La especie como unidad evolutiva: uso de marcadores moleculares ...
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<strong>La</strong> <strong>especie</strong> <strong>como</strong> <strong>unidad</strong> <strong>evolutiva</strong> 333<br />
Problema 2: no hay límites estrictos en el aislamiento<br />
reproductivo<br />
Respecto al concepto biológico <strong>de</strong> <strong>especie</strong>, éste pue<strong>de</strong> tener algunas limitaciones<br />
metodológicas, sobre todo cuando se inducen eventos reproductivos<br />
<strong>de</strong> manera artificial, sin contemplar el flujo génico actual. Detectar eventos<br />
reproductivos <strong>de</strong> esta manera no es sinónimo <strong>de</strong> un intercambio <strong>de</strong> genes <strong>de</strong><br />
manera más o menos constante entre los grupos. En estos casos es probable que<br />
la reproducción sexual esté <strong>de</strong>sacoplada y permanezca aún cuando la variación<br />
genética y el aislamiento geográfico sea muy gran<strong>de</strong> (Taylor et al., 2000). Con<br />
los análisis <strong>de</strong> entrecruzamiento se <strong>de</strong>tecta el flujo génico potencial, mas no<br />
el flujo génico real y actual (véanse los capítulos 2 y 9 <strong>de</strong> este libro; Hibbett et<br />
al., 1995). Un caso que ejemplifica lo anterior es el que se refiere a la <strong>especie</strong><br />
morfológica <strong>de</strong>l hongo Pleorotus ostreatus, en el que se reconocen ocho <strong>especie</strong>s<br />
biológicas. Sin embargo, cuando se aplican análisis filogenéticos, usando<br />
<strong>marcadores</strong> <strong>moleculares</strong> y se correlacionan con las variantes ambientales en<br />
cada una <strong>de</strong> las ocho <strong>especie</strong>s biológicas, se reconocen un total <strong>de</strong> catorce<br />
<strong>especie</strong>s (Vigalis y Sun, 1994).<br />
El concepto biológico pier<strong>de</strong> completa funcionalidad cuando se aplica a<br />
poblaciones en proceso <strong>de</strong> divergencia y don<strong>de</strong> en algunos casos pue<strong>de</strong> existir<br />
flujo génico que origina grupos híbridos (Rieseberg, 1997). El término híbrido<br />
se pue<strong>de</strong> restringir a aquellos organismos que se generan por entrecruzamiento<br />
entre individuos <strong>de</strong> diferentes <strong>especie</strong>s (Rieseberg, 1997; véase el capítulo 13 <strong>de</strong><br />
este libro). Los híbridos pue<strong>de</strong>n seguir dos rutas antagónicas. Primero, cuando<br />
los híbridos son producidos durante un proceso <strong>de</strong> especiación parapátrica o<br />
simpátrica en el que existe entrecruzamiento parcial entre los grupos en divergencia<br />
en una zona geográfica y ambientalmente intermedia por largos periodos<br />
<strong>de</strong> tiempo, los híbridos pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>saparecer <strong>de</strong>bido a la formación <strong>de</strong> barreras<br />
reproductivas <strong>de</strong>finitivas entre los grupos progenitores. Cuando esto suce<strong>de</strong> se<br />
pue<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> dos entida<strong>de</strong>s <strong>evolutiva</strong>s y un grupo temporal <strong>de</strong> organismos<br />
híbridos (Turner, 1971). Segundo, cuando los híbridos se aíslan reproductivamente<br />
<strong>de</strong> los grupos progenitores se pue<strong>de</strong> originar una nueva <strong>especie</strong>, siempre y<br />
cuando la zona híbrida se mantenga constante en el tiempo. Cuando esto suce<strong>de</strong><br />
estaríamos ante tres <strong>unidad</strong>es <strong>evolutiva</strong>s: los grupos progenitores y la incipiente<br />
<strong>especie</strong> originada por hibridación. <strong>La</strong> formación <strong>de</strong> nuevas <strong>especie</strong>s a través <strong>de</strong><br />
grupos híbridos se ha documentado extensamente en plantas (Knobloch, 1971;<br />
Ellstrand et al., 1996; Riesberg, 1997; véase el capítulo 13 <strong>de</strong> este libro); en el<br />
caso <strong>de</strong> animales y microorganismos se sabe muy poco.