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TRADICIONES ORALES portada 1 - Comunidad Andina

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<strong>TRADICIONES</strong> <strong>ORALES</strong> DE<br />

HUANCAVELICA<br />

RELATOS DEL PRIMER CONCURSO<br />

DE RECOPILACIÓN DE <strong>TRADICIONES</strong><br />

<strong>ORALES</strong><br />

Biblioteca Nacional del Perú<br />

Obra suministrada por la Biblioteca Nacional del Perú


1<br />

ÍNDICE<br />

PRÓLOGO<br />

ACORIA<br />

Los amantes condenados<br />

Encanto de Manuel a María<br />

ACOSTAMBO<br />

La maldición<br />

Oyoccoy<br />

Cuento de la sirena encantada<br />

El eficaz Tucu<br />

CONAYCA<br />

Cuento de Ayasamachina<br />

Wachaq-Puquio: El manantial procreador<br />

Toroqocha: Laguna del toro<br />

Reymundopa Wañusqan: Donde murió Reymundo<br />

Llacta Qolloy: Pueblo desaparecido<br />

Raqra Parar: Piedras paradas<br />

El cerro de Qaullapa<br />

Punko Piti : puerta pequeña<br />

Los gentiles de Conaica<br />

El borracho y el alma<br />

Las familias enemistadas<br />

La laguna de Chaqlla Qocha<br />

Unchu Qocha y el niño<br />

El zorro y el oso<br />

Dios y el Chiwaco<br />

La tentación<br />

El joven dormilón<br />

CUENCA<br />

La tradición cuenquina<br />

La leyenda del puquial de Salapata<br />

La leyenda del puquial de Jalganchany<br />

La leyenda del agua potable de Cuenca


2<br />

HUANDO<br />

El Unchuchuchuy ambicioso<br />

Los hombres vestidos de oro<br />

Piedra inkantada<br />

Qallu Miku<br />

Santiago Llupa<br />

Tayta Wamani<br />

El alma<br />

Pueblo sepultado "Pamparhua y Huaricuho"<br />

IZCUCHACA<br />

Historia de la Virgen de Cocharcas y Natividad<br />

Construcción de la Iglesia de Izcuchaca<br />

Ironías de la vida "La semilla: hay que escoger"<br />

El dueño de las fiestas<br />

La fiesta de Mayo: Señor de Ccehcamarca<br />

La cueva del diablo de Larmenta<br />

LARIA<br />

Matías Huarcaya y el alma en el panteón de Laria<br />

El chofer que se enamoró de Davi o mal espíritu<br />

Mamá Petoca, su perrito y su gallo<br />

MARISCAL CÁCERES<br />

Caminando solo<br />

Un hombre y el alma<br />

El cóndor<br />

Las dos palomas<br />

El Torowaca<br />

Los dos hermanos huérfanos<br />

Dionisio el capataz y sus tres perros<br />

El hacendado y los campesinos<br />

La rata y la chica<br />

NUEVO OCCORO<br />

Los diablos de la noche<br />

El Qoriñahui<br />

El Taita Huamaní<br />

Qori Mina<br />

El gentil<br />

PALCA<br />

El brujo arrepentido<br />

La sacavueltera<br />

La imagen de un cura y una virgen<br />

Warmi Puquio<br />

Doroteo el arpista<br />

Qaqacara Paya<br />

El alma por los niños y tristezas por delante


3<br />

PRÓLOGO<br />

En el tiempo, nuestros narradores debieron recurrir a diálogos y conversaciones diversas<br />

con gentes de distintos lugares de nuestro país, para poder recoger cuentos populares,<br />

ajustar datos, buscar huellas que den referencias y vivencias sobre esa otra historia que<br />

se advierte en el entorno local y provinciano: la historia popular. Con ese carácter<br />

histórico-literario, de raíces andinas, surgen los 65 relatos que aquí presentamos y que<br />

forman parte del acervo cultural del departamento de Huancavelica.<br />

Estos relatos fueron recogidos gracias al «Primer Concurso de Recopilación de<br />

Tradiciones Orales», en el ámbito de la Red de Bibliotecas Rurales de Huancavelica e<br />

inserto en el Proyecto PER 604 firmado por la Biblioteca Nacional del Perú y la<br />

UNESCO.<br />

La recopilación fue una labor ardua; pero al mismo tiempo placentera porque permitió el<br />

redescubrimiento de historias que están poblando las mentes y las memorias de todos<br />

los huancavelicanos, más allá de diferencias de género o edad.<br />

Indagar en el acervo cultural de un pueblo requiere, hoy más que nunca, recurrir a una<br />

fuente que ha sido revalorada por la investigación histórica: me refiero a la fuente oral.<br />

Como se ha constatado en múltiples investigaciones, acudir a los recuerdos de los<br />

hombres y mujeres de carne y hueso y pedirles un esfuerzo de narración, ofrece amplias<br />

posibilidades y ricas pespectivas para conocer el imaginario de una sociedad, sus<br />

sueños, esperanzas, miedos y frustraciones.<br />

La fuente oral, en tanto verbalización de un relato, expone ante nuestros sentidos y<br />

sensibilidades la manera de mirar el mundo de los involucrados, una cosmovisión que<br />

implica, inevitablemente, una forma de actuar en las circunstancias concretas en las que<br />

a cada uno le tocó vivir. La manera de entender el mundo no es sólo contemplativa.<br />

La integración de la fuente escrita y la fuente oral (a las que hay que agregar<br />

últimamente la imagen), nos pemitirá comprender un poco más y mejor la realidad que<br />

tenemos ante nuestros ojos. Después de todo, el mundo real se compone de estos<br />

elementos y más, y es tarea del analista buscar su reproducción lo más fielmente<br />

posible.


4<br />

El lector que no comparte la manera de ver el mundo que traslucen los relatos que<br />

componen este volumen seguramente se sorprenderá al constatar que no son<br />

expresiones de una mirada infantil. Por el contrario, son fiel reflejo de una visión común<br />

de los huancavelicanos. Estas tradiciones no son contadas para niños, y nos recuerdan<br />

aquellas historias analizadas por el historiador francés Robert Darton pertenecientes a la<br />

Francia medieval. Como señala Marc Soriano, las historias populares se convirtieron en<br />

cuentos infantiles sólo cuando llegó la modernidad, hasta antes de ello esas historias<br />

que se trasmitían por la vía de la palabra hablada eran las que daban seguridad y<br />

ubicación a los campesinos de Europa del Antiguo Régimen.<br />

Algo similar se puede ver en las tradiciones huancavelicanas. Las historias que ahora<br />

ponemos en papel parecieran reflejar un mundo en el que la modernidad no se ha<br />

asentado todavía, en consecuencia estamos frente a historias populares y no ante<br />

cuentos infantiles. En otras palabras, la venganza de la naturaleza, la imposición de<br />

fuerzas inescrutables, la intromisión de los animales en el mundo humano son vistas<br />

como posibles, por lo tanto se trata de la visión del mundo en el cual el hombre y la<br />

naturaleza actúan de consuno y guiados por designios más allá de la voluntad de los<br />

individuos.<br />

Los pecados se pagan, las mentiras obtienen su castigo, la infidelidad es sancionada y<br />

la vida toda se convierte en un escenario que trasmite una moraleja: que el ser humano<br />

ha de portarse correctamente si no quiere ser castigado, y no importa si su error es<br />

cometido en la más absoluta intimidad; pues no habrá escapatoria ante los ojos de los<br />

jueces y verdugos que pueblan su mundo. Pero también se encuentra en los relatos<br />

referencias históricas fundacionales, a conflictos sociales como las pugnas entre<br />

hacendados, y no siempre terminan en tragedias.<br />

Esta recopilación ha sido realizada gracias al entusiasmo mostrado por profesores y<br />

alumnos de las distintas escuelas de los distritos de Acostambo, Acoria, Conayca, Laria,<br />

Cuenca, Huando, Izcuchaca, Palca, Mariscal Cáceres y Nuevo Occoro. Su amor e<br />

identificación con sus raíces permitieron que recorrieran cada uno de los poblados,<br />

superando retos y carencias materiales. El fruto de todo ese esfuerzo lo tenemos ahora<br />

en las manos.<br />

Dr. Osmar Gonzales<br />

Director Técnico<br />

Biblioteca Nacional del Perú


5<br />

ACORIA<br />

LOS AMANTES CONDENADOS: CUENTO HUANASPAMPINO<br />

Una noche en la comunidad de Huanaspampa, aparentemente tranquila, Julián y Cirilo<br />

cenaban conversando amenamente. De pronto se oyó un raro ruido que nunca se había<br />

escuchado, entonces Cirilo dijo: ¿Qué es eso? Julián contestó: ¡No es nada, sigamos<br />

cenando!<br />

Continuaron con la cena y al rato nuevamente se volvieron a oír los ruidos extraños y<br />

escalofriantes. Cirilo se levantó exaltado y cogió un lazo grueso que se encontraba tras<br />

la puerta y salió apresuradamente de la casa para ver que causaba aquellos ruidos<br />

extraños. Observó a todos lados y vio dos llamas comiendo heno de su corral, enojado<br />

empezó a seguirlos, con el lazo iba golpeándoles el cuerpo y al suelo enérgicamente<br />

una y otra vez. Siguiéndoles a corta distancia las dirigió hacia un corralón de piedras<br />

donde las encerró, las llamas estaban cansadas y se quedaron dormidas.<br />

Pensando que al día siguiente alguien las reclamaría, Cirilo se quedó cuidando a los<br />

animales para saber a quien pertenecían sin importarle el frío y la tenebrosa oscuridad.


6<br />

Al amanecer la sorpresa de él fue enorme pues en el corralón habían dos personas<br />

conocidas de la comunidad. Eran los hermanos Juan y Juliana que hace poco habían<br />

contraído matrimonio.<br />

Desde entonces las personas de la comunidad temieron contraer matrimonio entre<br />

hermanos, primos o algún familiar cercano porque se condenarían igual que ellos.<br />

Juan y Juliana habían decidido casarse porque pensaban que sería mejor ayudarse<br />

mutuamente y tomarían las mismas decisiones, pero nunca pensaron en que se<br />

condenarían. Ambos al darse cuenta de su error lloraron amargamente y decidieron<br />

separarse legalmente para tomar cada uno su propio rumbo.<br />

Poco tiempo después Juan se enamoró perdidamente de Flor, una mujer hermosa como<br />

una rosa primaveral, de igual modo en Juliana nació el amor cuando conoció a Martín.<br />

Posteriormente ambas parejas contrajeron matrimonio y fueron felices.<br />

RECOPILADOR<br />

Diana Adita Ccanto Gaspar.<br />

INFORMANTE<br />

Rosario Condori Paccorio.<br />

EL ENCANTO DE MANUEL A MARíA : LEYENDA<br />

En el Centro Poblado Menor de Pucaccocha, perteneciente al Distrito de Acoria,<br />

Provincia y Departamento de Huancavelica, sucedió una de las tragedias más tristes en<br />

el año de 1941.<br />

En Pucaccocha vivía una familia muy pobre que era odiada por los pobladores debido a<br />

que no eran de la comunidad sino de Huancayo. Alquilaron un cuarto al señor Gregorio


7<br />

Solano, hombre viudo con un solo hijo llamado Valentín, sintió lastima por el señor<br />

Aurelio y su esposa Elena, padres de María.<br />

El señor Aurelio y su familia estaban agradecidos por la gentileza del señor Gregorio.<br />

Pasaron cuatro meses y dicha familia quiso comprar un lugar para construir su hogar. Su<br />

esposa le decía: ¿Por qué no compras siquiera un terreno? No sirves para nada, sino<br />

sácanos a otro lugar más tranquilo porque ya estoy cansada de ver el rostro de estas<br />

personas.<br />

La señora Elena presionaba mucho a su esposo y empezó a llorar abrazándose a su<br />

única hija diciendo: ¿Por qué mi familia tiene que sufrir? ¡Dios mío, por qué me tiene que<br />

pasar esto!<br />

- Me arrepiento de haber venido a este odioso pueblo de Huancayo, pero no podemos<br />

irnos porque no tenemos dinero, no tengo nada<br />

- decía el señor Aurelio.<br />

En este momento entró al cuarto el señor Gregorio y le dijo:<br />

- No tienes que sufrir Aurelio, al contrario. Tengo una oferta para ti.<br />

El señor Gregorio había conseguido trabajo a María para que pueda pastar ganado<br />

cerca de la laguna Azul Qucha, pero ella no estaba acostumbrada. Ella aceptó el trabajo<br />

aunque su padre no quería porque ella era aún pequeña. María empezó a llorar y dijo:<br />

No te preocupes<br />

padre querido, yo ya estoy grandecita y puedo trabajar en cualquier cosa. No quiero que<br />

te presione mi madre, ya no tenemos ni para comer, no tenemos nada ni siquiera<br />

nuestro hogar. Todo lo que hemos traído ya esta acabándose, papá.<br />

María le dijo al señor Gregorio: ¡Acepto! ¡Trabajaré, en lo que me diga! Porque usted es<br />

el único que siente amor por nosotros ¡pero que pena! Pensé que iba a estar mejor que<br />

nunca y no me faltaría nada aquí en Pucaccocha, pero qué pena, me equivoqué.<br />

María sale el primer día a pastar ganado cerca de la laguna. Diariamente de 8 de la<br />

mañana hasta las 5 y media o 6 de la tarde, pagándole al mes la suma de 5 céntimos.<br />

Ella ya había cumplido un mes de pastar y con el dinero compraron un terreno para su<br />

casa. Luego construyeron una casita de adobe en un morrito cerca de la laguna. Ella<br />

seguía pastando mientras sus padres iban a cosechar papa, cebada, olluco, etc., del<br />

terreno de sus vecinos.<br />

Un día viernes ella estaba muy cansada y pensaba en la muerte cuando en ese<br />

momento se apareció un joven de cabellos castaños y ojos azules. Él le preguntó: ¿Por<br />

qué quieres morir? Niña tonta, eres muy linda, muy linda. Mi nombre es Manuel para<br />

servirle. Ella le contestó: Mi nombre es María y tengo 16 años, yo quiero morir porque no<br />

tengo nada, ni siquiera para comer, mi vida no es vida.


8<br />

Manuel le dijo que confíe en él y que no tenga miedo, además le pide que regrese al día<br />

siguiente. Ella acepta y mientras estaba reuniendo sus animales para regresar, él<br />

desapareció. Cuando llegó a su casa le contó a su padre lo que había pasado. Su padre<br />

le aconsejó hacerle preguntas sobre el lugar de dónde era y dónde vivía. La madre<br />

aparece en estos momento y pregunta sobre lo que ha sucedido. María tranquiliza a su<br />

madre.<br />

Al día siguiente cuando va a pastar, Manuel no apareció y cerca del mediodía mientras<br />

comía su almuerzo escuchó un sonido parecido a un relámpago. Ella mira hacia la<br />

laguna y ve que una nube emerge del mismo centro. Ella se asustó y vio que su ganado<br />

empezó a esparcirse, luego de reunirlo la nube había desaparecido.<br />

Estaba pensativa sobre esto cuando apareció Manuel y le dijo: Hola mi querida María,<br />

me parece que estás asustada porque te ves pálida.<br />

Ella le hace preguntas sobre su familia y sobre dónde vive, pero él le dice que no tiene a<br />

nadie, sólo a ella en quien confía. Le pide matrimonio pero le dice que nadie debe<br />

saberlo hasta un mes después, ella acepta.<br />

Cuando llegó a su casa sus padres le hicieron preguntas sobre su amigo pero ella no<br />

respondió. Más tarde los padres conversaban sobre el lugar donde ella pastaba, era un<br />

sitio malo y no querían que su hija vaya nuevamente.<br />

Por la mañana ella partió alegremente a trabajar. Su padre habló con el señor Gregorio<br />

para que su hija no vaya a pastar y se dedique a estudiar pero él reaccionó muy<br />

molesto. Cuando María se encontraba pastando su ganado Manuel aparece con una<br />

nube y un poco de lluvia. Ella pensando que él se iba a ahogar en la laguna se arroja<br />

hacia el fondo. Manuel la llama y con la nube se la lleva hacia el fondo.<br />

Los dueños de los ganados van a la casa de María a reclamarle la tardanza, como ella<br />

no estaba sus padres se preocuparon y salieron a buscarla por todos lados. Pensaron<br />

que había viajado sola debido a que esta cansada de todo. En ese momento apareció el<br />

hijo del señor Gregorio: Valentín, quien muy triste les dijo que su hija no iba a regresar<br />

nunca porque la laguna de Azul Qucha la había encantado y se la había llevado.<br />

Los padres de María lloraron por su hija, maldijeron al pueblo que tan mal los trató y se<br />

despidieron con agradecimiento del señor Gregorio. Se fueron de Pucaccocha para<br />

siempre.<br />

RECOPILADOR<br />

Liliana Quispe Enriquez.<br />

INFORMANTE<br />

Santosa Solano Quispe.


9<br />

ACOTAMBO<br />

LA MALDICIÓN<br />

Contaban los ancianos que, en tiempos remotos por el camino que se dirige del paraje<br />

denominado Otuto hacia Conopa, caminaba pausadamente un anciano de barbas largas<br />

y plateadas, con vestimenta haraposa, en el trayecto encontró a un labrador que<br />

sembraba maíz a quién deteniéndole preguntó:<br />

- ¿Qué siembras?<br />

El labrador contestó: Siembro maíz, taita.<br />

- Así ha de ser -dijo el viejo y continuó caminando. En seguida encontró a otros quienes<br />

sembraban papas y dirigiéndose al parecer al jefe del grupo preguntó:<br />

- ¿Qué siembran?<br />

- Sembramos piedras, viejo -respondió y soltó una carcajada muy burlona.<br />

- Pues así ha de ser -respondió el anciano.<br />

Pasado un momento, toda la extensión del terreno sembrado se convirtió en cerros<br />

rocosos.<br />

Se dice que aquel anciano andrajoso era Dios, quien había descendido a observar sus<br />

predios y probar a su gente.<br />

En la actualidad aquel lugar es una hermosa columna de rocas que merece ser visitado.


10<br />

RECOPILADOR<br />

Hugo Edinson Rojas de la Peña.<br />

INFORMANTE<br />

Germán Rojas Vilcas.<br />

OYOCCOY<br />

Historia muy triste, que trata de tres hermanos que abusan<br />

de su abuelita hasta el último de sus días.<br />

Había una anciana que vivía en el lugar llamado PARCCAY PAMPA, ella tenía tres<br />

nietos que eran todos haraganes a quienes les brindó todo sus cuidados con mucho<br />

amor y ternura, pensando en que ella recibiría en recompensa la atenciones necesarias<br />

en su ancianidad, pero no fue así los malvados nietos resultaron ser ociosos y ladrones;<br />

quienes antes de trabajar y cultivar sus chacras prefirieron dormir todo el tiempo que<br />

pudieran. Y cuando la generosa abuelita los invitaba a sembrar lo que hacían era tostar<br />

la semilla del maíz para luego comérselos, pero por la tarde al llegar a su casa<br />

simulaban haber trabajado, estar cansados y exigir comida a la pobre abuelita.<br />

Cuando llegaba la cosecha y a la exigencia de la abuela, los muy listos enseñaban la<br />

siembra de otra persona, es así que la pobre anciana fue llevada ante las autoridades.<br />

Enterada la abuelita de todo lo malo y negativo que eran sus nietos cayó enferma y sin<br />

posibilidad de conseguir algo para alimentarse ella y sus malos nietos.<br />

Una tarde optó por una decisión lamentable, tomando un cuchillo se cortó un pedazo de<br />

su propia carne para luego dar de comer a los malvados nietos. Pero ocurrió algo<br />

terrible, pues se produjo una terrible tormenta con granizadas y ventarrones que<br />

espantaron a los hermanos quienes salieron corriendo de su casa, en el acto fueron


11<br />

envueltos por una fuerte ventarrón entre truenos y rayos, dos de los hermanos fueron<br />

llevado hacia el lado este del paraje denominado CHALLUHAS, otro de ellos quedó<br />

pegado en la las inmediaciones del cerro del lado noreste del paraje PARCCAY PAMPA<br />

que quedó con el nombre de OYOCCOY CACHA, en donde quedó impreg-nado a la<br />

roca y tiene la forma de una calavera gigante.<br />

Es un lugar inaccesible por la figura que tenía forma de estrellas fue arrasados por un<br />

derrumbe.<br />

En la actualidad el lugar en donde se encuentra el Oyoccoy existe la creencia de que<br />

todo niño que lo ve también será ocioso y haragán.<br />

Además mi informante manifiesta que en el mes de marzo de 1999 ha desaparecido<br />

parte del cráneo del Oyoccoy y que en la actualidad solamente hay una parte. Se cree<br />

que se ha caído por efectos del tiempo.<br />

RECOPILADOR<br />

Pither Rrober Ninanya Mucha<br />

INFORMANTE<br />

Armando Villalba Chávez<br />

CUENTO DE LA SIRENA ENCANTADA<br />

Cuenta la historia que en el distrito de Acostambo, existe una catarata natural que se<br />

encuentra ubicada en el paraje denominado «Paccha» a una distancia aproximada de<br />

dos kilómetros del centro poblado urbano del distrito.<br />

En dicho lugar, un día temprano salió de su casa una humilde campesina llevando a su<br />

dos hijitas con la finalidad de pastar su rebaño de ovejas, llegando al campo la madre le<br />

dijo a su hija mayor:


12<br />

-Cuida de tu hermanita que yo cogeré leña.<br />

Cargó a su hermanita sobre su espalda y se alejó del lado de la madre como toda niña<br />

inquieta.<br />

Después de un largo rato regresó y le dijo a su mamá que cargue ella a su hija por que<br />

no podía hacerlo ella. La mamá le preguntó:<br />

- ¿Por qué no puedes cargarlo si yo estoy cogiendo leña?<br />

Ella respondió:<br />

- No puedo por que en «paccha» están saliendo unos matecitos y poronguitos y quiero<br />

cogerlos.<br />

Entonces la mamá le dijo que no debía estar viendo ni cogiendo nada y que no se aleje<br />

de su lado, pero la niña desobediente espero que ella esté ocupada para dejar sentada a<br />

la hermanita y a escondidas se alejó de allí.<br />

La madre se dio cuenta cuando la bebé empezó a llorar, echó de menos a la hija y<br />

empezó a buscarle con gritos y llantos, buscaba la pobre madre desesperada a su hija.<br />

Cuando preguntó a la gente, éstos le dijeron que ese sitio estaba encantado y que de allí<br />

sale una sirena todas las mañanas y por las tardes se escuchaban lindas canciones. Le<br />

dijeron que su hija había sido encantada por la sirena y si quería comprobarlo tenía que<br />

venir al día siguiente muy temprano para verla.<br />

La pobre madre fue temprano y su hija estaba sentada en la orilla asoleándose,<br />

adornada con vestidos muy hermosos, la madre quiso tomarla pero no pudo porque<br />

regresó al agua como si fuera un pez, en realidad era mitad niña y mitad pez y todas las<br />

veces en luna llena sale a cantar lindas canciones.<br />

RECOPILADOR<br />

Carlos Nolberto Ramos Minaya<br />

INFORMANTE<br />

Julia Santillán Torres


13<br />

EL EFICAZ TUKU<br />

Cierto tiempo en la localidad de Acostambo vivía una modesta familia que se dedicaba al<br />

cuidado de animales y un pequeño campo agrícola, era una familia unida dentro de su<br />

pobreza, los hijos pastaban a sus animalitos en los campos, eran muy alegres, cantaban<br />

huaynos, lucían vestimentas típicas como chullos multicolores, llanquis, ponchos tejidos<br />

a mano y pantalones de bayeta.<br />

Un día decidieron conducir sus animales al lugar denominado CCARA PUQUIO, para<br />

ello tenían que pasar por un lugar inhóspito llamado HUARMI JARCANA, que era un<br />

paso de camino muy angosto con un precipicio, pero no había otro lugar por donde<br />

pasar pues se dice que en ese lugar los jóvenes esperan a la chica de quien están<br />

enamorados y las detienen hasta convencerlas para luego marcharse juntos.<br />

Por ese trayecto nadie podía dar una pestañada, de lo contrario corría el riesgo de<br />

desbarrancarse, los felices pastores de retorno a su casa se distrajeron mientras sus<br />

animales avanzaban y en esos momentos uno de sus toros perdió el paso y se<br />

desbarrancó quedando destrozado el cuerpo del animal. Los muchachos en su<br />

desesperación y sin poder hacer nada optaron por ir a comunicar a sus padres quienes<br />

al recibir esta triste noticia se pusieron a llorar y regañaron a sus hijos, quienes se<br />

culpaban unos a otros. Finalmente decidieron dirigirse al lugar del accidente para<br />

levantar al animal caído para luego entregar la carne a otros moradores en calidad de<br />

trueque y de esta manera no remplazarlo por otro. Como consecuencia de lo ocurrido, el<br />

jefe del hogar cayó enfermo, postrado en cama sin poder hacer nada estaba triste y<br />

apesadumbrado.<br />

Toda la familia sumida en la desgracia hasta que una noche el terrible y certero TUKU*,<br />

se posó en el techó de la casa y anunció con un contundente Tucú currrrr tucú currr el<br />

lamentable desenlace del jefe del hogar, al tercer día de lo ocurrido.


14<br />

De esta manera también quedó confirmado una vez más que el TUKU es certero en sus<br />

anuncios.<br />

RECOPILADOR<br />

William Común Valer<br />

INFORMANTES<br />

Frilán Ninanya Santillán<br />

Armando Villalva Chávez


15<br />

CONAYCA<br />

CUENTO DE AYA SAMACHINA<br />

(Lugar donde hacen descansar a los muertos)<br />

En aquellos tiempos antiguos cuando el distrito de Conayca tenía muchos anexos, uno<br />

de ellos el distrito de Laria, desde este lugar traían sus muertos al cementerio del distrito<br />

de Conayca para enterrarlos, a unos cuatro kilómetros de esta localidad.<br />

Tenían costumbre de descansar en lugares determinados. Allí las lloronas lloraban<br />

desconsoladamente; como también había una persona que representaba al cura, hacía<br />

responso, rezaban, luego masticaban su coca, fumaban cigarrillos y tomaban sus<br />

cañazos. En uno de estos descansos ya borrachos se habían quedado dormidos y<br />

cuando se despertaron grande fue la sorpresa, no había el muerto en su camilla,<br />

desesperados y asustados empezaron a buscar. De tanto buscar encontraron en una<br />

quebrada que unos zorros nocturnos lo estaban arrastrando y una parte de su cuerpo ya<br />

estaba comido, al ver eso los hombres se arrepintieron de su borrachera y nunca más se<br />

quedaron dormidos llevando a sus muertos...<br />

RECOPILADOR<br />

Jerry Edgar Raymundo Luque


16<br />

WACHAQ PUQUIO: (El manantial procreador)<br />

MITO<br />

Hace mucho tiempo vivía en este pueblo una familia muy felíz. Sucedió que, un día, la<br />

esposa fue a traer agua de un manantial cercano en momentos que estaba lloviendo y<br />

saliendo a la vez y al instante se formó el arco iris. Pero la gente ya había comentado<br />

que traer agua del manantial en esas circunstancias es malo porque el manantial es un<br />

ser que hace daño; por lo que desde entonces la señora apareció gestando y como su<br />

marido no creía en esas cosas, pensaba que su esposa estaba embarazada de otro<br />

hombre y se puso celoso y empezó a establecer una denuncia argumentado que el niño<br />

que estaba gestando su esposa no era suyo, ya que ellos no habían practicado las<br />

relaciones sexuales.<br />

Así pasaron los meses, y la mujer dio a luz y de cuyo vientre salieron sapos y culebras.<br />

El hombre sorprendido se preguntó y dijo que si era cierto que un manantial hace parir, y<br />

desde aquel momento al manantial del pueblo le llamaron los pobladores «WACHAQ<br />

PUQUIO».<br />

RECOPILADOR<br />

José Huarocc


17<br />

TOROQOCHA: (Laguna del toro)<br />

MITO<br />

Sucede que hace muchos años atrás en el pueblo de Conaica había escasez de agua<br />

por lo que los habitantes que tenían animales vieron la posibilidad de vivir conjuntamente<br />

con sus animales en un extremo de la laguna, con la finalidad de abastecer<br />

suficientemente de agua a sus animales y así lo hicieron.<br />

En el centro de la laguna se encontraba dos piedras gigantes pegadas, no pensaban<br />

que eran animales entonces ya aumentaron más pobladores y como el sitio era<br />

favorable para la agricultura, los comuneros pensaron en construir un canal de irrigación<br />

para la población.<br />

Entonces las dos piedras todas las noches empezaron a mugir o gritar en forma de toro<br />

y vaca, la gente se dijo que estas dos piedras eran la riqueza del cerro.<br />

Aprovechando el día caluroso que hacía en esos momentos, los comuneros ya estaban<br />

listos para iniciar el trabajo. El día empezó a nublarse y poco a poco desaparecieron las<br />

dos piedras mugiendo y al mismo tiempo también la laguna se secaba y desde entonces<br />

la laguna fue conocida como «Troqocha» y que en la actualidad el lugar ya está seco.<br />

RECOPILADOR<br />

José Huarocc


18<br />

REYMUNDOPA WAÑUSQAN: (Donde murió Reymundo)<br />

MITO<br />

Cierto día una señora de treinta años de edad apacentaba sus rebaños cerca al cerro de<br />

Aqallqay, y en uno de esos días de tanto concurrir al lugar, se perdió su fiambre que<br />

consistía en charqui y queso.<br />

Llorando de hambre se dirigió a ese cerro a comer el fruto del suelo que era el huaraqo.<br />

En su soledad la señora estaba viendo el oleaje del viento y en esos momentos salió un<br />

hombre joven y muy elegante con un sombrero grande, montado en un caballo blanco.<br />

Éste preguntó por qué lloraba y la señora le contestó diciendo que había perdido su<br />

fiambre y no tenía qué comer, entonces el gringo le dijo, vamos yo te daré bastante<br />

comida. Y tomándola de la mano la condujo al cerro y en esos momentos empezó a<br />

nublarse y allí desaparecieron los dos.<br />

El señor Reymundo, esposo de la señora, había pensado que ella había muerto, pero<br />

después de tres días de afanosa búsqueda se sentó a descansar en la cueva de<br />

Aqallqay y tuvo la suerte de ver salir a su esposa con un desconocido simpático que se<br />

sostenía en el aire.<br />

Pues el esposo señor Reymundo desencantó a su esposa, envolviendo con una bufanda<br />

tejida de lana de oveja. Y cuando le preguntó dónde había estado esos tres días, le<br />

contestó diciendo que me llevó un gringo a su palacio de cortina de mil colores y me ha<br />

conducido por un camino subterráneo y así llegué aquí. Así pasaban los días, la esposa<br />

del señor Reymundo iba avanzando en su gestación por lo que le preguntó de quién<br />

está gestando, la señora llena de miedo en esos instantes empezó a correr<br />

desesperada, el esposo también empezó a correr tras ella y en esos momentos la<br />

señora antes que le alcanzara cerró los ojos.


