11.05.2013 Views

Para escucharte mejor - redonda

Para escucharte mejor - redonda

Para escucharte mejor - redonda

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Para escucharte mejor

Estrategias para incorporar la voz de las

niñas y los niños en la toma de decisiones

Serie: Participación Social y Construcción de Ciudadanía


Para escucharte mejor

Estrategias para incorporar la voz de las

niñas y los niños en la toma de decisiones

Haydeé Vélez Andrade

María Eugenia Linares Pontón

La publicación de este material fue posible gracias al apoyo de la Fundación Ford.


Para escucharte mejor. Estrategias para

incorporar la voz de las niñas y los niños

en la toma de decisiones

Primera edición, 2009.

© 2009 Hacia una Cultura Democrática A.C., ACUDE

Insurgentes Sur No. 4411, Edificio 7 Depto. 302.

Col. Tlalcoligia, Delegación Tlalpan. C.P. 14430,

Distrito Federal.

www.acude.org.mx

Texto: Haydeé Vélez Andrade y María Eugenia Linares Pontón.

Diseño Instruccional: Rina María Martínez Romero.

Revisión Técnica: Yolanda Corona Caraveo.

Coordinadora General del proyecto “Una Comunidad

que Aprende y Participa”: María Eugenia Linares Pontón.

Coordinadora Operativa: Consuelo Tafoya Guerrero.

Las imágenes de este documento son propiedad de Acude.

Producción: Soluciones de Comunicación, S.C.

www.sol-com.com

Diseño: Wendy Ovando Rojas

Corrección de estilo: Suset Carlos Campos

Impreso y hecho en México

Printed and made in Mexico

ISBN 978-607-7786-01-6


A Ceci Loría por su generosidad

y compromiso con la lucha por un

México más justo y equitativo.


Agradecimientos

A la comunidad tlalpense que participó activamente

para poder llevar a cabo las actividades a favor

de los niños y las niñas, queremos expresarle nuestro

más sincero reconocimiento por su entusiasmo

y solidaridad.

Agradecemos el aporte técnico y el compromiso de

los compañeros y las compañeras que colaboraron

en diferentes momentos del proceso del proyecto, y

especialmente a: Clementina Carbajal, Consuelo Tafoya,

Eduardo Ortega, Gustavo Hernández, Haydeé

Vélez, Laura Paredes, Laura Wong, María Morfín,

María Elena Durán, María Eugenia Linares, María

Teresa Rodríguez, Mitsi Nieto, Lidia Castillo y Sandra

Ramírez.

Para el desarrollo del proyecto se contó con el apoyo

técnico y financiero del Programa de Coinversión del

Gobierno del Distrito Federal, del Programa de Coinversión

del Instituto de Desarrollo Social del Gobierno

Federal, de la Fundación Ford y la Comisión de

Derechos Humanos del Distrito Federal.


Índice

Prólogo

Introducción

La necesidad de promover la participación infantil

¿A quiénes va dirigido el material?

La filosofía de Hacia una Cultura Democrática

a) El marco conceptual del cual partimos

i) La democracia como estilo de vida

ii) Los niños y las niñas como sujetos sociales

iii) La participación

b) La metodología que proponemos

1. Conducción de grupos focales

1.1 ¿Para qué son los grupos focales?

1.2 Objetivos

1.3 Metodología

1.3.1 Aspectos a considerar

1.3.2 Desarrollo de los grupos focales

1.3.3 El papel de los coordinadores del grupo focal

1.3.4 Captura de la información recabada en las hojas de observación

2. La consulta como medio para elaborar diagnósticos

2.1 ¿Qué es y para qué sirve una consulta?

2.2 ¿Cómo se hace?

2.3 Identificación de temas

2.4 Elaboración de boletas

2.4.1 Elaboración de boletas de votación a partir de los temas identificados

2.4.2 Pilotaje de las boletas

2.4.3 Consulta

2.5 Vaciado de datos, análisis de las respuestas y presentación de resultados

2.5.1 Vaciado de los datos obtenidos a través de preguntas cerradas

2.5.2 Análisis de las respuestas

2.5.3 Vaciado de los datos obtenidos a través de preguntas abiertas

9

13

16

16

18

18

19

20

21

21

23

23

23

24

24

25

28

31

33

33

33

34

34

34

37

37

38

38

41

41


2.5.4 Análisis de las respuestas

2.6 Presentación de resultados

2.6.1 Redacción de un texto que expresa las preocupaciones y las

propuestas para solucionarlas

3. Diálogo intergeneracional

3.1 ¿Por qué fomentar el diálogo intergeneracional?

3.2 El diálogo intergeneracional

3.2.1 Los objetivos del diálogo intergeneracional

3.2.2 Integración del equipo

3.2.3 Metodología

3.2.4 Momentos del proceso

3.2.5 En caso de conflicto

4. Impacto social del trabajo

4.1 Profundizar en los resultados

4.2 Difundir los resultados

Bibliografía

Anexos

Anexo 1: Grupos de discusión. Hoja de observación

Anexo 2: Ejemplo de una boleta terminada

Anexo 3: Consulta escolar en primaria. Concentrado de respuestas a

preguntas abiertas

Anexo 4: Recopilación de datos de la consulta escolar. Concentrado de

respuestas a preguntas abiertas por tema y subtema

Anexo 5: Diálogo intergeneracional. Carta descriptiva

41

42

42

43

44

44

46

47

47

49

51

53

53

53

55

57

59

60

62

63

65


Prólogo

“Solamente en la medida que nos

acerquemos a la realización de los

derechos de toda la infancia, los países

se acercarán a los objetivos

del desarrollo y la paz.”

Kofi A. Annan

Cuando María Eugenia Linares, Directora de Hacia una Cultura Democrática A.C.

(Acude), me hizo la atenta invitación para escribir los prólogos de estas guías, no

dudé en aceptar la petición, pues esta organización es públicamente reconocida por su

compromiso y entrega en la promoción del derecho de las niñas y los niños a expresar

sus opiniones y a ser escuchados, y por su labor de orientar a quienes desean impulsar

ese derecho.

Las presentes guías son herramientas metodológicas dirigidas a docentes, padres de

familia y, en general, personas interesadas en el desarrollo de las potencialidades de los

infantes, pues hoy en día necesitamos niños que sepan tomar decisiones y que se relacionen

con los demás de manera sana. Por ello, debemos crear ambientes que les permitan

escoger y decidir sobre su persona y los haga conscientes de sus derechos.

Ambas publicaciones son el resultado del trabajo realizado por Acude en la Delegación

Tlalpan del Distrito Federal, de 2001 a 2007. Como producto de esta experiencia,

se diseñaron instrumentos para poner en práctica la participación de niños y niñas: ayudándoles

a conocer los recursos y mecanismos de que disponen, así como su amplitud y

trascendencia. Ello supone, como principio fundamental, impulsar el interés superior del

derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo y el reconocimiento a la capacidad que

tenemos como ciudadanas y ciudadanos.

Entrometernos en lo que sí nos importa: los niños y niñas participan en la transformación

de su comunidad, recupera la metodología utilizada por Acude para coordinar el

proceso en el que niños y jóvenes participaron en la identificación de los problemas que

viven en su familia, escuela y comunidad y que afectan su convivencia y desarrollo. Una

de las principales fortalezas de este libro es el registro puntual de las propuestas de niños

y niñas para contribuir a transformar su entorno, la definición de acciones, el proceso

para elaborar un plan, la manera de llevarlo a cabo y su evaluación.

9


Para escucharte mejor: Estrategias para incorporar la voz de las niñas y niños en la

toma de decisiones es un libro que compila técnicas y herramientas útiles para que los

adultos puedan recoger las opiniones y propuestas de los niños y jóvenes con el fin de

de hacer un diagnóstico desde su mirada y, posteriormente promover la acción comunitaria.

A partir de esta concepción, que retoma a la educación como instancia para el fortalecimiento

de una niñez activa, ambas publicaciones son también un acierto para contribuir

a la formación de docentes de educación primaria, secundaria y preparatoria en el

enfoque de Derechos de la Infancia.

La educación sobre los derechos humanos es imprescindible para su promoción y respeto.

Sólo una infancia que conoce y entiende sus derechos sabrá exigir que se respeten

y se comprometerá a luchar por ellos en el futuro.

Extender una “cultura de los derechos” hacia la infancia, nos remite necesariamente

a respetar lo establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la

Asamblea General de Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, pues a partir de ésta

es que se considera y reconoce a niños y niñas como sujetos de derecho y no sólo como

objetos de cuidado y protección. Así lo establece la Convención en su artículo 12: “Los

Estados Parte garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio, el

derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que lo afecta, teniéndose

en debida cuenta las opiniones del niño, en función de su edad y madurez”. Y más adelante,

en el artículo 13, se afirma que “el niño tendrá derecho a la libertad de expresión;

ese derecho incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo

tipo, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en forma

artística o por cualquier otro medio elegido por el infante”.

Estamos seguros de que en la medida en que los niños y niñas sean tomados en cuenta,

se contribuirá a su desarrollo, al de su familia y al de su comunidad, pues cuanto más

rico sea el proceso de socialización del infante, mayor y mejor será su experiencia de

vida y su posibilidad de desarrollarse como sujeto de derecho en su vida futura.

Fortalecer su capacidad de decisión y promover formas de organización para que

niños y nilñas transformen su entorno, son otras importantes aportaciones de estas

guías y del proyecto de Acude; en particular si consideramos que escuela y familia

—las dos principales instituciones donde los niños socializan—, se caracterizan más

bien por una gestión jerárquica y autoritaria. Además, en su vida cotidiana son escasas

las oportunidades que los niños tienen para expresar su opinión, desarrollar un juicio

crítico y, sobre todo, adquirir las competencias necesarias para la convivencia democrática.

Quienes deseamos una sociedad más democrática estamos convencidos de que entre

más temprano se empiece una formación ciudadana, mejores resultados se tendrán. Los

cambios no suceden por generación espontánea. Los niños no serán distintos a nosotros

10


por un acto de magia y no tendrán buenas condiciones de salud y desarrollo por actos

de voluntad. Será a través de las políticas públicas, de la asignación de recursos y del

trabajo de las organizaciones de la sociedad civil —como Acude—, que se logrará esta

transformación.

Comparto el compromiso y acompaño las acciones de Acude en su búsqueda de hacer

realidad la aspiración de empoderar a la niñez, promover su derecho a la educación,

respetar su diversidad, enriquecer sus diferencias y fortalecer sus sueños, pues tengo la

certeza de que para construir una cultura que favorezca el respeto a los derechos humanos

de todos, primero hay que sembrar las bases que nos permitan construir una sociedad

más justa y democrática, en donde el respeto y promoción de los derechos de la infancia

sea una realidad.

Emilio Álvarez Icaza Longoria

Presidente de la Comisión de

Derechos Humanos del Distrito Federal

11


Introducción

Un avance muy importante en la concepción

de infancia a nivel mundial ha sido la incorporación

de un grupo de artículos (12 al 15,

17, 30 y 31) de la Convención de los Derechos del

Niño relacionados con la participación, los cuales

se refieren al derecho de niñas y niños a formarse

un juicio propio, a expresar sus opiniones y a ser

escuchados sobre asuntos que les atañen de manera

directa. Este hecho marca un cambio cualitativo

y fundamental en la manera de ver a los niños y las

niñas, pues ya no podemos verlos sólo como objeto

de cuidado y protección, sino también como

sujetos de derecho, con capacidad de opinar, tomar

decisiones y contribuir a la transformación de

su entorno.

En nuestra sociedad, en lo cotidiano, se ha negado

la participación a niñas, niños, y jóvenes en

la toma de decisiones, muchas veces aduciendo

inmadurez, desconocimiento o falta de experiencia. Argumentos semejantes se han empleado

para excluir a las mujeres, a los indígenas, a los pobres y a muchos otros grupos

considerados minoritarios. Una explicación a esto es que las diferencias entre los grupos

se han considerado defectos o carencias, en vez de concebir a éstos a partir de sus propias

características, y de valorar sus opiniones y puntos de vista, como aportes básicos para la

transformación social.

En el proceso de construcción de una cultura democrática parece necesario que los

adultos lleven las nuevas ideas a la vida cotidiana y que se transforme la relación con niños,

niñas y jóvenes de manera que, además de poner atención a sus necesidades, se aprenda a

escuchar su punto de vista y a asegurarse de incorporar su opinión cuando se toman decisiones

que les afectan. A fin de cuentas, se trata de abrir espacios de participación pública en

los que se diriman cuestiones relativas a la vida, problemas y necesidades cotidianas de los

diferentes actores sociales. Por eso, muchos de nosotros trabajamos en proyectos educativos

enfocados en el desarrollo integral de las personas, el fortalecimiento de la comunidad, en un

13


14

sentido más amplio, en la construcción de una sociedad

democrática. Desde esta perspectiva, la promoción de la

participación de todos los actores sociales y del diálogo

entre los diferentes sectores de la población, se constituye

como elemento central para lograrlo.

La democracia no se establece por decreto y no se limita

a una urna de votación o a un régimen político. La

democracia es un estilo de vida y como tal está en constante

cambio y perfeccionamiento, pues no hay un único

modelo de democracia, ésta se modifica y se construye

de acuerdo con las diversas épocas y estructuras sociales

que existen.

