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Escritor/a del mes - Ediciones Alvaeno

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LETRAS<br />

ARTE, MÚSICA<br />

&<br />

LITERATURA<br />

ISSN: 1989-4198<br />

Contenido<br />

Contenido<br />

Editorial<br />

Cine<br />

Editorial<br />

Reseña Literaria<br />

Cine<br />

Ciudades Literarias<br />

Reseña Literaria<br />

Entrevistas<br />

Ciudades Literarias<br />

Poesía<br />

Entrevistas<br />

Relatos<br />

Poesía<br />

Columnistas<br />

Relatos<br />

Premios y Becas<br />

Zona Roja<br />

<strong>Escritor</strong>/a <strong>del</strong> <strong>mes</strong><br />

Premios y Becas<br />

Recomendamos<br />

<strong>Escritor</strong>/a <strong>del</strong> <strong>mes</strong><br />

Libros<br />

Recomendamos<br />

Homenajes Libros, libros, libros<br />

Arte<br />

Homenajes<br />

...<br />

Arte<br />

...<br />

http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Hostal Santel Periódico Semanal Belianís<br />

Letras/ nº 35/2011/ junio/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

A veces, el silencio es la peor mentira<br />

Letras, tu revista literaria<br />

La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada<br />

Gabriel García Márquez<br />

Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee<br />

La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades<br />

para sobrevivir<br />

Hostal Santel<br />

Letras/ nº 39/2011/ octubre/<br />

Miguel de Unamuno<br />

Miguel de Unamuno<br />

Gabriel García Márquez


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

©Letras (tu revista literaria) ISSN: 1989– 4198<br />

Fotografías de Portada y Contraportada: Eduardo Naranjo<br />

Director: Salvador Moreno Valencia©<br />

Subdirector: Rubén Sancho©<br />

Maquetación: <strong>Ediciones</strong> <strong>Alvaeno</strong> ©<br />

Edición: <strong>Ediciones</strong> Santel ©<br />

http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Para colaboraciones: novedades, relatos, poesía, opinión,<br />

ensayo: máximo una página A4, archivos de Word, y para<br />

fotos formato JPG o GIF a: letras@alvaeno.com<br />

Contrata tu publicidad en Letras (Tu revista literaria)<br />

javiercintasdp@alvaeno.com<br />

Nº 39/ 2011/ octubre<br />

Cine<br />

por Rubén Sancho<br />

Para Recordar<br />

Por Biografías y Vidas<br />

Espiritualidad<br />

por Mª Jesús Verdú Sacases<br />

Hace tiempo que ya no te escribo<br />

Artículos de nuestro director<br />

Poesía<br />

Varios<br />

Relatos<br />

Varios<br />

Becas y Premios<br />

Información facilitada por www.alexisnavas.com<br />

Libros, libros, libros<br />

Varios<br />

Ni tú ni yo, a duras penas<br />

Novela autobiográfica y por entregas de Salvador Moreno<br />

Valencia<br />

Arte<br />

Artista <strong>del</strong> <strong>mes</strong>: Moisés Díaz<br />

Los Nébures<br />

Capítulos XXIV y XXV<br />

Kalvellido<br />

www.kalvellido.net<br />

STAFF:<br />

Salvador Moreno Valencia-Dirección<br />

Rubén Sancho-Subdirección<br />

Alexis Navas – Becas y Premios<br />

Francisco Vélez Nieto – Crítica Literaria<br />

Silvia Loustau– Relatos, ensayo, poesía<br />

Eva Monzón– Relatos<br />

Fran Nuño– Entrevistas<br />

Fernando Gómez Márquez– Relatos y poesía<br />

Carlos Penelas– Opinión, ensayo, poesía<br />

José Francisco Mejía Ramírez—Zona roja<br />

María Jesús Verdú Sacases—Espiritualidad<br />

Columnistas<br />

Pedro Luis Ibáñez Lérida<br />

J.J. Conde<br />

Francisco Basallote<br />

Marcos Morneo<br />

Francisco Vélez Nieto<br />

Javier Cintas<br />

Víctor Corcoba<br />

Carlos Penelas<br />

Vicent Boix<br />

Natividad Senserrich<br />

Consuelo García <strong>del</strong> Cid Guerra<br />

Eduardo Pérsico<br />

José Francisco Mejía Ramírez<br />

Carmen Rosa Barrere<br />

Maite García Romero<br />

Carlos Medina Vigliem<br />

Silvia Loustau<br />

Página 2<br />

“ La mentira más común es aquella con la que un<br />

hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás<br />

es un defecto relativamente vano "<br />

F. Nietsche<br />

©Letras (tu revista literaria) no se hace responsable de<br />

las opiniones vertidas por los colaboradores.


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Editorial<br />

Página 3<br />

Llegados a este punto no nos queda más que seguir hacia a<strong>del</strong>ante, a pesar de los pesares y a pesar<br />

de la ausencia de tiempo que nos avasalla, porque la verdadera riqueza de este nuevo mundo, el<br />

mundo gobernado por los mercados, es el tiempo, aquél que lo posee puede sentirse feliz, aquél que<br />

no , no tiene otra que seguir buscando.<br />

Y desde Letras seguimos buscando el tiempo, o mejor dicho la ausencia <strong>del</strong> tiempo, pero no en<br />

término despectivo o pernicioso, no, sino la ausencia de tiempo como objetivo final de toda creación<br />

artística, el conseguir que el tiempo se detenga y que nuestra obra permanezca impasible al devenir<br />

temporal.<br />

Una búsqueda infructuosa en la mayoría de los casos, porque la creación es la historia de un fracaso<br />

permanente, pero un fracaso que satisface en los estadios previos, en la ejecución de la obra por<br />

mucho que luego el resultado no cumpla las expectativas de la mente, que siempre marcha por <strong>del</strong>ante<br />

de lo que se acaba por plasmar en el folio en blanco, en el lienzo vacío o en los sueños por dibujar.<br />

Todos los que formamos Letras, desde el primer colaborador hasta el último lector, pasando por<br />

aquellos que redactamos y editamos la revista, buscamos dominar el tiempo y manejarlo a nuestro<br />

antojo, sin comprender, o sin querer comprender, que el tiempo no nos pertenece, es un bien etéreo<br />

e inaccesible, una entelequia física y espiritual que, ahora más que nunca, debemos relativizar.<br />

Disfruta, pues, amigo lector, <strong>del</strong> tiempo que te regalamos con toda nuestra pasión creadora, un<br />

tiempo que dejamos escapar entre las yemas de los dedos para hacer llegar nuestra obra más allá de<br />

la limitación corpórea de nuestro cerebro.<br />

Rubén Sancho<br />

Subdirector


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Mis escenas favoritas de la historia <strong>del</strong> cine<br />

Página 4<br />

Mis escenas favoritas de la historia <strong>del</strong> cine: Casablanca<br />

Por Rubén Sancho<br />

“Siempre nos quedará París. No lo teníamos, lo<br />

habíamos perdido hasta que viniste a Casablanca,<br />

pero lo recuperamos anoche ”.<br />

En una película repleta de mentiras memorables<br />

no podía haber otro final que no fuera otra inmensa<br />

mentira, un embuste de tamaño sideral que da sentido al amor y al desamor para servir de referencia<br />

a todas las historias de amor habidas y por haber, en la realidad o en la ficción.<br />

Destacar una sola escena de Casablanca es una injusticia con mayúsculas porque el guión y la puesta<br />

en escena de esta obra maestra atemporal son de una perfección insultante, aunque la escena que da<br />

el sentido a toda la trama que hemos estado viendo es esta despedida final.<br />

En ella Ilsa es la engañada, cuando ella fue antes la que engañó, y Rick el que engaña, cuando sufrió<br />

antes el engaño, pero al final no importa quien engaña a quien, sólo importa el amor que perdura a<br />

pesar de la distancia y a pesar de que no puedan estar juntos.<br />

Cuenta la leyenda, supongo que cierta, que Ingrid Bergman nunca supo con quien de los dos acababa<br />

marchándose hasta que se rodó esta última escena, lo que la ayudó a componer el personaje y a sorprenderse<br />

con la última declaración de Rick.<br />

“Algún día lo comprenderás. Vamos, vamos, ve con él”, y ella se marcha sabiendo que su corazón<br />

queda atrás, en pos <strong>del</strong> hombre que le conviene para olvidar al hombre que ama, una metáfora de la<br />

vida y que choca drásticamente con la tradición de finales felices de Hollywood.<br />

Rick camina, entonces, hacia su propio destino, repleto de amargura y de cinismo cargado de romanticismo,<br />

el que le ha llevado a decidir en contra de su propia felicidad, apartando los sentimientos y dando<br />

rienda suelta a todo su análisis cerebral.<br />

“Louie, éste puede ser el inicio de una gran amistad”, no hay duda, y el final de una gran película.


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Para Recordar<br />

Friedrich Nietzsche (Röcken, 1844– Weimar 1900)<br />

www.biografiasyvidas.com<br />

Página 5<br />

Filósofo alemán, nacionalizado suizo. Su abuelo y su padre<br />

fueron pastores protestantes, por lo que se educó en<br />

un ambiente religioso. Tras estudiar filología clásica en las<br />

universidades de Bonn y Leipzig, a los veinticuatro años<br />

obtuvo la cátedra extraordinaria de la Universidad de Basilea;<br />

pocos años después, sin embargo, abandonó la docencia,<br />

decepcionado por el academicismo universitario.<br />

En su juventud fue amigo de Richard Wagner, por quien<br />

sentía una profunda admiración, aunque más tarde rompería<br />

su relación con él.<br />

La vida <strong>del</strong> filósofo fue volviéndose cada vez más retirada y amarga a medida que avanzaba en edad y<br />

se intensificaban los síntomas de su enfermedad, la sífilis. En 1882 pretendió en matrimonio a la poetisa<br />

Lou Andreas Salomé, por quien fue rechazado, tras lo cual se recluyó definitivamente en su trabajo.<br />

Si bien en la actualidad se reconoce el valor de sus textos con independencia de su atormentada<br />

biografía, durante algún tiempo la crítica atribuyó el tono corrosivo de sus escritos a la enfermedad<br />

que padecía desde joven y que terminó por ocasionarle la locura.<br />

Los últimos once años de su vida los pasó recluido, primero en un centro de Basilea y más tarde en<br />

otro de Naumburg, aunque hoy es evidente que su encierro fue provocado por el desconocimiento<br />

de la verdadera naturaleza de su dolencia. Tras su fallecimiento, su hermana manipuló sus escritos,<br />

aproximándolos al ideario <strong>del</strong> movimiento nazi, que no dudó en invocarlos como aval de su ideología;<br />

<strong>del</strong> conjunto de su obra se desprende, sin embargo, la distancia que lo separa de ellos.<br />

Entre las divisiones que se han propuesto para las obras de Nietzsche, quizá la más sincrética sea la<br />

que distingue entre un primer período de crítica de la cultura y un segundo período de madurez en<br />

que sus obras adquieren un tono más metafísico, al tiempo que se vuelven más aforísticas y herméticas.<br />

Si el primer aspecto fue el que más impacto causó en su época, la interpretación posterior, a partir<br />

de Heidegger, se ha fijado, sobre todo, en sus últimas obras.<br />

Como crítico de la cultura occidental, Nietzsche considera que su sentido ha sido siempre reprimir la<br />

vida (lo dionisíaco) en nombre <strong>del</strong> racionalismo y de la moral (lo apolíneo); la filosofía, que desde<br />

Platón ha transmitido la imagen de un mundo inalterable de esencias, y el cristianismo, que propugna<br />

idéntico esencialismo moral, terminan por instaurar una sociedad <strong>del</strong> resentimiento, en la que<br />

el momento presente y la infinita variedad de la vida son anulados en nombre de una vida y un orden<br />

ultraterrenos, en los que el hombre alivia su angustia.<br />

(Continúa en la página 6)


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Para Recordar<br />

dad de riesgo.<br />

Página 6<br />

Su labor hermenéutica se orienta en este período a mostrar cómo<br />

detrás de la racionalidad y la moral occidentales se hallan siempre el<br />

prejuicio, el error o la mera sublimación de los impulsos vitales. La<br />

«muerte de Dios» que anuncia el filósofo deja al hombre sin la mezquina<br />

seguridad de un orden trascendente, y por tanto enfrentado a<br />

la lucha de distintas voluntades de poder como único motor y sentido<br />

de la existencia. El concepto de voluntad de poder, perteneciente ya<br />

a sus obras de madurez, debe interpretarse no tanto en un sentido<br />

biológico como hermenéutico: son las distintas versiones <strong>del</strong> mundo,<br />

o formas de vivirlo, las que se enfrentan, y si Nietzsche ataca la sociedad<br />

decadente de su tiempo y anuncia la llegada de un superhombre,<br />

no se trata de que éste posea en mayor grado la verdad sobre el<br />

mundo, sino que su forma de vivirlo contiene mayor valor y capaci-<br />

Otra doctrina que ha dado lugar a numerosas interpretaciones es la <strong>del</strong> eterno retorno, según la cual<br />

la estructura <strong>del</strong> tiempo sería circular, de modo que cada momento debería repetirse eternamente.<br />

Aunque a menudo Nietzsche parece afirmar esta tesis en un sentido literal, ello sería contradictorio<br />

con el perspectivismo que domina su pensamiento, y resulta en cualquier caso más sugestivo interpretarlo<br />

como la idea regulativa en que debe basarse el superhombre para vivir su existencia de forma<br />

plena, sin subterfugios, e instalarse en el momento presente, puesto que si cada momento debe<br />

repetirse eternamente, su fin se encuentra tan sólo en sí mismo, y no en el futuro.


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Espiritualidad<br />

La compasión según las hadas<br />

Por María Jesús Verdú Sacases<br />

brisadeemociones.blogspot.com<br />

Página 7<br />

La compasión se ancla en el respeto y el amor. La verdadera compasión nace<br />

<strong>del</strong> claro entendimiento y de la percepción consciente de la situación ajena. De<br />

este modo, la compasión no impide ver la fortaleza y el coraje que puede habitar<br />

en el corazón de persona objeto de compasión, a pesar de todo, y nunca<br />

cae en el menosprecio o la indiferencia de quien la siente. Y desde esa compasión,<br />

puede generarse la ayuda necesaria para que ese potencial de fuerza interior pueda aflorar y dar<br />

paso a su manifestación. Si eso sucediera, la compasión se convertiría en admiración, una admiración<br />

nacida <strong>del</strong> respeto y <strong>del</strong> reconocimiento de las cualidades <strong>del</strong> otro.<br />

“Érase una vez una mujer que enviudó y siguió viviendo con sus dos pequeños en la granja en el campo,<br />

que había compartido durante tantos años con el que había sido su marido.<br />

Ella sacó fuerzas para tirar a<strong>del</strong>ante su propiedad y la crianza de sus hijos. Se levantaba temprano para<br />

llevar a cabo las tareas <strong>del</strong> hogar, ocuparse de sus hijos, cuidar a los animales de la granja y labrar<br />

las tierras. En lugar de sentirse desesperada pedía ayuda a los seres de luz que habitaban el bosque<br />

que rodeaba sus tierras y, aunque, a veces, ella lloraba por el sacrificio que le costaba afrontar la situación,<br />

ella no se olvidaba de bendecir y agradecer todo lo que le quedaba, mientras sentía la luz de<br />

los espíritus bondadosos <strong>del</strong> bosque que la protegían.<br />

Un día un leñador llamó a su puerta y le pidió cobijo y comida a cambio de su trabajo en la granja familiar.<br />

La mujer asintió y se alegró pues gracias al trabajo <strong>del</strong> leñador, ella disfrutaría de más tiempo<br />

para cuidar de sus hijos. Entre el leñador y la mujer nació una relación de respeto y cordialidad.<br />

Un rico mercader cuya mansión estaba al lado de la granja de la mujer, hacía tiempo que venía observándola<br />

y, aunque al principio, él había sentido compasión por ella, eso no le había impedido percibir<br />

la fuerza, el coraje y la ternura que residía en el corazón de esa mujer que él había pasado a admirar<br />

por su dedicación, perseverancia y tesón en todo cuanto hacía.<br />

Un día el mercader pasó a saludarla y le transmitió su respeto por ella, pues su actitud ante la situación<br />

que le había tocado vivir era una lección de confianza en sí misma y fortaleza que aprender.<br />

(Continúa en la página 8)


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Espiritualidad<br />

Página 8<br />

La mujer le agradeció sus palabras y el mercader le dijo que en su finca había un enorme cobertizo<br />

con tierras anexas que ya nadie utilizaba y que estaban abandonados por lo que propuso a la mujer y<br />

al leñador, si les interesaba trabajarlas con la única condición de contribuir a su conservación y mantenimiento<br />

a cambio de la obtención por parte de ellos <strong>del</strong> fruto de su trabajo. El leñador tenía un familiar<br />

a quien interesó también la oferta y todos aceptaron la propuesta. Con la ayuda de ellos dos, la<br />

mujer continuaba teniendo tiempo para disfrutar de sus hijos, simultaneizándolo con el trabajo en la<br />

granja y el cobertizo, el cual convirtieron en una cuadra de caballos.<br />

Con los años, el mercader murió sin descendencia y sus propiedades fueron legadas a quienes las trabajaban.<br />

Cuando los hijos de la mujer crecieron, también se ocuparon de las tierras, agradeciendo cada<br />

día a la madre tierra la bendición de cuidar de tan bellos pastos para sus animales.<br />

La mujer nunca volvió a casarse pero era feliz con su vida pues se sentía enormemente próspera. Gracias<br />

a su trabajo y a la ayuda de los espíritus <strong>del</strong> bosque, ella había conseguido mucho más de lo que<br />

nunca soñó y además estaba rodeada de personas con quienes la unía: una relación de amor con sus<br />

hijos, y de cordialidad de trato y afinidad con el leñador y su ayudante. Ella percibía que la vida le había<br />

regalado autenticidad y verdad por lo que se sentía enormemente compensada y cada mañana le<br />

sonreía al sol, mientras cruzaba sus manos sobre el corazón y decía gracias en silencio pues la compasión<br />

<strong>del</strong> mercader le había traído esperanza y cambio en su vida.”


Letras Letras/ (Fuengirola)/ nº 39/2011/ octubre/ nº19 /año http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

10/ febrero / http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Hace tiempo que ya no te escribo<br />

Por Salvador Moreno Valencia<br />

Página 9<br />

Lo olvidarán, porque el mundo parece vivir en una<br />

especie de inopia sin sentido, y con memoria de<br />

pez, hay personas que olvidan hasta el instante<br />

seguido al segundo vivido, y no es porque padezcan<br />

Alzheimer, sino porque no valoran nada y no<br />

viven con pasión sus vidas, sino que como zombis<br />

deambulan por las ciudades en busca de rayos<br />

catódicos, o con ellos puestos, para seguir adormecidos<br />

como perennes insomnes, o eternos idiotas.<br />

¿Cuántas muestran más hacen falta, por ejemplo, para demostrar que las centrales nucleares son nefastas<br />

para la humanidad?, ¿cuántos escritores, lacayos <strong>del</strong> poder, y financiados por este, escriben<br />

para satanizar a Gadafi, y glorificar al ejército de salvación? ¿No han visto ustedes nunca las películas<br />

<strong>del</strong> 7º de caballería, o las dedicadas a Vietnam, donde se dibujaba victorioso el perfil glorioso de los<br />

“buenos” en contra de los “malos” tan salvajes que violaban y mataban a niños, niñas, mujeres y ancianos<br />

para luego cortar sus cabelleras?, ¿hasta cuándo tenemos que seguir siendo ciegos y no tener<br />

sentido de la crítica, y discernir que las imágenes de los rebeldes en Libia, son las mismas siempre, y<br />

que son los mismos hombres que malamente armados y subidos en dos o tres Toyotas parecen estar<br />

poniendo en jaque al gobierno de Gadafi?, ¿dónde están las imágenes de esas multitudes que vociferan<br />

en contra <strong>del</strong> gobierno satánico de Gadafi? ¿Son los hombres <strong>del</strong> Imperio como niños en el patio<br />

<strong>del</strong> colegio, que te dan o te quitan el apoyo según les convenga?<br />

¿Por qué la ONU no condena al gobierno de Israel?, ¿por qué no se aprueba una intervención armada<br />

en su contra o en la de Estados Unidos?<br />

Guerras igual a beneficios, catástrofes igual a beneficios, caos igual a beneficios para el Imperio que<br />

los genera para lucrarse, eso sin duda.<br />

Y bien dices Edgar que no se olviden los que ahora van a derrocar a Gadafi que durante más de 30<br />

años lo han estado apoyando y por tanto encubriendo sus crímenes, ¿es que ahora sí son crímenes y<br />

antes no?


Letras Letras/ (Fuengirola)/ nº 39/2011/ octubre/ nº19 /año http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

10/ febrero / http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Poesía<br />

Utopía<br />

Teresa Argentina Gatti<br />

Ganadora <strong>del</strong> Concurso poético “Familia Global: Diálogo y comprensión mutua”<br />

Página 10<br />

Cuando el hombre se quite el ropaje<br />

de una vida egoísta y mezquina<br />

y se descubra frágil, vulnerable y vacío.<br />

Cuando le duela el territorio estéril, donde<br />

el odio<br />

edifica rencores que separan, lastiman.<br />

Cuando su mirada supere la geografía de<br />

rostros diferentes<br />

y sea capaz de dar, a manos llenas,<br />

sin ver en los otros su equipaje.<br />

Cuando el llanto golpee sus entrañas<br />

y el hambre de los niños lo despierte,<br />

estará naciendo para sí Hombre conciencia,<br />

germen de esperanza. Habrá un mañana,<br />

más allá de las etnias, edades y creencias.<br />

Florecerá el Amor como el Maestro de todos los tiempos,<br />

nos enseñará un día.<br />

Y entonces.<br />

El hombre descubrirá que el otro, como él,<br />

tiene un corazón que late, que siente, que ama,<br />

que sufre y espera<br />

un amanecer, donde la palabra sea instrumento de unión<br />

para edificar juntos otra era.<br />

Cuando la humanidad toda comprenda la brevedad de su existencia,<br />

y la premura de estrechar lazos que acorten las distancias<br />

haga posible la utopía anhelada.<br />

Será posible<br />

ese mundo de Paz que héroes anónimos soñaron.<br />

Entonces.<br />

Ese mundo reirá<br />

en un arco iris de manos entrelazadas<br />

para siempre.


Letras Letras/ (Fuengirola)/ nº 39/2011/ octubre/ nº19 /año http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

10/ febrero / http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Poesía<br />

Todos somos Libia<br />

Juan Víctor Alfaro<br />

Cuando todos pensaban que en Libia<br />

Sarkozy el testaferro de USA<br />

empezaba ya a usar agua tibia<br />

deja ver que su conciencia obtusa<br />

se convierte en caliente medusa<br />

que le quema su ambición anfibia<br />

pues resiste con fuerza profusa<br />

el heroico pueblo de Libia<br />

no permitas que la prensa echada<br />

al poder como vil prostituta<br />

te haga ver que la guerra es ganada<br />

con codicia por la fuerza bruta<br />

ponte al lado de la gente honrada<br />

que los trata como hijos de puta<br />

Wamba<br />

Harold Alvarado Tenorio<br />

Página 11<br />

En este lugar,<br />

un desocupado Caballero Hospitalario<br />

de la Orden de San Juan de Jerusalén<br />

ordenó durante cuarenta años<br />

las tibias, los fémures y las calaveras que ves.<br />

Es la Huesera de Wamba,<br />

un rey godo coronado<br />

la muerte de Recesvinto<br />

hace 1339 años.<br />

nadie sabe quien fueron,<br />

ni que hicieron,<br />

ni nos importa ahora.<br />

Por causa de su pobreza<br />

no tuvieron sepultura.<br />

Sólo eso sabemos.<br />

Recuerda, entonces, viajero<br />

que todos somos de Wamba,<br />

Wamba es nuestra tierra.<br />

Wamba fue nuestro ayer<br />

y será el mañana.


Letras Letras/ (Fuengirola)/ nº 39/2011/ octubre/ nº19 /año http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

10/ febrero / http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Poesía<br />

Cuando sea mayor<br />

Mª Jesús Campos<br />

Cuando sea mayor,<br />

quiero ser astronauta<br />

para estar siempre<br />

en la luna.<br />

Cazar estrellas<br />

al vuelo, y lanzar<br />

miradas fugaces<br />

que copen el Universo.<br />

Llevarme algunos libros<br />

para los ratos de relajo.<br />

Algunos lápices,<br />

algunas hojas<br />

de papel en blanco.<br />

Cuando sea mayor,<br />

quiero ser astronauta<br />

y ver la Tierra<br />

desde lejos.<br />

Tomarme unas cerezas<br />

cuando se acerque<br />

el verano, y dejar volar<br />

los pájaros que<br />

cantan en mi cabeza<br />

cuando miro desde tan alto.<br />

Poeta Andaluz<br />

Héctor Baz<br />

De Andalucía a Granada, España ya<br />

no es España.<br />

Federico murió, lo han matado.<br />

Página 12<br />

Muchos que amaron la luna<br />

dicen que el luto, ha marchitado el encanto.<br />

Ya no hay hombres ni mujeres<br />

como aquellos en tus manos.<br />

El Calor que vio nuestra tierra,<br />

sigue riendo en lunfardo.<br />

¡Hay Federico García,<br />

cuántos versos te han callado!<br />

Que no se te olvide nunca,<br />

estamos aquí esperando.<br />

Como si <strong>del</strong> cielo pudiera,<br />

otro caer con tu labio.<br />

Federico García Lorca,<br />

por el deseo de verte, te blasfeman las estatuas.<br />

Hoy llora la luna luna,<br />

con tu corazón en mano.<br />

Hace collares y anillos,<br />

collares y anillos blancos.<br />

Dormido como aquel niño,<br />

te han llevado los gitanos.<br />

Juncos y zarzamoras, te siguen aún velando.


Letras Letras/ (Fuengirola)/ nº 39/2011/ octubre/ nº19 /año http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

10/ febrero / http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Poesía<br />

En Capilla<br />

Daniel de Culla<br />

La Primavera y el Verano<br />

Vienen bien “mojados”.<br />

Mi Amada se ha confesado<br />

Por haber quebrado una Flor<br />

Y durante el discurso de la confesión<br />

Y al final de ella, me dice:<br />

El confesor me preguntó muchas veces<br />

Qué flor era aquella<br />

Que había quebrado en la Puerta Del Sol.<br />

Y ella respondió:<br />

- La Lechetrezna, padre,<br />

Y notó malicia en sus ojos<br />

Y una cierta elevación<br />

en la entrepierna.<br />

Ahora mi Amada está encinta<br />

Y de fijo y sin rodeos pregunto yo<br />

¿De cuántos tonos<br />

O de cuántos tiempos<br />

Se compone el “Toma la Calle”<br />

Muy esencial y muy digno<br />

Cantado en melodiosas arias<br />

En notas plateadas,<br />

Blancas, negras, tricolor<br />

¡Casi nada!<br />

Mientras, los políticos<br />

Salidos y bien hambrientos<br />

Hacen sonar más fuerte sus carracas<br />

En lo alto y bajo de la flagelación<br />

De un Voto<br />

Y vienen quebrados a la Puerta <strong>del</strong> Sol<br />

De falsete como siempre<br />

Queriendo confiscar un vientre<br />

Que pregunta<br />

¿Por qué tú, macho, exhalas<br />

Un eco de rencor do<strong>mes</strong>ticado<br />

Cuando al rabo se te pone<br />

Algún peso?<br />

“¡Como a los Jumentos¡”<br />

Responde mi Amada<br />

Prosiguiendo:<br />

“El hambre de poder<br />

Y las ganas de joder<br />

Obligan a Rebuznar a los Jumentos”.<br />

Mirada de Brueghel<br />

Manuel Ruano<br />

Página 13<br />

A esta época le salen plumas, no sueños.<br />

Cacarea el huevo, no la gallina.<br />

De la boca de un descomunal pez podrido<br />

Aparece un filólogo, un sacamuelas,<br />

Un loco, un cazador de bestiarios,<br />

Y una interminable caravana de esqueletos.<br />

A esta época se la ve pedalear<br />

Con la lengua afuera, no sentir.<br />

Se va apolillando el crepúsculo, nunca<br />

La bufanda.<br />

A todo esto: un camarógrafo de cine mudo<br />

Filma toda la pesadilla,<br />

Y el poeta invernando,<br />

Arropado entre viejas plumas y sueños,<br />

Hasta el borde de la nariz, no la orejas.<br />

A esta condenada época, que ríe como<br />

Una anciana ya sin dientes.


