para<br />

asumir el ro) de Arrigo, pero el cantante,<br />

valiente y generoso, es dramáticamente inoperante,<br />

aunque su presencia vocal acaba<br />

por convencer. Cappuccilli expone un Monforte<br />

demasiado Unco; se echan a faltar un<br />

DISCOS<br />

centro más ancho y un timbre más obscuro;<br />

parece el hermano mayor de Arrigo. no su<br />

imponente papá. El otro Raimondi canta con<br />

mucho s'anc/o su parte, que grabaría dos<br />

años después para RCA aún no ha enviciado<br />

el bajo su fraseo y la voz está sana, pero<br />

gustarla mejor en el rol un bajo de mayor<br />

profundidad de registro. Myto regala un<br />

Bonus: el dúo del acto IV entre Elena y Arrigo,<br />

del reparto scalígero alternativo, con<br />

Gencer y Caselato-Lambertí; ella, arrolladora<br />

en intenciones.<br />

FJ.<br />

VERDI: Lo Trovata. Joan Sutfierland. sop.<br />

(Violetta); Luciano Pavarotti, ten. (Alfredo);<br />

Maneo Manuguerra, bar. (Germont). Coro<br />

de Opera de Londres. Orquesta Filarmónica<br />

Nacional. Director: Richard Bonynge.<br />

DECCA 430 491-2. DDD. Duraciones:<br />

7S'O3" y 58'4I". Productor: Christopher<br />

Raeburn. Ingenieros: Kenneth Wilkinson y<br />

james Lock. Grabación: 1979.<br />

Reedición en disco compacto,<br />

ahora en dos discos, dada la competencia<br />

y sobre todo la duración<br />

de la obra que permite las dos unidades y no<br />

las tres, como onginariarnente se lanzó esta<br />

versión. Algo que Polygram esta haciendo con<br />

algunos títulos para bien de los futuros compradores<br />

y para mal de los pasados adquirientes,<br />

Sutherland grabó ciertos papeles en dos<br />

momentos de su dilatada carrera. Violetta<br />

Valery es uno de ellos. La soprano australiana<br />

encara este complicado papel (complicado<br />

por el lado de la vocaJidad tanto como por el<br />

de la expresividad) con modelos que retrotraen<br />

el canto a periodos pasados, donde la<br />

voz era la única licita para expresarse en la<br />

ópera. Redondez de sonido, seguridad de<br />

ataques, agudos bnllantes, todo al servicio de<br />

un personaje monocorde o, al menos, de<br />

una regularidad descriptiva sin altibajos ni<br />

progresión. Asi aparecía en su versión<br />

(espléndidamente acompañada por Bergonzi<br />

y Merrill) de 1963. Dieciséis años después, la<br />

soprano quiere jugar otos cartas y de hecho<br />

lo consigue. Vive mas el papel, pero esta pn><br />

fundización dramática no hay que juzgarla<br />

con presupuestos latinos, mediterráneos, sino<br />

con criterios algo más allá del meridiano de<br />

Grenwich. Es decir, que Sutherland sobe<br />

cuándo Violetta está alegre, melancólica,<br />

doliente, enferma, etcétera, pero el oyente<br />

no tanto. Esta vocoíidod generosa y esa<br />

expresividad personalIsirna de la australiana<br />

chocan un tanto con la latinidad de su portenaire,<br />

un Pavarotti de los mejores tiempos.<br />

Serta poco decir que el tenor de Modena<br />

crea uno de los grandes Alfredo del disco: la<br />

voz es la ideal para el papel; el lirismo innato,<br />

el que necesita el joven enamorado; el timbre<br />

{se sabe) es el más bello de los úttimos<br />

arlos. Manuguerra es. como siempre, un dignísimo<br />

cantante, que hace un Germont convenientemente<br />

exigente y paternal. Bonynge,<br />

desigual, según a quién acompañe.<br />

FI.<br />

VIVALDI: Los Cuatro Estaciones. Op. 8,<br />

núms. 1-4. Concierto para flauta en do.<br />

RV.297. Michala Petri (flauta), Guildhill<br />

SCHERZO 75


DISCOS<br />

String En semble, George Malcolm (clave).<br />

CD. RCA. RD86656. DDD. Londres, por<br />

T. Faulkner, en 1987. Director artístico: R.<br />

Mace. 4T54". Dinribuido por BMG.<br />

Michala Petri es una magnifica<br />

artista, George Malcolm un maestro,<br />

el Guildhail Stnng En semble<br />

un perfecto instrumento; tocan, además, con<br />

un entusiasmo poco común, asi que quienes<br />

quieran escuchar Los Cuatro Estaciones, en<br />

las cuales una flauta sustituye al violin principal,<br />

estarán satisfechos. Quienes prefieran la<br />

obra efl su versión original no tendrán otro<br />

problema que elegir entre medio centenar<br />

de versiones desde I Musía con Félix Ayo<br />

(grabación histórica de 19<strong>55</strong>. Philips), hasta I<br />

Solisti de Napoli con Salvatore Accardo<br />

tocando cuatro Stradivarius II Cremonese,<br />

The Firebird, The Han (ex-Francescatti) y el<br />

Ex-Reynier (Philips), pasando por las versiones<br />

no menos autenticas del Concentus<br />

Musicus Wien dirigido por HarnoncouK<br />

(Teldec), Lo Petite Ronde dirigida por Briiggen<br />

(RCA). o los Raglán baroque dirigidos<br />

por Kraemer con Monica Huggett (Virgin).<br />

Los conciertos de Vivaldi originales para flauta<br />

son interpretados de manera aún inigualada<br />

por los miembros de la Orquesta del<br />

Siglo XVIII con Brüggen (RCA. 1979).<br />

P.E.<br />

WAGNÉR: Obertura de El holandés<br />

errante. Preludio de Lohengnn Preludio de<br />

tos maestros concores. Obertura de<br />

Tannriouser Preludio y Muerte de amor de<br />

Tristón e Isolda. Filarmónica de Berlín dirigida<br />

por Seiji Oawa. Grabado en Berlín en<br />

junio de 1989. Productor: Erik Schmidt.<br />

Ingeniero: Erdo Goot. PHILIPS. DDD.<br />

426271-2. Duración: I h. 05"4é".<br />

Hay poco que agregar a la interpretación<br />

wagneriana, sobre todo<br />

si se trata de fragmentos sinfónicos<br />

desgajados de su contexto dramático-<br />

Pueden sonar a eso. a partes sueltas, o<br />

cobrar una autonomía sinfónica como ocurra<br />

en manos de un Toscanini o un Klemperer.<br />

Ozawa es un concertador brillante, dueño<br />

de una paleta orquestal variada y esmaltada<br />

Su preocupación por hacer rendir a los timbres<br />

del conjunto está siempre asegurada.<br />

Como intérprete wagneriano, a juzgar por<br />

esta selección, ofrece unas lecturas minuciosas<br />

y tersas, pero también puede ser objetado<br />

en lo que suele recaer cuando no se<br />

identifica plenamente con el autor que<br />

enfrenta: prolijidad, solemnidad morosa, lentitud<br />

que lleva a una pompa a menudo extenuante.<br />

Si se trata de evocar modelos,<br />

recuerda al Wagner prosopopéyico de<br />

Knappertsbu sch.<br />

Los tempi alargados en demasía llevan a<br />

un lirismo lánguido y. en los fraseos de carácter,<br />

a un canto cuadrado y machacón en<br />

exceso. Sus mejores aciertos están en las<br />

páginas o momentos líricos, como los preludios<br />

de Lohengrin y Tnsídn. Los incondicionales<br />

del director japonés podrán aumentar sus<br />

ilustraciones. Los wagnenanos. hacer discografla<br />

comparada. Para quienes aborden al<br />

mago de Bayreuth desde la apasionada curiosidad,<br />

son recomendables otros abordajes.<br />

7ÍÍSCHERZO<br />

flLAl<br />

WEILL Los siete pecados capitales. Mahagonny<br />

Songspief. U. Lemer y $. Tremper,<br />

sopranos; H. Wi Id haber y P. Haage. tenores;<br />

T. Mohr. barítono; Jungwirth, bajo, y J.<br />

Cohén, piano. Rías Berlín Sinfonietta.<br />

Director: J. Mauceri. Grabado en Berlín,<br />

Hansa Studio y Jesús Christus Kirche, octubre<br />

1989. Productor: Michael Haas. Ingeniero:<br />

Stan Goodall. DECCA 430 168-2.<br />

DDD. «W.<br />

El interés y la importancia que<br />

dominan este registro digital,<br />

magnífico, por otra parte, material<br />

y formalmente, radican, sin duda, en la<br />

especie originallsima y poco difundida de<br />

dos piezas maestras de Kurt Weill, años 20 y<br />

30: el Mahogonny Songspiel. concebido, en<br />

esta su versión original, como ópera de<br />

cámara, y Los siete pecados capiWÍes, ballet<br />

cantado de carácter alegórico. En ambos<br />

casos, el soporte literario y de escena es responsabilidad<br />

de Bertold Brecht Weill despliega<br />

todo un caleidoscopio de lenguajes,<br />

sutilizados por el tamiz de la ironía que le es<br />

habitual, desde el viejo coral germano, con<br />

resonancias de Schütz, a la pura declamación<br />

entonada, pasando por los cánones del contrapunto<br />

y los aires frivolos del cabaret de<br />

época.<br />

El desdoblamiento de Ana -dos personajes<br />

en una sola voz-, protagonista de los<br />

Todsünden y el recurrente ntornello de la<br />

familia -voces viriles todas, incluida la madre,<br />

voz de bajo profundo- sentenciando al<br />

amparo de las tradiciones, son algunos de<br />

los incontables golpes de genio que sacuden<br />

estas acidas partituras, servidas ahora con<br />

una nitidez que se nos antoja irreprensible.<br />

En su discurrir fronterizo. Weill, con el<br />

apoyo de Brecht traduce el conflicto vital a<br />

contrapunto, no de voces, sino de lenguas,<br />

lo cual impone un decir versátil, primorosamente<br />

entendido y practicado por los intérpretes<br />

de esta notable producción.<br />

RECITALES<br />

JAA.<br />

VARIOS: Obras para órgano Organistas:<br />

Simón Preston* y Cario Curley**. ARGO,<br />

2CD, 421 731-2* y 430 200-2**. DDD.<br />

Duraciones: 66'30 y 63'48". Grabación:<br />

Methuen Memorial Music Hall* (Massachusetts.<br />

marzo de 1988) y Girard College<br />

Chape!*" (Philadelphia, diciembre de 1988<br />

y enero de 1989). Productor: Peter Wadland.<br />

Ingeniero: John Dunkerley.<br />

BACH: Conciertos para órgano. Peter Hurford,<br />

órgano. Northern Sinfonía. Director:<br />

Richard Hickox. ARGO. 425 479-2. DDD.<br />

Duración: 66'44". Grabación: Sir Jack Lyons<br />

Concert Hall (Universidad de York, septiembre<br />

de 1988). Productor Chris Hazell.<br />

Ingeniero: Simón Eadon.<br />

LISZT-REUBKE: Obras para órgano. Thomas<br />

Trotter, órgano, ARGO, 430 244-2.<br />

DDD. Duración: 73'02". Grabación: Ingolt-<br />

tadt, noviembre de 1989. Productor: Chris<br />

Hazell. Ingeniera: Simón Eadon.<br />

Los cuatro discos de Argo, arriba<br />

reseñados y agrupados aquí bajo<br />

el mismo comentano, guardan un<br />

punto común de referencia: se trata, en la<br />

mayoría de los casos, o bien de transcripciones<br />

para órgano de obras no escritas originalmente<br />

para este instrumento (de Wagner.<br />

Sdiubert, Grieg. Saint-Saéns, Uszt, eto),<br />

o bien de adaptaciones de obras que fueron<br />

escritas en su ongen para órgano y orquesta,<br />

pero no concebidas con el carácter de concierto,<br />

tal / como aparecen presentadas en<br />

el disco dedicado a Bach. junto a estos dos<br />

grupos de obras aparecen otras páginas<br />

escritas originalmente para órgano, entre las<br />

que cabe destacar la Sonólo sobre e) Salmo<br />

94 de Reubke y el Preludio y Fugo sobre Bocn<br />

de Liszt<br />

El disco dedicado a Liszt y a Reubke ofrece<br />

el mayor grado de interés de los cuatro<br />

aquí comentados, tanto por su contenido<br />

como por el atto nivel interpretativo alcanzado<br />

por Thomas Trotter, sin olvidar, por<br />

supuesto, la excelente calidad sonora del<br />

órgano utilizado para llevar a efecto la grabación.<br />

Simón Preston, por su parte, presenta<br />

una cuidada y limpia lectura de las<br />

obras a él encomendadas, aunque habría<br />

sido deseable una mayor uniformidad de la<br />

relación de páginas contenidas en su disco.<br />

Del organista Cario Curley no puede emitirse,<br />

por el contrario, un juicio demasiado<br />

positivo. Este intérprete realiza una mezcla<br />

incoherente de las obras y autores más dispares.<br />

Así, junto a transenpciones bastante<br />

dudosas, aparecen algunas obras onginales,<br />

pero sin atender a ningún criterio estilístico<br />

o formal que permita establecer una mínima<br />

linea conductora entre ellas. Por lo demás,<br />

su manera de interpretar se encuentra bastante<br />

alejada de un sentido musical mínimamente<br />

equilibrado, aproximándose, por el<br />

contrario, al lucimiento personal. Esto es. al<br />

menos, lo que se deduce al escuchar las<br />

páginas recogidas en su disco. Es justo, finalmente,<br />

hacer una breve referencia a la satisfactoria<br />

lectura que Hurford hace de Bach.<br />

Sus interpretaciones al órgano, especialmente<br />

en lo que se refere a la música barroca<br />

-sobre todo Bach y HaendeK han sido<br />

positivamente resacadas ya en diversas ocasiones.<br />

El disco de Argo lo confirma nuevamente.<br />

El único punto discutible es el relativo<br />

a las obras de Bach contenidas en el<br />

disco, que aparecen bajo la denominación<br />

de Conciertos pora órgano. Se trata, en realidad,<br />

de una serie de movimientos para<br />

órgano, viento y cuerda, que Bach compuso<br />

como introducción orquestal de algunas de<br />

sus Contólos. Todos ellos constituyen<br />

vanantes de los primeros o últimos movimientos<br />

de algunos de los Conciertos pora<br />

clave, BVW (052-1059. Aunque existen<br />

argumentos -algunos de ellos expuestos en<br />

las explicaciones de los discos- para defender<br />

el carácter de estas composiciones<br />

como verdaderos Conciertos pora órgano,<br />

resulta difícil admitir esta idea en la mente<br />

de Bach. al menos tal y como se entiende el<br />

concepto del concierto barroco para órgano<br />

y orquesta, tomando como punto de<br />

referencia y modelo obligado los compuestos<br />

por Haendel.<br />

F.GU.