19<br />

El cerrar de sus ojos dio lugar a la aparición de truenos y relámpagos matándolo al<br />

instante a taita Reymundo. Pues desde aquella vez, los pobladores de Conaica, a este<br />

lugar le llamaron «REYMUNDOPA WAÑUSQAN».<br />

RECOPILADOR<br />

José Huarocc<br />

LLACTA QOLLOY: (Pueblo desaparecido)<br />

LEYENDA<br />

Llacta Qolloy significa pueblo desaparecido y cuentan que anteriormente los primeros<br />

conayquinos habitaron Llaqta Qolloy, y que posteriormente bajaron al lugar que hoy<br />

conocemos como Conayca, debido a que varios científicos vinieron a estudiar la<br />

geografía de dicho lugar donde permanecieron mucho tiempo, llegando a la conclusión<br />

de que era favorable para habitar pero con el tiempo bajaron dejando en Llaqta Qolloy<br />

chozas y casas de muros circulares que hasta la actualidad existen todavía, en el que<br />

sólo los animales son pastoreados.<br />

RECOPILADOR<br />

Soledad Harocc


20<br />

RAQRA PARAR: (Piedras paradas)<br />

Leyenda<br />

Hace muchos años atrás habían dos indios muy poderosos que hacían prodigios, y en<br />

cierta ocasión empezaron a desafiarse usando sus poderes mágicos. De tanta discusión<br />

acordaron competir para saber cuál de ellos tenía más poder. Para ello, en el lugar<br />

denominado Aqlas, habían tres piedras, el acuerdo era cuál de las tres piedras Llegaría<br />

primero al lugar conocido como PILAPAMPA, para eso pusieron nombre a cada piedra:<br />

costa, sierra y selva.<br />

Para empezar el desafío cada uno de ellos clamaban al astro Sol para que les conceda<br />

el poder, luego listos con sus varas golpearon a las rocas y empezaron a correr, llevando<br />

sólo la piedra llamada sierra al lugar de la competencia y el resto perdieron y hasta la<br />

actualidad se encuentran las piedras.<br />

Se comenta que si hubiera ganado la piedra llamada selva, se cree que hoy existiría en<br />

abundancia toda clase de árboles frutales y otras plantas que existen en la selva.<br />

RECOPILADOR<br />

Noemí Raymundo


21<br />

EL CERRO DE QAULLAPA<br />

Leyenda<br />

Qaullapa es el cerro más alto del pueblo de Conaica, significa «De donde se ve todo»,<br />

de este cerro elevado se observa toda la costa del Perú, también se observa<br />

Castrovirreyna y Huaytpallana.<br />

Qaullapa es un cerro peligroso y poderoso. Cierta vez una señora muy pobre que no<br />

tenía familia vivía en Conaica, poseía diez ovejas y como cada vez iba en aumento ya<br />

no había campo en su casa para que duerman sus animales, entonces decidió irse con<br />

sus animales al cerro de Qaullapa.<br />

La señora hizo su estancia al pie del cerro donde vivía con sus ovejas y así seguía<br />

aumentando hasta que de un momento a otro empezaron a morir sus ovejas y la señora<br />

se puso muy triste al ver morir a sus animales. Ella iba a distintos pueblos llevando carne<br />

y hacía trueque con comida y decidió algo mejor, ir a los pueblos a pedir ayuda, así llegó<br />

a un pueblo y se encontró con un ancianito, quién le preguntó de dónde venía y le<br />

contestó que iba de una estancia a pedir ayuda porque sus ovejas estaban muriendo y<br />

no tenía a nadie que le ayudara.<br />

El anciano era muy bueno; no llores, yo te voy a ayudar, le dijo; entonces el anciano le<br />

dice: vamos a tu estancia, llevemos frutas, cigarros y vino.<br />

El anciano fue en la noche al cerro a anqosar, o pagar, y al día siguiente las ovejas que<br />

estaban enfermas se sanaron y la señora se puso alegre y el anciano le dijo que debía<br />

continuar así constantemente pero en luna llena, y el anciano se volvió a su pueblo.<br />

La señora desde aquel entonces, siempre llevaba el anqoso al cerro, cada vez en luna<br />

llena y empezaron a aumentar sus ovejas más y más pero una tarde ocurrió lo siguiente,<br />

después de llegar al cerro, la señora se sentó al pie del cerro y se puso a masticar la<br />

coca y de pronto el cielo empezó a nublarse y apareció un hombre en caballo blanco, el


22<br />

hombre estaba bañado de oro al igual que su caballo Y preguntó a la señora cómo se<br />

llamaba y asustada la señora no pudo contestar y el hombre le dijo: no te asustes yo me<br />

llamo taita Huamaní.<br />

Entonces la señora le da su nombre y el hombre le propone matrimonio diciéndole que<br />

se casara con él, y que si así lo hiciera ya no sufriría, le daría oro y plata. Tal propuesta<br />

es rechazada por la señora entonces el hombre se bajó de su caballo y le muestra<br />

abriendo una puerta en el que hacia adentro todo era bañado de oro, el hombre le<br />

prometió que todo ello le daría, entonces frente a la negativa, el hombre se encolerizó y<br />

le pegó hasta dejarle enferma y la señora sabía que iba a morir botando sangre por la<br />

boca y así pasó de verdad.<br />

RECOPILADOR<br />

Rafael Cárdenas Paymundo<br />

PUNKO PITI: (Puerta pequeña)<br />

LEYENDA<br />

Cuentan que muchos años atrás el cerro de Punko Piti era una ciudad muy hermosa, en<br />

ella crecían plantaciones como limón, zanahoria, coca, caña de azúcar; también había<br />

abundancia de peces, asimismo era una ciudad muy poblada.<br />

Los pobladores de Punko Piti vivían de los más felices, cuando de pronto Dios mandó un<br />

castigo consistente en una hambruna. De una ciudad que era hermosa en el que<br />

abundaba toda clase de plantaciones y abundancia de peces, desaparecieron y no había<br />

nada, pero no murió toda la gente y siguieron viviendo. Pasaron muchos años, pero Dios<br />

nuevamente mandó otro castigo, esta vez era un diluvio pero que no llegó al centro de la<br />

ciudad por lo que no murieron en su totalidad. De poco tiempo Dios nuevamente manda<br />

otro castigo, surge un animal gigante llamado tigre, pero como había muchos habitantes<br />

en ese lugar, el tigre fue perseguido con flechas y dinamita y en esa loca carrera, el tigre<br />

fue encantado por el cerro y convertido en roca.


23<br />

La gente en Punko Piti no desaparecía a pesar que Dios mandaba muchos castigos,<br />

pero en esta oportunidad envió el cuarto castigo, el cerro que había convertido en roca al<br />

tigre, dio a la aparición de dos astros o soles, frente a esta situación, la gente se<br />

escondía bajo los cerros, en las cuevas para salvarse de la insolación, pero no pudieron<br />

salvarse y murieron quemados en las cuevas quedando sólo huesos que hasta la<br />

actualidad existen.<br />

RECOPILADOR<br />

Zaida Huarocc<br />

LOS GENTILES DE CONAICA<br />

Cuento<br />

Cuentan nuestros antepasados, que los gentiles eran seres humanos que se<br />

caracterizaban por ser salvajes, egoístas y peleaban entre ellos constantemente. El más<br />

fuerte se apoderaba de las mejores tierras de cultivo, pastos y demás riquezas que<br />

ofrecía la naturaleza. Así que llegaron a tal punto que cuando un gentil robaba aunque<br />

sea una pequeña porción de tierra de propiedad de otro, el otro reconocido por su olor y<br />

sabor lo hacía regresar. Vivían en las cuevas, no sabían construir sus viviendas, pero<br />

eran dotados de sabiduría, eran adivinos por eso sabían cuándo y cómo iban ha morir.<br />

La Pachamama, Dios supremo, dueño de los reinos, de la tierra, al ver que estos hijos<br />

suyos eran tan malos y que no podían vivir en paz y tranquilidad decide la llegada del fin<br />

del mundo.<br />

Como primer castigo aparece el SUPAY WAYRA, arrasando con todo lo que encontraba<br />

a su paso. Ante este hecho los gentiles se refugiaron en las cuevas cargando piedras<br />

para no ser llevados por el SUPAY WAYRA. Como éstos no habían desaparecido, la<br />

Pachamama ordena otro castigo. Esta vez el SUPAY PAPRA (lluvia) donde la tierra es<br />

cubierta por el agua; sin embargo, muchos de ellos se salvaron al subir a la cima de las


24<br />

altas montañas. Como quiera que en este segundo castigo tampoco desaparecieron los<br />

gentiles en su totalidad, pues envía el castigo ISKAY INTI, castigo de mayor grado, del<br />

cual estos gentiles ya sabían de su llegada y al no encontrar forma alguna de defensa<br />

renegaron con que después de muertos se pagarían con la nueva generación.<br />

Con este castigo, casi la totalidad de los gentiles murieron quemados por las dos<br />

estrellas que aparecieron, y sólo uno que otro pudo salvarse por haberse refugiado en<br />

las cuevas más profundas sobre todo por tener la moral más superior. Éstos ya<br />

sembraban algunos tubérculos como el kurao (tubérculo que crece sin sembrarla,<br />

parecida a la papa) y lo hacían en los cerros más elevados donde no era factible para la<br />

agricultura lo que hoy la gente no lo puede hacer.<br />

Al haber sido achicharrados, se cree que éstos no han muerto del todo; sino<br />

simplemente perdieron su estructura física. Por eso sus huesos que hasta hoy se<br />

encuentran en las cuevas son dañinos; pues si una persona se aproxima hacia estos<br />

huesos, se introduce al organismo el mal aire y afecta sin que esa persona se dé cuenta.<br />

De ahí que la gente dice en quechua «gentil tullu usturusunki» lo que significa que el<br />

hueso del gentil se te introduce, la persona que es afectada con este mal de gentil,<br />

primeramente se inmoviliza el cuerpo y se deforma o produce una herida de donde salen<br />

huesos pequeños con dolor y para recuperar la salud se tiene que hacer una serie de<br />

saumerios y otras veces es ya incurable.<br />

En la actualidad existen en las cuevas huesos de los gentiles y esto en los alrededores<br />

de Conaica.<br />

RECOPILADOR<br />

Rosana Huamancaja


25<br />

EL BORRACHO Y EL ALMA<br />

Había una vez un hombre llamado Santiago. Este hombre acostumbra beber licor<br />

constantemente y cuando estaba borracho le pegaba a su esposa Agustina y entre ellos<br />

peleaban mucho.<br />

Un día la señora al no soportar más golpes y peleas, aprovechando que su esposo se<br />

iba a trabajar al campo tomó sus cosas se escapó de la casa para no volver más.<br />

Cuando Santiago llegó en la tarde, la esposa ya no estaba. Él muy triste se sentó en el<br />

poyo de la cocina y se puso a llorar diciendo: Yo soy el culpable de que mi mujer se<br />

haya ido. Diciendo esto se dirigió a la tienda de la comunidad para tomarse unas copas y<br />

olvidarse de todo. Tomó una copa tras otra hasta que al final estaba completamente<br />

borracho, Santiago tenía que volver a la casa, ya era medianoche. El hombre de pronto<br />

escuchó unas voces que le llamaban y eran las de su esposa Agustina, haciendo caso a<br />

la esposa, Santiago salió a su encuentro diciéndole que había regresado y así fue<br />

conducido por ella aparentemente a la casa, pero no era su casa sino una cueva donde<br />

había llegado el borracho y le propinó una gran paliza al que el hombre no puso<br />

resistencia porque a pesar de que se defendía con golpes, no le hacía llegar ninguno a<br />

la señora.<br />

Al día siguiente, cuando amaneció el hombre estaba en su cama muy maltratado. El<br />

alma de la señora Agustina le había golpeado. Desde aquella fecha Santiago ya no se<br />

emborracha más, los pobladores creen que los hombres que maltratan a sus esposas<br />

emborrachándose serán golpeados por el alma.<br />

RECOPILADOR<br />

Odalí Gaspar


26<br />

LAS FAMILIAS ENEMISTADAS<br />

Relato<br />

Hace muchos años atrás, en Conaica vivían dos familias que se odiaban a muerte por<br />

motivos que desconocemos. Un día los hijos de estas familias se enamoraron y como<br />

sabían que sus padres no iban a aceptar dicha relación decidieron huir hacia un lugar<br />

denominado ANTAHURA, en cuyo lugar había una cueva conocida como SUWAPA<br />

TIYANAN, que significa donde se sienta el ladrón. En dicha cueva estos enamorados<br />

vivieron durante una semana.<br />

Los padres de ambos, desesperados comenzaron a buscarlos con las autoridades por<br />

toda la población y al no encontrarlos, al día siguiente se trasladaron a la ciudad de<br />

Huancayo, como en aquella fecha no existía todavía el tren, el padre del joven se fue a<br />

pie así también el padre de la señorita viajó a Huancayo la misma tarde y les hicieron<br />

buscar con policías por todos los hoteles y justo cuando la pareja acababa de llegar a<br />

Huancayo, fueron capturados por la policía y conducidos a la comisaría. Pero a pesar de<br />

ello la pareja no quiso separarse, entonces los familiares de la pareja comprendieron<br />

que era imposible separarlos, por lo que decidieron casarlos. Los padres también se<br />

perdonaron olvidando sus viejas rencillas y desde entonces vivieron ambas familias muy<br />

felices.<br />

RECOPILADOR<br />

Alihina Z. Huarocc


27<br />

LA LAGUNA DE CHAQLLA QOCHA<br />

La laguna de Chaqlla Qocha se encuentra a doce kilómetros de distancia del distrito de<br />

Conaica.<br />

Se cuenta que muchos años atrás, a cincuenta metros de la laguna, vivía un señor<br />

llamado Lázaro apacentando su rebaño al compás de las melodiosas notas de su quena.<br />

Y así acostumbraba tocar la quena todo el tiempo. Lázaro convivía con su soledad y<br />

extrañaba a su familia porque vivía lejos y hasta llegaba a maldecir a su ganado porque<br />

era el causante de su soledad.<br />

Un día que salió de su choza para llevar al campo a su rebaño, grande fue su sorpresa<br />

que al retornar encontró frutas y comida bien preparadas. Lázaro sorprendido y<br />

preocupado a la vez se puso a pensar y se preguntaba: ¿Quién me habrá traído la<br />

comida? ¿Algún familiar o...?<br />

No comprendía lo que pasaba.<br />

Esta situación se había hecho costumbre, cada vez que salía, al campo con sus<br />

animales, ya le esperaba la comida preparada y las apetitosas frutas.<br />

El hombre cansado de las sorpresas diarias, decidió descubrir al personaje misterioso de<br />

la comida y las frutas exquisitas. Cual una liebre se apostó tras el montículo de su choza<br />

escudriñaba atentamente. Después de muchas horas de estar, el hombre vio a una<br />

señorita salir de la laguna de Chaqlla y que se dirigía a su choza. Al poco rato la choza<br />

comenzaba a humear, entonces el hombre salió de su escondite se armó de valor y<br />

entró a la choza. Con gran sorpresa y admiración comprendió que la autora de los<br />

potajes y las frutas era la señorita salida de las profundidades de CHAQLLA QOCHA,<br />

porque en ese momento estaba cocinando. El hombre vislumbrado por la belleza de la<br />

chica quedó profundamente enamorado y al poco tiempo procrearon un hijo.


28<br />

Después del matrimonio de la pareja, el ganado de Lázaro fue aumentando más y más,<br />

él como ya tuvo su familia vivía muy feliz hasta que un día decide salir de viaje con sus<br />

llamas a recolectar algunos granos para mantener a su familia. Este viaje se hizo cada<br />

vez más constante y por meses. La esposa le esperaba molesta, por lo mismo tenían<br />

discusiones.<br />

Un día la señora cansada de tanta discusión decide poner fin a esta situación.<br />

Primeramente la señora mata a su hijo y se dirige a la laguna y tras ella todo el rebaño,<br />

llegado a la laguna se hundían en las aguas hasta que no quedó ningún animal vivo.<br />

El hombre no sabía qué hacer, cansado de tanto llorar a orillas de la laguna, se retiró<br />

con dirección a la cima del cerro en donde desapareció.<br />

RECOPILADOR<br />

Juan Pariona<br />

UNCHU QOCHA Y EL NIÑO<br />

Leyenda<br />

Cierta vez un niño apacentaba su rebaño cerca a la laguna UNCHU QOCHA, este niño<br />

había perdido su fiambre y triste y acongojado se dirigía a la laguna a beber agua.<br />

Sentado a la orilla de la laguna, contemplaba el azul del límpido cielo cuando<br />

inesperadamente del centro de la laguna, salió una joven que caminaba sobre el agua.<br />

Ésta preguntó al niño la razón por la que lloraba, él respondió que había perdido su<br />

fiambre y tenía hambre. Mas la joven tomándole de la mano le condujo al centro de la<br />

laguna en la que desaparecieron ambos.<br />

Los padres del niño pensaron que éste se había ahogado, pero al tercer día, después de<br />

haber realizado una intensa búsqueda, se sentaron a descansar en una cueva, pero


29<br />

grande fue la sorpresa cuando vieron salir de la cueva a su hijo en compañía de una<br />

joven desconocida que se sostenía en el aire.<br />

Los padres al ver a su hijo en tal situación, comprendieron que el niño estaba encantado,<br />

por lo que deciden desencantarlo utilizando una bufanda tejida con lana de vicuña.<br />

Entonces los padres interrogaron al niño quien les contó lo sucedido. El día que estaba<br />

sentado llorando a la orilla de la laguna, se le había aparecido una joven en el centro de<br />

la laguna y conducido hacia la profundidad donde tiene un palacio de cortinas<br />

multicolores, luego después de haberle dado de comer panes, frutas y comida le había<br />

conducido por un camino subterráneo hacia la salida de la cueva, los padres al enterarse<br />

de la aventura del niño, se sintieron agradecidos por haberle devuelto sano y salvo al<br />

niño.<br />

RECOPILADOR<br />

Sara Castañeda Cárdenas<br />

EL ZORRO Y EL OSO<br />

Fábula<br />

Hace mucho tiempo, Ignacio se encontraba sembrando maíz con sus bueyes en una de<br />

sus chacras que se encuentra a orillas del río Cachi.<br />

Un momento después se había presentado un oso ordenándole que dejase de trabajar,<br />

le entregara los bueyes porque estaba con mucha hambre. El hombre calmadamente le<br />

contesta diciendo que ya terminaría.<br />

Horas después aparece un zorro preguntando por el oso, pero éste se le adelanta y le<br />

enseña que le dijera que aquí no está. Nuevamente el zorro pregunta al campesino: -<br />

¿Qué es esa cosa negra?


30<br />

El hombre le responde que era un tronco negro y tal como le había enseñado el oso que<br />

dijera. Pero el zorro insistente preguntó nuevamente:<br />

- ¿Puedes golpear con tu hacha al tronco?<br />

Entonces el oso con voz quedita le dice que le golpeara con el filo del hacha, muy<br />

despacio. Don Ignacio hizo caso al oso, pero no despacito sino con tanta fuerza que<br />

destrozó la cabeza del oso que murió instantáneamente, salvando así el zorro a los<br />

bueyes y al mismo campesino.<br />

RECOPILADOR<br />

Sara Castañeda Cárdenas<br />

DIOS Y EL CHIWACO<br />

Fábula<br />

Según los pobladores más ancianos, el hombre después de muerto iba a resucitar al<br />

tercer día y los dientes jamás tenían que sufrir caries como hoy. Para todo esto el único<br />

culpable fue el chiwaco, que informó el mensaje de Dios al revés, de la siguiente<br />

manera: Dios dijo al chiwaco que comunicara a todo el pueblo que todo aquel que muera<br />

permanecerá bajo tierra solamente tres días, luego resucitaría y los dientes de las<br />

personas serán eternos.<br />

Lo que el chiwaco había pregonado una mañana fue de manera contraría; en quechua<br />

diciendo:<br />

-Taitakunaaa, llapa runa wañuqsi sarachamanta, tutqlla kanqaaa y kimsakutitas quk<br />

punchuupi mikusunnnnn.


31<br />

Terminado el pregón el chiwaco retornó donde Dios diciendo:<br />

- Señor ya he cumplido con el mensaje tal como has dicho, cumplí.<br />

Entonces Dios le dice: Desobedeciste mis órdenes comunicando el mensaje al revés,<br />

toda la gente ahora se encuentre muy triste por tu culpa. Como castigo a tu<br />

desobediencia tus pies permanecerán amarrados de por vida, tendrás una sola tripa y no<br />

podrás retener los alimentos por mucho tiempo. Morirás y revivirás tres veces de hambre<br />

durante la noche.<br />

El chiwaco silenciosamente había recibido su castigo. Se cree por eso que el chiwaco<br />

acostumbra saltar y no caminar como otros lo hacen, dicen que tiene atados los pies.<br />

RECOPILADOR<br />

Sara Castañeda Cárdenas<br />

LA TENTACIÓN<br />

Cuento<br />

Caminaba un hombre preocupadísimo por conseguir dinero necesario para adquirir un<br />

caballo, cavilaba sobre la necesidad de trabajar en cualquier empleo para obtener el<br />

dinero.<br />

Un día, cuando iba a su chacra, de pronto vio a un hombre cabalgando, y el jinete le<br />

preguntó:<br />

- ¿Adónde va usted señor?<br />

- Voy a mi chacra a trabajar.


32<br />

Pero el intrépido logró detenerle con más intrigas.<br />

- ¿Señor, Ud. no desea comprar este caballo?<br />

- Estoy por comprar uno, pero me falta dinero.<br />

- ¿Cuánto tienes?<br />

- Aún no me alcanza.<br />

- Ya que lo necesita, hagamos esto; usted me da todo el dinero que tiene ¿Qué le<br />

parece? -dijo descendiendo inmediatamente de su caballo y animándole a ensillar al<br />

temeroso comprador. Enseguida el tímido inicia sobre el animal giros necesarios de<br />

obediencia quebrando el cuello para ambos lados, luego entusiasmado acepta la oferta,<br />

realizándole la transacción.<br />

Según el comprador cabalgaba un brioso caballo que le conducía por lugares<br />

inaccesibles siquiera para personas sólo para pastar cabras, como Bumbunya, Pilacuchu<br />

y lugares parecidos; los observadores le decían: ¿Qué tiene señor, qué le pasa?<br />

La frase repetida era: «Compré mi caballo y nadie me lo quita».<br />

El hombre había sido engañado por el Satanás, que le había vendido un insignificante<br />

palito, sobre el que correteaba cabalgando. Murió endiablado.<br />

RECOPILADOR<br />

Reyna Digna Espinoza Estrada


33<br />

EL JOVEN DORMILÓN<br />

En una ocasión de fiesta patronal, en el pueblo de Conaica, asistieron a una celebración<br />

de Salve de Víspera, muchísima gente, habiéndose terminado el acto, los fieles se<br />

retiraron del templo; pero un joven se había quedado dormido profundamente en uno de<br />

los extremos de los bancos, el sacristán al cerrar las puertas del templo no había logrado<br />

verlo por la poca luz de las velas que se consumían para apagarse ya.<br />

El desdichado entre sus sueños oía decir ¡Este pobre ha muerto! ¡Iremos a llamar a las<br />

demás almas para que le carguen! Desaparecieron las voces y logró despertarse<br />

preguntándose: ¿Dónde estoy, qué sucede? Su sorpresa fue grande porque estaba sólo<br />

en la oscuridad y se dirigía hacia la puerta principal cerciorándose que estaba asegurada<br />

con candado. Instantes después llegaban más «almas» buscándole en el lugar inicial<br />

donde se había quedado dormido, diciendo: Dónde está, adónde se fue? Iniciando la<br />

búsqueda por todos los rincones del templo y por los lugares imaginables de escondite<br />

como los camarines de los Santos iniciando a buscarle detrás del «Padre Eterno», al no<br />

encontrarle se decían en quechua: Natichapapichu Sebastianpapichu, etc, por la<br />

extrema confianza que se tenían entre los Santos y almas.<br />

El joven aterrado en extremo, se dirigió hacia el campanario y desesperado tocó las<br />

campanas como pudo. La población al oír el llamado imperativo de las campanas<br />

acudieron a informarse qué sucedía. Como el joven pedía auxilio fueron a dar aviso al<br />

sacristán para que abriera la puerta, de esta manera se salvó de ser cargado al<br />

cementerio por las diligentes almas.<br />

RECOPILADOR<br />

Reyna Digna Espinoza Estrada


35<br />

CUENCA<br />

LA TRADICIÓN CUENQUINA<br />

Leyenda<br />

El Distrito de Cuenca tenía la Iglesia Matriz techada con paja, ichu y palos simples;<br />

entonces los cuenquinos tuvieron que cambiar de techo, tuvieron que traer palos de la<br />

selva central.<br />

Desde entonces los españoles invadieron nuestro territorio cuenquino. Nuestra «Iglesia»<br />

fue quemada de un cañonazo explosivo, entonces los hombres de Cuenca vieron salir<br />

una paloma blanca hacia el denominado paraje Mullacamarca; cuentan nuestros<br />

antepasados que esa paloma se encantó en la roca, desde ese momento se había ido el<br />

santo de la lglesia «San Vidal» .<br />

Entonces los cuenquinos fueron con música de banda y orquesta para rescatar al santo<br />

San Vidal. Por lo que no quiso salir dicha paloma, el pueblo de Luquia fueron también a<br />

rescatar a la paloma igualmente con banda y orquesta, entonces la paloma se


36<br />

desencantó de la roca y se fue a la Iglesia matriz de Luquia. Quedando así una imagen<br />

del San Vidal, que en nuestros días existe y cada mañana se escucha una melodía de<br />

arpa y violín.<br />

RECOPILADOR<br />

Municipalidad Distrital de Cuenca<br />

LA LEYENDA DEL PUQUIAL DE SALAPATA-CUENCA<br />

Cuenta la leyenda que los antiguos pobladores de esta localidad sufrían de la escasez<br />

del agua, por el descuido del mantenimiento del agua por entonces se proveía el agua<br />

de diferentes lugares para el consumo diario, pero conocedores de la noticia de que al<br />

sur en un pueblo llamado Huamanga donde existía formas de piedras encantadas las<br />

que contenían agua y que se podían trasladar a cualquier lugar que uno quería les vino<br />

la idea de organizar comisiones de hombres y mujeres valientes.<br />

Un día lleno de entusiasmo emprendieron el viaje al lugar donde encontraron la piedra<br />

de Huamanga encantada de agua, empezaron a trasladar en quirma.<br />

Un hombre de cuyo pene salía el agua y una mujer de cuyos pechos salía el agua,<br />

donde por el cansancio descansaron y por el descuido se escaparon ambas, y lograron<br />

detener a la mujer donde llega al lugar denominado Salapata que es un manantial que<br />

en nuestros días existe para el consumo diario de agua.<br />

RECOPILADOR<br />

Municipalidad Distrital de Cuenca<br />

LA LEYENDA DEL PUQUIAL DEL JALGANCHANY


37<br />

Cuenta la tradición cuenquina que el dicho puquial era muy malo: Las personas que<br />

bebían el agua o pasaban por lugar les agarraba una enfermedad terrible e incurable.<br />

El puquial tenía abundante agua que sólo servía para las plantas, desde entonces la<br />

población cuenquina decidió eliminar con una explosión de dinamita curándolo con:<br />

