Inmigración y transferencias de renta al exterior

Inmigración y transferencias de renta al exterior
LUIS AYALA CAÑÓN
Universidad Rey Juan Carlos
TERESA PÉREZ BARRASA
Instituto de Estudios Fiscales
Resumen
Recibido: Octubre 2010
Aceptado: Noviembre 2010
El objetivo de este trabajo es analizar la evolución en el largo plazo de las remesas de inmigrantes enviadas desde
España y sus efectos sobre los diferentes equilibrios de la Balanza de Pagos. El desarrollo de las remesas ha supuesto
un notable desarrollo de servicios financieros específicos y la creación de nuevas oportunidades de negocio para las
entidades financieras. Desde la perspectiva de la estructura interna de la Balanza de Pagos el crecimiento de las
transferencias de renta al exterior inducido por el crecimiento de las remesas ha modificado algunos de los equilibrios
básicos de la balanza corriente. El efecto más visible ha sido la inversión del saldo tradicionalmente positivo de
la sub-balanza de transferencias, que en determinadas etapas de la economía española sirvió para compensar parcialmente
el déficit sistemático en el intercambio de bienes con otros países.
Palabras clave: inmigración, remesas, Balanza de Pagos.
Clasificación JEL: F22.
Abstract
This paper aims at examining trends in international remittances sent from Spain paying special attention to the impact
on the equilibrium in the Balance of Payments. The dramatic growth of remittances has given rise to new financial
services and opportunities. From the viewpoint of the internal structure of the Balance of Payments, the growth
of payments in the balance of current transfers has somewhat changed the traditional pattern of surpluses and deficits.
The most remarkable change has been a negative sign in this balance after many decades showing an opposite
trend. For many years, this surplus helped to partially compensate systematic deficits in foreign trade.
Key words: international migration, remittances, Balance of Payments.
JEL Classification: F22.
1. Introducción 1
Presupuesto y Gasto Público 61/2010: 245-272
Secretaría General de Presupuestos y Gastos
© 2010, Instituto de Estudios Fiscales
La inmigración es, probablemente, el fenómeno demográfico con mayor incidencia en
las sociedades contemporáneas. Durante los últimos años se ha registrado un crecimiento
continuo del peso de los inmigrantes en el conjunto de la población de las sociedades occi-

246 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
dentales, con notables implicaciones en la estructura económica y social. España, aunque tardíamente
si se compara con otros países europeos, no ha resultado ajena a esta realidad, con
una presencia cada vez mayor de población extranjera. Se trata, de hecho, del país de la
Unión Europea-15 con mayor crecimiento demográfico en valores absolutos en la última década
y el segundo, después de Irlanda, en términos relativos.
Uno de los efectos económicos más relevantes del espectacular aumento de los flujos
de trabajadores entre países ha sido, sin duda, el crecimiento de las remesas enviadas por los
inmigrantes a sus países de origen. A mediados de la primera década del siglo XXI, el volumen
total de las transferencias enviadas por este concepto a los países de menor nivel de renta
ascendía a más de 170.000 millones de euros, con un aumento acumulado en el breve margen
de cinco años superior al 100%. España, como país de acogida de uno de los mayores
flujos de llegada de población inmigrante, ha participado de la misma tendencia, con cifras
que han llegado a ser superiores a los ocho mil millones de euros. España pasó a ser uno de
los países que más inmigrantes acogió, detrás de Estados Unidos, siete veces más poblado,
además de ser el principal emisor de remesas a países fuera de la Unión Europea.
Para los países de renta media-baja o baja, las remesas que envían los inmigrantes suponen
un flujo de recursos mayor que la ayuda al desarrollo. Este diferencial ha aumentado,
además, con el paso del tiempo. Partiendo de niveles muy similares a mediados de los años
noventa, en la actualidad las remesas más que duplican las cifras oficiales de ayuda al desarrollo,
y han pasado a ser una fuente fundamental para la entrada de dividas. En México, por
ejemplo, las remesas son la segunda fuente de generación de divisas, después de las exportaciones
de petróleo. En el conjunto de la economía mundial, las remesas han pasado a tener un
volumen similar al de la inversión extranjera directa (Banco Mundial, 2006).
Como han señalado distintos autores, las características de estos flujos, relativamente
estables y contracíclicos, contribuyen no sólo al desarrollo financiero de los países receptores,
sino también a la estabilización de sus economías. La evidencia empírica reciente parece
corroborar esta hipótesis (Acosta et al., 2009). Las remesas pueden ayudar también a suavizar
las restricciones crediticias y a mejorar el acceso de los países implicados a los mercados
de capitales. Pero, sobre todo, a través del incremento de la renta, en la mayoría de los casos
pueden reducir la pobreza y, generalmente, la desigualdad.
Existen, sin embargo, algunos efectos negativos para los países de origen. El propio hecho
de generalizarse las salidas masivas de población en edad de trabajar supone, inevitablemente,
un factor limitativo de la capacidad de crecimiento. Cuanto más cualificada sea la
mano de obra que se desplaza, más intensos pueden ser los efectos sobre el potencial de crecimiento,
al limitar la capacidad para absorber tecnología y, con ello, el crecimiento de la
productividad. La cuestión clave es hasta qué punto ese alto coste puede ser compensado por
los efectos positivos de la llegada de remesas, que se supone serán más elevadas cuanto mayor
sea el nivel educativo del remitente. La evidencia empírica no es concluyente, sin que la
investigación reciente haya confirmado ese efecto amortiguador (Niimi et al., 2008). En algunos
países se ha constatado también que la participación laboral de los hogares que reciben
remesas desciende de manera significativa (Giuliano y Ruiz-Arranz, 2005). No obstante, varios
autores han encontrado también que los hogares participantes invierten más en capital
humano y en los resultados educativos, además de reducir prácticas limitativas del bienestar

Inmigración y transferencias de renta al exterior 247
y los derechos sociales, como el trabajo infantil (Cox y Ureta, 2003, Yang y Martinez, 2006,
Calero et al., 2009).
Esta ambivalencia de los posibles efectos de las remesas de los inmigrantes ha hecho
germinar una amplia gama de estudios que han tratado de examinar la amplia variedad de canales
a través de los cuales aquéllas afectan al bienestar y al crecimiento económico de los
países de origen. Como señalan McKenzie y Sasin (2007), mientras que algunos de los canales
de influencia son muy directos, como la influencia positiva sobre el consumo y la inversión,
a través del aumento de la renta, y, con ello, la reducción de la pobreza, otros son menos
obvios, como las interacciones con las políticas públicas, las consecuencias de la salida de
los individuos emprendedores o las implicaciones que sobre el bienestar de los hogares tiene
la salida de los padres. El efecto neto, especialmente en términos de desigualdad, dista de ser
una realidad predeterminada y remite al análisis empírico de los datos disponibles.
Existe una notable asimetría, en cualquier caso, entre el estudio de los efectos de las remesas
de los inmigrantes sobre sus países de origen y el análisis de su incidencia en los países
desde donde generan sus rentas y se emiten las transferencias. Este segundo tipo de efectos
abarca un conjunto muy variado de elementos. El notable volumen adquirido por los
flujos de renta hacia el exterior ha afectado, sin duda, al desarrollo de servicios financieros,
con una clara ampliación de las posibilidades de envío de este tipo de transferencias, el aumento
de la competencia y la creación de nuevas oportunidades de negocio para las entidades
financieras.
Desde la perspectiva macroeconómica, el crecimiento de las transferencias de renta al
exterior ha modificado algunos de los equilibrios básicos de la balanza corriente. El efecto
más directo del aumento de estos pagos ha sido la inversión del patrón tradicional de la balanza
de pagos en España, en el que el saldo positivo de la sub-balanza de transferencias había
sido sistemático hasta fechas recientes. Este superávit, unido al saldo positivo que históricamente
mostró también la sub-balanza de servicios, debido al fenómeno diferencial del
turismo, sirvió en determinadas etapas para compensar un déficit persistente en la balanza de
bienes.
Más allá del equilibrio contable existen otros elementos derivados de la inmigración
que pueden afectar a las cuentas con el exterior. Una explicación que no ha recibido suficiente
atención del aumento del déficit en la cuenta de capital en muchos países es la necesidad
de disponer de mayores equipamientos que genera la inmigración. En un contexto internacional
caracterizado por la reducción de las restricciones para el intercambio de capital, los
movimientos de trabajadores podrían estar asociados a movimientos de capital para equipar a
los trabajadores en sus nuevos países de destino. Algunos trabajos que analizan la experiencia
reciente dan soporte empírico a esta posibilidad (Lange y Gollin, 2007).
El objetivo de este trabajo es analizar la evolución en el largo plazo de las remesas de
inmigrantes enviadas desde España y cuál ha sido su efecto sobre los diferentes equilibrios
de la Balanza de Pagos. La estructura del trabajo es como sigue. Después de esta introducción,
se estudia, en primer lugar, el concepto de remesas y las fuentes disponibles para el
análisis de su evolución en el largo plazo (apartado 2). En el tercer apartado se evalúa el impacto
de las remesas en las transferencias corrientes al exterior. En el siguiente apartado se