La sociedad mexicana ha vivido, por años, bajo una

cultura política autoritaria, vertical, clientelar y esto se reflejó

en una ciudadanía acrítica, pasiva desinteresada por

la vida pública. Esa situación empezó a modificarse en

algunos sectores sociales hace algunas décadas, cuando

diversos movimientos sociales comenzaron a cambiar el

modo de hacer política, cuando las organizaciones civiles

empezaron a inmiscuirse en distintos ámbitos, cuando se

pusieron en la mesa de discusiones temas como los derechos

humanos, la participación ciudadana, la rendición de

cuentas, la equidad de género, etcétera.

Hoy se habla de una transición democrática que debe

consolidarse, para ello se requiere preparar a los niños y

las niñas de nuestro país, de modo que adquieran las habilidades

necesarias para participar, pues la participación

activa en la resolución de los problemas que afectan nuestra

comunidad es la base de una ciudadanía activa, crítica,

propositiva, capaz de cambiar el rumbo de las cosas.

La presente guía tiene la finalidad de promover el

ejercicio del derecho a participar de los niños y las niñas,

así como orientar a quienes están interesados en escuchar

de “cerca” su voz. Ello conlleva, de manera simultánea,

la suma de otros sectores al proceso: adolescentes y jóvenes,

adultos y adultos mayores.

En este documento encontrarán, en dos apartados introductorios,

tanto la importancia de promover la participación

infantil, como un esbozo de la filosofía de Acude,


en la cual se fundamentan los instrumentos de participación mencionados. Después se presentan

los tres instrumentos propuestos, esto es, los grupos focales, la consulta y el diálogo

intergeneracional con sus respectivos objetivos y procedimientos. Y, por último, se dedica un

espacio a plantear cómo pueden impactar socialmente los instrumentos.

Los instrumentos que se proponen han sido probados y son sólo algunos de los diversos

mecanismos para recoger las opiniones y/o percepciones de un grupo de personas. Sin embargo,

existen otras herramientas que tienen el mismo propósito, tal es el caso de las entrevistas,

las encuestas, el plebiscito o el referéndum.

Esperamos que este documento pueda dar algunas herramientas sobre cómo recoger la

voz de niños y niñas para, además de incentivar la participación infantil, posicionar sus aportes

y expectativas como fundamento de una sociedad más incluyente y plural.

15


La necesidad de promover

la participación infantil

promoción de la participación infantil

La es resultado de un interés más amplio

por favorecer la consolidación de la democracia

y el bienestar de la niñez. En este sentido, el

trabajo de promoción de los derechos humanos

de niños y niñas que se había realizado a través

del Colectivo Mexicano de Apoyo a la Niñez

(COMEXANI) constituye el antecedente inmediato

de Hacia una Cultura Democrática, A.C.

El propósito fundamental de fomentar la

participación de niñas y niños es porque estamos convencidos de que es una manera de fortalecer

una democracia participativa, en la que la voz de la niñez sea escuchada, tomada en

consideración y puesta en movimiento. De modo que, al mismo tiempo que se fomenta el

aprendizaje para ejercer una ciudadanía más plena, se fortalece la democracia como estilo de

vida y como sistema político.

La construcción de estilos de vida con relaciones más horizontales puede fincarse en la

formación de hábitos participativos, en los que el respeto por la opinión del otro, el consenso

de normas, la discusión y el debate sustentados sean la base para construir nuevos modos de

relación entre las personas y en espacios colectivos más amplios.

Una participación ciudadana respetuosa de los derechos humanos, formada en los deberes

y derechos de la democracia, y acompañada de una rendición de cuentas que toque los ámbitos

financiero y administrativo, pero también de diseño e implementación de proyectos, sin

duda será nodal para forjar una cultura política más transparente y equitativa.

¿A quiénes va dirigido el material?

La guía está dirigida a todos aquellos interesados en conocer la opinión de los niños y las

niñas (de 5 a 18 años), a quienes se interesan en recoger sus experiencias para luego ponerlas

en movimiento, darles sentido y dirección para que no queden en el aire o como parte

16


de ejercicios retóricos o de legitimación de un grupo. La idea es, a través de un aprendizaje

conjunto, abrir espacios de participación y diálogo.

Los ejercicios que se proponen están encaminados a fortalecer el tejido social, a establecer

compromisos claros y concretos con la información que se obtenga a partir de los

instrumentos propuestos (grupos focales, consulta y diálogo integeneracional) y, además,

a detectar problemas puntuales u opiniones respecto de una situación determinada. El propósito

es mejorar y modificar el entorno en el que se vive, en especial, incidir en quienes

participan para fomentar el respeto, la solidaridad, la pluralidad, el diálogo, la apertura y el

reconocimiento tanto de las diferencias como de las convergencias. 1

El amplio uso que se puede hacer de los instrumentos participativos que se proponen

permite, a su vez, desarrollarlos con personas de otras edades y en ambientes educativos formales

e informales, rurales o urbanos. Los instrumentos son simplemente eso, instrumentos

susceptibles de ser mejorados, modificados y enriquecidos, siempre tomando en cuenta el

contexto y a las personas con las que se va a trabajar.

1 Cfr. también la guía Entrometernos en lo que sí nos importa.

17


La filosofía de Hacia

una Cultura Democrática

misión que, como organización civil sin fines de lu-

La cro, nos hemos propuesto es la de influir en las políticas

públicas en materia educativa para que se dé prioridad

al bienestar y desarrollo de la infancia, y se reconozca a los

niños y las niñas como sujetos sociales capaces de contribuir

a la construcción de una sociedad más democrática, participativa

e incluyente.

En ese sentido, la visión futura de Acude es que llegue a ser

una asociación reconocida nacional e internacionalmente como

referente en asuntos relacionados con la infancia y la educación,

por su capacidad de generar conocimiento basado en la investigación

y en la práctica, así como por la pertinencia en el análisis

de políticas públicas y por la calidad de sus propuestas. En consonancia con nuestra misión y

visión planteamos a continuación el siguiente marco conceptual y metodología de trabajo.

a) El marco conceptual del cual partimos

A toda propuesta de trabajo subyacen conceptos que le dan sustento y que sirven de

soporte. Y si bien es cierto que siempre existe el riesgo de no explicitar alguno, queremos

enfatizar los conceptos básicos que permiten el desarrollo de los tres instrumentos

participativos propuestos, éstos son: la democracia como forma de vida, la necesidad de

considerar a las niñas y a los niños como sujetos sociales que tienen un aporte que hacer

para la construcción de la sociedad que queremos, y la participación como pieza clave

para promover la comunicación y el diálogo en la comunidad (Linares, Vélez: 2007).

Todos estos conceptos están cobijados en el gran marco de los derechos humanos en

general, y los derechos de los niños y las niñas en particular.

18


i) La democracia como estilo de vida

La democracia, además de ser un sistema

de gobierno es una forma de vida,

una manera de relacionarnos con el otro,

ya sea con la pareja, con los compañeros

en el trabajo, con los hijos en la familia

o con los vecinos en la colonia. Es por

eso que se aprende a ser ciudadano en la

vida cotidiana y en la relación con los

otros.

A los adultos que estamos en contacto

con niñas, niños y jóvenes, nos

corresponde crear espacios de convivencia acordes con los valores que sustenta la democracia.

Es nuestra obligación generar ambientes en los que se respete a las personas

por el solo hecho de serlo, más allá de su condición económica, su edad, nivel educativo

o religión. Una ciudadanía democrática demanda espacios en los que se puedan expresar

las opiniones sin temor a que sean descalificadas, en los que se puedan hacer propuestas,

participar en la toma de decisiones colectivas y asumir compromisos para contribuir al

bien común.

Durante el proceso de socialización de los niños y las niñas, las experiencias tempranas

de colaboración y de participación constituyen la base para su formación ciudadana, que

luego se puede complementar con la información y las oportunidades u obstáculos que una

sociedad democrática ofrece a sus habitantes para que participen, ya sea de forma directa o a

través de las instancias de representación política.

Una educación democrática, entendida como “liberación de las capacidades individuales

en un crecimiento progresivo dirigido a fines sociales” (Dewey, 2004: 91) busca fomentar el

desarrollo de la intuición y el entendimiento para que los niños y las niñas construyan y organicen

un nuevo orden, al dotarlos de hábitos 2 que hagan de la intuición y el entendimiento

instrumentos efectivos en la práctica.

2 Recurrimos aquí al concepto deweyano de hábito que señala: “El poder crecer depende de la necesidad

de los demás y de la plasticidad. Ambas condiciones se dan plenamente en la infancia y en la juventud. La

plasticidad o poder de aprender de la experiencia significa la formación de hábitos. El hábito significa el

control sobre el ambiente, el poder para utilizarlo para los propósitos humanos. Los hábitos adoptan la forma

de la habituación o de un equilibrio general y persistente de las actividades orgánicas con un ambiente, y de

las capacidades activas para reajustar la actividad a las nuevas condiciones. La primera proporciona el fondo

del crecimiento: la última constituye el crecimiento. Los hábitos activos suponen pensamiento, invención e iniciativa

para aplicar las capacidades a las nuevas aspiraciones. Se oponen a la rutina, que marca una detención del

crecimiento” (Dewey, 2004: 55).

19


Por eso, la democracia “es más que una forma de gobierno; es primariamente un modo

de vivir asociado, de experiencia comunicada juntamente. La extensión en el espacio del

número de individuos que participan en un interés, de modo que cada uno ha de referir

su propia acción a la de los demás y considerar la acción de los demás para dar pauta y

dirección a la propia, equivale a la supresión de aquellas barreras de clase, raza y territorio

nacional que impiden que el hombre perciba la plena significación de su actividad”

(Dewey, 2004: 82).

ii) Los niños y las niñas como sujetos sociales

Otra de las premisas de las que parte

nuestro trabajo es el considerar a

niños y niñas como sujetos sociales

capaces de participar en la transformación

del ambiente que les rodea.

Ello significa que se pone el acento en

el respeto, la escucha y un trato digno

y responsable hacia el otro, lo cual

necesariamente redunda en relaciones

más equitativas. Como lo plantea José

Luis Campo (2006): “Solamente en el

reconocimiento de los niños y niñas

como sujetos sociales es posible generar procesos de educación y desarrollo.”

La cuestión es cómo potenciar ese ser sujeto de niños y niñas en la construcción de

su propia historia y de su educación tomando en consideración que la educación también

ha sido un instrumento legitimador de los diversos proyectos de Estado que han existido,

pues “los niños como sujeto social e histórico, han sido muy poco considerados en estas

discusiones; la voluntad modernizante y racionalizante no ha llegado a preocuparse por la

infancia en un sentido social, cultural o histórico, sino sólo en una restringida orientación

funcional. En muchas de las aproximaciones analíticas y programáticas en torno a la educación

se proyecta el tipo de individuo que se espera crear (educar), pero no se investiga

ni se somete a discusión el tipo de sujeto con el que el sistema interactúa” (Barrientos,

Corvalán: 1995).

Nuestra propuesta está encaminada a empoderar al niño como sujeto, de modo que

sea partícipe de la transformación de su entorno y de su propia construcción, y al mismo

tiempo esté dispuesto a escuchar al otro, a cambiar de opinión, lo cual puede ser un modo

de reconocer la alteridad y de renunciar a una única vía de ver la realidad y de actuar, de

modo que pueda volverse más incluyente y plural. Esto nos lleva a nuestro tercer elemento

clave.

20


iii) La participación

En concordancia con lo anterior, “el

tipo de participación que buscamos

pretende una participación activa, es

decir, una participación que no está

dada (tipo usuarios de un servicio) o

predeterminada (por la donación de

recursos), sino en la que las personas

se involucren en un proceso que

[puede ir] desde la definición de lo

que se ofrece hasta la implementación

y gestión de la política, acción o

programa. Por tanto, es una participación

que presupone responsabilidad social, compromiso, transparencia, trabajo conjunto

(“nosotros”) y no suma de individualidades, lo cual se traduce en capacidad de decisión y

acción” (Vélez, et al. 2008: 3).

Nos interesa pues, crear ambientes de respeto en los que la palabra de todos tenga cabida y la

participación se encamine a buscar consensos en los que el disenso no sea visto como motivo de

división, cierre del diálogo o disputa, sino como postura divergente sobre un contexto social compartido.

Es claro que la participación no evita el conflicto, pero consideramos el conflicto como

un momento de crisis que brinda la posibilidad de crecimiento y enriquecimiento personal y grupal,

en el que se debe privilegiar el diálogo y la negociación, en lugar de la violencia o el ataque.

Para los niños y las niñas, así como para los jóvenes y adultos, participar es una actividad

conformadora, pues “la participación con otros en tareas comunes es parte de la

transformación del ser humano en un ser social, al satisfacer un importante deseo de relacionarnos

con otros, y ayudar a los individuos a descubrir la fuerza potencial de la colaboración”

(Myers 1992: 388).

Participar significa formar parte y qué mejor que hacerlo desde una perspectiva activa,

reflexiva, en la que tengamos conciencia de ese formar parte y ayudemos a modelar y moldear

la participación al lado de otros y otras.

b) La metodología que proponemos

La metodología que sustenta nuestros proyectos está basada en la participación activa de

quienes intervienen, así como en la construcción de alianzas y redes con organizaciones,

instituciones y autoridades del gobierno, de modo que cada actor pueda aportar al propósito

común y el proyecto pueda favorecer las líneas de trabajo e investigación de organizaciones,

21


instituciones y autoridades del gobierno, pues estamos convencidos de que el conocimiento

se construye de manera colectiva.