Coca, aguardiente, cigarro, kerosene, etc.<br />

Al estallar la dinamita vieron salir una paloma blanca lastimada que algunas plumas<br />

cayeron y fueron llevados por el aire a distintos lugares que ahora diferentes puquiales<br />

forman con poca agua como:<br />

Humar Puquio. Es un puquial de muy poca agua y que ahora sirve para el consumo<br />

diario de la pequeña población de Jogoña y también para los animales domésticos.<br />

Ventana Puquio. Puquial con muy poca agua.<br />

Nucycha Puquio. Puquial con muy poca agua que sirve para la gente que va a pastar<br />

sus animales.<br />

Desde entonces, aquella paloma reveló a uno de sus compoblanos en sus sueños<br />

diciendo:<br />

- ¡No serviré a nadie!<br />

Y se fue al denominado paraje llamado. «PACCHAYCO» que antes sus aguas frías se<br />

iban al río, que hace tres años atrás sirve como Irrigación Huysia, Huayllapampa.<br />

RECOPILADOR<br />

Municipalidad Distrital de Cuenca<br />

LA LEYENDA DEL DEL AGUA POTABLE DE CUENCA


38<br />

Cuenta la leyenda que los antiguos pobladores de esta localidad sufrían de la escasez<br />

del agua, por el descuido del mantenimiento del agua por entonces se proveía el agua<br />

de diferentes lugares para el consumo diario, pero conocedores de la noticia de que al<br />

sur en un pueblo llamado Huamanga donde existía formas de piedras encantadas las<br />

que contenían agua y que se podían trasladar a cualquier lugar que uno quería les vino<br />

la idea de organizar comisiones de hombres y mujeres valientes.<br />

Un día lleno de entusiasmo emprendieron el viaje al lugar donde encontraron la piedra<br />

de Huamanga encantada de agua, empezaron a trasladar en quirma.<br />

Un hombre de cuyo pene salía el agua y una mujer de cuyos pechos salía el agua,<br />

donde por el cansancio descansaron y por el descuido se escaparon ambas, y lograron<br />

detener a la mujer donde llega al lugar denominado Salapata que es un manantial que<br />

en nuestros días existe para el consumo diario de agua.<br />

RECOPILADOR<br />

Municipalidad Distrital de Cuenca


39<br />

HUANDO<br />

EL UNCHUCHUCHUY AMBICIOSO<br />

Comenzaba el estío y en la quebrada de Tinkocc a las orillas del río Ichu, los chihuacos<br />

revoloteaban en el viento, cual pericos juguetones alrededor de los guindales<br />

disputándose las guindas más apetecibles de aquellos añosos árboles. El color de la<br />

pradera, pintada por el clima, se mostraba de un amarillo pálido. El río, que en el otrora<br />

invierno se presentaba caudaloso, hoy sólo era un lánguido riachuelo; algunos Akaclios,<br />

presurosos, horadaban los riscos y peñascos haciendo nuevos nidos.<br />

A la vera del río sentada en una piedra, el Unchuchucuy hurgaba con su cola el interior<br />

del riachuelo; el chapoteo de su cola sólo conseguía despertar la curiosa mirada de<br />

algunas aves que alrededor se hallaban. A lo lejos los pericos posados en los<br />

duraznales hacían bromas con la ocurrencia del animalejo, que cansado de menear la<br />

cola sin ningún resultado se dirigió a un lugar más profundo del río. Tal fue la suerte del<br />

Unchuchucuy que en un extremo del riachuelo, en una especie de meandro, se encontró<br />

con una poza con algunas challhuas dentro; tal era su hambre que astutamente se trazó<br />

un ingenioso plan y parándose al borde de la poza empezó a divagar de esta manera:


40<br />

¡Oh, que hermoso río corre a mi derecha<br />

frescas azuladas aguas bifurcan la pradera<br />

cuanta comida encontraré allá !<br />

Oteando con una mano en la frente en señal de saludo, despertó la curiosidad de una<br />

vieja challhua.<br />

- ¿Qué más ves ahí?<br />

- Sólo patos y tarucas refrescándose en las aguas -respondió.<br />

Quien de reojo le sugirió semejante proposición:<br />

- Yo puedo llevarte a ti y al resto de tus compañeros hacía este lugar del río.<br />

- ¿Cómo lo harías?<br />

- Muy sencillo -respondió-, te sujeto con mi boca y listo ya estás en el río, mas si no<br />

estás de acuerdo te regreso al lugar que estás.<br />

Un tanto inquieta la vieja challhua decidió consultar con sus demás compañeras y le<br />

contó lo narrado por el unchuchucuy pero aún más desconfiadas que el resto solicitaron<br />

la opinión de un viejo bagre inquilino de la poza, quien apelando al tiempo y a la<br />

experiencia justificó no confiarse del astuto; un tanto desalentados por la respuesta del<br />

bagre decidieron un último recurso y propusieron lo siguiente enviar a la challhua más<br />

tonta para que sea la que observe el otro lado de la poza del cual hablaba el astuto<br />

unchuchucuy.<br />

Y así lo hicieron lo cual el unchuehucuy llevó a la challhua más tonta al lado del río y la<br />

dejó chapotearse insinuándole lo siguiente: si tú no le dices al resto de tus compañeras<br />

que este lugar del río es hermoso ya no saldrás del pozo; tú bien sabes que la comida es<br />

escasa y el lugar es estrecho a comparación del río donde podrás nadar a tus anchas, y<br />

devolviéndola en su boca la dejó caer en el pozo esperando la respuesta de los demás.<br />

La tonta challhua exageró lo observado y convenció al resto para que se trasladen al río.<br />

En tusiasmadas las challhuas, hicieron fila para que sean trasladadas al supuesto lugar<br />

que prometía el astuto unchuchucuy, y una a una se confiaban a la boca del animal pero<br />

a donde iban a parar era a la barriga hambrienta del unchuchucuy que cuando hubo<br />

terminado con la última challhua su ambición pudo más y decidió redondear su banquete<br />

con el plateado y regordete bagre al cual le sugirió semejante triquiñuela.<br />

El bagre nada tonto decidió vengar la suerte corrida por el resto de sus compañeras que<br />

le solicitó al unchuchucuy apearse al borde de la poza para sujetarse de su cola con la<br />

boca y mordiendo este arrastró hacia las profundidades del pozo al vivaraz<br />

unchuchucuy, que por la enorme panza que tenía producto del banquete dado


41<br />

momentos antes, nada pudo hacer para salir a la superficie y pereció ahogado<br />

haciéndole pagar con su vida el haberle arrebatado a sus compañeras de la poza.<br />

Ya cerrada la tarde, un grupo de chihuacos que lo habían observado todo concluyeron la<br />

siguiente moraleja: «Más pudo la ambición al hambre que el tragón terminó al fondo del<br />

estanque».<br />

RECOPILADOR<br />

Alex Gutierrez Roque<br />

LOS HOMBRES VESTIDOS DE ORO<br />

Mito<br />

Antiguamente en Huando sucedió en el sitio llamado Qakarayac. Cuenta el señor Teófilo<br />

Torres cuando era niño estaba pasteando sus ganados en el lugar, en ese momento<br />

ocurrió un sonido parecido a un temblor, se movió la tierra, a la vez escuchó pasos de<br />

caballos. Él se paró dando unos pasos y se asomó entre los arbustos al pie del cerro, vio<br />

que se había abierto una piedra como puerta grande, donde estaban cuatro caballeros o<br />

personas completamente adornados de oro que se dirigieron al túnel. Él, asombrado<br />

entró para ver quiénes eran, de pronto se cerró la puerta cuando estaba dentro y<br />

observó en el interior las paredes estaban perfectamente talladas en piedra, la medida<br />

era para cuatro caballos de ancho.<br />

El niño caminó tras los caballeros de oro, de tanto caminar notó caer gotas de agua del<br />

techo del túnel y se sabe que pasaba por debajo del río Mantaro. Él seguía caminando<br />

muy lejos cansado de tanto viajar, ya iba a descansar cuando de pronto vio una luz,<br />

corrió alegre para llegar, sorprendido que era una ventana de donde observó un mar de<br />

agua roja, en ella se encontraban aquellos caballeros vestidos de oro que no deploraba<br />

calor, mientras yo padecía de calor, prosiguiendo el viaje hasta un día de duro trajinar


42<br />

sin comer, cansado aparece delante de él veinticuatro puertas de túnel en diferentes<br />

direcciones, se piensa éstos van a los veinticuatro departamentos.<br />

Continuando el viaje el muchacho tomó al azar la puerta del centro que era apropiada<br />

para él, un día más de camino llegó a la puerta de salida que parecía la entrada del<br />

inicio.<br />

Cuando el niño ya está afuera en la puerta contemplando el lugar, ocurrió un sonido<br />

parecido al anterior cerrando la puerta de la piedra.<br />

Al caminar preguntando a los pobladores del lugar se llegó a saber que era el<br />

departamento de Cajamarca.<br />

A ellos le contó lo que le había sucedido, pidiendo alimentos orientación para su regreso<br />

a su casa. Pero los pobladores pensaron que estaba loco, de compasión le dieron de<br />

comer cada cual le indicaron el camino para su regreso a Huando.<br />

En una semana de intenso viaje a pie llegó a su casa que según la información de sus<br />

familias había pasado un año de su desaparición y se habían olvidado de él.<br />

En casa sorprendidos sus padres recibieron con alegría al pastor perdido, quien le contó<br />

el suceso, en ese momento se fueron a ver el sitio o lugar por donde había entrado, pero<br />

estaba cerrada.<br />

Después de muchos años hubo otro temblor, los campesinos comentaron que otro niño<br />

se había perdido. Desde ahí los pobladores tenían miedo de acercarse y recomendaban<br />

a sus hijos a no estar en ese lugar cuando hay temblor. Actualmente en el lugar está el<br />

colegio Agustín Gamarra.<br />

RECOPILADOR<br />

Narciso Teodoro Ccahuana Huamán<br />

INFORMANTE<br />

Alan Yoel Condori Torres


43<br />

PIEDRA INKANTADA<br />

Leyenda<br />

Cuando llegamos a Silla Qasa se ve al pueblo de Pamparhua, en una hoyada profunda,<br />

a doscientos metros de altura un vallecito sonriente al sol; al pie de enormes cerros<br />

grises. En la carretera que pasa de Huancayo a Huancavelica se observan huellas<br />

visibles de que se había hundido la tierra.<br />

Cuentan que en una época se había realizado en el pueblo el matrimonio de una familia<br />

muy reconocida, apreciada por los comuneros. Después de recibir su bendición, en la<br />

iglesia por el cura, los novios, acompañados por sus familiares, pasaron a la casa del<br />

novio en donde iniciaron la celebración. Los concurrentes bailaron; los compadres de<br />

ambos cónyuges y los familiares más queridos, comuneros compartieron coca, licor con<br />

mucha alegría al compás de la música hasta la hora de almuerzo.<br />

Al servir el alimento, se invitaron a todos los presentes para sentarse y compartir rica<br />

comida con sabor de pachamanca, con ají de huacatay, atendido por los servicios y la<br />

cocinera quien repartió los potajes con bastante cuidado de igual proporción para todos.<br />

En ese instante llegó, un anciano desconocido, harapiento, sucio y desordenado<br />

pidiendo un plato de comida. La cocinera le insultó:


44<br />

- ¡No hay comida, para ti viejo apestoso, espera si quieres hasta el final a ver si alcanza<br />

para darte!<br />

El anciano salió de la casa del matrimonio y se dirigió a una casa en la que vivía una<br />

señora pobre, viuda, con sus dos hijos y que se alimentaba sólo de la machca.<br />

Ella invitó al anciano, quien le alcanzó en su manta piedras para que cocinara.<br />

Le dijo: echa a la olla y cocina sin abrir la tapa. Obediente la señora preparó y al poco<br />

rato abrió la olla. Era papa que ya había cocinado, sirviendo al anciano.<br />

El anciano con apariencia de mendigo era Dios que había descendido a observar sus<br />

predios y probar a sus habitantes. Y creía que sus pobladores de Pamparhua eran<br />

malos, odiosos con los viajeros y personas que visitan a este pueblo.<br />

Después de compartir la papa la señora con el anciano. Él agradeció a la viuda y le dijo:<br />

Ahora mismo te vas con tus hijos y animales. Te suplico, es para tu bien y no te des<br />

vuelta cuando escuches cualquier ruido que sucede en este pueblo -indicó en el camino.<br />

Ella recogió sus cosas importantes, cargó su hijo y al otro lo tomó de la mano, le<br />

siguieron sus chanchos y ovejas y empezó a caminar, cuando ya estaba en la loma para<br />

voltear a Silla Qasa, se escuchó un sonido espantoso que su cuerpo no soportó. Ella<br />

descuidó la recomendación del anciano se dio la vuelta para ver al pueblo. Se estaban<br />

hundiendo las casas, se levantaba polvo, mientras el anciano indicaba con su bastón en<br />

señal de castigo. Al instante la señora y sus hijos, animales se convierten en roca que<br />

los habitantes llaman incauto.<br />

En la actualidad los moradores del pueblo de Pamparhua dicen que las piedras que<br />

están en el lugar, son un encanto, las que están ubicadas en la subida más alta del<br />

anexo. Los comuneros son caritativos, amables con los viajeros y las visitas que llegan a<br />

estas tierras.<br />

AUTOR<br />

Narciso Teodoro Ccahuana Huamán<br />

INFORMANTE<br />

Víctor Ccente Ccanto


45<br />

QALLU MIKU<br />

Cuento<br />

Aquella mañana el cielo despejado, los vientos en el campo hacían saltar las pajas de<br />

rastrojo, hojas de quinual, los pastos escaseaban en el pueblo. Huando sonreía hacia el<br />

triste amanecer.<br />

Era el mes de agosto el año 1930, los comuneros del pueblo habían realizado un<br />

llamado a una reunión por intermedio de sus autoridades políticas para acordar sobre la<br />

fijación de los hitos de linderos en la supuesta línea colindante entre los terrenos de la<br />

hacienda Cachi Llallas de propiedad de don Genaro Ponce.<br />

Después de coordinar, planificar los comuneros de Huando, asistieron al citado lugar en<br />

forma pacífica, una buena cantidad de comuneros entre mujeres, hombres y niños<br />

quienes llevaban en la primera línea la bandera nacional.<br />

Cuando llegaron al lugar llamado «Tasta» encontraron a Genaro Ponce acompañado de<br />

las autoridades, políticas judiciales y cuatro miembros de la guardia civil de<br />

Huancavelica, embriagados en el agasajo del almuerzo que invitó el hacendado;<br />

quienes, con el poder del licor se pusieron furiosos frente a la comunidad, conversando


46<br />

sobre la línea del hito verdadero, alegando cada cual su posición legal de los terrenos<br />

que corresponde a cada dueño.<br />

En esta circunstancia de discusión, al no ponerse de acuerdo ambos concurrentes se<br />

enfurecieron cada cual lanzando palabras, gritos incitantes a la agresión o muerte. En<br />

esos instantes como el hacendado estaba en estado etílico, no soportó su cólera, sacó<br />

de inmediato de su cintura un revólver al mismo tiempo disparó hacia la comunidad<br />

impactando la bala al comunero Víctor Gonzales, quien cayó al suelo. Los guardias<br />

también dispararon al aire, para atemorizar a la comunidad.<br />

Al instante acudió a auxiliarlo su madre, Dofia Severina de Gonzales, quien desesperada<br />

de rabia cogió una piedra y la tiró hacia cuerpo de don Genaro Ponce obligando a la<br />

policía actuar con furia y disparar sus fusiles sobre la comunidad.<br />

Los comuneros ante esta situación y por los abusos cometidos por el hacendado<br />

reaccionaron capturando a todos. Tomaron al hacendado Genaro Ponce lo castigaron<br />

hasta dejarlo muerto de la misma forma a los guardias.<br />

La masa campesina exaltada de rabia sin control hizo justicia en el mismo lugar.<br />

Después de matar al hacendado los comuneros enardecidos trasladaron el cuerpo de<br />

Genero Ponce y restos de los comuneros en el campo de confrontación. En el camino<br />

surgen diferentes ideas de como acabar con el cuerpo del hacendado, unos querían<br />

llevarlo al pueblo, otros enterrarlo en cualquier lugar. Es así cómo se llegó a la simple<br />

idea de ocultar su cuerpo echándolo a una zanja. Así no delataría su alma a los hombres<br />

autores de la muerte.<br />

Antes de proceder los comuneros le cortaron la punta de la lengua como se planificó<br />

para tenerlo en aguardiente remojado.<br />

Al respecto sobre este hecho, los comuneros descontrolados tomaron al muerto. Don<br />

Alejandro Landeo quien había jalado la lengua abriendo la boca con unos ichus mientras<br />

don Angelino Quispe cortaba con una navaja y al mismo tiempo preguntaba a los<br />

comuneros, si ellos tenían aguardiente. Pusieron la lengua sobre una piedra. En ese<br />

momento el perro colorado que estaba allí presente se había comido la lengua, por un<br />

descuido de los comuneros. Por eso no tomaron su remojado.<br />

Por esta razón los comuneros huandinos de futuro recibieron el sobrenombre de Qallu<br />

Miku en honor al abuelo valiente y aguerrido ante la injusticia de los hacendados quienes<br />

humillaron a las familias de estos comuneros humildes e intrépidos en todo tiempo.<br />

AUTOR<br />

Narciso Teodoro Ccahuana Huamán<br />

INFORMANTE


47<br />

Rudy Iladeo Valencia Lulo<br />

SANTIAGO LLUPA<br />

Cuento<br />

Pasando Utushuaycco, llegamos a Aqchyqasa, empedradero, antes de bajar<br />

observamos a Pampalanya, es una aldea de caseríos que está en una pampa de<br />

manantiales de agua cristalina, es anexa del Distrito de Huando, que tienen un clima<br />

frígido las casas están hechas actualmente de teja y calamina.<br />

Antiguamente era un campo donde abundaba mucho pasto e ichu. Sus primeros dueños<br />

eran una familia llamada Alanya, quienes administraban como propietario los lugares:<br />

Occoro, Moque, Huando, Llallas, Quimina, Palca, Miraflores, Tinyacclla. Eran personas<br />

muy ricas que tenían muchos animales y eran conocidos por estos pueblos vecinos.<br />

Pero demostraban ser injustos y abusivos con sus sirvientes y viajeros de otros lugares,<br />

por eso las personas que vivían alrededor de esta propiedad los llamaban con desprecio<br />

Pampapi Alanya, que quiere decir que la familia Alanya vivía en lugar bajo pampa amplio<br />

para sus animales; mientras que los otros comuneros vivían en las laderas y morros que<br />

miraban desde lejos a este señor.<br />

Cada cual comentaban viendo el lugar:


48<br />

- Pampapi, Alanya Pampapi taita Alanya siempre se escuchaba en la boca de los<br />

campesinos por muchos años. Pero con el tiempo los pobladores le dieron nombre<br />

propio al lugar Pamapalanya.<br />

Luego cuentan que este señor Alanya hizo cambio con un español llamado Santiago<br />

Llupa, por un pedazo de tela de bayeta y una olla de manteca, le repartió la tierra en<br />

pedazos que fue Pampalanya, otras tierras con el correr del tiempo sucedió la misma<br />

suerte en poder de otros dueños.<br />

Santiago Llupa un personaje progresista en la ganadería extendió su tierra hacia los<br />

lugares pastales, cuidando los pastos de otros animales que afectarían su propiedad,<br />

también aumentó el ganado como: ovejas, vacas, caballos, llamas, cabras y colaboró<br />

con sus vecinos. Era una persona comprensible y amable con sus servidores. Así<br />

pasaron muchos años.<br />

Al tiempo llegaron al lugar los invasores chilenos destruyendo la hacienda y se llevaron<br />

quinientas vacas y 300 ovejas para alimentar su ejército en el pueblo de Huando.<br />

En los últimos años el anexo de Pampalanya, después de ser una hacienda muy<br />

conocida por los pueblos cercanos llegó a formarse y pasó en poder de los campesinos<br />

La Cooperativa de Pampalanya a manos de toda la comunidad quienes la administraron<br />

por muchos años. Hasta que un día llegó un grupo, de guerrilleros de Sendero Luminoso<br />

realizaron una actividad política y organizativa en contra del gobierno central. Se llevaron<br />

los animales para alimentar a otros pueblos.<br />

Así, los campesinos se quedaron con pocos animales, continuando unidos en el<br />

progreso de sus hijos y su anexo, como comunidad campesina en bien de los demás.<br />

RECOPILADOR<br />

Jorge Pumarcahua Ambrosia<br />

INFORMANTE<br />

Emilio Pumarcahua Vargas


49<br />

TAITA WAMANI<br />

Cuento<br />

Cuentan que en un tiempo unos hombres desconocidos llegaron al pueblo de Huando,<br />

se acamparon en la iglesia y plaza principal. Estos extraños eran nada menos, un<br />

regimiento del ejército chileno, que iban en busca de las tropas de Andrés Avelino<br />

Cáceres que estaba en el centro del país.<br />

Un comunero desprevenido salió de su casa hacia la plaza y vio a los desconocidos,<br />

corrió muy desesperado gritando asustado por una de las esquinas. Los chilenos<br />

armados vieron al comunero y dispararon balas en su dirección pero el hombre escapó.<br />

También en esos tiempos la comunidad consumía pan de trigo y tomaba agua con<br />

cedrón. Otros comuneros vieron a los chilenos y comu-nicaron a la comunidad, entonces<br />

ellos salieron de su casa como ovejas en busca de refugio, anteriormente muchos de<br />

ellos ya sabían por boca de viajeros, que los enemigos de otros sitios estaban creando<br />

terror en las comunidades y haciendas, esto era en el año 1882, aproximadamente.<br />

Entonces los comuneros se fueron corriendo llevando a hijos atemorizados, dejando sus<br />

casas y sus animales en diferentes lugares como: A Pakipaki, muchos comuneros


50<br />

arribaron hasta un lugar llamado Karpas, otros tomaron el camino a Tinkuq y algunos se<br />

marcharon hacia el lugar Tucus. Mientras los chilenos ocupaban la playa y la Iglesia<br />

actual; Santa Rosa de Lima.<br />

Después de una semana regresaron algunos comuneros en la noche y entraron muy<br />

asustados a sus casas destruidas, pirwas quemadas, puertas destruidas. Se llevaron<br />

animales como gallinas, cuyes, chanchos y otros animales mayores para alimentarse.<br />

Sólo encontraron cenizas, humo con olor a ropa quemada, los productos como grano y<br />

papa carbonizados, habían destruido todas las casas de Huando. Sólo los tucus<br />

cantaban tristes por las noches, los gatos que escucharon maullando en la luna llena<br />

asustaba en medianoche a los presentes.<br />

Después de muchas semanas volvieron a la comunidad pero antes enviaron algunos<br />

comuneros a observar de cerca a los chilenos que estaban acampados en la plaza. Los<br />

comuneros al ver a ellos en la iglesia, sus caballos en el parque, mordían sus labios de<br />

cólera y maldecían, comentaban si tuvieran armas los enfrentaríamos y los botaríamos<br />

de nuestro pueblo.<br />

La mayoría de los comuneros venían por Ccanrahuaycc y se encontraron con el<br />

sacristán, quien estaba regresando al pueblo cumpliendo los mandatos de los chilenos,<br />

el era como prisionero y al mismo tiempo contó su sueno, que Taita Wamani le anunció<br />

que tocaran la campana al tercer canto del gallo. El campanero dijo a los comuneros que<br />

cumpliría con la orden de Taita Wamani y se fue rápido. Los comuneros continuaron<br />

caminando, y se preguntaron entre ellos sobre el anuncio y la valentía del sacristán de<br />

tocar la campana de la iglesia; comentaron entre ellos: ¿Cómo iba a subir a la torre? Si<br />

está el enemigo, si descubren los chilenos sería riesgoso y lo matarían al momento y su<br />

cuerpo lo quemarían en la plaza; así decían los comuneros, preocupados cada uno<br />

rogaba muy triste a Dios y otros santos para que le ayuden al sacristán en su tarea.<br />

El campanero logró subir a la torre y tocar la campana como lo había anunciado y<br />

prometido a los comuneros huandinos. Cuando el jefe chileno escuchó los sonidos de<br />

campana recordó su sueño en el que se le presentó un hombre montado en un caballo<br />

blanco, muy autoritario y molesto le dijo: Tengo diez mil soldados bien armados y<br />

estamos preparando un ataque en Jirkapata, al toque de la campana de la iglesia<br />

estaremos ingresando a la plaza tú y tus amigos soldados no saben si amanecen vivos o<br />

muertos. Al mismo tiempo preocupado ordenó a los soldados preparar su equipaje para<br />

la retirada. Subiendo a la torre de la iglesia observó Jirkapata, viendo a mucha gente en<br />

movimiento, marchar batallones de soldados y flamear varias banderas rojo y blanco en<br />

posición de ataque.<br />

Al jefe se le había aparecido en sueños y sintió temor, bajó muy rápido de la torre para<br />

coordinar con los subalternos y dar la orden de partida con dirección a Huancayo antes<br />

de amanecer.<br />

Mientras algunos comuneros se alistaban en un lugar secreto para capturar a los<br />

invasores, otros estaban temerosos y preocupados por la forma de actuación de los


51<br />

chilenos en la iglesia, ellos utilizaron los santos y cruces para amarrar sus caballos y<br />

mulas. Además, le servían para exhibir o colgar la cabeza de los que habían matado, a<br />

los prisioneros de guerra, para atemorizar a los comuneros débiles y sin armas. También<br />

mataron animales de la comunidad en los corrales y se llevaron la carne para alimentar<br />

a sus perros. Los huesos de los animales muertos por los usurpadores se veían en las<br />

calles y caminos, tirados blanqueándose en el sol.<br />

Los chilenos después de destruir al pueblo de Huando, se marcharon muy asustados<br />

hacia la dirección de Izcuchaca, con la noticia de su jefe que había soñado sobre la<br />

existencia de un ejército armado que estaba a punto de combatirlos.<br />

Entonces los huandinos se organizaron en varios grupos para capturar y castigar a los<br />

invasores. Se dividieron en dos grupos mientras uno marchó tras el enemigo otro se<br />

quedó en Huando para organizar refuerzos. Los grupos que seguían a los invasores se<br />

separaron, uno se adelanto por el camino secreto poniéndose delante de las tropas<br />

enemigas esperando organizarse en la quebrada de Izcuchaca, el otro grupo de<br />

comuneros armados continuaron tras los pasos de los enemigos entre las espinas y<br />

arbustos en la oscuridad.<br />

Cuando el ejército invasor llegó a Tambos los huandinos se comunicaron con todo el<br />

pueblo para reunirse en la plaza, preparar refuerzos y apoyar a los comuneros que<br />

seguían a los chilenos. Salió la comunidad de su escondite, después se reunieron en la<br />

plaza, acordando armarse con lo que hubiera a mano, marchando hombres, mujeres,<br />

ancianos, jóvenes y niños cada uno con palos, piedras y hondas. Los comuneros<br />

armados se acercaban al lugar llamado Pumas.<br />

Los enemigos se dieron cuenta que los perseguía la comunidad y se apresuraron a<br />

caminar haciendo un sonido que se escuchaba «talac, talac, talac» sus cargas de sus<br />

caballos, mulas. Luego se dispararon de ambos bandos como demostrando su poder de<br />

combatir pero los comuneros eran mayor cantidad de personas decididas a capturar y<br />

acabar con los enemigos. Estos soldados eran pocos y estaban cansados pero<br />

armados.<br />

La bajada de Cachicuyau, era un lugar apreciable para aniquilar al enemigo, los<br />

comuneros ordenaron a uno de los corneteros tocar el orden de ataque de acuerdo el<br />

plan realizado por la comunidad. Iniciando con el arrojo piedras y espinas sobre las<br />

tropas chilenas, quienes desesperados corrían por la bajada, muchos soldados y<br />

animales fueron aplastados por las piedras, otros trataron de salvarse apoyándose en<br />

sus mulas alcanzaron a pasar el río Cachi hacia Tambillo, el combate era feroz entre<br />

ambos bandos. Grupos de comuneros de Izcuchaca combatieron en el trayecto hasta<br />

llegar al puente de Izcuchaca para cruzar el río Mantaro. En este lugar el combate fue<br />

sangriento porque los comuneros que esperaban en el otro lado del río se lanzaron<br />

sobre ellos. En el lugar muchos comuneros valientes sacrificaron sus vidas, se sabe que<br />

una mujer campesina alzó su pollera y dijo: «Matemos a los invasores arrojándolos al<br />

río» lo hicieron en realidad en el campo de batalla. Otro campesino desesperado dijo:<br />

«que no quede ni un chileno vivo» con esta insinuación entraron a matar a todos los