248 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
analiza la incidencia de las remesas de los inmigrantes al déficit corriente. En el quinto apartado
se analiza la distribución geográfica de las remesas y su relación con la población inmigrante.
El trabajo se cierra con una breve relación de conclusiones.
2. El concepto de remesas y las fuentes de información
para su análisis
El concepto que se utiliza en este trabajo es el de remesas de emigrantes. Esta variable
puede analizarse desde la doble perspectiva de ingresos o entrada de remesas y de pagos o
envíos de dinero al exterior por el colectivo de inmigrantes. Esta última será la variable fundamental
objeto de este estudio.
La Balanza de Pagos, como herramienta que registra las transacciones reales y financieras
entre los residentes de una economía (inmigrantes o no) y los no residentes, constituye el
marco de referencia fundamental para la cuantificación de las transferencias en general y en
particular de las remesas o pagos realizados al exterior por los inmigrantes hacia sus países
de origen. El quinto manual de la Balanza de Pagos del Fondo Internacional define las remesas
de trabajadores 2 como las transferencias corrientes realizadas al exterior por los emigrantes
que trabajan en otra economía de las que se les considera residentes. En términos de
balanza de pagos se consideran remesas las de los trabajadores con residencia en España superior
a un año.
El organismo responsable en España de la elaboración de la Balanza de Pagos y, por
tanto, de las cifras oficiales de remesas es el Banco de España. Hasta 2004, la información
estadística sobre remesas recogida en la Balanza de Pagos procedía fundamentalmente de la
declaración de cobros y pagos exteriores realizados a través de las entidades de crédito. Este
procedimiento de contabilización presentaba problemas a la hora de hacer una adecuada
cuantificación de las mismas debido a la existencia de umbrales mínimos de declaración
(12.500 euros), por debajo de los cuales, aunque los bancos comuniquen las transacciones,
no están obligados a especificar si se trata de remesas u otros pagos al exterior.
El Banco de España, consciente de la infravaloración que presentaban las remesas registradas
en la Balanza de Pagos, no solamente debido a la existencia de los umbrales mínimos
sino también por las salidas de dinero a través de cauces informales, como la entrega
personal de billetes o remesas en especie, introdujo a partir de 2004 varias mejoras en el sistema
de información que se utilizaba en la elaboración de las estadísticas del sector exterior.
A partir de dicho año se completa la información proporcionada por las entidades de crédito
con la facilitada directamente al Banco de España, y sin existencia de umbrales mínimos, por
los establecimientos de cambio de moneda autorizados legalmente para efectuar transferencias
de fondos, conocidos coloquialmente con el nombre de remesadoras 3 y se pasó a corregir
la infravaloración de las cifras que imponía la existencia de los llamados canales informales
de salidas de dinero mediante la aplicación de modelos econométricos 4 . En los años
sucesivos, en cada proceso de depuración del año correspondiente, se revisan las cifras del
inmediato anterior.

Inmigración y transferencias de renta al exterior 249
Estos ajustes, aunque mejoran la identificación del volumen total de remesas, no evitan,
sin embargo, los problemas de infraestimación de las cifras reales. En todos los países, el
volumen de remesas contabilizado por los respectivos organismos productores de los datos
oficiales deja fuera una parte muy importante de las transferencias de renta al exterior que
realizan los inmigrantes, que acuden, frecuentemente, a canales informales de envío. La presencia
de estos últimos medios tiene su origen en razones muy variadas, relacionadas tanto
con las características de los que envían las remesas como con las propias singularidades de
los países que acogen a la población inmigrante.
En varios países se ha podido constatar que la coexistencia de altos costes de envío y de
regímenes duales de tipos de cambio afecta a la elección de canales informales de envío de
las transferencias. En virtud de este hecho, podría suponerse para el caso español, como en
otros países europeos, que la apreciación del euro frente al dólar —el caso contrario supondría
un impuesto implícito sobre quienes envían dinero por canales oficiales— debería haber
favorecido un mayor envío de transferencias por las vías formales. En la práctica, sin embargo,
como se acaba de señalar, las diferencias entre países parecen pesar más sobre el tipo de
envío de remesas que otros factores, con un mayor predominio en España de los canales formales
para los inmigrantes latinoamericanos (BID, 2007) que en el corredor con Marruecos
(ECORYS, 2006) 5 . En este último caso, la cercanía geográfica favorece la entrega en mano
cuando los inmigrantes se trasladan a su país de origen. En otros casos, el acceso a sistemas
informales podría haberse visto fomentado por el aumento de costes en los países receptores,
entre los que destaca el hecho de gravar fiscalmente las transferencias realizadas por los inmigrantes,
práctica establecida en países como Colombia, Bolivia o Brasil.
En el crecimiento de los flujos pesa también la existencia de menores costes de envío de
las remesas por canales formales que en otros países europeos. En el caso de las instituciones
no bancarias, por ejemplo, los costes del envío de remesas que afrontan los inmigrantes residentes
en España se encuentran entre los más bajos de la Unión Europea cuando se trata de
envíos de reducida magnitud (Comisión Europea, 2006). El porcentaje que suponen los costes
sobre el valor de la transferencia —ligeramente superior al 4%— no se modifica con
cuantías más grandes, lo que supone una práctica poco frecuente en otros países y que hace
que los costes relativos para transferencias de mayor cuantía se sitúen en posiciones intermedias
en el contexto comparado (Gráfico 1). En casi todos los países esas cuantías, en cualquier
caso, son inferiores a las que cargan las entidades bancarias.
La evidencia sobre el alcance del problema de subestimación de las transferencias informales
en el caso español es limitada, aunque los estudios disponibles parecen revelar una
contabilidad más adecuada de las remesas que en otros países de la Unión Europea. A través
de un modelo econométrico con datos de panel y considerando diferentes áreas geográficas
Alvarez et al. (2006) calcularon una infraestimación cercana al 20%. En otro trabajo, Jiménez-Martín
et al. (2007) estimaron, teniendo en cuenta diferentes supuestos sobre la propensión
a enviar remesas y la renta disponible de los inmigrantes, el total de remesas enviadas al
exterior por los países de la Unión Europea incluyendo las realizadas a través de canales informales.
Concretamente, utilizaron tres escenarios diferentes del porcentaje de renta disponible
enviada al exterior (bajo: 8,3%, medio: 11,3%, alto: 13,0%). Sus resultados difieren de
los del Banco Mundial (2006), que otorgaban a España el primer lugar en el ranking de envío

250 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
Gráfico 1. Costes medios de las remesas en canales no bancarios como porcentaje del valor
de la transferencia (cantidad de referencia = 500 euros)
Fuente: Comisión Europea (2006): Second EU survey on workers’ remittances from the EU to third countries, Bruselas:
Comisión Europea.
Gráfico 2. Volumen estimado de remesas incluyendo transferencias informales. Año 2004
Fuente: Jiménez-Martín, S.; Jorgensen, N. y Labeaga, J. M. (2007): «The Volume and Geography of Remittances
from the EU», European Comission.