La metodología que proponemos para el trabajo directo con niños y niñas, se funda en

una participación dialógica, en el acuerdo de normas consensuadas, el reconocimiento de

la alteridad y el respeto de los derechos humanos en general y de la convivencia democrática

en particular.

22


1. Conducción de

grupos focales

1.1 ¿Para qué son los grupos focales?

Las sesiones de grupos de discusión o grupos

focales permiten obtener información

de una forma rápida y eficaz. Las sesiones de

grupo no son, ni reemplazan, las investigaciones

basadas en entrevistas individuales, pero sí nos

permiten aclarar hipótesis, sondear reacciones

respecto de un tema específico o tener un mayor

conocimiento sobre un tema en particular.

Los grupos focales son útiles cuando queremos

explorar el lenguaje o vocabulario que es

utilizado por la comunidad o por un grupo de personas, por ejemplo, expresiones coloquiales

o familiares para ellos. También nos permiten generar nuevas ideas para el desarrollo de una

imagen o concretamente de algún material con base en comentarios de los participantes del

grupo en torno a lo que dicen que les gustaría y lo que les disgustaría.

Por otro lado, posibilitan el conocer lo que piensan las personas en torno a un tema,

sondear necesidades latentes no satisfechas, conocer experiencias, etcétera, para ello es importante

que las personas, en este caso niñas, niños y jóvenes se expresen libremente, sin

interrupciones, en este sentido, también es importante observar las reacciones no verbales,

como gestos o expresiones que hagan en torno a un tema.

1.2 Objetivos

Los objetivos de los grupos focales, como los utilizamos aquí, son que las niñas y los niños

expresen con sus propias palabras:

• La percepción, las ideas o experiencias que tienen sobre un problema específico.

• Los elementos y actores que identifican como participantes de un problema.

• Las propuestas de solución al problema detectado.

De modo que vivan la experiencia como un proceso en el que no sólo se expongan los

problemas que vive la comunidad, sino que se tenga la posibilidad de influir para cambiarlos.

23


En este camino hacia la búsqueda de soluciones los niños y las niñas tendrán la oportunidad de vivir

el diálogo, el conflicto, la discusión, la alteridad, etc., no desde supuestos teóricos, sino a partir

de actividades precisas y concretas que los lleven a poner en práctica los elementos citados.

El objetivo de los grupos de discusión es que los participantes expresen, con sus propias

palabras, los problemas principales que observan en su entorno (familiar, escolar, comunitario)

y, a partir de ello, prioricen el o los temas o problemas que consideran más apremiantes. Es importante

lograr que los participantes caractericen los temas o problemas, para después plantear

propuestas de solución desde diferentes ámbitos (personal, familiar, escolar y gubernamental),

por ello, los grupos de discusión constituyen un espacio de aprendizaje y reflexión.

En ese sentido, la democracia se aprende ejerciéndola, en los grupos de discusión esto se

hace desde el principio, a través del consenso de reglas para convivir con los demás participantes

y, a lo largo de la discusión, tratando de profundizar en los acontecimientos que los niños

y las niñas describen mediante preguntas problematizadoras que buscan ahondar en el tipo de

relaciones que se dan en determinada situación, cómo y por qué se dan ciertas circunstancias,

etcétera.

1.3 Metodología

Los grupos focales trabajan con niñas, niños,

jóvenes o adultos y están conformados por un

máximo de diez personas y un mínimo de cinco,

con el fin de que los participantes se expresen con

facilidad, en un ambiente cálido, relajado y de

respeto. En cada grupo focal habrá un moderador

y uno o dos observadores.

La metodología empleada se basa en la participación

activa de quienes conforman el grupo y en

el apoyo de un moderador, quien tendrá la tarea de

facilitar el trabajo del grupo, de orientar las preguntas y favorecer un ambiente tranquilo. Se

recomienda elaborar una carta descriptiva de la sesión, de modo que haya una guía del trabajo

sobre lo que se va a realizar y una explicación sobre el qué, para qué y por qué de cada uno de

los momentos que se van a desarrollar.

1.3.1 Aspectos a considerar

Para el buen desarrollo del trabajo es indispensable que existan condiciones adecuadas, esto

es, las sesiones deberán realizarse en espacios amplios, con suficiente luz y ventilación, las

sillas estarán colocadas en círculo o alrededor de una mesa; se trata de que las y los participantes

se sientan cómodos y en confianza. Si es necesario, se sentarán en el suelo.

24


Es conveniente tener agua, refrescos y galletas suficientes y, si se requiere, hacer un receso

para que descansen.

Cada sesión no debe durar más de dos horas y media, ya que los participantes se pueden

cansar o aburrir, pero dependerá de cada grupo y de la edad de los participantes.

1.3.2 Desarrollo de los grupos focales

La propuesta de trabajo que se presenta a continuación contempla nueve pasos para la

conformación y el desarrollo de los grupos:

a) Presentación de la sesión.

b) Presentación de los participantes.

c) Elaboración de acuerdos para trabajar en grupo.

d) Selección del tema o temas que les interesan.

e) Discusión de propuestas de solución.

f) Elaboración de una síntesis.

g) Presentación creativa de la problemática discutida y su propuesta de solución.

h) Formación de subgrupos.

i) Elaboración de conclusiones y cierre.

Presentación de la sesión

Presentación de los participantes

Elaboración de acuerdos para trabajar en grupo

Selección de tema(s) de interés

Presentación de propuestas de solución

Elaboración de síntesis

Presentación creativa de la problemática

Formación de subgrupos

Elaboración de las conlusiones

25


Cabe señalar que los pasos descritos pueden

variar de acuerdo con las edades de los niños, ya

que los más pequeños tienen tiempos de concentración

más breves y su capacidad para ponerse

en el lugar del otro es más limitada. Hay que

tomar en cuenta esto para ajustar la propuesta

a las necesidades de cada realidad. Los pasos

no siempre siguen una secuencia precisa, en los

hechos, pueden traslaparse. Para mayor detalle

en el procedimiento de cada paso se propone la

consulta del tarjetero que aparece al final de la publicación.

a) Presentación de la sesión. Una vez que el grupo está acomodado el moderador hace una

breve introducción (5 a 10 minutos) en la que se presenta a sí mismo, al observador, el proyecto,

el objetivo de la reunión, la metodología y el orden del día. La primera parte se trata,

únicamente, de que cada miembro del equipo diga su nombre y el papel que va a desarrollar,

por ejemplo, “Soy Juan X y voy a ser el moderador del grupo”.

La presentación del proyecto se refiere a la denominación de la propuesta (por ejemplo,

“Una comunidad que aprende y participa”) y a su objetivo general (promover la participación

infantil sobre los asuntos que les interesan), esto sirve para orientar a los participantes respecto

del marco más amplio en el que se desarrollará la actividad del día. Para dar mayor certeza

sobre lo que se hará en la jornada de trabajo es preciso señalar el objetivo de la reunión

(conocer los problemas que afectan a su escuela), la metodología (cómo se va a trabajar) y el

orden del día (qué se va a hacer y en qué momento.)

b) Presentación de los participantes. Para este momento se pueden planear distintas técnicas,

la idea es que cada participante se presente y exponga sus expectativas sobre el grupo focal o

de discusión (15 minutos). Se pueden utilizar gafetes o etiquetas para que cada uno ponga su

nombre, también se les puede pedir que expresen cómo se enteraron del grupo, cuál es su pasatiempo

favorito, etcétera, lo importante es crear un ambiente cordial y propicio para el trabajo.

c) Elaboración de acuerdos para trabajar en grupo. El propósito es definir con los participantes

las reglas mínimas de convivencia, por ejemplo:

1. Respetar al que está hablando.

2. Levantar la mano para pedir la palabra.

3. Guardar silencio para escuchar al que tiene la palabra.

4. No apartarse del tema y exponerlo con la mayor objetividad.

5.

Centrarse en el problema y evitar toda referencia personal.

26


6. Hacer intervenciones breves y concisas para que todos tengan oportunidad de hablar.

Los participantes pueden agregar otras reglas, lo importante es que todos estén de

acuerdo con ellas.

d) Selección del tema o temas que les interesan. El moderador lanzará la pregunta ¿qué

temas les gustaría discutir?, ¿qué les preocupa? Lo ideal es llegar a discutir sobre un único

tema, pero por lo general hay varios temas de interés, por lo que se pueden seleccionar uno o

dos marcando tiempos muy precisos para discutirlos. Hay que concretar de manera clara el o

los temas que se están analizando: a qué se refieren, de qué situación hablan, en dónde suceden

(poner ejemplos concretos ayuda mucho a aclarar lo que ocurre), cómo sucede, quiénes

son los actores, cómo les afecta, qué emociones o sentimientos les provoca. Sería muy bueno

que al final de la discusión entre todos elaboraran una definición del tema o problema, para

poder pasar al siguiente punto.

e) Discusión de propuestas de solución. Una vez que está bien identificado el problema

se pide a los participantes que piensen cómo se puede solucionar (30 minutos). ¿Quiénes

pueden contribuir a mejorar la situación?, ¿qué pueden hacer ellos?, ¿qué instancias o instituciones

pueden ayudar?, ¿qué deben hacer los gobernantes?, ¿qué le toca a la comunidad?,

¿qué recursos se necesitan?, ¿qué acciones o tareas implica? Hay que estar seguros de que

se ha descrito muy bien la solución que se propone, pues eso permitirá elaborar una ruta de

trabajo clara y detallada.

f) Hacer una síntesis. Una vez que se ha tenido un panorama de la situación y de las posibles

soluciones, el moderador hace una síntesis o resumen de la discusión, a fin de clarificar

posibles dudas y verificar acuerdos, si es que se ha llegado a ellos o, en su caso, registrar las

opiniones vertidas por el grupo.

g) Motivar al grupo a representar con un medio de expresión artística la problemática

discutida y su propuesta para solucionarla. Una vez que se discutieron las posibles propuestas

de solución, se divide el grupo en equipos. Algunos harán una presentación creativa

del problema o tema elegido y discutido y otros prepararán la presentación creativa para la

solución del problema. Pueden elegir varias formas de presentación del trabajo (1 hora):

a) Un sketch.

b) Un dibujo.

c) Un poema.

d) Una canción.

e) Una representación teatral.

f) Un periódico mural.

27


El propósito es que las niñas y los niños tengan tanto la vivencia del problema como del conflicto

y que la representación ayude a clarificar situaciones dudosas, discrepancias y otros aspectos.

h) Se continúa el trabajo en subgrupos.

El trabajo en subgrupos ayuda a ejercitar el

diálogo, la escucha activa, la discusión, la

participación de personas que quizá en el

grupo grande no lo hacen. Una vez terminada

la actividad el moderador del grupo

hará un análisis de lo expresado por cada

equipo, para lo cual puede hacer las siguientes

preguntas:

a) ¿Qué situación representaron?

b) ¿Qué quisieron decir (expresar)?

c) ¿Por qué lo dicen?

d) ¿Por qué creen que lo que hacen representa el tema discutido o la propuesta de solución?

En caso de trabajar con niños y niñas muy pequeños, pueden diseñarse otras actividades,

por ejemplo, pueden hacer un dibujo en lugar de llevar a cabo una discusión. Al reverso de

cada dibujo se pondrá la edad del niño y lo que quiso expresar; nunca se deben exhibir los dibujos

con el nombre, esto con el propósito de proteger a los niños y las niñas, especialmente

cuando se abordan temas delicados.

i) Elaboración de conclusiones y cierre. El moderador hace una síntesis de lo que se hizo

y da las gracias por la participación. Por ejemplo, “hoy nos reunimos para hablar de los problemas

que nos preocupan, de entre varios escogimos el... conversamos sobre nuestra experiencia,

intercambiamos ideas, pensamos en soluciones posibles y cómo podemos participar

en la solución de los problemas que nos afectan”.

También conviene señalar algunas de las cosas que aprendimos: a ponernos de acuerdo

sobre el tema que nos preocupa, a pedir la palabra, a escucharnos unos a otros y a buscar

soluciones a los problemas que nos afectan, es decir, indicamos cómo estamos aprendiendo

a participar.

1.3.3 El papel de los coordinadores del grupo focal

Los papeles fundamentales de quienes participan en la organización y conducción de un grupo

focal son: el moderador, el apoyo del moderador y el observador.

28


El moderador, facilitador o coordinador será una persona con experiencia en el manejo

de grupos y su tarea será:

• Enunciar quiénes participarán en la sesión (un facilitador, un apoyo y un observador)

y qué papeles jugarán. Por ejemplo, al inicio de la sesión, el coordinador se presentará

y explicará cuál es el propósito de la sesión.

• Presentar al observador u observadora y explicar que esa persona escuchará su conversación

y hará algunas anotaciones sobre cómo se desarrollará la sesión, de manera que

se cree un ambiente de confianza.

• Escuchar, su tarea no es expresar su opinión, pues hay que evitar que el grupo de discusión

se convierta en una clase, por ello les dirá que su opinión es muy importante y que

serán escuchados con atención.