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Relatos<br />

Tristán<br />

Eva Monzón<br />

Página 14<br />

No es que fuera un niño apagado, es que no hablaba. No podía. Había aprendido<br />

a leer los labios, su mundo de silencio no le era desagradable; no se echa<br />

de menos lo que no se ha conocido. Tristán había crecido entre sombras de<br />

susurros, bocas abiertas que se movían sin sentido, envuelto en caricias y gestos. Pronto descubrió<br />

que las manos hablaban, que los dedos bailaban un lenguaje suyo que también describía el mundo.<br />

Su madre le contaba cuentos con esa danza, a veces, usaba la luz, tapándola con las manos, para proyectar<br />

figuras negras contra la blanca pared que le representaban las historias que todo niño ha de<br />

conocer para soñar.<br />

Tristán, siempre inquieto y curioso, creció en silencio, pero no sin ruido propio. El mundo le atraía y<br />

le absorbía mucho más que a sus compañeros, a los que quizá el sonido de las cosas les distraía más.<br />

Cierto que no escuchaba cómo el viento jugaba con las hojas, pero sí era testigo <strong>del</strong> movimiento de<br />

las ramas agitadas; más de una vez vio su rostro invisible que lo miraba atento, acercándose a acariciarlo<br />

tras despedirse de los árboles unos segundos.<br />

Puede que fuera él, el viento, quien desprendió un día un trocito de corteza de un álamo. Le cayó en<br />

la mano. Se lo quedó. Lo guardó en su bolsillo y al llegar a casa, lo puso en su <strong>mes</strong>a, cerca de la ventana,<br />

y se dedicó tiempo a observar su extraña forma; parecía una mandrágora, de apariencia humana.<br />

Le gustaba mirarla, fijamente, sabía que tenía algo que decirle, solo que aún no lo entendía bien.<br />

El niño movía las manos cada vez con más soltura, aprendió de la madre, que a su vez lo hizo por su<br />

cuenta para poder comunicarse con su hijo, y pronto la superó. Sus dedos aprehendían de lo que le<br />

rodeaba y no daban abasto para contar a la madre cada aventura que le sucedía, ya fuese en el río de<br />

abajo <strong>del</strong> barranco, ese tan frío, que los pies, insensibles, pisaban las piedras redondeadas por la<br />

eterna caricia <strong>del</strong> agua y no las notaban mientras alguna que otra culebra blanca se le quedaba mirando<br />

antes de alejarse en zigzag; o en el camino, en el que tenía prohibido ir más allá de la ermita,<br />

por donde se paraba a observar cada ramita y piedra; o la huerta <strong>del</strong> tío Tomás en la que había, a un<br />

lado, un estanque lleno de renacuajos con los que jugaba para sentir las cosquillas de sus cuerpos<br />

redondos sobre sus palmas, y con los que sus dedos hablaban mientras entraban y salían de entre<br />

ellos, contándole cómo era vivir esperando ser ranas para recorrer mundo.<br />

(Continúa en la página 15)


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Relatos<br />

Página 15<br />

Las manos iban más lentas que sus pensamientos, y eso le enfadaba, tenía la madre que calmarle,<br />

abrazándole y meciéndole como la brisa.<br />

Una tarde, recogió <strong>del</strong> suelo un pasquín que decía en letras de molde y brillantes que el domingo por<br />

la tarde habría una representación, que nadie faltara, que se trajeran, eso sí, las sillas de casa, y que<br />

en al parque de enfrente de la plaza <strong>del</strong> Ayuntamiento, a las seis en punto, les esperaban a todos.<br />

Tristán, que ya casi leía sin necesitad de que su índice sujetara las palabras, se alegró anticipadamente<br />

de lo contenta que se pondría su madre cuando le dijera que había acontecimientos: Les encantaba<br />

que algo fuera de lo normal sucediese, incluido el mercadillo de los jueves, que aunque llegara<br />

cada semana puntual, no dejaba por ello de ser una novedad que partía los siete días en antes y después;<br />

se levantaban ya de otro humor, más nerviosos, porque en una hora estarían los puestos en la<br />

calle de atrás de la Iglesia y cada uno mostraría sus novedades: frutas sabrosas, cacharros de plástico,<br />

herramientas útiles o no, telas y ropa ya hecha, calcetines abrigados, juguetes imposibles de encontrar<br />

en otro sitio, y sobre todo, para Tristán, colores y olores nuevos. El bullicio de las gentes, que<br />

no paraban de abrir y cerrar los labios, de mirar atentos el género, de regatear entre ellos, le encantaba;<br />

se quedaba un tanto apartado y miraba, observaba sin voz, los movimientos de las caras, manos,<br />

y el brillo de los ojos: alegre cuando encontraban algo deseado, opaco cuando las expectativas<br />

no se cumplían, goloso ante los dulces, insistente ante un capricho. Le apasionaba. Su madre, bulliciosa,<br />

sabía dónde acudir y qué comprar, siempre regresaban a casa contentos y satisfechos por lo<br />

que se llevaban con ellos.<br />

Así que ese papel impreso encontrado en el suelo le alegró la mañana, aún así, esperó al pregonero<br />

como cada día, porque le gustaba soplar el cuerno que anunciaba que iba a leer las nuevas <strong>del</strong> día,<br />

ese sonido largo, tenía la virtud de que las gentes callaran para escuchar mejor el parte diario.<br />

Tristán, que se acercaba desde que supo leer los labios para enterarse, se hizo amigo de él enseguida.<br />

Soplar el cuerno no se lo dejaba ni a sus hijos; solo a él. Y el niño, consciente <strong>del</strong> honor, lo hacía<br />

sonar con todas sus fuerzas, sintiendo cómo la vibración le hacía cosquillas en los labios mudos.<br />

“Hola, chaval”, le dijo cuando se situó en su lugar en la plaza, tras haber ido a recoger el acta de las<br />

actividades <strong>del</strong> día en el ayuntamiento, y el niño le enseñó sonriente el folleto. “Sí, ya veo que te has<br />

enterado antes que nadie” y le despeinó con la manaza mientras le ofrecía el cuerno. “Anda, sopla<br />

bien fuerte, que se callen todos”. Y así lo hizo, las gentes se acercaron al pregonero a enterarse de las<br />

novedades <strong>del</strong> día, que sin ellas, sería igual que el de ayer y que el de mañana. Tristán leyó en los<br />

movimientos de la boca lo que Antonio recitaba con ese tono monocorde y bien en alto, y dos veces<br />

cada vez, para que nadie preguntara. “Se hace saber, por orden <strong>del</strong> señor alcalde, que el lavadero<br />

estará disponible también por las tardes en estos <strong>mes</strong>es, y que el día de riego será mañana desde la<br />

linde <strong>del</strong> arrabal”. Antonio voceó las órdenes y el niño, se fue para casa a compartirlas con la madre,<br />

junto con su flamante hoja.<br />

(Continúa en la página 16)


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Relatos<br />

Página 16<br />

Solo faltaban dos días para que llegara el domingo y el niño no paraba quieto, se lo contaba una y<br />

otra vez a su trocito de corteza a la que cada vez veía más parecido con un niño; los bracitos y piernas,<br />

la cabeza ligeramente ladeada, y hasta los ojos, boca y nariz veía. En un arrebato le dijo que se lo<br />

llevaría en el bolsillo para que él también asistiera y poder comentarlo juntos después. Y como todo<br />

llega, el domingo apareció por la ventana tras su flamante sol; no llovería, cosa que temió por si suspendía<br />

la función; abrió los ojos y respiró aliviado. Tenía preparadas las dos sillas que se llevarían<br />

desde el mismo día en el que se enteró, casi ni comió, y la madre no pudo retenerlo más en casa que<br />

las cinco, así que una hora antes, allí estaban sentados en primera fila de nada, porque hasta las cinco<br />

y media no llegó el camión <strong>del</strong> que se bajaron tres hombres y unos bultos, que observaron armar;<br />

en un abrir y cerrar de ojos, con la maestría que da el haber hecho cientos de veces lo mismo, montaron<br />

un teatrillo y se parapetaron detrás de él.<br />

Los demás fueron llegando, colocando las sillas a su alrededor. Tristán, inquieto, no dejaba de manosear<br />

a su muñeco que tenía asomado al bolsillo de la camisa de los domingos, la madre le dejaba<br />

hacer, le miraba con ternura y a veces, sus dedos se hablaban, pero poco; no quería echar a perder la<br />

excitación ante la novedad <strong>del</strong> pequeño.<br />

A las seis en punto, uno de los hombres, vestido completamente de negro, salió de detrás <strong>del</strong> teatrillo<br />

y de la tela negra que habían colocado como fondo para comenzar a mover sus labios. Resumió lo<br />

que iban a ver, la historia de tres hermanos príncipes que se pelearían por el reino y la mano de una<br />

bella princesa, que terminaría prisionera de un mago malvado, y que solo uno de ellos lograría vencer.<br />

Y eso pasó, y mucho más.<br />

El telón se levantó y unos muñecos <strong>del</strong>icados, vivos, se movieron ante<br />

los ojos de todos, obedientes a unos hilos casi invisibles, que les unían<br />

a unas cruces de madera que manejaban los hombres negros. Pero<br />

iban más allá, los gestos <strong>del</strong>icados, los movimientos de cabeza, manos,<br />

pies, las luchas y destrezas con espadas, los galopes a caballo, el temible<br />

mago que se convirtió en dragón, iban más allá de esos hilos; tenían<br />

vida propia.<br />

Tristán observaba cómo se movían las manos de los hombres y algo<br />

muy profundo se le removió por dentro: es lo que quería hacer, era su<br />

lenguaje, el de los gestos, pero completo, los dedos hablaban más allá<br />

de las palabras: creaban vida, la que se movía bajo sus órdenes a través<br />

de los hilos; la que se debatía abajo, en el fantástico escenario, y con<br />

esos seres expresivos sin necesitar palabras dichas, solo gestos precisos y movimientos hermosos.<br />

(Continúa en la página 17)


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Relatos<br />

Él era un titiritero desde siempre.<br />

Página 17<br />

Entonces sacó a su muñeco <strong>del</strong> bolsillo y supo que sería su primer títere, que lo trabajaría en madera<br />

hasta tener uno que pudiera expresarse a través de sus dedos, y a la vez de sí mismo. Esa simbiosis<br />

de voluntades era lo que veía ante él. Miró a su hombrecito de corteza y entendió lo que ahora le<br />

decía: sabía quién era y qué sería desde ese mismo momento. Irradiaba tanta luz que su madre se<br />

asustó un poquito, solo hasta que ella misma entendió el porqué de su emoción al ver a esos muñecos<br />

vivos: Miró a su hijo y no pudo evitar que sus ojos se humedecieran. Era uno de ellos.<br />

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Relatos<br />

El Mingo Echeverri, periodista especializado<br />

Eduardo Pérsico<br />

Página 18<br />

Alguien dijo ‘tango viene de tangó, voz de los esclavos africanos’, y el Mingo<br />

le suscribió ‘sí, y también fue muy bailado por los griegos. ¿No se acuerdan<br />

cómo milongueaba Sócrates?’. Y en ese entrevero semántico se mezclarían<br />

raíces, esencias y vocablos sin mucho destino. ‘Ya debería saberse que ni los<br />

militares consiguieron prohibir la sensibilidad al Mingo Echeverri cuando dispuso que a Buenos Aires<br />

la inventaron cien locos, cien tipos aburridos cerquita <strong>del</strong> suicidio’, recitó un gordito y ahí el grupo<br />

entró de lleno a recordar al Mingo, el más grande, atemporal y atávico vate de la lírica nacional ciudadana<br />

y popular más conocida, y de la otra vaya uno a saber. Porque aunque él siempre dijera que<br />

tango era el de antes sin precisar ninguna fecha, incluída la semana pasada, antes de 1890 el Mingo<br />

Echeverri ya sostenía que el auténtico tango nació cuando los autores famosos compraban sus partituras<br />

a inspirados creadores, unos flacos con corbatín y todo, que vendían tangos por un bife más<br />

medio litro de vino tinto, y si la obra tenía éxito el autor podía reclamar luego las papas fritas. Aunque<br />

los herederos <strong>del</strong> gran Francisco Canaro juraron que este no hizo gran negocio porque al sumarle<br />

los tangos comprados en la fonda, el hombre debió gatillar más de trescientas comidas y al fin le<br />

hicieron un baile a beneficio para salvarlo.<br />

No sólo esos chis<strong>mes</strong> conoce el Mingo, por tratarse sin duda <strong>del</strong> inventor, descubridor, duende de la<br />

noche, patrón <strong>del</strong> espíritu popular, la poesía callejera y la mufa sensiblera que respira nuestra Reina<br />

<strong>del</strong> Plata. Y tanto es así que en una noche en un fondín de Pedro Mendoza y envuelto por las nieblas<br />

<strong>del</strong> Riachuelo, este genio creador descubrió el más categórico giro literario que llevó de un viaje a la<br />

canción porteña canción de Buenos Aires, a ser universal. Sin ayuda y ahí solo, a solas solo, el Mingo<br />

Echeverri eternizó de un trago la hermandad de bandoneón con corazón, - o al revés, según- imbatible<br />

rima que ni al mismo Bécquer se le cruzara por el mate. Una genialidad absoluta que a la misma<br />

Malena, que él la iniciara en cantar el tango con voz de sombra en un bulín de la calle Ayacucho, le<br />

emocionó hasta el tono oscuro de callejón, esa inflexión recibida <strong>del</strong> Echeverri y luego el gordo Manzi<br />

registrara a su nombre. Pero bué, esas cosas; por eso sin el Mingo no hay historia popular ni otro<br />

menjunje que se le parezca, y todo lo dicho, pensado o a decir carece de valor ni sentido. Es que las<br />

definiciones <strong>del</strong> espíritu, la esencia y las ‘almáticas’ le pertencen todas; desde el alma <strong>del</strong> arrabal, el<br />

alma popular o el alma de Buenos Aires, ciudad única en el mundo que tiene, salieron de su frondosa<br />

imaginación. Y en eso el único renglón de conflicto resonó al instituir el alma <strong>del</strong> bandoneón; muchos<br />

músicos se agarraron a piñas para conectar el ‘alma’ sólo a su instrumento y él, hombre de paz, los<br />

dejó que se mataran. Tampoco participó en la discusión por apropiarse deo origen, la esencia, el<br />

espíritu y los perfiles <strong>del</strong> tango más otras intoxicaciones, que para él, un gigante, era mínimas. Tan<br />

fue así que en una clase magistral de la suyas apuntó ‘discutir la esencia trae mal olor’ y lo ovacionaron<br />

durante horas. O más o menos.


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Relatos<br />

El afilador<br />

Toño Morala<br />

"El afilaaaaadorrrrr!!!! El afilador, llega, ha llegado el afilador, el afilador ha<br />

llegado para afilar sus cuchillos, navajas, tijeras… "Se arreglan paraguas!!!<br />

Página 19<br />

Vocea y toca el siflo por las calles de pueblos y ciudades; las madres bajan de<br />

todo, tan pronto cuchillos, tijeras, navajas…todo artilugio que necesite un buen afilado, como otros<br />

utensilios domésticos; lecheras a las que el mango de madera se le ha roto de tanto uso y que el afilador<br />

en el invierno a base de paciencia y berbiquí, siempre llevaba en la pequeña caja de herramientas.<br />

La rueda siempre a punto, como también la piedra de siles y la lata con agua para asentar. Decir<br />

que la mayoría tenían cortadas y dobladas hacia adentro aquellas latas de aceite “La Giralda” con<br />

una pequeña asa de alambre. Decir que a los niños nos encantaba ir detrás <strong>del</strong> afilador por el barrio<br />

o pueblo y oírle tocar el siflo; oficio ambulante y artístico, pues hacían verdaderas obras de arte a<br />

base de imaginación y experiencia. Paraguas de pobres que el viento o el excesivo uso malograban<br />

en inviernos lluviosos, y que pacientemente reparaban los afiladores a base de alambre muy <strong>del</strong>gado,<br />

varillas viejas que tenían que dar la medida justa y finales de bola para sujetar la tela. Muchos<br />

eran solitarios y venían de tierras <strong>del</strong> sur de Galicia, la morriña y la sombra de los castaños la llevaban<br />

a cuestas. A veces dormían en las tenadas o cambiaban trabajo por cena y cama en las fondas;<br />

eran fieles de un año para otro, y solían respetarse entre ellos, había un código ético y mucha familiaridad<br />

entre los pueblos y los afiladores, llegando incluso a emparentar y forjándose dinastías de<br />

afiladores allende los mares.<br />

“Detrás de mi rueda voy por caminos olvidados/en busca de una aldea/en busca de afilados/ De noble<br />

madera hecha/y por un buen artesano/fiel amiga y compañera/mimada está por mis manos/<br />

Rueda de afilar, amiga/a ti te lo debo todo…”<br />

De un viejo afilador…sacando chispas al hierro. “Mi , mi hermana, mi compañera y amiga,<br />

la que me da de comer y mantiene a la familia”.<br />

Y así transcurría el tiempo de los afiladores, de primeros de abril a finales de la caída de las hojas.<br />

Un viernes que era mercado en la plaza mayor, estaba Manolo el hojalatero estañando una cazuela,<br />

cuando aparece un cochazo largo y negro, alguien de ministerios o gobernación, vaya usted a saber…<br />

mira y guiña al afilador que estaba a su lado y le dice…”Ay que ve mare mía…ande hemo llegao los<br />

metalúrgicos…”


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Relatos<br />

Coquito y los PNPeos<br />

Carlos López Dzur<br />

«Yo soy millonario y si voy preso, cuando salga, voy a seguir siendo millonario»:<br />

José «Coquito» López Rosario, narcotraficante, asesinado el 29 de julio, 2006<br />

Página 20<br />

Una de las cosas que él supo, antes de su asesinato, fue que la democracia no<br />

existe. Que la toma de decisiones en procesos públicos no es cosa de pueblo,<br />

sino de élites de poder. «¿Quieres poder? Ten dinero, o tu pandilla, organiza cómplices». El poder<br />

llama al poder, «prepotentemente».<br />

El poder es un ritual de magia en el Cuarto Oscuro. O la Cueva de Ladrones. Una transacción de fuerzas,<br />

el poder y sus direcciones, que hay que discutirla, sin que otros / rivales / oigan, porque sin violencia<br />

no hay poder. Los términos de violencia ejercida y tolerada se hablan en secreto, «no sea<br />

que nos avergoncemos, si todavía tenemos una pizca de calor en la cara».<br />

Y él llegó a ser como esos que, por privilegiados, se aupaban en medio de la exuberancia y con todo<br />

«a la mano» / servido más abundantemente como el agua que fluye, de regreso, al mar. Comida,<br />

fuentes de energía, ropa, dinero, confort / vivienda / la tenía como ellos. Fue su cultura incentivo<br />

para el desperdicio, «para tirar o malgastar» y presumir.<br />

Y él tenía su pandilla y sentido / logicidad / para organizar sus transacciones, no sólo con una treintena<br />

de vendedores activos, pagaba sicarios eficaces y obedientes. Los concentraba en el área de<br />

Carolina y San Juan. Y, cuando todo iba como deseaba, se internaba en Torres de la Sabana y, con<br />

los amigos, echado en el sofá, se daba el trago, miraba por una terracita su poder, algo de calma<br />

geografía, a más <strong>del</strong> caserío. El no era de los que se mofara <strong>del</strong> saldo de sangre que se derramara<br />

cuando se cumplía el trabajo sucio que se debe hacer. Se calcula que su pandilla está asociada a<br />

tres decenas de muertos. Y, si buen tuvo suerte que, a lo largo de diez años, sólo por una le echaron<br />

el guante, lo cuestionaron, «se me jodía, se hostigaba a mi gente». Mas, en realidad, no fue enjuiciado.<br />

El ritual que se debe cumplir siempre lo discute, con franqueza clarificadora, con quienes<br />

compete. El también protege al protegerse a sí mismo.<br />

Tenía ya una forma de organizar la inteligencia. Eso es lo que da el poder. organizar la información,<br />

adquirirla y pagarla. A un agente policíaco le dijo: «Yo pago bien por la información; pago bien gordo».<br />

«Si tienes el dinero, compártelo generosamente con tu padilla, organiza cómplices; no que tenga<br />

él una pistola para cuidarte la espalda, en peligro de muerte; digo que para cosas benéficas y generosas<br />

tengas cómplices». El poder llama al poder, se vincula al poder «prepotentemente», la mayor<br />

parte de las veces; pero con el poder se compra la impunidad, que da paz y disfrute. Que es el<br />

mejor de los bienes, libertad. El poder es ritual de magia en el Cuarto Oscuro. «Te dije: la Guarida;<br />

pero no se puede vivir exclusivamente para el poder».<br />

(Continúa en la página 21)


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Relatos<br />

Página 21<br />

Una de las guaridas de López Rosario, según creció como adolescente en el interior de Carolina, fue<br />

cualquier parque o predio donde pudiera jugar el béisbol y se sabía su capacidad para jugarlo y otra<br />

afición como fue acercarse a los cómplices, de quienes dijera que le facilitaban la impunidad de su<br />

quehacer. Es la gente que, con información que se paga, colabora. «Te tranquiliza ante la presión <strong>del</strong><br />

enemigo local. La competencia. El rival».<br />

Cuando habla sobre enemigos, en realidad, incluye en la noción muchas cosas. «El enemigo es la pobreza<br />

misma que origina el capitalismo y la democracia». Desde el final de los '80 y los sucesivos<br />

años <strong>del</strong> '90, dijo que la «guerra contra la droga» y la Mano Dura de Rosselló era su enemigo. Tenía<br />

muy claro quién era Pedro Toledo y la injusticia con que se dispuso a arrestar a mucha gente, falsamente<br />

descrita como mafia, productores y distribuidores de drogas. «Vi muchos que murieron y haría<br />

responsable a Toledo de sus ejecuciones».<br />

De un senador azul como Héctor Martínez y otros dos legisladores, Lornna Soto Villanueva y Epifanio<br />

Jiménez, requirió informaciones. Pagó, colaboraba con el patrocinio<br />

de música de reggaetón para divertir a niños de sus<br />

comunidades. También repartió dinero a policías. Y dio crédito<br />

cuando los negaban los bancos. No quería ser usurero. Quería<br />

ser cooperador y enviar un mensaje. «Cuando el ciudadano no<br />

puede obtener crédito fácilmente, es que la economía de su<br />

país se jodió. A veces es necesario un pirata, como aquellos de<br />

San Germán, Cofresí o el negro zapatero, Henríquez, que llegara a ser más rico que el Gobierno colonial<br />

de España».<br />

Estaba tan consciente y no fue necesariamente presunción cuando dijo: «Yo soy millonario y si voy<br />

preso, cuando salga, voy a seguir siendo millonario», pero se lo dijo a otros, a sus presuntos<br />

«beneficiados y complicados cómplices». No puedo confiar en los bancos. «Si voy preso, entregan lo<br />

mío a mis carceleros. O lo roban para sí. Ningún banco es honesto».<br />

Una de las cosas que él supo, antes de su asesinato, fue que el capitalismo no es puro ni favorece a<br />

los pobres. El banco capitalista, la banca hipotecaria, destroza muchas vidas en Norteamérica y<br />

Puerto Rico. Saben a quien dar o no dar un préstamo y a quiénes y cómo robarles. Patrocina, en adición,<br />

el financiamiento de proyectos que la mayoría de los trabajadores, sin el poder adquisitivo para<br />

comprar, no puede. Hipotecas tóxicas.<br />

«Te meten, sin embargo, en el embrollo, con el fin de joderte. Esperan el momento preciso».


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Relatos<br />

Cuentan con información para la estrategia <strong>del</strong> tumbe y la extorsión, es lo que infiere.<br />

Página 22<br />

A Coquito todo el mundo lo quería, a excepción de quienes le mataron. Y si presumía / «Yo soy millonario<br />

y si voy preso, cuando salga, voy a seguir siendo millonario», no lo mueva la jactancia. Suele ser<br />

piadoso. Se pasea por el Capitolio y, cuando de sus millones disfrutó en público, fue generoso hasta<br />

con la competencia; eso sí, sepan que llevaba en la cintura una pistola Glock, debidamente autorizada<br />

gracias a que, por gestiones <strong>del</strong> senador Martínez, fue que obtuvo el permiso. Tenía amigos entre<br />

la oficialidad de la Liga Atlética Policíaca en Canóvanas, y con José Chemo Soto, el alcalde-Caza-<br />

Gárgolas, matador de chupacabras y su hija, compartía sus homenajes.<br />

La DEA federal lo investigó entonces, «pero ni me preocupa ni importa».<br />

El ya tiene suficiente dinero para cuidar de la familia, la organización<br />

de sus beneficiarios y cómplices. Y declaró a la policía<br />

misma, como conocedor <strong>del</strong> negocio, que los pejes grandes son los<br />

gobernadores (hablaría de Puerto Rico, claro) y, a nivel internacional,<br />

los presidentes. En el terreno federal, estadounidense, los negocios<br />

grandes, narcotráfico al mayor, se hacen con y por ellos. A<br />

nivel de la DEA y el FBI sí se tolera un tráfico local, poquitero, al detal;<br />

pero, detener y piratear la mercancía de colombianos, venezolanos,<br />

mexicanos o compartir como consocios el lucro es agenda y<br />

territorio de elllos. De gente como Pedro Toledo dijo que le faltaría buenos hígados y riñones para<br />

cazar los <strong>del</strong>incuentes verdaderos, «él se caga, todo lo suyo es tan flojo, policíacamente es un tonto<br />

y deja que los federales lo neutralicen y lo pongan en su triste rol de pendejo».<br />

Dijo que, en Puerto Rico e Islas Vírgenes, el uso <strong>del</strong> Servicio Postal, Express Mail u otros medios de<br />

correo, ya no funcionan a los traficantes de droga. Los paquetes se interceptan, de modo que los<br />

federales se lo roban todo máxime si se envían tales paquetes desde Puerto Rico con destino a Connecticut,<br />

Massachusetts, Nueva York, Pennsylvania y Florida central. También habló sobre el lanzamiento<br />

de droga desde aviones («air drops») y las lanchas rápidas como algo en desuso. En esta isla,<br />

el transporte de la droga por furgones, si llega <strong>del</strong> extranjero para nuestro consumo, ¿quién se lo<br />

reparte? ¿Quién realmente lo examina que no sea la policía federal? ¿Por qué se queda tal droga y<br />

se vende? Ya se queda. Crece el mercado al detal, con más policías que <strong>del</strong>incuentes y no conviene.<br />

La lógica que hilvana es que en Puerto Rico es imposible que el narcotráfico exista sin la complicidad<br />

<strong>del</strong> gobierno. «Y los federales son la Fuente Matriz. La AlQaeda».<br />

«Te hablo sobre ésto, la dura competencia, porque yo, en el negocio lo he visto todo», dijo. «Pero no<br />

soy yo, en este instante, quien tengo submarino, indetectables para los radares y perseguidores.<br />

Tampoco el contacto con las redes policíacas federales y las aduanas enemigas?»<br />

(Continúa en la página 23)


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Relatos<br />

Página 23<br />

No es que está asustado. Durante el decenio <strong>del</strong> noventa, cuando<br />

entró a las medianas ligas de la mafia, fue exitoso. Y, por aquello<br />

de ser uno de los buenos «nenitos pnpeos», guardó sus buenas<br />

relaciones con los senadores por Carolina, no presiona más de lo<br />

que conviene a Héctor Martínez y Lorna Soto. Le gusta educarse<br />

un poco para saber a quien realmente, si le tocara matarlos,<br />

hacerlo sin pena. Total, ya le achacan más víctimas que las que<br />

matara. Incómodos asesinatos. Coco fue acusado de dos tentativas<br />

adicionales, ocho violaciones a la Ley de Armas y, por otras<br />

cuatro infracciones a diferentes artículos <strong>del</strong> Código Penal.<br />