Inmigración y transferencias de renta al exterior 251
de remesas, seguida de Alemania y Francia. Según esta estimación alternativa, la cuota de las
remesas de España en el total de la Unión Europea sería inferior, debido, sobre todo, al menor
volumen de remesas hacia los propios países de la Unión Europea ampliada. El hecho,
sin embargo, de que la estimación se refiera al año 2004 obvia el notable incremento en
España de la población inmigrante procedente de los países del Este, que ha dado lugar en el
período más reciente a un acusado crecimiento de las transferencias con destino hacia esos
países.
3. El impacto de las remesas en la balanza corriente
3.1. Ingresos vs. pagos
La sub-balanza de ingresos y pagos por remesas de trabajadores ha jugado, tradicionalmente,
un papel relevante en el equilibrio en la balanza por cuenta corriente de la economía
española. La casi sistemática tendencia a la necesidad de financiación, impulsada por saldos
comerciales históricamente negativos, estuvo parcialmente compensada durante mucho
tiempo por los saldos positivos de la balanza de servicios y, en menor medida, aunque con un
efecto importante también, por las remesas enviadas por los trabajadores españoles en el exterior.
Esta contribución fue especialmente relevante en el período de industrialización tardía
de la economía española, fase en la que el volumen de las remesas fue clave para remediar
los problemas de financiación de las importaciones, al llegar a cubrir más de un tercio del déficit
comercial.
Todavía hoy, a pesar del retorno de una alta proporción de los trabajadores que protagonizaron
aquellos flujos, España sigue siendo uno de los principales países receptores de este
tipo de transferencias. Según los datos del Migration and Remittances Factbook 2008 del
Banco Mundial, España es el sexto país del mundo con mayor volumen de recepción de remesas
(cerca de nueve millones de dólares), sólo superada por India, China, México, Filipinas
y Francia.
La llegada de la inmigración ha supuesto, sin embargo, una modificación considerable
de este cuadro, al invertirse en un breve margen temporal el sentido de la corriente migratoria.
España ha pasado de ser, hasta hace no muchos años, un país exportador de mano de obra
y receptor de transferencias de dinero enviado por los españoles en el exterior, a convertirse
en un emisor por este concepto, con uno de los mayores niveles de pagos de toda la Unión
Europea. Desde 2004, España envía más remesas al exterior que las que recibe, inaugurándose
desde ese año un nuevo proceso de saldos negativos en la balanza de transferencias corrientes
por este concepto.
El análisis de la serie 1995-2009, período de expansión en la llegada de población extranjera
a España, permite destacar que mientras que los pagos al exterior por los inmigrantes
en España respecto al PIB fluctúan desde el 0,08% en 1995 hasta niveles cercanos al 0,70%
en los últimos años de la serie, con participaciones crecientes a lo largo de la misma, los ingresos
por remesas alcanzaron en nuestro país su techo máximo del 0,60% del PIB en 2007

252 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
Años
Cuadro 1
Ingresos y Pagos por remesas de trabajadores. 1995-2009
Miles de euros
Ingresos por remesas Pagos por remesas
Var. interanual
(%)
% respecto PIB Miles de euros
Var. interanual
(%)
% respecto PIB
1995 1.945.937 — 0,44 360.823 — 0,08
1996 2.094.566 7,6 0,44 420.989 16,7 0,09
1997 2.350.366 12,2 0,47 520.007 23,5 0,10
1998 2.635.877 12,1 0,49 634.360 22,0 0,12
1999 3.110.074 18,0 0,54 910.148 43,5 0,16
2000 3.721.897 19,7 0,59 1.445.836 58,9 0,23
2001 4.096.104 10,1 0,60 2.221.000 53,6 0,33
2002 4.183.194 2,1 0,57 2.843.960 28,0 0,39
2003 4.172.622 –0,3 0,53 3.475.428 22,2 0,44
2004 4.184.472 0,3 0,50 4.188.516 20,5 0,50
2005 4.301.448 2,8 0,47 4.935.649 17,8 0,54
2006 4.826.545 12,2 0,49 7.058.907 43,0 0,72
2007 5.310.653 10,0 0,50 8.448.827 19,7 0,80
2008 5.343.560 0,6 0,49 7.897.587 –6,5 0,73
2009 4.819.844 –9,8 0,46 7.129.752 –9,7 0,68
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España e Instituto Nacional de Estadística.
(Cuadro 1). Desde ese momento, el volumen relativo de los ingresos por remesas disminuyó
y fue superado por el de los pagos, como se acaba de señalar, en el año 2004.
Gráfico 3. Remesas de emigrantes respecto al PIB. 1995-2009
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España e INE.

Inmigración y transferencias de renta al exterior 253
Gráfico 4. Remesas de emigrantes. 1995-2009
(tasas de variación interanual)
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España.
Las tasas interanuales de crecimiento de los pagos e ingresos por remesas presentan
perfiles relativamente similares, aunque con un ritmo de los primeros siempre superior salvo
en el período más reciente. Cabe destacar respecto a los ingresos que, después de un período
de crecimiento muy contenido, incluso con una caída de los mismos en 2003, volvieron a recuperar
la senda de crecimiento en años posteriores para volver a caer en el inicio de la crisis.
Ello no ha evitado, en cualquier caso, el diferencial positivo de los pagos, que recibió un impulso
adicional en el año 2005 con el proceso de regularización de la población inmigrante.
A partir de 2006, sin embargo, las remesas enviadas por los inmigrantes pasaron a crecer a un
ritmo mucho más lento, hasta pasar a tener tasas negativas de crecimiento en el último tercio
de la década. Tales datos reflejan el impacto de la crisis económica y el incremento del desempleo
entre la población inmigrante.
3.2. Pagos por remesas y transferencias corrientes al exterior
Una de las cuestiones más relevantes en el estudio de las remesas enviadas por los inmigrantes
en el marco de la Balanza de Pagos es el análisis de los cambios en el largo plazo del
saldo de la sub-balanza de transferencias corrientes. En la Balanza de Pagos, la partida de
transferencias corrientes al exterior contabiliza los siguientes conceptos:
Transferencias de las Administraciones Públicas. Las más importantes cuantitativamente
son las que tienen como destino la Unión Europea.

