¡Eh Toro! número 29 Octubre, Noviembre, Diciembre ... - Burladerodos

OCTUBRE-NOVIEMBRE-DICIEMBRE - 2004
ENTREVISTA
consagrado como Luis Francisco Esplá,
un matador como Ángel de la Rosa y
un novillero puntero como Juan Ávila.
Intenté estar a la altura, dando todo
lo que tenía dentro. Salí con enormes
ganas e ilusión de triunfar.
- Vayamos ahora a tus comienzos
en el mundo del toro. ¿Cómo nació
en ti la idea de meterte en este
mundo?
- Ya desde muy pequeño me encantaba
ver las corridas de toros, ir a los
toros de calle, las emboladas y así me
entró la afición. Luego empecé a ver
vídeos de grandes figuras del toreo,
de Antonio Chenel “Antoñete”, Paco
Camino, Antonio Bienvenida. Un día
les planteé a mis padres que quería
apuntarme a la Escuela Taurina y que
quería ser torero. Ellos siempre me han
apoyado.
- ¿Cómo ha sido tu experiencia en
la Escuela, con los maestros que te
han ayudado?
- A ellos se lo debo todo. Ellos me
han enseñado la técnica, cómo he de
estar en la plaza, la colocación. Además
de a Rufino, quiero agradecer a Vicente
Soler Lázaro, que ahora ya no está en
la Escuela, todos los consejos que me
ha dado y que me sigue dando cuando
coincidimos. Sin la Escuela yo no
habría sido torero ni tendría ninguna
oportunidad de torear.
- ¿Te dejas aconsejar por la gente
del mundo del toro?
- Me dejo aconsejar por mi maestro,
Rufino, alguna vez por los banderilleros
que me acompañan, y ocasionalmente
por gente de fuera de la Escuela, como
es el caso de Rafaelillo. Ahora, para mí,
las palabras más importantes son las
de mi maestro.
- ¿Cuáles son tus referencias entre
los toreros que has visto?
- Sin duda mi espejo es José Tomás,
es el toreo al que más admiro y
al que me gustaría parecerme. Otro
nombre importante para mí es César
Rincón. Son los diestros en los que
procuro fijarme más, y a los que aspiro
a emular.
- ¿Cómo definirías tu concepto
del toreo?
- Yo ahora no sabría definirlo bien.
Quizá deberían ser los aficionados los
que me juzgaran. En cualquier caso,
si tengo que definirme yo diría que mi
toreo va por los terrenos de la pureza y
de la técnica. El arte siempre está ahí,
cuando se torea, pero yo no me veo en
ese ámbito del toreo artístico, el que se
asocia por ejemplo al toreo gitano. Yo
intento un toreo más técnico y profundo,
como José Tomás o Rincón.
- En el desarrollo de la faena, ¿con
qué te sientes mejor, con el capote,
con la muleta?
- Con las dos cosas. No hago distinciones,
aunque soy consciente de
que en el toreo actual la muleta es
determinante.
- ¿Y con la espada? Porque para
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haber matado tan poco, se te ve muy
suelto.
- No crea. Para llegar a lo que se ha
visto he pinchado mucho. Yo aún tengo
muchísimos fallos, mucho que aprender.
Soy realista: yo no soy aún nadie en
el mundo del toreo. Estoy muy verde en
casi todo. Eso sí, yo hago mucho caso a
mis maestros, e intento hacer las cosas
exactamente como me dicen. Para mí
es esencial tener las ideas claras en la
cara del toro.
- ¿Cómo valoras tu final de temporada
con la participación en la
final de las Escuelas Taurinas en
València?
- Pues, la verdad, estoy muy satisfecho
de esa tarde, con las orejas
conseguidas. Estuvo muy presente el
triunfo en Benassal.
- ¿Cuáles son tus proyectos para
el inviernos?
- Primero prepararme bien para
mi compromiso de Vista Alegre, a ver
si consigo meterme en las novilladas
finales. Después, a partir de Navidad,
ir a tope para llegar en plenitud a la
Feria.
- El año que viene torearás con la
Escuela numerosos festejos. ¿Qué
proyectos tienes para después?
- Yo soy alumno de la Escuela y sólo
quiero pensar en eso. Torearé y me
formaré en este entorno. Del futuro, la
verdad es que aún entiendo muy poco
de los entresijos de este mundo. He de
aprender y lo demás ya vendrá.