52<br />

soldados, los animales fueron arrojados al río. Así ganaron la batalla con dolor y<br />

sufrimiento, derramando sangre en el camino de la vida, quedando libre de toda maldad<br />

y abuso de los poderosos. En ese combate muchos hombres murieron, señoras,<br />

señores, jóvenes, niños y ancianos, peleando con el enemigo demostraron su poder<br />

comunal.<br />

AUTOR<br />

Narciso Teodoro Ccahuana Huamán<br />

INFORMANTE<br />

Alejandro Núñez Soto<br />

EL ALMA<br />

Anécdota<br />

Había una vez un señor que se llamaba Juan, que sabía tocar un instrumento musical<br />

llamado «Pincullo» y «Tinya» pero un día se fue a participar a una leñada que realizó un<br />

mayordomo de una fiesta en el pueblo Chaccoma, en donde le hizo bailar a toda la<br />

familia de comuneros con su música.<br />

Todos los presentes bebieron licor y estuvieron borrachos, como de costumbre se<br />

quedaron dormidos con los otros en la casa del mayordomo.<br />

Don Juan despertó a medianoche mareado, llamó al dueño de la casa y como no<br />

respondió en la oscuridad él decidió regresar a su casa en Huando. Al instante salió del<br />

lugar caminando bajo la luna por el camino de herradura y tocando su instrumento,<br />

cuando estuvo cerca al panteón escuchó gritos de alegría, entonces don Juan avanzó<br />

pensando que había una fiesta con algunos comuneros del lugar. Cuando se acercó a la<br />

puerta del panteón, varias personas cantaban y comentaban en grupos, entonces le<br />

llamaron «Taita Juan Tukaikapullahucacuy tusurnay-kupaq». El músico aceptó<br />

amigablemente tocando su pincullo y su tinya a medida que pasaba la hora el músico se<br />

dio cuenta que él estaba tocando en la puerta del panteón y que las almas bailaban al


53<br />

compás de la música de él. Pasaron muchas horas y seguían bailando las almas, al<br />

primer canto del gallo el alma dijo:<br />

- Faltanraqmi hora...<br />

El señor tocaba incansablemente muy animoso, en el segundo canto, el alma dijo:<br />

- Qokrami faltan...<br />

Pero el maestro músico proseguía con la música y las almas disfrutaban en el último<br />

canto del gallo porque está cerca el amanecer. Un alma dijo a don Juan:<br />

- Kunanq repukuña wasiquiman...<br />

Él respondió:<br />

- Qampas pasakuña.<br />

El alma despidió al músico con un agradecimiento apreciable quien continuó su viaje a<br />

Huando, llegó a su casa al amanecer se acostó en su cama sin hablar ni una palabra.<br />

Preocupados sus familiares, más que nada su esposa quien pensó que estaba muerto.<br />

Después de dos días despertó y contó los sucesos de la noche en el panteón.<br />

AUTOR<br />

Narciso Teodoro Ccahuana Huamán<br />

INFORMANTE<br />

Iniani Palacios Quispe<br />

PUEBLO SEPULTADO: «PAMPARHUA Y HUARICUHO»<br />

Leyenda


54<br />

El lugar denominado PAMPARHUA Y HUARICUHO está a unos cuatro Kilómetros. al<br />

este del distrito de Huando, provincia y departamento de Huancavelica; es una<br />

hondonada de tierras en declive y a un extremo se encuentra una laguna de poca<br />

cantidad de agua.<br />

En el lado superior hay un hundimiento de tierra que podemos llamar fractura o<br />

deslizamiento por efectos geológicos. Deja una caída de unos cincuenta metros de<br />

altura por quinientos a seiscientos metros de ancho y de largo un aproximado de tres<br />

Kilómetros. En lo ancho del deslizamiento; al pie hay una piedra parada de unos treinta<br />

metros de altura, semejante a un monumento. Su punta adornadas de ichu tiene la<br />

forma de medio cuerpo de un hombre, con pelos, ojos, nariz, boca y mira fijamente a<br />

cualquier lado. Da la impresión de un hombre colérico; pues nadie se atreve pasar cerca<br />

ni subir, por que dice que puede hacer daño o volver en estatua de piedra. A esa enorme<br />

piedra lo llaman «HUARICUHO», en su contorno hay bosques de piedras de todo<br />

tamaño, hundimientos y socavones. En la temporada de lluvia cae gran cantidad de<br />

agua y desaparece en su totalidad y no se sabe por donde existe la salida.<br />

La leyenda dice... que en los tiempos muy remotos era un pueblo muy progresista y un<br />

día sus habitantes realizaban una fiesta y banquete general, en esa ocasión se había<br />

presentado un anciano con su bastón, todo harapiento, con hambre y sediento, pues le<br />

pidió caridad de algo que comer y beber. No le hicieron caso ni le dieron importancia,<br />

continuaban con la fiesta y los banquetes. Entonces, maldijo al pueblo y se retiró el<br />

anciano despreciado, advirtiendo que un «TACLLAZO» en la cabecera del pueblo lo<br />

hundiría, porque era hijo de Dios. Sus habitantes no le creían ni le hacían caso. El<br />

anciano seguía caminando y alejándose del pueblo, cuando estuvo ya fuera de la<br />

población, se encontró con una pareja de matrimonio en compañía de sus padrinos,<br />

músicos y familiares que les seguía unos tras otros.Los recién casados se<br />

compadecieron y dieron de comer y beber, agradecido el anciano por la bondad, los<br />

previno aconsejando que al escuchar ruido en la población no dieran vuelta de cabeza<br />

para ver, por que iba a hundirse el pueblo, caso contrario se convertirían en estatuas de<br />

piedra. En efecto, al cabo de unos instantes escucharon un ruido estrepitoso en la<br />

población; voltearon la cabeza y se convirtieron en estatuas de piedra.<br />

De ahí que las piedras que se encuentran al frente de Pamparhua, que forman hileras en<br />

forma de matrimonio son las parejas encantadas.<br />

De la catástrofe sólo se habría salvado la torre de la Iglesia con la campana que daba<br />

saltos repicando. Al pretender escaparse saliendo al extremo del hundimiento, se habría<br />

quedado convertida en una piedra de tamaño grande a la entrada de Pamparhua y tiene<br />

un sonido cuando se le avienta una piedra encima de donde retorna a su sitio en las<br />

noches de llovizna y colocándose al medio de la laguna llama a sus antiguos habitantes,<br />

en ese momento no se puede llegar porque se quedaría convertido en piedra. Por cuya<br />

razón lo llaman «PAMPARHUA», que significa ciudad enterrada y «HUARICU-HO»,<br />

malo o personaje serio.


55<br />

Esta misma versión narran los habitantes de la laguna de Paca de la provincia de Jauja<br />

del departamento de Junín; como los de Acolla de la misma provincia.<br />

AUTOR<br />

Fabián Serpa Mendoza<br />

INFORMANTE<br />

Julian Serpa Valencia


56<br />

IZUCHACA<br />

HISTORIA DE LA VIRGEN DE COCHARCAS Y NATIVIDAD<br />

Del departamento del Cusco escaparon dos hermanas huyendo de la esclavitud<br />

española, eran hijas del Dios Sol, la primera se llamaba Cocharcas, y la segunda<br />

Natividad.<br />

Caminaron día y noche sin rumbo definido y después de tanta caminata llegaron a<br />

Izcuchaca, que era un pastoral del distrito de Conaica.<br />

La Virgen de Cocharcas tras un descanso de tan agitadora caminata, dio una<br />

pestañeada y se quedó encantada, convirtiéndose en piedra. La gente de Conaica<br />

mientras pastaba sus ovejas vio la piedra y hallaron encantada a la virgen, la recogieron<br />

y la llevaron con un alboroto de fiesta a Conaica.<br />

Al día siguiente los pobladores se fueron a la iglesia, para verla y se dieron con la<br />

sorpresa que ya no estaba. La comunidad conaiquina bajó a Izcuchaca y vieron que la<br />

virgen se hallaba en el mismo lugar que la encontraron. Cuando uno de los pobladores<br />

quiso alzarla para llevársela nuevamente a Conaica sintió que pesaba demasiado y que<br />

no podían levantarla. La gente dijo que la virgen no quería irse, construyéndole su


57<br />

Iglesia donde ahora se encuentra la actual Iglesia y por eso sus simpatizantes y<br />

creyentes poblaron Izcuchaca.<br />

La otra hermana llamada Natividad llegó más allá, hasta Larmenta, donde llegó a<br />

descansar y también se convirtió en piedra y los pobladores la encontraron y le hicieron<br />

su respectiva Iglesia pero ella no quería estar allá, se salía todos los días a caminar.<br />

Una noche, a la gente del pueblo se les reveló en sueños diciendo que en su memoria<br />

se haría una fiesta con bailarines «negritos» porque la Natividad era defensora de los<br />

esclavos negros traídos del áfrica por los españoles.<br />

La virgen se quedó después en la Iglesia que le hicieron. La encontraron el ocho de<br />

septiembre.<br />

RECOPILADOR<br />

Tania Rios Santiago<br />

INFORMANTE<br />

Julia Ríos<br />

CONSTRUCCIÓN DE LA IGLESIA DE IZCUCHACA<br />

Leyenda<br />

Izcuchaca es un lugar muy precioso por su ubicación topográfica y por su clima<br />

templado, por donde recorre el río Mantaro, que en todo el valle de Izcuchaca se<br />

encuentran árboles como los duraznos, guindas, tunas, nísperos, lúcuma, y los cedros,<br />

eucaliptos, pinos, y muchos árboles más, que adorna este histórico distrito.<br />

A unos cuatro a cinco kilómetros aproximadamente, por camino de herradura se<br />

encuentra el distrito de Conaica, que celebran la fiesta de la Santísima Trinidad ya tenía<br />

su Iglesia por ser más antiguo.


58<br />

Izcuchaca en el año de 1807 aproximadamente, se titulaba «Pueblo de la Santa Cruz de<br />

Izcuchaca, anexo de la doctrina de Conaica».<br />

Pero cuando ya alcanzó una buena cantidad de pobladores, era necesario contar con<br />

una Iglesia.<br />

Una tarde se encontraba pastando carneros una pastorcita en un monte de yerbas, de<br />

molle, tara, y mientras hilaba (puchcaba) y cantaba se tropezó con una piedra de regular<br />

dimensión, plana cubierto de tierra y musgos, en esos instantes la pastorcita pensó que<br />

esta piedra serviría de «batán» y se puso a limpiarla, se sorprendió al ver en la piedra el<br />

rostro de una mujer teniendo entre sus brazos a una criatura. Entonces avisó a sus<br />

padres y éstos a los integrantes de la comunidad y todos atribuyeron que era una<br />

patente aparición de la Virgen, y que el taita cura inmediatamente señaló el nombre de<br />

«La virgen de Cocharcas». Entonces surgió la discusión y el egoísmo, y algunos<br />

pobladores decía, yo regalo el terreno con la condición de que se levante la iglesia en<br />

mis propiedades y ayudado por otros trasladaron la piedra al lugar designado, pero al<br />

día siguiente, como por encanto apareció en el mismo lugar en que lo encontró la<br />

pastora.<br />

Otro día los pobladores de Conaica con acompañamiento de una orquesta y fieles se<br />

robaron la piedra, pero también volvió a su lugar de origen.<br />

Convencidos de que la Virgen deseaba que levantaran su casa en el sitio en que ella<br />

había hecho su aparición, los del lugar es decir, los izcuchaquinos construyeron su<br />

iglesia.<br />

Los superiores eclesiásticos, por el gran esfuerzo desplegado y por la revelación<br />

milagrosa de la Virgen premiaron con el título Santuario de Izcuchaca.<br />

Desde entonces festejan con gran solemnidad el primer domingo de octubre de cada<br />

año en gracia y como recuerdo de su aparición.<br />

RECOPILADOR:<br />

Moisés Acuña Acuña<br />

IRONÍAS DE LA VIDA «LA SEMILLA: HAY QUE ESCOGER»


59<br />

Es la historia de un izcuchaquino muy peculiar, muy popular. Es el hombre del pueblo<br />

presente en toda alegría y en todo dolor, odiado hasta los tuétanos por su carácter<br />

belicoso, explosivo y grosero; pero también admirado por sus ocurrencias muy<br />

memorables. De estatura pigmea, su cara como de papa vieja, tez grasienta y de vestir<br />

sucio y deslucido como si ofendiera al shampoo y al jabón. Solía decir: ... Mi presencia<br />

será ridícula, ¡pero se me respeta!<br />

Es la otra cara de la medalla, de un joven estudioso, ordenado y responsable. Este<br />

personaje es producto de la universidad de la vida: duro de corazón, de sentimiento, vive<br />

resentido con todos porque los avatares de la vida marcaron en él muchas huellas que<br />

no cicatrizan, recuerdos que duelen en lo profundo de su alma. Tal vez porque es hijo<br />

del azar, que no conoció el calor de sus padres, que nació pobre, triste y abandonado.<br />

Cuando recuerda este pasaje de su vida, dice:<br />

- ¡Soy hijo del río, del aire y del viento! ¡ Mi padre es el Sol; mi madre la Luna y las<br />

Estrellas son mis hermanitos! ¡Mi colchón es el suelo, la piedra mi almohada y el pajar<br />

mi frazada! ¡Pobre nací, pobre es mi vida y pobre será mi muerte!<br />

Para llevar una vida sin sobresaltos aplica su astucia y habilidad. Por ejemplo, para<br />

conseguir el trabajo que hoy ostenta como portero-guardián de una Escuela, incursionó<br />

en la política y fue militante del partido del APRA en la época de Alan García, y para<br />

asegurar sus alimentos y tener compañera, contrajo matrimonio.<br />

No es ningún zonzo. Ahora tiene un sueldo y esposa y se relaja a pierna suelta.<br />

Habitualmente está a la búsqueda de alguna reunión o Fiesta donde haya abundante<br />

licor. En algún velatorio, es el personaje más acongojado que acompaña día y noche a<br />

los atribulados dolientes. En las zafa-casas es el más bullanguero y afanoso hombrehormiga,<br />

que todo por un copón de «cañazo» corretea escaleras arriba y abajo cargando<br />

las tejas o el barro; abriendo camino y gritando: ¡Permiso... carajo! ¡Hombres trabajando!<br />

En los matrimonios, se las ingenia para colarse a la cocina y hacer las veces de «mozo»<br />

o ayudante de cocina y si engatusa a algún ingenuo padrino se coloca de «despensero»


60<br />

para luego ser dueño de la Fiesta, y así por el estilo; en cada Fiesta es un personaje<br />

aparte, como ven, todo lo fácil de la vida. Si en algún momento, alguien le provoca una<br />

conversación sobre temas como: el estudio, trabajo, higiene, aseo, responsabilidad éste<br />

amigo, se ofusca, se enfurece y ataca con groserías. Mejor es evitar esos temas. Si se<br />

quiere una reunión amena, a éste personaje se le tiene que alabar, tratarlo con cariño,<br />

con respeto decirle «Cocon» «Coquito» que es el apelativo que mas le agrada. Una<br />

tarde había varios profesionales académicos que parlaban sobre grados, maestrías y<br />

doctorados y Coco se soltó una de sus ocurrencias: ¡Señores, yo estudié primaria en<br />

Ninacaca; Secundaria en Huamancaca; Superior en Potosí, Masterado en Acapulco y mi<br />

Doctorado en Luxsonburgo! Arrancando de los oyentes una sonora carcajada, y como<br />

estaba con la chispa lúcida le pidieron otro chiste, que gustoso accedió y dijo:<br />

- Les voy a enseñar algunas palabras del quechua huancavelicano y verán que toda<br />

palabra termina en «rani»: Micurani, tusurani, pucllarani, wajarani. Y también les voy a<br />

enseñar algunas palabras del dialecto Wanca y verán que toda palabra termina en<br />

«culo»: Micuyculo, tusuyculo, pucllayculo.<br />

Coco es una persona que tiene bondades y defectos, como todo humano; pero no es un<br />

buen ejemplo para la niñez y la juventud; por eso, la semilla hay que escogerla.<br />

RECOPILADOR<br />

Hugo Serpa Torres<br />

EL DUEÑO DE LAS FIESTAS DE AÑO NUEVO<br />

Esta Fiesta, es esperada por Coco con un inusitado interés. Con una calculada<br />

anticipación ha preparado su disfraz: pantaloneta larga de color blanco, con bastas<br />

adornadas con croché; un saco oscuro adornado con pañuelos variopintos prendidos<br />

con un imperdible; máscara de metal al estilo colmenero; sombrero y pañuelo para la


61<br />

cabeza, matraca, bastón de madera adornado con un cuerno de toro que servirá para<br />

invitar chicha a las amistades.<br />

En la víspera a Coco se le ve, afanoso para ganarse el mejor lugar dentro de los<br />

bailarines, pero, su estatura no le favorece. Él quiere ser guiador pero consciente que no<br />

tiene los méritos suficientes, será el más entusiasta para sacar cara por su barrio que es<br />

Cabildo.<br />

El día central, los bailarines haciendo dos hileras, intercaladas por hombres y mujeres<br />

bailan cadenciosamente el zapateo que hace retumbar el piso de cemento del parque y<br />

la Plaza; la orquesta típica es traída desde la ciudad incontrastable de Huancayo, cuna<br />

de músicos para ésta ocasión.<br />

Coco, es la atracción de chicos y grandes, hace lo imposible para figurar: guapea, agita<br />

su matraca, se contornea de un lado para otro y zapatea con un gusto especial. A cada<br />

rato pide: ¡orquesta, carajo! ... En la pausa, se acerca a los distinguidos de Izcuchaca,<br />

para desearles: ¡Feliz año mama Cata! ¡Feliz año tío Elías! ¡Feliz año madrina Feliza! Y<br />

así a todos los que encuentra a su paso. Luego comparte algunas cervecitas con su<br />

collera de infancia.<br />

Allí está con Chíllico, chiwacos, Gringol, Rin tin tin, Cuchi Macho, Canca-supi, papinco,<br />

majato, Caputito y otros. Entre risa y risa recuerdan su infancia, las palomilladas de la<br />

escuelas, las tomaderas de pelo a los profesores, su debut en el sexo y el amor .<br />

Interrumpe un momento y grita: ¡Estoy valiente para el trago; cobarde para el trabajo;<br />

sufrido para los hombres; pero ardiente para las mujeres! ¡El comer es placer de<br />

chanchos... el tomar es placer de dioses y bailar... virtud de los grandes! Luego, tiene<br />

que cumplir con su obligación de bailar con su grupo, caso contrario será expulsado. La<br />

costumbre es ley.<br />

El día 2 de enero es el encuentro de los dos bandos: Tambillo y Cabildo para los cuales<br />

ambos mayordomos se han preparado para ganar el concurso, tanto de orquestas como<br />

de bailarines. Los jurados Calificadores son las autoridades y hay buenos premios. La<br />

plaza está abarrotada de gente y visitantes de los pueblos vecinos porque el<br />

«Japinacuy» es en todo orden. Música, bailes, tragos, barras, globos, etc. El público<br />

tiene sus preferencias, al final cada quien defiende a su barrio, la policía tiene que<br />

redoblar el resguardo y los jurados a cada instante piden calmar los ánimos. La fiesta es<br />

todo furor.<br />

Coco, para el «Japi-Nacu» tiene la preferencia de disfrazarse de «LATAS-MACHO» que<br />

es el personaje de un viejo harapiento, especie de un pordiosero que cargado de<br />

espinas y empuñando un látigo baila correteando y brincando, poniendo orden y<br />

disciplina y abriendo campo para sus bailarines. Cabe señalar que el «Latas-macho» es<br />

el terror de niños y de los perros que deambulan en la plaza, este personaje tiene que<br />

hacer reír al público y Coco, tiene esas cualidades. Al día siguiente la mayoría de los<br />

fiesteros amanecen con una terrible resaca y Coco aparte de ello estará con el cuerpo


62<br />

maltratado de tanto zapatear y con escaso físico para continuar bailando; pero la fiesta<br />

continúa, recorriendo tienda por tienda pidiendo una colaboración consistente en<br />

cerveza, aguardiente, coca o cigarro a lo que los mayordomos llaman el «HUASI-CUY»<br />

y de paso invitará al banquete preparado especialmente para sus colaboradores,<br />

amistades y público en general.<br />

A eso de las 2 de la tarde el mayordomo casa por casa invita a la gente y al compás de<br />

la orquesta se dirigen a la casa de la mayordomía donde los platos serán a base de<br />

carne y culmina con una cervezada, la comida es para todos, chicos y grandes tienen<br />

que degustar los platos.<br />

A estas alturas ya existe el nuevo mayordomo para el año siguiente, y todos tienen que<br />

anotar su colaboración voluntaria y los bailarines renovarán su sentimiento por su barrio<br />

preferido hasta cumplir siete años continuos que es la creencia que se tiene dicen para<br />

satisfacer el deseo del «Niño Jesús», en este caso «niño Tambillo» o «niño Cabildo».<br />

También han habido años en que no hay mayordomo de uno de los barrios, entonces los<br />

cobarrianos hacen una colecta para contratar una orquesta sólo para el día del «Japi-<br />

Nacuy» y a esto llaman YANA-CANCHA.<br />

Coco, para cumplir bien con la Fiesta de Año Nuevo a tenido que ahorrar dinero para su<br />

disfraz aún a costa de castigar su estómago y el de los suyos, tiene que guardar la<br />

apariencia de estar bien económicamente. En ocasiones se le ha visto jactarse de ser<br />

platudo y a llegado a quemar billetes de 20 ó 50 nuevos soles ante la mirada atónita de<br />

los presentes.<br />

Esta no es la historia de una irracional imaginación, es la vida tempestuosa de Jorge<br />

Bada, «Cocon», el hombre folklórico, del pueblo, estimado y odiado hasta el paroxismo,<br />

cuyo carácter violento, grosero y diabólico ha dejado huellas, dramas, veleidades como<br />

maldición telúrica en el pueblo de Izcuchaca. Donde nació, creció, vive y será su<br />

sepultura. Más Izcuchaquino que la tuna o el durazno, que ama esta tierra a su manera,<br />

con un deseo insaciable, que para el que escribe estas líneas ha sido difícil hacer una<br />

meticulosa observación.<br />

Estamos ante una puerta nueva del siglo XXI, hermosa y moderna y es el momento de<br />

buscar nueva vida ante los escombros vividos ante un pasado nauseabundo, indecoroso<br />

para las nuevas generaciones, esa nueva vida que sea ejemplo para la posteridad.<br />

RECOPILADOR<br />

Municipalidad Distrital de Izcuchaca<br />

LA FIESTA DE MAYO: SEÑOR DE CCEHCAMARCA


63<br />

Es la Fiesta patronal y se celebra el domingo de Pentecostés. El mayordomo con mucha<br />

fe y devoción asume la delicada y titánica tarea de organizar la gran fiesta. El calendario<br />

festivo se inicia en el mes de agosto con el ancestral «CHAPRA-CUY» que es<br />

seleccionar chamiza; es decir leña menuda de arbustos como chilca, ccechoca y molle.<br />

Los varones provistos de machetes, papapicos, chafle y sogas, acudimos al pie de algún<br />

cerro que generalmente es Bado sachamarca o Chulloca, para iniciar nuestra faena que<br />

animados por la chicha de jora y aguardiente traídos de Vichaycoto, Monobamba o<br />

Chanchamayo, coca, cigarro y la infaltable cerveza tenemos que demostrar nuestras<br />

destrezas y mafias en el manejo de la leña, que servirá para las futuras actividades de la<br />

mayordomía.<br />

El «chapra cuy» es animado por dos parejas de campesinos que dominan el arte del<br />

«pincullo» y la «tinya» dos ancestrales instrumentos que servían para animar las faenas<br />

comunales, de la siembra, la cosecha y otros. En esta actividad, se pulsea o se mide<br />

cual termómetro, el grado de entusiasmo, atención y voluntad de los mayordomos. Si<br />

pasan la prueba, es probable que habrá buena fiesta y el "populorum" se encarga de<br />

propalarlo dentro y fuera de Izcuchaca.<br />

Luego, vendrá el esperado «YANTA-CUY», que se programa dos días, un sábado y<br />

domingo del mes de octubre es obligado contratar una banda de músicos pues, los<br />

mayordomos con la confianza ganada del pueblo han hecho el anuncio un viernes por la<br />

noche.<br />

El sábado por la mañana después del suculento desayuno consistente en papachupe o<br />

mondongo, los mayordomos varones con la bandera nacional, sus mantas en la espalda,<br />

sombreros y al compás de la música del Yanta-cuy, entonado por la banda de músicos<br />

se dirigen a los lugares donde han obsequiado árboles de eucalipto, molle o cedro para<br />

trozarlos con motosierras y conducidos por los varones a la casa del mayordomo, a<br />

media tarde los mayordomos acompañados por sus compadres se reúnen alrededor de<br />

la imagen del Señor de Ccechecamarca, luego invitan al «MISKIPA».<br />

Las comadres llevan flores artificiales, artísticamente diseñados, que son ofrecidos al<br />

Señor para luego ser colocados en los sombreros y mantas de los mayordomos por el<br />

compadre de mayor edad o el más antiguo.<br />

Al finalizar la tarde, se da inicio al «CHIWI», costumbre en la que solamente las mujeres<br />

lo presiden la mayordomía, enrumban a cargar leña y troncos de un árbol especialmente<br />

trozado para ellas.<br />

El retorno es entusiastamente esperado por los varones porque las damas ponen el<br />

toque de sabor a la fiesta, ellas entonando los conocidos jarawis entran a la casa de la<br />

mayordomía; luego es de imaginar el entusiasmo desbordante en la multitud.<br />

Al día siguiente, continúa el Yanta-cuy; los varones formando grupos y en audaz<br />

competencia proceden a rajar los troncos para leña, cada grupo se ha provisto de


64<br />

combos, puntas y sogas, siempre al compás de la banda de músicos que para la<br />

ocasión entonan alegremente el «CULLU-HUACCHAY». La leña tiene que ser apilada<br />

formando una buena estructura, que sirve de base para que la pareja de mayordomos<br />

trepen sobre ellas, quienes tirando galletas, caramelos, frutas y dirigiendo algunas<br />

palabras de agradecimiento, esperan ser rescatados por los compadres debiendo pagar<br />

con diversos licores su rescate. Así concluye el Yata-cuy con baile general en la plaza.<br />

Los meses de noviembre y diciembre, están programados para realizar el<br />

«YAYKUPAKU», costumbre que sirve para invitar y recordar a las personas sus<br />

obligaciones como colaboradores.<br />

Esta costumbre consiste en la preparación de ricos bizcochuelos, bollos, rosquitas,<br />

jallullas, bizcochitos, mantecados todos a base de harina de trigo puro y huevos de<br />

corral, hechos especialmente por las hábiles manos de mujeres izcuchaquinas y de<br />

diestros panaderos; para luego ser entregados a los colaboradores, familiares, amigos y<br />

pueblo en general.<br />

Hay obsequios especiales según la importancia y valor de cada ofrecimiento, entonces<br />

el mayordomo tiene que entregar el obsequio en una canasta y acompañando su caja de<br />

cerveza, chicha de maní y jora y su pierna de lechón. En la población se reparte<br />

generalmente en la noche y se ingresa a las casas entonando una canción que es<br />

exclusiva para la ocasión y se llama «MAYHUACHA» cuyas letras son:<br />

Mayhuachallay mayhuachallay<br />

Mayhuachallay, mayhuachallay<br />

huasiymanta llocsimuni<br />

soccos hina vacio soneco (bis)<br />

Huasiymanja cutiycuni<br />

chuchau Jina sonccosapa<br />

Mayhuachallay, mayhuachallay<br />

mayhuachallay, mayhuachallay<br />

ñoccallaymí jamuchcaiqui<br />

Taita Ccecheca servinaipaj (bis)<br />

Taita Ccechcca servicuyja<br />

ancha sassam cacullascca (bis)<br />

Mayhuachallay, mayhuachallay<br />

Mayhuachallay, mayhuachallay<br />

ñoecallaimi jamuchcaiqui<br />

tuta tapas punchau chaspa<br />

quichca tapas sarullaspa<br />

rumitapas mitcallaspa<br />

chasquiy cuhuay, chasquiy cuhuay<br />

rupa rupa tantachaita


65<br />

chasquiy cuhuay, chasquiy cuhuay<br />

chambra chambra misti chaita (bis).<br />

El Yaykupaku, es la tarea más agotadora e incansable, que pone a prueba la fortaleza<br />

del mayordomo. A estas alturas de las celebridades invade la debilidad y el desánimo en<br />

ellos y es cuando deben cargarse de energía y vitalidad, porque es la prueba que<br />

impone el Señor. Al final se percibe el manto protector del Altísimo, que es el Señor más<br />

respetado y temido por propios y extraños por sus castigos severos a las personas que<br />

alguna vez se mofaron u ofendieron de su imagen.<br />

Con este cumplimiento el mayordomo espera la fiesta central que recae en el mes de<br />

mayo. Ahora su mayor preocupación se centra en contratación de una de las mejores<br />

bandas de músicos de la ciudad de Huancayo<br />

LA FIESTA CENTRAL<br />

La fiesta dura cinco días, las familias izcuchaquinas se han preparado con inusual<br />

emoción la llegada de la fiesta, han arreglado la casa, han preparado camas para los<br />

familiares y amigos que vendrán de Lima, otras ciudades y del extranjero. Coco Bada, es<br />

uno de los más singulares entusiastas que el primer día de la llegada del tren, «macho»<br />

estará saludando a los recién llegados como la familia: Aguirre, Cabanillas, Manrique,<br />

Bautista, Serpa, Miranda, Sánchez, Matos, Campodónico, Castellares, Gálvez y Cáceda<br />

entre los más notables fiesteros que hacen su arribo al pueblo y son quienes realzan la<br />

fiesta.<br />

Van quedando atrás los tiempos en que la familia Gálvez Cox, ofrecía pachamanca a<br />

todos los asistentes, en su finca del barrio Tambillo.<br />

La noche del día sábado, es la gran víspera y el encuentro de copoblanos, amigos de<br />

infancia, amores perdidos, compañeros de promoción, y también día de la reconciliación<br />

con alguien que se haya enemistado. Ya se hizo costumbre que los residentes<br />

izcuchaquinos buscan sus «minas», los platudos limeños que hacen gala de buena<br />

posición económica son quienes ponen los tragos. Solamente hay que ser zalameros y<br />

adulones y dejar que sólo ellos hablen. El Coco Bada y otros conocidos como el Churre,<br />

Jala Mati, Mangocho, el Gringo, Astico; son viejos sabuesos del trago y se las ingenian<br />

para gozar de la Fiesta. También las antiguas colleras se reclaman entre sí y rememoran<br />

antañas aventuras de la escuela, los paseos a Aguas Calientes, Larmenta, Tambillo,<br />

Ccechua, que fueron lugares de la infancia y hasta dejan escapar algunos suspiros.<br />

Aquí vale recordar un dicho que se a hecho popular... ¡Quién a venido a Izcuchaca y no<br />

a chupado con Coco Bada, no a llegado a Izcuchaca! Entonces hay quienes incluso se<br />

toman algunas placas para demostrarlo en Lima.