Didáctica y profesorado:<br />

Interpretación:<br />

— Alberto Blancafort París.<br />

Técnica de Dirección:<br />

— Mercedes Padilla Valencia.<br />

Análisis:<br />

— Daniel S. Vega Cernuda.<br />

Trabajo vocal individual:<br />

— Alfonso Ferrer Prieto.<br />

Concierto y Seminario Coral:<br />

«CAPILLA Y PEÑAFLORIDA»<br />

- Jon Bagues.<br />

7.° CURSO DE<br />

DIRECCIÓN CORAL<br />

Castillo de La Mota<br />

MEDINA DEL CAMPO<br />

(Valladolid)<br />

5 al 14 de Septiembre<br />

Información:<br />

Dirección General de Patrimonio<br />

y Promoción Cultural.<br />

Servicio Promoción de las Artes y Difusión de la cultura<br />

Monasterio Ntra. Sra. de Prado<br />

Autovía Puente Colgante, s/n<br />

47014-VALLADOLID<br />

Trabajo coral con el niño:<br />

- Maite Oca Hernández.<br />

Seminarios de Gregoriano:<br />

- Laurentino Sáenz de Buruaga.<br />

Seminarios complementarios<br />

sobre Renacimiento y Barroco.<br />

Seminarios complementarios<br />

sobre Renaciomiento y Barroco.<br />

Despertar del cuerpo y expresión corporal:<br />

- M- Jesús Uranga Arandia.<br />

Coordinación:<br />

José M. a Morate Moyano<br />

Velardes, 7, 2? E - 47002 - Valladolid<br />

Tfno.: 6983) 29 41 14<br />

Junta de<br />

Castilla y León<br />

Consejería de Cultura y Bienestar Social<br />

Dirección General de Patrimonio y Promoción Cultural


DISCOS<br />

ESTUDIO niSCOGRAFICO<br />

El nonogenario pianista alemán Wilhelm<br />

Kempff (Jüteborg, 1895}, ya<br />

hace tiempo retirado de la actividad,<br />

ha pasado a la historia del piano de<br />

este siglo junto a nombres como los de<br />

Fischer, Schnabel o Rubmstein, si bien el<br />

suyo ha estado ligado de una manera<br />

especialmente significativa al de Beethoven<br />

y Schubert (sobre todo al del primero).<br />

Kempff es -o mejor, ha sido- un<br />

pianista hasta cierto punto controvertido,<br />

objeto de apasionados elogios y<br />

furibundas críticas, quizá por todas las<br />

peculiaridades y hasta -sí se me permite-<br />

contradicciones que presenta. En<br />

efecto, no es Kempff un ejecutante consumado,<br />

en el que nos llame particularmente<br />

la atención una técnica poderosa,<br />

un mecanismo infalible a lo Horowitz,<br />

incluso no es un especialista del color, ni<br />

su respeto por la partitura es<br />

escrupuloso (como después veremos).<br />

Sin embargo, hay que convenir que<br />

entiende de forma excelente el lengua]e<br />

beethoveniano, sobre todo desde el<br />

punto de vista del mensaje global, y es,<br />

eso es indudable, un artista de enorme<br />

expresividad, que siente y ama esta<br />

música y que sabe, pese a sus limitaciones<br />

como ejecutante,<br />

transmitirlas al<br />

oyente hasta acabar<br />

por convencer.<br />

Comenté antes<br />

de las aparentes<br />

contradicciones, y<br />

es bien cierto que<br />

existen, incluso en<br />

aspectos puramente<br />

mecánicos, lo que<br />

no deja de resultar<br />

sorprendente. Uno<br />

no podría esperar<br />

que quien toca, y<br />

muy bien por cierto,<br />

a un tempo tan<br />

rápido el Prestissimo<br />

de la Primera<br />

Sonata, sin abrumadora<br />

claridad pero<br />

sin pifas aparentes,<br />

reparta luego fallos<br />

aquí y allá (desarrollo<br />

del primer tempo<br />

de la Sonata n°<br />

3, Rondó de la<br />

Sonata n" 7, primeros<br />

tiempos de la<br />

Appassionata, Wilbelm Kempff<br />

7SSCHERZO<br />

Un clásico que vuelve<br />

Waidstein y Hammerklavier, Op. 111,<br />

por citar los más aparentes).<br />

No obstante, no es la mecánica la<br />

única contradicción del pianista alemán.<br />

Llama la atención que quien escoge, en<br />

casi todos los casos, sabiamente los<br />

tempi (con la excepción de algún Allegro<br />

inicial un punto caldo, el finale de la<br />

Appassionata, que adolece de lo mismo,<br />

y el monumental Adagio de la Hammerklavier,<br />

en el que personalmente desearía<br />

un mayor reposo), y que en lineas<br />

generales, traduce con notables resultados<br />

la línea expresiva genera! de las distintas<br />

obras, pase por alto determinados<br />

detalles, a veces muy importantes y claramente<br />

expresados por el compositor,<br />

que si no llegan a malograr una por lo<br />

demás excelente lectura si pueden<br />

resultar un tanto irritantes. El primer<br />

ejemplo viene en el Largo appassionata<br />

de la Segundo Sonólo, en el que Beethoven<br />

busca un efecto de contraste al<br />

contraponer el staccato sempre de las<br />

semicorcheas de la mano izquierda con<br />

el legato de la linea de canto de la<br />

mano derecha. Kempff, que por lo<br />

demás matiza de forma exquisita y dice<br />

muy bien toda la Sonoro, descafefna la<br />

indicación hasta casi convertiría en inexistente,<br />

borrando así el efecto evidentemente<br />

buscado por el compositor.<br />

Licencias menos importantes, como<br />

cambios de matiz o acentos olvidados<br />

(cuando otros son magistrales) se<br />

encuentran uniformemente repartidas<br />

por el ciclo. En el Andante de la Sonata<br />

n.° 15 Kempff vuelve a las andadas, sólo<br />

que esta vez por limitaciones técnicas, y<br />

al poner pedal en los compases 18-21<br />

para conseguir un buen legato en los<br />

acordes de la mano derecha borra el<br />

staccato manifiestamente marcado en la<br />

izquierda, por lo que el pasaje entero<br />

pierde coherencia. Más adelante, cuando<br />

Beethoven indica lo mismo en los<br />

compases 47-50 para contrastar con los<br />

c. 51-53, marcados legato, Kempff los<br />

hace exactamente igual, supnmiendo<br />

nuevamente el efecto buscado por el<br />

compositor.<br />

Parecidos dislates nos encontramos<br />

en la Op. II I,una de las lecturas menos<br />

afortunadas del ciclo, en el que los acordes<br />

de los compases 3 y 5 del primer<br />

tiempo quedan cortados en seco (y feísimos,<br />

por cierto), sin atender al efecto<br />

de pedal pedido por Beethoven, que


Wilhelm Kempff<br />

claramente apunta a una mucho más<br />

natural prolongación del sonido.<br />

En fin, la política de repeticiones<br />

resulta anárquica, y va desde hacer las<br />

que no están marcadas (!), caso del<br />

desarrollo del primer tiempo de la Primera<br />

Sonata, hasta no hacer algunas de<br />

las más evidentes (el caso más sangrante<br />

se me antoja el de la exposición en el<br />

primer tiempo de la Waldsteirí),<br />

A estas alturas el lector seguramente<br />

estará pensando que no valoro muy<br />

positivamente este ciclo (en el mejor de<br />

los casos) o que estoy, osodfa habemus,<br />

atacando un sagrado nombre entre los<br />

pianistas, Nada más lejos de lo uno y de<br />

lo otro. Porque si he apuntado los fallos<br />

y limitaciones como lo he hecho, ha<br />

sido para resaltar aún más que, pese a<br />

todo lo anteriormente expuesto,<br />

Kempff acaba por arrastrarnos a su<br />

mundo en la mayoría de las ocasiones, y<br />

que, salvo lecturas giobalmente flojas,<br />

casi limitadas en realidad a la Op. III,<br />

uno termina por olvidar los fallos y las<br />

licencias y se deja llevar por la irresistible<br />

fuerza expresiva del músico.<br />

Escúchense si no el tremendo, arrollador<br />

Finale de la Primera Sonata antes<br />

mencionado, la elegancia y gracia del<br />

rondó de la Segundo, la preciosa línea<br />

cantable, con fino rubato, del Allegro<br />

motto e con brio de la Quinta Sonoro, la<br />

oscura serenidad del Allegretto de la<br />

Novena, la electrizante lectura de la<br />

FOTO: D.G<br />

Sonata n" 13 o la expresividad contenida<br />

de la Sonata Claro de luna, en la que<br />

el Finale, pese a no ser muy rápido,<br />

alcanza el grado justo de aguato.<br />

La línea de canta, la sutileza en el matiz.<br />

el excelente juego de reguladores, son<br />

pues las cartas fuertes de este artista que<br />

sabe convencemos con su expresividad.<br />

El segundo tiempo de la Sonata n" 27,<br />

casi liederístico, es sencillamente magnífico,<br />

una verdadera lección de saber decir<br />

en el piano. En fin, hasta el Adagio de la<br />

Hammerklavier, pese a echarse de menos<br />

un tempo más moderado, es un excelente<br />

ejemplo de la belleza de expresión, de<br />

acariciar las notas. Por contraste, y pese a<br />

moderar algunos movimientos rápidos,<br />

Kempff sabe transmitir energía y contundencia,<br />

con algunos ataques (Sonata n"<br />

30) casi hirientes.<br />

En resumen, un Beethoven justamente<br />

clásico de un pianista que tenia recursos<br />

expresivos más que sobrados para<br />

salvar las limitaciones técnicas, y que era<br />

tan astuto (perdón por el atrevimiento)<br />

BEETHOVEN: Las 32 sonoros pata paño. WllWm<br />

Kempfl, puno. DEUTSCHE GRAMMOPHON «9<br />

J06-2 GX9 AJbgm ót 9 CD, ADD. Duraciones:<br />

63*51. 52'47. 74'IO. 711)3. U'M. 7116. 70'. SffOI<br />

y ">9'47. Grabación: Hannover. Bmhoven Sul,<br />

líl«4 (W 1S-J2). 9/1964 (16-18, 21-13. 15. 26.<br />

IB), II/IW (1-7,9, (0, 12, 19. 10) y I/IW5 (8.<br />

II. 13-1S. 27). Productores; Wdpnj Lohle, Karl<br />

Fiuít (16-18. 21-21. 25. 26. 28). Hjni Webtr (29-<br />

31). Infanicrn: Kliui Scheibe. Hemí Wildhigen<br />

(16-18, 21-13. 2S, 16. 28-32).<br />

DISCOS<br />

como para llevar al oyente más allá de<br />

sus numerosas y en ocasiones más que<br />

discutibles licencias.<br />

En cuanto a aspectos más triviales,<br />

digamos que el sonido (grabaciones de<br />

1964-65) es bastante bueno, aunque<br />

con soplido aparente y cierta tendencia<br />

al exceso en agudos con relativa pobreza<br />

de graves. En ese sentido Barenboim<br />

(EMI) goza de grabaciones más afortunadas.<br />

La presentación, con tres volúmenes<br />

bien definidos y en orden apenas<br />

alterado en un par de ocasiones (EMI<br />

fue aquí mas anárquica para Barenboim,<br />

además de emplear un disco más, si<br />

bien es cierto que el anglo-argentino es<br />

mas respetuoso con las repeticiones),<br />

cuenta con unas ilustrativas notas del<br />

propio artista, claro está que no traducidas<br />

a nuestro idioma.<br />

A la hora de definirse, el asunto está<br />

más que complicado. Reunir todo el<br />

ciclo de sonatas de Beethoven por versiones<br />

separadas de las distintas obras<br />

es tarea de sudar tinta, porque uno se<br />

enfrenta a repeticiones tal vez no deseadas<br />

e inevitables, aunque sea imposible<br />

olvidar la Appossionato de Richter<br />

(RCA) o las últimas sonatas de Pollini<br />

(DG). por poner dos ejemplos. Por otra<br />

parte, y aun a precio medio (como es el<br />

caso), la inversión en varios ciclos no es<br />

algo que esté al alcance de todos los<br />

bolsillos. Entre los ciclos baratos, este de<br />

Kempff y el de Barenboim (EMI) son<br />

claramente preferibles a Ashkenazy<br />

(Decca), pero la elección entre los dos<br />

primeros es mucho más comprometida,<br />

porque el joven Barenboim, de recursos<br />

técnicos mucho más depurados y musicalidad<br />

intachable en aquella grabación,<br />

tiene mucho que decir, especialmente<br />

una lectura más conseguida, casi asombrosa<br />

para su edad, de las últimas sonatas.<br />

El posterior ciclo para DG, aparte<br />

de sonar mejor, es mucho menos afortunado.<br />

Lo más apropiado para decidirse<br />

entre Kempff y Barenboim es hacer<br />

un pequeño examen de varias sonatas y<br />

elegir sobre la base de las preferencias<br />

personales. Schnabel (EMI) va a ser otra<br />

alternativa, pero su más que deficiente<br />

sonido (de los años 30} retraerá con<br />

razón a más de uno.<br />

Finalmente hay que reseñar que falta<br />

aún en compacto el que para muchos<br />

-me incluyo- es el más conseguido de<br />

todos, y que merece una edición urgente<br />

-a precio moderado, claro está-; me<br />

refiero al de Arrau para Philips.<br />

Entre tanto, este de KempfFes un clásico<br />

felizmente recuperado en el nuevo<br />

soporte y que a buen seguro proporcionará<br />

excelente disfrute a todos los<br />

aficionados.<br />

Rafael Ortega Basagoití<br />

SCHEBZO 79


L E O<br />

RAFAEL<br />

PHJLIPE<br />

fíSTIlfflL<br />

(OfiDOSfl<br />

[ ROl_JV^ER l


BIRELLI<br />

COfiDOSfl<br />

C3AL-A DE FLAMENCO: Con<br />

I-AGRENIE - PHILIP ATHERINE Trío<br />

ISK - PABLO DE L-*.<br />

HOMEMAJE A JOAQOIM RODRIQO II<br />

ELA : UMA DIMASTIA<br />

ntonio c:^«^^l^^<br />

PROGRAMA DE CONCIERTOS<br />

Y NOCHES A LA LUZ •*<br />

DE LA GUITARRA I<br />

'.5 Junio - 6 Julio 1991»<br />

akÉ*


DISCOS<br />

ESTUDIO DíSCOGRAFICO<br />

Enrique Martínez Miura, en su presentación<br />

del primer volumen de la<br />

integral de las sinfonías de Haydn<br />

por Hogwood (Zarpa la nave, SCHER-<br />

ZO n° 52) hizo severas referencias a la<br />

interpretación de Antal Dorati con la Philarmonica<br />

Hungarica, única integral disponible<br />

en su reedición CD (ocho volúmenes<br />

de cuatro discos, que se pueden<br />

adquirir separadamente) y que fue grabada<br />

hace veinte años. La visión (la escuna)<br />

del repertorio barroco, clasico y del primer<br />

romanticismo han cambiado de<br />

manera radical; sin ánimos de hacer de<br />

abogado del diablo quisiera sin embargo<br />

poner en entredicho (al menos discutir)<br />

algunas opiniones de EMM, a pesar de<br />

compartir mas de un criterio (teórico o<br />

estético), y esto, basándome en las diversas<br />

y hasta contradictorias opciones interpretativas<br />

encontradas en las cuatro integrales<br />

a venir Hamoncourt, Concentus<br />

Musicus Wien y Concertgebouw Amsterdam<br />

(Teldec); Goodman, The Hanover<br />

Band (Nimbus e Hyperion); Hogwood,<br />

The Academy of Ancient Music<br />

(L'Oisseau Lyre); Pinnock. The English<br />

Concert (Archiv).<br />

A) El tempo: estos (y otros) intérpretes<br />

nos enseñaron (demostraron, convencieron)<br />

que los menuettas, anunciando<br />

a los scherzos beeth oven i anos,<br />

admiten una velocidad superior al<br />

tempo generalmente empleado por<br />

Karajan, Bohm, Beecham y hasta Szell<br />

(pudiendo asi efectuarse todas las repeticiones<br />

sin desequilibrar la sinfonía, tal<br />

como -se supone- lo había previsto el<br />

compositor), y que los andantes pueden<br />

ser intepretados a tempo de marcha, y<br />

no forzosamente de paseo. La dimensión<br />

dinámica admite así más complejidad,<br />

pero no se trata de un nuevo<br />

esquema tan rígido como el anterior, ya<br />

que Goodman escoge un tempo bastante<br />

retenido en los menuettos. ¿Qué<br />

tempo, pues? La amenaza Furtwángleriana<br />

(¿el tempo?: depende de cómo<br />

suena) parece acechar de nuevo, pero<br />

de manera más coherente: el tempo<br />

depende efectivamente de cómo cada<br />

director hace sonar a la sinfonía ¡con tal<br />

de respetar su estructura temporal, sus<br />

repeticiones! Los tempi escogidos por<br />

Dorati a veces (pero ocurre con Pinnock<br />

también) obligan al director a omitir<br />

alguna repetición (al Andante, lento,<br />

de la Sinfonía A, por ejemplo), mientras<br />

que al contrario el tempo relajado de la<br />

Sinfonía n" 12 está en absoluta coherencia<br />

con el parámetro estilístico, así<br />

como, por ejemplo en la Sinfonía n° /,<br />

82 SCHERZO<br />

Obligada y bienvenida polémica<br />

Antal Dorati<br />

con todas sus repeticiones.<br />

B) Fraseo y ornamentación: ios cuatro<br />

directores auténticos mencionados al<br />

principio mantienen una estricta observancia<br />

de la (nueva) verdad musicológica;<br />

se podrá, pues, criticar algún portomento<br />

que Dorati permite por ejemplo<br />

en la Sinfonía 6, pero con este mismo<br />

criterio, habrá que alaban la sutil (y<br />

mus i cológica) ornamentación empleada<br />

en el Menuetto de la n° 40.<br />

C) Orquestación y efectivo instrumental.<br />

Hogwood, en las últimas sinfonías<br />

(pero no sé si forman parte de la<br />

integral) utiliza los instrumentos adaptados<br />

al repertono, pero, en contra de las<br />

exigencias de Haydn, su orquesta es<br />

demasiado delgada. Dorati. en las mismas<br />

sinfonías, si no utiliza instrumentos<br />

originales, en cambio respeta el peso<br />

sonoro indicado por el compositor.<br />

Otra polémica concierne al empleo de<br />

clave para el continuo (los musicólogos<br />

HAYDN: Sinfonías 1-104. Sinfonía Concertante<br />

Sinfoníos. A y ñ. Ptiilharmonia Hungirica.<br />

Anal Dorao. Ocho volúmenes de cuatro CDl<br />

DECCA precio medio. Vol Ir Sinfomfas 1-16.<br />

DECCA 425 900-2.4 h 30.. Vol 1: Sinfonías 17-<br />

33 DECCA 425 90S-2.4 h 34. Vol 3: sinJwtJbs<br />

34-47 DECCA 42S 910-2. 4b 42'. Vol 4: Sinfonías<br />

48-59. DECCA 425 9IS-2.4 h 32 1 . Vol S:<br />

Sinfonías 60-71. DECCA 425 920-2. 4h 11 1 . Vol<br />

6: Sinfonías 72-83. DECCA 425 925-2. 4h 3-'.<br />

Vol 7; Sinfonías B4-9S, DECCA 415 930-1. 4h<br />

46'. Vol 8: Sinfomias 96-1 04. Sinfonía Concertante<br />

Sinfonías Ayñ DECCA 42S 915-2. 4h AT.<br />

Excelente grabación y restitución lonora ADD<br />

1969-1972 pro C. Moorfbot Director irtlitico:<br />

J. MaNInson.<br />

Webster y Robbins Landon no consiguieron<br />

proponer argumentos definitivos<br />

en pro o en contra. Ver las revistas<br />

Early Music de 1990 y Gramopbone<br />

1990/91): Goodman lo utiliza; Hogwood<br />

no; Dorati, a veces, según las obras.<br />

Pero el punto más importante concierne<br />

a la orquestación como valor estructurante<br />

de las obras, y que Dorati exalta<br />

con minuciosa atención y acierto musicológico:<br />

el contrabajo en la trilogía de<br />

las horas (Sinfonías n" 6, 7, 8); las trompetas<br />

en la n" 75; las trompas en su<br />

octava aguda en la Sinfonía Concertante,<br />

tal como lo indica Haydn, detalle que<br />

Bohm por ejemplo pasa por alto.<br />

Y D) El buen hacer. Protesto enérgicamente<br />

en contra del juicio emitido<br />

por EMM en cuanto a la superioridad<br />

de los instrumentistas de la Academy<br />

con Hogwood sobre la Philharmonia<br />

Hungarica: Los primeros son excelentes,<br />

las texturas extremadamente claras<br />

(más que con Dorati), pero no son<br />

menos perfectos los filarmónicos húngaros<br />

(y en realidad, fuera de toda preferencia<br />

personal en cuanto al color<br />

orquestal empleado -instrumentos originales<br />

o no-, ha/ que reconocer que<br />

los filarmónicos húngaros no tienen los<br />

deslices de los académicos ingleses<br />

como por ejemplo -¡ay, / perdón!- en<br />

la Sinfonía n° 22).<br />

Antes que Bohm o Karajan (algunos<br />

eminentes críticos intentando recelarse,<br />

reconocen haberse equivocado durante<br />

un cuarto de siglo al recomendar las<br />

versiones de aquellos directores), antes<br />

que Beecham (cuyas excentricidades<br />

pueden seducir en concierto, pero no<br />

tanto en repetidas escuchas discograficas),<br />

y tal vez a la par con Szell, Antal<br />

Dorati nos presenta (y la integral lo<br />

hace más patente) a un Haydn eternamente<br />

moderno, desde las experimentaciones<br />

misteriosas de las primeras S/nfomias<br />

(6, 7, 8), el atrevimiento sonoro<br />

(la 82), hasta la fuerza propulsiva (últimas<br />

sinfonías) del ritmo anunciando al<br />

primer Beethoven. La interpretación de<br />

Dorati se refiere a aquel país de Esterhazy<br />

donde lo popular (¿lo zíngaro, balcánico,<br />

húngaro...?) y lo erudito (¿salón,<br />

palacio, conservatorio?...) convivían en<br />

mítico equtlibno. Y si ligeras arrugas estilísticas<br />

evocan en algún menuetto anticuados<br />

encajes y crinolinas, no nos dejemos<br />

engañar debajo de aquellas faldas,<br />

bien podríamos encontrar unas viriles<br />

botas de húsar.<br />

Pedro Elias


DEL 15 AL 26 DE JULIO DE 1 991<br />

ERIORDÍ GUITARRA<br />

NIORQMERO<br />

F E% O Rjj<br />

>, CELÍN Y »E ROMERO<br />

Ík> DE LAS CLASES:<br />

MARÍA CRISTINA<br />

gja.dBAhorros de Ronda)<br />

V<br />

LOS ROMERO Y LA ORQUESTA CIUDAD DE MÁLAGA<br />

con Orquesta<br />

AcfívíOTaes CorAplfementarias<br />

INFORMACIÓ<br />

Secretaria del Otjrso.. /^lameda<br />

29001'MÁLAGA<br />

TeL (952) 22 00 43/15 5^50<br />

* M .^«^(9534 22 00 335?'<br />

I<br />

Eusebio Rioja<br />

AYUNTAMIENTO DE MÁLAGA


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCQGBAHCQ<br />

S<br />

ony Classical se ha hecho cargo<br />

de CBS, heredando un catálogo<br />

con siginifactivas ausencias.<br />

Ausencias del más primordial repertorio<br />

que la marca recién nacida se apresura<br />

a cumplimentar. Primero fue Tosca (presumiblemente<br />

vendrá luego Bohéme);<br />

