De Laodicea a Babilonia... Un asunto de las profecías
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<strong>De</strong> <strong>Laodicea</strong> a <strong>Babilonia</strong>... <strong>Un</strong> <strong>asunto</strong> <strong>de</strong> <strong>profecías</strong><br />
Preparado por: Samuel Saldaña<br />
haber hecho planes <strong>de</strong> ciudad en ciudad. Si hubiese estado lleno <strong>de</strong>l celo por la verdad,<br />
habría permitido que su luz brillara sobre otros y habría trabajado para preparar un<br />
pueblo para estar <strong>de</strong> pie en el día <strong>de</strong>l Señor.<br />
Es posible que hayamos tenido más medios que en otros lugares, pero tenemos<br />
resultados concretos. Se ha hecho una obra progresiva. Se ha entrado en nuevos campos,<br />
y todavía hay más necesida<strong>de</strong>s a nuestro alre<strong>de</strong>dor. <strong>De</strong>bemos penetrar en todos los<br />
campos <strong>de</strong> Australia. Se necesitan misioneros que vengan a este país para hacer una<br />
obra mayor para el Maestro. Que el Señor <strong>de</strong>spierte a su pueblo que conoce la verdad<br />
para que imparta el conocimiento que tiene. Hagamos cada día la oración, tan llena <strong>de</strong><br />
significado, que Cristo les enseñó a sus discípulos: “Padre nuestro que estás en los<br />
cielos: Santificado sea tu nombre, venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el<br />
cielo así también en la tierra” (Mateo 6:9-10).<br />
<strong>Un</strong>a guerra agresiva está ante todos los que creen la verdad. <strong>De</strong>bemos realizar gran<strong>de</strong>s<br />
progresos y mejoras para llevar a<strong>de</strong>lante la obra que, bajo el mando <strong>de</strong>l gran General <strong>de</strong><br />
los ejércitos, el ser humano tiene el privilegio <strong>de</strong> hacer. Dios envía a sus ángeles como<br />
espíritus ministradores para que vayan <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro obrero y se unan a él. Por<br />
medio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Espíritu Santo, la verdad <strong>de</strong>be obrar en nuestros corazones.<br />
<strong>De</strong>bemos hacer un llamado para que los que conocen la verdad entren a trabajar en la<br />
obra y sean colaboradores con los ángeles en la obra <strong>de</strong> Dios. Nada <strong>de</strong>be <strong>de</strong>salentarnos.<br />
Al esparcir el conocimiento <strong>de</strong> Dios y Jesucristo nuestro Señor, <strong>de</strong>bemos tener puesta la<br />
esperanza en el progreso moral. <strong>De</strong>bemos acudir al Señor en cada emergencia y a cada<br />
paso.<br />
Los principios vivientes están establecidos en la palabra <strong>de</strong> Dios. ¿Por qué los creyentes<br />
no leen con el propósito <strong>de</strong> obe<strong>de</strong>cer? ¿Por qué no se <strong>de</strong>dican a ser misioneros?<br />
Necesitamos familias en Australia, no hombres y mujeres que <strong>de</strong>seen ser empujados,<br />
sino obreros, hombres sabios que puedan administrar. Necesitamos a aquellos que<br />
puedan trabajar hombro a hombro con nosotros.<br />
Nuestro <strong>de</strong>ber para con el mundo es vasto y profundo. <strong>De</strong>bemos hacer por otros lo que<br />
<strong>de</strong>seamos que ellos hagan por nosotros. La verdad <strong>de</strong>be ir a todas partes, y necesitamos<br />
personas que puedan suplicar en oración ante el Señor, que doblen sus rodil<strong>las</strong> ante<br />
Dios, aboliendo la costumbre <strong>de</strong> ponerse <strong>de</strong> pie como los fariseos y orar para ser oídos<br />
por los hombres, costumbre que ha entrado en nuestro pueblo y que ha sido llevada por<br />
nuestros obreros a otros países. Necesitamos que todos los que conocen a Dios y a<br />
Jesucristo, a quien él ha enviado, se postren en humil<strong>de</strong> reverencia ante su trono y oren<br />
para que el mundo pueda oír el mensaje <strong>de</strong> amonestación y para que éste pueda alcanzar<br />
a aquellos que lo oigan y sea llevado a aquellos que no lo conozcan. Arrodillémonos<br />
ante Dios con corazones humil<strong>de</strong>s y expresemos nuestra reverencia hacia él. Todo<br />
orgullo y ostentación <strong>de</strong>ben ser <strong>de</strong>sechados. Hagan conocer sus <strong>de</strong>seos a Dios. El obrero<br />
sincero, <strong>de</strong> corazón verda<strong>de</strong>ro, no fracasará ni se <strong>de</strong>sanimará, porque Dios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo alto<br />
y sublime observa al contrito y lo capacita a cada paso. Él pondrá en acción <strong>las</strong> agencias<br />
omnipotentes para amonestar al mundo a que se prepare para ir al encuentro <strong>de</strong> su Dios.<br />
Los instrumentos humanos por medio <strong>de</strong> los cuales Dios está obrando, no <strong>de</strong>ben estar en<br />
discordia y <strong>de</strong>sacuerdo como está sucediendo ahora. Aquellos que tienen fe en Cristo,<br />
como su Salvador todopo<strong>de</strong>roso, estarán en perfecta unidad con él. Cuando el yo esté<br />
sepultado con Cristo en Dios no habrá <strong>de</strong>sunión, <strong>de</strong>sacuerdos, ni conflictos. Todos<br />
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Ministerio A la Luz <strong>de</strong> la Biblia.<br />
www.alalu<strong>de</strong>labiblia.org<br />
Febrero, 21 <strong>de</strong> 2008