66<br />

Conforme va llegando la noche, la víspera se va haciendo más pomposa, porque va<br />

llegando auto tras auto, el ambiente se torna más festivo y la gente va llenando la plaza;<br />

los saludos y abrazos están al orden del día.<br />

A las ocho de la noche hay misa de víspera y culminada ésta se carga en procesión a la<br />

Santísima Cruz del Señor rumbo al «TOLDO» especialmente diseñado con las mejores<br />

frazadas, colchas y sábanas que se levantan en la plaza mayor haciendo una especie de<br />

capilla, donde abundarán los cirios, ceras y flores ofrendados por los devotos quienes en<br />

sus oraciones y plegarias dan gracias al Señor. El programa continúa con el recojo de<br />

los espectaculares castillones y al compás del toril se van colocando ordenadamente en<br />

toda la plaza mientras tanto en los grupos de familias o amigos no faltan la rica y<br />

espumante cerveza y las preguntas del momento:<br />

- Oye ¿qué tal... y qué dice Izcuchaca, qué novedades?<br />

- ¿Qué obras están haciendo?<br />

- ¿Qué tal el Alcalde?<br />

- ¿Por qué están sucias las calles?<br />

- ¡Es una vergüenza que Izcuchaca no tenga servicios higiénicos!<br />

Y otras preguntas: ¿Qué jermitas han llegado? …<br />

- Oye, la Satuca ha llegado toda pituca, con lentes y botas y ahora se llama Vanessa. Te<br />

acuerdas que era más fea que un estado de coma...<br />

Todos son chismes, dimes y diretes, otros van contando chistes colorados, chistes de<br />

huantinos, de curas, de policías. Quienes son especialistas contando chistes eróticos<br />

son el Chillico y Chanquil.<br />

Cerca de media noche, se da inicio a la gran víspera, con quema de juegos artificiales<br />

que iluminarán el cielo izcuchaquino: Castillones de dieciocho, veinte y veinticuatro<br />

tiempos; toritos de luces con buscapíques y globos aerostáticos. Hay baile general y la<br />

banda de músicos y los conjuntos musicales se prodigan en ejecutar su mejor repertorio,<br />

la gente reclama el «CHIWILLITO NEGRO» huayno izcuchaquino que la gente lo canta<br />

a toda garganta. El júbilo continúa toda la noche, hay derroche de dinero, nuevas<br />

conquistas, los callejeros amores reconciliados, las promesas eternas.<br />

Hay licencia para todo un poco, Sodoma y Gomorra porque también hay perdición; al día<br />

siguiente habrán muchos que no retornarán a sus casas.<br />

A las cinco de la mañana del domingo se da inicio al «DíA ALBA» que es el anuncio del<br />

día jubilar del Señor de Ccechccamarca. El albero, quién debe ser un especialista en<br />

pirotécnica, porque tiene que hacer retumbar la madrugada con quema de bombas


67<br />

japonesas, camaretazos, triángulos, palmeras, troyas, petardos de dinamita, cohetes de<br />

dos, cuatro y seis tiempos al estilo huanuqueño.<br />

Como alberos tienen su fama la familia Martínez Chanco y los hermanos Manrique;<br />

aparte y el albero tiene su grupo selecto de chicas que con teteras en mano invitan sus<br />

mejores tragos, calientitos de casa de Monobamba, Vichaycoto, y macerados en<br />

guindones y chuchuhuasi, remedio para el alma enferma.<br />

A las siete de la mañana el mayordomo invita a la población a tomar un reparador<br />

desayuno, consistente en un delicioso mondongo que carga las energías perdidas. Para<br />

las diez de la mañana hay que estar serenos y sanos para asistir a la Santa Misa, los<br />

Mayordomos impecables en su presentación y con sus bandas pectorales de estreno,<br />

tienen que hacer un esfuerzo para demostrar al Cura su ecuanimidad, de lo contrario el<br />

sermón será con café bien cargado.<br />

La Misa es solemne y pomposa y la Iglesia queda abarrotada de feligreses sumidos en<br />

un catolicismo de profunda fe y devoción cristiana, al interior se observa un coro<br />

polifónico bien uniformado que ejecutan canciones religiosas de renovación espiritual,<br />

también los diáconos dan un marco especial a la solemnidad. Luego sale en procesión la<br />

milagrosa Cruz y Trono del Señor, con el acompañamiento de cruces de los pueblos<br />

vecinos, autoridades religiosas, civiles, militares y fieles en general.<br />

En cada esquina de la plaza están los ALTARES, decorados artísticamente por damas<br />

izcuchaquinas, como doña Marta Huarcaya. Culminada la procesión, la cruz es cargada<br />

al Cerro Ccechecamarcas.<br />

La peregrinación a la cima del cerro es lenta y pesada por el agobiante sol de la tarde,<br />

los que más sufren son los gorditos y los visitantes; en el trayecto hay chicha,<br />

pachamanca y una vez llegado a la cumbre hay premios que recibir: polos, llaveros,<br />

recordatorios y bien ha valido el sacrificio.<br />

Mientras tanto en la plaza hay presentación de orquestas con bailarines Chonguinos<br />

venidos desde Huancayo, por la noche continúa el programa con el «TORO VELAY»<br />

que da el inicio a la víspera de la fiesta brava donde se quemarán los temidos<br />

«RUNATOROS» o toro de cohete que es cargado por un valeroso y temerario hombre<br />

que tiene que estar animado con unas copas. Ese personaje es Coco Bada que hace su<br />

show, aparte espantando a la gente ubicada en los andenes de la plaza, lo que provoca<br />

alegría y desorden, en ocasiones recibe encargos especiales para dirigirse al grupo de<br />

los pitucos izcuchaquinos que la gente lo moteja como los «jalacunas» y cargosean a la<br />

mancha de perico Gálvez, Chorocoto Matos, Pedro Aguirre, al Gringo Sánchez; la Banda<br />

viene animando con el toríl que la muchachada los baila cabreando a los «Nina Toros».<br />

El día lunes es la GRAN CORRIDA DE TOROS en la plaza principal el día es netamente<br />

taurino y el programa empieza con el recojo de huallccas; toritos de plata; divisas; cinta<br />

para los obligados; los toros de muerte, también la recepción y encierro en el coso de los<br />

toros de lidia y pañuelo que deberán jugar por la tarde, éstos animales son traídos desde


68<br />

lugares lejanos como es Soracocha, Curabamba (Vilca), Tambopata (Nuevo Occoro),<br />

Pampalanya (Huando) y de criaderos de Acostambo.<br />

Al iniciar la tarde y con la plaza totalmente llena viene la presentación de la cuadrilla de<br />

toreros semiprofesionales venidos desde Huancayoy, Sicaya u Orcotuna. El ambiente se<br />

anima con la presentación de parejas que bailan marinera, Pasos Dobles y pasacalles.<br />

En el palco de honor se encuentran las autoridades y personas notables deleitándose<br />

con la refrescante y espumosa cerveza.<br />

Empieza la tarde taurina, pero el público reclama a gritos la presencia de Héctor<br />

Marmanillo, el torero izcuchaquino conocido como «Cuchi-macho», quién en sus años<br />

mozos realizó memorables faenas y aún a sus cuarenticinco años le queda algunos<br />

pases; también es jocoso ver algún intruso borrachín que siempre no falta en las<br />

corridas de toros, como desafiar a las bestias solamente con su pañuelo o su chompa.<br />

La corrida es bien comentada, si hubo muertos o heridos, caso contrario pasa<br />

inadvertido. La finalización de la corrida es con baile general y reparto del<br />

«CAÑAQUINTO» (caña de azúcar) por todas las calles y ambos puentes de la localidad.<br />

El día martes es el GRAN CONVIDO, ofrecido por los mayordomos a sus colaboradores,<br />

invitados familiares y pueblo en general quienes contribuyeron al éxito de la fiesta.<br />

Luego viene la retreta y baile general en la plaza animados por la banda de músicos<br />

quienes ejecutan música de despedida como: «coca-quintucha», «adiós pueblo de<br />

Izcuchaca», «paja brava», «chiwillito negro» y otros más, esperando que los paisanos<br />

retornen pronto a la tierra santa y querida.<br />

La despedida es triste, la estación del tren se encuentra concurrida con los viajeros de<br />

retorno lágrimas y abrazos de despedida: mamá, papá, cuídense..., les llamaré por<br />

teléfono, me despido de mis tíos primos, saludos para tal y cual persona y hasta para el<br />

perrito «dólar» que se queda triste.<br />

REFLEXIONES<br />

Todos hacemos historia. Unos por el lado bueno y otros por el malo; en el mundo hay<br />

una pugna entre el bien y el mal. Nuestra sociedad está corroída por grandes males<br />

sociales, como son: la inmoralidad, la corrupción, la delincuencia, la prostitución, la<br />

drogadicción, el soborno y otros que sumado a los quince millones de peruanos que<br />

viven en pobreza esta tercera parte en extrema pobreza, la falta de trabajo y de<br />

oportunidades han hecho de miles de peruanos el constituir una sociedad chicha, en el<br />

que el vivo vive del zonzo y se ha ingeniado mil maneras para poder sobrevivir.<br />

Izcuchaca no escapa a esta realidad siendo un pueblo pequeño, hay proliferación de<br />

fiestas durante el año, hay centros de diversión, las cantinas siempre tienen clientes, hay<br />

madres adolescentes. En este contexto es difícil encontrar personas que sirvan de<br />

paradigma para los niños y jóvenes, los defectos priman sobre las virtudes.


69<br />

Por eso que no cause extrañeza haber contado la historia de un personaje del pueblo<br />

que todos los días se ve en la rutina de estar buscando fiestas o reuniones donde haya<br />

trago, cigarro y alegría. En ella encuentra placer, satisfacción y se ha hecho costumbre<br />

en su atribulada vida, aunque el dicho popular dice: EN LA ESQUINA DE LA VIDA<br />

SIEMPRE HAY UN PUÑAL QUE NOS AGREDE; PERO TAMBIÉN HAY UNA LUZ QUE<br />

NOS ALUMBRA.<br />

No hay que caer en la furia de la frustración, del desánimo, ni quedarse a mitad de<br />

camino, hay que tener la suficiente fuerza de voluntad para buscar los triunfos en base a<br />

sacrificio, tesón y pundonor. Debemos construir una nueva sociedad con paz, pan y<br />

libertad.<br />

RECOPILADOR<br />

Víctor Hugo Serpa Torres<br />

LA CUEVA DEL DIABLO DE LARMENTA<br />

En el anexo de Larmenta, a tres kilómetros del distrito de Izcuchaca, hacia el norte.<br />

Existe una cueva no muy profunda llamada «Larupa Tienda» más conocida como la<br />

Cueva del Diablo.<br />

En dicha cueva se pueden apreciar tres sillones de piedra debidamente alineados y<br />

pulidos. La del centro es la más hermosa y las de los lados son más pequeñas. El piso<br />

está cubierto de fina arena donde se observan huellas y rastros de personas y de<br />

animales.<br />

Entre los años de 1912 y 1922 este lugar se había convertido en un sitio tenebroso<br />

porque con frecuencia eran atacados o se les presentaba el demonio bajo la forma de un<br />

ser querido, amigos o animales. Eran engañados y desaparecían del lugar viajeros y<br />

transeúntes, esto sucedía con frecuencia.


70<br />

Generalmente se oían gritos de auxilio y estas personas eran sentadas en estos sillones<br />

de piedra o tiradas al suelo. Algunas salían dementes o se les encontraban en medio del<br />

río desnudas y golpeadas, otros en lugares inhóspitos o abismos. Los ataques eran<br />

tanto de día como de noche, eran sorprendidos en medio del paraje, pero nunca<br />

recordaban nada de lo sucedido.<br />

En vista de tantas desapariciones y muertes un grupo de personas viajaron a la ciudad<br />

de Huancavelica a informar de los suceso a los religiosos para que realicen conjuros y<br />

bendiciones en la cueva.<br />

Colocaron cruces en sus esquinas pero esto no fue suficiente, ahora con más ira y<br />

venganza fueron atacados los transeúntes y aún los niños.<br />

El obispo tuvo que viajar para bendecir y hacer misa todos los días durante un año. En<br />

total existen setentisiete cruces talladas que se observan hasta el día de hoy.<br />

Pero aún se cuentan de ataques a viajeros y especialmente a borrachos que son<br />

sorprendidos e interceptados.<br />

En el lugar todavía se siente, a veces, un fuerte olor y ruidos extraños.<br />

RECOPILADOR<br />

Katy Ayala Matos


72<br />

LARIA<br />

MATÍAS HUARCAYA Y EL ALMA EN EL PANTEÓN DE LARIA<br />

Cuento<br />

En Laria hasta la fecha se acostumbra hacer el entierro en las noches a los párvulos y<br />

niños que mueren.<br />

Un día murió el hijo de don Matías Huarcaya. Después de los velorios lo llevaron a<br />

enterrar en el panteón. Aproximadamente a la una de la mañana, llegaron al panteón,<br />

tomaron el aguardiente chaccharon coca, así todo lo hicieron; pero los que habían ido<br />

acompañando el cortejo no se habían dado cuenta que don Matías se había retirado<br />

fuera de la multitud y se había quedado dormido entre los matorrales que existía en el<br />

panteón. Algunos de ellos, ya en la puerta, echaron de menos a don Matías, y dijeron<br />

que ya se habría ido a su casa; diciendo así se fueron todos a la casa de don Matías.<br />

Llegaron a la casa pero no había don Matías por ninguna parte, inmediatamente<br />

regresaron al panteón, algunos fueron comisionados, a buscar a don Matías, pensando<br />

a lo mejor que se habría dormido por allí en un rincón.<br />

Llegaron a la puerta, entonces los comisionados sintieron una gran bulla dentro del<br />

panteón y se preguntaron:<br />

- ¿Pero... quiénes habrán quedado? Parecen varios los que están haciendo bulla ...<br />

Luego entraron y buscaron a don Matías; por fin lo encontraron, semi muerto y asustado,<br />

le auxiliaron y dieron agua para que tome y así reaccionó y le preguntaron, qué había<br />

pasado con él.<br />

Don Matías empezó a contar que aparecieron bastantes almas y lo cogieron del suelo de<br />

donde estaba durmiendo diciendo: CAYCCAYA CAY OPACCA QUEDARCCOSCC, que<br />

quiere decir: Aquí había quedado este opa.


73<br />

Don taita Matías siguió contando que las almas se pusieron en círculo, que le hicieron<br />

parar en medio de aquel círculo, luego una de las almas lo pateó. Y luego otra alma<br />

también lo pateó. Contó que él parecía una pelota. Una tras otra las almas lo iban<br />

pateando.<br />

Bueno así estuvo don Matías sin caer al suelo, como una pelota, rebota y rebota, las<br />

almas estaban jugando con taita Matías, ya cuando sintieron las almas que la gente<br />

entraba al panteón, una de las almas lo dejó caer al suelo, a Matías Huarcaya y éste se<br />

quedó desmayado.<br />

Por eso no vale dormir en el panteón.<br />

RECOPILADOR<br />

Angel Dámaso Pariona Solano<br />

INFORMANTE<br />

Damaso Pariona Ordóñez<br />

El CHOFER QUE SE ENAMORÓ DE DAVI O MAL ESPÍRITU<br />

Cuento<br />

No hace mucho tiempo, del cual quiero recordar, siguiendo un camino diverso en la<br />

sierra, en la frondosa rocosa barrosa y una variedad de ríos del distrito de Laria, de<br />

habitantes modestos, viviendas entre los cerros en las orillas de los ríos y del campo hay<br />

los árboles se multiplican dando sombra a los lugares y que al sembrar en sus tierras<br />

todas las flores dan fruto que al madurar revientan y sus pajarillos trinan por las<br />

mañanas alegremente.<br />

Lo que les voy a contar no es cosa rara pero sí misteriosa. Cierta tarde un camionero<br />

que llevaba ajos se estacionó en el barrio Vista Alegre, del mencionado distrito donde el


74<br />

chofer se puso a dormir y se despertó aproximadamente a la una de la mañana y luego<br />

escuchó en las faldas del cerro llamado Wisa Orccon que gritaba davi davi o eso era mal<br />

espíritu y después del susto siguió durmiendo.<br />

Luego, posiblemente a la hora del canto de gallo, el chofer bajaría a las quebradas o a<br />

las cuevas.<br />

Así fue, a la madrugada el chofer comenzó arrancar el motor de su camión y siguió la<br />

ruta recorriendo aproximadamente una hora entrando a una quebrada profunda y<br />

silenciosa al pie del cerro Wisa lugar llamado Alama Huacco; allí se presentó una<br />

pasajera la cual hizo parar al vehículo diciendo:<br />

- Llévame a Huancayo.<br />

El chofer la recogió. Durante el trayecto el chofer le conversaba y preguntaba su nombre<br />

pero ella inicialmente no le respondía y viajaba agachada en la cabina junto al chofer y<br />

por las insistentes preguntas del chofer le contestó que tenía mucho frío. El chofer de<br />

compasión, sacó su casaca y le dio a la muchacha y seguía preguntando qué hacía a<br />

esa hora en la quebrada y ella seguía agachada y no permitía que le vean su rostro, sólo<br />

decía: tengo mucho frío. El chofer le preguntó su nombre y su dirección, la muchacha le<br />

dio su nombre y su dirección.<br />

En cada minuto que pasaba el chofer se enamoraba más y más de la muchacha.<br />

Al llegar a Izcuchaca le invitó a tomar desayuno pero la joven no quiso. El chofer le<br />

insistía. Ante su negativa sólo bajaron el chofer y el ayudante, asegurando la puerta del<br />

carro. Entonces fueron a tomar desayuno en un restaurante estacionando su camión en<br />

la puerta, dejando a la muchacha en la cabina.<br />

Cuando terminaron de tomar desayuno solicitaron una porción de desayuno para la<br />

muchacha y le llevaron a la cabina y se dieron con la sorpresa de que la muchacha no<br />

estaba en el camión ni la casaca del chofer, sorprendidos ambos no entendían cómo<br />

salió la muchacha si la puerta estaba asegurada.<br />

Prosiguiendo el viaje, el camionero llegó a la ciudad de Huancayo cumplió de vender sus<br />

mercaderías y retornó nuevamente a Laria pensando en la muchacha por la que estaba<br />

tan enamorado como un adolescente, y preocupado de su casaca.<br />

Al llegar a Laria recordaba la dirección que le había dado la muchacha y buscó dicha<br />

dirección y tocó la puerta. Salió una señora y preguntó por la señorita Angélica Quispe,<br />

la señora contestó: para qué la necesitaba.<br />

Por la insistencia del chofer con voz seria y enojada respondió que su hija había muerto<br />

o fallecido así dos meses atrás y el chofer no le creyó y volvió a preguntar repetidas<br />

veces que se había encontrado con la muchacha en el viaje. Entonces le dijo la señora<br />

molesta, al no ser creída:


75<br />

- Vamos al cementerio a ver su tumba si no me crees...<br />

Al llegar encontraron su casaca.<br />

- Tal vez esto sea tuyo todo arrojada al lado de su tumba - dijo la señora. Sorprendido<br />

por dicho acto, muy asustado, el chofer y su ayudante regresaron preocupados al pueblo<br />

y pensando en el mal augurio. Y llegando al puente Pachachaca aventó su casaca al río<br />

de miedo para no correr el mismo riesgo o destino de la muchacha.<br />

Desde esos tiempos se cree que todo chofer que se encuentre con una sola pasajera en<br />

el camino no debe recogerla para no correr el mismo destino.<br />

RECOPILADOR<br />

Remigio Torres Acuña<br />

MAMÁ PETOCA, SU PERRITO Y SU GALLO<br />

La mamá Petoca era natural y vecina de Laria, quien en su humilde casa vivía<br />

juntamente con su perrito y un gallito para que despertara en las mañanas.<br />

Una mañana aparecieron algunas personas procedentes de Cachi Coyau-Huando,<br />

alarmando a la mamá Petoca, diciendo: nuestros enemigos chilenos ya están cerca para<br />

matarnos con todos nuestros animales, luego nuestros productos que tenemos en<br />

nuestra casa se van a llevar nuestras pertenencias van a destruir, nuestras casas van a<br />

quemar, por eso nosotros nos hemos venido para escondernos por ahí en alguna cueva.<br />

Entonces mamá Petoca quedó muy triste y preocupada, también ella fue a buscar<br />

escondite por allí, pero antes ella pensó primero en esconder la cebada, habas y otros<br />

productos de pan llevar en la cueva que está a unos 1500 metros de la población, la


76<br />

puerta de la cueva la cerró con piedras y barro para que nadie pudiera sacar las cosas,<br />

luego fue al sitio Paca Huaycco, conversó a sus animalitos: el perro y el gallo,<br />

diciéndoles:<br />

- Aquí vamos a escondernos de los chilenos, no vas a ladrar y tú gallito no vas a cantar<br />

sino los enemigos nos pueden oír.<br />

Pero como era su naturaleza y costumbre tanto del perro ladrar como el gallo cantar no<br />

se podía impedir por más que le diga cualquier cosa, no comprendían y como era la<br />

guarida del zorro, en la noche el zorro volvió y entonces el perro ladró aunque la mamá<br />

Petoca tapaba su boca. Igualmente el gallo a las tres y media de la mañana empezó a<br />

cantar; así seguía. Luego ya eran dos noches y a la tercera el zorro buscó vengarse con<br />

la mamá Petoca porque su casa estaba invadida.<br />

Como a las dos de la mañana el perro desapareció porque el zorro lo había atrapado y<br />

se lo llevó para comérselo en otro sitio y la cuarta noche hizo lo mismo con el gallo.<br />

La mamá Petoca quedó solitaria en la cueva porque a los dos animalitos se los había<br />

comido el zorro, ella tuvo que regresar a su casa llorando por sus animalitos que eran<br />

los únicos que la acompañaban en su soledad.<br />

RECOPILADOR<br />

Dámaso Pariona Ordoñez<br />

INFORMANTE<br />

Petronila Hilario Mallma


77<br />

MARISCAL CÁCERES<br />

CAMINANDO SOLO<br />

Caminando solo por la carretera de Mariscal Cáceres, tomé sin saber un camino<br />

apartado y después de andar mucho me di cuenta que estaba perdido. En un campo<br />

silencioso donde sólo se escuchan el ruido del río y el canto de los pajarillos vi a un<br />

joven sentado en una piedra.<br />

- ¡Oiga amigo! -le grité, pero no me contestó. Otra vez le grité con más fuerza, y tampoco<br />

me contestó.<br />

Me fui acercando y al verle el rostro lo reconocí como uno de mis compañeros de<br />

estudio llamado Luis. Al preguntarle sobre el porqué estaba allí me dijo que tenía<br />

problemas en su casa y que debía irse de Mariscal Cáceres para quizás nunca volver.<br />

Me dijo yo era entre todos sus compañeros el más bueno y que siempre le ayudé en los<br />

problemas que tuvo.<br />

Con lágrimas en sus ojos me dio un apretón de manos y que nunca se iba a olvidar de<br />

mí.


78<br />

- ¡Adiós Joseías! -me dijo. Yo lo llamé pero él no me hizo caso y se fue lentamente con<br />

el rostro apenado.<br />

Finalmente regresé a mi casa pero me faltaban fuerzas para caminar por el profundo<br />

dolor que sentía por mi compañero de estudio.<br />

Cuando llegué a casa me dirigí directamente a mi cuarto a descansar. Momentos<br />

después llegó mi padre y me preguntó sobre mi tristeza, le conté sobre mi amigo y que<br />

no pude hacer nada para evitar que se fuera.<br />

RECOPILADOR<br />

Percy Villalba Bendezú<br />

UN HOMBRE Y EL ALMA<br />

Un hombre trabajaba en el ferrocarril y tenía el oficio de camionero, un día salió de<br />

Mariscal Cáceres rumbo a Izcuchaca. Era como la medianoche cuando al llegar al<br />

puente vio una sombra oscura.<br />

Cuando entraba al puente sintió un bulto pesado sobre su espalda, como si estuviera<br />

cargando una roca, esto lo asustó mucho. Entonces la sombra le empezó a hablar pero<br />

el hombre no lo podía entender porque era como si estuvieran tapándole la nariz. El<br />

alma empezó a asustarle más y cuando terminó de pasar el puente, aquel bulto que<br />

sintió había desaparecido.<br />

Cuando llegó al campamento algo le molestaba que no lo dejaba caminar, era como<br />

aquella sombra del puente. Se arrinconó en los arbustos y entonces pasaron dos


79<br />

pistachos, luego se dio cuenta que la sombra le había ayudado para que no se<br />

encontrara con ellos.<br />

RECOPILADOR<br />

Dincy Kety Chanco Alanya<br />

EL CÓNDOR<br />

Un cóndor apareció en la punta del cerro con grabadora, pantalón, zapato, chalina y<br />

chompa nuevos, bien peinado cuando ve a una chica pastando en una pampa sus<br />

ovejas de color blanco y negro.<br />

El cóndor le silba y baja a conversar con ella invitándole a su casa, ella acepta no sin<br />

antes pedirle que lleve su rebaño a casa. Por el camino ella se sentía cansada y el<br />

cóndor la lleva volando hacia la suya, en la cual viven por un año y tienen un hijo.<br />

Un día cuando va a lavar la ropa al río ella se sentía triste y lloraba porque extrañaba a<br />

su familia, en ese momento se aparece un sapo quien le pregunta sobre la causa de su<br />

tristeza. Ella le cuenta todo y él le propone lavar la ropa y que ella vuelva a su hogar.<br />

Mientras tanto el cóndor, quien preocupado por la demora, le pregunta hasta por tres<br />

veces si había terminado, el sapo respondía en vez de la chica. Al verse engañado el<br />

cóndor bajó al río y vio al sapo en lugar de ella, entonces se va a buscarla y la encuentra<br />

en su casa.<br />

Ella había puesto a hervir agua en una olla y la había tapado con una frazada, cuando<br />

ve al cóndor le invita a sentarse y descansar sobre la frazada. Cuando lo hace cae al<br />

agua hervida y muere.


80<br />

RECOPILADOR<br />

Yanet Yisela Huamani Quispe<br />

LAS DOS PALOMAS<br />

Había una vez dos palomas que se bañaban en un río, un señor las vio ocultamente<br />

cuando ellas bajaban hacia el río, eran dos señoritas muy lindas.<br />

El hombre escondió la capa a una de ellas mientras la otra tomando su capa se fue. La<br />

que no encontró su capa se quedó llorando cuando se dio cuenta que estaba sola. El<br />

hombre se acercó y le preguntó por qué lloraba, pero al no recibir respuesta se la llevó a<br />

su casa.<br />

El hombre la hacía sufrir mucho y en momento en que el hombre durmió, la chica vio su<br />

capa dentro de un abrigo, la sacó muy suavemente y se la puso, pues era un ala y una<br />

cola.<br />

Después de ponérselo el hombre despertó y le preguntó si se iba y que de dónde era.<br />

La chica le dijo que era de Crespusquere Amores y que se llamaba Justina. El hombre<br />

se quedó llorando, pero se levantó y se puso a buscarla por la selva, cuando la noche<br />

llegó el lugar se torno peligroso debido a las fieras, entonces se subió a un árbol y<br />

escuchó a dos demonios, hablaban entre sí sobre dos caminos: uno por arriba y otro por<br />

abajo.<br />

En el camino de abajo encontró una capa y una gorra tal como había escuchado cuando<br />

vio a una viejecita con lágrimas en los ojos que vivía en una choza, tenía cinco hijos<br />

malos. El hombre le preguntó sobre algún trabajo que pudiera realizar pero en vista que<br />

no había le curó sus ojos.