ahora le toca la vez a Aída ("Antes del ya<br />

programado Trovatore). Ergolis: esta<br />

Aída, nacida de la necesidad o de las circunstancias,<br />

podría resultar de relleno<br />

en una discografía que cuenta con versiones<br />

de altísimo nivel, entre oficiales y<br />

privadas. Pero no es este el caso: la versión<br />

consigue una cota si no extraordinaria,<br />

de dignísima altura.<br />

El equipo reunido proviene de una<br />

representación teatral. Parte de un<br />

momento ya mido en un escenario, en<br />

el del Metropolitan de Nueva York. Esta<br />

base teatral, con las vitudes que conlleva,<br />

es una excepción en los criterios discográficos<br />

oficiales imperantes. (La anterior<br />

versión, que precede a éste, la de<br />

Maazel para Decca, partía de similar origen,<br />

en su caso la Scala Milanesa). La<br />

versión Levine-Met pudo verse en televisión.<br />

A la hora de perpetuada en disco<br />

se prescindió del elemento débil del<br />

teatro: un imposible y declinante Milnes,<br />

cambiándose (ahora por cuestiones<br />

contractuales) a Burchuladze por<br />

Ramey, es decir, relevos para Amonasro<br />

y Ramfis (curiosamente como en la edición<br />

Decca, las voces graves masculinas<br />

que son un problema).<br />

El nombre mas destacable del registro<br />

es el de su protagonista titular. La<br />

Millo, voz de gran vibrato pero controlado,<br />

tiene un registro generoso y conveniente<br />

(aunque el agudo suene menos<br />

poderoso en proporción al resto de la<br />

gama). El timbre es atrayente, la dicción<br />

contagiosa. El personaje está descrito de<br />

manera explícita y directa, basándolo en<br />

modelos reconocibles (Tebaldi en cabeza),<br />

lo cual le quita algo de personalidad.<br />

Pero, al menos, sabe elegir modelos.<br />

Los mejores momentos de Is Millo se<br />

encuentran en el acto del Nilo y en la<br />

escena final.<br />

Siguiendo el orden de virtudes de la<br />

grabación, nos encontramos en Ramey,<br />

que frasea un Ranfis esplendoroso, descubriéndonos<br />

matices en un personaje<br />

tan débil como es este sacerdote egipcio,<br />

perverso y adocenado. He ahí la<br />

astucia de un gran artista: sacar de<br />

donde no hay. Ramey da relieve a cualquiera<br />

de sus frases (escúchense sólo las<br />

primeras y se comprobará).<br />

84 SCHERZO<br />

Su cuarta Aída<br />

Domingo graba<br />

un Radamés cada<br />

cierto tiempo; si se<br />

saca la media,<br />

resulta que lo hace<br />

cada cinco años. El<br />

primero, de 1970,<br />

con la Pnce amencana<br />

de pareja,<br />

interesó por el<br />

brío, la juventud, la<br />

vibración que daba<br />

a un personaje<br />

que no estaba<br />

dentro de su cuerda.<br />

Con Muti, cuatro<br />

años después,<br />

logró dar al guerrero<br />

enamorado<br />

algo más de reflejo<br />

frente a una<br />

ausente Caballé<br />

(ausente de intenciones<br />

y de estilo,<br />

pero con unos<br />

medios de lujo).<br />

Con Ricciarelli y<br />

VERDI<br />

AÍDA<br />

Abbado en los ochenta, Domingo participó<br />

activamente en el naufragio global<br />

de la edición. Pero ahora, cara a cara<br />

con Millo, el tenor español parece renacer.<br />

Su voz aparece adelgazada, contraída,<br />

para alcanzar, descargando el centro,<br />

las notas agudas. El timbre es, diabólicamente<br />

dorado, fibroso, en suma: bellísimo.<br />

Su Radamés es hoy frágil, más profundizada<br />

la lectura, poco heóico (ya<br />

que la voz no da), cuidadoso de la frase,<br />

contrastado. Aparecen momentos débiles,<br />

algunos débilísimos (e' del de/ nostrí<br />

amon, en agudo), al lado de otros excelentes,<br />

en un tira y afloja, perculiar en ei<br />

arte de nuestro tenor. Globalmente se<br />

impone la inteligencia del cantante, la<br />

experiencia del músico. Lo mejor el<br />

Ce/este Aída (que rubrica en la forma<br />

alternativa escrita por Verdi), algunos<br />

pasajes de! dúo con Aída junto al Nilo y<br />

el cuadro de la tumba.<br />

Dolora Zajick, Amneris impresionante<br />

en escena, cuando se halla sola ante el<br />

micrófono su voz aparece tan impropia<br />

VERDI: Ado. Aprile Millo. lop. (Alda); PHddo<br />

Domingo, ton. (ramadéi): Dolora Zajiek,<br />

mejL (Amneris); James Morris, bar. (Amonasro);<br />

Samuel Ramey. baj. {Ramfis); Terry Coofc,<br />

baj. (El Rey). Coro y Orquesta del Metropolitan.<br />

Nueva York. Director: James Levine.<br />

SONY S 3K45973. DDD. Duraciones 19'IS",<br />

40*50" y 65'35". Productor: Michel Glotz. Ingeniero:<br />

Chrlitlan Cortitantlnov. Grabación:<br />

Nueva York 1990.<br />

APR1LE MILLO<br />

PLACIDO DOMINGO<br />

DOLORA ZAJICK<br />

JAMES MORRIS<br />

SAMUEL RAMEY<br />

SONY<br />

JAMES LEVINE<br />

METROPOLITAN OPERA ORCHESTRA AP1D CtiORUS<br />

como esforzada resulta la intérprete.<br />

Sus medios son importantes, pero no es<br />

una mezzosoprano (¿dónde encontrar<br />

hoy una?), porque el grave es pobre, el<br />

centro estrecho (hay momentos que la<br />

Millo se la come sonoramente), encontrando<br />

en la brillantez y f rmeza de algunos<br />

agudos la compensación. Pero, se<br />

ha dicho, Zajick tiene coraje, sabe muy<br />

bien su pape! y, al final, sumando de<br />

aquí y de allá su Amneris puede contrar<br />

adhesiones. James Morris, Amonasro<br />

eventual, ya que no está dentro de sus<br />

habituales cometidos, aparece con buenos<br />

medios (poco italianos), cuidado<br />

canto (pero fuera de estilo a veces),<br />

con la vista puesta en un modelo glorioso<br />

(Leonard Warren), consifuiendo un<br />

sonoro resultado, pero dramáticamente<br />

con perfiles borrosos. Terry Cook hace<br />

un suficiente Rey egipcio y cumplen<br />

(peor el tenor) los dos periféricos y restantes<br />

personajes.<br />

Levine combina ostentación orquestal<br />

con contrastes sutiles; machaconería<br />

con brusquedad, protagonismo inútil<br />

con dejadez: igual a si mismo. Pero la<br />

orquesta suena siempre muy bien, en<br />

un entramado robusto y colorido.<br />

Puede que sea suficiente. (¿No son<br />

mucho tres discos?).<br />

Femando Fraga


ESTUDIO DiSCOGRAFICO<br />

Ramey en lo más alto<br />

Este nuevo Mefistofele tiene fuerte<br />

competencia por lo que respecta<br />

a las voces. El interés de la grabación<br />

se centra en Samuel Ramey, que ya<br />

registró £cco il mondo y Son lo Spirito<br />

che negó en un recital de 1986 (Philips)<br />

y que ha incluido en sus recitales en<br />

directo. Lo primero que hay que señalar<br />

de Ramey es que pertenece a ese<br />

grupo de voces (como Kraus) a las que<br />

el disco pocas veces hace justicia. Su<br />

voz en directo es mas timbrada, penetrante<br />

y tiene mayor stanao. A pesar de<br />

ello, su Mefistofele en este registro<br />

puede medirse con los más glonoso de<br />

la discografia: de Angelis, Giulio Neri.<br />

Boris Christoff, Cesare Siepi y Nicolai<br />

Ghiaurov, lo que no es poco. Supera a<br />

algunos de ellos por la facilidad en el<br />

registro agudo, y en las frases más graves,<br />

que podrían esperarse más débiles,<br />

no tienen que envidiar, por ejemplo, a<br />

Ghiarov. Su Mefistofele refleja su línea<br />

de canto elegante y habituada al repertorio<br />

belcantista, por lo que nunca grita<br />

ni necesita recurrir a efectos exagerados,<br />

aunque el sentido del rubato es en<br />

DISCOS<br />

ocasiones demasiado comedido, lo que<br />

le resta mordiente. Desde la "fatuitá<br />

superba" requerida en el Ave Signor<br />

hasta las tensas intervenciones del Epilogo<br />

aparece impecable de linea y con<br />

timbre redondo en toda la tesitura.<br />

Domingo no tiene la frescura tímbrica<br />

de su grabación de 1974, bajo la dirección<br />

de Rudel (EM1), ni la facilidad de<br />

Pavarotti (DECCA) en las arias. Asi, en<br />

Dai campt, dai prati falta fluidez y el<br />

agudo final suena fatigoso, lo mismo<br />

que en las frases del Epílogo, Delfesistenzo<br />

mió y in un sogno<br />

supremo. Por lo demás<br />

admira su capacidad para aligerar<br />

la voz en algunos<br />

pasajes (como en su Rjgoietto<br />

discográfico, con Giulinj),<br />

todavia la belleza del timbre<br />

y la elegancia en la escena<br />

del jardín. La Margherita de<br />

Eva Marton es sólida, bastante<br />

expresiva en L'altre<br />

notte in fondo al more, pero<br />

demasiado densa y lineal.<br />

No nos eleva precisamente<br />

al cielo, según el texto de<br />

Goethe. La gran Margarita<br />

discográfica es Caballé, en la<br />

citada grabación de 1974,<br />

con Domingo, un mediocre<br />

Treigle y excelente dirección<br />

de Rudel, de la que la<br />

presente, de G. Patané,<br />

queda lejos, aunque correcta.<br />

También es excelente la<br />

Margherita de Mirella Freni,<br />

con Pavarotti y Ghiaurov, en<br />

la que considero la tercera<br />

versión de referencia de<br />

esta ópera. La presente versión<br />

se ajusta a esa homologación<br />

que reúne equilibrio<br />

y calidad media, sin la personalidad<br />

de las otras dos citadas.<br />

Su máximo interés está, pues, en el<br />

Mefistofele de Ramey y en la magnífica<br />

calidad de sonido.<br />

Blas Cortés<br />

BOITO: Mefistofele. Samuel Ramey, b.<br />

fMefistofele}; Eva Marton. iop- (Margh erica);<br />

Placido Dominga, un. (fauit) Sergio Tedesco.<br />

bar. (Waagner); Támara Takaci. iop. (Mana).<br />

Hungaroton Opera Chomi. Hungarlan State<br />

O re he tira. Director Giuieppe Patán*. 2CD<br />

SONY S2K +4983. DDD Duración: éA'*2" f<br />

74'10". Productor David Motüey/JenO Simón;<br />

Ingeniero lítvin Zakiriis. Budapett, julio de<br />

1988.<br />

COLECCIÓN<br />

La música<br />

v los músicos<br />

PATRICK BARBIER<br />

Barbier narra el destino<br />

de estos seres adulados<br />

y legendarios.<br />

Entre 1600 y 1800<br />

las grandes estrellas de<br />

la ópera eran cantantes<br />

de sexo híbrido, que<br />

lograban triunfos y despertaban<br />

pasiones.<br />

272 págs. - ¡315 pías<br />

Javier Vergara Editor


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Claudio Anw<br />

Una antología -ia colección que se<br />

nos ofrece apunta a ese carácter- suscita<br />

no pocas reservas en el filarmónico<br />

medianamente iniciado, a la vez que<br />

propicia la iniciación del aspirante.<br />

Pero, paradójicamente, el primero<br />

obtiene, tal vez, las mejores rentas.<br />

Porque, en el alijo de popularidades<br />

que la antología representa, hallará sin<br />

duda tesoros de mucha estima. La<br />

antología, desde luego, ronda el tópico;<br />

pero -advertía en cierta ocasión el<br />

doctor Marañón- el tópico, como el<br />

orujo, encierra a veces la quintaesencia<br />

de las cosas.<br />

Una perla rara de la colección es, por<br />

ejemplo, la pareja acaso mas grabada de<br />

los Conciertos para piano en Mozart<br />

-20/23-, con un fulgurante Jeffrey Tate<br />

y una English Chamber en muy buen<br />

momento, que responden con bravura<br />

al piano de Mitsuko Uchida, mórbido,<br />

en las yemas de los dedos -con incomprensibles<br />

problemas de registro, por<br />

cierto-,<br />

Y no menos son perlas raras los<br />

alcances de dos grandes, indiscutibles<br />

del piano, en obras de repertorio,<br />

donde la singularidad es mucho más<br />

dificultosa: Arrau en Beethoven y Brendel<br />

en Musorgski -antes de Ravel-. Porque<br />

no es desorbitado afirmar que<br />

Arrau creo una muy especial Patética,<br />

desconcertante y convincente a partes<br />

SCÍSCHERZO<br />

Antología<br />

¡guales. Como no lo es vibrar con Brendel,<br />

cuyos Cuadros acaso habrían hecho<br />

desistir a Ravel de orquestarlos, aunque<br />

nos felicitemos luego, al oírlos de esta<br />

suerte en el mismo compacto, de que<br />

tal no ocurriera.<br />

En el mismo rango de tesoros ha de<br />

citarse, por supuesto, la pareja de Sinfonías<br />

-que lo fue en su ongen, como es<br />

sabido- de Beethoven, Opus 67 y 68,<br />

en las formidables arquitecturas de Haitink<br />

y la Concertgebouw de Amsterdam.<br />

El sentido tectónico de Hartink aplicado<br />

a Beethoven, enfriado con relación<br />

a antecedentes o coetáneos -Klemperer<br />

o Giulini-, produce una evidencia<br />

de las bases que, con independencia de<br />

gustos, me parece obligatoria para acabar<br />

de -Q empezar a- entender estas<br />

partituras tan habituadas como inagotables.<br />

Pero los tesoros de la colección no<br />

se agotan con las versiones magistrales<br />

que he citado, a las cuales quizá sería<br />

justo sumar los Vivaldi y Mozart de<br />

unos I Musici rejuvenecidos en la última<br />

década. En ocasiones, la simple edición,<br />

I Musía<br />

con pleno decoro de un ciclo completo,<br />

como Má Vlast -Mi patria- de Smetana.<br />

oído casi siempre de manera fragmentaría,<br />

es un banquete soberbio. Dorati,<br />

por otra parte, se muestra eficacísimo<br />

en estos menesteres y la Concertgebouw<br />

es garantía de solidez -las hay<br />

mejores, puede ser, pero no más<br />

solidas-.<br />

Por su parte, la solidez de Haitink,<br />

enfrentada al vuelo de la Filarmónica de<br />

Viena, produjo -y es otra pieza fuerte<br />

de la colección- un Réquiem Alemán<br />

hace una década, con una Janowitz beligerante,<br />

menos cristalina, pero más cálida<br />

que la que, en su día, obedecía a von<br />

Karajan, que, como pieza sinfónica, es<br />

irreprochable.<br />

Y un aprecio semejante al que suscita<br />

Smetana se puede tributar al compacto<br />

Grieg y, en particular, a Edo de Waart,<br />

con Elly Ameling, en su amplia selección<br />

del Peer Gynt Tanto él, como<br />

Marriner, navegan bien con los aires<br />

nórdicos de este afectuoso y nunca<br />

ingrato noruego.<br />

St Martin m the Fields es, a su vez, la<br />

compañía que Holliger ha elegido para


Bernonf Haitink<br />

su compacto de oboe/Mozart y que<br />

decepciona, si nos atenemos a las<br />

expectativas de los componentes. En<br />

todo caso, la Academy rinde mejores<br />

resultados bajo la batuta de Kenneth<br />

Sillito que con el mismo Holliger a la<br />

cabeza, cuyo oboe es purísimo, supremo,<br />

pero que edulcora a la cuerda y<br />

demás participantes en una pócima<br />

donde el refinamiento linda con la indolencia.<br />

La incorporación de arias de concierto<br />

a este recital nos suscita algunas<br />

¡ncertidumbres.<br />

Una animación mucho más desenvuelta<br />

respira, en cambio, el titulo<br />

dedicado a la trompa mozartiana, cuyo<br />

solista, Hermann Baumann, conduce a<br />

puerto con plena solvencia y un sonido<br />

verdaderamente vocal, que confiere<br />

a los conciertos un sesgo noblemente<br />

humano. La orquesta de cámara de St.<br />

Paul, que dirige Pinchas Zukerman, se<br />

mueve con pareja naturalidad y redondea<br />

el tono fresco y nada remilgoso<br />

de este registro de inmediata fruición.<br />

Las cadencias, del propio Baumann.<br />

definen el talante adoptado con franqueza.<br />

Probablemente, el registro de más<br />

dudosa calificación es el que reúne en<br />

torno a siete autores -de Berlioz a<br />

Ravel- a dos orquestas -la Staatskapelle<br />

de Dresde y la St Martin- bajo la batuta<br />

única del prestigioso Sir Mamner que,<br />

siguiendo ejemplos poco ejemplares de<br />

todos conocidos, pone su sello a lo que<br />

se tercie.<br />

Ello no quiere decir que lo que se<br />

tercia sea necesariamente mediocre, ni<br />

que el sello sea de sen ab le: de hecho,<br />

este compacto contiene gratas sorpresas<br />

que, si se las acoge con gusto, lo<br />

justifican. Y la más notable es el Boleto<br />

que encabeza la selección, donde<br />

Mamner, con los músicos de Dresde,<br />

juega a su pirueta inglesa en un tono<br />

mucho más inglés que el que suele<br />

obtener de músicos ingleses. Y así<br />

convierte el inefable Bolero de Ravel<br />

en lo que nunca fue, empezando -a<br />

juzgar por sus propios comentariospor<br />

la mente de su autor un verdadero<br />

bolero.<br />

El de Marriner y Dresde lo es. Un<br />

sencillo ardid, que consiste en magnificar<br />

el aparato rítmico, ciertamente mu/<br />

elaborado por Ravel, pero tradicionalmente<br />

relegado al orden de las sutilezas<br />

de un fondo, colocando en la penumbra<br />

la rutilante sucesión de timbres cantores<br />

y diluyendo, de paso, la progresión dramática,<br />

arroja como resultado obvio<br />

que la pieza titulada Bolero sea en efecto<br />

lo que el título enuncia.<br />

Belleza y precisión, orfebrería, eficaces<br />

en la Pavana, no lo son del todo en<br />

MOZART: Conciertos poro oboe, en do mayor OM.<br />

y Jo moyo-, KV3Í3. Anos. KV.JÓB y 538. Heim Hoflijen<br />

oboe. Acidemy of St. Martin in the Fleldi.<br />

Directores: Hdnz Holliger y Kennerh Sillito. Grabado<br />

en Londres, julio. 1983 y junio. 1986. PHILIPS<br />

432 043-2. DDD SÍO"<br />

MOZART: Conciertos paro trompo, en mi bemol<br />

mayor, KV.447 y 417, en re mayor KV.4I2 y 514. y m<br />

bemol mayor. KV495 Hermann B*um»nn: [rompa.<br />

St- Paul Chamber Orchescrg. Director: Pinchas<br />

Zukerman. Grabado -m St- Piut. octubre 1984. PHI-<br />

UPS 432 0S7-3. DDD. SS'<strong>55</strong>".<br />

MOZART: Conciertos para piono, números 20, en re<br />

menor. KVAbb, y 23, en la mayor. KVA88 Mrnuko<br />

UchWr ptino. Engliih Chamber Orctettra. Director<br />

JefFrey Tate. Grabado en Londres, octubre.<br />

1985 y julio, 1986. PHILIPS. 432 049-2. DDD.<br />

*6W.<br />

DISCOS<br />

el Fauno, ni resuelven, porque probablemente<br />

es insoluble, la insoportable levedad<br />

de la Joto de Glinka.<br />

La limpieza digital -salvo misterios del<br />

piano, que cité arriba, no bien aprehendidos-<br />

parece asegurada.<br />

Joaquín Amau Amo<br />

VIVALDI: Conciertos pora noto d'omore. en re, RV392;<br />

pora ¡lauta, en re, Op. 10/3, RVA28 «¡I garaWImo»;<br />

pora woflh y órgano, en fe, RV.54Z pora oboe y fagot<br />

en so/, RV.545; pora Cuoiro violines. Op. 3/1, RVS49,<br />

pora oboe, en do, Rtf44ó. y poro cuerda, en a bemol,<br />

V 166. I Muitcl. Grabado en La Chain de Fonds.<br />

julio l9BI/B2/83/Bé/87. PHIUPS. 432 OS»-! DDD.<br />

6539"<br />

MOZART: Serenatas nocturnos, en sol mayar. KV.S2S,<br />

y re maye, KV.239. Dwemmenti. en re mayor, KV136,<br />

s bemol mayor, KV.1.57, y fe mayor. KyiJB. 1 Musid.<br />

Gribada en La OaiDt de Fonds, julio, 1981 y agosto.<br />

198). PHIUPS. 43] 0<strong>55</strong>-2. DDD. 64 1 B6ETHOVEN: Smfbnfas n* 5 en do menor. Op. 07, y<br />

n.' 6 en fo mayor, Op 68. «Pattorabi. RoyaJ CoAcertg&bouw<br />

Orchestra. Amsterdam. Director Bemard<br />

Haitink. Grabado en Amsterdam, \ y 4/1986. PHI-<br />

UPS. 432 058-2. DDD. 75'31".<br />

BERUOZ; Morena Húngaro de «La Condenación de<br />

Fousnw). GLJNKA;Jotc aragonesa. SAINT SAENS:<br />

Danza macabro. CHABRIER: Maicha alegre.<br />

DEBUSSY: Pmtudo a la siesta * un feímo DUKAS:<br />

B aprenda de tirito RAVEU Solero. Pavono paro una<br />

Infanta difunto Stáaokapelte Dresden y Aotdemjr of<br />

St Martín in the Fields. Director; Nevllle Mamner.<br />

02'\<br />

Grabado en Dresde. junio, 1981 y Londres v igotto.<br />

1983. PHIUPS 4» 198-2. DDO WIS"<br />

SMETANA: Mi pono. Royll Concertgebouw Amsterdam.<br />

Director: Antal Dorad Grabado «n Amsterdun.<br />

octubre. 1986. PHIUPS. 432 196-1 DOD.<br />

n-\r.<br />

BRAHMS: Un Réquiem Alemán. Op. 45 Gundula<br />

Janowrcr (soprano) y Tom Kraus* (barítono). Coro<br />

de la Opera del Estado de Viera. Director Norbwt<br />

Batatscrt. Orquesta Filarmónica de Vi«na- Director<br />

Bemird Hamnk. Grabado en VEena. marro/abriL<br />

1980. PHIUPS. 4232 038-1 DDD. 7«l".<br />

MUSORGSKI: Cuodros de una<br />

original, para plano, y orqu«naJ de Hivet- Attred<br />

Brendel. piano. Orquesta Filarmónica d* Vlena.<br />

Director André Premn. Grabado en Londres, julio.<br />

1985, y Viena. abril. 1985. PHILIPS. 432 051-2.<br />

oat'<br />

BEETHOVEN: Sonata; paro pana, números 8. en do<br />

GRIEG: Peer- GynL Op. 23 (selección). HoJberg irte,<br />

Op 40 Brjr Ameling. soprano. Orquesta Sintónica y<br />

menor; Op. 13, «PaUtKO». 21. en do mayor, Op 53. Coro de San Francisco. Director Edo de Wairt<br />

«VVoWsterru., y 23, en (a menor, Op. 57. nAppassono- Academy of St Martin in the Fields- Director: Nevi-<br />

[au Claudio Arrau: ptano. Gribado en La Chaux de llv Marrlner. Grabado en San Francisco, octubre.<br />

Fonds. abril. 1986 y octubre. 1984. y Nueva York, • 982 y junio. 1983, y Londres, noviembre. 1984.<br />

