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Los jóvenes de Kigali siguen la acción
(arriba) mientras el voluntario Gilbert
Ndayambaje (derecha) tiene motivos para
sonreír con la apertura ofi cial del centro.
un equipo en la segunda división de la
liga profesional del país.
Centro de excelencia
El nuevo Centro Football for Hope es
algo así como la última incorporación a
un programa ya consolidado. Construido
con fondos de la FIFA y la ayuda de la
embajada alemana en Kigali, el centro
incluye una sala de conferencias, vestuarios
y una biblioteca destinada al uso de toda
la comunidad.
En el diseño del edifi cio se consideraron
igualmente criterios ecológicos para
dotarlo de máxima autonomía. Un enorme
tanque de agua y un sistema de fi ltración
maximizan el reciclaje, mientras que las
luces artifi ciales de la cancha funcionan con
energía solar. El arquitecto irlandés Killian
Doherty de “Architecture for Humanity”
comentó que los gastos de construcción
en Ruanda son elevados, por cuanto el país
no tiene salida al mar y se debe importar
gran parte del material. “Hemos utilizado
la mayor cantidad posible de materiales
locales”, indicó el arquitecto.
Para los voluntarios, las nuevas
instalaciones representan un motivo de
gran orgullo.
“Trabajábamos en una simple ofi cina en
el ministerio de Deportes, compartiendo
las instalaciones con unas 15 personas.
Nuestra pequeña habitación se utilizaba
incluso para almacenar equipamiento, de
modo que a veces era imposible moverse”,
recuerda Ndayambaje.
Esto ha cambiado totalmente tras la
inauguración ofi cial a inicios de octubre
durante una colorida ceremonia, a la cual
“Nuestra visión es tener
una generación de
jóvenes con buena salud
y sin ningún tipo de
confl icto”.
Donatien Nsengimana, director de
Esperance
acudieron miles de lugareños. Además
de ser los principales benefi ciarios de las
nuevas instalaciones, los residentes de la
comunidad colaboraron en la creación del
centro, arreglando las zonas aledañas y
ayudando en las obras como parte de lo
que los ruandeses llaman “Umuganda”,
un programa unitario de construcción que
prevé la cooperación ciudadana durante un
medio sábado por mes para embellecer
sus comunidades. “Muchas personas
han hecho realidad un sueño –comentó
el director de Esperance, Donatien
Nsengimana, quien cree profundamente
en que el centro será un gran apoyo para
su organización en el logro de su objetivo
general para Ruanda–. Nuestra visión es
tener una generación de jóvenes con buena
salud y sin ningún tipo de confl icto”.
La apertura en Kigale es la continuación
de proyectos similares en Khayelitsha
(Ciudad del Cabo, Sudáfrica), Katutura
(Windhoek, Namibia), Mathare (Nairobi,
Kenia), Baguinéda (Bamako, Mali), Maseru
(Lesoto) y Cape Coast en Ghana. Otros 13
Centros Football for Hope se completarán
el próximo año en Botsuana, Camerún,
Cabo Verde, R.D. del Congo, Etiopía,
Mauritania, Mozambique, Sudáfrica,
Tanzania y Zimbabue. “El Mundial 2010
fi nalizó hace mucho tiempo, sin embargo
su legado continúa creciendo –declaró la
directora del programa, Cornelia Genoni,
en la ceremonia de inauguración en
Kigali–. La celebración de la primera Copa
Mundial en África fue más que la mera
organización de un torneo de fútbol. La
FIFA se comprometió a dejar un legado
social tangible en toda África, no solo en la
nación anfi triona. Con la apertura de este
centro, dimos otro paso en el cumplimiento
de la promesa de la FIFA de utilizar el fútbol
para la promoción de proyectos juveniles
y sociales”.
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