Preparación y Movilización - Paul-Timothy

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Preparación y Movilización --Libro 4
© 2000 Patterson y O´Connor
5. Apreciar el ministerio que Dios te ha dado.
Un pastor desprecia su ministerio si habla de renunciar por cualquier
problemita. No pongas tu renuncia como condición para que los hermanos
hagan algo. Si hablas de renunciar, hazlo. No confíen en un pastor que no
está seguro de su llamado.
Renuncia solamente después de orar, sabiendo que tu ministerio no
puede dar más fruto, o que la mayoría de los miembros así lo quieren.
Acepta un pastorado solamente cuando la mayoría vota a favor.
A veces un pastor deja un ministerio para ganar más dinero trabajando en lo
material. A veces la necesidad obliga; Dios permitió que el Apóstol Pablo
fabricara tiendas.
Pero otras veces
desprecian su ministerio por
puro interés. Dejan de
pastorear, sin orar primero,
sin pedir que Dios le ayude.
Mario, un
norteamericano, predicó
cuando era niño, ganó fama
por sus "curaciones". Pero
muchos se ofendieron por su jactancia. Sirvió de obstáculo en su fe. Para
Mario, era un negocio. Al fin no aguantó su hipocresía, y confesó en público
que su ministerio era falso. Las sanidades no eran genuinas. Imitaba a los
conferencistas para ganar dinero y ser famoso.
Algunos hermanos predican, pero no son llamados para predicar. La
iglesia debe averiguar que un obrero es llamado por Dios. Debe observar su
obra antes de autorizarle como pastor. ¿Por qué?
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