dktembrt 198* PHIUPS. 432 041-2. DDD. 76'S4\ PHIUPS. 432 192-1 DDD. 66'or.<br />

SCHERZO 87


DISCOS<br />

ESTUDIO DiSCOGRAFICO<br />

Rubiiistein, felizmente recuperado<br />

Artur Rubinstein (Lodz. 1887-<br />

Ginebra. 1982) es una de las<br />

grandes leyendas del piano de<br />

nuestro siglo. No obstante, ha sido y<br />

es objeto de adhesiones incondicionales<br />

y furibundas criticas, basadas éstas<br />

sobre todo en una supuestamente<br />

excesiva libertad en las visiones de<br />

algunas partituras.<br />

Rubinstein se retiró de la actividad<br />

como intérprete en 1976, forzado por<br />

unas cataratas que le condujeron a una<br />

progresiva pérdida de visión. Sin embargo,<br />

no puede sino asombrar, como ocurre<br />

hoy día con e! caso, parejo en ese<br />

sentido, de Claudio Arrau, la extraordinariamente<br />

larga vida activa de un hombre<br />

que se retiró a la nada despreciable<br />

edad de ¡89 años!, habiendo debutado<br />

cuando apenas contaba 7.<br />

Este singular artista, polaco-judio de<br />

nacimiento y nacionalizado norteamericano<br />

en 1946, tenia una fuerte y seductora<br />

personalidad, un gracejo y una chispo<br />

que le hacían particularmente atractivo<br />

para el gran público. Menudo, de<br />

ojos vivos y expresión avispada cuando<br />

se sentaba al piano llamaba ante todo la<br />

atención la naturalidad de su estilo. Las<br />

notas, los pasajes más complejos, surgían<br />

de él sin grandes aspavientos o<br />

exagerados gestos; la cabeza erguida, las<br />

manos desplazándose sobre el piano sin<br />

aparente esfuerzo. Rubinstein tocaba,<br />

como vulgarmente se dice, como el que<br />

¡ova. No era un trabajador nato, un<br />

devorador de horas y horas de práctica.<br />

Era un artista de una inteligencia excepcional,<br />

de una memoria prodigiosa y,<br />

sobre todo, de un sorprendente instinto<br />

para dar en la diana, para atinar con el<br />

sentido de cada obra y para saber<br />

expresarlo y comunicarlo al oyente.<br />

También es cierto que ese mismo<br />

carácter intuitivo, inquieto, unido a su<br />

fuerte y muchas veces radical personalidad,<br />

le llevaba a tomarse algunas libertades<br />

en determinadas obras que le valieron,<br />

como se apuntó antes, más de una<br />

critica de quienes consideraban, a veces<br />

no sin razón, que sus lecturas eran poco<br />

ortodoxas.<br />

Admirado y homenajeado en todo el<br />

mundo, ligado desde sus comienzos a<br />

una España que tan bien le recibió siempre,<br />

Rubinstein dejó un abundante<br />

legado discográfico, recogido sobre<br />

todo por RCA que ahora es felizmente<br />

recuperado en soporte de disco compacto.<br />

Las grabaciones son, en su mayoría<br />

(comentamos por lo que nos ha llegado<br />

en este primer envío), de los años<br />

SSSCHERZO<br />

60 y principios de los 70, con apenas<br />

algunas de finales de los 50 y una (Concierto<br />

n" / de Liszt) de finales de los 40.<br />

En general, el sonido se excelente, y los<br />

ingenieros han transferido con éxito<br />

considerable las grabaciones originales.<br />

En esta primera primera parte del<br />

estudio, repasaremos las 13 referencias<br />

(de un total de 38 anunciadas en pnncipio)<br />

que nos han sido remitidas, para<br />

ocuparnos en la segunda de algunas<br />

cosas importantes que no nos han llegado<br />

aún. En cuanto a la presentación, las<br />

notas son en general ilustrativas (aunque<br />

no están en castellano,<br />

claro), y algunos<br />

ejemplares contienen<br />

un breve perfil<br />

biográfico del artista.<br />

Por desgracia, en<br />

algún caso se ha<br />

empleado un tipo de<br />

letra impresentable<br />

por minúsculo<br />

(Mazuikas, lo que es<br />

una pena, porque las<br />

notas están muy bien<br />

escritas), por lo que,<br />

dada su longitud,<br />

recomendamos se<br />

armen de lupa para<br />

leerlas.<br />

R u binstein-Chop i n<br />

Si a algún compositor<br />

ha estado especialmente<br />

unido el<br />

nombre de Rubinstein,<br />

ese es sin duda<br />

el de Fryderyk Chopin.<br />

De este compositor<br />

nos han llegado<br />

las versiones de los<br />

dos Conciertos pora<br />

piano, /as Polonesas,<br />

Los Valses y las<br />

Mazurkns. El Chopin<br />

de Rubinstein es elegante,<br />

siempre bien articulado, viril pero<br />

expresivo, gracias a, entre otras cosas,<br />

un generoso pero sólo en pocas ocasiones<br />

excesivo rubato. Excelentemente<br />

matizado, no es nada proclive a los desmadres<br />

excesivos incluso en los pasajes<br />

de bravura, en los que tan fácil es perder<br />

al control. No puede dejar de sorprendemos<br />

la frescura, la vitalidad de las<br />

versiones de los dos Conciertos para<br />

piano, tocados con un juvenil espíritu<br />

por quien ya tenía bien cumplidos los<br />

70 años. La Romanze: Larghetto del Primer<br />

Condeno es una delicia de expresión<br />

en el piano, alcanza una intensidad<br />

sobrecogedora, sin perder la elegancia.<br />

Algo parecido puede afirmarse del<br />

mismo movimiento del Segundo Concierto,<br />

Los movimientos extremos tienen<br />

una fuerza y na ligereza extraordinarias,<br />

pero los pasajes líricos están<br />

dotados de un sentimiento que conecta<br />

inmediatamente con el oyente.<br />

Los Vo'ses son probablemente lo más<br />

controvertido de este apartado sobre<br />

Chopin. Todas las cualidades enunciadas<br />

están ahí, claro, pero Rubinstein se<br />

toma ciertas libertades de letra y el<br />

rubato puede parecer a algunos excesivo<br />

partitura en mano (y recordando lo<br />

que decía Chopin al respecto del rubato<br />

y de mantener el tempo). No obstante,<br />

uno siente la irresistible tentación<br />

de rendirse ante, otra vez, la exquisita<br />

elegancia del intérprete (escúchese el<br />

Op. 64 n° 2, especialmente su final) aunque<br />

se tome alguna licencia de mas.<br />

En las Polonesas es otra vez el inimrta-


le estilo, esa preclara capacidad para<br />

acertar con el ctima apropiado lo que<br />

nos deslumhra por encima de todo. No<br />

pretendamos encontrar al Pollini de<br />

arrolladora y apabullante técnica, porque<br />

no son esos los dominios de Rubinstein,<br />

con poseer una técnica excelente.<br />

Pero, como el mismo pianista reconoce<br />

en el manuscrito que figura en la contraportada<br />

de las notas al disco (y en<br />

todos los de Chopin), esta es una música<br />

que llego al corazón, y pocas veces<br />

tiene uno ocasión de escucharla tan<br />

fuertemente sentida como en ésta. El<br />

sobrecogedor pianíssimo de la repetición<br />

de segunda sección de la Op. 26 n"<br />

¡, la excelente graduación de la tensión<br />

en la Op. 26 n" 2, la magistral transición<br />

al tempo di mazurka en la Op. 44, son<br />

sólo algunos ejemplos de uno de los<br />

mejores discos de la colección.<br />

Pese a ello, creo que la perto de los<br />

discos de Chopin recibidos es el álbum<br />

de las Mazurkas, en el que uno no sabe<br />

qué escoger, porque hasta las mas simples<br />

están traducidas con una elegancia,<br />

un sentido rítmico asombrosos, y una<br />

capacidad de expresión difícil de calificar.<br />

Escúchense, a guisa de ejemplos, la<br />

magistral exposición rítmica de la Op.<br />

56 n° I. la finura de la Op, 33 n" 2. la<br />

íntima poesía de la Op. 68 n"4, o la sencillez,<br />

preciosamente cantada, de la<br />

conocida Op. 67 n D 3. En conjunto, una<br />

auténtica delicia, que hace justicia a uno<br />

de los géneros mas representativos del<br />

compositor polaco.<br />

Brahms<br />

Es bien sabido que Brahms era un<br />

compositor de particular significación<br />

para Rubinstein, que nadó aún en vida<br />

de! compositor y estudió durante algún<br />

tiempo con quien lo conociera tan estrechamente<br />

como joseph Joachim. Se ha<br />

dicho por ello que el pianista polaco<br />

había bebido en las mejores fuentes. No<br />

obstante, y aun a riesgo de parecer<br />

osado, es sólo en algunas piezas, fundamentalmente<br />

en las de la última época<br />

para piano solo, donde creo que Rubinstein<br />

da con la medida exacta dei, si se<br />

me permite la expresión, recogimiento<br />

de estas pequeñas maravillas. Son obras<br />

como los Intermezzi Op. 116 n° 5 y 6, el<br />

Op. 117 n" 2 o la Romanza Op. Il8n°5<br />

las que respiran paz, ¡ntimismo, reposo,<br />

en toda su intensidad. En cambio, en las<br />

piezas en las que se requiere más energía,<br />

caso de (as Baladas Op. 10 o sobre<br />

todo la Rapsodia Op. 79 n° 2, se echa de<br />

menos una mayor dosis de aquélla. Es<br />

posible que Rubinstein, especialmente en<br />

su madurez, se sintiera incluso más identificado<br />

con las últimas obras del compo-<br />

sitor de Hamburgo que con obras de<br />

juventud. Algo parecido puede decirse<br />

de sus lecturas de la monumental Sonata<br />

en fa menor Op. 5, pese a la soberbia<br />

expresión contenida en el Andante o la<br />

magnífica construcción del Intermezzo, y<br />

del Segundo Concierto, en el que Rubinstein<br />

cae en un rubato por momentos<br />

excesivo, lo que puede resultar para<br />

algunos un punto demasiado almibarado,<br />

aunque hay, claro, momentos de exquisita<br />

matización, especialmente en el<br />

Andante, en cuanto a la representación<br />

de la música de cámara, los dos Tríos Op.<br />

8 y Op. 87 son extraordinarios. Al artista<br />

polaco le atraía la música de cámara y<br />

dejó un buen número de grabaciones,<br />

muchas de ellas muy ¡mportanes, en este<br />

apartado. Los dos Tríos mencionados,<br />

registrados con dos grandes intérpretes<br />

(Szeryng y Foumier) son un modelo de<br />

conjunción, de coherencia en la difícil<br />

unión de tres personalidades tan notables<br />

y acusadas como las de los artistas<br />

mencionados. La infinita paz del Adagio<br />

del Op. 8, revisado por un Brahms maduro<br />

35 años después de escribir el original,<br />

la irresistible grancteur del Allegro final de<br />

CHOPIN: Polonesas. RCA RD 89BI4. S9'29"<br />

(Gnb. 1964). Manidas RCA RD 85171 (2 CDs,<br />

6717" f 72'4í"). (Grabación: 1965-66). Comerlos<br />

paro piano y oiquesio n° I (Nueva OnquMQ Sinfónica<br />

de Londrel Director: ataniílaw Skrowaczcwskl)<br />

y n" T (Orquesta Sintónica det Aire. Director<br />

Atfred Wallenitein). «CARD8S6I2. 70'47"<br />

(Grabación: 1958, 1961). Valses. RCARD 89564,<br />

49 1 <strong>55</strong>". (Grabwión: I «3).<br />

BRAHMS: Concierto para piano y orquesta n D 2<br />

Orquesta Sinfónica da I» RCA. Director J. Kripj).<br />

Intermezn Op Mí n" 5 y Op. 117 n° 2. Ropsoéc<br />

Op. 79 n° ; RCARD 85671. «'51". {Grabación:<br />

1958 -concitrco-, 1970 -reito-). Sonólo en fa<br />

menor Op 5 Intermezzo Op. 116 n°b Romance Op<br />

US n" 5 Sotados Op 10. RCA RD BS472. 61" 18".<br />

(Grabación: I9S9, 1970 -Baladaí-)- Trio Op fi y<br />

Tila Op 87. Con Henryk Szeryng. vioíln, y Plerre<br />

Fourniar. chelo. 6J r 46". RCA RD B626O {gnb.<br />

1971).<br />

BEETHOVEN: Condenas paro pío y orquesto<br />

n" 4 y 5 'Emperador". Orquesta Sinfónica de Boiton.<br />

Director; Erich Lelnidorf. RCA RD S5676.<br />

7I73". (Grabación: 1963-64).<br />

MOZART: Conciertos pora piono y orquesta rf<br />

20. K Abé y 21 < 467 Orquesta Sinfónica de la<br />

RCA. Director: Alfrvrd WillenHan.<br />

HAYDN; Andante y Variaciones en fa menor<br />

RCA GD 67947. 69 1 24". (Grabación: 1960-61).<br />

Cttattetos con piano K 478y ^ 49H Con Miembros<br />

del Cuarteto Guanwi. RCA GD 604406. 5113".<br />

(Grabación: 1971).<br />

SCHUMANI* Trio. Op. 63.<br />

SCHUBERT: Tilo, D. 898 Con Henryk Sieryng<br />

y fierre Fournler. RCA GD B6262. 6ri5". (Grabación<br />

1972-74).<br />

SZYMANOWSKI: Sinfonfo Concertóme<br />

(Orqueita Filarmónica d* lea Angelo. Director<br />

Atfred WailcntKln).<br />

FALLA; Noches en los jardines de Espado<br />

(Orquesta Sinfónica de San Fnnciuo. Dtractor:<br />

Enrique Jorda)r<br />

LISZT: Conce/To poro piano y orquesta n B I<br />

(Orquona Stafónkl de Dallai. Director A. Dori-<br />

[!). RCA GD 60046. 60'29". (Grabación 1952.<br />

1957. 1947. reipectivimente).<br />

Nota: Textos los discos son ADD. Distribución;<br />

BMG.<br />

DISCOS<br />

esa misma obra, son sólo dos ejemplos<br />

de otro disco notable de esta colección.<br />

Miscelánea<br />

El resto de la colección contiene un<br />

disco dedicado a Szymanowski (Sinfonía<br />

Concertante) Falla (Noches en (osjorrlines<br />

de España) y Uszt (Concierto n" I), otro<br />

con los Conciertos 4 y5 de Seethoven,<br />

dos más dedicados a Mozart (Conciertos<br />

20 y 21, Cuartetos con piano K 478 y<br />

493) y uno con sendos Tríos de Schumann<br />

y Schubert {0p. 63 y 0. 898. respectivamente).<br />

En el primero de ellos destaca la<br />

vigorosa lectura de la obra de Szymanowski<br />

y la notable versión de las<br />

Noches de Falla. El Concierto de Liszt,<br />

contiene más lirismo que pasión, y en<br />

ese sentido no hace olvidar la legendaria<br />

vereión de Richter.<br />

Por su parte, el disco dedicado a los<br />

dos últimos Conoertos del sordo de Bonn<br />

es atractivo sobre todo por la contenida<br />

pero muy construida versión del Cuarto<br />

Concierto, aunque con algunos mondentes<br />

un punto duros en el tercer tiempo,<br />

pero siempre magníficamente expresado,<br />

sin afectación ni pesantez. El Emperador<br />

obtiene una versión bastante tradicional,<br />

muy bien articulada, aunque con<br />

momentos de rubato quizá excesivo en<br />

el último movimiento.<br />

El ejemplar correspondiente a los dos<br />

Trios de Schumann y Schubert vuelve a<br />

contar con el impresionante conjunto<br />

Rubinstein/Szeryng/Fournter, y vuelve a<br />

ser una lección de cómo hacer música<br />

de cámara. El Trtb Op, 63 de Schumann<br />

es la viva expresión del romanticismo, el<br />

de Schubert una muestra de lo cantable,<br />

llena de lirismo.<br />

En fin. lo menos convincente de la<br />

colección, al menos para el que susenbe,<br />

son las lecturas de los Conciertos y<br />

los dos Cuortetos con piano de Mozart,<br />

porque aun estando imaginativamente<br />

construidas, creo que caen en lo excesivamente<br />

dulzón.<br />

De cualquier forma, la importancia de<br />

recuperar el legado discográfico de este<br />

artista es innegable. Casi todo es muy<br />

bueno, y bastantes cosas son sencillamente<br />

excepcionales. La increíble variedad<br />

de su personalidad musical, la<br />

asombrosa naturalidad y espontaneidad<br />

de sus interpretaciones, y la directa<br />

comunicatividad con el oyente, hacen<br />

de él un artista de excepción y de sus<br />

grabaciones una fuente de buenos ralos<br />

musicales poco habitual y una inmejorable<br />

demostración de su inefable perfil.<br />

Rafael Ortega Basagoiti<br />

SCHERZO 89


DISCOS<br />

DISCOGRAFICO<br />

igual que sucedió con la Orques-<br />

. ta Sinfónica de la Radiodifusión<br />

avara en su cuadragésimo aniversano<br />

(ver SCHERZO n° 44. pégs. 94 y<br />

95), la empresa alemana Orfeo prosigue<br />

su publicación de conciertos en público<br />

protagonizados por grandes orquestas<br />

dirigidas, claro está, por batutas de pres-<br />

Geofjje SíeH por Winniejakob<br />

tigio que dejaron huella en las mismas.<br />

En esta ocasión, en colaboración con la<br />

Radiodifusión austriaca, Orfeo nos hace<br />

llegar dos atractivos álbumes de cinco<br />

discos cada uno (a precio especial, que<br />

deja de serlo en cuanto se quieren<br />

adquirir los discos por separado) aprovechando<br />

los 90 años de vida de la<br />

Orquesta Sinfónica de Viena. La selección<br />

de directores, como ya dijimos en<br />

la Actualidad discográfica, es bastante<br />

discutible: se han dejado fuera nombres<br />

ilustres que dirigieron la Sinfónica y de<br />

los que, seguramente, la Radio Austriaca<br />

hizo la grabación del correspondiente<br />

concierto (recordamos que la orquesta<br />

estuvo dirigida por Furtwángler, Clemens<br />

Krauss, Knappertsbusch, Bruno<br />

Warter, Richard Strauss. Erich y Carlos<br />

Kleiber, Giulini, Schuricht, Rozhdestvensky,<br />

Kubelik..). De cualquier forma, y<br />

90 SCHERZO<br />

Los 90 años de una orquesta<br />

salvo algún caso poco afortunado que<br />

enseguida comentaremos, estos diez<br />

discos ponen de manifiesto la ortraordinaria<br />

versatilidad de una agrupación que<br />

siempre ha sido considerada como la<br />

hermana menor de la Filarmónica de<br />

Viena (como, en efecto, así es), pero sin<br />

la cual la vida musical vienesa no tendría<br />

sentido.una orquesta a la que Herbert<br />

von Karajan en los años 50 elevó a los<br />

primeros puestos y en los cuales ha<br />

permanecido hasta hoy mismo. Difícil lo<br />

tiene Frühbeck, que a partir de la temporada<br />

1991/1992 asumirá la titularidad<br />

de esta orquesta y que evidentemente,<br />

tendrá que mantener su calidad (o<br />

aumentarla, si ello es factible) durante<br />

los cuatro años que dure su mandato.<br />

La historia de la Orquesta Sinfónica<br />

de Viena, que desde 1933 se denomina<br />

Wiener Symphoniker, se resume muy<br />

brevemente. La orquesta, organizada<br />

bajo forma de una asociación, pertenece<br />

a la ciudad de Viena. En 1900 el<br />

director de orquesta Ferdinand Lowe<br />

fundó la<br />

Wiener Konzertverein,<br />

que para<br />

sobrevivir no<br />

se pudo limitarsolamente<br />

al repertorio<br />

sinfónico,<br />

sino que tuvo<br />

que interpretar<br />

también<br />

operetas y<br />

música de<br />

salón. Sus<br />

instrumentistas,<br />

además,<br />

estaban obligados<br />

en<br />

verano a formar<br />

parte de<br />

las or-questinas<br />

de los<br />

balnearios.<br />

En 1919, después<br />

de la<br />

Primera Guerra<br />

Mundial,<br />

la agrupación<br />

se tuvo que<br />

asociar con<br />

una orquesta<br />

privada (la<br />

Wiener Tonkünstleror-<br />

Hetben von Kamjan porRP.<br />

chester, fundada en 1907 y dirigida<br />

durante algún tiempo por Wilhelm<br />

FurtwSngler) ante la falta de músicos<br />

cualificados. Ferdinand Lowe, que además<br />

de ser fundador de la orquesta fue<br />

también su primer director musical,se<br />

interesó vivamente por la música de<br />

Bruckner que tiene, aún hoy, un lugar<br />

privilegiado en el repertorio de la<br />

orquesta. Desde 1945, sobre todo Herbert<br />

von Karajan el que dio a la Sinfónica<br />

de Viena su perfil artístico. En 1960,<br />

Wolfgang Sawallisch fue su director<br />

musical durante seis años. Josep Krips le<br />

sucedió como Künstiericher Konsulent<br />

(asesor artístico). Después de la temporada<br />

1973/1974. fue Cario María Giulini<br />

quien asumió la dirección musical, a partir<br />

de 1980, Rozhdestvensky sólo ejerció<br />

esta función durante un breve intermedio,<br />

siendo sucedido por Georges<br />

Pretre.<br />

La lista de estrenos mundiales o austríacos<br />

realizada por la Sinfónica de<br />

Viena es impresionante: entre más de


900 obras se encuentran la Novena de<br />

Bruckner, el Concierto para la mano<br />

izquierda de Ravel, los Gurreíieder de<br />

Schónberg, el libro de tos siete sellos de<br />

Franz Schmidt, la ópera de Gottfned<br />

von Einem Jesu Hochzeit y el encargo<br />

que la orquesta le ha hecho a Jean<br />

Francaix (Concierto para quince solistas,<br />

timbales y cuerdos) para celebrar su<br />

nonagésimo aniversario.<br />

Dos álbumes de cinco discos<br />

Los diez discos objeto de este<br />

homenaje al conjunto vienes, agrupados<br />

en dos álbumes, son realmente una<br />

publicación importante (a pesar de sus<br />

carencias). Vayamos comentándolos brevemente<br />

comenzando por el segundo<br />

álbum. Hay un concierto popular dedicado<br />

a obras de los Strauss, en donde la<br />

orquesta está dirigida por el sólido, eficaz,<br />

seguro y poco imaginativo Wolfgang<br />

Sawallisch, más apto para cualquier otra<br />

cosa que para dar vida a estos chispeantes,<br />

delicados y elegantes pentagramas<br />

(asi, por ejemplo, \a Jockey-Polka en<br />

manos de Sawallisch se podría llamar<br />

Polka del podenco: el vals de B Emperador<br />

lo podríamos denominar Vols prusiano,<br />

y asi sucesivamente). Otro maestro<br />

regularmente representado, Lovro von<br />

Matacic, excepcional bnjcknenano que<br />

en este registro no dinge Bruckner, sino<br />

una Sinfonía Incompleta cercana al mundo<br />

de aquél, una de Haydn lenta y pesada,<br />

totalmente fuera de estilo, y finalmente,<br />

una obra de Gottfried von Einem que<br />

justifica la publicación del disco por la<br />

novedad que supone en nuestro mercado<br />

discográfico, a la vez que nos da a<br />

conocer el homenaje de su autor a<br />

Bruckner con una obra<br />

(bruckner Dhlog) que en<br />

determinados momentos<br />

parece haber salido de la<br />

pluma de éste. Las cosas<br />

cambian a mejor con el disco<br />

de Otto Klemperer, quien<br />

ofrece una Heroica grandiosa,<br />

cuya nobleza y claridad de<br />

texturas son sus principales<br />

virtudes. La prensa austríaca,<br />

después de este concierto,<br />

proclamó a Klemperer el<br />

mejor director beethoveniano<br />

de la época. Al mismo<br />

nivel artístico habría que<br />

situar el disco dedicado al<br />

gran Josef Krips, que traduce<br />

con delicadeza casi mozartiana<br />

y un humonsmo irónico y<br />

elegante el poema Vil Eutenspiegef,<br />

una de las grandes versiones<br />

en la historia del disco<br />

(no olvidar que el propio<br />

Richard Strauss aconsejaba a<br />

sus directores de orquesta<br />

que tocasen su música como<br />

la de Mozart); lo mismo<br />

sucede con la Sinfonía Grande<br />

{que, por cierto, ahora se la<br />

numera en octavo lugar, y la<br />

Incompleta en séptimo), que Krips traduce<br />

con un modélico<br />

sentido del equilibrio<br />

entre forma y expresión.<br />

La linea de calidad<br />

desciende<br />

ligeramente con Prétre,<br />

que aunque<br />

suene a tópico deberla<br />

haber estado<br />

representado con un<br />

programa de música<br />

francesa antes que<br />

con uno dedicado a<br />

Wagner. No obstante,<br />

el director francés<br />

hace gala de flexibilidad<br />

narrativa en sus<br />

exposiciones, que se<br />

caracterizan por sus<br />

lineas rigurosas y<br />

coherentes. De todas<br />

formas, estos notables<br />

resultados (aceptables<br />

en un concierto público,<br />

pero discutibilísimos para ser conservados<br />

en una grabación) dejarían de<br />

serlo al compararlos con cualquiera de<br />

los grandes santones wagnerianos. En<br />

definitiva, el segundo álbum de esta<br />

publicación se salva por dos discos<br />

excepcionales protagonizados por Klemperer<br />

y Krips, que pueden adquirirse por<br />

separado del resto.<br />

El primer álbum, por el contrario, no<br />

Josef Krips por Wtnniejakab<br />

D¡SCOS<br />

tiene desperdicio. El único director que<br />

requiere presentación es el suizo Volkmar<br />

Andreae (1879-1962), representado<br />

en esta colección por una modélica<br />

Cuarta de Bruckner. Gottfried Kraus,<br />

autor de las notas del libreto que acompaña<br />

al disco, comenta que Volkmar<br />

Andreae fue uno de los directores más<br />

cultivados e incorruptibles de su generación,<br />

un modelo de sinceridad humana y<br />

artística, asi como de ética profesional,<br />

cualidades que le hicieron siempre<br />

poner la música por encima de cualquier<br />

otro interés como la vanidad personal o<br />

la utilidad de su carrera de director de<br />

orquesta. Todas las innovaciones importantes,<br />

sobre todo en lo que respecta a<br />

la música contemporánea en Suiza y al<br />

CRIES<br />

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SCHERZO 91


DISCOS<br />

desarrollo de una vida musical autónoma,<br />

están ligadas a su nombre. Sin<br />

embargo, fueron las obras de Antón<br />

Bruckner las que el maestro suizo tomó<br />

como pnncipal centro de su trabajo.<br />

Una especie de afinidad espiritual fue la<br />

que le puso en contacto con la música<br />

del compositor de Ansfelden. En 1907,<br />

Wolkmar Andreae dirigió el estreno en<br />

Suiza de la Noveno, dos años más tarde<br />

el de la Cuarta y gracias a sus iniciativas,<br />

Zunch fue (junto a Viena) uno de los<br />

más importantes centros musicales consagrados<br />

a Bruckner. Su versión de la<br />

Cuarta recogida en esta grabación es de<br />

tempí ligeros pero sin precipitaciones ni<br />

exageraciones en la dinámica, con una<br />

cálida vitalidad que recuerda en cierta<br />

medida la elegante efusividad de un<br />

Schuncht Su simplicidad y exactitud, asi<br />

como la tensión puesta de manifiesto,<br />

hacen de esta lectura una de las grandes<br />

en toda la discografia brucknenana,<br />

Hermann Scherchen dingió la Novena<br />

de Mahler a la Sinfónica de Viena el 19<br />

de jumo de 1950, año en que la música<br />

de éste se podía considerar como de<br />

vanguardia por lo que a programación<br />

de sus obras en los conciertos se refiere,<br />

es decir, eran raros los directores que se<br />

atreviesen a programar una de las Sinfonías<br />

del músico de Kalischt En este sentido,<br />

la versión de Scherchen es poco<br />

menos que una pnmicia, teniendo que<br />

destacar también su indudable categoría<br />

interpretativa, ácidamente expresionista,<br />

sin concesiones ni remansos a los aspectos<br />

melódicos, con unos tempí realmente<br />

vertiginosos (21.08; 15,57; I 1,57 y<br />

20.02 son sus duraciones -compárese,<br />

por ejemplo, con Giulini; 3 1.45; 17.05:<br />

13.53 y 25,12-). pero que en modo<br />

alguno perjudican la concepción general<br />

de la obra. En la orquesta hay ciertos<br />

desajustes que no enturbian para nada el<br />

probado entusiasmo de la misma (en la<br />

correspondencia de Scherchen con<br />

Schonberg, el pnmero cita el rendimiento<br />

de la orquesta al cien por cien). Lo<br />

discutible de este registro es que, hoy<br />

por hoy. en 1991, la Novena de Mahler<br />

es ya una obra de repertorio, existen<br />

infinidad de versiones discográficas, algunas<br />

de ellas de indudable entidad<br />

(Horenstem. Klemperer, el citado Giulini,<br />

Haitink. Walter, Mitropoulos...) y, esta<br />

lectura de Scherchen, de indiscutible<br />

personalidad y modernos planteamientos,<br />

llega un poco tarde. De cualquier<br />

forma, para los mahlenanos (si es que<br />

aún quedan, pues hay últimamente una<br />

moda estúpida consistente en menospreciar<br />

sin mucho fundamento al gran<br />

compositor) es obligatono conocerla.<br />

Otro director de campanillas, George<br />

Szell, protagoniza el siguiente disco con<br />

dos obras de su repertorio habitual, la<br />

9J SCHERZO<br />

Sinfonía 93 de Haydn y la Quinta de<br />

Prokofiev. Los planteamientos son idénticos<br />

a los propuestos por Szell en sus<br />

grabaciones dtscográficas de ambas<br />

composiciones con su orquesta de Cleveland;<br />

incisivas, claras, con detalles virtuosísticos<br />

asombrosos (a pesar de que<br />

la Sinfónica de Viena sea un conjunto<br />

mfenor al de Cleveland, y en ocasiones,<br />

violines-en el tercer movimiento, haya<br />

desajustes casi palpables), «sentidas con<br />

la cabeza y pensadas con el corazón»,<br />

según sus propias palabras, en una dialéctica<br />

que testimonia los esfuerzos realizados<br />

por el músico para conciliar<br />

corazón e inteligencia. De todas formas<br />

en nuestra opinión, son preferibles sus<br />

versiones para el disco (CBS) por su<br />

impecable realización orquestal y una<br />

brillantez y toma de sonido supenonas a<br />

las ofrecidas en esta grabación que, por<br />

Primer álbum<br />

Ol_ 1° - • Hermann Scherchen dirige MAHLER :<br />

Sinfonía n c 9 Grabación de la Radio austríaca- Viena.<br />

Mujlkverrein, Groiser Eail. 19/5/1950. Mono,<br />

ADD. Duración 6919. ORFEO C 22B9OI A.<br />

VOL 2° - * Vdkmar Andreae dirtge BRUCKNER:<br />

Sinfcnj'c? n" 1 Grabación de la Radio austríaca: Viena,<br />

Mmikverein. Groiser Saal, 19/1/1953. Mano, ADD.<br />

Duración: 6048. ORFEO C 229901 A.<br />

VOL 3" - * George Szell dirige HAYDN Sníoruo<br />

n' 93 y PROKOFIEV: Smliywi -° 5 Grabación de<br />

la Radio austríaca: Viena. Konzertriaui. GrOiier<br />

Saal. 17/6/195*. Mono, ADD. Duración: 51' 46.<br />

ORFEO C 230901 A<br />

VOL 4° - * Herbert yon Karajan dirige BRUCK-<br />

NER; íinfonin r' b Grabación de la Radio austríaca:<br />

Viena. Musikverein, G i 1 ? Grabaciones de U<br />

Radio austríaca: Viena. Mulikvcrein, Grosser Saal,<br />

13/3/1983 (von Einetn) f 7/1/193-1 (Ha/dn. Schuben).<br />

Siereo. ADD. Duración: 6958 ORFEO C<br />

235901 A.<br />

VOL. 9" - * WoHgang Sawallisth dirige JOSEF<br />

YOHANN STRAUSS I y II: O murciélago, ¡ockey-<br />

Polka Voces de primavera. Polka de Ano. Cuellos de<br />

los bosques de Viena. Valí tte U Emperadm En «q^e<br />

de vocoaoneí. Las colaos, De caza, futios anificaSes.<br />

El belfo Danubio azul. Marcha Rodetzky Grabación<br />

de li Radio austríaca: Bregeni. Stadthalle.<br />

13/8/1967. Mono. ADD. Duración 69'22. ORFEO<br />

C 236901 A.<br />

VOL. 10° - * Georgei Pretre dirige WAGNER:<br />

Obertura de La prahríncuSn de amar. Preludio y bacanal<br />

del Venusfie


"LA MÚSICA"<br />

EN LA<br />

Feria del Libro de Madrid<br />

BIOGRAFÍAS<br />

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PARQUE DEL RETIRO<br />

DEL<br />

29 DE MAYO AL 26 DE JUNIO<br />

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- LIBROS TÉCNICOS<br />

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DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAfíCO<br />

ACCORD tiene una de las políticas<br />

(artísticas) más inteligentes y<br />

arriesgadas (fuente de belleza,<br />

según el criterio de Hamoncourt) entre<br />

todas las casas discográficas: fue una de<br />

las primeras (y durante mucho tiempo,<br />

la única) en editar la música de Giacinto<br />

Scelsi o de Arthur Lourié así como de<br />

Toumemire, compositores oblicuos (y<br />

por ello marginados) que representarán<br />

tal vez la música del siglo veinte. El riesgo<br />

que acepta Accord no se limita a su<br />

investigación en el mundo de la composición,<br />

sino también en la interpretación:<br />

intérpretes como Mane Catherine<br />

MOMIA 15RDI<br />

[I ComSjtíimcnto di TIIUTCÍIÍ L' C Jo rinda<br />

Girod (disco dedicado a Louné) escandalosamente<br />

(¿auto?) apartada del circo<br />

musical y que pertenece sin duda a la<br />

crema pianística; intérpretes como la<br />

Societa Camerfstica d¡ Lugano que grabaron<br />

Monteverdi hace veinte años y<br />

que Accord mantiene en catálogo, contra<br />

vientos y mareas estilísticos. Ya sé<br />

(por haber defendido en esta misma<br />

revista otras interpretaciones más acertadas<br />

mu sicológicamente hablando) que<br />

Monteverdi no se interpreta asi, Harnoncourt<br />

(en sus discos y sus escritos)<br />

el Deller Consort. Música Antiqúa Koln,<br />

la Capel la 5a van a... lo han demostrado;<br />

ya sé que el Coro de La Societá di<br />

Lugano, tal vez formado por entusiastas<br />

aficionados, muestra algunas dudas,<br />

pero lo que no sé es lo más importante:<br />

¿qué barítono puede transformarse en<br />

tenor dentro de la itolianitd monteverdiana.<br />

como Laerte Malaguti (Testo en II<br />

94 SCHERZO<br />

Accord: tónico<br />

combattimento, o en madrigales del<br />

Octavo Libro)? ¿Quién tiene el candor de<br />

Cettina Cadelo (invitada por los jóvenes<br />

y auténticos músicos del Concertó Italiano,<br />

Después de un cuarto de siglo, en el<br />

mismo y revisrtado repertorio. CD. Tactus)?<br />

¿Quién se atreve, como Jame?<br />

Loomis en lo che neli'otio nacqui, a establecer<br />

unas conexiones entre el bajo<br />

monteverdiano, el vendiano (Felipe II) y<br />

hasta el Boris de Musorgski? ¿O quién,<br />

(según la pertinente observación de<br />

Harry Halbreich) en aquellos madrigales<br />

a seis y ocho voces anuncia al Canto de<br />

los espíritus de Schubert? Hay pues que<br />

citarles a todos, guerreras<br />

sopranos y<br />

enamorados esperanzados:<br />

Elena Rizzieri.<br />

Mana Minetto.<br />

Luciana Ticinelli-Fattori,<br />

Elena Zilio, Basia<br />

Retchitzka, Verena<br />

Gohl. Eric Tappy,<br />

Alain Manon, Rodolfo<br />

Malacame... Monteverdi<br />

tiene más de<br />

un color, y junto con<br />

las interpretaciones<br />

ya mencionadas, sin<br />

olvidar a The Consort<br />

of Musike. a<br />

Leonhardt, estos cuatro<br />

discos de la<br />

honorable Societá di<br />

Lugano constituyen<br />

un ineludible documento.<br />

El disco dedicado a<br />

la obra camerlstica<br />

de Hugo Wolf confirmó al joven Cuarteto<br />

Artis de Viena en uno de los más<br />

artos puestos (su integral de Mendelssohn<br />

es una revelación y sera comentada<br />

en el número siguiente de SCHER-<br />

MONTEVERDI: Cornos guerreros y omofoscs<br />

(enríaos de los Libre» de madrigatei 6. 7 y 8).<br />

Solistas. Coro y Orquesta de Li Societa Camerfitica<br />

di Lugano. Egidicr Roveda (chelo), Luciano<br />

Sfrliil (Clave). Edwln Loehrer (director). H CD.<br />

(disponibles también individualmente) ACCORD<br />

200811 AAD (excelente) 1961-68.3hSI* COI: Atol<br />

Contr. Ninfa che scatza. A/do, onotnpo. Ognr amante.<br />

Che vuoí haver Anla e scnpnt. Vago ongeftena BaBei<br />

CD2: Alui cana ó Marte, ff CombafOmento. Lamento<br />

dello r»nfa Peizhe ['en tugg Hor di'e/ cíe/ CD3. II<br />

Boto ddte inpote, lugrime d'amorne. CD 4. Tempro<br />

la creta. Letsera amorosa Con che soavito. Al lume<br />

Amoi che deggia far? frite/rote speranzt. A quest'oltno.<br />

Tu domr fi^<br />

WOLF: Otro iniegral paro cuarteto de cuento. Cuarteto<br />

en re menor Intermezzo. Sérénadz (itolienne)<br />

Anís Quartett-Wien. CD ACCORD 220801.<br />

DDD 1987 por J. Staempfli. 57IS.<br />

Distribución: Auvidis.<br />

ZO): del La Salle, con quien estudiaron,<br />

los integrantes del Artis tienen el rigor<br />

analítico; del Berg, que escucharon más<br />

de una vez, han retenido la importancia<br />

del viola ordenador del sonido general.<br />

En la Sérénode italienne, el trabajo<br />

orquestal del Artis es inaudito: las cuerdas<br />

se transforman en flautas, oboes,<br />

fagotes, trompas: en el Cuarteto en re, el<br />

Artis equilibra (¿f) el clima alucinado de<br />

la obra con sus referencias musicales<br />

(pasadas / futuras), desde Bruckner<br />

hasta Schoenberg.<br />

El Artis acaba de fichar para Sony<br />

(cuartetos de Mozart): esperemos que<br />

encuentren la misma (y tan rara) inteligencia<br />

musical en el nuevo director<br />

artístico de la compañía.<br />

Para completar el retrato de Accord,<br />

casa discográfica indispensable, hay que<br />

señalar que los comentarios son a<br />

menudo confiados a un extraordinario<br />

historiador y conocedor de la música<br />

(sus clases de análisis en un conservatorio<br />

de Bélgica son apasionantes): Harry<br />

Hallbreich; y que la presentación gráfica<br />

es cuidadísima<br />

Pedro E/fas<br />

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XIII CURSO DE MÚSICA BARROCA Y ROCOCÓ<br />

«Mozart: un centenario esperado»<br />

(1756-1791)<br />

San Lorenzo de El Escorial<br />

19 al 31 de agosto de 1991<br />

Asignatura Profesor<br />

Canto Charles Brett<br />

Traverso (19 al 24) Mariano Martín<br />

(26 al 31) Konrad Hünteler<br />

Violín (19 al 29) Emilio Moreno<br />

Clave y bajo continuo Rinaldo Alessandrini<br />

Pianoforte Patrick Cohén<br />

Guitarra, laúd, tiorba Gerardo Arriaga<br />

Violoncello Harm Jan Schwitters<br />

Música de cámara Harm Jan Schwitters<br />

Danza Ay8 Begoña del Valle<br />

Construcción de instrumentos... Carlos González<br />

(Guit. romántica/laúd) y José Ángel Espejo<br />

Martes, 20<br />

Los cuartetos con flauta de W.A. Mozart.<br />

Mariano Martin (traverso), Francisco Comesaña (violín),<br />

Adolfo Giménez Tuduri (viola), Harm Jan Schwitters<br />

(violoncello).<br />

Miércoles, 21<br />

LA Viena de Mozart.<br />

Manuel Cid (tenor) y Sonoko Maejima (fortepiano).<br />

Jueves, 22<br />

Danzas: de Lully a Mozart,<br />

Begoña del Valle y Rufino Gimeno Sales (danza) con<br />

Pablo Cano (fortepiano).<br />

Viernes, 23<br />

El violín de Mozart y sus contemporáneos.<br />

Emilio Moreno (violín) y Rinaldo Alessandrini (clave y<br />

fortepiano).<br />

Sábado, 24<br />

Vivaldi en el 250 aniversario de su muerte.<br />

«La ninfa e il pastore». A. Vivaldi.<br />

St. James Baroque Players.<br />

Ivor Bolton (director), con Loma Anderson y Susan<br />

Bickley (sopranos) y Mark Tucker (tenor).<br />

Martes, 27<br />

Gerardo Arriaga (guitarra).<br />

Obras de F. Sor y Giuliani.<br />

ovw te EDUCUC*<br />

CONCIERTOS<br />

Cursos monográficos<br />

A) «El placar de afinar»<br />

B) «Géneros en la música teatral<br />

de Mozart» 126-31)<br />

C) «Liedar de Mozart» (19.<br />

20 y 22)<br />

D) Música de cámara («Máster<br />

class», sábado, 31)<br />

Miércoles, 28<br />

Profesor<br />

Retnhard von Nagel<br />

Antonio Gallego<br />

Manuel Cid<br />

Christophe Coin<br />

Los cuartetos con piano de Mozart.<br />

Jacques Ogg (fortepiano), Lucy van Dael (violín), Emilio<br />

Moreno (viola) y Wouter Moeller (violoncello).<br />

Jueves, 29<br />

Vivaldi en el 250 aniversario de su muerte.<br />

Charles Brett (contratenor), Catherine Mackintosh y<br />

Catherine Weiss (violines), Risa Browder (viola), Tim<br />

Lyon (violone), Robert Wooley (clave), Richard Boothoy<br />

(viola da gamba).<br />

Viernes, 30<br />

Tríos y Sonatas de W.A. Mozart.<br />

Jaap Schroeder (violín), Patrick Cohén (fortepiano) y<br />

Christophe Coin (violoncello).<br />

Sábado, 31<br />

En semble Baroque «Pygmalion»<br />

Jean Michel Hasler (director), Konrad Hünteler (traverso),<br />

Philippe Foulon (baryton).<br />

Obras de Mozart y Haydn.<br />

Todos los conciertos tendrán lugar en el Real Coliseo<br />

de Carlos III, en San Lorenzo de El Escorial, a las 22,30 horas.<br />

Venta en taquilla, dos horas antes<br />

Reservas y venta anticipada desde al 12 de agosto en la sede<br />

de la Asociación, de 11 a 14 horas.