• Crear un ambiente cordial, propicio para el trabajo.Para lograrlo, promueve la confianza

y el respeto, por ejemplo, procura que el espacio de convivencia sea adecuado, que

no estén presentes personas que no están invitadas, coloca las sillas en círculo para que

todos puedan verse, se integra al círculo para estar al mismo nivel que el resto de los

participantes, está muy atento a las reacciones a fin de que exista congruencia con lo

que se quiere promover, no emite juicios, no personaliza o etiqueta.

• Facilitar la participación de todos y favorecer la escucha activa, 3 procurando que el

tema sea de interés para la mayoría, y solicitar al grupo que escuche a quien hace

uso de la palabra. Promueve la equidad y orden en la participación, propicia la expresión

de diversos puntos de vista, experiencias, ideas y puntos de coincidencia,

favorece la discusión y el consenso, considerando los desacuerdos. No es necesario

que todos intervengan con igual frecuencia, pero es importante que cada uno exprese

su opinión concerniente a cada uno de los puntos más importantes. Las personas

tímidas necesitan ser alentadas y, si es necesario, hay que hacerles ver que también

su opinión es muy importante.

• Mantener una posición de neutralidad activa durante las discusiones; para ello, no emite

juicios sobre los comentarios del grupo ni da su punto de vista a menos que se trate de

una situación límite. Evita interpretar, mejor pregunta, por ejemplo, “no estoy seguro

de haber entendido lo que dijiste, ¿podrías ampliarlo?”.

• Hacer preguntas sencillas y directas, pues es el mejor recurso pedagógico para obtener

la información deseada. Estas preguntas no son un cuestionario, tampoco se aplicarán

como tal, simplemente son un auxilio para que el conductor pueda dirigir la discusión.

• Asegurar que se toquen los puntos establecidos en la carta descriptiva, para ello,

revisa con anticipación cada uno de los puntos de la carta y la tiene a la mano para

3 La escucha activa se refiere a focalizar la atención en la persona que habla, con el fin de comprender lo que

dice. El que escucha debería ser capaz de repetir con sus propias palabras lo que escuchó. La escucha activa no

implica estar de acuerdo con el otro, sólo comprender lo que expresa.

29


su consulta; tiene a la vista de todos los temas y las preguntas clave; evita que se

disperse la conversación; introduce el siguiente tema cuando ya se ha discutido lo suficiente

el punto o aprovecha que alguien lo menciona para que se continúe hablando

sobre eso; controla los tiempos, a fin de tocar todos los aspectos referidos en la carta

descriptiva.

El rol de quien apoya al coordinador es muy importante para realizar la discusión

adecuadamente, su trabajo es observar:

• El ánimo del grupo y, si es necesario, hacer una pausa para relajarse y descansar, se lo

comunica al coordinador.

• Si alguno de los participantes está incómodo y necesita apoyo, busca la manera de

ayudarlo.

• Si se está grabando la sesión, ve que la grabadora esté funcionando y cambia los

casetes.

• El manejo del tiempo para ayudar al moderador dándole una señal o mandándole una

tarjeta.

• Que se toquen todos los puntos de la carta descriptiva.

El observador es quien registra las respuestas y las condiciones en que se da la interacción

conforme a la hoja que se le proporciona (ver en el Anexo 1 una propuesta de guía para

la observación); garantiza que se recolecte toda la información necesaria de la manera más

fiel posible; toma nota de lo que dicen los participantes; escribe textualmente –en la medida

de lo posible–, lo que dicen los participantes, usando los formatos diseñados para tal efecto;

evita interpretar, sólo escribe lo que escucha. Algunos factores que se pueden observar son:

cantidad de hombres y mujeres, nivel de participación de grupo, cómo llegaron a acuerdos

para representar un tema, cómo eligieron representarlo de dicha manera, etcétera.

Es muy importante aprender a discriminar la información significativa de la que no lo es.

Antes de realizar la observación se deben definir los objetivos que se persiguen, determinar

los puntos que se van a observar, las condiciones en que se asumirá la observación y las

conductas que deberán registrarse. Existen básicamente dos formas de observar, una es la

observación simple, no regulada o no controlada, en la que se tienen lineamientos generales

para la observación de los aspectos del fenómeno de interés. La otra forma es la sistemática,

regulada o controlada, en la que se dispone de un instrumento estandarizado o estructurado

para medir las variables 4 en estudio de una manera uniforme; en este caso proponemos la

observación a través de un instrumento estandarizado.

4 La variables son aspectos de la realidad que deseamos estudiar.

30


1.3.4 Captura de la información recabada en las

hojas de observación

Con el propósito de ordenar la información recabada en las hojas de observación de los grupos

de discusión se diseñó un esquema para concentrarlos. La idea del concentrado es ir ordenando

los datos de modo que se identifiquen temas y subtemas, así como expresiones que

den cuenta del sentir y pensar de los participantes. En el Anexo 1 se puede ver un ejemplo

a este respecto.

La información que se obtiene es doblemente valiosa pues por un lado, arroja la frecuencia

con que se señala un tema y subtema (material cuantitativo) y, por otro, muestra

con frases o comentarios los argumentos o emociones de quienes participan (datos cualitativos).

En la hoja de observación es necesario escribir los siguientes datos:

• La fecha en la que se realiza la actividad, a fin de dar un orden cronológico al registro

de las acciones –en especial si se van a hacer varias observaciones–, y a los archivos

en los que se guarda la información recabada.

• El lugar en el que se desarrollan las actividades.

• El horario y grupo con el que se trabajará, por ejemplo, si se trata de una escuela

puede haber turno matutino y vespertino, así como diferentes grados y grupos (1° A,

1° B, etcétera).

• El número de hombres y mujeres nos ayuda a observar la composición del grupo y,

posteriormente, nos puede dar pistas sobre la dinámica de trabajo que se estableció.

Asimismo, nos puede ayudar a establecer condiciones de equidad, a observar quiénes

participan más y cómo lo hacen, etcétera.

• Las edades de los participantes, para adecuar los contenidos y las actividades de

acuerdo con las necesidades del grupo de edad. No es lo mismo trabajar con niños de

6 a 8 años que con niños de 9 a 11 años.

• El total de participantes, lo recomendable –como ya se dijo–, es trabajar con grupos

pequeños, pues eso facilita la participación, el diálogo, la escucha activa y permite al

moderador atender a todos y cada uno de los asistentes.

• El nombre del coordinador y el nombre del observador, para identificar la mancuerna

de trabajo y poder complementar o corroborar la información en caso de necesitarse.

En cuanto al cuerpo de la hoja de observación tenemos tres ámbitos a considerar:

• Qué dice el coordinador.

• Las respuestas de los participantes.

• El ambiente.

31


Registrar las intervenciones del moderador es importante, pues ayuda a revisar la manera

en que se está desarrollando dicho rol, permite observar qué dinámicas está estableciendo,

si es equitativo en la manera de dar la palabra, si cumplió con los puntos señalados

en la carta descriptiva, etcétera.

En cuanto al registro textual de las participaciones, la idea es poder recuperar frases que

dejen ver la percepción de los asistentes, es la materia prima con la que se trabajará a la

hora de sistematizar la información y de interpretarla. La manera en que se dicen las frases

y el momento en el que se dicen son una fuente de información, pues ayudan a contextualizar

y matizar lo que expresaron los asistentes.

El observar y describir el ambiente del grupo se refiere no sólo a las condiciones del

lugar (amplio, luminoso, ventilado, cómodo), sino a las situaciones que se viven a lo largo

de la sesión: cordialidad o tensión, competitividad, paciencia, respeto del otro, conflicto,

etcétera.

32


2. La consulta como medio

para elaborar diagnósticos

2.1 ¿Qué es y para qué sirve una consulta?

Es un instrumento para conocer la opinión de la ciudadanía5 sobre un tema o diversos

ámbitos temáticos y se puede llevar a cabo mediante preguntas directas,

foros, seminarios, encuestas. La consulta, junto con el referéndum, plebiscito, iniciativa

popular, colaboración ciudadana, rendición de cuentas, difusión pública, red de contralorías

ciudadanas, audiencia pública, recorridos del Jefe Delegacional y la asamblea

pública son instrumentos de participación ciudadana que tienen un respaldo legal.

Sin embargo, en este caso, utilizaremos el modelo para conocer la opinión de niños y

niñas sobre temas de su vida cotidiana que les preocupan, pueden ser tópicos familiares,

escolares, comunitarios, personales o del grupo al que pertenezcan.

2.2 ¿Cómo se hace?

Hay diferentes formas de realizar una consulta, aquí proponemos una de esas variantes, en

la idea de conjugar elementos cualitativos y cuantitativos de la opinión que emiten quienes

participan. De ese modo, se obtienen resultados más ricos y con mayores posibilidades de

ser profundizados.

Los pasos que sigue la consulta son:

• Identificación de temas.

• Elaboración de boletas.

• Vaciado de datos, análisis de las respuestas y presentación de resultados.

5 Ciudadanía en su sentido amplio, en el que se incluye a niños y niñas, pues aunque en sentido estricto el espacio

público lo conforma una comunidad política adulta, en los hechos está condicionado por diversos actores que

se constituyen en dicho espacio como parte de un problema, de una solución, de una propuesta, etcétera, y, en

ese sentido, los niños pueden ser tanto protagonistas de la construcción del entorno que habitan como grupos

clientelares o elementos legitimadores de una propuesta política.

33


2.3 Identificación de temas

Existen formas muy variadas de identificar

los temas que interesan, preocupan o afectan

a niños y niñas, una de ellas es el trabajo en

grupos focales que proponemos en el primer

apartado del texto. La riqueza de dicha herramienta

es que permite conocer de una manera

muy rica las opiniones, experiencias o ideas de

un grupo. Sin embargo, existen otros modos de

ubicar temas importantes para niños y niñas,

lo cual también depende del ámbito en que se

quiera trabajar. Por ejemplo, los docentes de una escuela pueden haber detectado ciertas

inquietudes en sus grupos, compartirlas con sus colegas, decidir observarlas con mayor

detenimiento y después hacer una consulta entre el alumnado para corroborar sus observaciones

y atender el problema.

Se pueden también aplicar cuestionarios o hacer entrevistas a los niños y las niñas sobre

diferentes ámbitos, o utilizar el material surgido de un foro o seminario. La idea central

es profundizar en el o los temas de interés en un grupo amplio de personas, con la idea de

buscar soluciones a los problemas que les afectan.

2.4 Elaboración de boletas

2.4.1 Elaboración de boletas de votación a partir de los temas

identificados

Con la información sistematizada se decide cuál será el tema o los temas que se abordarán y

se empieza a diseñar la boleta. Cada tema puede contener preguntas cerradas y abiertas, es

decir, preguntas cerradas que exigen una respuesta precisa (sí/no; mucho/poco/regular; bueno/excelente/malo,

etcétera) o bien preguntas abiertas que requieren de un mayor esfuerzo en

tanto demandan un comentario reflexionado, sintético y claro.

La elaboración de las preguntas cerradas y/o abiertas no es sencilla, pues hay que

ser muy asertivos, claros y contundentes para averiguar lo que queremos. Una pregunta

mal elaborada puede crear confusión en quien responde, dar una información equivocada

a quien pregunta, puede inducir respuestas y, por tanto, proporcionar información

inválida.

34


Las ventajas de presentar las boletas a manera de cuestionario son: su costo relativamente

bajo, su capacidad para proporcionar información sobre un mayor número de personas en un

periodo breve y la facilidad de obtener, cuantificar, analizar e interpretar los datos.

Cada boleta deberá contener los siguientes datos básicos (para un ejemplo de una boleta

terminada consultar el Anexo 2):

• Título.

• Identificación de la boleta.

• Instrucciones.

• Cuerpo de la boleta.

El título indica a lo que se refiere la consulta o qué es lo que contiene.

La identificación de la boleta es un elemento clave, pues proporcionará: fecha y lugar

en el que se responderá, así como la información necesaria sobre las personas que respondan

a la consulta, pues si bien la boleta es anónima, uno o varios datos generales pueden

ayudar a la ubicación de las personas que respondieron, por ejemplo, los alumnos de quinto

de primaria.

Las instrucciones orientan al consultado sobre cómo se debe responder la boleta, por esta

razón, deben estar escritas de manera clara y precisa, y deben indicar el lugar y la manera en

que se anotarán las respuestas.

El cuerpo de la boleta es el lugar en el que se concentran las preguntas referentes a las

variables que se medirán según el problema y objetivos de la consulta. El cuerpo se organiza

casi siempre en áreas o secciones, en un orden lógico que agrupa las preguntas por tema.

Una de las tareas más importantes de la consulta es el diseño de las preguntas, pues

pueden determinar el alcance y el logro de los objetivos de investigación, a través de ellas

se miden las variables de la investigación que estamos realizando y se obtiene información

pertinente. Las preguntas deben considerar: el tipo de preguntas que se harán (cerradas y/o

abiertas), su redacción, número y orden.

Las preguntas cerradas o estructuradas pueden ser dicotómicas o de elección múltiple.

Las primeras son las que tienen dos alternativas: si o no, mientras que las segundas contemplan

varias alternativas, por ejemplo:

Tu escuela está:

Muy limpia ____

Limpia ________

Sucia _________

Muy sucia _____

35


En la elaboración de estas preguntas hay que tener

presente que las alternativas de respuesta deben ser

mutuamente excluyentes; la ventaja que tienen es que

requieren menos tiempo para ser contestadas y es más

fácil sistematizar la información obtenida.

