Anuario Espírita 2009 - Bezerra de Menezes Kardecian Spiritist ...
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emprendidos, e hice <strong>de</strong> inmediato la consulta necesaria, obteniendo la<br />
sencilla explicación que sigue:<br />
–Pidan a favor <strong>de</strong>l enfermo en vuestras sesiones comunes. Que él<br />
se someta a un tratamiento <strong>de</strong> pases diarios, en el propio Centro, con una<br />
corriente <strong>de</strong> tres o más médiums, y que asista a todas las reuniones que<br />
pueda. El caso es sencillo…<br />
Concedió una receta homeopática, que fue religiosamente seguida,<br />
con medicamentos suministrados gratuitamente por la propia “Asistencia<br />
a los necesitados”.<br />
Después <strong>de</strong> realizada la primera sesión y cuando el paciente sólo<br />
había recibido pases, aplicados conforme a lo indicado, se presentó un<br />
antiguo esclavo africano, molesto contra la violencia que hacían retirándolo<br />
a la fuerza <strong>de</strong>l dorso <strong>de</strong> su “corcel”:<br />
–Entonces, ¿por qué no puedo yo también castigarlo, si él ya me<br />
castigó tanto? –<strong>de</strong>cía. –Él fue mi Señor y me subyugó mientras viví…<br />
Ahora es mi oportunidad <strong>de</strong> subyugarlo a él con mi látigo y mis espuelas…<br />
¿No era yo el burro <strong>de</strong> carga al que él no se cansaba <strong>de</strong> dar latigazos?<br />
Pues ahora el burro es él y la carga soy yo… ¡Lo que es igual no es<br />
trampa!<br />
–Pero, ¿no ves que este muchacho cuenta apenas doce años <strong>de</strong><br />
edad, y no podría haber sido tu Señor, cuando la esclavitud fue abolida<br />
hace tantos años?” –respondió el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la mesa con inteligencia,<br />
intentado darle ciertos esclarecimientos doctrinarios.<br />
–Vaya, vaya, vaya… – volvió a <strong>de</strong>cir la entidad – yo bien sé lo que<br />
digo y quién es él, mi burro… Él es Ñoñó Teodoro Vieira, sí, no me<br />
engaño, no… yo nunca lo perdí <strong>de</strong> vista…<br />
Fácilmente ese opresor fue retirado y encaminado a estancias <strong>de</strong>l<br />
Mundo Invisible convenientes a su estado, tal vez a una reencarnación<br />
inmediata, y, prosiguiendo con el tratamiento recomendado, el joven<br />
enfermo se curó completamente en treinta días.<br />
Conversando con el padre <strong>de</strong>l muchacho, se supo que “Ñoñó<br />
Teodoro” había sido bisabuelo <strong>de</strong>l enfermo, y que poseía algunos esclavos,<br />
siendo un pequeño hacendado en la zona rural <strong>de</strong> la vieja ciudad. Por la<br />
ley <strong>de</strong> la reencarnación, los mismos acontecimientos autorizan a <strong>de</strong>ducir<br />
que el joven José Teodoro Vieira, no era otro que la reencarnación <strong>de</strong> su<br />
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ANUARIO ESPÍRITA