DISCOS<br />

ESTUDIO D1SC0GRAFICO<br />

Dos versiones diferentes, pero sin<br />

duda interesantes, de la inmensa<br />

producción organística de<br />

Bach, son presentadas por los sellos<br />

discográficos Decca y Ricercar. En el<br />

caso de Decca se trata de los volúmenes<br />

3, 4, 5 y 6 de la obra completa<br />

para órgano de Bach. interpretada por<br />

Peter Hurford. Los volúmenes I y 2<br />

de la misma serie fueron ya comentados<br />

en su momento en esta misma<br />

revista. Por su parte, el sello Ricercar<br />

nos ofrece una amplia muestra de la<br />

labor organística del Cantor de Santo<br />

Tomás. En seis discos han recogido,<br />

interpretadas por Bemad Foccroulle,<br />

las obras compuestas por Bach para<br />

órgano durante la época de Wimar<br />

Este período de Weimar (1708-1717)<br />

constituye el más rico en composiciones<br />

para órgano. Las páginas más<br />

conocidas para este instrumento pertenecen,<br />

precisamente, a estos años,<br />

en los que, además, tuvo la oportunidad<br />

de conocer y estudiar las obras de<br />

músicos extranjeros, en especial italianos<br />

y franceses. Las transcripciones<br />

para órgano de obras de Vivaldi, son<br />

una consecuencia de esta toma de<br />

contacto con la música foránea. Incluso<br />

algunas de las obras originarias de<br />

Bach, pertenecientes a esta época,<br />

denotan una marcada influencia de<br />

Corelli, Legrenzi. Grigny y de otros<br />

autores.<br />

Las dos versiones recogidas aquí por<br />

Decca y por Ricercar podrían constituir,<br />

por asi decirio, las dos caras de<br />

una misma moneda. Hurford-foccroulle:<br />

dos maneras diferentes, pero plenamente<br />

válidas, de entender la música<br />

de órgano de Bach. Aspectos relativos<br />

al tempo y a la registradón son esenciales<br />

en la diversidad aludida. Como<br />

es natural, también influyen, y no en<br />

menor medida, los instrumentos utilizados<br />

por cada intérprete, aspecto<br />

éste al que se hará una breve mención<br />

más abajo- En lo que al tempo y a la<br />

registración se refiere, es imposible<br />

encontrar una rigurosa coincidencia<br />

entre los diversos intérpretes bachianos.<br />

Esto obedece al hecho de que el<br />

propio Bach no realizó ninguna indicación<br />

de este tipo en la mayor parte<br />

de los Preludios y Fugas ni en los Corales.<br />

Únicamente existen algunas<br />

excepciones en las Sonatas y en algunas<br />

piezas aisladas. Por ello, el intérprete<br />

debe atenerse en muchos casos<br />

96SCHERZO<br />

Dos visiones bachianas<br />

a la importancia del instrumento<br />

y ai lugar de la ejecución.<br />

En este sentido, la noción de<br />

ritmo predomina sobre la de<br />

tempo en la versión de Hurford,<br />

siendo algo más hierática<br />

la lectura de Foccroulle. No<br />

obstante, la relación de tempo<br />

entre Preludio y Fuga es respetada<br />

por ambos intérpretes<br />

de manera bastante coincidente.<br />

Por lo que se refiere a la<br />

registración, dadas las escasas<br />

indicaciones dejadas por Bach,<br />

nos encontramos también<br />

ante un campo bastante libre<br />

para el intérprete. En este<br />

punto, la versión de Foccroulle<br />

es algo más rica e, incluso, en<br />

los propios libretos que acompañan<br />

a los discos se especifica<br />

Peler Hurford FOTO DECOVfOEftSTEA<br />

de forma detallada la registración utilizada<br />

en cada una de las obras grabadas.<br />

Este aspecto, sin duda positivo e<br />

interesante, falta en la versión de<br />

Hurford, que se limita únicamente a<br />

incluir la composición registral de los<br />

diversos instrumentos utilizados. En lo<br />

que a estos se refiere, la integral de<br />

Hurford peca, a mi juicio, por exceso.<br />

El número de órganos empleados<br />

para efectuar las diversas grabaciones<br />

es demasiado elevado. De esta mane-<br />

BACH: Lo obra para órgano. Peter Hurford,<br />

órgano. DECCA volumen 3: 421 617-<br />

2 ADD (3 CD) y volumen 4: 421 621-2<br />

ADD (3 CD). Duraciones: volumen 3:<br />

70-0J", «ni* v 71'50"; volumen 4: 72 1 l0",<br />

76'02" y7\ ¡ 0r. Grabación: 1974. 1977.<br />

1978, 1979 y 1986 en los órganos de la<br />

catedral de Ratzeburg, iglesia de Our Lady<br />

of Sorrows de Toronto. abadía de Melk,<br />

capilla del New College de Oxford, Eton<br />

College de Windsor. capilla de Knox Grammar<br />

School de Sydney. Iglesia de los agustinos<br />

de Viena, iglesia All Souls Unitarian de<br />

Washington y capilla del colegio de Santa<br />

Catatina de Cambridge. Productor: Chris<br />

Haiell. Ingenieros: Simón Eadon, Colin<br />

Moorfoot, Michael Mailes. Andrew Pinder,<br />

Philip Wade y David Marren.<br />

BACH: Obras paro órgano de la época de<br />

Weimor. Bernard Foccroutle, órgano,<br />

RICERCAR. 90006 DDD. 6 discos compactos<br />

al precio de tres. Duraciones: 59'36";<br />

76'37"; 75'49": 70'54": 63'37"; 53'29 H . Grabación;<br />

junio de 1982, junio de 1984, octubre<br />

de 1988. mayo y junio de 1990. en !os<br />

órganos de la Nieuwe Kerk de Amsterdam.<br />

iglesia del monasterio de Muri (Su¡2a), abadía<br />

de Ottobeuren, iglesia de San Ludgerí en<br />

Norden e iglesia de San Wilhadi en Stade.<br />

Productores: Ruthi Simons y Jérome Lejeune.<br />

Ingenieros: Andreas Glatt, Dominique<br />

Warnier y Jérome Lejeune.<br />

ra el resultado sonoro es muy desigual<br />

en unas obras y en otras, por<br />

encontrarse en función del órgano<br />

que se emplea en cada caso. Por el<br />

contrario, los cinco órganos de la grabación<br />

de Foccroulle mantienen un<br />

mayor nivel de equilibrio sonoro. En<br />

el caso de Hurford este nivel se<br />

encuentra mucho más escalonado,<br />

aunque algunos de los órganos de<br />

esta grabación nos ofrecen una<br />

sonoridad sorprendente y bellísima,<br />

como son los de las iglesias de Our<br />

Lady of Sorrows de Toronto y All<br />

Souls de Washington. No obstante,creo<br />

que el resultado habría sido más<br />

positivo si, en beneficio de un mayor<br />

equilibrio sonoro, la grabación se<br />

hubiera efectuado con un menor<br />

número de instrumentos. Además de<br />

la precisa y nftida lectura que realiza<br />

Hurford, su grabación ofrece el enorme<br />

interés de ser una de las más<br />

completas de cuantas se han realizado<br />

hasta la fecha. Asi, algunos de los<br />

numerosos corales escritos por Bach<br />

aparecen en esta grabación por primera<br />

vez. El Ricercar en do menor,<br />

BWV 1079 núm. 5, el Preludio y Fuga<br />

en sol menor, &WV 545 y BVW 545b,<br />

son otros tantos ejemplos de obras<br />

incluidas en la presente versión, que<br />

no figuran en las de otros intérpretes.<br />

Las dos lecturas de Hurford y de<br />

Foccroulle son francamente recomendables,<br />

viniendo a enriquecer, en definitiva,<br />

el panorama de la interpretación<br />

bach ¡ana en este campo.<br />

florentino Grada Utriilas


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A LOS AFICIONADOS<br />

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clásica, (no importa su estado) que nos entregue, por la compra de ca-<br />

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ptas.), y 275 pesetas si el disco compaco fuese de serie de precio medio<br />

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y estará vigente durante todo el mes de junio de 1990 en nuestra tienda<br />

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LA GUIA<br />

TmraMUcn<br />

I de junio; Sinfánica áel<br />

Teatro del Liceo. Uwe Mu"d.<br />

Soiibín, R Strauss.<br />

10: Sinfónica del Liceo.<br />

Armado Gano. Alessandra<br />

Marc, Dolora Zajicfc. Delibes,<br />

Offenbach. Ven*.<br />

12: Francisco Araiza, |ean<br />

Lemaire. Schubert, La bella<br />

VI Odo de Musía Siglo XX<br />

3 de jimio: Antropometría,<br />

(acción con música e imágenes).<br />

10: Camerata de Francia<br />

'Arco 66*. Scels, Tosí. ZuKin.<br />

Guinfoan. Sarda.<br />

GRANADA<br />

XL Festival Internacional<br />

de MMa y Dama<br />

14 de junio: Orquesta del<br />

Conservatorio de Granada.<br />

Coro del Colegio de la Presentación.<br />

Josep Pons. Bntten.<br />

14, IS: Ballets de Montecario.<br />

15: Manuel Barrueco, guitarra.<br />

D. Scarlatti, Sor, Granados,<br />

Rodngo.<br />

16, 17, 18: Orquesta de<br />

Cámara de Holanda. Con» de<br />

Valencia. Alicia de Larrocha.<br />

Antoni Ros Marbá. Mozart.<br />

(Don Gcwm, los días 16. 18)<br />

IS: Grupo Manon. Mozart,<br />

Messiaen.<br />

19: Alicia de Larrocha.<br />

piano. Granados.<br />

19.20: Sinfónica de Tenerife.<br />

Coro de Valencia. Víctor<br />

Pablo Pérez. Tomas Pal. í.<br />

HaHfter. Dvorak, Horra, StravinstaA>vorak.<br />

10: Rosa Torres Pardo,<br />

piano. Turma, Debussy. Prokofiev.<br />

21: Marta Esther Guimár».<br />

guitarra. Soler, Bach, Aguado.<br />

Barrios. Rodngo. Albeniz.<br />

- La ruta de la seda. Música<br />

tradicional de Ouzbekistan.<br />

22, 21: Ballet de Cristina<br />

Hoyos<br />

23: Albert Nieto, piano<br />

Falla. E. HaHFter. Bonet Soler.<br />

Castillo, Gumjoan, Blancafbrt.<br />

Balboa. Rueda. Bemaola.<br />

98 SCHERZO<br />

24: The Koening EnsemWe.<br />

Teatro del Mimodrama. Walton,<br />

5travinski.<br />

2S, 26, 27, IB Orquesta de<br />

Fa Gewandhaus de Leipzig.<br />

Kiirt Masur. Btahms.<br />

16. 17, 28, 29: Paul Badura<br />

Skoda, fortepiano. Mozart,<br />

Sonatas.<br />

19, JO: Scottish Chamber<br />

Orchestra. Peter Maxwell<br />

Davies. Mozart Davies. / Falla.<br />

Davies. Haydn.<br />

30: Grupo Di ates sa ron.<br />

Vivaldi.<br />

LAS PALMAS<br />

Sociedad Filarmónica<br />

6 da junio: Filarmónica de<br />

Gran Canana. Martínez<br />

Izquierdo. Martínez Izquierdo.<br />

Falcon Sanabna.<br />

I I: Tzimon Barlú, piano.<br />

LJszt<br />

MADRID<br />

Fntlnl Monrt<br />

Auditorio Nacional<br />

I de junio: Orquesta de<br />

Cámara de Holanda- Autora<br />

Ros Marbá. Cristina Bruno,<br />

piano, r-tozart. Haydn,<br />

4, S. 7, 8: Cuarteto Melca.<br />

Enrique Santiago, viola. Ulf<br />

Rodenhauser, clarinete.<br />

Mozart.<br />

12: Frank Peter Zimmermann.<br />

violfn; Alexander Lonqukh,<br />

piano Mozart.<br />

26: Orquesta y Coro nacionales.<br />

Gerd Al bree ht Rayo.<br />

Bardan, Randle, White.<br />

Mozart.<br />

27. 2& Orquesta del Siglo<br />

XVIII. Frans Bnjggen, Haydn,<br />

Mozart<br />

Teatro AJbéntt<br />

DON GIOVANN1. Opera<br />

de Cámara de Bulgaria. IB,<br />

10,21 de junio.<br />

MOZART Y SALIERI<br />

(Runsky-Korsakov). L'IVROG-<br />

NE CORRIGE (Gkiele) Opera<br />

de Cámara de Bulgana. 19 d*<br />

junio.<br />

SEVILLA<br />

Orquesta Sinfónica de Sevilb<br />

13 y 14 de junio: jean<br />

Pensson. Eleuteno Domínguez,<br />

piano. Weber, Liszt,<br />

Beetboven.<br />

20. 21: Vjekoslav Sutej.<br />

Mozart, Stravinski.<br />

27. 28: Vjekoslav Sutej. Joaqufn<br />

Achúcarro. pianc Rossini,<br />

Greg Beetíioven.<br />

EXTRANJERO<br />

LONDRES<br />

The South Bar* Cintre<br />

2 de junio: Los Angeles<br />

PhiJharmonic Kurt Sanderíing.<br />

Haydn. ShostakovicK<br />

3: Mun-ay Perahia. piano.<br />

Mozart. Brahms, Beethoven.<br />

S: The Philharmonia. Leonard<br />

Slatkm. Chaücovski. Beet-<br />

Ixjven.<br />

10: English Chamber<br />

GVchestra. Bach Choir. David<br />

Willcote. Mozart<br />

13: T>ie Phiíiarmoma. Guseppe<br />

SmoptJli. jessye Norman,<br />

soprano. Webem,<br />

Strauss, Brahms.<br />

16: The Philharmotiía. Oaus<br />

Peter Flor. Haftln, La Geoaia<br />

18: Cuarteto Chilinginan.<br />

Haydn, Mozart, Schubert.<br />

20.' Ro/al Philharmonic<br />

Orchestra. Andre Pr^vin. Berlioz.<br />

Bntten.<br />

21, Ifc The Academy of St<br />

Martin in the Fields. Neville<br />

Marrmer. Alfred Brendel,<br />

piano. Mozan<br />

27: Royal Phjlharmonic.<br />

Andre Previn. Bntten.<br />

BartMcan Centra<br />

2, 6: Sinfúnica de Londres.<br />

Kent Nagano- Debussy. Strawrata.<br />

Bartok/Weill, Mahler.<br />

16: Sinfónica de Londres.<br />

Richard HictaM. DeSis, Bruch.<br />

Faur*.<br />

20: Sinfúmca de Londres.<br />

Rafael Frllhbeck. Strauss.<br />

2S: Sinfónica de Londres.<br />

Rafael Frühtwcfc Mstislav Rostropovich,<br />

chelo. Rossrni.<br />

Bloch. Honeggei", Stravinski.<br />

30: Sinfónica de Londres-<br />

Rafael Fruhbeck. Wagner.<br />

MUNICH<br />

Rlarmónio d* Munkh<br />

12. 13. 14. IS, I6dt)unlo:<br />

Kurt Masur. Trío Beaux Arts.<br />

Beethoven. Shostakovich.<br />

20. 21,12,1* SergiuCelibidache.<br />

Lully, Haydn. Mozart.<br />

NUEVA YORK<br />

Filarmónica de Nucvt York<br />

4, 6. 7. 8, II de junio:<br />

Andre Prevm Beriioz. Dutilleusc<br />

Brahms.<br />

12. 13, 14, 15: Andre Prevln,<br />

André Watts, piano.<br />

Brahms, Mozart Previa<br />

PARÍS<br />

SalaPleyel<br />

6, 14 de junio: Maurízio<br />

Pollini, Beethoven. / Chopin.<br />

Benj Webem, Stravinski.<br />

18: Vladimir Ashkenazy.<br />

Brahms. Beethoven.<br />

ESPAÑA<br />

MADRID 1<br />

Tetero de La Zarzuela:<br />

PETER GRIMES (Briden).<br />

Parry. Copley. Trussell, Gustafeon.<br />

Pa/ne, Stillwell. 19, 21,<br />

23. IS, 17 de |unk>.<br />

BARCELONA<br />

Gran Tauro del Uceo<br />

DIE ZAUBERFLOETE (Mozart).<br />

Mund. jalvefelt. Casello.<br />

Kwon, Cárter, Fabuel. Lechner.<br />

Arazá, Molí. 20. 23, 26.<br />

28, 30 de junio.<br />

EXTRANJERO<br />

AMSTERDAM<br />

Nederlandls Opera<br />

IDOMENEO (Mozart)<br />

Brüggen, Pimiott. Heppner,<br />

Robinson, Stumphius. 4, 7, 10.<br />

13, 17. 20, 23, 26, 29 de<br />

junio.<br />

BERLÍN<br />

Deuoche Oper<br />

DER FREISCHÜTZ (Weber).<br />

Pock. Schaaf. Carlson.<br />

Sardi, Welker, Halem. Peper.<br />

30dejunk>.<br />

BONN<br />

Opera de Bonn<br />

PELLEAS ÉT MELISANDE<br />

(Debusi» 1 ). Boder. Riber.<br />

Courtis, Lafont Blasi. Walker.<br />

2.5. 8, 12, I6de)unlo.<br />

BRUSELAS<br />

Tauro dt La Moneda<br />

L'INCORONAZIONE DI<br />

POPPEA (Monteverdi) Cambreling.<br />

Wonder. Redmon,<br />

Malfitano. Ochman. Schmidt<br />

Kilanowicz. 8, II, 13, 16. 18.<br />

21. 23. 25 de junio.<br />

DROTT1NGHOLM<br />

Fetcrval de Opera<br />

ELECTRA (Haelfner) Schuback,<br />

Hendriksen. Soldh.<br />

Haltin, Linden. Arvídson. I. 3,<br />

6. B, 11 á» junio.<br />

IDOMENEO (Mozartl Cstman.<br />

Hampe. «ale. Kuebler.<br />

m. JacotKson. TbdL 20, 24.<br />

Jide junio.<br />

GINEBRA<br />

Gran Teatro<br />

GUILLAUME TELL (Rossini).<br />

Ferro. Nickler. van Dam,<br />

Memttt Will. Peeters, Krtchen.<br />

Cuny, Kunde. 10. 14, 17, 21,<br />

24, 28 de junto.<br />

LONDRES<br />

English National Opera<br />

TIMÓN OF ATHENS (Oliver).<br />

jerfcns. Vick 7, 12, 19 de<br />

junio.<br />

MILÁN<br />

Teacro allí Sola<br />

ATTILA (Verdi) Muti.<br />

Saiíiry. Rame/, fumaletto. Studer.<br />

ZarKanaro. Bramante. 25,<br />

27. 29 de ¡unió.<br />

MUNICH<br />

Baytriiche Soaooper<br />

DIE SCHWFJGSAME FRAU<br />

(R. Strauss). Sawallisch. Kaufmann,<br />

Henschel. Molí, Ramírez.<br />

3. 7. 11 de junio,<br />

CARDILLAC (Hmdemith).<br />

Sawallisch. Soffel. Titus,<br />

Schunk. Hopferwieser. 14. 16.<br />

I9de|unk>.<br />

PARÍS<br />

UBanllle<br />

SAMSON ET DALILA<br />

(Samt-Saens). Myung-Whun<br />

Chung. Fnednch. Schwaa,<br />

Atlantov. I, 3,57. 10, 13. IS<br />

da junio.<br />

DIE ZAUBERFLOTE<br />

(Mozart). Jordán. Wilson. Stabell,<br />

Wmbergh. Godlewska,<br />

Haymon, Boesch. 27, 29 de<br />

Junio.<br />

Theatre Champí Elyiéet<br />

FALSTAFF (Verdi). Sinfónica<br />

de Bornemouth. Armstrong.<br />

Stein. Maxwell, Dale,<br />

Bronder Ham's,<br />

Murph/. IS. 17. 19. 21.25,<br />

23 de junio.<br />

VIENA<br />

Staadopw<br />

DIE FRAU OHNE SCHAT-<br />

TEN (R. Strauss). Stem,<br />

Thoma. Fra/. Gessendorf,<br />

Runkel, Wimberger. Weikl.<br />

19. 21 26 de junio.