Las preguntas abiertas o no estructuradas no dan

a la persona posibles respuestas, sino que le permiten

responder libremente con base en el marco de referencia

de la investigación, es decir, el tema general de

la investigación. En este caso, el ordenamiento de los

datos es más difícil debido a la diversidad de respuestas

que se obtienen. Por ejemplo, a la pregunta ¿cómo

te gustaría que fuera tu salón de clases? habrá más de

una respuesta, por eso, para ordenarlas conviene agruparlas

por subtemas.

En la consulta se pueden combinar ambos tipos de

preguntas; sin embargo, las preguntas cerradas requieren

un conocimiento amplio del tema y las posibles respuestas; por eso, cuando se carece de

dicho conocimiento se recomienda hacer preguntas abiertas.

Algunos aspectos que hay que considerar en la redacción de las preguntas son:








36

Una redacción clara, que no de cabida a imprecisiones; letra y tamaño legibles.

Un lenguaje simple y comprensible, sin tecnicismos o palabras poco usadas por las

personas que se consultarán.

La edad de los participantes y su capacidad de lectura.

La elaboración de preguntas específicas, con una sola idea, para evitar interrogantes

dobles o múltiples.

Procurar ser imparciales, evitar preguntas negativas o positivas que induzcan o favorezcan

una respuesta, pues lo que queremos saber es lo que piensan o sienten los niños y las

niñas, no corroborar nuestras hipótesis sobre un tema. Un ejemplo de una pregunta mal

planteada podría ser ¿es verdad que los niños de sexto grado golpean a los más pequeños

a la hora del recreo?, en lugar de ello podemos preguntar ¿cómo es la hora del recreo en

tu escuela? o ¿qué hacen los niños y las niñas de tu escuela a la hora del recreo?

Respecto al orden de las secciones, conviene ubicar primero las preguntas simples e

imparciales, luego las más difíciles y personales.

Las preguntas iniciales deben ser fáciles de contestar y no despertar reacciones negativas

que puedan afectar las respuestas y la disposición a responder el resto de las

preguntas.


Si bien no hay una cantidad determinada de preguntas a realizar, se sugiere una extensión

y temas limitados. El grado de profundización/concretización en un tema depende del modo

en el cual fueron planteadas las preguntas, si hubo o no ambigüedades.

Los instrumentos que se utilizan para recabar información deben, por lo menos, ser confiables

y válidos. Confiable alude a la capacidad del instrumento para arrojar datos o mediciones

que corresponden a la realidad que se pretende conocer, o sea, la exactitud de la medición,

así como la consistencia o estabilidad de la medición en diferentes momentos. Mientras

que válido significa el grado en que un instrumento logra medir lo que se pretende medir, es

decir, si logra medir o designar el fenómeno que estamos estudiando. 6

2.4.2 Pilotaje de las boletas

El pilotaje de las boletas se refiere a someter a prueba las preguntas cerradas y abiertas con un

grupo de personas ajeno a la gente con la que se va a realizar la consulta, pero conservando

las mismas características de la población que se va a consultar. El propósito es verificar que

la redacción de las preguntas sea la adecuada, identificar palabras que no se entienden, claridad

de las instrucciones, elementos visuales que provoquen confusión, etcétera.

Pilotear un instrumento permite verificar si las instrucciones y la organización del trabajo

son adecuadas, medir la tasa de respuesta y no respuesta, corroborar la idoneidad del cuestionario

para el procesamiento de datos y observar el comportamiento de las variables.

Con base en las observaciones que señalan las personas que realizaron las pruebas, se

corrigen errores y se imprimen las boletas.

2.4.3 Consulta

Una vez que se ha reproducido el número suficiente de boletas se prepara el material para

realizar la consulta. En este caso, la propuesta que se hace contempla un procedimiento

semejante al electoral, es decir, la boleta se presenta como boleta de votación y debe ser

respondida de manera individual, anónima y secreta, de modo que quienes participan no

se sientan amenazados y tengan la libertad de expresar sus opiniones e inquietudes.

Los materiales necesarios para el día de la consulta son:




Boletas.

Urnas de votación.

Marcadores.

6 Para profundizar en éste y otros conceptos consultar entre otros: Pardinas, Felipe (2007). Metodología y

técnicas de investigación en ciencias sociales.

37




38

Tinta indeleble/violeta de genciana.

Mesas.

Algunas instrucciones que deberá considerar el responsable de la casilla son:

1. Además de la mesa donde está cada urna debe haber otra mesa con sillas para que

los niños puedan contestar con calma.

2. En cada urna debe haber una botella de violeta de genciana, para marcar el dedo de

los niños que ya participaron.

3. Una persona está en la urna entregando boletas, anotando los datos del niño en su

boleta y marcando el dedo.

4. Otra persona está en otra mesa apoyando a los niños para que contesten todas las

preguntas y:

a. Se cerciora que la boleta de cada niño contenga sus datos generales: edad, sexo,

grado escolar.

b. Les dice que no hay respuestas buenas o malas, que lo que queremos saber es lo que

ellos piensan.

c. Puede decir qué significa una palabra o leer la frase, pero no insinuar la respuesta,

ni dar ejemplos.

d. Cuando algún niño diga que ya terminó, revisa que todas las preguntas estén contestadas.

e. Verifica que meta la boleta en la urna (que no se la lleve).

2.5 Vaciado de datos, análisis de las respuestas y presentación

de resultados

2.5.1 Vaciado de los datos obtenidos a través de preguntas

cerradas

Para dar orden a la información obtenida se hace un concentrado con las preguntas cerradas,

luego se suma el número de respuestas (frecuencia) por cada pregunta y, a partir de ello, se

sacan los porcentajes.

Cabe recordar que la recolección cuantitativa de información está orientada al análisis

objetivo de la realidad, busca las causas de los problemas y, por tanto, genera conocimientos

explicativos (por qué sucede tal o cual), analiza generalidades o cuestiones de orden macro,

por lo que busca hacer mediciones numéricas de los fenómenos observados.


Para organizar de manera clara y ordenada la información se elabora un formato en el que

se capturan las respuestas obtenidas. El formato está diseñado de modo que se puedan ver:




Las posibles respuestas a cada pregunta (sí, no, omisión).

Las respuestas por sexo.

Los totales de cada respuesta.

A partir de estos datos es posible elaborar un concentrado general de frecuencias, ver cuál

es el comportamiento de cada dato y sacar tendencias de cada uno. A continuación se presenta

una muestra del instrumento propuesto.

39


Consulta escolar 2005. Preguntas cerradas

Concentrado de frecuencias y porcentajes

Sexto grado


pregunta

40

1

2.

3

4

5

6

7

8

9

11

Texto

Pregunta

En mi casa

En mi casa me

respetan

En mi casa me

insultan

Mis papás se

pelean y se

lastiman

En mi casa me

escuchan

En mi casa me

pegan

En mi casa me

siento a gusto

En mi casa me

discriminan

Opciones

Hombres Mujeres Observaciones

F % F %

Sí 3 2

No

Omisión

4 5

Sí 5 4

No

Omisión

2 3

Sí 1 1

No 6 5

Omisión 1

Sí 3 2

No

Omisión

4 5

Sí 4 3

No

Omisión

3 4

Sí 3 2

No

Omisión

4 5

Sí 0 1

No

Omisión

7 6

Sí 5 5

No

Omisión

2 2

Sí 0 1

No 7 6

Muestra

En mi casa me

dejan solo y no

me gusta

Abusan de mi

cuerpo y me

piden que no

diga nada a

nadie

En mi escuela

En mi escuela

me respetan

Omisión

Sí 6 5

No 1 2

Omisión


2.5.2 Análisis de las respuestas

Con base en el concentrado de frecuencias y porcentajes se hace el análisis de los temas

y/o subtemas. Un análisis cuantitativo permite detectar las tendencias de las mayorías y

orientar acciones. No hay que olvidar que las cifras minoritarias también son fuente de

información y/o pueden ser objeto de ulteriores investigaciones, no por ser menos significativas

numéricamente son menos importantes.

Con la información recabada se puede hacer un análisis descriptivo, es decir, se puede

mostrar el comportamiento de las personas consultadas en gráficos o tablas, también se

pueden hacer lecturas de género, pues las respuestas están vaciadas de acuerdo con el

sexo. Es muy importante que los datos se analicen a la luz del problema que se plantea

y no de manera aislada, a eso se le llama contextualizar la información; además, si se

desea, la información cuantitativa permite establecer comparaciones entre grupos y resultados

a lo largo del tiempo.

2.5.3 Vaciado de los datos obtenidos a través de preguntas

abiertas

Las preguntas abiertas, por arrojar información cualitativa, se concentran en un esquema en

el que cada pregunta se divide en temas y subtemas (para observar una manera de concentrar

u ordenar la información recabada, ir al Anexo 3) que después constituirán categorías

de análisis. Este tipo de datos permiten ponerle “apellido” a la información cuantitativa,

pues en estas preguntas los participantes les ponen adjetivos a las situaciones que viven.

La recolección cualitativa de información está orientada al estudio de procesos sociales,

por lo que hace análisis interpretativos de la realidad que se remiten a la búsqueda de

cuestiones subjetivas y, por tanto, no pretende crear leyes o explicaciones, sino comprender

lo que ocurre a nivel micro, para tener un mejor entendimiento sobre los fenómenos

observados.

2.5.4 Análisis de las respuestas

La información cualitativa también puede contabilizarse, puesto que permite ver cuántas

veces se repite un mismo tema o subtema. El análisis de la información es más profundo

y complejo porque se va más allá de categorías preestablecidas, ya que se amplía la

gama de respuestas. En el Anexo 4 es posible encontrar un ejemplo del concentrado de

preguntas abiertas por tema y subtema.

Con la información recabada se puede hacer un análisis interpretativo, es decir, se pueden

ejemplificar actitudes, sentimientos, emociones, posturas, propuestas mediante frases

41


emitidas por los participantes de la consulta. Aquí también se pueden hacer lecturas de

género, pero con análisis más profundos y no por simple distribución de los resultados. Por

ejemplo, descubrir qué tipo de tareas les son asignadas a niños y niñas en el hogar.

2.6 Presentación de resultados

2.6.1 Redacción de un texto que expresa las preocupaciones y

las propuestas para solucionarlas

En el caso de las preguntas cerradas, una vez que se tienen los datos numéricos, se

elabora un texto que refleje lo que se mencionó en la consulta, el texto debe tomar en

cuenta el contexto en el que se desarrolló la consulta, así como el contexto en el que están

insertos los sujetos que participaron. De lo contrario, los resultados se pueden infra o

sobredimensionar. Por ejemplo, es conveniente señalar siempre el porcentaje de niños y

niñas que opinó tal o cual cosa, de modo que no se hagan afirmaciones determinantes que

encasillen a los niños y su opinión o percepción. Si una respuesta la dieron muy pocos

niños hay que hacerlo explícito en el texto. Por ejemplo, “Cuando les preguntamos sobre

cómo se sienten en su casa, más del 90% de los niños y las niñas señalan que los respetan

y que no los insultan.”

En el caso de las preguntas abiertas, una vez identificados los principales temas y

subtemas, se elabora un texto en el que se expresen las opiniones de los participantes.

De nuevo, el contexto es fundamental para matizar las respuestas obtenidas; además, la

riqueza de la información recabada permite ejemplificar con frases los resultados que se

interpretan.

Cuando a los niños y niñas se les pregunta qué problemas se dan en la escuela, ellos

mencionan que la limpieza, en los baños, en la escuela, en general, es un problema.

Lo expresan de diversas maneras: “Que no tiraran basura en el recreo, que no tiraran

tanta basura y que los baños estén limpios”, o “Que hubiera menos basura en los salones,

que los baños no estuvieran sucios y que no haya tanta basura”.

Hay que ser muy cuidadosos a la hora de presentar lo resultados, pues las consultas se

realizan para conocer la opinión y percepciones de los niños y las niñas respecto de uno

o más temas. Por ello hay que respetar el que sean anónimas de manera que los datos no

puedan ser utilizados para castigar o marcar a alguien.

42


3. Diálogo intergeneracional

diálogo intergeneracional es un instrumento que busca favorecer la comunica-

El ción entre personas de diferentes edades o generaciones7 que forman parte de una

misma comunidad, pero también es posible aplicarlo entre gente de culturas diferentes.

Personas que, por lo general, tienen diferentes puntos de vista sobre un problema y a

quienes se les ocurren diversas y variadas formas de enfrentarlo. La riqueza y las posibilidades

del diálogo y del intercambio de ideas, experiencias y sentimientos entre grupos

de niños y niñas, de jóvenes y de adultos pueden ofrecer un panorama más completo

sobre una problemática determinada, lo cual permitirá a su vez una variedad más amplia

de propuestas de acción para la solución del problema.

El diálogo intergeneracional es una herramienta para favorecer en la comunidad el intercambio

de ideas, experiencias y sentimientos sobre una problemática específica, lo cual

implica que además se tenga la disposición de apoyar los procesos de organización que se

generen para contribuir a su solución.

La finalidad es incluir a diversos miembros de la comunidad en la reflexión y análisis de

un problema que les afecta a todos, elaborar propuestas y desarrollar acciones para solucionarlo.