En total, cuando dio con sus huesos en cárcel, o se le detuvo, fueron 15 las acusaciones agrupadas en<br />

cuatro procesos distintos durante muchísimo años, pero, en el Tribunal de Primera Instancia de Carolina,<br />

se le protege. El dinero canta y él lo canaliza en aras <strong>del</strong> disfrute de la libertad No ha pasado en<br />

cautividad un solo día. No fue milagro que se le absolvía. Costó dinero.<br />

En ocasiones, él ha visto a Jiménez y Martínez cuando se comportan 'perdidizos' y exhibir el ojo ciego<br />

para no ver, temor a los federales. Lo mismo hace la hermosa Lorna, como si le insinuara: «No te conozco;<br />

ya no te debo nada». Sin embargo, él financiaba las campañas de todos, hasta <strong>del</strong> padre de<br />

ella, Chemo el Loco. El caza-gárgolas y alcalde.<br />

A veces lo que le gusta es que vean lo que él ha aprendido en esos mundillos peligrosos. No es para<br />

que le cuenten lo que es nacer en Puerto Rico y, con los federales, pisando los talones de todos.<br />

Cuando el senador Martínez le cargaba la nota echando prácticamente la entera culpa a Acevedo Vilá<br />

sobre lo que ocurre en el país, es decir, la crisis, Coquito lo ubicaba: «Mira, tengo 30 años y no me<br />

mamo el dedo». Comenzaba un análisis sobre la salida de las empresas que antes se albergaron bajo<br />

la sección 936 en Puerto Rico. Estas compañías, como sanguijuelas, chuparon por decenios y por las<br />

vías de una exención contributiva local y federal cuanto beneficio pudieron, y en cuanto a las ganancias,<br />

siempre y cuando estuvieran invertidas en Puerto Rico, también se les amparaba, sin el pago<br />

de contribuciones y mano de obra barata.<br />

En el 1995, fue el Gobernador Pedro Rosselló, el Congreso de los Estados Unidos y otros intereses<br />

quienes eliminaron la sección, y se cortan los fondos automáticamente, se desmanteló una base<br />

económica, porque se fueron, se mudaron para ya no servir a la isla ni dar siquiera un empleo malo.<br />

Concluye que lo que Acevedo Vilá, el gobernador de la Pava, heredó fueron diez años de vida en<br />

asfixia, quiebra, la agonía que extingue a las 936. «Empresas que se van a China o el Carajo y quiebran<br />

crédito y solvencia de Puerto Rico». «¿Viste cómo pusieron a Aníbal contra la espada y la pared?»<br />

(Continúa en la página 24)


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Relatos<br />

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Una de las cosas que él supo, antes de su asesinato, fue que las fronteras de su país, su dependencia<br />

de la democracia, el político honrado, ideologías americanas, el discurso de redentores, el partido<br />

que se le pegue la gana considerar como suyo, la Estadidad, el gringo generoso con su Welfare, todo<br />

eso, la colonia es una mierda en la que no debe creerse... «Regardless of the party in power, they<br />

are all crooks», le dijo. «y no es una defensa de Acevedo Vilá, menos de Roselló y Fortuño».<br />

El 23 de julio, 2006, a pocos días de hablarle así, a su amigo Martínez, Coquito fue alcanzado nueve<br />

veces en diversas partes de su cuerpo por una ristra de balasos. Él Centro Médico, donde él permanecía<br />

para cuidado intensivo, por seis días, estuvo tomado por la policía como si se tratara de un<br />

cuartel. Y eran muchos los que, diciéndose amigos, si pensaron en él fue con el deseo de que se acabe<br />

de morir. «¡Nueve tiros, carajo, y no se muere!»<br />

Línea 3<br />

Rubén Sancho<br />

Relato extraido de la colección de relatos “Un lugar llamado Fracaso” (Bubok, 2009)<br />

Abrumadora rutina. Ocho y cuarenta y seis de la mañana. Sobre los asientos de pretensiones estéticas:<br />

el cuarentón barrigudo con escasez capilar y tímida mirada escondida tras protección progresiva<br />

de lentes devastadoras para apariencia; la rubia pasional luciendo vestido que no se puede permitir<br />

en un intento de ofrecer añadidos innecesarios a su perenne belleza; y el estúpido cajero <strong>del</strong> supermercado,<br />

desprovisto de uniforme, desprovisto de dignidad, adiós autoridad, hola insignificancia. De<br />

pie, sujetando el cristal, el tipo huido de las películas de pandilleros luchando con excesivo chicle de<br />

manera tan violenta que amenaza rotura maxilar. A su lado. Presuntuoso. Arrogante. Altivo. Yo. Misma<br />

gente. Misma hora. Misma pinta. De lunes a viernes. De enero a diciembre. De Griffith a Amenábar.<br />

De Cervantes a Monzó. Inmenso. Ruidoso. Azul. Sobre todo, azul. Pero no un azul evocador. Un<br />

azul urbano. Llega, se detiene y abre sus puertas. Invita a subir como la noche invita al sueño. Sueños<br />

de soledad en vasta familia anidan en el simple cerebro <strong>del</strong> calvo barrigudo. El primero. Una victoria<br />

en una vida de derrotas. No paga. Luce orgulloso su tarjeta de transporte como muestra de su poder<br />

ficticio. La rubia se levanta y el Travolta de andar por casa fija su patética mirada en aquel trasero de<br />

orígenes divinos. Efecto imitación. La lascivia de la inocencia. Volcanes emanando lava en pétreos y<br />

gélidos caparazones. Reina <strong>del</strong> hielo. Pasión glacial. Sueños eróticos con embarazosos deshielos. Introduce<br />

el bono-bus. Enfermiza metáfora. El habitante de la caja número cinco <strong>del</strong> supermercado de<br />

la esquina de la Mari entra sonriendo, más por una costumbre adquirida que por su evidente necedad.<br />

Sal Mineo con vocación de Ja<strong>mes</strong> Dean paga el importe con un billete de 50 euros. No podía ser<br />

de otra manera. Pretencioso complejo de inferioridad. El conductor se afana en buscar el cambio repasando<br />

mentalmente las ventajas <strong>del</strong> empleo. Psicología de bolsillo. Intercalo una mirada cómplice<br />

e inteligente con la rubia. O al menos a mí me lo parece. Metodología de la ciencia. Mismas causas,<br />

mismos efectos. Repito mirada fija. Indeferencia total. Sólo fue fruto <strong>del</strong> azar. ‘Y cincuenta’, dice el<br />

circunstancial cobrador con soniquete de burla. Introduzco el bono-bus. En mis bastas manos el acto<br />

(Continúa en la página 25)


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Relatos<br />

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carece de todo sentido. Me siento al final, avergonzado por mis pensamientos. Mi rodilla golpea, es<br />

golpeada por uno de los asientos, por culpa <strong>del</strong> repentino arranque de la maquinaria. Dolor nauseabundo.<br />

Castigo de Dios. Todo final tiene su inicio, todo inicio su final, y el final <strong>del</strong> inicio no es más<br />

que el inicio <strong>del</strong> final. Maldito poeta. Sueños literarios que nunca comienzan por miedo a un repentino<br />

final. Cobardía. Terror. Falta de talento en el horizonte. Vivir con esperanza. Vivir la realidad. Dicotomía<br />

brutal. Inmenso vacío <strong>del</strong> folio en blanco. Historias abstractas que no concretizan en palabras.<br />

Mi tío pasa por <strong>del</strong>ante <strong>del</strong> cristal. Saludo con desgana y escapo momentáneamente de pensamientos<br />

recurrentes. Regresa la música. Ella es rubia y en la cama es una furia. Absurda melodía. ¿Dónde<br />

la he escuchado? Solo recuerdo el estribillo, repetido una y mil veces. Banda sonora de mi rutina.<br />

Mi colegio. Paramos sin <strong>del</strong>icadeza. Nuevos pasajeros. Nuevas vidas embutidas en un repetir constante.<br />

La vieja loca <strong>del</strong> 56 pretende subir las escaleras con la ayuda de sus hijas, en edad de cuidar<br />

nietos en lugar de madres. Pepe y una chica floreciendo en la pubertad. Desgarbada figura él, bomba<br />

de relojería en inacabados trazos ella. Tímida mirada él, ojos mefistofélicos ella. Ana, la mamá de Jaime.<br />

Adorable criatura. El niño. Atracción sexual. La madre. Experiencia y madurez, mezcla explosiva.<br />

Un asiento vacío junto a mí. Telepatía. Éxito esquivado. Se sienta junto a la rubia. La belleza atrae a la<br />

belleza. Dios las cría y ellas se juntan. Nefasto refrán. Pavor. Las viejas se aproximan. Cuatro sillas libres<br />

<strong>del</strong>ante de mí. No dudan en ocuparlos. Las puertas se cierran con ese ruido tan especial. Ella es<br />

rubia y en la cama es una furia. El trayecto sigue por Hilario Goyenechea. Semáforo en rojo. Regio<br />

poder para un solo color.<br />

Color de la vida. Física y política. Sangre que fluye. Ideas que traspasan fronteras. Doble circulación.<br />

Circulación simple. Arterias y venas. Mercancía Dinero Mercancía. Pensamiento único. Contradicción<br />

<strong>del</strong> capitalismo. Futuro incierto. Hematoma social. Lucía. Demasiado tiempo. Me pego al cristal para<br />

ser visto. Ella me ignora. Historia de mi vida. El rojo torna verde. Se aleja por el efecto doble <strong>del</strong> movimiento.<br />

Mantiene la belleza. Gesto adusto y serio. Sensualidad reprimida. Habrá terminado la carrera.<br />

Cuatro años atrás. Piso de estudiantes. Juergas sin final. Lupanar improvisado. Compra-venta<br />

de sentimientos. Mercadeo adolescente. Globalización primigenia. Recuerdos que golpean mi sien<br />

con sarcástica dureza. Gritos.<br />

¿Ha cogido usted las pastillas?<br />

Una vieja pretende hablar con la vieja loca a través de su falta de audición. Pregunta tardía. Conversación<br />

fosilizada que se aproxima. Todos la oyen. Nadie se gira. Miedo a incómodos intercambios de<br />

miradas. La vieja loca asiente varias veces. Mecanismo para autoconvencerse, más que para comunicar.<br />

Las viejas se miran entre sí. Compañeras de viaje en su prisión. El campo <strong>del</strong> INEM. Innumerables<br />

tardes de fútbol robadas al Estado. Quien roba a un ladrón. Saltas una valla y el paraíso en forma de<br />

pista. Coto privado de juego.<br />

(Continúa en la página 26)


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Relatos<br />

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Ayer llamó mi hijo.- Una de las viejas, la que se apiada de mí ofreciéndome la visión de su espalda,<br />

habla con la vista perdida en la ventana. Su voz me suena.<br />

¿Qué tal le va? – La otra vieja se da por aludida. Ambas conversan protegidas en la tapia <strong>del</strong><br />

silencio. Extraño concepto. Anhelamos el silencio cuando no lo podemos tener y lo odiamos<br />

al poseerlo. Condición humana <strong>del</strong> desencanto. No. Aristóteles. La virtud en el justo<br />

medio. No a los extremos. Triunfar en la mediocridad. Deprimente filosofía de vida. Educación<br />

recibida.<br />

Mi instituto. Remo<strong>del</strong>ado. Diferente. Nuevos bloques, menos zonas verdes.<br />

Novillos consentidos. Origen de la vida. Menos Darwin y más Torres<br />

Villarroel. El origen de las especies en versión disléxica. Un primer beso,<br />

una primera cerveza, un primer porro,… Un comenzar a vivir. Sube un tipo<br />

gordo con bigote afeminado. Saluda afablemente. Ocupa el trono junto a<br />

las guapas oficiales <strong>del</strong> lugar. Por declaración unánime <strong>del</strong> jurado popular<br />

unipersonal. Paradoja egoísta. Carmen, la zorra de San José, engaña al<br />

conductor sobre la edad de su hijo. Traga. Ella sonríe coqueta. Dominio<br />

<strong>del</strong> juego sexual. Dominio <strong>del</strong> mundo. La mano que mece la cuna. No. La mirada que envilece el pene.<br />

Rencor en carne viva. Quince años. Inocente. Confiado. Entusiasta. Periódico juvenil con miras<br />

literarias. Amistad inicial. Odio final. Patrocinador con ansias de reconquistar el corazón de una hija<br />

perdida por los recovecos de la adolescencia. ¿Por qué todas las hijas tienen amigas? El espíritu de<br />

Nabokov. Se necesita un director. Dos candidatos, un puesto. La amiga y yo. Yo y la amiga. Balanza<br />

inclinada hacia a mí. Actúan las hormonas. Duración final <strong>del</strong> proyecto: dos <strong>mes</strong>es. Fracaso iniciático.<br />

Misoginia eterna.<br />

Dice que se ha comprado un ático.- La vieja continua alabando a su hijo. La recuerdo. Maruja.<br />

La madre de Marcos, el lanas. No habla con ella desde hace cinco años. Amor de madre.<br />

Incondicional. Incomprensible.<br />

¿Y en qué dices que trabaja?<br />

Es el capataz de una empresa de construcción.- Peón de albañil. Vaya pieza. Jamás viviría en<br />

un piso construido bajo su mandato. Un ático. Último piso <strong>del</strong> infierno, con vistas a toda la<br />

mierda de la ciudad. De niños fuimos amigos. Amistades infantiles. Efímeras. Robábamos<br />

juntos el dinero <strong>del</strong> monedero de su madre. Nunca los billetes grandes. Evidente. Unos<br />

caramelos, unas patatas fritas y a espiar a las parejas de la vía. Tras la valla. Aguardando el<br />

momento. Él se acerca a ella. Ella se abandona. Ahora. Piedras que caían alrededor de los<br />

enamorados y provocaban la ira <strong>del</strong> novio, excesivamente excitado. Luego nos distanciamos.<br />

Él se estancó en aquellas diversiones. Yo quise evolucionar hacia una vida más compleja.<br />

Error fatal. Nos divertíamos de verdad. Sin complicaciones, sin motivaciones, sin<br />

conciencia. Embarazo. Huída a Madrid.<br />

(Continúa en la página 27)


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Relatos<br />

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Malena. Busco de reojo su balcón sin esperanzas de encontrarla. Parada innecesaria. No sube nadie.<br />

Es nombre de tango. Como la película. Nunca lo había oído. El tango. Ni el nombre. Fue en clase. Primer<br />

día. Un nuevo curso. Malena Vicente. Presente. Amor a primera vista. Mentira. Atracción puramente<br />

física. Ojos claros. Gafas intelectuales. Labios prominentes. Dientes alineados de blancura<br />

morbosa. Sonrisa inteligente. Pechos incipientemente prometedores. Caderas sin formar. Deseo juvenil.<br />

Amor conformista. Una caricia. Simple roce de vello púbico. Público. Castidad impura. Con la<br />

iglesia hemos topado. Educación religiosa eficaz. Dos años de salvaje onanismo reprimido y represor.<br />

Relación apastelada con visos de boda en Catedral. Explosión final. Infi<strong>del</strong>idad inevitable. Cinismo<br />

galopante. Los artistas tienen que experimentar sensaciones nuevas. Pobre de mí. Aún me estremezco<br />

cuando la veo. El quiosco de enfrente luce la prensa deportiva. Me esfuerzo en leer los titulares.<br />

Sensacionalismo gratuito. Páginas enteras para temas que solo requieren una columna en un mal<br />

periódico de escasa tirada. Atracción inexplicablemente física. Algo de que hablar. Mens sana in corpore<br />

sano. O algo así. Nunca aprobé latín. Maldita vieja insatisfecha. El deporte en carne propia relaja<br />

el cuerpo y libera tensiones. En cuerpo ajeno iguala capacidades intelectuales. Cualquier idiota<br />

habla con propiedad sobre cualquier deporte. Cualquier pseudointelectual no dice más que estupideces<br />

sobre cualquier deporte. Yo me quedo con el sano vicio de cualquier mejor cualquiera. Cruce para<br />

bajar por Joaquín Rodrigo. La calle. Memoria de accidente. Exceso de velocidad provocado por la<br />

sangre en el alcohol y la hipocondríaca necesidad de impresionar a las féminas. Un currante se despide<br />

con un forzado beso en la mejilla de su mujer. Arranca su furgoneta con la traumática dificultad<br />

provocada por las heladas invernales. Enciende la radio. La jungla de asfalto. Falta de atención. Frenos<br />

que chirrían acercándose sin remisión a un resultado poco satisfactorio. Tremenda colisión sin<br />

graves consecuencias. Una y no más, Santo Tomás. La tercera vía para llegar a viejo parte de la sobriedad<br />

<strong>del</strong> conductor. Ni comunismo, ni capitalismo. El hijo de la mamá se levanta y es reprendido<br />

con dureza. La rubia saluda a un chico que camina por la calle. Iracundo ataque de celos. Con lo feo<br />

que es. Ella se merece algo mejor. A mí.<br />

Campo de tiro. Una chica joven cruza azorada la calzada gesticulando exageradamente para ser vista<br />

por el conductor. Él sonríe. Se siente poderoso. Logra subir. La segunda mujer más fea que haya visto<br />

en mi vida. La primera fue una que subió en esta misma parada dos días atrás. Un momento. Mismo<br />

lugar. Misma hora. Mismo aspecto. Sin duda. Sería la misma con un mal despertar. Enhorabuena.<br />

Copa usted las dos primeras posiciones <strong>del</strong> pódium. Desvío la mirada hacia las instalaciones <strong>del</strong> campo<br />

de tiro. Tiro de mi infancia. Horas apostadas en la puerta tratando de burlar al vigilante y poder<br />

jugar en su excelso frontón. Juegus interruptus. Nunca más de cinco minutos. La realidad de la diferencia.<br />

Odios que comienzan a incubarse. Jacinto, el pijo. Padre rico. Abogado ahogado. Mercedes,<br />

su madre, su coche. Sueños infantiles de formar parte de los elegidos. Elegidos para el futuro. Futbolista.<br />

Médico. Astronauta. Jefe. Barrendero. Bombero. <strong>Escritor</strong>. ¿<strong>Escritor</strong>? ¿Quién ha dicho escritor?<br />

Si no quieres jugar lo dices. Sueño recurrente. Entro en la Plaza por el Corrillo. Pantalón negro y camisa<br />

azul urbano. Terrazas repletas de gente que finge divertirse. Guiris tumbados al sol como cangrejos<br />

sin escrúpulos. Un tarado recitando la palabra de su Dios. Paseo. Relajado. Suave brisa<br />

(Continúa en la página 28)


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Relatos<br />

Página 28<br />

sobre mi rostro. Al fondo, en una <strong>mes</strong>a <strong>del</strong> Novelty, la veo. Una chica morena, de ojos verdes, con<br />

nariz aguileña, cejas en perfecta comunión y una enorme verruga en el mentón. Tercer puesto en el<br />

podium. Lo siento, no se puede ganar siempre. Reluciente. Esplendoroso. Mi libro. ‘Nedlaw’. Vanidad<br />

de autor. Paso varias veces cerca de ella para ser reconocido. Caso omiso. Ensimismamiento total en<br />

la historia. Claro. Ataque directo. De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso. Hola. Mirada de<br />

asombro. Rectifico. Mediocres ojos castaños. Ojos tristes. Ojos sin amor. ¿Te gusta el libro? No me<br />

reconoce. Tendré que obligar a mi editor a que coloque una foto de mayor tamaño. Un momento.<br />

No. Mejor así. Podré hablar con total sinceridad de mi libro. Abundancia posesiva. Sonríe tímida. No<br />

contesta. La miro interrogativo. Tiene algo que la hace especial. El acné. Es un gran libro, dice. Mi ego<br />

se dispara. Voz gangosa y revoloteo descompasado de los brazos. Camareros asustados por el inminente<br />

accidente. Recoge la esencia de la realidad, la belleza de la vida y la crueldad <strong>del</strong> ser humano,<br />

lo mezcla todo y lo ofrece en un lenguaje genialmente poético, recita sin gracia. Empiezo a levitar. Es<br />

lo mejor que he leído en mi vida, insiste. ¡Basta!, por favor. Ya no quepo en mí. Absurda mano derecha<br />

que golpea uno de los vasos semilleno de un viscoso líquido verde agua. Semivacío. Torpe mano<br />

izquierda que no evita el desastre. Libro que cae. El primero se derrama sobre el segundo. Cubierta<br />

humedecida. Mi nombre se emborrona y comienza a surgir otro diferente. Plagio en directo. Tiemblo<br />

de ansiedad. Despierto y veo a mi madre zarandeándome sobre la cama. Sólo los estúpidos tienen<br />

pesadillas a partir de sus propios sueños.<br />

Las piscinas. Lugar vedado por el imperio <strong>del</strong> culto.<br />

Abundancia de gente en la parada. Insuficientes asientos.<br />

Fin de la soledad. Suben dos chicas jóvenes con carpetas<br />

empapeladas de fotos de tipos con el torso desnudo. Un<br />

par de cuarentonas con maridos en el paro. Felipe. Lucía.<br />

Javier. La morena vecina de Javi, el tuercas. Todos dudan<br />

en ocupar mi asiento. Ella lo hace. La morena. Cada día<br />

está más guapa. Veinte años viviendo en el mismo barrio,<br />

encuentros diarios, miradas ambiguas, conversaciones<br />

fingidas ante el espejo. Comunicación nula. Oportunidad única. No se puede escapar. Rebusco en mi<br />

repertorio.<br />

¿Sabes que llevo cinco años esperando este momento? – Demasiado directo<br />

¿Cómo dices?<br />

Sí, el tenerte junto a mí. El poder observarte de cerca.- Ya no hay marcha atrás.<br />

¿Y para qué lo esperabas?<br />

Para comprobar algo.<br />

¿Lo qué?<br />

Si tus ojos eran tan bonitos de cerca como aparentan de lejos.<br />

(Continúa en la página 29)


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Relatos<br />

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Ella sonríe, tímida. Victoria en el primer asalto. La sonrisa de una chica es como la medalla de unas<br />

Olimpiadas.<br />

¿Y cuál es el veredicto?<br />

Culpable, sin lugar a dudas.<br />

¿Y la condena?<br />

Amarme para el resto de tu vida.<br />

Veo que tu segundo nombre es Arrogante, ¿y el primero?<br />

Todos me llaman Romeo, ¿y el tuyo?<br />

Ilsa.<br />

¡Qué pena! No podremos vivir un épico romance medieval.<br />

Aunque, pensándolo bien, mi tercer nombre es Ricardo y todos<br />

me llaman Rick, por lo que podremos vivir un amor imposible<br />

de posguerra.<br />

Pero en ‘Casablanca’ Ilsa se va con Víctor.<br />

Sí, pero ama a Rick, y es tu amor lo que busco, no tu compañía.<br />

Ella es rubia y en la cama es una furia. Otra vez el estribillo absurdo de la presunta canción <strong>del</strong> verano.<br />

Toda melodía es inocente de tal acusación hasta que no se demuestre lo contrario. Ilsa mantiene<br />

la vista fija en sus <strong>del</strong>icadas manos que juegan con un anillo chapado en oro. Tengo que encontrar<br />

algo que decir. Llegamos a la cuesta de los locos. Apropiado nombre para el lugar donde se levanta la<br />

facultad de Educación. Sólo los locos y los sabios quieren enseñar. Pocos sabios y muchos locos. Lugar<br />

elegido para ver la vuelta ciclista. Decenas de corredores. Miles de coches. Instante de visión,<br />

horas de espera. Quince años atrás. Jaime y yo. Subidos a la valla con entusiasmo púber. Perico. Lo vi<br />

primero. Sólo después de mí. Disputa absurda. Hay que saber dar la importancia justa a las cosas.<br />

Años vividos. Condición necesaria, pero no suficiente.<br />

¿Funciona? – Habla sin mirarme<br />

Dímelo tú.<br />

Funciona<br />

Dos policías pretenden dirigir el tráfico. Uno gesticula. Otro articula. Visten de azul. No urbano. Suburbano.<br />

Camuflaje en la ciudad. Acompasan su ritmo con los semáforos como el amante que aguarda<br />

a su amada. Verde pasar. Rojo parar. Ámbar ya veremos. Busco entregado. La mamá ya no está. Bajó<br />

en el puente. Falta más gente. Sólo un punto de atención para mi mente. La morena. Ojos verde marihuana.<br />

Grande Sabina. Labios sonrosados. Facciones agradables. Cejas alineadas. Pestañas vertebradas.<br />

Orejas lobuladas. Pocas cosas igualan la sensualidad <strong>del</strong> lóbulo de una oreja.<br />

(Continúa en la página 30)


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Relatos<br />

Página 30<br />

El lóbulo de dos orejas. Pelo largo y ondulado. Acaricia espalda con erotismo insospechado. Melodiosa<br />

voz. Manos angelicales. Potenciales demonios de pasión. Ropa sencilla. Elegante. Arrogante por<br />

belleza inalcanzable para el vulgo. Venenosa timidez. Abre su diminuto bolso. Rebusca y encuentra<br />

un bolígrafo y un papel. Comienza a escribir un número. De teléfono. El suyo. Mi corazón se dispara.<br />

Balas de esperanza. Proyectiles de la vida. La Gran Vía. Neurosis de la ciudad. Vacía tan temprana.<br />

Sólo trabajadores que siempre llegan tarde y sonámbulos que nunca llegan pronto. El autobús se detiene<br />

en un semáforo. Una vieja con andador empieza a cruzar con tediosa lentitud. Recobro la conciencia<br />

de las viejas <strong>del</strong>ante de mí. Permanecen en silencio. El silencio acumulado de la edad. Por la<br />

ventana veo pasar a Willy, el primo de Juan, el chino. Cada día está más gordo. Un kilo por cada hora<br />

<strong>del</strong> día. Grasas acumuladas. Nunca saturadas. No hay nada peor que un gordo con pretensiones de<br />

guapo. Willy lo es. Habla con la seguridad de los guapos. Con esa insolencia sólo permitida a ellos.<br />

Santa Compaña. El bar. Última parada antes <strong>del</strong> fin. Procesión de ánimas nocturnas en busca de una<br />

última oportunidad. Largas estancias incoloras. Inodoras. Insípidas. Agua de la noche. Ilsa se levanta.<br />

Me entrega el papel con el número de teléfono. Dice que la llame. Me coloco con sus ojos. Me estremezco<br />

de pasión con su figura. Debería de estar prohibido lucir un cuerpo así. Pena de muerte. Directamente.<br />

Sin juicio ni jurado. ¿Cargos? Incitación a la lujuria. Memorizo el número de un solo vistazo.<br />

Guardo el tesoro en la caja fuerte de mi cerebro. Ella se aleja hacia la calle Bretón. Yo hacia la Plaza.<br />

Pero un día nuestros caminos se cruzarán en la encrucijada <strong>del</strong> amor. Demasiado cursi. En lo primitivo<br />

de la pasión. Muy poco sensible. Remordimientos desconocidos. Jimena viene a mi mente. Sólo<br />

amigos grita mi parte masculina. La quieres en silencio, refunfuña mi parte femenina. Miradas perdidas<br />

en reuniones de amigos. Ojos anhelantes con reflejo entregado. Sonrisas esquivas tras muros de<br />

frialdad forzada. Conversaciones ambiguas sin anexos aclaratorios. Ley no escrita. Ex-novias. Los intocables<br />

de Eliott Ness. Ninguno dará el paso. Los dos lo sabemos. Subimos hacia Pozo Amarillo. Despejo<br />

la mente. Mis pensamientos se sumergen en la profanidad efervescente de la cavidad moral.<br />

Plaza <strong>del</strong> Mercado. El autobús se detiene. Lo abandono con un inexplicable sentimiento de culpa. Mi<br />

tiempo ya no me pertenece. El dinero aliena el alma. Ocho horas sin ideas propias. Ella es rubia y en<br />

la cama es una furia. Jauría de mercenarios. Cambiamos la libertad <strong>del</strong> alma por comer a diario. Giro<br />

la cabeza. Lo veo alejarse. Azul urbano. Grandioso. Sonido absorbente. Mastodonte de fin de siglo. La<br />

línea tres.