Hermann Scherchen<br />

o la pasión de descubrir<br />

DOSIER<br />

Nacido en 1891 en Berlín,<br />

muerto en 1966 en Florencia<br />

durante un ensayo, Hermann<br />

Scherchen es una de las<br />

personalidades más brillantes e<br />

inquietas de la dirección de orquesta<br />

en este siglo. Su interés por la música<br />

de nuestro tiempo le llevó a trabajar<br />

muy cerca de algunos de los mas<br />

importantes creadores musicales<br />

contemporáneos, desde Amo Id<br />

Schoenberg hasta Xenakis, pasando<br />

por Webem, Berg, Bartók, Várese,<br />

Henze, etc. Scherchen fue, pues,<br />

un director de orquesta que unió<br />

su oficio inextricablemente a la<br />

creación musical, y es por ello, en<br />

gran medida, que su nombre sigue<br />

siendo celebrado a los cien años de<br />

su nacimiento. Maestro respetadísimo<br />

entre sus discípulos se contaron, entre<br />

otros, Igor Markevich o Günther<br />

Herbig, representantes de dos estilos<br />

di sectoriales bien distintos-, fue<br />

también un gran teónco de la<br />

interpretación musical, cuyo libro más<br />

famoso. E/ arte de la dirección de<br />

orquesta tuvo un ilustre traductor al<br />

español: Roberto Gerhard.<br />

SCHERZO 99


DOSIER<br />

Aquellos eran tiempos<br />

Cuando Hermann Scherchen estrenó en España las<br />

Variaciones Op. 31 de Amold Schónberg hizo preceder<br />

su interpretación de una verdadera conferencia<br />

analítica acerca de la obra y su significación convenientemente<br />

ilustrada a cargo de los propios profesores<br />

de la Orquesta Nacional (la de entonces, la que Argenta<br />

había dejado con un sonido espléndido) con los correspondientes<br />

ejemplos didácticos como para hacer posible que,<br />

incluso un público tan ferozmente recalcitrante como el<br />

madrileño de los primerísimos sesenta, alcanzase a entender<br />

qué diantres era aquéllo del dodecafonismo. Al concluir la<br />

imponente partitura, nadie osó mostrar la menor sombra del<br />

feroz desagrado con que la música entonces considerada<br />

como moderno era de consuno recibida. Es dudoso que<br />

alguien comprendiera la disertación de Scherchen (todavía<br />

hoy se sigue sin saber en qué consiste el sistema musical de<br />

la Escuela de Viena: recuérdense las cosas que han podido<br />

leerse con motivo del reciente estreno de Lutu). pero no<br />

cabe duda que algo muy parecido a la vergüenza corrió<br />

aquella mañana por las butacas del Monumental. No era para<br />

menos: no hacía aún un año, el gran director habla sido<br />

cubierto de pateos y silbidos por haberse atrevido a presentar<br />

entre nosotros una música tan vanguardista como ]eux de<br />

Claude Debussy. Empero, no había menguado por ello su<br />

afán divulgativo aunque, eso sí, tomase sus medidas: a la<br />

siguiente semana, nos obsequió con la versión completa de<br />

El Arte de la Fuga en una realización orquestal propia. Y a la<br />

gente no le quedó más remedio que aguantarse por segunda<br />

vez: a ver quién era el guapo que le protestaba a Bach. Y eso<br />

que un par de horas seguidas sin salir del arpegio de re<br />

menor no es cosa baladí. Ahora ya nadie patea, se toque lo<br />

lOOSCHSRZO<br />

que se toque, y ese implacable aburrimiento es el único signo<br />

visible que (engañosamente) pareciera indicar que Franco, al<br />

fin, ha muerto.<br />

Scherchen era un visitante asiduo e imprescindible de las<br />

orquestas españolas desde aquel 19 de abril de 1936 en que<br />

el Concierto a la memoria de un Ángel de Alban Berg sonase<br />

por vez primera, en la noche barcelonesa del Festival de la<br />

SIMC. Una sociedad que el propio Scherchen había contribuido<br />

igualmente a crear, como los conciertos (y las publicaciones)<br />

de Ars Viva, la revista Me/os y tantas otras dimensiones<br />

de la belleza más audaz, combativa y protagónica de este<br />

siglo que, sin su presencia, tai vez nunca se hubieran manifestado<br />

o, cuando menos, con un tan exaltado quehacer ni con<br />

una solvencia técnica y expresiva tan acusadas. Pocos serán<br />

los nombres importantes de la composición de los primeros<br />

sesenta años de la presente centuria en cuya biografía no<br />

aparezca el nombre de este berlinés autodidacta que, sin<br />

ponérsele convencionalismos por delante, estrenaba allá<br />

donde iba obras de Berg o de Dallapiccola. de Várese o de<br />

Stockhausen, de Webem o de Hartmann, de Henze o de<br />

Xenakis, pero que era también un excelente y caluroso traductor<br />

de Brahms, un amigo y admirador de Robbins Landon<br />

y el primero (¡en 1953!) en reclamar la urgencia del estudio<br />

de los manuscritos para interpretar adecuadamente las sinfonías<br />

de Haydn o El Mesías de Handel con grupos reducidos<br />

de ejecutantes y que morirla al pie del cañón a los 75 años<br />

más vitales que se hayan visto, en plena representación de<br />

Orpheus de Malipiero, en el florentino teatro de la Pérgola, en<br />

junio de 1966.<br />

De la anécdota relatada al comienzo puede el lector<br />

colegir qué temple pedagógico se albergaba en aquel cuer-<br />

Scherchen<br />

se formó<br />

coma director<br />

desde<br />

:ín ainl de<br />

violo de la<br />

Filarmónica<br />

de ñeríín<br />

^OTO' Twncone


po que había sido esbelto (lo testimonian fotografías de su<br />

juventud) y que aquí conocimos desfondado y un punto<br />

tosco en su ademán que hendía el aire sin batuta. Scherchen<br />

era un director extremadamente conciso y práctico<br />

sin el menor aire de vedette, preocupado en exclusiva por<br />

el resultado sonoro, por la nitidez en la exposición de la<br />

música, por su energía y su dinamismo. Actitud tras la que<br />

cabía entrever una concepción de la belleza sonora escasamente<br />

narcisista, interesada en su cualidad transformadora,<br />

en su poder como materia susceptible de generar conocimiento,<br />

como dispositivo de modificación de la realidad. Tal<br />

actitud tuvo por consecuencia la escritura de uno de los<br />

escasísimos textos teóricos jamás pergeñados con la técnica<br />

de dirección orquestal como objeto de análisis. El libro apareció<br />

entre nosotros en una edición -hoy inencontrablede<br />

la inefable colección de manuales Labor, que hace escasos<br />

años (1968) ha vuelto a reeditarlo, ya sin aquellas pastas<br />

de cartoné ni aquellas páginas de guardas bicolores que<br />

tanto aroma proporcionaban a la versión editorial primitiva<br />

(que poseía también un papel que se transparentaba mucho<br />

menos que el actual), pero que, afortunadamente, sigue<br />

siendo la misma traducción de Roberto Gerhard que él<br />

mismo prologase a la que se añade un nuevo texto introductorio,<br />

muy pertinente y sagaz, firmado por Juan José Olives.<br />

Detalle importante de reseñar, en estos tiempos en<br />

que los libros de música que con cierta mesura comienzan a<br />

menudear entre nosotros son -con escasas y meritorias<br />

excepciones- un impenitente semillero de dislates técnicos,<br />

vocabulario mal aplicado, y banbarismos supernumerarios<br />

sin tino ni medida.<br />

El arte de dirigir la orquesta (bueno es que el lector sepa a<br />

estas alturas que comentarlo es el propósito central de<br />

estas notas) es un libro fechado, nada menos, en 1929; sin<br />

entrar en mayores consideraciones, el simple hecho de<br />

reparar en la naturaleza de sus ejemplos musicales es cosa<br />

que produce admiración, si no pasmo; más de un terco de<br />

ellos procede de obras compuestas con posterioridad al<br />

1900, lo que es dato que se comenta por sí solo. Schónberg<br />

-de quien fuese discípulo- transita por sus páginas en<br />

pie de igualdad con Busoni, pero también con Mendelssohn,<br />

Max Reger. Mahler o Beethoven. Del movimiento de arranque<br />

(y en particular de sus doce originalísimos compases de<br />

introducción) de la Primera Sinfonía de este último efectúa<br />

Scherchen un análisis magnífico en la sección final del texto,<br />

como ejemplo inicial -y extremadamente detallado- tendente<br />

a formar en el alumno un criterio sobre la necesidad<br />

del saber compositivo a la hora de abordar una interpretación<br />

con solvencia. Lo fascinante es que tales páginas (cuya<br />

lectura demuestra hasta qué extremo era su autor consciente<br />

de la significación funcional e histórica del estilo ctósico)<br />

preceden a otro estudio dedicado al Tul Eulenspiegel de<br />

Richard Strauss y ambos, a su vez, a Lo historia del soldado<br />

de Stravinski. La elección de esas tres composiciones (con<br />

independencia, incluso, del rigor y el conocimiento con el<br />

que son abordadas) constituye en sí misma un rasgo magníficamente<br />

descriptivo del personaje, y ya justificaría sin más<br />

el acercamiento a un volumen repleto de observaciones y<br />

consejos tan en extremo técnicos como generalmente atinados.<br />

Como quedó dicho, Scherchen se había formado como<br />

director desde un atril de viola en la Filarmónica, embebiendo<br />

con asombroso sentido de la síntesis todo cuanto fue<br />

capaz de observar en los más diferentes maestros con los<br />

que, como instrumentista, le tocase lidiar entre 1907 y 19 10<br />

(entre los que cabria recordar a Strauss y a Nikisch, y de los<br />

que solamente nombra a Mengelberg, con admiración por lo<br />

demás), y desarrollando a partir de ahí una sobria, ecléctica y<br />

HERMANN SCHERCHEN<br />

Scherchen explicó al público madrileño una de las obras más complejas de<br />

Schoenb&g<br />

eficaz, en unos años en que la enseñanza de la dirección<br />

orquestal era disciplina prácticamente inexistente. De ahí el<br />

saludable tono pragmático y directo que respira constantemente<br />

el volumen, depositario de recomendaciones que, si<br />

bien en alguna ocasión pueden resultar aparentemente paleolíticas<br />

(como sucede con la exigencia de que las salas de<br />

ensayos tengan calefacción o aquella otra en que encarece al<br />

futuro director su vigilancia para que los músicos utilicen los<br />

instrumentos buenos en los conciertos, en lugar de guardárselos<br />

para sus recitales y clases privadas, y que denotan la etapa<br />

histónca de su redacción con desgarro próximo al neorrealismo<br />

italiano) están siempre guiadas por ese buen sentido que<br />

dimana de la feliz e incesante práctica. Insiste Scherchen<br />

especialmente en la absoluta necesidad de la representación<br />

mental plena y detallada de la música en la memoria del educando,<br />

representación que, según su teoría, debe ser directamente<br />

transmisible a la orquesta sin más ayuda que el movimiento<br />

corporal, en el caso teórico de situarse en el podio<br />

sin ensayo. De ahí su insistencia en el trabajo del gesto, tema<br />

constantemente presente en el texto: un gesto que, desdeñoso<br />

de toda exhibición y todo omato. debe transmitir completa<br />

y simultáneamente tanto la exacta dimensión métrica<br />

SCHERZO 101


DOSIER<br />

como la intención expresiva y el rango<br />

dinámico. Tema que desarrolla mu/<br />

ampliamente a lo largo de la tercera<br />

parte del libro con ayuda de pequeños<br />

diagramas ilustrativos de su técnica<br />

del golpe al aire, materializada en<br />

una considerable cantidad de ejemplos<br />

mu/ bien elegidos.<br />

La parte central del volumen, la más<br />

extensa, es un detallado estudio de la<br />

orquesta -en cierto modo, un verdadero<br />

tratado de orquestación descrito<br />

desde el punto de vista del intérprete-<br />

en donde, y de manera mu/ concreta,<br />

se realiza una especie de inventario<br />

que bien cabria denominar. «De<br />

los vicios arquetípicos de ejecución,<br />

errores característicos y malas costumbres<br />

del músico según la familia<br />

instrumental a la que pertenezca, y del<br />

modo más eficaz de corregirlos». Para<br />

Scherchen, y después del gesto (que<br />

debe ser la encamación visible e inmediata<br />

de esa «imagen ideal de la audición<br />

interna y silenciosa de la obra»<br />

previamente construida en la mente<br />

sin otra a/uda que el exclusivo estudio<br />

de la partitura, y «sin la que el aspirante<br />

a director nunca pasará de ser un<br />

buen marcador de compases») el<br />

mejor modo de comunicación con el<br />

ejecutante es la representación cantada<br />

de aquello que de él se aspira a<br />

obtener con gran acierto, Scherchen<br />

habla del piano como de una peligrosa<br />

plaga (resulta muy divertido que la<br />

terminología sea tan similar a la que<br />

casi contemporáneamente pusiera en<br />

boga Wilhelm Reich al hablar de «la<br />

peste emocional») y reivindica con<br />

énfasis esa primacía esencial de lo<br />

melódico que, en su opinión, constituye<br />

la sustancia misma de la comunicación<br />

sonora, por «sustentar la función<br />

vital de la música», según su acertada<br />

expresión. Estudiando, en suma, tales par ° el p**c° madntefio<br />

páginas -y con independencia de su<br />

-¡en 19b2h- el Debuss/ de Juegos ero demosodo otrewdo<br />

obvia utilidad para el músico práctico y para todo el que aspire<br />

a serlo- el breve texto de Scherchen constituye también<br />

un magnífico modo de acercarse a lo que irremediablemente,<br />

es ya su ausencia, puesto que su real argumento, su importancia<br />

crucial para el af donado radica en su valor testimonial<br />

como intento de descripción y racionalización de lo que en el<br />

personaje existió de definitivo y, también, de definitivamente<br />

inasible: su propia manera de modelar y construir la materia<br />

sonora.<br />

Alguna otra cosa, además del libro reseñado (y que no<br />

fuera malo completar con la edición de La naturaleza de la<br />

música y de Músico para todos, ensa/o de 1947 el primero<br />

y texto divulgativo de I9S0 el otro, ambos inéditos en<br />

nuestra lengua, que uno sepa) nos queda también a los<br />

españoles, como testimonio del tránsito por nuestro país<br />

de este artista singular (amén del recuerdo de quienes disfrutamos<br />

de su trabajo, y que. de alguna forma, ha contribuido<br />

también a hacernos como somos hoy); su dedicatoria.<br />

Enterado de la significación aproximativa que su apellido<br />

tenía en castellano, tuvo la humorada de estampar su<br />

702SCHERZO<br />

firma como Germán Tijerillas en uno de esos autoproclamados<br />

libros de oro a los que tanta afición tenemos en esa tierra<br />

miserable. Fue en el Festival de Granada que precediera<br />

a su definitivo adiós florentino y bien nos gustaría a más de<br />

uno volver a contemplar semejante autógrafo, de autor<br />

perfectamente anónimo para quien ignorase el busilis del<br />

cuento. Pero supongo que, como casi todo en esta tierra,<br />

habrá desaparecido también, igual que la izquierda, la vergüenza,<br />

los manuscritos de Leonardo o aquel sentido de la<br />

polémica que convertía cada concierto (y especialmente<br />

los dirigidos por aquel inolvidable Maestro Tijerillas) en una<br />

aventura estética de aleatoria conclusión y enriquecedoras<br />

discusiones. Enriquecimiento mmensante más pletónco y<br />

productivo que esa reverencial indiferencia de supuesto<br />

buen tono que hoy parece ser la oficial y obligada pastura,<br />

la aparente abundancia de cu/a oferta solamente sirve para<br />

enmascarar la indiferencia, estupidez / mezquindad de su<br />

demanda.<br />

José Luis Téllez


HERMANN SCHERCHEN<br />

Scherchen, visto por Elias Canetti<br />

Viena, 1933. Al fragor intelectual en que se mueve la<br />

capital austríaca, reencamación espiritual de la Atenas<br />

de Pendes, la eclosión por doquier de nuevos<br />

compromisos estéticos que presupondrán a la larga<br />

algunos de los aportes más decisivos en cada campo<br />

científico y artístico que ha contemplado el siglo XX, se va a<br />

sumar la batuta de un maestro proveniente de Berlín y va bien<br />

familiarizado con los materiales de la nueva música. Hermann<br />

Scherchen será el encargado de poner orden. El se constituirá<br />

en el director que afronte con todas las garantías la supuesta<br />

aridez de la nueva música, quien se responsabilice en los conciertos<br />

de la carga ultraprogresista indeleble a las partituras de<br />

aquellos salvajes de la modernidad, los que tan sólo años atrás<br />

hubieron de encerrarse, doloridos y avergonzados, en las catacumbas:<br />

la Asociación de conciertos privados de Schónberg.<br />

A la sazón, y con no poca fortuna para nosotros, ávidos de<br />

testimonios fieles de aquellos años de efervescencia, el escritor<br />

Elias Canetti, que en 1933 ya tiene listo el manuscrito de la que<br />

será su única novela, Auto de fe. se convierte en amigo del director<br />

de orquesta. A él debemos las más penetrantes descripciones<br />

acerca de la personalidad del Scherchen de la época. Canetti,<br />

testigo privilegiado de la Viena de entreguerras, acoge entre<br />

las páginas del tercer volumen de su autobiografía, E' juego de<br />

ojos (Ed. Muchnik, 1985) al director, como hombre y como<br />

músico, al Scherchen volcado hacia la nueva música, atraído por<br />

las vanguardias, y al Scherchen humillado, celoso y colérico.<br />

No ha de sorprendemos la amistad de Canetti con alguien<br />

tan, en un principio apartado del mundo del escritor. Canetti,<br />

inmerso en una ciudad en ebullición intelectual, no puede alejarse<br />

del círculo de artistas que, como él, gozan de un carácter<br />

extrovertido, ávido de conocimientos. De entre los músicos, el<br />

que conociera a fondo a Berg y no a Webem, por ejemplo<br />

(Schónberg, por esos años, ya había marchado a Estados Unidos)<br />

demuestra la atracción que sintiera Canetti por las personalidades<br />

exaltadas, románticas (Berg), virulentas (Anna Mahler,<br />

el escultor Wotruba) / volcánicas, como es el caso de<br />

Hermann Scherchen, o más aún, excéntricas, como la figura<br />

sin par del Doctor Sonne. Para Canetti resultaba mucho más<br />

digna de su atención la exaltación de un Berg o un Scherchen<br />

que el juego de máscaras, de falsedades, que encontrara en<br />

Alma Mahler o la petulancia de hombres como Franz Werfel.<br />

Es curioso que de los tres literatos que más adoraba, con ninguno,<br />

salvo en alguna medida Broch, intimara tanto como con<br />

el director de orquesta. Karl Kraus y Musil permanecen, a<br />

nuestros ojos, como seres glonficados, pero también herméticos,<br />

casi inaccesibles.<br />

Canetti conoce a Scherchen dirigiendo obras musicales<br />

rabiosamente contemporáneas (él no las conoce; no sabe de<br />

música, pero respeta la novedad sonora; lástima, porque, de<br />

haber tenido mejor oído Canetti, tendríamos hoy un testimonio<br />

impagable sobre los estrenos de aquellos años a los que,<br />

casualmente, asistiera. No se puede pedir todo). Canetti no<br />

cita grandes escándalos profesionales en tomo a Scherchen ,<br />

una personalidad que, como sabemos, permaneció de por<br />

vida en el ojo del huracán (interpretación en Berlín, 1912, del<br />

Pierrot Luno/re. Estreno de Déserts de Várese, escándalo increíble<br />

en París, en 1954), al contraria, a quien nos retrata en su<br />

libro Canetti es al Scherchen de carne y hueso, al director que<br />

es también esposo y amante apasionado, mil veces vulnerable.<br />

l_a visión global que desarrolla Canetti del personaje, como<br />

preámbulo de la narración de las vicisitudes que, en su compañía,<br />

le ocurrieran, sólo puede ser calificada de asombrosa, de<br />

un tremendo poder psicológico: «Mantenía firmemente apretados<br />

los labios para que ningún elogio se escapase de ellos. Lo<br />

que él más apreciaba era la exactitud del aprendizaje memorístico.<br />

Mu/ joven, en un ambiente de estrechez, se enfrentó con<br />

textos difíciles y se los fue apropiando trozo a trozo, en los<br />

escasos momentos que le dejaba libre su trabajo de ganarse el<br />

sustento. Mientras hacía música como violinista de café en<br />

locales nocturnos, un muchacho pálido, escaso de sueño, de<br />

quince años, tenía en el atril, entre las partituras, a Spinoza, y<br />

en los brevísimos intervalos de descanso aprendía de memoria<br />

frase tras frase de su Etica. Lo que aprendía no guardaba ninguna<br />

relación con lo que estaba haciendo; se hallaba allí al lado.<br />

sin mediación alguna, como peldaño del aprender. Cosas como<br />

ésta hay muchas en su vida. Ninguna de ellas tenía una relación<br />

efectiva, interna, con otra, si exceptuamos el esfuerzo que<br />

todas ellas le costaban. La voluntad fue lo que prevaleció siempre.<br />

Era una voluntad inquebrantable, que tenía necesidad de<br />

B/oven Cañeta vivió entre le fascinación y el desagrado su relación con Scherchen<br />

SCHERZO 103


DOSIER<br />

cosas nuevas en que ejercitarse y que las fue encontrando en<br />

el transcurso de una larga vida. Incluso en la vejez era la voluntad<br />

lo decisivo. La voluntad era su apetito, un apetito insaciable,<br />

pero, merced a su constante ocupación con [a música, se<br />

había convertido en un apetito rítmico».<br />

Con todo, y casi a renglón seguido, Canetti aventura la<br />

siguiente opinión sobre el Scherchen director de orquesta: «A<br />

pesar de todas las dificultades, pronto se convirtió en director<br />

de orquesta. No se dio por contento, sin embargo, con las<br />

cosas que ya existían. Tal vez éstas no le colmaban lo suficiente<br />

y, tal vez por ello, no llegó a ser nunca un director de orquesta<br />

verdaderamente grande». El desconocimiento de Canetti con<br />

respecto a la música, confesado por él mismo o. quizás, la profunda<br />

impresión que la figura de Mahler aún e|erciera sobre los<br />

vieneses, aureola vivificada todavía por la fuerte presencia de<br />

su viuda, desvirtuase un poco la apreciación del escritor acerca<br />

del director de orquesta Hermann Scherchen. O, más aún, tal<br />

vez, a sus ojos, se empequeñeciese la figura de un director<br />

interesado sobremanera en defender a los nuevos compositores,<br />

por mucho que Canetti compartiera ese afán. Efectivamente,<br />

la renovación de la música y la capacidad de Scherchen para<br />

aprehendería y comunicarla, llama la atención de Canetti, quien<br />

con perspicacia comenta: «Siempre andaba buscando cosas<br />

que fueran diferentes, pues aún tenía que aprenderías. El período<br />

en que la música se renovó,<br />

y para renovarse se ramificó<br />

de manera inaudita, le vino<br />

como anillo al dedo. Cada<br />

escuela, con tal de que fuera<br />

nueva, le planteaba tareas. Y<br />

para lo que él tenía talento, y<br />

lo que más que nada deseaba,<br />

era resolver tareas nuevas (...)<br />

Dos cosas le importaban: por<br />

un lado, aprender cosas nuevas,<br />

de las que se apropiaba en<br />

su integridad; pero también<br />

imponerlas, lo que equivalía a<br />

implantarlas con la máxima<br />

perfección posible ante un<br />

público que en modo alguno<br />

estaba ejercitado en ellas, ante<br />

un público que las consideraba<br />

nuevas e irreconocibles, insólitas<br />

y repulsivas y, al parecer,<br />

feas». Scherchen, pues, actuaba<br />

en un doble sentido, sometía<br />

a los músicos y al público,<br />

aún más cuando éste se mostraba<br />

especialmente reacio. Era<br />

una especie de reto. Scherchen<br />

asumía la experimentalidad<br />

de la obra, compartía con<br />

el compositor la tarea de la<br />

creación de la obra nueva y de<br />

su posterior difusión. Tal era su<br />

apetito de descubrimientos de materiales inéditos, que la música<br />

no le bastaba, y sentía placer en ampliar el «territorio de su<br />

poder, en abarcar, por ejemplo, el drama. Pensaba entonces en<br />

organizar festivales que estarían dedicados tanto a un drama<br />

nuevo como a música nueva». Semejante afán por lo nuevo,<br />

por abarcar distintas disciplinas, confiere a Scherchen rasgos<br />

típicos de una personalidad inserta en su época. Scherchen<br />

vive sumergido en la agitación artística, en la explosión de la<br />

Viena anterior a la Segunda Guerra Mundial, a lo que se suman<br />

sus vivencias en el Berlín de los años 20 y primeros 30. Es<br />

104 SCHERZO<br />

consciente de esa explosión, como lo certifica a través de<br />

Canetti; «Hacia el año I 100 antes de Cristo hubo en la humanidad<br />

una explosión». Y sigue Canetti: «H (así es como él lo<br />

llama en el libro) quería decir una explosión de energía artistfstica,<br />

concedía mucha importancia a la palabra explosión».<br />

Scherchen era, como diríamos hoy, un hijo de su tiempo. Para<br />

alguien como él, los postulados esgrimidos por la Escuela de<br />

Viena no debían sorprenderle en absoluto; los asumía como<br />

algo propio. El impulso por la difusión de todo lo nuevo de<br />

que habla Canetti es para Scherchen tan natural como para<br />

Schonberg la adopción del sistema dodecafónico. Scherchen,<br />

como Schonberg, vive intensamente eí presente, pero sin<br />

renunciar al pasado.como no renunciaran Webem (empleo de<br />

las formas puras a partir de las Opus 23, precisamente fechada<br />

en 1933), Schónberg (en el sentido de que su revolución no es<br />

sino una puesta al dia de las más clásicas formas musicales) ni,<br />

por supuesto, Berg, cuya dependencia con el último romanticismo<br />

es manifiesta y, al mismo tiempo, Scherchen, como en<br />

definitiva la Escuela de Viena, asume la necesidad imperiosa de<br />

renovar, inmerso en una sociedad artística que, más que ninguna<br />

otra en la historia, siente atrapar el futuro con las manos (a<br />

propósito, Scherchen firmaría la frase de Schónberg referente a<br />

la vigencia de su sistema a lo largo de los siguientes cien años).<br />

Atrapar la totalidad. Ésa es la utopía que persigue nuestro<br />

£í estreno de Aménques de Várese supuso uno de Jos mayores escándalos de la carrero de Scherchen<br />

