Luis Gerardo Treviño Hernández - Rocka

Lo cierto es que la verdadera magia de la historia,
donde radicaba la habilidad de la piedra filosofal,
consistía en que a todo aquel que tocara el libro, lo
convertía en lector. un gran logro sin duda.
Bueno, quizás exagero un poco, pues ni el propio
Radcliffe lo logró a la primera; pero de que consiguió
atraer a millones de lectores (¡y adolescentes, sobre
todo!), es un hecho irrefutable.
En México, quizás el único material de lectura que
pueda atribuirse tales logros es El Libro Vaquero, pero
como cuenta con dibujitos de Pocahontas en pelotas
a la menor provocación, pues como que no tiene el
mismo mérito que consiguió el maguito con su varita.
LA TRAGEDIA EN SÍ ES uN ELEMENTO ESENCIAL
en la trama del personaje para atraer más lectores,
empezando con la muerte de los padres de Harry
desde un principio, además del riesgo constante en
cada novela al estar a punto de morir por una u otra
razón macabrona.
Lo interesante del asunto es que a pesar de que
la historia inició espe-
cíficamente dedicada al público infantil, la trama se
ha ido tornando cada vez más oscura, y esas generaciones
de lectores han ido creciendo y adaptándose
a la trama sin mayor problema. Incluso Harry sigue
ganando más seguidores de todas las edades año
con año.
Pero la tragedia no sólo estaría presente en la
trama de la saga, sino también fuera de ella, cuando
lamentablemente el actor Richard Harris, quien interpretó
a Albus Dumbledore, el director de Hogwarts,
falleció en el 2002 después de filmar la segunda
parte, siendo remplazado por Michael Gambon.
Dumbledore, quien juega un rol preponderante
en la nueva secuela, también estará asediado por
el infortunio, tal como le sucedió a Cedric Diggory,
personaje de la cuarta novela (Harry Potter y el cáliz
de fuego), que termina en un fatal desenlace.
Y volviendo a la teoría del “maguito Midas”, el
actor que interpretó a Cedric Diggory es un tal Robert
Pattinson, quien también ha incrementado su fama y
sus ganancias rápidamente al estelarizar la otra saga
de moda, pero de vampiros fresillas, Crepúsculo.
El pRínCIpE... ¿QUé?
En lo que respecta a los logros del mago adolescente,
hay que decir que la autora nunca perdió la
cabeza con el rumbo de los personajes en los libros
subsecuentes, y le dio a los lectores lo que querían
al concluir la saga, aunque ya estaba por demás
sonado en la red el terrible y mortal desenlace.
Cada uno de los libros iba cosechando sus semillas
que concluían en películas exitosas: La piedra
filosofal, La cámara secreta, El prisionero de
Azkaban, El cáliz de fuego y La Orden del Fénix...
Esta vez es el turno de ir a la pantalla grande al
sexto libro, Harry Potter y el Príncipe mestizo, el
cual se llamó originalmente en inglés Half-blood
Prince, lo cual literalmente sería el Príncipe Media
Sangre, que, para términos simples, lo tradujeron
como “Príncipe mestizo””.
Para colmo de males, en América Latina le
damos a la palabra “mestizo” cierta connotación
despectiva relacionada con los indígenas, por lo
que el título cambió a ...El misterio del Príncipe.
ESTA NuEVA ENTREGA LA DIRIGE DAVID YATES,
un director relativamente novato extraído de series
de televisión, que se estrenó en cine con la anterior
cinta del mago, ...La Orden del Fénix.
Con Yates al mando, parece ser que los estudios
Warner, la escritora Rowling y hasta el mismo
Radcliffe están más que encantados con los resultados.
Tan así es que también se encargará de filmar
el último libro, ...Las reliquias de la muerte, el cual
será dividido en dos películas con miras a estrenarse
en el 2010 y 2011, concluyendo así la saga cinematográfica
de ocho partes. La más larga de la historia.
En medio de trágicos finales, chispas mágicas
explosivas y hechizos mortales, Harry ha sabido
librarla bien. Aunque sus enemigos se van haciendo
más fuertes, los adeptos mortífagos (o “villanos”
pa’ la raza) se reagrupan, la magia negra es utilizada
con más frecuencia y van muriendo personajes
entrañables.