En un primer momento se trabaja con grupos de personas de la misma generación:

niños y niñas, jóvenes y adultos; posteriormente, en un diálogo entre los diferentes grupos

generacionales.

El trabajo con niños, niñas y jóvenes se puede caracterizar como un trabajo de doble vía,

en tanto que pone de manifiesto la necesidad de posicionar los puntos de vista de este sector

poblacional y, al mismo tiempo, evidencia la importancia de sumar el trabajo y las aportaciones

de otros grupos de edad. El impacto y la fuerza de una labor colectiva es mucho mayor si

se incluyen las distintas posturas de los miembros que la conforman, pero sobre todo abre la

posibilidad de dialogar, revisar y conciliar posturas diferentes e incluso opuestas.

En este sentido, el diálogo intergeneracional es también una propuesta pedagógica, pues

el fundamento central es el reconocimiento del otro (niño, niña, joven, adulto o adulto mayor)

7 Se entenderá por generación al: “Conjunto de las personas que tiene aproximadamente la misma edad

[y que] frecuentemente, se designa con el nombre de un momento o de un acontecimiento con el que esa

generación o su llegada a la mayor edad coincide o tiene especial relación. [La generación es el] tiempo que

se calcula en promedio que media entre un orden de descendientes y el siguiente; por ejemplo, veinticinco o

treinta años” (Moliner, 1998: 1385-1386).

43


como interlocutor. Ejercicios de este tipo son poco frecuentes en una sociedad que ha empezado

hace muy poco a dar pasos hacia la instauración de una cultura política más horizontal,

incluyente y preparada, de ahí la relevancia de trabajar, primero en grupos de la misma edad,

y luego en grupos mixtos, pues el diálogo se aprende, no es un elemento dado por la simple

voluntad. Con el fin de reforzar el diálogo intergeneracional conviene, si es posible, preparar

a los distintos grupos de edad con experiencias previas para que refuercen sus capacidades de

argumentación, reflexión y debate.

3.1 ¿Por qué fomentar el diálogo intergeneracional?

Buscamos promover la participación de niños y jóvenes,

y fomentar el diálogo intergeneracional, en

primer lugar, porque es una forma de entablar un diálogo

entre diferentes sectores de una comunidad, que

no siempre tienen las condiciones para comunicarse

con respeto y equidad. Un diálogo, realizado en condiciones

adecuadas, permite el desarrollo de quienes

participan y favorece el intercambio de ideas, sentimientos,

experiencias, es decir, coadyuva al reconocimiento

del otro: de las diferencias, pero también de

las cuestiones que les son comunes; porque la pluralidad

es precisamente una de las características de las

sociedades complejas de hoy, sociedades que a su vez

buscan y reconfiguran de manera dinámica sus ideas y

formas de poner en práctica la democracia.

La idea es resaltar la importancia de promover el

diálogo entre los diferentes sectores y grupos de la

localidad, como una manera de enriquecer las propuestas y la acción en favor de la propia

comunidad.

3.2 El diálogo intergeneracional

Con este ejercicio, los niños y las niñas aprenden a participar y los adultos aprenden a tomarlos

en cuenta. Ambos grupos necesitan ejercitar estos aprendizajes, se requieren espacios

para el diálogo donde se escuchen unos a otros, en los que con un interés común y desde

miradas distintas se puedan compartir ideas, experiencias, emociones y, a partir de ello, construir

juntos reconociendo las diferencias, pero también buscando coincidencias, llegando a

decisiones y asumiendo responsabilidades tomando en cuenta capacidades y posibilidades.

44


El diálogo intergeneracional va en esta dirección, pues la idea es crear un espacio de

confianza, de respeto mutuo, en el que todos tengan la posibilidad de expresar su punto de

vista sin temor a ser descalificados, donde se escuche al otro y se consideren sus aportes. Un

lugar donde se reconozcan diferentes maneras de expresarse y se retome lo lúdico como una

forma de crear y proponer.

El planteamiento no sólo posibilita la congruencia del hacer con los principios de la democracia,

existe la convicción de que hacerlo de este modo enriquece y complementa a todos

los que participan, porque una sociedad que no escucha la voz de niñas, niños y jóvenes, se

niega a sí misma la posibilidad de fortalecer y diversificar su concepción de presente y de

futuro. Además,

La comprensión de las [diversas generaciones] nos debe ayudar, no sólo a entender al otro y a la otra,

sino ante todo a comprenderme a mí. Entender las características generales de mi generación, me

permite examinar mi visión de mundo. Debemos comprender que las cosas no siempre se han visto

de la misma forma. Que parte de lo que creo y entiendo se puede deber a la influencia de mi época, al

ambiente y a los patrones familiares vividos. Una vez que comprendemos que nuestra forma de pensar

y ver la vida es en parte el resultado de una dinámica y visón de mundo generacional, entonces estamos

en posición de ver y comprender a los individuos de otras generaciones. Ahora bien, las características

generacionales influyen, pero no necesariamente determinan. Las características compartidas con

nuestra generación no son las únicas influencias que actúan sobre un individuo. La familia, el grupo

social, y la iglesia (la fe y el sistema de valores religioso) son algunas de las fuerzas que influyen en

uno y entre ellas también (Delbrey Rivera, (s/f): 4).

Por eso, el diálogo cuyo “prefijo diá- (δια-) en griego es un prefijo procesual y relacional,

se refiere a una acción que se piensa no como un hecho terminado sino como un

hecho en devenir, como un proceso; por otra parte se refiere a una acción que se realiza

siempre como intermediación, como estableciendo un vínculo —positivo o negativo—

entre dos o más elementos. Si por otro lado se toma en cuenta que lógos (λογος) suele

significar “saber”, el diálogo (διαλογος, que significa conversación), puede comprenderse

como el acceso al saber mediante un proceso que se lleva a cabo entre partes, entre dos o

más interlocutores” (Aguilar Rivero, 2005: 52). Por eso, se entenderá el diálogo como un

intercambio de ideas en el que existe interés por conocer al otro, por aprender y por descubrir

junto al otro(s) nuevas respuestas y nuevas interrogantes. Para que exista el diálogo

son necesarias una serie de condiciones:

• Interés por compartir con otros nuestra opinión.

• Estar dispuesto a escuchar y respetar el punto de vista del otro, aún si no lo compartimos.

• Estar abierto a renunciar a nuestra postura, al escuchar argumentos más razonables.

• Estar dispuesto a no tener razón, para realmente comprender.

• Mantener una escucha activa con una actitud franca de interés en la opinión del otro.

• Estar dispuesto a enriquecer y ampliar el punto de vista propio, al considerar el

aporte de los demás.

45


La capacidad de dialogar es también una habilidad que nos sirve en nuestra vida diaria

para entendernos mejor con nuestros semejantes y, al mismo tiempo, es una base de la práctica

democrática.

El diálogo:

• Permite expresar ideas, sentimientos y experiencias.

• Configura, modifica o cambia una postura.

• Ayuda a conocer las ideas de otros, al favorecer la escucha activa.

• Permite “dejarse transformar por las implicaciones prácticas de lo que el otro dice”

(Aguilar Rivero, 2005: 54).

• Permite encontrar coincidencias y diferencias.

• Contribuye a llegar a acuerdos.

• Permite considerar los disensos desde el plano de lo consensual.

• Abre puertas para comprender la alteridad (encuentro con el otro).

La idea central del diálogo intergeneracional es que, como parte de un proceso de sensibilización

y educación para la participación, se propicie un diálogo entre personas de

diferentes edades, en el que cada quien exprese libremente sus ideas, escuche la opinión

de los otros, enriquezca su punto de vista al conocer el de otros, busque coincidencias,

valore las diferencias y haga propuestas para la acción en beneficio de su comunidad.

El punto nodal del diálogo intergeneracional es crear un espacio en el que cada uno de

los participantes, sin importar su edad, sienta la confianza de expresar sus puntos de vista

sobre un problema, de modo que aporte a la discusión y a la búsqueda de soluciones,

desde su vivencia muy personal.

El reto al que se enfrenta el coordinador de un diálogo intergeneracional es crear

un ambiente cordial y de respeto, de manera que se genere una dinámica grupal de

confianza.

El diálogo puede ser más fluido, si niñas, niños, jóvenes y adultos han tenido antes la

posibilidad de reflexionar sobre el tema entre compañeros de su misma edad, de manera

que ya exista alguna experiencia de trabajo en grupo, ideas discutidas y propuestas que

compartir. Esto propicia confianza y seguridad para iniciar la conversación.

3.2.1 Los objetivos del diálogo intergeneracional

1. Que los diferentes grupos representados compartan su punto de vista sobre un problema

que afecta a su comunidad y que ha sido previamente seleccionado.

2. Que se identifiquen las concepciones comunes, las que son distintas y las que pueden

ser complementarias.

46


3. Que los participantes construyan, de manera colectiva y creativa, propuestas de actividades

que se puedan realizar en la comunidad para contribuir a solucionar el

problema analizado.

3.2.2 Integración del equipo

Para el desarrollo del proceso se sugiere contar con un

equipo integrado por:

Un coordinador. Es conveniente que se asigne a una

persona como responsable de todo el proceso, que dé

seguimiento en los diferentes momentos y elabore el

cierre. La función principal del coordinador del grupo

es crear un ambiente de confianza y respeto, cuidar que

se entiendan y se respeten las reglas del diálogo, y promover

la participación de todos.

Tres coordinadores de grupo. Para el trabajo en los

grupos pequeños se requiere de un coordinador por cada

grupo de edad. Estos deben tener la capacidad para tratar

con personas de diferentes edades, de promover la

participación de todos, y ejercer la escucha activa, además

de las habilidades necesarias para apoyar al grupo

en la elaboración de una presentación creativa: dibujo,

collage, mural, etcétera.

Cuatro relatores. Para el registro de las intervenciones de los participantes de los grupos

pequeños se requieren tres relatores, uno por cada subgrupo de trabajo y uno más para el

registro del diálogo grupal.

3.2.3 Metodología

La metodología empleada es participativa, esto es, sirve para formular un diagnóstico

de algunas situaciones problemáticas que vive la población de una localidad, con la

intención de que sean los mismos residentes quienes propongan y apliquen soluciones.

De ahí que los tres grandes pasos que se seguirán en la puesta en marcha del diálogo

intergeneracional serán:

a) Discusión en grupos de la misma edad. Se inicia el trabajo con grupos de la misma

edad de modo que se vayan poniendo en práctica algunas habilidades para el diálogo,

pues si bien es de esperar que haya diferencias, hay un piso generacional común

que puede facilitar la comunicación y resaltar los rasgos comunes sobre los rasgos

47


48

diversos, que implican un mayor esfuerzo de aceptación. El eje de la discusión serán

las siguientes preguntas:




¿Cómo se da ese problema en mi comunidad?

¿Cómo vivo el problema?, ¿de qué manera me afecta?

¿Cómo nos afecta a todos en la comunidad?

Es mejor que los grupos hayan tenido un proceso previo de análisis del problema, de manera

que se sientan en confianza de expresar su punto de vista, si alguno de ellos no ha tenido

esa posibilidad es probable que se quede al margen del diálogo o sólo haga comentarios

sobre lo que otros dicen. En caso de que el proceso previo no sea posible se sugiere reducir

el número total de participantes a doce o quince.

b) Discusión en grupos intergeneracionales (o subgrupos). Después de haber discutido

en los equipos de la misma edad se arman subgrupos en los que participen

personas de los diferentes rangos de edad con los que se esté trabajando (niños, niñas,

jóvenes y adultos). El eje de trabajo de este momento será:


¿Qué podemos hacer?

c) Exposición en plenaria. Cada subgrupo presenta la propuesta que elaboró para poder

resolver el problema identificado. La metodología planteada para esta actividad

busca:





Favorecer el diálogo, la escucha activa, el intercambio de los diferentes puntos de vista,

la búsqueda de puntos comunes y, el respeto y la valoración de las diferencias.

Identificar los principales problemas que vive la localidad en la que se trabaja, así como

los actores y factores que intervienen.

Propiciar la construcción de una propuesta común que integre diferentes puntos de

vista y que busque solucionar los problemas identificados.

Promover el trabajo en grupo y la expresión creativa mediante diversos medios: plásticos,

musicales y teatrales.

Es importante que el salón en el que se realice el diálogo permita el acomodo de las sillas

en círculo. Los salones con sillas fijas y los auditorios con desniveles no crean las condiciones

para el diálogo cara a cara en una relación horizontal, y pueden jugar en contra de

nuestro propósito. También es conveniente evitar la presencia de ruidos excesivos en el

exterior que puedan impedir que los participantes se escuchen unos a otros.


El número recomendado de participantes en el diálogo intergeneracional es máximo de

veinte personas, distribuidos de modo que estén representados en igual número los niños,

los jóvenes y los adultos. La idea central es que todos tengan la posibilidad de participar y

que puedan entrar en un verdadero diálogo, en el que se tome en cuenta lo que se acaba de

escuchar y se reflexione sobre ello.

3.2.4 Momentos del proceso

En este apartado se desglosarán de manera más puntual los grandes pasos mencionados, a

fin de que se tenga un panorama detallado del desarrollo de cada momento. En el Anexo 5 es

posible ver un ejemplo de carta descriptiva sobre un diálogo intergeneracional.