254 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
Transferencias del sistema crediticio y otros sectores residentes. Dentro de este concepto
se recogen las remesas de trabajadores y otras transferencias del sistema crediticio.
Los pagos por remesas de trabajadores constituyen una parte, cada vez más importante,
del flujo de transferencias corrientes al exterior. En los años 1995-1999, en los que el flujo
migratorio todavía era débil, las remesas de trabajadores a sus países de origen representaban
el 7,4% del total de las transferencias mientras que en los años 2000-2006, en los que el flujo
migratorio ha sido más intenso, el peso de las mismas alcanzó, en promedio, la cifra del
Años
Cuadro 2
Detalle de las transferencias corrientes al exterior, 1995-2009
Total
Transferencias corrientes al exterior (miles de euros)
Transf. AA.PP. a la
UE
Otras transf. al
exterior de las
AA.PP.
Remesas
Otras transf. del
sistema crediticio
1995 5.681.678 3.780.793 588.487 360.823 951.577
1996 6.695.741 4.509.766 678.296 420.989 1.086.689
1997 7.934.407 5.481.604 647.385 520.007 1.285.409
1998 8.655.914 5.997.620 518.486 634.360 1.505.448
1999 9.647.109 6.414.759 502.666 910.148 1.819.536
2000 10.735.568 6.660.056 497.854 1.445.836 2.131.824
2001 12.172.053 6.776.946 589.174 2.221.000 2.584.933
2002 12.766.840 6.967.100 613.355 2.843.960 2.342.425
2003 15.412.146 8.193.200 731.716 3.475.428 3.011.801
2004 16.361.518 8.415.700 602.672 4.188.516 3.154.632
2005 19.795.577 10.295.412 677.923 4.935.649 3.886.594
2006 23.560.277 10.674.325 1.596.661 7.058.907 4.230.383
2007 25.676.634 10.314.103 2.027.636 8.448.827 4.886.070
2008 26.692.485 10.633.644 3.065.080 7.897.587 5.096.174
2009 26.097.794 11.439.751 3.149.588 7.129.752 4.378.703
Años
Total
Transferencias corrientes al exterior (%)
Transf. AA.PP. a la
UE
Otras transf. al
exterior de las
AA.PP.
Remesas
Otras transf. del
sistema crediticio
1995 100,0 66,5 10,4 6,4 16,7
1996 100,0 67,4 10,1 6,3 16,2
1997 100,0 69,1 8,2 6,6 16,2
1998 100,0 69,3 6,0 7,3 17,4
1999 100,0 66,5 5,2 9,4 18,9
2000 100,0 62,0 4,6 13,5 19,9
2001 100,0 55,7 4,8 18,2 21,2
2002 100,0 54,6 4,8 22,3 18,3
2003 100,0 53,2 4,7 22,5 19,5
2004 100,0 51,4 3,7 25,6 19,3
2005 100,0 52,0 3,4 24,9 19,6
2006 100,0 45,3 6,8 30,0 18,0
2007 100,0 40,2 7,9 32,9 19,0
2008 100,0 39,8 11,5 29,6 19,1
2009 100,0 43,8 12,1 27,3 16,8
Fuente: Banco de España.

Inmigración y transferencias de renta al exterior 255
Gráfico 5. Transferencias corrientes al exterior
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España.
Gráfico 6. Participación de las remesas de trabajadores en las transferencias corrientes
al exterior
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España.
23,6%, llegando a alcanzar en 2007 un tercio del total. En los últimos años de la serie, la reducción
de los flujos por la crisis ha vuelto a llevar ese valor a un porcentaje cercano al 25%.
Las remesas de los inmigrantes en España han tenido en el período 1995-2009 un crecimiento
acumulativo anual del 23,7%. Si se descompone dicho período en 1995-1999,
momento previo a la expansión de los flujos migratorios, y el período 2000-2006, cuando el
proceso inmigratorio fue más intenso, debido, entre otros motivos, a los procesos de regularización
de los inmigrantesyasuincorporación creciente al mercado laboral, las tasas acumu-

256 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
lativas anuales fueron, respectivamente, el 26,0 y el 30,2%. En el período más reciente
—2007-2009— ese proceso se detuvo bruscamente, presentando una tasa negativa de –0,8
puntos.
La creciente participación de las remesas de trabajadores al exterior incide en la evolución
decreciente del saldo de transferencias corrientes. En los primeros años de la serie, hasta
el 2000 inclusive, el saldo positivo de las remesas fue al alza (tasa acumulativa anual del
7,5%), lo que contribuyó favorablemente al superávit de la balanza de transferencias corrientes.
Desde 2001, año en que continúa la senda creciente de los pagos por remesas y la participación
de las mismas en las transferencias corrientes al exterior es cada vez más significativa,
el saldo positivo de las remesas comenzó a disminuir. A partir de 2004, primer año en el
que los pagos por este concepto superaron a los ingresos, el saldo de remesas se situó en una
senda negativa.
Cuadro 3
Saldo de transferencias corrientes con el exterior, 1995-2009
(miles de euros)
Años Total Transf. AA.PP. Remesas Otras transf.
1990 1.682.696 –1.563.579 1.065.001 2.181.274
1991 1.624.939 –2.145.088 996.490 2.773.537
1992 1.313.581 –2.908.325 1.108.578 3.113.328
1993 990.816 –3.808.659 1.190.996 3.608.476
1994 1.012.624 –4.508.149 1.429.392 4.091.381
1995 3.569.252 –2.460.566 1.585.114 4.444.700
1996 2.417.363 –3.538.224 1.673.577 4.282.009
1997 2.596.180 –3.807.260 1.830.359 4.573.083
1998 2.869.856 –4.053.932 2.001.517 4.922.272
1999 2.791.578 –4.285.508 2.199.926 4.877.159
2000 1.713.715 –5.777.576 2.276.061 5.215.229
2001 1.397.241 –5.633.098 1.875.104 5.155.234
2002 2.463.435 –4.821.344 1.339.234 5.945.544
2003 –542.887 –6.391.407 697.194 5.151.326
2004 –117.063 –5.690.870 –4.044 5.577.849
2005 –3.392.943 –7.400.470 –634.201 4.641.728
2006 –6.502.960 –8.907.559 –2.232.362 4.636.961
2007 –7.146.232 –8.670.681 –3.138.174 4.662.621
2008 –9.359.605 –11.222.323 –2.554.027 4.416.746
2009 –7.971.503 –11.533.953 –2.309.908 5.872.358
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España.
A pesar del importante crecimiento de las remesas pagadas al exterior y de la señalada
inversión del signo de la diferencia con los ingresos, su impacto en el saldo de las transferencias
corrientes con el exterior no resulta muy relevante en términos cuantitativos, debido a
que la magnitud del saldo por remesas es muy reducida comparada con la de otros componentes.
Tal como puede apreciarse en el Gráfico 7, son el saldo negativo de las transferencias
de las AA.PP. y el positivo de las otras transferencias del sistema crediticio los que más inciden
en el saldo final de la balanza de transferencias corrientes.

Inmigración y transferencias de renta al exterior 257
Gráfico 7. Saldo de las transferencias corrientes con el exterior
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España.
3.3. Incidencia de las remesas de los inmigrantes en el déficit corriente
La contribución negativa de las remesas al saldo de la sub-balanza de transferencias corrientes
y, sobre todo, la inversión de su carácter tradicional como elemento compensador del
saldo negativo de otras partidas, introduce, necesariamente, la cuestión del posible efecto del
creciente saldo negativo de los movimientos de remesas sobre el déficit corriente de la economía
española. Las series que cubren los movimientos de los distintos saldos desde mediados
de los años noventa muestran un aumento continuo del déficit por cuenta corriente, con
un crecimiento acumulativo anual en el período 1995-2006 del 23,4%. El saldo negativo de
la balanza por cuenta corriente pasó de representar tres décimas del PIB a mediados de los
años noventa a casi nueve puntos en 2008.
Las raíces de los déficits sistemáticos en la balanza por cuenta corriente se encuentran
en las dificultades estructurales de la economía española para conseguir un balance más
equilibrado en el intercambio de mercancías. Los déficits seculares de la balanza de bienes
registraron, además, un impulso adicional desde finales de los años noventa, debido al notable
crecimiento de la demanda interna y, muy especialmente, al vigor del consumo privado,
al mantenimiento durante varios años de un diferencial positivo en las tasas de crecimiento
respecto a los países de nuestro entorno y a los problemas de competitividad. Se añaden a
ello los saldos también negativos de la sub-balanza de rentas, que, manteniendo tradicionalmente
ese signo, se han más que triplicado en la década actual.

