Preparación y Movilización - Paul-Timothy

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Preparación y Movilización --Libro 4
© 2000 Patterson y O´Connor
La contra-reforma impidió a los evangélicos en España. Los
inquisidores mataron a miles de evangélicos. En Italia también la inquisición
sofocó la reforma evangélica. En Francia los católicos mataron a los líderes
evangélicos. La iglesia reformada ha quedado débil en Francia.
GUERRA ENTRE CATÓLICOS Y PROTESTANTES
Entre los años 1618 y 1648 había guerra constantemente entre
católicos y evangélicos. Se llama “La Guerra de Treinta Años”. Al fin, los
reyes firmaron “La Paz de Westfalia,” reconociendo el derecho de cada uno a
escoger su propia religión.
En Inglaterra, para evitar más guerra, el parlamento (Congreso) buscó
un “camino medianero” entre el catolicismo y el evangelio. El “Acto de
Tolerancia” de 1689 dio la libertad de culto a todos. El parlamento apoyó la
religión oficial y la iglesia oficial se llamaba la “anglicana”. Hay dos partidos
en esta iglesia: la católica (la iglesia “alta”) y la evangélica (la iglesia “baja”).
El culto de la “alta” tiene más formalismo que la “baja”.
¿Cómo podemos
evitar más conflicto hoy
entre nosotros, los
evangélicos, y los
católicos?
Primero, debemos
amarlos conforme al
mandamiento del Señor.
Podemos convencerlos por
el amor.
Segundo, debemos reconocer que nuestras iglesias echan raíces en el
catolicismo. No somos católicos romanos. Pero, sí, somos católicos
reformados. Por esto debemos reconocer lo que los católicos creen en
común con nosotros:
En la deidad del Señor Jesucristo y la Santísima Trinidad.
Que la Virgen María dio a luz a Jesucristo siendo virgen y escogida y
bendita de entre todas las mujeres.
Que la Biblia es la Palabra inspirada por Dios.
Que Jesucristo murió y resucitó para salvar a los pecadores y que
viene otra vez para juzgar al mundo.