Preparación y Movilización - Paul-Timothy

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Preparación y Movilización --Libro 4
© 2000 Patterson y O´Connor
Pedro Abelardo (nacido en el año 1079), era maestro francés. Inventó un
método lógico para evaluar las ideas de la iglesia. Usó una lista de las razones a
favor de una idea, y otra de las razones en contra. Entonces ofrecían su
conclusión. Pero Bernardo de Clairvauz le acusó de reemplazar la fe con la razón.
No quiso que nadie examinara así las doctrinas de la iglesia. Este mismo Bernardo
ganó fama por su devoción mística y su vida de sacrificio. Por su predicación, miles
de Cristianos salieron en la segunda cruzada, matando a espada a los incrédulos
en el nombre de Jesucristo.
Los escolásticos apoyaban las doctrinas de la iglesia con la Biblia y con los
escritos griegos y latinos de la antigüedad. El más famoso de ellos fue el italiano
Tomás de Aquino (nacido en el año 1125). Su libro Summa Teológica, es todavía
la base principal de las doctrinas católicas. Su teología se llama el “Tomismo”. Se
basa mucho en Agustín y el filósofo Aristóteles. Otros escolásticos acusaron a
Tomás de faltar al realismo.
¿Cuál es el peligro, si usamos otros escritos que no son de la Biblia, para
apoyar nuestras doctrinas?
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IGLESIAS SEPARADAS
Los nuevos estudios del
siglo trece hicieron abundar
muchas nuevas ideas y
doctrinas. Distintos grupos con
sus propias doctrinas se
aparecieron dentro y afuera de la
iglesia católica.
Los albigenses (de Albi,
Francia) creían en el
maniqueísmo. Esta doctrina se originó en Persia mil años antes. Maniqueo enseñó
que el bien y el mal existían por dos grandes poderes contrarios y eternos. Los
albigenses identificaron a estos poderes contrarios como Dios y el diablo. Eran
creyentes pacíficos, pero rechazaban la autoridad del papa. Este les condenó y la
iglesia católica les persiguió. Los nobles de Francia los atacaron y mataron a miles
de ellos.
Otro grupo apartado eran los valdenses de Lyon, Francia. En el año 1200,
seguían a Pedro Valdez, un comerciante rico pero muy Cristiano. Se llamaban “los
pobres de Lyon”. Eran bíblicos y evangélicos. Tomaban votos de pobreza y
andaban predicando el evangelio con valor. Las autoridades los confundieron con