81<br />

La viejita estaba tan agradecida que le prometió ayudarle a encontrar el pueblo de<br />

Crespuquere Amores.<br />

Uno de sus hijos le dijo que era un pueblo pasajero pero que lo llevaría, entonces subió<br />

encima de él y ¡zas! se fueron volando. Cuando llegaron al pueblo el hombre vio a una<br />

viejita con una varita en la mano que estaba parada en la puerta de su casa.<br />

Él se acercó y como la viejita estuvo caminando se le cayó la varita, que se convirtió en<br />

una olla rota de arcilla.<br />

El hombre tomó la varita y viendo unos leones en el camino diciendo quiero ser una<br />

hormiguita, se convirtió en ella y pasó entre los leones.<br />

Más adelante vio a unos perros y diciendo quiero ser gusanito nuevamente la varita<br />

cumplió su deseo y pudo pasar entre los perros.<br />

El hombre vio a un señor que era dueño de las palomas y le pidió trabajo, éste le dijo<br />

que había trigo para cosechar y hacer pan. Cuando éste se fue él viendo volar una<br />

paloma la tomó y enjauló reconoció en ella a Justina quien le dijo que tomara la pluma<br />

nueva del pecho de un cóndor y la arrojara a la cara de su padre. De esta manera se<br />

podrían casar.<br />

Como el hombre deseaba esto lo hizo y el padre quedó convertido en una rata de arcilla,<br />

de esta manera se casaron y fueron felices.<br />

RECOPILADOR<br />

Juan Carlos Villalba Garpar


82<br />

EL TOROWACA<br />

Un día apareció una cueva en una hacienda, la hacienda pertenecía a la familia<br />

Enríquez y ellos sorprendidos y temerosos vieron dentro de la cueva un toro, una<br />

paloma y un hombre en forma de una estatua, como las personas no le creían fueron de<br />

noche y comprobaron que era cierto, cuando se lo quisieron llevar se sintieron mal y<br />

arrojaban de miedo.<br />

Desde entonces jamás volvieron a entrar a la cueva.<br />

Se dice que la estatua salía en noches de luna llena y a las personas que encontraba las<br />

mataba o las convertía en estatuas. Por eso yo no salía ni andaba en luna llena,<br />

tampoco andaba por la cueva.<br />

La familia Enríquez tenía una enorme hacienda donde sembraban variedades de<br />

alimentos, el hermano mayor se llamaba Ángel. Como era tiempo de siembra él se<br />

encontraba sembrando papa, de pronto encontró una pequeña cueva que nadie había<br />

visto. Cuando Ángel la abrió, vio la estatua de una mujer vestida de oro, la limpió y la<br />

puso en el mismo lugar siguiendo con el sembrado.<br />

Ángel pensaba a cada momento en la mujer de oro, hasta que atardeció y se fue a su<br />

casa. La familia Enríquez cenaba contenta y cuando anocheció se fueron a dormir.<br />

A la mañana siguiente, fue a ver a la mujer de oro, pero no la encontró, entonces decidió<br />

ir a otra cueva, y al destapar la cueva encontró a la mujer de oro junto con las otras<br />

estatuas en fila. Primero la mujer luego el hombre, la paloma y por último el toro. Se<br />

alegró y regresó a casa, como estaba alegre contó todo lo que había sucedido.<br />

Pasaron los años rápidamente y la familia Enríquez tuvo una cosecha excelente, así<br />

como frutos muy ricos.


83<br />

RECOPILADOR<br />

Ángel Carhuapoma Enriquez<br />

LOS DOS HERMANOS HUÉRFANOS<br />

Los dos vivían en un caserío, en una chosita de ichu cerca del pueblito de Ccarhuaranra<br />

cerca de la laguna Cceheca, en el departamento a Huancavelica.<br />

Un día salieron los dos hermanos a trabajar al campo y cuando la tarde se acercaba<br />

regresaron a su casa. Al llegar se encontraron con la sorpresa que la cena estaba<br />

preparada, el hermano menor se preguntó quién habría cocinado. Al día siguiente<br />

salieron al campo a trabajar y cuando regresaron en la tarde, la cena estaba lista.<br />

Esa tarde los dos hermanos conversaron y se pusieron de acuerdo para que uno de<br />

ellos se quede y sepa quien estaba cocinando. El hermano menor se fue al campo y el<br />

hermano mayor se quedó en casa escondido detrás de una roca allí esperando.<br />

De pronto apareció una chica de cabellos rubios que entró a la casa y el muchacho<br />

acercándose con miedo a la casa vio que una mujer de ojos azules era la que cocinaba.<br />

Al verlo se asustó un poco pero le explicó que lo hacía porque eran huérfanos de padre<br />

y madre. Además le dice que está enamorada de él y que vayan donde su padre a<br />

pedirle permiso, el joven le dice a su hermano menor que regresara más tarde y se va<br />

con la chica.<br />

Cuando llegaron a la laguna tenía miedo pero saltaron juntos y llegaron al padre de la<br />

joven dentro del cerro, que era todo de plata y oro y le pide un perrito juanequito, arroja<br />

toda clase de animales y los dos hermanos se hacen millonarios. El joven mayor engaña<br />

a la chica quien al darse cuenta le dice al menor que si su hermano llega y la golpea se<br />

irá de la casa. Al suceder los hechos como los dijo, la joven hace sonar una ondas y<br />

todos los animales la siguen hacia la laguna. El hermano menor corre tras ellos pero es<br />

muy tarde y se vuelven pobres otra vez.


84<br />

RECOPILADOR<br />

Farfán García Ledesma<br />

DIONISIO EL CAPATAZ Y SUS TRES PERROS<br />

Hace muchos años atrás en la Hacienda «La Mejorada» había un capataz de nombre<br />

Dionisio que era muy querido por todos en especial de su patrón.<br />

Dionisio quedó viudo y nunca tuvo hijos, su esposa falleció sin perder la esperanza de<br />

algún día tener hijos. Como no tenían en quién poner su cariño adoptaron tres perros,<br />

dos machos y una hembra, a los cuales le pusieron los nombres de Rigoberto, Anselmo<br />

y María.<br />

Al fallecer su esposa él quedó al cuidado de sus perros a los cuales consideraba como<br />

hijos, con mucho cariño y esmero hizo Chaquitakllas para Rigoberto y Anselmo mientras<br />

que a María le hizo hilar una manta.<br />

Una mañana Dionisio le decía a sus tres perros:<br />

- María vas a cocinar el almuerzo para mí y tus hermanos. Rigoberto y Anselmo, agarren<br />

sus herramientas que vamos a trabajar volteando la tierra, con dos ayudantes ¡uff!<br />

cuánto avanzaré!<br />

Y así Dionisio se iba al campo a trabajar mientras que su María se quedaba cuidando la<br />

casa hasta que el dueño regresara y no dejaba entrar ni asomar a nadie. Cuando le<br />

arrojaban carne o algo de comer María no comía.<br />

Al regresar de sus faenas de trabajo Dionisio se ponía a cocinar y les hacía cenar a sus<br />

tres queridos y predilectos hijos los cuales a veces se ponían a pelear por la comida y


85<br />

Dionisio enojado les llama la atención y ¡ay! si no hacían caso, les daba con tres puntas<br />

que especial-mente había confeccionado de cuero de vaca.<br />

Al anochecer todos se iban a la cama, los perros se ponían a jugar con su amo y al<br />

cansarse les decía: ¡Tranquilos Macktas! ¡Upallaychitk! Van a ver, les voy a castigar con<br />

las tres puntas, y los tres perros obedecían a la voz de su amo. Dormían juntos en una<br />

sola cama, para su patrón era una cosa única porque decía, nunca he visto que un<br />

hombre hable con sus perros, coma con ellos y hasta duerma en la misma cama, soy<br />

afortunado al tener a un ser que quiera tanto a los animales.<br />

Cada Domingo iba con sus tres perros al Río Ichu a lavar ropas y bañarse, los tres<br />

perros competían por un pan, quién nadaba más rápido; a Dionisio le causaba risa y se<br />

distraía mucho, esto le hacía bien para su avanzada edad.<br />

Transcurrieron así muchos años y Dionisio aún no había podido superar la muerte de su<br />

esposa, cada vez que la recordaba se ponía muy triste y lloraba. A veces se levantaba<br />

de noche y lloraba hasta cansarse junto a sus tres perros.<br />

Los peones sabían cuando Dionisio estaba llorando porque sus perros hacían bulla<br />

hasta que su amo se callase, su patrón le enviaba cada vez que sucedía esto, carne<br />

para todos porque decía: Si Dionisio se muere quién podrá cuidar con tanto cariño y<br />

esmero a sus tres perros. Seguramente morirían también.<br />

Debido a su avanzada edad Dionisio ya no podía trabajar, pero como su patrón le<br />

respetaba y le estimaba porque toda su juventud había trabajado para él, como a<br />

Dionisio le gustaba la carne de venado su patrón mandaba cazarlo y como le traían dos<br />

o tres piezas, una se la enviaba a él quien agradecidamente lo recibía.<br />

Sucedió un día, que Dionisio se sintió muy mal de salud, entonces se fue al río<br />

juntamente con sus perros a bañarse diciendo: ¡Haber Majtas, nadaichik! Y así pasó el<br />

día nadando con los perros hasta cansarse, ese día se no divirtió como nunca. El<br />

médico le había recomendado que saliera de su casa y que guarde reposo, pero no hizo<br />

caso de las advertencias y salió hacia el río, cuando regresaron a casa, jugaron,<br />

comieron y luego se fueron a dormir.<br />

A la mañana siguiente se despidió de sus tres queridos perros diciéndoles: Hijos míos ya<br />

me voy, ¡Jamcunallañam! Rigoberto, Anselmo cuiden a su hermana, trabajen la tierra<br />

que cada uno tiene su herramienta. Al patrón también cuídenlo. Y diciendo esto cayó al<br />

suelo y los perros al instante comenzaron a aullar como nunca antes. Esto llamó la<br />

atención de las personas que estaban en la hacienda quienes fueron a la casa de<br />

Dionisio para ver qué ocurría, pero los perros no los dejaron entrar.<br />

Al sepultar a Dionisio los perros lloraban y aullaban escarbando la tierra, así pasaron<br />

tres meses sin que los perros pudieran olvidar a su amo, y no querían comer nada, se la<br />

pasaban en el lugar donde habían sepultado a su amo y en las noches los tres perros<br />

aullaban.


86<br />

Sucedió que en una de las mañanas los tres perros amanecieron muertos junto a la<br />

tumba de su amo.<br />

Así termina esta historia que pasó en la vida real Dionisio Casqui Llantoy. Murió en el<br />

año de 1866 y fue capataz de la Hacienda «La Mejorada».<br />

RECOPILADOR<br />

Augusto Núñez Humana<br />

EL HACENDADO Y LOS CAMPESINOS<br />

En el año de 1960, en el departamento de Huancavelica, en la zona llamada Intinuatana<br />

o Conchán, había mucha explotación por parte de los hacendados hacia los<br />

campesinos, quienes sufrían porque los hacían trabajar mucho.<br />

Cuando llegaba el mes de la siembra, les mandaban a sus sirvientes que eran el<br />

mayordomo, el capataz y otros para que ordenen a los campesinos que trabajen.<br />

A los hombres los mandaban a la chacra a trabajar con herramientas como: Pichco,<br />

pico, chaquitaccla y otros. A las mujeres las enviaban a pastar los ganados como: vacas,<br />

burros, caballos, carneros y otros animales más, algunas ayudaban al mayordomo en la<br />

cocina y los demás quehaceres de la casa.<br />

Cuando las mujeres iban a pastear los ganados del hacendado, sucedían muchas<br />

cosas, a veces los carneros y vacas desaparecían o algún animal se los comían;<br />

también las pastoras desaparecían o los pishtacos las mataban.<br />

Cuando regresaban de pastear sus ganados el hacendado al ver que faltaban animales<br />

castigaba con el látigo a las pastoras, les quemaba su casa y no lo daba de comer y así


87<br />

pasaban los días pasteando y trabajando, si algún animal estaba un poco flaco lo<br />

mataba y se lo daban al perro.<br />

Las mujeres puchcaban (hilado) la lana de los animales como el carnero para hacer<br />

costales si no terminaban de puchcar tres sacos de lana por cada una de ellas, el<br />

mayordomo les daba el látigo o un castigo.<br />

Cuando al hacendado le llegaba una carta de Lima en la cual le informaban que parte de<br />

los trabajadores deberían de ir a ayudar a otras haciendas como Colcabamba y otras,<br />

daba las órdenes necesarias para que esto se cumpla. Las personas señaladas sean<br />

mujeres o varones iban llorando porque el viaje era como de dos días de caminata,<br />

solamente los varones usaban ojotas mientras que las mujeres andaban descalzas<br />

pisando piedras y espinas.<br />

Cuando ellas regresaban, sus pies estaban muy lastimados, pero tenían que aguantar<br />

todas estas pesadillas, hasta incluso algunas personas andaban sin ropa, los niños<br />

estaban acostumbrados a caminar descalzos y sufrían demasiado.<br />

Llegada la cosecha todos iban a trabajar para el hacendado. A algunas mujeres las<br />

enviaban a pastar los animales demasiado lejos, porque cerca estaba la cementera. Los<br />

hombres y mujeres trabajaban en la chacra cosechando y cargando los productos en las<br />

mulas, para llevarlo a la casa del hacendado, también traían de otras haciendas frutas e<br />

intercambiaban los productos agrícolas.<br />

Terminada la cosecha le pagaban una arroba de cada producto cosechado, eso les<br />

alcanzaba solamente para sobrevivir durante dos meses con sus familiares y terminado<br />

los productos ya no tenían que comer.<br />

Entonces los niños iban a la chacra con sus mantitas o manteles colgados en su pecho y<br />

buscaban los productos que quedaban en la chacra, si el mayordomo los veía se los<br />

quitaba.<br />

Así pasaron los años en donde llegaron las elecciones presidenciales del Perú, salió un<br />

presidente e ingresó otro electo, el hacendado se enteró del cambio de los mandatarios,<br />

entonces vendió todos sus ganados dejando solamente unos pocos animales y se fue.<br />

Cuando llegó carta de Lima avisando que el electo presidente daría nuevas leyes que<br />

favorecerían a todos los campesinos, éstos, al enterarse de la noticia quisieron tomar al<br />

mayordomo y al capataz, pero ellos se fugaron y desde ese momento ya nadie<br />

explotaba al campesino cambiando su forma de vida.<br />

Los sirvientes tanto varones y mujeres agradecieron el cambio de presidente del Perú.<br />

RECOPILADOR<br />

Lucila Quispe Bendezú


88<br />

DIONISIO EL CAPATAZ Y SUS TRES PERROS<br />

Hace muchos años atrás en la Hacienda «La Mejorada» había un capataz de nombre<br />

Dionisio que era muy querido por todos en especial de su patrón.<br />

Dionisio quedó viudo y nunca tuvo hijos, su esposa falleció sin perder la esperanza de<br />

algún día tener hijos. Como no tenían en quién poner su cariño adoptaron tres perros,<br />

dos machos y una hembra, a los cuales le pusieron los nombres de Rigoberto, Anselmo<br />

y María.<br />

Al fallecer su esposa él quedó al cuidado de sus perros a los cuales consideraba como<br />

hijos, con mucho cariño y esmero hizo Chaquitakllas para Rigoberto y Anselmo mientras<br />

que a María le hizo hilar una manta.<br />

Una mañana Dionisio le decía a sus tres perros:<br />

- María vas a cocinar el almuerzo para mí y tus hermanos. Rigoberto y Anselmo, agarren<br />

sus herramientas que vamos a trabajar volteando la tierra, con dos ayudantes ¡uff!<br />

cuánto avanzaré!<br />

Y así Dionisio se iba al campo a trabajar mientras que su María se quedaba cuidando la<br />

casa hasta que el dueño regresara y no dejaba entrar ni asomar a nadie. Cuando le<br />

arrojaban carne o algo de comer María no comía.<br />

Al regresar de sus faenas de trabajo Dionisio se ponía a cocinar y les hacía cenar a sus<br />

tres queridos y predilectos hijos los cuales a veces se ponían a pelear por la comida y<br />

Dionisio enojado les llama la atención y ¡ay! si no hacían caso, les daba con tres puntas<br />

que especial-mente había confeccionado de cuero de vaca.<br />

Al anochecer todos se iban a la cama, los perros se ponían a jugar con su amo y al<br />

cansarse les decía: ¡Tranquilos Macktas! ¡Upallaychitk! Van a ver, les voy a castigar con


89<br />

las tres puntas, y los tres perros obedecían a la voz de su amo. Dormían juntos en una<br />

sola cama, para su patrón era una cosa única porque decía, nunca he visto que un<br />

hombre hable con sus perros, coma con ellos y hasta duerma en la misma cama, soy<br />

afortunado al tener a un ser que quiera tanto a los animales.<br />

Cada Domingo iba con sus tres perros al Río Ichu a lavar ropas y bañarse, los tres<br />

perros competían por un pan, quién nadaba más rápido; a Dionisio le causaba risa y se<br />

distraía mucho, esto le hacía bien para su avanzada edad.<br />

Transcurrieron así muchos años y Dionisio aún no había podido superar la muerte de su<br />

esposa, cada vez que la recordaba se ponía muy triste y lloraba. A veces se levantaba<br />

de noche y lloraba hasta cansarse junto a sus tres perros.<br />

Los peones sabían cuando Dionisio estaba llorando porque sus perros hacían bulla<br />

hasta que su amo se callase, su patrón le enviaba cada vez que sucedía esto, carne<br />

para todos porque decía: Si Dionisio se muere quién podrá cuidar con tanto cariño y<br />

esmero a sus tres perros. Seguramente morirían también.<br />

Debido a su avanzada edad Dionisio ya no podía trabajar, pero como su patrón le<br />

respetaba y le estimaba porque toda su juventud había trabajado para él, como a<br />

Dionisio le gustaba la carne de venado su patrón mandaba cazarlo y como le traían dos<br />

o tres piezas, una se la enviaba a él quien agradecidamente lo recibía.<br />

Sucedió un día, que Dionisio se sintió muy mal de salud, entonces se fue al río<br />

juntamente con sus perros a bañarse diciendo: ¡Haber Majtas, nadaichik! Y así pasó el<br />

día nadando con los perros hasta cansarse, ese día se no divirtió como nunca. El<br />

médico le había recomendado que saliera de su casa y que guarde reposo, pero no hizo<br />

caso de las advertencias y salió hacia el río, cuando regresaron a casa, jugaron,<br />

comieron y luego se fueron a dormir.<br />

A la mañana siguiente se despidió de sus tres queridos perros diciéndoles: Hijos míos ya<br />

me voy, ¡Jamcunallañam! Rigoberto, Anselmo cuiden a su hermana, trabajen la tierra<br />

que cada uno tiene su herramienta. Al patrón también cuídenlo. Y diciendo esto cayó al<br />

suelo y los perros al instante comenzaron a aullar como nunca antes. Esto llamó la<br />

atención de las personas que estaban en la hacienda quienes fueron a la casa de<br />

Dionisio para ver qué ocurría, pero los perros no los dejaron entrar.<br />

Al sepultar a Dionisio los perros lloraban y aullaban escarbando la tierra, así pasaron<br />

tres meses sin que los perros pudieran olvidar a su amo, y no querían comer nada, se la<br />

pasaban en el lugar donde habían sepultado a su amo y en las noches los tres perros<br />

aullaban.<br />

Sucedió que en una de las mañanas los tres perros amanecieron muertos junto a la<br />

tumba de su amo.


90<br />

Así termina esta historia que pasó en la vida real Dionisio Casqui Llantoy. Murió en el<br />

año de 1866 y fue capataz de la Hacienda «La Mejorada».<br />

RECOPILADOR<br />

Augusto Núñez Humana<br />

EL HACENDADO Y LOS CAMPESINOS<br />

En el año de 1960, en el departamento de Huancavelica, en la zona llamada Intinuatana<br />

o Conchán, había mucha explotación por parte de los hacendados hacia los<br />

campesinos, quienes sufrían porque los hacían trabajar mucho.<br />

Cuando llegaba el mes de la siembra, les mandaban a sus sirvientes que eran el<br />

mayordomo, el capataz y otros para que ordenen a los campesinos que trabajen.<br />

A los hombres los mandaban a la chacra a trabajar con herramientas como: Pichco,<br />

pico, chaquitaccla y otros. A las mujeres las enviaban a pastar los ganados como: vacas,<br />

burros, caballos, carneros y otros animales más, algunas ayudaban al mayordomo en la<br />

cocina y los demás quehaceres de la casa.<br />

Cuando las mujeres iban a pastear los ganados del hacendado, sucedían muchas<br />

cosas, a veces los carneros y vacas desaparecían o algún animal se los comían;<br />

también las pastoras desaparecían o los pishtacos las mataban.<br />

Cuando regresaban de pastear sus ganados el hacendado al ver que faltaban animales<br />

castigaba con el látigo a las pastoras, les quemaba su casa y no lo daba de comer y así<br />

pasaban los días pasteando y trabajando, si algún animal estaba un poco flaco lo<br />

mataba y se lo daban al perro.


91<br />

Las mujeres puchcaban (hilado) la lana de los animales como el carnero para hacer<br />

costales si no terminaban de puchcar tres sacos de lana por cada una de ellas, el<br />

mayordomo les daba el látigo o un castigo.<br />

Cuando al hacendado le llegaba una carta de Lima en la cual le informaban que parte de<br />

los trabajadores deberían de ir a ayudar a otras haciendas como Colcabamba y otras,<br />

daba las órdenes necesarias para que esto se cumpla. Las personas señaladas sean<br />

mujeres o varones iban llorando porque el viaje era como de dos días de caminata,<br />

solamente los varones usaban ojotas mientras que las mujeres andaban descalzas<br />

pisando piedras y espinas.<br />

Cuando ellas regresaban, sus pies estaban muy lastimados, pero tenían que aguantar<br />

todas estas pesadillas, hasta incluso algunas personas andaban sin ropa, los niños<br />

estaban acostumbrados a caminar descalzos y sufrían demasiado.<br />

Llegada la cosecha todos iban a trabajar para el hacendado. A algunas mujeres las<br />

enviaban a pastar los animales demasiado lejos, porque cerca estaba la cementera. Los<br />

hombres y mujeres trabajaban en la chacra cosechando y cargando los productos en las<br />

mulas, para llevarlo a la casa del hacendado, también traían de otras haciendas frutas e<br />

intercambiaban los productos agrícolas.<br />

Terminada la cosecha le pagaban una arroba de cada producto cosechado, eso les<br />

alcanzaba solamente para sobrevivir durante dos meses con sus familiares y terminado<br />

los productos ya no tenían que comer.<br />

Entonces los niños iban a la chacra con sus mantitas o manteles colgados en su pecho y<br />

buscaban los productos que quedaban en la chacra, si el mayordomo los veía se los<br />

quitaba.<br />

Así pasaron los años en donde llegaron las elecciones presidenciales del Perú, salió un<br />

presidente e ingresó otro electo, el hacendado se enteró del cambio de los mandatarios,<br />

entonces vendió todos sus ganados dejando solamente unos pocos animales y se fue.<br />

Cuando llegó carta de Lima avisando que el electo presidente daría nuevas leyes que<br />

favorecerían a todos los campesinos, éstos, al enterarse de la noticia quisieron tomar al<br />

mayordomo y al capataz, pero ellos se fugaron y desde ese momento ya nadie<br />

explotaba al campesino cambiando su forma de vida.<br />

Los sirvientes tanto varones y mujeres agradecieron el cambio de presidente del Perú.<br />

RECOPILADOR<br />

Lucila Quispe Bendezú


92<br />

LA RATA Y LA CHICA<br />

Había una vez una rata que se enamoró de una chica a quien le pidió que le aceptara.<br />

La chica le aceptó, pero como era de noche no se dio cuenta quien era realmente ya que<br />

él parecía un joven con terno plomo y corbata blanca, desde entonces cada noche<br />

duermen juntos.<br />

La rata salía todos los días muy temprano como a las tres o cuatro de la madrugada, ella<br />

un poco intrigada le pide que amanezcan juntos y que no se vaya tan temprano pero la<br />

rata le explica que tiene que trabajar sin descansar, pero como le traía mucho dinero y<br />

ropa entonces ella no insistía más.<br />

La chica les cuenta a sus padres sobre el adinerado joven, sus padres piensan que es<br />

un joven muy trabajador y le aceptan para que se case con hija.<br />

Una noche, la chica no quiso que se vaya el joven como siempre lo hacía, pero ella se<br />

queda dormida y cuando se despierta solamente ve en una esquina de la casa una<br />

tremenda rata de rabo largo que la hace sospechar.<br />

La noche siguiente la chica y sus padres esperan al joven en la casa, pero no aparece<br />

un hombre sino una rata, dándose cuenta su padre del engaño.<br />

RECOPILADOR<br />

Wilder Quispe Gutierrez


93<br />

LOS DIABLOS DE LA NOCHE<br />

Cuento<br />

Cierta vez un hombre llamado Tomás pasó por un lugar llamado «Infiernillo», que queda<br />

a un kilómetro de Nuevo Occoro.<br />

A Tomás le habían contado que en aquel misterioso lugar existían unos pequeños<br />

diablillos llamados Tú y Yo. Por eso cada vez que alguien se acercaba a ese sitio y a<br />

cierta hora los diablillos hacían unos ruidos tenebrosos, pero por otro lado dicen que<br />

también eran divertidos y juguetones.<br />

Tomás se recordó de todo lo que le habían contado, se puso a pensar: ¿Cierto será lo<br />

que me dijo mi compadre Juan o me habrá mentido? Después de meditarlo un momento<br />

dijo: «Ver para creer». Pero como la noche ya se apoderaba de la rezagada claridad,<br />

Tomás esa tarde decidió esperar a ver lo que pasaba y así saber si lo que le habían<br />

contado era cierto o no. De cualquier modo todo se iba a saber en esa acalorada noche.<br />

De improviso, de la oscura cueva, apareció una extraña luz, que poco a poco fue<br />

creciendo y elevándose muy alto por unos minutos. Y de pronto..., iBUMN! se partió de<br />

la mitad. ¡FHIU! ¡FHIUI ¡BUMN! ¡BUMN! Aparecieron los dos diablillos llamados Tú y Yo.<br />

Emocionados se saludaron.<br />

Tú le dijo a Yo:<br />

- «Hola Yo».<br />

Yo le respondió:<br />

- «Hola Tú».<br />

Entonces Yo le dijo a Tú:


94<br />

- «Por fin pudimos escapar de las manos de Lucifer y ahora somos libres otra vez».<br />

Tú le respondió:<br />

- «Si, tienes mucha razón, es cierto lo que acabas de mencionar».<br />

Tomás, espectando todo lo sucedido, emocionado ante tanta destreza, se dijo:<br />

- «Cierto era lo que me dijo mi compadre don Juan».<br />

Los pequeños diablillos mientras tanto hicieron un gran banquete. Pero Yo comió más<br />

que Tú y por eso Tú se enfadó, diciendo:<br />

- «Eres muy malo, por qué te comiste mi presa. Ahora ya no seremos nunca más<br />

amigos».<br />

Y de esa manera empezaron a debatir el caso. Tú a Yo le decía:<br />

- «Te reto a un baile de tijera».<br />

Yo, aceptando, se rió.<br />

De esta manera comienza el gran reto de los pequeños diabillos en la danza de tijeras.<br />

El primero en bailar la danza de tijeras es Tú, pero Yo le dice que el reto no sólo tenía<br />

que ser bailar y sólo bailar, también tenía que tener, y haber, pruebas de sangre. Es<br />

decir, para ser el mejor tenían que pasar por pruebas sangrientas y peligrosas. Así, sí se<br />

sabría cuál sería el mejor. Pero Yo le respondió, con los hombros alzados:<br />

- «Como tú quieras».<br />

Entonces se inicia el gran reto del baile de las tijeras. Yo empieza a bailar, la primera<br />

prueba es de sangre. Yo en la primera prueba se corta la lengua. En esta hazaña le sale<br />

una sangre un poco verde.<br />

Sigue bailando con la lengua cortada al compás del arpa, del violín y los sonidos de las<br />

tijeras, luego de esta prueba sangrienta, se retira bailando y riéndose.<br />

El segundo en bailar es Tú, también con la prueba de sangre.<br />

En esta ocasión, Tú, con sus poderes sobrenaturales, hace magia negra haciendo<br />

aparecer un lago de espinas. Se pone de espaldas sobre el lago de espinas y se levanta<br />

con las espinas clavadas en su espalda. Luego también se retira bailando al compás del<br />

arpa, el violín y el sonido de las tijeras.


