12.05.2013 Views

Julio César Potenziani Bigelli - Academia Nacional de Medicina

Julio César Potenziani Bigelli - Academia Nacional de Medicina

Julio César Potenziani Bigelli - Academia Nacional de Medicina

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Aca<strong>de</strong>mia</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> <strong>Medicina</strong>. Boletín ANM-Venezuela. <strong>Julio</strong> C. <strong>Potenziani</strong> B- Marzo 2013. Vol 5, Nº 51 Sección I<br />

Sección I - Editorial<br />

‘El Resentimiento y la Templanza en la Moral <strong>de</strong>l Individuo’<br />

‘Has llevado la <strong>de</strong>sgracia porque no sabes obrar bien. Nada valen las<br />

palabras sin los hechos; ni el conocimiento sin la experiencia; ni el dinero sin<br />

la generosidad; ni el amigo sin la lealtad; ni la virtud sin la práctica; ni la<br />

caridad sin la buena intención; ni la vida sin la salud, la seguridad y la alegría’<br />

Código 2013-5-51-I-60<br />

Calila y Dimna (el libro <strong>de</strong>l soberano y <strong>de</strong>l político) siglo VI a. C<br />

Dr <strong>Julio</strong> <strong>César</strong> <strong>Potenziani</strong> <strong>Bigelli</strong> jcpotenziani@gmail.com<br />

En una tesis doctoral <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Navarra <strong>de</strong>l año 2007 1 , llegaron a mi,<br />

conceptos <strong>de</strong> una claridad tal que sin pensarlo dos veces, se los hago llegar a uste<strong>de</strong>s,<br />

lectores <strong>de</strong>l Boletín, para que puedan tener una visión más amplia <strong>de</strong> lo que nos está<br />

sucediendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace mas <strong>de</strong> 14 años en nuestra querida Venezuela.<br />

Se trata <strong>de</strong> la revisión <strong>de</strong> dos gran<strong>de</strong>s filósofos alemanes, uno Max Scheler<br />

(1874-1928) sostenedor <strong>de</strong> la Fenomenología, la Ética y la Antropología filosófica y <strong>de</strong><br />

gran autoridad en el campo <strong>de</strong> la Filosofía <strong>de</strong> la religión. El otro Dietrich von Hil<strong>de</strong>brand<br />

(1889-1977) filósofo y teólogo católico alemán y escritor <strong>de</strong> ensayos sobre la Fé y la<br />

Moral <strong>de</strong>l Catolicismo. Ambos <strong>de</strong>l Círculo <strong>de</strong> Gotinga.<br />

El ensayo leído se titula la ‘Ceguera Moral y su relación con la templanza’.<br />

Citaré a continuación textualmente muchos pasajes <strong>de</strong>l ensayo en cuestión.<br />

El origen <strong>de</strong> los juicios morales <strong>de</strong> valor según Nietzche se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong>l<br />

resentimiento, confirmado por Scheler en su libro ‘Resentimientos en la Moral’ . El<br />

resentimiento es un fenómeno que dificulta y a veces imposibilita el correcto<br />

conocimiento moral y como consecuencia la conducta moral. Dice Scheler que si bien<br />

el resentimiento no es causado por la intemperancia, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que la templanza<br />

actúa como un inhibidor <strong>de</strong>l resentimiento y facilita el correcto conocimiento moral. El<br />

resentimiento es ‘una autointoxicación psíquica con causas y consecuencias bien<br />

<strong>de</strong>finidas y tiene por consecuencia ciertas propensiones permanentes a <strong>de</strong>terminadas<br />

clases <strong>de</strong> engaños valorativos y juicios <strong>de</strong> valor correspondiente. Entre las emociones<br />

que al ser reprimidas pue<strong>de</strong>n originar el resentimiento se encuentran en primer termino,<br />

el ‘sentimiento y el impulso <strong>de</strong> venganza, el odio, la maldad, la envidia, la ojeriza, la<br />

perfidia’. Entran en la formación <strong>de</strong>l resentimiento tan sólo si no tiene lugar una victoria<br />

moral sobre ellos, por ejemplo el perdón para la venganza, o el arrepentimiento. Los<br />

insultos, movimiento <strong>de</strong> los puños, son manifestaciones externas <strong>de</strong> dicho<br />

resentimiento. La condición para que éste resentimiento surja se dá tan sólo allí don<strong>de</strong><br />

una especial vehemencia <strong>de</strong> estos afectos, va acompañada por el sentimiento <strong>de</strong> la<br />

impotencia para traducirlos en actividad. Es raro en cambio el resentimiento en el<br />

criminal, pues éste no reprime su odio, su afán <strong>de</strong> venganza y su envía, su codicia,<br />

sino que las <strong>de</strong>ja <strong>de</strong>rivar hasta el crimen, según Scheler. Es innegable que aquí<br />

tenemos una primera conexión con la mansedumbre, virtud anexa a la templanza que<br />

