Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
16<br />
R K M Ú S I C A M A Y O<br />
Sepultura / Monumental Monterrey<br />
Obituary y Sadus / Ibex Rock Bar<br />
Jueves <strong>de</strong> doblete<br />
El presupuesto y el reloj fueron los<br />
peores enemigos <strong>de</strong> los metaleros<br />
regiomontanos ese jueves, una<br />
<strong>de</strong> las noches más pesadas <strong>de</strong> la<br />
historia <strong>de</strong> la ciudad. Por azares<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino, capricho <strong>de</strong> promotores o alguna<br />
maldición celestial, el mismo día se presentaban<br />
tres bandas legendarias <strong>de</strong>l metal subterráneo,<br />
en dos escenarios distintos, a cinco kilómetros<br />
uno <strong>de</strong>l otro.<br />
¿A cuál chingados voy?, se habrán preguntado<br />
más <strong>de</strong> diez. Para el metalero radical estaba claro,<br />
el Ibex era el lugar. Para los más vanguardistas<br />
y tolerantes <strong>de</strong> las evoluciones en el metal, el<br />
coso taurino fue la elección. Algunos pudientes<br />
y arriesgados (o afortunados con cortesías <strong>de</strong><br />
Sepultura), apostaban, con alto riesgo <strong>de</strong> per<strong>de</strong>rse<br />
a Sadus, por los dos conciertos.<br />
Sepultura empezó a las 8:30 PM. El lugar,<br />
inmenso para la pobre entrada que a esa hora<br />
registraba la plaza <strong>de</strong> toros. Eso, el sonido casi<br />
imposible <strong>de</strong> mejorar en la pésima acústica <strong>de</strong>l<br />
embudo <strong>de</strong> la avenida Alfonso Reyes, más la<br />
alineación alicaída –en apariencia– <strong>de</strong> los brasileños,<br />
quizá habrá hecho arrepentirse a algunos al<br />
iniciar el concierto.<br />
Pero las cosas mejoraron y el grupo ofreció<br />
una actuación sobresaliente, la gente empezó a<br />
llegar a las 9:00 –hasta sumar casi 2 mil espectadores–<br />
y el concierto alcanzó notas altas finalmente.<br />
Estuvieron los clásicos “Troops of doom”,<br />
“Beneath the remains”, “Arise”, “Dead embryonics<br />
cells”, “Refuse/Resist”, “Territory” (hasta su raro<br />
cover a “Bullet the blue sky” <strong>de</strong> U2) y nadie extrañó<br />
<strong>de</strong>masiado a Igor Cavalera; su reemplazo, el<br />
brasileño Jean Dolabella, hizo más que bien el jale.<br />
Derrick, el cantante, difícilmente alcanzará<br />
algún día el carisma –y talento compositivo– <strong>de</strong><br />
Max, pero es enjundioso y entregado sobre el<br />
entarimado. Paulo y Andreas, mientras, en su<br />
habitual estupendo nivel. Pero el reloj avanzaba,<br />
estaba el riesgo <strong>de</strong> que el concierto en el Ibex<br />
empezara y todavía faltaba el tema más famoso<br />
<strong>de</strong> Sepultura. Por fin, a las 9:45 las últimas notas<br />
<strong>de</strong> “Roots, bloody roots” sonaban por los altavoces<br />
y, entonces sí, a enfilarse en chinga a la<br />
segunda cita.<br />
LOS QUE PARTIERON EN COCHE, ENTRARON AL<br />
recinto ubicado al final <strong>de</strong> la calle Morelos cuando<br />
Sadus terminaba su tercera rola. No dolió tanto<br />
la pequeña infi<strong>de</strong>lidad, pues. Nos perdimos poco<br />
<strong>de</strong> un trío excepcional en los terrenos <strong>de</strong>l thrash<strong>de</strong>ath.<br />
Sin hacer menos el trabajo <strong>de</strong> Darren<br />
Travis, en guitarra y voz y Jon Allen tras los tambores,<br />
las miradas y los oídos se concentraban en la<br />
–literal y metafóricamente hablando– gigantesca<br />
figura <strong>de</strong> Steve DiGiorgio y su talento con el bajo.<br />
Fenomenal.<br />
La respuesta eufórica y merecida y un repertorio<br />
que por fin pudo estar completo con la ejecución<br />