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Becas y Premios<br />

Por Alexis Navas<br />

www.alexisnavas.com<br />

VI Edición <strong>del</strong> Premio Internacional de Arte Laguna: Pintura, Escultura, Fotografía, Video Arte y<br />

Performance<br />

Página 31<br />

Convoca la Asociación Cultural MoCA (Modern Contemporary Art) en colaboración con el Studio Arte<br />

Laguna. Fecha límite de entrega 11 de noviembre de 2011.<br />

Para más información:<br />

http://www.artelagunaprize.com/index.php/espanol.html<br />

I Concurso Fotográfico la Bicicleta urbana en la Costa <strong>del</strong> Sol<br />

Convoca la Asociación Marbella ByCivic, (Málaga). Fecha límite de entrega 15 de octubre de 2011.<br />

Para más información: http://marbellabycivic.com/fotos/<br />

VI Edición Premio Manzanares de Fotografica<br />

Convoca Ayuntamiento de Manzanares (Ciudad Real). Plazo límite de entrega 14 de octubre de<br />

2011.<br />

Para más información: http://www.manzanares.es/html/ayuntamiento/ampliarnoticia.php?<br />

id=12310<br />

V Concurso de Pintura Aguas de Barbastro<br />

Convoca Aguas de Barbastro. Plazo límite de entrega 19 de octubre de 2011<br />

Para más información: http://www.aguasdebarbastro.es/docs/bases-5-concurso-pintura.pdf


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Libros, libros, libros<br />

“El infierno verde”, de Julian Duguid<br />

Página 32<br />

En el año 1929 un joven cónsul boliviano en Londres, Mamerto Urriolagoitia<br />

es comisionado por su gobierno para explorar una parte de la<br />

región de El Chaco boliviano. A esa aventura invita a sus amigos ingleses<br />

J. C. Mason, cineasta que había viajado al Ártico en dos ocasiones,<br />

con la misión de tomar imágenes de la aventura, y Daniel Duguid, que<br />

sería el encargado de escribir la crónica <strong>del</strong> viaje. Tras cruzar el Atlántico<br />

arriban a una lluviosa Buenos Aires, y de allí por tren viajan a Rosario,<br />

desde donde remontan en un vapor el río Paraná hasta Asunción<br />

(Paraguay) y de allí se dirigen bordeando el Matto Grosso brasileño<br />

a la región de El Chaco, llamada también El Infierno Verde. Siguen<br />

en su viaje las huellas <strong>del</strong> explorador español Ñuflo de Chávez y,<br />

como él, pasan aventuras y penalidades. Allí, tras un encuentro fortuito,<br />

se unirá como guía a la expedición un cazador lituano llamado<br />

Alejandro Siemel (Tiger Man), el cual llegaría a ser muy conocido en<br />

el continente americano. La obra sería publicada en 1931 con un<br />

prólogo <strong>del</strong> entonces embajador en Londres, el marqués de Merry<br />

<strong>del</strong> Val, que aun mostrando sus diferencias con la visión que Duguid<br />

tiene de los colonizadores españoles, recomienda su lectura con pasión.<br />

“La textura metálica <strong>del</strong> dolor”<br />

de Alberto Cubero y Leandro Alonso<br />

En cada umbral<br />

un orfebre loco<br />

desmonta los relojes<br />

las brújulas<br />

habla con las sombras<br />

con los ausentes<br />

descifra el vuelo de los insectos.<br />

Cómo no temblar<br />

Frente a los umbrales


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Libros, libros, libros<br />

“Arqueología <strong>del</strong> agua”, de Jacques Darras<br />

Jacques Darras compone desde 1988 un largo Poema en varios<br />

cantos, "La Maye", <strong>del</strong> que acaba de publicar el "Canto<br />

VII". Este largo poema, escrito en un estilo muy original de<br />

carácter salmódico, arrastra al lector en un avance constante<br />

y progresivo que, como el río al que debe su nombre, es a<br />

veces manso, a veces torrencial.<br />

Ha recibido el Premio Nacional Apollinaire en 2004 y el<br />

Grand Prix de Poésie de l’Académie Française por el conjunto<br />

de su obra, en 2006.<br />

Página 33<br />

“El círculo de barro”, de Francisco Basallote<br />

“….el autor trata de construir una nueva reflexión sobre<br />

la experiencia <strong>del</strong> origen….convierte en poesía sus pensamientos<br />

sobre el origen y la destrucción de un lugar tan<br />

querido para él, como es su pueblo natal… El Círculo de<br />

Barro abre un espacio para la reflexión moral, filosófica y<br />

estética donde el futuro, como raigambre mental y verbal<br />

de la esperanza, se va diluyendo. …”<br />

Del prólogo de Ángeles Vélez


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Libros, libros, libros<br />

“Virginales”, de Maurice Pons<br />

Página 34<br />

"La hermana de Jouve era demasiado guapa, no podíamos soportarlo.<br />

Se contoneaba siempre, con su falda de vuelo, seguro que no llevaba<br />

enaguas". Así arranca Virginales, de Maurice Pons, que Tropo Editores<br />

ha traducido <strong>del</strong> francés .<br />

Maurice Pons estudió filosofía y se dedicó puntualmente a la edición.<br />

Es actor amateur y en 50 años ha escrito algo más 10 novelas y libros<br />

de relatos.Virginales fue su opera prima y obtuvo bastante éxito en la<br />

época, aunque su obra más aclamada ha sido Las Estaciones, traducida<br />

a varios idiomas, incluido el español (Siruela, 1994). Esta es su única<br />

obra traducida en nuestro país.<br />

“John Fante, entre la niebla y el polvo”, de Juan Arabia<br />

La suerte que la posteridad le asigna a los autores es variada y a menudo,<br />

signada por razones francamente extraliterarias. Para la generalidad,<br />

esa suerte es el olvido tardío o temprano, según el caso, aunque<br />

también caben otras posibilidades. El marketing y sus interesadas veleidades<br />

pueden devolver a la lectura nombres y obras afines a la moda<br />

propia de algún período, aunque habitualmente su resurrección será<br />

efímera; en cuanto dejan de vender, vuelven a desaparecer: Antonin<br />

Artaud y Robert Musil conocieron esta condición y Sándor Márai la entenderá<br />

mañana. En otras ocasiones, lo que ha cambiado es la mirada<br />

estética <strong>del</strong> lector y ella devuelve a la vida textos y cosmogonías sepultados<br />

desde décadas atrás. Por dar ejemplos argentinos, ya que el libro<br />

que nos ocupa es de esa procedencia, tal fue lo que sucedió con la obra<br />

<strong>del</strong> gran narrador que fue Roberto Arlt, silenciado durante 20 años hasta<br />

ser exhumado por la generación de los sesenta y ser instalado –con<br />

toda justicia- entre los primeros nombres de la tradición literaria <strong>del</strong><br />

país. Arlt, que tantos puntos afines tiene con John Fante, principalmente<br />

en lo que hace a la descripción de ambientes y personajes marginales<br />

y su torturada, desencantada y cruda visión <strong>del</strong> mundo.<br />

Por Luis Benítez


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

<strong>Escritor</strong> <strong>del</strong> <strong>mes</strong>: Gustavo Ripoll<br />

Página 35<br />

Esta madrugada, el Inspector Todorov, a cargo de la Comisaría<br />

Primera de San Fernando, ha confirmado la existencia<br />

de un escritor en la zona.<br />

Al parecer, las brigadas anti<strong>del</strong>ito de la Academia Argentina<br />

de Letras habrían comenzado a rastrear a este infame<br />

personaje desde principios de año, cuando circularon<br />

rumores que le atribuían el atentado contra el Premio<br />

Juan Rulfo, perpetrado en la ciudad de París a principios de diciembre <strong>del</strong> 2010, el cual destruyó<br />

los corazones de al menos 1691 concurrentes.<br />

Luego de intensas investigaciones, se detectó que el mismo stilus operandi se venía repitiendo en<br />

actos de escritura desde al menos una década. Se han presentado testigos de actos atroces, incluso<br />

con pruebas publicadas, las cuales obrarían en poder <strong>del</strong> Fiscal Genette. Lo que las autoridades llaman<br />

“uno de los mayores atentados contra el lenguaje”, se transformó poco a poco en una investigación<br />

conjunta de las distintas fuerzas <strong>del</strong> orden.<br />

Nuestros corresponsales en el área, han podido recoger el testimonio exclusivo de los familiares <strong>del</strong><br />

imputado. “Nosotros lo mandamos a varios profesores, pero el siempre insistía con el directo libre”<br />

nos dijeron sus familiares. “Yo le pedí que dejara de torturar a sus personajes“, aseguró su profesor<br />

de Narrativa. “Se empeñaba en manejar el tiempo de narración a su capricho, eso no era justo para<br />

nosotros”, comentó una compañera de estudio.<br />

El imputado, Gustavo Daniel Ripoll, alias “el Goose”, argentino, de 43 años de edad, parece llevar<br />

una doble vida: “en una es un respetable programador de computadoras para un empresa <strong>del</strong> área<br />

de los medios; pero de noche, en medio de la oscuridad y al resplandor <strong>del</strong> monitor, es un terrorista<br />

<strong>del</strong> lenguaje que lleva a<strong>del</strong>ante una siniestra operación. Una de esas dos vidas debe cesar, señor Ripoll,<br />

usted decide cuál” le dijo el Jefe de la Fiscalía, Señor Smith.<br />

Según fuentes anónimas, el acusado aún no ha accedido a contestar.


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Libros, libros, libros<br />

<strong>Ediciones</strong> <strong>Alvaeno</strong><br />

Página 36<br />

<strong>Ediciones</strong> <strong>Alvaeno</strong> nace con el fin de publicar en sus tres colecciones a escritores noveles<br />

y a consagrados relegados al ostracismo.<br />

Colección Santel: Novela y relatos.<br />

Colección Mansor: Poesía<br />

Colección Devere: Ensayo<br />

Si estás interesado o interesada en enviarnos manuscritos o poemarios, ponte en contacto<br />

con nosotros escribiendo a ediciones@alvaeno.com


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Ni tú ni yo, a duras penas<br />

Ni tú ni yo, a duras penas<br />

Novela por entregas (ver capítulos anteriores en www.alvaeno.com)<br />

Por Salvador Moreno Valencia<br />

El destino como un sapo en la cuneta<br />

Página 37<br />

Todos sabemos, muy a pesar nuestro, que el destino es<br />

como un sapo que nos mira desde cualquier cuneta<br />

<strong>del</strong> mundo, en cualquier carretera <strong>del</strong> mundo, en<br />

cualquier país <strong>del</strong> mundo, en cualquier ciudad, pueblo<br />

o poblacho <strong>del</strong> este mundo injusto; siendo, el sapo,<br />

irremediablemente el único que tiene la capacidad de<br />

saber qué será de nosotros.<br />

Tras esta parrafada que puede decir mucho o nada,<br />

qué más da. Sigo con el intento de dejar constancia de<br />

mis memorias, no crean, a veces, la ficción se confunde<br />

con la realidad y todo aquello que creímos cierto en su<br />

momento, luego, más tarde cuando el viento, la lluvia,<br />

la luna y el sol han apaciguado nuestras ansias de comernos<br />

el mundo, esa realidad se ve como un pasaje<br />

que podíamos haber leído en cualquier libro. Y a mí me<br />

sucede algo parecido cuando intento poner sobre estas<br />

líneas a golpe de palabras el tiempo que he vivido, porque<br />

el que me queda por vivir, a no ser que le pregunte<br />

al sapo, todavía está por saberse. Nunca sabemos el cómo ni el cuándo <strong>del</strong> devenir, pero sí que tenemos<br />

constancia de lo vivido, por eso el sapo me mira desde la cuneta en la carretera de mi vida y con<br />

sus saltones ojos deprimentes parece intentar decirme algo, y al final lo único que entiendo es un regurgitar<br />

de sus entrañas en su afán por procrear y dejar constancia de su paso por la tierra. Y es así<br />

como me doy cuenta de que yo, a través de las palabras, intento hacer lo mismo: dejar constancia de<br />

mi existencia en este mundo.<br />

Me quedé con el cerdito y lo crié con todo el cariño que a un cerdo pueda dársele, y con todo el cariño<br />

que éste pueda acoger entre sus ojillos inquietos. El cerdo como era tan pequeño se negaba a tomar<br />

el biberón, tenía miedo, y temblaba de frío o de terror, o amabas cosas, así que lo puse en mi regazo e<br />

intenté, una y otra vez, alimentarlo sin éxito. Mi madre lo intentó también pero tampoco consiguió el<br />

objetivo, si no lográbamos poner en su estómago algo de alimento moriría, y eso me apenaba aunque<br />

a esa edad no tenía un concepto certero de lo que significa la muerte.<br />

(Continúa en la página 38)


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Ni tú ni yo, a duras penas<br />

Página 38<br />

Muchos años más tarde iba a tener una experiencia espantosa (que me iba a demostrar ese concepto<br />

<strong>del</strong> que todos huimos como la gente huye de un apestado o de un leproso, si querer aceptar que la<br />

única certeza que tenemos en esta vida es la muerte, y más tarde o temprano habremos de afrontarla),<br />

iba a cambiar mi vida por completo: ¿Qué padre supera la muerte de dos hijos?<br />

En la caja donde había depositado al cerdito para que le sirviera de cama, había un agujero en un lateral,<br />

y sin pensarlo dos veces introduje la tetina <strong>del</strong> biberón por allí y puse al cerdito en la caja, este al<br />

ver la punta de la tetina intuyó que aquello era la teta de su madre, así que aquello fue su salvación, y<br />

lo que lo hizo crecer sano y fuerte para que, llegada su mayoría de edad, lo enviasen a la granja donde<br />

mi abuelo cuidaba a más de doscientos cerdos. Era una rosada y lustrosa cerda, y me reconocía cuando<br />

iba a verla. Me olía y se separaba de la piara y venía a saludarme. Pocos <strong>mes</strong>es después no la volví<br />

a ver jamás. Si entonces yo hubiera sabido lo que era la antropofagia, seguro que habría dejado de<br />

comer cerdo.


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Artista <strong>del</strong> <strong>mes</strong>: Moisés Díaz<br />

Página 39<br />

El cuerpo es la luminosidad opaca donde los significados se construyen y se confunden. La obra <strong>del</strong><br />

cuerpo padece la precariedad y la contingencia de la carne, vive su propia incertidumbre. Encuentro<br />

de la carne y la palabra mediante la propuesta artística que muestra y oculta la expresividad doliente<br />

y abierta de lo desconocido.<br />

Líneas serpenteantes, grabadas hendidas por el látigo de las gubias, trazos contoneantes como el<br />

talle de una mujer. Obras cuya deriva rizomática busca sus espacios quebrando la perspectiva y perforando<br />

la pintura misma. Fuerza intempestiva que nos ofrece el cuerpo como medio de expresiones<br />

que contienen mensajes cifrados, interpretaciones que pueden ser elaboradas hasta el infinito<br />

mediante un conjunto <strong>del</strong>imitado de elementos.<br />

Apasionante coincidencia de una búsqueda artística constante que ahora nos presenta Moisés Díaz.<br />

En una síntesis muy personal, en una figuración abstracta construida por voluntad propia y fiel a sus<br />

convicciones…<br />

Arte genérico que permite ver el<br />

flujo de la vida y que, a partir las<br />

inscripciones que va mostrando<br />

el cuerpo y sus alrededores, reconfigura<br />

lo dado, se metamorfosea<br />

a sí mismo para presenta lo<br />

no visto, lo imposible…


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Artista <strong>del</strong> <strong>mes</strong>: Moisés Díaz<br />

Página 40<br />

El cuerpo, los cuerpos fragmentados hablan, a través de la obra de Moisés, sobre todos los placeres,<br />

todos los dolores, todas las metamorfosis de las que es capaz el ser humano. Oscila desde el grito<br />

hasta el silencia. A partir de la indefensión y la precariedad <strong>del</strong> cuerpo fragmentado nos lleva, desde<br />

la singularidad de algunos cuerpos, a nuevos encuentros, el viaje a otras galaxias corporales abstractas.<br />

Promueve su propio desdoblamiento en otras alteridades que se tocan mediante flujos de palabras<br />

laforgueanas. Composición y recomposición <strong>del</strong> cuerpo humano. Transmutación <strong>del</strong> logocentrismo<br />

occidental a la materialidad de los signos lingüísticos en la obra artística. Repliegue de sí mismo<br />

para acceder a lo inaccesible a través <strong>del</strong> cuerpo, de figuras hieráticas y desmembradas, hinchadas<br />

de frutos y palabras.<br />

Se trata de una estética corporal que nos lleva a pensar en la significatividad de la carne propia… Se<br />

trata de una experiencia y experimentación intensa y lúdica <strong>del</strong> cuerpo y el lenguaje mediante el<br />

manejo artístico de materiales diversos que se conjuntan y se superponen para sorprender nuestra<br />

imaginación.<br />

Por Enrique Luján Salazar


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Los Nébures<br />

Por Rubén Sancho<br />

Página 41<br />

Los Nébures son unos seres diminutos y de marcada fisonomía<br />

humana que ubican su lugar de residencia tras la<br />

letra impresa de los incontables libros que pueblan<br />

nuestra devastada red de bibliotecas. Cuenta la leyenda<br />

que tuvieron su origen en las historias de caballerías que<br />

nublaron la mente <strong>del</strong> insigne hidalgo que adoptara el<br />

sobrenombre de Don Quijote, para ramificarse posteriormente<br />

de monasterio en monasterio a la misma<br />

velocidad que se propagaban las llamas que prendieron<br />

su hogar primitivo.<br />

Tras varios siglos de existencia, un minúsculo grupo de<br />

Nébures acabó recalando en tierras salmantinas, donde, aprovechando el vasto legado bibliográfico<br />

de la capital <strong>del</strong> Tor<strong>mes</strong>, se reprodujeron de manera exponencial y convirtieron tan bella ciudad en<br />

su paraíso terrenal.<br />

CAPÍTULO XXIV: Rayuela II<br />

En la casa de la Maga, Asher se encontró con Morelli, un escritor de cuarta fila sin lectores ni historias<br />

que poder contar, no por no querer, sino por no poder escribirlas, o al menos, por no poder hacerlo<br />

con la suficiente falta de mediocridad como para ser editado, publicado o, incluso, leído.<br />

Asher se acomodó en un cuartucho de pensión que, por avatares <strong>del</strong> destino, se encontraba en aquel<br />

apartamento <strong>del</strong> centro de París, y tras unos momentos de cierto desconcierto, tratando de adivinar<br />

donde se encontraba y la razón de su presencia allí, salió <strong>del</strong> cuarto y se encontró con Morelli en el<br />

salón, solo, haciendo como que escribía.<br />

¿Y qué te trae por esta ciudad, joven?<br />

No lo sé, la verdad, creo que huía de mis sentimientos y, de repente, me encontré aquí.<br />

El destino nunca falla, París es la mejor ciudad para encontrar los sentimientos.<br />

Pero yo no los perdí, sólo huía de ellos.<br />

¿Y qué te hicieron para hacerte huir?<br />

Primero me hicieron sufrir, luego me crearon desconcierto, y ahora absoluta confusión.<br />

(Continúa en la página 42)


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Los Nébures<br />

Página 42<br />

Los sentimientos todo lo pueden, nos llevan por los derroteros que desean y a nosotros no nos<br />

queda otra que seguirlos.<br />

Pero yo no los seguí, huyo de ellos.<br />

¿Eso crees?<br />

Eso creo.<br />

Entonces, ¿por qué no puedes dejar de sentir lo que quieres dejar de sentir?<br />

¿Y qué es lo que siento?<br />

No lo sé, dímelo tú, amor, ¿tal vez?<br />

Tal vez.<br />

Un amor que se fue.<br />

Tal vez.<br />

Y que no sabes cuándo regresará.<br />

Tal vez.<br />

Pero hay algo más, veo mala conciencia en tu mirada.<br />

Tal vez.<br />

Sí, engañaste a tu amor ausente y eso te hizo dudar, y de la duda<br />

sobrevino el miedo, el miedo y la certeza, la certeza <strong>del</strong> amor primigenio.<br />

Vaya, estoy abrumada.<br />

Sí, tengo mis momentos, digamos que conozco a las personas.<br />

¿Y a qué te dedicas para conocer tan bien a las personas?<br />

Soy escritor.<br />

Vaya, yo vivía en una bilbioteca, ¿puede que haya leído algo tuyo?<br />

No creo.<br />

Venga, no me subesti<strong>mes</strong>.<br />

No, no es por eso, sólo que no he publicado nada.<br />

¿Y eso?<br />

No lo sé, sigo buscando.<br />

¿Y qué buscas?<br />

“Por lo que a mí respecta, me pregunto si alguna vez conseguiré hacer sentir que el verdadero y<br />

único personaje que me interesa es el lector, en la medida en que algo de lo que escribo debería<br />

contribuir a mutarlo, a desplazarlo, a extrañarlo, a enajenarlo”.<br />

(Continúa en la página 43)


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Los Nébures<br />

CAPÍTULO XXV: El Conde Montecristo II<br />

Página 43<br />

El tiempo pasaba sin pasar, dejando los días y los <strong>mes</strong>es atrás pero no ofreciendo en su lugar otra cosa<br />

más que días y <strong>mes</strong>es, por detrás y por <strong>del</strong>ante, tiempo que se perdía en el horizonte <strong>del</strong> futuro sin<br />

que Odraude pudiera encontrar la forma de escapar de aquella torre maldita.<br />

En algunas ocasiones pasaba por la celda un sacerdote que respondía al nombre de Padre Faria y le<br />

daba a Odraude algo de conversación, trivial, sin importancia, sobre esto y aquello, él pretendía acercarse<br />

a la espiritualidad, pero Odraude siempre se defendía desde el materialismo más absoluto, un<br />

materialismo repleto de escepticismo espiritual.<br />

Un día, sin embargo, siguiendo el curso normal de la conversación el Padre Faria mencionó, como sin<br />

darse cuenta, cierta isla que escondía un tesoro de valor incalculable.<br />

¿Y cómo dice que se llama esa isla, Padre Faria?<br />

La isla de Montecristo, pero nadie ha sido capaz de llegar allí.<br />

¿Y de cuánto valor es el tesoro?<br />

Incalculable.<br />

¿Y usted sabe donde se encuentra?<br />

Lo sé.<br />

¿Y me lo diría?<br />

No veo por qué.<br />

¿Por qué no?<br />

Porque irías a por él, joven Nébur.<br />

¿Cómo voy a ir a por él si estoy aquí encerrado?<br />

¿Y de qué se te acusa?<br />

Todavía no lo sé.<br />

De algo te culparían.<br />

No, de nada me culparon, sólo me encerraron aquí.<br />

Algún día te soltarán.<br />

No creo, imagínese que si me han encerrado tanto tiempo sin haberme juzgado mis <strong>del</strong>itos<br />

deben de haber sido atroces.<br />

Cierto es.<br />

Por lo que no será sencillo que me dejen salir, y si lo hacen será dentro de mucho tiempo cuando<br />

ya no pueda ir a por el tesoro. ¿Y usted? ¿Por qué no ha ido usted a por el tesoro?<br />

(Continúa en la página 44)


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Los Nébures<br />

Página 44<br />

Me falta valor.<br />

Entonces, no pierde nada por decírmelo, usted no va a ir a por él porque no se atreve, y yo no<br />

voy a ir a por él porque estoy encerrado.<br />

Tal vez tengas razón.<br />

No, tal vez no, tengo razón.<br />

Bien, te lo contaré.<br />

Entonces, el Padre Faria comenzó a contarle a Odraude la existencia de un tesoro escondido en una<br />

isla, en la Isla de Montecristo, junto a un arrecife inalcanzable, en un lugar que sólo él conocía y que<br />

tenía marcado en un mapa, un mapa que entregó a Odraude creyendo que de aquella forma lo mantendría<br />

a buen recaudo, sin ojos curiosos ni ambiciosos buscatesoros.<br />

Pero Odraude lo recibió, no como un guardián, sino como el receptor de un secreto, un secreto que<br />

no compartiría con nadie salvo consigo mismo, un secreto que convertiría en realidad, una realidad<br />

que le ayudaría a iniciar su venganza, sí, una venganza que comenzaría escapando de aquella torre, y<br />

ahora tenía una razón de peso para hacerlo.<br />

Un lugar llamado Fracaso<br />

Autor: Rubén Sancho<br />

Categoría: Narrativa<br />

Subcategoría: Relatos y cuentos<br />

N° de páginas: 168<br />

ISBN: 978-84-9916-280-5<br />

Comprar: http://www.bubok.com/libros/15358/Un-lugar-llamado-<br />

Fracaso<br />

Tamaño: 150x210


Letras/ nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Arte Kalvellido<br />

http://www.kalvellido.net/<br />

NO ME GUSTA el flamenko ME GUSTA El Kabrero.<br />

NO ME GUSTA el Hip-hop ME GUSTA Pablo Hásel.<br />

NO ME GUSTA la poesía ME GUSTA Silvia Delgado.<br />

NO ME GUSTA el fúrGOL ME GUSTA ke pierda el R.Madrí.<br />

Página 45


46<br />

La casa con desván<br />

I Certamen de Relato<br />

Corto Antón Chéjov<br />

Prólogo de Edgar Borges<br />

<strong>Ediciones</strong> Rubeo<br />

AUTORES<br />

Isabel Ali<br />

Daniel Doblado Cortés<br />

Juan de Mata Hernández<br />

Mota<br />

Jorge Armando Ponce<br />

Muñoz<br />

Jonathan Alexander España<br />

Eraso<br />

Tomás Cardoso<br />

Lilián <strong>del</strong> Carmen López<br />

Camberos<br />

Trinelli Carlos Arturo<br />

Estela Parodi (Estela<br />

D´Agostino de Parodi)<br />

Fernando Daniel<br />

Rodríguez<br />

46<br />

http://www.alvaeno.com/letras.htm Columnistas<br />

Hostal Santel<br />

Letras/ nº 39/2011/ octubre<br />

Por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de<br />

ser hombre.<br />

Antonio Machado.


Letras 47 nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

Sobre el Autor:<br />

"Ricardo Mena Cuevas (Málaga, 1975).<br />

47<br />

Ver, comienza<br />

Autor: Ricardo Mena Cuevas.<br />

http://alvaeno.com/ver-comienza-de-ricardo-mena.htm<br />

Presentación en octubre coincidiendo con el estreno de la<br />

película Anonymous:<br />

http://www.anonymous-movie.com/, que trata sobre el<br />

tema <strong>del</strong> libro.<br />

El libro aporta grandes pruebas sobre la identidad de algunos<br />

poetas Isabelinos y nos invita a descubrir la época Isabelina<br />

desde un punto de vista literario. El autor es un gran<br />

conocedor <strong>del</strong> tema y de hecho en el libro descubre la verdadera<br />

identidad de Marlowe, Shakespeare y Spenser. El<br />

libro es un trabajo exhaustivo de investigación, serio y bien<br />

elaborado. Un libro seminal para todos los amantes de la<br />

literatura y la verdad.<br />

Especialista en Comercio Internacional y<br />

Derecho Marítimo por la Universidad de Southampton<br />

(LLM Maritime Law, 2001) y amante de la filosofía, la música y el arte,<br />

ha escrito sus ensayos y relatos en diversas páginas webs<br />

desde el año 2002 (v.g. Letralia.com, Badosa.com, Ellibrepensador.com).<br />

En el año 2009 tuvo el placer de participar en la Tercera Conferencia<br />

Internacional de George Santayana que tuvo lugar en Valencia<br />

con su comunicación personal "Santayana y la poesía primera"<br />

(v.g. http://shakespearemelodijo.blogspot.com/2009/10/ensayo-para-la-terceraconferencia.html).<br />

Shakespeare, Mozart y Picasso como creadores, junto con Aristóteles,<br />

Santayana y Richard Dawkins como pensadores, conforman la cúspide<br />

de su canon actual, sujeto siempre a las continuas fluctuaciones heraclíteas<br />

(i.e. nunca te bañarás dos veces en el mismo objeto)."<br />

http://alvaeno.com/ver-comienza-de-ricardo-mena.htm<br />

Letras, tu revista literaria


48<br />

Letras nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com<br />

I Edición <strong>del</strong> libro <strong>del</strong> Top <strong>mes</strong><br />

Letras, tu revista literaria<br />

Os presentamos una gran novedad: la I Edición <strong>del</strong> libro <strong>del</strong> Top <strong>mes</strong>. Se pone<br />

en marcha el 1 de septiembre de 2011 y con ella os brindamos, sólo por ser<br />

usuarios registrados, la posibilidad de publicar de manera gratuita en un libro<br />

anual que incluirá los podios de nuestra competición literaria Top <strong>mes</strong>. Con<br />

ello contribuiremos a vuestro crecimiento, disfrute y promoción como escritores.<br />

Bienvenidos todos a este libro, cuyos autores sois vosotros, los Autores MP.<br />

LEER LAS BASES: http://www.mundopalabras.es/bases-libro-<strong>del</strong>-top<strong>mes</strong>/<br />

¡6 <strong>mes</strong>es de suscripción gratis!<br />

MundoPalabras, <strong>Ediciones</strong> <strong>Alvaeno</strong> y Letras, tu revista literaria, sortean<br />

entre los diez primeros *acertantes de nuestro concurso<br />

3 suscripciones de 6 <strong>mes</strong>es. Solo tienes que enviar un email a letras@alvaeno.com<br />

respondiendo a nuestra pregunta antes <strong>del</strong> 25 de<br />

octubre.<br />

PREGUNTA:<br />

¿Cómo se llama el personaje<br />

principal <strong>del</strong> libro Los papeles póstumos <strong>del</strong><br />

Club Pickwick?<br />

Envía tu respuesta antes <strong>del</strong> 25 de octubre a: letras@alvaeno.com<br />

Organizan:<br />

*Para participar en el concurso hay que ser usuario registrado en MundoPalabras. Es gratis, el registro es muy sencillo.


