Tartufo Molière - Colombia Aprende
Tartufo Molière - Colombia Aprende
Tartufo Molière - Colombia Aprende
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
MOLIÈRE TARTUFO<br />
CLEANTO:<br />
-¿Dónde pensáis acudir?<br />
ORGON:<br />
-¡Ay! ¡Qué sé yo?<br />
© Pehuén Editores, 2001.<br />
ESCENA PRIMERA<br />
ORGON, CLEANTO<br />
CLEANTO:<br />
-Me parece que se debe empezar por consultar juntos, las cosas<br />
que cabe hacer en este suceso.<br />
ORGON:<br />
-La arqueta que dije me conturba el alma. Más me desespera ella<br />
que todo lo demás.<br />
CLEANTO:<br />
-¿Tan importante misterio encierra esa arqueta?<br />
ORGON:<br />
-Es un depósito que Argas, el amigo a quien tanto añoro, me<br />
entregó con gran secreto al huir, eligiéndome a mí para guardarla<br />
porque, según me dijo, contiene papeles que afectan a su vida y<br />
hacienda.<br />
CLEANTO:<br />
-¿Y por qué las entregasteis a otras manos?<br />
ORGON:<br />
-Fue motivo de caso de conciencia. Hice confidencias del asunto<br />
al que me ha traicionado, y con sus razonamientos vino a<br />
persuadirme a que le diese la arquilla para guardarla, a fin de que,<br />
)44(<br />
en caso de investigación, tuviese yo un subterfugio que permitiere<br />
a mi conciencia jurar contra la verdad.<br />
CLEANTO:<br />
-Mal os veo, a juzgar por las apariencias. La donación y el asunto<br />
de ese cofrecillo son, a mi criterio, ligerezas de bulto. Con tales<br />
prendas en su poder, puede más que expulsarle; debisteis buscar<br />
algún arreglo amistoso.<br />
ORGON:<br />
-¡Que bajo un exterior de celo tan edificante se oculte un corazón<br />
tan doble y un alma tan pérfida! ¡Y yo que lo recibí cuando<br />
mendigaba y no poseía ningún bien! Desde hoy renuncio a todos<br />
los hombres honrados; tendré por ellos espantable horror y los<br />
rehuiré más que al diablo.<br />
CLEANTO:<br />
-¡Qué arrebatos tenéis! Nunca mostráis un temperamento sereno.<br />
Vuestra razón no se atiene jamás a lo justo y siempre caéis de un<br />
exceso en otro. Habéis visto vuestro error y conocido que un<br />
falso fervor os ha chasqueado; pero, ¿qué, razón exige que, para<br />
corregiros, vayáis a caer en un error más grande aun, y que por el<br />
corazón de un pérfido bergante juzguéis el corazón de todos los<br />
hombres de bien? Porque un bribón os defraude audazmente<br />
bajo el pomposo esplendor de una faz austera, ¿queréis que todos<br />
sean como él y que no se halle hoy ningún verdadero devoto?<br />
Dejad a los libertinos estas sandias consecuencias, no confundáis<br />
la virtud con las apariencias de la virtud, no aventuréis nunca<br />
vuestra estima demasiado lejos y ateneos al justo medio, según<br />
conviene. Guardaos, si podéis, de honrar la impostura, mas no<br />
por ello ofendáis al verdadero celo, y, de haber de caer en uno de<br />
ambos extremos, inclinaos mejor al otro.