258 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
Cuadro 4
Detalle del déficit por cuenta corriente, 1995-2009
Déficit exterior (miles de euros)
Años
Total Bienes Servicios Rentas Tr.corrientes
1995 –1.373.953 –13.947.648 13.075.018 –4.070.572 3.569.253
1996 –1.079.494 –12.219.692 14.431.242 –5.708.405 2.417.364
1997 –447.803 –12.512.340 16.023.564 –6.555.209 2.596.178
1998 –4.773.073 –30.686.755 32.926.357 –13.347.258 6.334.576
1999 –16.966.521 –29.975.063 19.192.466 –8.975.501 2.791.579
2000 –24.949.482 –40.230.132 21.030.126 –7.463.191 1.713.714
2001 –26.822.606 –38.600.846 22.957.493 –12.576.494 1.397.242
2002 –23.763.916 –36.509.676 22.608.725 –12.326.401 2.463.434
2003 –27.476.381 –39.838.838 23.300.848 –10.395.505 –542.886
2004 –44.163.676 –53.660.176 21.753.017 –12.139.450 –117.063
2005 –66.859.689 –68.603.205 22.239.718 –17.103.255 –3.392.943
2006 –88.312.847 –83.245.926 22.235.232 –20.799.194 –6.502.961
2007 –105.265.906 –91.115.709 23.051.133 –30.055.103 –7.146.232
2008 –105.973.067 –86.723.528 26.143.832 –36.033.766 –9.359.605
2009 –57.153.726 –45.037.937 25.697.446 –29.841.732 –7.971.504
Déficit exterior (% del PIB)
Años
Déficit exterior Bienes Servicios Rentas Tr.corrientes
1995 –0,3 –3,1 2,9 –0,9 0,8
1996 –0,2 –2,6 3,0 –1,2 0,5
1997 –0,1 –2,5 3,2 –1,3 0,5
1998 –0,9 –5,7 6,1 –2,5 1,2
1999 –2,9 –5,2 3,3 –1,5 0,5
2000 –4,0 –6,4 3,3 –1,2 0,3
2001 –3,9 –5,7 3,4 –1,8 0,2
2002 –3,3 –5,0 3,1 –1,7 0,3
2003 –3,5 –5,1 3,0 –1,3 –0,1
2004 –5,3 –6,4 2,6 –1,4 0,0
2005 –7,4 –7,5 2,4 –1,9 –0,4
2006 –9,0 –8,5 2,3 –2,1 –0,7
2007 –10,0 –8,7 2,2 –2,9 –0,7
2008 –9,7 –8,0 2,4 –3,3 –0,9
2009 –5,4 –4,3 2,4 –2,8 –0,8
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España.
La tendencia al alza del saldo negativo de la balanza de bienes no se vio compensada,
como en anteriores etapas de la economía española, por el papel equilibrador de la balanza
de servicios. A diferencia del cuadro de mediados de los años noventa, cuando el saldo positivo
de los servicios más que compensaba el déficit crónico en el intercambio de mercancías,
el comportamiento de esta sub-balanza se ha caracterizado por una notable estabilidad
de las cifras, que contrasta con el notable aumento del déficit en la sub-balanza de
bienes. La pérdida de elementos compensadores afecta también a la sub-balanza de transferencias
corrientes que, como se acaba de señalar, ha invertido, recientemente, su saldo
tradicional, debido al doble efecto de la reducción de fondos procedentes de la Unión Europea
y al espectacular aumento de las remesas enviadas por los inmigrantes a sus países de
origen.

Inmigración y transferencias de renta al exterior 259
La descomposición de las fuentes del déficit corriente (Gráfico 8), permite apreciar que
el saldo negativo creciente de la balanza comercial (8% de crecimiento acumulativo anual,
aunque muy condicionado por la moderación del saldo ante la atonía de la demanda en los
últimos años del período estudiado), junto con el menor crecimiento del saldo positivo de la
balanza de servicios, son los saldos que más influyen en el balance de la cuenta corriente.
Los otros dos componentes —saldo de la balanza de rentas y, especialmente, de la de transferencias—,
a pesar de la marcada evolución negativa de esta última suponen una contribución
al déficit corriente muy poco relevante en términos cuantitativos.
Gráfico 8. Déficit exterior y componentes en porcentajes del PIB
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España.
El saldo de transferencias corrientes es, de hecho, el componente que menos contribuye
al déficit por cuenta corriente. Merece destacarse, sin embargo, la citada inversión de dicha
contribución durante el período de análisis, al ejercer un efecto positivo sobre el saldo agregado
hasta 2002, modificándose dicho signo desde 2003, aunque con una muy pequeña aportación.
Esta modificación del patrón, como se señaló en el apartado anterior, no se puede atribuir
por completo al aumento de los pagos por las remesas de los inmigrantes, sino también
al saldo negativo y creciente de los saldos por las transferencias corrientes de las Administraciones
Públicas.

260 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
4. Remesas y población inmigrante
Además de las cuestiones referidas a los aspectos macroeconómicos de las remesas enviadas
desde España por los inmigrantes, y más concretamente a los efectos sobre los saldos
de la cuenta corriente, existen otros temas relevantes para el análisis, que guardan mayor relación
con las decisiones individuales. Una cuestión fundamental para comprender el impulso
cobrado por estos flujos es identificar la relación entre las características de la población
inmigrante y las transferencias de renta al exterior.
El estudio sobre los determinantes del envío de remesas ha registrado una notable expansión
en los últimos años, complementando la otra vertiente del análisis, centrada en los
efectos de las remesas sobre la eficiencia y la equidad en los países receptores. El desarrollo
de una amplia literatura ha permitido superar algunas de las restricciones naturales para este
tipo de análisis, como el tránsito desde una concepción de estas transferencias como el resultado
de un comportamiento exclusivamente altruista a otra en la que las remesas se consideran
el resultado de una amplia diversidad de motivaciones, que incluyen motivos de aseguramiento,
de inversión o el propio intercambio de varios tipos de servicios a través de contratos
familiares informales.
En la que probablemente sea la revisión más completa hasta la fecha de los determinantes
de las remesas, Rapoport y Docquier (2006) sintetizan las predicciones teóricas que resultan
de los diferentes modelos disponibles sobre los motivos que empujan las decisiones sobre
el envío de remesas al exterior. Sus resultados revelan una síntesis de motivos familiares e individuales,
que explican tanto la probabilidad como las cuantías de las transferencias, que, en
general, comparten —a pesar de utilizar premisas teóricas diferentes— la mayoría de los modelos.
Destaca, en cualquier caso, de su revisión de las funciones estimadas de envío de remesas
el peso que generalmente tienen las características no observadas de los inmigrantes
sobre los flujos, que impiden hablar de patrones de comportamiento claramente observables.
En general, de los modelos que tratan de modelizar las decisiones de los inmigrantes
sobre el envío de remesas —motivos altruistas, «compra informal» de servicios, motivos estratégicos,
y acuerdos familiares de aseguramiento e inversión— destacan tanto las variables
representativas de las diferencias económicas entre los países receptores y emisores como un
conjunto amplio de características individuales asociadas a una mayor probabilidad de envío.
Al primer ámbito pertenecen variables como los niveles actuales y esperados de renta antes
del envío de las remesas de los inmigrantes y los receptores, la volatilidad de las rentas en el
país de origen y los niveles de desempleo en los dos territorios. Entre las características individuales,
los estudios destacan el número de miembros del hogar en el país de destino de las
remesas, el nivel educativo y el sexo del remitente, el número de personas del hogar que emigraron,
el estado civil y los activos del hogar. Estas variables, que han predominado en los estudios
de corte micro, se han utilizado también en los estudios de series temporales combinándolas
con variables agregadas, como el stock de población inmigrante en el país del que
salen las transferencias.
El peso del stock de población inmigrante tiene, en muchas estimaciones, una notable
capacidad explicativa del envío de remesas (Freund y Spatafora, 2005). En el caso de la economía
española, la coincidencia en el tiempo del aumento de la población inmigrante y de