95<br />

Yo, en su segundo intento, hace una de sus más grandiosas pruebas jamás hechas:<br />

Introduce una espada en su tráquea.<br />

Por otro lado, Tú piensa y dice: yo tendré que hacer una mejor prueba que esa, a como<br />

dé lugar. En su segunda prueba propone resistencia del cuerpo. También con su poder<br />

mágico, hace aparecer un arpa y una aguja. En esta prueba de resistencia, se clava una<br />

aguja en la papada, luego baila al son del arpa, el violín y los sonidos de las tijeras.<br />

Entusiastas los danzantes bailan y sigue bailando.<br />

Sin embargo, cuando menos se lo esperaban apareció enfadado el malvado Lucifer,<br />

vociferando:<br />

- «¡Tú y Yo, por qué se escaparon sin mi permiso de nuestro infierno!».<br />

- ¿Nuestro?... ¡Tu infierno! Ese lugar es de mal agrado y no nos gusta estar allí- dijo Yo -<br />

. A ningún ser humano le gustaría estar ahí.<br />

Pero Lucifer no entendió nada. Encerrándolos en un círculo de fuego, los arrojó de<br />

nuevo al infierno de donde habían venido.<br />

Tomás todavía pudo escuchar qué decían:<br />

- «Volveremos de nuevo a la tierra y eso será para nunca más retornar al infierno,<br />

crearemos odio y destrucción en toda la tierra... ¡JA, JA, JA, JA, JA, JA!».<br />

Y desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos. Don Tomás al observar todos estos<br />

hechos se quedó perplejo por mucho tiempo.<br />

Muy emocionado vino a Nuevo Occoro, contó a toda la población lo sucedido, pero nadie<br />

le creyó.<br />

Es desde aquí que en todo el mundo se practica la danza de las tijeras, y es muy famosa<br />

por todas sus pruebas.<br />

RECOPILADORES<br />

Fernando Chávez Javier<br />

Jhony Pariona Giraldez<br />

Wilder Zósimo Torres Pariona


96<br />

NUEVO OCCORO<br />

EL QORIÑAHUI<br />

Cuento<br />

Cuentan que una familia habitaba en la quebrada de Qamanillo, donde moraba el<br />

Qoriñahui, animal que hacía su aparición sólo cuando una persona se encontraba<br />

totalmente desamparada y, de preferencia, en la oscuridad.<br />

El Qoriñahui, dicen, era muy similar al león. Tenía los ojos de gato, pelaje de alpaca,<br />

hocico de toro y medio cuerpo de hombre. Los viejos dicen que éste siempre estaba en<br />

busca de alguna mujer desprevenida para robarla, pues ansiaba tener una en sus<br />

manos para esposa. A él no le gustaban los hombres porque él también se creía uno de<br />

ellos por su aspecto similar al de un hombre. Codicioso estaba al acecho de poder<br />

encontrarse con una dama para poder vivir con ella a su lado.<br />

En la quebrada de Qamanillo, cierta vez una señora, que tenía su pareja y sus hijos,<br />

siempre iba a lavar la ropa de todos ellos hacia la orilla del río. Como sabían que existía<br />

el Qoriñahui la madre tenía que ir siempre acompañada de sus hijos por temor a ese<br />

animal.<br />

Pero cierto día, justo cuando su pareja no estaba en casa la señora salió a lavar la ropa<br />

de su pequeño hijo. Al terminar ya lista para irse a casa apareció el Qoriñahui gritando<br />

como un gato salvaje amenazándole que si gritaba o pedía auxilio se la iba a comer.<br />

La señora no gritó ni dijo nada. Entonces el Qoriñahui se la llevó a su guarida. Una vez<br />

allí la mujer tuvo que resignarse a vivir con él porque él no la dejaba salir de su<br />

escondite, pues la guarida del animal estaba entre unas peñas. A la señora, dicen, no le<br />

faltaba nada. Todo lo que pedía éste siempre lo traía. De donde sea conseguía los


97<br />

requerimientos que le podía dar. Al ver esto ella pensaba que él robaba, pues no sabía<br />

de dónde traía las cosas.<br />

Por otro lado también había observado que el animal era carnívoro y por eso no comía la<br />

comida que la señora preparaba. Pero pasaron ocho meses y éste fue acostumbrándose<br />

a alimentarse como un ser humano. Ella era ya como su esposa. Incluso llegaron a tener<br />

un hijo.<br />

Cuando su hijo fue creciendo la madre sintió el deseo salir al sol. Sin embargo el<br />

Qoriñahui no la dejaba salir. La sacaba apenas al umbral de su escondrijo, vigilándola<br />

con excesivo celo. Pero, sucede que éste tenía que salir a menudo de ahí para traer los<br />

alimentos necesarios. Mientras tanto la señora se sentía apenada y angustiada con su<br />

encierro. Tenía pena de los hijos y su esposo que el Qoriñahui la había obligado a<br />

abandonar. Y pensó en fugarse de este lugar.<br />

Cuando fue creciendo más grande de lo que era, el pequeño niño, también pensó en irse<br />

con su madre. Afortunadamente este pequeño era como un ser humano y no como su<br />

padre. En los momentos más angustiosos su madre solía contarle toda su historia: Que<br />

tenía cinco hijos ahí afuera, un esposo, una vida muy diferente de la que estaban<br />

viviendo y que un día había salido a lavar sola al río y que se la llevó Qoriñahui y, por<br />

último, que él, su pequeño era hijo de ese animal. Al oír esa historia el pequeño le<br />

reprochó:<br />

- Cómo va a ser mi padre ese animal, si no soy como él.<br />

Después de calmarse y pensar mucho, una mañana el pequeño le propuso a su padre<br />

salir a pasear o dar una vuelta por ahí, por el bosque. El padre no quiso.<br />

Entonces el hijo le dijo a modo de reproche:<br />

- ¿Por qué nos encierras a mí y a mi madre?<br />

Entonces el animal dejó salir a su esposa y su hijo bajo su vigilancia. Él iba delante,<br />

mientras que su hijo intentaba distraerlo diciendo:<br />

- Papá allí al frente hay un chivo. Hay que cazarlo.<br />

El padre, presintiendo tal vez las intenciones de su hijo miraba desconfiado. Pero en un<br />

momento propicio cuando no había sospechas, el hijo fue detrás de él y lo empujó hacia<br />

el barranco en el que se había asomado.<br />

Entonces las cosas que había en la casa donde vivían se la llevaron hacia la casa de su<br />

madre. Su esposo al ver a su esposa se alegró y sus hijos también. No sabían qué hacer<br />

de la emoción. El señor como tenía sus ganados, mató de alegría un toro para la<br />

pachamanca.


98<br />

RECOPILADOR<br />

Catalina Javier Alanya<br />

EL TAITA HUAMANÍ<br />

Cierta vez existían dos hermanos que vivían en el campo. El mayor tenía ganados,<br />

también sembraba papas y hacía chuño y charqui. Pero el hermano menor era muy<br />

pobre, tenía la ropa muy sucia y el pelo crecido. El pobre no tenía nada que comer. Pero<br />

el hermano mayor al verle de hambre y sucio, a él no le importaba nada. Él era un<br />

hombre muy malo. Le gustaba hacerle trabajar, pastear sus ovejas y llamas y no le<br />

daban de comer.<br />

Un día, cuando el hermano menor estaba sentado, triste, llorando al lado de su choza,<br />

apareció una hermosa mujer y le dijo:<br />

- ¿Por qué lloras?<br />

Y él le respondió:<br />

- Porque mi vida ya no vale nada y no tengo qué comer.<br />

Al verle ella muy pobre y de hambre le dijo:<br />

- Cierra tus ojos y lo abrirás cuando yo te diga.<br />

Él cerró sus ojos. Al abrirlos, ella tenía una manta llena de chuño, charqui y mote.<br />

-Come todo esto y ya no volverás a tener hambre -le dijo.<br />

Así pasaron los días y siempre ella aparecía al lado de él con mucha comida, cuando él<br />

cerraba sus ojos. Después se casaron y vivían en su choza.


99<br />

A ella no le gustaba vivir en una choza y le dijo a su esposo: Por qué no vamos donde mi<br />

padre, él nos va a dar una casa y muchos animales para poder vivir. Allá no trabajarás<br />

nunca. Y al día siguiente se fueron a la orilla de la laguna Allqaqocha. Después le pidió<br />

que cerrara sus ojos. Mientras cerraron sus ojos se aventaron a la laguna. Al abrirlos<br />

aparecieron en una enorme pampa verde donde había llamas, ovejas, alpacas en<br />

grandes cantidades. Y al lado de la laguna había una casa grande como un palacio.<br />

Entraron en esa casa y allí vivía el padre de la joven. Entonces el padre de la mujer le<br />

dio mucha comida y le dijo:<br />

- Ya no llorarás nunca ni tendrás hambre, porque de hoy en adelante serás muy rico y tu<br />

hermano te servirá y será tu ayudante.<br />

Entonces la mujer le pidió al hombre que cerrara los ojos nuevamente. Al volver a<br />

abrirlos aparecieron al lado de la laguna. Este preguntó:<br />

- ¿A dónde fuimos?<br />

- Hemos ido a mi padre. Nos dio muchos animales y de hoy en adelante seremos muy<br />

ricos y viviremos felices.<br />

Así pasaron los años y llegó su hermano mayor y al ver que su hermano era más rico<br />

que él, le dijo:<br />

- ¿De dónde sacaste todo esto?<br />

- Mi suegro me dio todos estos animales porque él es muy rico y tiene palacio.<br />

Así vivían muy felices, su hermano menor con su esposa y llegaron a tener un hijo y él<br />

cada día se volvía más ambicioso, quería tener más comida y dinero entonces él se iba<br />

con sus llamas a comprar maíz y regresaba después de muchos meses después de<br />

años y se había olvidado de su esposa y su hijo.<br />

Entonces ella se ponía a llorar y no comía hasta que un día se puso muy enferma. Y<br />

cuando había llegado su esposo ella ya se había muerto, pero al él no le importaba la<br />

muerte de su esposa y él seguía con sus viajes.<br />

Entonces un día surgió una desgracia y se murieron sus animales y ya no tenía nada y<br />

él andaba muy triste y de hambre, andrajoso.<br />

Y un día él se había acercado llorando al lado de la laguna y gritaba:<br />

- ¡Vuelve, vuelve!


100<br />

Quería ver de nuevo a su esposa, pero entre eso vio a su esposa caminando feliz dentro<br />

de la laguna: Un lugar hermoso donde había animales y una casa enorme, y al verle<br />

sintió un deseo de ir donde ella se encontraba. Cerró sus ojos y se aventó a la laguna.<br />

RECOPILADOR<br />

Reina Luz Rodríguez Casas<br />

QORI MINA<br />

Cuento<br />

¿Quién dice que es mentira? Yo mismo he ido después de la fiesta de Occoro Viejo<br />

hasta Qori Mina solito, carajo, con mi botella de trago. Apenas mi trago nomás me<br />

acompañó, porque soy bien hombre. Mis ojos estaban colorados como el fogón, bien<br />

cargados de rabia. Por eso fui, y para saber si era verdad lo que decían de Qori Mina,<br />

para ver si había ese toro de oro que dormía dentro y ver también sus ojos rojos como<br />

los de un condenado. Me habían dicho que entrar a la mina era peligroso y sí todavía<br />

sacabas oro de ahí, el toro de oro te mataba, sólo con haberlo visto; también decían que<br />

uno se moría botando sangre por la boca, pero que si se lograba sobrevivir se volvía el<br />

más rico y famoso del lugar.<br />

Bajé por «Infiernillo». Apenas se escuchaba muy a lo lejos la banda de Occoro Viejo. Lo<br />

demás era silencio. Como bultos parecían las rocas detrás de los ojos borrachos. El<br />

camino mis pies lo iban adivinando.<br />

Como en sueños bajé por el sendero que apenas se veía, sin sentir el cuerpo<br />

adormecido. Estaba encolerizado pero ni aun así solté una sola blasfemia contra el<br />

cerro. Ni siquiera me atreví a escupir a pesar de que la borrachera estaba sobre mi<br />

garganta.<br />

Cerca al río divisé la curva que lleva a Qori Mina. Tomé un trago bien amargo y seguí<br />

caminando. No tenía miedo, lo juro, aunque las piernas me temblaban y el sudor me<br />

mojaba la camisa. Apenas llegado a la puerta de Qori Mina me di cuenta de que mi


101<br />

botella estaba a medio acabar. Me introduje a la cueva; temblante, pero seguro. Y si el<br />

miedo me hubiera atacado un buen traguito y como nuevo. Ya a unos metros adentro la<br />

oscuridad era fuerte, como cuando se cierran los ojos para dormir. Un poco al costado<br />

se oía el ruido del riachuelo. Adivinando, adivinando tenías que ir, dando dos pisadas al<br />

mismo sitio para no caer.<br />

Más al fondo habla una extraña luz. Tomé un trago más y seguí acercándome. De<br />

cuclillas cogí una piedra grande para defenderme y luego me puse de pie. Entonces vi al<br />

toro que dormía como una estatua. Me le acerqué bien despacito para no despertarlo y<br />

lo cogí el cuerno con toda mi fuerza. Jalé hasta que éste se rompió. Al voltear para<br />

darme a la huida, me encontré con varios pasadizos. Me metí al azar en uno de ellos y<br />

corrí, corrí con el cuerno de oro en las manos. Sólo eso me importaba, Estaba como<br />

poseído por la ambición, pero la borrachera aún era dueña de mi cabeza.<br />

Cuando estaba por salir, me tropecé y caí de cara soltando el cuerno de oro y mi botella<br />

de trago. El miedo comenzó a apoderarse de mí. Palpando el suelo húmedo comencé mi<br />

búsqueda, porque era prioridad que salga con él para testimonio de que estuve ahí.<br />

Después sentí la respiración poderosa del toro detrás mío y no tuve tiempo de agarrar mi<br />

botella para darme el valor suficiente.<br />

En medio de la oscuridad sentí el filo del cuerno en mis manos y con gran dolor lo cogí.<br />

Sentí que de la mano comenzaba a manar una sangre oscura y me sobresalté<br />

aterrorizado, pero algo me decía que no iba a morir. Sin esperar nada, más me puse a<br />

correr como un enloquecido. Ya ni la botella de trago me importó.<br />

Recuerdo que pasé todo el camino de regreso como una sombra, casi sin verlo. ¡Qué<br />

más daba, al fin y al cabo tenía el cuerno de oro y con él sería rico y famoso, además<br />

podría comprarme el trago que quisiera!<br />

Una hora después de haber burlado al toro de Qori Mina me encontré acostado en mi<br />

cama. Esa noche dormí con el cuerno entre las costillas para que nadie me lo arrebate.<br />

- Un momento, y ¿por qué no estás muerto?<br />

- ¿Por qué?<br />

Porque cuando me levanté, profe, y levanté el cuerno de oro contra la luz de la mafiana<br />

para verlo mejor, lo que traía en la mano era mi botella de trago, estaba roto por la punta<br />

y aún manchada de trago.<br />

RECOPILADOR<br />

Oswaldo Pari Contreras<br />

INFORMANTE<br />

Justo García Gallegos


102<br />

EL GENTIL<br />

Cuento<br />

A ocho kilómetros de Nuevo Occoro en Corneta Wayqu vivía una bella mujer llamada<br />

Teodosia. Ella tenía treinta años, vivía sola acompañada únicamente de sus dos perros:<br />

Sambucha y Solterita. Ella tenía una gran cantidad de ganados y como era bonita y<br />

soltera muchos maqtas trataban de hablarle y decirle que se casen, pero ella no daba<br />

oportunidad a ninguno. Además sus perros eran tan bravos que no dejaban que nadie se<br />

le acerque.<br />

Una noche, cuando estaba hilando, sus perros empezaron a aullar muy tristes. Ella solía<br />

hilar al lado de su fogón y en compañía de sus perros a la luz del débil mechero. Los<br />

perros luego de aullar tanto se callaron y saltaron tras la choza. Luego, se oyó como si<br />

los perros al compás de sus propios ladridos se hubieran puesto a chaqchar huesos.<br />

De pronto se apareció en la puerta un joven muy extraño. Teodosia, con curiosidad se<br />

preguntó a sí misma ¿De dónde salió este joven? Tenía éste una chalina blanca, poncho<br />

de color negro, pantalón de bayeta blanco y ojotas bien puestas. Este joven era muy<br />

extraño. ¿Y a esa hora?<br />

El extraño de inmediato se mostró muy cortés y atento. Saludó con palabras bien dichas<br />

y un tono de voz realmente seductor. De inmediato ella sintió una gran atracción por él.<br />

No se explicaba porque ella le había permitido acercársele tanto.<br />

El joven aprovechándose de la atracción que notaba en Teodosia empezó a decirle<br />

cosas muy bonitas y cariñosas. Y cuando sintió el momento preciso la cogió de la mano<br />

y le besó lentamente en las mejillas. Para hacer esto, dicen que hay que saber: «se<br />

espera un momento, luego se agarra fuerte el corazón y después se contiene la<br />

respiración con los pulmones paralizados, con voz distinta se habla».<br />

Así lo hizo aquel joven extraño:


103<br />

- Mi nombre es Tullumanta.<br />

Teodosia había perdido el dominio de sí misma. En ese momento candente se apagó el<br />

mechero. La voz dijo:<br />

- Deseo casarme contigo. No quiero que me rechaces.<br />

Al fin y al cabo era este un joven extraño en todo, pero cariñoso y atento. No como los<br />

demás maqtas de la población. Entonces ella aceptó la propuesta. Así él iba dejando<br />

transcurrir el tiempo.<br />

Los amantes no se habían dado cuenta cuando la aurora llegó. El amanecer empezó a<br />

bañar con su claridad, el joven partió empeñando su palabra de volver.<br />

Las visitas se repitieron varias veces, pero el joven sólo la visitaba de noche y al<br />

amanecer, como era de costumbre, partía. Teodosia le pedía que se presente ante sus<br />

padres, pues ya el tiempo de amarse había transcurrido.<br />

- Faltando dos días para nuestro matrimonio me presentaré - aseguró.<br />

Teodosia sospechando algo decidió contarle a su amiga todos los detalles de tan<br />

extraño noviazgo. Ella le aconsejó organizar una fiesta como el de su cumpleaños. Era<br />

necesario que el joven asistiera a la fiesta y en lo posible no dejarle que se vaya en la<br />

madrugada como de costumbre.<br />

Llegado el día Teodosia empleando su encanto de mujer, convenció al joven a chaqchar<br />

coca, tomar un trago y fumar un cigarro. Al inicio él no quiso pero ella le rogó y lo<br />

convenció. El extraño visitante, llevado por el amor, se puso a tomar y bailar como nunca<br />

lo había hecho. Los dos enamorados entre trago, coca, cigarro y música, bailaron toda la<br />

noche.<br />

Sin embargo, algo estaría sucediendo porque el joven comenzó a cantar muy triste:<br />

Cachaykullawayna sipas tiuscha<br />

Cachaykullawayúa. sipas tiuscha<br />

Taytami mamaysí maskarnuasckan tiuscha<br />

Ripusaqña pasasaqña sipaku tiuscha<br />

Pero Teodosía no lo soltaba para nada. Los gallos anunciaron el amanecer. El sol ya se<br />

asomaba con su brillo y calor. Ellos siguieron bailando agarraditos de la mano.<br />

Entonces, ocurrió lo que nadie pensaba. Cuando el sol le cogió con sus primeros brillos<br />

¡taqlalaq!, cayó al suelo esparciéndose sus huesos. Teodosia se quedó asustada, sólo<br />

pudo tomar los huesos de sus manos, los demás huesos se regaron en el suelo.


104<br />

Los perros quisieron llevarselos para chaqchar, pero luego de olerlos por largo rato los<br />

dejaron.<br />

El joven era gentil, como espíritu humano que vive en las cuevas, hogar de los<br />

antepasados.<br />

RECOPILADOR<br />

Walter Gonzales Torres<br />

INFORMANTE<br />

Catalina Pariona


105<br />

PALCA<br />

EL BRUJO ARREPENTIDO<br />

Historia de Marino<br />

Marino Quispe Mendoza, era un muchacho humilde y muy trabajador, que le gustaba<br />

pastear ganados y vivía en la comunidad de Sayhuaqasa al lado de su padre Ignacio<br />

Quispe Gaspar y doña Julia Mendoza Arango.<br />

Marino tenía aproximadamente veintitrés años de edad. Cuando un día se encontró con<br />

su amigo Juan, le contó sobre el trabajo que había en la Mina «Martha» y donde el<br />

dueño pagaba buen sueldo.<br />

Un día Marino y Juan se decidieron ir a trabajar a la mina. Pero Marino no sabía nada de<br />

su amigo, ni mucho menos de que era un brujo, y al poco tiempo Marino se enteró sobre<br />

la vida de su amigo y de todo lo que realizaba.<br />

Juan utilizaba para realizar su trabajo de hechizo: Naipes, coca, maíz, cintas de colores,<br />

velas de colores, vino de diferentes marcas y retazos de tela. Juan tenía un pacto con el<br />

cerro (Huamani), a él le gustaba hacer hechizos y burlarse de las mujeres que le


106<br />

gustaban, y con sólo averiguar sus nombres, las atraía con sus brujerías entonces<br />

tenían relaciones íntimas.<br />

Marino se sorprendió con el trabajo que realizaba su amigo en forma oculta. Pero un día<br />

Juan le dijo a Marino: ¿Quieres aprender mi trabajo?<br />

- Sí, wauqe, quiero aprender todas las cosas ocultas -respondió Marino.<br />

Así Marino poco a poco aprendió los maleficios, hasta superar a su amigo Juan.<br />

Los dos aprendieron más y más, a ver y adivinar suertes con sus herramientas de<br />

hechizo: en el amor, salud y dinero.<br />

Más tarde ellos recibieron en calidad de donación una Virgen de las manos de un<br />

Ingeniero de la mina, y lo bautizaron con el nombre de «Virgencita de Sapraylla» y<br />

desde aquel momento los dos amigos pedían que los protejan día a día.<br />

Marino también comprobó que el hechizo funcionaba perfectamente y mediante su<br />

brujería se burló de una joven llamada Rosa Huayra Mollehuara.<br />

Marino desde esta fecha se acostumbró a tener relaciones íntimas, con una y otra sólo<br />

por un día, de esta forma satisfacía sus necesidades biológicas.<br />

Y así pasaron los años realizando sus hechizos, pero un día en la Mina Martha se<br />

organizó una Feria Regional donde asistieron comerciantes que llevaban diferentes<br />

mercaderías, la cual duró tres días. Una comerciante de ropas llamada Hermitinia<br />

Huatarongo Méndez, natural de la localidad de Huando asistió a dicha feria, ella era muy<br />

bella y con su hermosura encantó a Marino.<br />

Marino y su amigo fueron a hacer compras a la feria y al ver a Hermitinia se fijaron en su<br />

belleza y se acercaron a preguntar el precio de las cosas que vendía. Burlándose<br />

preguntaron su nombre pero; Hermitinia enojada por las bromas no les dijo su nombre y<br />

le lanzó una piedra.<br />

Marino dijo a su amigo:<br />

- Conozcamos su nombre y ella caerá en nuestras manos a través de nuestro hechizo y<br />

luego nos burlaremos de ella.<br />

Marino y Juan al no conocer el nombre de la muchacha comenzaron a trabajar formando<br />

un muñeco con diferentes colores de retazos, forrado con lágrimas de velas de colores.<br />

Así siguieron trabajando todas las tardes al descansar de la mina, y por fin terminaron de<br />

construir el muñeco con suma delicadeza.


107<br />

Después de ello Marino fue al tercer día de la feria a molestarla otra vez preguntándole<br />

su nombre, la joven seguía enojada con él y le propinó una paliza por lo que Marino se<br />

marchó todo cabizbajo.<br />

Al llegar a su cuarto, Marino trajo el muñeco pensando: «Ahora va a ver esa muchachita<br />

quién es Marino», y así juntamente con su amigo Juan llevaron el muñeco y fueron al<br />

lugar donde que estaba Hermitinia, y disimuladamente con el muñeco se lo frotó a ella<br />

en el estómago, la chica seguía enojada y Marino pasó todo sonriente entonces se<br />

dirigieron a una tienda y brindaron unos cuantos tragos.<br />

Luego de unos cuantos minutos sonriente miró a la joven y al instante un cólico retorció<br />

el estómago a Hermitinia, y toda la gente sorprendida con lo sucedido le ayudaron<br />

realizando algunos sahumerios con ruda, excremento de chancho y con pelos de<br />

caballo, pero todo fue en vano, pues para que sucedieran toda estas cosas fue la belleza<br />

de Hermitinia y el hechizo lo que había preparado Marino. Cuando pasó unos momentos<br />

Hermitinia dio a luz en forma de feto, unos huevos de sapo, lo cual era producto del<br />

hechizo.<br />

Juan observando lo ocurrido le dijo a su amigo:<br />

-- Lo hiciste bien Marino - Él respondió:<br />

- Así se hace a las mujeres que no nos hacen caso.<br />

Se retiraron del lugar disimuladamente y jamás volvieron a ver a ella. Así realizando sus<br />

hechizos trabajaron varios años en la mina.<br />

Marino salió de la mina con licencia, por un periodo de cinco meses por una enfermedad<br />

de peste amarilla, en la comunidad de Saywaqasa cuando regresó a su casa encontró a<br />

su padre postrado en la cama sin cura por falta de dinero. Un día llegó Néstor Aroni<br />

Yauri, de la localidad de Cachicuyau quien era un evangélico que tenía fe en Dios y le<br />

habló sobre la palabra de Dios diciendo, que Él era Todopoderoso que sanaba<br />

enfermedades por más incurables que sean. Luego le llevó a la iglesia y dijo que se<br />

entregará de todo corazón en las manos de Dios y ellos haciendo caso al hermano se<br />

entregaron toda la familia de Marino y así poco a poco empezó a sanar el enfermo. Y<br />

sanó con la ayuda de Dios, entonces Marino fue fiel a Dios desde aquel instante.<br />

Marino extrañaba a su amigo Juan y de las cosas que hacían en la mina, pero él no<br />

regresó a trabajar ni a encontrarse con su amigo. Y así pasaron los años entonces<br />

Marino se compromete a casarse con Juana Chancasanampa Sulla, la muchacha venía<br />

a pastar sus animales al lugar de Qeqes desde la comunidad de Ccechccas, donde se<br />

conocieron. Juana juntamente con sus padres; don Toribio y doña Donatilda también<br />

eran creyentes en Dios y así llegaron a un acuerdo para que se casaran Marino y Juana.<br />

Así pasó medio año junto a Juana y un día en el mes de julio, don Toribio y Marino<br />

viajaron a juntar maíz con cuarenta llamas, tras ellos su perro chapo luego se dirigieron


108<br />

a la localidad de Salcabamba, que queda en la provincia de Tayacaja, donde llegaron<br />

por un tiempo de cuatro días con la ayuda de Dios.<br />

Una tarde se alojaron en una familia muy humilde de apellido Huambar; ellos no sabían<br />

que dentro de esa familia había un enfermo con cólicos, nadie le podía curar, ni los<br />

mejores curanderos de esa zona. La madre del enfermo preguntó a Marino y a Toribio:<br />

- ¿Tal vez ustedes saben algo de hechizo, por qué a mi hijo nadie lo puede curar?<br />

Y él respondió:<br />

- Sí mainay tumpallatacca yachanicuin (Si madre sabemos un poco) podemos curar a tu<br />

hijo.<br />

Y la madre sollozando le respondió:<br />

- Si le curas a mi hijo te pagaré uno de mis mejores toros y un poco de maíz.<br />

Marino olvidándose de lo que se había comprometido con Dios, se acordó de los<br />

trabajos del hechizo que hacía antes en la mina, dio las recetas para que hiciera la<br />

compra como: Vino de toda marca, retazos de diferentes colores, velas de colores, coca,<br />

y Waylor de diferentes tamaños y colores. La madre del enfermo montado en su mula al<br />

instante se fue a compra todo el pedido hasta Pampas, luego realizando la compra con<br />

toda rapidez regresó a su casa.<br />

El suegro de Marino sorprendido le preguntó:<br />

- ¿Marino, sabes lo que haces?<br />

Él respondió:<br />

- Papá, tal vez no salga bien el trabajo que estoy realizando.<br />

Marino no le contó a su suegro que antes era un brujo, y así al día siguiente Marino le<br />

dijo al padre del enfermo, tayta tendrás que llevarme a un cerro donde hay grandes<br />

peñascos y así tendré un contacto con el cerro. Por fin atardeció y listo las compras para<br />

que realizara sus hechizos a medianoche.<br />

El brujo preparó un muñeco con las cintas de colores, forrado con las lágrimas de las<br />

velas y bañado con vinos. Luego partieron al cerro chacchando coca y tomando vino y<br />

llegaron al sitio y empezaron a animarse con el trago y la coca. Marino comenzó la<br />

trabajo haciendo un pago al cerro con mejores vinos, cocas y un atado de claveles,<br />

luego preguntó Marino al cerro sobre su enfermedad del muchacho y al instante el cerro<br />

se abrió como una boca y le respondió, es una brujería de su vecino llamado Lucio.<br />

Marino preguntó a causa de qué le había embrujado. El cerro respondió:


109<br />

- «Es por causa de la discusión que hubo en la asamblea de la comunidad».<br />

Agradeciendo al cerro regresaron inmediatamente con dirección a su casa, el suegro de<br />

Marino preocupado por la conducta de su yerno no pudo dormir, cuando por fin llegaron<br />

ellos a la casa Marino empezó a hacer brujería a su vecino Lucio. Antes de realizar el<br />

hechizo preguntó a la madre del enfermo:<br />

- ¿Cómo quieres que le haga, por un tiempo o para toda su vida?<br />

Y la madre respondió:<br />

- Por un tiempo nomás, taytay.<br />

Y así Marino mandó traer a la madre del enfermo un poco de tierra de la puerta de su<br />

vecino, entregándolo en manos de Marino quien comenzó a calentar la tierra mezclando<br />

con vela de colores, luego agarró el muñeco y lo frotó en la tierra el estómago del<br />

muñeco.<br />

A las cuatro de la mañana comenzaron a hacer ruido en la casa del vecino porque a<br />

Lucio le estaba empezando a doler el estómago parecido como un cólico hasta la<br />

madrugada. El vecino vino a pedir ayuda porque el joven se encontraba grave; el señor<br />

Huambar lo negó argumentando estar muy ocupado. Marino dijo:<br />

- Cumplí con mi trabajo taytay inamay, pues ahora tengo que regresar a mi pueblo.<br />

Entonces la madre del muchacho entregó lo prometido que consistía en un toro y ocho<br />

sacos de maíz.<br />

Marino todo alegre juntamente con su suegro tras sus llamas con carga de maíz y tras el<br />

toro se marchó con dirección a su casa.<br />

Llegaron a su casa por el transcurso de cuatro días y don Toribio todo enojado con lo<br />

ocurrido le contó a su mujer sobre lo ocurrido con su yerno, y doña Donatilda dijo:<br />

- ¡Cómo nuestra hija va a estar con un brujo!<br />

Y al instante se dirigieron al despacho de las autoridades de su comunidad. Y Marino al<br />

enterarse en Saywaqasa en su choza, recogió todas sus cosas de hechizo y botó al río<br />

de Aqchimachay.<br />

Don Toribio y su esposa juntamente con las autoridades llegaron a su casa de Marino y<br />

le preguntaron:<br />

- ¿Cierto que eres un brujo?<br />

Marino negó y el suegro todo enojado dijo:


110<br />

- Y yo te vi y por lo tanto mi hija no puede estar con un brujo, ahora mismo tengo que<br />

llevarme a mi hija.<br />

También el padre de Marino al enterarse las cosas que hacía su hijo le llamó la atención.<br />

Así pasó una semana Marino llorando y arrepentido de su vida. A Marino Dios le reveló<br />

castigarle con una enfermedad incurable igual que a su padre, por el daño que había<br />

hecho con su prójimo. Por lo que enfermó durante muchos años y diariamente clamaba<br />

a Dios y un día Dios respondió su oración y le reveló diciéndole: Hijo, te perdono todos<br />

tus pecados y quiero que testifiques por todo el mundo todo el pecado que has cometido<br />

con tus prójimos y de lo que hizo Dios contigo.<br />

Marino sanó de su enfermedad y se arrepintió de corazón, así comenzó a testificar de su<br />

vida a toda la humanidad enseñando la palabra de Dios, y formó una Iglesia Evangélica<br />

Peruana donde permaneció y se congregó con toda su familia, y luego congregó a<br />

muchas personas que estaban lejos de Dios.<br />

Y desde entonces, vivieron muy contentos hasta que Dios les llamó.<br />

RECOPILADOR<br />

Jhony de la Cruz Simón<br />

LA SACAVUELTERA<br />

Dicen que un día, una mujer campesina le engañaba a su esposo, mientras que él salía<br />

a trabajar para sostener el hogar la mujer fastidiaba a un joven diciéndole: - Juan,<br />

¿vienes a mi casa?


