Luis Gerardo Treviño Hernández - Rocka

¿Despenalizar?
un aspecto polémico es la despenalización del consumo
de la mariguana –que es diferente a una legalización de
los narcóticos–, medida que buscaría reducir los márgenes
de ganancia de las bandas criminales y bajar la presión
sobre policías, jueces y políticos. Despenalizar no
es una medida tan revolucionaria porque por doquier
se reconoce que las políticas actuales no funcionan y el
consumo no se reduce.
En Holanda hay cafeterías que abiertamente ofrecen
hashish; en Inglaterra no se persigue a los consumidores
argumentando que la policía debe concentrarse en
combatir delitos mucho más graves; en E.u.A. el gobierno
federal mantiene su rigidez, pero los gobiernos
locales flexibilizan sus posturas –una decena de estados
la acepta con propósitos medicinales.
No hay soluciones fáciles a la degradación de nuestras
policías o a la violencia criminal causada por las
drogas que se producen, trafican y consumen. Ningún
cambio será fácil y los resultados tampoco serán automáticos.
Hay enormes resistencias sociales, poderosísimas
redes de interés y obligaciones internacionales
que debemos cumplir.
Es imperativo revisar la actual política y abrir el
abanico de opciones. Está bien que se combata a los
cárteles y a la corrupción y que se profesionalice el aparato
de seguridad. Pero resulta criminal que ignoremos
el consumo y descuidemos la prevención, la educación
y la rehabilitación de los adictos, y que no empecemos
a considerar los pros y contras de medidas como la
despenalización.
Seguimos perdiendo la guerra y no estamos para
desechar lo que otras sociedades están experimentando.
Julián Bazaldúa
Monterrey
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réplica a
homo-réplica
Primero agradezco a Fernando que haya leído mi carta
en LA ROCKA No. 96. Como segundo punto, repito mi
nombre, Jorge, no José. Como tercer punto, aunque
tenga mucha cultura y haya viajado a Canadá, sigo
opinando que Fernando es un reprimido sexual.
Como cuarto punto, él dice ser normal sólo por
ser heterosexual pero ¿qué define a una persona ser
alguien normal? ¿En qué te basas, Fernando, para decir
que eres normal? El decir “soy normal” es un término
utilizado muy comúnmente pero ¿quién nos asegura
que lo somos?
Fernando sigue reprochando y humillando a la gente
homosexual como lo hizo en su primera carta. Tal vez,
Fernando, eres un homosexual de “closet” y utilizas
toda tu ira en contra de ellos para evitar que te digan
gay o joto como vulgarmente los llamamos.
Insistes en castigarlos, en discriminarlos, en llamarlos
enfermos mentales, ¿porque les gusta alguien de su
mismo sexo? Yo creo que el que merece ser castigado y
discriminado eres tú.
Dices al principio de tu carta: “se respetan a las
personas pero no sus ideales”, tú mismo deberías
aplicar esa frase contigo, los homosexuales son seres
humanos como tú y yo, son gente que (te repito) tienen
los mismos derechos que tú y yo.
Por último (tal vez necesites un oculista también),
en ningún momento mencioné en mi carta “cambiar la
naturaleza”, yo dije que hay que madurar no sólo físicamente
sino también mentalmente; tal vez te referías
a que comparé el crecimiento de la tecnología con el
de los seres humanos, porque, bueno, tú te quedaste
en una versión 3.1 de Windows y, mi amigo, ya estamos
en el Windows Vista.
Jorge A. García
Col. Niño Artillero, Monterrey
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LECTORES • JULIO •
¿nostalgia?
Somos rockeros de corazón y quisiéramos exponer
nuestra inquietud acerca de la apatía de la música de
las nuevas generaciones que al preguntarles no conocen
a grupos como El Gran Silencio, Zurdok, Cabrito
Vudú y algunos subterráneos. Se está transgrediendo
y tomando muy a la ligera la palabra rock, ya que hay
muchos grupos de pop con distorsión a los cuales llaman
rockeros y las nuevas generaciones se lo creen.
Principalmente, el motivo de esta carta es para
decirle a la banda que es necesario revivir esas tocadas
de antaño, no por nostalgia, sino por el espíritu que ya
se está perdiendo.
Qué pasó con la ‘Machaca Regia’ en el Mercado
Juárez, los Ska Wars, las tocadas en la Explanada de
los Héroes y muchos lugares más… Sabemos que son
otros tiempos pero estaría chido darle chance a tantos
nuevos grupos que traen buen material y son rockeros,
y no a esos grupos de rock pop de plástico.
Estaría con madre que ustedes como medio impulsen
nuevamente este tipo de eventos sin ser elitistas,
porque, como se sabe, hasta dentro del rock hay
discriminación, los grupos que estamos en ensayos
actualmente no hayamos para dónde correr por no
tener espacios para dar a conocer nuetro trabajo, ya
que la escena actual está plagada de estos pseudogrupos
de rock comerciales sin mensaje.
Queremos darle a conocer a la chaviza nueva que
aquí en Monterrey existe música de calidad con algún
evento que organicemos (no sé cómo) para que se
avienten desde las bocinas y hagan su desmadre.
Estaría con madre volver a impulsar estos movimientos
subterráneos, pero para que vean la luz al final del
túnel y quien quite vean alguna agrupación rentable y
sobre todo nueva sangre para las estaciones de radio,
pero de rock real y no mamadas (dónde estás Juan
Ramón Palacios, tú eras quien impulsaba estos movimientos
la mayoría de las veces y eras el mejor espacio
para tocar, si lees esto, échanos la mano, caon!).
Atte., unos seguidores de la época de grupos como
Los Perros, La Flor de Lingo, Cabrito Vudú, Mente
Indígena, etcétera.