Inmigración y transferencias de renta al exterior 261
los pagos en concepto de remesas enviadas al exterior parece indicar también una relación
estrecha entre ambas variables. Para observar la posible simultaneidad de ambos procesos se
pueden utilizar las cifras de población extranjera que cuantifica el Padrón Continuo, considerando
como inmigrantes a los nacidos fuera de España. Se incluye dentro de este colectivo a
los extranjeros procedentes del espacio económico europeo (EEE), ya que en la contabilización
de las remesas están todos los pagos hechos por este concepto como transferencias corrientes
al exterior, sin que exista detalle ni característica personal (lugar de nacimiento, nacionalidad,
etc..) de la persona que realiza el pago.
Tal como se señaló en apartados anteriores, el fenómeno de la inmigración en España es
relativamente reciente y creciente desde finales del siglo XX. Mientras que en el cambio de
siglo la población inmigrante no pasaba del 2% del total, los datos más recientes del Padrón
sitúan ese porcentaje por encima del 12%. Incluso en escenarios de baja propensión al envío
de remesas de la población inmigrante, tal aumento del stock de inmigrantes debería haber
generado un importante aumento de las remesas enviadas al exterior.
La comparación de los flujos de inmigrantes y de remesas enviadas parece mostrar esa
asociación (Gráficos 9.a. y 9.b.). Los perfiles de crecimiento de las remesas de trabajadores
enviadas al exterior, tanto en valores absolutos como en tasas de variación interanuales,
muestran una notable similitud con los de la población inmigrante, al menos hasta el estallido
de la crisis. Los pagos al exterior aumentan progresivamente hasta el año 2000, a partir
del cual, aunque continúa la senda de crecimiento, las tasas interanuales son inferiores durante
todo el quinquenio 2001-2005. La serie de población extranjera sigue un comportamiento
similar, salvo el repunte que correspondió al año anterior al proceso de regularización.
Al final del período, el aumento del desempleo entre la población inmigrante tuvo el
doble efecto de detención del flujo de entrada de nueva población y del volumen de remesas
enviadas al exterior.
Gráfico 9.a. Población inmigrante y remesas enviadas al exterior

262 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
Gráfico 9.b. Población inmigrante y remesas enviadas al exterior
(tasas de variación interanual)
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España y Padrón Municipal (INE).
La falta de sincronía observable en el período reciente y, sobre todo, en los años anteriores
a la crisis suscita varios interrogantes. La aparente mayor propensión a enviar remesas
podría explicarse por posibles cambios en las características de la población inmigrante, por
cambios en las condiciones económicas en los países de origen y destino o, alternativamente,
por cambios institucionales, como la citada regularización y las mayores facilidades para el
acceso a canales de envío fuera de los cauces informales.
Podría darse también que el incremento en el número de extranjeros en situación jurídicamente
normal hubiera provocado un cambio en la propia estructura demográfica de la población
inmigrante potencialmente emisora de remesas, con una ganancia de peso de los colectivos
con menor tiempo de residencia en España. La información disponible, aunque ceñida a
grupos de países muy concretos, muestra un patrón relativamente uniforme de envío de remesas
según el tiempo de estancia. Los datos de los hogares que envían remesas a Latinoamérica
desde España indican la existencia de un patrón en forma de U-inversa, encontrando la mayor
proporción de remitentes en los hogares que llevan entre 1y3años en España (Gráfico 10).
Este patrón contradice, relativamente, algunas de las hipótesis habitualmente manejadas
por los organismos internacionales, que descansan en una propensión marginal decreciente
de las transferencias según aumenta el tiempo de residencia en el país de destino (Banco
Mundial, 2006). Si bien es cierto que en los primeros tres años se concentra una parte
importante del esfuerzo de los inmigrantes en trasladar parte de la renta ganada al país de ori-

Inmigración y transferencias de renta al exterior 263
Gráfico 10. Envíos de remesas a Latinoamérica según años de permanencia del hogar
inmigrante en España (%). Año 2007
Fuente: BID(2007): Remesas de España a Latinoamérica
gen —debido, entre otros factores, a la necesidad de hacer frente al pago de las deudas contraídas
para realizar el viaje—, un porcentaje importante de las transferencias realizadas procede
de las personas que llevan cinco o más años fuera de su país.
Una medida alternativa de la relación entre el envío de remesas y el stock de inmigrantes es
la estimación de las remesas «per cápita». El valor del cociente pasó de 665 euros por inmigrante
en el año 1995 a 1.250 euros en 2009, habiendo alcanzado un valor máximo de 1.600 euros en
2007. No puede hablarse, sin embargo, de un perfil claramente monótono, con años de muy acusado
crecimiento, como 1997 y 1999, con tasas interanuales de crecimiento cercanas al 15% y el
año 2006, con una cifra record del 31% (Gráfico 11). En línea con lo ya señalado, este indicador
ha pasado a presentar valores considerablemente más bajos desde el primer año de la crisis.
Gráfico 11. Remesas per cápita
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España y Padrón Municipal (INE).

264 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
Una explicación de la menor elasticidad de las remesas al aumento de la población inmigrante
puede encontrarse en el cambio en la composición del stock de población extranjera.
Las series del Padrón permiten constatar que los flujos de trabajadores procedentes de Europa
del Este han sido los que mayor crecimiento han registrado desde comienzos de la
década, más que triplicándose su peso relativo en el total de inmigrantes. Como podrá constatarse
en el siguiente apartado, la propensión al envío de remesas de este colectivo es menor
que la del resto de grandes agrupaciones geográficas. La encuestas disponibles para la población
con origen latinoamericano (CECA, 2003, y BID, 2007), que acumula cerca de un 40%
del stock total de inmigrantes, muestran, sin embargo, un patrón bastante estable en el tiempo
en la regularidad de los flujos, lo que explica la mayor dependencia de los cambios en la
cantidad agregada de remesas del comportamiento de los grupos que están llegando a España
en mayor proporción.
Estas encuestas ofrecen también información sobre algunas de las características individuales
para las que algunos trabajos han encontrado, como se señaló, una mayor correlación
con el envío de remesas. De la distribución de frecuencias en los distintos países latinoamericanos
analizados, puede inferirse la existencia de altos niveles de heterogeneidad, lo que
dificulta dar validez a los diferentes modelos explicativos disponibles de la propensión y el
tamaño de las remesas. La edad media, por ejemplo, de los inmigrantes de la República Dominicana
que envían remesas (37 años) es considerablemente superior a la de Colombia (32
años) o Ecuador (31 años). Los ingresos medios, sin embargo, son bastante similares para las
tres nacionalidades.
Gráfico 12. Población inmigrante latinoamericana por nivel educativo y envío de remesas
Fuente: BID (2007): Remesas de España a Latinoamérica

Inmigración y transferencias de renta al exterior 265
Más diferencias existen en el caso de la educación, variable clave en el análisis reciente
del efecto compensatorio que podría tener la mayor llegada de remesas sobre la creciente salida
de trabajadores con niveles de cualificación superiores a la media. Los datos disponibles,
aunque no permiten apreciar el volumen de las remesas pero sí la propensión a transferir dinero
al exterior, revelan la presencia de niveles educativos muy diferentes en cada caso.
Mientras que el perfil educativo de los inmigrantes con origen colombiano que envían remesas
es mayoritariamente alto (un 40% tiene estudios universitarios concluidos), lo contrario
sucede con la población dominicana que realiza transferencias (casi la mitad sólo tiene estudios
básicos o ningún tipo de estudios). Se confirma, en cualquier caso, que el envío de remesas
desde España a Latinoamérica no guarda relación con el nivel educativo, al encontrar
perfiles muy similares en las respectivas distribuciones de frecuencias de los remitentes y en
los que no realizan transferencias (Gráfico 12).
5. La distribución geográfica de las remesas y sus efectos en el país
de destino
Desde el año 2004 y hasta 2006, la revisión de las cifras de pagos por remesas de trabajadores
llevadas a cabo por el Banco de España permite disponer de información desagregada
geográficamente según el destino final de los fondos. La información sobre cobros y pagos
exteriores realizados a través de las entidades de crédito no reflejaban adecuadamente,
en muchos casos, el país de destino de las remesas, debido a que, con frecuencia, en la liquidación
de las operaciones participaban intermediarios financieros residentes en terceros países
6 . La utilización de la información directa de las remesadoras por el Banco de España ha
permitido corregir los efectos del problema que presentaba la información a través de las entidades
de crédito y poder dar una información más adecuada de las remesas distribuidas por
el país de destino.
5.1. Inmigrantes por país de origen y destino de las remesas
Del análisis del breve período para el que existe información desagregada geográficamente
sobre pagos al exterior en concepto de remesas, son los países de América Latina y el
Caribe los que más dinero reciben del total de transferencias emitidas desde España. Es también
la población iberoamericana la que representa la mayor proporción en el total de inmigrantes
en España. No obstante, cabe destacar que mientras las remesas a la zona suponen
aproximadamente el 70% del total (media de los años disponibles), su peso en el stock de la
población inmigrante es poco más de un tercio del total (36%). Esta diferencia parece indicar
una propensión al envío de remesas muy superior a la del resto de colectivos extranjeros residentes
en España.
La acusada concentración geográfica de las remesas y la mayor dispersión de la población
inmigrante según el país de origen se aprecia con claridad en el Cuadro 5. De él se
desprenden diferentes tipologías respecto a la incidencia relativa de las remesas, entendida

