Edición N°285
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4<br />
critica de la argentina<br />
Sábado 13 de diciembre de 2008<br />
PANORAMA POLÍTICO<br />
Apocalipsis Now<br />
Hay clima bélico en el<br />
cuartel general de Olivos.<br />
Al comandante en jefe<br />
se lo vio revisar muy nervioso los<br />
últimos partes de guerra, quizá los<br />
que más le preocupan: las encuestas<br />
de popularidad de su gestión como<br />
presidente reasumido, aunque no<br />
reelecto. Derretida la ilusión de que los<br />
votantes habían elegido con Cristina una etapa<br />
de gobierno superadora desde el punto de vista<br />
de la calidad institucional y de la renovación<br />
del liderazgo democrático, ahora todas las balas<br />
anti-K apuntan contra Néstor y sus coroneles, De<br />
Vido y Moreno. Y algunas empiezan a entrar.<br />
Aunque la oposición parlamentaria sigue<br />
con problemas para armar alianzas tácticas<br />
contra la mayoría kirchnerista en el Congreso, el<br />
escándalo que manchó la votación de la ley que<br />
alienta el blanqueo de capitales oscuros marcó<br />
otro escalón descendente para la hegemonía<br />
oficialista. “Fue una de las sesiones más violentas<br />
desde la caída de De la Rúa”, se lamenta ante este<br />
diario un diputado K que culpa a la oposición<br />
por el ambiente agresivo que crece en los pasillos<br />
parlamentarios a medida que se acerca el fin de<br />
año. También se queja de lo que cuesta –cada vez<br />
más– poner la cara ante los infinitos y durísimos<br />
discursos de los colegas opositores antes de que<br />
se voten los proyectos de ley ideados en la quinta<br />
presidencial. Encima, algunas de esas lacerantes<br />
intervenciones son de ex compañeros recién<br />
cambiados de bando. “Aunque es duro, esto tiene<br />
un lado bueno”, se conforma el soldado legislativo<br />
K, “porque ya está quedando bien claro quiénes<br />
tenemos convicción para dar la pelea y quiénes<br />
no”. Es claro que hoy están estallando los<br />
resquemores reprimidos desde la derrota oficial<br />
a manos del frente ruralista. Y las despedidas<br />
periódicas de funcionarios “tibios” o “disidentes”<br />
marcan el ritmo de una depuración riesgosa pero<br />
necesaria ante la inminencia de un año electoral<br />
social y económicamente inflamable, es decir,<br />
impredecible.<br />
Para prevenir incendios, el Gobierno lanza<br />
paquetitos día tras día, y los asesores de<br />
Cristina preparan varios más para<br />
alegrar el arbolito de Navidad.<br />
Porque ésa es la paradoja<br />
emocional en la que<br />
viven los Kirchner por<br />
estos días: aunque están<br />
resentidos con la clase<br />
media metropolitana que<br />
los escrachó con cacerolas<br />
durante la guerra gaucha<br />
y que probablemente les<br />
votará en contra en 2009,<br />
Néstor y Cristina se la<br />
pasan ideando alivios<br />
estatales para el bolsillo<br />
de los sectores medios,<br />
cuando las cifras de la<br />
pobreza y del delito<br />
callejero violento<br />
indicarían la necesidad<br />
urgente de un auxilio<br />
contundente a la<br />
franja más pobre del<br />
país. Pero para eso<br />
están los intelectuales<br />
progresistas a sueldo<br />
nota de tapa<br />
Atento a las encuestas que lo dan en baja, Kirchner estudia<br />
medidas que lo muestren del lado de las víctimas de la inseguridad.<br />
SILVIO SANTAMARINA<br />
del oficialismo: ellos encontrarán la<br />
retórica más ingeniosa para seguir<br />
sosteniendo que éste es un gobierno<br />
que lucha por una distribución<br />
revolucionaria de la riqueza. Como<br />
hace el ultrakirchnerista Carlos<br />
Kunkel, que en público se diferencia de<br />
su protegido Aldo Rico, políticamente<br />
incompatible con la propaganda oficial<br />
de los derechos humanos, y fuera de micrófono le<br />
reafirma su simpatía al ex carapintada.<br />
También es la obsesión con el peligroso<br />
malhumor de la clase media lo que reactivó las<br />
operaciones de distintos sectores oficialistas<br />
en torno a una nueva Ley de Radiodifusión. La<br />
estrategia K en este tema es la de policía bueno<br />
y policía malo. Algunos funcionarios fogonean<br />
en público la amenaza a los grupos multimedio<br />
de que les cortarán el negocio con una dura<br />
regulación antimonopolio; otros palmean en<br />
privado la espalda de empresarios periodísticos,<br />
asegurándoles que no hay de qué preocuparse<br />
mientras se comporten “racionalmente” durante<br />
2009. Cuando De Vido analiza entre amigos el<br />
horizonte electoral, resume la táctica kirchnerista<br />
en una frase: “Vamos a tener que arreglar con<br />
Clarín”. Puede ser que decir “Clarín” sea una<br />
metáfora de la opinión pública. Los canales de<br />
noticias por cable más vistos, incluso los que<br />
tienen acuerdos tácticos con el Gobierno, están<br />