49<br />

Letras nº39/2011/octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Libros Casa Eolo<br />

49<br />

Es un proyecto de:<br />

http://libros.casaeolo.com/<br />

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50<br />

Letras nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com<br />

EL LIBRO<br />

50<br />

http://alvaeno.com/ver-comienza-de-ricardo-mena.htm<br />

DE RICARDO MENA<br />

“El libro que descubre las máscaras de Shakespeare y<br />

revela el enigma de su verdadera identidad.”<br />

Beatriz Russo.<br />

<strong>Escritor</strong>a y poeta.<br />

Octubre de 2011 en Librerías e Internet<br />

&<br />

Letras, tu revista literaria


51<br />

Letras nº 39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com<br />

LA PELÍCULA<br />

51<br />

Una película de Roland Emmerich<br />

Anonymous, scheduled to open in U.S. theaters Oct. 28, 2011.<br />

Estreno en los cines de EE.UU el 28 de octubre 2011.<br />

COLUMBIA PICTURE<br />

Letras, tu revista literaria


Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

52<br />

Latitudes mudas<br />

Pedro Luis Ibáñez Lérida<br />

<strong>Escritor</strong><br />

52<br />

"Escribir es defender la soledad en que se está"<br />

María Zambrano<br />

JOSÉ LUIS TEJADA. AMOR VA CONTRA AMOR.<br />

Este rozar la voz, a otra olvidada.<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Quizás pueda parecer una antitética razón la que esgrimo, si a través de este artículo mi pretensión<br />

es considerar la talla poética de José Luis Tejada – Puerto de Santa María, 4 de agosto de<br />

1927. Cádiz, 11 de mayo de 1988- . Pues, en la misma actitud, se halla tan latente y acusado el<br />

ejercicio de intimismo de su obra, que tengo la sensación de profanar el espacio recóndito y arcano<br />

que la misma conforma. La densidad y profundidad líricas sin acertijos, interrogantes o criptogramas,<br />

revelan la claridad y transparencia de su quehacer. Evidenciándose en la conjunción exquisita<br />

<strong>del</strong> léxico culto y popular “sirvo a lo popular, mo<strong>del</strong>o claro, inagotable fuente”. De ahí que la rica<br />

veta flamenca, se convierta en un indagar constante y agradecido en su acontecer creativo. La reflexión<br />

va implícita en su trabajo que no agota el afán por disponer de las posibilidades líricas en lo<br />

popular. Ahonda en el lenguaje con el sentido estético a modo de vara de zahorí, intuyendo en primera<br />

medida para posteriormente cavar, tras el análisis y la meditación sobre el lenguaje. En la<br />

búsqueda de nuevas formas que aúnen tradición y vanguardia.<br />

El poeta portuense publicó sus primeros poemas, a partir de 1942, en las revistas “Alcaraván”, “La<br />

Venencia”y “Platero”. En las que coincidió, entre otros, con los siguientes poetas: Fernando Quiñones,<br />

Pilar Paz Pasamar, Felipe Sordo Lamadrid, Serafín Pro Hesles, Julio Mariscal, José Luis Tejada,<br />

Francisco Pleguezuelo, Pedro Ardoy, José Manuel Caballero Bonald, Carlos y Antonio Murciano, María<br />

de los Reyes Fuentes y Gloria Fuertes. Hasta 1965, a la edad de 38 años, no publica su primer poemario,<br />

“Para andar conmigo”. Símbolo inequívoco de la templanza y la convicción en su propio trabajo.<br />

Distanciándose de prisas o premuras e intensificando su formación “autodidacta”. En el periodo<br />

de 1965-1970, se matricula como alumno libre en la Universidad de Sevilla. Termina su licenciatura<br />

con un trabajo de investigación sobre “Marinero en Tierra”, de Rafael Alberti – <strong>del</strong> que fue padrino<br />

en el otorgamiento de doctor Honoris causa por la Universidad de Cádiz en 1985-. Entre 1966-<br />

67, es Lector de Español y Profesor de Literatura Española Contemporánea en la Universidad de Nantes<br />

(Francia). Entre los años 1968-1971, comienza su actividad docente con tres cursos de Literatura<br />

Española como Profesor Colaborador y Ayudante de Clases Prácticas en la Universidad de Sevilla. Al<br />

igual que en el caso de Nantes, desarrolla esta actividad antes de obtener su licenciatura por su conocimiento<br />

de la literatura y por su prestigio como poeta.<br />

José Luis Tejada, adolece de cualquier atisbo de pretenciosidad tanto en su creación como en<br />

su trayectoria lírica. Alejado de cenáculos literarios, en un voluntario distanciamiento, quizás sea<br />

ésta una de las causas <strong>del</strong> olvido en el que se halla. El poeta habla en su obra y no para ésta como<br />

un fin en sí mismo. Por ello, los poemas tienen identidad propia y me atrevería a decir que son más<br />

importantes incluso que el propio libro en su conjunto. Contiene diferentes registros en la musicalidad,<br />

sonoridad y versatilidad versificadora y otros aspectos que enriquecen el lenguaje de marcada<br />

fortaleza expresiva -refranes, paranomasias, creación de neologismos, locuciones coloquiales, sinestesias,<br />

etc...-<br />

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Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

53<br />

Latitudes mudas<br />

Letras, tu revista literaria<br />

“Sigo aún absorbido por los temas eternos: el pueblo, la hermosura y el amor, Dios, la muerte y el<br />

misterio, se reparten no muy desigualmente el asunto de mis versos y apenas si me quedan palabras<br />

para más”. El amor es el tema central de su obra, aunque la existencia y la cotidianeidad, sean<br />

también rasgos definitorios. Este concepto lo renueva conceptual y formalmente, llegando a ser<br />

paradójico y contradictorio “No hay solución. Ni a solas ni con nadie/ Somos cosa perdida/Los besos<br />

dan más sed; lo he comprobado/Amor va contra amor”. Curiosamente en su libro “El cadáver<br />

<strong>del</strong> alba”, 1968, dedicado a su esposa María Asunción Romero -Maruja- realiza un canto al amor<br />

conyugal. Singular devoción que le alienta “tengo deudas de ti, te debo tanto/que al verte andar<br />

me paso a la otra acera. / Te debo aquella sangre, la primera,/este niño, aquel verso y ese llanto/<br />

la pluma, la palabra con que canto,/la saliva, la tinta”.<br />

La poesía de José Luis Tejada, condensada en 11 poemarios, rezuma pureza y reflexión. La belleza<br />

se asienta categóricamente para hacernos partícipe de su naturaleza en toda plenitud. La abstracción<br />

alienta el influjo místico arropado por la fina exquisitez de su perspicacia poética. La materia<br />

de la emoción se hace carne en sus versos “¡Hierbabuenas te trepan las piernas!/ ¡A<strong>del</strong>fas!<br />

¡A<strong>del</strong>fas te cercan las caderas!/ ¡Culantrillo y eneldo/ te salpican los pechos!”<br />

Desnuda y en lo oscuro, de Nerea Riesco<br />

Ilustraciones Juan Antonio Flores<br />

Es un poemario que desprende, incesantemente, un eco erótico<br />

e intimista que se degusta pausadamente, sin prisas. Su<br />

equilibrio y ritmo interno consiguen invocar al amor. Manteniendo,<br />

durante la primera parte y de principio a fin, en estado<br />

de embriaguez a los sentidos. El verso es jugoso y carnal,<br />

desvelando progresivamente una trémula pasión, “Percibo el<br />

corazón de tu dueño/como un reloj de cuco// y adapto mi<br />

respiración a los latidos/ / el tic que te endurece/ el tac que<br />

me anega”<br />

En la segunda, la sublimación de la soledad <strong>del</strong> amante, se<br />

distancia <strong>del</strong> deseo expresado en la primera a través de una<br />

transición emocional. El amor habla desde la conciencia y el<br />

yo trascendido de la autora se ve inmerso en la reflexión más<br />

personal y sincera, “Soy así y no de otro modo/ pese a que lleve<br />

más de una década/ diciendo que no soy así./ Así es la vida”.<br />

En Desnudo y en lo oscuro, oscuro las imágenes poéticas son de una extremada sencillez, naturalidad<br />

y frescura, “ y yo.../ yo me migo/ en tu boca llena de agua” .<br />

La rica sensibilidad femenina vertida por su autora, contiene pasajes de especial intensidad y<br />

belleza. El enamoramiento no cesa. Logrando que la lectura sea atractiva y envolvente. Como<br />

un abrazo que nos atrae y rodea calladamente: “ y esa risa/ -el espacio desde el que te aspiro-<br />

/que me llena la boca de agua/ de hambre/de gula”<br />

Más información en http://www.edicionesenhuida.es/<br />

Contacto y venta por correo sin gastos de envío en España: eeh@edicionesenhuida.es<br />

53


Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

54<br />

Ojo de buey<br />

J.J.Conde<br />

<strong>Escritor</strong><br />

http://jjconde.blogspot.com<br />

OJO DE BUEY<br />

Rafael Mélida, escultor y asceta<br />

Rafael Mélida solo tiene una vida de artista. Y a<br />

través <strong>del</strong> arte, como prisma que le permite encontrar su<br />

epicentro respecto <strong>del</strong> entorno que le rodea, teniendo por<br />

tal el trabajo cotidiano, piensa que es necesario creer en lo<br />

que se está haciendo, creer que las opiniones propias con<br />

sus particulares características, de la manera que son, contienen<br />

siempre ese grado suficiente de verdad como para<br />

saber que lo que haces y como lo estás haciendo es válido<br />

y útil, pero siempre partiendo de sus propias convicciones<br />

y siendo consciente de que son suyas.<br />

Cuando le pregunto por las posibilidades que ofrece la<br />

escultura me contesta que: ―En toda realización artística<br />

tendríamos que distinguir entre lo que ofrece en sí como<br />

aportación personal o propia de la obra, y lo que ofrece<br />

como medio de resolver pretensiones y necesidades estéticas<br />

colectivas. El trabajo tridimensional o volumétrico le<br />

da al propio hacedor la posibilidad de conjugar todas las<br />

dimensiones, de utilizar todos los elementos que necesita<br />

ofreciendo así un campo de creación infinito. En cuanto a<br />

las necesidades sociales y como medio para adornar nuestra<br />

propia convivencia, hay que tener en cuenta que todo lo<br />

que nos rodea tiene color y forma. Por tanto, el trabajo <strong>del</strong><br />

volumen, desde las más puras pretensiones ornamentales<br />

pasando por todas las necesidades subjetivas de expresión<br />

hasta llegar a las más concretas aportaciones funcionales<br />

vitales es imprescindible. Podría decirse que el trabajo de<br />

la creación universal sería como una escultura gigante, con<br />

sonido, luz y calor propios‖.<br />

Y cuando le suelto lo <strong>del</strong> comienzo y el fin en la creación<br />

de una escultura, Mélida me ataja contundente: ―Yo diría<br />

que no tiene ni principio ni final. Es la transición de la materia<br />

por la vida en sus distintos estados. Resulta difícil<br />

decir que aquella conjunción de elementos está en su más<br />

perfecta armonía. ¿Cuándo no le sobra ni le falta? Es en<br />

esos momentos relativos cuando juegas con valores de<br />

apreciación, con valores de sensibilidad, al igual que el<br />

artista culinario apaga el fuego y ya no condimenta más.<br />

Es así, cuando unas veces más seguro y otras cargado de<br />

dudas dejas de posar tus manos y la obra continúa su andadura,<br />

cumpliendo los fines para la que fue creada, con la<br />

aportación <strong>del</strong> expectante, pero teniendo en cuenta que<br />

toda materia existente está sujeta a la transformación‖<br />

Y el hierro, Rafael, el hierro… ―Pero no como material<br />

54<br />

Letras, tu revista literaria<br />

fundamental. Para mí no hay una materia privilegiada, sino<br />

los privilegios y atribuciones que se le quieran dar según<br />

se utilicen. Cronológicamente, y desde fuera, sí se podría<br />

decir que estoy en la edad <strong>del</strong> hierro, pero como ser que<br />

tiene necesidad de realizar este tipo de trabajo creativo. A<br />

veces me veo en la necesidad de cambiar la piel, al igual<br />

que la serpiente, huyendo de los letargos y en busca de la<br />

renovación constante. En cuanto a la utilización <strong>del</strong> hierro,<br />

digo que si el escultor vive a pie de la cantera de mármol<br />

es muy probable que sea éste el elemento que utilice para<br />

su trabajo. Y yo encontré la cantera inagotable <strong>del</strong> desperdicio,<br />

lo que los demás no quieren, lo que ya no sirve. Desecho<br />

que someto a un proceso de reciclaje dándole la misión<br />

más noble para lo que puede ser creado: el <strong>del</strong>eite<br />

universal‖.<br />

Seguimos conversando acerca <strong>del</strong> amor, de la vida y de<br />

la muerte, mientras Ravi Shankar vagabundea en la tradición<br />

hindú y sus ragas se cuelan por entre las rendijas de<br />

las losas desgastadas de su taller de Gibraleón… Pero<br />

¿quién dijo que Rafael Mélida, escultor y asceta, estaba en<br />

el olvido?


55<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

El Lindero<br />

Francisco Basallote<br />

<strong>Escritor</strong>, poeta y crítico literario<br />

EL JARDÍN COMO PAISAJE ÍNTIMO<br />

en los POETAS ANDALUCES<br />

Es el jardín el paisaje más <strong>del</strong>icado, como una descripción<br />

<strong>del</strong> alma, por eso los poetas que lo describen lo hacen desde<br />

la más vulnerable sensibilidad, desde el silencio y la sombra<br />

interior encerradas en ese particular paraíso.<br />

Cernuda es el poeta que más nos abre a la intimidad <strong>del</strong><br />

jardín. En El árbol escribe:<br />

“ Al lado de las aguas está, como leyenda,<br />

En su jardín murado y silencioso,<br />

El árbol bello dos veces centenario,<br />

las poderosas ramas extendidas<br />

Cerco de tanta hierba, entrelazando hojas.<br />

Dosel donde una sombra edénica subsiste.”<br />

Mientras que Romero Murube nos sumerge en la profunda<br />

blancura de un patio, en su poema Patio lejano, que parece<br />

un cuadro impresionista.<br />

“ El patio de blanco blanco<br />

cuaja en la tarde caliente<br />

todo el añil <strong>del</strong> ocaso.”,<br />

Jardín recordado por Emilio Prados en su Juego de memo-<br />

ria:<br />

“…<br />

El jardín aletea sobre el verde crepúsculo<br />

medio deshilachado por insectos y frutas.<br />

Herido<br />

55<br />

por el pájaro, huye sobre el reflejo<br />

y en los flecos <strong>del</strong> agua se le enredan las lunas.<br />

…”<br />

Y sentido profundamente por Pedro Salinas en Fecha:<br />

“…<br />

¡Ay , qué tarde organizada<br />

en surtidor y palmera,<br />

en cristal recto, desmayo<br />

en palma curva, querencia<br />

….”<br />

Jardín que a veces es un huerto, como el que canta Alejan-<br />

dro Collantes de Terán en Rueda de abril:<br />

“…<br />

Un naranjal<br />

y un toronjil<br />

y una hojita de cristal<br />

para la niña de abril<br />

…”<br />

El jardín se abre como íntima corola <strong>del</strong> silencio, en Arte-<br />

misa de Manuel Fernández Calvo:<br />

Un ramo de cerezas que la sombra custodie<br />

pócima ponga y néctar a los pájaros.<br />

En esa algarabía <strong>del</strong> silencio<br />

donde la araña cuelga sus telares,<br />

la artemisa fecunda...<br />

Letras, tu revista literaria<br />

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56<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

El Lindero<br />

El patio cordobés es cantado por Pablo García Baena, sien-<br />

do extraordinariamente hermosas sus descripciones <strong>del</strong><br />

jardín. En Alma feliz dice:<br />

“ Jardines de amatista, emergiendo sombríos<br />

con pálidos estanques y la perla <strong>del</strong> cisne…”,<br />

y es en el poema Córdoba donde la exaltación de ese pe-<br />

queño e íntimo paraíso <strong>del</strong> jardín se nos hace tan presente:<br />

“ Palpo el mármol, los fustes, las verdinas, sobre bronces<br />

ecuestres. Aromas como anillos ciñen nupcias, suben por<br />

galerías desvaídas: jazmín morisco, lilas, ajedrea.”<br />

Otro poeta cordobés, Julio Aumente nos transmite el instan-<br />

te <strong>del</strong> azahar en la geometría <strong>del</strong> boj en Cántico sin nombre.<br />

:<br />

“...Y otra vez los naranjos, están en flor y esparcen su per-<br />

fume<br />

por los cuadros cuidados de bojes y arrayanes<br />

formando laberintos y estrechos miradores....”<br />

Aromas de la tarde, que Rafael Guillen nos descubre en Ta-<br />

racea<br />

:<br />

Entre nada, el aroma<br />

de la celinda y la alhucema sube<br />

<strong>del</strong> pequeño jardín picoteando<br />

cada segundo, ahuecando el tiempo<br />

poniendo cóncava la tarde....<br />

©FRANCISCO BASALLOTE .<br />

56<br />

Letras, tu revista literaria


57<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Como Ave Fénix<br />

Marcos Morneo<br />

<strong>Escritor</strong><br />

El *insomnevista<br />

57<br />

Plát<br />

Letras, tu revista literaria<br />

“Los libros son hijos inmortales que desafían a sus progenitores”<br />

Platón<br />

El insomne se desplaza en el momento previo que conduce<br />

al sueño y sus órganos parecen excusarlo: primero siente<br />

deseos incontenibles de orinar y piensa: .<br />

Se levanta, va al baño y, tras la falsa alarma, vuelve a la<br />

cama y la yacija lo expulsa de nuevo; en su mente otra sensación,<br />

o la de siempre, de que algo va mal. ―Cesárea Évora<br />

estuvo hasta los cincuenta sin conocer el éxito”. Este<br />

pensamiento lo entretiene mientras pasea por la casa que<br />

parece vacía como si el sueño también la hubiera vaciado o<br />

como si la misma muerte se alojase en ella.<br />

Entra el insomnevista en la cocina, busca algo que comer,<br />

un trozo de pan duro sobre la <strong>mes</strong>a le recuerda la pobreza,<br />

la vil pobreza que sufren miles de seres humanos, mientras<br />

él se debate entre el sueño y la vigilia vencido la última<br />

siempre. Coge el trozo de pan duro y lo mordisquea como<br />

un niño hambriento. Desde la ventana puede contemplar la noche y allí, fuera, en esa oscuridad lace-<br />

rante parece brillar una luz cenital que ilumina el camino a la vieja guadaña. Pasea, el insomnevista,<br />

por el salón de la casa desierta y vacía, da vueltas en torno de una <strong>mes</strong>a pequeña que está en el centro,<br />

cansado de girar como un planeta se dirige a<br />

la librería donde cientos de libros esperan ansiosos<br />

siempre de ser leídos. Tras echar un<br />

vistazo a los lomos, se sienta en su <strong>mes</strong>a de<br />

trabajo y decide escribir en su bloc de notas la<br />

palabra insomne pero le asalta la duda de<br />

dónde se sitúa la m y escribe: imnsomevista,<br />

luego rectifica y escribe: imsonmevista, y la<br />

tercera y última palabra que escribe es: insomnevista.<br />

*Insomnevista: Dícese de aquel que insomno-<br />

va por la vía láctea esperando la nada.


58<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

El rincón <strong>del</strong> poeta<br />

Francisco Vélez Nieto<br />

<strong>Escritor</strong>, poeta y crítico literario<br />

Karl Kraus<br />

58<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Blanco sumo sacerdote de la verdad,<br />

cristalina voz en la que habita el helado aliento de dios,<br />

iracundo mago,<br />

bajo cuyo flamante manto resuena la azul coraza <strong>del</strong> guerrero<br />

Georg Trakl “Poesía Completa”<br />

Con luz portentosa y provocadora La Antorcha iluminó la verdad, dueña y señora en lengua alemana<br />

de la palabra, solidez y riqueza, productora de una inquietante crítica de relieve desafió la transparencia<br />

en las artes, la política y el periodismo Die Fackel (La antorcha), fue una desbordante catarata<br />

cristalina de culto. Así la consideraba Elias Canetti quien nunca ocultó manifestar ser uno de sus<br />

más destacados admiradores agradecidos por lo mucho que asimiló para lograr el impresionante contenido<br />

de su obra maestra Maza y poder. Fue Kraus vienés judío de familia burguesa. Espejo para<br />

muchos por su escritura, Tanto como muestra la breve frase de Canetti "“La única influencia a la que<br />

me he sometido ha sido la de Karl Kraus", puede adjudicarse a muchos, incluso a aquellos que se<br />

consideran todavía feroces enemigos.<br />

Kraus asumió desde un principio el desafío de imponerse como crítico insobornable a medida<br />

que fue descubriendo la banalidad <strong>del</strong> periodismo servil, sumiso y alienante. Trilero de la falsedad y<br />

la mentira; algo tan cercano en nuestra sociedad actual. Dejando muy claro el compromiso de La Antorcha<br />

con este aviso: “La empresa que aquí abordamos no es más que desecar el ancho pantano de<br />

los tópicos que otros querrían <strong>del</strong>imitar sin cesar nacionalmente. Las circunstancias predican la necesidad<br />

de reconocer las necesidades sociales –aunque hablen en una docena de idiomas diferentes-,<br />

pero los gobernantes y los partidos desean ver resuelta primero- con cálculo dilatorio, los unos, con<br />

apasionado deslumbramiento los otros- la cuestión de las gorras de los estudiantes praguenses”<br />

Esta antología editada en la pulcra Acantilado y seleccionada por Adan Kovacsics, escritor preocupado<br />

y comprometido desde todo tiempo frente a las funestas consecuencias de la corrupción <strong>del</strong><br />

leguaje, que aquí con esta edición antológica podemos recrearnos <strong>del</strong>ante de un espejo que refleja el<br />

estado de nuestra sociedad envuelta en las incongruencias y el espectáculo permanente y bochornoso<br />

<strong>del</strong> más descarado cinismo, ejemplo divulgativo de un anodino y vulgarísimo ambiente en que se<br />

halla prisionera la comunidad española. Situación que especialmente soportan los de abajo y las clases<br />

medias, sin esperanzas de vislumbrar una luz al final <strong>del</strong> túnel, que no sea precisamente el tipo de<br />

gorras que deben llevar los jóvenes españoles en el paseo <strong>del</strong> Retiro.<br />

Naturalmente no quiero con ello obligar a los políticos de oficio que dicen gobernarnos, ayer,<br />

hoy y los que están al llegar, a su lectura, por lo que espero no lean este artículo. Podrían no comprenderlo<br />

y quedar acomplejados. Luego considero justo recordar la versión al español en 1982 de Jesús<br />

Aguirre entonces Duque de Alba <strong>del</strong> magistral libro de Kraus Contra los periodistas y otros contras<br />

(original Pro domo el mundo), editado en la editorial Taurus, sobre quien personificó la “conciencia<br />

moral de Viena‖. Un Aguirre, que como el autor de ―Los últimos días de la humanidad‖, procedía de<br />

una aristocrática clase social. >>>>>


59<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

El rincón <strong>del</strong> poeta<br />

59<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Mas la publicación de La Antorcha en absoluto se puede catalogar por su crítica corrosiva, especialmente<br />

sobre el periodismo y los políticos de su época en la Viena finisecular, fruto de una furia<br />

des<strong>mes</strong>urada y demagógica. Ella se debe a unos valores que la historia <strong>del</strong> periodismo de calidad y<br />

transparencia han dejado grabados como mo<strong>del</strong>o de continuidad periódica durante años de publicación<br />

con la suma nada despreciable de novecientos doce números. Patrón de ejemplar trabajo intelectual<br />

poseído de elevada calidad, honestidad y transparencia, hoy día tan deseada para denunciar esta<br />

vereda de carne por donde nos obligan a caminar, sembrada de abundantes cardos borriqueros, falsedad<br />

e inquina alarmante, bajo la amenaza de una nostalgia ya conocida y vivida los años pasados. Valentía<br />

de estilo y críticas, que ya en su tiempo el filósofo judío alemán Walter Benjamin manifestó<br />

con meridiana transparencia en aquella época crucial de Europa, que trasladada a la actualidad, puede<br />

ser perfectamente mo<strong>del</strong>o necesario a tener muy en cuenta: “El periodismo es un instrumento <strong>del</strong><br />

poder: sólo puede derivar su valor <strong>del</strong> carácter <strong>del</strong> poder al que sirve. No ya en lo que representa,<br />

sino también en lo que hace, es expresión <strong>del</strong> poder‖<br />

Y vuelvo de nuevo con otra cita de Canetti para certificar la honestidad y entereza intelectual considerada<br />

pureza de leguaje: “Kraus era tan justo que no acusaba inmerecidamente a nadie. Jamás se<br />

equivocaba: no podía equivocarse. Todo lo que alegaba era rigurosamente exacto; hasta entonces no<br />

había existido escrupulosidad semejante en la literatura” Pues abarcó todos los criterios <strong>del</strong> conservadurismo<br />

de su tiempo a primeros <strong>del</strong> siglo XX convirtiéndose en una de las primeras voces que se<br />

pronunciaron a favor de la “despenalización de la homosexualidad entre adultos y de exigir penas<br />

más duras para los padres que maltrataran a sus hijos. Luchó en contra de que se persiguiese penalmente<br />

a las mujeres que habían abortado y a favor de una ley de prensa más severa que protegiera la<br />

intimidad‖.<br />

Todo un símbolo de una época donde la cultura y creatividad vienesa en lengua alemana mostraba<br />

sus más originales y avanzados criterios ante el nuevo siglo. Figuras incondicionales al lado de<br />

Karl Kraus y de las que señalamos algunos nombres hoy en las alturas de la palabra y el pensamiento<br />

creativo de vanguardia. Adolf Loos, Arnold Schonberg, Ludwig Wittgenstein, Peter Altenberg, Alban<br />

Berg, Georg Trakl, Sigmund Freud, Bertolt Brecht, Elias Canetti, Else Laske-Schuler, Max Horkheimer,<br />

Theodor W. Adorno y Walter Benjamin, estos tres últimos, fundadores de la decisiva Escuela de<br />

Frankfurt. Una intelectualidad creadora consciente de los peligros que se avecinaban, el riesgo de que<br />

“La necesidad puede convertir a cualquier hombre en periodista, pero no a cualquier mujer en prostituta‖<br />

desesperadamente planteaba por el filósofo alemán.<br />

Karl Kraus<br />

La Antorcha<br />

Selección de artículos de Die Fackel<br />

Al cuidado de Adan Kovacsics<br />

Acantilado


60<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Elemental querido Sherlock<br />