266 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
ésta como la relación entre la contribución a las remesas yalapoblación total. Probablemente,
el caso más destacado sea el de Europa del Este, donde la notable asimetría entre la
contribución a la población y al total de remesas enviadas parece indicar motivos para la inmigración
y redes familiares y económicas con los países de origen muy diferentes a los de
América Latina. Resulta especial también el caso de Marruecos, donde la diferencia entre
el peso relativo en la población inmigrante y en el envío de remesas, siendo este último menos
de la mitad de aquél, se explicaría, sobre todo, además de por una menor propensión al
envío de transferencias y el mayor uso de lo canales informales, por las menores cuantías
de éstas.
Cuadro 5
Remesas enviadas al exterior por países de destino
2004 2005 2006
Agrupación de países
Remesas Inmigrantes Remesas Inmigrantes Remesas Inmigrantes
América Latina y el Caribe 71,7 39,7 69,4 37,4 68,9 35,4
Colombia 21,3 7,7 20,9 6,8 19,8 6,1
Ecuador 22,6 14,4 20,1 12,2 17,0 10,2
Bolivia 9,4 2,2 9,3 3,0 10,8 3,9
República Dominicana 6,8 1,6 5,5 1,5 5,7 1,5
Brasil 4,7 1,4 4,3 1,6 4,5 1,9
Perú 4,3 2,3 3,7 2,3 3,4 2,3
Argentina 1,6 4,2 2,0 3,9 1,8 3,4
Otros 1,0 6,0 3,6 6,2 5,9 6,2
UE-15 3,9 19,2 6,9 19,7 10,4 20,8
Resto de Europa 8,1 16,2 8,4 17,9 8,3 19,7
Rumanía 6,4 7,8 7,5 9,2 7,2 10,8
Ucrania 0,7 2,4 0,1 2,5 0,5 2,6
Bulgaria 0,5 1,8 0,4 1,7 0,2 1,6
Otros 0,5 4,3 0,4 4,5 0,4 4,7
Resto del mundo 16,3 24,8 15,3 25,0 12,4 24,1
Marruecos 7,8 13,8 7,1 13,6 6,0 13,2
Senegal 2,4 0,8 2,2 0,8 2,1 0,8
Filipinas 3,4 0,6 2,5 0,5 1,9 0,5
Otros 2,7 9,8 3,5 10,0 2,4 9,6
Total 100 100 100 100 100 100
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España y Padrón Municipal (INE).
Las remesas con destino a países de América Latina y Caribe pierden 3 puntos porcentuales
sobre el total en el breve período considerado (2004-2006). Esta moderada caída se explica
más que por una disminución en la salida de divisas desde España por el efecto del importante
crecimiento de las remesas con destino a países de la UE-15 (duplicándose en ese
mismo período). En el caso latinoamericano se observa una marcada concentración en tres
países —Colombia, Ecuador y Bolivia—, que acumulan casi la mitad de las remesas enviadas
desde España. En cuanto a las remesas recibidas en el resto de Europa procedentes de
España destacan las enviadas a Rumanía, que ha superado a Marruecos como cuarto país receptor.

Inmigración y transferencias de renta al exterior 267
Como consecuencia de la diferente contribución de cada área geográfica a los dos indicadores
agregados, remesas y población, la heterogeneidad en el nivel medio de las transferencias
realizadas al exterior es muy notable (Gráfico 13). Las remesas «per cápita» en la
corta serie disponible muestran una elevada dispersión, encontrando valores que en promedio
llegan a superar cinco veces los de las áreas con menores cuantías medias. Destacan, muy
por encima del resto, las transferencias medias 7 enviadas a América Latina, que duplican la
media del conjunto de remesas realizadas. El contraste lo ofrecen los inmigrantes procedentes
de Europa del Este, con propensiones al envío de remesas muy bajas en el caso de determinadas
nacionalidades, como Ucrania o Bulgaria.
€ / persona
3.500
3.000
2.500
2.000
1.500
1.000
500
-
2.238
Gráfico 13. Remesas per cápita por países de destino
251
2.325
1.238 1.254
América Latina y el Caribe
Resto del mundo
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco de España y Padrón Municipal (INE).
3.071
812 768 788 814
618 589 664
438
UE 15
Resto de Europa
Total remesas "per cápita"
5.2. La magnitud relativa de las remesas por países de destino
1.578
2004 2005 2006
Los flujos de dinero que envían los inmigrantes a sus países de origen inciden tanto en
el bienestar de sus familias como en la economía del país. Como ya se ha señalado, la magnitud
cobrada por estos flujos, que en muchos países superan a la ayuda al desarrollo o la
inversión directa, ha suscitado un notable interés respecto a los efectos sobre el crecimiento,
la desigualdad y la pobreza en los países receptores. La estimación del impacto de las
transferencias realizadas desde España por la población inmigrante desborda las posibilidades
de este trabajo, cuyo principal objetivo es la cuantificación de los flujos y el análisis
de sus efectos sobre los saldos de la balanza corriente y la relación con los flujos de población.

268 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
No obstante, la construcción de las series anteriores permite la elaboración de algunos
indicadores básicos, que reflejan, de forma indirecta, el posible impacto de las remesas en los
países receptores a través de su magnitud relativa respecto al PIB de cada país. El Gráfico 14
ofrece información sobre las remesas enviadas por los inmigrantes residentes en España por
países de destino y su relación con el PIB de cada país. Aunque las cifras son, en general, reducidas,
existen algunos datos cualitativamente relevantes. Es el caso, por ejemplo, de Ecuador
y, más recientemente de Bolivia, países para los que las remesas enviadas desde España
suponen un porcentaje del PIB —superior al 3%— bastante más relevante que en el resto de
países. Cabe presumir que el envío de remesas desde España se ha convertido, en ambos casos,
en una fuente relevante de reducción de la pobreza.
Participación en tanto por mil
35
30
25
20
15
10
5
-
Colombia
Ecuador
Bolivia
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco Mundial
Gráfico 14. Remesas recibidas respecto al PIB
Rep. Dominicana
Brasil
Perú
Argentina
Año/País
Rumanía
2004 2005 2006
En el caso de Ecuador, y dado que de las transferencias recibidas más de la mitad proceden
de sus emigrantes en España, este flujo es responsable, aunque sea parcialmente, de los
efectos positivos encontrados en forma de menor vulnerabilidad a los shocks macroeconómicos
y mayores inversiones en capital humano por parte de los hogares (Calero et al., 2009).
Podría inferirse, incluso, que las remesas enviadas desde España están siendo un instrumento
indirecto de reducción de la pobreza. Para contrastar el efecto de las remesas sobre la pobreza
puede utilizarse la metodología habitual de descomposición de ésta en el doble componente
de variaciones debidas a cambios en la renta media y variaciones de la pobreza debidos
a cambios en la desigualdad. Desde este marco, el impacto de las remesas sobre la pobreza
depende: i) del impacto que las remesas tienen sobre el crecimiento; ii) del efecto del creci-
Ucrania
Bulgaria
Marruecos
Senegal
Filipinas