Sin embargo, lo peor de lo peor sigue asediando
a Harry constantemente: la ignorancia y la cerrazón
de criterio, que siguen provocando que mucha
gente termine presa de la “oscuridad literaria”, por
así decirlo, y se nieguen a leerlo...
¿A qué voy con esto? Pues por poner un ejemplo,
una amiga de 30 años, que nunca ha leído ni
madres (salvo los libros obligatorios de la secundaria
a la facultad), le pidió consejo a su papá para que
le recomendara ‘algo’ para leer.
Y yo, su servilleta, que estaba presente en esa plática,
sugerí que sería buena idea que iniciara con los
libros “light” de Harry Potter (aprovechando que, si
se clavaba, se aventaría otros 6 libritos más).
Pero para mi sorpresa, su papá (que nunca ha
leído al mago), se negó rotundamente escudándose
en las críticas moralistas radicales que les
mencioné en los párrafos anteriores.
Simplemente, que no la friegue. ¡¡¡Su “hijita”
tiene 30 añotes, weeee!!!
Entre que son peras o manzanas, el maguito de
los huevos de oro sigue con la buena fortuna que
lo ha caracterizado desde su publicación inaugural,
aunque sus peores enemigos, la ignorancia y la cerrazón,
sigan reclutando su ejército de individuos que
como si fuera por arte de magia, en lo que respecta a
neuronas, no tengan nada por aquí ni por allá.
La guerra De
LaS SagaS
y a propósito de los chupasangre crepusculeros, viene
a cuento analizar ese fenómeno literario-cinematográfico
en comparación con Harry Potter:
En los Estados Unidos, las casas editoriales importantes
están aferradas a comerle el mandado a las sagas
literarias provenientes de otro país que no sea el suyo,
pero simplemente no lo consiguen.
Primero lo intentaron con ERAGON, del autor
Christopher Paolini, publicado en el 2003.
En ese entonces, los medios masivos gringos nos
presentaban a Paolini como “el nuevo Rowling” y tan
sólo tres años después se estrenó la película, siendo un
completo mugrero.
La parafernalia y la
comercialización de la saga,
compuesta por tres novelas,
así como la realización de la
película, estaban a todo lo
que da; tal como sucedió después con CREPÚSCuLO, o
The Twilight Saga para los clavados en colmillos, novelas
escritas por Stephenie Meyer a partir del 2005, y la primera
transformada en película en el 2008 con un resultado
tan gris como el propio modo de vida vampiresca
de los personajes principales.
Hollywood también volteó
a Europa, y los estudios
Disney se fijaron en LAS CRó-
NICAS DE NARNIA del irlandés
C. S. Lewis, dando como resultado
–hasta ahora– dos películas con un pésimo casting
conformado por actores desangelados que interpretan a
los hermanos Pevensie, los personajes principales.
Otra de las sagas que hubieran podido darle guerra a
Harry en el cine fue LA MATERIA OSCURA, publicada por
el británico Philip Pullman a partir de 1995, de la cual
surge la película LA bRúJULA DORADA como primera
parte de la serie.
Sin embargo, la esencia de esta historia fue más duramente
criticada que la de Harry por contar con muchas
similitudes “tergiversadas” con la religión católica, por
lo que la cinta fue un rotundo fracaso en taquilla.
También está la (segunda)
saga de STAR wARS:
EPISODIOS 1, 2 y 3, que
al igual que la de Harry
Potter, también le fue bien
en taquilla. Aunque ésa se cocina aparte.
Indudablemente, la única saga que ha estado a la par
con la del maguito es la de EL SEñOR DE LOS ANILLOS, un
parteaguas literario de mitad del siglo 20 escrito por J. R.
R. Tolkien, y un parteaguas cinematográfico del siglo 21,
dirigida por Peter Jackson y estrenada en el 2001, al igual
que la primera cinta de Harry.
Ambas sagas son consideradas las grandes vencedoras
en taquilla, aunque en rubros distintos, pues las cintas de
la Tierra Media son para un público mayor mientras que
las del mago van para adolescentes y adultos, además de
contar con más tomos, por lo que podríamos considerar
a la de Harry Potter, por su extensión, como la saga de
la década.
• JULIO • CINE 23