1. Recepción de los participantes. Durante la llegada de los participantes conviene entregar

un distintivo (por ejemplo, los gafetes con el nombre pueden tener diferentes

colores) asignado de acuerdo con la edad de los participantes. El propósito es poder

organizar los grupos mixtos con igual número de participantes por edad.

2. Bienvenida y objetivos del taller. Una vez que están reunidos los participantes se les

da la bienvenida, de modo que se sientan acogidos y se propicie una ambiente cordial.

Luego se presenta el objetivo del taller y se menciona cómo se va a trabajar, con la

finalidad de no crear falsas expectativas y despejar dudas.

3. Integración del grupo. Se lleva a cabo mediante un juego o técnica que propicie que

los niños, jóvenes y adultos se coloquen en la posición del otro. Por ejemplo, la técnica

del lazarillo, en la que un niño conduce a un adulto que está vendado de los ojos,

o un joven a un niño. La idea es que los participantes tengan la experiencia de dejarse

conducir por alguien menor o mayor que él, en quien deben depositar su confianza,

así como experimentar el hacerse cargo de la seguridad del otro. Los relatores deben

tomar nota de lo que dicen los participantes y de las dinámicas que se generan en cada

momento del proceso.

4. Reflexión en grupo sobre la técnica de integración. Una vez terminada la técnica, el

coordinador del grupo propicia la reflexión sobre las sensaciones y los sentimientos

que surgieron durante el ejercicio, las dificultades que enfrentaron al conducir

a alguien o al dejarse conducir por otro, comentando sobre: el conflicto que a veces

sentimos cuando nos queremos poner en el lugar del otro, si es difícil confiar en otra

persona y cómo a veces no sabemos comunicar lo que queremos.

5. Presentación de las reglas. En una hoja de rotafolio se presentan las reglas para el

diálogo (acuerdos mínimos para que la conversación sea posible). Se leen una por

una y, al final, se pregunta si hay dudas o si alguien quiere agregar alguna. Una vez

que el grupo esté de acuerdo, el coordinador señala que durante la conversación que

van a tener, si fuera necesario, se les recordarán las reglas.

49


6. Diálogo intergeneracional. En subgrupos conformados por niños, jóvenes y adultos,

se pasa a un intercambio de ideas y opiniones en relación con el tema a discutir. Para

guiar la discusión el coordinador puede plantear diferentes preguntas. Supongamos

que el tema es la violencia:

50




¿Cómo se da la violencia en su comunidad? El propósito es que los participantes

indiquen cuáles son las situaciones en la que se manifiesta la violencia, dónde

ocurre y quiénes están involucrados.

¿De qué manera les afecta? Se trata de que señalen cómo les afecta en diferentes

dimensiones: personal, familiar y colectiva. Por ejemplo, en lo personal mi papá

me golpea cuando toma, eso afecta a la familia porque nos provoca miedo y angustia,

en lo colectivo se reproduce la violencia que vivo en casa, pero se dirige

a otras personas.

¿Qué se podría hacer para contribuir a solucionar el problema? Se pretende identificar

qué se puede hacer para resolver el problema y quién debe asumir esa

responsabilidad, hasta llegar al punto de discutir qué podrían hacer ellos para

contribuir a la solución. Por ejemplo, invitar a expertos en el tratamiento del alcoholismo

para que empiecen a trabajar en la comunidad.

Después, con el apoyo de un coordinador, pensarán en lo que se podría hacer para

contribuir a solucionar el problema y cómo podrían involucrarse ellos y ellas. Luego

deberán elegir una de las opciones y ponerla por escrito en una hoja de rotafolio. Con

el apoyo del coordinador deberán hacer una presentación creativa de sus propuestas.

Pueden hacer un periódico y vocearlo ante el grupo; pueden simular una entrevista en

televisión; fingir una llamada telefónica en la que le cuentan a un amigo lo que acordaron,

etcétera, las opciones son múltiples y entre más creativas más divertido será.

7. Plenaria. Cada grupo hace la presentación de su propuesta, al final se hace una ronda

de preguntas y comentarios que aclaren las dudas o inquietudes surgidas.

8. Cierre de la reunión. Como cierre se hace un resumen del proceso, mencionando los

diferentes momentos: técnica de sensibilización, análisis del problema, elaboración de

propuestas y presentación de las propuestas al grupo. Se recuerdan las reglas de convivencia

y la importancia de comunicarnos con otras personas sobre los problemas que

nos preocupan.

Durante el proceso no es necesario marcar los momentos; en algunos casos puede ser útil

hacer preguntas, lo importante es que a lo largo de la conversación se contemplen los puntos

mencionados y que todos expresen su punto de vista.


9. Evaluación del taller. Un ejercicio de evaluación nos ayudará a conocer cómo se sintieron

los participantes, qué aprendieron y qué se llevan de esta experiencia para aplicar

a su vida cotidiana. Además, nos permite valorar el trabajo del equipo coordinador y

enmendar posibles problemas.

Al finalizar, es muy útil hacer con el equipo una evaluación del taller, dejando por escrito

las lecciones aprendidas, de manera que podamos mejorar la metodología a partir de

nuestra experiencia.

Cuando el diálogo intergeneracional está inmerso en un proceso más amplio de promoción

del desarrollo de la comunidad, se puede ofrecer apoyo para el diseño de las propuestas

y su aplicación. El proceso ofrece múltiples oportunidades para promover en los participantes

el aprendizaje de las habilidades necesarias para la participación responsable y la convivencia

democrática.

Mencionamos, a manera de ejemplo, algunas acciones sencillas que los grupos pueden

desarrollar:




Un grupo puede pensar en la manera de dar a conocer en su familia, en la escuela o en

un espacio público de la comunidad, las reflexiones que han tenido y las propuestas que

elaboraron. Para ello pueden hacer un periódico o comunicado sencillo.

Los jóvenes pueden hacer grafiti, en algún espacio autorizado por la comunidad, o elaborar

un periódico o boletín local para expresar su punto de vista.

Es posible organizar una reunión con las autoridades de la comunidad para darles a

conocer sus preocupaciones y sus propuestas, utilizando las presentaciones creativas

que hicieron durante el taller.

Después del taller se recomienda hacer la memoria que incluya una síntesis de las participaciones

y de las propuestas, así como fotografías.

3.2.5 En caso de conflicto

Durante el diálogo pueden surgir conflictos porque se piensa diferente, porque alguna(s)

persona(s) puede(n) ser parte del problema, por alguna falta de respeto o diferendo en los

puntos de vista, en otras palabras, porque existen diferentes intereses, valores o necesidades.

Ante una situación de este tipo debe privar la calma y no se debe tratar de evitar el conflicto.

Por el contrario, hay que analizar lo que sucede, averiguar al respecto y proponer soluciones.

Nunca imponer acuerdos.

51


En líneas generales lo ideal es:






52

Describir o definir el problema.

Que cada participante lo explique desde su punto de vista.

Analizarlo.

Proponer soluciones.

Llegar a acuerdos.

Ver un problema desde sus diferentes aristas ayuda a provocar reacciones empáticas y

a ver que el otro también puede sentir y padecer el problema, aunque no sea de la misma

manera. Contribuye a ponerse en el lugar del otro y a observar elementos “objetivos” que no

involucran al yo.


4. Impacto social del trabajo

hay límites para hacer un buen uso del material recabado en cualquiera de las

No tres modalidades que presentamos, sin embargo, conviene plantear dos maneras

básicas de trabajar con los datos recolectados: la profundización de los resultados o

bien su difusión. En cualquiera de los casos el equipo organizador deberá devolver a la

población participante los resultados obtenidos, porque ayudaron a la obtención de los

mismos, se implicaron en el proceso y probablemente quieran contribuir a solucionar

aquellos conflictos que les son comunes.

4.1 Profundizar en los resultados

La información y los datos que nos brinden los instrumentos participativos utilizados pueden

ser la base para ulteriores investigaciones que posibiliten tener una idea más exacta de las

problemáticas surgidas, antes de querer emprender una solución. Un problema nunca “está

solo”, es decir, es parte de un contexto más amplio y puede estar ligado a otros problemas en

los cuales se involucren actores muy variados y, en ocasiones, insospechados.

El equipo organizador debe valorar diversos factores: si la información es poco clara, si

se arrojaron nuevas pistas o si la información encontrada en un primer momento solamente

escondía otros problemas más sentidos y urgentes.

4.2 Difundir los resultados

Después de dar a conocer los resultados a los participantes del proceso es posible que éstos

quieran dar a conocer los resultados a la comunidad con la que se trabajó: la escuela, la colonia,

el grupo de coetáneos, la municipalidad, etcétera, lo importante es saber qué se quiere

transmitir y con qué intención se hace. Esto también dependerá del público al que se le presenten

los resultados: otros niños y niñas, jóvenes, maestros, autoridades escolares, padres de

familia, autoridades locales, grupo de especialistas.

Por ejemplo, durante la Consulta Infantil y Juvenil 2000 organizada por el Instituto Federal

Electoral se constató que la drogadicción es un asunto de interés y preocupación que

afecta a niños y niñas, pero es necesario definir qué aspecto se quiere difundir (el preventivo

o el curativo), de modo que lo que se quiere dar a conocer tenga la contundencia necesaria.

53


Además, hay que tener claro para qué se quiere difundir: para sensibilizar a otros

actores, para solicitar la colaboración de especialistas, para dar a conocer el ejercicio participativo.

Las finalidades pueden ser muchas y válidas, lo importante es tener claro hacia

dónde van dirigidas nuestras intenciones, de manera que se puedan evaluar el proceso, los

resultados y el impacto.

Algunas maneras de difundir los resultados son:









54

Reuniones con padres de familia, autoridades escolares y autoridades locales.

Campañas de difusión sobre los resultados y posibles acciones a emprender.

Representaciones teatrales.

Foros o seminarios.

Talleres o cursos.

Ferias.

Debates.

Cine club.

A manera de ejemplo, se puede organizar una feria sobre el problema de la drogadicción.

Se debe plantear claramente el objetivo de la feria, considerar el o los lugares donde se realizará,

a qué público está dirigido, cómo se invitará a la población para que asista, cuáles son

las necesidades materiales, humanas y económicas, quiénes participarán y cuáles serán sus

tareas, de qué manera se difundirá el evento, qué stands se colocarán, qué grupos especializados

en el tema estarán para brindar información, si habrá talleres, si se pondrá una muestra

fotográfica, etcétera.

El propósito del texto que ahora concluye ha sido compartir con el lector tres metodologías

de trabajo que han sido exploradas, aplicadas y evaluadas por el equipo de Hacia una

Cultura Democrática. Deseamos que éstas puedan contribuir a la construcción de espacios

más democráticos en los cuales las voces de los niños y las niñas sean tomadas en consideración

para el desarrollo de proyectos sociales que busquen la participación real de la

población.


Bibliografía

Aguilar Rivero, Mariflor (2005). Diálogo y alteridad. Trazos de la hermenéutica de Gadamer,

Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, Colección Paideia, México.

Bolos Jacob, Silvia (1999). La constitución de actores sociales y la política. Universidad

Iberoamericana, Plaza y Valdés, México.

Delbrey Rivera, Osvaldo (s/f). Diálogo intergeneracional, Mecanoescrito, Puerto Rico.

Dewey, John (2004). Democracia y educación. Ediciones Morata, Madrid.

Moliner, María (1998). Diccionario de uso del español, Gredos, Madrid.

Myers, Robert (1992). The Twelve who Survive. Strengthening Programmes of early Childhood

Development in the Third World, Routledge, UNESCO y CGECCD, Londres.

Artículos y ponencias

Linares Pontón, María Eugenia y Vélez Andrade, Haydeé (2007). “Children as agents of

social change” en Children Youth and Environments, Vol. 17, No. 2. Disponible en:

http://www.colorado.edu/journals/cye/17_2/index.htm

Vélez Andrade, Haydeé; María Eugenia Linares Pontón, et al (2008). Participación social:

en escuelas preescolares y primarias: Reflexiones y propuestas desde las experiencias

de una organización social, Hacia una Cultura Democrática, A.C., México.

55


Sitios web

Barrientos Barría, Claudio y Nicolás Corvalán Pino (1995). Cosas de niños. Investigación de

la experiencia histórica infantil en los procesos de modernización.

Disponible en: http://www.cidpa.org/txt/4artic10.pdf

Campo Rodicio, José Luis (2006). Los niños y niñas: sujetos sociales nunca objetos de

asistencia. Disponible en: http://www.voltairenet.org/article143283.html

International Save the Children Alliance (2003). So you want to consult with children? A

toolkit of good practice, Save the Children, Londres. Disponible en:

http://www.savethechildren.net/alliance/resources/childconsult_toolkit_final.pdf

Save the Children Child Participation Working Group (CPWG). Learning to listen. Consulting

children and young people with disabilities. Disponible en:

http://www.savethechildren.org.uk/en/54_5165.htm

Clark, Alison; Susan McQuail y Meter Moss (2003). Exploring the field of listening to and

consulting with young children. Universidad de Londres. Disponible en:

http://www.dfes.gov.uk/research/data/uploadfiles/RR445.pdf

56


Anexos

Instrumentos elaborados por ACUDE


Anexo 1: Grupos de discusión

Hoja de observación

Fecha: 4 de mayo de 2000

Escuela: Benito Juárez

Turno: Vespertino Grado escolar: 3° A

Nº de niños:15

Edad: entre 8 y 10 años

Nº de niñas: 10

Edad: entre 8 y 11 años

Total: 25

Nombre del Observador: Juan Pérez

Qué dice el coordinador

Les da la bienvenida

y pide que pongan su

nombre en una etiqueta.