haciendo madurar sin prisa y sin pausa otro<br />
núcleo duro de la discusión política para el año<br />
próximo: la inseguridad.<br />
Por eso, candidatos opositores como<br />
Francisco de Narváez (con su polémico<br />
mapa online del delito) salieron a mostrarle<br />
al electorado preocupación por los índices,<br />
siempre discutibles, de criminalidad. Por<br />
eso Daniel Scioli se despega siempre que<br />
puede del “garantismo” anticarcelario de<br />
jueces, periodistas y funcionarios nacionales<br />
identificados como progresistas K, en una<br />
opinión pública impaciente con los matices.<br />
Por eso el macrismo está en alerta por el peligro<br />
de una ola de inseguridad porteña<br />
que le embarre la elección, y<br />
ya empieza a avisar por lo<br />
bajo que no está conforme<br />
con la actitud permisiva de<br />
la Policía Federal (manejada<br />
desde el gabinete kirchnerista).<br />
Por las dudas, investigadores<br />
PRO tienen a la fuerza policial<br />
bajo la lupa por sospechas de<br />
corrupción organizada en las<br />
calles de Buenos Aires.<br />
Atento a las temibles encuestas,<br />
Kirchner estudia medidas que<br />
lo muestren del lado de las<br />
víctimas de la inseguridad,<br />
y hace declaraciones<br />
efectistas contra el<br />
único poder que<br />
todavía no probó<br />
masivamente el<br />
sabor amargo de los<br />
escraches, pero que<br />
puede convertirse<br />
en la próxima<br />
víctima física de la<br />
furia colectiva: la<br />
Justicia. <br />
EXCLUSIVO: EL VIDEO OFICIAL DE LA<br />
En el bloque<br />
La irregularidad involucra al jefe del bloque<br />
macrista y a otros miembros de la bancada.<br />
Prueba la vulnerabilidad del sistema.<br />
DAMIÁN GLANZ Y DIEGO GENOUD<br />
Atardecer del jueves 4 de<br />
diciembre. Recinto de<br />
la Legislatura porteña.<br />
El vicepresidente primero del<br />
cuerpo, Diego Santilli, anuncia<br />
que se va a votar el proyecto que<br />
está en discusión, un acuerdo<br />
de cooperación entre la Ciudad<br />
de Buenos Aires y la provincia<br />
de Chubut. De los 26 diputados<br />
que tiene el bloque macrista hay<br />
20 sentados. Los restantes dieron<br />
el presente, pero no están<br />
en sus bancas. Santilli habilita<br />
la votación nominal. El cuerpo<br />
vota. “¿Resultado?”, pregunta el<br />
jefe del cuerpo. El proyecto queda<br />
aprobado. Misteriosamente<br />
22 legisladores de PRO figuran<br />
en la lista de los votos positivos.<br />
El video del circuito cerrado de<br />
TV revela el enigma: dos diputados<br />
oficialistas, entre ellos el<br />
presidente del bloque, emiten<br />
dos veces el voto cada uno. Una<br />
vez por ellos y la segunda en la<br />
banca de otros compañeros que<br />
no estaban sentados. La maniobra,<br />
prohibida por el reglamento<br />
de la Legislatura y tipificada en<br />
el Código Penal como un delito<br />
contra la administración pública,<br />
pone en dudas la transparencia<br />
de la sanción de las leyes en la<br />
Ciudad.<br />
El mismo día que la oposición<br />
nacional –incluido el PRO– encabezó<br />
una cruzada contra el kirchnerismo<br />
por el modo en que<br />
consiguió 128 votos para sancionar<br />
el blanqueo de capitales<br />
en la Cámara de Diputados, Crítica<br />
de la Argentina accedió en<br />
forma exclusiva al video oficial<br />
de la 33 a sesión ordinaria de la<br />
Legislatura, donde quedó registrado<br />
el movimiento en falso de<br />
la votación local.<br />
En la tercera fila de bancas,<br />
a la izquierda del recinto, se<br />
sientan Daniel Amoroso, Silvia<br />
Majdalani, Cristian Ritondo y<br />
el presidente del bloque, Oscar<br />
Moscariello, en ese orden. La escena<br />
transcurre después de las<br />
20 del jueves 4 de diciembre.<br />
Apenas se inicia la sesión, Amoroso<br />
y Ritondo dejan sus lugares<br />
y se acercan al jefe de la bancada<br />
K, Diego Kravetz, para negociar<br />
modificaciones de un proyecto<br />
que tratarán a continuación.<br />
Mientras discuten, la sesión continúa.<br />
Cuando llega el momento<br />
de la primera votación nominal,<br />
están fuera de sus lugares. En<br />
el video se ve cómo Ritondo le<br />
hace un gesto a Majdalani. Ella<br />
vota por sí misma y luego por él.<br />
Moscariello emite su propio voto<br />
durante la votación en general,<br />
pero en la discusión en particular<br />
vota desde la consola de Ritondo<br />
y él queda como ausente, aunque<br />
está en su banca.<br />
El diputado y destituido jefe de<br />
Gobierno Aníbal Ibarra advierte<br />
la movida, pide la palabra y pregunta<br />
con sarcasmo: “¿La votación<br />
se hace apretando el botón o<br />
también en forma inalámbrica?”.<br />
Santilli responde, con el mismo<br />
tono: “Apretando el botón”.<br />
El reglamento de la Legislatu-<br />
GUIÓN: DAVID ROTEMBERG/DEMIÁN STERMAN DIBUJOS: NELSON LUTY