íntegra <strong>de</strong> “Certain <strong>de</strong>ath”, luego <strong>de</strong>l cortón<br />
que sufrieron en el Metal Fest III. Y Obituary, otra<br />
vez a <strong>de</strong>moler oídos, a provocar el headbangeo<br />
y volver a quedar como una banda fundamental<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ath metal, rescatando cortes <strong>de</strong><br />
casi todos sus discos; al igual que Sadus, tocaron<br />
con un muy buen sonido. Al final, no hubo quejas:<br />
quien apostó por alguno <strong>de</strong> los conciertos <strong>de</strong>bió<br />
haber salido satisfecho. Quien se aventó el doblete,<br />
claro, tuvo más placer.<br />
(Por Gerardo Wario)<br />
ANDREAS KISSER, guitarrista <strong>de</strong> Sepultura. JOHN TARDY, cantante <strong>de</strong> Obituary.<br />
STEVE DIGIORGIO Y DARREN TRAVIS al frente <strong>de</strong> Sadus, en una <strong>de</strong> las noches más pesadas <strong>de</strong> la historia<br />
Fotos: Nuno Ferreira<br />
TXUS Y JOSE <strong>de</strong> Mago <strong>de</strong> Oz.<br />
VICTOR GARCÍA <strong>de</strong> Warcry.<br />
UDO DIRKSCHNEIDER ¡explosiva presencia!.<br />
La mägia volvió<br />
Lo volvieron a hacer. En su quinto concierto en la ciudad en sólo tres años, el<br />
conjunto español volvió a enloquecer a sus seguidores a niveles sólo vistos con<br />
grupetes como Menudo, Backstreet Boys o RBD. Alaridos, gritos histéricos, coros<br />
en todos los temas, baile… toda una fiesta.<br />
Su público no es el típico metalero, pero varios cientos <strong>de</strong> militantes en las filas<br />
<strong>de</strong>l heavy los adoran; su festival podría haber sido patrocinado por cua<strong>de</strong>rnos Scribe, Gansito<br />
Marinela o bebidas Frutsi –la cantidad <strong>de</strong> chamacos era impresionante–, pero bastantes adultos<br />
corearon sus rolas, y aunque sus canciones pue<strong>de</strong>n parecer repetitivas, basta para que suenen la<br />
flauta y el violín al alimón para que se activen los resortes <strong>de</strong> sus fans y empiecen a saltar.<br />
Vaya, en el peor <strong>de</strong> los casos, son un mal necesario. En el mejor, ha sido un buen revulsivo a<br />
una escena <strong>de</strong> rock en español reducida a unos cuantos aferrados en géneros especializados. Y<br />
algunos seguidores variopintos se harán rockeros gracias a ellos.<br />
Warcry, por ejemplo, lo sabe, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Mägo fueron la banda con mejor respuesta y<br />
seguramente regresarán en este mismo año. Cage, el abridor, con su heavy metal clásico, poco<br />
pudo hacer para encen<strong>de</strong>r a la gente que en ese momento hacía una regular entrada. Luego,<br />
los locales Maligno sonaron pesado, directo, efectivo y consiguieron aplausos y manos en alto<br />
(a<strong>de</strong>más, con su actuación <strong>de</strong>spertaron el interés <strong>de</strong> la gente <strong>de</strong> la Arena, don<strong>de</strong> los pidieron<br />
para abrir el concierto <strong>de</strong> Guns N’ Roses, el 2 <strong>de</strong> junio).<br />
Y UDO, a diferencia <strong>de</strong>l Metal Fest pasado don<strong>de</strong> fue el gran triunfador, no las tuvo todas<br />
consigo: a pesar <strong>de</strong> su explosiva presencia y energético repertorio, se topó con la indiferencia <strong>de</strong><br />
los ansiosos fans <strong>de</strong> Mägo.<br />
Después, dos horas y media <strong>de</strong> magia. La magia que algunos <strong>de</strong>testan por circense y simple, a<br />
otros transforma y hechiza. Cuestión <strong>de</strong>l público.<br />
(Por Gerardo Wario)<br />
Fotos: Nuno Ferreira<br />
M A Y O P U B L I C I D A D 17 R K