Javier Cintas<br />

<strong>Escritor</strong><br />

http://www.alvaeno.com/javier-cintas.htm<br />

CONCIENCIA Y REALIDAD<br />

El otro día me encontraba con un antiguo amigo de mi<br />

adolescencia, con el que compartí múltiples y nuevas<br />

experiencias de todo tipo. Hacia unos 7 años que no lo<br />

veía, y sin embargo, lo encontré francamente rejuvenecido,<br />

tanto por la imagen corporal, por su vestimenta, incluso<br />

su forma de expresarse me pareció mucho más juvenil.<br />

Recuerdo que la última vez lo vi más envejecido. Con la<br />

alegría <strong>del</strong> momento y ya que teníamos disponibles unos<br />

20 minutos (¡todo un lujo! con las prisas de hoy que vivimos...)<br />

nos fuimos al bar de la esquina y nos tomamos<br />

unas cañitas y así aprovechar para ponernos al día de<br />

cómo nos iba la vida.<br />

Al volver a casa, aún con el grato recuerdo de este encuentro,<br />

me puse a ojear un antiguo número de una revista<br />

científica. En uno de sus artículos se hablaba de la física<br />

cuántica, de la ilusión de la realidad que nos rodea, <strong>del</strong><br />

paso <strong>del</strong> tiempo aún no siendo una magnitud absoluta,<br />

etc.<br />

Leí que Einstein nos enseñó que nuestro cuerpo, como<br />

cualquier objeto material, es una ilusión, o que, cuando<br />

estamos receptivos a investigar y profundizar otros planos<br />

no vistos en nuestro cuerpo, es cuando descubrimos<br />

el inmenso potencial creador interno.<br />

Por ejemplo, cualquier pensamiento o creencia que tengamos<br />

sobre cualquier aspecto de las cosas o de la vida<br />

en general, influye también sobre nuestro proceso de<br />

envejecimiento, ya que de alguna forma u otra, nuestras<br />

células son conscientes y obedecen a estas premisas que<br />

continuamente les suministramos y obran en consecuencia;<br />

esto es, si estamos en un entorno hostil, saturado de<br />

situaciones más o menos estresantes, todo ello puede<br />

ocasionar y desencadenar una catástrofe en nuestras defensas<br />

y sistema inmunológico, haciéndonos más débiles<br />

por consiguiente.<br />

Se puede caer dentro de esta espiral, y ser víctima de un<br />

ataque cardíaco, o incrementar el riego de sufrir un tumor<br />

maligno. O se puede originar un estado psíquico – físico<br />

que desemboca en unas tasas de supervivencias escasas.<br />

De manera inversa y por el mismo proceso, cuando estamos<br />

pletóricos, entusiastas y como se suele decir en un<br />

lenguaje coloquial cargados de energía positiva, (o cuando<br />

estamos enamorados…ahora que recuerdo, mi amigo<br />

me habló de una nueva chica que había conocido...), se<br />

ve claramente fortalecido nuestro sistema de defensas,<br />

con todos los enor<strong>mes</strong> beneficios a todos los niveles que<br />

esto lleva consigo.<br />

Pero 60 quizás lo más importante que se deriva de los procesos<br />

anteriormente descritos es que no se pueden <strong>del</strong>imitar<br />

de manera perfecta y matemática las fronteras entre lo<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Biológico y lo Psíquico. ¿Cuántas veces evocamos en<br />

una especie de espiral de locura que nos destruye, el recuerdo<br />

de un mal momento, de una crisis, de una desgracia<br />

sufrida, (o que vivimos como intensa subjetivamente,<br />

ya que, lo que para uno sea dramático, sea más tolerable<br />

o superable por otro individuo) y ese mero recuerdo provoca,<br />

el mismo intenso dolor como si lo estuviéramos<br />

sufriendo en ese preciso instante? ¿Somos conscientes de<br />

que nuestro organismo en cada recuerdo evocador, digamos<br />

negativo al cual lo forzamos y sometemos, se ve<br />

inundado de las mismas sustancias nocivas y potencialmente<br />

peligrosas que cuando lo vivimos<br />

―realmente‖ (aunque ambos procesos son reales en cuando<br />

a sus efectos), y que todo ello nos supone multiplicar<br />

de forma constante los riesgos de, otra vez, padecer nuevas<br />

amenazas?<br />

Pienso que el envejecimiento depende mucho más de lo<br />

que creemos, en nuestro propio estado de conciencia, de<br />

nuestras creencias acerca de nosotros mismos, y que por<br />

tanto, podemos acelerarlo (si sometemos a nuestro cuerpo<br />

a los desórdenes anteriormente descritos), o darle la<br />

vuelta al proceso, o incluso revertirlo.<br />

Si bien es cierto que el paradigma actual médico tiende<br />

más a considerar a nuestro cuerpo como una máquina<br />

biológica, y a la mente como un subproducto de ésta (no<br />

a la inversa) cada vez más va aflorando e instaurándose<br />

un nuevo paradigma, cuyas principales bases, y de una<br />

manera resumida, sería que el mundo que nos rodea y<br />

que percibimos, depende <strong>del</strong> observador. La química de<br />

nuestros cuerpos y su mejor o peor estado de conservación<br />

por consiguiente, es el resultado de la conciencia<br />

<strong>del</strong> cuerpo, de nuestros deseos, pensamientos y emociones.<br />

En definitiva, podríamos decir que todos nosotros tenemos<br />

una visión personal e independiente acerca <strong>del</strong> mundo<br />

y de nosotros mismos, que cada uno de nosotros comparte<br />

y vive en un universo / mundo no extrapolable al de<br />

nuestro vecino, y que nuestra coordenadas temporales ni<br />

son las mismas que la de nuestros congéneres, o que incluso<br />

ésta cambian para nosotros mismos, dependiendo<br />

que dejemos de ser meros observadores de una gigantesca<br />

representación que nos rodea allá fuera, y seamos<br />

actores con conciencia, y que ésta afecte y modifique a su<br />

vez el escenario que nos alberga.<br />

Como decía Paul Eluard: ―Hay otros mundos..., pero<br />

están en éste‖


61<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Algo más que palabras<br />

Víctor Corcoba<br />

<strong>Escritor</strong><br />

corcoba@telefonica.net<br />

LA VINCULACIÓN DE LAS CULTURAS<br />

AL PERDÓN Y NO A LA VENGANZA<br />

61<br />

Letras, tu revista literaria<br />

A raíz de que presos de ETA pidan perdón a sus víctimas en reuniones cara a cara, se me ocurre<br />

hacer las siguientes reflexiones. De entrada, recapacitar sobre el valor de la vida, lo más importante que<br />

tenemos, cuestión que debiera ocuparnos y preocuparnos a todos. A vivir se aprende toda la vida y no<br />

se debe abandonar esa pasión de poder despertar cada día a un nuevo amanecer. Ahora bien, ¿por qué<br />

surge la estupidez de matar vidas? ¿Qué ganamos con ello? ¿Si tenemos tanto amor a la vida por qué<br />

seguimos fabricando armas?¿A qué les mueve tanto afán y desvelo ahora, a los que ayer fueron terroristas<br />

o labriegos <strong>del</strong> terror? ¿Se puede reparar tanto daño sembrado? ¿Qué hay de verdad en ese perdón<br />

implorado?... Cada uno de nosotros, seguro que tiene una pregunta en los labios para hacerse y una<br />

contestación que ofrecer. Cuidado que, como dijo el visionario Tagore, "la tierra es insultada y ofrece<br />

sus flores como respuesta". La naturaleza, sin duda, es una lección que todos los seres humanos deberíamos<br />

saber leer e interpretar.<br />

La compasión, ciertamente, es algo más que una palabra, tal vez sea una manera de hacer justicia<br />

y un modo de hacer convivencia. Por consiguiente, la vinculación de las diversas culturas <strong>del</strong> mundo a<br />

la clemencia, aquella que mane y emane de lo más profundo <strong>del</strong> ser humano, debe considerarse en cualquier<br />

caso. El odio y la venganza nada resuelven en un mundo de vivos. Reconocer la locura de matar<br />

es ya un primer paso, a mi manera de ver fundamental, tanto para las generaciones presentes como para<br />

las venideras, puesto que se contribuye a despertar la conciencia, el espíritu <strong>del</strong> sentido humano de vivir<br />

y dejar vivir, tan preciso en el mundo actual. Por otra parte, considero que es saludable para todos<br />

los moradores <strong>del</strong> planeta tener memoria de lo sucedido, pero junto a esa evocación tiene que germinar<br />

la reconciliación, cuyo fruto siempre es bello, porque nace de las entretelas más profundas <strong>del</strong> ser<br />

humano. Radica en el lugar donde habita el amor sin recompensa. El amor dado y donado. El amor dedicado<br />

a los demás y el amor dedicado a uno, el amor vivido y el que nos queda por vivir.<br />

Sin amor nadie puede perdonar a nadie. Es evidente. Por suerte, en multitud de culturas y religiones<br />

también reza la frase: ¡Perdonemos y pidamos perdón!. Son muchas las personas que defienden la<br />

importancia <strong>del</strong> perdón sincero y la reconciliación. Estoy con estas gentes de corazón grande. Pero también<br />

reconozco que caminar unidos, cuando se arrastran experiencias traumáticas, es muy difícil. Surgen<br />

entonces aún más interpelaciones: ¿Qué camino tomo? ¿Cómo orientarme en ese camino? Hay una<br />

asunto que tengo muy claro, y espero que las víctimas también, sin el perdón van a continuar sangrando<br />

las heridas y las generaciones futuras, beberán de la fuente de venganza en lugar <strong>del</strong> manantial <strong>del</strong><br />

amor. ¿Qué es lo que nos interesa, pues? A mi juicio, que en este caso es a juicio <strong>del</strong> espejo de la historia,<br />

cuando es aceptado el perdón verdadero se divisa el atisbo de una nueva luz, premisa indispensable<br />

para caminar hacia una concordia humana, que todo lo engrandece, muy diferente a la discordia que<br />

todo lo arruina.<br />

>>>>>


62<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Algo más que palabras<br />

62<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Donde hay concordia siempre hay paz. Una paz a la que se llega por los caminos <strong>del</strong> arrepentimiento y<br />

<strong>del</strong> perdón. En este sentido, pienso que todas las culturas deben tener el profundo convencimiento de<br />

que perdonar es mucho más humano que tomarse la revancha, que sería propio de bestias. Por simple<br />

supervivencia a todos nos interesa el sosiego en el planeta. Bien es verdad que a la paz no se llega con<br />

bellas palabras, sino con auténticas acciones, como puede ser la adopción de un estilo de convivencia<br />

inspirado en la acogida recíproca, sustentado con la generosidad, y sostenido con la reconciliación.<br />

Desde luego, ya me parece un acto heroico que algunas víctimas de ETA estén dispuestos a escuchar a<br />

sus verdugos. Perdonar, por tanto, me parece un acto de amor memorable. "No hay cosa más fuerte que<br />

el verdadero amor", dijo Séneca. Y es verdad, estas víctimas <strong>del</strong> terror dispuestas a perdonar nos entregan<br />

la gran lección al mundo, son la gran lección, por haberse despojado de la tentación <strong>del</strong> odio y la<br />

venganza.<br />

El perdón, pues, debe vincularse a todas las culturas. Pedir y ofrecer clemencia ha de ser un camino<br />

humano por el que hemos de transitar. Todos, alguna vez en la vida, tuvimos que pedir perdón por<br />

algo a alguien. Universalizar este perdón franco, siempre bajo el signo de la búsqueda de la verdad, me<br />

parece que vale la pena fomentarlo. Un perdón no se le debe negar a nadie, pero el perdón también tiene<br />

sus exigencias, como puede ser, en la medida de lo posible, reparar el daño causado, acción que es<br />

propia de la justicia. El que un grupo de reclusos de ETA se hayan atrevido a expresar públicamente su<br />

arrepentimiento y a reconocer que las muertes y violencias no han servido para nada, es un gesto que<br />

no puede dejarnos indiferentes. Su pena, sea más grande o menor, llama a nuestra conciencia, al corazón<br />

de las víctimas, que en actos de terrorismo somos todos, y todo estamos implicados a recriminarles,<br />

pero también a ayudarles a revisar su vida, que por cierto ha sido gestada en esta sociedad que todos<br />

formamos.<br />

Mucho se habla de cultura de paz, pero también tenemos que hablar de la cultura <strong>del</strong> perdón y<br />

ponerla en práctica. Detesto, por ende, esa cultura vengativa que tampoco sirve para arreglar nada. La<br />

convivencia siempre exige muchos perdones mal que nos pese. El sencillo arte de vivir como hermanos<br />

en Euskadi, o en tantos lugares <strong>del</strong> mundo en conflicto, pasa por aprender a convivir respetando y perdonando.<br />

Borrón y camino nuevo que se dice, sin obviar, por supuesto, el suplicio de las víctimas. Esto<br />

nunca jamás, pero sin revancha, por favor.<br />

La Revista nº 7<br />

http://www.artistassinfronteras.es/images/stories/documentos/doc1-125-revista7.pdf


63<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

La mirada <strong>del</strong> otro<br />

Juan Manuel Álvarez<br />

<strong>Escritor</strong>, creativo<br />

LUNES<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Cuando todos duermen en paz, con sus pensamientos en blanco, algo ocurre sin duda en<br />

otra parte.<br />

Hoy paseaba tranquilo, por unas de las calles donde el jazz está en todos los antros que te encuentras y,<br />

por un rayo de suerte escuché un saxofón conocido ¡el mismísimo —Coleman Haswins— ¡tocando en<br />

un suburbio tan oscuro y apestoso como aquel y en una ciudad como la mía! —donde nada ocurre—, a<br />

no ser que tú lo provoques o lo busques…<br />

No podía creerlo!!, busqué en los bolsillos, saqué un cigarrillo y, algo de dinero, entré, me senté y, pedí<br />

unos de esos whiskies que saben a rallos, me dejé llevar por aquella música, sin prisas.<br />

¡Dios, qué virtuosismo, que placer, que lujo dios mío! no paraba de decirme a mi mismo, no podía estar<br />

ocurriéndome aquello, busqué un asiento mas cómodo, y lo encontré junto a una rubia, fantástica y<br />

simpática, sin más, con ella, tan rápido como un rayo y que el diablo me lleve, no podía dejar pasar por<br />

alto todo aquel momento tan especial.<br />

Ella y yo hablamos poco, no podías perderte aquel acontecimiento, la música, fluía y fluía, sin cesar, el<br />

bajista era alucinante, y el batería para qué hablar, pero el señor Coleman, ¡era el señor Coleman!.<br />

La rubia, —se llamaba Alicia—, ¡dios, Alicia, no paraba de mirarme!.<br />

El whisky garrafón no cesó de llegar sin pedirlo, para colmo, Alicia en los descansos, me comía a besos<br />

¡y yo ya tenía un pedo de mil demonios!…<br />

No paraba de pensar entre aquel humo… el olor humano, por no llamarlo, sudor y tabaco y otras cosas<br />

más, en que los dioses <strong>del</strong> Olimpo me habían bendecido aquella noche.<br />

No sabía quién pedía el whisky, pero el caso que siempre tenía uno o dos vasos de aquello en la <strong>mes</strong>a,<br />

deseaba el descanso <strong>del</strong> grupo para salir fuera a tomar aíre, pero ya comenzaba a estar demasiado trompa<br />

para morrear con Alicia.<br />

El murmullo comenzó a molestarme, hasta el punto de darme todo vueltas y más vueltas.<br />

Coleman estaba inspirado de veras, no paraba de realizar escalas imposibles, bajaba y subía de agudos,<br />

bajos, altos como un dios, con notas imposibles. No, no podía creerme todo aquello.<br />

De pronto el bar se me puso de sombrero, la vejiga estaba a punto de estallar, o me movía o estropeaba<br />

todo el plan, le guiñe el ojo a Alicia y, con un gestos le dije que iba al servicio.<br />

>>>>><br />

63


64<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

La mirada <strong>del</strong> otro<br />

64<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Al llegar al Váter, tuve que entrar de puntillas, ¡que asco por los cielos! ¡Váter y todo lo demás rebosaba<br />

dios sabe!, —me salieron tres arcadas y solté todo el whisky que había bebido—, de lejos disparé un<br />

chorro de pis que no logré acertar en el aquel agujero mugriento, no, no sigo describiéndolo, ―no merece<br />

la pena‖, pensé que jamás volvería por aquel lugar.<br />

Necesitaba agua, así que como pude llegué al mostrador y pedí dos whiskies más con mucho hielo y una<br />

jarra de agua. Cuando logré llegar a la <strong>mes</strong>a donde estaba Alicia me la encontré morreando con el señor<br />

Coleman.<br />

¡No me deprimí, no! pues tenía un pedo de mil demonios, me tomé los dos whiskies de un trago y después<br />

la jarra de agua helada.<br />

Pregunté si se debía algo, —el camarero me dijo que el señor Coleman me había invitado—. De lejos vi<br />

como me levantaba la mano con un vaso de whisky y con la otra mano le cogía el culo a Alicia. No sabía<br />

si acercarme o saludar con la cabeza, como al final hice y me marché.<br />

Al bajarme de la cama, me puse las babuchas de osito, me fui al baño, hice mi enjuague bucal, lavado de<br />

cara, me vestí y me marché al trabajo —como todos los lunes—.<br />

www.loscuadernosdeperezayausencias.blogspot.com


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Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

La última Calabaza<br />

Marcos González Sedano<br />

65<br />

La ruptura<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Andaba buscando una melodía que representara una ruptura, la ruptura, cuando de la radio salió<br />

la voz de Miguel de Molina: "Ná te pido, ná te debo, me voy de tu vera, olvídame ya, que he pagao con<br />

oro tus carnes morenas...". La bien pagá. Pareciera que aquel viejo republicano exiliado en Argentina<br />

quisiera prestarnos su melodía para esta carta.<br />

La ruptura. He andado varios <strong>mes</strong>es dándole vueltas a la cuestión (pura torpeza de este viejo<br />

militante que olvidó el manual y anda intentando aprender; desaprendiendo para aprender). Partía de un<br />

error que me impedía construir el discurso. Yo pensaba que teníamos que romper con ellos. ¿Con quiénes?,<br />

se preguntarán ustedes. ¿Qué es lo que hay que romper? Las preguntas, las malditas preguntas.<br />

Yo tengo mis respuestas, pero solo son eso, mis respuestas. Y en todo caso quiero compartirlas con ustedes,<br />

si les parece bien.<br />

Ellos son la contraparte, llamada hoy la élite europea, y son los representantes de la clase dominante.<br />

Los mismos que hace sesenta y seis años llegaron a un acuerdo con las organizaciones políticas,<br />

sindicales y sociales surgidas de la correlación de fuerzas de la Segunda Guerra Mundial -ahí, casi ná-.<br />

El acuerdo se basaba en un mo<strong>del</strong>o de producción fordista, en el reparto de una parte de la riqueza generada,<br />

en un mo<strong>del</strong>o social de convivencia pseudodemocrático y en una gestión de los recursos y la<br />

economía a través de organismos "democráticos". A cambio, las partes se comprometían a la no agresión,<br />

a la Paz Social. Mientras, se exprimía al Tercer Mundo y a la periferia dentro de Europa. "Tós<br />

buenos", como diría mi compadre Tonichi. Los amos nos hacían un lugar en su <strong>mes</strong>a, y hay quienes<br />

mantienen que hasta en la cama, eso sí, gracias a la existencia de los países socialistas y mientras los<br />

pobres siguieran siendo pobres.<br />

En el estado español se da un proceso parecido después de la muerte <strong>del</strong> dictador, que se concreta<br />

en los Pactos de la Moncloa, y que jamás dará paso a un estado <strong>del</strong> bienestar aunque sí a un estado<br />

asistencial. Y es tan vergonzante el acuerdo que treinta y cinco años después los demócratas republicanos<br />

asesinados por la dictadura siguen enterrados por miles a lo largo de la geografía española en fosas<br />

comunes, como perros, mientras sus asesinos reposan en el camposanto o caminan por las calles de<br />

nuestras ciudades, y las sentencias emitidas por los tribunales golpistas contra personas como Miguel<br />

Hernández, Julián Grimau, Blas Infante y otros cientos de miles de demócratas, siguen vigentes después<br />

de más de setenta años. ¿A quiénes tenemos que darles las gracias por traernos esta democracia<br />

que restituyó a la monarquía española y que está favoreciendo el retroceso en las conquistas sociales?.<br />

Pues eso, se rompen dos cosas, el Contrato y el reconocimiento de la otra parte, que son las viejas<br />

instituciones que aún se atribuyen la representatividad de los ciudadanos. Y rompen quienes pueden<br />

romper y quieren romper, la élite dominante, los amos, los de toda la vida. La otra parte se resiste a<br />

aceptar la ruptura y colabora en la rapiña de los derechos de los ciudadanos legislando a través de los<br />

parlamentos y firmando acuerdos laborales que suponen retrocesos brutales de los derechos de los trabajadores.<br />

Estas viejas instituciones surgidas de un momento histórico que ya no existe se perciben por los<br />

ciudadanos como instituciones no deseables: "No nos representan". No son interlocutores válidos. Su<br />

fase, su trabajo ya terminó y solo le quedan dos caminos, o la catarsis o que la élite les utilice como el<br />

antídoto de lo nuevo. >>>>>>


66<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

La última Calabaza<br />

Francisco Basallote se alza con el<br />

Premio "Juan Alcaide" de<br />

Valdepeñas<br />

02-09-2011 / 21:20 h<br />

Según ha confirmado a Efe el secretario de esta asociación "JUan<br />

Alcaide", Matías Barchino, el libro ganador ha sido seleccionado por<br />

jurado presidido por el poeta, ensayista y Premio Nacional de Literatura José corredor<br />

Matheos.<br />

El premio será proclamado mañana, sábado, en el transcurso de un acto que celebrará<br />

la tertulia poética 'Desde el empotro' de Bodegas A7 de Valdepeñas, en la que se<br />

rendirá homenaje al poeta Luis García Montero.<br />

Francisco Basallote nació en Vejer de la Frontera (Cádiz) en 1941, es gestor cultural,<br />

escritor y crítico literario, y ha publicado una treintena de libros de poesía y crítica<br />

literaria por los que ha recibido numerosos premios.<br />

El libro ganador, que será publicado en la colección 'Juan Alcaide', es un poemario<br />

"concebido como una navegación marítima a través de la que va desplegando los temas<br />

vitales y existenciales como el tiempo y el destino humanos", ha subrayado Barchino.<br />

Este certamen poético está dotado con 3.000 euros y la publicación <strong>del</strong> libro, y cuenta<br />

con el apoyo <strong>del</strong> Ayuntamiento de Valdepeñas y el Gobierno de Castilla-La Mancha.<br />

EFE 1010525<br />

66<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Las agresiones constantes que estamos sufriendo los ciudadanos y la resistencia que está surgiendo al<br />

margen de las viejas instituciones deben generar sujetos políticos que coordinen un nuevo Proceso<br />

Constituyente. No caben reformas, entre otras cosas porque la contraparte no las acepta. Y nosotros, los<br />

ciudadanos, poco o nada tenemos ya que perder salvo que nos quiten los grilletes invisibles que nos<br />

unen a ellos y los conviertan en reales.<br />

Varias puertas se abren ante nosotros, entre ellas, cómo no, la de la barbarie. Pero junto a ella se<br />

encuentra la de poder construir un mundo nuevo, más justo, más humano, con una relación de respeto<br />

con la naturaleza que hoy no existe y que es necesaria para nuestra propia supervivencia como raza. En<br />

medio de ese camino entre la Asamblea Constituyente y ese Nuevo Mundo, un millón de horas de trabajo<br />

de hombres y de mujeres, de luchas contra los desahucios, contra la exclusión social, por mantener<br />

nuestros derechos sociales y laborales, un millón de batallas en defensa de la naturaleza y la paz mundial,<br />

y el aprendizaje de unas nuevas relaciones de convivencia basadas en la solidaridad y el respeto<br />

mutuo. Ahí esta el tajo, y ahí nos vemos, porque merece la pena vivir y morir en el intento. Salud y<br />

buena suerte.<br />

Espacio para la difusión de la obra y el pensamiento<br />

de los trabajadores <strong>del</strong> arte y la cultura en Santander,<br />

en conexión con la obra universal.<br />

http://www.youtube.com/watch?v=No0odYGlP40


67<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Rap-e-ando<br />

Martín Lucía<br />

<strong>Escritor</strong><br />

Recortes<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Llegó Septiembre y llegaron más y más recortes. No importa el ámbito de acción geográfico ni el<br />

―color‖ <strong>del</strong> partido que gobierne. Papá Mercado nos ha dicho que, en Europa, hay que ser austeros y<br />

recortar (¿por qué no mejorar el sistema de recaudación y rebajar ese 23% de economía sumergida que<br />

tiene España? ¿Por qué no gravar las grandes fortunas? ¿Por qué no, al igual que en otros destinos europeos,<br />

poner un impuesto mínimo a los turistas de un euro al día? ¿Por qué no eliminar las SICAV?). Y<br />

se recorta en Sanidad (Cataluña), en Educación (¡¡ay, Esperanza, que miedo me das!!), en Infraestructuras<br />

(Ministerio de Fomento).<br />

Todos entregados al entreguismo de entregarse a los mercados. No obstante, está habiendo matices:<br />

unos recortan en el puro ejercicio de disminuir los gastos y equilibrar el déficit. Otros, en el deseo y empeño<br />

de ir desmantelando el que llamamos Estado <strong>del</strong> Bienestar, precarizando (no os engañéis, no la<br />

harán desaparecer por el simple hecho de que el Derecho a la Educación y Sanidad, por ejemplo, están<br />

recogidos en nuestra Constitución en los artículos 27 y 43, respectivamente). Lo empobrecerán tanto<br />

que no valdrá la pena acercarse a un hospital público o matricular a tu hijo en un instituto o colegio<br />

público. Y entonces, sólo los enfermos con una buena cuenta corriente tendrán acceso a una sanidad de<br />

garantías y calidad. Y sólo los hijos de estos enfermos o de otros que tengan similar poder adquisitivo<br />

podrán acceder a una educación de garantías y calidad.<br />

Pues en esa estamos, en recortes de una u otra índole. Y a nosotros, los de la Cultura nos ha llegado, nos<br />

están llegando o nos llegarán. A Sevilla, mi ámbito laboral más próximo, han llegado con fuerza. El<br />

nuevo gobierno local ha anulado subvenciones y ayudas a Perfopoesía, Alamedeando o a la Fundación<br />

Cansino Assens.Más allá de la oportunidad, necesidad o consecuencias de este recorte, que en ocasiones<br />

roza la obscenidad (según El Correo de Andalucía, ―El Festival Internacional de Poesía de Sevilla,<br />

Perfopoesía , -que se venía celebrando en la Alameda de Hércules- celebrará este año una reducida<br />

cuarta edición que, en lugar de durar la habitual semana, se concentrará en tan sólo dos días y medio.<br />

El motivo: el Ayuntamiento le ha retirado la principal ayuda con la que contaba este certamen,<br />

40.000 euros procedentes de una subvención nominativa de la antigua Delegación de Juventud y<br />

Deportes. Y es que la nueva <strong>del</strong>egada municipal de estas áreas y de Cultura, María <strong>del</strong> Mar Sánchez Estrella,<br />

ha sacrificado esta partida para hacer frente a una deuda heredada de la anterior corporación municipal<br />

(PSOE-IU), una multa de 265.000 euros impuesta judicialmente por el impago de un concierto<br />

en el anterior mandato. La productora <strong>del</strong> espectáculo demandó al ex-concejal de Juventud Lolo Silva<br />

por discrepancias en el contrato para el concierto que ofreció en el Estadio Olímpico Maná en 2007.‖),<br />

estos recortes tiene que hacernos reflexionar a aquellos que transitamos este mundo de la Cultura. Sobre<br />

todo, en la organización de eventos y actividades.<br />

Si bien, la Cultura, sobre todo la destinada a minorías, debe ser ayudada, es conveniente que el presupuesto<br />

de cada una de estas actividades no dependa en su mayoría de un único mecenas o patrocinador,<br />

da igual que sea particular o privado.<br />

Es mucho mejor tener diez personas o entidades que te den 1 euro a una sola entidad o persona que te dé<br />

10. Facilita el trabajo, pero, a la larga, dificulta el trabajo y la viabilidad futura de la actividad.<br />

Posiblemente, si vienen mal dadas o empeora la situación, dos, tres o cuatros entidades o personas se<br />

retiren<br />

67<br />

de su mecenazgo o patrocinio. Pero seguirá habiendo ocho, siete o seis que mantendrán su ayuda.<br />

>>>>><br />

Cuantos más patrocinios, ayudas o mecenazgos aparezcan en un presupuesto, mayor es la viabilidad <strong>del</strong>


Edgar Borges y Antonio Gómez Rufo,<br />

portadas a todo color, pensando en la conquista de ese lector medio siempre necesario en el am-<br />

68<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Rap-e-ando<br />

68<br />

Letras, tu revista literaria<br />

mismo.<br />

Mucho mejor aún es que el porcentaje de fondos propios o recursos generados por el evento o actividad<br />

supere al de las ayudas. Pero esto parece aún más difícil, dependiendo <strong>del</strong> tipo de espectáculo que se<br />

esté organizando.<br />

Ahora que vienen flacas, aprendamos de lo contraproducente que es estar en manos de administraciones<br />

que tal consideración tienen de eventos tan necesarios como Perfopoesía o Alamedeando, o que ignoran<br />

la importancia de tener el archivo de la Fundación Cansino Assens en nuestra ciudad.<br />

http://festivalperfopoesiasevilla.blogspot.com/2011/09/programacion-de-perfopoesia-iv.html<br />

Llegu


69<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Novela<br />

Santa Compaña<br />

Salvador Moreno Valencia<br />

Pí<strong>del</strong>a en tu librería, o cómprala en papel por Internet:<br />

http://libros.casaeolo.com/books/la-santa-compana<br />

69<br />

Fecha de Publicación: 21 de Marzo de 2011<br />

Editorial: Casa Eolo<br />

Temática: Narrativa<br />

ISBN Físico: 978-84-15178-09-5<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Descripción:<br />

―Santa Compaña‖ nos presenta un juego ininteligible y apasionante, en el<br />

que nada es lo que parece y todo parece lo que no es, un lupanar literario en<br />

el que Dediegos, el escritor que protagoniza la historia, ha perdido el control<br />

sobre su vida, sobre sus personajes y sobre su obra en general, la cuál ha<br />

emigrado a otras firmas huyendo <strong>del</strong> fracaso recurrente que acompaña al<br />

escritor en su existencia.<br />

Santa Compaña:<br />

Una sonora bofetada al universo cartesiano que parte de la conciencia de un personaje singular.<br />

Verónica Pedemonte Morillo-Velarde, escritora.<br />

El Puerto de Santa María mayo de 2011<br />

————————————-<br />

El amor, que simboliza Nadin, es la forma que tiene Salvador Moreno Valencia de apuntar a una posible<br />

explicación que Einstein y Heráclito y Demócrito y Ovidio sabían: que nada se crea ni se destruye.<br />

Porque todo se transforma.<br />

Ricardo Mena, escritor.<br />

————————————-<br />

Salvador Moreno Valencia engancha al lector porque éste nunca sabe hacia donde le están llevando o cuál<br />

será el siguiente paso, aunque sí sabe que está disfrutando con una novela universal que no le dejará<br />

indiferente.<br />

Rubén Sancho, escritor.<br />

————————————<br />

Un escritor que juega muy bien al equilibrio entre la imperiosa soledad y la comunicación a escala<br />

planetaria, es Salvador Moreno Valencia.<br />

Edgar Borges, escritor.