111<br />

Ella coqueteaba y de tanto fastidio Juan entabló conversación con ella. En eso la mujer<br />

le dice:<br />

- Ven todos los días lunes, pero nunca vengas los martes.<br />

El joven pensativo dice:<br />

- ¿Por qué me dice esto?<br />

Como era curioso el joven fue un día martes en la noche con una linterna, miró detrás de<br />

la casa. No hay nada dijo, ella vive en esta choza, ¿qué habrá pasado? Y de pronto miró<br />

por la puerta pero no había nada.<br />

Juan entró y vio la cama donde estaba el cuerpo de la mujer sin su cabeza. El cuello<br />

estaba hirviendo de sangre sin derramar ninguna gota, el joven asustado pensó que se<br />

lo había imaginado, entonces agarró un poco de ceniza de la cocina y subiendo al techo<br />

de la casa derramó ceniza sobre el cuello.<br />

Asustado el joven se escondió y de un momento a otro apareció la cabeza de la mujer<br />

que entró apresuradamente a la casa y se acercó a su cuerpo. La cabeza intentó unirse<br />

a su cuerpo pero no pudo porque el cuello estaba sucio. Luego la cabeza observó<br />

alrededor de la habitación y miró al joven sentado en el techo de la casa entonces le<br />

suplicó que bajara y limpiara la ceniza. Cuando el joven no hizo caso, la cabeza empezó<br />

a llorar rogándole. De pronto el muchacho le preguntó.<br />

- ¿A dónde fuiste en altas horas de la noche? - Le dijo a la mujer, ella contestó:<br />

- Fui un rato a pasear.<br />

Ni bien habló el joven, la cabeza de la mujer se pegó a su hombro diciendo la siguiente<br />

frase:<br />

- ¡De hoy en adelante estaremos juntos tú y yo!<br />

El joven muy desesperado quiso zafarse y no pudiendo, lloró amargamente. Tenía<br />

vergüenza de estar con dos cabezas, pero como el sendero era largo, pasaban los días<br />

y como también el hambre se apoderaba de ellos, en ese instante al lado del camino<br />

observaron algunos plantones de manzano y durazno, como la cabeza estaba de<br />

hambre preguntó:<br />

- ¿Puedes traerme esas ricas frutas?<br />

- No quiero - dijo casi llorando.<br />

Entonces la cabeza le dijo:


112<br />

- Ya, no llores, estaremos juntos hasta la muerte, anda corre y tráeme esas manzanas.<br />

- ¿Cómo voy a subir si tiene muchas ramas? Si te quedas aquí yo subo.<br />

Entonces la cabeza dijo:<br />

- Está bien me quedo con tu chalina en la boca.<br />

Dicho esto, la cabeza se separó para quedarse y el joven todo liviano se fue a recoger<br />

los manzanos y cuando estaba así apareció en el monte, muy velozmente, un venado,<br />

en eso la cabeza se unió a sus astas y se perdió en el monte.<br />

El joven como loco sin la cabeza ya regresó a su casa y contó minuciosamente todo lo<br />

sucedido. De esta manera la mujer adúltera por querer saciar sus apetitos sentimentales<br />

perdió la vida.<br />

RECOPILADOR<br />

Jhony de la Cruz Simón<br />

LA IMAGEN DE UN CURA YUNA VIRGEN<br />

Cuento<br />

Cierta vez en el distrito de Palca vivía un cura ambicioso y mentiroso el cual se llamaba<br />

Gregorio.<br />

El cura hacía rezar todas las tardes a los moradores y los domingos en la Iglesia de<br />

Palca.<br />

Cierta vez, al cura se le ocurrió una idea en el cual engañaría a la gente del distrito y lo<br />

hizo diciendo muy desesperado:


113<br />

- ¡Pobladores de Palca! Tal vez no me creerán pero lo que les diré es cierto, la Virgen de<br />

la iglesia me ha encomendado, que cada comunero deberá traer un kilo de papa y maíz<br />

de lo mejor que tengan.<br />

La gente confiando en el cura Gregorio llevó el pedido, poniendo sus productos en la<br />

iglesia y llevando a la vez una vela para prenderse en la iglesia.<br />

Pero el cura Gregorio comercializaba los productos que recibía de la comunidad<br />

palquina y también guardaba para su comida. El cura caminaba en los diferentes barrios,<br />

haciendo rezar frecuentemente a los moradores cristianos.<br />

Cierta vez, caminaba hacia el barrio de Badopamapa que era más lejos de Palca, en el<br />

camino se encontró con la Virgen, entonces el cura Gregorio asustado se arrodilló y<br />

llorando dijo:<br />

- ¿Qué quieres de mí?<br />

La virgen respondió:<br />

- ¿Por qué engañas a la gente pobre de este distrito?<br />

El cura Gregorio pensó, tal vez la Virgen me castigará mejor será escapar, luego salió<br />

con prisa cruzando el río Palca, llegando a chocar con una roca que parecía estar tallada<br />

como una piedra triangular bajo la vertiente, el cura nuevamente se arrodilló frente a la<br />

piedra tallada y arrepentido con los ojos mojados dijo:<br />

- ¡Perdóname, no lo haré mas!<br />

Entonces, la Virgen le respondió:<br />

- ¡Vivirás grabado junto a mí en aquella roca!<br />

En ese momento el cura Gregorio y la Virgen desaparecieron. Desde entonces se ven<br />

grabados en la roca del paraje de Achka Toqyaq Pampa.<br />

RECOPILADOR<br />

Alex Nefataly de la Cruz Rojas<br />

INFORMANTE<br />

Paulina Rojas Escobar


114<br />

WARMI PUQUIO<br />

Cuento<br />

Un pastor vivía en una zona alto andina, cerca de un puquial. Cierta vez al llegar a su<br />

choza encontró en la cocina la comida lista, todo muy limpio y ordenado. El pastor tenía<br />

una hermana que trabajaba en el distrito de Palca, entonces pensó: ¿Será mi hermana?,<br />

luego decidió saber quién era y se escondió; a poco, vio salir del puquial una jovencita<br />

muy encantadora, tenía el cabello húmedo y trenzado con prolijidad. No era persona<br />

conocida ni el vestido propio del lugar; la muchacha después de limpiar la choza se puso<br />

a preparar la comida del pastor. Entonces salió éste del escondite, le preguntó quién era<br />

. Warmi Puquio -dijo ella. Que quiere decir, «soy la fuente», y luego se quedó a vivir con<br />

el pastor. Desde que llegó Warmi Puquio el ganado empezó a prosperar, hasta la<br />

hembras más viejas parían. Los pastos que daba justo a la choza del pastor crecían, la<br />

misma siempre estaba limpia y nada faltaba. El pastor se hizo arriero y viajaba de pueblo<br />

en pueblo vendiendo ganado; pero cada vez se demoraba más y más en los viajes.<br />

Como consecuencia de esto el pastor y la joven se habían distanciado. Entonces Warmi<br />

Puquio se fue por el mismo camino por donde había venido, al llegar al borde del<br />

manantial dio un fuerte silbido y ante la sorpresa del hombre todos los animales la<br />

siguieron y se perdieron con ella en las aguas del puquial. Luego, el pastor quedó otra<br />

vez solo y pobre; como se sabe Warmi Puquio vive en los puquiales, pero también<br />

habita en las lagunas y ríos, de noche canta y su voz es fulgurante, son tonadas que<br />

recogen los músicos más populares de nuestro valle.<br />

RECOPILADOR<br />

Rosalym López Arias<br />

INFORMANTE<br />

Julia López Castellanos


115<br />

DOROTEO EL ARPISTA<br />

Cuento<br />

Éste era un hombre orgulloso, muy conocido amigo por los pobladores en donde vivió,<br />

allá en el siglo veinte del pasado milenio. Tocaba el arpa por demasía, mientras se<br />

deleitaba el mismo, con un cierre de ojos japoneses hacía disimuladamente comentarios<br />

sobre su propia aptitud que tenía hacia el arte fecundo y tradicional de su pueblo.<br />

- ¡Buenos días! Mi nombre es Doroteo taytas... para servirles. ¡Disculpen! Doroteo<br />

Casqui para que no se olviden. Yo ando de pueblo en pueblo, de fiesta en fiesta,<br />

tocando mi humilde arpa que casi destruida y tan maltratada sigue vigorosa y fuerte<br />

como su dueño.<br />

¡Ah! De sonidos fuerte y hermosos.<br />

Así diciendo, Doroteo el arpista se encaminaba por los pueblos huancavelicanos<br />

dándose la oportunidad al menor llamado. Un día en las haciendas, otra en las diversas<br />

fiestas de su pueblo.<br />

Artista por descendencia familiar; padres, hermanos, tíos y primos, estaban tenazmente<br />

enmarcados con el arte de tocar el arpa y el violín. Dos instrumentos diferentes, dos<br />

sonidos familiarizados entre sí, que forman una sola armonía musical.<br />

Demasiadamente daban las prioridades de tocar el arpa y el violín, puestos en marcha<br />

con los pies firmes sin asistir a ningún centro de enseñanza musical. Tocaban y<br />

cantaban las mejores composiciones altoandinas, propias de un cantor de harawis<br />

inédito. A quienes los mayores como verdaderos maestros enseñaban a tocar desde<br />

muy pequeños a sus discípulos aunque el empirismo y la tosquedad reinaban en la<br />

prescripción.<br />

Un día mientras se deslizaba una ligera llovizna sobre la hacienda Cachi Baja, Doroteo<br />

se encontraba en medio de una multitud de gente encaramado en su arpa, erguido el


116<br />

cuerpo, con mirada al cielo; caminaba lentamente como quien demuestra pedantería.<br />

Sus ojos somnolientos por la mala noche miraba por momentos obstinadamente a sus<br />

«pasñas» y jovencitas, averiguando con filosofía sardónica la procedencia y el estado<br />

civil en que se hallaban las mozuelas.<br />

Tocaba y hacía bailar como nunca a los hacendados y campesinos confundidos en una<br />

fiesta de matracaladas, de trápalas acompasados según el paso más liviano y tosco.<br />

Aunque los hacendados parecían disfrutar por cumplimiento y solapadamente de la gran<br />

solemnidad civil; mientras los labriegos como olvidados de su ardua labor; bailaban y<br />

cantaban y tomaban desmesuradamente, la chicha de «qora» combinados con alcohol<br />

metílico y para más gracia, servidas por bellas muchachas de la hacienda.<br />

Diríamos que don Doroteo fue el «Dios» del arpa; sus manos maravillosas al contacto<br />

con las cuerdas mágicas, hacían emanar sonidos, que a veces era más de lo normal,<br />

melodías raras, excitantes y dolorosas según la percepción de los oídos de cada<br />

persona.<br />

Sin exageraciones, fue famoso tocando el arpa y el violín en estas serranías, la que<br />

manejaba con facilidad y como nadie.<br />

Sus paisanos decían que tayta Doro tenía el contacto con las temibles sirenas del río.<br />

Las cuales eran consideradas malas, salían a parapetarse en cierta planta exótica<br />

llamada el «rayán».<br />

En las tardes cuando cae el crepúsculo, don Doro conversaba aturdido y a pesar de ser<br />

una persona de pocos escrúpulos, sagaz y astuto. Al decir de los taytas, a orillas del río<br />

Palca, existían sirenas de trecho en trecho y conforme a las plantas que en él se<br />

ubicaban.<br />

Esta bellísima arbórea, atraía sirenas y malos espíritus; principalmente las primorosas<br />

sirenas y encantadoras, donde tocaban todos los instrumentos musicales que uno<br />

requería en el aprendizaje. Eran compositoras y cantoras, podemos decir, mejor que:<br />

L.V. Beethoven, J. S. Bach, W. A. Mozart y otros grandes musicólogos del mundo.<br />

De ahí, por adelanto y Doroteo tocaba y cantaba nuevos temas musicales, los mejores<br />

harawís de la región; cánticos elegantes y bien estructurados que hasta a las doncellas<br />

más descorazonadas y rebeldes hacía estremecer de alegría y encanto.<br />

Después de una tarde de mucho ajetreo, cuando la noche ya estaba entrada. Doscientos<br />

metros fuera de la hacienda se dio cuenta de que los peñascos cercanos perdían su<br />

claridad y que la luna resplandecía agonizante mientras avanzaba con paso calmo y<br />

respirando un aire de cansancio.<br />

Su humilde y destartalada casa quedaba a una distancia de siete kilómetros (una<br />

distancia larga y kilométrica) como la jornada del día. De pronto y a cincuenta pasos de


117<br />

él claramente reflejados por la luz lunar apareció un hombre alto, envuelto en una<br />

capota, con pantalón de color blanco humo, de figura torva y espantosa. Era una<br />

persona conocida y tenía algunos recuerdos muy marcados de él.<br />

Apenas vio al sujeto se puso dispuesto y resuelto, nada había temido porque el hombre<br />

era su hermano y en otros tiempos había sido un excelente violinista bastante alegre. De<br />

allí que anteriormente cuando todavía eran solteros juntos pasteaban sus ovejas y<br />

cabras, hacían cosas sorprendentes con el violín y el «rondín», cantaban canciones que<br />

dejaban impresionadas a las muchachas solteras y tranquilas. En el campo, en los<br />

cerros pétreos y negruzcos de «Illapa» y «Yanaqa».<br />

El veinticinco de noviembre, día del nacimiento del niño Jesús, en la plaza principal del<br />

distrito de Palca, al costado de una iglesia descolorida y destartalada por los años.<br />

Tocaban con solemnidad las tonadas de las danzas de Tijeras, «mayorales» y «kurkus».<br />

Danzas autóctonas, adoratorios y divinas de gran significado para los dioses terrenales,<br />

santas y santos, tayta inti (señor sol), tayta wamani (señor cerro) compartían la misma<br />

tradición del pueblo. Espere al contrario ni siquiera sentía interés ni decaimiento estaba<br />

realmente ebrio lo del pasado el tiempo no había podido ocultar. Pero algo había de<br />

ocurrir aquella noche. Doroteo inocentemente hizo el encuentro con el hermano que en<br />

verdad era espantoso.<br />

- ¡Hola! ¿Cómo estás hermanito? -dijo Don Doroteo.<br />

- ¡Hola, hola! ¡Qué bien... ! ¿Cómo está la familia? -contestó el terrible hombre.<br />

Sabía del fallecimiento de aquel hombre, pero la bebida lo hacía confundir y<br />

distorsionaba sus sentidos.<br />

Después de una conversación breve el hombre que llevaba una soga que le caía de la<br />

cintura a la punta de los pies blancos, flacos y pálidos como la nieve tenía una mirada<br />

siniestra con la cabeza gacha. Exclamó estas palabras de invitación:<br />

- ¡Vamos hombre! ¡Vamos a la fiesta! Mis compadres están ansiosos de escuchar tu<br />

arpa y yo también tocaré el violín. ¡Vamos! ¡Tú sabes!<br />

- ¡Caramba! ¿Conque tus compadres tienen fiesta?, ni manco ni cojo para perderla.<br />

¡Vamos hermano! –contestó ansioso don Doroteo.<br />

Pero don Doroteo pensó : ¡Ah! ¿Por qué habré aceptado la invitación de este espantoso<br />

hombre?<br />

El hombre había sido su hermano un año atrás antes de lo sucedido. En tanto la<br />

aceptación significaba el enredo y la opacidad errónea de la memoria a causa del licor.<br />

Por cierto, el hombre misterioso era una alma solitaria que en determinados momentos<br />

sale a deambular por los caminos y campos silenciosos, lugares oscuros donde la<br />

presencia del hombre es poco. De allí que las almas puedan aparecer como hombres


118<br />

semejantes a los de este tierra, idénticos a los que hayan sido en vida. Aunque en cierto<br />

modo terribles y espantosos; son más bien pacíficos y temerosos.<br />

Los habitantes de los pueblos andinos aconsejan a toda persona no caminar callados<br />

por lugares silenciosos y oscuros. Claro, las almas tienen miedo y los viejos poblanos<br />

comprobaron aquel hecho; para no causarles miedo debemos caminar silbando lo que a<br />

unos les place. En caso de ser asustados reaccionan como hombres de características<br />

doblemente salvajes.<br />

A pesar de su timidez comprobada, tayta Doro no sentía el aprieto en su corazón y no<br />

tuvo miedo. Al contrario, valiente y cauteloso, recorría caminos llanos rodeado de<br />

«paqpas» tentaculares, enfrascado de púas amenazadoras y espinas puntiagudas como<br />

agujas de «no me toques que te agarro».<br />

Ni bien avanzaron doscientos metros, llegaron a la capilla de muertos, panteón de la<br />

localidad de Llallas que en noche de luna se ve más terrorífico y desesperante.<br />

Quedó dormido y como en sueños sentía la sensación de estar caminando por las calles<br />

de su pueblo y llegando a la casa de su compadre Castellanos ya muerto. Su hermano<br />

difunto se veía bien vestido como si la muerte no hubiera ocurrido.<br />

Una vez encontrados en el supuesto hogar de su compadre, que en realidad era la<br />

capilla. Uno de los partícipes de aquella fiesta le pide tocar alguna pieza musical. Al<br />

cumplir el pedido todos empezaron a bailar: jóvenes, adultos y ancianos de ambos<br />

sexos.<br />

Brindaban con copas de «aguardiente» con sus compadres de la otra vida.<br />

La jarana continuó interminable, su hermano de la otra vida tocaba incesantemente el<br />

violín y los otros participantes cantaban con una voz ronca y borrascosa sin<br />

detenimiento:<br />

- «Makitataq chakikitataq ,yaq la pataq yaq la pataq...»<br />

- «Makitataq chakikitataq, yaq la pataq yaq la pataq...»<br />

Que quiere decir:<br />

Gallito a qué has venido a estas entrañas<br />

tú solo tienes la culpa para que me vaya...<br />

Maldigo a tus canciones sorprendedoras,<br />

tú solo tienes la culpa para que me vaya...<br />

Con pasos desmedidos y cánticos fúnebres de tonos, estremecedores danzaban<br />

aquellos hombres ermitaños como si se odiaran y quisieran armar trapizondas. Más<br />

tarde, ya de medianoche, iba el arpista entre la vida y la muerte en el martirio más


119<br />

horrible y arrastrando las últimas fuerzas y cuerdas, dando toques desconocidos y<br />

abstraídos en un no sé qué de insepultos pensamientos.<br />

A la mañana siguiente, la mujer de don Doroteo lo buscaba desesperadamente y al no<br />

hallarlo pensó:<br />

«Alguna cosa le habrá pasado».<br />

Buscaba metro a metro con los ojos bien abiertos y por aquellos campos y caminos<br />

enredados de «paqpas» y arbustos coposos; oteando por los contornos y alturas de la<br />

que fue hacienda de Acobambilla; escudriñando en las respuestas que daban los<br />

poblanos a su pregunta.<br />

De tanto buscar y andar por los caminos que recorren de Palca a la hacienda de Cachi<br />

Baja, lo encontró casi al mediodía ¡ahí! en uno de los ángulos de la capilla;<br />

profundamente dormido, con el arpa entre los brazos y los dedos sangrantes e<br />

hinchados. Las cuerdas estaban íntegramente arrancadas sin más señales de golpe y<br />

maltrato por los hombres de esta tierra.<br />

RECOPILADOR<br />

Elmer Simón Vidal<br />

INFORMANTE<br />

Amador Casqui Ccente


120<br />

QAQACARA PAYA<br />

Cuento<br />

En el año de 1962, en la comunidad de Conaicasa, Distrito de Palca, cuando asumió el<br />

cargo de Teniente Gobernador, el señor Herminio López Castellanos, la profesora Ida<br />

Falconi (Qaqacara paya) ya venía trabajando durante muchos años.<br />

La profesora era muy mala con los alumnos y para los padres de familia. Esta señora<br />

laboraba en la escuela 36030 de la misma localidad, y venía maltratando a todos física y<br />

verbalmente.<br />

La Qaqacara paya quería que sus alumnos aprendieran a golpes,<br />

- «La letra entra con sangre para estos cholos» -pensaba en silencio.<br />

Entonces, los comuneros de acercaron y le llamaron la atención. Dialogaron y le<br />

amonestaron, pero la profesora se enfureció y les puso la mano a los comuneros; en<br />

especial al tayta Mauricio, quién había reclamado más sobre el porqué de los castigos<br />

hacia sus hijos.<br />

La profesora era muy mala, no hacía caso a los padres de familia. Entonces los padres,<br />

presentes en un cabildo, manifestaron que la profesora no debía ser así y que debía<br />

cambiar su conducta. Mas la profesora no les hizo caso a nadie y aún peor, les insultó y<br />

golpeó.<br />

Después de la riña, los padres se retiraron y tomaron acuerdos para destituir a la<br />

Qaqacara paya, y de esta manera evitar que continúe castigando a los alumnos y ellos<br />

quejándose a sus padres.<br />

Entonces el señor Teniente Gobernador se acercó a la escuela a amonestarle en forma<br />

drástica, pero la profesora como era muy mala, también abuso de la autoridad,


121<br />

metiéndole la mano y tirando su hermoso sombrero de paja al suelo. Al ser agredido<br />

físicamente, el señor Teniente Gobernador se enfureció y tomó cartas en el asunto.<br />

Empezó a elaborar un memorial. Pero la elaboración del citado documento se le hizo<br />

muy difícil por no saber redactarlo.<br />

Entonces, en el distrito de Palca, en uno de sus anexos, había personas que sabían<br />

redactar unos documentos de manera empírica. Por lo que el señor Teniente<br />

Gobernador acudió a la comunidad de Putacca, donde la persona del señor Felipe<br />

Ccanto, que sí sabía redactar documentos. Entonces con él redactaron el memorial para<br />

luego enviarlo a la ciudad de Lima, pues la Zonal se encontraba allí. Dicho documento<br />

contenía la queja de las autoridades en contra de la profesora Ida Falconí, Qaqacara<br />

paya, y era bastante serio.<br />

Luego de la redacción del memorial el señor Teniente Gobernador regresó a la<br />

comunidad de Conaicasa, e hizo firmar a los comuneros para enviarlo a la ciudad de<br />

Lima.<br />

Luego en una semana el señor Teniente se fue de comisión, llevando el memorial, hacia<br />

la capital; pero éste no conocía aquella ciudad para entregarle al señor Doroteo García,<br />

quién también era uno de los comuneros más antiguos de Palca, ya en Lima, pero el<br />

señor Gobernador tenía la dirección de él. El comisionado preguntó por la dirección a un<br />

Guardia Civil y éste le indicó e inclusive le dijo que suba a un colectivo que iba al distrito<br />

de San Martín. En ese distrito, el comisionado buscó y ubicó la vivienda del señor García<br />

y tocó la puerta de su vivienda; salió el sobrino del señor Doroteo a quién le preguntó:<br />

- ¿Aquí se encuentra el señor García? ¿Regresa pronto?<br />

- Dentro de media hora.<br />

Entonces el comisionado esperó al señor Doroteo y cuando estaba esperándolo triste y<br />

pensativo apareció él. Al ver al comisionado, el señor Doroteo sonrió y le saludó y<br />

sorprendido, le dijo:<br />

- ¿Qué hace Ud., don Herminio, por aquí?<br />

Y el comisionado le contestó diciendo:<br />

- Señor Doroteo, le estoy visitando porque en la comunidad de Conaicasa sucedió un<br />

problema. La profesora de la escuela abusa de nuestros hijos y también de nosotros y<br />

es por eso que vengo donde usted para que nos ayude, pues queremos retirarla de la<br />

escuela.<br />

Inmediatamente el señor Doroteo tomó cartas en el asunto y le dijo al comisionado que<br />

espere unos días. Luego se fue al Ministerio de Educación para hacer los respectivos<br />

papeleos y cambiar de lugar a la profesora.


122<br />

El señor Doroteo regresó del Ministerio de Educación y le dijo al señor comisionado que<br />

regrese tranquilo, al pueblo, porque los documentos planteados se solucionarán dentro<br />

de tres días.<br />

El comisionado regresó alegre pues llevaba una buena noticia. Luego de llegar a su<br />

pueblo comunicó lo siguiente a todos los comuneros: «El documento que hemos elevado<br />

fue recibido y saldrá el resultado de una semana en Huancavelica».<br />

Entonces los comuneros, sin que sepa la profesora, alegres, le aplaudieron al señor<br />

Teniente Gobernador. Luego de una semana llegó un oficio a la comunidad de<br />

Conaicasa, mencionando la destitución de la profesora Qaqacara. Al ver ese oficio, la<br />

profesora empezó a llorar con mucha pena e inmediatamente agarró sus maletas y su<br />

cocina y se retiró muy resignada a su suerte.<br />

RECOPILADOR<br />

Nilda Huarocc Yauri<br />

EL ALMA POR LOS NIÑOS Y TRISTEZAS POR DELANTE<br />

Cuento<br />

En el anexo de Conaicasa, distrito de Palca, los niños acostumbraban jugar por las<br />

noches en los campos. Una noche los niños llamados Rafael, Gonzalo, Rufino y<br />

Zacarías salieron a jugar. El último de éstos tenía un tío muy graciosos que quería<br />

mucho a sus sobrinos. Se llamaba Benedicto y tenía 30 años de edad.<br />

Una noche los niños salieron a jugar y su tío cansado de que ellos jugaban todas las<br />

noches decidió asustarlos disfrazándose con unas sábanas blancas simulando ser un<br />

alma. Los niños se dieron cuenta de su presencia y por la desesperación echaron a<br />

correr hacia la casa de su tía Alejandrina, muy asustados por lo que vieron. Cuando se<br />

quedaron dormidos y debido al susto se orinaron en la cama.


123<br />

Al despertar contaron todo a su tía, ella les escuchó y les convenció que no existían las<br />

almas en pena. Para comprobarlo iniciaron un plan.<br />

Los niños salieron a jugar nuevamente y salieron preparados llevando dos perros muy<br />

bravos para sorprender al alma en pena. Cuando apareció soltaron a los dos perros los<br />

cuales se lanzaron sobre el alma, éste empezó a gritar pidiendo auxilio.<br />

Así los niños descubrieron la falsedad del alma y que era su propio tío Benedicto.<br />

Él tenía muchas mordeduras por todo el cuerpo y enfermó gravemente durante meses,<br />

esto le sucedió en tiempo de cosecha y al no poder ir a la chacra ni hacer otras<br />

actividades, toda su cosecha se vio arruinada por los animales.<br />

Su esposa no podía cosechar sola y para su desgracia una de esas noches se encontró<br />

con dos malvados zorrinos, uno de ellos al orinarle en los ojos la dejó ciega para<br />

siempre y los olores nunca desaparecieron.<br />

La familia se vio desdichada y en pobreza a consecuencia de una broma que hizo<br />

Benedicto a los pobres niños ingenuos.<br />

RECOPILADOR<br />

Yudy Cinthia Castellanos Escobar<br />

INFORMANTE<br />

Rafael

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