ejerce su acción mo<strong>de</strong>radora sobre la pasión <strong>de</strong> la ira. Y <strong>de</strong> ello hemos dado pruebas<br />

los venezolanos <strong>de</strong>centes hasta la saciedad. En la medida que una persona es mansa,<br />

sin ten<strong>de</strong>ncia a irritarse ante una supuesta ofensa y encen<strong>de</strong>rse, los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong><br />

venganza serán menor. Pero junto a la ten<strong>de</strong>ncia a la represión <strong>de</strong> la reacción<br />

inmediata y el aplazamiento constante <strong>de</strong>l contraimpulso, al sentimiento <strong>de</strong> venganza le<br />

es esencial que ‘exista cierta igualdad <strong>de</strong> nivel entre el ofendido y el ofensor’. En<br />

cambio una actitud verda<strong>de</strong>ramente humil<strong>de</strong> en la que el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la propia existencia<br />

se mo<strong>de</strong>re para mantenernos en la verdad <strong>de</strong> lo que somos, evita <strong>de</strong> raíz la formación


<strong>de</strong> impulsos <strong>de</strong> venganza, difíciles <strong>de</strong> <strong>de</strong>scargar que por tanto conducen al<br />

resentimiento y sus consecuencias.<br />

La envidia es otro <strong>de</strong> los sentimientos que pue<strong>de</strong> causar el resentimiento. La<br />

envidia nace <strong>de</strong>l sentimiento <strong>de</strong> la impotencia y <strong>de</strong> una ilusión ‘nos parece que el otro y<br />

su posesión son la causa <strong>de</strong> que nosotros no poseamos el bien’. Conduce al<br />

resentimiento cuando se trata <strong>de</strong> valores y bienes inaccesibles a nosotros, por<br />

naturaleza, pero colocados en la esfera <strong>de</strong> la comparación con los <strong>de</strong>más. La envidia a<br />

la belleza, a la raza, a los valores hereditarios <strong>de</strong>l carácter se convierten en una envidia<br />

existencial y es en ésta clase <strong>de</strong> envidia don<strong>de</strong> se presenta el fenómeno <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>svalorización ilusoria <strong>de</strong> los valores positivos que promovieron la envidia. Como no<br />

puedo alcanzar ésos bienes y valores, sencillamente niego que lo sean…..igual que la<br />

fábula <strong>de</strong> la zorra y las uvas.<br />

Así pues para el resentimiento se requiere también una actitud especial en la<br />

comparación valorativa <strong>de</strong> uno mismo con los <strong>de</strong>más. La penosa tensión exige una<br />

solución y la encuentra en cierto engaño estimativo que es especifico <strong>de</strong>l resentimiento.<br />

La persona intemperante abocada, abocada la persecución insaciable <strong>de</strong> placeres<br />

sensibles, no por ello <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> percibir que no logra la felicidad. Por eso el intemperado,<br />

cuando <strong>de</strong>scubre en los <strong>de</strong>más un bien que él todavía no posee, cifra <strong>de</strong> nuevo en su<br />

posesión sus esperanzas <strong>de</strong> felicidad y envidia a quien ya lo posee.<br />

En cambio, la templanza, con todo el cortejo <strong>de</strong> sus virtu<strong>de</strong>s, especialmente la<br />

parquedad, ayuda al hombre a experimentar la plenitud <strong>de</strong> una vida lograda que no<br />

requiere <strong>de</strong> los bienes sensibles, tampoco los que ve en los <strong>de</strong>más, para ser feliz: la<br />

envidia pier<strong>de</strong> sus sentidos, pues son sólo los bienes materiales y sensibles lo que, con<br />

su posesión menguan y se agotan. Los espirituales no menguan y se comparten. La<br />

templanza se opone al sentimiento <strong>de</strong> envidia y por tanto a su posible consecuencia: el<br />

resentimiento.<br />

Seguiremos en próximas entregas con éste tema apasionante.<br />

Bibliografia<br />

‘Perdonar al perverso es exponer y arrojar a los justos en las fauces <strong>de</strong>l peligro;<br />

Absolverlo es convertirse en su cómplice en el <strong>de</strong>lito. Dar protección a los buenos es co-<br />

laborar con ellos en el bien que hacen. El perdón hace tanto daño en el felón (<strong>de</strong>sleal, falso,<br />

traidor, pérfido, bellaco, engañoso, indigno, infame, perverso), como bien en el hombre probo<br />

(honorable, honrado, integro, recto, <strong>de</strong>cente, moral, irreprochable, intachable) y <strong>de</strong> noble corazón,<br />

y corrompe al primero en la misma medida que corrige al segundo’<br />

Calila y Dimna (el libro <strong>de</strong>l soberano y <strong>de</strong>l político) siglo VI a. C<br />

1. Templanza y Ceguera moral en Max Scheler y Dietrich von Hil<strong>de</strong>brand. José Brage. Parte <strong>de</strong> Tesis<br />

Doctoral presentada en la Facultad Eclesiástica <strong>de</strong> Filosofía <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Navarra. 2007

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!