director de orquesta, como Schónberg, pero también Canetti y<br />

Robert Musil. De ahí la entrega absoluta, la desmesura con que<br />

aborda las partituras más rompedoras de su momento. Scherchen<br />

se encuentra mucho más próximo al pensamiento utópico<br />

de Musil o Canetti (la novela total, el absurdo estético, el<br />

saber enciclopédico) y, por tanto, de la conjunción-totalización<br />

de formas musicales que es el Wozzeck, que del cuestionamiento<br />

acerca de la perdurabilidad y el valor auténtico de la<br />

obra artística planteado por Broch en Lo muerte de Virgilio.<br />

«H. andaba siempre buscando cosas nuevas». De no ser así,


Grupo de artistas, de E/nst Ludwig /Oncñner<br />

jamás Scherchen hubiera reparado en Elias Canetti, un nuevo<br />

que llegaría hasta él no sin antes atravesar la red de intermediarios<br />

que engrosaban su séquito. El maravilloso Café Museum se<br />

convertía en el templo en el que tomaba declaración ai candidato.<br />

Su sed de novedades hace que acoja, sin más dilación, al<br />

joven dramaturgo, que con el manuscrito de Lo Boda como<br />

estandarte, (Auto de Fe sólo era posible enseñarlo a los íntimos)<br />

entre a formar parte del habitual círculo del director en<br />

los meses sucesivos. La reacción de Scherchen, tras una lectura<br />

pública, precisamente, del drama La Roda, da pie a Canetti<br />

para ofrecemos una aguda observación de su personalidad:<br />

«H. solía cortar siempre de repente, se tratase de lo que se<br />

tratase, se levantaba y se iba, decía unas pocas palabras, muy<br />

pocas, únicamente las indispensables según cada ocasión. Mantenía<br />

cerca de si la mano que le daba a uno, ni siquiera en esto<br />

salía él al encuentro. Para llegar a aquella mano había que estirarse<br />

y alzarse. La mano era una gracia que él condecía, y de<br />

esa gracia formaba parte una breve orden relativa al momento<br />

y la ocasión en que no tenía que presentarse ante él (...) Inmediatamente<br />

después de que fuese impartida la última orden, se<br />

tenía delante su ancha espalda. Ésta se ponía en movimiento<br />

con decisión, pero nunca con demasiada rapidez. Coma direc-<br />

HERMANN SCHERCHEN<br />

tor de orquesta que era, estaba habituado,<br />

claro está, a operar también con la<br />

espalda pero no se puede afirmar que<br />

H. dispusiera de una gran riqueza de<br />

movimientos de espalda. Visto por<br />

detras parecía tan rigido como visto de<br />

frente. No disponía de un juego de gestos<br />

en su rostro. Resolución, altanería,<br />

juicio, frialdad: eso era todo lo que él<br />

deseaba mostrar».<br />

Scherchen, un músico, acoge en su<br />

círculo a Elias Canetti, un escritor, atraído<br />

por lo que para aquél representa una<br />

bocanada de aire fresco sobre el drama<br />

teatral. En cuestiones de música, por su<br />

parte, Canetti apenas podía aportar una<br />

opinión seria, por tanto quedaba excluida<br />

la relación maestro-discípulo. «Tuvo<br />

que pensar, pues, en otras posibilidades<br />

de someterme a su yugo». Esa posibilidad<br />

no tardaría en llegar. Sería a través<br />

de Scherchen como Canetti entraría en<br />

la casa de Anna Mahier, musa de la<br />

Viena del momento. Lo haría en calidad<br />

de portador de cartas de Scherchen. A<br />

la relación epistolar del director de<br />

orquesta con Anna, al encandilamiento<br />

posterior del escritor por la hija de Alma<br />

Mahier y al consecuente arrebato de<br />

celos del músico debemos nosotros un<br />

más exacto conocimiento de las interioridades<br />

de la personalidad de Scherchen,<br />

el admirador de la familia musical por<br />

excelencia de Víena. Alma, cuyo poder<br />

-afirma Canetti- en la Viena musical era<br />

enorme, no tenía a bien conceder a<br />

Scherchen ninguna importancia. Consecuencia<br />

de ello, Scherchen se aferra con<br />

más ahínco, si cabe, a la hija. Se hace el<br />

fuerte y redacta una carta en la que<br />

declara su amor a Anna. la carta debe<br />

ser entregada personalmente por Canetti<br />

en el estudio de la escultora. Canetti<br />

se siente usado como cualquier otro de<br />

los intermediarios de que se rodea el músico. Será la ciudad de<br />

Estrasburgo, en el marco de un Congreso de Música Contemporánea,<br />

el campo de batalla donde dirimirán sus diferencias<br />

Hermann Scherchen, el organizador, / Elias Canetti, el invitado,<br />

con la figura de Anna Mahier al fondo. «El hecho de que H. me<br />

hubiera elegido como recadero podía considerarse como una<br />

prueba de que me tenía por muy poco peligroso. Le resultaba<br />

tan natural tomarse a sí mismo en serio, que el peso de una<br />

carta manuscrita suya compensaba con creces el peso de cualquier<br />

recadero». Scherchen tenía al autor de Lo Roda por un<br />

inveterado enemigo de cualquier placer, el ideal emisario de<br />

una carta de amor. Sin embargo, Scherchen no recibió respuesta,<br />

ni siquiera una respuesta negativa. Scherchen, sospechando<br />

que Canetti ha estado repetidas veces viendo a Anna,<br />

se decide a hablarle mal de ella Canetti se exalta cada vez más,<br />

no puede disimular su amor por Anna, quien por cierto le ha<br />

confesado por carta que no está especialmente interesada por<br />

él. Dolido en su amor propio, y por las invectivas de Scherchen,<br />

Canetti se siente aún más encolerizado y horrorizado,<br />

toda vez que, en sus ataques verbales contra la escultora, «...H.<br />

había llegado demasiado lejos». Scherchen apostilla: «No se<br />

altere usted por lo que le he dicho, hay entre el cielo y la tierra<br />

SCHERZO 105


DOSIER<br />

más cosas que las que usted puede imaginar».<br />

Scherchen no podía resistir el desprecio al que se<br />

veía sometido por parte de la familia Mahler. Anna<br />

había ignorado la carta que le llevara Canetti,<br />

diciendo; «No es importante». A ella le resultaba<br />

indiferente. «A Anna no le interesaba H», dice<br />

Canetti en su autobiografía. «... no le interesaba<br />

siquiera como músico, y mucho menos como<br />

hombre (...) El hecho de que Anna le rechazara<br />

afectaba a H. de un modo especial. Él intentaba<br />

consolidarse en Viena: para la madre de Anna,<br />

Alma, que ejercía una gran influencia, él no significaba<br />

nada. Tanto más importante hubiera sido<br />

para él, en consecuencia, significar algo para la hija<br />

de Mahler. Esta hija no quería saber nada de él. y<br />

por ello H. tenia que lanzar contra ella las peores<br />

injurias».<br />

La situación se hace cada vez más tensa en<br />

aquella estancia en Estrasburgo en julio de 1933.<br />

Canetti decide cambiar el tono y empieza a defender<br />

a Anna con más ahínco. «Tengo que hablar<br />

con Canetti», decía Scherchen, y éste, que se<br />

debía a su público, sentía la obligación de propagar<br />

a todos que, en los descansos de los conciertos,<br />

debía apartarse con Canetti, un invitado que<br />

no era músico, para hablar. Sonaba como si se tratase<br />

de algo trascendente. Ambos se sentían en la<br />

necesidad de hablar de Anna: Scherchen para atacarla,<br />

ya que no le había contestado, y Canetti<br />

para defenderla, defensa de la que, por cierto.<br />

Scherchen no podía en absoluto prescindir. «H.<br />

tenía necesidad imperiosa de ambas cosas: del ataque<br />

y de la defensa». Canetti confiesa que, obser-<br />

vador como estaba en aquel Congreso de las múltiples formas<br />

que tenían todos los asistentes de reaccionar entre ellos, «... el<br />

objeto principal de mi experiencia durante mi estancia allí fue<br />

el hombre que lo había convocado, su corazón operante. El<br />

era preciso y despiadado, y de modo preciso y despiadado lo<br />

estudié. Ni una palabra, ni un silencio, ni un movimiento suyos<br />

se me escaparon. Finalmente, yo tenía cerca de mí. delante<br />

mía, en estado puro, aquello que quería comprender y exponer<br />

un déspota».<br />

Pero aún tendrá ocasión Scherchen para la venganza,<br />

Como clausura del Festival, Scherchen prepara una fiesta,<br />

autohomenaje encubierto, en la que manda finalmente a<br />

Canetti pronuncie un discurso ferviente. Pero en contra del<br />

deseo de Scherchen, las palabras del escritor no pueden resultar<br />

más objetivas e inocuas. Scherchen, visiblemente irritado,<br />

opta por leer la mano a todos los allí presentes: cada uno tendría<br />

la posibilidad de saber su destino gracias a las habilidades<br />

del director convertido en pitoniso, Todos pasan ante él por<br />

riguroso tumo. «Se limitaba a decir los años que cada cual iba<br />

a vivir. Las demás cosas, las cualidades de las personas, lo que<br />

les esperaba en el porvenir, eso no le interesaba». Le llega el<br />

tumo al propio Canetti; el veredicto es tajante: «Usted no<br />

cumplirá los 30»: agregó incluso un comentario, cosa que no<br />

había hecho antes con ningún otro: «La línea de la vida se<br />

rompe aquí». Según Canetti «...H. dejó mi mano como si<br />

fuera algo inútil, me miro radiante y siseó: Yo cumpliré 84.<br />

Ahora tengo a mis espaldas tan sólo la mitad de mi vida.<br />

Tengo 42. Pero usted no llegará a cumplir los 30». Hoy sabemos<br />

que Scherchen muñó a los 75 años y que Canetti continúa<br />

vivo, «para quienes jamás lo habían enojado oponiéndose<br />

a él. bastaba su capricho, a éstos les permitía alcanzar una<br />

edad más o menos normal. Ninguno llegaba a cumplir los 84».<br />

El episodio en tomo a Anna Mahler no es accidental. En él<br />

?0


colma cualquier curiosidad en tomo a las excentricidades del<br />

director «Acudieron todos los músicos a los que invitó H.r<br />

tenian buenas razones para hacerlo. Una de las ocurrencias<br />

especiales fue la invitación a las cinco viudas que H. quería<br />

congregar allí. Eran las viudas de cinco compositores famosos;<br />

de las cinco que fueron invitadas no consigo acordarme más<br />

que de tres: las viudas de Mahler. Busoni y Reger. Ninguna de<br />

ellas acudió. En sustitución de éstas andaba por allí una viuda<br />

que no venía al caso, la de Gundolf, una viuda recién salida del<br />

homo que, a pesar de ir vestida de negro de pies a cabeza,<br />

tuvo un comportamiento muy alegre y abierto».<br />

Cuatro años más tarde volvernos a encontrar juntos a Canetti<br />

y Hermann Scherchen. Sorprendentemente, hallamos a éste<br />

instalado en la casa del flamante autor de Auto de Fe, junto a<br />

una nueva esposa, sucesora de Gustel. la china Shü-Hsien, en la<br />

Himmelstrasse (calle del Cielo), nombre ideal para una calle del<br />

popular barrio vienes de Gnnzing. el sitio de las fieungen, las típicas<br />

tabernas de vinos, «H. tenia el proyecto de crear una revista<br />

que se publicaría en cuatro idiomas; iba a llamarse Ars Viva NO<br />

estaría al servicio sólo de la nueva música, con iguales derechos<br />

se hallarían representadas en ella la literatura y las artes plásticas.<br />

Me preguntó con quiénes podría contar en Viena como colaboradores<br />

y le di los nombres de Musil y Wotruba».<br />

Anno Mahler fue uno de los grandes pasiones de Scherchen<br />

HERMANN SCHERCHEN<br />

Las deliberaciones en tomo a la formación de la revista, a<br />

las que asiste Canetti. no conducen, en principio, a nada concreto.<br />

De hecho, el mismo Canetti, asegura no haberse sabido<br />

nunca más de la revista, cuando lo cierto es que Ars Viva llegará<br />

a editarse más adelante para que, |unto con Melos, Música<br />

viva y los Gravesoner 6/dtier suizos, llegase a conformar la<br />

importante aportación de Scherchen al campo periodístico.<br />

Ante nosotros, en la reunión para decidir sobre la revista Ars<br />

Viva, tenemos a un Hermann Scherchen seguro de sí mismo,<br />

como siempre, pero más moderado, más relajado. La defensa<br />

que hace de los ideales de la revista convencen a Canetti. que<br />

por vez primera está completamente de acuerdo con él:<br />

«Queremos una revista viva, no un adoquín escolástico. Usted<br />

-se refiere a Franz Blei, que acompañaba a Musil— está a favor<br />

de la reducción, pero Ars Viva debe servir a la dilatación, a<br />

nosotros no nos da miedo nuestra época. Para los fósiles hay<br />

ya suficientes revistas».<br />

Scherchen aparece ahora mas feliz a los ojos de Canetti. La<br />

felicidad la originaba un tesoro que había hallado el maestro, la<br />

mujer china con la que se había casado no hacia mucho.<br />

«Sobre su nueva esposa a H. le gustaba hablar. Estaba orgulloso<br />

de ella, con ella causaba sensación». A esta mujer encantadora<br />

y muy culta, procedente de una buena familia, la conoció<br />

Scherchen en Bruselas, dmgiendo a Mozart. Viéndola,<br />

Scherchen se enamoró de ella. A su vuelta a<br />

Pekín. Shü-Hsien le escribió una carta que desató<br />

la pasión del músico. «H. canceló todos sus conciertos<br />

y viajó con el transiberiano a Pekín, por<br />

cinco días, más tiempo no se concedía, para casarse<br />

con Shü-Hsien en ese plazo. Cuando H. llegó a<br />

Pekín le dijeron que las cosas no podían ir tan<br />

deprisa, que para casarse era preciso tiempo; pero<br />

él impuso su voluntad también en Pekín, se casó<br />

con Shü-Hsien en el plazo de cinco días, la dejó<br />

provisionalmente allí en casa de sus padres volvió<br />

a tomar el tren y, no había pasado mucho más de<br />

un mes, ya estaba de nuevo en Europa dirigiendo<br />

sus conciertos. Unos meses después llegó Shü<br />

Hsien y ambos se instalaron en nuestra casa de<br />

Gnnzing». Canetti confiesa que el rencor que<br />

desde los días de Estrasburgo llevaba consigo<br />

parecía haberse evaporado, hasta el punto de sentir<br />

ahora afecto por aquel hombre del que, prueba<br />

del apasionamiento amoroso que le embargaba,<br />

cuenta Canetti una divertida anécdota que pone<br />

fin a nuestra ojeada, vía El juego de ojos, sobre su<br />

personalidad fuera de lo común: «Un buen día<br />

recibí de improviso un telegrama de H. en el que<br />

me rogaba aprem i antemente que fuera a una hora<br />

determinada a la Estación Oeste, donde se detendría<br />

unos sesenta minutos entre dos trenes. Acudí<br />

a la estación más por curiosidad que por simpatía.<br />

Su tren llegó y me gritó, ya desde la ventanilla:<br />

"Voy a Pekín a casarme!" (...) En su frenesí matrimonial<br />

había olvidado algo importante. De pronto,<br />

llegó comendo Dea Gombrich, la violinista, a la<br />

que también había citado, y lo único que le dijo H.<br />

fue que iba a casarse y que, por favor, saliese rápidamente<br />

a comprarte unos calzoncillos: había olvidado<br />

coger unos calzoncillos para la boda. Ella<br />

echó a correr y volvió antes de que el tren se<br />

pusiera en marcha; le alcanzó los calzoncillos hasta<br />

la ventanilla del vagón. Él, de pie.sonreía, le dio las<br />

gracias, sus labios no eran tan delgadfjs como<br />

siempre».<br />

Francisco Ramos<br />

SCHERZO 107


DOSIER<br />

Figura compleja, polémica, pionera, interesantísima, Hermann<br />

Scherchen albergaba en su intenor una suerte de<br />

dicotomía de difícil resolución, de síntesis imposible: la<br />

afición por lo nuevo, la entrega apasionada a las músicas<br />

de vanguardia, la protección a las más variadas<br />

aventuras / expenmentos, por un lado; la defensa y utilización<br />

de los métodos de la mas rancia tradición directorial germánica,<br />

el cultivo en extenso de un repertorio barroco, clásico y<br />

romántico, por otro. Como director de orquesta, considerando<br />

tales premisas, podría dar a priori lo mejor de si en aquellas<br />

composiciones fronterizas producto del cruce de estilos, de<br />

épocas, de tendencias, de culturas: las hijas det nuevo siglo,<br />

desde el ácido postromanticismo de Mahier o el lirismo trascendido<br />

y peculiar de Berg. Y así era, en efecto. No pueden<br />

desconocerse, sin embargo, sus apreciables acercamientos<br />

-realizados, naturalmente, de modo muy personal y aun discutible-<br />

a músicas tan dispares como las de Haendel o Haydn,<br />

Bach o Mozart, Beethoven o Brahms, Chaikovski o Bruckner,<br />

Prokofiev o Debussy. Hay muestras de todo ello en disco porque<br />

Scherchen desarrolló cunosamente una prolifica carrera<br />

comercial en los estudios de grabación y, por otra parte,<br />

muchas de sus interpretaciones en vivo han sido recogidas y<br />

hoy se empiezan a distribuir con cierta profusión.<br />

Hijo de una tradición<br />

Una batuta heterodoxa<br />

que un corpus similar<br />

Aunque singular en sus<br />

.-• • pueda alcanzar más tarde,<br />

modos y maneras el direc-<br />

en la esperada evolución y<br />

tor berlinés no podía negar<br />

desarrollo, una importancia<br />

-nunca lo pretendió-<br />

y una trascendencia. El<br />

encontrarse inmerso en un<br />

joven músico se encontra-<br />

mundo musical muy caracba<br />

en la mejor situación<br />

terístico al que él, desde<br />

para forjarse, a partir de su<br />

luego, aportó nueva savia y<br />

inteligencia y sensibilidad,<br />

abrió rutas desconocidas.<br />

una formación sólida y<br />

Un mundo que engarzaba<br />

consistente, unida al pasa-<br />

con personalidades tan<br />

do pero conectada con el<br />

relevantes y proteicas como<br />

presente y con posibilidad<br />

las de Gustav Mahier y Ale-<br />

de ser proyectada hacia el<br />

xander von Zemlmsky en su<br />

futuro. Junto a las influen-<br />

doble faceta de compositocias<br />

citadas o aludidas<br />

res y directores, cometidos<br />

deben sumarse en este<br />

en los que ambos, sobre<br />

proceso las emanadas del<br />

todo el primero, bnllaron a<br />

contacto o la actividad de<br />

gran altura. No menor<br />

batutas célebres como las<br />

influencia tendría en el por<br />

de Arthur Nikisch, tantos<br />

entonces joven viola (de las<br />

años en la Filarmónica,<br />

orquestas Blühtner y Filar-<br />

Bruno Walter, berlinés al<br />

mónica de Berlín) y ya<br />

igual que Scherchen y ya<br />

aprendiz de director el con-<br />

maestro de talla cuando<br />

tacto con el cuñado del<br />

éste comenzaba, Leo Blech,<br />

segundo, Arnold Schoen-<br />

también de la capital y a<br />

berg, embarcado en tal ins-<br />

quien nuestro protagonista<br />

tante histórico en sus aven-<br />

tuvo que ver en acción<br />

turas atonales. Seria precisa-<br />

multitud de veces tanto en<br />

mente de la mano del<br />

los conciertos del Landest-<br />

creador de Moisés y Aarón Scherchen fue una de tos primeros grandes<br />

heater como en la Opera<br />

que se iniciaría en la bus- Mahier<br />

dinectores que trajo o España h obra de<br />

Real, cuya titularidad com-<br />

108 SCHERZO<br />

queda de caminos y lo que le facilitaría su primera experiencia<br />

de importancia en músicas actuales a raíz del estreno del Pierrol<br />

Lunaire, que había trabajado con el autor y a quien, por<br />

enfermedad, tuvo que suplir a lo largo de 1912 en una gira<br />

que transcurrió por diversas ciudades alemenas, de Berlín y<br />

Munich a Mannheim. A los 20 años el alevín se ponía en el<br />

podio de la Filarmónica berlinesa, a la que había dirigido ocasionalmente<br />

en 1910 para ejecutar un programa de aupa: Sinfonía<br />

de Cámara de Schoenberg, Quinto de Mahier, Novena de<br />

Bruckner. Empezaba a tomar cuerpo así lo que sería una de<br />

las carreras directonales más singulares y contradictorias de<br />

este siglo.<br />

Es sabido que Scherchen fue un autodidacta y que. de<br />

ascendencia más bien modesta -sus padres tenían un bar en<br />

Berlín-, no recibió lo que se dice una formación musical<br />

modélica. El joven aspirante hubo de ganarse la vida muy<br />

pronto en cafetines y estudiar, prácticamente por su cuenta,<br />

toda partitura que caía en sus manos. Las de Beethoven le<br />

acompañaban permanentemente. Pero ello no quita para que,<br />

viviendo en la capital del estado además, no pusiera en marcha<br />

su fino olfato y absorbiera, como si de plancton se tratara,<br />

el alimento espiritual que constituye en una ciudad curta el<br />

complejo conjunto de influencias, manifestaciones, herencias y<br />

tradiciones que flotan en espera de ser utilizadas por mentes<br />

abiertas, ánimos inquietos y corazones arrojados, dispuestos a<br />

asumirlas y a reelaborar!as creativamente, única manera de


El d«ci!o.' jíemin con un grupo de afumóos y alumnos<br />

partía con otra eminencia: Richard Strauss. Notable debió de<br />

ser asimismo para el estudiante la figura de Félix Weingartner,<br />

uno de los padres del moderno arte de dirigir. Maestros eminentes<br />

que dieron paso a continuadores de excepción,<br />

muchos pertenecientes a la misma o parecida quinta que la de<br />

Scherchen: Otto Klemperer (1885), Wilhelm Furtwangler<br />

(1886), Robert Heger (1886), Erich Kleiber (1890), Fntz Busch<br />

(1890) (I), Karl Bohm (1894), Hans Rosbaud (1895)... Otros<br />

bastante más mayores: Cari Schuncht (1880), Hermann Abendroth<br />

(1883), Fritz Stiedry (1883)... O más jóvenes: Hans Schmidt-lsserstedt<br />

(1900), Eugen Jochum (1902), Josef Kríps<br />

(1902), Josef Keilberth (1908), Otto Ackermann (1909),<br />

Rudolf Kempe (1910)... Y, naturalmente, Herbert von Karajan,<br />

el último gran representante de esta dinastía teutona (1908),<br />

el mas recientemente fallecido de una estirpe que agrupaba a<br />

músicos nacidos en Alemania o Austria; o redclados como<br />

Ackermann, oriundo de Rumania, nacionalizado suizo, pero de<br />

formación claramente germana.<br />

Técnica y entendimiento<br />

Uecía Emest Ansermet, otro ilustre director. «El gesto no es<br />

eficaz más que cuando es orgánico; es decir, personal». Ha/,<br />

en efecto, gestos directoriales amplios, convulsivos; nerviosos e<br />

insistentes; sinuosos y elegantes; bruscos e incisivos: suaves y<br />

fluidos... La variedad es enorme. Por muy adecuado, preciso o<br />

grácil que sea, el movimiento corporal ha de tener una funcionalidad<br />

porque, en definitiva, es vehículo de un pensamiento<br />

musical, de un análisis, de una elaboración intelectual contrastada<br />

con un sentimiento y con una poética. Lo que no debe llevar<br />

a negar su importancia, en ocasiones fundamental. La<br />

influencia física de una mano o una muñeca realizando una<br />

labor de medición temporal, de mareaje de compás es siempre<br />

HERMANN SCHERCHEN<br />

significativa pues es a su través que<br />

instrumentistas y auditores-espectadores<br />

quedan enterados de lo que<br />

el coordinador de todas las voluntades<br />

que componen una orquesta<br />

quiere o piensa. Las ondas que la<br />

autoridad del que empuña la batuta<br />

envíe, los mensajes que pueda<br />

encerrar su mirada serán entonces<br />

determinantes del modo de ser de<br />

una interpretación.<br />

Autoridad que Scherchen sin<br />

duda poseía en su gesto breve,<br />

seco, incisivo, claro, no siempre<br />

exacto pero elocuente, construido<br />

con ambas manos. No utilizaba<br />

(excepto al pnncipio y al final de su<br />

carrera en que empuñaba una muy<br />

corta) batuta y era su dedo índice<br />

derecho el que imponía el movimiento<br />

y establecía el tempo, habitualmente<br />

vivo, nada dado a la<br />

morosidad de la que gustaban algunos<br />

¡lustres colegas. Un rostro muy<br />

personal, enjuto, de anciano resabiado<br />

y a menudo cascarrabias,<br />

dominado por unos ojos pequeños<br />

e inquietos, ágiles y conminativos,<br />

colaboraba para que la ejecución<br />

llegara a buen puerto, cosa que no<br />

siempre se conseguía por la singularidad<br />

expositiva del maestro, que<br />

chocaba frecuentemente con ios<br />

criterios más tradicionales de las orquestas. El director berlinés<br />

era amigo de texturas magras, acentos proclives a la concisión,<br />

fraseos austeros y anti[románticos -en el sentido en el que<br />

usualmente se considera el término-, colores planos pero<br />

muy contrastados. Una forma de entender la materia musical<br />

no alejada de la de ese otro gran director -quizá más dotado<br />

y, como él, impulsor de la creación de vanguardia- que fue el<br />

citado Rosbaud; del que el exagerado y ocurrente Stravinski<br />

llegó a decir «Es el más escrupuloso de los músicos y uno de<br />

los pocos directores no delincuentes».<br />

La nervadura poderosa, la acidez de la acentuación, las aristas<br />

de cualquier ejecución de Scherchen, enamorado de la<br />

expresión concisa -y precisa- antes que de la confortable<br />

coloración o de la muelle exposición del discurso, eran constantes<br />

y podían llegar a barrer, inmisencordemente. cuestiones<br />

o factores de índole estilística o histórica. Sus firmes enteros<br />

en busca de la esencia última, espartana, de la música podían<br />

favorecer un cierto esquematismo, casi siempre salvado por la<br />

férrea racionalidad que animaba desde dentro sus construcciones<br />

sinfónicas.<br />

He ahí el porqué pueden resultar atractivas sus interpretaciones<br />

cartesianas -aunque no exentas de fuego interior- de<br />

Beethoven -por ejemplo, de una Pastoral velocísima y nada<br />

contemplativa-, Bach -trazado como con tiralíneas pero<br />

intemporal- o, particularmente, de Mahler, excitante y coloreado<br />

al ácido prúsico. Por no hablar de sus logros en el repertorio<br />

de la escuela de Viena y de toda la música nacida entre<br />

las dos guerras.<br />

Su íntima unión con la de su mentor, y en ciertos aspectos<br />

maestros, Schonberg tuvo, claro es, como en parte ya se ha<br />

apuntado, gran importancia para su desarrollo como artista y<br />

como director para su autocontrol y planteamientos puede que<br />

poco cordiales, para su posición antirromántica. Es conocida la<br />

SCHERZO 109


DOSIER<br />

«Un gesto breve, seco, incisivo, no siempre exacto, pero elocuente))<br />

postura que al respecto mantenía el creador del dodecafonismo<br />

-en una primera época, porque en 1948 defendía prácticamente<br />

la contraria- en contra de los excesos postromárticos. Georges<br />

Uébert recuerda una anécdota sobre ello después de una ejecución<br />

al parecer demasiado apasionada de su Sinfonía de Cámara<br />

en un concierto dirigido en 1914 por Scherchen. Schoenberg la<br />

criticó con dureza y manifestó más tarde: «Es algo curioso: ¡La<br />

pasión está al alcance de cualquiera! Pero la interioridad, la forma<br />

casta y superior de la emoción parece rehusarse a la mayor<br />

parte de los hombres. Y resulta bastante comprensible: ¡La emoción<br />

subyacente debe ser sentida y no simplemente representada!<br />

Es por lo que todos los comediantes encuentran la pasión y<br />

muy pocos la mtenondad». {Extracto de una carta fechada el I<br />

de febrero de 1914 de Schoenberg a Scherchen). Cualquiera<br />

que haya visto dirigir a nuestro homenajeado o que haya escuchado<br />

una sola de sus interpretaciones pensará que la reprimenda<br />

surtió un pasmoso e indeleble efecto.<br />

Contacto con la Nacional<br />

tntre octubre de 1959 y febrero de 1966 (pocos meses<br />

antes de su muerte) Hermann Scherchen frecuentó el podio<br />

de la Orquesta Nacional de España y ofreció algunos singulares<br />

y en casos inolvidables conciertos. Manejó un amplísimo<br />

repertorio pero dejó constancia casi siempre de su inquietud,<br />

de su política de apartarse de lo trillado. Ofreció así un buen<br />

número de Interesantes y, para muchos, nuevos o reveladores<br />

programas. A guisa de ejemplo podemos recoger algunos de<br />

los que reíaciona Luis Alonso en su trabajo 40 Años de la<br />

ONE (ministerio de Cultura, 1982): 3 y 5 de noviembre de<br />

1961: Surte de La Reina de 'os todos de Purcell, Vanoóones<br />

para orquesta de Schoenberg, Tercera de Brahms; 16/ 18 de<br />

febrero de 1962: Gran fuga de Beethoven, Sinfonía de instrumentos<br />

de viento de Stravinski. Juegos de Debussy, Segundo de<br />

Beethoven 23 de febrero del mismo año: E/ arte de la fuga de<br />

Bach; 25 y 27 de enero de 1963: Ballet Los criaturas de Prometeo,<br />

Aria de concierto Atí pérfido!, Música incidental para<br />

Egmont todo de Beethoven; I y 3 de febrero del mismo año:<br />

Rapsodia para contralto y coro de hombres de Brahms. Tercera<br />

de Mahler (con inclementes y extensos cortes); 26 y 28 de<br />

marzo de 1965: 44 de Haydn, Concierto n° 3 para trompa de<br />

Mozart, Segundo de Bruckner; 25 y 27 de febrero de 1966:<br />

Serenata para vientos n" 10 de Mozart, Elegía de Schidlowsky,<br />

Quinta de Mahler.<br />

Sus relaciones con el conjunto no siempre fueron bonancibles;<br />

era hombre de humor vario y difícil, muy exigente y algo<br />

despótico; cosas que los músicos, y menos los nuestros, no<br />

suelen aceptar. Ensayaba de forma muy concentrada, parando<br />

mucho y haciendo continuos jeribeques con su acusador y<br />

nervioso índice, moviendo agriadamente sus manos sarmentosas<br />

y chapurreando una jerga mezcla de alemán, italiano, inglés<br />

y un poco de español. Se enfurecía con cierta facilidad y<br />

entonces su rostro, de por sí rubicundo, enrojecía hasta extremos<br />

alarmantes y sus finos capilares tomaban relieve en su<br />

curvada nanz, Todo un personaje; ya archifamoso y considerado<br />

-con escritos, cursos, conferencias y aventuras del más<br />

diverso tipo a sus espaldas- cuando llegó a nosotros. Fiel<br />

defensor de unas ideas muy personales que hoy, felizmente,<br />

para quien no lo viera en su día y para quien lo quiera recordar,<br />

y gracias a la recuperación de buena parte de su patnmomo<br />

discográfico, puede ofrecemos todavía interesantes, excitantes<br />

-y discutibles- interpretaciones.<br />

(11 SCHEBZO publico en su n° 48 un dosier dedicado al centenario de ambos.<br />

Arturo Reverter


El hombre de los mil estrenos<br />

Iannis Xenakis ha dicho de él: «Hermann Scherchen continúa<br />

siendo en este siglo XX musical, como una estrella,<br />

distinta, de primera magnrtud. Ha fecundado a numerosos<br />

compositores, intérpretes, técnicos de la música y de<br />

la acústica. Por no hablar de los simples oyentes, que con<br />

él han aprendido a escuchar de otra manera». Las palabras del<br />

compositor -del prólogo de la edición francesa de Lebibuch<br />

des Dingierens- ¡lustran ese agradecimiento hacia la figura de<br />

un músico que vivió como pocos directores de orquesta lo<br />

han hecho, la aventura de la música contemporánea. Tal vez<br />

en ese sentido tan sólo se le puede comparar otro gran maestro<br />

como Hans Rosbaud.<br />

Es impresionante repasar la lista de estrenos que llevó a<br />

cabo Hermann Scherchen en su vida profesional, tanto en su<br />

periodo alemán -fue uno de los raras directores de orquesta<br />

que, sin ser ¡udlo (aunque sf de izquierdas) se marchó de su<br />

país al acceder al poder la Peste Parda- en los años de exilio<br />

y en la postguerra. Son demostrativos de la variedad de intereses<br />

de Scherchen y también de su certero instinto artístico.<br />

De Altan flerg y Antón Webem estrenó Scherchen algunos de sus obra más significativas<br />