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Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Mejor lo escribo<br />

Maite García Romero<br />

<strong>Escritor</strong>a<br />

MÁS RECORTE EN DEFENSA Y MENOS EN EDUCACIÓN<br />

70<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Mi padre era Maestro Nacional, maestro de los de antes, de los que se decía: ―pasa más hambre que un maestro escuela‖.<br />

De los que a mediado de <strong>mes</strong> aguardaban turno ante la ventanilla <strong>del</strong> habilitado con un papel en la mano: ―vale por 200<br />

pesetas a cuenta de mis haberes <strong>del</strong> día tal…‖ Y es que mi padre pertenecía a uno de los colectivos con el sueldo más bajo<br />

de todos los funcionarios de España. A un colectivo que no se atrevió a exigir la debida consideración porque estaba inmerso<br />

en una sociedad atemorizada y achantada a la que le tapaban la boca. A un colectivo en el que todos parecían formar<br />

parte de una misma familia y en el que todas las privaciones y luchas silenciadas les unía fuertemente.<br />

Hoy, después de tantos años, después de haber dejado atrás una dictadura y después de haber luchado hasta conseguir un<br />

reconocimiento, los profesores se ven obligados a movilizarse para defender de nuevo su dignidad como trabajadores.<br />

Que la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid esgrima la necesidad de ahorro por la crisis económica pretendiendo<br />

hacer unos recortes sangrantes de plantilla en los Institutos Públicos (no concertados ni privados) de ESO, Bachillerato,<br />

Formación Profesional y otros, en torno a un 15% (unos 3.000 profesores en total), me parece un disparate. Esto<br />

conllevará a un perjuicio enorme de cara a los alumnos ya que con estas medidas se verá incrementado el número de alumnos<br />

en las aulas, la reducción de la atención a alumnos con problemas, y la labor tutorial que quedaría completamente disminuida<br />

sin que se pudieran llevar a cabo algunas cuestiones de vital importancia para el desarrollo educativo y personal<br />

<strong>del</strong> alumno. No satisfecha con esto, la Consejería de Educación pretende, además, la eliminación de ciclos de FP, así como<br />

llevar a cabo duros recortes en todas las etapas educativas de las Escuelas Oficiales de Idiomas y las de Artes Plásticas y<br />

Diseño. Si a los profesores que actualmente van a conservar su trabajo, ya se les hizo una reducción de sueldo <strong>del</strong> 7% y<br />

además van a soportar una carga de trabajo de más <strong>del</strong> 10%, me pregunto si en esa circunstancia se puede trabajar con calidad<br />

en un ámbito en el que cada detalle cuenta. ¿No es una soberana desfachatez haber tenido trabajando como eventuales<br />

a miles de personas de forma continuada sin un contrato fijo y despedir ahora de golpe a 3.000?<br />

No obstante la Presidenta de la Comunidad sigue dando dinero a la iniciativa privada y sigue ampliando desgravaciones<br />

fiscales para ir a los centros privados. Y lo más curioso, cómo a pesar de la falta de recursos económicos que argumenta, el<br />

pasado <strong>mes</strong> de agosto no puso reparo a la hora de beneficiar a la Conferencia Episcopal con tanta magnificencia como lo<br />

hizo, para un evento religioso.<br />

Ya no somos una sociedad de personas achantadas, y por lo mismo no somos tan fáciles de manipular desde el púlpito o<br />

desde cualquier instancia de poder. Ahora somos conscientes de nuestro papel en el mundo y sabemos que la dignidad <strong>del</strong><br />

ser humano es inalienable y que toda persona debe disponer de las mismas posibilidades para desarrollar sus capacidades.<br />

Y esa ha sido una de las misiones de mayor envergadura que ha mantenido siempre la Escuela Pública: la lucha por la<br />

igualdad de oportunidades. La Escuela Pública es una filosofía, un pensamiento educativo que reconoce el derecho de todos<br />

a la educación y a preservar las medidas legales para hacerlo efectivo. Es por ello que estamos completamente en contra<br />

de que nos argumenten que el recorte de gasto en sanidad y en educación es inevitable y necesario y que al mismo<br />

tiempo se sigan invirtiendo sumas tan desproporcionadas en gastos militares. Cuando pienso en el costo tan tremendo de<br />

vidas humanas que han causado las guerras de Afganistán e Irak durante el periodo que va desde el 2001 hasta la fecha,<br />

más el costo económico que llegó a alcanzar cifras astronómicas, que enriqueció a las empresas armamentistas, no puedo<br />

por menos que cuestionarme la sensatez de los que manejan los hilos <strong>del</strong> mundo.<br />

Si pretendemos conseguir en el futuro un mundo mucho más justo y pacífico, donde imperen los derechos humanos por<br />

encima de todo, no debemos permitir que a esta nueva generación se le escatimen los recursos necesarios para el desarrollo<br />

de una Escuela Pública de calidad ni que se favorezca, como se ha venido haciendo, un concepto elitista en la Educación.<br />

Los niños y niñas, sean <strong>del</strong> origen social que sean, tienen los mismos derechos.


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Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

La afilada navaja<br />

Ignacio Fernández Can<strong>del</strong>a<br />

(<strong>Escritor</strong>-crítico literario)<br />

www.ignaciofernandezcan<strong>del</strong>a.com<br />

Bermellón: el cromatismo de la eternal dulzura.<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Con la convicción literaria que otorga la genuina intención de las inspiraciones- bajo el auspicio <strong>del</strong> ingenio-<br />

―Bermellón‖, de Chus Cuesta, entronca por méritos desgranados de generosidad creadora, párrafo a párrafo, con<br />

la Literatura mayúscula, intemporal, persistente más allá de los usos temporales de la creación, para afirmarse<br />

como valor universal en la línea de las más grandes obras.<br />

Sé que Chus es autora <strong>del</strong> Siglo XXI, pero no exagero mi percepción. Sólo Werther de Goethe y su amor derrotado<br />

por Carlota y la amistad virtuosa de Guillermo, me otorgó el conocimiento <strong>del</strong> sentir expresado en la consciencia<br />

de una emoción eternal. El Henri Toulouse Lautrec de ―Bermellón‖, me ha constatado el amor puro, redivivo<br />

y exultante en mi emoción lectora. La sutil descripción de valores universales como el Amor y la Amistad,<br />

abarca una concepción literaria inesperada que me ha entusiasmado por la esencia de su genialidad tan sencilla<br />

como nada frecuente.<br />

―Bermellón‖ es una miscelánea de contrastes que narra, acaso con ritmo poético que se capta con el alma, el don<br />

de los creadores que es toda una disquisición ante un mundo previsible. Henri, McGregor, el Veneciano, Tapié,<br />

conforman una unidad de nobleza perfilada por una lealtad que emociona y emplaza con los valores de la amistad<br />

excelsa. El devenir de los personajes torna la argumentación narrativa en una oda al amor, al compañerismo a<br />

ultranza, al significativo trance de una bohemia enraizada en el espíritu de las rebeldías, la consistencia de las<br />

fi<strong>del</strong>idades y la permanencia de la dulzura.<br />

Chus traza ingrávidas líneas de magistral preciosismo que rubrica la autoridad <strong>del</strong> ingenio por las letras y una<br />

sensibilidad sorprendente que trasciende al propio lector. Sabia es la observación de los invisibles lazos de lo<br />

espiritual que se manifiesta a través <strong>del</strong> Amor y las relaciones personales que son en este libro de una belleza<br />

absolutamente embriagadora.<br />

Con toda esta capacidad narrativa destaca la maestra descripción de la abisal incertidumbre de los sentires que<br />

maneja el destino, en apariencia servil, como lo es el <strong>del</strong> entrañable protagonista Henri. Ahíto de sensaciones en<br />

la nobleza de su entorno- que le convierten en hombre libre aun con las cadenas impuestas de las limitaciones<br />

físicas- Henri acaba encontrándose con las capacidades de la expansión <strong>del</strong> alma que vuela ligera hacia Céline,<br />

un reto en el paradigma <strong>del</strong> amor que le da y le quita la vida.<br />

Henri se nos allega en la inquietud <strong>del</strong> amor que contemporiza con la genialidad y nos transforma la cotidianeidad<br />

de lo circunstancial, paradigmáticamente, en la intimista resolución <strong>del</strong> exclusivo altruismo amoroso. Un<br />

altruismo que suaviza las taras, como cicatrices de un impedimento para el propio espíritu de lo batallador, con<br />

el dolor de lo consciente y el anhelo esperanzador de lo imposible. El arte y el enamoramiento se conjuntan en<br />

color bermellón, como la casualidad de un pincel que obedece los designios de un artista, presto a retratar su propio<br />

sentimiento cuando posa el objetivo de su ensoñación personal.<br />

El gran simbolismo de la paradoja en la ausencia, aun con toda la plenitud <strong>del</strong> fondo de las almas que se separan<br />

aprendiendo todo la una de la otra, queda vinculado por el cariño expreso <strong>del</strong> Amor a pesar <strong>del</strong> conocimiento de<br />

su imposible.<br />

Céline busca la universalidad en el triunfo personal, gracias al impulso de un Henri que le alecciona el alma;<br />

un enamorado que guarda celosamente la expresión <strong>del</strong> Amor infinito que le sublima y le da la espalda. Con<br />

todo, sí, amor sublime.<br />

Es sorprendente la facilidad de la autora para mimetizarse, como experta <strong>del</strong> alma, con tantos conocimientos<br />

multidisciplinares que dan clara noción de la profundidad de su espíritu creativo. El reflejo exacto de una época,<br />

la interpretación <strong>del</strong> arte pictórico y literario; la aguzada percepción de la paradoja para resolverla con hermosas<br />

sentencias, 71 son algunos de esos conocimientos multidisciplinares que dan consistencia de estilo único a un modo<br />

de ser y expresar, literariamente arrebatador. >>>>>


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Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

La afilada navaja<br />

72<br />

Letras, tu revista literaria<br />

La vasta extensión de las posibilidades literarias con la eficacia en el ordenamiento de las palabras, muestran de<br />

manera ilimitada- los recursos personales como autora lo son- la certeza de la obra maestra, en la intimidad creativa,<br />

de una mujer actual, a la altura de los mejores… de épocas pasadas.<br />

Chus no sólo conoce la analítica gramatical, desentrañando la maestría que concibe la lógica ordenada <strong>del</strong> castellano<br />

con pleno dominio, también instrumentaliza esa maestría para canalizar la infinita esencia <strong>del</strong> alma sentidora;<br />

la que se desparrama con ingenio para abarcar la medida de lo eterno a la comprensión humana, con la sencillez<br />

de un espíritu muy versado y evolucionado que comprende ciertamente los misterios sobre el prodigio <strong>del</strong><br />

Amor verdadero.<br />

Después de ahondarme en la versátil ingenuidad de almas tan nobles que contiene ―Bermellón‖- a pesar de la<br />

acerba teatralización de una vida demasiado real que forja en dura fragua el espíritu- perdura una impresión de<br />

dulzura resolutiva que me ha convencido profundamente. Mucho habré de leer este libro, convertido en favorito<br />

de mi vida, pleno de una retórica intimista de rebosante sabiduría.<br />

Esta lectura me ha dejado la impronta de un deseo ―Bermellón‖… imaginar la mirada de la autora cuando escribía<br />

esta impresionante obra, para poder percibir la magia de un virtuosismo inspirado, capaz de tanto en contadas<br />

páginas de inmenso <strong>del</strong>eite lector.<br />

Después de ser testigo lector de estos ingenios, ahora comprendo en su justa medida las acepciones de goloso y<br />

dulce que lleva la dedicatoria de nuestro libro por parte de su autora. Estas impresiones de Literatura mayúscula<br />

siempre permanecen y ya voy buscando otro libro de Chus Cuesta. Impresionante inspiración <strong>del</strong> alma.<br />

Entrega NO. 77 de Puesto de Combate, la revista de la Imaginación<br />

http://poesiaenelatico.blogspot.com/2009/06/lanzamiento-revista-puesto-de-combate.html<br />

MILCÍADES ARÉVALO. Nació en El Cruce de los Vientos<br />

(Zipaquirá, 1943). Periodista cultural, fotógrafo, narrador, dramaturgo,<br />

editor y director de la revista cultural Puesto de Combate,<br />

fundada en 1972.


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Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

La edad de la inocencia<br />

Carlos Penelas<br />

<strong>Escritor</strong><br />

http://www.alvaeno.com/letras-carlos-penelas.htm<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Un señor amigo, Luis Gutiérrez -de origen asturiano- me hablo de un tío suyo, un ser angelical utópico<br />

que pisó estas tierras huyendo de miserias y persecuciones. Me refiero a Bautista Fueyo, librero y<br />

editor <strong>del</strong> movimiento anarquista. Estos hombres cumplieron una función importante, y desinteresada,<br />

en una época en donde el compromiso, la lucha por la libertad y en contra de un sistema oprobioso<br />

marcaron la dignidad de tantos hombres. Sabían perfectamente qué significaba el clero, el ejército, los<br />

partidos políticos y los palacios de justicia.<br />

La sociedad parece tener malformaciones congénitas. Esta y las otras, no se haga el distraído pequeño<br />

lectorzuelo. Pero no analicemos las políticas culturales ni sociales, no busquemos en los textos teóricos<br />

o en los grandes pensadores <strong>del</strong> siglo XIX o mediados <strong>del</strong> XX. Busquemos en el teatro de Ibsen<br />

lo esencial <strong>del</strong> ser. Observemos (y aprendamos) de Espectros, de cómo el hijo carga sobre sus espaldas<br />

la herencia <strong>del</strong> padre. Hay un mecanismo de repetición en el ser humano que debió analizar Freud<br />

hasta el cansancio. Leamos Casa de Muñecas o Un enemigo <strong>del</strong> pueblo. Detengamos un momento<br />

nuestras urgencias absurdas y miremos las obsesiones de Hedda Gabler. Pensemos en los mundos cerrados<br />

y asfixiantes de Dostoievski o Kafka. Releamos los espacios de Sándor Márai, las metáforas de<br />

Chéjov.<br />

La literatura se ha vuelto aburrida y rutinaria. La estupidez, la falta de pudor y la vulgaridad estilística<br />

generan banalidad y tontería. Ni las editoriales ni los suplementos literarios ni los grandes premios<br />

tienen el menor respeto por el lector. Con una gran cuota de cinismo premian, editan y difunden obras<br />

definitivamente muertas. Allí se mezcla una izquierda decadente, el oportunismo, la impotencia de la<br />

narración y una suerte de mafia donde se une lo cursi con el negocio editorial. La novelística hodierna<br />

trae esta divulgación aburrida y balbuciente, llena de lugares comunes que sin duda perjudican la salud<br />

mental de cualquier lector.<br />

Hace años tuve la oportunidad de presentar el libro que escribió Hugo Nario sobre Beppo Ghezzi.<br />

Beppo fue croto durante veinticinco años. Viajó a lomo en los trenes cargueros de toda la Argentina.<br />

Naturalmente, militó en la Acracia. Los campesinos europeos, paupérrimos, trabajaron en la Argentina<br />

en las cosechas de trigo y maíz. Aprendieron a viajar clandestinamente en los trenes cargueros. Solían<br />

prepararse la comida a orillas de la vía. Dormían cerca de las estaciones a campo raso. Llevaban sus<br />

pocas pertenencias en un atadito de ropa que llamaban la linghera, pues eran italianos en su mayoría.<br />

Con los años el vocablo se transformó en linyera. Después de la Primera Guerra Mundial los braceros<br />

fueron criollos y apareció un nueva palabra: croto. Mientras en la mayoría de los crotos o linyeras la<br />

motivación era trabajar en las zonas agrícolas hubo quienes retornando de las chacras comenzaron a ser<br />

profesionales de la vía. Era gente con dolores callados y pasado inquietante. Nadie preguntaba en ese<br />

mundo las razones de su errabundia. En la década <strong>del</strong> ’20 y <strong>del</strong> ’30 muchos militantes anarquistas eligieron<br />

este camino. Para no hacer el servicio militar y para rechazar el sistema. En sus monos llevaron<br />

panfletos o libros de Fauré o folletos de Malatesta. El ideal libertario buscaba en los obreros rurales la<br />

insurrección pues eran los más desamparados de la tierra.<br />

Debemos evocar a Robert Musil cuando señala: "La constitución era liberal, pero el régimen clerical.<br />

El régimen era clerical, pero los habitantes librepensadores. Todos los burgueses eran iguales ante la<br />

ley, pero, justamente, no todos eran burgueses..."<br />

No se quiere leer la realidad. No se quiere soportar la mentira frente a nuestras narices. Hay una sola finalidad<br />

desde los presocráticos y antes también: se pretende confundir, perturbar, humillar, someter a la<br />

víctima. Aunque 73 todo parezca simbólico o alegórico. Se sabe (no es un dato menor) que Kafka era


74<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

La edad de la inocencia<br />

74<br />

Letras, tu revista literaria<br />

buen jinete, nadador, vegetariano, nudista, naturista. Por lo general sólo nos recuerdan que murió a los<br />

41 años, tísico. Tuvo una fuerte enemistad con la alopatía, estaba signado por la preocupación social y<br />

(esto jamás se dice) una sincera simpatía hacia el anarquismo de Kropotkin. Tenía diferencias con el<br />

sionismo y un judaísmo bastante singular, edificado ante una ecuación casi agnóstica y el de pertenencia<br />

a una cultura fundamental.<br />

Siento que es importante recordar una vez más Terezin. Esta era una pequeña ciudad checoslovaca<br />

ubicada a unos 60 kilómetros al norte de Praga. En 1942 sus cuatro mil habitantes fueron evacuados y<br />

la ciudad se convirtió en un ghetto. En pocos <strong>mes</strong>es fueron hacinados ochenta mil judíos. En rigor era<br />

un campo de tránsito hacia las cámaras de gas de Polonia. De Terezin los nazis hicieron un ―ghetto mo<strong>del</strong>o‖,<br />

e incluso rodaron películas donde se veían orquestas, escuelas, gente paseando por las calles. Fue<br />

una farsa creada para mostrar a la Cruz Roja el buen trato que existía hacia los judíos. ―Estoy en un<br />

rincón, y miro a la ventana. Allí donde el corazón es separado <strong>del</strong> corazón.‖ Esto lo escribió Hanus<br />

Hachenbulrg (1929-1944), una de las tantas criaturas condenadas por el nazismo. Sobre simples hojas<br />

de papel los niños de Terezin dejaron un testimonio en dibujos y poemas.<br />

Uno recuerda a aquellos pintores, panaderos, mecánicos, torneros, cepilleros, tipógrafos, carreros y<br />

demás oficios elevando la ética por encima de lo infame, <strong>del</strong> oportunismo, de lo populachero, de lo burocrático.<br />

Cuando camino por las calles de Barracas o de Avellaneda los evoco. Siempre.


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Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

“El paso de la horas”<br />

Lucre Romero<br />

<strong>Escritor</strong>a<br />

Economía doméstica<br />

75<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Nunca oí hablar de economía como en estos dos últimos años:<br />

En el vocabulario usual de los telediarios las palabras íbex 35, bolsa, índice, parquet…son lugares<br />

casi únicos las 24 horas de una jornada que no se valora más que en los movimientos al alza o a la<br />

baja.<br />

Nunca supe menos de economía que ahora. Antes, yo sabía que si contaba con 1500 euros de sueldo,<br />

me podía gastar unos 200 en comida, 80 en vestir, 250 en luz y agua, 70 en telefonía, 300 en la<br />

letra <strong>del</strong> coche, 400 en la letra <strong>del</strong> préstamo de la casa, y el resto, doscientos euros, para gastos imprevistos<br />

o para la cartilla de ahorros. Es decir, gastaba menos de lo que ganaba, aunque algunos <strong>mes</strong>es<br />

me tenía que quitar de algo.<br />

Ahora, cada vez gano menos, y cada vez gasto más; porque el sueldo es menor-me lo han rebajado-<br />

y los precios no paran de subir, no digamos el de la hipoteca, el <strong>del</strong> teléfono, el de la luz y el agua.<br />

Así que ahora no es que llegue raspando a fin de <strong>mes</strong>, es que para que me cuadren las cuentas, sueño<br />

que los <strong>mes</strong>es tienen veinte días. Me he quitado <strong>del</strong> tabaco, me tomo una cerveza tan solo en el bar;<br />

por las mañana desayuno en casa. Llevo la ropa usada que estaba a punto de tirar y por las noches<br />

apago todas las luces… hasta el pilotito rojo de la tele. Yo no sé si con eso habré ahorrado yo o habré<br />

contribuido al relanzamiento de la economía europea. El caso es que tengo la sensación que, en economía<br />

vamos para atrás como los cangrejos; y como no paran de decirnos que la economía es lo que<br />

mueve a la Sociedad, pienso que el retroceso de la humanidad está a punto de producirse. Porque esto<br />

es como un dominó, que las fichas-los gobiernos- van cayendo uno a uno. Y todos sabemos quién<br />

movió primero. Que esto parece un solar hecho banco, como decía mi profesor de matemáticas, que<br />

cuando viéramos un solar, al <strong>mes</strong> siguiente veríamos construir un banco. Y las matemáticas no engañan,<br />

aunque los banqueros parecen que suspendieran esa asignatura, desde la escuela. ¿Cómo pensaron<br />

que ―dos más dos eran cinco‖?<br />

En el Instituto, las niñas teníamos una asignatura llamada ―economía doméstica‖, donde se nos enseñaba<br />

las cuatro reglas para llevar una casa. Y mi tía me enseñó la regla de oro para alimentar una<br />

familia numerosa: ―este poquito de pan, para este poquito de queso‖. De no tirar nada como recomendaba<br />

mi tía hemos pasado a tirarlo todo y comer sólo lo que se nos apetezca, llenando un carro de la<br />

compra al que ahora no hay más remedio que sustituir por una cesta. Quizás deberíamos volver a ―la<br />

chivata‖, esa red pequeña, con dos asas, que usaban nuestras abuelas y que a penas si se llenaba con<br />

―cuatro mandaos‖.<br />

Yo, no quiero ser catastrófica, sino todo lo contrario; por eso animo a todos a estudiar un poco de<br />

economía doméstica, la de casa. Quizás las grandes economías-empresas, negocios-quieran asistir<br />

también a esta ―escuela‖.