Les dice que van a poner

las reglas como se ponen

en cualquier juego, en el

fútbol, por ejemplo.

Qué reglas debemos tener

entonces:

Las respuestas de los

niños (textuales)

- No pegar

- No ofender

- No burlarse

- No criticar

- Participar

- Levantar la mano

para participar

- Respeto

- Escuchar a los

demás

- No tirar basura

Ambiente (cualquier situación

que se está dando en

el grupo que piense que es

importante registrar)

Hay mucha participación,

todos hablan al mismo

tiempo.

Muestra

Todos los niños

participan.

Hay dos niños muy

inquietos, que se jalan,

pelean.

59


Anexo 2: Ejemplo de

una boleta terminada

Consulta escolar

Turno Matutino

9 y 10 junio 2005

Lee con cuidado cada pregunta

Marca con un TACHE tu respuesta

Ejemplo: Sí ____ No ____

_____________________________________________________________________ ____

1. ¿Tú participaste en la consulta que se hizo el año pasado?

2. ¿Para qué sirven las consultas?

2.1 La consulta sirve para expresar nuestra opinión

60

2.2 La consulta es un examen

2.3 La consulta sirve para decir lo que nos preocupa

2.4 La consulta sirve para buscar soluciones

Muestra

3. ¿Tú supiste cuáles fueron los resultados de la consulta?

4. ¿Qué actividades crees que se hicieron como resultado de la consulta?

4.1 Cursos para los papás y las mamás

4.2. Una campaña para tener la escuela limpia

4.3 Un juego de fútbol

4.4 Una campaña para cuidar a los perros

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____


5. Desde tu opinión, ¿cuáles de los siguientes problemas se dan en la escuela?

5.1 Los compañeros nos tratamos con violencia

(groserías, golpes, empujones)

Sí ____ No ____

5.2 En la escuela se roban las cosas

5.3 Algunos maestros nos tratan con violencia_

5.4 Los baños de la escuela están muy sucios

5.5 El jardín está descuidado

5.6 Algunos niños y niñas fuman

5.7 ¿Qué otros problemas se dan en la escuela?

Algunos niños pintan las paredes con garabatos.

6. ¿Qué pueden hacer los niños y niñas para contribuir a resolver estos problemas?

Campañas de difusión y conseguir espacios para que los compañeros pinten.

7. ¿Cuáles de estas actividades te gustaría que se siguieran haciendo el próximo año?

7.1 Que continúe la campaña: “No más líos de perros”

7.2 Que se hagan obras de teatro con papás, niños y maestros

7.3 Que se repita el Festival de la lectura

Muestra

7.4 Que continúe La campaña “Escuela Limpia”

7.5 Los cursos para padres y maestros sobre la educación sin violencia.

8. Completa la siguiente frase

Me gustaría que en mi escuela...

Me trataran con amor.

Edad 9 Sexo M Grado escolar 3° A

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

Sí ____ No ____

61


Anexo 3: Consulta escolar

en primaria

Concentrado de respuestas a preguntas abiertas

Turno __________________

Datos de identificación Grado____________ Sexo __________

CLAVE

V1-1M

V1-2M

V1-3M

V1-4M

V1-5M

62

10. Me gustaría que

en mi casa

RESPUESTAS

21. Me gustaría que en

mi escuela

Concentrado de respuestas a preguntas abiertas

Turno _____________________

Datos de identificación Grado __________ Sexo ___________

CLAVE

V1-1F

V1-2F

V1-3F

V1-4F

V1-5F

RESPUESTAS

21. Me gustaría que en

mi escuela

28. Me gustaría que en

mi colonia

Muestra

10. Me gustaría que

en mi casa

V = turno vespertino

1M= respuesta 1 masculino

1F= respuesta 1 femenino

28. Me gustaría que en

mi colonia


Anexo 4: Recopilación de

datos de la consulta escolar

Concentrado de preguntas abiertas por tema y subtema

Primero de primaria

Hombres

Tema Subtema 10. Me gustaría que en mi casa

Violencia Violencia familiar Que mis papás ya no se peleen

No se pelearan mis papás

Que mis hermanos no me robaran

No dijeran groserías ni peleas

Animales No hubiera perros

Muchos animales

Higiene Que no hubiera reguero

Tema Subtema 21. Me gustaría que en mi escuela

Estructura

escolar

Mantenimiento e

infraestructura

Fuera grande

Fuera limpia

Fuera limpia

Bonita

Muestra

Planta docente Que hubieran maestros

Violencia Que no hubiera gente peleándose

Tema Subtema 28. Me gustaría que en mi colonia

Paisaje urbano Servicios/educación

ciudadana

Fuera limpia

Fuera bonita

Bonita

Hubiera muchos juguetes

Que hubiera juegos

Salud pública Que no tomaran

No hubiera perros

63


Concentrado de preguntas abiertas

Primero de primaria

Mujeres

64

Tema Subtema Me gustaría que en mi casa

Relaciones familiares

Maltrato Me gustaría que mis papás se llevaran bien

Buen trato Hubiera fiestas

Higiene Fuera más limpia

Estructura Que hubiera flores

Cuidado del hogar

Grande

Recursos/Cuidado Tuviera comida

de los recursos Que ya no tiren el agua

Tema Subtema Me gustaría que en mi escuela

Mantenimiento e Estuviera limpia

infraestructura No tiraran basura

Que hubiera juegos

Estructura escolar

Un parque

Flores

Desempeño

estudiantil

Estudiar

Tema Subtema Me gustaría que en mi colonia

Servicios/ Hubiera campos limpios

educación Estuviera limpia

ciudadana Limpia

Paisaje urbano

Que hubiera flores

Esté bonita

Juegos

Que hubiera mucha agua

Salud pública No hubiera perros

Menos perros

No hubiera muchos perros sueltos y que

no hubieran tantos carros

Seguridad pública Que no hubiera robachicos

Muestra


Anexo 5: Diálogo

intergeneracional

Carta descriptiva

Momentos Desarrollo Materiales Tiempo

Recepción Entregar un gafete de color para la Gafetes de 15 min.

de los integración posterior de los grupos colores

participantes de trabajo.

Los colores de los gafetes se

asignan según el grupo de edad, de

manera que los niños(as) tengan

uno, otro los adultos y otro más los

jóvenes.

(3 colores)

Bienvenida y

objetivos del

taller

De esta forma será más fácil

organizar grupos mixtos,

cerciorándose de que tengan igual

número de participantes de cada

grupo generacional.

Después de dar la bienvenida

se describe, de manera breve, el

objetivo del taller y la dinámica de

trabajo.

15 min.

Muestra

65


66

Momentos Desarrollo Materiales Tiempo

Técnica de

integración los

participantes

“Lazarillo” Se explica al grupo que

la técnica consiste en que la mitad

del grupo se va a cubrir los ojos con

un paliacate y otra persona los va a

guiar para que recorran el espacio

del salón. Las parejas se forman

de manera que se den todas las

combinaciones posibles: adulto-niño;

joven-niño; joven-adulto, jovenjoven,

niño-niño, adulto-adulto. La

idea es que la persona que no está

vendada ayude a su compañero a

recorrer el espacio, evitando riesgos,

dando instrucciones y de preferencia

sin tocarlo. Después de 10 minutos

cambian las parejas, los que guiaron

ahora se cubren los ojos y los que

fueron llevados ahora conducen a su

pareja también por 10 minutos.

Al final se hace un círculo y se les

pide que comenten cómo se sintieron.

El ejercicio pretende que los

participantes tengan la experiencia

de responsabilizarse de la seguridad

de otra persona, también de dejarse

guiar por otra persona y depositar su

confianza en ella, más allá de la edad.

El cambio de roles ayuda a ponerse

en el lugar del otro y ser sensible a

sus necesidades, también obliga a

confiar en el otro, rompiendo ideas

fijas sobre quién guía y quién sigue.

Se recomienda que el espacio no sea

muy amplio, para que el coordinador

pueda estar al tanto de lo que está

pasando. Los relatores toman nota de

las dinámicas que se generan y de las

expresiones de los participantes.

20 pañuelos

de colores,

una grabadora,

casete y

extensión.

30 min.

Muestra


Momentos Desarrollo Materiales Tiempo

Reflexión en

grupo sobre

la técnica de

integración

Presentación

de las reglas de

convivencia

El coordinador retoma las

observaciones de los relatores y

las incorpora en la explicación

del objetivo del ejercicio, pide a

los participantes que comenten

cómo se sintieron, cuáles fueron

las dificultades y por qué piensan

que se presentan.

Se relaciona la técnica con el

diálogo: en qué se parece, qué

pasa cuando queremos dialogar,

adultos, con niños, jóvenes con

adultos, etcétera.

El coordinador hace un

comentario sobre la función de

los acuerdos previos y presenta

las reglas del diálogo que están

en una hoja de rotafolio a la

vista de todos.

Se pide a uno de los

participantes que las lea en voz

alta.

El coordinador da una breve

explicación de lo que cada

una significa, aclara dudas y

pregunta si piensan que se debe

agregar alguna regla más.

15 min.

Muestra

La presentación de las reglas, el

acuerdo sobre las mismas y su

cumplimiento durante el diálogo

es un elemento importante del

aprendizaje grupal.

Hoja de

rotafolio con

reglas, maskin

tape

15 min.

67


68

Momentos Desarrollo Materiales Tiempo

Desarrollo del

Diálogo intergeneracional

Continúa el

Diálogo

Se toman como guía las preguntas

eje; el coordinador deberá propiciar el

diálogo, de manera que al final se haya

conversado sobre las preguntas.

Comenta sobre las reglas y su función

para facilitar el diálogo.

Una persona escribe las diferentes

aportaciones en cada uno de las hojas de

rotafolio que contienen las preguntas eje.

El coordinador hace una síntesis del

diálogo en las hojas de rotafolio.

Descanso de 15 minutos

El coordinador forma tres grupos

tomando como base los colores de

los gafetes, de manera que queden

integrados niños, jóvenes y adultos.

La consigna es que piensen en una

actividad colectiva que puedan

desarrollar para contribuir a la solución

del problema. Deberán anotar en una

hoja de rotafolio la idea y representarla

de manera gráfica o plástica para

comunicarla al resto del grupo.

Hojas de

rotafolio con las

preguntas

45 min.

Muestra

Debe haber un coordinador por cada

grupo, con la capacidad de promover

la tarea y ayudar a representarla de

manera creativa.

Los relatores toman nota de las

dificultades que se presentan, de

los elementos que actúan como

facilitadores/obstáculos y algunas

expresiones significativas, luego

presentarán las observaciones al

coordinador.

Hojas de

rotafolio,

plumones.

maskin tape,

material para

la actividad

creativa:

revistas, tijeras,

pegamento,

cartulinas,

etcétera.

60 min.


Momentos Desarrollo Materiales Tiempo

Plenaria

(compartir las

propuestas)

Cierre y

despedida

Cada uno de los grupos presenta

su propuesta, se hace una ronda de

comentarios y de preguntas.

Si es pertinente el coordinador retoma

algunas de las observaciones que le

presentaron los relatores de los grupos.

Se valora el trabajo de todos, evitando

la competencia.

Para cerrar el coordinador hace una

breve síntesis del proceso vivido

enfatizando el aprendizaje para el

diálogo y los resultados (propuestas);

invita a los participantes a organizarse

para llevar a cabo alguna de las

propuestas.

Evaluación El que los participantes puedan poner

en palabras lo que aprendieron es

esencial para reforzar su experiencia,

por ello es muy importante no olvidar

realizar algunas preguntas que permitan

evaluar el proceso desde su punto de

vista. Por ejemplo: ¿qué aprendieron?,

¿cómo se sintieron?, ¿qué les pareció

difícil?, ¿qué es lo que más les gustó?

40 min.

15 min.

Muestra

Por otro lado, la evaluación permite

al equipo coordinador observar las

debilidades, obstáculos o aciertos tanto

de la metodología de trabajo, como del

espacio y organización general del taller.

69


Para escucharte mejor. Estrategias para incorporar la voz

de las niñas y los niños en la toma de decisiones, se

terminó de imprimir en la Ciudad de México en

mayo de 2009, en los talleres de Preprensa

Digital, Caravaggio No. 30, Colonia

Mixcoac, Delegación Benito Juárez,

C.P. 03910, México, D.F. La

edición consta de 500

ejemplares más

sobrantes para

reposición.

n

n


Este texto forma parte de la colección

Participación Social y Construcción de

Ciudadanía, de la asociación Hacia una

Cultura Democrática, A.C. (Acude).

Varios de los materiales que integran

esta serie se derivan del proyecto de

investigación-acción: Una Comunidad

que Aprende y Participa, que se llevó

a cabo en la Ciudad de México, en la

Delegación Tlalpan, entre 2001 y 2007.

El objetivo fue favorecer la participación

de los niños y las niñas a través de

acciones concretas para solucionar los

problemas que les atañen.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!