HERMANN SCHERCHEN<br />

He aquí la relación de algunas de las obras que estrenó:<br />

De Amold Schoenberg: Sinfonía de Cámara N° / (19II).<br />

Del gran compositor austríaco, Scherchen estnenó también la<br />

Donza del Becerro de Oro de Aloses und Aron, en 195 I, en<br />

Darmstadt. Fue la primera música que se dio en concierto de<br />

la ópera de Schoenberg. Ademas Scherchen preparó la edición<br />

de Mases und Aron que se utilizó en su estreno en la<br />

Radio de Hamburgo bajo la dirección de Hans Rosbaud.<br />

De Alban Berg. Scherchen estrenó fres fragmentos sinfónicos<br />

de Wozzeck en Frankfurt, en 1924, un año antes de que<br />

Erich Kleiber estrenara la ópera. En la misma ciudad -de cuya<br />

Orquesta del Museo era director- estrenó Der Wem. con R,<br />

Herling como solista. Y, finalmente, en Barcelona, el 19 de<br />

abril de 1936 y dentro del marco del Festival Internacional de<br />

Música Contemporánea, Scherchen estrenó el Concierto para<br />

violín, con el norteamericano Louis Krasner como solista.<br />

De Antón Webem, las Variaciones Opus JO, en 1943.<br />

De Karl Amadeus Hartmann, Miseree (Praga, 1935) y<br />

la Symphonische Ouverture «China Kampf» (Darmstadt,<br />

1947).<br />

De Albert Roussell, el ballet Éneos, estrenado<br />

en el Palais de Beaux Arts de Bruselas en<br />

1935.<br />

De Dimitn Shostakovich, la Tercera Sinfonía<br />

(1929).<br />

De Bela Bartók. la Rapsodia n° I para violin y<br />

orquesta (en Koenisberg, en 1929, con Szigeti<br />

como solista).<br />

De Richards Strauss, la Sinfonía para 13 instrumentos<br />

de viento (1946).<br />

De Alois Haba, Martka (1930).<br />

De Boris Blacher, Abstrakte Oper (1957).<br />

De Edgar Várese. Déserts, en París, en 1954<br />

y acompañado de un escándalo que todavía se<br />

recuerda.<br />

De Hans Werner Henze, Konig Hírscrt<br />

(1956).<br />

De Luigi Dallapiccola, II pngionero (1950).<br />

De Paul Dessau, Dos Vernór des Lukutius,<br />

basada en un texto de Bertolt Brecht. en 1951.<br />

De Stockhausen, Kontrapunkte (1953).<br />

De Xenakis, Pithoprakta (1957), Acbonipsis<br />

(I958)y7erretefctorh(!966).<br />

La lista podría ser bastante más extensa,<br />

pero resulta clara como exponente de la<br />

inmensa curiosidad intelectual y artística de<br />

Scherchen, de su audacia y de su capacidad de<br />

apostar por aquello que creía renovador. Para<br />

el final dejamos el recuerdo de otro estreno<br />

excepcional: el del Concierto poro violín y<br />

orquesta de Roberto Gertiard, que se celebró<br />

en Florencia en 1950, actuando como solista el<br />

gran violinista catalán Antom Brossa -que. por<br />

cierto, estrenó también el Concierto poro violln<br />

y orquesta de Bntten con Barbirolh en el podio.<br />

JA<br />

SCHERZO 111


DOSIER<br />

Maestro, ¿y qué opinión le merece Hermann<br />

Scherchen?»... «Ha/ directores muy buenos,<br />

« b u e n o s , regulares, malos, malísimos y Hermann<br />

Scherchen». Así contestaba Sergiu Celibidache<br />

a la pregunta de un curioso en una de sus amenas<br />

conferencias-coloquio de hace algunos años, una respuesta<br />

que en nuestra opinión quiere decir mucho más que incluir<br />

a Scherchen en el último e ínfimo lugar de una hipotética<br />

escala de valores. Cuenta Nietzsche que al gran Richard Wagner<br />

le llevaron uno de los últimos Intermezzi de Brahms. y<br />

aquél se apresuró enseguida a tocarlo. Cuando finalizó, cogió<br />

violentamente la partitura y la pisoteó. «¿No es esto -se pregunta<br />

Thomas Mann- otra forma de elogio?» Y en el caso de<br />

Hermann Scherchen, nosotros nos preguntamos también: ¿a<br />

quién obedecía esa disparatada respuesta del director rumano<br />

sino a una profunda e inconfesable admiración?<br />

Scherchen se movió en el polo opuesto de Celibidache. y<br />

no sólo por diferir en sus respectivos enfoques musicales, sino<br />

porque el maestro alemán grabó muchísimos discos, pero no<br />

con poderosas multinacionales al estilo de cualquiera de sus<br />

célebres colegas. Sus contratos discográficos no fueron avalados<br />

por Legge o Rosengarten, ni sus producciones fueron dirigidas<br />

por Culshaw, Wildhagen. Olof o McCIure. Al contrario,<br />

sus grabaciones con la orquesta de la Opera de Viena, que<br />

son mayoría, fueron hechas para Westminster, una firma americana<br />

que en la actualidad no se sabe qué ha sido de ella<br />

(cabe la esperanza de que Sony invierta unos pocos de sus<br />

muchísimos millones en sacar a flote esta excelente colección<br />

que, además de Scherchen, tiene en el fondo de catálogo<br />

nombres del calibre de Knappertsbusch,<br />

Monteux, Mitropoulos,<br />

Münch, Schuricht y otros). Muchas<br />

de estas grabaciones fueron<br />

comercializadas en España, primero<br />

en los años sesenta por Hispavox<br />

en una serie económica de sonido<br />

bastante malo (prensado Made ¡n<br />

Spain) llamada Clave. Posteriormente,<br />

Movieplay trató de relanzar<br />

la serie a precios astronómicos y,<br />

naturalmente, se estrelló. El resultado<br />

actual, en definitiva, es que<br />

nadie se ha preocupado de forma<br />

sistemática del catálogo Westminster<br />

para su trasvase a disco compacto.<br />

En Francia, MCA Classics ha<br />

comercializado en álbumes dobles<br />

de aproximadamente tres mil pesetas<br />

cada uno, una parte de este<br />

importante legado fonográfico, y<br />

particularizando a Scherchen tenemos<br />

que apuntar que existen en compacto las versiones de<br />

La Pasión según Son Juan y de las sinfonías de Beethoven Primera,<br />

Tercera, Sexta y Octava con las orquestas de la Opera<br />

de Viena y Filarmónica de Londres.<br />

En el libro Conductor's on record se habla de Hermann<br />

Scherchen como uno de los directores más prolíficos en los<br />

estudios de grabación, sobre todo en la primera década de<br />

vida del LP. Anteriormente, el maestro alemán habla regis-<br />

Í72SCHERZO<br />

Una discografía<br />

trado un buen número de discos de 78 r.p.m, para La Voz<br />

de su Amo con la Orquesta Municipal de Winterthur (Danzas<br />

de Rameau y Gluck. la obertura de Rousseau Le Devin<br />

du Village, un Concierto para vtolín de Tartini (con Ribaupierre),<br />

el Concierto para flauta de Gluck (con Urfer). la obertura<br />

de Dido y Eneas de C.P.E. Bach y Fntz, la Sinfonía de ios<br />

¡uguetes de Leopold Mozart, la serenata del Cuarteto, Op, 35<br />

de Haydn, el Minuetto de Boccherini, la obertura de Orfeo en<br />

los infiernos de Offenbach, el vals de El Emperador y, finalmente,<br />

Chínese Oream Pictures de Hsiao-Shusien). Para<br />

Decca, y también 78 r.p.m,, asimismo con la Orquesta de<br />

Winterthur grabó las oberturas de La bella Elena y La forzó<br />

del destino.<br />

Todos los registros Westminster<br />

ya hemos dicho, las grabaciones en LP fueron hechas<br />

enteramente por Westminster en los Estados Unidos, excepto<br />

algunos registros de Ducretet-Thomson, Decca, Supraphon,<br />

Telefunken, Amadeo y Wergo. Los discos Westminster<br />

fueron distribuidos en algunos países por otras etiquetas,<br />

como Mixa y Vega, lo cual llevó a confundir unos registros con<br />

otros al cambiar los nombres de las orquestas originales.<br />

Damos a continuación una relación completa de los registros<br />

Westminster, señalando con un asterisco los que en su día<br />

estuvieron publicados en España en modalidad LP:<br />

- Conciertos de ñrandemburgo, Suites para orquesta ("), el<br />

Arte cíe la fuga. Una ofrenda musical, La Pasión según Son<br />

Mateo, La Pasión según San ¡uan,<br />

Misa en si menor y Cantatas BWV.<br />

32, 35 (•), 42 (*), 53, 54, 7ó. 84,<br />

106, 140. 170, 198, 202 y 210<br />

(Bach).<br />

- Conceni grossi, Op. 6, Wassermusik<br />

(*) y El Mesías (•) (Haendel).<br />

- Sinfonías números 44, 45, 48,<br />

49. <strong>55</strong>, 80, 88, 92 y 93 a 104. Las<br />

siete últimas palabras de Cristo en<br />

la cruz (•) y Concierto para trompeta<br />

y orquesta (Haydn).<br />

- Conciertos para piano y orquesta,<br />

K 242 y K 365 (con Badura-<br />

Skoda y Gano I i), Sinfonías 35 y 36,<br />

Eine Kleine Nachtmusik y el<br />

Réquiem (•) (Mozart).<br />

- Sinfonías / o 9. Los 5 Conciertos<br />

poro piano y orquesta (con Badura-<br />

Skoda), oberturas compíetos, música<br />

incidental para Egmont, La victono<br />

de Wellington (*) y Cristo en e! Monte de los Olivos (") (Beethoven).<br />

- Oberturas (Weber).<br />

- Quinta, Sexta e Incompleta (Schubert).<br />

- Escocesa (Mendelssohn).<br />

- ios dos conciertos para piano y orquesta (con Famadi), los<br />

Preludios, La batalla de los Hunos, Mefisto vals, Mazeppa y Rapsodias<br />

húngaras números I a 6.9. 12 y 14 (Liszt).


- Réquiem (*), Los Troyanos en Cartcgo,<br />

Sinfonía fantástica y Harold en Italia<br />

(con Riddle) (Berlioz).<br />

- Idilio de Sigfndo (Wagner).<br />

- Doble concierto (con Janigro y<br />

Foumier) y Sinfonía n." I (Brahms).<br />

- Los dos conciertos para piano y<br />

orquesta (*) (con Farnadi), Sinfonía n° 4,<br />

Obertura 1812 (*) y Capricho italiano<br />

(•) (Chaikovski).<br />

- Moldava, obertura y danzas de Lo<br />

novio vendida (Smetana).<br />

Danzas Potamos de El principe Igor<br />

(•) (Borodm).<br />

- El vuelo del moscardón de El zar<br />

Saltón (*), Copricho español (*), Scheherazade<br />

(*), Antar, Lo gran pascua rusa<br />

(Rimski-Korsakov).<br />

- El amor brujo (*) (fragmentos)<br />

(Falla).<br />

- Polka y fuga de Schwanda el gaitero<br />

(Komgold),<br />

- Sinfonías I, 2,3,5, 7 y 8 (esta última<br />

en concierto en vivo, Viena 1951),<br />

Kindertotenlieder y üeder e/nes fahrenden<br />

Geseflen (con Lucretia West)<br />

(Mahler).<br />

- Danza macabra y Carnaval de los<br />

animales (Samt-Saéns).<br />

- Peer Gynt, surtes I y 2 (Grieg).<br />

- Conciertos 2 y 3 (con Farnadi)<br />

(Bartók).<br />

- Concierto n° 2 (con Famadi) (Rachmamnov).<br />

- Obras orquestóles (Honegger).<br />

- Sinfonía n° 3 (Gliere).<br />

- Pedro y el lobo, El teniente Kijé,<br />

Su/te esato (Prokofiev).<br />

- El pájaro de fuego, Petrushka (Stravinsky).<br />

Estas son todas las grabaciones que<br />

Hermann Scherchen hizo en Westminster,<br />

a las que tendríamos que añadir<br />

un buen número de oberturas de<br />

autores varios, registros dedicados a<br />

clásicos populares (floíero de Ravel,<br />

Gayaneh de Khachaturian, £1 aprendiz<br />

de brujo de Dukas, España de Chabrier,<br />

etc., etc.), más otras como la célebre<br />

dedicada a Erwortung (con Pilarcyzk)<br />

de Schónberg, que aunque fue hecha<br />

originalmente en Wergo, no podemos<br />

dejar de mencionar aquí.<br />

Scherchen en vivo<br />

BERG - -<br />

LSCHOENBERG<br />

Luigi<br />

* NUOV* JUPIA DI VEHNa - WOLUHt<br />

HERMANN SCHERCHEN<br />

DALLAPICCOLA<br />

II HtlGIONIEBO<br />

CINQUf CANTI<br />

PREGHIERE<br />

HE RÚAN N<br />

SCHERCHEN<br />

La enorme discografía del apartado anterior, como fácilmente<br />

habrán supuesto nuestros avispados lectores, no siempre<br />

goza de un nivel interpretativo óptimo. Es más, analizando<br />

detenidamente el excelente ensayo de Scherchen sobre la<br />

dirección de orquesta (Lehrbuch des Dingierens). se observan<br />

curiosas contradicciones entre la agudeza y objetividad de sus<br />

análisis y los resultados de sus grabaciones, que en ocasiones<br />

suenan caprichosas y con cierto carácter de provisional i dad<br />

(es decir, parece que Scherchen dijese; «a ver qué pasa si<br />

alteramos el tempo», o «vamos a cambiar ligeramente la<br />

*o«M ow<br />

fBEOE *JF EBDEN<br />

WEBERN FSSSACAGU* OPI<br />

HERMANN SCHERCHEN<br />

acentuación)», de tal forma que algunos<br />

registros sorprenden por sus<br />

peculiares resultados: basta escuchar<br />

algunos Minuetos en las Sinfonías de<br />

Haydn, o vanos números de Él Mesías,<br />

o determinados movimientos de Sinfonías<br />

de Beethoven (el Allegro con<br />

brío de la Heroico es posiblemente el<br />

más rápido de cuantos se han grabado<br />

hasta la fecha, o el último Allegro de<br />

la Octava, de similares características).<br />

Todo esto, que no es habitual pero<br />

que se puede encontrar en determinadas<br />

grabaciones de estudio del<br />

director alemán, desaparece por completo<br />

en los conciertos públicos; aqui<br />

nos encontramos con el Scherchen<br />

férreamente objetivo, intenso, decididamente<br />

antirromántico, frío y atento<br />

al menor detalle. De ah¡ que obras<br />

como E) arte de la fuga, austera como<br />

pocas, encuentre en sus manos al traductor<br />

idóneo; o el Concierto de<br />

cámara de Alban Berg, que bajo su<br />

dirección halla una luz de particular<br />

intensidad (el lector interesado podrá<br />

encontrar en el número 53 de<br />

SCHERZO un articulo entusiasta de<br />

Santiago Martín, con el que básicamente<br />

coincidimos, y en el que se<br />

analiza la labor de Scherchen como<br />

director insuperable de la Segunda<br />

Escuela de Viena).<br />

Los únicos discos compactos de<br />

Scherchen que actualmente se pueden<br />

adquirir en España (aparte de<br />

una reciente Novena de Mahler en<br />

Orfeo que será comentada próximamente)<br />

son del sello Stradivarius, que<br />

distribuye en España Diverdi. La<br />

mayoría de ellos son tomas de conciertos<br />

celebrados en ciudades italianas,<br />

con orquestas del lugar (salvo el<br />

Moisés y Aran, que es con la Orquesta<br />

de la Opera Alemana de Berlín, y<br />

el disco con música de los tres vieneses,<br />

interpretado por la Orquesta<br />

Sinfónica de la Radio de Colonia). Las<br />

tomas de sonido, de calidad aceptable,<br />

nos muestran a un director<br />

empeñado en mostrar el puente<br />

natural entre el pasado y el futuro,<br />

maestro incomparable en E/ arte de<br />

la fuga y en £/ prisionero de Dallapiccola,<br />

traductor ideal de Cantatas de Bach y del Moisés de<br />

Arón de Schünberg, convincente tanto en la obertura de<br />

Ríenzi como en la Composizione n" 2 de Maderna, capaz de<br />

dar en un mismo concierto con excelentes resultados artísticos<br />

la Postoral y las Variaciones para orquesta de Schónberg...<br />

Discos, pues, de valor cultural y artístico de primer<br />

orden, que compensan con creces la penuria discografica<br />

oficial que padecemos. Su audición proporcionará al aficionado<br />

un indudable placer y, a la vez, esa tnste sensación de<br />

estar escuchando a un músico que pertenece ya al reino de<br />

la leyenda.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

SCHERZO 113


ENCUENTROS<br />

7Í-ÍSCHERZO<br />

«lo non sonó che un critico»<br />

Rodolfo Celletti es el crítico de ópera más controvertido, citado y, cabe suponer memorable, que revolucionó todas las<br />

que leído. Sus obras se discuten, ensalzan o rechazan como si fueran los frutos de un costumbres teatrales. En aquella época<br />

compositor o de un intérprete. Un caso en verdad singular. Entre ellas destacan el aún pesaba sobre los italianos la maldi-<br />

Diccionano de las Grandes Voces -que recoge también las opiniones de G. Gualerzi o ción de Arturo Toscanini, especialmente<br />

de E. Gara, maestro de ambos-, La Historia del Belcanto o El Teatro Unco en Disco. el de los últimos años. Toscanini era un<br />

Desde 1980 es director artístico del Festival de Martina-Franca, en el sur de Italia, en director ignorante, presuntuoso, tirano,<br />

cuyo Palacio Ducal se celebró esta entrevista.<br />

para el que solamente existían el metrónomo<br />

y él mismo. Quiza el Toscanini<br />

SCHERZO-¿Cu(3/ es el primer<br />

precedente era bueno, pero al final dejó<br />

recuerdo de infancia que conserva el<br />

un puñado de grabaciones de ópera<br />

Dr. Celletti relacionado con la opero?<br />

que, salvo el Falstaff, son pésimas. En<br />

RODOLFO CELLETTI-Durante la<br />

ellas se revela como un director sin<br />

infancia yo detestaba la ópera; la odiaba.<br />

corazón, sin fantasía, atento sólo al<br />

Me gustaban las bandas, me interesaba<br />

metrónono, como ya he dicho. Pues<br />

el piano y me interesaba también la<br />

bien, todos los directora I los italianos<br />

música sinfónica. Pero odiaba la ópera.<br />

que empezabar. su carrera a finales de<br />

A los cinco años escuché a una soprano<br />

los anos cuarenta o principios de los<br />

que cantaba L'altra notte m fondo al<br />

cincuenta querían ser el nuevo Toscani-<br />

mare de Mefistófeles con unos gritos<br />

ni y, portante, concedían nula libertad<br />

bestiales que le obligaron a dejar a S-.wt ilto Pulronalo del Prestarme delta<br />

al cantante, Cuando Schippers empuñó<br />

medias el aria poque simplemente no<br />

la batuta para hacer El Asedio de Connto<br />

podía continuar. Este fue mi primer Manina Franca<br />

y concedió a los cantantes la capacidad<br />

contacto con la ópera. Pero yo la odia-<br />

luglio de frasear con variedad, de aplicar un<br />

ba, la odiaba, aunque mi casa era fre-<br />

rubato, la Sills y la Home hicieron cosas<br />

agosto<br />

cuentada por algunos viejos cantantes.<br />

espléndidas y el público se entusiasmó.<br />

1990<br />

Quien me acercó a la ópera fue Tito<br />

Los viejos críticos italianos, para los cua-<br />

Schipa, que era mi ídolo de entonces y<br />

les Toscanini era un dios desaprobaron<br />

de siempre. Schipa, precisamente, debe<br />

a Schippers, a la Sills y a la Home preci-<br />

su mayor celebridad a España. Dice José<br />

samente porque introducían esas varia-<br />

Subirá que cuando debutó en el Teatro<br />

ciones. Entonces yo escribí y los ataqué<br />

Real, en la temporada 16-17, este pri-<br />

con una virulencia que no esperaban. La<br />

mer año no gustó porque no se aseme-<br />

Home, a quien yo ya conocía, se sintió<br />

jaba demasiado a Anselmi, que era<br />

estimulada y no dejó nunca de hacer las<br />

entonces un monstruo sagrado. Des-<br />

variaciones cada vez que cantó Rossini<br />

pués, en cambio, acabaría gustando<br />

en Italia. En fin, ésta fue la gran victoria y<br />

muchísimo en España. El era natural de<br />

la gran revolución de los usos rossinia-<br />

Lecce, que es otra ciudad española, un<br />

nos. Yo empecé a hacer estas variacio-<br />

poco como esta de Martina Franca,<br />

nes -«Ira di Dio!»— trabajando aquí con<br />

toda llena de castillos aragoneses. Quizá<br />

mis alumnas la Cuberli, la Dupuy, la<br />

la familia de Schipa tuviera algo de espa-<br />

Serra, etc., que hoy se han convertido,<br />

ñol. El mismo Schipa tenía muchas cosas<br />

"tutto sommato", en las cantantes que<br />

que hacían de él un tenor a la española:<br />

conocemos.<br />

el amor por las canciones de Granada, Hugonotes de Lauri-Volpi cantados en la<br />

las smorzature...<br />

Arena de Verona en el año 33, con $.-¿Qtra velada inolvidable puede ser<br />

Pasero, la Raisa, ia Pederzini y la Caro- la de Los Hugonotes de' 62 de La Scala?<br />

S.-EI español de Schipa era perfecto. sio. Es un recuerdo de la primera juven- RC. Bastante, aunque la actuación de<br />

Parece casi un nativo de nuestro país. tud. Si la viera hoy no me gustaría tanto, Corelli no valia tanto como la de Lauri-<br />

R.C—Ecco! Tenía un gran amor por exceptuando Lauri-Volpi y Pasero, por- Volpi. Era bravísimo también él, sólo<br />

España. Al final, cuando ya sólo cantaba que encuentro que en aquella época las que simplemente tenía demasiado<br />

canciones con un "filo de voce" la mayor mujeres cantaban casi todas mal.<br />

miedo dentro del cuerpo. Además, la<br />

parte eran españolas o bien tangos. Era S.-Sobre todo la Raisa...<br />

edición de Gavazzeni tenía muchos cor-<br />

un grandísimo tanguista.<br />

FLC.-Si, porque la voz se había tomates y esto también era un lastre. Des-<br />

S.-EI mismo componio tangos, como do fija.<br />

pués, me faltaba el bajo-. ¿Sabe usted si<br />

El Gaucho...<br />

S.-Tengo un video en el que aparece Mandones querría cantamos Gli Ugonot-<br />

RC.-Su opereta El Gaucho. Si, es ver- una escena de aquella velada con comenti?<br />

(Risas) Mardones si que era un gran<br />

dad. Después de él tuve otro amigo que tarios, precisamente, suyos. Se escucha bajo. Lauri-Volpi decía de él que no<br />

amaba mucho España, Giacomo Lauri- incluso la voz de Laun-Volpr<br />

tenia auténtica sensibilidad. Yo no lo<br />

Volpi, intimo de un tio mío. Habían RC-Si. lo tengo, es una toma de un sé... Sólo sé que cuando escucho sus<br />

hecho la guerra juntos.<br />

film. Pero..., no he sentido grandísimas discos me deparan un placer inmenso,<br />

S.-¿Qué (unciones de ópera recuerda cosas, no crea. Recuerdo seis o siete.No S.-A mí también. Me gusta más Pasero<br />

como las más inolvidables de su larga expe- muchas más. Una de ellas es El Asedio como intérprete, pero la voz de Mardones<br />

riencia linca en calidad de crítico? ¿Qué con- de Connto de Rossini, cantado en la era única.<br />

tantes continúan gustándole todavía? Scala en 1969 por Marilyn Horne y R.C,-Esta mañana cuando hemos<br />

R.C.-Recuerdo en particular los Beverly Sills. Aquello fue una cosa escuchado en clase un disco de Cesare


III<br />

opiuos<br />

sonido europeo


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