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Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

La disidencia<br />

Pablo Paniagua<br />

<strong>Escritor</strong><br />

http://escritorweb.blogspot.com/<br />

Letras, tu revista literaria<br />

En esta Época Supermoderna, bajo el influjo <strong>del</strong> materialismo y la banalidad,<br />

todas las democracias y ordenamientos políticos obedecen, por<br />

fuerza, a un sistema económico mundial que sólo mira por los intereses<br />

de los dueños <strong>del</strong> dinero. Si la ―democracia‖ es el poder <strong>del</strong> pueblo, de<br />

la sociedad, hoy en día tal definición no es representada por una serie de<br />

sistemas políticos que se dicen democráticos, cuando, en realidad, son<br />

dictaduras camufladas de democracia.<br />

A diario vemos cómo los pretendidos gobiernos democráticos recortan o<br />

eliminan los presupuestos destinados a programas sociales, suben las<br />

tributaciones y reforman las leyes para mermar los derechos de la ciudadanía,<br />

y todo en pos <strong>del</strong> mantenimiento de un orden económico mundial<br />

que sólo genera, para su reajuste, los problemas arriba mencionados,<br />

además de desigualdad, en un círculo vicioso que sólo beneficia a los<br />

dueños <strong>del</strong> dinero. ¿Cómo es posible que un grupo de especuladores<br />

pueda hundir la economía de un país, de una unión político-económica<br />

o <strong>del</strong> mundo entero? Esto es así porque las leyes de la economía mundial<br />

no sirven al conjunto de la sociedad, sino al interés de una minoría.<br />

Eso no es democracia, es capitalismo salvaje; dos conceptos, en la práctica, antagónicos.<br />

Los márgenes de maniobra de las naciones, para solventar la actual crisis económica, son muy limitados y se reducen,<br />

casi exclusivamente, a recortar el gasto público y a subir los impuestos, algo que redunda en detrimento <strong>del</strong> conjunto de<br />

la sociedad, pues el sistema económico mundial, tal cual está diseñado, no ofrece más alternativas. Para enfocar el problema<br />

de forma adecuada, es imprescindible reconocer que el actual sistema económico ha fracasado, como representación<br />

e instrumento de un capitalismo salvaje totalmente obsoleto. La avaricia, la usura y la especulación, son los valores<br />

de ese capitalismo salvaje que se hunde, y las recetas para salir de la crisis son insuficientes porque siguen la inercia <strong>del</strong><br />

mo<strong>del</strong>o fracasado. Es una vergüenza, para toda la Humanidad, que en las bolsas de valores se juegue, a modo de casino,<br />

con el futuro y la dignidad de los seres humanos, dejando la actividad económica al recaudo de los especuladores.<br />

Ahora muchos jóvenes insatisfechos con la realidad, con un futuro poco prometedor, no toman las calles para buscar<br />

una solución real, lo hacen porque no podrán disfrutar de la misma porción de materialismo que tuvieron sus padres, no<br />

se manifiestan para erradicar el mal desde su raíz, para promover un cambio necesario en el sistema, sino que lo hacen<br />

porque quieren seguir consumiendo bajo la plenitud <strong>del</strong> capitalismo salvaje. Es la cultura <strong>del</strong> ―tener‖ que tiene hipnotizada<br />

a la sociedad, dejando la cultura <strong>del</strong> ―ser‖ en el olvido (y aquí hago referencia a Herbert Marcuse), y la conciencia<br />

colectiva de los alienados por el sistema, que son la gran mayoría, continúa con la mirada puesta en objetivos consumistas,<br />

centrados en el ―tener‖, porque el espejismo de la materia es poderoso.<br />

Ahora tampoco es válido recuperar los fundamentos socialistas fracasados, pues hay que usar la imaginación para tomar<br />

de un lado y <strong>del</strong> otro lo bueno, imaginación para superar, de una vez por todas, esa inercia nefasta que nos conduce<br />

hacia la distopía. La Humanidad ha basado su evolución en el avance de la justicia social, con el progreso en base a unos<br />

valores fundamentales como son la igualdad y la libertad, y habiendo dejado atrás los tiempos de las invasiones y la esclavitud<br />

como motor de la economía. Es por ello que el fin último de la evolución es el logro de la utopía, algo imposible<br />

sin un sistema social totalmente redistributivo.<br />

Para salir de la actual crisis económica se hace obligado, por tanto, crear un nuevo sistema económico mundial que<br />

obedezca al beneficio <strong>del</strong> conjunto de la sociedad y no a los intereses de una minoría: los dueños <strong>del</strong> dinero, los poderosos<br />

y una clase política corrupta que da sustento a ese mismo sistema. Para empezar, hay que acabar con la ―economía de<br />

casino‖ (cerrando los mercados de valores), crear una moneda única para todas las naciones, poner la banca al servicio<br />

de un nuevo Banco Mundial (bajo supervisión y mandato de la ONU) que emita la moneda única en base a las reservas<br />

internacionales de oro, acabar con la usura y gravar de manera sustancial a las grandes fortunas. No es permisible que las<br />

actuales dictaduras, camufladas de democracia, sólo sirvan a los intereses de una minoría en detrimento <strong>del</strong> bien común.<br />

Esto no es democracia, es una farsa.<br />

Ya queda poco tiempo y nuestro destino será, si no se promueve un cambio efectivo en la economía mundial, el colapso<br />

<strong>del</strong> capitalismo salvaje que dará paso a la distopía total.<br />

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Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

La disidencia<br />

Esther Vivas<br />

http://esthervivas.wordpress.com/<br />

Tres años de crisis, tres <strong>mes</strong>es de indignación<br />

*Josep María Antentas y *Esther Vivas<br />

77<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Nos acercamos al tercer aniversario de la quiebra de Lehman Brothers y <strong>del</strong> estallido formal de<br />

la crisis, "una racionalización irracional de un sistema irracional" como nos recuerda el geógrafo<br />

David Harvey. En el momento <strong>del</strong> crack <strong>del</strong> sistema financiero, los dueños <strong>del</strong> mundo vivieron un<br />

breve momento de pánico alarmados por la magnitud de una crisis que no habían previsto, por su<br />

falta de instrumentos teóricos para comprenderla y por el temor a una fuerte reacción social. Llegaron<br />

entonces las vacías proclamas de "refundación <strong>del</strong> capitalismo" y los falsos mea culpa que<br />

se fueron evaporando, una vez apuntalado el sistema financiero y en ausencia de una explosión<br />

social.<br />

Se entró así en una nueva fase en la que, con la crisis y el déficit como pretexto, las políticas<br />

aplicadas en el conjunto de la Unión Europea han buscado recortar los derechos sociales, infligir<br />

una derrota histórica a los trabajadores y reforzar los mecanismos de dominación de clase. Para<br />

los poderes económicos las regulaciones sociales que aún existen en el viejo continente son un<br />

freno para la competitividad internacional de la economía europea y un molesto peso en la espalda<br />

<strong>del</strong> que se quieren deshacer. Las medidas <strong>del</strong> gobierno Zapatero desde mayo de 2010 y los recortes<br />

<strong>del</strong> gobierno de Mas, en Cataluña, el "gobierno de los mejores" (con las tijeras), se inscriben<br />

plenamente en esta dinámica general.<br />

Llegaremos al tercer aniversario de la crisis con una sensación ambivalente. Por un lado, tenemos<br />

la cruel constatación de la magnitud de la tragedia y los graves efectos sociales de un descalabro<br />

económico que, lejos de haber quedado atrás, amenaza con agravarse con la aceleración de<br />

las turbulencias financieras internacionales, en un contexto donde las clases dominantes manifiestan<br />

una virulenta determinación por hacernos pagar a todos el coste de su crisis. Por otro lado,<br />

sin embargo, llegamos a este punto con la alentadora evidencia de que, finalmente, la revuelta<br />

social contra un estado de cosas intolerable ha comenzado.<br />

Efectivamente, si el movimiento <strong>del</strong> 15M ha transmitido algún mensaje, éste es el de la esperanza,<br />

ante el desánimo y el pesimismo, en la capacidad colectiva de cambiar las cosas y de poder<br />

ser sujetos activos, y no meros objetos pasivos de las necesidades <strong>del</strong> capital y su lógica <strong>del</strong> beneficio<br />

y la competencia. La indignación es, precisamente, como señalaba Daniel Bensaïd, "lo contrario<br />

<strong>del</strong> hábito y la resignación".<br />

La esperanza que el movimiento ha traído a aquellos que quieren "cambiar el mundo de base" es<br />

directamente proporcional a la inquietud que ha generado en los grupos dominantes de la sociedad,<br />

abruptamente interpelados por un nuevo actor que desafía su monopolio sobre los asuntos<br />

colectivos y la vida pública y cuestiona las definiciones oficiales de la crisis, que presentan una<br />

visión unilateral e interesada.


78<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

La disidencia<br />

78<br />

Letras, tu revista literaria<br />

El 15M y la política dominante representan dos lógicas diferentes, irreconciliables. Por un lado, la<br />

aspiración a la justicia social y a una democracia real en el sentido más amplio <strong>del</strong> término, es decir,<br />

a la capacidad de decidir sobre el propio destino. Por otro lado, los dictados de los intereses empresariales<br />

y el imperio <strong>del</strong> beneficio privado. Ambas marcan dos hojas de ruta antagónicas para nuestra<br />

sociedad. Nuestro futuro será muy diferente en función de qué prevalezca.<br />

En sus tres <strong>mes</strong>es de existencia, el movimiento ha significado un fuerte proceso de politización de<br />

la sociedad, de reinterés por los asuntos colectivos y de reocupación social de un espacio público<br />

usurpado cotidianamente por los intereses privados. Ha significado un aprendizaje colectivo <strong>del</strong> ejercicio<br />

de la democracia y la autoorganización. Nos ha enseñado a comenzar a "aprender a desaprender"<br />

para deshacernos de las ideas hegemónicas sobre la realidad y ha contribuido a difundir un<br />

" s e n t i d o c o m ú n a l t e r n a t i v o " .<br />

La marea de indignación movilizada no ha alcanzado todavía suficiente fuerza para detener las políticas<br />

en marcha, si bien ha logrado algunas victorias concretas, aunque defensivas, importantes como<br />

la parálisis de muchos desahucios y el debilitamiento de la aplicación de las ordenanzas <strong>del</strong> civism<br />

o .<br />

Todo ello, no es un mal balance para un movimiento que, guste o no, está apenas empezando a demostrar<br />

lo que es capaz.<br />

*Josep María Antentas es profesor de sociología de la UAB y Esther Vivas es miembro <strong>del</strong> Centro de<br />

Estudios sobre Movimientos Sociales (CEMS) de la UPF.<br />

**Artículo publicado en Público (ed. Catalunya), 03/09/2011.<br />

MALDICIONES DEL LADO DE LA SOMBRA, NUEVO TRABAJO DE MARIAN RAMÉNTOL Y<br />

CESC FORTUNY I FABRÉ


79<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Mariposas negras<br />

Silvia Loustau<br />

<strong>Escritor</strong>a<br />

http://www.silvialoustau.blogspot.com<br />

PROSTITUCION ES VIOLENCIA<br />

Historiando la trata en Argentina<br />

79<br />

Letras, tu revista literaria<br />

El 23 de septiembre es el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños<br />

instaurado por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la<br />

Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Dhaka, Bangladesh, en 1999. Se celebra una fecha argentina: la <strong>del</strong><br />

23 de setiembre de 1913, cuando fue promulgada la ley 9.143; la primera norma legal en el mundo contra la<br />

prostitución infantil, gracias al primer diputado socialista de América, el joven Alfredo Palacios.<br />

La norma propuso reprimir la rufianería con penas de hasta quince años de prisión; implementa el <strong>del</strong>ito de lenocinio<br />

(proxenetismo), primera ley tendiente a proteger a las víctimas de trata sexual, penalizando a sus responsables<br />

y colocando a la Argentina en la vanguardia legislativa de la época.<br />

Para pensar con mayor detenimiento en ciertos debates alrededor <strong>del</strong> abolicionismo vs. reglamentarismo, para destacar<br />

la importancia de acabar con la publicidad <strong>del</strong> comercio sexual que es fomentar la esclavitud que sigue siendo<br />

un negocio incalculable en el mundo, las lecciones <strong>del</strong> pasado resuenan en horrores <strong>del</strong> presente y desafían los aspectos<br />

no suficientemente visualizados aún, o mirados de soslayo, en un gesto cómplice. Porque la prostitución, o<br />

sea, el acceso masculino por precio al cuerpo de las mujeres y niñas es una manifestación <strong>del</strong> poder patriarcal tan<br />

antiguo como el dominio masculino en el mundo. Es una forma de ejercicio <strong>del</strong> poder <strong>del</strong> varón, configurando el<br />

lugar que asigna a las mujeres. Es violencia y es un negocio monstruoso. En cifras y lágrimas.<br />

La nota de tapa de una edición de la excelente revista “Todo es Historia” de enero de 1996, “Tratantes, Prostitutas<br />

y Rufianes”, da cuenta <strong>del</strong> tema en nuestro país a partir <strong>del</strong> momento en que la importación de mujeres europeas<br />

con destino a los bur<strong>del</strong>es de Buenos Aires se intensificó, desde 1870. A mediados de la década la ciudad portuaria<br />

contaba con aproximadamente 200.000 habitantes y la prostitución era considerada un problema menor. Las autoridades<br />

municipales de entonces (tiempos de la Presidencia de Nicolás Avellaneda), ejercían un poder discrecional:<br />

si una mujer sospechada de ejercer el oficio podía ser arrestada o enviada a la frontera a servir a las necesidades de<br />

la tropa.<br />

Pero la inmigración aumentaba y con ella, cada vez más, los extranjeros solteros. La búsqueda de una forma de<br />

control social que contuviera el desarrollo de las enfermedades venéreas llevó a la primera reglamentación sobre la<br />

prostitución. Una ordenanza de 1875, estipulaba que los cafés y confiterías donde existiera comercio sexual debían<br />

registrarse so pena de clausura. Estas casas de tolerancia debían estar alejadas –a no menos de dos cuadras – de<br />

templos, teatros o escuelas y debían ser regenteadas exclusivamente por mujeres (quienes debían tener un registro<br />

con los datos de quienes trabajan en las casas). Un médico de la Municipalidad inspeccionaría dos veces por semana<br />

a las prostitutas, anotando los datos en ese registro y elevando un parte oficial. Solamente en casos avanzados de<br />

sífilis las mujeres enfermas eran llevadas al hospital. La particular manera de registrar los estadios de la enfermedad<br />

hizo que la gran mayoría de mujeres enfermas siguieran trabajando –al cuidado de la


80<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Mariposas negras<br />

80<br />

Letras, tu revista literaria<br />

regenta- con lo cual la reglamentación fue absolutamente incapaz de impedir la propagación de las enfermedades.<br />

Los hombres no eran sometidos a ningún control médico ni a vigilancia policial, ni sanos, ni enfermos.<br />

Las prostitutas debían ser mayores de 18 años; a no ser que probaran que antes de esa edad se habían entregado<br />

a la prostitución, establecía el artículo 9 de la ordenanza en cuestión, en contradicción con el Código Civil que<br />

estipulaba la mayoría de edad a los 22 años. Las muchachas podían, de esa manera, ejercer el comercio sexual<br />

p e r o p a r a c a s a r s e d e b í a n o b t e n e r a u t o r i z a c i ó n d e l o s p a d r e s .<br />

Las mujeres cargaron con el mayor peso represivo: la reglamentación les impedía abandonar el prostíbulo y el<br />

oficio – quedaban bajo la vigilancia policial ―hasta que se comprobara el cambio en el género de vida‖- y si pretendían<br />

emplearse, la reglamentación estipulaba que ―todos los que a sabiendas admitieren en su casa particular<br />

o de negocio en calidad de inquilina, huésped, sirvienta u obrera a cualquier mujer que ejerciere la prostitución,<br />

pagará una multa de 1.000 m/c (…) Se considerarán sabedores los que permitan que una prostituta continúe en<br />

su casa tres días después de haber sido prevenidos por la autoridad (art. 24).‖ Por todo esto se dio una rotación<br />

de explotadas: las mujeres argentinas, españolas e italianas, que hasta el momento habían trabajado en los lupanares<br />

de la ciudad, prefirieron seguir haciéndolo en bares, cigarrerías y fondas. Y las extranjeras de países no<br />

latinos, prostitutas o no en su tierra natal, acabaran recluidas en las casas de tolerancia, desconocedoras de las<br />

leyes y el idioma. Tratantes y regentes de las casas autorizadas se enriquecieron con esta estructura; también los<br />

funcionarios coimeros. En 1876 había 35 prostíbulos autorizados, en los que según los registros, trabajaban 200<br />

mujeres. De esa época datan denuncias de algunas víctimas que intentaron escapar de su encierro.<br />

La metodología de los tratantes era engañar a muchachas húngaras, alemanas, eslavas, diciéndoles que irían a<br />

otro destino en Europa, y embarcándolas a Montevideo o Buenos Aires. Las desdichadas eran vendidas como<br />

esclavas a otros tratantes. Muchas de ellas eran judías de Europa central y Rusia que debido a la pobreza en la<br />

que se encontraban y a persecuciones religiosas que sufrían sus familias, eran vendidas a rufianes a cambio de la<br />

dote que éstas recibían. Como no existía el matrimonio civil, se fraguaba un matrimonio religioso entre la explotada<br />

y su explotador y ella finalmente trabajaba para él o para otro rufián. Así, la víctima no podía reclamar en<br />

el consulado de su país, porque al casarse con un extranjero perdía los derechos de su nacionalidad. Se estima<br />

que para 1878, cuando la Municipalidad había elevado el costo de la patente sustancialmente, el número de mujeres<br />

que trabajaba en forma clandestina había ascendido de las 200 en 1875, a unas 3.000.<br />

La trata de mujeres no hubiera existido sin un puerto que las recibiera y una sociedad que las aceptara; tampoco<br />

sin el mo<strong>del</strong>o de exclusión social y político que reinaba en Europa y que favorecía que integrantes de minorías<br />

étnicas o religiosas escaparan de un infierno para ingresar en otro. Por otro lado, “la hipocresía de una sociedad<br />

que desprecia y requiere al mismo tiempo –el juego <strong>del</strong> cliente y la ramera, dice José Luis Scarsi, autor <strong>del</strong> informe<br />

– justifica la existencia <strong>del</strong> comercio más denigrante para la humanidad”.<br />

¿Hasta cuándo seguiremos, como sociedad, mirando para otro lado? ¿Cuándo podremos herir de muerte los valores<br />

profundos que sustentan la explotación de seres humanos bajo pretextos engañosos? ¿Cuándo se terminará<br />

la clientela que reclama la oferta? ¿Cuándo dejarán los cuerpos de mujeres y niñas de ser apropiados, vendidos,<br />

mutilados, maltratados en medio de la indiferencia de clientes y testigos? La prostitución no es una opción<br />

―libre‖. La prostitución es violencia sexista.


81<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Rebelión en la granja<br />

Delfina Acosta<br />

<strong>Escritor</strong>a<br />

http://www.los-poetas.com/d/<strong>del</strong>finabio.htm<br />

GEORGE ORWELL<br />

El gobierno de los cerdos o Rebelión en la granja<br />

81<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Fracción de “Cómo fue escrito el prólogo”, por Bernard Crick: “La libertad de prensa no es en modo<br />

alguno expresión de una polémica superada y pasada de moda. Su contenido incide sobre uno de los temas<br />

más profundos y constantes en la labor periodística de Orwell, y algunas de sus ideas se cuentan entre<br />

las más originales e imaginativas jamás expuestas en habla inglesa sobre la política. Orwell sostiene<br />

que la cobardía es una amenaza tan grande para la libertad como la autocensura: „Libertad —decía Orwell<br />

en frase memorable— significa el derecho a decirle a la gente lo que no quiere oír‟. Y él se dedicó a<br />

esta tarea con todas sus fuerzas. Es evidente que, en los últimos tiempos de su vida, Orwell no sintió deseos<br />

de atacar a aquellos que dificultaron la aparición de su libro o a los que no apreciaron su genialidad.<br />

El fulminante éxito de su obra y su traducción a no menos de dieciséis idiomas, antes de que Orwell falleciera,<br />

puso en evidencia a sus enemigos y le llevó a ser considerado en vida como el más grande satírico<br />

desde Swift y uno de los mejores periodistas y ensayistas desde Hazlitt”.<br />

Quien lea Rebelión en la granja, <strong>del</strong> genial escritor político George Orwell, nacido en Montihari (India) en<br />

1903, ya no será después el mismo, pues tendrá, si posee capacidad para ir desentrañando el juego metafórico<br />

propuesto por el texto literario, una visión completa y rotunda de cuánta corrupción genera el poder.<br />

Y sabrá que la manipulación es el patrón, la herramienta de la que se vale —casi sistemáticamente— un mal<br />

gobierno para llevar a buen puerto sus intereses.<br />

En aras de un supuesto bien común, que pueda traducirse en mejores condiciones de vida, tantas veces los<br />

oportunistas de todos los tiempos han jugado, sentimientos ruines de por medio, con las expectativas más candentes<br />

y urgentes de los pueblos oprimidos.<br />

Es cierto que la fábula Rebelión en la granja fue pensada por George Orwell para satirizar el stalinismo. Sin<br />

embargo, esta obra tiene grandes efectos de orden moral en el lector que, sujeto a los niveles de su razón, verá<br />

en ella una crítica despiadada y lúcida contra muchos gobernantes excedidos.<br />

Surgen las justificadas rebeliones humanas cuando sus condiciones de vida son indignantes, y su pasar por el<br />

mundo está marcado por la ―violencia‖ de un escenario de pobreza y de enfermedad. Y surge también un alto<br />

número de políticos populistas e inoperantes, que son recicladores de exposiciones orales perimidas. Ellos prometen<br />

la liberación <strong>del</strong> yugo que tiene sujetos a la asfixia económica a los pueblos, cualquiera que sea la época.<br />

Las épocas marcadas por las crisis son el caldo de cultivo de los impenitentes adictos a la charlatanería.<br />

¿Entiende usted, lector, cuántas veces ha sido manipulado por los oradores, que le dijeron apasionadamente<br />

desde una plataforma montada para acentuar los sentimientos ilusorios, que su pobreza sería revertida en riqueza,<br />

y su pesadumbre y malestar general en bienestar y confort? Y, sin embargo, véase, observe fríamente su<br />

entorno y escudriñe en su realidad, para acabar de convencerse que continúa en el mismo catre y con la misma<br />

sábana.<br />

Bien. En la granja <strong>del</strong> señor Jones, un cerdo llamado Napoleón y otros más, inician en las sumisas<br />

bestias <strong>del</strong> sitio la rebelión contra los humanos. >>>>>


82<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Rebelión en la granja<br />

http://www.abc.com.py/nota/el-gobierno-de-los-cerdos-o-rebelion-en-la-granja/<br />

82<br />

Letras, tu revista literaria<br />

Tomando la posta <strong>del</strong> ideólogo <strong>del</strong> alzamiento, el Viejo Mayor (un marrano que había muerto en santa paz<br />

mientras dormía), prometen a los animales (a los que tratan de camaradas), que se acabaron los días de trabajo<br />

extenuante para beneficio <strong>del</strong> ser humano. Palabras más, palabras menos, con mucha elocuencia y facultad de<br />

entendimiento, aseguran que la granja sería de los alzados, de los insurrectos, y que todo lo producido con su<br />

trabajo serviría para su abastecimiento.<br />

Con cuánta alegría (no debería, lector, conmoverse mucho ante las pro<strong>mes</strong>as de algunos dirigentes) los animales,<br />

aun aquellos que nunca serían bendecidos con una claridad meridiana para entender el ideario <strong>del</strong> Animalismo,<br />

se adhirieron a la causa. Hasta tenían una canción llamada ―Bestias de Inglaterra‖ y siete mandamientos<br />

por los cuales regirse, como tienen sus leyes en estado de inercia ciertos Gobiernos de Latinoamérica.<br />

Decía que con mucho contento, como si una brisa premonitoria de nuevos vientos para sus miserables vidas<br />

hubiera surgido, finalmente, de entre el follaje de la naturaleza, aquellos ingenuos animales se habían pasado a<br />

la causa libertadora.<br />

Cuánta celebración apurada por los maltratos concebidos desde el vientre materno que los tenía descontentos<br />

los llenó de atolondramiento y cuánta convicción de estar peleando la mejor batalla iba corriendo por sus venas<br />

al lograr apoderarse de la Granja Manor. ¡Hasta hicieron huir al propietario y a sus peones!<br />

Habían obrado exitosamente el discurso y la capacidad persuasiva de los cerdos en la animalada.<br />

Muchos políticos también suelen ser, como los marranos, apasionados, ―técnicos‖, tácticos y duchos generadores<br />

de aplausos a través de sus oratorias y propuestas de ampliaciones laborales.<br />

Aquel motivo de la revolución, basado en siete mandamientos capitales, se iría desdibujando y perdiendo sus<br />

matices con el correr <strong>del</strong> tiempo.<br />

Bastante habría de colaborar para que se destiñera la causa revolucionaria, la corrupción en que iban cayendo<br />

algunos animales como las palomas y las ovejas. Quién lo diría, pues ellas gozan, a partir de la lectura bíblica,<br />

de la simpatía general. ¿Qué se había hecho de sus dones casi místicos? No lo sé...<br />

Las cosas adquieren un cariz inesperado cuando aquello por lo que se había iniciado la manifestación de rechazo<br />

contra los humanos toma rumbos distintos bajo la presión de argumentaciones ambiguas y luego severas.<br />

Los siete mandamientos se a<strong>del</strong>gazan y finalmente desaparecen. Se prohíbe ya entonar la hermosa, la unificadora,<br />

la dulce canción ―Bestias de Inglaterra‖.<br />

La granja prospera, ciertamente, pero las ganancias de la misma son para Napoleón, el iniciador de la revolución,<br />

y sus perros. Es moneda corriente que algunos gobernantes y sus amigos, y numerosos parientes que los<br />

rodean casi servilmente, lleven poderosa y ostentosa vida.<br />

En la granja todo es suprimido.<br />

Todo.<br />

Y todo es todo.<br />

Lo que se inició, con fines de cooperativa, de reversión de la pobreza, se convierte en letra muerta.<br />

Y lo que es aún peor, faltando al compromiso de lealtad para con sus camaradas, Napoleón, el enemigo <strong>del</strong><br />

hombre según sus iniciales discursos, se alía descaradamente con el señor Pilkington, un granjero de la zona.<br />

¿Son duraderos y creíbles los abrazos y las alianzas, que intercambian algunos políticos en público? ¿Aplaude,<br />

de manera casi eufórica, elector corriente, al escuchar las pro<strong>mes</strong>as de los prometedores?<br />

Los hipócritas Napoleón y Pilkington habrían de enfrentarse violentamente, sin embargo, al ser descubiertos<br />

los oscuros intereses que los movían el uno contra el otro. Es la historia de siempre... Matemática pura, se diría...<br />

Así termina el libro, apreciado lector, por esta fábula ya advertido en torno a las manipulaciones: ―Doce voces<br />

gritaban enfurecidas, y eran todas iguales. No había duda de la transformación ocurrida en las caras de los cerdos.<br />

Los animales, asombrados, pasaron su mirada <strong>del</strong> cerdo al hombre, y <strong>del</strong> hombre al cerdo; y nuevamente,<br />

<strong>del</strong> cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro‖.<br />

25 de Septiembre de 2011 00:00<br />

Artículo publicado en abc digital Paraguay:


83<br />

Letras nº39/2011/ octubre/ http://www.alvaeno.com/<br />

Nuevos colores, álbu<strong>mes</strong> ilustrados<br />

Fran Nuño<br />

<strong>Escritor</strong><br />

http://www.frannuno.es/<br />

TE REGALO UN CUENTO<br />

83<br />

Letras, tu revista literaria<br />

El pasado <strong>mes</strong> de agosto estuve de visita en la Feria <strong>del</strong> Libro de A Coruña<br />

para promocionar uno de mis últimos libros y tuve la oportunidad de conocer<br />

a un buen número de amabilísimas personas. Una de ellas fue Consuelo Varela,<br />

una mujer que ha estado a lo largo de muchos años ligada profesionalmente<br />

al mundo <strong>del</strong> libro y la educación. Y gracias a ella me traje para Sevilla<br />

un bonito recuerdo en forma de álbum ilustrado, pues me regaló la obra<br />

Te regalo un cuento, (Ed. Lóguez) escrita por Jorge Gonzalvo e ilustrada por<br />

Cecilia Varela.<br />

Te regalo un cuento es un bello álbum donde el texto y las ilustraciones<br />

están llenas de poesía, una poesía capaz de atrapar a grandes y pequeños y<br />

que homenajea al género "cuento" de tal forma que nos hace descubrir todo<br />

el poder que puede habitar en una historia bien contada.<br />

Como buen álbum, texto e imagen conexionan a la perfección y ambos narran la<br />

misma historia a través de sus respectivos lenguajes, aportando cada cual lo que<br />

el otro omite.<br />

Las ilustraciones de Cecilia Varela son verdaderos poemas visuales nacidos <strong>del</strong><br />

texto bien medido y repleto de imágenes de Jorge Gonzalvo, que suponen a su<br />

vez todo un imaginario dedicado al concepto “cuento”.<br />

Todos los que amamos el cuento deberíamos tener<br />

este libro y no solo eso, deberíamos regalarlo a todo<br />

aquel que sabemos que va a apreciar las sensibilidades<br />

de estos dos autores que están en plena<br />

proyección, pues sé de buena tinta que existe un nuevo proyecto que han vuelto<br />

a realizar a cuatro manos. El título en esta ocasión es Despedida de tristeza,<br />

igualmente publicado por la exquisita editorial Lóguez, y se pone a la venta<br />

justamente mañana. Y, cómo no, ya hablaremos sobre él en Nuevos Colores.<br />

Para terminar, sólo decir: muchas gracias, Consuelo, por regalarme<br />

este hermoso cuento, recuerdo para siempre de tu hermosa A Coruña.


Letras nº36/2011/ julio/ http://www.alvaeno.com/letras.htm<br />

LETRAS<br />

ARTE, MÚSICA<br />

&<br />

LITERATURA<br />

ISSN: 1989-4198<br />

letras@alvaeno.com<br />

Blog Letras<br />

http://letras.alvaeno.com<br />

Leer tu revista cultural:<br />

http://www.alvaeno.com/<br />

letras.htm<br />

Santa Compaña, la<br />

novela No Bestseller de<br />

2011, escrita por<br />

Salvador Moreno<br />

Valencia<br />

Hay que sentir el pensamiento y pensar el sentimiento<br />

Miguel de Unamuno

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