Alberto Velasco
(jalberto.velasco@gmail.com)
Sergio Alarcón
(valentinelizaldeesgay@hotmail.com)
Col. Cd. Satélite, Monterrey
PD.- Es nuestra muy personal opinión sin afán de ofender
a alguien que piense diferente (o tal vez sí), y ahí
dejamos nuestros correos por si a alguien le interesa
armar algún toquín clandestino para empezar a gestar
otro movimiento, a ver cómo le hacemos, el chiste es
ser muchos.
Alberto y Sergio: Cada generación vive su época. Los
grupos que mencionan ya se desintegraron casi todos,
la ‘Machaca Regia’ es historia y Juan Ramón Palacios es
todo un padre de familia. Las bandas deben adaptarse
a las circunstancias actuales, aprovechar las ventajas y
soportar lo que no sea tan agradable; no hay de otra,
el pasado no volverá. Ánimo.
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Mal domingo
El domingo 17 de mayo salí de mi casa a pasear, me
arrepiento de haberlo hecho, yo no sabía que ese
día se iban a realizar las famosas pintas. Iba llegando
al centro por Morones, y llegando a Constitución un
policía me ve y me detiene, le pregunto que por qué y
me dice que andaba rayando, le digo que voy llegando
al centro, mientras yo decía eso me andaba revisando
y así nada más me esposó y me subió a la patrulla.
Me llevaron a la delegación Sur con los que sí habían
rayado, estando ahí no nos dejaron hablar por teléfono
y dos horas después nos trasladaron al Alamey
y permanecí ahí 48 horas, al cumplirse el tiempo me
trasladaron al Penal del Topo Chico y me ficharon,
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el deporte profesional...
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duré una semana ahí por un crimen que no cometí (salí
pagando fianza).
Esto que me pasó es una pendejada, me subieron
sólo porque se les hinchó, no mamen, los policías son
los verdaderos criminales (no todos), hay que cuidarse
de ellos porque así como así te detienen y te arrestan.
Les agradecería que la publiquen sin mis datos ya
que estoy en el sistema y temo que se enteren (la
policía).
Se omite el nombre.
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un día en la
calle ( II )
Aportando más a la carta de Ana en LA ROCKA No. 97,
acerca de la situación en nuestra ciudad…
Después del examen de admisión de la fac, me fui
a Morelos a despejarme tantillo porque el día se veía
bonito. Me topé a un amigo de la prepa en Interplaza y
de ahí nos fuimos hasta el Mercado Funda caminando.
En eso en lo que vamos caminando, todos rayándose
la madre, la mayoría eran taxistas, uno casi chocaba
por quedársele viendo a una edecán de Telcel, los
camiones no se paraban cuando les hacían la parada, y
eso que eran ancianos...
También hay personas esperando a ver a quién
roban, de todo... en eso, donde estábamos cruzando
ahí por Colegio Civil, los carros y camiones no se frenaban,
le aceleraban, cerrando a otros carros...
Las alcantarillas llenas de basura... botes de plástico...
Flyers de candidatos a la gubernatura...
un desmadre.
Somos una de las mejores ciudades de México...
una de las más turísticas... Más contaminadas... más
productivas...
Conduce y maneja, cede el paso, la prioridad la tiene
el peatón, no el conductor; maneja a la defensiva;
primero los demás y luego yo... así evitarás muchos
accidentes...
Luis Gerardo Treviño Hernández
Col. Las Nuevas Puentes, San Nicolás
Sed de triunfo
Aunque no lo considere una muestra realmente representativa
de la opinión de la sociedad, como medio
escrito de mayor circulación en la ciudad estaba leyendo
el periódico El Norte en su versión electrónica.
Me gusta curiosear entre sus artículos y de repente
encontrar algo bueno o interesante, y disfruto también
leyendo los comentarios que otros lectores dejan ahí.
Bueno, el punto es que un día en la primera página se
encontraba un artículo con un título algo así como “Se
enfrentan sicarios y militares”.
Me metí a informarme y la nota hablaba de una
balacera en Chihuahua, donde habían muerto como
15 sicarios y un militar. una victoria para el Ejército:
bien, dije.
Lo curioso es que la nota tenía publicada como
media hora y ya había más de 70 comentarios; intrigado
por la robusta cantidad me dispuse a leerlos.
La gran mayoría eran eufóricos vítores a nuestro
órgano militar. Palabras como “Glorioso Ejército
Mexicano”, “Héroes de la libertad”, “La Patria” y
otras muchas del estilo que llenarían varias páginas.
Felicitaban al Ejército por su acción y se mostraban
orgullosos de pertenecer al mismo país que estos
anónimos y valerosos héroes de verde.
No considero que esté mal que se apoye al Ejército
sobre todo después de que haya hecho algo como
matar sicarios, pero me llamó la atención la cantidad y
la intensidad de los comentarios.
Lo que me vino a la cabeza fue: qué urgidos y
sedientos estaremos los mexicanos por los triunfos;
esta acción era un triunfo para México en cierta forma
y se veía el entusiasmo desbordado en las frases, como
si la gente lo estuviera esperando.
Somos un pueblo luchón que intenta y persevera,
pero últimamente hemos tenido tantas “derrotas”:
la crisis, el desempleo, la violencia, la corrupción, la
influenza; vamos, que ya ni la Selección sale al quite,
que siento que empezamos a necesitar agarrarnos de
cualquier cosa que salga bien para sentirnos motivados
y encontrarle sentido a todo este desorden que rodea
nuestras vidas.
Como dije antes, aunque no creo que El Norte sea
un termómetro de la opinión de la sociedad, me dio
un boceto de esa necesidad de ganar, esa necesidad
de saber que por lo menos en algo somos mejores que
nuestros contrincantes.