Inmigración y transferencias de renta al exterior 269
miento sobre la pobreza; iii) del impacto de las remesas sobre la desigualdad; iv) del efecto
de la desigualdad sobre el crecimiento. Acosta et al. (2008) han estimado los respectivos
efectos para varios países latinoamericanos. De sus resultados para Ecuador y Bolivia se desprende
que, dependiendo de la imputación que se haga de las rentas que se dejan de ganar por
el hecho de emigrar, las tasas de pobreza —medidas con el umbral de menos de un dólar al
día en paridades de poder adquisitivo— se reducen en ambos países entre un4yun10%debido
al efecto de las remesas.
La evidencia sobre el efecto de las remesas españolas en otros países es muy limitada,
aunque existen algunos datos que, de forma indirecta, también informan sobre los posibles
efectos positivos tanto en términos de crecimiento económico como de reducción de la pobreza.
En el caso de Senegal, por ejemplo, destaca que aunque el número de inmigrantes en
España es relativamente pequeño —menos del 1% del total—, las remesas suponen casi un
1% del PIB. Existen también efectos conocidos para Marruecos, país que registró un crecimiento
muy importante de las remesas enviadas desde España, al pasar de 73 millones de euros
en 1998 a multiplicarse por más de cinco a mediados de la siguiente década, según los datos
del Banco Central de Marruecos 8 . Los estudios disponibles sobre los efectos de las
remesas en este país muestran un impacto positivo en determinados ámbitos económico y sociales,
como el mercado de la vivienda (Gallina, 2006). En las áreas con mayor tradición de
emigración, como la región del Rif, ha existido una notable expansión del sector de la construcción,
mientras que en zonas concretas, como algunas comunidades en Nador, una región
con altos niveles de emigración, la actividad económica habría desaparecido sin las remesas.
6. Conclusiones
El crecimiento de la inmigración en España es uno de los hechos demográficos con mayor
incidencia sobre la estructura económica y social. A los cambios en el mercado de trabajo,
la estructura productiva y la articulación de las políticas públicas se añade un hecho menos
subrayado en los estudios que han tratado de hacer balance de sus efectos pero
cuantitativamente relevante, como es el crecimiento de las remesas enviadas por los inmigrantes
a sus países de origen. Para éstos, las remesas que envían los inmigrantes suponen un
volumen de entrada de capital mayor incluso que la ayuda al desarrollo, lo que puede contribuir
no sólo a su desarrollo financiero, sino también a la estabilización de sus economías.
Existen, sin embargo, algunos elementos negativos asociados al crecimiento de las transferencias
recibidas en forma de remesas, como las pérdidas de capital humano por la salida de
los trabajadores más cualificados o los posibles desincentivos que pueden crear estas transferencias
sobre la participación laboral.
Este trabajo se ha centrado, más que en los efectos sobre los países de destino, en la incidencia
de las remesas sobre los equilibrios de la balanza de pagos en España. Mientras que,
por un lado, el desarrollo de las remesas ha supuesto un notable desarrollo de nuevos servicios
financieros y la creación de nuevas oportunidades de negocio para las entidades financieras,
desde la perspectiva de la estructura interna de la balanza de pagos el crecimiento de
las transferencias de renta al exterior inducido por el crecimiento de las remesas ha modifica-

270 Luis Ayala Cañón y Teresa Pérez Barrasa
do algunos de los equilibrios básicos de la balanza corriente. El efecto más visible ha sido la
inversión del saldo tradicionalmente positivo de la sub-balanza de transferencias, que en determinadas
etapas de la economía española sirvió para compensar parcialmente el déficit sistemático
en el intercambio de bienes con otros países.
El análisis realizado ha permitido encontrar también que las pautas de envío de remesas
desde España responden a ciertas singularidades, sin encontrar una correspondencia plena
con las predicciones de los modelos estimados para otros países. En primer lugar, no existe
un paralelismo claro entre la evolución de las remesas y los cambios en el stock de población
inmigrante. En segundo lugar, los datos disponibles parecen indicar la existencia de un patrón
en forma de U-inversa según el tiempo de permanencia en España, lo que contradice la
hipótesis habitualmente manejada de una propensión marginal decreciente de las transferencias
según se prolonga la permanencia en el país de destino. Los resultados de los trabajos
revisados apuntan, en cualquier caso, a una notable heterogeneidad entre las personas que
envían remesas, ya sea por características personales o por países de origen, que limita la capacidad
de los diferentes modelos explicativos de la propensión y el tamaño de las remesas.
Un último aspecto relevante, aunque sólo apuntado en la revisión realizada, es el posible
efecto de las transferencias realizadas desde España sobre los países de destino. Aunque
se trata de un ámbito de análisis especialmente complejo, la limitada evidencia disponible
parece apuntar a un efecto positivo de las remesas enviadas en forma de menor vulnerabilidad
a los shocks macroeconómicos y mayores inversiones en capital humano, así como a reducciones
de las tasas de pobreza en algunos países.
Notas
1. Luis Ayala agradece la financiación recibida del Ministerio de Ciencia y Tecnología (SEJ2007-67911-C03-03).
2. Los componentes normalizados del Manual de Balanza de Pagos del Fondo Monetario Internacional utilizan la
expresión «Remesas de trabajadores». En España se emplea habitualmente el concepto de «Remesas de emigrantes»
y su contabilización se recoge en la rúbrica de detalle de transferencias corrientes/ingresos o pagos/remesas
de trabajadores en Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional.
3. Aunque en España estos establecimientos se encuentran regulados e inscritos en el Banco de España, al que suministran
información de sus operaciones periódicamente, en otros países su falta de regulación específica los
sitúa en el ámbito de los canales informales.
4. La estimación y proyección de modelos con datos de panel, realizados por el Servicio de Estudios del BE, para
el período 2001-2004, apuntan una infravaloración media de los pagos de Remesas de emigrantes registrados
en la Balanza de Pagos de España en torno al 20-25% en dicho período.
5. Según datos del BID (2007), un 61% de las remesas enviadas a Latinoamérica se hicieron en remesadoras,
mientras que otro 27% se realizó a través de bancos y cajas.
6. Se trata de un problema de notable entidad en el caso de las remesas canalizadas a través de agentes de las grandes
redes internacionales de envío de dinero, cuyas casas centrales están ubicadas, en la mayoría de los casos,
en EE.UU. Los datos de las entidades de crédito para este tipo de operaciones sesgan el reparto por áreas geográficas,
al dar un mayor peso a las enviadas a EE.UU. y una menor cuantía al resto de los destinos.

Inmigración y transferencias de renta al exterior 271
7. El cociente entre las remesas enviadas y el número de inmigrantes no puede interpretarse estrictamente como
cuantías medias transferidas al exterior, dato para el que se necesitarían datos de cada transferencia realizada
para poder calcular la media, sino como remesas por inmigrante, independientemente de que no toda la población
extranjera realiza este tipo de envíos.
8. Para el caso de Marruecos los datos de Gallina (2006) muestran un patrón de envío de remesas muy delimitado.
Son muy elevadas en la primera etapa de residencia en España, hecho afectado por la necesidad de pagar las
deudas contraídas antes de salir. A medida que las familias se van asentando en el país de destino las transferencias
se van reduciendo. Luego vuelven a elevarse cuando los trabajadores se van acercando a la edad de retiro,
siendo el destino de las remesas, en un porcentaje importante, la inversión en vivienda para el momento de retorno.
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